LOS MUROS DE CHILEcomprobamos que los barrotes que nos rodean no son imaginarios. Al mismo tiempo,...
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► A través de una potente instalación, que combina proyecciones audiovisuales, poesía y barrotes, entre
otros elementos, el artista alemán Louis Von Adelsheim logra traspasar al observador la angustia del encierro. Detrás de ello, la poetisa Andrea Brandes impulsa una profunda reflexión sobre la cárcel, con el objetivo de
lograr el desarrollo de políticas públicas para cambiar la triste realidad carcelaria del país.
► Por Marcelo Padilla V.,Unidad de Comunicaciones y Participación Ciudadana,
Defensoría Nacional.
BAJO PROMESA
LOS MUROS DE CHILE
► Fotos: Felipe Báez y Aliosha Márquez.
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Estamos en una habitación chica. Está oscuro y nos
sentimos agobiados, encerrados. Algunos hablan
en susurros, otros sólo están muy atentos a lo que
pueda pasar.
De pronto se enciende una luz y todos ahí
comprobamos que los barrotes que nos rodean no son
imaginarios. Al mismo tiempo, sobre los muros que nos rodean
aparecen imágenes reales de la vida cotidiana al interior de
la cárcel de Valparaíso: la cuenta matinal de presos, el reparto
de alimentos, los baldes para recoger agua en los patios, las
misas de los internos cristianos…
Todos en esa pequeña habitación, por un escaso momento,
nos sentimos sin libertad, totalmente atrapados. Quizás
ese traspaso, simbólico y emocional, sea el mayor logro de
la instalación artística “Los muros de Chile”, que el artista
alemán Louis Von Adelsheim presenta en el Museo de Arte
Contemporáneo (MAC), en calle Matucana.
Los presentes aprovechamos de observar la muestra gracias
a una invitación que la Fundación Paz Ciudadana ha hecho
previamente, para asistir allí a un conversatorio denominado
“Crónicas de un castigo anunciado: cómo prevenimos”.
En otro salón, completamente oscuro, una imagen muestra a
un recluso escarbando un muro con una cuchara, buscando
quizás la más mínima ruta hacia la libertad. Sobre los muros,
imágenes de gendarmes en guardia lo observan expectantes.
Entrar allí y sentirse un vigilante más es cuestión de segundos.
En otra sala, una pantalla led en forma de mesa proyecta
la imagen de un opíparo banquete, en que sólo se observa
el ansioso movimiento de las manos de los comensales. El
espacio está rodeado de barrotes y luego, por un cerco externo
‘electrificado’, que evidentemente impide el paso, mientras de
fondo, en una letanía de gran contraste, se escuchan poemas
sobre la libertad declamados por otros internos de la cárcel
porteña.
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METÁFORAS PARA LA EMPATÍA
La poetisa Andrea Brandes, impulsora de esta iniciativa,
explica que tras realizar durante ocho años un taller de
poesía en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), “me llamó
la atención que los presos no hacían el vínculo con sus
víctimas. En la cultura carcelaria no se habla de ellas,
pero a través de la poesía ellos lograron hacer ese en-
ganche. A través de las metáforas sobre los sentimien-
tos de otras personas, se dieron cuenta de lo que les
había pasado”.
Dice que el ejercicio fue tan potente, que ninguno de los
internos que asistió al taller reincidió en el delito, al menos
durante los tres años en que se les hizo seguimiento
posterior.
“Lo que estamos haciendo acá es lo mismo, porque
son metáforas visuales. Nosotros, como cuerpo social,
somos coautores de la realidad de las cárceles, pero no
lo podemos ver. Cuando te muestran la cárcel tal cual es,
tú reprimes el pensamiento, reprimes ver eso y asumirlo.
En cambio, mostrado así, en estos cuadros simbólicos, se
hace más digerible. Esa es la intención de la muestra”.
Brandes agrega que tras el conversatorio de Paz Ciudada-
na se organizarán otros tres encuentros similares, con ex-
positores reconocidos, con la idea de abordar y hacer visi-
bles distintas temáticas de marginación y vulnerabilidad
extremas asociadas al mundo carcelario.
“Uno tiene que ver con marginalidad urbana, una mirada
sobre la ciudad. Ahí se va a tocar el tema de los campamen-
tos, del encarecimiento del suelo, de la segregación de los
barrios, porque todos los presos vienen de cordones de
pobreza. Después habrá otro sobre infancia e infracción
de ley, que lo está organizando la Teresa Izquierdo, y des-
pués habrá un tercer encuentro, sobre inserción y reinser-
ción social”, explica.
Según la poetisa, la idea que hay detrás es bien potente:
“Lo que nosotros queremos es juntar a los mundos y crear
condiciones para que la autoridad se atreva a desarrollar
políticas públicas que aborden estos temas”, concluye.