Los Inicios de La Viticultura en Arequipa

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Este es un pequeño trabajo sobre el origen de la viticultura en los valles de Arequipa durante el siglo XVI. Donde se analiza los factores que llevaron al cultivo de la vid y la producción de vinos, no obstante la prohibiciones del gobierno colonial.

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LOS INICIOS DE LA VITICULTURA EN AREQUIPA Vctor Condori

Licenciado en Historia

Este valle extendido en la misma quebrada del ro de Arequipa desde la angostura de Mocoro hasta la de Tacar, como ocho leguas de terreno en una y otra banda, fue uno de los primeros que se cultivaron por los espaoles con el planto de vias por lo clido de su temperamento.Francisco X. Echeverra. Memoria de la Santa Iglesia de Arequipa (1804).

Para la Ciudad Blanca, como muchas ciudades del Per, su importancia econmica, social y poltica comienza con su fundacin, ocurrida un 15 de agosto, da de la Asuncin de la Virgen Mara, de 1540; por orden del Marqus Gobernador don Francisco Pizarro y donde su seora manda encima de la barranca del ro, como reza el acta de su fundacin. (Barriga 1939: 79)

En sus primeros aos, la muy noble y muy leal ciudad de Arequipa tuvo una existencia ms bien marginal frente a los dos principales ncleos urbanos coloniales: Lima, sede del gobierno virreinal y Cusco, la antigua capital de los incas. La razn, la ausencia de grandes centros mineros o una poblacin indgena muy numerosa que repartir y lgicamente explotar. Sin embargo, geogrfica y comercialmente se encontraba en una posicin envidiable, a medio camino entre la costa y los grandes centros mineros alto peruanos.

Ante la ausencia de medios de enriquecimiento inmediatos, la principal riqueza recay en la tierra, cuya explotacin no fue una tarea tan difcil, pese a la aparente aridez del suelo; con algo de riego y un poco de paciencia los cultivos surgiran prodigiosamente, generando pinges ganancias que habran de hacer olvidar en poco tiempo la falta de minas, indios o tesoros.

Como era de suponerse, la nueva poblacin espaola de gustos mediterrneos, prescindi de los cultivos autctonos, es decir la papa y el maz, a fin de favorecer a aquellos provenientes de la pennsula como el trigo, el olivo y la vid. Del mismo modo le sucedi a la chicha, ancestral bebida americana, cuya posicin de preeminencia en el Tawantinsuyo tuvo que ceder en beneficio de un nctar extrado de la sangre de la uva, y que rpidamente se hizo imprescindible en las mesas de los vecinos y familias principales de la ciudad: el vino.

La VidAcerca del origen de la vid, persiste todava una bizantina discusin y por ende una notoria falta de consenso: segn el cronista Garcilaso de la Vega, el primer espaol en traer la uva al Per fue un tal Francisco de Caravantes, antiguo conquistador de los reinos del Per, natural de Toledo (Garcilaso 1991: 615). Mientras que para el padre Bernab Cobo, tal privilegio le correspondi a uno de los primeros pobladores de Lima Hernando de Montenegro, y el primer ao que cogi abundancia fue en 1551, y se las puso el licenciado Rodrigo Nio, que a la sazn era fiel ejecutor, a medio peso la libra (Cobo 1956: 391). Sea como fuere, para la dcada de 1550, el cultivo de la vid ya se haba extendido adems del Per a Chile y Argentina.

Razones para su difusin no faltaron. Adems de la necesidad de conservar las costumbres gastronmicas en los recin llegados, estuvo tambin, el mandato del emperador Carlos V de otorgar dos barras de plata de 300 ducados cada una de su real hacienda al primero que en cualquier pueblo de espaoles sacase fruto nuevo de Espaa como trigo, cebada, vino y aceite- en cierta cantidad. (Garcilaso 1991: 616) Ahora, si en algo estuvieron de acuerdo nuestros cronistas, es acerca de lo valiosas y costosas que fueron las uvas en los primeros aos coloniales. Seala el padre Cobo, que las primeras parras eran tan codiciadas en Lima que era necesario guardarlas con gente armada para que no la hurtasen o cortasen los sarmientos. Se dice tambin que, la primera parra que se llev a Chile se vendi en la extraordinaria suma de 3,000 pesos y que los primeros sarmientos de ella se vendieron a 100 pesos cada uno (Cobo 1956: 392).

Acerca del tipo de uva, las primeras vides eran algo rojas de color negro claro por lo que el vino que se haca de ella era el denominado aloque (anaranjado no tinto). (Olivas Weston 1998: 96) Posteriormente se trajeron otro tipo de uvas, como son mollares, albillas, moscateles, blancas y negras, y otras dos o tres diferencias de ellas, y se comenz a hacer vino blanco. (Cobo 1956: 392) Es fcil suponer que las primeras vides llegaron a Arequipa mucho despus que a Lima, pero al igual que en esta, existe toda una novela sobre quin o quines la introdujeron inicialmente. Algunos sealan a Bartolom Terrazas, un miembro de la expedicin de Almagro a Chile, quien en 1555 obtuvo vides de las islas Canarias, plantndolas en Condesuyos al noreste de Arequipa (Brown 2008: 63). Otros indican a Pedro Cansino y Hernn Bueno como los iniciadores de esta actividad hacia la dcada de 1560 en Siguas y Moquegua (Buller 1988: 30). De manera concluyente, el mayor estudioso de la economa arequipea en este periodo (1550-1650), Keith Arfon Davies afirma que para mediados de la dcada de 1550, los vecinos arequipeos ya tenan trabajados algunos viedos en Tiabaya y Socabaya, dicho desarrollo es adems testimoniado por la venta de uvas en 1553 (Davies 1974: 102). El Vino

Muy al margen de esta discusin, lo verdaderamente cierto es que ambas localidades (Lima y Arequipa), en sus comienzos fueron totalmente abastecidas con vinos provenientes de Espaa y a precios tan elevados que rehusaba uno convidar huspedes a su mesa por no darles de beber, que por la costa que poda hacer darles de comer. (Cobo 1956: 393) Al respecto, Garcilaso nos cuenta una ancdota ocurrida en la ciudad del Cusco: Un da de aquellos tiempos convid a comer un caballero que tena indios a otro que no los tena. Comiendo media docena de espaoles en buena conversacin el convidado pidi una jarra de agua para beber. El seor de la casa mand le diesen vino y como el otro dijese que no lo beba le dijo pues si no bebis vino, venid ac a comer y cenar cada da (1991: 618).

No era para menos, en Lima la botija de vino llegaba a costar hasta 50 pesos, otras veinte, y ms o menos, conforme acertaba a venir mucho o poco. (Cobo 1956: 393)El Vino en ArequipaComo ya lo indicamos ms arriba, en los albores de la ciudad, el abastecimiento de tan preciado nctar se realizaba desde la pennsula, importndose de la regin espaola de Andaluca. Dicho vino llegaba desde Lima por los puertos arequipeos de Chule y Quilca, donde a su vez era recibido por los comerciantes locales como Jos de Santo Domingo, quien en diciembre de 1564 se obligaba a pagar al mercader Antonio Hernndez 110 pesos de buena plata por razn de 10 botijas de vino que de vos compr puestas en el puerto de Chule a precio de 11 pesos cada una o Gonzalo Muoz, quien ese mismo ao se comprometa con Hernando Almonte y Salvador Martn a pagar 1,598 pesos y cuatro tomines los cuales debo de razn de 93 botijas de vino y 6,000 varas de barrote que los recib en el puerto de Chule.

Sin embargo, la irregularidad de los envos y el alto costo de los mismos, impulsaron a ciertos vecinos a experimentar con algunas parras en sus tierras solariegas y as, producir vino de manera domstica, que aunque en pequeas cantidades, les permiti compensar su frecuente escasez en el mercado local. (Davies 1984: 48)

Precisamente en periodos de escasez, el vino alcanzaba precios superiores al promedio de doce pesos la botija, lo que obligaba al gobierno de la ciudad a intentar, sin mucho xito, regular su precio. Como sucedi en noviembre de 1546 cuando en sesin de Cabildo se acord que los comerciantes locales no deban vender el vino a ms de 20 pesos o se haran merecedores a la pena de 200 pesos de oro.

Curiosamente, si el precio del vino se elevaba en la ciudad, este aumentaba mucho ms en los mercados de la sierra; lo que estimulo la codicia de algunos comerciantes, quienes enviaban grandes cantidades de vino espaol a travs de Arequipa a los mercados altoandinos, generando como es lgico una mayor escasez en la ciudad. (Davies 1984: 48)

El Cabildo de Arequipa, con el fin de asegurar el necesario abastecimiento del mercado local, frecuentemente prohiba la salida de esta y otras mercancas de la ciudad so pena de veinte pesos de oro, mitad para la cmara de su majestad y la otra mitad para el denunciante. En este sentido, en junio de 1563, la institucin de gobierno de la ciudad public una providencia en la que recordaba a los comerciantes locales no saquen fuera de los trminos de la ciudad vinos, mazsin licencia. Para los aos de 1550, ya se podan hallar viedos plantados en los valles aledaos de Socabaya y Tiabaya cuya produccin progresivamente fue desplazando al irregular y costoso vino andaluz. As lo comprobamos en el contrato firmado en diciembre de 1564 entre Diego Alonso de Medina y el licenciado Gmez Hernndez para la compra de 42 arrobas de vino de la tierra de Tiabaya a precio de 5 pesos y medio cada una.

No obstante todo ello, antes de la dcada de 1560 la industria vinatera local debi de ser todava muy modesta, no solo por el carcter domstico de su produccin, sino tambin por lo reducido del mercado. As se infiere de la crnica del observador y prolijo Pedro Cieza de Len (1553), quien al referirse a Arequipa no hace ninguna mencin a los viedos o su cultivo, pero si al trigo, del cual dice dase en ella muy excelente trigo, del cual hacen pan muy bueno y sabroso. (Cieza 1995: 223) Ms todo habra de cambiar con el descubrimiento del cerro rico de Potos, el mayor yacimiento argentfero del mundo, en 1545, y la consiguiente formacin del ms grande circuito comercial de la colonia, precisamente en torno a este centro minero ubicado en el corazn de la actual Bolivia.

Gracias a su privilegiada ubicacin geogrfica, a medio camino entre la costa y la sierra, las posibilidades de negocios para comerciantes, encomenderos y vecinos arequipeos fueron inmensas, principalmente en lo que respecta a la exportacin de vinos. En este sentido, en mayo de 1557, un grupo de vecinos present al Cabildo de esta ciudad una serie de peticiones solicitando unas chacras en el valle de Vtor. Casi de inmediato el gobierno de la ciudad comision al regidor y encomendero de Caravel Hernando lvarez Carmona, para averiguar sobre las posibilidades de otorgar mercedes o terrenos en Vtor y el valle de Mocoro. (Davies 1975: 29) Semanas despus, esta misma institucin encomend al regidor Martn Lpez de Carbajal a fin que empezara la medicin de terrenos. (Davies 1975: 30) Finalmente el 14 de julio de 1557 en este Cabildo se hizo el repartimiento de tierras en el valle de Vtor. Sobre el tamao de los terrenos, estos fueron ms bien pequeos y se los podra describir antes que haciendas, ms bien como chacras; sin embargo, la tierra era buena y el clima, ideal para el cultivo de la vid. Como nico requisito, el cabildo exigi a los beneficiados que la tierra no fuera vendida mientras viviera el recipiente de la merced. (Davies 1975: 30)

Antes de la invasin espaola los valles de los alrededores de la ciudad estuvieron considerablemente poblados, pero las enfermedades tradas causaron efectos destructivos en tales poblaciones, provocando un dramtico descenso demogrfico en los aos posteriores a la fundacin de la ciudad. Entre 1550 y 1573, la poblacin indgena de la regin disminuy de 201,830 a 98,855; llegando en 1620 a solo 33,500 habitantes. (Brown 2008: 64) Se entiende entonces, porque muchos de estos terrenos del valle de Vtor se hallaban al momento de la reparticin fsicamente abandonados, lo cual no significa que lo estuvieran legalmente; por ello suscitaron una vehemente oposicin de doa Leonor Mndez, viuda del encomendero y fundador de Arequipa, Miguel Cornejo, cuya encomienda inclua a los indios de dicho valle. (Davies 1975: 31)

Como la mayora de los beneficiaros de tales mercedes eran encomenderos locales, fueron ellos precisamente los primeros propietarios de viedos en la regin. Para fines de 1560, 17 de 30 fundadores de la ciudad tenan propiedades de vias. (Davies 1984: 50) Hacia mediados de 1570, una gran parte de los terrenos en el valle de Vtor se hallaban sembrados con vias y en constante produccin. (Davies 1975: 34) Todo esto, muy a pesar de los edictos reales que intentaron prohibir la fabricacin de vinos en las colonias, a travs de los cuales Carlos V trat de proteger a los vinateros metropolitanos. Ms, como los comerciantes espaoles nunca pudieron satisfacer la demanda colonial, ni en cantidad ni en precio, la industria local continu hasta convertirse en la base de la economa regional. (Brown 1984: 63) A la par con la consolidacin del vino en la economa regional, creca tambin la importancia del ahora vinatero valle de Vtor, situado a unos 40 kilmetros al norte de Arequipa, donde la mayora de los arequipeos tuvieron sus heredades en los siglos XVI y XVII. (Davies 1974: 103) Ante la necesidad de estar bien comunicados, el Cabildo de la ciudad en febrero de 1560 orden se haga un puente de madera en el valle de Vtor, por lo que dieron 60 pesos al carpintero Vicente Rojo. Tal puente se hizo, pero desgraciadamente fue destruido por un incendio a los pocos meses. Por ello, en setiembre de 1562, el Cabildo nuevamente reunido acord se construya un nuevo puente, esta vez de cal y canto para que no se vuelva a quemar. En el mismo paraje donde estaba el de madera que se quem. La cercana del valle a la ciudad va a permitir un fluido abastecimiento de uvas, pasas y obviamente vinos, al mercado local, el mismo que fue realizado en numerosas recuas de mulas conducidas por sus respectivos arrieros. (Davies 1974: 103) En la medida que se incrementaba la oferta de vino, los precios de cada botija, que sobrepasaban los 12 pesos y en pocas de escasez llegaban a 20 pesos, tendieron a bajar considerablemente, hasta alcanzar los 3 pesos la botija, hacia 1570. (Davies 1975: 46)

Con un precio tan bajo, el vino que tradicionalmente fue una bebida de espaoles y un smbolo de estatus, peligrosamente se puso al alcance de indios y negros esclavos. Al respecto nos dice el padre Bernab Cobo han entrado los naturales de todas estas indias en el uso de nuestro vino con tanta aficin, que, por muchas vias que se planten, no llegar tiempo, mientras hubiere indios, en que se derrame el vino del ao pasado, aunque sea medio vinagre, para henchir las vasijas del nuevo. Todo esto, porque al parecer tanto en Lima como Arequipa, comenz a llamar la atencin de las autoridades las frecuentes borracheras de indios y negros. Obligando a la adopcin de algunas medidas de los que gobiernan para atajar las borracheras de los indios. (Cobo 1956: 393) As, en la Ciudad Blanca el Cabildo acord en noviembre de 1563, se pregone que los pulperos no vendan vino ni a los negros esclavos, ni indios, pena de cincuenta pesos.

Al margen de tales aspectos negativos, en pocos aos la regin paso de la condicin de consumidora a la de productora y proveedora de vinos, no obstante los mejores aos recin estaban por venir; ya por esta poca el vino arequipeo era vendido en mercados de Lima y Cusco. Sobre este ltimo destino, en 1569 se form una compaa de negocios entre el clrigo Alonso Nez y Francisco Ramrez para llevar a la ciudad del Cusco quinientas e sesenta botijas de vino de la tierra para las vender y beneficiar el cual se vendi a 7 pesos por botija.

Finalmente, el comercio del vino impulsar el crecimiento de otras actividades complementarias, como son el arrieraje, el servicio de tambos u hospedajes en los caminos y la fabricacin de tinajas de barro para almacenar el vino. En este ltimo caso, los indios eran considerados unos verdaderos especialistas. As se deduce del contrato firmado en febrero de 1570, entre Alonso Vequi, Martn Vequi y Antn Quispe, indios oficiales en hacer tinajas del repartimiento de Caravel; y Hernn Bueno, hacendado del valle de Cochuna, para fabricar 54 tinajas de 30 a 35 arrobas cada una, en el plazo de un mes y medio. Todo por un valor de ciento e ocho pesos de plata corriente, la mitad de los dichos pesos hora y la otra mitad acabada la dicha y ms de comer. Asimismo, el contratante Hernn Bueno se comprometa a proporcionar a los indios la tierra para hacer el barro y la casa en que hagis las dichas tinajas y lo que ms fuere necesario.

Veinte aos despus de la visita de Cieza al Per, otro cronista paseaba su curiosidad por la regin, el jesuita Jos de Acosta (1573-1579) y refirindose a la uva y al vino deca:Han crecido tanto las vias, que por su causa los diezmos de las iglesias son hoy cinco y seis tanto de lo que eran ora veinte aos. Los valles ms frtiles de vias son Vctor (sic), cerca de Arequipa; Ica, en trminos de Lima; Caracato, en trminos de Chuquiabo. Llevase este vino a Potos y al Cusco, y a diversas partes, y es grande granjera porque vale con toda el abundancia una botija o arroba, cinco o seis ducados, y si es de Espaa diez y doce. (2006: 219)

EPILOGOPara la dcada de 1580, el cultivo de la vid y por aadidura la elaboracin de vinos, se haban extendido desde Vtor hacia los vecinos valles de Siguas, Majes y Tambo; en consecuencia la produccin regional, que en aos anteriores solo alcanzaba algunas miles de botijas, se elev increblemente hasta bordear las 100,000 por ao. El mercado para los vinos arequipeos, como lo sealado por el padre Acosta, se extendi desde Cusco y Lima hasta Trujillo y Potos. En la ltima dcada del siglo XVI, la produccin regional sobrepasar las 200,000 botijas, alcanzando un valor superior al milln y medio de pesos. No sin razn, Keith Davies dir a fines del siglo XVI los arequipeos disfrutaron de uno de sus ms prsperos periodos (1984: 48) FUENTES Y BIBLIOGRFIAFUENTES

Archivo Regional de Arequipa (ARAR)

Archivo Municipal de Arequipa (AMA)

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1998 Movilidad vitivincola entre Andaluca y Amrica a partir del siglo XVI En Alberto Ramos Santana y Javier Maldonado Rosso, ed., El comercio de Vinos y Aguardientes andaluces con Amrica (Siglos XVI-XX). Universidad de Cdiz, pp. 11-25. Aunque la mayora de los conquistadores pertenecan a las clases ms bajas de la sociedad espaola, conformadas por artesanos y campesinos, gastronmicamente tenan como ideales de comida el cocido, el pan blanco, el vino y los dulces. (Olivas Weston 1998: 27)

En las primeras civilizaciones el vino fue tenido como un regalo de los dioses, otorgndosele un significado religioso. Los egipcios atribuyeron a Osiris el regalo de este preciado lquido, los griegos a Dionisos, los romanos a Baco. (Prez Camacho 1998: 12)

Un ejemplo, un poco anterior (1514), pero muy ilustrativo sobre los elevadsimos precios del vino a inicios de la colonizacin nos lo proporciona Mara del Carmen Mena Garca. En su estudio sobre los precios agrarios y fletes martimos seala que 1,152 arrobas de vino de Guadalcanal, que importaron inicialmente 79,833 maraveds y que a su arribo a Darin haban incrementado su coste hasta 171,432 maraveds, se vendieron en su destino por 821,250 maraveds, lo que supone un incremento del precio de origen del orden del 1,026% y un beneficio bruto de 479%. (Garca Barquero 1998: 83)

Sobre la procedencia de los primeros cargamentos de vino, Fernando Prez Camacho (1998: 15); nos indica: A finales de 1492, llegan a las costas de lo que se llamara Amrica, unos europeos, andaluces en su mayora, que portaban vino en las bodegas de sus navos. Fue el primer vino que lleg y que se bebi en aquellas tierrasCon casi toda seguridad se tratara de vinos de Huelva. Asimismo revisar Davies 1984: 48.

ARAR Notarios. Gaspar Hernndez 37: 29 diciembre 1564.

ARAR Notarios. Gaspar Hernndez 37: 31 diciembre 1564.

AMA Libro de Actas del Cabildo 01: 15 marzo 1546.

AMA LAC 01: 15 marzo 1546.

AMA LAC 02: 29 junio 1563

El licenciado Gmez Hernndez fue un importante encomendero de la Chimba y Tiabaya, con mltiples intereses econmicos en la regin: minero y arriero de Potos y considerado el primer productor y vendedor de vino de la tierra de Tiabaya (Cornejo de Balbuena 1983: 28)

ARAR Notarios Gaspar Hernndez 37: 29 diciembre 1564.

AMA LAC 02: 24 mayo 1557.

AMA LAC 02: 14 julio 1557.

Al respecto Keith Davies seala: Las heredades del sur del Per fueron pequeas especialmente si las comparamos a propiedades en la sierra peruana. Las concesiones de tierras del cabildo realizadas en el valle de Vtor durante la dcada de 1550 estuvieron por debajo de las 25 acres. Aunque hubo un periodo de consolidacin en la fase inicial de desarrollo, el tamao de la mayora de heredades en los valles cercanos a Arequipa hasta el ao 1600 fue cercano a 50 acres. Una gran heredad tena 40,000 vias las cuales podan tener cabida en 20 acres. El rendimiento de aquellas vias en un ao podra ser convertido en 8,000 botijas de vino. Una propiedad promedio tena cerca de 20,000 vias. (1974: 104-105)

AMA LAC 02: 7 febrero 1560.

AMA LAC 02: 15 setiembre 1562.

AMA LAC 02: 19 noviembre 1563.

ARAR Notarios Gaspar Hernndez 41: 1 enero 1570.

ARAR Notarios Gaspar Hernndez 41: 6 febrero 1570.