Literatura Latinoamericana Unidad 5

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  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    1/111

    Literatura

    Latinoamericana 1

    Unidad 5 Configuración 

    Cátedra Lafforge García Gallego

     

    1° Cuatrimestre 2016

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

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    Las Influencias Francesas en la Poesia

      ispano

    americana

    Este

    estudio fud escrito

    en frances para

    ser

    presentado

    en

    el Congreso

    de

    las Naciones Ame-

    ricanas ,reunido

    en Paris

    por

    iniciativa

    del

    Ins-

    titut des Etudes Americaines .

    l traducirlo al

    espaifol,

    el

    autor

    ha agregadoalgunas notas

    com

    plementarias.

    I

    LOS

    GRANDES MOVIMIENTOS

    LITERARIOS

    EN LA AMERICA

    ESP OL

    Y LAS

    INFLUENCIAS

    EXTRANJERAS

    E

    N l literatura

    de cada

    pais

    de la

    America

    Espafiola

    pue-

    den encontrarse

    modalidades

    y

    aun

    particularidades re-

    gionales.

    Desde

    este punto

    de

    vista asi

    como

    desde el punto

    de

    vista hist6rico

    y

    politico se puede

    hablar de una literatura

    propia

    en

    cada

    una

    de

    las reptiblicas

    americanas separada-

    mente

    de

    la

    literatura

    espafiola

    del mismo

    modo que

    se

    habla

    de una

    literatura de

    los Estados

    Unidos de

    America separa-

    damente de la literatura inglesa

    y

    de una

    literatura brasilefia

    separadamente

    de

    la literatura

    portuguesa.

    Ahora

    bien: en su conjunto las literaturas de los

    dife-

    rentes paises

    de

    la America Espafiola h n

    mantenido

    siem

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

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    R EVIS

    T I ERO MERIC N

    pre un

    ritmo uniforme

    que

    se caracteriza

    por

    grandes movi-

    mientos

    de

    extensi6n continental,

    sea en

    el orden

    de

    las

    ideas,

    sea

    en

    el

    orden

    de

    la

    expresi6n poetica

    o

    de

    la

    forma

    litera-

    ria.

    Con mayor exactitud

    auin se

    puede habiar,

    por

    lo

    tanto,

    aun

    desde

    un

    punto

    de

    vista

    puramente

    intelectual,

    de

    una

    literatura

    hispanoamericana,

    es

    decir,

    de

    una rama

    impor-

    tante y

    mas

    o

    menos

    independiente

    de

    la

    literatura espafiola.

    Podria aplicarse al estudio

    de la literatura hispanoamericana

    el metodo

    adoptado

    por

    Georg Brandes

    para estudiar las

    gran

    des corrientes

    literarias el siglo XIX en

    la

    Europa occidental.

    En

    la mayor parte

    de

    los

    casos,

    los,

    grandes

    movimientos

    que

    se

    produjeron

    de

    modo simultineo en todo el continente

    americano

    se

    encuentran

    ligados

    a

    un

    problema

    de

    influen-

    cias.

    Naturalmente, la

    influencia

    preponderante ha

    sido

    siem-

    pre

    la

    de Espafia, que

    es casi exclusiva

    durante la

    poca

    colonial.

    Pero

    aun

    en

    la

    4poca

    colonial ciertas

    particulari-

    dades

    regionales

    de

    la

    literatura

    hispanoamericana resultan

    ya evidentes, y

    el caso del mexicano Juan Ruiz

    de Alarc6n,

    que llev6 al teatro

    espafiol un

    espiritu

    sutil y mesurado, pue-

    de servir para comprobarlo de modo

    elocuente. 1) Llega un

    dia en que las influencias hispanoamericanas

    se

    hacen sen-

    tir en la literatura de Espafia, como en justa

    reciprocidad, 2)

    puesto

    que

    Espafia

    ha

    conservado

    siempre

    su

    ascendiente

    espiritual

    en la literatura hispanoamericana.

    Es, pues,

    al

    traves de Espafia como la literatura

    hispano-

    americana recibe

    en

    un principio las

    influencias

    extranjeras.

    Mas tarde habra

    influencias

    recibidas en

    la America Espafio-

    la al mismo tiempo que en Espafia; y en fin,

    habra tambien

    influencias que

    se

    manifestarin

    en

    el

    continente

    americano

    antes

    de haberse

    manifestado en

    Espafia,

    y

    que la

    America

    introducira

    en

    Espafia.

    La

    tradici6n

    clasica

    en la

    literatura

    hispanoamericana

    nos

    lleg6

    al

    traves

    de

    Espafia.

    Bien

    es

    cierto

    que

    Espafia,

    cuando

    la

    conquista

    de Am6rica

    no habia

    terminado

    aun,

    estableci6 una

    Universidad

    en Santo

    Domingo en 1538),

    y

    otras,

    apenas al mediar

    el siglo XVI,

    en Lima y en

    Mexico.

    Uno

    de

    los grandes movimientos

    literarios del continen-

    te es el

    regionalismo

    americano,

    el

    americanismo

    literario ,

    4

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    ESTUDIOS

    para emplear

    la frase mas

    usual.

    Ese movimiento

    se

    inici6

    a orillas

    del

    Rio de

    la Plata y tuvo eco

    dilatado

    en

    toda

    la

    Am6rica

    Espafiola.

    No es tarea

    f cil la de

    encontrar influen-

    cias

    extranjeras

    en

    un movimiento

    que aspir6 a revelar

    todo

    lo que

    hay de interesante

    en

    el escenario

    del

    Nuevo Mundo.

    Las

    encontraremos,

    sin

    embargo,

    en

    una

    rama

    de ese

    movi-

    miento:

    la literatura

    de

    evocaci6n

    indigena, que

    produjo

    obras

    como

    Cumandd

    del

    ecuatoriano

    Juan

    Le6n Mera,

    Celiar

    del

    uruguayo

    Alejandro

    Magarifios

    Cervantes,

    Enriquillo

    del

    do-

    minicano

    Manuel de

    Jesus Galvin,

    y

    Tabard

    del

    uruguayo

    Juan

    Zorrilla

    de

    San Martin.

    (3)

    A veces

    encontramos

    en

    esa literatura

    un

    eco

    de Chateaubriand,

    que populariz6

    los

    temas

    indigenas. Es

    verdad que los

    indios de

    Chateaubriand

    eran los de la Am6rica del Norte, y no de la del centro ni

    de

    la

    del sur,

    y

    que

    6 evocaba

    tradiciones

    y medios diferentes;

    pero en mas de una

    novela o poema indigena de la Am6-

    rica

    Espafiola se encuentran mujeres

    que

    tienen estrecho

    parentesco

    con Atala. El

    colombiano

    Jos6 Fernandez

    Madrid

    tom6

    como

    tema

    a Atala

    para escribir un drama.

    Y al

    ha-

    blar de

    una de

    las

    mas

    bellas novelas

    americanas, Maria

    del colombiano Jorge

    Isaacs,

    su

    compatriota Antonio G6mez

     estrepo dice que la heroina de esa novela

    es

    una hermana

    de Atala y

    de Virginia. Y es

    que,

    sin

    lugar a

    dudas, Ber-

    nardin

    de

    Saint-Pierre

    tuvo tambi6n en la America Espafiola

    una influencia

    semejante,

    principalmente

    como

    pintor

    de

    la

    naturaleza

    Pero

    ante

    todo se

    leia a Chateaubriand

    -cuya

    tala fue

    traducida primero

    en

    Hispanoam6rica

    que

    en Espafia-,

    y

    su influencia

    sobre el gran poeta

    cubano Jose

    Maria

    Heredia,

    cantor del Niagara

    y

    primo hermano

    del autor de

    Los Tro-

    feos es indiscutible.

    Tambien

    se leia en la America Espafiola,

    en

    os

    comienzos del

    siglo XIX, a Rousseau

    y

    Montesquieu,

    Voltaire

    y

    Diderot,

    y la influencia

    que ellos

    ejercieron

    sobre

    las ideas

    politicas

    y sociales -sobre

    todo

    la de Rousseau-

    fue

    extraordinaria,

    como lo fu6, por

    otra

    parte,

    sobre

    el

    li-

    beralismo

    espaiol que

    acababa

    de nacer.

    403

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    REVIST IBEROAMERICANA

     

    LA

    EPOCA

    ROMANTICA

    Las influencias

    francesas

    se manifiestan de

    modo

    direc-

    to en la

    poesia hispanoamericana por primera vez

    al mismo

    tiempo

    que

    en Espafia con

    el movimiento romantico. No se

    trata de

    una

    influencia

    recibida al

    travs de

    Espafia

    sino

    al

    mismo tiempo

    que en

    Espafia.

    Ain mas:

    en

    America

    hubo independientemente

    de

    Es-

    paia

    precursores

    del

    romanticismo. El mas notable

    fu6

    He-

    redia el

    cantor del Niagara

    lirico

    de gran fuerza

    que

    era

    romantico

    por temperamento.

    Adem6s

    Heredia

    cultiv6

    el

    teatro

    y

    adapt6

    al idioma

    espafiol

    obras de

    Ducis Voltaire

    Jouy y

    Marie-Joseph

    Chenier.

    El romanticismo

    encontr6

    ya

    trazado

    su

    camino en

    la

    America

    Espafiola.

    Apenas habian

    transcurrido

    algunos

    afios

    despues de

    la batalla

    de Hernani

    cuando

    un

    acontecimiento

    semejante

    se produjo

    en La

    Habana:

    el

    estreno de

    Don e ro

    de

    Castilla

    del dominicano

    Francisco Javier

    Foxi -uno

    de

    los

    primeros dramas

    romanticos

    de

    autor

    hispanoamerica-

    no-

    termin6 con rifias

    y

    tumultos. La

    obra de Foxa no

    res-

    petaba las tres unidades y

    hacia revivir

    en cierto

    modo

    la

    tradici6n del teatro espafiol de los

    siglos

    de oro

    pero

    el pti

    blico se rebel6

    contra

    esa

    resurrecci6n

    que se

    le ofrecia a

    ti-

    tulo

    de

    innovaci6n.

    Y fueron los

    j venes romrnticos los que

    tomaron

    la ofensiva

    pues un espectador inconforme

    recibi6

    tal tunda de

    bastonazos que

    muri6 algunos dias

    despues.

    Este fen6meno

    aunque

    puramente

    local es un

    sintoma.

    El romanticismo brindara

    estimulo a las pasiones

    febriles y

    a la

    agitaci6n

    del

    espiritu

    en

    los

    j6venes

    hispanoamericanos.

    Ciertamente

    la exageraci6n

    romantica no sera un privilegio

    americano

    pero

    habr6

    quienes

    lloren

    y

    suefien

    quienes mal-

    digan

    y

    acaso habra tambien quienes blasfemen. Toda una

    literatura

    gritona y

    lacrimosa va a nacer junto a manifesta-

    ciones

    mas puras

    y

    delicadas

    en

    las

    cuales sera

    posible re-

    conocer la influencia

    de

    tres grandes

    poetas franceses:

    La-

    martine Victor

    Hugo y

    Musset.

    En 1833 se les

    -traducia

    e

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

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    E sT U IOs

    imitaba en

    Montevideo, donde el uruguayo

    Lamas y el ar-

    gentino

    Cane

    publicaban

    El

    Iniciador

    publicaci6n

    cuyo nom-

    bre era un programa.

    El contagio

    se extendi6 a toda

    la Am6-

    rica Espaiola.

    Y ya

    en

    1841

    el humanista Andres

    Bello

    se

    dedicaba

    a traducir, de

    modo

    que

    casi raya

    en la perfecci6n,

      La oraci6n por

    todos , Los

    fantasmas , A

    Olympio , Moi-

    ses salvado de

    las

    aguas

    y

    Los

    duendes ,

    de Victor Hu-

    go. El

    chileno Guillermo

    Matta hizo otra

    traducci6n

    de La

    oraci6n por todos .

    La cubana Gertrudis G6mez

    de

    Avella-

    neda tradujo tambi6n

    Los

    duendes ;

    largo tiempo despues

    fur el centroamericano Domingo

    Estrada quien

    tradujo

    en

    versos

    espafioles

    ese

    mismo poema,

    como

    lo

    ha intentado

    en

    nuestros

    dias el

    venezolano

    Gonzalez

    Rincones.

    Bello

    tradu-

    jo tambien

    fragmentos

    de Byron, que

    apasion6

    a muchos es-

    piritus hispanoamericanos,

    y

    la

    influencia de

    Byron se acen-

    tu6

    mucho en

    Chile.

    Igualmente

    en el

    Rio de la Plata

    on

    Esteban Echeverria

    y

    en

    Mexico con Roa

    Barcena.

    Muchos otros

    poetas tradujeron a

    Victor

    Hugo:

    el

    chi-

    leno Rafael

    Minvielle

    traslad6 al

    espafiol

    el drama Hernani;

    y

    otros

    hicieron lo

    mismo

    con

    diversas composiciones

    po6ti-

    cas: el peruano Ricardo

    Palma

    ( La conciencia ), el cubano

    Rafael Maria

    Mendive ( Los

    crucificados , El

    pueblo ,

    muchas

    mis), el

    venezolano

    Jose

    Antonio

    Calcafio ( Reli-

    gi6n ), el dominicano

    Apolinar Tejera

    ( Extasis ),

    el cen-

    troamericano

    Francisco

    Gavidia

    ( Stella ). La influencia

    de

    Victor

    Hugo

    fu6

    preponderante

    durante

    mas de

    medio

    siglo:

    la encontramos

    mezclada

    con otras, en

    muchos

    poetas, protei-

    forme y

    constante.

    Hay

    dos poetas en

    los

    cuales

    esa influen-

    cia

    se

    confundia

    con

    su

    propia personalidad:

    el

    argentino

    Olegario Victor Andrade (que

    intercal6 en

    su nombre el de

    Victor

    como homenaje

    al

    maestro),

    uno

    de los m s

    brillan-

    tes

    poetas hispanoamericanos,

    y

    el

    cubano

    Rafael Maria

    Men-

    dive, que supo

    dar a su

    verso sonoridades

    musicales. La in-

    fluencia

    de

    Victor Hugo

    sobrevivi6 durante

    largo tiempo,

    ca-

    si

    hasta nuestros

    dias. Se

    encuentra en

    la

    obra de juventud

    de

    muchos

    poetas

    de

    alta significaci6n

    en el

    modernismo

    his-

    panoamericano,

    la nueva escuela

    que en

    cierto sentido

    fu6

    algo

    asi como

    un e o

    del

    simbolismo

    franc6s:

    asi en

    el centro-

    americano

    Ruben

    Dario;

    en

    el mexicano,

    Salvador

    Diaz

    Mi-

      5

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

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    R VIS

    T

    I ERO MERIC N

    r6n;

    en

    el argentino

    Leopoldo

    Lugones;

    en

    el peruano

    Jose

    Santos

    Chocano.

    i

    Y

    todavia

    Nuestro

    siglo

    tenia

    ocho

    afios,

    y

    en Colombia

    un

    joven

    que

    apenas

    contaba

    diez

    y

    seis,

    An-

    gel Maria

    Cespedes,

    triunfaba

    en

    un

    concurso

    portico

    con

    un

    poema,

    La

    juventud

    del

    sol , concepci6n

    imaginativa

    ll n

    de

    fuego

    y

    de sonoridad

    verbal,

    afortunada

    evocaci6n

    de

    manera

    hugoniana.

    Igual

    ocurri6

    con

    Musset.

    Se

    le

    tradujo,

    pero

    sobre

    todo

    se

    le imit6.

    El poema

    "Fidelia",

    del

    cubano

    Juan

    Clemente

    Zenea,

    es tan

    desgarrador

    como

    "Lucia",

    que

    por

    otra

    parte

    el mismo

    Zenea

    tradujo

    de manera

    admirable.

    Muchos

    otros

    poetas

    sufrieron

    la

    influencia

    de

    Musset:

    el

    mexicano

    Manuel

    Puga

    y

    Acal, que

    tambien

    lo tradujo;

    el

    chileno

    Guillermo

    Blest

    Gana,

    autor

    de una

    parafrasis

    de La

    noche

    de

    diciem-

    bre",

    que intitul6,

    de acuerdo

    con

    la diferencia

    de

    estaciones

    en

    otro hemisferio,

    La

    noche

    de

    mayo". El

    dominicano

    Fa-

    bio

    Fiallo,

    traductor

    de

    "La

    andaluza",

    "El

    Rhin

    aleman"

    y

      i

    Acuerdate

    de

    mi ", encontr6

    inspiraci6n

    para una

    de sus

    mas

    bellas composiciones

    en la

    "Canci6n

    de

    Fortunio",

    de

    la

    cual

    hay

    dos

    bellas

    traducciones:

    una

    del

    mexicano

    Manuel

    Gutierrez

    NAjera

    y otra

    del dominicano

    Enrique

    Henriquez.

    En

    fin, la influencia

    de

    Musset

    subsistia

    en el

    momento mis

    mo en

    que

    se

    anunciaba una nueva

    tendencia:

    uno de los

    pre-

    cursores

    del modernismo,

    Gutierrez

    NAjera,

    se

    inspir6 en

    "Lucia" (al

    igual

    que lo habia hecho

    Zenea),

    para escribir

    un poema

    emoecionante:

    La serenata

    de Schubert".

    La influencia

    de Lamartine

    fue

    de mas

    corta

    duraci6n,

    pero

    fu6

    profunda.

    Lamartine

    no

    tuvo

    gran

    nimero

    de

    tra-

    ductores:

    la

    dominicana

    Josefa Antonia

    Perdomo

    ("Otoio"),

    el cubano

    Rafael

    Maria

    Merch6n

    ("Fragmentos

    de

    Jocelyn"),

    el

    colombiano

    Antonio

    Jose

    Restrepo

    (que

    tradujo

    con fide-

    lidad

    y elegancia

    "El

    crucifijo"),

    y

    algunos mis.

    Se

    le

    imi-

    t6

    menos,

    pero

    dos

    generaciones

    hispanoamericanas

    se

    sintie-

    ron

    deslumbradas

    por

    su sensibilidad:

    asi los

    peruanos

    Luis

    Benjamin

    Cisneros

    y Carlos Augusto

    Salaverry,

    el colombia-

    no Jos6

    Maria

    Samper,

    los chilenos

    Martin

    Jos6 Rivas

    y Vic-

    tor

    Torres

    Arce (que compuso

    una especie

    de

    parafrasis de

    "El

    lago"),

    el mexicano Fernando Calder6n,

    el centroameri-

    cano

    Eduardo Hall. Su

    personalidad

    tambi6n era

    motivo de

      6

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    8/111

    ESTUDIOS

    admiraci6n.

    Y

    1l

    provech6

    m s de

    una

    vez

    la

    ocasi6n

    e

    corresponder

    a

    los frecuentes

    homenajes

    que recibia

    del Nue-

    vo

    Mundo: asi, escribi6

    un

    prefacio

    para

    un volumen

    de

    ver-

    sos

    del

    colombiano

    Jos6

    Maria

    Torres

    Caicedo.

     

    Otras influencias

    francesas?

    Las hay,

    sin duda,

    pero

    no

    son de car6cter

    muy

    general

    en

    la

    poesia

    hispanoamerica-

    na. Alfred

    de

    Vigny

    inspir6

    quizas

    un drama,

    del peruano

    Salaverry

    y poemas

    del

    chileno

    Herm6genes Irisarri.

    Casimir

    Delavigne

    fue traducido

    por el

    colombiano Fernandez

    Madrid.

    Pero

    son

    casos

    aislados e individuales,

    como ciertas

    imitacio-

    nes

    de

    Jean-Baptiste

    Rousseau por el

    cubano Ignacio

    Val-

    des

    Machuca

    y l

    traducci6n de

    los Yambos de Barbier

    por

    otro cubano:

    Aniceto Valdivia.

    (4)

    Las influencias

    romAnticas

    francesas

    se entremezclan,

    en

    l segunda

    mitad

    del siglo

    XIX,

    con otras influencias

    extran-

    jeras, sobre

    todo

    con

    l e Edgar

    Poe,

    la

    de

    Heine

    y l de

    Manzoni.

    El

    espiritu

    e Poe

    qued6 incorporado

    a diversas

    manifestaciones

    poeticas en la literatura

    hispanoamericana,

    pero

    es raro

    encontrar

    imitaciones o

    evocaciones directas

    de

    ese espiritu, como

    ocurre en Nevermore , del dominicano

    Enrique

    Henriquez. 5)

    La influencia

    de Poe se

    revela

    casi

    siempre per matices

    o

    detalles que

    pueden parecer secunda-

    rios, pero

    en

    todo

    caso

    Poe

    es

    uno

    de los

    poetas

    que

    ma's

    se

    han traducido al espafiol en

    Am6rica. Hay cerca

    de

    una

    docena

    de traducciones

    e

    El

    cuervo :

    la del venezolano

    Juan Antonio

    Perez

    Bonalde es

    la mas

    antigua

    y la

    m6s ins-

    pirada, pero

    hay

    algunas

    mAs

    que

    se

    deben a

    los

    colombia-

    nos Carlos

    Arturo

    Torres

    e Isaias

    Gamboa, al centroameri-

    cano

    Guillermo F. Hall,

    a los mexicanos

    Ignacio

    Mariscal

    y

    Ricardo G6mez Robelo -y

    omito otras varias-

    hasta llegar

    a la

    del

    argentino Carlos

    Obligado, que es

    la mas reciente

    y

    l mis fiel. Tambien han sido muy traducidas Las campa-

    nas ,

    esa

    maravilla

    pros6dica

    de

    la lengua

    inglesa:

    el

    centro-

    americano Domingo Estrada lo hizo

    con arte. En suma, toda

    l

    obra

    po6tica

    de

    Poe

    ha sido traducida,

    aun e

    modo inte-

    gral

    por un

    solo

    poeta,

    como lo

    ha hecho Carlos

    Obligado.

    La influencia

    e Heine,

    traducido

    por el

    venezolano

    P -

    rez Bonalde,

    por los

    cubanos

    Antonio

    y Francisco Selln

    y

    por el peruano Ricardo

    Palma,

    se encuentra casi siempre mez-

    4 7

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    9/111

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    10/111

    ESTUDIos

    la

    de

    B6cquer

    y la

    de

    Carnpoamor,

    pero,

    adems,

    nos dice

    su

    compatriota

    Carlos

    Gonzalez

    Pefia

    sinti6 el

    influjo

    de

    to-

    dos

    los

    poetas franceses,

    a

    partir

    de

    la generaci6n

    romnnti-

    ca

    hasta los contemporaneos;

    desde Hugo,

    Lamartine

    y

    Mus-

    set,

    hasta Richepin,

    Rollinat

    y Verlaine,

    pasando

    por

    Gau-

    tier,

    Baudelaire

    y

    Copp6e .

    8)

    Otro

    de

    los

    iniciadores

    del

    modernismo,

    el

    cubano

    Jos6

    Marti

    -que

    al

    mismo

    tiempo

    fu6 ap6stol

    de

    la libertad-,

    se

    signific6

    por

    la novedad

    de

    su

    prosa,

    pero

    dificilmente

    po-

    driamos

    encontrar

    en

    sus

    versos, tan

    originales

    e

    inspirados,

    influencias

    directas

    de

    las nuevas

    escuelas

    francesas,

    que

    6

    conocia

    bien.

    Un

    fen6meno

    semejante

    es

    el

    que

    puede ob-

    servarse

    en

    el

    colombiano

    Jos6 Asunci6n

    Silva: encontrare-

    mos en su obra

    el

    recuerdo

    patente de

    Edgar

    Poe y

    de

    algu-

    nos poetas

    espafioles,

    como

    Becquer

    y Bartrina, mas

    que

    el

    de los poetas

    franceses

    de

    su

    tiempo,

    que 6 habia

    leido

    con

    sumo

    inter6s

    y habia dado a

    conocer

    a los

    j6venes escritores

    de su

    pais.

    (9)

    La

    figura

    central

    del movimiento

    modernista

    fu6 el

    cen-

    troamericano

    Ruben Dario.

    Manej6

    con

    raro

    virtuosismo

    la

    lengua

    espafiola,

    pero

    su inspiraci6n

    venia

    de

    Francia.

    No

    sin

    raz6n

    el escritor

    espafiol

    Juan Valera

    lo

    acus6 de

    galicismo

    mental .

    Revolucion6

    la

    m6trica

    espafiola,

    pero a

    veces

    sus

    innovaciones

    eran

    resurrecciones

    de antiguas

    combinaciones

    ritmicas, algunas

    de

    pura

    cepa

    clAsica, caidas

    en desuso.

    En

    la pri-mera

    etapa del

    movimiento

    public6

    un tomo

    de ensayos

    criticos, Los raros

    mediante

    el

    cual difundi6

    en America

    al-

    gunos nombres de

    autores

    franceses contemporaneos

    que

    pre-

    feria:

    Verlaine, Mor6as,

    Lautr6amont,

    Richepin, Tailhade...

    En su obra

    poetica,

    vasta

    y

    excepcional,

    no es

    dificil sefialar,

    en

    muchos

    casos

    de manera concreta, ciertas

    influencias:

    Banville, en

    algunos

    frescos funambulescos; Gautier,

    en la

      Sinfonia

    en gris mayor ; Rimbaud,

    en Heraldos ;

    Leconte

    de Lisle y

    Jos6

    Maria

    de Heredia, en

    evocaciones frecuentes

    de

    la

    Grecia antigua; Barbey

    d'Aurevilly

    en

    Cosas del

    Cid ; y

    an Catuile

    Mendes y Armand

    Silvestre

    en algunas

    produc-

    ciones de

    juventud;

    pero, ante

    todo,

    Verlaine,

    con

    el

    cual

    te-

    nia fuertes

    afinidades

    de

    temperamento. Consagr6 a

    la

    me-

    moria

    de Verlaine

    aquellos

    versos armoniosos y

    emotivos:

    409

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    11/111

    REVIST

    IB E R O M E R IC N

    Padre

    y

    maestro

    magico, lir6foro celeste,

    que al instrumento

    olimpico y a la siringa

    agreste

    diste

    tu

    acento

    encantador.

    iPanida

    Pan

    tui

    mismo,

    que coros condujiste

    hacia

    el prolileo sacro que amaba tu

    alma

    triste,

    al son del sistro

    y del tambor.

    Otro

    de los

    iniciadores del

    modernismo

    fue el cubano

    Julian

    del Casal. En

    el de

    igual

    suerte que

    en Ruben Dario,

    las

    influencias

    de parnasianos, simbolistas

    y decadentes

    coin-

    ciden

    y

    se combinan:

    Heredia, en los

    sonetos

    de

    Mi

    museo

    ideal

    y "H6rcules

    y las

    Estinfalidas"; Leconte

    de Lisle, en

    "El

    camino

    de

    Damasco"; Verlaine,

    en

    "Paginas

    de

    vida";

    y

    un tanto Samain

    en

    "La

    c6lera

    del Infante".

    Se

    encuentra

    tambien,

    aunque m s diluida,

    en

    efectos

    de

    color

    y sonido,

    la

    de Gautier;

    e

    igualmente hay en

    Casal

    un e o de

    Baude-

    laire, en algunos

    cuadros

    sombrios y tragicos. Baudelaire

    reaparece

    a menudo en

    la obra de los modernistas,

    junto

    a

    otras influencias francesas

    de

    la epoca, entre

    las

    cuales pue-

    de

    encontrarse

    la de

    las Cantilenas

    de

    Jean

    Moreas, autor

    tambien

    grato a Casal.

    Se ha

    querido

    reivindicar

    el dictado

    de parnasianos

    his

    panoamericanos

    en

    favor

    de

    algunos poetas

    anteriores

    al

    mo

    vimiento

    modernista:

    tal

    es

    el caso del

    venezolano

    Jacinto

    Gutierrez

    Coll; pero

    nada podria justificar

    ese calificativo.

    Gu-

    tierrez

    Coll

    no hizo

    mas

    que apartarse

    de

    las

    exageraciones

    romanticas

    de

    iltima hora,

    y cultiv6

    una

    expresi6n

    poetica

    mis

    serena

    y

    refinada,

    pero

    aun asi

    sigui6

    siendo romantico.

    Cuando mas

    podria

    definirsele

    como

    un

    poeta de

    transici6n.

    Los

    verdaderos

    parnasianos

    de

    la

    America

    Espafiola

    vie-

    nen

    un poco

    m s tarde,

    despues

    de

    Casal.

    El mas

    ilustre es

    el colombiano

    Guillermo

    Valencia,

    en

    el

    cual

    encontramos

    el

    mismo

    soplo

    armonioso

    de

    Leconte de

    Lisle

    (baste

    citar

    "Ci-

    giefias

    blancas",

    "Los

    camellos"

    y "Palem6n

    el estilita ).

    Es tambien

    a

    Leconte de

    Lisle

    a quien

    se

    encuentra

    ligada

    la brillante

    personalidad

    del

    boliviano

    Ricardo

    Jaimes

    Frey-

    re, con

    su

    Castalia

    bdrbara.

    Puede

    decirse

    que

    aunque

    en

    menor

    grado,

    Leconte

    de

    Lisle

    tuvo

    influjo

    sobre

    el venezo

    4

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    12/111

    ESTUDIOS

    lano Manuel

    Pimentel

    Coronel ( Los

    paladines )

    y

    en otros

    poetas del continente

    americano.

    Otros sufrieron

    la influencia

    de Heredia,

    que

    tuvo

    en la

    Am6rica

    Espafiola

    mas

    de cincuenta

    traductores

    diferentes.

    Al

    colombiano Ismael

    Enrique Arciniegas

    se debe

    una tra

    ducci6n

    integral

    de

    los sonetos

    de

    Los

    trofeos,

    (10) y yo

    he

    tenido

    la audacia

    de hacer

    tr

    tanto,

    agregando

    los

    iltimos

    sonetos que

    Heredia dej6

    escritos

    para intercalarlos en su

    famoso

    libro. La

    mayor

    parte de los traductores

    de Heredia

    en la

    America

    Espaiola

    son colombianos (cerca de

    veinte).

    No es p r eso sorprendente

    encontrar

    en

    Colombia

    buen nii-

    mero

    de poetas

    contemporneos que sufrieron

    la influencia

    m6s o menos directa de los

    parnasianos

    franceses, y que han

    sobresalido en el arte de hacer un

    bello

    soneto: Victor M.

    Londoflo,

    11) Miguel Rasch

    Isla, Jose

    Umafia

    Bernal y

    aun

    Jos6 Eustasio

    Rivera, que supo pintar con

    sorprendente ori-

    ginalidad los paisajes y misterios

    de

    las selvas y

    las monta-

    fias de

    su

    pais,

    y

    Leopoldo de la Rosa,

    en quien

    se advierten

    a la vez

    otras

    influencias

    de

    caracter diferente.

    La influencia de Heredia se encuentra

    difundida a

    largo

    del

    movimiento modernista:

    asi

    en toda la

    obra

    del ar-

    gentino Leopoldo Diaz Las

    sombras de

    Hellas,

    Atldntida

    conquistada). Tambien aparece en la obra

    de madurez del

    peruano Jos6

    Santos

    Chocano,

    que

    escribi6

    un

    bello

    poema

    para

    dedicar

    a

    Heredia su

    libro Alma Amdrica,

    sin

    que,

    la

    postre,

    esa dedicatoria

    fuera insertada

    en el

    volumen.

    Cho-

    cano no

    imit6,

    salvo

    alguna excepci6n,

    al

    Heredia

    de los

    so-

    netos,

    sino al Heredia

    de Los conquistadores

    del oro,

    ese vas-

    to monumento,

    epopeya

    inacabada

    de la

    conquista

    del Peru.

    La

    influencia

    parnasiana se

    advierte tambi6n,

    aunque di-

    luida,

    en

    algunos poetas

    del

    grupo

    modernista

    mexicano,

    comienzos

    del

    presente

    siglo: Jos6

    Juan

    Tablada,

    Efren

    Re-

    bolledo,

    Rafael L6pez, Rub6n

    M. Campos,

    y

    muchos

    mas.

    LPrincipales

    influencias

    simbolistas?

    Ante todo,

    Verlai-

    ne,

    que

    ha tenido tan

    notables

    traductores:

    el colombiano

    Guillermo

    Valencia, el panamefio

    Dario Herrera,

    los

    mexica-

    nos

    Balbino

    DAvalos

    y

    Enrique

    Gonzalez

    Martinez,

    (12)

    el do-

    minicano

    Gast6n F. Deligne,

    y

    otros

    muchos.

    Verlaine

    influ-

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    13/111

    REVIST

    I ERO MERIC N

    y6

    sobre

    el modernismo

    hispanoamericano

    al travis

    de Ru-

    ben

    Dario,

    y tambien

    al travs

    de

    Amado

    Nervo,

    mistico

    so-

    fiador

    y

    delicado; pero

    lo

    enecontramos

    a cada

    instante, prin-

    cipalmente

    en

    el

    uruguayo

    Julio

    Herrera

    Reissig

    Las

    pas-

    cuas

    el

    tiempo)

    y en

    el

    chileno

    Francisco

    Contreras

    Es-

    maltes).

    Despues

    de Verlaine,

    Samain.

    Dejemos

    a

    un

    lado

    sus

    traductores,

    que son

    numerosos,

    para

    apreciar

    solamente

    los

    poetas

    que

    revlan

    su

    influencia:

    en

    Colombia,

    Eduardo

    Cas-

    tillo que

    a la

    vez

    nos

    trae

    algunos

    ecos

    de

    Verlaine

    y de

    Rim-

    baud; en

    el

    Perm,

    Jose Maria

    Eguren,

    Enrique

    A.

    Carrillo,

    Aden

    Espinosa

    Saldafia

    y Alberto

    Ureta,

    que

    a

    veces

    muestra

    preferencia

    por

    Francis

    Jammes

    13)

    y

    Paul

    Fort;

    en

    Ar-

    gentina,

    el

    gran

    poeta Leopoldo

    Lugones;

    en el

    Uruguay,

    Ju-

    lio

    Herrera

    Reissig.

    Y

    volvemos

    a encontrar

    algunos

    rasgos

    del

    Samain

    de

    la

    iltima

    poca,

    el

    que

    cantaba

    des irs

    simples, appris le soir

    dans

    les faubourgs,

    en el

    argentino Evaristo

    Carriego, cantor de

    la vida del arra-

    bal

    bonaerense.

    14)

    La

    ironia

    de Laforgue encontr6

    tambien

    eco en la

    me

    rica

    Espafiola.

    El ms hello

    reflejo

    de las

    melancolias

    luna-

    res

    de

    Laforgue

    es

    el

    Lunario sentimental

    de

    Lugones.

    Pero

    junto a Laforgue

    encontraremos

    a menudo al

    Conde de

    Lau-

    treamont,

    tal

    como ocurre

    en los uruguayos

    Roberto de

    s

    Carreras y Julio Herrera

    Reissig.

    La

    influencia

    de Rimbaud

    se

    encuentra

    m6s

    bien en al-

    gunos

    detalles

    aislados,

    como

    la asociaci6n

    de

    las ideas

    y los

    sonidos con

    los colores.

    A

    las

    influencias

    antes

    sefialadas,

    que

    son

    de carcter

    m s

    general, pueden

    agregarse

    otras

    de poetas

    francesas

    con-

    temporuneos,

    desde

    Mallarme,

    traducido

    en

    veces

    por el

    ar-

    gentino

    Leopoldo

    Diaz,

    por

    el

    colombiano Guillermo Valencia

    y

    por los

    mexicanos

    Rafael

    Lozano

    y

    Alfonso Reyes

    qu e

    tiene

    con Mallarm6

    cierta

    afinidad

    de

    espiritu

    poetico ,

    has-

    ta llegar a Paul

    Valdry,

    cuyo

    Cementerio

    marino

    ha

    sido

    objeto

    de una

    traducci6n

    admirable

    por el

    cubano

    Mariano

    Brull.

    El

    mexicano

    Rafael

    Lozano

    (traductor de

    La siesta

    del

    fauno ,

    de Mallarme)

    ha

    vertido

    al castellano

    otro poe-

    412

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    14/111

    ESTUDe

    IOS

    ma

    de

    Valery: El segundo

    Narciso .

    Volvemos

    a encontrar

    a

    Valry en

    la

    obra

    del

    colombiano

    Otto

    de

    Greiff.

    La

    huella de

    algunos poetas

    belgas

    como

    Maeterlinck,

    Rodenbach

    y Verhaeren,

    no

    es

    rara.

    Se

    advierte,

    entre

    otros,

    en el mexicano

    Enrique

    Gonzalez

    Martinez,

    que

    lleg6

    a tiem-

    po para predicar

    una

    nueva

    tendencia

    ideol6gica:

    torcerle

    el

    cuello

    al cisne ,

    simbolo

    de belleza

    elegante

    e initil, es

    decir,

    abandonar

    la poesia cuando

    es tan

    s61o un bello entreteni-

    miento

    espiritual,

    y hacerla

    revivir

    para magnificar

    nuestra

    sed de

    ideal y

    de

    sabiduria.

    IV

    EL

    MOMENTO

    ACTUAL

    Despuzs

    del

    modernismo,

    que

    desempefi6

    una

    misi6n

    ne-

    cesaria

    en

    un

    momento

    dado

    de

    la evoluci6n

    literaria

    hispano-

    americana,

    nuevas

    tendencias

    se

    manifiestan.

    Son

    las

    ten-

    dencias

    de

    vanguardia.

    Encontraremos

    dentro de

    esas

    ten-

    dencias

    las influencias

    francesas,

    de manera

    tan precisa

    co-

    mo

    en

    la

    6poca del

    simbolismo?

    El

    caso

    no

    es el

    mismo.

    Seria

    dificil

    sefialar

    hoy

    la

    in-

    fluencia

    directa

    y personal

    de

    un autor

    determinado.

    La

    l t

    juvenil

    de

    la

    America

    Espafiola

    ha leido

    y

    lee con

    avidez

    mu-

    chos

    autores

    de significaci6n

    diferente:

    Apollinaire,

    Girau-

    doux

    Tristan

    Tzara,

    Reverdy,

    Blaise

    Cendrars,

    Montherlant,

    Morand,

    Andre

    Breton,

    Philippe

    Soupault,

    Valery

    Larbaud,

    Ivan

    Goll

    y

    otros

    mas;

    pero,

    ~,se siguen

    sus huellas

    y

    se les

    imita

    como

    sucedi6

    un

    dia

    con

    Verlaine

    o con

    Samain?

    Me

    parece

    que

    no.

    Cuando

    m6s,

    en algunos

    iniciadores

    del movi-

    miento

    actual

    en

    Hispanoamerica,

    como el

    mexicano

    Jaime

    Torres

    Bodet

    -que

    comienza

    a ser

    considerado

    como

    un

    clasico

    de

    vanguardia ,

    sin que

    esto sea

    una

    paradoja-,

    po-

    driamos

    apreciar

    tal

    o

    cual semejanza

    con

    Apollinaire,

    Gi-

    raudoux

    o Cocteau.

    j

    Podria decirse

    lo

    mismo

    respecto

    a los peruanos

    Alber-

    to Guilln

    y Alberto

    Hidalgo,

    los

    mexicanos

    Genaro

    Estrada,

    4

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    15/111

    REVIST

    IBERO M ERIC N

    Xavier

    Villaurrutia,

    Carlos

    Pellicer

    y

    Manuel

    Maples Arce

    el

    dominicano

    Domingo Moreno

    Jimenes, los

    uruguayos Ju-

    lio

    Rail Mendilaharsu

    e

    Ildefonso

    Pereda Vald6s,

    los argen-

    tinos

    Jorge Luis

    Borges, Norah

    Lange

    y

    Oliverio

    Girondo,

    para

    no citar

    m s

    que algunos nombres al azar?

    El

    movimiento

    de vanguardia

    hispanoamericano

    se ha

    en-

    riquecido

    en

    estos

    iltimos

    tiempos

    con

    la

    revelaci6n

    de

    al-

    gunas personalidades

    fuertes

    e

    independientes,

    de

    gran pu-

    janza, como

    el

    chileno

    Pablo Neruda y

    el peruano Cesar

    Va-

    llejo.

    Quizas

    mis tarde,

    cuando

    el

    tiempo

    nos permita

    ver

    el

    fen6meno

    a

    mayor distancia, sera

    posible

    precisar

    con

    ms

    exactitud ciertas influencias

    del momento actual

    en

    el movi-

    miento

    hispanoamericano,

    pero esas

    influencias no son

    exclu-

    sivamente

    francesas.

    Para

    terminar

    esta

    exposici6n

    somera

    -- que

    no

    tiene otro

    objeto

    que

    el

    de facilitar.una

    informaci6n

    sint6tica

    sobre

    un

    tema

    que

    merece

    detenido

    estudio-,

    debo

    hacer menci6n

    de

    los

    hispanoamericanos

    que

    han

    adoptado

    la lengua

    francesa

    como

    medio

    de

    expresi6n

    y

    de ese modo

    se

    han incorporado

    a la literatura

    francesa.

    El ejemplo

    mas ilustre

    es

    el de Jos6

    Maria

    de

    Heredia,

    nacido

    en Cuba,

    descendiente

    de los

    vie-

    jos

    conquistadores

    espaiioles.

    Pero

    cabe

    citar

    tambien a otros

    cubanos:

    Augusto

    de Armas,

    Cornelius Price,

    Armand

    Go-

    doy;

    un peruano: della

    Rocca

    de

    Vergallo;

    un

    colombiano:

    Alfredo

    de Bengoechea;

    un uruguayo:

    Alvaro

    Guillot Mu-

    fioz; un argentino: Jos6

    Maria Cantilo; un boliviano: Adolfo

    Costa

    du

    Rels; un chileno:

    Vicente

    Huidobro; un dominica-

    no: Andrejulio

    Aybar.

    El

    propio

    Rub6n Dario, no escribi6

    en franc6s una Oda a la

    Francia ?

    En todos

    o

    casi

    todos

    estos casos se trata de

    una

    literatura

    de emigrados, porque

    es

    la permanencia

    en

    Francia

    lo

    que decidi6 a esos

    poetas

    a

    adoptar

    la

    lengua francesa. Pero

    en Argentina

    podemos

    encontrar algunos

    ejemplos mas de escritores

    y poetas que,

    aun

    antes

    de

    haber

    visitado a Francia,

    han escrito bellamen-

    te

    en frances:

    baste citar el

    nombre de Delfina Bunge

    de

    GAlvez.

    En

    la

    America

    Espaiola

    se mantiene vivo el

    culto

    de la

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    16/111

    ESTUDIos

    lengua

    francesa:

    testimonio

    elocuente

    del inter6s

    constante

    con que seguimos el movimiento

    de

    las

    ideas en

    Francia.

    MAX

    HENRiQUEZ URENA.

      1).-V. Juan

    Ruiz de

    Alarc6n

    por

    Pedro

    Henriquez Urefia,

    Me-

    xico, 1913.

      2).-He

    desarrollado

    esta

    tesis en mi libro

    El retorno

    de os ga-

    leones Madrid,

    193

    (3).-

    Magariios

    Cervantes,

    autor

    del

    poema Celiar

    escribi6

    l no -

    vela Caramuri

    de

    asunto

    indigena, que

    tiene

    como

    antecedente

    un poe-

    ma

    brasilefio de

    igual nombre, obra

    de

    Fray

    Jose de

    Santa

    Rita

    Durao

    en

    el siglo

    XVIII.

    La literatura

    de

    tema indigena

    alcanz6

    gran boga a

    me-

    diados del pasado

    siglo: a

    las obras

    arriba mencionadas

    pueden

    agregarse

    otras

    muchas,

    entre

    ellas, para

    mencionar

    siquiera

    algunas,

    las obras

    poe-

    ticas

    Fantasias

    indigenas

    de

    Jos6 Joaquin

    Perez,

    Anacaona

    de Salome

    Urefia de

    Henriquez,

    Guarocuya

    de Federico

    Henriquez

    y

    Carvajal

    (los

    tres autores son

    dominicanos);

    y la

    Profecia

    e

    Guatimoc

    del

    mexicano

    Rodriguez

    Galvin;

    los

    dramas El

    Charrzia

    del

    uruguayo

    Pedro

    P.

    Ber-

    midez,

    Atahualpa

    del

    peruano

    Carlos

    Augusto

    Salaverry,

    Lautaro

    del

    chileno Camilo

    Enriquez, Iguaniona

    del

    dominicano

    Javier

    Angulo Gu-

    ridi;

    y

    novelas

    como Guatimozin

    de la

    cubana

    Gertrudis

    G6mez

    de

    Avellaneda, y

    otras muchas

    cuya relaci6n

    puede verse

    en La novela in-

    dianista

    en

    His

    pano-America

    por Concha

    Mel6ndez

    (1934).

     4).-No

    s6lo los mis

    conocidos poetas

    franceses encontraron

    tra-

    ductores

    en la America

    Espafiola.

    Aun en

    6poca

    posterior

    menudean

    las

    versiones de

    poetas de menor

    significaci6n:

    asi

    ocurre con

    Paul Deroule-

    de,

    uno de cuyos Chants du

    Paysan ( El

    agua ) fue

    vertido al castellano,

    de modo

    armonioso,

    por el dominicano Federico Henriquez

    y

    Carvajal,

    y

    con Jean

    Aicard, cuyos Lamentos esteriles fueron

    traducidos

    po r

    C6sar Nicol6s

    Penson, tambi6n dominicano.

    (5).- En

    el

    gran poeta

    colombiano

    Jose

    Asunci6n Silva

    podemos

    encontrar

    marcadas

    afinidades

    con

    Poe. Baste

    recordar

    que Silva

    logr6

    algunos

    efectos

    de

    musicalidad

    tan felices

    como

    los que Poe

    alcanz6

    a

    producir

    en

    Las

    campanas .

    (6).-

    Menendez

    Pelayo

    anot6, en

    carta dirigida

    a

    un traductor

    do-

    minicano

    de Manzoni,

    Cesar

    Nicolis Penson,

    unas diez

    o doce versiones

    de El cinco

    de

    mayo . Hay

    otra traducci6n

    de

    un

    dominicano,

    Jos6

    Francisco Pichardo,

    que

    no se ajusta al

    metro de Manzoni.

    (7)

    .- Paralelamente,

    la

    influencia del realismo

    francis se

    hizo pa-

    tente

    en

    la

    novela

    hispanoamericana,

    alternando

    con

    la

    de algunos

    no-

    velistas

    espafioles.

    He

    tratado

    someramente

    el

    asunto en El retorno

    de

     os galeones.

      5

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    17/111

    RE

    VISTA

    IBEROA MER ICANA

      8).-Es

    curioso

    sefialar

    tambien

    la influencia de Louis Bouilhet.

    Una

    de las

    composiciones mis conocidas de Gutierrez

    Najera,

    Para

    un

    menu ,

    que

    termina:

    Dejemos

    las

    copas...

    Si queda

    una

    gota,

    i que

    beb

    el lacayo las

    heces de

    amor ,

    no

    es mis que una

    parifrasis

    de unos

    versos de Bouilhet,

    que a su

    ve z

    terminan

    de

    esta

    suerte:

      e

    banquet est

    fini.

    Quand

    j'ai vidd

    ma

    tasse

    S'il

    reste

    encore

    du

    v n

    es laquais

    le boiront...

    No es

    ocioso

    recordar

    que

    otro

    de los

    fundadores

    del

    modernismo,

    el cubano ulian

    del

    Casal,

    tradujo una poesia

    de

    Bouilhet.

     9).-El

    Maestro Sanin

    Cano me

    aporta en una carta

    el dato

    de

    que

    Silva

    imit6

    en algunas

    gotas amargas a

    Josepin

    Soulary.

    Y agrega:

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    18/111

    ESTU IOS

    417

    Sully

    Prudhomme,

    Verlaine, Heredia,

    Fernando

    Gregh,

    Charles Guerin,

    Laforgue, Paul Fort,

    y

    otros.

    (12).- Tanto

    ivalos

    como

    Gonzalez

    Martinez

    han

    recogido

    en

    volumen

    sus traducciones

    de muchos

    poetas franceses,

    principalmente

    contemporineos.

      13) . e Francis

    Jammes

    hay algunas

    traducciones atinadas, como

    las del peruano Manuel Beltroy.

    (14)

    Vase tambien

    el interesante estudio de

    saac

    J

    Barrera:

    Al-

    bert

    Samain y

    su

    influencia en la

    literatura ecuatoriana

    (1930).

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    19/111

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    20/111

      aldomero

    Lillo

    y

    Emile

    Zola

    ZOL

    ha

    sido

    uno

    de

    los

    autores

    franceses

    mas

    leidos

    en

    la

    America

    espafiola.

    Las

    ediciones de

    la serie

    Rougon-Macquart

    se

    publica-

    ron

    en Buenos

    Aires casi

    simultineamente

    con

    su

    aparici6n

    en

    Europa.

    Antes

    de

    fines del

    siglo x x

    estas

    novelas

    habian

    penetra-

    do

    en

    todo

    l

    continente.

    El

    entusiasmo

    por Zola

    ha tenido

    mis

    larga

    vida

    en

    las Ami-

    ricas que

    en

    Europa.

    Cuando

    l

    naturalismo

    ya

    no

    estaba de

    moda

    en

    l

    viejo

    mundo

    todavia influia

    en

    autores

    hispanoamericanos

    como

    Eugenio Cambeceres

    Manuel

    Gilvez

    Javier de

    Viana

    Carlos

    Reyles

    Federico

    Gamboa.

    En

    Chile

    las

    obras

    de

    Zola

    fueron

    leidas

    y

    comentadas

    por los

    escritores

    lamados

    de

    la

    Generaci6n

    del

    900.

    Estos

    autores

    respeta-

    ban

    a

    Zola

    por l significado

    social

    de

    sus novelas

    y por

    su

    valiente

    defensa

    en

    l a faire

    Dreyfus.

    Ciertas

    obras

    de

    este

    grupo

    recuerdan

    el naturalismo

    del

    maestro

    de Medan;

    por

    ejemplo

    Juana

    Lucero,

    de

    Augusto

    Thompson

    y

    Mirando

    al

    oceano,

    de

    Guillermo

    Labarca

    Hubertson.

    Sin

    embargo ningfin

    autor

    chileno

    ha

    mostrado mis semejanza

    con Zola

    que l cuentista

    Baldomero

    Lillo.

    Se

    sabe

    que Lillo

    admiraba mucho

    al

    gran

    novelista frances

    que una

    de

    sus

    novelas

    predilectas era Germinal, obra

    que ley6 pro-

    bablemente en

    1897.2

    Los

    fuertes

    cuadros

    de las

    minas de

    carb6n

    de

    Francia

    sin duda le abrieron los ojos

    al

    joven chileno y le hicieron

    ver

    las

    condiciones

    lamentables

    de

    las minas de su

    pais. Es

    muy

    po-

    sible

    que cuando

    Lillo

    escribi6 sus impresiones en una

    serie de cuen-

    tos cortos que despues

    fueron

    coleccionados en Sub

    terra, estu-

    viera pensando en la novela

    francesa.

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    21/111

    R

    E

    V I

    S

    T I B E R O M R

    I C N

    Hay

    muchas

    similitudes

    entre Germinal

    y Sub terra

    En

    primer

    lugar

    el

    tema

    es

    igual

    las minas

    de

    carb6n.

    Al

    tratar

    este tema los dos

    autores

    tienen

    el mismo

    punto

    de

    vista

    naturalista.

    Vieron solamente

    la

    miseria

    en que

    vive el minero:

    la humedad

    y

    el aire caliente

    y

    sofocante

    de las

    galerias

    los charcos

    de

    agua en que

    los

    barreteros

    tienen que

    trabajar

    las

    largas horas

    de

    labor las altas

    multas y el

    pequefio jornal. Las

    familias

    muestran

    la

    misma miseria:

    estrechez pobreza

    hambre

    enfermedades.

    Parece

    que Lillo

    ve

    las

    minas chilenas

    por

    los ojos de

    su

    maestro

    frances.

    Al

    presentar

    estas

    condiciones

    paralelas

    los

    autores

    usan

    la

    misma

    tecnica.

    Pintan cuadros

    fuertes y dramiticos

    insistiendo

    en

    detalles casi

    repugnantes:

    cuerpos cubiertos de lodo y

    de

    sudor

    profundas

    heridas

    hilos de

    sangre.

    Aunque

    las

    descripciones

    de

    Lillo

    no

    tienen el

    mal gusto que se ve en las

    exageraciones

    de Zola

    son

    sin

    embargo horribles.

    Ambos

    autores trazan

    detalladamente

    el

    efecto que

    tiene esta

    miseria

    en la salud

    del obrero. El

    agua que gotea

    de los techos

    de las

    galerias

    causa

    reumatismo.

    El

    aire impuro

    debilita los

    pulmones.

    Los nifios

    son

    siempre

    anemicos y menos

    desarrollados

    de o10

    ue

    su

    edad

    indica.

    Los hombres envejecen antes de los cuarenta ainos.

    Todos

    los

    personajes

    estin

    en

    diferentes grados

    de

    mala salud.

    El minero

    no s6lo

    tiene mala

    salud sino

    tambien

    un espiritu

    completamente

    embrutecido

    por el

    duro trabajo.

    La miseria

    le

    ha

    hecho

    formarse una idea pesimista

    de la vida.

    Para e1 la vida

    es una

    cosa dura

    fea

    y

    triste.

    Ni

    la

    fe religiosa

    le

    ofrece

    consuelo porque

    dice que no

    hay

    dios para los

    pobres.

    Llega a

    creer que

    es

    initil

    luchar en

    la

    vida

    y

    se vuelve

    muy

    fatalista.

    Este

    amargo fatalismo

    que es

    tan tipico de

    las

    novelas naturalistas

    Ilena los

    dos

    libros.

    Zola

    y

    Lillo

    pintan

    al

    miriero

    enfermo

    y embrutecido

    porque

    creen que las

    condiciones miserables

    en que trabaja

    causan estos

    re-

    sultados. Zola con sus

    teorias

    cientificas quiso

    escribir

    una

    serie

    de

    novelas para probar que el hombre es

    s6lo

    el

    producto del

    ambien-

    te en que

    vive.

    Aunque

    Lillo no

    tenia ningiin

    prop6sito

    cientifico

    lleg6

    a

    la

    misma

    triste conclusi6n.

    La tecnica

    usada

    por

    ambos escritores

    en

    sus

    caracterizaciones

    es igual.

    No

    hay

    caracterizaciones

    psicol6gicas.

    Los

    tipos

    no tienen

    personalidad

    ni

    individualismo.

    Las

    descripciones

    son

    externas

    fisicas

    y

    fisiol6gicas.

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    22/111

     sTU IOS

    Para

    estos dos

    autores

    la

    sociedad

    tiene

    solamente

    dos

    grupos:

    los

    explotadores

    y

    los

    explotados.

    Los explotadores

    son los

    dueios

    capataces

    e

    ingenieros

    de las

    minas gente casi sin excepci6n egoista

    y cruel

    indiferente

    a los sufrimientos de

    los pobres. Pero la

    mayor

    parte de los personajes

    son los

    explotados

    todos los mineros y

    sus familias

    gentes

    de

    buen

    coraz6n pero exacerbadas

    por

    las

    in-

    justicias

    que

    soportan.

    El metodo empleado en

    las descripciones de las minas es

    tam-

    bien igual.

    Las largas descripciones de

    las

    galerias dan

    una idea

    exacta del trabajo subterrineo. Con

    frecuencia

    los

    autores

    usan

    palabras ticnicas.

    Es evidente

    que los

    escritores se

    documentaron

    bien antes de

    escribir

    tales

    escenas. Cuaderno

    en

    mano Zola pas6

    dias enteros en

    las

    minas

    que

    visitaba. Lillo

    conocia

    las minas aiin

    mejor

    que

    Zola.

    Hasta

    los

    treinta afios Lillo

    vivi6

    en

    pueblos

    mineros

    del

    sur

    de

    Chile y

    muchas veces bajaba a las galerias. Lleg6

    a

    en-

    terarse

    de todos

    los aspectos

    de

    la

    explotaci6n

    del carb6n.

    Ademis

    como

    empleado

    de

    la pulperia

    de

    uno

    de

    los establecimientos

    mineros

    se di6

    cuenta muy bien

    de

    la miseria

    en

    que vivia toda la familia

    del

    obrero. Este

    metodo

    de documentaci6n

    y

    de

    observaci6n

    usado

    por

    Zola

    y por Lillo

    da

    mucho

    realismo y autenticidad

    a

    las

    dos

    obras.

    El

    novelista

    y el

    cuentista tenian

    el mismo prop6sito

    al

    escribir.

    Sintiendo profunda

    compasi6n

    por

    el

    minero

    querian

    presentar

    en

    forma

    literaria

    la miseria en

    que vive; querian

    abrir los ojos

    de sus

    lectores

    a

    las

    grandes injusticias

    causadas por las

    compafiias

    explota-

    doras y

    sus crueles

    capataces e

    ingenieros.

    Los autores

    culpan

    asi-

    mismo a

    la indiferencia

    de

    la sociedad en general. El mensaje

    re-

    dentor

    de la novela

    francesa

    debe

    haber

    inspirado igual

    prop6sito

    en el

    alma

    del

    cuentista

    chileno.

    Parece

    que

    Lillo

    ha recibido

    inspiraci6n

    de

    Zola

    no

    s6lo

    en

    los

    cuadros

    naturalistas

    sino tambien

    en

    lo que tiene

    el

    autor frances

    de

    romintico.

    A pesar

    de que

    Zola quiso

    ser

    cientifico no pudo

    es-

    caparse

    de sus tendencias

    rominticas.

    Lillo

    tambiin

    era

    en

    el

    fondo

    un romantico.

    Este romanticismo

    que

    es especialmente

    evidente

    en

    sus cuentos

    alegres

    aparece

    del

    mismo

    modo en sus

    cuentos mineros.

    Con

    imaginaci6n

    casi fantistica

    ambos

    autores pintan

    la

    mina

    como

    una enorme bestia que

    devora al minero. Al final de muchos

    capitulos Zola

    repite la

    idea

    que

    tiene del

    Voreux: Et

    le

    Voreux,

    au fond de

    son

    trou, vec

    son

    tassement

    e

    bete mvchante,

    s'ecrasait

    davantage, respirait

    d'un

    haleine plus grosse et plus longue,

    I'air

     

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    23/111

    REVIST

    IBERO MERIC N

    gene par

    sa

    digestion penible

    de chair humaine.

    Lillo da la misma

    impresi6n del

    Chifl6n

    del

    Diablo, la galeria

    que

    las esposas de

    los

    mineros ilaman esa insaciable

    devoradora

    de

    juventud . Algunos

    segundos

    despues, un ruido sordo, lejano, casi imperceptible,

    brot6

    de la

    hambrienta

    boca

    del pozo de la

    cual

    se

    escapaban

    bocanadas

    de

    tenues

    vapores:

    era el

    aliento

    del

    monstruo

    ahito

    de

    sangre

    en

    el

    fondo de

    su

    cubil.

    5 Las

    mismas

    palabras

    simb6licas describen

    la

    bomba,

    con

    su

    respiraci6n

    dificil

    y profunda.

    De esta

    manera poetica

    ambos

    escritores

    dan a

    la mina

    una personalidad

    titinica que

    des-

    truye

    toda alegria e

    individualidad

    en el obrero, acabando

    a

    veces

    con

    su vida.

    Lillo

    y Zola

    tambien

    se vuelven romanticos

    cuando hablan

    de

    los

    caballos que

    trabajan

    en

    las

    galerias.

    Parecen

    compafieros,

    con

    pareja

    personalidad

    que el

    hombre y

    con el mismo

    destino.

    En Germi-

    nal Trompette

    y Bataille

    tienen la

    misma

    nostalgia de

    aire puro y

    de sol

    que tienen

    los barreteros.

    En

    Los invdlidos,

    al pobre

    Diamante,

    cuya piel esti

    liena

    de

    heridas

    y cicatrices, lo

    sacan del

    pozo

    porque,

    como

    los

    min ros prematuramente envejecidos, ya no

    sirve para el

    trabajo duro de

    las galerias.

    Hay una semnejanza

    notable entre

    la

    escena

    en

    que

    levantan

    a

    Diamante

    del pozo

    y bajan a

    Trompette

    a

    la

    mina. Unos mineros

    invalidos que trabajan en

    la boca de

    la mina,

    se acercan

    para ob-

    servar.

    La

    ilegada

    del

    caballo

    se anuncia con cuatro

    golpes en

    Germinal,

    con tres en Sub terra.

    Con cara grave

    y

    taciturna

    los

    hombres

    miran

    al

    caballo, una masa

    negra suspendida debajo

    de la

    jaula, que se balancea por

    un

    rato sobre el abismo del pozo, Al

    Ilegar

    a

    tierra,

    sueltas las

    ligaduras,

    los

    caballos

    se quedan inm6viles,

    tiritando de

    miedo.

    A

    Trompette

    le

    ciegan las tinieblas,

    y a Diamante

    el sol. 6

    Zola

    y Lillo, generalmente objetivos

    e impersonales,

    se muestran

    tiernos

    y

    sentimentales al

    hablar

    de

    los caballos.

    Ademis

    de

    la

    escena

    de

    los

    caballos,

    hay

    muchas

    otras

    escenas

    paralelas

    en

    Germinal

    y

    Sub

    terra. Hay,

    por

    ejemplo,

    la

    descripci6n

    en

    El

    pago

    de

    Pedro Maria, que

    arranca con la

    piqueta

    los

    grandes

    trozos de

    carb6n. Esta descripci6n recuerda

    la descripci6n de Maheu

    y

    otros

    tres

    mineros:

     

    et

    cette veine

    6tait si

    mince,

    cpaisse peine

    en cet endroit

    de cinquante centimetres qu'ils

    se trouvaient

    l

    comme

    aplatis entre

    le to t

    et

    le mur

    ts

    devait rester couches sur

    le

    flanc,

    le

    cou

      4

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    24/111

     STU IOS

    tordu,

    les

    bras levis et

    brandissant de biais la rivelaine,

    le

    pic

    a

    manche

    court

    il

    pratiquait

    deux

    entailles

    verticales dans la

    couche,

    et

    it

    detachait

    le bloc,

    en

    enfongant un coin

    de

    fer,

    a

    la partie su-

    perieure

    C etait

    Maheu qui

    souffrait

    le

    plus. En haut,

    la

    temperature

    montait

    jusqu a

    trente-cinq degres, f ir

    ne circulait pas, t 6touf-

    fement

    la longue devenait mortel.

    II

    avait du

    pour voir clair, fixer

    sa lampe

    a un

    clou,

    pr s de

    sa

    tate;

    et cette

    lampe, qui chauffait son

    crane, achevait

    de

    lui braler

    le sang.

    Mais son supplice s aggravait

    surtout de l humidite. La

    roche, au-dessus de lui, a quelques

    centi-

    metres de

    son

    visage,

    ruisselait

    d eau,

    de

    grosses

    gouttes

    continues et

    rapides, tombant sur

    une

    sorte

    de rhytme entitd,

    toujours

    a

    la meme

    place.

    It avait

    beau

    tordre le

    cou

    itl

    tait

    trempf, couvert

    de

    sueur lui-meme,

    fumant

    d une

    chaude

    bude

    de

    lessive.

    Ce

    matin

    ld

    une

    goutte,

    s acharnantdans son oeil. le

    faissait jurer It ne voulait

    pas

    ldcher son

    havage, it donnait de grands coups ?

    Pedro Maria

    con

    las piernas encogidas

    acostado sobre el lado

    derecho

    trazaba a golpes de piqueta

    un corte en la parte baja de la

    vena

    ... En aquella

    estrechisima ratonera

    el c lor er

    insoportable.

    Pedro

    Maria sudaba

    a mares

    y

    de su cuerpo desnudo

    hasta

    la

    cintura

    brotaba un

    c lido vaho que

    con

    el

    humo

    de la

    limpara

    formaba

    a

    su alrededor

    una especie de niebla ...

    La escasa ventilaci6n aumenta-

    ba sus fatigas

    el

    aire cargado de

    impurezas

    pesado asfixiante

    le

    producia ahogos

    y

    accesos

    de sofocaci6n...

    Apoyado

    en

    el

    codo con

    el

    cuello

    doblado

    golpeaba sin

    des-

    c nso

    y a cada golpe

    el

    agua

    de

    la cortadura

    le

    azotaba

    el

    rostro con

    gruesas gotas que herian sus

    pupilas

    como

    martillazos

    ...

    La tarea

    de

    arrancar

    el carb6n que

    a

    un

    novicio

    le parecia

    operaci6n

    senci-

    Ilisima requiere no

    poca mafia

    y destreza

    pues si

    el

    golpe

    es

    muy

    oblicuo

    la herramienta

    resbala desprendiendo s61o

    pequefios trozos

    y

    si

    la inclinaci6n

    no es bastante

    el diente de

    acero rebota y se

    despunta

    Un

    sudor

    copiosisimo

    empapa su

    cuerpo y el

    espeso velo

    que

    se

    desprendia

    de la

    vena mezclado con

    el aire

    que respiraba

    se in-

    troducia

    en su garganta

    y pulmones...

    Una

    gota

    de

    agua persistente y

    ripida

    comenz6

    a

    caerle en

    la

    base del

    cuello

    . En balde

    trataba

    de

    esquivar aquella gotera

    Sin embargo no cejaba

    con su

    tenaz empefio.

    8

    Los

    pasajes citados

    arriba tienen

    el

    mismo objeto:

    instruir

    al

    lector

    en la

    manera de sacar el carb6n.

    Las

    palabras tecnicas

    dan

    mucha

    exactitud

    y

    documentaci6n

    a la

    descripci6n.

    Se nota que

    el

    trabajo

    es casi

    igual

    en Francia

    y

    en Chile

    y

    que

    los obreros sopor-

    325

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    25/111

     

    E VIS T A I ERO M ERIC N

    tan identicas tormentas.

    Los

    barreteros

    no se

    descorazonan,

    sin em

    bargo,

    y

    siguen

    la misma epica

    lucha contra

    la

    pared de

    piedra.

    Descripciones

    del dia de pago tambien

    ofrecen

    pasajes para-

    lelos.

    Les jour de paye

    aux Chantiers de la Compagnie, Montsou

    semblait en ft De tous les

    corons

    arrivait une cohue de mi-

    n urs

    .

     

    La c isse et it

    une

    petite

    piece rectangulaire,

    separee

    en

    deux par

    un grillage

    Its entraient par deux

    ou par

    trois, restaient

    plantes,

    puis

    s en

    allaient, sans un mot,

    vec

    une

    secousse des

    epaules

    comme

    si

    on leur

    eut c sse l echine...

    It regardait ce

    peu

    d argent,

    sans

    le

    ramasser,

    gl ce d un petit

    frisson

    qui lui

    coulait

    au

    coeur.

    ii

    devait

    avoir

    mat compt

    -Non,

    non,

    je

    ne

    me trompe pas,

    reprit

    l employe.

    II

    faut

    enlever

    deux

    dimanches et

    quatre jours de chomage.

    -Et

    n oubliez

    pas les amendes...

     A

    la

    fin,

    le

    prenez-vous? cria

    le

    caissier

    impatiente Si

    vous

    n en

    voulez

    pas,

    dites-le...

    Maheu. se

    tut,

    tr v ille

    c

    la

    fois de

    colere

    et

    de crainte.

    la Maheude,

    qui etait seule

    avec

    les enfants,

    remarqua tout

    de suite

    qu il

    avait les

    mains

    vides.

    Alors, elle pleura aussi. Comment

    vivre neuf personnes,

    avec

    cinquante

    francs pur quinze jours?

    Et,

    du coron

    entier,

    monta

    bientot

    le meme

    cri

    de

    misere...

    Une

    plui

    fine tombait,

    mais

    elles

    ne

    la sentaient

    pas 9

    ... Ese

    dia destinado

    al pago

    de los jornales

    era

    siempre es

    perado

    con

    ansia

    y en

    todos

    los rostros

    brillaba

    cierta alegria y

    animaci6n

    Alli estaba

    todo

    el personal

    de

    las

    distintas

    faenas...

    Despues

    de un rato de

    espera el postigo de la ventana

    se

    alz6

    ...

    Los

    obreros se acercaban

    y

    se

    retiraban

    en

    silencio,

    pues es

    taba prohibido

    hacer

    observaciones...

    A veces un

    minero

    palidecia

    y clavaba

    una mirada de sorpresa

    y de

    espanto

    en

    el dinero puesto

    al

    borde de la

    ventanilla,

    sin

    atreverse

    a

    tocarlo,

    pero un

    I Re

    tirate "

    imperioso

    de los capataces

    le

    hacia estirar

    la mano y coger

    las

    monedas

    con

    sus

    dedos

    temblorosos,

    apartandose

    en

    seguida

    con

    la cabeza

    baja y una

    expresi6n

    estupida

    en su

    semblante trans-

    formado

    ...

    -Tienes

    diez

    pesos

    de multa

    por

    cinco

    de fallas y se

    te

    han

    descontado

    doce

    carretillas

    que

    tenian

    tosca...

    Quiso

    responder

    y no

    pudo...

    Una

    ojeada le bast6

    a la

    mujer para

    adivinar

    que el

    obrero

    traia

    las

    manos

    vacias

    y s ech6

    a llorar...

    -iVirgen

    santa,

    que

    vamos

    a

    hacer

    326

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    26/111

     sTU IOS

    Y por la ventanilla

    abierta parecia

    brotar un hilito de des-

    gracias...

    Y la

    lluvia

    caia

    siempre

    copiosa incesante empapando

    la

    tierra y calando

    las ropas de

    aquellos miserables

    para

    quienes

    la

    llovizna

    y

    las inclemencias

    del cielo

    eran

    una

    parte muy pequefia

    de

    sus

    trabajos

    y sufrimientos.

    1

    Estos

    pasajes han sido precedidos

    por escenas en

    que las

    mu-

    jeres

    de

    los obreros han

    calculado de

    antemano el

    dinero que sus

    maridos

    van a recibir.

    Tienen la

    esperanza

    de

    pagar

    algunas

    de

    sus deudas.

    Por consiguiente

    es amargo el

    golpe cuando

    el minero

    Ilega a casa

    sin

    dinero

    a causa

    de las muchas

    multas y descuentos.

    El

    dia

    de pago es s61o un incidente

    insignificante

    en la rutinaria

    vida del obrero

    pero ambos escritores

    han

    hecho de este

    incidente

    una

    escena que

    representa

    el

    fracaso y la

    tragedia

    de

    toda la

    vida

    del

    obrero.

    Una

    lista de escenas

    paralelas seria larga.

    Incluiria visitas de

    inspecci6n por los

    ingenieros descripciones

    de los

    ascensores llenos

    de trabajadores horribles escenas de explosiones y la

    lucha

    de los

    barreteros

    para escaparse de los derrumbes las mujeres que

    se

    aprietan

    cerca de la

    boca

    del

    pozo para

    ver

    que

    hombres han

    estado

    en el accidente

    y

    mineros en

    su pobre casa

    con la

    mujer

    y los

    nifios.

    Todas

    estas

    escenas muestran una semejanza significativa.

    El presente

    analisis

    de las

    similitudes

    de tema ambiente

    in-

    terpretaci6n

    punto de

    vista metodo y pasajes

    hace

    creer

    que Lillo

    escribi6 sus

    cuentos mineros bajo la

    inspiraci6n

    de

    erminal

    Lillo

    no podria

    haber recibido

    la

    misma inspiraci6n de ningtin

    autor

    cuyas obras sabemos

    que ley6. De los

    cuentos

    mineros de

    Bret

    Harte podria

    haber tornado

    el

    tema y

    mucho

    de la tcnica pero no

    el metodo documental ni

    la filosofia pesimista ni

    el mensaje

    social ni el punto

    de vista naturalista.

    En Maupassant

    de quien

    aprendi6

    mucho sobre

    la

    tecnica

    del cuento corto el

    autor chileno

    podria

    haber

    hallado

    la

    filosofia naturalista

    pero

    ninguna

    compasi6n

    por

    las

    miserias

    de

    los

    desheredados. De

    los

    novelistas

    rusos

    Lillo

    sin

    duda

    aprendi6 el amor

    por todos

    los

    que

    sufren pero no la

    actitud

    pesimista

    hacia la vida

    ni

    el infasis en

    el

    lado fisiol6gico

    de sus

    personajes.

    Nadie ha dicho

    que Lillo

    admiraba

    las

    obras de

    Blasco

    Ib6fiez

    pero es posible que

    las

    hubiera leido. Sin embargo no se inspir6 en

    el

    realismo que

    llena l s

    novelas

    de Blasco. Los obreros de Lillo son

    tipos

    representativos de su profesi6n y el

    producto

    de las condicio-

      7

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    27/111

    REVIST

    I EROAMERICANA

    nes

    en que viven. Los

    obreros

    del autor

    espafol son, mas

    bien, el

    producto de

    la

    regi6n

    en

    que

    viven. Los explotados

    de

    Lillo son

    pasi

    vos y humildes. Los obreros

    de

    Blasco son

    todavia

    individuos que

    siguen

    luchando

    a veces dramiticamente, contra la opresi6n.

    Parece entonces

    que en sus cuentos mineros

    Lillo

    recibi6 mis

    inspiraci6n

    de Zola que

    de

    ningfin otro autor.

    RUTH

    SEDGWICK,

    Mount

    Holyoke College

    South Hadley

    Mass.

    N O T S

     

    Hay un

    excelente

    estudio de

    la epoca

    y

    de la obra

    de

    Lillo

    hecho

    por

    Eugenio

    Gonzilez Vera,

    en Baldomero

    Lillo, Sub

    sole Santiago,

    Nascimento,

    1931.

    Cf.

    pig.

    215.

      Ibid.

    pag.

    216.

    3 Sub

    terra

    Santiago,

    Imp.

    Moderna,

    1904.

    La

    edici6n m s

    nueva

    es

    la de

    Nascimento,

    1931.

    4 Germinal

    Paris, Charpentier,

    1939), I

    12 .

    5

    Sub

    terra

    Santiago,

    Nascimento,

    1931, pig.

    96.

    6 Ibid.

    pigs.

    7-8.

    7

    Op.

    cit. I

    40, 41.

    8

    Op.

    cit.

    pigs. 61-4.

    9

    Op. cit. I

    199 205.

    10 Op. cit. pags.

    67-77.

      8

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    28/111

    MARTI

    Y

    SU CONCEPTO

    DE POESIA

      R

    OSCAR RIVERA-RODAS

    University

    of California Davis

    La imagen

    de

    Prometeo

    ha

    servido

    con frecuencia para

    representar al

    poeta

    en

    la

    lirica

    hispanoamericana

    de

    la segunda mitad

    del siglo

    xIx.

    Se

    reconocian y se simbolizaban

    en

    ese ic6n cualidades prof6ticas

    e

    indole

    sobrenatural.

    Y la figura

    del

    poeta

    adquiria

    fortaleza

    inusitada.

    El

    vigor

    de aquella

    imagen

    prometeica

    -no

    siempre

    venturosa-

    contrastaba

    con

    la

    figura

    d6bil

    del

    bardo hispanoamericano

    de

    los

    primeros

    afios

    del

    ro-

    manticismo 1.

    El

    linguido

    cantor elegiaco

    era

    sustituido

    por el ser arro-

    gante,

    titan,

    profeta

    o sacerdote.

    Ambas

    efigies son

    tipicas de

    la oscilaci6n

    -entre extremos-

    en

    que se ha mantenido

    la cosmosivi6n romantica.

     

    Dentro del

    proceso

    de la

    lirica

    romantica

    hispanoamericana

    es posible

    advertir

    tres periodos

    y

    generaciones), cuya representaci6n del poeta

    muestra

    imagenes

    cam-

    biantes

    y

    sucesivas. Durante

    la

    primera

    fase, el bardo es un

    cantor

    elegiaco lo

    cual

    se observa

    en la obra

    de

    Jose

    Antonio

    Maitin,

    Esteban Echevarria,

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    29/111

    OSCAR RIVERA-RODAS

    La segunda

    imagen -la del

    titin

    o

    profeta- era cultivada

    todavia

    en

    el periodo

    de

    transici6n

    al

    modernismo,

    lo

    cual no

    llama la

    atenci6n,

    puesto

    que

    s6lo entonces

    el

    romanticismo

    hispanoamericano

    se

    cristaliza

    y

    consigue

    su mejor expresi6n.

    Marti

    y sus

    nociones sobre

    la poesia per-

    miten

    comprender la

    concepci6n

    po6tica

    de su tiempo.

    Tales

    nociones

    pueden

    ser

    estudiadas

    mediante

    tres

    enfoques:

    1 La

    representaci6n

    del

    poeta; 2) El

    significado

    y

    la funci6n

    de

    la poesia,

    y

    3) La expresi6n

    po6-

    tica. La

    visi6n

    parcial de

    estos

    enfoques permitirin

    conocer

    mejor la

    con-

    cepci6n

    total

    al

    respecto,

    1.

    La

    representacidn

    del

    poeta.

    Jos6

    Marti 1853-1895)

    desarrolla

    ya

    en

    sus

    primeros

    versos

    una

    imagen

    entre

    c6smica

    y sacerdotal.

    En

    su

    relaci6n

    como

    poeta

    con

    su

    Ismaelillo) afirma:

    Me

    siento,

    cual

    si en

    magno

    templo

    oficiase;

    cual

    si

    mi alma

    por

    mirra

    vertiese

    al

    aire;

    cual

    si

    en

    mi

    hombro

    surgieran

    fuerzas de Atlante

    Tal

    es el

    estado

    que

    experimenta

    el

    bardo

    cuando

    asume

    su

    oficio. El

    temple

    animico que

    demuestra

    carece

    generalmente

    de tensiones

    violentas,

    porque

    la poesia

    es

    para

    Marti

    morigerante

    de

    las

    aflicciones,

    como

    lo

    ve

    remos

    mes

    adelante.

    afirma

    Roggiano,

    y

    aclara esos

    conceptos de

    esta manera: Marti

    no

    olvida que s6lo

    el espiritu

    es

    absolutamente

    libre, como

    ensefiaron

    los

    grandes

    rominticos,

    sino y

    sobre

    todo-

    que

    s6lo los

    elegidos,

    los gran-

    des

    hombres

    un

    poeta,

    un

    verdadero poeta),

    son capaces de

    morir

    por

    la

    libertad.

    Entonces,

    ,c6mo

    no hacer del

    poeta

    un

    martir o un

    santo,

    y de la

    poesia una

    religi6n,

    una

    mistica

    o

    un

    estado de

    gracia

    y

    de divinidad?>>

    Esta representaci6n

    del

    ungido

    con poderes

    sobrenaturales

    es

    tambi6n

    seiialada p r

    Florit,

    que trata

    de desentrajiar

    el

    concepto de

    poesia

    en

    el

    prologo

    que

    Marti

    escribi6

    para

    sus

    Versos

    libres.

    Cuatro

    cualidades

    -dice

    Florit- confirman

    ese

    concepto:

    su

    sinceridad

    con la

    poesia

    , su

    sin-

    ceridad consigo

    mismo>>, su

    conciencia

    de escritor>> y

    su don de vate,

      Alfredo

    A. Roggiano,

    «Poetica

    y

    estilo

    de Jose

    Marti

    >

    en Antologia

    critica

    de

    Jos Marti.

    Recopilaci6n,

    introducci6n

    y

    notas

    de

    Manuel

    Pedro

    Gonzlez

    Mexico:

    Editorial

    Cultura,

    1960),

    p.

    41.

    Roggiano,

    en

    Antologia

    critica

    de Josd

    Marti,

    p.

    62 .

    8

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    30/111

    MARTI

    Y SU

    CONCEPTO DE

    POESIA

    de veedor

    de visionario

    de

    cosas

    extra

    y

    sobrenaturales

    4. Esta iltima

    nota es particularmente

    desarrollada

    por

    Florit de la

    siguiente

    manera:

    «En

    estos

    Versos

    libres

    veo

    yo la

    altima gran

    lumbrarada

    del

    mejor

    ro-

    manticismo

    de

    habla castellana.

    Aquf

    estin

    todavia

    la

    actitud

    arrogante

    el yo

    que domina

    la frase en

    primera

    persona

    firme

    y entre

    dos signos

    de

    exclamaci6n

    Florit

    como se

    ve no

    s61o sefiala

    la

    actitud titanica

    del

    poeta

    -vate arrogante

    y dominador-

    sino

    que se

    ocupa

    en indicar

    ademis

    los

    recursos

    estilisticos

    que

    informa

    dicha

    conducta:

    6sta

    emerge

    al relieve

    de la

    expresi6n

    merced

    al

    uso

    de la

    primera

    persona

    firme y

    entre

    dos

    signos

    de exclamaci6n>>.

    Esta imagen ha demostrado

    casi siempre estar ligada

    a un contexto

    muy

    propio

    de

    la

    concepci6n

    romantica: la

    soledad.

    En efecto

    aunque

    poseedor de

    fuerzas

    sobrenaturales el

    vate

    es

    habitante

    solitario

    y

    ator-

    mentado

    o

    como

    se

    ha

    entendido

    en lineas

    anteriores

    -merced

    al

    con-

    cepto

    de Marti- un

    martir de su propio destino>. Ya los

    poetas

    de la

    anterior

    generaci6n

    particularmente

    Andrade

    habian manifestado

    que

    el

    poeta

    es

    un

    ,

    un

    gigante en el do-

    lor>> en

    la noche

    16brega

    6 Tambien

    Marti

    concibe,

    concomitante

    a

    la

    imagen

    del vate

    -ser sobrenatural-

    el

    contexto

    de la dolorosa

    soledad

    aunque fructifera

    conforme lo seiial6

    Ghiano:

    Marti,

    en

    la

    certidumbre

    de la

    dolorosa

    y fructifera soledad

    del ansia

    ardiente incluye

    sus visiones

    mas

    audaces:

    lo sobrenatural

    y

    lo gigantesco...

    4 Eugenio Florit

    >,

    en Antologia

    critica

    citada,

    p. 354.

    Puede

    verse

    ademas

    en

    este mismo

    volumen la pagina

    345,

    en

    la que Ghiano

    sefiala

    la

    in-

    fluencia

    en Marti de los primeros

    romanticos

    hispanoamericanos.

    Al respecto

    dice:

    Marti . Este

    estudio de

    Ghiano fue originalmente

    el pr6logo

    al

    volumen

    Poesia

    de Jos6 Marti

    Buenos

    Aires:

    Raigal,

    1952).

    8

  • 8/17/2019 Literatura Latinoamericana Unidad 5

    31/111

    OSCAR

    RIVERA-RODAS

    Con Marti

    queda ratificada pues

    la tarea

    que

    habia

    empezado

    la

    se-

    gunda

    generaci6n

    romintica

    a fin de

    lograr

    un

    cambio

    en la

    representa-

    ci6n

    del

    bardo. Ahora

    si se puede decir

    que

    aquella

    tarea

    no

    s61o hall6

    la culminaci6n

    sino

    sustento conceptual.

    Porque hasta Marti, nin