Llopis Jorge - Las Mil Peores Poesias

download Llopis Jorge - Las Mil Peores Poesias

of 284

Transcript of Llopis Jorge - Las Mil Peores Poesias

2 Jorge Llopis

BIBLIOTECA UNIVERSAL PLANETA La nariz / 14

3 Las mil peores poesas de la lengua castellana

4 Jorge Llopis

Las mil peores poesas de la lengua castellana Con nociones de gramtica histrica, rudimentos de retrica y potica y un falso florilegio de poetas laureados. POR EL BACHILLER DON JORGE LLOPIS

5 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Direccin literaria: lvaro de Laiglesia Jorge Llopis 1973 Editorial Planeta S.A., Calvet, 51-53, Barcelona (Espaa) Cubierta: Abelenda Depsito legal: B. 21551-1973 ISBN: 84-320-6358-4 Printed in Spain/Impreso en Espaa Duplex S.A. Ciudad de la Asuncin, 26-D, Barcelona

6 Jorge Llopis

PROLOGO ESTE MANUAL fue publicado en su versin primitiva el ao 1957. La finalidad de este libro de texto apcrifo fue -y sigue siendo- la crtica donosa y el suavito cachondeo de las reglas y normas que aprietan de lo lindo a los poetas, apretn que se llama preceptiva literaria. Desde su primera edicin han transcurrido quince aos y ese lapso de tiempo, implacable, ha envejecido y gastado lo que fue lozano y pimpante. y an hay ms: esa erosin temporal ha afectado, no slo al libro, sino a su autor, que de esbelto y guapito que era, se ha trocado en pachucho y fondn. As es la vida. Varias veces tuve oportunidad de volver a publicar este volumen, y siempre me negu a ello porque comprenda que necesitaba con urgencia una meticulosa revisin. Despacito, sin prisas, fui alargando, puliendo, retocando, sustituyendo, aclarando, como dicen que haca don Diego Velzquez salvando las distancias- con sus cuadros. y tanto he reformado y corregido, que el libro de hoy no tiene apenas nada que ver con aquel esbozo que, con prisas y carrerillas, tuve que escribir antao para cumplir un compromiso contrado con una famosa editorial. Pero cuando iba a emprender la reforma y revisin del texto pens que, puesto que el tiempo inexorable haba atacado al libro ya su autor, tena por fuerza que haber hecho lo propio con lo que rodeaba a ambos: Espaa. Y, en efecto, as era. La situacin literaria nacional no es la misma que hace quince aos; sobre todo en lo tocante a la poesa. Los preceptos y reglas que durante tantos siglos rigieron, ya no se observan, como algo agobiante y molesto. Qu bien! Resultaba, pues, que mi libro haba tenido algo de sibilino y premonitorio, puesto que lo que fue motivo de burla se haba7 Las mil peores poesas de la lengua castellana

desechado. Pero, mucho ojo!, si para ser arquitecto bastasen las cuatro reglas de clculo y un poquito de geometra,, cuntos arquitectos habra en el mundo? La supresin de las reglas que yo caricaturizo en este libro, ha dado acceso en parnasillos, tribunas y conventculos, a una masa impresionante de poetas -cualquiera lo es hoy- porque esas reglas ya no existen. Y, mal que nos pese, eran una especie de cartelito que deca: Reservado el derecho de admisin en la Literatura. Esta catica situacin me ha impulsado, casi a la fuerza, a tomar una posicin media, de equilibrio. En los forros y entretelas del corazn me duele esta postura mesocrtica, porque quisiera estar con los que van delante. Pero he llegado a la penosa conclusin de que, si ajustarse a las inflexibles reglas de la poesa tradicional da como resultado -no siempre- partos trasnochados y parnasianos, ignorar esas normas, saltrselas alegremente a la garrocha, es permitir que cualquier majagranzas, cualquier cipote, aficionadillo de tres al cuarto, con ms osada que talento, nos quiera hacer tragar a fortiori erotismos de fin de curso y primitivismos de cafetera. Dentro de su estilo, dentro de su aparente coa literaria, este libro es sincero, a veces, descarnadamente sincero. A la espaola, vamos. Podr estar equivocado o no en lo que digo burla burlando, pero no digo nada que no sienta. Al que le pique, que se rasque. Me consta que mucha gente se escandalizar cuando se penetre de las razones que aduzco para dar mazazos iconoclastas contra los pedestales de escayola gratuita de muchos conspicuos inmortales. No me importa que se atufen, porque s que todos los que claman y se desgaitan hoy, dirn otra cosa dentro de diez aos. y muchos de ellos, hoy como maana, harn suyo la que escuchen decir a alguien que les inspire confianza. Los que defienden a bocados una postura la que sea- y ms intransigentes se muestran, son casi siempre los que hablan por boca de ganso, los que caminan -borregos del arte- delante de un pastor, los que no tienen ideas propias y necesitan que alguien se las dicte.

8 Jorge Llopis

El arte, que es invento del hombre, tiene modas. y lo que pareca deleznable y espantoso, la generacin siguiente lo encuentra importantsimo. Recuerden ustedes que Hamlet que hoy nos parece fuera de discusin- a Moratn le daba cien patadas en la boca del estmago. Por qu no me las van a dar a m Unamuno, pongo por caso, o Azorn? Una advertencia final y entramos en materia: en este libro no hay mil poesas, sino muchsimas menos. Las que faltan para completar las mil horrorosas que promete el ttulo, las pueden encontrar ustedes en los libros, en los muchos libros que se publicaron, se publican y se van a publicar. Ya est.

9 Las mil peores poesas de la lengua castellana

10 Jorge Llopis

DEDICATORIA A mi hermana Isabel, que tanto se ha divertido con este empecatado manual.

11 Las mil peores poesas de la lengua castellana

12 Jorge Llopis

LENGUA CASTELLANA Lengua castellana es esa especie de ronquido que los espaoles utilizan los lunes para discutir de ftbol. La lengua castellana sirve tambin para decir otras muchas cosas, pero menos importantes. Sirve, por ejemplo, para expresar un pensamiento cualquiera, verbigracia: La conjuncin de los bloques de masas y el abigarramiento cromtico, unido a una valoracin intrnseca e individualista, tiende a un puntillismo de nostalgias que se remontan acaso a los albores del primitivismo menos ortodoxo. Los bloques yuxtapuestos y la alineacin temtica... Pero prrafos Como el precedente slo se los dejan decir a don Jos Camn Aznar . Existe tambin un castellano especial para economistas y polticos, porque de vez en cuando se leen por ah cosas como sta: En los fundamentos de todo sistema hay, no como premisa, sino como colofn, un inciso coyuntural que retrotrae y frena el caos inflacionista, consecuencia y paradigma de una mal entendida centralizacin, cuya idoneidad se sincronizara acaso con una fase empresarial que se apoyase en unas estructuras flexibles que tenderan al fin ya la postre a la sistematizacin de lo orgnico. Me permito suponer -no he buceado lo suficiente en este terreno- que lo mismo que existe en literatura un barroquismo, un culteranismo, en poltica tenemos un grupo de prohombres gongorinos, que hablan para una minora que los entiende. y esa minora selecta y preparada, es el pblico que sigue de cerca los gorjeos de tales canarios estatales. Al resto del pas, que lo zurzan.13 Las mil peores poesas de la lengua castellana

CARACTERSTICAS DE LA LENGUA CASTELLANA Tiene nuestra lengua unas condiciones especiales de sonoridad, reciedumbre y armona. Es el castellano idioma riqusimo, repleto de trminos variados. Tan rico y eufnico es, que hasta las canciones modernas, ramplonas y contestatarias, tpicas y vulgares, parecen una maravilla cuando las pa cualquier boquirrubio microfnico. Esto da una idea clara de lo hermoso y sufrido que es nuestro idioma. El castellano es un idioma ideal para hablar claro, para decir lo que uno siente, para cantarle las cuarenta al lucero del alba. Pero esto por desgracia es difcil de comprobar, porque los espaoles pocas, muy pocas veces han tenido la oportunidad de expresar claramente sus pensamientos. Desde los ms pretritos tiempos llevan nuestros paisanos sobre la boca una mordaza -pauelo de fina batista o de hierbas, segn el espaol sea de la ciudad o del campo- que no les permite explayarse a gusto. Esa veda, esa prohibicin de hablar no se refiere ms que a ciertos temas. Quiz por eso, cuando el espaol habla, lo hace en voz alta, a gritos; acaso para desquitarse de las restricciones que le impone esa bufanda de fibra ms o menos homologada que refrena sus impulsos. La literatura hispana, esa maravillosa literatura nuestra, es casi siempre una literatura de rodeo, de circunloquio, que en pocas ocasiones aborda los problemas candentes de manera frontal y decisiva. Tiene que estar desmoronndose el Imperio -castillos en el aire- para que se escuche la voz carrasperosa y descarada de Quevedo, recitando con amargura aquello tan tristemente hermoso de Mir los muros de la patria ma... Han de llegar los franceses e invadido todo sin la menor contemplacin, para que se escuchen -un poco retrasadosaquellos candentes y ripiosos versos que todos ustedes conocen: Oigo, patria, tu afliccin. ..14 Jorge Llopis

La cultura penetra en Espaa con el cuentagotas sostenido unas veces por Aranda y otras por Floridablanca, propulsores de aquel famoso despotismo ilustrado, cuya divisa era Todo para el pueblo, pero sin el pueblo; sistema ste que parece blando y suavito comparado con otros que con ms o menos frecuencia han sido instaurados en la pennsula, y cuyo lema podra ser Todo para nosotros y al pueblo que le den morcilla. La generacin del 98 levanta la liebre, y despotrica y censura, amparada acaso por el valor y la razn que daban la prdida de las ltimas escurriduras de nuestro imperio colonial. Los espaoles, extremosos, incapaces de observar el ten con ten necesario en todos los actos de la vida, se vuelcan, a partir del Desastre, en el pesimismo ms negro; y desde ese punto de vista lo ahman y lo ennegrecen todo. y pecan ahora de agoreros y gafes, como antes haban pecado de ingenuos y patrioteros, poniendo por las nubes una cosa que se haba ido ya a hacer puetas. HABLAR POR HABLAR Como deca antes, el espaol habla su idioma en voz alta. Hay quien asegura que los espaoles vociferan por culpa de su temperamento exaltado, de la sangrecita torera que circula por sus sistemas arterial y venoso. Pero hay quien opina que si el espaol habla a gritos, lo hace para que le escuchen los otros, porque se da la curiosa circunstancia de que el que habla en Espaa cree siempre que lo que dice es ms importante y mollar que lo que dicen los dems. Por eso ha sido sta tierra de grandes oradores, tanto sagrados como profanos, hombres que suban al plpito o a la tribuna, y desde all vociferaban, desbarraban a placer, seguros de la importancia de lo que estaban transmitiendo a los dems gracias al vehculo de la sabrosa, eufnica y repajolera lengua castellana. En tiempos pasados, los espaoles acudan a la iglesia o al Congreso de los diputados a escuchar a aquellas lumbreras de la oratoria, a aquellos faros majestuosos y dogmticos, que15 Las mil peores poesas de la lengua castellana

echaban a volar sus clusulas barrocas y floripondiosas como tenores en noches de gala. y el pblico, que no se haba enterado de nada, aplauda con frenes despus de una cavatina -a veces coreada por la oposicin- de Cnovas, de Ros Rosas o de don Emilio Castelar, el Tamberlick de la poltica, dueo de todos los registros apasionados, tanto heroicos y vibrantes como lamentosos y plaideros. Espaa, nacin que ha preferido siempre la forma y ha descuidado el fondo, ha ensalzado y elevado a personajes que en otras latitudes no hubieran pasado de ser valores discretos. Una de las alabanzas que ms se ha prodigado en esta tierra ha sido la que aluda a la palabra fcil, a la verborrea. y cuando se citaban las cualidades y mritos de un ciudadano, todos hemos escuchado: Fulano habla tan bien...! Nadie ha loado la intencin oculta, el tema, el cogollito de la cuestin, la profundidad de conceptos, sino la palabra en s, o mejor dicho, el torrente de palabras que ha fluido de aquella boquita ampulosa, cola de caballo de ese Monasterio de Piedra que ha sido siempre la oratoria hispana. Al orador eximio se le ha llamado siempre pico de oro, prueba evidentsima de que todos los oradores hispanos, de un bando o del contrario, han sido siempre cotorras. NORMAS AL USO PARA EL EMPLEO DEL IDIOMA Desde su edad ms tierna, el nio espaol -rico mo!- es adiestrado concienzudamente por sus progenitores, los cuales, a fuerza de desvelos, llegan a conseguir que el nio en cuestin se exprese a gritos. En las casas, por las calles, en los lugares pblicos, en los espectculos, las repulsivas gargantitas de los nios espaoles -angelitos de mis carnes!- vociferan a todas horas con ese despotismo -esta vez no muy ilustrado- de los cortos y asquerosos aos. y por ah los vemos, vociferando, comentando a gritos, pidiendo con imperio las cosas ms heterogneas, siempre bajo la mirada vigilante y amorosa de sus padres, que tambin son de apa. Cuando un nio cualquiera emite y pronuncia la lengua nacional a tono normal, los amigos de los padres les16 Jorge Llopis

comunican que aquel nio es raro, que posiblemente est enfermo, que es un introvertido o que les ha salido de la acera de enfrente. Una de las causas de que en Espaa se hable a tono brillante ha sido y es -ahora menos, afortunadamente- la radio. Puesta a todo meter en los hogares espaoles, oblig a sus ocupantes a hablar a gritos para hacerse entender de los dems. y tanto se aplicaron algunos ciudadanos que lograron, a fuerza de tesn y de voluntad encomiables, oscurecer con sus voces intempestivas la de don Jos Luis Pcker. La TV continu la labor de preparacin comenzada por la radio; arrastrando al ciudadano medio hasta situaciones lmite. Porque tener un televisor es como poseer un cinematgrafo propio. Y, claro, cuando en la pelcula que proyecta ese da el canal hay msicas estentreas y gritos de la protagonista protestando contra las psimas costumbres sociales del lejano oeste, las voces de los habitantes de la casa han de elevarse notablemente si quieren que se les entienda. La TVE ha perjudicado de una manera perversa, pero paulatina, a los espaoles. Veamos cmo: A) porque les ha enseado a hablar a gritos, segn hemos indicado ms arriba; B) porque est llenando el idioma de desconcertantes y repelentes barbarismos; C) porque como las pelculas y algunas series que se proyectan son malas, cuando los ciudadanos ibricos van al cine, se conforman con cualquier cosa; CH) porque, acostumbrados a comentar el programa que estn contemplando a domicilio, cuando van a un espectculo pblico, la fuerza de la costumbre les impele a seguir comentando en voz alta, sin el menor miramiento ni el menor respeto para el resto de los espectadores. Producidas seguramente por ese desgaitamiento de la poblacin civil, una de las enfermedades que ms estragos causa en la pennsula es las anginas. Por fortuna hoy se curan con bastante rapidez y eficacia. Las anginas espaolas jams son malignas, y mucho menos infecciosas. Provienen casi17 Las mil peores poesas de la lengua castellana

siempre de un gerundio, de un modo adverbial o de un adjetivo posesivo que al ser pronunciados, como de costumbre, a gritos, han rozado la garganta del paciente. Hay mdicos especializados que en vez de curar estas irritaciones farngeas con una medicacin clsica, en lugar de utilizar el cauterio o el bistur para cortar por lo sano, emplean el Espasa, que absorbe en seguida el vocablo enquistado. Y cuando la irritacin es general y toda la garganta del interesado es una pura llaga, el facultativo receta al paciente la lectura reposada de las obras completas de santa Teresa, con lo cual el enfermo se cura en pocos das, horrorizado de tener que tragarse las lucubraciones de la famosa y aburridsima Doctora. Pero si el hombre, como hemos apuntado, habla empleando tonos ensordecedores de pregonero, la mujer espaola vocifera muchsimo ms. Hay excepciones, claro. Pocas, pero las hay. Posiblemente, la mujer hispana desbarra as, a voz en cuello -ebrneo y alabastrino, si quieren, pero a voz en cuello-, para afirmar y subrayar esa prerrogativa medieval que todava subsiste en Espaa y convierte a la mujer en algo intangible, y la eleva y la sublimiza -dula laica- como objeto de veneracin. Las mujeres espaolas llevan dentro a doa Blanca de Navarra. y conste que esto no quiere decir que doa Blanca de Navarra hablase a gritos, sino que las mujeres espaolas se consideran seres especiales dignos de toda clase de miramientos, de cortesas y de respetos. Lisstratas de la Meseta, venden caro su sexo. No s por qu, pero me imagino a las grandes protagonistas de la novelstica nacional como unas tremendas despotricadoras. As tuvieron que ser Pepita Jimnez, riendo con sus criadas, y la Regenta, y Fortunata. Lo nico que cambia es el paisaje que estas seoras tenan detrs. Y esto es grave, porque Espaa es un pas esencialmente femenino. Todo ese machismo, esa hombra casi profesional del contribuyente espaol, es plvora en salvas, cohete de verbena. En Espaa mandan y han mandado siempre las18 Jorge Llopis

mujeres. Los autores teatrales cucos escriben comedias para la mujer, porque cuando sta, que siempre tiene una amiga que la aconseja, dice que la comedia es buena, el xito del autor est asegurado. En Espaa triunfa todo aquello que le gusta a la mujer. Por eso casi siempre hemos tenido un rgimen de derechas, porque las mujeres han cogido aparte a sus cnyuges y les han dicho: No te metas en nada, Manolo, que los demagogos y republicanotes quieren siempre armar cisco, y aqu lo que nos conviene es el orden. El elevado concepto que de s misma tiene la mujer, parece que se va esfumando. Las nuevas generaciones son ms normales. Y bajo la apariencia desenfadada y casi masculina de la chica de hoy, encuentro ms respeto por el sexo opuesto, ms deseo de integrarse a la sociedad. Se diga lo que se diga, desde que la mujer espaola ha soltado el abanico -su cetro de flamencona en activo- se ha humanizado, ha bajado de su pedestal de dolo y con desparpajo y valenta est haciendo oposiciones a unos derechos que slo se consiguen olvidando privilegios arcaicos, en los que no entraba la inteligencia, sino el mero hecho de estar buena. Ms respetuosas y educadas son las chicas jvenes que las respetables y fondonas matronas iberas. En una barra de cafetera, recib no hace mucho -sin intencin de hacerlo, claro- un bolsazo de una seora que, acompaada de otra, se estaba regalando. Me volv, sorprendido por el golpe. Las dos damas -con perdn-salieron del local haciendo comentarios de este tipo: Fjate, se ha vuelto! Qu delicado! Es decir, que la cortesa, segn estas seoras bastante brutas, es algo que ellas reciben, pero no dan. Y no; la educacin y la cortesa son recprocas, de ciudadano a ciudadano, sin distincin de clases ni de sexos. Me pondr muy contento el da que vea que todas las mujeres que ocupan las butacas de un teatro se levantan, como en Francia, para que pueda pasar otra seora o un caballero. Algunas ya dan las gracias cuando uno se molesta y les sostiene la puerta para que pasen, pero lo de las butacas de un teatro o cine todava no lo han comprendido nuestras salerosas y morenas compatriotas.19 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Claro, y con unas mujeres que son as, cmo va uno a decirles que hablar fuerte es una ordinariez ? Ellas hablan como les da la gana porque para eso son mujeres espaolas, tiranas de los hogares y gobernadoras domsticas, cargo que estn ejerciendo desde que don Amlcar Barca asom la jeta por estas tierras. DESVENTAJAS DE HABLAR TAN FUERTE Hablar a voces es molestsimo, tanto para el que discursea como para el que escucha. Aparte de crear a este ltimo un peregrino complejo de sordo, los espaoles tendran que moderarse y hablar con menos brillantez, por varias razones, a saber: 1 Por lo mal que se pronuncia el castellano. Los espaoles tienen a gala su psima pronunciacin del idioma y se recrean y esponjan hacindole jugarretas allenguaje, consiguiendo con esto que se adultere cada vez ms. Creo que todo el mundo conoce el chistecillo o cuento de aquel nio que deca a su padre: -Pap, quiero pan e higos. -Nio, eres tonto e idiota -responda el padre. De este chascarrillo semntico se saca la dolorosa conclusin de que el empleo correcto de la conjuncin copulativa e est considerado en nuestra patria como una repipiez o un engolamiento reventativo de nio zangolotino. 2 Por haber enviado al destierro a varias consonantes dignsimas. En las comedias de fin de siglo, cuando intervenan personajes costumbristas, no precisamente de costumbres y hbitos ejemplares, tales como golfos, timadores y gente del bronce, los autores les hacan hablar su propio idioma, posiblemente con la intencin educativa de que el pblico corrigiese sus defectos, si los tena.

20 Jorge Llopis

Los propios hermanos lvarez Quintero ponan entre comillas las palabras que pronunciaban mal sus personajes no me refiero a los andaluces-, y as veamos todas las palabras que llevaban una ll, tales como caye, cabayero, etc. En la actualidad pocos son los espaoles que pronuncian con correccin la ll. Ya no vale la pena subrayarla. Lo mismo suceda con la b y la v, que tienen diferente pronunciacin, de lo contrario no existiran palabras como subversin, obvio, etc. Hasta hace muy poco, la x era pronunciada correctamente. Desde mi niez he seguido paso a paso la transformacin de esta letra en s. La primera vez que lo pude observar fue all por el ao 1935, cuando una criada de casa dijo que all se respiraba mucho osgeno. Hoy casi todo el mundo pronuncia la x como s. Hasta en TV, que tendra que ser academia del bien hablar. Hasta en el teatro, donde, por su tradicin, la palabra tendra que ser de oro! Claro que de esto tienen la culpa los directores -papel preponderante hoy en da-, que deberan corregir la deficiente pronunciacin de los actores en lugar de poner tantos focos, tanto vestuario, tanto decorado giratorio que, las ms de las veces, es marco y encuadre de una obra dicha, sin ofender, con el culo. Sera curioso interrogar a los directores teatrales y cinematogrficos y registrar magnetofnicamente sus respuestas, para ver cmo hablan los que tienen que corregir a sus respectivos elencos. Quiz nos llevaramos todos divertidos chascos. Como resulta que los que hablan mal son ms que los que procuran pronunciar con correccin el idioma, los borricos nos avasallan e imponen su criterio. La rebelin de las masas! , que dijo don Jos. La Academia de la Lengua, que est casi siempre tocando el violn u otro instrumento de arco, acepta con jbilo la supresin de la p en las palabras de origen griego psquico, psicologa, psiquiatra, etc., cuando la p lquida, que hay que pronunciar con un saltito precioso, era lo ms hermoso de la palabra, lo que le daba un carcter helnico, culto y21 Las mil peores poesas de la lengua castellana

humanista. Claro que el ochenta por ciento de los acadmicos han pasado ya de los setenta aos, y tales decisiones se deben considerar naturalmente como lo que son: chocheces. 3 Por adulteracin y retorcimiento de palabras. Hable usted, seor mo, con un espaol cualquiera; luego con otro; ms tarde con otro ms. y as. Observar usted, caballero de mi consideracin, que, al intentar el dilogo -eso que se dice ahora que hay que empezar y yo no veo que sea cierto-; al intentar el dilogo -repito- con todos esos compatriotas suyos, observar usted, caballero del alto plumero, que sus interlocutores le van a hablar de lo siguiente: A) de ftbol; B) de mujeres; C) del Gobierno ( esto ltimo, bajito ). Pero hable usted de lo que hable, que al fin y al cabo el tema es lo de menos, los espaoles consultados le dirn, casi todos ellos, las siguientes y errneas palabras y locuciones: Pas desapercibido, por pas inadvertido. Bajo mi concepto, por en mi concepto. Fulano estaba delante mo, por delante de mi. Mengano est detrs ma (femenino y todo!), por detrs de m. Y, naturalmente, todos o casi todos los seores consultados dirn mal la palabra castellana ms castigada, ms vapuleada por extraas mettesis populares: croqueta. Usted escuchar de labios de sus interlocutores, seor mo: cocreta crocreta cocleta y clocleta, postrer alarde pirotcnico de la errnea pronunciacin hispana. El pueblo de Madrid, incluidas la morena y la rubia, que es el que peor habla de toda Espaa, dice -doy fe de ello- todo lo que reseo a continuacin: metaplasmos que erizan el vello al menos purista de los puristas: Mettesis, como piscologa, por psicologa.22 Jorge Llopis

Prtesis: arradio, por radio; amoto, por moto. Epntesis: alcarchofas, por alcachofas. Paragoges: ves a la tienda, por ve a la tienda. Ayer vinistes, por ayer viniste. Oyes, Manolo, dime... por oye, Manolo, dime. Sncopas: inaguracin, por inauguracin; vtima, por vctima. Idiotismos a porrillo: Mondarinas, por mandarinas. Estillas, por astillas. Comisera, por comisara. y no cito ms, porque el libro dara asco.

23 Las mil peores poesas de la lengua castellana

GRAMTICA Qu es gramtica? , se preguntarn ustedes con ms razn que un santo. En qu consiste la gramtica?, volvern a preguntarse, volvern a inquirir y volvern las oscuras golondrinas. No se inquieten ustedes, que para eso el presente manual es de divulgacin, y espero que, con un poquito de suerte, divulgar todo lo divulgable desde sus hermosas e impolutas pginas. Gramtica es la manera de hablar bien nuestro idioma y de escribir con correccin lo que se tercie. Ahora bien, gramtica, lo que se dice gramtica hay muy pocas personas que la sepan como es debido. Es privilegio de unos pocos caballeros -casi todos ellos provectos y asmticosque se sientan en unos sillones, tantos como letras maysculas y algunas minsculas tiene el alfabeto, en un edificio que se llama Real Academia Espaola. A veces estos seores, vctimas de una artritis o de un ataque de asma, tienen que guardar cama, dogmticos y valetudinarios. Durante esos das el idioma sufre un colapso, una pausa depresiva. El Presidente, para reanimarlo, tiene que inyectarle trozos de la Agudeza y arte de ingenio, de don Baltasar Gracin, y del Quijote. Restablecidos los eruditos enfermos, y con ellos el idioma, la docta corporacin se rene en pleno y declara que las obras completas de don Manuel Jos Quintana son estupendas. Con la conciencia limpia despus de tal aserto, los acadmicos se retiran a sus respectivos domicilios. Como, por mucho que me esfuerce en suavizarla, la gramtica espaola es dificilsima y contribuira a hacer el libro insoportable, voy a dar por sentado que todos ustedes la conocen, aunque no sea ms que de odas, y voy a pasar a otra materia con un suspiro de satisfaccin, ya que yo tampoco s ni torta de gramtica. De acuerdo? Ea, pues de acuerdo.

24 Jorge Llopis

ORGENES DE NUESTRA LENGUA Es axiomtico y evidente que un idioma no nace de repente. Ni siquiera en unos aos. Generalmente un idioma nace de una lengua anterior, a la que se denomina lengua madre. Del padre no se ha hablado nunca. Para expresarlo con ms claridad, un idioma moderno es la lengua madre, pero despus de sufrir un proceso lento de degeneracin, de retorcimiento, de viciosa decadencia. Ms claro todava: lingsticamente hablando, lo que llamamos lengua castellana es una porquera. La lengua madre del idioma castellano es el latn, circunstancia que me parece detestable por dos causas: 1 por lo repajoleramente difcil que es; 2 por los los que causaba antao al que hablaba tal idioma, porque jams saba si la frase estaba o no construida en acusativo. El latn ha sido uno de los grandes fracasos de la Humanidad. Inventado por eruditos -los llamados latinistas-, fue utilizado en la Antigedad para desesperacin de los hombres de entonces. Creadas las lenguas hijas, hubo siempre un grupo de gentes raras que se empe en conservar el latn, nada ms que con la intencin de que fuera una de las asignaturas del bachillerato. Es decir, para jorobar a los estudiantes. Afortunadamente, el latn est hoy tan desacreditado que ni siquiera lo utiliza el clero posconciliar . Pero antes que naciese el latn, muchos millones de aos antes, los hombres primitivos no hablaban, no saban decir ni mu, porque mu lo decan entonces los toros, muchsimo ms avanzados que el hombre de aquellas pocas. Las gentes prehistricas, en su vegetar neanderthalesco, necesitaban un medio de comunicacin; algo, en fin, parecido a lo que tenan las zorras, los jilgueros y dems animales. Con un atisbo de perspicacia, con un destello de luz en sus pupilas bestiales, el hombre primitivo advirti: A) que se diferenciaba del mono;25 Las mil peores poesas de la lengua castellana

B) que esa diferencia entre el mono y l no era tan notoria como para echar las campanas al vuelo; C) que aunque hubiese querido echar las campanas al vuelo, el hombre primitivo se hubiera tenido que fastidiar, porque las campanas -y, por lo tanto, las iglesias- no se haban inventado. Slo exista un muchachito con una bandeja, que desfilaba entre los hombres sentados por all; CH) que necesitaba con urgencia un medio de comunicacin eficaz para decirle a uno de sus congneres lo mal que le caa un tercero. Entonces fue cuando el hombre de las cavernas se dispuso a inventar un idioma. Primeramente encarg de ello al mono, que era ms sabio y tena ms experiencia. Pero el mono estaba siempre esperando que pasaran unos nios y le echaran cacahuetes, y no se tom el encargo en serio. Aparte de esto, dio a entender al hombre que, sin idioma ni nada que se le pareciese, haba subsistido muchos siglos tan ricamente. Ya aquellas alturas no iba a complicarse la vida por una cuestin fontica y gramatical que ni le iba ni le vena. Molestos, escocidos, los hombres se distanciaron de los monos. Aquella sociedad rudimentaria qued, pues, escindida, incmodamente escindida de esta manera: A un lado los monos, que, por su espritu tradicional y su falta de iniciativas y adelantos, fueron las derechas. Al otro lado los hombres, que formaron las izquierdas, soadores y utpicos. Por primera vez en la Historia -o Prehistoria- se iniciaba sobre la pennsula Ibrica una lucha sorda, enconada, fratricida. La tensin fue creciendo paulatinamente entre las dos facciones, que se miraban de soslayo, que se escarnecan y se vituperaban con gestos, ya que no con palabras. y por fin llegaron a las manos. Ganaron, naturalmente, los monos. El hombre, en la clandestinidad, se dispuso a crear aquel medio de comunicacin que tanta falta le haca. y lo invent sin la colaboracin del mono.

26 Jorge Llopis

En realidad, el hombre primitivo se limit a observar lo que hacan todas las cosas que lo rodeaban. Los animales rugan, el viento ululaba, las aves emitan su canto, que cambiaba segn se refiriese al amor o a la rica bananita que est en lo alto. La primera imitacin del hombre fue la del arrullo y canto de las aves, por eso la primera palabra que invent el hombre fue pip. Entusiasmado con su sensacional descubrimiento, el hombre primitivo imit a la fuente, ya la tormenta, y al mar. Y al oso, la lechuza, el mosquito y tantos otros vertebrados e invertebrados como pululan sobre el planeta. Pero las palabras no bastaban para hacerse entender, dado el escaso nmero de ellas que se haba inventado. Entonces, el hombre de Croman se auxili con gestos y carantoas, tan expresivos o ms que las palabras. Esta costumbre dura en nuestros das; no tienen ustedes ms que darse una vuelta por las calles y observar a la gente: sta cuenta un suceso cualquiera de una forma tan expresiva, que no se oye: se ve. Otra de las pruebas de este expresivismo exagerado se puede observar en el cine nacional: los actores cmicos, por los que no ha pasado, por lo visto, el tiempo, gesticulan lo mismo que el hombre caverncola. Claro que los guiones que interpretan tales actores eran conocidos tambin en aquellos remotos y bestiales tiempos; as que vyase lo uno por lo otro. El inventor del idioma primitivo tropez con graves inconvenientes en la Espaa de entonces: nadie mostraba el menor inters en aprender aquella lengua recin creada, porque lo que la gente quera era aprender ingls. Tambin esta costumbre ha perdurado hasta nuestros das, en los cuales hay una academia de idiomas en cada esquina. De castellano no las hay, y es una lstima, porque no les vendra mal a esos que quieren aprender lenguas extranjeras, conocer un poquito la nuestra. A medida que le fueron necesarias, el hombre neoltico invent nuevas palabras que fueron enriqueciendo aquel idioma todava en mantillas. He aqu algunos ejemplos de palabras y vocablos primitivos:27 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Tata, mico, filfa, patata, nene, moqueta, camama, tocateja, motete, capica, telele, chabola, rorro, pelele, cuco, Lola, coco y caca. La aportacin de palabras nuevas, de remotos neologismos, se reparti por igual entre los dos sexos, que entonces ya existan, es decir, el masculino y el femenino. Entonces no se haba estrenado todava Oh, Calcutta y se ignoraban ciertas cosas que la civilizacin y el progreso, en su afn de hacernos la vida agradable, inventaran. Hay, pues, palabras masculinas y palabras femeninas. Las primeras fueron creadas por el hombre para designar objetos, circunstancias y pensamientos viriles. Palabras inventadas por el hombre: Tertulia, siesta, Pepe, rbitro, caf, copa, puro, tongo, tu padre! y ta buena! Suceda a veces que se creaba una palabra y sta no tena aplicacin, porque el objeto que designaba todava no se haba descubierto. Tales fueron los vocablos caf, copa y puro. Pero aquellos seres sencillos y sin problemas, a falta de aquellas cosas se conformaban paladeando una borragnea, un tallo de bamb o un conglomerado silceo. La mujer aport su granito de arena al vocabulario primitivo inventando algunos trminos utilsimos e importantes, tales como son: Abanico, Maruja, guateque, pieles, testarudez, Cundo nos casamos, Paco? A sa la visten sus enemigos! , He visto unas rebajas ideales, chica! y Ya me lo deca mi pobre madre...! Hay que tener en cuenta que todo esto no surgi de sopetn, sino paulatinamente, con cierto orden, despacito, como debe ser. De lo contrario, aquellos cerebros de arpillera y piedra pmez hubieran experimentado una sacudida, colapso espantoso del que posiblemente no se hubiera recuperado todava la Humanidad. La civilizacin estaba en marcha; prueba de ello es que el hombre cuaternario, consciente de su misin divulgadora,28 Jorge Llopis

abandonaba la grosera clava, la agresiva y repugnante porra, y construa primorosas hachas de slex, que blanda para cargarse a todo el que se le pona por delante. La porra aquella, que el hombre haba abandonado, no se perdi para siempre en la noche de los tiempos. La recogieron sobre la Meseta los que estaban dispuestos a gobernar a todos los dems. y con ella nos estn dando en el occipucio desde el Neoltico y hasta nuestros simpticos y coyunturales das. Entre hachazo y porrazo, las locuciones que inventaban los hombres antiguos no eran palabras cultas. Que nadie se haga ilusiones al respecto, porque las facultades creadoras de aquellos seres eran muy limitaditas. Ningn ciudadano de la Edad de Piedra sali de pronto diciendo: Ambidextro, fastigio, criptgama, cimborrio, cacodilato, afasia, metempsicosis, pirscafo, paralelepipedo, etc. El lxico de aquellos seores era muy escueto. Apenas si contaban con un par de cientos de palabras. Bien es verdad que en la actualidad hay escritores que utilizan los mismos trminos que usaron nuestros remotos antepasados. y puede que un escritor de tanto lustre como Baroja no poseyera un vocabulario mucho ms rico. Lo peor que pudo suceder entonces fue que los espaoles empezaron a mostrar ciertas inclinaciones, costumbres, usos y acentos al pronunciar el idioma patrio, que los fueron distanciando. Los unos empezaron a llamarse oretanos; los otros, carpetanos. y as todos. y como los haba con acento gallego, dijeron: y si nos instalsemos en Galicia ? y all se fueron. y lo mismo sucedi con los que pronunciaban comindose los finales de las palabras, que se instalaron en Andaluca y all siguen, tan resalados y graciosos. Y la cosa no termin ah. Una vez en las distintas regiones, los espaoles primitivos se acantonaron en pueblos, que hicieron suyos, y veneraron. y no nombraron patrona a la Virgen de la Cinta o de las Angustias, porque todava no se estilaba, pero s decan ya que aquel pueblo era lo mejor del mundo. De entonces data el curioso patriotismo de los espaoles, que tienen amor por su patria, pero por quien estn29 Las mil peores poesas de la lengua castellana

dispuestos a partirse el pecho es por el pueblo en que han nacido, ms importante para ellos que la totalidad del pas. Y, sobre todo comparado con el pueblo vecino -al que odian-, el suyo es lo ms grande de la Creacin. A veces he tenido ocasin de conocer algunos pueblos de Espaa. Cierta vez visit Herencia (Ciudad Real), en la cual los nativos estaban orgullossimos de sus festejos. y recitaban el siguiente dstico: Pa carnavales Venecia, y despus, Herencia. Hiprbole local disculpable si se tiene en cuenta el amor desenfrenado y heroico que los espaoles sienten por la patria chica. En tiempos antiguos ya era Espaa famosa por su clima. No sabemos si era ya entonces diferente, pero nos consta que naves de todo el Mediterrneo recalaban por aqu, no siempre con fines tursticos. Pero los espaoles, ya entonces hacan buenas migas con todo lo que oliera a extico, con cualquier cosa que procediera de ms all de sus fronteras. Por aqu, pues, desfilaron los griegos, que se instalaron tan ricamente en la Costa Brava. y los fenicios, que eran una especie de viajantes catalanes de entonces, que, lo que queran era ensear a su presunta clientela el muestrario (ya entonces decan, como ahora, mostruario). La hegemona de don Amlcar y otros componentes de la prosapiosa familia Barca, hizo que esto se animara un poquito. Se fundaron ciudades y pueblos y, naturalmente, los extraos introdujeron vocablos en la lengua primitiva de los espaoles. Los cartagineses dejaron a su paso por la pennsula pocas palabras, y las que dejaron aqu, se las volvieron a llevar. Total: tablas. Los fenicios, en cambio, enriquecieron nuestro vocabulario con nuevas palabras que muy pronto se hicieron de uso general y se utilizaron una atrocidad. Ejemplos de palabras fenicias: Escandallo, remesa, detall, muestra, giro, pagar, modelo, libranza, plazos, letra, protesto, notario.30 Jorge Llopis

Ningn pueblo de los muchos que pasaron por Espaa influy tanto como los romanos. Hay que tener en cuenta que estos seores se quedaron en la pennsula bastante tiempo, y, claro, su influjo sobre las costumbres nuestras lleg a ser decisivo. Hablemos, pues, si ustedes no tienen inconveniente, de LOS ROMANOS CAPRICHOSOS A veces, no se sabe por qu, nos imaginamos una cosa de una manera especial, la vulgarizamos, la incluimos en el saco roto de los tpicos. Esto ha sucedido con los romanos, a los que todos nos figuramos como unos seores envueltos en toallas de bao, coronados triunfalmente de laurel y acanto, y empuando el plectro. Bueno, lo del plectro he de confesar que es cosa ma, porque hay quien cree que el plectro es el ferrocarril areo de Chicago, caso de que en la citada localidad haya un ferrocarril con las caractersticas apuntadas. Los romanos que conocemos son los que figuran en las estatuas, y tuvieron que ponerse lo que el escultor les dijo, porque ya se sabe cmo son los artistas. Es lo mismo que si dentro de setecientos aos la gente supusiera que las seoras de los financieros y gente gorda son tal y como aparecen en los lienzos de los pintores especializados en esta clase de modelos, es decir, delgadas, estilizadas, elegantsimas, irguiendo con una especie de estupor de buen tono el egregio busto. Se equivocaran de todas todas, porque las seoras aludidas suelen ser gordas, encorsetadas y cotorronas. A los romanos se les ocurrieron, no cabe duda, cosas felices y elegantes, algunas de las cuales han perdurado hasta nuestros das: acueductos, estatuas, circos y teatros. Cosas duraderas y slidas, porque los romanos eran un pueblo prctico. Lo que oscureca y eclipsaba tan laudables iniciativas era el idioma, que, naturalmente, los nativos de todos los sitios que conquistaban encontraban dificilsimo. Pero los oriundos del Lacio, erre que erre, se empeaban en que haba que aprender31 Las mil peores poesas de la lengua castellana

tan espantoso idioma a fortiori. y como en Espaa entraron manu militari, nos obligaron velis nolis y ab initio a hablar en latn, situacin que ab ovo los nativos consideramos de motu proprio como ex abrupto item puetas. Los espaoles de entonces, que como los de ahora no tenan grandes aptitudes para los idiomas, porque, como hemos visto, no pueden con el suyo propio, se armaban unos los tremendos cada vez que tenan que habrselas con los conquistadores. y para hacerse entender, hablaban su lengua a gritos, costumbre que hoy se practica igualmente cuando un extranjero cualquiera interroga a un aborigen: en vez de tratar de ser claro en su explicacin, el espaol le habla a gritos, como si por gritar el forastero se fuese a enterar antes de dnde cae la calle de Augusto Figueroa. Se desarrollaban a la sazn escenas bastante peregrinas. Deca un romano al entrar en cualquier sitio: -Ave! Y, claro, los espaoles, que en el fondo han sido siempre algo desconfiados, pensaban: -Ya est este to pidiendo una gallina. En vista de aquel lamentable estado de cosas, los romanos optaron por ensear el latn a los nativos. y se dedicaron a ello con ahnco y tesn. Segn las estadsticas de la poca, en las tres provincias en que fue dividido el territorio espaol se obtuvieron los siguientes resultados : En la Lusitania aprendi el idioma un 60,5 por ciento de la poblacin civil. En la Btica slo lo aprendi un 30,8 por ciento, y los que lo aprendieron conservaban, como hasta hoy mismo, su retrechero acento andaluz. En la Tarraconense aprendi el latn solamente un 10 por ciento, porque en el NE espaol se hablaba ya entonces el cataln, que posiblemente se invent para que los de aquella regin no tuviesen que hablar lo que se hablaba -fuera lo que fuese- en el resto del pas. He aqu algunas palabras latinas que han llegado hasta nosotros sin sufrir alteracin ninguna:32 Jorge Llopis

lbum, filpica, catilinaria, vademcum, memorndum, nmina, pepitoria, soflamen, cerumen, tndem, muslamen, Sofa Loren. Aquella situacin no poda prolongarse mucho tiempo. Los romanos, abusones, se aprovechaban de su inmejorable posicin de conquistadores; se permitan ser decadentes, entregndose sin el menor pudor a toda clase de placeres prohibidos. Los brbaros del Norte, escandalizados de tanta inverecundia, penetraron con violencia, arrasando a su paso foros, termas, estanques, piscinas, teatros, etc. Fue la primera vez que en Espaa, con mano dura, se barran tantas cosas intiles e inmorales y se cuidaba con atencin la salud moral del ciudadano y su preparacin para el ingreso en la vida eterna. Desde aquel momento siempre ha habido en Espaa alguien dispuesto a salvar nuestras almas, a limpiar nuestros espritus, a tapar a las mujeres incitantes, a podar nuestra literatura. Dios premie a estas buenas gentes los desvelos que se han tomado por nosotros, pobres descarriados! LOS BRBAROS DEL NORTE Para una persona que no est versada en Historia, los brbaros del Norte son unos agresivos y mostrencos gamberros acabados de llegar de Bilbao. Craso y lamentable error, cspita! El Norte era, en aquellos tiempos, un sitio que estaba situado muchsimo ms lejos que Bilbao. Los brbaros procedan de aquellos pases fros, cinturn boscoso que rodeaba entonces los dominios de Roma como una especie de teln de acero antiguo. y esta especie de cors se fue estrechando cada vez ms en torno a las caderas ampulosas de la gran metrpoli, que como seora fondona se asfixi dentro de aquellas ballenas. En puridad, la invasin de aquellos pueblos montaraces y fornidos se haba ido haciendo poco a poco. Los brbaros, durante muchos aos, se fueron colando dentro del territorio de Roma. y los romanos los acogan con benevolencia, porque brbaros y brbaras les resolvan siempre las arduas cuestiones del servicio domstico.33 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Pero Roma era un bocado exquisito, incluso para gustos tan poco refinados como los de aquellos animales de bellotas; Roma era un seuelo y un hito, un luminar majestuoso que tena que tentar a la fuerza, deslumbrndola, la palurda mente de los brbaros. y el susodicho luminar, que estaba podridito por dentro como una pera, se desmoron con estrpito apenas las huestes extranjeras dieron el primer empujn gordo. No saban los invasores, hombres bestiales pero puros, El mal negocio que hicieron al invadir el Imperio de Occidente, porque al mismo tiempo que asimilaron la cultura romana, se empaparon hasta la mdula de las no muy recomendables costumbres de los vencidos, de sus refinamientos y depravaciones, que, como todos los refinamientos y depravaciones de todos los tiempos, estaban muy ricos. A Espaa llegaron algunas de aquellas hordas y, sin contemplaciones ni historias, se establecieron en todo el territorio espaol. Pero ya hemos dicho -y si no lo hemos dicho lo vamos a decir ahora mismito- que, en un caso de invasin, la influencia es recproca entre vencedores y vencidos. Los recin llegados enriquecieron el castellano con nuevos trminos, alguno de los cuales ha llegado intacto y limpio de polvo y paja a nuestros das. Veamos unos cuantos ejemplos de palabras que nos legaron los aguerridos y furibundos conquistadores: Los alanos nos dejaron la palabra perro, que, como puede apreciarse, carece de la raz latina correspondiente, como el francs chien y el italiano cane. Luego tomaramos tambin la palabra latina y diramos can, pero nos gustar siempre ms decir perro. Ya los perros tambin les gusta ms que se les llame perro. Los suevos, a su paso por estas tierras, inventaron el vocablo fritos, porque no me negarn ustedes que hay algo extico y extrao en un plato de suevos fritos. Llegaron los vndalos, sanguinarios y despiadados, y no aportaron vocablo alguno a nuestra lengua, porque los vndalos no hablaban: mordan.

34 Jorge Llopis

Los burgundios no acabaron jams de llegar, porque perdieron el enlace en Venta de Baos, y as no se puede ir a ningn sitio,qu caramba! Por fin llegaron los godos. y tras ellos, los visi. Las dos tribus se fusionaron; y como advirtieron que el clima de Espaa les sentaba muy bien, se quedaron para los restos. y aqu los tenemos desde entonces en forma de ingenieros, tranviarios, dependientes de comercio y otras muchas profesiones. LOS VISIGODOS Cuando los invasores penetraron en nuestra pennsula no saban que les aguardaban unas cuantas sorpresas bastante dolorosas, a saber: 1 Que todo el mundo hablaba latn, por la sencilla razn de que todava no se haba inventado el castellano. 2 Que los hombres de Espaa, romanizados o no, aseguraban a todas horas que eran los ms machos del universo. 3 Que la contaminacin atmosfrica en las ciudades era tremenda ya entonces, por culpa de los hornos de pan y de los fogones de todas las cocinas aborgenes. 4 Que casi todos los domingos, salas a la calle y unas seoritas, vistosamente ataviadas con unas clmides monsimas, te ponan, quieras que no, un alfiler con una insignia. Los motivos de la cuestacin variaban, pues tan pronto se peda para las viudas de los valientes cados en la batalla de los Campos Catalunicos, como para las vctimas causadas por la lectura de las obras agrarias del seor Columela. 5 Que, a pesar de su fama en el extranjero de bebedores expertos, en Espaa no se degustaba el vino de la tierra, sino el caf con leche y el agua de Seltz. Los visigodos penetraron en Espaa con esa chulera feroz que siempre han adoptado aqu los vencedores. y la primera medida que tomaron, naturalmente, fue cambiar el nombre de las calles y plazas principales de cada ciudad o burgo. As pues, sustituyeron los tradicionales nombres de Foro de35 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Trajano y Calle de la VIII Legin por Plaza de Atalfo y Calle del 29 de abril, fecha esta ltima de la entrada de los invasores. Este cambio de nombres de las vas pblicas deba tener una importancia enorme, porque los conquistadores lo aplicaron hasta en el villorrio ms insignificante. Los visigodos modificaron notablemente el calendario, introduciendo en l el santoral arriano. Para celebrar sus xitos guerreros, y de paso dar en los morros a los vencidos, nominaron el ao de su entrada Ao de la Somanta, aludiendo a la que haban dado a los contrarios. Ya partir de aquel glorioso ao, los siguientes se fueron llamando Primer ao godo, Segundo ao godo, y as sucesivamente. Los visigodos iban vestidos como los reyes de la baraja, pero sin tanto lujo y, naturalmente, sin llevar el cartelito de Heraclio Fournier. Vitoria. Las mujeres vestan peor todava. Y todo ciudadano que no poda costearse tan suntuoso atuendo, vesta como poda, que es algo que ha sucedido en todas las pocas del mundo. Como el latn era un idioma insoportable -los recin llegados se atascaban siempre en las declinaciones-, los conquistadores decidieron de repente hablar en romance. Esto no quiere significar que chamullasen en verso, sino en algo parecido a lo que hablamos ahora usted y yo, pero ms antiguo. Muchas fueron las palabras visigodas que se introdujeron como Pedro por su calle en nuestra lengua. Damos a continuacin unas cuantas: Menestra, torneo, juegos florales, celada, cdigo, gesta, mesnada, torren, crnica, doa Fredegunda, don Fruela, doa Fredeswinda y Gala Placidia. La forma de gobierno de los visigodos fue la monarqua electiva, sistema que perdur en Espaa mucho tiempo. Generalmente convocaban a elecciones reales, que, como siempre ha sucedido aqu, estaban ya amaadas previamente. Y sala el candidato que les daba la gana que saliera a los que sostenan entonces la sartn por el mango.36 Jorge Llopis

No podan disfrutar del trono los tonsurados y los decalvados. De ah viene la costumbre de los calvos espaoles de disimular su alopecia con una boina vasca que se colocan sobre la cholla y no se suelen quitar, entren donde entren. LOS MUSULMANES Los primeros tiempos visigodos fueron un fracaso espantoso. Todo estaba corrompido, todo se venda y se compraba. La eleccin de aquellos reyes -algunos de los cuales duraron un suspiro- daba pie para enjuagues y cochinaditas. De estos tiempos turbulentos y difciles, de los cuales no nos queda ms que la lista de los reyes godos -siempre que se pueda decir de carrerilla-, data la tan espaola costumbre del tongo. As estaban las cosas cuando en Tarifa e inmediaciones desembarcaron unos moros que venan a ver si aqu se poda pescar algo. Desde las almenas de la fortaleza, don Guzmn el Bueno, con un gesto teatral y ampuloso, les arroj un pual. Los musulmanes, refitoleros y ceremoniosos, pensaron que el pual que arrojaba el gobernador de la plaza era un presente y, nada ms llegar a Toledo, se pusieron a fabricar como locos toda clase de armas blancas damasquinadas, que luego le regalaban a la gente, hacindola una desgraciada para toda la vida. La costumbre perdura todava, pues hay quien regala puales y espadas damasquinadas en cuyos gavilanes parece que titila el brillo feroz de la morisma vencedora. Aquellos vencedores con marlota y turbante introdujeron en Espaa muchsimas cosas buenas, entre ellas la costumbre de lavarse, que, todo hay que decirlo, se practicaba muy poco entre los pueblos hispanos. Pero a pesar de su saber, su cortesana y su civilizacin, los mahometanos no fueron bien acogidos por los nativos, porque tenan un gravsimo defecto: no iban a misa de doce. Los rabes se pasearon tranquilamente por todo el territorio espaol, fundando nuevos pueblos y comarcas a los que ponan nombres que empezaban casi siempre por ben y al. La conquista musulmana fue coser y cantar, y muy pronto37 Las mil peores poesas de la lengua castellana

aquellos forasteros se aduearon de toda la pennsula, excepto un trocito. En aquel sitio montaoso y abrupto se acantonaron las huestes cristianas. y como vieron que la cosa les iba mal, solicitaron del cielo -para el que siempre han tenido los espaoles buenas recomendaciones-, que obrase un milagro. y el milagro se produjo con la aparicin de la Virgen de Covadonga, que les ech una manita, como despus se la echara Santiago, o Sant Yago. Esta costumbre de complicar lo celeste con lo humano tard mucho en desaparecer de Espaa. Posiblemente las ltimas boqueadas de aquella manera de ver las cosas sean los hbitos del Carmen o de Santa Rita que todava se endosan algunas espaolas, emplazando, obligando por as decirlo, al cielo a que haga el milagro a cambio de unos metros de sarga o de algodn, generalmente de unos colores horrorosos. La estancia de los mahometanos representa un beneficio enorme para el pas. El lxico se enriquece considerablemente con los nuevos trminos importados por los infieles, los cuales siempre estaban introduciendo vocablos. Se hallaban los nativos tan tranquilitos en su domicilio cuando de repente la criada apareca y anunciaba: -Seorito, ah fuera hay un moro que viene a introducir un vocablo. Qu hago? , le digo que vuelva otro da? -Mujer, qu cosas tienes! -deca la seora de la casa-. Hazle pasar, y prepara t y unas mantecadas, que esta gente es muy finolis y se fija mucho en el trato social. Y el rabe entraba, haciendo zalemas y cucamonas, y con cierta solemnidad introduca el vocablo, circunstancia que casi siempre serva de pretexto para un copioso piscolabis a base de frusleras y pitosflautas con su poquito de cante y su oportuna y zaragatera zambra. Ejemplos de palabras de origen rabe: Alcatifa, aljofifa, bencina, alhndiga, escaramuza, ojal, alcachofa, Alicante, alcalde, alguacil, benju, benemrito, beneficencia, beneplcito, y otras muchas palabras que comienzan por al y ben que no recuerdo en este momento.

38 Jorge Llopis

LA INCMODA Y NAUSEABUNDA EDAD MEDIA Mientras los invasores se dedicaban al cultivo de las tierras, a la elevacin de palacios y alczares, al lgebra, a la astronoma, a la poesa lrica ya otras muchas cosas tiles y entretenidas, los cristianos se dijeron: -No podemos imitar a los invasores. Tendrn mucha ms cultura que nosotros, pero son infieles. As que, para darles en la cara, nosotros seremos unos burros y unos zoquetes. , Alguien pens que lo corts no quitaba lo valiente y que se poda creer en la Virgen del Carmen y ser al mismo tiempo un erudito o un experto en obras hidrulicas. Pero la mayora de los cristianos protestaron con energa. y con la frente muy alta fueron creyentes y borricos. Mientras los hijos de Mahoma se lo pasaban aqu tan ricamente, los reinos cristianos, en lugar de hacer un esfuerzo grande para echar a los intrusos, se dedicaron con ahnco a darse en la cresta los unos a los otros. Cuando no luchaban castellanos contra aragoneses o navarros, eran los nobles quienes se unan para combatir contra el rey. Todas estas luchas intestinas tuvieron como causa comn lo terriblemente aburrida que tuvo que ser la Edad Media, sin una sala de fiestas ni un teatro. El idioma se va transformando lentamente, como se transforma la poltica. En Castilla, la dinasta tradicional sufre un grave colapso con la entronizacin, previo fratricidio, de la casa de Trastmara, representada por don Enrique II, hijo de la mano izquierda de don Alfonso XI. Muerto en Montiel don Pedro I, su hermanastro, recoge el cetro castellano, que empua gracias a las prebendas, favores y canonjas que reparte a unos y otros. De esta poca turbia y movidita datan algunas de las palabras francesas que se han adherido a nuestro idioma y parecen a estas horas ms castellanas que unas sopas de ajo. El introductor de tales vocablos fue, sin duda, don Bertrn Duguesclin -o Du Guesclin- que, ms mercenario que la torta,39 Las mil peores poesas de la lengua castellana

se encontraba aqu a las rdenes del rey bastardo. El castellano empieza, pues, a poblarse de horrorosos galicismos. Puede que sean de aquella poca las palabras siguientes: Entremeses, edecn, bisutera, retreta, guardamangier, randib, sumiller, retrete. senescal,

La expansin aragonesa por el Mediterrneo tuvo tambin que absorber numerosas palabras. No he podido averiguar qu palabras son sas, porque los aragoneses son muy suyos y no han querido decrmelas . La revisin, inventario y auto de fe practicados en la biblioteca de don Enrique de Villena -que tena fama de nigromante y satnico- inaugura una institucin, ya venerable, que desde este momento va a cuidarse de las almas de los escritores, y por ende de los lectores, con resultados ptimos: la Censura. LOS REYES CATLICOS Como todo el mundo sabe, los Reyes Catlicos fueron dos. Segn los manuales de historia al uso, estos monarcas fueron de verdadero mazapn de Toledo: finos, cortesanos, inteligentes, econmicos, sagaces, esforzados; pero, sobre todo, catlicos. De ah el nombre. Pero Espaa es el pas de la hiprbole, y parece, al estudiar Historia, que los dos soberanos citados fueron los nicos, los mejores, los ms grandes. Es cierto que robustecieron el poder real, tan enclenque y anmico en los reinados de don Juan II y don Enrique IV, pero eso al fin y al cabo es barrer para dentro. Cierto, tambin, que lograron la unidad espaola con la conquista de Granada; pero este triunfo unitario es muy discutible. Lo que los Reyes Catlicos lograron fue que los espaoles se mantuvieran con la boca cerrada, pero no que, como deca antes, dejaran de preferir su pueblo a todo el resto del pas. El espritu de los reinos de Taifas es el pensamiento nacional. Los ms fervientes partidarios de los Reyes Catlicos no dejan escapar cualquier cosita sin importancia para alabarlos40 Jorge Llopis

y ensalzarlos. Algunos de ellos, para demostrar los sedimentos demcratas de aquella pareja nos dicen que reunieron con frecuencia las cortes en las que tena participacin el pueblo; como si no supiramos todos la clase de participacin que siempre ha tenido el pueblo cuando en Espaa se han reunido unas cortes. No podan los Reyes Catlicos permitirse entonces la ms pequea apertura a sinistra. Eran buenas gentes, pero palurdas, catetonas. Don Fernando, menos: haba hecho algn que otro viajecito con motivo de las guerras de Italia. No tenemos ms que fijarnos en el lugar de nacimiento de ambos monarcas: doa Isabel nace en Madrigal de las Altas Torres, lugar que, a pesar de su potico nombre, deba ser un villorrio asqueroso. y don Fernando naci en un sitio todava peor, un lugar que tiene nombre de barco a punto de hundirse en el Atlntico: Sos. Por si no fueran bastantes estas pavorosas circunstancias del reinado de Isabel y Fernando, aparece entonces uno de los personajes ms siniestros de toda nuestra Historia: don Antonio de Nebrija, autor de la primera gramtica castellana, susto y fantasma de todos los que tenemos como profesin las letras. Ostentosos, engolados y protocolarios, doa Isabel y don Fernando tuvieron un gusto literario psimo. De lo contrario no hubiesen patrocinado aquellas repelentes aleluyas, smbolo y bochorno de su reinado, como por ejemplo aquella que dice, aproximadamente: Por Castilla y con Pinzn, nuevo mundo hall Coln, o aquella otra que reza as: Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando, avanzadilla de un slogan televisivo que anunciaba un detergente con el que jams se lav la camisa la reina de Castilla. EL CSAR Y SUS SUCESORES Fue don Carlos I de Espaa y V de Alemania un monarca eficiente, cortesano, valiente y apuesto. Se asegura que naci en Gante. Gante! : nombre que suena a encajes, a canales de agua perezosa, a verdes praderas cruzadas por rollizas41 Las mil peores poesas de la lengua castellana

campesinas a las que el joven rey intentara seguramente meter real mano a orillas del Escalda. ..Bueno, en realidad no s si el Escalda pasa o no por Gante, pero pudo muy bien haber pasado en aquella poca. Haban dejado los Reyes Catlicos esto bastante calentito. y para que no se enfriara nombraron regente de Espaa al Cardenal Cisneros, hombre enrgico que por un poquito nada ms no pudo saludar a don Carlos cuando ste vino -rodeado de flamencos chuppteros- a reclamar su herencia. Las campaas de Italia, emprendidas con entusiasmo por Su Majestad Cesrea -nombre de parto difcil-, fueron la causa de que muchos vocablos italianos se nos colaran de rondn en nuestra lengua. Palabras italianas absorbidas por el castellano: Medalla, empresario, pera, fachada, aria, spaghetti, ravioli, Traviata, macarrones (con o sin tomatito, a elegir), centinela y torna a Sorrento. La cosa iba viento en popa cuando de repente don Carlos, tan equilibrado al parecer, se retira a Yuste aquejado de melancola corrosiva. Y all, con el regodeo del que se toma una copita de Marie Brizard, contempla sus funerales en vida, exequias que los monjes, ttricos y engolados, sirven a la carta a aquel seor tan rarito. Pero don Carlos no tena la culpa. Las leyes de la herencia son implacables y don Carlos estaba pagando, sin comerlo ni beberlo, mendeliano, el funesto parentesco de sus abuelos maternos, los Reyes Catlicos, primos hermanos por parte de los Enrquez. Por eso el infante don Juan, hijo de estos monarcas, muere retorcido de deseos libidinosos como un play-boy del siglo XV; por eso doa Catalina, con melindres de gata real, harta al pobre Enrique VIII, que, con tal de perderla de vista, llega hasta la cisma; por eso doa Juana I pasea por toda Castilla el ilustre fiambre de su esposo; por eso Felipe II, aos despus, construye El Escorial, esa gloriosa y monumental fbrica de zapatos herreriana erigida a la salud de san Lorenzo, que no se haba metido en nada.

42 Jorge Llopis

Coincidiendo con el predominio de la Casa de Austria, nuestras relaciones con Portugal -nacin cercana a nosotros y por lo tanto desconocida- fueron inmejorables. Estbamos con los lusos a partir un pin. Sobre todo, porque entonces Portugal perteneca a Espaa. Del idioma de Camoens se nos pegaron algunas locuciones. Ejemplos de palabras tomadas del portugus: Viga, fado, botafumeiro, chubasco, guitarrada y Companhia dos Carruagems-Camas e dos Grandes Expressos Europeos. NUEVOS ELEMENTOS EXTRAOS EN NUESTRA LENGUA Hay veces que nuestro idioma se altera. El elemento extrao ms perjudicial para nuestra lengua es precisamente levantarse de la cama y comprobar que tenemos la lengua sucia. Casi siempre se le echa la culpa al tabaco o a cierta afeccin leve del hgado que nos convierte durante la noche la lengua en un trozo de arpillera o gutapercha. y no es as; lo que sucede es que se nos ha atravesado un indigesto barbarismo de los muchos que se introducen a diario en nuestro idioma. La proximidad de Francia, nacin de la que estamos separados por los Pirineos, convierte al francs en la lengua que ms vocablos ha suministrado al espaol, por varias causas: 1 Porque fuimos invadidos por los franceses cuando aquello del alcalde de Mstoles. 2 Porque al mando del duque de Angulema, nuestros vecinos volvieron a invadirnos con el nombre de los Cien Mil Hijos de San Luis. 3 Porque en Espaa siempre hay cursis que dicen que esto es chic, aquello tiene mucho cachet y otras mentecateces que prefiero no recordar .

43 Las mil peores poesas de la lengua castellana

4 Por culpa de la cocina francesa, que se ha intemacionalizado y nos ha inundado de trminos culinarios, como bechamel, financiere, etc. 5 Por la moda, la dichosa y cambiante moda, la inquieta moda, que constantemente, irradiando sus destellos carsimos desde Pars, nos arroja palabras extraas como pret--porter, boutique, etc., que ya no son galicismos, sino palabras francesas utilizadas con la mayor frescura. Ms palabras tomadas del francs : Paje, vianda, manjar, potaje, cabaret, langosta Thermidor y Brigitte Bardot. Buceando en el castellano, encontramos de repente palabras que han enriquecido el lenguaje; palabras extraas, exticas, orientales que se nos han entrado en casa, pero no por influencia directa del idioma del que proceden, sino a travs de otro lenguaje que ha actuado como transmisor. As sucede por ejemplo con el persa, idioma que posiblemente no conocen en Espaa ms que media docena de gentes. y lo mismo sucede con el turco, lengua que antiguamente se poda pensar que la practicaban unos seores que vendan alfombras por las calles de las ciudades espaolas. Pero despus de una investigacin a fondo, se averiguaba que los vendedores ambulantes eran casi siempre de Matar y el gnero de alcatifas que vendan proceda de Crevillente. He aqu algunas palabras que se han introducido en nuestro idioma, procedentes de lenguas diversas: Del snscrito: Paria, bracmn, baranda, Ramayana, Mahabarata y Brahmaputra (con perdn). rbano,

Del persa: Pagoda, persiana, bazar, momia, percal, caravana, strapa, mus, duples y rdago a la grande. Del chino: Jade, abanico, quimono, ping-pong, marketing, yo-yo, mandarina. Del alemn:44 Jorge Llopis

Obs, blocao, vermut, nibelungo, vivac, Guttemberg, zanguango y Mercedes Benz. Del turco: Bey, quiosco, turbante, divn, morrosco, turca, otomana, cojn y cogorza. Del ingls : Paquebot, royalty, club, bar, folklore, comit, dock, cabina,protectorado, laborismo, sport, rosbif, cheviot, petrleo y Gibraltar. De las lenguas eslavas: Troica, mazurca, redova, polca, cosaco, rubasca, mujik, ucase, samovar, vodka, caviar, zar, chubesqui, consomol, cominform, duma y veto. Del ingls de los Estados Unidos: Wisky, iceberg, apartamento, best-seller, soda, gngster, dry cleanning, aparcamiento, oleoducto y bases areas. Del ingls de cafetera : Ice cream, perrito caliente, Cuba libre, Gin tonic, cakes, sirope, hamburguesa, sandwich. Del ingls mdico : Chequeo. Como se puede observar en todas las palabras que he reseado un poquito ms arriba, hay un cincuenta por ciento de ellas que no es que hayan venido a enriquecer el idioma, sino que se usan en su forma natural, pronunciadas y expresadas en el idioma propio de cada una de ellas, o en traduccin literal. La prensa espaola tiene mucha culpa de estas locuciones llegadas aqu de extrangis. Recuerdo, ya hace aos de esto, que los peridicos espaoles hablaron durante mucho tiempo de los parachutistas que se lanzaban de los aeroplanos. Hoy han hablado de alunizaje) y supongo que cuando la ciencia consiga que se llegue a los dems planetas de nuestro sistema, se dir que los hombres han saturnizado) han vulcanizado o han martirizado (de Marte). FORMACIN DE OTROS VOCABLOS45 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Como la vida sigue su curso y el progreso no para, el idioma, por no ser menos, se pone a tono y va reflejando en su interior los adelantos, los descubrimientos y las complicaciones, cada vez ms ridas y abruptas, que la vida moderna nos brinda, so pretexto de hacrnosla ms cmoda. Los ltimos adelantos cientficos han enriquecido nuestra lengua con neologismos, algunos de los cuales se usan corrientemente como si se tratara de la cosa ms natural del mundo. Tenemos, pues, neologismos clsicos: Telgrafo, telfono, demografa, penicilina, antibiticos, antihistamnicos, etc. Hay otros, como son: Pruebas nucleares, magnicidio, estraperlo, etc. De lo que se deduce que casi todas las palabras nuevas, o son medicamentos -casi siempre carsimos- o son electrodomsticos y nos hacen a todos la vida imposible. PALABRAS DE ORGENES VARIOS Hay palabras que dan vigor y flexibilidad al lenguaje porque han ido apareciendo a medida que el hombre ha tenido necesidad de ellas para designar objetos en un principio nuevos y luego menos recientes, convertidos en clsicos y tradicionales por el uso cotidiano. Las mismas palabras de que nos servimos todos los das, pueden originar nuevos trminos, segn stos se formen de una manera o de otra. As, tenemos: Palabras formadas por derivacin: De pera, perito; de tonto, tontarria; de pesa, peseta; de mango, manganeso; de flan, Flandes. Las hay tambin por composicin, es decir, porque dos palabras se han unido, se han aglutinado para formar una tercera que participa de las cualidades de las dos palabras madres. Ejemplos: enzimas,

46 Jorge Llopis

De carro y coche, carricoche; de anda y Luca, Andaluca; de Lola y Brgida, Lollobrgida. A veces un pueblo o una localidad cualquiera dan su nombre a una palabra que designa el invento que procede del sitio referido, por ejemplo: De Mahn, mahonesa; de Sevilla, sevillanas; de Alicante, alicantina; de Galicia, gallegada; de Berln, berlina; de Astorga, mantecadas. Hay otras palabras que han tomado el nombre del inventor del objeto en cuestin, ideado o imaginado por l, o bien del divulgador que lo ha divulgado. Ejemplos: Quinqu, de su inventor, monsieur Quinquet; Ros, del general Ros de Olano; silueta, de don Esteban de Silhouette; sardina, de Victorien Sardou; mingo, de Antonio Mingote, excelso dibujante contemporneo; Cabo Ortegal, de don Jos Ortega y Gasset, etc. y no canso ms, majos.

47 Las mil peores poesas de la lengua castellana

LA OBRA LITERARIA, SUS ELEMENTOS Y OTRAS COSITAS OBRA LITERARIA Se llama obra literaria a esa clase de libros que, generalmente, no lee nadie. Los libros que suele leer la gente no son obras literarias, sino obras de solaz y esparcimiento. El pblico no suele leer obras literarias, porque piensa: A) que son aburridas; B) que son largas; C) que son caras. Casi siempre la gente acierta, y las obras literarias participan de las tres cualidades anteriormente apuntadas. Cuando las obras literarias van mezcladas con libros de divulgacin, y la seleccin de unas y otras obras parece que est hecha con los pies, se llama entonces Coleccin Salvat. Hay una literatura masculina y otra femenina. Hace muchos aos los hombres lean a Baroja y Blasco Ibez y, las mujeres que lean, se asan a las obras de doa Concha Espina, que eran de apa. Hoy todo el mundo se ha mezclado y lee indistintamente las cosas ms heterogneas, pero las mujeres consiguen, como en el resto de los negocios del pas, que algunos escritores tengan grandes xitos literarios. y de repente se lanzan a comprar como locas novelas del tipo de Monlogo de una seora frgida.

48 Jorge Llopis

LITERATURA El conjunto de obras literarias y el estudio y clasificacin de las mismas se llama Literatura, para distinguirla del estudio de los platos de cocina, que se denomina Gastronoma. He puesto esta comparacin, que podra parecer gratuita, porque muchas veces la Gastronoma encierra ms literatura que muchas de las obras que se publican por ah. y al fin y al cabo, si no la hay, haces lo que dice la receta y te salen unos macarrones como para chuparse los dedos de gustito. Conviene aclarar que hay dos clases de literatos: Los que viven -o intentan vivir de las obras de ingenio y creacin: es decir, los que se inventan algo y lo plasman en un libro, a ver qu pasa. Los que viven, casi siempre muy bien, a costa de los escritores que han fallecido o que estn en las ltimas. Estos eruditos, estos tremendos sabihondos se subdividen en dos clases, a saber: Los comentaristas y gloseros, que, como su nombre indica, glosan y escarban en la vida y la obra de Gngora, de Villamediana o de Cervantes. Los antlogos, que se limitan a reunir trozos literarios de un autor o autores, los publican, y las ms de las veces salen bonitamente del paso con un prologuito ms o menos acertado. Lo que sucede en realidad a estos escritores es que, como jams se les ha ocurrido nada original -y si se les ha ocurrido algo es nauseabundo-, se dedican, como vampiros, a chupar la sangre del vivo, o como espeluznantes necrfagos, a merendarse los ya putrefactos cadveres de los difuntos. LENGUAJE LITERARIO Las palabras que los autores utilizan -a veces sin tiento ni mesura, reconozcmoslo- se llaman lenguaje literario, porque embellecen la narracin. En cambio, lo que decimos cuando llaman a la puerta y se presenta un seor con la alocada pretensin de cobrar un recibo, no tiene nada que ver con la literatura.49 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Pensamientos iguales, expresados en lenguaje natural o en lenguaje figurado, cambian notablemente. Dichos de la segunda forma, cobran energa y belleza. El que no cobra casi nunca es el seor anteriormente citado, que con su recibo en la mano se tiene que ir a hacer grgaras en vista de la resistencia y agresividad que nota en el ambiente. Estudiemos las diferencias entre un lenguaje y otro, redactando algunos pensamientos dichos de ambas maneras. Vamos a ver qu sale, majos: Natural: El barro ensucia los zapatos limpios. Figurado: Reboza el fango villa impolutez de los escarpines Natural; Empieza a amanecer a lo lejos. Figurado; En su inicio, la esplendente aurora cubre de rosicler la brumosa lejana. Natural: Eduvigis era gorda, aunque firme y hermosota. Figurado: Eduvigis ofreca la orga lardosa de sus ajamonadas y enjutas mollas, empero era ebrnea y turgente, si que tambin una exuberante ta buena. Como puede deducirse de los tres ejemplos anteriores, cualquier frase, por corriente que sea, se puede embellecer por medio de un eficaz y certero lenguaje literario. El refranero castellano, que posee la deliciosa vulgaridad de todo lo que tiene ms de artesana que de arte, puede, convenientemente disfrazado, ser expuesto sin el menor desdoro por los pedantes de chicha y nabo. Me permito hacer algunas sugerencias al respecto: Los duelos con pan son menos. Traduccin: Las exequias con candeal son tolerables Mucho ruido y pocas nueces. Traduccin: Excesiva tracamundana y exiguo cascajo. Quien a buen rbol se arrima, buena sombra le cobija. Traduccin: Quien a ubrrima confera se adosa, ptima umbra lo entolda. No hay mal que por bien no venga.

50 Jorge Llopis

Traduccin: No existe adversidad que por sinecura no se trueque. No te metas en camisa de once varas. Traduccin: Jams te introduzcas en fibra homologada de once toesas. La cabra siempre tira al monte. Traduccin: El rumiante siente la atraccin de la Carpetovetnica. Dentro de cien aos, todos calvos. Traduccin: En el transcurso de una centuria, todos alopcicos. Dame pan y dime tonto. Traduccin: : Obsquiame con hogazas y motjame de estulto. Agua que no has de beber, djala correr. Traduccin: H2O que no has de ingurgitar, permtela que discurra por su cauce. Gato con guantes no caza ratones. Traduccin: Felino con quirotecas no vena roedores El ojo del amo engorda el caballo. Traduccin: La esclertica del mandams engrosa el solpedo. A mal tiempo, buena cara. Traduccin: A borrasca en las Azores, rostro jocundo.

51 Las mil peores poesas de la lengua castellana

FORMAS DEL LENGUAJE LITERARIO Antes, el lenguaje literario adoptaba estas tres formas: Enunciativa Narrativa Descriptiva Esto era lo clsico, y de ah no se sala nadie, porque entonces la Real Academia de la Lengua velaba por la pureza del lenguaje y por la nitidez de los conceptos e ideas. Incluso la docta institucin se permita intervenir privadamente en la vida de los escritores, a los que, como buenos espaoles, se les exiga que fuesen gente de orden. y se dio el caso peregrino de que algunos de los miembros de tan benemrito instituto fuesen, antes que escritores, carcas. Pero las cosas son ahora de muy distinta manera. Desde hace algn tiempo los escritores se han liado la manta a la cabeza, y esta manta -unas veces zamorana y otras agujereada y piojosa- ha creado nuevas formas de lenguaje literario, a saber: Embarullada Copiativa Marrana y Camelstica. Pasemos ahora, si ustedes no tienen inconveniente, a estudiar las siete formas de lenguaje literario que andan por el accidentado y abrupto panorama intelectual hispano: Forma enunciativa Como se deduce de su nombre, esta manera se utiliza para enumerar los distintos estados de nimo, los pensamientos, las conclusiones -si es que se llega a alguna que el autor siente y vive en lo ms profundo de su yo. Tambin se refiere esta forma de lenguaje a todas aquellas observaciones psicolgicas e ntimas, aunque stas sean casi siempre unas tonteras as de gordas. Ejemplo:

52 Jorge Llopis

Sent que un fro de muerte me atenazaba el corazn con sus pinzas de hielo, y que mi mente se trastornaba hasta el extremo de que, sin sentir, empezaba a merendarme un par de abanicos horrorosos que representaban unas damiselas lnguidas que empapuzaban a sendos pavos reales, pintados por el artista de un color azul agresivo. DON JUAN VALERA Forma narrativa La forma narrativa expresa los hechos, efemrides, vicisitudes y eventos que han acaecido vaya usted a saber dnde, porque, segn cnones antiqusimos, el autor tiene la libertad de conseguir que la obra literaria, de la cual ostenta la paternidad, suceda en el lugar que le d la gana. Para eso es el padre de la criatura. O el to, caso de que el autor haya plagiado nada ms que un poquirritn. Ejemplo: Hallndose don Quijote en la venta, tan bien servido y regalado como no digan dueas, aconteci que de pronto aparecieron por aquellos alrededores unos vizcanos, que, montados en sus mulas pollinas, diriganse a la singular posada con la intencin que podr imaginar el lector, caso de imaginar algo, que puede que lo imagine, si algo imaginare. DON MIGUEL Forma descriptiva Mediante este truquito literario se pueden pintar y describir objetos, lugares, paisajes ya doa Virtudes haciendo punto de gancho. Como Espaa es hiperblica y extraa, ha elevado a cimas inaccesibles a escritores que no han dicho nunca nada, y que toda su fama la deben a las descripciones, pinturas stas sin belleza alguna, sositas, deslavazadas, como hechas a travs, de una ventanita de pueblo lleno de moscas y de catetos borricos y malolientes. A una de estas momias camelsticas pertenece el siguiente Ejemplo:53 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Es Villagorda del Duque ciudad castellana; por sus calles soolientas y mal empedradas apenas si cruza algn transente dispuesto a romperse el bautismo en la calzada. La ventisca de las vecinas sierras azota los vidrios de balconadas y ventanucos, desde los cuales, como un cuadro enmohecido por la repulsiva ptina del tiempo, divisan abandonadas eras: polvo, palurdos y aburrimiento son el pan de cada da de aquella cochambrosa contornada. AZORN Modernamente, como antes he reseado, a las tres formas tradicionales expuestas hay que adicionar cuatro ms. Comencemos por la llamada Forma embarullada No cabe duda de que el crecimiento demogrfico espaol es evidente. Donde antes ramos menos, ahora somos ms. Lo terrible del asunto es que, segn veo con estupor, en pocos aos, en lugar de nacer y crecer una poblacin civil normal, ha nacido y ha crecido una apretada y espesa generacin de poetas. Todo el mundo es ahora poeta. y publica libros, que es lo ms gordo. Qu pasa? Esta gente que se dice, que se cree poeta, lo es de verdad, 0 estamos, como sucedi del siglo XVII al XVIII, en un tremendo parntesis, en un lapso que va de Torres Villarroel a los fabulistas? Porque puede no haber poesa tanto por la carencia, por la escasez de autores, como por la sobra de ellos. Ha nacido, sin que ninguno de nosotros lo sospeche, una generacin de monstruos, de superhombres? O, por el contrario, la poesa de ahora, sin sujecin a reglas, sin algo que tase y coarte y frene, es tan fcil que cualquier mastuerzo, cualquier imbcil ms o menos literario, tiene acceso a la gloria, reservada siempre para los raros? La forma embarullada, nueva en el panorama literario, es aquella en la cual el autor dice -o cree decir, el angelito- algo importante. Pero se vale, como medio de expresin. de la

54 Jorge Llopis

turbidez, de la oscuridad, de una especie de pretenciosa y sibilina palabrera. A esta clase de literatos, de creadores oscuros, les llamo yo autores de cementerios marinos. y ya est bien: como bromita, aceptemos el Cementerio del seor Valry -del que, honradamente, jams me he enterado- pero ms adivinanzas, ms penumbras camelsticas, no. Con la frente muy alta, confieso aqu que El cementerio marino de monsieur Valry no me gusta nada. y puede que no me guste, no lo s, porque no he podido jams enterarme de lo que el buen seor quiso decir. Puede que se dirigiera solamente a los que estn en el ajo, a los que -preparadsimos y enteradsimos eruditos a la violeta- penetran lo ms laberntico y se permiten el lujo de decir que han comprendido lo ms enigmtico. Un saludo a los elegidos. Renuncio a poner un ejemplo de esta forma embarullada. Sirva cualquiera de esas cosas que se publican con demasiada frecuencia, ay!, en Espaa y plazas de soberana. Forma copiativa Nos hallamos ante una manera literaria que consiste en apropiarse de lo que todo el mundo conoce de sobra, de lo que, a fuerza de ser del dominio pblico, es tpico y tabarra. El autor, con una buena coleccin de frases, dichos, ancdotas, chistes y chascarrillos baturros, organiza una obra original. Famossima en Espaa y parte de Amrica, es una novelita en la cual el autor, conocidsimo, ha aportado a su relato dos frases originales. El resto de las que figuran en la narracin son asirias, egipcias, caldeas y griegas, tanta es su antigedad y solera. Sirva como ejemplo un fragmento de la obra citada: ...pues sabrs, querida Lizzie, que aqu, en Espaa, hay costumbres muy raras y originales. Por ejemplo, el otro da, hablando con mi novio -porque tengo novio- de cierta cosa dudosa que yo quera emprender, me dijo de repente:55 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Fate de la Virgen y no corras! Yo, la verdad es que, por ms que me estrujo las meninges, no encuentro relacin alguna a ambas cosas. y si fuera necesario correr, lo hara de forma deportiva, sin necesidad de mezclar para nada en ello a la madre de Jess. No te parece, morronga ma? RAMN J. SENDER, La tesis de Betsy Forma marrana Esta manera de expresar pensamientos e ideas se ha extendido bastante en nuestras letras. Consiste en ir acumulando acontecimientos poco edificantes, los cuales se adoban y alian con frases procaces y malsonantes. La Picaresca de la caca, vamos. Pero todo tiene su explicacin: hace unos cuantos aos, en un pas como Espaa, donde casi todo estaba prohibido excepto dos o tres cosas -y quiz me quede corto-, cuando un escritor consegua pasar por el colador censurero una obra atrevidilla, se hinchaba a ganar pesetas. Lo que sucede es que como los espaoles son extremosos, lo que en un principio fueron alusiones ms o menos veladas se convirti en una orga de palabrotas, tacos, pesias y verdolagas. Y aqu viene lo bueno: la mayor parte del pblico censur a los escritores que se permitieron tales licencias. Era natural: despus de cuatro lustros y medio de literatura para monjas pazguatas, el espaol no estaba preparado y era l mismo quien despotricaba contra las demasas de aquellos escritores listillos y aprovechados, que estrenaban picardas en Espaa. Pero como todo tiene un lmite, a fuerza de prodigar escenas escabrosas y situaciones en las cuales la lbido hace siempre de las suyas, la gente se ha acostumbrado, y cuando uno de estos escritores de pornografa literaria lanza un libro nadie se escandaliza, porque ya sabe lo que va a leer. Como ejemplo de esta manera de hacer, he aqu un fragmento de una de estas obras sicalptico-deslavazadas: La boca de Robustiana se abri como una letrina para denostar de esta guisa a Mara la Cachondona, que remeca una apestosa colilla de tagarnina en sus labios amoratados:56 Jorge Llopis

-Vete a hacer puetas, mala pcora! -escupa la puta apopltica-. Qu ms quisieras t que parecerte a m, mierda seca, que no cambio yo tu cara entera por uno de los carrillos de mi culo! CAMILO J. CELA TRULOCK, Marquisas, bagasas y peliforras Forma camelstica En realidad, esta manera de escribir es una modalidad de la que he reseado en la forma embarullada. Es posible aceptar hoy da a los escritores que practican el galimatas, porque mucha gente que antes no lea, de repente ha descubierto los libros, y ahora va y lee. y como los que se han lanzado a la aventura de leer, que dira don Pedro, han comenzado por los autores contemporneos sin la previa degustacin de los clsicos, y los jvenes osados y ardorosos de ahora nacen ya enseados, hay que darles cosas abstrusas y desquiciadas para que se sientan minora selecta. El escritor de ahora tiene que ser oscuro y sibilino. Si lo que escribe no lo entiende nadie, mejor: los pedantillos podrn marcarse el farol de decir que ellos lo entienden y que don Vicente Blasco Ibez es una porquera. Como ejemplo de esta forma camelstica, ah va un fragmento de un libro que, aunque parezca mentira, se expende en las expendeduras del ramo. y hay gente que lo compra, palabra. INSTRUCCIONES PARA TIRAR UN HUEVO FRITO POR EL BALCN DE UN PISO ENTRESUELO, SIN ALFOMBRAS, NATURALMENTE Empiece por mirar el barmetro, pero puesto boca abajo, como debe ser. Luego encierre bajo llave las cucharas. no se vayan a escapar por la chimenea. Detngase un momento y procure guardar silencio, por si bostezase la reproduccin de Rembrandt que tiene usted en el comedor. Coja el huevo con dos dedos, pero, naturalmente, uno de cada mano, y obsrvelo a la luz. Puede que en ese momento Herbert von Karajan se est rascando el occipucio, pero esto no le

57 Las mil peores poesas de la lengua castellana

inquiete, mientras no se lo rasque a usted. Arroje en este momento el huevo por el balcn. Adquiera a continuacin un ejemplar del Berliner Illustrierte Zeitung y, bien envuelto en l, si cabe, jure con una mano puesta sobre el Puente del Rialto no comer jams tortilla de patata, excepto si se la sirve la sombra de Einstein. JULIO CORTZAR ( escritor de all), Rabisalseras de metopas y triglifos CUALIDADES DEL LENGUAJE LITERARIO Cotarelo, ilustre erudito espaol, hizo posiblemente una clasificacin racional de las cualidades del lenguaje literario. y digo posiblemente, porque jams he ledo nada de Cotarelo: siempre me ha parecido un pelmazo impresionante. Pero aseguran conspicuos autores -que tampoco conozco, claroque el lenguaje literario tiene ciertas cualidades que no son para echar en saco roto. Estas caractersticas son las siguientes: Propiedad Correccin Pureza Riqueza Naturalidad y Claridad. Cualquier cosa escrita por un autor que observe todas estas propiedades -y las ponga en prctica, claro- se puede decir que es perfecta. Estudiemos, una por una, las cualidades antes especificadas. Propiedad Esta cualidad del lenguaje no es ni ms ni menos que una cuestin de cuidado, de habilidad. El escritor debe en todo momento usar las palabras con su significacin exacta. Esto no quiere decir que ha de llamar a la protagonista Bernarda,58 Jorge Llopis

ya mitad de la novela -o lo que sea- llamarla Encarnacin; as, por las buenas. La propiedad es otra cosa. Por ejemplo, si queremos expresar la belleza de la herona, llamada Rosala, tendremos que decir: Rosala era hermossima, o bien, si queremos dar ms fuerza a la descripcin, diremos: Rosala tiraba de espaldas; pero jams se nos ocurrir expresar y describir la belleza de la muchacha diciendo: Rosala calzaba un treinta y siete largo, porque en este caso el calzado, aunque sea de artesana, no tiene nada que ver con la belleza de Rosala, que es al fin ya la postre lo que queramos describirLa propiedad es tan necesaria para los escritores de todas las ramas, que muchas veces las frases y conceptos elocuentes y certeros se registran para que consten el da de maana. De ah viene el nombre de Registro de la propiedad, que todos ustedes conocen. Correccin Esto de la correccin es ms difcil de lo que parece. No se trata aqu de la correccin social o manera de comportarse en el mundo elegante y pera. La correccin literaria, que es la que vamos a estudiar, consiste en poner las cosas en su sitio, cada una de ellas como y donde debe estar. Se comete incorreccin cuando se tergiversan y quebrantan las leyes de la concordancia, cuando una frase se punta malo cuando se cae lamentablemente en el solecismo. Aclaremos que un solecismo no es, desde luego, lo que le pas a Pepito en aquella excursin, cuando se hinch, el muy animal, de tomar en la playa los rutilantes efluvios del divino Febo. El solecismo es otra cosa: una gravsima falta cometida contra la sintaxis o contra la pureza del idioma. He aqu un ejemplo de solecismo: Eres, Filis, muy hermosa, segn dice don Jos, por lo tanto, creo que eres t bella cual rosa de t chino, o sea, de the.59 Las mil peores poesas de la lengua castellana

Bueno, adems de ejemplo de solecismo, el anterior lo es de versos malos y ripiosos, no? Pues ms a mi favor. Pureza Cuando el lenguaje que se emplea no est mezclado con esto, con lo otro y con lo de ms all, se dice que es lenguaje puro. Cuando, por el contrario, el lenguaje que usa un escritor est continuamente mechado con locuciones extranjeras, con palabritas dudosas, con una puntuacin mala, se dice que es una marranada. Para escribir con pureza se recomienda huir de los barbarismos, los arcasmos, los neologismos y los lugares comunes. Barbarismos son palabras y locuciones tomadas de otros idiomas. Se debe huir de ellos, excepto de aquellos que la Real Academia ha aceptado con una frescura inaudita, como son garaje, edecn, retreta, obs, entremeses, tirabuzn, etc. Arcasmos son palabras en desuso, trminos arrumbados en el polvoriento desvn de la gramtica -jhermosa frase, caracoles!- y, por lo tanto, ridculos. Son arcasmos mager, aqueste, etc. Neologismos son trminos de nuevo cuo, de invencin a veces inmediata. Los escritores cultos -y culteranos- han empleado con frecuencia palabras de invencin propia. As lo hicieron Gngora, Quevedo y Caldern de la Barca. Daro, Mir y Valle-Incln tambin enriquecieron nuestro lenguaje sembrando en sus obras bastantes neologismos, a veces acertadsimos y sonoros... El inconveniente de los neologismos es que casi siempre la Academia de la Lengua Espaola se niega a reconocerlos. Legaliza, en cambio, las tonteras que se les suelen ocurrir a los socios de esa especie de casino de pueblo que es tan empingorotada y nefasta institucin. Recurdese el trmino jerinac. Por lo visto, el hecho de ser acadmico, ya de por s triste, permite a los ocupantes de los sillones ciertas licencias. Lo60 Jorge Llopis

digo porque uno de sus miembros, gran erudito, suele esmaltar sus escritos con los ms feroces galicismos. Sin duda, tiene permiso del presidente para el uso del trmino eclosin. Recordamos a tan conspicuo y talentudo caballero que en castellano poseemos la palabra brote,