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E Lo que era un residuo se ha convertido en una materia prima. Así de claro lo tienen las organizaciones DALMA y Ecologistas en Acción, que consideran que desde la puesta en marcha de la central de Corduente se está anteponiendo el aprovechamiento de biomasa forestal para la planta de Iberdrola, a la limpieza de los montes para prevenir incendios forestales. Aunque ya han planteado las primeras quejas ante la Delegación Provincial de Agricultura y Medio Ambiente, entre ambas organizaciones están rematando un estudio completo sobre las tareas de limpieza de las masas forestales en la provincia. Y las primeras conclusiones son tajantes: Mientras los montes en general están «tan descuidados como antes del gran incendio», hay enclaves «arrasados y sobreexplotados», e incluso en hábitats y especies con protección. La Delegación de Agricultura niega estas acusaciones y asegura que no cabe generalizar. Las opiniones son divergentes, y más si preguntamos a algunos alcaldes o a la plataforma ciudadana «La Otra Guadalajara», que ve en las tareas selvícolas una oportunidad de fijar población en la castigada comarca de Molina. ¿Maleza o combustible? Texto: Concha Balenzategui. Fotografías: Óscar Cuevas/Archivo El Decano/Cedidas. Medio ambiente 8 / EL DECANO DE GUADALAJARA 17 DE DICIEMBRE DE 2010 Los ecologistas acusan a la Junta de descuidar la prevención contra inc l suelo aparece alfombrado de trocitos de ramas y salpicado de tocones al des- cubierto y troncos seccionados de ár- boles de considerable diámetro, mien- tras otros más jóvenes y delgados se han salvado de la tala. No hay zarzas a trabajando en la zona durante el mes de no- viembre, en una de las habituales actuaciones de poda, clareo y limpieza que se hacen en los bosques de la provincia. Un trabajo del que se muestra satisfecho el propietario del cercano alo- jamiento rural «Casas del Salto de Poveda», o el propio alcalde de Poveda, Juan Antonio Gon- zález. Pero que sin embargo inquieta a los gru- pos ecologistas, que aseguran que están «siendo arrasados» los avellanares de este término, den- tro de una denuncia más global, en la que men- cionan especies y enclaves sobreexplotados. Es lo que Dalma (Defensa Alcarreña del Medio Ambiente) llama «la gran estafa de la prevención de incendios forestales en la provincia de Guada- lajara». El delegado provincial de Agricultura y Me- dio Ambiente, Sergio Cabellos, recuerda que el avellano, aunque no está protegido, sí es «una especie a conservar, pero puede ser que en un paraje donde haya 200 se hayan tenido que eliminar 15». Para el alcalde de Poveda, «Medio Ambien- te controla este trabajo y lo ha hecho como mínimo perfectamente, porque deberían hacer más. Es in- suficiente, se deberían limpiar más parcelas». Juan Antonio González insiste en que avellanos los hay a miles en su término, y que sólo se han cortado «unos pocos». «Han limpiado y no han la orilla del río, donde avellanos, tilos, sauces y abedules se asoman al Tajo, dejando visibles los muñones de las ramas que les han sido amputa- das, mientras los pinos revisten las paredes de este cañón hasta toparse con las rocas y las bui- treras. En la orilla no hay maleza que entorpez- ca la visión de un Tajo joven, vital y rumoroso que, unos metros más abajo se enencrespa en el salto de Poveda, conocido como «las chorreras». Estamos en pleno cañón del Alto Tajo, junto a la pista que lleva de Peralejos de las Truchas a Zaorejas, acompañando el discurrir del agua, en un otoño húmedo que alterna caprichosa- mente las jornadas soleadas con las olas de frío. Es esta una de las zonas más transitada del Par- que Natural, y por tanto, de mayor peligro de incendios provocados por los descuidos y las negligencias de excursionistas y domingueros. Con ese planteamiento como punto de parti- da, el de no dar facilidades a las llamas, los rete- nes de la empresa publica Geacam (Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha), han estado E ¿Maleza o combustible?

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Lo que era un residuo se ha convertido en una materia prima. Así de claro lo tienen lasorganizaciones DALMA y Ecologistas en Acción, que consideran que desde la puesta en marcha de lacentral de Corduente se está anteponiendo el aprovechamiento de biomasa forestal para la plantade Iberdrola, a la limpieza de los montes para prevenir incendios forestales. Aunque ya hanplanteado las primeras quejas ante la Delegación Provincial de Agricultura y Medio Ambiente,entre ambas organizaciones están rematando un estudio completo sobre las tareas de limpieza delas masas forestales en la provincia. Y las primeras conclusiones son tajantes: Mientras los montesen general están «tan descuidados como antes del gran incendio», hay enclaves «arrasados ysobreexplotados», e incluso en hábitats y especies con protección. La Delegación de Agriculturaniega estas acusaciones y asegura que no cabe generalizar. Las opiniones son divergentes, y más sipreguntamos a algunos alcaldes o a la plataforma ciudadana «La Otra Guadalajara», que ve en lastareas selvícolas una oportunidad de fijar población en la castigada comarca de Molina.

¿Maleza ocombustible?

Texto: Concha Balenzategui. Fotografías: Óscar Cuevas/Archivo El Decano/Cedidas.

◆◆◆◆◆ Medio ambiente

8 / EL DECANO DE GUADALAJARA 17 DE DICIEMBRE DE 2010

Los ecologistas acusan a la Junta de descuidar la prevención contra inc

l suelo aparece alfombrado de trocitosde ramas y salpicado de tocones al des-cubierto y troncos seccionados de ár-boles de considerable diámetro, mien-tras otros más jóvenes y delgados sehan salvado de la tala. No hay zarzas a

trabajando en la zona durante el mes de no-viembre, en una de las habituales actuacionesde poda, clareo y limpieza que se hacen en losbosques de la provincia. Un trabajo del que semuestra satisfecho el propietario del cercano alo-jamiento rural «Casas del Salto de Poveda», o elpropio alcalde de Poveda, Juan Antonio Gon-zález. Pero que sin embargo inquieta a los gru-pos ecologistas, que aseguran que están «siendoarrasados» los avellanares de este término, den-tro de una denuncia más global, en la que men-cionan especies y enclaves sobreexplotados. Eslo que Dalma (Defensa Alcarreña del MedioAmbiente) llama «la gran estafa de la prevenciónde incendios forestales en la provincia de Guada-lajara».

El delegado provincial de Agricultura y Me-dio Ambiente, Sergio Cabellos, recuerda que elavellano, aunque no está protegido, sí es «unaespecie a conservar, pero puede ser que en un parajedonde haya 200 se hayan tenido que eliminar15». Para el alcalde de Poveda, «Medio Ambien-te controla este trabajo y lo ha hecho como mínimoperfectamente, porque deberían hacer más. Es in-suficiente, se deberían limpiar más parcelas». JuanAntonio González insiste en que avellanos loshay a miles en su término, y que sólo se hancortado «unos pocos». «Han limpiado y no han

la orilla del río, donde avellanos, tilos, sauces yabedules se asoman al Tajo, dejando visibles losmuñones de las ramas que les han sido amputa-das, mientras los pinos revisten las paredes deeste cañón hasta toparse con las rocas y las bui-treras. En la orilla no hay maleza que entorpez-ca la visión de un Tajo joven, vital y rumorosoque, unos metros más abajo se enencrespa en elsalto de Poveda, conocido como «las chorreras».

Estamos en pleno cañón del Alto Tajo, junto ala pista que lleva de Peralejos de las Truchas aZaorejas, acompañando el discurrir del agua,en un otoño húmedo que alterna caprichosa-mente las jornadas soleadas con las olas de frío.Es esta una de las zonas más transitada del Par-que Natural, y por tanto, de mayor peligro deincendios provocados por los descuidos y lasnegligencias de excursionistas y domingueros.Con ese planteamiento como punto de parti-da, el de no dar facilidades a las llamas, los rete-nes de la empresa publica Geacam (GestiónAmbiental de Castilla-La Mancha), han estado

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Parte de las ramas cortadasse han astillado paraincorporarlas al terreno

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contra incendios y sobreexplotar el monte para aprovechar la biomasa

hecho nada más que lo normal. Siempre se ha tra-tado el monte, no se puede dejar virgen. Se hace porseguridad en los sitios de concurrencia», añade,quien recuerda que «toda la vida» se han corta-do ramas de avellano para sostener las plantasde judías y tomates, o para las varas de los míti-cos gancheros.

Un trabajo discutidoToda la vida. Una de las expresiones más

comunes en la sempiterna discusión sobre laactuación en el monte que se repite en mu-chos pueblos con parajes naturales entre lu-gareños, forestales, cazadores o veraneantes,de la que este enclave de Poveda es solo unaanécdota. Pero en el fondo de la cuestión cabeun análisis sobre la limpieza en los montes,una tarea que llevan a cabo alrededor de 400trabajadores del Geacam en nuestra provin-cia, entre los meses de octubre y mayo, cuan-do los retenes se dedican a la prevención, enlugar de a la vigilancia que atienden durantelos cuatro meses dela campaña de ve-rano. Con la máxi-ma de que los fue-gos se apagan eninvierno, el traba-jo en el monte se haintensificado enlos últimos años, ycomo dura lecciónaprendida tras lacatástrofe que sellevó 13.000 hec-táreas de bosque en el verano de 2005.

Pero sobre este trabajo pesa una acusación gra-ve por parte de Dalma y Ecologistas en Acción,que están elaborando un informe exhaustivoen la provincia, que saldrá a la luz probable-mente en enero. Hay conclusiones, algunas yadenunciadas ante la Administración, como lasque señala Marco Antonio Nieto, portavoz deDalma y uno de los ecologistas que está traba-jando sobre el terreno. Dice esta asociación quese están vulnerando las leyes de conservaciónde la naturaleza por lo que llaman «la gran men-tira de la prevención de incendios forestales».

«Los retenes terrestres, que deberían llevar todo elinvierno realizando labores de selvicultura y ac-tuaciones preventivas, están sometidos a unos tra-bajos que no les corresponden, como es el de aprove-char la biomasa forestal (residuos forestales) inde-pendientemente de si el monte donde se realiza elaprovechamiento necesita infraestructuras preven-tivas o no», asegura Dalma. En definitiva, quelo que era un residuo forestal ha pasado a ser «elobjetivo de un aprovechamiento no regulado enlos planes de montes, por lo tanto irregular», expli-ca, y además financiado por el bolsillo del con-tribuyente. El portavoz de Dalma considera quelos montes «están tan descuidaos como antes delgran incendio», pero además, hay «pequeños en-

claves, donde es más rentable el aprovechamientode los residuos, que se encuentran arrasados y sobre-explotados». Así, los ecologistas denuncian queen algunas zonas la densidad de infraestructu-ras cortafuegos «es diez veces superior a lo queaconsejan las técnicas de selvicultura preventivapara la zona» y el resto de terrenos asignado acada retén terrestre permanece sin ninguna ac-tuación. Como ejemplo, Marco Antonio Nietoconsidera «escandaloso» que en la zona de pina-res de repoblación del noroeste de la provincia,en la Serranía, casi no hay cortafuegos, mientrascerca de la central de biomasa hay enclaves queestán siendo arrasados: los mencionados avella-nares en Poveda, robledales-sabinares en Cor-duente, pinares y guillomares con bosquetes deserbales en la zona de Castilforte o boj de consi-derable porte en Peralejos de las Truchas. Fueradel Señorío, los ecologistas también apuntan laexplotación abusiva de brezales y robledales enla comarca de Sigüenza.

En este punto, hay que tener en cuenta que elGeacam es unaempresa públicadependiente de laJunta de Comuni-dades, mientras laplanta de biomasaestá explotada porIberdrola Renova-bles. Pero lo quemás preocupa a losgrupos que reali-zan este estudio esque las cortas abu-

sivas se están realizando también en hábitatsdeclarados de protección especial, y talando «in-finidad» de especies protegidas o amenazadas.

Planificada«No se puede generalizar». Es la respuesta que

da la Delegación de Medio Ambiente sobreunos trabajos que, asegura, se planifican cuida-dosamente en los meses de agosto y septiembrepara los meses más fríos: «La actuación está pla-nificada para que no pierda efectividad». Cabe-llos señala que «puede haber algún caso particularde algo que esté mal hecho y si un retén lo hizo mal,estoy dispuesto a reconocerlo, pero los 400 trabaja-dores del Geacam no lo hacen mal».

Y en todo caso, rechaza que las actuacionestengan como objeto «alimentar» a la planta debiomasa. En primer lugar, porque no todo loque se saca del bosque se lleva a Corduente:depende de la accesibilidad para lo camiones,de la pendiente o del tipo de terreno, y de ladistancia. En muchos casos se astilla para que seincorpore al terreno, en otros se hacen quemascontroladas. «No todo puede ir directamente aCorduente, porque es antieconómico trasladarlo a100 kilómetros», explica el delegado. El conve-nio entre el Geacam e Iberdrola Renovables, entérminos generales, incluye que los retenes pue-

Área limpiada cerca del saltode Poveda de la Sierra

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den llevar el residuo de la poda desde el montehasta la pista forestal o el camino, donde «lostrabajadores de la planta lo recogen, lo trasladan,lo astillan y lo valorizan, -aclara el delegado deAgricultura-. ¿Por qué no colaborar si están creandopuestos de trabajo?». En todo caso, Cabellos dejaclaro que los retenes trabajan cada uno en suárea, y que el producto de su limpieza no cubrelas posibilidades de la planta de biomasa previs-ta para 26.000 toneladas de residuo.

Un yacimiento de empleo y poblaciónOtro colectivo que sigue con interés la limpie-

za de los montes, en lo que a la comarca deMolina se refiere, es la plataforma La Otra Gua-dalajara. No en vano, el «Plan de montes» esuno de los once compromisos que exigen perió-dicamente a la Junta de Comunidades y el ter-cero de los puntos del plan de choque propues-to para la zona. Y lo plantean con un dobleobjetivo: por un lado, «para que ningún incen-dio en nuestros bosques pueda transformarse nun-ca más en una catástrofe ecológica», puesto queconsideran el abandono en que están los mon-tes un factor determinante de lo ocurrido en lospinares del Ducado. Y además, porque «suponela creación estable de cientos de puestos de trabajo,que ayudarían considerablemente a la repobla-ción humana de varios pueblos de la comarca».Entre 1.000 y 1.500 personas, calculan, repar-tidos desde Alcolea del Pinar hasta el límiteoriental de la provincia.

Lo que los miembros de esta plataforma pro-ponen es que haya una línea de ayudas abiertapara que los ayuntamientos puedan acogerse yasumir, con la supervisión de los forestales, lastareas más sencillas de clareo, poda y limpieza.Las actuaciones de vigilancia, construcción decortafuegos, puntos de agua y plantaciones, se-gún el plan de choque propuesto por «La Otra»,deberían seguir en manos de las empresas y coo-perativas que las vienen haciendo. «Necesitamosunir esta tarea a la contratación de nuevos pobla-dores. No nos sirve que salgan trabajadores cadamañana de Guadalajara y se vuelvan por la no-

che a su casa. Necesitamos traer a gente, que elayuntamiento les contrate y se les ofrezca una vi-vienda en el pueblo. Se podría contratar tambiéna parados de la zona, pero el paro aquí es testimo-nial» explica Jerónimo Lorente, miembro deesta asociación. Este portavoz señala que la Ad-ministración no está haciendo las tareas de poday clareo, «o lo hace de manera que acabaría en elaño 3.500, no es suficiente». En este sentido,entienden que los montes de la comarca siguensiendo «un polvorín permanente, porque no seestán tomando medidas para evitar la catástrofe».

El delegado de Medio Ambiente les da enparte la razón: «Haría falta una mayor inver-sión. El problema de la gestión forestal es la falta derecursos que genera. Todos hablamos positivamentedel bosque pero, ¿la sociedad está dispuesta a inver-tir mayor parte de sus impuestos en su cuidado? Lostrabajos del Geacam son los más eficaces con losrecursos que tenemos, pero habría que movilizartambién a la propiedad privada». Es un proble-ma de mayor calado, puesto que el abandonode las últimas décadas se debe a la despobla-ción, a la reducción drástica de la ganadería, y aque no se utilizan como antaño los recursos fo-restales, como la resina o la leña. «Cuando elmonte no reporta recursos económicos, nadie in-vierte en él», añade el delegado. Hay que teneren cuenta que el 60 por ciento de los bosquesde la provincia son de propiedad privada, y queel 85 por ciento de ese territorio está divididoen parcelas de menos de una hectárea.

La Junta de Comunidades ya cuenta con unalínea de ayudas de 450 euros por hectárea parala limpieza de montes particulares y municipa-les. Una ayuda que «a base de insistir empieza atener éxito» en palabras del delegado. Hace unosaños las solicitudes eran escasas, pero en los últi-mos dos años se ha visto un crecimiento, hastael punto de que en 2009 alcanzaron los 3 mi-llones de euros en toda la provincia. Los ayun-tamientos son los más activos solicitando para lalimpieza de las masas de carácter municipal,mientras los particulares se muestran más rea-cios. La estrategia pasa por potenciar las asocia-

Cortafuegosconvertidos

a realización de los cortafuegos es un temade conversación y discusiones en bastantespueblos de parajes boscosos en la provin-L

cia. Una queja realizada por un alcalde del Se-ñorío es que los trabajos actuales despejan lavegetación de áreas intermitentes, en lugar defranjas continuas de terreno, y que la limpiezano se hace a ras del suelo, sino que se dejanplantas, hierbas y arranques de árboles hasta20 o 30 centímetros sobre el suelo. Tambiénmiembros de la plataforma «La Otra Guadalaja-ra» han mantenido varias reuniones con la De-legación de Agricultura y Medio Ambiente sobrela forma de los cortafuegos en la comarca deMolina, con la que discrepan: «Estamos enfren-tados con la Junta por ese tema, porque no losestán haciendo como en otras comunidades, Ara-gón o Castilla y León. Nosotros partimos de unaamarga experiencia», recuerda Jerónimo Loren-te, uno de los portavoces. Se refieren estos acti-vistas a que a ambos lados de la carretera ocamino que actúa como cortafuegos, deberíanhacerse franjas auxiliares sin vegetación. «Si no,el cortafuegos es igual a cero», añade, asegu-rando que hay zonas en que las copas de unosárboles tocan con las del otro lado.

El delegado de Agricultura, ingeniero de Mon-tes, explica que el cortafuegos tradicional, en elque el bulldozer limpiaba un franja de terrenollevándose hasta el suelo mineral, ya no se eje-cuta por el impacto paisajístico que supone. Ensu lugar, se aprovecha una pista forestal o un ríopara limpiar a ambos lados, «buscando una dis-continuidad en el combustible, en función deltipo de vegetación, de la pendiente y de unaserie de condiciones», asegura Sergio Cabe-llos, quien insiste en que «sí se hacen franjasauxiliares, a veces de alrededor de 80 metrosalrededor del camino».

Otro técnico forestal consultado por esta redac-ción explica que la selvicultura preventiva nopersigue tanto romper la continuidad del com-bustible para evitar que el fuego se propague,como crear una infraestructura que permita afron-tar el incendio si se produce. Además, recuerdaque el cortafuegos tradicional, el que dejaba ala vista el subsuelo, está casi desechado por losproblemas de erosión que provocaba. ◗

Producto de la corta demadera a la espera de su traslado

El cañón del Tajo, muy transitado, es unade las zonas de riesgo del Parque Natural

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ciones forestales, que son poco activas, y darlesprioridad en estas ayudas.

Pero cuando se habla de limpieza de montes,hay muchas más críticas. Los cazadores que sequejan de que se espanta la caza, algún ayunta-miento que critica que no se les avisa de cuándoy dónde se trabaja, los lugareños que dicen quela madera sacada de la poda se retira antes deque los vecinos puedan coger la leña que nece-siten, y también la contraria, que los residuosforestales están durante meses en el monte, conel riesgo de plagas e incendios. Esta última esuna denuncia de los ecologistas, que citan losrestos de poda de los pinares de Sonsaz.

Pero también hay aplausos al respecto. «Creoque la conservación del monte es perfecta», procla-ma el alcalde de Poveda de la Sierra. «Aquí desdeluego se está actuando, unas tareas a través delAyuntamiento y otras por los retenes de incen-dios», apostilla el alcalde de Checa, Jesús Alba.También está conforme en líneas generales elalcalde de Fuembellida, José Luis Orejudo, aun-que señala que «en el último año se han limpiadocaminos y varias zonas, lo que pasa es que el aban-dono acumulado desde los años 60 es imposible derecuperar, al no haber ganado y no haber aprove-chamiento de leña, es imposible». ◗

Electricidad en vez de incendiosa planta de biomasa de Corduente, inau-gurada en julio de 2009, es la primeraen España en utilizar exclusivamente re-L

siduos forestales para generar energía eléctri-ca. Propiedad de Iberdrola Renovables, tieneuna potencia total de 2 megavatios, lo que equi-vale a uno de los molinos que la misma em-presa tiene en terrenos muy cercanos, en eltérmino de Maranchón. Según la propia com-pañía, la planta fue concebida, además de paraproducir electricidad, con varios objetivos: elprimero de ellos es evitar incendios y plagasmediante la limpieza y poda de residuos fores-tales de la zona. También se pretende con esta

experiencia progresar en la investigación so-bre la energía de la biomasa, y de hecho Iber-drola tiene en proyecto otras tres plantas en elpaís, y ha comenzado el desarrollo de otra enOregón, con 27 megavatios de potencia. Perootro de los objetivos fundamentales es ayudara la reactivación económica del Señorío deMolina a través de la creación de empleo y lacontratación de empresas locales. En concretose crearon en Corduente 18 puestos de trabajopara la operación y mantenimiento de la insta-lación y otros 14 para las tareas de gestión ytransporte. Según Iberdrola, la planta ya pro-duce energía suficiente para abastecer a 14.000habitantes, lo que equivale a toda la poblacióndel Señorío. ◗

Barreda con los trabajadoresde la planta, en la inauguración,en julio de 2009 (Foto: jccm.es)

Esquema dela planta de biomasa

(Foto: Iberdrola)

Ramas frondosas, algunos troncos deconsiderable diámetro y la vegetación de sotobosque

se eliminan para no dar facilidades al fuego