Luces y Sombras Del Amor Humano

7/17/2019 Luces y Sombras Del Amor Humano

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LUCES Y SOMBRAS DEL AMOR HUMANO

Eduardo López Azpitarte

Introducción

Con una ironía no exenta de realismo, Byron había dicho que es mucho más fácilmorir por la persona que se quiere que iir siempre con ella! La erdad es que no esfácil mantener el amor a lo lar"o del camino! Las crisis matrimoniales constituyen untestimonio de esta dificultad que se acent#a más todaía en el carácter d$bil de nuestromundo postmoderno! %on muchas las pare&as a las que me he acercado en talesmomentos, y que me han hecho descubrir la pluralidad de situaciones y los m#ltipleselementos que entraban en &ue"o! 'o es posible, por tanto, uniersalizar! Como enmedicina, no existen enfermedades, sino enfermos! %in embar"o, podría ser #til reco"er al"unos elementos comunes, aunque los itinerarios personales conten"an sus propiosmatices!

Las si"uientes reflexiones han nacido, por tanto, de la experiencia y no necesitanmucho apoyo biblio"ráfico! %on las propias pare&as quienes me han hecho descubrir elmundo interior que ien en esas circunstancias mucho más que las lecturas y lassimples consideraciones ideoló"icas! (retendo ofrecerlas no sólo a los matrimoniosafectados con estos problemas, por si pudieran serirles en sus deliberaciones y análisis,sino a todos los que se encuentran cercanos al dolor y sufrimiento de aquellos otros aquienes pretenden ayudar! En un primer momento, pretendo analizar la comple&idad delmundo afectio, para comprender me&or, en una se"unda parte, la "$nesis de los

posibles desequilibrios, antes de exponer, finalmente, las diferentes posturas frente a lacrisis sur"ida!

La experiencia amorosa

am!i"#edades ocu$tas

)oda experiencia afectia, y tambi$n el amor conyu"al, es mucho más intrincadade lo que, a eces, se piensa, ya que encierra otros muchos elementos ocultos, por deba&o de los sentimientos que se experimentan*! Camuflada ba&o capa de amor estamosasistiendo a una serie de atropellos impresionantes y de conductas mentirosas! + es que

una de las asi"naturas más difíciles de aprender y de iir si"ue siendo el arte de amar

!La ima"en del amor que se dibu&a en nuestra sociedad es muchas eces una aut$nticacaricatura, un producto falsificado de su erdadero rostro!

En todos los idiomas modernos hacer el amor ha enido a si"nificar des"raciadamente cualquier tipo de relación sexual, como si fuera la #nica forma dequerer a una persona, o el simple hecho Cle tenerla manifestara la autenticidad delcari-o! .ale la pena, por tanto, reflexionar primero sobre lo que si"nifica amar a una

persona!

1 C! /! . ALL0% )e quiero, te odio! 1inámica de las relaciones humanas! %al )errae,

%antander *223!2 4ecomendamos el peque-o y clásico libro de E! 54/66, El arte de amar! 7na

inesti"ación sobre la naturaleza del amor, (aidós, Buenos Aires *288!



La mitolo"ía "rie"a nos aporta una primera constatación interesante! Los mitosson historias fabulosas, pero que se fundamentan en la misma realidad que pretendenexplicar! Aunque los autores anti"uos no ofrezcan siempre la misma "enealo"ía, muchosconsideran a Eros, el dios del amor, como fruto de la unión de Ares y Afrodita 9! %u

padre es el dios "uerrero por excelencia, el símbolo de la fuerza y del poder, capaz deencer todas las dificultades y destruir a sus enemi"os! 4eestido de armadura ycubierta su cabeza con un casco, destruye los carros, deshace murallas, supera cualquier des"racia o infortunio! :amás sentirá miedo frente a nin"una aentura, pues la mismadificultad le hace crecerse y estar dispuesto a la lucha hasta derrotar a quien pretenda ser su adersario! Es el impresionante dios de la "uerra, que se hace odioso y rial del

propio ;eus! El #nico punto d$bil, del que se aproechan sus competidores, reside en suímpetu cie"o e irracional, como si, en ocasiones, le faltara una dosis de paciencia yreflexión! Antes de esperar un poco para pensar serenamente, ya está preparado paraembarcarse en cualquier haza-a!

%u madre, sin embar"o, sur"e de la espuma del mar, sin fuerza ni consistencia,como las olas que se deshacen en la arena! Lo #nico que posee es el arte de la conquistay de la seducción! Con su sonrisa calma los ientos y las tempestades, y de esta maneraconsi"ue lo que pretende hasta de sus mismos enemi"os! 'o posee firmeza niestabilidad, pero cuando al"uien queda cautiado por su encanto, se uele dócil a todassus insinuaciones! Lo que no puede conse"uir por la fuerza lo alcanza por el corazón!7na mirada es suficiente para sentirse prisionero e incapaz de reaccionar!

El Amor, hi&o de ambos, hereda las cualidades contradictorias de sus padres! En$l se armonizan una serie de aspectos anta"ónicos que indican su ori"en y manifiestansu erdadera naturaleza! %e le representa como aun ni-o, necesitado de protección y

ayuda constante, ima"en de la debilidad, símbolo de una dependencia absoluta, acío de poder e indi"ente, incapaz de alerse por sí solo sin la colaboración de los demás< pero,al mismo tiempo, está dotado tambi$n de una capacidad y fuerza extraordinaria, con suarco y sus flechas se dispone a triunfar en las más difíciles tareas, sabiendo que nadie

podrá escaparse a su influ&o hala"ador! %e muestra peque-o, pero camina por la idasolitario, buscando a qui$n poder subyu"ar! Es la ener"ía misteriosa que ase"ura la

perpetuidad de la ida y doble"a a las oluntades más firmes! (ide protección, peroayuda tambi$n a qui$n se encuentra necesitad! 7na naturaleza, por tanto, comple&a ycontradictoria= fuerza y debilidad, plenitud y acío, dinamismo y receptiidad,liberación y dependencia, constancia y fu"acidad, entre"a saladora y e"oísmointeresado, causa de ideales y motio de frustraciones, dispuesto a las mayoresheroicidades y encido por m#ltiples esclaitudes! (or amor se toman las "randesdecisiones y se realizan tambi$n las mayores insensateces!

Es la ambi">edad que todos sentimos en nuestras propias experiencias personales! Estimula, impulsa, alienta, oxi"ena, pero tambi$n hunde, destroza, amar"a yentristece! 1e ahí que, ba&o un mismo nombre ya la sombra de un t$rmino tan positio,

puedan encontrarse actitudes y iencias muy diferentes! %i cada uno escribiera susexperiencias afectias, tal ez resultaría difícil que el amor, como prota"onista,representara siempre los mismos papeles! ?asta el len"ua&e que utilizara no sería

3

Cf@! E44A'1/'EA dir!, 1iccionario del mundo clásico, Labor, Barcelona*23,*,9D93< *3*D*3< *! (ara otros autores el amor sería hi&o de (oros riqueza y(enía penuria, que simboliza tambi$n esa naturaleza contradictoria del que tienemucho y se siente, al mismo tiempo, pobre e indi"ente.



tampoco inteli"ible para todos los lectores! El cari-o posee re"istros musicales que nosiempre se inte"ran en una armonía!

La necesidad de una puri%icación pro"resi&a

Lo primero que deberíamos recordar, por tanto, es la impureza del amor en suscomienzos! El ser humano nace en un estado de orfandad impresionante, incapaz dealerse por sí mismo para cubrir sus necesidades bioló"icas y afectias! 1ebe sentirseaco"ido, no sufrir el rechazo de los que le rodean, experimentar el calor y la presenciade un cari-o que ha"a de su existencia un lu"ar confortable3! La psicolo"ía moderna hainsistido mucho en que esta alimentación psíquica y afectia es mucho más importanteque la meramente bioló"ica! %pitz llama hospitalismo a esa depresión triste ymelancólica que se obsera con tanta frecuencia en los internados de hu$rfanos, a losque les ha faltado el calor y el clima del ho"ar %i el ni-o comienza a querer a los que lecuidan es #nicamente por la "ratificación que le producen y por la utilidad que tales

personas le comportan! Amar equiale a ser amado!

Los mecanismos de esta primera experiencia act#an despu$s con posterioridad! Lo#nico que sucede es que, a medida que somos mayores, se aprende mucho me&or aencubrir el e"oísmo radical e in"enuo de los peque-os! Es el equíoco tan corriente deque el hecho de amar se confunda con la experiencia de sentirse querido, de encontrar en el otro al"o que interesa, sire, llena o "ratifica! ?ay que reconocer, pues, que elcari-o tiene siempre su ori"en en una necesidad y carencia! %e empieza a amar parallenar un acío< se quiere porque hay ur"encia de ayuda y protección< se busca elencuentro para colmar la propia soledad, hasta el punto de que al"unos afirman que elenamoramiento es siempre consecuencia de una insatisfacción interior, de una penuriaafectia que se quiere superar, pues nadie se enamora si está satisfecho consi"o mismo yse"uro de su propio aler !

7na isión demasiado pesimista y que no compartimos, pero con una base deerdad y realismo! 1urante la infancia, cuando no se ha recibido la alimentaciónafectia necesaria para satisfacer las carencias primeras, o se dio con unasobreabundancia que no de&ó casi espacio para las saludables frustraciones, el hambreinsatisfecha buscará saciar con los otros la anemia psicoló"ica o se le hará insoportablecualquier limitación posterior! En ambos casos, la relación amorosa se dificulta por las

experiencias tenidas con anterioridad!4 6! CABA1A CA%)4/, La i"encia del amor! Afectiidad< hominización y

reli"iosidad, %an (ablo, 6adrid *223!5 4! %(@);, El primer a-o de la ida del ni-o, A"uilar, 6adrid *229, *FGD**, donde

analiza los estudios realizados sobre los trastornos producidos por carencia afectia!

6 H'adie se enamora si, aunque sea parcialmente, está satisfecho de lo que tiene y de

*F que es! El enamoramiento sur"e de la sobrecar"a depresia y esto es unaimposibilidad de encontrar al"o que ten"a alor en la existencia cotidiana! El IsíntomaIde la predisposición al enamoramiento no es el deseo consciente de enamorarse, de

enriquecer lo existente, sino el sentido profundo de no ser o de no tener nada que al"ay la er">enza de no tenerloJ 5! ALBE4/'@, Enamoramiento y amor, Kedisa,Barcelona *2G, 83!



En este contexto, la persona corre peli"ro de quedar instrumental izada enfunción de las necesidades, de quererla en tanto en cuanto sira de proecho, de

buscarla por todo lo que ella ofrece, aunque ese e"oísmo natural e innato en el corazónde las personas se encubra y disimule de m#ltiples maneras! (ara estos casos

empleamos una palabra mentirosa que oculta otra realidad! A una actitud como $sta,aunque ten"a "amas muy diferentes, lo #nico que le queda de cari-o es el nombre conque la desi"namos!

(or eso, aunque parezca extra-o y contradictorio, un test espl$ndido para medir la profundidad y limpieza del cari-o es analizar la actitud de despo&o frente a la personao realidad que se ama! 'unca es posible querer de erdad mientras no se est$ dispuestoa prescindir interiormente de ese amor, como si"no de que el otro ya no es t$rmino deuna necesidad, sino su&eto de un deseo! El que quiere porque no puede iir sin esaexperiencia, hará del amado un ob&eto que "ratifica, un alimento que colma y satisface,un aliio que serena y "ratifica, pero sin quedar seducido por la di"nidad y el atractio

de su persona! Es una traducción psicoló"ica del radicalismo ean"$lico por el que sólose "ana cuando se está dispuesto a perder= HEl que ama su ida, la pierdeJ :n *,!

Renuncia a $a p$enitud in%anti$

Este paso de la necesidad al deseo no es posible sin una dosis de conflicto yfrustración, que hacen tomar conciencia de que el otro, con su diferencia y autonomía,no es un alor utilitario, un cobi&o para la soledad o un remedio contra las dificultades,sino al"uien que ale la pena quererlo por sí mismo! Los místicos han descrito me&or que nadie la etapa de silencio y purificación que se pasa, en ese itinerario hacia 1ioscomo en el camino del amor humano, antes del encuentro más profundo! 'o es posible"ozar de su consuelo hasta que no se haya aceptado el desierto y la soledad, para que nose le busque por los dones que otor"a, sino porque lo #nico importante es 0l! Entonceses cuando el cari-o tambi$n calma, serena y tonifica! La purificación no elimina el "ozoy la ale"ría posterior, sólo posibilita iirlos ahora de una manera distinta!

La experiencia amorosa parece conducir a una fusión pro"resia, como si se pudieran romper las fronteras de la alteridad! El amor nunca come, ni siquiera a besos,como a eces se afirma, pues lo primero que exi"e es respetar la diferencia que no seelimina por el encuentro! El texto bíblico de que Hse hacen una sola carneJ K$n ,3

indica ciertamente una comunión sin"ular, pero sin ne"ar la duplicidad de esta relación!Cualquier b#squeda afectia que pretenda una simbiosis absoluta es producto de undeseo infantil, de una omnipotencia in"enua que no se reconcilia con la finitud y

peque-ez de nuestra existencia! +a s$ que precisamente por esta menesterosidad eindi"encia nunca se lle"ará a una oblatiidad absoluta, pues siempre quedarán espaciosdonde las raíces e"oístas asoman de nueo, ya que tampoco desaparecen para siempre!

Los psicólo"os hablan del mito del paraíso perdido, enraizado en lo más profundo del psiquismo humano! )odos sue-an con recuperar de nueo un estadio endonde desaparezcan los problemas y conflictos de la existencia, como una uelta a lostiempos primitios del seno materno! 'adie se resi"na a pactar con el realismo doloroso

y molesto de la ida, latiendo siente por dentro la nostal"ia de al"o me&or que lo queahora se tiene! + al"o parecido acontece con el amor! Con una in"enuidad infantil sesue-a que la experiencia afectia será una especie de nido caliente que abri"ue y prote&a



contra el frío, que cicatrice las heridas frecuentes, que responda siempre a nuestrasnecesidades, que llene lo% acíos más profundos, que sea capaz, en una palabra, decolmar la a-oranza de una felicidad sin límites8! El amor tiene tambi$n sus ineitablesfronteras que son, incluso, necesarias para su autenticidad y con las que no hay másremedio que reconciliarse! 6e atreería a decir que, hasta por su propia naturaleza, de&a

siempre una peque-a carencia, pues el respeto ala alteridad y diferencia de la otra persona impide que busque serirme de ella como respuesta satisfactoria a cualquier tipo de menesterosidad! uedará siempre un resto sin llenar plenamente que mantiene aldeseo insatisfecho, como una promesa que nunca acaba de lle"ar G! La aceptación de esemar"en insatisfactorio será se-al de que se la quiere y de que no se la utiliza!

B's(ueda de$ car)cter exc$usi&o de $a persona

?ablar de amor no es posible, por tanto, mientras no caminemos en busca delcarácter #nico, exclusio y sin"ular de cada persona para amarla por lo que ella es, y no

por lo que ella tiene, manifiesta o comunica! Es un proceso que separa cada ez más del propio e"oísmo, para poner en el t# a&eno el centro de "raedad de nuestra existencia!%e lle"a poco a poco a que el inter$s no lo despierte ya lo que el otro posee o comunica,sino lo intransferible y exclusio de su persona! (or ello no es posible trasladar el amor a nin"#n /tro, aun cuando reproduzca las mismas expresiones, cualidades y alores deaquel a quien se amó, y es que cuando se quiere de eras a al"uien, se haceabsolutamente insustituible, porque lo que se ama es su ori"inalidad #nica e irrepetible!El amor a más allá de las cualidades que el ser amado contiene! Es erdad que cuandose le quiere en serio, se desea para $l lo me&or, enriquecido con toda clase de alores, yla ale"ría de erlo con este ropa&e de cualidades es ben$fica y altruista! 'o es el

proecho que pudiera obtenerse de su inmensa riqueza humana! Es que cualquier cosa parece peque-a al corazón del amante para la "loria y felicidad del amado! (ero tambi$nes erdad que el cari-o se"uirá existiendo, incluso con dentro, habita al"uien que lallena con su propio encanto y ma&estuosidad! La mirada del amante no es fríola, comola de cualquier espectador< sabe captar la belleza de lo externo, porque penetra hasta elesplendor incomparable de la persona y como aquello le ha serido de caminointroductorio, tambi$n lo estima y lo alora! Es el dulce recuerdo que flota sobre loslu"ares y ob&etos que han sido tocados por la presencia de una persona querida!

Aquí se encuentra el punto decisio para el análisis de su autenticidad! 6antener ala persona en el centro de esa iencia y saber que cuando todo lo demás que posee

Dbelleza, cualidades, simpatía, inteli"encia, poder, riqueza, etc!D interesa por sí mismo o por su utilidad, es que no aloramos lo #nico que tiene mayor importancia! %uscualidades han podido serir para initar aun conocimiento profundo, para ir descubriendo el misterio de su interior, y hasta como un estímulo para continuar ladifícil aentura pero, una ez que haya nacido, el amor no necesita de otrosfundamentos!

*ota$idad de $a entre"a

7 @nteresante el artículo de C! 1/6M'K7E;, El deseo y sus ambi">edades, %al )errae

G3 *22 F8DF!

8 La experiencia de esa insatisfacción de fondo, que nada ni nadie termina por llenar, tal

ez nos ha"a intuir, sobre todo a los creyentes, que, detrás de todo, tendrá que haber unAl"uien capaz de responder a esa nostal"ia de felicidad y plenitud!



1e i"ual modo, su respuesta exi"e una entre"a total! La donación de aquello queten"o sería demasiado insi"nificante si no simbolizara la entre"a de al"o mucho más

profundo! %i para querer a los demás bastara desprenderse de ciertas cosas, peroreserándose el corazón, el cari-o se transformaría en una máscara farisaica, en un "esto

de disimulo! Cuando san (ablo dice que cualquier acción, por extraordinaria que fueseDmoer los montes, repartir la hacienda a los pobres o disfrutar de al"#n carismaD, nosire para nada sin amor o es como una campana ruidosa o unos platillos estridentes *Cor *9,*D 9 , no afirma sólo una erdad reli"iosa, sino que subraya un presupuestohumano anterior= la exi"encia de una interioridad para alorar los "estos y expresionesexternas! La lucha contra este acío en el culto lit#r"ico y en la praxis moral ha sidoconstante en la reelación, pues la ida reli"iosa y $tica, sin la entre"a interior, es un

puro formulismo mentiroso y un en"a-o tan sutil, que de&a incluso la satisfacción de unaconciencia tranquila!

@"ualmente en el amor! %i porque se ha dado al"o pudi$ramos quedar tranquilos,

como tantas eces sucede, es por no haber comprendido todaía que el #nico re"alosi"nificatio tiene que nacer del corazón, que se abre y se desplie"a en las m#ltiples

peque-eces de los "estos diarios! Amar es la comunión de dos personas que mutuamentese han ofrecido como re"alo su yo más íntimo y profundo! 1e aquí se si"uen al"unasconsecuencias importantes!

La primera sin duda es la totalidad de la entre"a! )odo No que se tiene es posiblerepartirlo entre arios por tratarse de alores diisibles! El dinero, el tiempo, la atencióno cualquier otra cosa se pueden distribuir de tal manera que sea posible reserar una

parte para las propias necesidades o para las de otros indiiduos! :u"amos concantidades que exi"en una diisión para su reparto! Es más, la entre"a de al"o puedeencubrir la ne"ación del don personal! (ero cuando se ofrenda a tra$s de un "estoamoroso el yo #nico e irrepetible, no hay más remedio que entre"arlo en su totalidad!(oner límites es un síntoma de que sólo se entre"a a aquello que se tiene, la que se

puede re"alar sin necesidad de donarse! 1icho con otras palabras, la dinámica del amor es totalizante! uien "uarda una zona acotada, que no está dispuesto a ofrecer nunca, es

porque nunca lle"ó a querer de erdad! La resera es un límite fronterizo que el amor &amás construye! 4ico no es, por tanto, el que tiene mucho, sino el que está capacitado para donarse! 1e ahí que la pobreza, a eces, de pueblos y familias los capacite para una"enerosidad y altruismo mayor, pues como no tienen nada que ofrecer, sólo cabe la

propia entre"a!

?abría que sospechar, no obstante, de ciertos altruismos aparentes que no permiten ser su&etos pasios de un faor por parte de los demás, como si fuera un "estoindi"no y e"oísta que se opone a esta actitud anteriormente descrita! 'o hay que olidar,sin embar"o, que aceptar el don ofrecido por los otros es una de las formas más bellas y

profundas de iir la oblatiidad! El que da se encuentra siempre situado en un nielsuperior, pues posee al"o de lo que los demás no "ozan! 6ientras que el que recibe, por el contrario, reconoce con ese hecho su indi"encia y pobreza! (ero si se abre a esere"alo que le ofrecen y lo acepta, no es tanto porque lo necesite, sino porque "oza con lafelicidad del pró&imo que siente la ale"ría de prestar una ayuda o de satisfacer cualquier otra necesidad!

Dimensión uni&ersa$



apertura +acia $os otros

La aut$ntica experiencia amorosa tiene siempre una dimensión uniersal, condestino a todos las personas! 'o se podría amar y entre"arse a más de uno si el cari-ofuese una simple cosa que, cuando se reparte, supusiera una p$rdida imposible de

recuperar !Lle"aría entonces un momento en que no habría nada que ofrecer, pues todose habría entre"ado! El cari-o ha de medirse con otras matemáticas diferentes! El hechode darlo nunca resta ni empobrece pues, como dice un poeta= H6oneda que está en lamanoOquizá se pueda "uardar<Ola monedita del almaO se pierde si no se daJ2!

Es cierto que amar de erdad se reduce siempre aun "rupo reducido! %i nuestraafectiidad se sintiera comprometida con el dolor y las tra"edias de todo el mundo, nohabría corazón que resistiera con ida! uiero decir que, cuando al"una ez se haexperimentado la "racia de la amistad, a tra$s de un indiiduo concreto, seme&anteexperiencia descubre ineludiblemente el alor de la persona! A partir de ese momento,todas las demás adquieren un reliee extraordinario! El amor se conierte entonces en

una fuente ina"otable de riqueza abierta a todos los seres humanos! 0l islumbra me&or que nada lo que hay oculto en su interior y los alores in$ditos que posee! Esto nosi"nifica que todos sean queridos con la misma intensidad! Las resonancias afectiasnunca serán id$nticas, pues se hace imposible sentir hacia ellos la misma fuerzasentimental! (or otra parte, el amor tiene matices muy diferentes, se"#n la persona haciala que aya diri"ido! 'o es lo mismo el cari-o de los padres, de los ami"os o el de losesposos*F! Cada uno consera sus características peculiares, aunque todos coinciden enuna base com#n= se trata de una relación que ha iluminado, como antes decíamos, elalor de lo que si"nifica ser persona! Al"uien que ale por sí mismo y que supera lacate"oría de lo #til y de lo práctico!

(or eso, el que haya aprendido a querer una ez, está ya preparado pararelacionarse con los demás, incluso con el extra-o y desconocido, con una tonalidad deespíritu diferente! +a sabe el respeto impresionante que toda persona se merece! Aunqueno lle"ase a un niel de trato mayor, existe ya una capacidad embrionaria que

posibilitaría el desarrollo posterior de una relación afectia! %i esta actitud de fondo nose encuentra ante el otro, podría ponerse en duda la autenticidad de lo que llamamoscari-o! + es que cuando las fronteras se cierran hacia fuera, para instalarse en el "ozointimista y sin nin"una apertura hacia los demás, es muy probable que seme&anteexperiencia no haya superado a#n los primeros estadios de inmadurez e"oísta!

Hacia una %ide$idad eterna

5inalmente el amor supone una estabilidad y permanencia, al"o muy próximo ao que llamamos perpetuidad, pues si las cualidades psíquicas o físicas son factibles decambio, el ser de la persona, lo que constituye su meollo más aut$ntico, es al"o que

permanece por encima de todas sus mutaciones! La historia de cada uno llea consi"oun proceso constante de eolución en el que, lo mismo que adquirimos nueas

9 A!6AC?A1/, Conse&os, en 6A'7EL y A')/'i/ 6AC?A1/, /bras completas,

Editorial (lenitud,

6adrid *289, 8*9!10 Los análisis de los diferentes matices en E! 54/66, o! c! n! , FD22



realidades, estamos sometidos ala p$rdida de otros muchas! %i amo a la persona, lase"uir$ queriendo a pesar de sus cambios superficiales, porque la razón de la entre"aradica precisamente en al"o que no pasa ni podrá desaparecer!

En este sentido, el amor a más allá de la muerte, cuando el cuerpo ha

desaparecido y sólo queda la presencia intocable del recuerdo! En contra de lo que pudiera parecer, la misma existencia ocupa un plano secundario, no porque el afecto no busque una encarnación isible y cercana, que repercute en la propia sensibilidad, sino porque el motio que lo alimenta se ha hecho independiente hasta de su ida einmediatez! Existe, como un aire misterioso que se respira, sin necesidad de que elamado se halle presente!

Caracter,sticas de$ amor con-u"a$

un nue&o centro de "ra&edad

El amor conyu"al tiene todaía otros ras"os que :o especifican y distin"uen!1iríamos, de forma sint$tica, que adquiere un carácter exclusio y totalizante! Así comola amistad puede repartirse entre arios, la conyu"alidad no brota mientras el t# no seconierta en al"uien #nico e insustituible! Es la experiencia afectia más profunda quese pueda sentir= en el mundo no hay nadie con tanto reliee y si"nificado como esa

persona sin"ular! 1esde ahora en adelante existe un nueo centro de "raedad, querepresenta la ilusión más bella en el áspero camino de la ida! %e ha ienciado de

pronto que la felicidad no tiene otra meta que el sericio, la entre"a y la donación totalal ser amado!

Esto prooca en el otro un cierto narcisismo, porque le hace sentirse car"ado deun alor impresionante! %er amado así si"nifica conocerse, a pesar de la propia pobrezay limitación, como una persona tan "randiosa que no admite nin"una rialidad! Es el"ozo de saber que para el otro no existe nadie tan alioso como el propio yo! (ero si hayun amor recíproco, la "ratificación se acepta no para recrearse solitariamente en ella,sino porque se ha comprendido que en esa inmensa ale"ría ha puesto el amante sumisma felicidad! La respuesta me&or es hacerle comprender y sentir que ha conse"uidosu mayor ilusión= la plena felicidad del amado! A estas alturas, si la infidelidad produceun amar"o dolor, no es tanto por el hecho de haberlo perdido, es más bien la tristeza dehaber constatado la propia incapacidad de hacerlo feliz!

La más "rae dificultad contra lo afirmado hasta ahora sería considerarlo comodemasiado utópico e in"enuo! En cualquier caso, cuando obseramos las formas deamor ordinario, tal y como hoy se manifiestan en la mayor parte de nuestra sociedad, escierto que no encontramos mucho parecido con el esquema anterior! Al"unos creen,incluso, que se trata de un intento imposible! El corazón humano está podrido en lo másíntimo de su naturaleza y ha destrozado por completo la dinámica del amor! )al ez conesto se pretenda hallar una &ustificación a la propia debilidad, pero de lo que no cabeduda, como la experiencia tambi$n lo se-ala, es que la aspiración hacia esa metaconstituye una posibilidad al alcance de las personas! 'o será fácil subir hasta elextremo y remontarse hasta la cumbre más alta, pues la #nica beneolencia total se daen Aquel que no tiene indi"encia nin"una, pero un intento de ascensión pro"resia, de

aance continuo, está dentro de nuestra pobre libertad! Es un impulso para no permanecer dormidos en la propia limitación, para que, aunque hayamos desiado lamirada, no quedemos satisfechos en el fracaso!



%i parto de este presupuesto, es para que se comprendan me&or las ineitablescrisis matrimoniales! %upon"o que nadie se casa con la ilusión de separarse al pocotiempo! @ncluso los que no excluyen la posibilidad de una ruptura posterior, preferiríanque el itinerario que comienzan &untos pudieran concluirlo tambi$n con las manos

entrelazadas! P(or qu$, entonces, tantas pare&as se quedan a medio caminoQ Pu$factores proocan que las ilusiones primeras se destruyan con el paso del tiempoQ

La crisis de $a %ide$idad

?ay un primer aspecto que reiste especial importancia! 'o creo exa"eradodecir que, en el mercado de nuestros alores culturales, la fidelidad no es de los que seencuentran más cotizados! Las mismas estructuras sociales, que "ozaban de una "ranestabilidad y faorecían los compromisos definitios, experimentan una menor credibilidad y firmeza! 6ás que mantener el orden establecido o el respeto por lo

tR<adicional, se busca lo diferente, lo nueo, lo in$dito! El cambio y la eolución sonmucho más apreciados que la estabilidad y permanencia! 7n si"no de &uentud que seresiste a la nostal"ia de la e&ez por el pasado< La misma economía fomenta elconsumismo constante! Las cosas se hacen para que duren poco tiempo y haya quecambiarlas por las nueas ofertas me&oradas!

El mismo reconocimiento de nuestro mundo inconsciente despierta en muchos lasospecha que eita una cierta se"uridad para enfrentarse con el futuro! Pui$n estácierto de las razones por las que se ha comprometidoQ + aun en la hipótesis de quefueran aut$nticas, Pno sería un or"ullo demasiado presuntuoso querer abarcar el tiempo,como si en el ahora ya se pudiera dominar lo que todaía resulta desconocidoQ Laexperiencia demuestra cómo muchas ilusiones se resquebra&an cuando la realidaddesconocida descubre la falsedad en que se apoyaban! 1e ahí que hoy se leanten unaserie de críticas que an creando un ambiente distinto al de $pocas anteriores paramuchos la ruptura de un compromiso ya no constituye un abandono o una traicióncondenable< al contrario, aparece más bien como un "esto de alentía y cora&e pararomper con todo lo de antes, que ahora se ie como una car"a pesada e impuesta< unacto profundo de sinceridad para iir de acuerdo con las exi"encias actuales, al mar"ende lo que se había prometido en otras circunstancias diferentes< una opción, en #ltimot$rmino, por la libertad, que impulsa a superar cualquier tipo de esclaitud, de

pasiismo, de inercia, de ul"aridad!

La persona libre no se de&a encadenar por el pasado, Como si no quedara otrasalida que la resi"nación fatalista a lo que pudo ser fruto del error, de la in"enuidad, ode una ilusión demasiado exa"erada! Como tampoco debe cerrar el futuro a susm#ltiples posibilidades in$ditas y desconocidas, eliminando para siempre otros caminosde realización, que se presentarán, tal ez, Como me&ores! Lo #nico importante sería lafidelidad al momento presente para iirlo Con todo su realismo y plenitud! Cualquier otro Compromiso reestirá un carácter alienante, pues estaría motiado por interesesocultos= narcisismo, miedo a la libertad o sentimientos de culpa!

A pesar de todo, coniene leantar la oz en defensa de la fidelidad! Las "randesdecisiones de la ida nunca &amás se hacen Con la pura razón! ueda siempre un

mar"en que sólo es posible superarlo Con la fuerza del afecto! 'o se trata, desde lue"o,de opciones irracionales, pero tampoC/ se tomarían si no estuiesen en el fondo lasilusiones del corazón, por aquello de que $l tambi$n tiene razones, que la cabeza no



comprende! Es la conciencia de una ocación personal, que se intuye y seduce como lame&or manera de realizar la propia existencial**!

E$ &a$or de $a decisión de%initi&a

(ara ser fiel hay que aceptar un presupuesto preio= tener fe en la capacidad delser humano para orientar su ida Con un carácter definitio! Es un ries"o que se asume

por creer en la fuerza moral de poder arrostrarlo! Consciente del proyecto que se quiereiir, como respuesta a las exi"encias humanas y reli"iosas de nuestro interior, sur"e eldeseo de conserarlo para siempre! Es un "esto de libertad, porque uno se resiste a

pactar cobardemente! Con lo que ahora es, y sue-a Con un futuro me&or que satisfa"alas necesidades más profundas de nuestro ser! %abe que no puede rene"ar del pasado,Como si fuese posible hacer caso omiso de todo lo que le condiciona, y acepta a#n másel misterio del futuro, pero no quiere tampoco someterse al ritmo ariante de la historia,iir Como una marioneta en manos del destino, o de&arse llear por la fuerza de los

acontecimientos naturales! 1esea ser due-o y actor de sus propias decisiones, dar unaestructura determinada que unifique su existencia y le otor"ue una identidad!

El sí primero es sólo el punto de partida de un itinerario, que se Compromete arecorrer, para conse"uir lo que $l quiere y no lo que las circunstancias le impon"an! 7nadisponibilidad "enerosa y esforzada para consa"rar la ida entera a lo que se hadescubierto como una ocación !que da sentido y plenitud a la existencia! Anclarse en elaquí y en el ahora es rene"ar de esa llamada que impulsa hacia más allá de lo que unoes, no quedarse a"otado en lo inmediato, ce-ido exclusiamente a la temporalidad delmomento, sin fuerza capaz de unificarlo en una historia! 'o hay fidelidad sin pasión, sinries"o, sin apuesta por una persona! Como no existe libertad humana si no es paracomprometerse con un ideal, para despo&arse de todo lo que condiciona y obstaculiza suobtención! Lo contrario es la falacia de creerse libre, al borde siempre de tomar unadecisión, pero que constantemente queda suspendida, sin querer empe-arse por unacausa!

La fidelidad ale precisamente por el ries"o que supone, porque no nace de unaabsoluta se"uridad que impide el miedo y la incertidumbre! Es un desafio, al no existir eidencias irrefutables, pero muy le&os de la estupidez! (or eso es posible elcompromiso, ya que nadie lo hace con lo que irremisiblemente a a suceder!Comprometerse a morir, por e&emplo, no tiene nin"#n sentido pues, antes o despu$s,

tendrá que ocurrir a la fuerza seme&ante acontecimiento! %e trataría, a lo más, de unfatalismo sin m$rito o de una resi"nación más o menos aceptada! La persona fiel searries"a porque desea ofrecer al"o que merece la pena! ?a descubierto un alor, comoun marailloso re"alo que ale la pena conserar, y desea mantenerlo intacto en eltiempo, superando los obstáculos que puedan poner en peli"ro su existencia, prote"erlode aquella fra"ilidad que amenaza todo proyecto humano, defenderlo contra el des"astede los a-os que le ha"an perder su reliee e importancia!

11 %i"uen siendo interesantes las reflexiones de .! A +EL, Compromisos y fidelidad

para tiempos de incertidumbre, Claretianas, 6adrid *288! cuya lectura recomiendo! 6eremito tambi$n a 6! LEKA7), (erseerancia en el compromiso y fidelidadfundamental, Cuadernos de la 1iáspora nS 9 *22 **D3! AA! ..!, La fid$lit$! AlT$preue du temps! Christus nS *2 *22!



Un e(ui$i!rio di%,ci$ e inesta!$e

%in embar"o, cuando un compromiso se acepta, no es una conquista definitia,como si fuera un re"alo que la propia naturaleza nos hace, sin necesidad de nin"#n otroesfuerzo por parte del que lo recibe! La fidelidad camina siempre en un difícil equilibrio

entre dos exi"encias que pueden parecer paradó&icas y contradictorias! (or una parte, esuna ne"atia de cambio que rechaza para el futuro cualquier nuea alternatia! 1esde elaquí y el ahora, se da una renuncia a todas las otras posibilidades que no concuerdancon la opción ele"ida y que se abandonan en aras de la opción prioritaria que se hatomado! Es un abandono, seme&ante a una peque-a muerte, por la que uno se despide deal"o que ya no podrá disfrutar!

El ser humano se cansa con la monotonía de lo conocido y toda nueaexperiencia lo atrae, como un aliio en su esfuerzo de continuidad! Lo in$dito rompe elcansancio psicoló"ico de repetir siempre el mismo camino! y por dentro, como unanostal"ia escondida, late el deseo inquieto de una peque-a aentura, que suaice el

realismo de la propia existencia! 6antenerse fiel, desde esta perspectia, supone laaceptación de un cierto inmoilismo, porque rechaza de nueo lo que un día se quisoabandonar y, aunque ahora lo desee, sabe que no debe buscarlo! %e requiere una luchaconstante para no de&arse llear por las nueas posibilidades que se presentan, ya lasque se había renunciado con anterioridad!

(ero, por otra parte, la fidelidad exi"e tambi$n una recreación constante paraacomodarse alas nueas circunstancias! La ida se desplie"a en la eolución, y nin"unaotra realidad humana Dni siquiera el amorD puede escaparse de dar este tributo al tiempo!%i solo consistiera en conserar el pasado, sería al"o aterrador y fisicista, porque nosharíamos esclaos de una inmoilidad muy cercana a la muerte! Existen cambios

personales, ur"encias diferentes, sensibilidades distintas, que exi"en una innoacióncreadora dentro de la misma fidelidad! Como el cari-o que, en el atardecer de la ida,si"ue siendo el mismo y, a la ez, tan dierso al de los tiempos primeros!

Esta renoación constante es la que impide quedar aferrados al pasado, fi&arsesólo en el presente, o iir proyectados exclusiamente hacia el futuro, porque armonizaentre sí las tres dimensiones= recrea lo anterior en una ahora que de&a abierto a lasnueas exi"encias del porenir! La fidelidad que no cambia se esclerotiza y pierde sudinamismo! y tambi$n sabemos por experiencia que a las personas les cuesta el cambio,

porque la rutina les resulta más cómoda y necesita menos creatiidad! El ape"o a lo

conocido se hace menos doloroso que la b#squeda de nueas formas para remozar loanterior! %omos animales de costumbres ya medida que ene&ecemos se hace más difícilsu despo&o, porque esta renuncia implica una p$rdida muy querida por el hábito desiempre! 6antenerse fiel, desde esta perspectia, es iir con una a"ilidad fresca ysensible para adaptarse, por tanto, alas nueas circunstancias! %e trata, en una palabra,de no cambiar por fidelidad y de ser fiel en el cambio! 7na parado&a aparente que sóloconsi"ue comprender aquel que la acepta y se entre"a a iirla!

La +istoria (ue comien.a

Este equilibrio no está exento de ries"os, y explica con mucha frecuencia elfondo de cualquier crisis matrimonial! La fuerza y los matices podrán ser diferentes encada pare&a, en función de los m#ltiples factores que interienen, aunque en un primer



momento suelen encubrir realidades que no se desean reconocer! (ero el camino me&or para la maduración de los cónyu"es y para la superación de las dificultades no es elolido intencionado o la mar"inación inconsciente de lo que no interesa descubrir! (or ello, ale la pena acercarse a esta comple&a realidad, tal y como se ie en muchas

pare&as, para comprender me&or sus posibles riquezas y sus amenazas latentes!

Con frecuencia, muchas películas de antes terminaban con la boda feliz de los prota"onistas, despu$s de haber superado diferentes dificultades, como si la meta finalya estuiera alcanzada! La ida demuestra que, a partir de ese momento, es cuandocomienza precisamente la erdadera aentura! Es cierto que hay un tiempo de ilusión

para "ozar la ale"ría de lo in$dito! ?aber descubierto que en la ida no hay nadie tansin"ular e importante, como las dos personas que se sienten seducidas mutuamente,hace salir del anonimato de la masa y prooca una alimentación afectia que suaiza lasmuchas aristas de la realidad! %e crea un ambiente comprensio y aco"edor, capaz deirradiar por todos los rincones del alma y del cuerpo una atmósfera afectia que tonificay estimula! 'in"una dificultad se considera obstáculo para esa profunda armonía que ata

por dentro con la fuerza de un amor que se considera indestructible! Las diferenciasculturales, políticas, reli"iosas, sociales!!! no siren nada más que para demostrar laautenticidad del cari-o que destruye cualquier tipo de le&anía! El cuerpo y el corazóntambi$n se inculan con este mismo len"ua&e, sin que exista entre ellos nin"#ndesa&uste! %e da un diálo"o hecho palabra en el silencio de la ofrenda!

La llamada luna de miel no se reduce solo al ia&e de noios! 6uchas pare&asrecuerdan aquellos primeros a-os que iieron como un peque-o paraíso, donde todoquedaba de inmediato superado por un "esto, sin mayor importancia, pero de unaeficacia sorprendente! La opción alía la pena, cuando todo estaba limpio ytransparente, como la primaera que a#n desconoce las lluias y el frío de la realidad!En la escalada hacia lo impreisto no existe miedo, porque an los dos &untos, con laale"ría de ser fortaleza y aliento el uno para el otro y, además, todaía no estáncansados! )odas las ilusiones se mantienen ias, sin que el paso del tiempo prooquedes"aste! 7na mirada ocaricia es suficiente para que la llama del corazón no pierda sucalor!

%in embar"o, no todo es tan aut$ntico como se trasluce en estas primerasmanifestaciones! )ambi$n aquí las apariencias en"a-an, encubriendo por dentro lasineitables limitaciones de todo amor primerizo, Además de todo lo bueno y positio,quedan otras muchas sombras en el horizonte del corazón, que podrán enturbiar un

paisa&e con demasiada luz hasta el momento! La "ratificación afectia es tan fuerte quecubre de inmediato cualquier peque-a herida o molestia! 'adie piensa en esosmomentos sobre la posibilidad de una crisis futura o de un posible deterioro! (arece queel paraíso so-ado se ha conertido, por fin, en realidad!

La %ra"i$idad de$ enamoramiento

La experiencia afectia no nace por casualidad! 'i siquiera el flechazo es frutode un destino anónimo, sino que halla su &ustificación en otros nieles más profundos dela personalidad, %on decisiones preDreflexias e inconscientes, sur"idas por m#ltiples

mecanismos compensatorios, afinidades instintias, acíos complementarios, b#squedasque siran para colmar expectatias y satisfacer otras diferentes necesidades del



psiquismo humano*! La &ustificación racional sólo ale para cubrir las apariencias deuna realidad más profunda que brota, sobre todo, por la sensibilidad del corazón! 'o enano /! 6ara-ón afirmaba que el enamoramiento es uno de los estadios más idiotas por los que atraiesa la humanidad! Es una forma de indicar que en todo amor hay unaetapa primera, donde la experiencia afectia es a#n demasiado embrionaria y

sietemesina, sin tiempo suficiente para que ese cari-o pueda sobreiir, como le sucedeaun nacimiento prematuro!

Cualquier persona que se haya enamorado por primera ez siente que no hayiencia más bella y encantadora! Es como introducirse en un mundo in$dito, car"adode sorpresas, que ilumina toda la existencia con una luz suae y apacible, como unaalborada que diluye las sombras de la noche! (ero es nada más que el comienzo de laluz, sin la fuerza y esplendor de su cenit, o la densidad y hermosura del atardecer!uiero decir, que el enamoramiento, por muy marailloso que sea, es a#n demasiadofrá"il y quebradizo, como fue"os artificiales que se admiran sin mayor permanencia,como "lobos de colores que animan la fiesta, pero que se desinflan con demasiada

facilidad! El amor erdadero encuentra tambi$n en $l su introducción y preámbulo, peronecesita de otros capítulos para escribir su bio"rafía completa!

Lo más lamentable es que bastantes pare&as se casan estando solamenteenamoradas, sin haber descubierto y reflexionado con anterioridad sobre los posibleselementos que tambi$n enturbian su relación, a pesar del "ozo que se comparte! Elnoiaz"o debería ser, entonces, el momento adecuado para discernir en la másfundamental si la experiencia amorosa a perdiendo su carácter utilitario y se acerca,con la ineitable limitación de todo lo humano, hacia una maduración pro"resia, comorecordábamos al principio! 6uchas pare&as no tienen mayor inter$s en realizar esteesfuerzo y es posible que, despu$s del matrimonio, se aya realizando este proceso de

purificación que nunca termina, pero son tambi$n muchas las que, al poco tiempo,descubren que aquellos sentimientos fueron demasiado superficiales como parafundamentar sobre ellos una coniencia definitia! %on bastantes los enamoramientosque parecían anclados en un cari-o completo y para siempre y que, al poco tiempo,desaparecen con la misma rapidez con que habían nacido!

Las primeras som!ras de$ paisa/e

En cualquier hipótesis, la luna de miel no puede ser eterna, como nin"una otra

$poca de la existencia! Es una etapa, más o menos prolon"ada en el tiempo, donde lasilusiones for&adas encubren bastante la realidad, como si no hubiera nada capaz deromperlas! A eces se mantiene, incluso, con una fuerte dosis de artificialidad, sobretodo, cuando los dos están interesados en conserar el equilibrio que ya se habíaconse"uido y por temor a que ciertas "rietas puedan poner en peli"ro su estabilidad!

%in embar"o, resulta muy comprensible que con el des"aste y la monotonía deltiempo la pare&a termine por abrirse al realismo que la ida ofrece! Es un fenómeno

parecido al de la desilusión personal, cuando los sue-os infantiles de la adolescencia sedifuminan en contacto con las primeras frustraciones que nos hacen descubrir la

12

6e remito a :, U@L@, La pare&a humana= relación y conflicto, 6orata, 6adrid *28G,5, %A';, Los ínculos amorosos! Amar desde la identidad en la terapia de reencllentro,Vairós, Barcelona *22!



realidad tal y como es y no como in"enuamente nos la habíamos ima"inado! )ampoco laima"en del matrimonio so-ado se a&usta por completo a su erdad más aut$ntica! Laima"inación de lo que a#n no se ha experimentado suele ser bastante más a"radable quecuando se hace realidad y desaparecen ciertas expectatias demasiado ilusorias! A partir de ese momento, se constatan las ineitables y peque-as desarmonías en las que nunca

se había pensado! Como si el mismo paisa&e de siempre se empezara a contemplar desdeotra óptica distinta, que difumina el reliee con el que antes se admiraba! )odo si"ue lomismo y, no obstante, al"o ha cambiado y es que las diferencias que ya existían desde elcomienzo se hacen presentes en peque-os detalles!

(or ez primera hay que realizar un esfuerzo para fin"ir un entusiasmo que nonace de forma espontánea o para ocultar un cierto cansancio que no se notaba conanterioridad! Cuesta al"o más reanudar las conersaciones como las de otros tiempos orepetir las mismas palabras que salían desde dentro! Las primeras &ustificaciones sondemasiado fáciles y aparentes= el a"obio del traba&o que no de&a espacio para mayoresencuentros< las preocupaciones de los hi&os que desían el centro de la preocupación y

del inter$s< el haber superado las etapas in"enuas de un enamoramiento romántico, queno necesita el mismo len"ua&e< los m#ltiples compromisos de cualquier índole, queexi"en tiempo y dedicación! y otras m#ltiples razones ob&etias que se puedenmultiplicar sin mucho esfuerzo! )odo esto será erdad, en muchas ocasiones, pero noconstituye la #nica explicación!

Es posible que otros problemas latentes hayan a"uardado la primera fricción para hacer acto de presencia, y que ahora se quieren todaía ocultar con talesrazonamientos! 1e un sabio matemático, como (itá"oras, que lo ima"inábamosiiendo entre n#meros y ecuaciones, no era preisible que lle"ara a decir= Hcuandoest$s cansado de descansar, cásateJ, y es que la psicolo"ía &ue"a tambi$n con "uarismos

bastantes exactos! %i la suma final no equiale a las cantidades anteriores es porque haexistido al"una operación equiocada! Aquellos sentimientos amorosos del principiosiempre necesitarán un rea&uste posterior que sólo es posible en la reconciliación conuna nuea erdad que no responde a las expectatias primeras! La sensación que

prooca el cansancio psicoló"ico, la monotonía de la coniencia diaria, la frustraciónde al"unas ilusiones que se quedan sin respuesta, abre un peque-o sendero de dolor enel corazón de los amantes! La sabiduría oriental nos recuerda, sin embar"o, que cuandodos personas nunca se han hecho da-o es porque tampoco se han querido y laexperiencia básica que se reela Dy que hay que aprender desde la primera crisisD es queel amor no es un nido caliente, como hemos dicho, que impide cualquier contacto con el

frío de la realidad! (or eso, ante una situación como $sta, caben diferentes posturascomo intentos de solución!

Hacia una con&i&encia pac,%ica

e$ /ue"o de $as renuncias

7na primera puede nacer de la buena oluntad por impedir que estas peque-asheridas terminen por causar un da-o mayor! @ncluso se siente un miedo más o menosoculto de que este proceso que ahora se abre pudiera aumentar otras le&anías interiores!%e islumbra con horror hasta la posibilidad de que proocara más adelante una ruptura

que echara por tierra toda la esperanza lar"o tiempo acumulada! El #nico remedio paracicatrizar esa herida sería la b#squeda de una comunión consensuada, en la que cadauno ofrezca determinadas renuncias, como una forma de contrato implícito, para



satisfacer ciertas demandas mutuas que no se encuentran satisfechas! Es un precio a pa"ar que se hace con "usto, pues así se consi"ue tambi$n al"#n beneficio personal y seeita el peli"ro de un pro"resio deterioro! %in necesidad de nin"una firma, se lle"a a unacuerdo tácito de peque-os derechos que el otro tendrá que respetar, si desea quetambi$n se respeten los suyos, aunque ello supon"a para los dos un cierto sacrificio!

'o es raro descubrir estos pactos implícitos en la ida de al"unas pare&as! %onconscientes de que para preenir dis"ustos y tensiones no hay más remedio que respetar ciertas zonas que ya están acotadas para cada uno! Aunque al"unos aspectos delcónyu"e duelan o molesten, se toleran con "usto para que el otro acepte tambi$n las

propias limitaciones que tampoco le a"radan! La mutua renuncia aceptada reporta otros beneficios! %i la coniencia funciona, sin aparentes conflictos, nadie a a ceder de loque para sí se resera! Con el esfuerzo de ambos se eita cualquier tensión más "rae!La psicolo"ía, sin embar"o, sufre las consecuencias de esta situación que no es tan

ben$fica como se cree!

En el fondo, se fra"ua una actitud que impide cualquier nueo cambio, como sifuera in#til e ineficaz! ?ay una dosis de conformismo demasiado esc$ptico, que noaspira a nin"#n otro aance! Bastante se ha conse"uido con eliminar otrasdesaenencias más profundas y hasta es posible que ambos o uno, al menos, se declarensatisfechos de esta situación! La crisis queda paralizada y, a lo me&or, no obstaculiza unacoexistencia educada y bastante tranquila! El problema es que la fidelidad a perdiendo,

poco a poco, su riqueza! 'o es la palabra que se renuea con el paso del tiempo,dispuesta a repetir el sí de antes en cada nuea situación, sino la inercia que permanecede aquel primer impulso! El cari-o se desliza hacia la rutina que contin#a en la mismadirección, pero como si se tratara casi de una simple manía que se consera por pereza ycomodidad, porque cuesta menos que el cambio!

Es posible, incluso, que la promesa se manten"a por una obstinación que hundesus raíces en los ba&os fondos del narcisismo*9, del or"ullo latente, para tener lasatisfacción de cumplir con un deber, para que ni la propia conciencia ni los otros

puedan considerarnos como traidores! 7na obserancia de la ley que "ratifica porque borra cualquier sentimiento de culpa, pero que está muy cercana a la actitud hipócritadel fariseo que pretende conserar las apariencias y el cumplimiento externo que nonace del corazón! RCuántas pare&as aparecen hacia fuera como modelos cuando por dentro se encuentran tan le&anosN 'o es la simple perseerancia, como monótonarepetición de actos, lo que ad&etia como fiel a una conducta, sino la decisión renoada

de expresar con ellos el cari-o de siempre!En estos casos, lo que se teme no es el ries"o de romper un amor, sino la

molestia de cambiar lo que se ha conertido en una costumbre est$ril y fría, sincapacidad de recrear el pasado como una llama que se aia, como un rescoldo que a#nsi"ue calentando! Lo que duele por dentro no es el sentimiento de haber destrozado unaamistad, sino la ruptura de un yo idealizado, que puede perder el honor y la estima delos demás! 'ada existe más le&ano a la fidelidad que esa actitud solitaria, tensa,inflexible, perseerante, pero donde ya no queda apenas espacio para la comunión

personal!

13 .er el análisis de :! L! )4EC?E4A, Pu$ es el narcisismoQ , /escl$e 1e BrouWer,

Bilbao *22!



La tentación de $a +uida

Aunque no se lle"uen a iir seme&antes patolo"ías de la fidelidad, esta primeraactitud, sin embar"o, resulta excesiamente superficial y de poca eficacia para la

solución de los problemas! Las renuncias que exi"e, aunque necesarias para obtener recompensas personales, es una fuente de frustración, porque con ellas no se consi"ueuna mayor plenitud y satisfacción amorosa, sino que se quedan a medio camino, (or dentro, no es posible eitar una tensión latente, ante una experiencia tan incompleta que,con el tiempo, puede terminar haci$ndose bastante insoportable! %e requiere una ilusiónmuy recortada para encontrarse feliz en una situación como $sta, que sólo posibilita unacoexistencia pacífica, pero que nunca llenará las aspiraciones más profundas delcorazón! Cuando el amor se conierte en una especie de contrato, pierde toda su riquezaafectia para imponerse como una obli"ación! Es más, la experiencia demuestra que esdifícil mantener este equilibrio en la pare&a, si no encuentra otras compensacionesdiersas al mar"en de la conyu"alidad, máxime cuando la coniencia del matrimonio

hoy se prolon"a durante mucho más tiempo!

(or ello, la tentación de la fu"a es una amenaza que se esconde en esosmomentos! 4eiste m#ltiples manifestaciones, pero todas con un mismo denominador com#n= el deseo de buscar por otros lu"ares y con otras relaciones el aliio ysatisfacción que ya no se experimentan con el cónyu"e! 7na diersión, en el sentidomás etimoló"ico de la palabra, por la que uno se uele hacia otro sitio para llenar al"unos acíos! A eces, incluso, los propios hi&os cumplen con ese papel, sin necesidadde abrirlas puertas hacia fuera, para que sean ellos los que respondan a las frustracionesde un amor conyu"al en decadencia! y cuando el fruto y la manifestación de ese cari-ose conierte en el centro afectio de los padres, como el lu"ar preferente, es un síntomainequíoco de que la relación prioritaria de los padres se debilita pro"resiamente!

En otras ocasiones, el desempleo afectio necesita otras salidas que entreten"an!Cualquier motio se hace de inmediato razonable= amistades, reuniones, compromisossociales, traba&os necesarios para la economía del ho"ar, preocupaciones de diersaíndole, y hasta es posible que lo sea en determinadas situaciones normales, pero loespecífico de este caso es que tales ar"umentos siren fundamentalmente para eludir elhecho de encontrarse solos, sin tener casi nada que decirse! @ncluso las tareasapostólicas y las obras ben$ficas son &ustificaciones que tranquilizan por dentro, peroque inconscientemente cumplen con otra función menos cercana al ean"elio! Con estos

escapes ni siquiera tienen que estar &untos y en silencio, como en cualquier pro"rama deteleisión! La coniencia pacífica de antes se hace incapaz de llenar todas lasexi"encias de la persona en sus diferentes nieles! 1e ahí que el coeficiente de paro odesempleo afectio se pueda ir a"udizando y predispon"a al su&eto para cualquier tipode aentura! Aunque no se pretenda conscientemente, queda siempre por dentro una

posibilidad abierta para escaparse de este ambiente monótono y aburrido, que ha perdido ya mucho de su inter$s!

+ el camino más fácil que en estas ocasiones se presenta se diri"e hacia eldescubrimiento de al"uien que comienza a ofrecer lo que no se recibe del otro cónyu"e!El adulterio no se reduce a la entre"a del cuerpo< tambi$n en la ima"inación se a"olpan

las carencias reales que podrían superarse con una nuea experiencia que se islumbra!La nostal"ia de lo que no se tiene hace más difícil la serena aceptación de la realidadfrente a una nuea promesa que parece mucho más aut$ntica y erdadera! 6antener,



entonces, el equilibrio interior, sin que el conflicto trascienda hacia fuera, exi"e bastanteesfuerzo! Es la tensión entre dos querencias que resultan muy difíciles de compa"inar !La experiencia demuestra, además, que en esa situación se transmiten, de forma más omenos consciente, demandas implícitas que se captan con facilidad por al"una personacon las que se relaciona! + si la situación de esta #ltima se encuentra en circunstancias

parecidas, no es extra-o que brote entonces una nuea ilusión!

E$ adu$terio

una experiencia traum)tica e idea$i.ada

El encuentro con un tercero tiene, además, una serie de enta&as que lo hacenmás atractio psicoló"icamente, pues no encierra el peso de la historia iida, lamemoria de los dis"ustos sufridos, las desilusiones que se fueron acumulando! Larelación es mucho más "ratificante, ya que no se encuentra "astada por el realismo delos hechos, sino sostenida sobre todo por los deseos de la ima"inación! Aquí no existe

espacio para el des"aste de la coniencia y de la rutina, ni la erdad de la otra personase descubre en su totalidad! Los buenos ratos de coniencia no están manchados por nin"#n sinsabor! 'ace la sensación de una mayor plenitud por respirar un nueo aireoxi"enado y limpio de tantas contaminaciones ne"atias! Como contrapartida, la le&aníay el acío se hace mayor en la pare&a, y el miedo a encontrarse solos fomenta cualquier escapatoria como una necesidad impulsia!

En estas condiciones se explica la aentura más o menos pasa&era o elnacimiento de una inculación psicoló"ica más permanente! %i lo que importa es lasatisfacción sexual, se procura mantener una cierta distancia afectia para no crear nin"#n compromiso, pero el a"radecimiento por esa compensación moiliza, a eces, atoda la persona y se fra"ua una neoDconyu"alidad que habrá de iirse, por el momento,en el silencio de la clandestinidad! Cualquiera de estas hipótesis manifiesta las "rietasdel ínculo anterior, que pueden terminar por destruirlo*3! %in embar"o, el factor decisio y desencadenante de la crisis no suele ser con frecuencia la tercera persona queaparece en el escenario! 'in"#n intruso habría entrado, si las puertas no estuieran yaentreabiertas, como el que espera la ocasión que no se descarta por completo! Lasituación es análo"a a los conflictos neuróticos! El trauma que ocurre en un momentodeterminado parece en"endrar la crisis patoló"ica, pero $l sólo ha sido eldesencadenante de la neurosis que se encontraba latente! )ambi$n aquí la quiebra de lafidelidad, en cualquiera de sus nieles, es consecuencia de las heridas internas del

matrimonio!Cuando nace el dolor del adulterio no se debe, como al"unos creen, a pre&uicios

y tab#es irracionales, sino que supone la amputación de un sentimiento, que atentacontra la inte"ridad más profunda del yo! El amor había "estado una comunión que nose quería perder con el des"aste del tiempo, ni que su existencia se pusiera en peli"ro

por cualquiera de los muchos obstáculos del camino! Cuando uno de los cónyu"esqueda abandonado, se tiene la experiencia de un duelo, como la p$rdida de al"oirreparable o el adiós definitio de una partida= el ideal primero se ha roto en m#ltiples

pedazos que ya no se pueden ensamblar !Como un espe&o destrozado que ya nuncarefle&ará los rostros que allí se miraban! 7n dolor, incluso, mayor que la muerte, pues

14 6e parecen muy actuales las retlexionesde B! 67L1U/45, El adulterio,

Kuadarrama, 6adrid *282!



nadie se puede imponer al destino ineludible de la naturaleza, pero aquí ha sido lalibertad humana quien ha proocado la defunción del cari-o! Aunque se lle"uen asuperar los sentimientos de culpabilidad y de un cierto narcisismo herido, quedarásiempre por dentro la se-al de una cicatriz! 7n proerbio escandinao aconse&a= He amenudo a la casa de tu ami"o, porque la maleza borra pronto la senda que no se usaJ! y

al constatar que ya no existe nin"una ereda, nace la pena de no poder lle"ar hasta elcorazón que se ha buscado otros destinos!

Hacia una posi!$e reconci$iación

1espu$s de este final no hay arre"lo posible, sobre todo cuando el rescoldointerior quedó definitiamente apa"ado! 7na dificultad que se aumenta cuando, al echar una mirada hacia atrás, la pare&a constata que cometieron un "rae error al casarse delque no fueron conscientes en ese momento! La pena es que bastantes personas se dieroncuentan de la equiocación en la que iban a incurrir, menos los propios prota"onistas de

la historia! 7n problema "rae sobre el que ahora no amos a tratar, pero que exi"e por parte de la @"lesia, como se pidió en el %ínodo sobre la familia, una nuea reflexión parahacer compatibles la fidelidad a la doctrina con la misericordia del perdón *! %in olidar tampoco que, en los momentos de crisis, existe el peli"ro de analizar la historia pasadacon menor ob&etiidad por los intereses inmediatos que ahora afectan a los cónyu"es!Las sombras forman parte tambi$n del paisa&es, además, le&os de impedir sucontemplación, permiten dar reliee a la belleza del con&unto!

(or ello, habría que examinar con atención las raíces más hondas de laexperiencia afectia, iida con anterioridad, para er si es posible a#n reaiar la llamamortecina! +, sobre todo, buscar la solución de la crisis en otros estadios anteriores,cuando todaía no sólo se puede eitar la ruptura, sino reconstruir la relación conyu"alde forma más madura y aut$ntica!

)oda situación conflictia echa por tierra mucho de los elementos artificiales yayuda a descubrir los efectos ne"atios de la dinámica inconsciente! 'o es el momentode analizar ahora los m#ltiples mecanismos! %iran como e&emplo al"uno de ellos! Lasafinidades profundas, que se habían instaurado con el enamoramiento, necesitan

posteriores rea&ustes bastante más ob&etios! La respuesta que se esperaba del otro habíanacido, en "ran parte, por las necesidades del momento, que pueden desaparecer ocambiar por la eolución de las personas! %i determinadas carencias fueron un factor

decisio, el inter$s por el cónyu"e podría disminuir cuando aquellas quedaran yasatisfechas! El matrimonio motiado por compasión, ante la anemia afectia del noio ode la noia durante el noiaz"o, se hace molesto cuando uno de los dos se harta de hacer obras de caridad o el otro no quiere continuar siendo un mendi"o que recibe limosna!

En cualquier caso, hay que tener la alentía de reconocer aquellos espaciososcuros que coniene sacar a la superficie, sin miedo a llamar a las cosas por su nombre!

15 (ara un estudio más completo de este punto puede erse< E! LápE; Az(@) A4)E,

0tica de la sexualidad y del matrimonio, %an (ablo, 6adrid *223,3*D3! 5! 4!A;'A4 K@L, 7niones irre"ulares! 1octrina y pastoral de la @"lesia, 7niersidad

(ontificia, %alamanca *229! ?!DK! K47BE4, 1iorcio y nueas nupcias, y (!6!;7LE?'E4, 1iorciados ueltos a casar, %elecciones de )eolo"ía 9 *22 *D y93!3F!



7n examen sincero y honesto de tales raíces es un traba&o necesario para el rea&uste einte"ración posterior de los dos miembros de la pare&a, ya que ambos habrán deamoldarse a las nueas circunstancias! %ólo por aquí se aanza hacia una fase de mayor

plenitud en el amor! La experiencia tambi$n demuestra que, a pesar de los des"astes,"olpes y situaciones límites, no hay que descartar la posibilidad de la reconciliación! (or

lo isto, existe al"o mucho más tolerable que la ambi">edad y, por supuesto, menosamar"o que la ruptura clandestina y el &ue"o mentiroso= la comprensión y el olido! Escuando se aprende que el sufrimiento padecido y compartido es una ereda sencilla quenos de&a alas puertas del amor!

'o hay que pensar en una uelta atrás para retroceder a los comienzos, cuando laconiencia marchaba sin apenas dificultades! %ería caer de nueo en los sue-osinfantiles que no aceptan nin"una limitación! Ahora se trata de comprender lo quesi"nifica la profundidad del cari-o, aunque no posea la iacidad y frescura de los

primeros encuentros! Los conflictos asumidos tienen un carácter purificatorio, como lanoche oscura en las relaciones con 1ios! +a di&e que nadie me&or que los místicos

saben No que es la soledad, el acío, la aridez, el aparente abandono, la nostal"ia delausente, para que, cuando sientan el re"alo de un encuentro "ozoso y permanente con0l, comprendan que es 1ios mismo el #nico que interesa, más allá de los consuelos ydones que les ofrece! La sensibilidad ha de quedar limpia de tantas impurezas

psicoló"icas que ensucian el amor! Entonces se empieza a querer de erdad, sin lamezcla de tantos intereses y e"oísmos encubiertos! Es la persona, como afirm$ al

principio, quien ocupa el centro de la erdadera experiencia afectia, pues se"uirásiendo la misma, a pesar de todos los cambios que hayan podido afectarle! Ahora escuando se descubre la ocación de cónyu"es, uncidos por el mismo yu"o, que suponecompartir los misterios de "ozo y de dolor, con la experiencia ya almacenada de que lossue-os de plenitud sólo existen en la ima"inación infantil que todos lleamos por dentro!

(ara amar de erdad hay que reconciliarse con la limitación, pero sin la nostal"iay el resentimiento del que se encuentra frustrado por el mar"en que separa el deseo de larealidad! En ese espacio más reducido es donde el "ozo sereno nunca se apa"a! La llamaexcesia se hace más peli"rosa que una peque-a lumbre que siempre calienta! Con el

paso de los a-os, la persona mayor sufre de ista cansada< necesita ale&ar el ob&eto de sumirada para poderlo contemplar con precisión! (ero esta patolo"ía or"ánica de la isiónde&a de serlo, cuando la aplicamos a nuestro psiquismo! La presbicia es muyconeniente para contemplar el pasado en su con&unto, sin que la óptica se deforme por

nin"#n acontecimiento aislado! ?ay que retirarse de la propia historia, como el que subea la monta-a para admirar desde ella el con&unto del paisa&e! %olo así se lle"a acomprender que, a pesar de las sombras y limitaciones, la totalidad del espectáculomerece la pena!

(or eso, el epitafio de Adán sobre la tumba de Ea, despu$s de todas lasicisitudes que ambos tuieron que soportar &untos, no de&a de ser un símboloespl$ndido= H1onde quiera que ella estuo, estaba el paraísoJ*! %e trata de una ficciónliteraria, pero que puede conertirse tambi$n en una experiencia real, como si fueranecesario un cierto desencanto de otras ilusiones para oler de nueo a descubrir loque no se aloraba! %i es erdad que el amor en"a-a a eces, muchas más somos

nosotros los que estamos en"a-ados sobre la naturaleza del erdadero amor!16 6! )UA@', EOdiario de Adán, Corre"idos, Buenos Aires *289!



E$ di%,ci$ arte de amarse a s, mismo

'o es desencanto ni escepticismo, pero para iir a "usto con la realidad y con

los demás es necesario aprender a reconciliarse con la finitud y limitación! Aceptar,como ya he insistido, que en la ida no existen paraísos de felicidad absoluta, sino peque-os oasis que permiten el descanso y la recuperación para continuar el camino!)ambi$n en las relaciones humanas se tropieza con que la peque-ez de la otra personaque tampoco satisface por completo! El amor es el #nico puente por el que se consi"ue

pasar a la otra orilla! (ero no es fácil este acercamiento en la ineitable distancia! (arareconciliarse con las sombras de los demás hay que haber aprendido con anterioridad eldifícil arte de amarse así mismo*8!

?ablar de amor propio tiene connotaciones muy ne"atias! %iempre se hacondenado esta actitud, dentro de nuestra espiritualidad cristiana, como si se tratara de

al"o indi"no y pecaminoso! %e la alora con un sentido peyoratio, pues parece un serioobstáculo para la experiencia del erdadero amor, que supone una apertura de sí mismo

para el encuentro y la comunión con las otras personas! %in embar"o, a pesar de esta primera aloración espontánea muy poco positia, no creo que exista una irtud tandifícil de alcanzar como amarse así mismo! 7n erdadero arte que, por pre&uicios yfalsas interpretaciones, no hemos aprendido con mucha frecuencia, ni entraba tampocoentre los ob&etios de una buena educación o de una peda"o"ía espiritual*G!

Los datos psicoló"icos y las recomendaciones ean"$licas nos abren, sinembar"o, a otra perspectia bastante diferente! 6ientras la persona no sea capaz deamarse a sí misma, reconciliarse con sus limitaciones, aceptar sus sombras y desa&ustesinteriores, tampoco será posible amar al pró&imo con sus propias deficiencias y fallos! y:es#s uele a insistir en esta erdad cuando le responde al escriba sobre cuál es el

primero de todos !los mandamientos! 1espu$s de hacer referencia al texto conocido del1euteronomio ,3D para amar al %e-or con todo tu corazón, con toda tu alma, contoda tu mente y con todas tus fuerzas, a-ade de forma explícita= HEl se"undo es= amarása tu pró&imo como a ti mismoJ 6c! *,9* ! En este caso, el amor hacia sí mismo

posibilita y condiciona el cari-o a los demás*2!

17 Cf! E! LX(E; A;(@)A4)E, Amarse a sí mismo, 6ensa&e Chile nS 333 *22 *3D

*G, del que reco&o al"unas ideas y donde puede encontrarse más biblio"rafía sobre estetema!

18 E! 54/66 ha se-alado con toda claridad la diferencia entre el e"oísmo y el amor a

sí mismo= HEl indiiduo e"oísta no se ama demasiado, sino muy poco< en realidad, seodia! )al falta de cari-o y cuidado por sí mismo, que no es sino la expresión de su faltade productiidad, lo de&a acío y frustrado! %e siente necesariamente infeliz yansiosamente preocupado por arrancar ala ida las satisfacciones que $l mismo seimpide obtener! (arece preocuparse demasiado por sí mismo, pero, en realidad, sólorealiza un fracasado intento de disimular y compensar su incapacidad de cuidar de su

propio ser! 5reud sostiene que el e"oísta es narcisista, como si ne"ara su amor a los

demás y lo diri"iera a sí! Es erdad que las personas e"oístas son incapaces de amar alos demás, pero tampoco pueden amarse a sí mismasJ, o! c! n! , 8! El subrayado#ltimo es del mismo autor!



La persona, por tanto, ha de aprender a iir, pacífica y armoniosamente, conuna serie de elementos con los que había luchado a muerte para encerlos y eliminarlos!Es el comienzo de una difícil y dolorosa coniencia, pues ha descubierto que los tendrácomo compa-eros inseparables, durante el lar"o ia&e de su historia! 1esde ahora enadelante hay que prose"uir el camino en estrecha relación con nuestras tendencias

e"oístas, interesadas, anárquicas, hipócritas o con cualquier otro impulso ne"atio!

La reconci$iación amorosa con $a propia &erdad

)odo esto si"nifica la serena y humilde confesión de que, por deba&o de todo perfeccionismo, existe en nuestro corazón, como en el de cualquier ser humano, unamisma e id$ntica realidad miserable! La anti"ua ima"en perfecta, el yo ideal que noshabían impuesto y que habíamos asimilado con la ayuda de nuestro narcisismo, parasentirnos superiores y a&enos a las limitaciones humanas, se siente destrozado por una

profunda conmoción, expulsado de su trono ma&estuoso y hundido en la pobreza y

miseria de los demás! Es como una isión diferente, donde muchas ilusiones in"enuasquedan derribadas por tierra, cuando se constata la fra"ilidad y poca firmeza delfundamento en que se apoyaban!

La cara oculta y sombreada que cada uno llea en su interior no es nada más queun refle&o y exponente si"nificatio de la sombra existente en el corazón de los demás!(or eso, la persona incapaz de reconciliarse con los elementos ne"atios que oculta ensu dentro, ya sea porque no los conoce e i"nora por completo, o bien porque no quiereaceptarlos de nin"una manera y preferiría me&or iir sin experimentar su compa-ía,está imposibilitada tambi$n para comprender la existencia de esos mismos componentesen el corazón de los otros! El encuentro y la reconciliación con el pró&imo comienza, a

pesar de las diferencias y limitaciones, cuando el su&eto sabe reconciliarse consi"omismo y se abre con cari-o y beneolencia hacia el fondo más profundo y ne"atio desu erdad!

Cada día estoy más conencido de que el que no sabe amar a los demás no es porque se quiera demasiado a sí mismo, sino porque no se ama la suficienteF! 'adielle"a a quererse hasta que no consi"ue aceptarse como es y no como le hubiera "ustadohaber sido! 4econciliarse con los propios límites, sin que esto si"nifique cruzarse de

brazos o quedar satisfecho! 4econocer que somos autores de ciertos capítulos o pá"inasde nuestra historia, que preferiríamos no haber escrito! ue existen, al menos, al"unos

párrafos o frases que nos "ustaría borrar para no oler a leerlos! Es, en una palabra,

abrazarse con la propia peque-ez y finitud, sin nostal"ias infantiles, con una mirada

19 5! %ABA)E4, 0tica como amor propio, 6ondadori, 6adrid *2GG, ha querido

recuperar este aspecto contra el desinter$s y altruismo predicado por la moral reli"iosa!Como complemento a esta reflexión, :! KY6E; CA55A4E'A, 0tica como amor=

propio y del pró&imo! La aportación cristiana a la fundamentación de la $tica, 4azón y5e F *2G2 3G*D32G! :! 6! LA?@1ALKA, El amor a sí mismo= 5romm y la asc$ticacristianaJ, %ur"e 3 *2G8 *GD*22! %! A +E%)A4Y', 4econciliación consi"o mismo,.erdad y .ida 33 *2G *GD*22! :! .! B/'E), %$ ami"o de tí mismo! La autoestimaen la ida reli"iosa y sacerdotal, %al )errae 8G *22F 9**D99! %! 6AZE4/, (or una

$tica del amor propio, 4eli"ión y Cultura 98 *22* 3G9DFG!20 [! E)[EBA44MA, 0tica como amor a sí mismo, $tica como amor al otro, (astoral

6isionera nS *8 *22* 9D 8! :! (/UELL, El secreto para se"uir amando! Larelación de amor a tra$s de la comunicación, %al )errae, %antander *228!



realista, llena de comprensión y ternura y sin que falte tampoco una cierta dosis dehumor!

Ra,ces psico$ó"icas de $a into$erancia

)ambi$n en el matrimonio existen le&anías e intolerancias que imposibilitanabrazar al otro cónyu"e como es, pues no responde al ideal que se le había asi"nado! Esel enfrentamiento con un límite que no se está dispuesto a soportar! Cuando al"uienresponde a nuestro "usto o necesidad, el amor se hace espontáneo, pero todaíademasiado turbio! Como no cuesta amarse a sí mismo cuando el yo ideal, que cada unose había dibu&ado, se a haciendo realidad, a pesar de las peque-as incoherencias *! Lo

bonito, sin embar"o, es la capacidad de aceptación por encima de las deficiencias!

%i la diferencia no de&a espacio para la comunión, la causa habría que buscarlaen el corazón del amante! La persona que así se Comporta, aunque pretenda apoyarse en

una serie de ar"umentos racionales, es porque no ha lle"ado a conocerse con una cierta profundidad, o pretende condenar en el otro lo que no desea aceptar de nin"una manera para sí! Cualquier tipo de intolerancia hunde sus raíces en estos nieles profundos denuestro psiquismo!

En el primer caso, como existe una buena conciencia en la superficie, por lai"norancia de aquellas tendencias que no dan se-ales de existir, resulta difícilcomprender cómo es posible que tales inclinaciones se manifiesten en los otros! (ero enla medida en que se islumbra interiormente la presencia, aunque sea insi"nificante yembrionaria, de todos los impulsos ne"atios ocultos en el psiquismo humano, elreconocimiento de la propia realidad ne"atia nos hace er en el otro, por muy perersoque sea, a un hermano que participa y comul"a con nuestra misma condición! Lainterioridad del ser humano está te&ida con los mismos elementos en todas las personas!y desde el momento en que se iencia que todos por dentro somos parecidos, puescualquier semilla mala está sembrada en el interior, aunque no se desarrolle yfructifique, quedará siempre un espacio para la misericordia y compasión! %olo cuandose eliminen las defensas y se superen los miedos será posible el encuentro!

(ero no basta tomar conciencia de nuestra erdad! %e requiere, como hemosdicho, un paso más decisio y dificultoso= la aceptación, henchida de cari-o, de todosesos elementos que cuesta traba&o admitir hasta lle"ar a la plena reconciliación 9! 1e locontrario es muy fácil que se produzca una reacción muy frecuente que se oculta en toda

crítica dura y a"resia! La condena ta&ante de cualquier icio pudiera ser una confesiónimplícita de lo que no deseamos reconocer de nin"#n modo en nosotros mismos! Elrechazo en$r"ico y i"oroso produce ilusoriamente la impresión de que se ie muy

21 :! C?A%%EK'E)D%6@4KEL, El ideal del yo! Ensayo psicoanalítico sobre la

Ienfermedad de idealidadI, Amorrortu, Buenos Aires *22! :! 1.471, ElInarcisismoIcomo modelo cultural dominante, Concilium n/ *8 *2G923D3FF! 6!?/LKA1/, El centro de la burbu&a! En torno al narcisismo, %al )errae 88 *2G2GF9DG*! :! .! B/'E), HAutoestima, narcisismo y solidaridadJ< 4azón y 5e 88 *G29G2D2G!22 44:C?/, Cuando el amor se encuentra con el miedo, 1escl$e de BrouWer, Bilbao

*228!23 :! 6A%@Y, (erdonarse a sí mismo y de&arse perdonar, %al )errae 8G *22F 82*DGF!



le&os de lo que se fusti"a, de no estar manchado por la suciedad que se reprueba, de notener inculación con lo que se &uz"a pererso! Cuando, en realidad, son intentossuperficiales por encubrir con la palabra, ante los demás y ante nosotros mismos, quenada de esa fealdad afecta a nuestra ida! (arodiando el refrán popular, tambi$n podríadecirse en estos casos= dime de lo que criticas y te dir$ lo que eres!

E$ amor de $a despedida

)aulero, uno de los "randes místicos alemanes, se ale tambi$n de lasmatemáticas para describir el proceso del cristiano que se acerca hacia 1ios! (areceimposible que un místico quiera utilizar los n#meros para describir una eoluciónespiritual! HEl hombre no hallará la paz erdadera hasta los cuarenta a-os de edadJ,

pues, hasta ese momento, es muy difícil, a no ser por una "racia excepcional, sentirseanclado en 1ios! (ero tendrá que esperar Hdiez a-os, los cincuentaJ para sumer"irse enla experiencia mística de la diinidad3! Es una forma simbólica de recordar que, sin

haber atraesado otras etapas anteriores, la fusión más profunda de la fe no se realiza deinmediato! %e requiere un tiempo amplio de mar"en para que la peda"o"ía del %e-or, atra$s de m#ltiples mediaciones, despo&e, cierre caminos, introduzca en la soledad,acose con lo inesperado, hasta el conencimiento de que 0l solo ale por encima detodo! + todaía habrá que esperar otro nueo período para "ozar de su amistad

priile"iada!

Es entonces, cuando la historia pasada con todo su dolor e incertidumbres, sereco"e con un enorme "ozo que no ahorra nada de lo acontecido!

Los mismos mecanismos psicoló"icos act#an en las relaciones humanas! Elcari-o necesita una sala de espera, aunque la estancia nunca suele ser confortable, paraque crezca y se desarrolle! @ba a decir que los amores me&ores no nacen con la bellezadel alba, cuando la luz del sol penetra impetuosa en la naturaleza, sino que se descubrenen el atardecer de la ida, cuando su resplandor acaricia el día que se acaba, como sideseara quedarse para siempre en la paz serena que experimenta!

En el museo de El Cairo i hace a-os una escultura de la ciilización e"ipcia,que me encantó por la expresión que reelaba, en medio de sus formas adustas yrudimentarias! %e trataba de una pare&a de ancianos que, con las manos co"idas, semiraban mutuamente como si fuera la primera ez! 7n testimonio espl$ndido de que el

paraíso se prolon"a o puede recuperarse en la $poca final de la e&ez, cuando lle"a lahora del crep#sculo en el oto-o de la ida, y el corazón se alimenta, sobre todo, con elcansancio compartido! 'o se necesitan tantas manifestaciones como antes< basta saberseacompa-ado y sentir la caricia de una mano ru"osa, pero todaía sensible! El espíritu escapaz de resonar a#n en la debilidad del cuerpo que si"ue siendo palabra y comunión!Las mismas cicatrices que un día san"raron son ahora recuerdos de un amor que noquiso darse por encido!

?ace mucho tiempo que nos expulsaron del paraíso terrenal, símbolo de una plenitud so-ada e inalcanzable, pero queda un peque-o oasis, donde recuperar fuerzas yeitar la soledad del desierto! Es el "ran premio de los que han sabido perdonarse,

aunque no siempre supieron amar de erdad! 4! ) AK/4E recordaba, con la belleza de3 :! )A7LE4/, )emas de oración, G, en /bras, 7niersidad (ontificia, %alamanca*2G3,8*!



su poesía, que Hsi cierras la puerta a todos los errores, de&arás fuera la erdadJ P(or qu$no llamar de nueo para de&arla, al menos, entreabiertaQ Es posible que al"uien est$ alaespera de sentir el primer aldabonazo!

?asta me atreería a decir que, en el momento de la iudez, tampoco desaparece

este peque-o paraíso! 'o es un momento deseable, pues muchos desearían partir antesque el otro compa-ero, para no sufrir la soledad del #ltimo tramo! (ero tambi$n eserdad, como la experiencia ense-a, que el cari-o alcanza, entonces, su cima más alta,cuando sólo queda la presencia de un recuerdo que lo llena todo! Ahora sólo se espera,en la fe, la hora del abrazo definitio, como una cita fi&ada para más adelante, de lamisma manera que otras eces lo hicieron en cualquier esquina! La le&anía se acorta,

porque no están tan separados como aparece! .íctor ?u"o lo había plasmado en un bello poema= H+a hace tiempo que aquella con quien he iidoO abandonó mi casa,%e-or, por la tuyaO pero a#n estamos mezclados el uno al otroO ella está medio ia y yomuerto a mediasJ!

%an :uan de la Cruz recordaba que a la caída de la tarde seremos examinadossobre el amor! La dificultad radica en que existen demasiados libros apócrifos que noayudan a la preparación de este examen! El aprendiza&e de la lección es bastante máscomple&o de lo que muchos suponen y, desde lue"o, tampoco se consi"ue con nin"#ncursillo acelerado! La pena es que muchos de los que se matricularon en esta asi"naturase quedaron a mitad de camino! 'unca es tarde, si al"una ez se consi"ue superar, peroya hemos isto que los temas del pro"rama no son los que se encuentran en muchostextos que se utilizan para su preparación! )ampoco hay que aspirar a una matrícula dehonor! 7n peque-o y humilde rincón cobi&a y abri"a me&or que un palacio! En ez deso-ar con la luz del sol, Pno sería me&or mantener encendida la peque-a lámparaQ

Eduardo López Azpitarte

Luces y Sombras Del Amor Humano

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