Liturgía Dominical - Junio 12 de 2011

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1 Pentecostés Domingo 12 Junio de 2011 - Solemnidad de Pentecostés - Ciclo A - Nº 220 EL ESPÍRITU QUE UNE Y RECONCILIA E l relato de los Hechos de los Apóstoles sobre la venida del Espíritu Santo nos da muchas indicaciones para entender mejor el papel del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad. Para comenzar, el Espíritu Santo es el que realiza la unidad y la fraternidad en el género humano. Esto está simbolizado en el texto por los varios pueblos y lenguas que entendían la única lengua hablada por los Apóstoles. San Pablo vuelve sobre la misma idea: el Espí- ritu Santo que une a los miembros de la Iglesia en un cuerpo. Pero por cuanto el Espíritu es en alto grado Espíritu de renovación y creatividad, el Cuerpo de la Iglesia no es uniforme, sino que sus miembros están llenos de diferentes vocaciones, gracias y cualidades. El Evangelio nos recuerda que la paz y el perdón -aun el perdón de los pecados por la Igle- sia- son dones y efectos del Espíritu Santo. Son también una dimensión de la unidad y fraterni- dad en la Iglesia y en la sociedad. La paz proviene de una fraternidad sólida y bien establecida. La fraternidad proviene de la práctica de la justicia y la misericordia, que va más allá de la justicia. Cuando ésta práctica es suficientemente estable, se arraigan la fraternidad y la verdadera paz. Acentuemos, como lo hace este Evangelio, la importancia de la misericordia para edificar la fraternidad y la paz. La misericordia tiene que ver con el perdón y la reconciliación, muy aptamente expresado en el sacramento de la reconciliación -mencionado en el Evangelio- y en todo gesto y actitud humana que lleva a la reconciliación. El perdón y la reconciliación son particular- mente urgentes en nuestros días. Muy obvia- mente en nuestra sociedad, pero igualmente en familias y unos con los otros. La pura justicia no es suficiente, pues la justicia responde en dar a cada uno lo suyo, pero no llega al perdón. Y en la sociedad ha habido tanta injusticia, violencia y odio, que sin reconciliación y perdón la paz y la fraternidad no pueden ser restauradas. Ese es también el caso en muchas familias y relaciones personales. Estas son exigencias cristianas difíciles y a veces duras. Y cuando miramos la realidad humana, nos desanimamos. Una vez más, Pen- tecostés como la Fiesta del Espíritu creador de fraternidad y paz debería levantarnos el ánimo, y recordamos que el perdón y la fraternidad son un don de Dios, antes que nada, y este don nos ha sido dado por el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones. Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Recuerde casos en que usted ha perdonado por deseo de unidad y fraternidad. 2. ¿Está guardando algún rencor en estos días? ¿Qué debería hacer? CPC “Acercarse, escuchar y meditar la Palabra de Dios viva en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia

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El relato de los Hechos de los Apóstoles sobre la venida del Espíritu Santo nos da muchas indicaciones para entender mejor el papel del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad. Para comenzar, el Espíritu Santo es el que realiza la unidad y la fraternidad en el género humano. Esto está simbolizado en el texto por los varios pueblos y lenguas que entendían la única lengua hablada por los Apóstoles.

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Día del Señor

Pentecostés

Domingo 12 Junio de 2011 - Solemnidad de Pentecostés - Ciclo A - Nº 220

El Espíritu quE unE y rEconcilia

9. Oración después de la Comunión

Oh Dios, que comunicas generosamente a tu Iglesia los bienes del cielo: protege la gracia que le diste para que la fortalezca siempre el don del Espíritu Santo y para que el alimento espiritual le aproveche como incremento de redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

El relato de los Hechos de los Apóstoles sobre la venida del Espíritu Santo nos da muchas indicaciones para entender mejor

el papel del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad. Para comenzar, el Espíritu Santo es el que realiza la unidad y la fraternidad en el género humano. Esto está simbolizado en el texto por los varios pueblos y lenguas que entendían la única lengua hablada por los Apóstoles.

San Pablo vuelve sobre la misma idea: el Espí-ritu Santo que une a los miembros de la Iglesia en un cuerpo. Pero por cuanto el Espíritu es en alto grado Espíritu de renovación y creatividad, el Cuerpo de la Iglesia no es uniforme, sino que sus miembros están llenos de diferentes vocaciones, gracias y cualidades.

El Evangelio nos recuerda que la paz y el perdón -aun el perdón de los pecados por la Igle-sia- son dones y efectos del Espíritu Santo. Son también una dimensión de la unidad y fraterni-dad en la Iglesia y en la sociedad. La paz proviene de una fraternidad sólida y bien establecida. La fraternidad proviene de la práctica de la justicia y la misericordia, que va más allá de la justicia. Cuando ésta práctica es suficientemente estable, se arraigan la fraternidad y la verdadera paz.

Acentuemos, como lo hace este Evangelio, la importancia de la misericordia para edificar la fraternidad y la paz. La misericordia tiene que ver con el perdón y la reconciliación, muy aptamente expresado en el sacramento de la

reconciliación -mencionado en el Evangelio- y en todo gesto y actitud humana que lleva a la reconciliación.

El perdón y la reconciliación son particular-mente urgentes en nuestros días. Muy obvia-mente en nuestra sociedad, pero igualmente en familias y unos con los otros. La pura justicia no es suficiente, pues la justicia responde en dar a cada uno lo suyo, pero no llega al perdón. Y en la sociedad ha habido tanta injusticia, violencia y odio, que sin reconciliación y perdón la paz y la fraternidad no pueden ser restauradas. Ese es también el caso en muchas familias y relaciones personales.

Estas son exigencias cristianas difíciles y a veces duras. Y cuando miramos la realidad humana, nos desanimamos. Una vez más, Pen-tecostés como la Fiesta del Espíritu creador de fraternidad y paz debería levantarnos el ánimo, y recordamos que el perdón y la fraternidad son un don de Dios, antes que nada, y este don nos ha sido dado por el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones.

Algunas preguntas para pensar durante la semana1. Recuerde casos en que usted ha perdonado

por deseo de unidad y fraternidad.

2. ¿Está guardando algún rencor en estos días? ¿Qué debería hacer?

CPC

Pedidos:P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780

[email protected]

liturgia Eucarística

8. Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, según la promesa de tu Hijo, que el Espíritu Santo nos revele más profundamente el misterio de este sacrificio, y que nos descubra propicio toda verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición y despedida: Recordamos la Palabra del Señor: tened cuidado, estar alerta, manteneos en pie; se acerca vuestra liberación. Podemos ir en la paz con Cristo.

rito de conclusión

Domingo 12 de Junio de 2011

“Acercarse, escuchar y meditar la Palabra de Dios viva en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia

7. Oración de Fieles

Presidente: Movidos por el Espíritu Santo elevemos nuestras súplicas confiadas al Padre del cielo. Digá-mosle con fe:

Todos: Oh Señor, escucha y ten piedad. 1. Da la fuerza de tu Espíritu al santo Padre Bene-

dicto XVI, a nuestro Obispo y a los sacerdotes, para que puedan anunciar con fidelidad el mensaje de la salvación al mundo actual.

2. Infunde los dones de tu Espíritu a todos los gobernantes de las naciones, en especial a los de nuestro país, para que ejerzan el servicio público en bien de la transformación de la sociedad.

3. Derrama los dones de tu Espíritu sobre los enfermos, los pobres, los secuestrados y los des-plazados, para que puedan enfrentar con valor su difícil situación, y a nosotros danos la gracia de ser solícitos para ayudarles solidariamente.

4. Conduce con la luz del Espíritu a todos los que creemos en Cristo por los caminos de la unidad, para que demos un fuerte testimonio de fe y de comunión íntima.

5. Asiste con tu Espíritu a quienes estamos celebran-do esta liturgia de Pentecostés, para que poda-mos continuar con mucho entusiasmo la misión evangelizadora hasta los confines de la tierra.

Presidente: Padre Santo, recibe las súplicas que te hemos presentado, animados por el Espíritu de tu Hijo, el Señor Jesús resucitado. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

ANIVERSARIO DE NACIMIENTO DE SACERDOTES Y DIÁCONOS

P. Álvaro Burbano 5P. Luis Carlos López 7P. Luis Efrén Ojeda 8D. Jairo Tumbaqui 11P. Eduardo Guaquéz 12P. Angel María Ordóñez 16P. Juan Carlos Cárdenas 24P. Francisco León 25P. Alexander Ortega 25P. Edwin Amram 26P. Fernando Meza 26P. Roberto Hoyos 26Presbíteros Comunidades ReligiosasP. Gustavo Jiménez - Redentorista 22

Page 2: Liturgía Dominical - Junio 12 de 2011

Día del Señor Día del Señor

32

ritos iniciales

liturgia de la palabra

1. Monición Inicial

Comentador: La solemnidad de Pentecostés lleva a su plenitud la Pascua que hemos venido celebrando. Con el regocijo que nos da el ser hijos de Dios y miem-bros de la Iglesia, reunámonos en el nombre del Señor para recibir la fuerza de su Espíritu, que nos lanza a continuar en la tarea de discípulos misioneros. Sean todos bienvenidos.

3. Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles

Cuando se cumplieron los cincuenta días y llegó la fiesta de Pentecostés, estaban reunidos todos los discípulos. De repente, un estruendo que venía del cielo, como de un viento huracanado, resonó en toda la casa donde se encontraban, y vieron aparecer como lenguas de fuego que se repartían y se posaban sobre cada uno. Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, con el lenguaje que el Espíritu le inspiraba a cada uno. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos religiosos, procedentes de todas las naciones de la tierra. Al oír aquello, acudieron en masa, y quedaron desconcerta-dos oyéndolos hablar cada uno en su propia lengua. Llenos de asombro y admiración decían: “¿No son galileos todos esos que están hablando? ¿Entonces por qué los oímos hablar cada uno en nuestra propia lengua? Aquí hay partos, medos y elamitas; gente de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de la Libia Cirenaica; peregrinos de roma, judíos y convertidos al judaísmo, cretenses y árabes. Y todos los oímos hablar en nuestras lenguas de las grandezas de Dios.” (Hech 2, 1-11)Palabra de DiosR/ Te alabamos señor

4. Salmo responsorial

R/. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

Bendice, alma mía al Señor, ¡Dios mío, qué grande eres! ¡Cuántas son tus obras, Señor!; la tierra está llena de tus criaturas. R/

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R/

2. Oración Colecta

Dios nuestro, que por el misterio de la fiesta que hoy celebramos santificas a toda tu Iglesia en todo pueblo y nación, derrama los dones del Espíritu Santo por toda la extensión de la tierra, y continúa realizando ahora en los corazones de tus fieles aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evan-gélica. Por nuestro Señor Jesucristo…

El Espíritu es el que nos conduce a la verdad plena. Es-cuchemos con atención la Palabra que se proclamará,

CREDO DE LOS APóSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Pa-deció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre To-dopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

GloriaGloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sóloTú Señor, sóloTú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

6. Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según San Juan

El día de la resurrección, primer día de la semana, por la tarde, estaban en casa los discípulos con las puertas trancadas por miedo a los judíos, cuando se presentó Jesús, se colocó en medio de ellos y les dijo: “¡Les traigo la paz! “ Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús repitió: “¡Les traigo la paz!” Así como el Padre me envió, los envío Yo, a ustedes. En seguida sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados, y a quienes se los retengan, les quedan retenidos.” (Jn 20, 19-23)Palabra del SeñorR/ Gloria a Ti, Señor Jesús

Acto Penitencial

Comentario a las lecturas

5. Segunda Lectura:

Lectura de la primera Carta delApóstol san pablo a los Corintios

Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, si no es movido por el Espíritu Santo. En la Iglesia hay diversidad de carismas, pero un solo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de acti-vidades, pero un solo Dios, que lo realiza todo en todos. Y las diversas manifestaciones de la acción del Espíritu en cada uno se dan para el bien de todos. El cuerpo humano es uno solo, aunque tenga muchos miembros; y los miembros, a pesar de ser muchos, forman todos un solo cuerpo. Pues bien, eso es lo que sucede con Cristo. Porque, por obra del único Espíritu, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, al bautizarnos nos hemos unido a ese único Cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber de ese único Espíritu..(I Cor 12, 3b - 7. 12-13)Palabra de DiosR/ Te alabamos Señor

SECUENCIA

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones esplén-dido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enri-quécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. R/ (Sal. 103, 1ab. 24ac.29bc-30. 31. 34)

Domingo 12 de Junio de 2011 Domingo 12 de Junio de 2011

para que ella nos haga producir los buenos frutos que dan los fieles oyentes al estilo de María.

doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

AleluyaVen, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya

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Día del Señor Día del Señor

32

ritos iniciales

liturgia de la palabra

1. Monición Inicial

Comentador: La solemnidad de Pentecostés lleva a su plenitud la Pascua que hemos venido celebrando. Con el regocijo que nos da el ser hijos de Dios y miem-bros de la Iglesia, reunámonos en el nombre del Señor para recibir la fuerza de su Espíritu, que nos lanza a continuar en la tarea de discípulos misioneros. Sean todos bienvenidos.

3. Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles

Cuando se cumplieron los cincuenta días y llegó la fiesta de Pentecostés, estaban reunidos todos los discípulos. De repente, un estruendo que venía del cielo, como de un viento huracanado, resonó en toda la casa donde se encontraban, y vieron aparecer como lenguas de fuego que se repartían y se posaban sobre cada uno. Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, con el lenguaje que el Espíritu le inspiraba a cada uno. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos religiosos, procedentes de todas las naciones de la tierra. Al oír aquello, acudieron en masa, y quedaron desconcerta-dos oyéndolos hablar cada uno en su propia lengua. Llenos de asombro y admiración decían: “¿No son galileos todos esos que están hablando? ¿Entonces por qué los oímos hablar cada uno en nuestra propia lengua? Aquí hay partos, medos y elamitas; gente de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de la Libia Cirenaica; peregrinos de roma, judíos y convertidos al judaísmo, cretenses y árabes. Y todos los oímos hablar en nuestras lenguas de las grandezas de Dios.” (Hech 2, 1-11)Palabra de DiosR/ Te alabamos señor

4. Salmo responsorial

R/. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

Bendice, alma mía al Señor, ¡Dios mío, qué grande eres! ¡Cuántas son tus obras, Señor!; la tierra está llena de tus criaturas. R/

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R/

2. Oración Colecta

Dios nuestro, que por el misterio de la fiesta que hoy celebramos santificas a toda tu Iglesia en todo pueblo y nación, derrama los dones del Espíritu Santo por toda la extensión de la tierra, y continúa realizando ahora en los corazones de tus fieles aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evan-gélica. Por nuestro Señor Jesucristo…

El Espíritu es el que nos conduce a la verdad plena. Es-cuchemos con atención la Palabra que se proclamará,

CREDO DE LOS APóSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Pa-deció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre To-dopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

GloriaGloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sóloTú Señor, sóloTú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

6. Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según San Juan

El día de la resurrección, primer día de la semana, por la tarde, estaban en casa los discípulos con las puertas trancadas por miedo a los judíos, cuando se presentó Jesús, se colocó en medio de ellos y les dijo: “¡Les traigo la paz! “ Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús repitió: “¡Les traigo la paz!” Así como el Padre me envió, los envío Yo, a ustedes. En seguida sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados, y a quienes se los retengan, les quedan retenidos.” (Jn 20, 19-23)Palabra del SeñorR/ Gloria a Ti, Señor Jesús

Acto Penitencial

Comentario a las lecturas

5. Segunda Lectura:

Lectura de la primera Carta delApóstol san pablo a los Corintios

Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, si no es movido por el Espíritu Santo. En la Iglesia hay diversidad de carismas, pero un solo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de acti-vidades, pero un solo Dios, que lo realiza todo en todos. Y las diversas manifestaciones de la acción del Espíritu en cada uno se dan para el bien de todos. El cuerpo humano es uno solo, aunque tenga muchos miembros; y los miembros, a pesar de ser muchos, forman todos un solo cuerpo. Pues bien, eso es lo que sucede con Cristo. Porque, por obra del único Espíritu, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, al bautizarnos nos hemos unido a ese único Cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber de ese único Espíritu..(I Cor 12, 3b - 7. 12-13)Palabra de DiosR/ Te alabamos Señor

SECUENCIA

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones esplén-dido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enri-quécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. R/ (Sal. 103, 1ab. 24ac.29bc-30. 31. 34)

Domingo 12 de Junio de 2011 Domingo 12 de Junio de 2011

para que ella nos haga producir los buenos frutos que dan los fieles oyentes al estilo de María.

doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

AleluyaVen, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya

Page 4: Liturgía Dominical - Junio 12 de 2011

14

Día del Señor

Pentecostés

Domingo 12 Junio de 2011 - Solemnidad de Pentecostés - Ciclo A - Nº 220

El Espíritu quE unE y rEconcilia

9. Oración después de la Comunión

Oh Dios, que comunicas generosamente a tu Iglesia los bienes del cielo: protege la gracia que le diste para que la fortalezca siempre el don del Espíritu Santo y para que el alimento espiritual le aproveche como incremento de redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

El relato de los Hechos de los Apóstoles sobre la venida del Espíritu Santo nos da muchas indicaciones para entender mejor

el papel del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad. Para comenzar, el Espíritu Santo es el que realiza la unidad y la fraternidad en el género humano. Esto está simbolizado en el texto por los varios pueblos y lenguas que entendían la única lengua hablada por los Apóstoles.

San Pablo vuelve sobre la misma idea: el Espí-ritu Santo que une a los miembros de la Iglesia en un cuerpo. Pero por cuanto el Espíritu es en alto grado Espíritu de renovación y creatividad, el Cuerpo de la Iglesia no es uniforme, sino que sus miembros están llenos de diferentes vocaciones, gracias y cualidades.

El Evangelio nos recuerda que la paz y el perdón -aun el perdón de los pecados por la Igle-sia- son dones y efectos del Espíritu Santo. Son también una dimensión de la unidad y fraterni-dad en la Iglesia y en la sociedad. La paz proviene de una fraternidad sólida y bien establecida. La fraternidad proviene de la práctica de la justicia y la misericordia, que va más allá de la justicia. Cuando ésta práctica es suficientemente estable, se arraigan la fraternidad y la verdadera paz.

Acentuemos, como lo hace este Evangelio, la importancia de la misericordia para edificar la fraternidad y la paz. La misericordia tiene que ver con el perdón y la reconciliación, muy aptamente expresado en el sacramento de la

reconciliación -mencionado en el Evangelio- y en todo gesto y actitud humana que lleva a la reconciliación.

El perdón y la reconciliación son particular-mente urgentes en nuestros días. Muy obvia-mente en nuestra sociedad, pero igualmente en familias y unos con los otros. La pura justicia no es suficiente, pues la justicia responde en dar a cada uno lo suyo, pero no llega al perdón. Y en la sociedad ha habido tanta injusticia, violencia y odio, que sin reconciliación y perdón la paz y la fraternidad no pueden ser restauradas. Ese es también el caso en muchas familias y relaciones personales.

Estas son exigencias cristianas difíciles y a veces duras. Y cuando miramos la realidad humana, nos desanimamos. Una vez más, Pen-tecostés como la Fiesta del Espíritu creador de fraternidad y paz debería levantarnos el ánimo, y recordamos que el perdón y la fraternidad son un don de Dios, antes que nada, y este don nos ha sido dado por el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones.

Algunas preguntas para pensar durante la semana1. Recuerde casos en que usted ha perdonado

por deseo de unidad y fraternidad.

2. ¿Está guardando algún rencor en estos días? ¿Qué debería hacer?

CPC

Pedidos:P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780

[email protected]

liturgia Eucarística

8. Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, según la promesa de tu Hijo, que el Espíritu Santo nos revele más profundamente el misterio de este sacrificio, y que nos descubra propicio toda verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición y despedida: Recordamos la Palabra del Señor: tened cuidado, estar alerta, manteneos en pie; se acerca vuestra liberación. Podemos ir en la paz con Cristo.

rito de conclusión

Domingo 12 de Junio de 2011

“Acercarse, escuchar y meditar la Palabra de Dios viva en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia

7. Oración de Fieles

Presidente: Movidos por el Espíritu Santo elevemos nuestras súplicas confiadas al Padre del cielo. Digá-mosle con fe:

Todos: Oh Señor, escucha y ten piedad. 1. Da la fuerza de tu Espíritu al santo Padre Bene-

dicto XVI, a nuestro Obispo y a los sacerdotes, para que puedan anunciar con fidelidad el mensaje de la salvación al mundo actual.

2. Infunde los dones de tu Espíritu a todos los gobernantes de las naciones, en especial a los de nuestro país, para que ejerzan el servicio público en bien de la transformación de la sociedad.

3. Derrama los dones de tu Espíritu sobre los enfermos, los pobres, los secuestrados y los des-plazados, para que puedan enfrentar con valor su difícil situación, y a nosotros danos la gracia de ser solícitos para ayudarles solidariamente.

4. Conduce con la luz del Espíritu a todos los que creemos en Cristo por los caminos de la unidad, para que demos un fuerte testimonio de fe y de comunión íntima.

5. Asiste con tu Espíritu a quienes estamos celebran-do esta liturgia de Pentecostés, para que poda-mos continuar con mucho entusiasmo la misión evangelizadora hasta los confines de la tierra.

Presidente: Padre Santo, recibe las súplicas que te hemos presentado, animados por el Espíritu de tu Hijo, el Señor Jesús resucitado. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

ANIVERSARIO DE NACIMIENTO DE SACERDOTES Y DIÁCONOS

P. Álvaro Burbano 5P. Luis Carlos López 7P. Luis Efrén Ojeda 8D. Jairo Tumbaqui 11P. Eduardo Guaquéz 12P. Angel María Ordóñez 16P. Juan Carlos Cárdenas 24P. Francisco León 25P. Alexander Ortega 25P. Edwin Amram 26P. Fernando Meza 26P. Roberto Hoyos 26Presbíteros Comunidades ReligiosasP. Gustavo Jiménez - Redentorista 22