Los Roma - Complemento para el Estudio de Misión 2013-2014 · el informativo de la TV y de...
Transcript of Los Roma - Complemento para el Estudio de Misión 2013-2014 · el informativo de la TV y de...
Paul Jeffrey
los romaComPlemento Para el estudio de misión 2013-2014
Los Roma de Europa
2
Cuando la policía griega allanó un campamento de los roma en octubre de 2013,
buscando armas y drogas, vieron a una niña rubia y de ojos verdes llamada
María. Dieron por sentado que había sido robada, de modo que arrestaron a
los padres de la niña y a ella la entregaron a un orfanato. Cuando las pruebas
de ADN revelaron que no eran los padres biológicos de María, estos dijeron que una mujer
roma de Bulgaria les había dejado la hija porque era demasiado pobre para cuidarla, y esta
historia resultó ser básicamente verdadera. Eso no impidió que los medios de comuni-
cación en Grecia continuaran hablando de María como “la angelita rubia” y proclamando
en sus titulares: “¡Los gitanos roban bebés!” y “Alerta Amber: ¡Peligrosa banda de gitanos
roba bebés!”1
El drama que envolvió a María y a su familia ilustra que la actitud racista típica hacia el
grupo étnico más numeroso y más marginado en Europa todavía circula libremente, pese
al esfuerzo que hacen en toda Europa los gobiernos y los grupos de la sociedad civil para
cambiar la manera en que la gente ve a los roma y ellos se ven a sí mismos. Más de seis
décadas después de que los cuerpos de los roma alimentaron las llamas del Holocausto,
Europa todavía lucha buscando la manera de no vilipendiar a los roma y comenzar, en cam-
bio, a integrarlos en el cuerpo de la sociedad.
Eso era lo que estaba en juego en Grecia, cuando Panagiotis Dimitras, del grupo de
derechos humanos Greek Helsinki Monitor con sede en Atenas, le dijo al periódico británico
The Independent que el arresto “indignante y condenable” de los padres adoptivos de María
estaba fundamentado en el “prejuicio racista de los funcionarios griegos ... porque [los pa-
dres de la niña] eran roma”.2
María fue retirada por la policía durante una razia en el asentamiento gitano en Farsa-
lia, como parte de un operativo policial más amplio que incluía la identificación de grupos
étnicos y de migrantes. En los primeros nueve meses de 2013, la policía griega condujo
1.131 operativos en campamentos roma en todo el país, durante los cuales 19.067 perso-
nas fueron detenidas temporalmente, y 1.305 fueron después arrestadas bajo el cargo de
haber cometido una infracción.3 Lo irónico es que la policía había designado a la campaña
como “Operación Zeus Xenius” en nombre del antiguo dios griego de la hospitalidad.
La reacción racista no se limitó a Grecia. Los prejuicios se han prolongado por si-
glos y no respetan fronteras, por lo que esta historia se difundió rápidamente alrededor
del mundo. Hubo familias en el Reino Unido y en los Estados Unidos de América cuyas
niñas habían desaparecido y que se pusieron en contacto con las autoridades para que
averiguaran si María podía ser su hija.
Apenas unos días después de que se diera la noticia sobre la niña griega, se había
emprendido una caza de brujas. Los funcionarios y la gente común de muchos países
recorrieron los emplazamientos gitanos en busca de niños y niñas cuya tez clara des-
pertara sospechas. En Irlanda, una mujer de Dublín vio la noticia sobre el caso griego en
3
el informativo de la TV y de inmediato envió un mensaje por Facebook al periodista de
la televisión local avisándole de “una niñita que vive en una familia gitana en Tallaght [un
suburbio de Dublín], y tiene cabello rubio y ojos azules”. Dio el apellido y la dirección de
la familia, y el periodista se lo pasó a la policía. Pocas horas más tarde la niña de siete
años fue quitada a sus padres y entregada a los funcionarios irlandeses de servicio social,
porque los padres no podían encontrar la partida de nacimiento de su hija y solo presen-
taron un pasaporte vencido. Cuando se hizo pública la noticia sobre el incidente, alguna
otra persona en Dublín informó a la policía que había un niño de dos años de cabello rubio
en una casa de gente roma en Athlone, al oeste de Dublín. La policía lo arrancó de inme-
diato de su hogar.4
Ambos niños fueron eventualmente devueltos a sus familias después de que el análisis
de ADN confirmara el parentesco, pero los activistas denuncian la forma en que esos inci-
dentes destacaron el poder de los estereotipos. “Nuestro sentimiento y reacción es de con-
moción e incredulidad de que algo de esta índole pudiera estar ocurriendo en un país que
se dice occidental, desarrollado y civilizado,” dijo Martin Collins, co-director de Pavee Point,
una entidad en Dublín que trabaja con nómadas roma e irlandeses, estos últimos diferentes
de los roma aunque también cultivan un estilo de vida itinerante. “Esto fue sin duda un nítido
caso de prejuicio racial y es sumamente peligroso,” dijo.5
Para Damian Le Bas, director de Travellers’ Times, una revista de Londres, la inclinación
tan rápida a juzgar es preocupante. “Yo soy una persona rubia que pertenece a una familia
gitana. Mi cabello y el color de mis ojos eran diferentes de muchos de mis parientes. Es ridí-
culo que todos tengamos que ser parecidos. Nos parecemos tanto como se parecen entre
sí los italianos,” dijo. “Falta voluntad de entender las diferencias”.6
Los roma como chivos expiatorios
Según Isabel Fonseca, autora de Bury Me Standing: The Gypsies and Their Journey (Ente-
rradme de pie: La odisea de los gitanos), estos incidentes recientes ilustran el prejuicio de
que los roma siempre están involucrados en actividades ilegales. “Hay gitanos rubios, mon-
tones de ellos,” dijo Fonseca en el programa radial Here & Now (Aquí y ahora). Dijo también
que el prejuicio tan difundido pasa por alto esa realidad y favorece el antiguo “estereotipo de
que los gitanos vendrán por la noche y se robarán a las niñas y niños rubios”.7
El caso griego fue especialmente alarmante, dijo Fonseca, “por esa especie de rego-
cijo con que se lo tomó como prueba de una especie de predisposición genética hacia el
delito”. En un país como Grecia, con sus actuales problemas económicos, Fonseca no se
sorprende de que los roma sirvieran como un “útil chivo expiatorio para todos los males de
determinada sociedad”.8
Perseguir a los individuos por supuestos delitos de su grupo social es una práctica de
larga data, y el director de la Open Society Foundation’s Roma Initiatives en Hungría, Zeljko
4
Jovanovic, dijo que el juicio apresurado en el caso griego proveyó la “excusa perfecta que
se necesitaba para intensificar la culpa colectiva de los roma”.9 Lo irónico, señaló, es que los
medios no se ocupan de cubrir los casos en que los roma son las víctimas de la actividad
criminal, como lo fue con la desaparición de 502 de los 661 niños roma de Albania que
desaparecieron entre 1998 y 2002 de un instituto administrado por el Estado en Atenas.
Algunos informes sugieren que los niños fueron entregados a traficantes de personas. Pero
mientras los cientos de niños y niñas roma arrebatados por el gobierno a sus familias no
provoca un revuelo, un solo caso de una niña roma supuestamente robada por los gitanos
ocupa inmediatamente los titulares de la noticia.
Este hábito de buscar con rapidez los chivos expiatorios está muy difundido. Cuan-
do los recolectores franceses comenzaron a encontrar menos hongos silvestres en sus
bosques en el año 2013, rápidamente culparon a los inmigrantes roma que venían de Europa
del Este, diciendo que les robaban la cosecha y la trasladaban clandestinamente a España
durante la noche. Algunos autoproclamados defensores de la actividad proclamaban incluso
que los roma estaban recolectando erróneamente los hongos más preciados, con lo cual
perjudicaban la cosecha del año siguiente.10
“Desde la perspectiva del champiñón, no creo que les importe ser recolectados por
una persona nativa o por algún foráneo que los lleva a otro país,” dijo a The New York Times
Thomas Kuyper, profesor de ecología y diversidad del hongo en la Universidad Wagenin-
gen en los Países Bajos. La denuncia de que se estaba recolectando incorrectamente los
hongos, dijo el profesor, estaba más ligada a la xenofobia y al enojo de perder el negocio, e
hizo ver que había una actitud similar en los Países Bajos hacia los recolectores que venían
de Alemania y de Polonia. “¿Están preocupados por los hongos, o por los extranjeros?,”
preguntó.11
Más aun, el concepto de “extranjero” acompaña a la actual expansión de la Unión Eu-
ropea (UE). El ingreso de Bulgaria y de Rumania en el año 2007, por ejemplo, significó que
los ciudadanos de esos países ahora podían viajar libremente por la UE. Sin embargo, no
tuvieron de inmediato la libertad de buscar empleo legal, lo cual dejó a muchos de los que
se aventuraron hacia el oeste a merced de los empleadores que se aprovechaban de su tra-
bajo por menos que el salario mínimo. Así, muchos roma europeos quedan atrapados entre
la discriminación en su país de origen (donde el estancamiento económico general daña a
todos los pobres) y la represión violenta en su nuevo lugar de radicación, donde el racismo
y la xenofobia cada vez más virulentos encuentran rápidamente su paso hacia el debate pú-
blico y la política. Las medidas represivas están, hacia cierto grado, impulsadas por la lucha
de clases. “A medida que los pobres pierden en medio de la crisis económica de la región,
se ven empujados cada vez más cerca de los roma, que siempre están en un nivel inferior.
Si ninguno de estos grupos tiene trabajo, los pobres comienzan a considerar a los roma
como una competencia, y les provoca ira ver que los roma reciben algún tipo de asistencia,”
5
dijoThomas Rodemeyer, coordinador de los Ministerios Roma de la Iglesia Metodista Unida
en el Centro y Sur de Europa.13
Los gobiernos de la Unión Europea, enfrentados con el descontento popular sobre el
alto nivel de desempleo, “están encontrando que es más fácil estigmatizar y expulsar a los
roma que brindarles la educación, la vivienda, y el empleo que buscan,” decía el The New
York Times en octubre de 2013.14
Las cosas están empeorando. “Lo que resulta verdaderamente escandaloso es que sus
condiciones de vida en realidad han empeorado desde que muchos de ellos se convirtieron
en ciudadanos de la UE. A la vez, la actitud general de la población se ha vuelto cada vez más
hostil en toda Europa. Las dos tendencias se refuerzan mutuamente: la marginalidad genera
desprecio, y viceversa,” escribió el filántropo George Soros en noviembre de 2013, al describir
la condición de los roma en Europa. “Permítanme ser honesto: hay un problema roma en Eu-
ropa, y se está agravando. Pero tanto el problema como su agravamiento reflejan una tóxica
combinación de la hostilidad profundamente arraigada y una negligencia persistente”.15
“Quizás Hitler no eliminó a todos los que debió haber eliminado”
A cualquiera que se le pregunte por qué los roma dejarían sus países nativos para migrar ha-
cia el oeste le alcanzaría con leer las palabras de Zsolt Bayer, cofundador del partido gober-
nante Fidesz en Hungría. “Una proporción importante de los roma son inadecuados para
la convivencia. No están en condiciones de vivir entre la gente. Esos gitanos son animales
y se portan como animales. Cuando encuentran resistencia, asesinan. Son ineptos para la
comunicación humana. De sus cráneos bestiales brotan sonidos inarticulados. Al mismo
tiempo, los gitanos saben cómo aprovecharse de los ‘logros’ del idiota mundo occidental.
Pero en lugar de tolerarlos habría que vengarse. Estos animales no tienen derecho a existir.
De ninguna manera. Eso debe ser resuelto de inmediato, sin importar con qué método,”
escribió en enero de 2013 en el diario conservador Magyar Hirlap.16
Bayer también usó las páginas del Magyar Hirlap para referirse a los judíos como un
“excremento asqueroso”.17 Semejante racismo explícito es un recordatorio de que el destino
de los judíos y los roma estuvo inextricablemente unido en los campos de exterminio nazi
durante el siglo veinte en Europa. Sin embargo, mientras la Europa de posguerra reconoció
más o menos rápidamente que el Holocausto estaba alimentado por el odio racial hacia los
judíos, permaneció sin cuestionarse por la violencia contra los roma, mientras los políticos
de la derecha y el personal que implementa la justicia siguen declarando que se merecen la
represión por su mentada predisposición hacia el comportamiento ilícito.
En julio de 2013, quedó registrada la declaración de Gilles Bourdouleix, miembro de
la Asamblea Nacional de Francia, durante una confrontación con ocupantes ilegales roma:
“Quizás Hitler no eliminó a todos los que debió haber eliminado”. Más tarde argumentó que
lo habían citado erróneamente, pero un fiscal comenzó una investigación preliminar para de-
6
terminar si Bourdouleix estaba haciendo “apología de los crímenes de lesa humanidad”, un
delito contra el que Francia aplica penalidades de hasta 45.000 euros y un año de cárcel.18
La creciente hostilidad contra los roma en Europa occidental se basa en el concepto de
que son foráneos. La UE podrá expandir sus fronteras geográficas, pero ampliar el concepto
cultural de lo que significa ser europeo es otra cosa. “Esta gente es de tez oscura, no son
europeos como tú y yo,” dijo Riccardo De Corato, subintendente de Milán, Italia, defendiendo
su decisión de cerrar los campamentos roma en el año 2010.19
Un sondeo subsidiado por el Banco Mundial en el 2005 puso de manifiesto que
los ciudadanos no gitanos en varios de los países europeos no tenían ningún interés
en examinar sus propios prejuicios como factor causal de la marginalidad de los roma.
“La percepción prevaleciente es que los roma son responsables de su propia condición
económica y social inferior. No es una sorpresa que los que no son roma expresen enorme
oposición hacia cualquier manejo de subsidios que el gobierno oriente solamente hacia los
roma,” expresaba el informe. “La perspectiva de las así llamadas mayorías exhiben varias
contradicciones. Fundamentan sus opiniones sobre los roma en las observaciones cotidia-
nas, pero muchos de ellos solo tienen contacto superficial con gente roma. Todos hablan
a favor de la integración, pero la población se eriza cuando se dan ejemplos concretos de
escuelas y comunidades integradas. Los no roma argumentan que los roma prefieren estar
segregados y que son ellos mismos los que deben tomar la iniciativa para integrarse”.20
Tanto en las palabras de odio descarado de políticos como Bourdouleix y De Corato,
como en las de otros comentaristas más sutiles, subyace la obstinada convicción de que los
roma son responsables de su propio destino. Si bien ese sentimiento obviamente ignora la
historia europea, recorre todo el espectro político. En Alemania, donde muchos roma recién
llegados están buscando vivienda, un grupo llamado Pro Deutschland, que es un partido anti-
musulmán que tiene vínculos con los neonazis y con otros grupos extremistas, desalentaba a
los propietarios en Berlín de alquilar a los roma, distribuyendo panfletos en los que argumenta-
ban que los roma habían llegado a la ciudad solo para aprovecharse del sistema de seguridad
social. Sin embargo, estos representantes del ala derecha no eran los únicos que pedían la
expulsión de los roma. La revista liberal Der Spiegel y los programas de televisión aludían a
una “investigación” en los edificios de departamentos en Berlín ocupados por los roma, que
supuestamente viven de los subsidios sociales mientras destruyen las viviendas.21
“La gente debe marcharse”
El ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, respondió al flujo de los roma desde Europa
del Este con un desalojo masivo. Desmanteló sus campamentos y los deportó de regreso,
confiando en que se quedaran allá y se convirtieran en el problema de alguna otra persona.
Sus actos fueron duramente criticados por mucha gente de la izquierda, incluyendo a su
sucesor, François Hollande. Sin embargo, este nuevo presidente de línea socialista, que
7
asumió su cargo en mayo de 2012, terminó procediendo de manera muy similar a la de su
predecesor de derecha. En julio y en agosto de 2012 fueron desarmados en toda Francia
veintidós campamentos roma, en los que vivían aproximadamente 2.300 personas.
En respuesta a la crítica de los activistas de derecha, el ministro del interior, Manuel
Valls, dijo que los recién llegados tienen un estilo de vida tan diferente de los franceses que
la integración es imposible y en consecuencia deben ser expulsados. Como respuesta, la
vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de justicia de la UE, Viviane Reding, ad-
virtió a Francia que podían caberle sanciones si no moderaban el trato hacia los roma.
Algunos observadores han sugerido que el gobierno de Hollande se ha volcado en
contra de los roma para complacer a los votantes que de otra manera pasarían a respaldar
al Frente Nacional, el naciente partido de extrema derecha. Si bien las motivaciones de las
medidas políticas pueden ser poco claras, las consecuencias no lo son.
Las reiteradas expulsiones que se ejecutan tienen consecuencias desastrosas sobre
la salud, la educación, y la capacidad de los roma de alcanzar un nivel de vida adecuado.
“Obligados a salir de un asentamiento informal tras otro, terminan en peores condiciones de
vivienda, forzados a dormir en la calle y en tiendas hasta rehacer otra casa precaria,” dijo
John Dalhuisen, director del programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
“Durante las deportaciones, con frecuencia pierden sus pertenencias, sus documentos de
identidad y sus historias clínicas; en muchos casos se interrumpe la escolaridad, lo mismo
que los tratamientos médicos, a la vez que se corta el lazo con el empleo local y con las
redes de apoyo. Sin embargo, bajo la ley francesa no reciben una reparación adecuada”.22
Fonseca reconoce que la reacción del gobierno francés es un eco de la frustración
general de los ciudadanos comunes. “El sentimiento generalizado en Francia es que esa
gente debería irse,” dijo en una entrevista radial. “Es popular dar apoyo a esa idea, seas un
gobierno de derecha o de izquierda. No tendrás mucho problema si dices algo así”.23
No se esperaba llegar a esto. En el 2005, doce gobiernos europeos y algunas agen-
cias de las Naciones Unidas lanzaron “La década de la inclusión roma”, una iniciativa que
reunió a gobernantes, a líderes del sector privado, y a las entidades de la sociedad civil con
el objetivo de mejorar las condiciones de educación, salud, y vivienda de los roma, en parte
logrando que los gobiernos se ocupen seriamente de los asuntos esenciales de la pobreza,
la discriminación, y las cuestiones de género. A pesar de ello muchos roma se han sentido
excluidos de la planificación e implementación de la Década, y hasta los planes bien dise-
ñados en el nivel continental tienen que traducirse en planes eficaces de acción en el nivel
nacional y local, algo que no ocurrirá mientras persista la animosidad hacia los roma entre
las élites políticas.
“La Década no tiene casi ningún sentido para nosotros,” dijo el reverendo Daniel Topal-
ski, superintendente de la Iglesia Metodista Unida en Bulgaria y Rumania. “Fue pensada por
gente en el extranjero que tiene poco entendimiento de nuestra situación. Fue una excusa
8
para realizar reuniones, diseñar programas y escribir informes. Si le pregunta a los roma
acerca de la Década, no saben de qué se trata o bien la perciben como un plan por medio
del cual los blancos hacen dinero a costa de ellos”.24
El fracaso de muchos gobiernos para alcanzar las metas establecidas para la Década
promovió pedidos de que el programa se extendiera más allá del 2015, y que se ampliara
para incluir a otros países, como Francia y Alemania. Otros proponen una solución más
radical, la de generar una Constitución Roma Europea, en esencia un estado no geográfico
de los roma, que les daría ciudadanía sin que los gobiernos nacionales actúen como inter-
mediarios. Esto exime a los gobiernos de otorgar los servicios que en gran medida no están
proveyendo ahora, pero se fundamenta en que la organización política de los roma alcance
una madurez que hasta el momento no ha demostrado. También sería la campana fúnebre
de cualquier perspectiva de integración.
Francia deporta a una adolescente roma
Si bien el fracaso de la Década y el resurgimiento del racismo por toda Europa presentan
una perspectiva sombría para el mejoramiento de las condiciones de vida de la mayor parte
de los doce millones de roma que viven en Europa, también se ven algunas señales de es-
peranza, en particular las manifestaciones que hubo en Francia después de la decisión que
tomó el gobierno de retirar a una adolescente durante una excursión escolar y deportarla a
un país que no conocía y cuyo idioma no hablaba.
Leonarda Dibrani, una niña de quince años de edad, había llegado a Francia cuatro años
antes desde Kosovo, con sus padres y cinco hermanos. Debido a que la región de donde
salían no integra la UE, la familia solicitó asilo en Francia. La solicitud fue rechazada. Cuando
se les acabó el tiempo de estadía temporal en octubre de 2013, la policía se presentó en la
casa para repatriar a la familia. Leonarda estaba en la escuela, más precisamente en una
excursión escolar con sus compañeras. La policía los rastreó, detuvo al ómnibus y retiró a
la niña delante de sus amigas. Leonarda y su familia fueron puestos en un avión a Kosovo
esa misma noche. Los compañeros y profesores de Leonarda conocieron la razón de lo que
habían presenciado, y miles de jóvenes franceses salieron a la calle para protestar.25
Una investigación oficial determinó que la policía había aplicado la ley correctamente,
pero el presidente Hollande admitió que “faltó discernimiento al ejecutar el operativo”.26
Aunque las encuestas arrojaban que una mayoría apoyaba la expulsión, Hollande respondió
a las críticas declarando que Leonarda podía regresar y terminar sus estudios si lo deseaba,
pero sin el resto de su familia. Esa decisión no agradó a nadie.
Al ser entrevistada por una emisora francesa, Leonarda respondió desde Kosovo en un
francés de acento perfecto: “Me sentí avergonzada porque la policía se presentó donde es-
tábamos y mis amigas y amigos me preguntaban qué había hecho, si había robado algo”.27
9
El drama en torno a la repatriación de Leonarda muestra que existe algún nivel de solidari-
dad, por lo menos cuando el rostro de la noticia no coincide con el estereotipo; y de la misma
manera, hay otros faros de esperanza en el resto de Europa. En Alemania, hay nuevos acuer-
dos en el nivel oficial que procuran mover la opinión del país desde la negación de su actitud
histórica de discriminación y violencia hacia el reconocimiento de los roma como una minoría
que tiene derecho a promover su cultura. Los que trabajan en ese sentido tienen la expectativa
de que las familias roma que inmigraron hace décadas y que se integraron exitosamente a la
sociedad alemana se sientan alentadas a identificarse como roma y a combatir el estereotipo
de que los roma son solo los recién llegados pobres que vienen del este. Esto ayuda a aplacar
la retórica de los grupos xenofóbicos de derecha, que tratan de argumentar que los roma son
todos parásitos recién llegados. “Los roma han vivido más de 700 años en Europa, y todavía
estamos hablando de integración. Este es un problema, porque se los sigue tratando como si
fueran extranjeros en sus propios países,” dijo Ivan Ivanov, director de la Oficina de Información
de los roma en Europa, radicada en Bruselas.28
Es una práctica común en Europa oriental que, cuando finalmente concurren a la es-
cuela, se transfiere a los niños roma a clases especiales que solo alimentan la estigmatización
y dificultan el aprendizaje. Esta situación enoja a los padres y alienta a los activistas roma
a reclamar alternativas. El Servicio Mundial de la Iglesia (CWS por sus iniciales en inglés)
subsidia, con fondos de Mujeres Metodistas Unidas, una variedad de programas educacio-
nales para niñas, niños, y adultos roma en Serbia.29 Incluso acompañaron a varias decenas
de familias roma expulsadas del centro urbano de Belgrado en el 2012; cuando las familias
fueron reubicadas en contenedores metálicos en la periferia de la ciudad, CWS ocupó uno
de esos contenedores para usarlo como centro preescolar durante el día y como aula de
alfabetización de adultos en horario vespertino.30 “Gracias a CWS, hemos podido acercar-
nos e integrar en nuestros programas educacionales a niños de familias roma, además de
otros niños y niñas vulnerables. Estos pequeños están progresando y aprendiendo más
rápidamente, están dominando el idioma serbio a una edad más temprana, se están inte-
grando más rápidamente a la comunidad, y socializando con más éxito,” dijo Mirjana Cosich,
directora del preescolar Nasa Radost en Smederevo. “A la vez que trabajamos con los ni-
ños, trabajamos con sus padres. Las mamás y los papás concurren a nuestras actividades,
participan sin temor en el proceso educativo, y quieren ser incluidos e incluidas en nuestra
tarea, y especialmente las mujeres están compartiendo entre ellas aspectos de sus diversas
tradiciones y culturas”.31
Los roma en el crisol de razas
El sentimiento contra los roma que infectó por largo tiempo el discurso europeo se está di-
luyendo cada vez más. En el 2012, el comentarista político canadiense de línea conservado-
ra, Ezra Levant, se lanzó a los gritos contra los roma durante su programa de entrevistas en
ŏs
10
la televisión, The Source. “Estos son gitanos, una cultura que es sinónimo de estafadores,”
dijo Levant. “Las expresiones gitano y estafador han sido históricamente tan intercambiables
que la palabra entró en el idioma como verbo: ‘me gitaneó’. Pues bien, los gitanos nos han
gitaneado. Son demasiados los que han llegado aquí como falsos refugiados. Y vienen para
volver a gitanearnos y robarnos impunemente como lo han hecho durante siglos en Europa
... Son gitanos. Y una de las principales características de esa cultura es que la esencia de
su economía es el robo y la mendicidad”.32
Los defensores de la cultura norteamericana parecen estar más preocupados con los
inmigrantes españoles y latinos que con los roma, que llegaron a los Estados Unidos en
varias oleadas desde comienzos del siglo diecinueve, y posiblemente alcanzan a un millón
de habitantes. Es posible que algunos hayan llegado aún antes: se dice que había tres roma
en la embarcación con la que Cristóbal Colón hizo su segundo viaje al Nuevo Mundo en
1498. Desde entonces, la ola más numerosa llegó después de la abolición de la esclavitud
de los roma en los Balcanes, en 1864. Más recientemente, la inmigración roma se mantuvo
constante desde el colapso del comunismo en Europa oriental en 1989.
Aunque los roma (a quienes en Estados Unidos es más común denominar como gita-
nos) están con frecuencia asociados con la cultura exótica, el profesor Ian Hancock, de la
Universidad de Texas, quien se desempeñó como representante de los roma ante las Nacio-
nes Unidas, dice que en los Estados Unidos a los roma les fue relativamente fácil apegarse
a sus tradiciones y a la vez mezclarse en el crisol.
“Siendo un país de inmigrantes, hay aquí gente de todos los trasfondos, de todas las
variedades de tez y de rasgos,” dijo Hancock en una entrevista en Voice of America (Voz
de América). “Por esa razón, en cierta medida los roma no se destacan en contraste con
los blancos. Eso contribuyó a que se entendiera el concepto de gitano como un comporta-
miento, y no como una etnia”.
Hancock, que dirige en la Universidad de Texas el Centro de Documentación y Archivos
Romaníes, dice que las descripciones en los medios de comunicación popular alimentan
esta distorsión. “Los medios se dan la libertad de decir cosas sobre los roma que no dirían
sobre otras minorías,” dijo.33 No es extraño que cuando en 1992 el New York Times realizó
una encuesta sobre la ubicación social de 58 grupos étnicos en los Estados Unidos, los
gitanos estaban en el último nivel.34
Últimamente, lo que muchas personas en los Estados Unidos aprenden acerca de los
roma radicados allí proviene de los espectáculos televisivos en vivo, como American Gyp-
sies (“Gitanos americanos”) y My Big Fat American Gypsy Wedding (“Mi gran boda gitana”).
Según la documentalista Mona Nicoară, estos espectáculos usan una especie de “voyeuris-
mo de lo exótico” que hace abundante uso de “clichés previsibles: marcados estereotipos,
conflictos artificialmente elaborados, personajes unidimensionales, escenarios montados, y
guiones intencionados”.35
11
En un artículo que escribió para The Guardian, Nicoară dijo que para los productores de
espectáculos la fidelidad no es un objetivo. En lugar de ello “se dedican a reproducir la versión
de lo que ser ‘gitano’ se considera más aceptable en la audiencia: pañuelos estilo Esmeralda,
danza del vientre, violencia innata, fiestas de derroche vulgar, salas de curanderos”.36
Nicoară creció en Rumania, donde los roma fueron esclavizados hasta la década de
1860, enviados a los campos de exterminio durante la segunda guerra mundial, sometidos a
pogromos del siglo veinte, y ahora objeto de los ataques de los skinheads. Aún hoy, escribió,
las niñas y niños roma son “relegados al callejón sin salida de escuelas segregadas que los
entrampan en el círculo vicioso de la pobreza y la falta de derechos”,37 con lo cual los roma
siguen siendo culpados de su marginalidad.
Los espectáculos en vivo en la televisión están provocando la misma situación en los
Estados Unidos, escribió, ya que “perpetúan esta ficción de autoexclusión, enfatizando las
diferencias y las tradiciones, justificando el desconocimiento en los espectadores como una
conspiración de secreto de los roma, y presentando de modo artificial la preservación de la
identidad étnica como algo que se opone a aquellos elementos que la humanidad tiene en
común: la curiosidad, el aprendizaje, el hacer nuevas amistades, el enamorarse”.
Nicoară sostiene que está en marcha un doble mensaje. En el Reino Unido, por ejem-
plo, la última temporada de presentación de Big Fat Gypsy Weddings fue anunciada en
las carteleras publicitarias con estruendo, en términos de “Más grande. Más gordo. Más
gitano”. “Intenten hacer eso con cualquier otra minoría,” escribió Nicoară. “De verdad, vean
cómo se siente”.38
Debido a que no hay figuras públicas famosas entre los roma en los Estados Unidos,
no hay gitanos equivalentes a Rosa Parks o a Joe Lewis, a Nicoară le preocupa que este
espectáculo televisivo “convierta a la ignorancia en un flagrante prejuicio”. Dijo que el
espectáculo en el Reino Unido condujo a una espiral de intimidación y violencia contra
niños y niñas roma y nómades, y cuando están agrupados en Europa oriental provocan la
violencia racista de parte de los skinheads y los nacionalistas.39
Rechazo de los roma, orgullo de los roma
Los roma que viven en los Estados Unidos vienen de distintos países y hablan diferentes
idiomas, por lo que distan mucho de ser homogéneos. En lugar de asentarse en una co-
munidad como romaníes, tienden a migrar hacia bolsones geográficos sobre la base de su
nacionalidad, su idioma, o algún otro rasgo en común. Por ese motivo es menos probable
que se identifiquen como roma, y prefieren identificarse como eslovacos, griegos o rumanos.
Esto ha contribuido a preservarlos de problemas en lugares como Nueva Jersey, donde una
ley promulgada en 1917 que se derogó recién en 1998 permitía que los gobiernos definieran
dónde podían alquilar los gitanos, dónde trabajar, y dónde vender. Los roma en los Estados
Unidos, de manera similar a los roma en Bulgaria en la actualidad,40 vieron la conveniencia
12
de no identificarse como roma sino de otra manera. “Ha sido típicamente desfavorable ser
identificado como roma porque el perjuicio es muy grande,” dijo a Time el director ejecutivo
del Centro de los Derechos de los roma en Europa, Robert Kushen. “Nunca fue conveniente”.
Esto también explica porqué muchos ciudadanos norteamericanos no son conscien-
tes de que podría haber romaníes viviendo en su comunidad. “No están lo suficientemente
visibles en los Estados Unidos como para que alguien los odie demasiado,” dijo Kushen.41
Sin embargo, el hecho de que se identifiquen como otra cosa y no como gitanos no
significa que los roma en los Estados Unidos sean partidarios de la asimilación. De hecho, en
muchos lugares han evitado inscribir a sus hijos e hijas en la escuela. En 1975, en un artículo
en Working Papers in Sociolinguistics, Hancock cita a Nick Dimas, un roma ludarí originario
de Grecia.
“Evitan el sistema escolar como si fuera la peste. Mientras que la mayoría de las otras
minorías en los Estados Unidos hacen boicots y se organizan y activan para conseguir mejor
educación para sus hijos e hijas, los roma procuran, por cualquier medio, retener a sus hijos en
el hogar,” escribió Dimas.42 Argumentó que la práctica mantiene la cohesión y la solidaridad del
grupo, al limitar la influencia de maestros no romaníes, al evitar la identificación con historias y
con héroes no romaníes en la literatura de la cultura dominante, con lo cual aseguran que se
mantenga el romaní como idioma primario (de esa manera el niño o la niña hablarán mayor-
mente con otros roma), que el ingreso al grupo cultural dominante por la vía laboral sea lento,
porque la alfabetización reducida garantiza que solo accedan a trabajos serviles y de escasa
paga, y además se desalienta el matrimonio con personas que no sean roma.
“La generación de los mayores siente que un exceso de educación externa diluye la iden-
tidad y hasta puede contaminar en un sentido espiritual. Demasiada participación en el mundo
no roma puede debilitarte y perjudicarte socialmente,” dijo Hancock a Voice of America.43
En el mismo artículo, un hombre roma que se identificó solamente como John, co-
mentó: “Alguien me dijo una vez que podemos ser gitanos, pero que [debemos] ser gitanos
estadounidenses. Sabe, no tenemos que ser parte de la cultura. Podemos ser estadou-
nidenses y todavía llamarnos gitanos. Pero sin nuestra cultura, no somos gitanos. Es lo único
que nos mantiene unidos”.44
Esta tensión entre asimilación e integración, entre supervivencia cultural y destrucción,
seguirá manifestándose en incontables pueblos y ciudades a lo largo y ancho de los Estados
Unidos. Los roma más jóvenes quizás encuentren más senderos a través del laberinto de
identidad y etnicidad de los que pudieron encontrar sus ancestros.
Cristiana Grigore es una joven mujer rumana que en este momento goza de una beca de
Fulbright en una universidad en Tennessee. Dice que la mayor parte de la gente con la que se
ha encontrado en los Estados Unidos no sabe nada sobre los roma. “Saben sobre los gitanos,
pero no como un grupo étnico, un verdadero pueblo. Lo perciben como si fuera un personaje
de Halloween, un papel que se representa una vez al año,” dijo en Voice of America.45
13
Grigore menciona que la diversidad cultural con la que se encontró aquí la animó a
hablar públicamente y sin vergüenza sobre su identidad roma. Mostrarse como roma en
Estados Unidos era para ella más seguro que hacerlo en Rumania.
“Me llevó 20 años llegar a hablar sobre mi identidad étnica, de modo que pueden imagi-
nar lo negativos que son los estereotipos,” dijo Grigore, quien informa que su herencia étnica
ha sido una ventaja en los Estados Unidos. “Cuando hablo de mí misma en mi condición de
gitana, la gente dice ‘Ah, eso es cool’. De alguna manera, es como si repentinamente mi vida
resultara más interesante”.46
Acerca del autor: El reverendo Paul Jeffrey es un misionero metodista unido, corresponsal senior
de response, la revista de Mujeres Metodistas Unidas. Vivió durante dos décadas en América
Latina y actualmente vive en el Estado de Washington. Mantiene el blog kairosphotos.com.
14
Apéndice
Duda Giltena tiene 34 años, siete hijos, y vino de Kosovo a Belgrado hace una década. Ella y
su familia vivían al comienzo en una casa armada con cartón, pero en el 2008 se trasladaron
al vecindario de Zemun Polje. Construyeron una casa en un terreno del que no eran propie-
tarios, y piratearon electricidad del tendido eléctrico cercano.
“Tuve que dejar la escuela cuando estaba en segundo grado porque mi familia se
trasladaba mucho; pero siempre quise estudiar, de modo que más tarde volví a intentarlo.
Fui tres veces al primer grado, y finalmente me rendí. Mis padres no habían recibido edu-
cación y no reconocían la importancia de que sus hijos fueran a la escuela, de modo que no
nos enviaron. Su excusa era que vivíamos en condiciones de pobreza, con muchas dificul-
tades económicas. Todo esto era cierto, pero más allá de esa realidad lo que ocurría era que
mis padres sencillamente no tenían interés en buscar la manera de que nos formáramos;
entregaban su vida y la de nosotros al destino, sin voluntad ni deseo de modificar su entorno.
O por lo menos intentar hacerlo. Esta no es mi historia solamente: era la forma en que ha-
bitualmente se criaba a los niños. De modo que, cuando me llegó el momento de casarme,
lo hice con un hombre cuyo camino en la vida era muy parecido al mío: nunca habíamos ido
a la escuela, no sabíamos leer, escribir, sumar... Tenía problemas a diario por no saber leer.
Hasta era complicado no poder leer los carteles en la calle, para saber adónde dirigirme. Es
difícil conseguir un empleo si no puedes llenar las solicitudes y ni siquiera leer las ofertas de
trabajo,” dijo Giltena.
En el 2011, Giltena se inscribió en el programa de alfabetización para adultos que CWS
lleva a cabo en varios asentamientos roma en Belgrado. De lunes a jueves, los estudiantes
aprenden materias del nivel primario, y el viernes por la noche tienen una clase en la que
aprenden destrezas para la vida. “Yo fui una de las primeras mujeres en anotarme en el
programa. Estaba ansiosa por comenzar a estudiar, especialmente por aprender a leer y a
escribir. Mis maestros me felicitaban, y eso me alentaba a seguir aprendiendo y a esforzarme
en el estudio. Cuando ya supe leer y escribir, me puse en marcha y conseguí mi primer
trabajo, modesto, pero era el primer empleo que había tenido en toda mi vida. Trabajé en
una panadería en el asentamiento Zemun Polje. Tenía un trabajo por primera vez en mi vida,
estaba empleada, tenía un ingreso, y me sentía realizada y satisfecha de mí misma por ser
capaz de contribuir a mejorar las condiciones de vida de mi familia,” comentó.
Giltena dejó de concurrir a las clases a comienzos del 2013. Su situación familiar había
empeorado. Su esposo la había abandonado con los niños, y se vio obligada a dejar el em-
pleo. En este momento lucha por sostener ella sola a sus siete niños y niñas, y no le queda
tiempo para ir a clases. “Me quedan solo dos grados para terminar, el séptimo y el octavo.
En este momento estoy atareada con los niños. Los dos menores necesitan atención y
cuidado constante; no puedo dejarlos en la casa y son demasiado pequeños para llevarlos
15
conmigo. Sin embargo, todavía tengo esperanzas de terminar la escuela primaria. No quiero
abandonar por cuarta vez,” dijo.
CWS y sus asociados locales están trabajando para ayudar a Giltena a completar dos
años más de escolaridad y obtener su certificado. Se le ofrecerá apoyo educacional con-
tinuo en forma de clases individuales y apoyo en su casa, ayuda con las tareas, con el apren-
dizaje del idioma, y con el estudio. La expectativa es que con esta ayuda personalizada
Giltena pueda completar la escuela. Aunque se encuentra en este momento atravesando el
periodo más duro y desafiante de su vida, todavía desea terminar su formación porque, dice
ella, quiere ser “la principal maestra de sus hijos e hijas. Quiero poder enseñarles, leerles,
y ayudarlos a hacer la tarea escolar. Quiero que estén convencidos de que ir a la escuela y
aprender es importante”.
En el número de response de mayo de 2013, hay una fotografía de Giltena en la página 28.
16
Notas
1 Eva Cosse, “Time to drop the Roma myths,” 4 de noviembre, 2013, http://globalpublicsquare.blogs.cnn.
com/2013/11/04/time-to-drop-the-roma-myths/. Observe que el segundo título, que se traduce del griego, fue
modificado para facilitar la comprensión.
2 Nathalie Savaricas,“Old attitudes resurface in Greece: inside the Roma camp where Maria the ‘blonde angel’
lived,” The Independent, 23 de octubre, 2013, http://www.independent.co.uk/news/world/europe/old-atti-
tudes-resurface-in-greece-inside-the-roma-camp-where-maria-the-blonde-angel-lived-8897530.html.
3 Eva Cosse, “Time to drop the Roma myths,” CNN, 4 de noviembre, 2013, http://globalpublicsquare.blogs.
cnn.com/2013/11/04/time-to-drop-the-roma-myths/.
4 Henry McDonald, “Irish police return blonde girl to Roma family,” 23 de octubre, 2013,
http://www.theguardian.com/world/2013/oct/24/blonde-girl-roma-parents-returned-dna.
5 Paul Waldie, “High-profile stories of children expose Europe’s anti-Roma prejudice,” The Globe and Mail,
31 de octubre, 2013, http://www.theglobeandmail.com/news/world/high-profile-stories-of-children-expose-
europes-anti-roma-prejudice/article15200641.
6 Ibid.
7 “Who Are The Roma?” entrevista conducida por Robin Young, National Public Radio, 24 de octubre, 2013,
http://hereandnow.wbur.org/2013/10/24/who-are-roma.
8 Ibid.
9 Kharunya Paramaguru, “Europe’s Roma Face ‘Witch-Hunt’ After Reports of Child-Snatching,” Time, 23 de
octubre, 2013, http://world.time.com/2013/10/23/europes-roma-face-witch-hunt-after-reports-of-child-snatching.
10 Alissa J. Rubin, “Mystery of Missing Mushrooms Leaves French Blaming Roma,” The New York Times,
http://www.nytimes.com/2013/11/28/world/europe/mystery-of-missing-mushrooms-leaves-french-blaming-
roma.html?_r=0.
11 Ibid.
12 Ver “Roma in Berlin,” Julio-Agosto 2013 response, pp. 28–34.
13 Thomas Rodemeyer (coordinador de Ministerios Roma, de la Iglesia Metodista Unida en Europa Sur y
Central, y participante en la conferencia anual de los ministerios metodistas unidos con los roma. La
conferencia más reciente se condujo en Varna, Bulgaria, en noviembre de 2013), entrevista realizada por el
autor en noviembre de 2013.
14 “Scapegoating the Roma, Again,” New York Times, de octubre 17, 2013,
http://www.nytimes.com/2013/10/18/opinion/scapegoating-the-roma-again.html.
17
15 George Soros, “Europe needs a Roma working class,” 26 de noviembre, 2013,
http://www.theguardian.com/business/2013/nov/26/europe-roma-working-class-george-soros.
16 Keno Verseck, “Hungary’s Racism Problem: Orbán Friend Says Roma ‘Shouldn’t Be Allowed to Exist,’”
Spiegel Online, 11 de enero, 2013, http://www.spiegel.de/international/europe/hungarian-journalist-says-roma-
should-not-be-allowed-to-exist-a-876887.html.
17 Benjamin Weinthal, “Anti-Jewish tirades at Hungarian newspaper provoke outrage,” 4 de agosto, 2011, http://
www.jpost.com/Jewish-World/Jewish-News/Anti-Jewish-tirades-at-Hungarian-newspaper-provoke-outrage.
18 “Après ses propos sur Hitler, Bourdouleix démissionne de l’UDI,” Le Monde, de julio, 2013,
http://www.lemonde.fr/politique/article/2013/07/24/apres-ses-propos-sur-hitler-gilles-bourdouleix-demis
sionne-de-l-udi_3453152_823448.html. Ver también “Told to Move On: Forced Evictions of Roma in France,”
Amnistía Internacional, 8 de octubre, 2013, http://www.amnestyusa.org/research/reports/told-to-move-on-
forced-evictions-of-roma-in-france.
19 Anthony Faiola, “Italy’s crackdown on Gypsies reflects rising anti-immigrant tide in Europe,”
The Washington Post, 12 de octubre, 2010, http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/
2010/10/11/AR2010101105815.html.
20 “Betr.: Roma” Der Spiegel, 2 de abril, 2012, http://www.spiegel.de/spiegel/print/d-84631720.html. Ver
también “Berlin’s Roma want more than toleration,” http://www.dw.de/berlins-roma-want-more-than-
toleration/a-15665087.
21 “Betr.: Roma” Der Spiegel, April 2, 2012, http://www.spiegel.de/spiegel/print/d-84631720.html. Ver
también “Berlin’s Roma want more than toleration,” http://www.dw.de/berlins-roma-want-more-than-
toleration/a-15665087.
22 “France: Protect against forced evictions,” Amnistía Internacional, 29 de noviembre, 2013.
23 “Who Are The Roma?” Here & Now.
24 Daniel Topalski (superintendente de la Iglesia Metodista Unida en Bulgaria y Rumania), entrevista realizada
por el autor, noviembre 2012.
25 Alissa J. Rubin, “France Says Deportation of Roma Girl Was Legal,” The New York Times, 19 de octubre,
2013, http://www.nytimes.com/2013/10/20/world/europe/france-says-deportation-of-roma-girl-was-legal.html.
26 Ibid.
27 “The Roma row,” The Brunei Times, 23 de ocubre, 2013, http://www.bt.com.bn/opinion/2013/10/23/roma-row.
28 Katie Harris, “For Europe’s Roma, Racism Gets Worse in Tough Economic Times,” Time, 21 de agosto, 2013,
http://world.time.com/2013/08/21/roma-in-europe-age-old-discrimination-worsens-in-tough-economic-times.
29 En su informe a Mujeres Metodistas Unidas sobre el programa, el Servicio Mundial de Iglesia destaca a una
participante: Duda Giltena. Su historia, y cómo la ayudó el Servicio, se incluye en el Apéndice.
18
30 Para conocer el relato personal de una visita a esta comunidad, ver http://www.kairosphotos.com/blog/
roma-redux/.
31 Mirjana Cosic, (directora del preescolar Nasa Radost en Smederevo), entrevista realizada por el autor,
noviembre de 2012. Publicada en https://vimeo.com/56844753.
32 Bernie M. Farber, Nate Leipciger y Avrum Rosensweig, “Bernie M. Farber, et al.: Hating the Jew, hating the
‘gypsy,’” National Post, 25 de septiembre, 2012 http://fullcomment.nationalpost.com/2012/09/25/bernie-m-
farber-et-al-hating-the-jew-hating-the-gypsy.
33 “For Roma, Life in US Has Challenges,” Voice of America, 6 de abril, 2011,
http://www.voanews.com/content/for-roma-life-in-us-has-challenges-119394819/163156.html.
34 Ian Hancock, “On Abuses Against Gypsies in Eastern Europe,” Romani Archives and Documentation
Center, 14 de abril, 1994, http://www.radoc.net/radoc.php?doc=art_f_bias_mediaresponsibility&lang=en&arti
cles=true.
35 Mona Nicoară, “American Gypsies needs to catch up with the reality of Roma people’s lives,” The Guardian,
28 de julio, 2012, http://www.theguardian.com/commentisfree/2012/jul/28/american-gypsies-reality-roma-lives.
36 Ibid.
37 Ibid.
38 Ibid.
39 Ibid.
40 Ver “Who is Roma? In Bulgaria rising racism provokes many to change identity,” response, mayo de 2013,
pp. 20–25.
41 Kayla Webley, “Hounded in Europe, Roma in the U.S. Keep a Low Profile,” Time, 13 de octubre, 2010,
http://content.time.com/time/nation/article/0,8599,2025316,00.html.
42 Ian Hancock, “The Schooling of Romani Americans: An Overview,” Romani Archives and Documentation
Center, http://www.radoc.net/radoc.php?doc=art_g_education&lang=en&articles=true.
43 “For Roma, Life in US Has Challenges,” Voice of America.
44 Ibid.
45 Ibid.
46 Ver también Oksana Marafioti, American Gypsy: A Memoir (New York: Farrar, Straus and Giroux, 2012).
ŏs