Los Instrumentos Musicales en El Romanico Jacobeo Estudio Organologico Evolutivo y...

download Los Instrumentos Musicales en El Romanico Jacobeo Estudio Organologico Evolutivo y Artisticosimbolico 0 (1)

of 42

description

Los Instrumentos Musicales en El Romanico Jacobeo

Transcript of Los Instrumentos Musicales en El Romanico Jacobeo Estudio Organologico Evolutivo y...

  • Los Instrumentos Musicales en el

    Romnico Jacobeo: estudio organolgico, evolutivo y

    artstico - simblico

    Director: Dr. D. Vctor Nieto Alcaide Catedrtico del Dpto. de Historia del Arte

    Facultad de Geografa e Historia de la UNED

    Porras Robles, Faustino

    ISBN: 978- 84- 690- 6813- 7 Depsito Legal: A- 923- 2007

  • UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIN A DISTANCIA

    FACULTAD DE GEOGRAFA E HISTORIA Departamento de Historia del Arte

    Los Instrumentos Musicales en el Romnico Jacobeo:

    estudio organolgico, evolutivo y artstico simblico

    ISBN: 978- 84- 690- 6813- 7 Depsito Legal: A- 923- 2007

    Faustino Porras Robles

  • 0. INTRODUCCIN

    1. LOS CAMINOS HACIA SANTIAGO

    1.1. ORIGEN Y EVOLUCIN 1.2. IMPORTANCIA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN LA DIFUSIN DEL

    ROMNICO

    1.3. EL CAMINO FRANCS

    1.4. EL CAMINO PRIMITIVO O DEL INTERIOR

    1.5. EL CAMINO PORTUGUS

    1.6. LA VA DE LA PLATA 1.7. EL CAMINO INGLS

  • 1.8. RAMALES SECUNDARIOS La Ruta de la Costa Len - Oviedo Bayona - Burgos Camino de Fisterra Otros

    2. LA MSICA DURANTE LOS SIGLOS DEL ROMNICO

    2.1. GNEROS MUSICALES: MONODIA Y POLIFONA 2.2. IMPORTANCIA DE LOS INSTRUMENTOS EN LA MSICA

    3. ICONOGRAFA MUSICAL EN EL ROMNICO JACOBEO

    3.1. ANTECEDENTES

    3.2. TEMAS ICONOGRFICOS: ORIGEN Y SIGNIFICACIN SIMBLICA

  • 3.3. REPRESENTACIONES MUSICALES 3.3.1. Camino Francs y zonas adyacentes

    Aragn: Jaca, Agero, Biota, Ejea de los caballeros, El Frago, Uncastillo, Santa Cruz de la Sers y Sos del Rey Catlico Navarra: Leyre, Sangesa, Catalan, Artaiz, Estella, Olriz y San Martn de Unx Logroo: Santo Domingo de la Calzada, Ochnduri y Viguera Castilla y Len: Cerezo de Riotirn y Hormaza (Burgos). Frmista y Carrin de los Condes (Palencia). Len y Corulln (Len) Galicia: Castro de Amarante, Chantada, Portomarn, Ribas do Mio, San Miguel do Monte y Sarria (Lugo). Melide y Santiago (A Corua)

    3.3.2. Camino Primitivo Lugo: Lugo

    3.3.3. Camino Portugus y zonas adyacentes Orense: A Mezquita, Astureses, Esposende, Orense, Pantn, Ribadavia, Serantes, Trasalba, Trives y Ucelle Pontevedra: Agudelo, Angoares, Bembrive, Carboeiro, Fiestras, Moaa, Moreira, Ouzande, Pontevedra, Rebn, Rebordns, San Andrs de Csar, San Pedro de Ancorados y Tabeirs

    3.3.4. Va de la Plata Salamanca: Salamanca Zamora: Santa Marta de Tera

    3.3.5. Camino Ingls A Corua: A Corua, Montefaro, Betanzos y Bramo

  • 3.3.6. Ruta de la Costa y ramales alternativos Vizcaya: Frniz y Muxika Cantabria: Brcena de Pie de Concha, Barruelo de los Carabeos, Bolmir, Cervatos, Henestrosa de las Quintanillas, Piasca, Pujayo, Raicedo, Santillana del Mar, Sili y Yermo Asturias: Amandi, Aramil, Bedn, La Lloraza, Narzana, Valdebrcena y Villaviciosa Lugo: Foz Burgos: Ahedo de Butrn, Colina de Losa, Escalada, Moradillo de Sedano, Rebolledo de la Torre, San Miguel de Cornezuelo, Siones, Tabliega y Vallejo Palencia: Cillamayor, Moarves de Ojeda, Perazancas, Revilla de Santulln y Vallespinoso de Aguilar

    3.3.7. Ramal Bayona - Burgos lava: Alayza, Armentia, Elburgo, Estbaliz, Ondtegui, Pedruzo y Zestafe Burgos: Min y Monasterio de Rodilla

    3.3.8. Camino de Fisterra A Corua: Moraime y Morquintin

    3.3.9. Otros Camino de vila a Astorga: vila Camino de Toledo a Carrin: Segovia y Sotosalbos Camino de Levante: San Esteban de Gormaz y Santo Domingo de Silos Caminos del Duero: Zaragoza, greda, Soria, Calataazor, Tiermes, Torreandaluz y Valbuena de Duero Camino de Valladolid: Toro Ruta Catalana: Sant Cugat del Valls, Sant Benet de Bages, LEstany y localidades prximas

  • 4. ESTUDIO ORGANOLGICO COMPARATIVO

    4.1. AERFONOS - Albokas - "Alphorn" - Aafiles - Aulos - Cuernos (Olifantes) - Flautas rectas - Gaitas - Portativos - Silbatos - Siringas - Toneles - Aerfonos Indeterminados

    4.2. CORDFONOS - Arpas (triangulares, "rectangulares" y "romnicas") - Arpas - salterio - Cedras - Fdulas (ovales, "en ocho", piriforme, rectangular...) - Gigas - Lades - Organistrum - Rabeles - Salterios ("santir", "qnum", en forma de "T")

  • 4.3. PERCUSIN - Pandero - Tamboril - Tejoletas - Tintinnabulum

    5. CONCLUSIONES 6. BIBLIOGRAFA Y FUENTES

    APNDICE DOCUMENTAL

  • Faustino Porras Robles - 1 -

    A Mary e Iria, que han hecho conmigo este largo camino.

  • Faustino Porras Robles - 2 -

    Debo expresar mi ms profundo agradecimiento al Dr. Nieto Alcaide, director de esta tesis, sin cuyas valiosas y oportunas sugerencias y orientaciones difcilmente este trabajo habra dejado de ser un proyecto. Todo lo que pueda agradecer a Mary e Iria siempre ser poco para lo mucho que se merecen por su apoyo, nimo constante...y paciencia. Mi agradecimiento tambin va dirigido a mis padres de quienes aprend el valor del trabajo callado. In memoriam, a mi primer maestro de msica, D. Vicente Chuli Talns, hoy injustamente olvidado. Agradecimiento y respeto hacia D. Antonio Arias: l me ense el verdadero significado de ser msico. Finalmente, un sentido agradecimiento hacia el Camino y todos los que lo cuidan y valoran.

  • Faustino Porras Robles - 3 -

    Abreviaturas que aparecen a lo largo de esta tesis:

    Aa: Camino de vila a Astorga Bb: Ruta de Bayona a Burgos

    Ca: Ruta Catalana Cd: Caminos del Duero

    Cl: Camino de Levante Co: Ruta de la Costa

    Cv: Camino de Valladolid Fr.: Camino Francs

    Fs: Camino a Fisterra In: Camino Ingls

    Pg.: Camino Portugus Pr: Camino Primitivo

    Tc: Camino de Toledo a Carrin Vp: Va de la Plata

    AC: A Corua AL: lava AS: Asturias

    AV: vila B: Barcelona BU: Burgos

    CA: Cantabria G: Gerona HU: Huesca

    LE: Len LL: Lrida LR: La Rioja

    LU: Lugo NA: Navarra OU: Ourense

    PA: Palencia PO: Pontevedra SA: Salamanca SG: Segovia SO: Soria VI: Vizcaya

    Z: Zaragoza ZA: Zamora

  • Faustino Porras Robles - 4 -

    Figura 1: Itinerario del Camino Primitivo. p. 14 Figura 2: Las cuatro rutas del Camino de Santiago en Francia. p. 26 Figura 3: El Camino Francs. p. 27 Figura 4: Acrbata, ouroboros y el yin y el yang. p. 142 Figura 5: El Camino Francs. p. 143 Figura 6: El Camino Francs en Aragn y su zona de influencia. p. 144 Figura 7: El Camino Francs en Navarra y su zona de influencia. p. 177 Figura 8: El Camino Francs en La Rioja. p. 197 Figura 9: El Camino Francs en Burgos y Palencia. p. 201-202 Figura 10: El Camino Francs en Len. p. 210 Figura 11: El Camino Francs en Galicia. p. 220-221 Figura 12: Las variantes del Camino Portugus. p. 257 Figura 13: La Va de la Plata. p. 295 Figura 14: El Camino Ingls. p. 300 Figura 15: La Ruta de la Costa. p. 310 Figura 16: La Ruta de la Costa en Guipzcoa y Vizcaya. p. 312 Figura 17: La Ruta de la Costa en Cantabria. p. 314 Figura 18: La Ruta de la Costa en Asturias. p. 336 Figura 19: La Ruta de la Costa en Lugo. p. 345 Figura 20: La Ruta de la Costa en Burgos. p. 347 Figura 21: La Ruta de la Costa en Palencia. p. 363 Figura 22: El Ramal de Bayona a Burgos en Guipzcoa y lava. p. 371 Figura 23: El Ramal de Bayona a Burgos en Burgos. p. 377 Figura 24: El Camino a Fisterra. p. 382 Figura 25: Otros Caminos hacia Santiago. p. 386 Figura 26: Distribucin porcentual de las familias instrumentales. p. 502 Figura 27: Instrumentos de percusin. p. 503 Figura 28: Instrumentos de viento. p. 503 Figura 29: Instrumentos de cuerda. p. 503

  • Faustino Porras Robles - 5 -

    0. INTRODUCCIN

    La presente tesis lleva por ttulo Los instrumentos musicales en el romnico jacobeo: estudio organolgico, evolutivo y artstico-simblico. La idea bsica del mismo es la de llevar a cabo una labor interdisciplinar en la que se fundan elementos artsticos (plsticos e iconogrficos) y musicales, de manera que la escultura y la pintura, presentes habitualmente en la arquitectura, se conviertan en materias auxiliares de la Musicologa. Esta disciplina, definida como la ciencia que estudia "...la msica en todos sus aspectos histricos, comparativos y tericos" 1 tiene entre sus ramas ms importantes la Organologa, (lat. organa: instrumentos), que se centra bsicamente en tres campos de estudio: origen y clasificacin de los instrumentos a partir de aspectos etnolgicos y antropolgicos, descripcin material de los mismos y tcnicas interpretativas especficas2. La organologa empieza a presentar una cierta sistematizacin, ms o menos rigurosa, a partir del Renacimiento con los tratados de Virdung (Resumen de la msica en alemn, 1511), Schick (Espejo de fabricantes y taedores de rgano, 1511), Agrcola (Msica instrumental en alemn, 1528) o Luscinius (Musurgia, seu praxis musicae, 1536) 3. Sin embargo, los tratados son prcticamente inexistentes en la Edad Media, poca en la que la especulacin organizativa y formal de la msica centra el inters de los principales tericos (Hucbaldo, Odn de Cluny o Guido d'Arezzo) y en la que, si hay referencias a los instrumentos musicales, sern de tipo mstico 4; sin duda alguna ello se debi a que, durante el medioevo, siempre eran utilizados para acompaar otras actividades "superiores" (canto, poesa o danza). De este momento tenemos fuentes literarias como Las Etimologas de San Isidoro, el himno visigtico Pro Nubentibus, el Libro de Apolonio, el Libro de Aleixandre o el Libro del Buen Amor, entre

    1 PREZ, M., Diccionario de la Msica y los msicos, vol. 2. Madrid, Istmo, 1985, p. 369. 2 TRANCHEFORT, F.R., Los instrumentos musicales en el mundo. Madrid, Alianza Msica, 1985, p. 16. 3 SACHS, C., Historia Universal de los Instrumentos Musicales. Buenos Aires, Centurin, 1947, pp. 248-249. 4 LPEZ-CALO, J., La Msica Medieval en Galicia. La Corua, Fund. Pedro Barri de la Maza, 1982, p. 79.

  • Faustino Porras Robles - 6 -

    otros 5. Pero aceptando su importancia, tambin es un hecho claro que, en ningn momento, existe un inters descriptivo o analtico sino meramente enumerativo; adems, con mucha frecuencia, existe una gran disparidad en la denominacin de un mismo instrumento lo que no contribuye precisamente a la clarificacin de este apartado. Es por esto por lo que, para el estudio de la msica en la poca medieval, la iconografa se presenta como una ciencia auxiliar fundamental para el desarrollo de la organologa, puesto que numerosas edificaciones del momento cuentan con representaciones ms o menos fidedignas de diferentes instrumentos musicales, lo que deber ser tomado como punto de partida para un anlisis riguroso posterior. Dicho todo lo anterior, tambin es necesario justificar otros aspectos referentes a esta tesis: por qu centrar el estudio en el periodo del romnico y a lo largo del Camino de Santiago? Respondiendo a la primera cuestin hay que decir que, antes del siglo XI, las principales representaciones musicales en el mbito plstico, son las que aparecen en los beatos: comentarios al Apocalipsis de San Juan que, a imitacin del que realiz hacia el 786 el monje Beato de Libana, fueron apareciendo en todo el territorio hispnico hasta comienzos del siglo XII (Beato de Gerona, del Burgo de Osma, etc) 6. En ellos apreciamos poco inters por la fidelidad respecto al instrumento representado y una cierta monotona en la tipologa de los mismos: bsicamente trompetas y lades. Dando un salto en el tiempo y situndonos en el periodo del gtico, sucede justamente lo contrario: existe una gran variedad pero el "repertorio" organolgico utilizado para la ornamentacin de los edificios est fuertemente estandarizado. Es, por tanto, el periodo del romnico, el que, a mi entender, se presenta como el ms interesante para el desarrollo posterior de los instrumentos: muchos de ellos evolucionarn mientras que otros irn quedando obsoletos y, gradualmente, sern menos utilizados y desaparecern. En otro orden de cosas, a nadie se le puede escapar la importancia que tuvo el Camino de Santiago, con sus diferentes ramales, para el desarrollo de aspectos sociales y artsticos: numerosos extranjeros, concretamente francos, contribuyeron activamente a la repoblacin de aquellas zonas que iban siendo reconquistadas a los rabes; poblaciones como Jaca, Sangesa. Monreal, Pamplona o Navarra y, en general, todas las del Camino Francs, contaron con burnaos (burgos novos) poblados por

    5 PEDRELL, F., Emporio cientfico e histrico de organografa Musical Antigua Espaola. Barcelona, J. Gili, librero, 1901, p. 36. 6 LPEZ-CALO, J.: Op. cit. p. 80.

  • Faustino Porras Robles - 7 -

    habitantes forneos favorecidos por privilegios otorgados por la monarqua de la zona 7. La literatura tambin se vio favorecida por esta ruta en un momento (siglo XI) en el que peregrinos y cruzados, que regresaban de combatir contra los musulmanes, comenzaron a considerar como "patrn" a Carlomagno y sus ejrcitos. En el sur de Francia y en la zona nororiental espaola, las referencias al mismo eran muy frecuentes lo que acab por lograr que fuese considerado como el "restaurador" del camino que permita acceder hasta los restos del apstol 8. La Crnica de Turpin (o el Pseudoturpin, segn Bedier), la Prise de Pampelune (La toma de Pamplona) de Nicols de Verona, la Chanson d'Angolant, la Gui de Bourgougne y otros relatos, sern verdaderas canciones de gesta que se desarrollarn a lo largo del Camino de Santiago y gracias al mismo. La msica no poda ser una excepcin: los principales avances de la poca en este terreno (nacimiento y desarrollo de la polifona), fueron conocidos y "exportados" desde escuelas situadas en Pars y otras localidades del Camino, destacando sobre todas, las de San Marcial de Limoges y la de Santiago. De hecho, la relacin entre este centro y los de Francia fue fructfera y muy intensa: el Liber Sancti Iacobi de la catedral de Santiago, conocido como el Cdice Calixtino, contiene, adems de la primera descripcin detallada del Camino Francs realizada por Aymerico Picaud, un conjunto de cantos que demuestran que esta escuela se encontraba absolutamente al da en cuanto a las principales innovaciones musicales. Adems, Lpez-Calo cita documentos de la Catedral de Santiago en los que consta cmo el Cabildo mandaba a sus mejores hombres a estudiar a Pars Teologa, Filosofa y Msica9. Por ltimo, en el contexto artstico, debemos hablar de las iglesias de peregrinacin, templos que presentan una estructura y una tipologa comn especialmente indicada para acoger grandes grupos de peregrinos vidos de ver y rezar ante las reliquias de diferentes santos. Florecern a lo largo del Camino, desde Santa Fe (Conques) hasta Santiago pasando por San Marcial (Limoges) y San Saturnino (Toulouse), disputndose el orgullo de poseer las ms importantes reliquias y de atraer al mayor nmero posible de peregrinos 10.

    7 VZQUEZ, LACARRA y URA, Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela vol. 1. Facsmil de la edicin de 1948. Pamplona, Dpto. de Educacin y Cultura. Gobierno Navarro, 1998, pp. 469 y ss. 8 ibidem, p. 499. 9 LPEZ-CALO, J.: Op. cit., p. 53. 10 VZQUEZ, LACARRA y URA: Op. cit. p. 547.

  • Faustino Porras Robles - 8 -

    En todas ellas surgirn motivos ornamentales e iconogrficos que, en definitiva, formarn parte del objeto de este estudio: la representacin del Cordero o el Pantocrtor rodeado por los 24 Ancianos Msicos, el rey David con su "orquesta" o distintas escenas que pueden ser catalogadas como "de juglara", aparecern con muchsima frecuencia en los templos edificados a lo largo del Camino de Santiago, con una finalidad claramente didctica o moralizante. En cuanto a la metodologa utilizada, sta fue variando en funcin de las diferentes fases del trabajo: determinacin de las rutas y ramales (principales o secundarios) que llegaban hasta Santiago; localizacin en las mismas de los posibles ejemplos escultricos con ornamentacin musical; visualizacin y toma de muestras fotogrficas y, por ltimo, anlisis, comparacin y catalogacin de las mismas.

    - Para llegar a conclusiones satisfactorias respecto a los posibles itinerarios jacobeos en territorio hispnico, la consulta fue, necesariamente, bibliogrfica: el haber recurrido a las fuentes (mapas topogrficos antiguos, estudios toponmicos y hagionmicos e, incluso, informacin oral) hubiese alargado en demasa el tiempo de elaboracin de la tesis y habra hecho que nos introdujsemos en un terreno ajeno al objetivo principal de la misma. As pues, partiendo de la obra de Vzquez, Lacarra y Ura (Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela), que puede ser considerada como la ms importante y significativa de todas las que tratan este tema, se determin el trayecto del Camino Francs y de las rutas alternativas, todo lo cual se fue enriqueciendo con la informacin suministrada por publicaciones locales (municipales, provinciales y autonmicas) y privadas (toda suerte de guas cartogrficas y divulgativas) nacidas bajo el auspicio y promocin de los sucesivos xacobeos, sin que pueda ni deba ser olvidada la valiosa ayuda prestada con entusiasmo y absoluto desinters por las diferentes asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

    - Completada la primera fase del estudio, el objetivo siguiente fue el de determinar, de la manera ms completa posible, la localizacin de construcciones romnicas en dichas rutas o sus zonas adyacentes, es decir, all donde hubiese podido llegar le influencia ornamental que se iba a estudiar. Esto fue sencillo en el caso de las edificaciones paradigmticas (catedral de Jaca, San Martn de Frmista, San Isidoro de Len, etc), pero fue enormemente laborioso en lo relativo a las construcciones menores (iglesias rurales, ermitas, cenobios).

  • Faustino Porras Robles - 9 -

    Para ello se recurri a todo tipo de escritos relacionados con el arte romnico, desde grandes colecciones (La Espaa Romnica) a monografas sumamente especializadas (El romnico en Cantabria o La Arquitectura y escultura en el Valle de Mena), sin desechar guas tursticas, folletos informativos y todo aquello que contuviese datos, escritos o grficos, de inters.

    - En este momento dio comienzo el verdadero trabajo de campo: desplazarse hasta los lugares correspondientes para intentar visualizar y fotografiar los motivos musicales esculpidos en arquivoltas, canecillos, capiteles y tmpanos, o pintados en muros y bsides. Esta ha sido una ardua labor llevada a cabo a lo largo de muchos aos y muchos kilmetros: el autor ha realizado en solitario y a pie dos veces el Camino Francs y, tambin a pie, el Camino Primitivo, el Camino Ingls y el ramal de Len a Oviedo; y en automvil, todas las rutas restantes: el Camino Portugus con sus variantes, la Ruta de la Costa y sus ramales alternativos, la Va de la Plata desde Ciudad Rodrigo, etc. En muchos casos, la localizacin del edificio romnico era simple y sin equvocos, aunque en determinadas zonas, especialmente en Galicia, la bsqueda se volva mucho ms complicada debido a su orografa y su toponimia donde se aunaban trminos referidos al concello (ayuntamiento), lugar (divisin territorial menor que el concello), parroquia y villa o aldea. El registro fotogrfico se realizaba sin dificultad cuando el motivo se hallaba en el exterior; sin embargo la cosa era bien diferente si se trataba del interior puesto que, en este caso, adems haba que localizar la casa que guardaba las llaves y contar con la buena voluntad de quien poda permitirnos el acceso al interior ya que, con frecuencia, deba interrumpir sus labores cotidianas. En honor a la verdad hemos de decir que, la inmensa mayora de las veces, hemos dado con hombres y mujeres de trato amable y con ganas de facilitar nuestro trabajo: orgullosos de la pequea joya que custodiaban, nos mostraban su iglesia, encendan las luces y nos daban todo tipo de explicaciones sobre la misma. As, se fue conformando un archivo extenso y completo de fotografas y diapositivas, casi todas ellas de aceptable calidad teniendo en cuenta que, en este campo, el autor es un simple aficionado; cuando sta no ha sido la deseada (generalmente debido a la escasa iluminacin del interior o a la

  • Faustino Porras Robles - 10 -

    distancia), presentamos un dibujo o calco realizado a partir de la misma y transformado gracias a diferentes programas informticos.

    - Con todo el material en nuestras manos, slo restaba la ltima parte: el anlisis iconogrfico y organolgico del mismo que nos permitiese una posterior clasificacin evolutiva. El estudio iconogrfico ha sido interesantsimo ya que, adems de las fuentes bblicas tradicionales, se han rastreado posibles conexiones con filosofas gnsticas y pensamientos alqumicos. En cuanto al puro contenido organolgico, ha sido fundamental el realizar una cierta vinculacin con fuentes literarias del momento (o poco ms tardas) que nos permitiesen arrojar algo ms de luz sobre los instrumentos (denominacin habitual, caractersticas fsicas, sonoridad, tcnica interpretativa), as como la consulta de obras clave, como pueden ser todas las de Sachs o determinados captulos de la de lvarez (Los Instrumentos Musicales en la plstica espaola durante la Edad Media...). Finalmente, cotejando la mayor parte de los elementos de nuestro estudio (datacin aproximada de la obra, caractersticas musicales del momento, caractersticas fsicas del objeto representado, posibilidades musicales del mismo y contexto en el que aparece dicha representacin), se han extrado conclusiones, lo ms rigurosas posibles, sobre si existi o no evolucin tipolgica de los instrumentos musicales en la poca medieval.

    Debemos, para finalizar, citar las palabras de Torres quien indica que, en la actualidad, es una ... premisa ineludible la recopilacin sistemtica de datos iconogrficos, literarios e histricos sobre la materia 11; esta tesis pretende ser una pequea aportacin a esta labor.

    11 TORRES, J., "Miniatura del folio 201 - versus el Cdice b.12" en Symposium Alfonso X el Sabio y la Msica. (Madrid, 1984). Vol. X, n 1. Madrid, Sociedad Espaola de Musicologa, p. 118.

  • Faustino Porras Robles - 11 -

    1. LOS CAMINOS HACIA SANTIAGO

    1.1. ORIGEN Y EVOLUCIN La peregrinacin es "... un viaje que se lleva a cabo individual o colectivamente... para llegar a un lugar sagrado donde se manifiesta de manera ms o menos evidente algn hecho sobrenatural" 1. Aunque es ms frecuente en la civilizacin cristiana y en la poca medieval, no es exclusiva de esta religin ni de este momento 2. De hecho, las tres principales religiones (budismo, islamismo y cristianismo) coinciden en esta prctica: - en la India, los budistas acostumbraban a peregrinar a Sarnath, bosque prximo a Benars, donde Siddhartha, ms conocido como Buda (el Iluminado), haba comenzado sus predicaciones. Tras su muerte, ser reconocido como una nueva reencarnacin de Visn y sus cenizas se repartirn entre diez monasterios que se convertirn en otros tantos centros de peregrinacin. - La religin islmica tambin contempla el peregrinaje como un precepto: el "muslim" (creyente) debe visitar, como mnimo, una vez en su vida el santuario de la Kaaba, en la Meca y, aunque no es preceptivo, tambin suele acudir a Medina, lugar donde se encuentra la tumba del profeta. - En el contexto cristiano, desde los primeros tiempos podemos hablar de tres diferentes tipos de peregrinacin: en un primer momento, a finales del siglo II y comienzos del III, los peregrinos visitarn espontneamente aquellos lugares citados en la Biblia, fundamentalmente Beln y Jerusaln 3 por los que haba transitado Cristo, la Virgen y los Santos. Aunque no poseemos muchas fuentes sobre estas primeras peregrinaciones, un relato descriptivo muy interesante es el Itinerario de la virgen Egeria que relata el viaje que la monja (o abadesa) Egeria, gallega culta, refinada y conocedora de las Sagradas Escrituras, realiz a los Santos Lugares (Monte Sin, el Nebo, etc), entre los aos 381 y 384 4. Dicho relato tambin es sumamente importante en el mbito musical: describe toda una serie de ritos y

    1 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 1, p. 9. 2 MARINO FERRO, X.R., Las Romeras / Peregrinaciones y sus smbolos. Vigo, Ed. Xerais de Galicia, 1987, p. 9. 3 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 1, p. 11. 4 ALN, P., Historia da Msica Galega. Vigo, A Nosa Terra, 1997, p. 19.

  • Faustino Porras Robles - 12 -

    ceremonias que nos permiten conocer elementalmente la liturgia y el canto de la primitiva Iglesia cristiana 5.Otro tipo de peregrinacin ser aquel que se lleve a cabo visitando los lugares en los que, todava en vida, habiten determinados personajes, puesto que "... aunque el santo no es una reliquia, es tratado como si lo fuera" 6. San Antonio, San Hilarin o Simen el Estilita vieron interrumpido frecuentemente su retiro eremtico por peregrinos que buscaban consejo y pretendan tocar sus vestiduras, sin duda alguna, para obtener beneficios fsicos y espirituales 7. A pesar de todo, como la vida de los santos es demasiado breve como para que el lugar se convierta en foco sagrado permanente, finalmente sern sus reliquias las que perduren y atraigan a los peregrinos. Desde este momento, las tumbas sern los lugares sobre los que se construyan los principales santuarios para recibir las corrientes de peregrinacin ms importantes, aunque tambin sern significativos aquellos templos que contengan el cuerpo (o parte de l) de un santo o mrtir trasladado de su lugar original de enterramiento, Lignum Crucis, clavos de la Cruz de Cristo, etc. Mientras que en la zona occidental del imperio romano se observaba escrupulosamente la antigua legislacin referente a los restos de los difuntos, el culto a las reliquias fue mucho ms importante, en un primer momento, en la zona oriental. Poseemos numerosas noticias que dan cuenta del traslado de cuerpos de santos en Oriente: el de San Babilas en Dafne, se realiz a mediados del siglo IV siguindole, en el mismo siglo, los de San Timoteo, San Andrs, San Lucas y San Pnfilo, todos ellos llevados a Constantinopla 8. Pronto surgir una nueva costumbre que ser la de dividir y repartir los cuerpos puesto que, tal y como indica Teodoro de Cir o Basilio de Cesarea, "... una vez partido el cuerpo, la gracia permanece intacta; ...una pequea e nfima reliquia posee el mismo poder que el mrtir que no fue partido" 9. Esta prctica dar lugar a un floreciente y lucrativo comercio de reliquias, condenado por San Agustn y por numerosos concilios posteriores que, adems, prohibirn rendir culto a aquellas que no sean absolutamente dignas de crdito. En las localidades en las que no exista ninguna tradicin referida a la

    5 LPEZ-CALO, J., La Msica en las iglesias de Castilla y Len en Catlogo de Las Edades del Hombre, (Len, 1991), Valladolid. Ed. Las Edades del Hombre, 1991, p. 1. 6 MARINO FERRO, X.R., Op. cit. p. 29. 7 VORGINE, J.: La Leyenda Dorada, vol. 1. Madrid, Alianza Forma, 1990, pp. 109 y 110. 8 VZQUEZ, LACARRA y RA, Op. cit. vol. 1, p. 14. 9 MARINO FERRO, X.R., Op. cit. p. 30.

  • Faustino Porras Robles - 13 -

    presencia de reliquias tuvo especial importancia la "invencin" (descubrimiento) de cuerpos de santos, ocurrida frecuentemente tras la intervencin de fenmenos sobrenaturales (sueos, revelaciones, apariciones anglicas, luminarias, etc). Tales invenciones, que se haban dado desde el siglo IV, se apoyaban en relatos de milagros que contribuan a "autentificar" las reliquias: "...se curan ciegos, sordos, paralticos, enfermos de toda clase de enfermedades..." 10. Precisamente, una invencin con tales caractersticas es la que tuvo lugar en el caso del cuerpo de Santiago; de ello se da cuenta, por vez primera, en la Concordia de Antealtares, documento realizado en el 1077 entre el obispo de Compostela, Diego Pelez, y el abad del monasterio de San Paio (Pelayo) de Antealtares, San Fagildo, para determinar toda una serie de cuestiones administrativas surgidas con motivo de la construccin de la catedral romnica de Santiago 11. A pesar de su carcter tardo, cuenta con detalle la antigua tradicin segn la cual, durante el reinado de Alfonso II (Asturias) y Carlomagno (Francia), el ermitao Pelayo tuvo revelaciones de que, en un lugar prximo a un antiguo castro donde se encontraba la iglesia de San Flix, se hallaba sepultado el cuerpo del apstol Santiago. Los fieles tambin tuvieron conocimiento de este hecho por la luminosidad sobrenatural que, durante la noche, cubra el lugar. Todo ello fue dado a conocer al obispo de Iria (poblacin prxima a la actual Padrn), Teodomiro quien, despus de ayunos y oraciones, acudi al bosque de Libredn encontrando el sepulcro del apstol cubierto por grandes losas de mrmol. De este hallazgo dio cuenta a Alfonso II quien, de inmediato y acompaado de un squito cortesano, viaj a dicho lugar comprobando la realidad de todo lo relatado y ordenando la construccin de una pequea baslica que albergase el arca marmrea con los venerables restos. Posteriormente, en el ao 829, el monarca volver para visitar el templo ya finalizado al que otorgar importantes donaciones, comprobando que ya era un santuario al que acuda un importante nmero de romeros. Esta poltica se mantendr bajo el reinado de Alfonso III y su esposa Jimena quienes harn nuevas donaciones al templo que se ver constantemente engrandecido y enriquecido econmica y artsticamente: propiedades del Bierzo donadas en el 895, otras de la recin conquistada Coimbra en el 898, etc 12. Aunque no poseemos absoluta certeza de cul fue la va que recorri Alfonso II, considerado como el primer peregrino a

    10 ibidem, p. 37. 11 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 1, p. 31. 12 ibidem, p. 33

  • Faustino Porras Robles - 14 -

    Santiago, probablemente fue la que, desde Oviedo, pasaba por Tineo, Allande, Grandas de Salime, Fonsagrada y Lugo o, como alternativa, Salas, Tineo, Obona, Berducedo y Grandas. Esta ruta, denominada en la actualidad Camino Primitivo, sin duda alguna era muy conocida por el monarca puesto que la habra recorrido en su niez cuando, con cerca de ocho aos, a la muerte de su padre fue llevado al monasterio de Samos. All permaneci hasta que fue llamado a la corte del rey Silo en Pravia aunque, tras el advenimiento de Mauregato, nuevamente hubo de recorrer el camino hacia Samos donde permaneci varios aos. El Camino Primitivo tena una distancia aproximada de unos 250 kilmetros y era practicable, aunque de gran dureza, a lo largo de casi todo el ao, si exceptuamos los puertos de El Palo o El Acebo que podan cerrarse por las nevadas invernales. Es poco probable que haya discurrido por otros parajes diferentes a los que hemos indicado: transitar por el camino que, posteriormente, ser conocido como "francs", por Len y Ponferrada, implicara atravesar la cordillera astur-leonesa y dar un rodeo de ms de 90 kilmetros. La ruta de la costa era ms larga y dificultosa puesto que obligaba a cruzar ros y quebradas; y a todo ello hay que aadir motivos de seguridad: los rabes podan aparecer fcilmente si se atravesaba la cordillera y los normandos si se iba prximo a la costa.

    Fig. 1: Posible recorrido del Camino Primitivo

  • Faustino Porras Robles - 15 -

    Consolidado Santiago como uno de los ms importantes centros de peregrinacin, tras Roma y Jerusaln, la afluencia de peregrinos ser cada vez mayor, lo que ir conformando otras rutas; de las ms importantes vamos a pasar a ocuparnos seguidamente. Hasta el siglo XI, aquellos que venan de Francia atravesaban la Navarra media y se introducan por tierras de lava hasta llegar a los valles norteos de Burgos; desde aqu pasaban a la Montaa, Asturias (Oviedo) y Galicia 13. Fuentes posteriores como la Crnica Silense, la Najerense o los textos medievales del Cdice de Ronda repiten insistentemente que "...per devia Alavae peregrini declinabant...timore maurorum" 14. Ms tarde, cuando el Camino Francs est definido tal y como lo conocemos actualmente, los documentos seguirn hacindose eco de las antiguas dificultades: Lucas de Tuy indica que el camino de las riberas del Ebro" era errado por enfestamiento de los brbaros", lo que haca que los peregrinos "... fueran toriendo por los lugares desusados de lava". De esta ruta tambin se hace eco Alfonso X, ya en el siglo XIII, en su Crnica General 15. A Sancho el Mayor le corresponde el haber llevado hacia el llano (zona de La Rioja) el camino que anteriormente se desviaba por tierras de lava y norte de Burgos, aunque fueron los monarcas Alfonso VI, de Castilla y Len, y Sancho Ramrez, de Navarra y Aragn, los que ms favorecieron, en el siglo XI, el camino de peregrinacin eliminando pagos de portazgo, repoblando puntos estratgicos y fundando albergueras y hospitales. As, a finales de dicho siglo, quedar prcticamente fijada esta ruta (francesa) conocida y descrita por Aymeric Picaud de la que hablaremos posteriormente. Un cierto nmero de peregrinos entrara por Bayona y realizara el camino de la costa, aunque parece ser que ste fue bastante tardo y nunca se lleg a establecer una nica ruta. Recorrera el litoral pasando por Bilbao y Santander; desde aqu los caminantes podran seguir bordeando la costa hasta entrar en Galicia por Ribadeo o derivar hacia el interior por Oviedo hasta Lugo, tal y como hemos comentado con anterioridad. A principios del siglo XIII, este ramal que se iniciaba en Bayona, comenzar a desviarse hacia el interior, concretamente por Vitoria y Burgos, enlazando con el tradicional Camino Francs.

    13 PORTILLA, M.J. Una ruta europea. Por lava a Compostela. Vitoria, Diputacin Foral de lava (Serv. de Publicaciones), 1991, p. 4. 14 ibidem, p. 5. 15 ibidem, p. 5.

  • Faustino Porras Robles - 16 -

    Otra posible ruta, anterior incluso al reinado de Sancho el Mayor, descendera por Valmaseda, el Valle de Mena, Bercedo y Espinosa de los Monteros hasta llegar a Reinosa desde donde se dirigira, por el valle del Pisuerga, hacia Carrin de los Condes (Palencia). La causa hay que buscarla en la incorporacin de lava y Guipzcoa a la corona de Castilla, lo que permiti a los monarcas mejorar las comunicaciones mediante la construccin de puentes y caminos, agrupar los dispersos caseros formando villas ms florecientes y llevar a cabo, en suma, una labor semejante a la realizada anteriormente por Alfonso VI. Esta ruta ser seguida, preferentemente, por los peregrinos que venan de Pars y Burdeos y aparecer citada con frecuencia en documentos y canciones del siglo XV. Un camino diferente ser el realizado por quienes quisieran visitar la catedral de San Salvador de Oviedo, ciudad consolidada como urbs regia por Alfonso II; esta labor fue continuada por Alfonso VI quien, tras conquistar Toledo, llev a la Cmara Santa diferentes reliquias lo que hizo que, un gran nmero de peregrinos, al llegar a Len por la va tradicional, se desviase hacia el norte, cruzasen la cordillera por el puerto de Arbas donde se haba fundado el hospital de Santa Mara, hoy colegiata, y llegasen a Oviedo por Mieres. Esta tradicin fue bastante frecuente si atendemos a relatos y canciones que decan que " Quien va a Santiago y no al Salvador

    visita al criado

    y olvida al Seor". Desde Oviedo, como era natural, podran seguir por el Camino Primitivo o por el de la costa 16. Por ltimo, debemos hablar de otras rutas o caminos ms secundarios por haber sido menos frecuentados, entre los que cabe destacar el Camino Portugus, el Mozrabe y el Ingls. Del Camino Portugus tenemos referencias desde los siglos XIII-XIV: partiendo de Coimbra dos ramales se dirigan hacia el norte, uno por mar y otro por tierra. El ramal ms importante entraba en

    16 GALN GONZLEZ, De Len a Santiago por San Salvador de Oviedo. Oviedo, Asociacin de Amigos del Camino de Santiago, 1996, p. 10.

  • Faustino Porras Robles - 17 -

    tierras gallegas por Tui y, siguiendo siempre hacia el norte, atravesaba poblaciones como Redondela, Pontevedra y Padrn para llegar, finalmente, a Santiago. Los peregrinos que venan del sur de Espaa podan seguir el que se conoce como Camino Mozrabe o Va de la Plata; utilizada desde la poca prerromana, esta ruta facilitaba la comunicacin entre las tierras meridionales (Mrida) y el norte pasando por Astorga. Su organizacin y acondicionamiento se debi a los romanos quienes la denominaron Iter ab Emerita Asturicam y la dotaron de lugares de descanso (mansio), puentes, guarniciones militares y sealizaciones (miliarios). Tras la invasin rabe, este pueblo la utilizar como va de penetracin hacia el norte y la conocern como balata (camino empedrado), trmino que, por deformacin fontica, derivar en plata 17. El Camino Mozrabe presentar numerosas posibilidades, puesto que tras transitar por tierras extremeas, llegar a Salamanca y Zamora. Desde aqu, unos peregrinos optarn por continuar hasta el norte y enlazar con el Camino francs en Astorga tras atravesar poblaciones como Benavente y La Baeza, mientras que otros se dirigirn hacia Orense y, desde aqu, a Compostela. Por ltimo debemos hacer mencin al Camino Ingls, una ruta ms corta y prctica para los peregrinos que, procedentes del norte y occidente europeo llegaban a los puertos de Galicia por va martima. Presentaba dos ramales: el primero parta del Burgo de Faro y La Corua, mientras que el otro comenzaba en Neda o el actual Ferrol, producindose el enlace de ambos en Bruma desde donde se continuaba hasta Compostela. Aunque Vzquez, Lacarra y Ura opinan que las noticias documentadas sobre esta ruta comenzaran a partir del siglo XIV 18, Fernndez Costas afirma que su importancia vendra demostrada y confirmada por la existencia de toda una serie de instituciones que crecieron notablemente a lo largo del siglo XII favorecidas por el comercio internacional, terrestre o martimo, tales como hospitales, lazaretos o posadas 19.

    17 CEREZO, J.F., La Ruta de la Plata. De Sevilla a Santiago. Bilbao, SUA Editoriak, 1996, p. 8. 18 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 2, p. 37. 19 FERNNDEZ COSTAS, X.M., O Camio Ingls. Vigo, A Nosa Terra, 1996, p. 2.

  • Faustino Porras Robles - 18 -

    1.2. IMPORTANCIA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN LA DIFUSIN DEL ROMNICO Realizando un recorrido (real o imaginario) a lo largo de las distintas rutas que describiremos posteriormente, un hecho llama nuestra atencin y es la existencia de numerosos (numerossimos) ejemplos de arte romnico, arquitectnico y escultrico o, en menor medida, pictrico. Ante tal superabundancia, la mayor parte de los historiadores de arte han planteado una cuestin fundamental: cabe hablar de un arte romnico jacobeo, desarrollado como consecuencia directa de estas ingentes corrientes de poblacin que recorrieron el norte hispnico y otros territorios europeos o, por el contrario, hay que hacer referencia a un arte en el camino, es decir, un arte que surgi como manifestacin directa de una jerarqua dominante, civil o eclesistica, en ncleos de poblacin por los que, dada su importancia, pasaban los diferentes tramos del Camino de Santiago?. Las posturas han sido variadas y, con frecuencia, encontradas. As, desde el siglo XIX, empez a acuarse el trmino iglesias de peregrinacin para designar toda una serie de templos que presentaran, en teora, grandes similitudes estructurales a pesar de estar alejadas geogrficamente y que consistiran bsicamente en la existencia de girolas que circundaban por su parte trasera el altar mayor, existencia de dos o cuatro naves colaterales que se prolongaban en ambos brazos del crucero y conectaban con la girola y, por ltimo, tribuna superior sobre las naves. Estas caractersticas definitorias vendran dadas por motivos funcionales entre los cuales el ms importante sera la necesidad de acoger en su interior a un gran nmero de peregrinos. stos podran recorrer el templo en su totalidad, a lo largo de las naves y las girolas, venerando las sagradas reliquias, a pesar de que se estuviese realizando la santa Misa; las pequeas capillas serviran para realizar diferentes oficios litrgicos simultneamente y en diferentes idiomas dependiendo del pas de procedencia de los peregrinos, algo que todava hoy sigue llevndose a cabo; y, en cuanto a las tribunas superiores, permitiran duplicar, prcticamente, la capacidad del templo en determinadas ocasiones de gran solemnidad 1. Las iglesias que se correspondan con tales caractersticas eran Santa Fe de Conques, San Saturnino de Toulouse, Santiago de Compostela y la desaparecida de San Marcial de Limoges, cuya planta pudo ser estudiada gracias a planos y dibujos conservados en la Biblioteca Nacional de Pars,

    1 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 1, p. 557.

  • Faustino Porras Robles - 19 -

    realizados en 1726 2. El hecho de que estuviesen tan alejadas entre s, permitiendo desechar un origen casual de las similitudes, y que todas ellas estuviesen situadas en puntos estratgicos de las diferentes rutas seguidas por los peregrinos hacia Santiago, permiti a tericos como Bouillet acuar el trmino ya citado, trmino tambin aceptado, aunque con ligeras diferencias, por Mle (L' art religieux du XII sicle en France, 1922) 3. Este estudioso opinaba que, a partir de San Marcial de Limoges se habra producido una transferencia de caractersticas arquitectnicas (ya citadas) hacia Galicia, mientras que, en el plano ornamental, la influencia habra sido inversa: el modilln polilobulado y el arco polilobulado, elementos caractersticos del arte mozrabe, habran partido de territorio hispano y se habran introducido en Francia a travs del Camino de Santiago. En el contexto de la escultura romnica, Porter fue uno de los primeros en defender la importancia que, para el desarrollo de la misma, tuvo esta ruta de peregrinacin (The romanesque sculpture of the Pilgrinage Roads, 1923). De forma contundente opina que el Camino de Santiago resume para Espaa y Francia la historia de la escultura romnica: "...Compostela fue el modelo del cual, directa o indirectamente, deriv la mayora de las grandes iglesias francesas del siglo XII" 4. En la misma obra, aunque ms adelante, habla de una "escuela escultrica de peregrinacin" que permiti la aparicin de grandes obras a lo largo de esta ruta, extendindose su influencia a otras zonas ms o menos alejadas de la misma, como podran ser, en nuestro pas, vila, Segovia, Seplveda o Soria. Un estilo nico se dara desde Santiago hasta Toulousse, Conques o Moissac, siendo intil cualquier pretensin de localizar el centro original ya que, los escultores trabajaran en todos ellos de manera itinerante. Todo ello fue matizado o revisado por Gmez Moreno y Gaillard o, ms recientemente, por Moralejo quien acepta la importancia de la ruta jacobea para el desarrollo de la escultura romnica aunque limita el periodo de influencia entre la zona hispnica y la ultrapirenaica a los aos comprendidos entre 1075 y 1125 5. En cuanto a la pintura, Sureda tambin llama la atencin sobre el papel destacado que desempe el Camino de Santiago para la penetracin y difusin de la esttica, temtica y tcnica romnica en Espaa e, incluso, llega a hablar de una posible "pintura de peregrinacin". A lo largo de esta

    2 ibidem, p. 547. 3 ibidem, p. 541. 4 PORTER, The romanesque sculpture of pilgrinage roads. Boston, 1923, p. 181. 5 MELERO MONEO, M.L., "La Escultura romnica en Navarra" en Cuadernos de Arte Espaol, n 31. Madrid, Historia 16, 1992, p. 8.

  • Faustino Porras Robles - 20 -

    ruta se habran producido obras importantes como las de las iglesias de Navasa, Bags, Ruesta, San Juan de Uncastillo o, ya en Castilla, San Pedro de Arlanza y el ejemplo ms sobresaliente de todas ellas: las pinturas del Panten de los Reyes de San Isidoro de Len 6. De la misma opinin es Olaguer Feli quien afirma que la corriente pictrica franco-romnica procedente de la regin del Loira llegara a nuestro territorio a travs de los caminos de peregrinacin afincndose en territorio castellano-leons y algunos ncleos de Aragn 7. Este vnculo tambin es aceptado por Cook y Gudiol quienes hablan de similitudes entre la decoracin mural hispnica y la francesa en cuanto a estilo y tcnica 8. De cualquier manera no todas las voces son concordantes: Bango Torviso opina que, exceptuando la catedral compostelana que fue erigida con una clara relacin con la ruta jacobea, ninguno de los principales templos de la misma (Jaca, San Isidoro de Len, Igucel o San Martn de Frmista) fueron construidos por su relacin con el camino. Lo que s sucedi, en opinin de este estudioso, es que existi una coincidencia cronolgica (finales del siglo XI) entre la organizacin geogrfica de la ruta y la construccin de las iglesias ms significativas del romnico pleno en Navarra, Aragn y Castilla-Len. stas se elevaron en puntos estratgicos y neurlgicos del poder del momento que coincidan, como es lgico, con el camino 9. El caso ms evidente sera el de Jaca, uno de los hitos ms significativos del Camino, donde, en el ltimo tercio del siglo XI se levant una importantsima catedral. A finales del mismo siglo, la capital de la corona de Aragn ser la ciudad de Huesca, recientemente reconquistada a los rabes, y la anterior sede se eclipsar artsticamente hablando. El traslado de todo el aparato regio y episcopal a Huesca hizo de esta ciudad un importante centro de produccin artstica y, aunque Jaca sigui siendo fundamental para la historia de la peregrinacin, nunca ms volvi a recuperar el protagonismo artstico que haba posedo anteriormente. Bango Torviso deduce, por tanto, que los promotores del arte no fueron los peregrinos, lo que invalidara la posibilidad de hablar de arte de la peregrinacin 10. Continuando en esta lnea tambin afirma que muchas de las caractersticas que tradicionalmente se han atribuido a las iglesias del camino podan ser explicadas mediante argumentos ajenos a la peregrinacin: espacios semejantes a las girolas

    6 SUREDA, J., La Pintura romnica en Espaa. Madrid, Alianza Editorial, 1989, p. 48. 7 OLAGUER FELIU, "La pintura romnica" en Historia Visual del Arte, n 4. Barcelona, Vicens Vives, 1989, p. 21. 8 COOK y GUDIOL, "Pintura e imaginera romnica" en ARS HISPANIAE Vol. VI. Madrid, Plus Ultra, 1980, p. 113. 9 BANGO TORVISO, I., El Camino de Santiago. Madrid, Espasa Calpe, 1993, p. 108. 10 ibidem, p. 110.

  • Faustino Porras Robles - 21 -

    ya se dan en las criptas carolingias que presentan una galera transversal unida en ngulo recto a otras dos laterales, cubiertas con bveda de arista aunque, desde el siglo X comenzarn a tener forma circular 11. Otros tres templos que se han asociado habitualmente con el Camino son la Capilla del Espritu Santo (Roncesvalles), Santa Mara (Eunate) y el Santo Sepulcro (Torres del Ro). Su funcin y tipologa provendran, siempre segn este autor, de los edificios funerarios de la poca carolingia y no guardaran relacin importante con las peregrinaciones. En cuanto a otros aspectos, artsticos o urbansticos, Bango Torviso indica que los hospitales ya existan en pocas anteriores de la Edad Media y no slo en poblaciones del camino: se tratara de edificaciones muy humildes con una sala con cubricin de madera, oratorio, comedor y cocina; por otra parte las, llamadas, ciudades del camino, se dieron, efectivamente, en esta ruta pero no solo en ella: numerosas villas, ajenas a la peregrinacin, presentan esta configuracin si han tenido importancia comercial, mientras que otras, importantes para el Camino, no tienen esta disposicin como ocurre con Jaca, Estella o Logroo. Sin decantarnos por ninguna de las dos posturas, de lo que no cabe duda es de que las peregrinaciones jacobeas fueron importantsimas por haber "movido" a millones de personas, entre ellas artistas, arquitectos, pintores y escultores, lo que afect notablemente a la creatividad de la poca. El Camino de Santiago tuvo una enorme trascendenciaartstica porque el romnico, en Espaa, necesit una va que favoreciese la llegada y difusin de este arte, verdadero primer estilo internacional. Esta ruta y sus mltiples ramales secundarios ayudaron a superar las fronteras y favorecieron el trasvase de ideas en un momento en el que los reinos hispnicos, a excepcin de Catalua que era pionera, comenzaban un proceso de integracin europea cuyo exponente ms evidente se dio en el contexto religioso: abolicin de los ritos y cantos locales (visigtico, galicano, beneventano) y asimilacin del rito romano y del canto gregoriano. Todo ello se logr, adems, gracias a la labor de los reformadores cluniacenses, labor que se plasm en el terreno arquitectnico, con un nuevo tipo de edificacin, y el decorativo. Por ltimo, en cuanto al tema que es objeto de estudio en este trabajo, el Camino de Santiago fue de gran importancia porque supuso la difusin de motivos iconogrficos con contenidos musicales,

    11 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 1, p. 557.

  • Faustino Porras Robles - 22 -

    como el del rey David con su orquesta, el del Juicio final con los 24 ancianos y sus instrumentos, y otros menores (escenas de juglara), de los que nos ocuparemos en posteriores apartados.

  • Faustino Porras Robles - 23 -

    1.3. EL CAMINO FRANCS

    Tal y como hemos indicado anteriormente, gracias a Alfonso VI y Sancho Ramrez, el camino principal hacia Santiago se volvi ms transitable y empez a ser conocido como Camino de los francos (iter francorum) puesto que gran parte de los peregrinos provenan de Francia, lo que hizo que otras denominaciones anteriores como Camino Sancti Iacobi o strata publica peregrinorum pronto perdiesen importancia. La gua escrita por Aymerico Picaud, en el siglo XII, habla de cuatro rutas francesas que, lgicamente, no deben ser tomadas como fijas y sealadas, ya que los peregrinos se incorporaran a las mismas segn les conviniese y segn su estado de transitabilidad a lo largo de las diferentes estaciones del ao. Tres de estos caminos o vas convergan en Ostabat y, desde all, entraban en territorio hispnico por Roncesvalles, mientras que la cuarta lo haca por Somport. La descripcin que realiza Picaud en el libro V del Cdice Calixtino (hoy el IV, ya que el Pseudoturpin fue desgajado), es la siguiente: "...Cuatro son los itinerarios que conducen hacia Santiago y que en Puente la Reina, en tierras espaolas, confluyen

    en uno solo. El primero pasa por Saint-Gilles, Montpellier,

    Tolosa y Somport; el segundo por Santa Mara del Puy,

    Santa Fe de Conques y San Pedro de Moissac; el tercero

    por Santa Mara Magdalena de Vzelay, San Leonardo de

    Limoges y la ciudad de Prigueux; y el cuarto, por San

    Martn de Tours, San Hilario de Poitiers, San Juan d'Angly,

    San Eutropio de Saintes y la ciudad de Burdeos. La ruta de

    Santa Fe, la de San Leonardo de Limoges y la de San Martn

    de Tours se juntan en Ostabat y, pasando el Port de Cize se

    unen en Puente la Reina a la ruta que pasa por Somport,

    formando desde all un solo camino hasta Santiago" 1.

    1 BRAVO LOZANO, M., Gua del Peregrino Medieval ("Codex Calixtinus"), Sahagn, Centro de Estudios del Camino de Santiago, 1991, p. 20.

  • Faustino Porras Robles - 24 -

    Tradicionalmente, estas cuatro rutas fueron conocidas como Ruta Tolosana, Ruta Podense, ruta Lemocivense y ruta Turonense, tomando respectivamente el nombre de la ciudad de la que parta o de otra ms significativa por la que se pasaba. La ruta Tolosana era utilizada por aquellos peregrinos que venan de Roma y Jerusaln: griegos, genoveses y provenzales, principalmente. Desde Montpellier a Tolosa unos podan hacer el recorrido por la costa (Narbona y Carcasona) y otros por el interior. Tras Tolosa continuaban por el que ya era conocido como camino romiu derivado del trmino romei (fr. romieux) 2, que segua hasta Oloron facilitando la entrada en los Pirineos por el valle del Aspe y Somport. La ruta Podense era conocida as porque parta de Notre-Dame du Puy. Al llegar a Conques, los peregrinos se detenan para visitar el cuerpo de Sante Fe, virgen y mrtir, y continuaban hasta Moissac donde lleg a constituirse una cofrada de peregrinos. Desde aqu, esta ruta se diriga a Ostabat donde conectaba con las otras dos. Los que iniciaban la peregrinacin hacia Compostela en Vezelay, lo hacan visitando las reliquias de Santa Magdalena; esta ruta segua hasta Limoges, poblacin que le daba nombre (Lemocivense), y continuaba hasta el Perigueux donde era tradicional visitar el cuerpo de San Frontn. Desde aqu, atravesando lugares de menor renombre, se llegaba hasta Ostabat, como ya hemos comentado, punto de confluencia. La ruta Turonense era el camino preferido por quienes provenan de Pars; en Tours era costumbre venerar el cuerpo de San Martn para proseguir hasta Saintes donde se hallaban las reliquias de San Eutropio. En Burdeos los peregrinos reciban muy buena acogida ya que, desde tiempos de Guillermo X, exista el Hospital de Santiago, y continuaban hasta Ostabat. Esta villa perteneci durante el siglo XI al reino de Pamplona; posteriormente pas a formar parte de la corona de Inglaterra y, tras una serie de avatares, finalmente pas a depender de Navarra. Su importancia se debi fundamentalmente, a su carcter de confluencia de caminos, lo que le proporcionaba abundantes y constantes peajes por parte de comerciantes y peregrinos. Desde Ostabat el camino contina hasta San Juan al Pie del Puerto a cuya salida se encuentran los Pirineos. Para salvarlos, se ofrecen dos posibilidades: seguir por el valle de Valcarlos hasta Ibaeta o ascender directamente la montaa por el puerto de Cisa (Port de Cize) temido por los antiguos peregrinos por su dureza y por el carcter feroz de navarros y vascos que acostumbraban a desvalijarlos y matarlos 3. Cuando el territorio pase a formar

    2 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 2, p. 42. 3 BRAVO LOZANO, M., Op. cit. p. 33.

  • Faustino Porras Robles - 25 -

    parte de la corona de Inglaterra, Ricardo Corazn de Len lograr su pacificacin 4. En Ibaeta el camino confluye con el del valle y sigue hasta Roncesvalles, lugar ms conocido por las leyendas que por la propia historia, donde en 1132 se fund la Hospedera de Nuestra Seora. A su salida, se pasa por la llanura donde, segn la Gua de Picaud, se enfrentaron los ejrcitos de Carlomagno, los del rey Marsilio y los sarracenos 5, y por poblaciones menores como Viscarret, Larrasoaa y Villava, antes de entrar en Pamplona. El ncleo urbano de esta ciudad cont con numerosos hospitales para la acogida de peregrinos, como el de San Miguel, prximo a la catedral y que dio origen a la gran alberguera que mantuvo su importancia hasta el siglo XVI, el Hospital General y otros dependientes de diferentes cofradas. Saliendo de Pamplona, el camino de los peregrinos se dirige al puerto del Perdn, transitando por poblaciones como Cizur Menor o Astrain, y llega a Obanos donde confluye con el que proviene de Somport. El ncleo urbano de esta ciudad cont con numerosos hospitales para la acogida de peregrinos, como el de San Miguel, prximo a la catedral y que dio origen a la gran alberguera que mantuvo su importancia hasta el siglo XVI, el Hospital General y otros dependientes de diferentes cofradas. Saliendo de Pamplona, el camino de los peregrinos se dirige al puerto del Perdn, transitando por poblaciones como Cizur Menor o Astrain, y llega a Obanos donde confluye con el que proviene de Somport. Por su parte, la ruta Tolosana entraba en territorio espaol por el puerto de Somport donde los peregrinos encontraban el gran hospital y priorato de Santa Cristina del que, hoy, tan solo quedan unas pocas ruinas; del mismo se dice en el captulo IV de la Gua lo siguiente: "...Tres son particularmente las columnas de extraordinaria utilidad que el Seor estableci en este mundo para sostenimiento de sus pobres, a saber, el hospital de Jerusaln, el hospital de Mont-Joux y el

    hospital de Santa Cristina, en el Somport..." 6. Desde aqu, el camino se dirige hacia Jaca por el valle del ro Aragn pasando antes por Canfranc, villa que floreci gracias a los peajes de mercaderes y peregrinos. Jaca tuvo su apogeo en el siglo XI cuando Ramiro I la convirti en capital del reino de Aragn antes de que Huesca fuese reconquistada.

    4 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 2, p. 75. 5 BRAVO LOZANO, M., Op. cit. p. 35. 6 ibidem, p. 26.

  • Faustino Porras Robles - 26 -

    Fig. 2: Las Cuatro rutas del Camino de Santiago en Francia: 1.: Va Tolosana 2. : Va Podense 3. : Va Lemovicense 4. : Va Turonense

    Aqu se levant una de las ms importantes catedrales romnicas, edificio "... ms avanzado que el de San Isidoro de Len" 7, importante por sus planteamientos constructivos y decorativos que fueron imitados en numerosas construcciones posteriores: taqueado jaqus, crismn trinitario o el motivo iconogrfico del Rey David con sus msicos; "...fuera de aqu no se sabe de otro edificio coetneo que pueda competir con ste en avances arquitectnicos y, sobretodo, escultricos" 8. Esta ciudad tambin cont con numerosos albergues y hospitales como el de San Juan de Jerusaln, el de San Andrs, el de La Magdalena, etc.

    El camino contina, siguiendo la Canal de Berdn, por el margen izquierdo del ro Aragn hasta llegar a Puente la Reina de Jaca, donde se ofrecan dos posibilidades: seguir por antiguas sendas hasta Artieda y Ruesta o cruzar el ro y seguir hasta Berdn por una zona ms amplia y llana. En uno y otro

    7 GMEZ MORENO, M., La Espaa Romnica, 8 ibidem, p. 66.

  • Faustino Porras Robles - 27 -

    caso, tras atravesar Tiermas con sus baos reales "... siempre calientes" 9, poblacin hoy abandonada, se alcanza el monasterio de Leyre, Yesa y Lidena. Aunque en la Gua no hay ninguna indicacin al respecto, es muy probable que numerosos peregrinos se dirigiesen hacia Sangesa, villa que, en el siglo XII, estaba siendo repoblada gracias a Sancho Ramrez y Alfonso I, donde podemos encontrar claras evidencias jacobeas, como la iglesia de Santiago. Desde aqu el camino se dirige a Monreal, recorre pequeas poblaciones al pie de la sierra de Alaiza como Yrnoz, Otano o Tierbas, pasa junto a la interesantsima ermita de Nuestra Seora de Eunate y, finalmente, llega a Obanos donde confluye con el ramal navarro; desde este momento, el Camino Francs ser uno, con pequeas variantes, hasta llegar a Santiago.

    Fig. 3: El Camino Francs

    Tras la unin de los dos ramales, la primera poblacin importante con que nos encontramos es

    Puente la Reina (Ponte Arga o Ponte Regina), nombre que le viene dado por el magnfico puente romnico mandado construir por Doa Mayor, esposa de Sancho el Mayor, o por Estefana, esposa de Garca de Njera, para facilitar el trnsito de peregrinos y el cobro de derechos de paso. Cont con numerosos hospitales como el del Crucifijo, el de Peregrinos o el de la Orden de la Santsima Trinidad, lo que nos da idea de su importancia para el camino. Dejando atrs ncleos urbanos como Maeru o Cirauqui, se llega a Estella, importante villa de repoblacin franca con construcciones romnicas

    9 BRAVO LOZANO, M., Op. cit. p. 22.

  • Faustino Porras Robles - 28 -

    enormemente significativas a nivel general y, en particular, para el desarrollo del presente trabajo, como la iglesia de San Miguel o el Palacio de los Reyes. El Camino Francs sigue avanzando y nos permite llegar a Los Arcos, habiendo pasado antes por el monasterio benedictino de Irache, Torres del Ro con la capilla del Santo Sepulcro, de planta centralizada octogonal y bveda hispanorabe, y la villa de Viana, ltima poblacin importante de Navarra. Entrando en La Rioja, un puente sobre el ro Ebro da paso a Logroo, ciudad que comenz a desarrollarse cuando, en 1076, Alfonso VI la incorpor a la corona de Castilla. Segn la tradicin, el puente que da entrada a la capital fue construido (o reconstruido) por el propio monarca y, posteriormente, por Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega. Sin embargo, en la ciudad, son pocos los elementos evocadores del trnsito de los peregrinos. Pasando por Navarrete, con restos del hospital de San Juan de Acre, se llega a Njera con el monasterio de Santa Mara la Real fundado en 1052, Azofra y Santo Domingo de la Calzada, poblacin conocida en un principio como Burgo de Santo Domingo. Segn cuenta la leyenda, el santo, establecido a orillas del Oja y viendo las penalidades que los peregrinos pasaban al intentar cruzar este ro, dedic gran parte de su vida a arreglar el camino y construir un puente. Esta ciudad tiene hondas resonancias peregrinas puesto que en la misma, numerosas canciones y relatos sitan diferentes milagros acaecidos a romeros, siendo el ms conocido el de la "... gallina que cant despus de asada". Aqu tambin se fund un hospital del que nada queda. Al poco de salir de Santo Domingo, entramos en la provincia de Burgos con poblaciones como Belorado y Villafranca de Montes de Oca; tras ascender el Alto de la Pedraja, se llega a San Juan de Ortega, monasterio creado por otro santo ingeniero del camino, y a Burgos. La importancia de esta ciudad en el contexto de la peregrinacin se debe a su situacin estratgica en la confluencia de dos caminos: el tradicional (francs) y el que, pasando por Miranda de Ebro, llegaba desde Bayona. Aunque empez a poblarse a finales del siglo IX, creci notablemente desde el XI debido a la creacin del reino de Castilla, a la incorporacin al mismo del reino de Len, y a su ampliacin por el sur hasta la lnea fronteriza del Tajo, empresa lograda por Alfonso VI, sin olvidar el traslado a esta ciudad de la sede episcopal. Lleg a contar con 32 hospitales y albergueras cuya fundacin se remonta al siglo XI: el de San Juan, el del Emperador, el del Rey y otros menos significativos. Saliendo de la ciudad, y tras pasar por poblaciones de menor importancia, se llega a Hontanas, donde se hallan las ruinas del convento de San Antn famoso en la poca medieval porque sus monjes eran capaces de curar el ignis sacer o fuego

  • Faustino Porras Robles - 29 -

    de San Antn, una especie de gangrena dolorosa, y Castrojeriz, pueblo de estructura longitudinal, organizado siguiendo el camino, situado a los pies del castillo; en l destaca la colegiata de Santa Mara. La ruta contina hasta Itero del Castillo donde un puente, ya citado en la Gua del siglo XII, permite cruzar el ro Pisuerga y entrar en tierras palentinas. All, la primera poblacin importante es Frmista, antes Frmista del Camino, con la iglesia de San Martn, una de las muestras ms puras del romnico jacobeo, que presenta una enorme sobriedad en su interior aunque, al exterior, muestra una gran riqueza ornamental, sobretodo en sus numerosos canecillos. El camino se dirige, ahora, hacia Villalczar de Sirga o Villasirga que no mantiene la importancia que debi tener en poca medieval. Su iglesia de Santa Mara, ya gtica, contiene los sepulcros del Infante Don Felipe, hijo de Fernando el Santo, y de su segunda esposa, Doa Leonor de Castro, as como una de las ms bellas tallas gticas de la Virgen que, segn se dice, inspir alguna de las Cantigas de Alfonso X. En las mismas se establece una cierta "competencia" entre el poder taumatrgico del apstol Santiago y la Virgen: numerosos peregrinos que no haban sido sanados en Compostela alcanzaban la salud en Villasirga. As sucede en la cantiga n 253 en la que la Virgen exime a un romero, que iba a Santiago, de una penitencia impuesta, o la n 278 en la que una dama que haba recobrado la vista en Villasirga, aconseja a un ciego que se diriga a Santiago que no fuese a dicha ciudad sino a la palentina, donde recobrar la vista. Laura Tato indica que ello se debera a lo que denomina motivaciones polticas segn las cuales, Alfonso X habra necesitado contrarrestar el poder poltico y el prestigio cultural que haba alcanzado Compostela (que incluso tena derecho a acuar moneda), lo que intentara creando su propio centro cultural en Toledo y atribuyendo a la Virgen poderes sobrenaturales tanto o ms poderosos que los de Santiago 10. A poca distancia se encuentra Carrin de los Condes, con el convento de Santa Clara y la iglesia de Santa Mara del Camino. Posee un bello prtico romnico, interesante para nuestro estudio, y una decepcionante reconstruccin interior; en la calle de la Ra podemos contemplar la portada (lo nico que queda) de la que fue iglesia romnica de Santiago, con un imponente friso en el que se halla esculpido el Pantocrtor rodeado por el Tetramorfos y el apostolado. La arquivolta, por su parte, se decora con tallas que reproducen diferentes oficios, entre ellos el musical; este frente ser sumamente

    10 TATO FONTAINA, L., "Lrica Medieval: Cantigas de Santa Mara y prolongacins da escola trobadoresca" en Historia da Literatura Galega, n 4, Vigo, A Nosa Terra, 1996, pp. 104 y ss.

  • Faustino Porras Robles - 30 -

    importante puesto que servir como modelo, con ligeras variantes, a otras iglesias del valle del Pisuerga que comentaremos en su momento. Saliendo de esta poblacin encontramos el monasterio de San Zoilo fundado en el siglo XI aunque posee fbrica plateresca y neoclsica. Ahora el camino se dirige hacia tierras leonesas en las que se interna tras pasar por pueblos como Ldigos, Terradillos de los Templarios o San Nicols del Camino, llegando a Sahagn. All existi un monasterio dedicado a San Facundo que, tras ser destruido por los rabes en el 883, fue restaurado por Alfonso III de Asturias quien lo encomend a monjes mozrabes llegados desde Crdoba. En el siglo XI, Alfonso VI solicit a San Hugo que enviase a dicho monasterio monjes de Cluny para llevar a cabo la reforma romana, lo que hizo que, desde este momento, Sahagn fuese la casa madre de los cluniacenses en Castilla 11. La poblacin se fue extendiendo alrededor del monasterio y amplindose y enriquecindose con nuevas iglesias como la de San Tirso y San Lorenzo, mozrabes, o el convento de franciscanos. Dejando atrs esta villa y atravesando Bercianos del Real Camino y Mansilla de las Mulas, se llega a Len, ciudad "... de la corte real y curial, llena de todo tipo de felicidades" 12. En ella, los peregrinos pasaban cerca de la antigua iglesia de Santa Ana, perteneciente a la Orden de San Juan de Jerusaln, y entraban en el casco antiguo por una de estas dos puertas abiertas en la muralla: la del Arco del Rey o la Cauriense. Dentro podan visitar la colegiata de San Isidoro, reedificada a finales del siglo XI por Doa Urraca, la iglesia de San Pedro y San Pablo, la de San Flix y otras. Posterior en el tiempo ser la catedral, la pulchra leonina, afamada por sus 737 vidrieras, y el Hospital de San Marcos, el ms importante de los 17 que hubo en esta ciudad comenzado a edificar en un solar donado por la infanta Doa Sancha en 1152 y otro cedido por el obispo de la ciudad en 1171, aunque la fbrica actual es de mediados del XVI. Desde aqu los peregrinos se dirigan hacia el ro Bernesga cruzndolo y encaminndose hacia tierras de Astorga, aunque antes de llegar pasaban por el puente sobre el rbigo, evocador de las hazaas del caballero Don Suero de Quiones quien, el 10 de Julio de 1434, ret a todo el que quisiese atravesar dicho puente a batirse con l, excepto a los peregrinos a los que se promete no estorbar 13, para superar un amor despechado; tras un mes de ajuste de cuentas, el caballero leons decidir poner fin a las mismas e iniciar la peregrinacin a Santiago. Pasando Astorga, el camino se

    11 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 2, p. 223 12 BRAVO LOZANO, M., Op. cit. p. 23. 13 VZQUEZ, LACARRA y URA, Op. cit. vol. 2, p. 265.

  • Faustino Porras Robles - 31 -

    adentra en la Maragatera, con poblaciones como Murias de Rechivaldo, Santa Catalina de Somoza, el Ganso y Rabanal del Camino con su iglesia romnica muy modificada. Desde aqu, se inicia la subida a Foncebadn, prximo a la montaa conocida como Monte Irago; aunque en la actualidad est en ruinas y prcticamente abandonado, hay constancia documental de que, en el siglo X, Ramiro II convoc un concilio en algn monasterio del lugar 14. Tras iniciar el descenso, el camino se dirige hacia la hoya del Bierzo con importantes poblaciones como Ponferrada o Villafranca, aunque algunos peregrinos preferan acceder a estos pueblos pasando previamente por el puerto del Manzanal. Ponferrada, llamada as por el puente reforzado de hierro (Pons Ferrata) mandado construir por el obispo de Astorga, Osmundo, en el siglo XI, posee un hermoso castillo edificado por la Orden del Temple en la segunda mitad del XII. Desde aqu llegamos a Cacabelos, villa reconstruida por el obispo Gelmrez, y a Villafranca del Bierzo, lugar al que se accede pasando junto a la iglesia de Santiago. Se trata de una edificacin romnica, con una sola nave y dos puertas una de las cuales, la septentrional, es conocida como Puerta del Perdn donde, segn la tradicin, aquellos peregrinos que, por enfermedad, se vean imposibilitados de llegar a Compostela, alcanzaban aqu el jubileo, aunque Ura dice desconocer el fundamento de dicha tradicin 15. Este lugar tambin fue zona de repoblacin franca con numerosas iglesias mantenidas por cluniacenses. Al salir de esta villa nos encontramos "... in bucca vallis carceris", la boca del valle encarcelado o encajonado entre los montes de Piedrafita y del Cebreiro, cuyo paso era controlado desde los castillos de Antares (sg. XI) y Sarracn (sg. XV). La va tradicional inicia as el ascenso hacia el Cebreiro donde entra en Galicia, "... tierra frondosa, con ros, prados, de extraordinarios vergeles, buenos frutos y clarsimas fuentes, pero escasa en ciudades, villas y tierras de labor" 16. En el Cebreiro se levant un monasterio y hospital cuya antigedad an hoy es motivo de discusin. En su iglesia se sita el relato de numerosos milagros e, incluso, leyendas relacionadas con el Santo Grial, que contribuyeron a dar fama al lugar. Superado el puerto, el camino comienza a llanear buscando las tierras de Triacastela, Samos con su famoso monasterio benedictino o Sarria, con las iglesia de Santa Mara y del Salvador, ambas romnicas. Atravesando el ro por el llamado puente viejo, nos acercamos a Barbadelo y continuamos

    14 ibidem, p. 280. 15 ibidem, p. 301. 16 BRAVO LOZANO, M., Op. cit. p. 38.

  • Faustino Porras Robles - 32 -

    hasta Portomarn, lugar del que tenemos referencias desde el siglo X, donde existi un puente y un hospital encomendado a la Orden de San Juan. Del antiguo pueblo no queda prcticamente nada ya que fue cubierto por las aguas del embalse de Belesar, aunque s fueron trasladadas a su emplazamiento actual las iglesias de San Pedro y la de San Juan (o San Nicols), con estructura de fortaleza. El camino avanza dejando a su derecha el monasterio de Vilar de Donas para llegar a Palas de Rey y entrar ya en la provincia de A Corua. La villa de Mellid o Melide tuvo importancia en la Edad Media como lo atestigua la iglesia de San Pedro, de la que hoy tan solo queda la portada, y la de Santa Mara, junto a las que se edificaron sendos hospitales para pobres y peregrinos. Saliendo de Melide llegamos a Arza y, siempre hacia occidente, al Monte del Gozo (Monxoi) desde donde se poda divisar la catedral, meta de la peregrinacin.

  • Faustino Porras Robles - 33 -

    1.4. EL CAMINO PRIMITIVO O DEL INTERIOR Varias son las pruebas que los defensores de la antigedad de este camino que, partiendo de Oviedo recorra las tierras del interior hasta llegar a Lugo y, de aqu, a Santiago, aducen en su defensa: unas son de tipo estratgico, o de seguridad, y otras, ms profundas, de tipo religioso. Entre las primeras se indica que, cuando se produce la invencin del sepulcro del apstol en tiempos de Alfonso II (principios del siglo IX), el emirato cordobs se hallaba en una fase de clara expansin y dominio geopoltico de la pennsula ibrica: desde Abderramn I hasta Al-Hakam I las conquistas de nuevos territorios eran cada vez ms frecuentes, las razzias organizadas sobre los territorios fronterizos despoblaban amplias zonas e, incluso, se lleg a crear el primer ejrcito musulmn estable y profesional 1. Por otra parte, a finales del siglo VIII, los escandinavos (vikingos) haban comenzado a llevar a cabo incursiones cada vez ms osadas en la Europa atlntica llegando a remontar ros, establecer campamentos fortificados y obtener botines cuantiosos, algo que tambin suceda en las costas de Asturias 2. La posibilidad de transitar por los caminos ms cmodos pero ms abiertos y expuestos de la meseta o por la costa atlntica, con el peligro de caer fcilmente en manos de los sarracenos o los vikingos, hara optar a los primeros peregrinos por dirigirse hacia la tumba del apstol recorriendo los terrenos ms montaosos y duros pero ms seguros del interior. Esto seguir siendo as hasta los tiempos de Sancho el Mayor quien fijar el camino definitivo 3. Otros especialistas afirman que si el primer camino de peregrinacin giraba alrededor de la corte asturiana ello sera debido a cuestiones poltico-religiosas relacionadas con el intento, por parte de la monarqua asturiana, de diferenciarse de las doctrinas adopcionistas defendidas por el obispo mozrabe de Toledo, Elipando. Para Basilio Losada y Odilio Engels 4, esta doctrina hertica, segn la cual Cristo no haba sido Dios hasta que fue bautizado y "adoptado" por el Padre, representara en cierta medida un intento de aproximacin al Islam, una especie de mestizaje espiritual que favoreciese la convivencia de musulmanes y cristianos en el mismo territorio, frente al modelo de resistencia activa protagonizada por la monarqua asturiana. La figura de Santiago supondra la pureza de la fe y dotara al reino astur de una 1 LADERO QUESADA, M. A., Historia Universal. La Edad Media. Barcelona, Vicens-Vives, 1987, p. 191. 2 ibidem, pp. 295-296. 3 SUREZ y SAIZ, Los Caminos del Norte. Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1993, p. 37. 4 ibidem, p. 38.

  • Faustino Porras Robles - 34 -

    fuerza moral suficiente como para arrebatar a Toledo su autoridad. Cabe pensar, por tanto, que el papel de la corte y la iglesia asturiana en la adopcin de este apstol como patrn y protector de Espaa fue fundamental y no es descabellado suponer que, "...antes de que las empresas guerreras que conciben los monarcas asturianos empezasen a extender las fronteras hacia el sur,..., el proyecto ideolgico concebido

    en el Norte se tradujese en la proyeccin de la ruta hacia el oeste buscando el respaldo de los aliados

    frente al comn enemigo musulmn" 5. Sea por una u otra causa, lo cierto es que numerosos especialistas (desde Esteban de Garay, en el sg. XVI, a Menndez Pidal 6 pasando, a principios del siglo XX, por los trabajos del hispanista Cirot), coinciden con la opinin que ya recoge en el siglo XII el obispo de Osma, Jimnez de Rada, quien afirma en su obra De Rebus Hispaniae que el camino hacia Santiago atravesaba los territorios de lava y Asturias por el temor a los rabes. Ello se ha visto apoyado por toda una serie de estudios mucho ms actuales entre los que destaca el de Gonzlez Garca (La hospitalidad asturiana durante la primera poca del Camino de Santiago) donde su autor demuestra la antigedad de esta ruta y su carcter de camino original y primitivo apoyndose en la existencia de una red bien estructurada de hospitales: hace referencia a un total de 63, documentados en el Archivo de la Catedral de Oviedo, fundados entre el 793 y el 1090, distribuidos a lo largo de esta ruta a su paso por la geografa asturiana 7. Aunque no podemos saber con absoluta certeza el recorrido exacto que seguira este camino primitivo, s debemos aceptar que la primera peregrinacin "oficial" fue llevada a cabo por Alfonso II y su squito: de ello se da cuenta en la copia del documento conservada en el Tumbo A de Santiago 8. Gracias a la misma sabemos que el recorrido fue rpido (cucurrimus) y que, tras adorar y venerar la tumba, se construy un pequeo templo de piedra y barro. Si aceptamos que el recorrido se realiz con premura, es difcil imaginar que la ruta diese rodeos, antes bien, debi seguir una lnea lo ms recta posible: saliendo de Oviedo, probablemente discurriese por poblaciones como Grado, Salas, La Espina, Tineo, Pola de Allande, Grandas de Salime, Lugo y, desde aqu, Santiago; de esta opinin son Vzquea,

    5 ibidem, p. 39. 6 MENNDEZ PIDAL, M., Orgenes del espaol. Madrid, 1929, p. 489. 7 GONZLEZ GARCA, "La hospitalidad asturiana durante la primera poca del camino de Santiago" en El Camino de Santiago, la hospitalidad monstica y las peregrinaciones. Horacio Santiago Otero (coord.), Salamanca, Consejera de Cultura y Turismo, Junta de Castilla y Len, 1992, p. 170 y ss. 8 ibidem, p. 164.

    Siguiente

    Botn2:

    Botn3: