LP 7- registros del tercer mundo

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Locura Pública VII-Registros del Tercer Mundo

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After a long absence.-

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Locura Pública VII-Registros del Tercer Mundo

No puedo creer que hablamos ayer, y que hace ya casi un año que no nos vemos a propósito. Que nunca te devolví tu libro, ni lo leí, y que ayer cuando me escribiste “en el fondo nos hubiera encantado estar un poquito mas de tiempo juntos” me acordé de nuestra semana. Y de todas las fotos de ese viaje, que aunque no sales en ninguna, estás en todas. Que cada vez que hablamos la intensidad del diálogo se vuelve cómica y que “el mundo está cansado de nosotros” fue tu mejor

despedida. Cada vez nos despedimos mejor.

No puedo creer que la frase “Acabo de mirar en la cocina. ¡Hay manzanas!” me haga preguntar-me cómo estaré dentro de dos meses. Y con más razón porque se supone que no debería perder

el tiempo pensando en el futuro, que ya lo prometí varias veces. Pero lo pienso porque me da algo de miedo, que me conozco y sé como me gustan los dramas. No puedo creer que me leas

tan bien, y que te quedes por mí. No puedo creer el miedo que me da la posibilidad de que se me acabe la magia.

No puedo creer que la frase “Acabo de mirar en la cocina. ¡Hay manzanas!” me haga preguntar-me cómo estaré dentro de dos meses. Y con más razón porque se supone que no debería perder

el tiempo pensando en el futuro, que ya lo prometí varias veces. Pero lo pienso porque me da algo de miedo, que me conozco y sé como me gustan los dramas. No puedo creer que me leas

tan bien, y que te quedes por mí. No puedo creer el miedo que me da la posibilidad de que se me acabe la magia.

No puedo creer que terminamos hace unos días algo que no tuvo forma por meses. Que me ha-gas sentir la mala de la película y que esa opinión sea reforzada por conocidos con una “autoridad moral” más que cuestionable. Que lo que debía ser nuestro empezó y terminó siendo de todos. Es pena no sentirme tan mal como debería, y es más pena no sentirme de ninguna manera en parti-cular. Es pena que quiera dedicarte finales de películas “eres lo mejor que me ha pasado”, wishing

you a happy ending y preguntándome porqué jamás he lamentado mis rupturas.

[ lo que no está colgado en tu pared ]

Con la caída de la Unión Soviética en 1991, el término segundo mundo dejó de usarse y el pri-mer mundo pasó a englobar todos los países desarrollados. Algunos de los países industrializados que formaban parte del bloque comunista fueron incluidos en el primer mundo y otros en el tercer mundo. Por su parte, desde la finalización de la guerra fría, el término tercer mundo ha cambiado su significado original hasta ser sinónimo de países con pobre infraestructura o países periféricos. Algunas de sus características comunes suelen ser el tener una base económica agraria, exportación de materias primas, una economía endeudada con los países más industrializados y escasa in-fraestructura. En materia de decisiones internacionales, los países del Tercer Mundo, aún con-gregando a la mayoría de las naciones independientes y de la población mundial, cumplen un rol secundario -y en ocasiones subordinado- respecto del que tienen las naciones más poderosas.

El término tercer mundo fue acuñado por el econo-mista francés Alfred Sauvy en 1952, realizando un pa-

ralelismo con el término francés Tercer Estado, para designar a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra

Fría, el bloque occidental y el bloque comunista.

Tras la desaparición del Segundo Mundo (la desin-tegración del bloque comunista), el término “tercer mundo” se utiliza, de manera poco precisa, para re-

ferirse a los países periféricos subdesarrollados o “en vías de desarrollo”, en contraste a los países desarro-

llados.

Con la caída de la Unión Soviética en 1991, el término segundo mundo dejó de usarse y el pri-mer mundo pasó a englobar todos los países desarrollados. Algunos de los países industrializados que formaban parte del bloque comunista fueron incluidos en el primer mundo y otros en el tercer mundo. Por su parte, desde la finalización de la guerra fría, el término tercer mundo ha cambiado su significado original hasta ser sinónimo de países con pobre infraestructura o países periféricos. Algunas de sus características comunes suelen ser el tener una base económica agraria, exportación de materias primas, una economía endeudada con los países más industrializados y escasa in-fraestructura. En materia de decisiones internacionales, los países del Tercer Mundo, aún con-gregando a la mayoría de las naciones independientes y de la población mundial, cumplen un rol secundario -y en ocasiones subordinado- respecto del que tienen las naciones más poderosas.

El término es utilizado a veces para referirse en blo-que a todos los países no desarrollados, y a veces, para

referirse sólo a los que registran los peores índices de desarrollo humano y económico.

Con un sentido emparentado, de manera más reciente se utiliza la noción de “el sur” o “países del sur”, ha-ciendo referencia a la desigual “relación Norte-Sur”.

Espere por el detonante mientras sostiene el gatillo. Cierre los ojos y cuando esté listo, d i s p a r e.Cuando comience a sentir la mente correr fuera de usted mismo, dese el permiso de ser, y sea, todo lo que

es multiplicado por Dios.

Es necesario luego, hacerse consciente del cuerpo, mirarse los brazos y manos a contraluz, con la esperan-za de bailar con el sol. Los pies, al contrario, deben estar fijos en posición de rana desperezándose, listos para saltar, pero con una nueva conciencia, esté atento especialmente a los dedos gordo y meñique, sién-

talos y tómese el tiempo de saber cómo lo sostienen.

En este punto, no le tema escucharse, lo invito a dialogar con sus deseos. Abra los ojos cuando se sienta listo y tome una gran carcajada al viento, reténgala por 10 segundos, y déjela ir al mundo en la dosis que prefiera - toda de una vez, un poco al hablar con su árbol favorito, o quizás cuando se desayune su libro

más inteligente- .

Si ya tomo la iniciativa, tenga el valor de quitarse la ropa e invitar a otros a su plenitud del descuido. Piense que es el centro del mundo, porque es la verdad y, ya en este punto, podrá descubrirse sin el falso pudor de la normalidad. Es el momento entonces de quitarse los lentes y perder el foco común, recuerde siempre

que las sombras son las que nos dan perspectiva.

A partir de aquí, puede decir exactamente lo que piensa (a usted mismo, y a los demás), ríndase -es natural ser libre- . Cante todo lo que la aburrida razón no sabe explicar, disfrute de lo subversivo de la fantasía,

pero ojo, asegúrese de estar con usted cuando lo haga.

Una pena

Yo soy un punto.De mil quereres una fracción de sueño.Un espejismo de mí misma, la razón del loco. Soy la palabra del viento que pasa.

Casi cero,más bien líquido, y me derramo, y sé perderme.

Soy casi nada.

No estoy aquí para quedarme.

Una pena

Yo soy un punto.De mil quereres una fracción de sueño.Un espejismo de mí misma, la razón del loco. Soy la palabra del viento que pasa.

Casi cero,más bien líquido, y me derramo, y sé perderme.

Soy casi nada.

No estoy aquí para quedarme.

Cuando esto sea exhibido en una galería se llamará “nonsense relativo a manzanas que no son manzanas”

Locura Pública VII - Registros del Tercer Mundo, marzo 2012 | En esta Locura colaboró M, textos pp13-15 | ¿Le gustaría ver Locura Pública impresa? Pues colabore para que sea realidad. Puede difundir la palabra, quejarse, sugerir, conversar con la administración del manicomio y ver los números anteriores, aquí y aquí.