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1 LIBRO DE ACTAS EDITORES María Reina-Bueno Guillermo Lafuente-Sotillos COMITÉ CIENTÍFICO Francisco Ariza Zafra Gabriel Domínguez Maldonado Blanca Lafuente Fuster Guillermo Lafuente Sotillos Pedro V. Munuera Martínez Inmaculada Palomo Toucedo

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LIBRO DE ACTAS

EDITORES

María Reina-Bueno

Guillermo Lafuente-Sotillos

COMITÉ CIENTÍFICO

Francisco Ariza Zafra

Gabriel Domínguez Maldonado

Blanca Lafuente Fuster

Guillermo Lafuente Sotillos

Pedro V. Munuera Martínez

Inmaculada Palomo Toucedo

Monica
Texto
ISBN 978-84-944663-4-2
Monica
Texto
Publicado por Ediciones Especializadas Europeas,S.L.
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EL MECANISMO DE WINDLASS Y SU RELACIÓN CON LOS MOVIMIENTOS

OCASIONADOS EN EL MIEMBRO INFERIOR

María José Manfredi-Márquez

Javier Ramos-Ortega

Natalia Tovaruela-Carrión

INTRODUCCIÓN – MARCO TEÓRICO

El mecanismo de Windlass (en adelante, MW) se define como el efecto que se produce tras la

extensión de la 1ª articulación metatarsofalángica (en adelante, 1ª AMTF), dando lugar a la

plantarflexión del primer radio y la elevación del arco longitudinal interno, mediante la tensión

de la fascia plantar, provocando la supinación de la articulación subastragalina (en adelante,

ASA), el bloqueo de la articulación mediotarsiana y la rotación externa de la pierna, sin ayuda

de la acción muscular, durante el periodo propulsivo de la marcha (1–5).

Es considerado una característica propia y única del ser humano, imprescindible en el

desarrollo de la marcha bípeda (6,7), y esencial durante la fase final del apoyo, convirtiendo al

pie en una palanca rígida con capacidad de propulsión (1,3,4).

La alteración de cualquiera de las estructuras anatómicas que participan en su activación,

causara su ineficacia durante la marcha (3,6,8), de ahí que este mecanismo sea valorado

durante el estudio biomecánico del miembro inferior (9,10).

Existen diferentes patologías tales como la fascitis plantar, el Hallux Limitus o el Hallux Rígidus,

que afectan a algunas de las estructuras anatómicas implicadas en él. Por esta razón, diversos

autores consideran necesario su adecuada evaluación durante la práctica clínica,

permitiéndonos de esta manera comprender mejor el origen patomecánico de las mismas,

facilitándonos de así la emisión de un diagnóstico certero y de un adecuado tratamiento

ortopodológico (3,8,10).

A pesar de su importancia en el funcionamiento del pie y, por tanto, del miembro inferior, no

existe en la bibliografía actual estudios donde se cuantifiquen los movimientos que se

producen, ni cuál es su repercusión a nivel del miembro inferior, en sentido ascendente.

OBJETIVOS

Cuantificar los grados de movimiento que se producen en el miembro inferior

mediante un sistema de análisis cinemático tras extender la 1ª AMTF.

Valorar radiográficamente los cambios que se producen en el pie tras extender la 1ª

AMTF 45º.

Relacionar los resultados obtenidos en ambas técnicas y determinar cómo repercute la

extensión de la 1ª AMTF en el miembro inferior.

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MATERIAL Y MÉTODO

Estudio pruebas-postprueba con un solo grupo de intervención, constituido por 15 sujetos y

realizado en el Área Clínica de Podología de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología

de la Universidad de Sevilla.

Se valoró la línea de Helbing, el Índice Postural del Pie, la extensión de la 1ª AMTF y la

localización del eje de ASA. Se cuantificó la extensión de la 1ª AMTF y la rotación del miembro

inferior mediante el sistema cinemático Bioval®, colocando previamente cuatro sensores

localizados sobre la superficie dorsal de la falange proximal del primer dedo, sobre la zona

medial de la diáfisis del primer metatarsiano, sobre la tuberosidad tibial anterior y sobre el

trocánter mayor del fémur, permitiéndonos observar y comprender el movimiento en los tres

planos del espacio.

Con el sistema cinemático se ejecutaron dos mediciones:

1. Extensión de la 1ª AMTF empleando una cuña con una angulación de 45º con sensores

dependientes.

2. Extensión de la 1ª AMTF con sensores independientes.

Para finalizar se realizaron dos radiografías del pie derecho en carga, desde una proyección

lateral, con la placa de rayos X en contacto con la cara medial del pie y el haz de rayos

perpendicular a la placa, a una distancia de 1 metro. La primera de las radiografías se realizó

con el pie relajado, y la segunda con una extensión pasiva de la 1ª AMTF, empleando en este

caso una cuña de EVA-Corcho con una inclinación de 45º.

Una vez recopilada toda la información se procedió a cuantificar el eje de localización de ASA y

a medir una serie de longitudes y ángulos radiológicos con el software Autocad®.

RESULTADOS - DISCUSIÓN

Sistema de Análisis Cinemático

Con este estudio se pretende determinar cuantitativamente los cambios angulares que se

producen en el miembro inferior durante el inicio y desarrollo del MW de manera pasiva, con

una extensión determinada de la 1ª AMTF mediante el empleo del sistema de sensores

inerciales.

Los resultados obtenidos muestran que tras extender mediante una cuña de 45º la 1ª AMTF

con los sensores configurados de manera dependiente, el valor de la mediana en la extensión

de dicha articulación es de 8,83º ± 14,13, un valor muy alejado de los supuestos 45º.

Consideramos que este resultado puede haberse desvirtuado al no tenerse en consideración

las partes blandas que constituyen esta articulación.

Si comparamos nuestros resultados en máxima extensión con la bibliografía consultada,

comprobamos que nuestro valor es de 47,59º, en contraposición con algunos autores (9, 11)

que consideran necesarios al menos 60º de extensión para alcanzar una adecuada

plantarflexión del 1º metatarsiano (9). Así como 10º de plantarflexión, según Root (9,11), y

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22º, según Fuller (8) para permitir una completa extensión del dedo durante la fase propulsiva

de la marcha, valor no alcanzado en nuestra medición, que fue de 4,12º.

Los resultados no han sido los esperados. Probablemente, los datos registrados por el sistema

no reflejen la realidad. La medición que hemos realizado es indirecta, en la que influyen los

desplazamientos propios de la piel sobre la estructura ósea, desplazamientos que no han sido

captados por el sistema, dando lugar a pérdida de información. Esta apreciación puede

confirmarse si continuamos comparando los valores obtenidos por las tres mediciones en el

resto de las variables, donde se observa poco cambio entre ellas, a pesar de que el grado de

extensión es diferente.

No obstante, y a pesar de la pérdida de información, se observó que a mayor extensión,

mayores son los valores obtenidos en el resto de variables, confirmando la relación entre el

MW y los movimientos rotacionales en el miembro inferior, siendo esta relación menos

influyente a medida que vamos ascendiendo a lo largo del mismo.

Cuantificación Radiográfica

Tras comparar las diferentes mediciones en posición relajada y en 45º de extensión,

observamos que todos ellos han sufrido cambios, viéndose incrementados o reducidos los

valores en función del objetivo de su medición.

El ángulo de flexo-extensión del 1º dedo se ha visto reducido debido a la inclinación dada por

la cuña de 45º. Los ángulos de declinación del 1º metatarsiano y del astrágalo-1º metatarsiano

han aumentado un 50% y un 90%, respectivamente, confirmando el movimiento de

plantarflexión del 1º metatarsiano tras la extensión de la 1ª AMTF.

Así mismo el ángulo de Costa-Bartani se ha reducido, mientras que la altura del escafoides ha

aumentado, reflejándose en estos valores la elevación del ALI tras iniciarse la extensión de la

1ª AMTF y la posterior plantarflexión del 1º metatarsiano.

La concordancia entre el ángulo de Costa-Bartani y la altura del escafoides aporta información

muy relevante, pues es indicativo de un aumento de supinación en ASA. Estos valores no solo

suponen un cambio morfológico del ALI, sino que nos permiten conocer visualmente, el grado

de control efectuado sobre ASA, siendo muy útil en la práctica clínica, ayudándonos durante la

toma de moldes y permitiéndonos conocer el efecto de los soportes plantares.

Por otra parte, la elevación del ALI también trae consigo una reducción de la longitud del pie. Y

para finalizar, el ángulo de inclinación del calcáneo se ha aumentado reflejándose el

movimiento de supinación ocurrido en retropié, siendo este valor el que menor cambio ha

sufrido. Confirmándose con todos estos resultados los movimientos descritos por Fuller, en su

modelo mecánico sobre el MW (3).

Para concluir con las mediciones radiográficas es importante indicar que, cuando se midió los

grados de extensión del primer dedo respecto a la cuña de 45º, se obtuvo como resultado

radiográfico un ángulo de extensión de 25º. Si este dato es comparado con el resultado

obtenido con el sistema de sensores, con el que se alcanzó un valor de 8,83º, podemos afirmar

que las partes blandas, fundamentalmente el complejo gleno-sesamoideo, influyen en la

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determinación del movimiento articular, mostrándonos que el hecho de hacer un movimiento

de extensión sobre la falange no es indicativo de estar actuando sobre la propia articulación

(12 - 15).

CONCLUSIONES

El análisis cinemático indicó que, a mayor grado de extensión, mayor movimiento se generó,

disminuyendo el nivel de repercusión cuanto más distal a la articulación es la estructura.

Se producen cambios en todas las mediciones, siendo más significativos en los ángulos de

declinación del 1º metatarsiano, astrágalo-1º metatarsiano y Costa-Bartani, así como en el

navicular drop.

La diferencia de valores entre la medición con el sistema de sensores y la radiografía nos

confirman que el sistema cinemático presenta menor fiabilidad. La extensión de la 1ª

articulación metatarsofalángica influye en todo el miembro inferior, pero debido a que el

sistema cinemático empleado no es el adecuado, no se ha podido cuantificar con exactitud su

repercusión.

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ESTUDIO DE LOS CAMBIOS DE FUERZA EN BASE A LOS ELEMENTOS

ORTÉSICOS COLOCADOS BAJO EL PRIMER RADIO

Inmaculada Rodríguez Moreno

Marina Ballesteros Mora

Javier Ramos Ortega

Pedro V. Munuera Martínez

INTRODUCCIÓN

El primer radio constituye la unidad formada por el primer metatarsiano y el hueso cuneiforme

medial. Nuestra investigación se centra en una de las patologías asociadas al primer radio, la

cual fue descrita por Lambrinudi en 1983(1), denominándola metatarsus primus elevatus;

donde hacía referencia a una alteración en la que la cabeza del primer metatarsiano

descansaba en un plano por encima del plano del resto de las cabezas metatarsales.

En este trabajo, hemos dirigido nuestros esfuerzos en el estudio y terapia de una de las

compensaciones clave a atenuar, para poder restituir el normal funcionamiento de dicha

estructura, como es la pronación.

Por tanto, a través de sistemas que de forma tan precisa nos controla las fuerzas ejercidas por

el pie durante la deambulación, como son las plataformas dinamométricas. Nos planteamos

identificar, qué elementos de los seleccionados, entre todos los descritos, controlan de

manera más efectiva la pronación compensatoria que se genera en un pie con presencia de un

primer radio dorsalflexionado.

OBJETIVOS

a) Cuantificar los cambios que suceden en el vector de la fuerza prono- supinadora (en

adelante FX) en base a los elementos ortésicos colocados en el primer radio.

b) Determinar el elemento ortésico que disminuye en mayor medida los valores que toma el

vector FX

HIPÓTESIS

La colocación de elementos ortésicos bajo la cabeza del primer metatarsiano en individuos con

el primer radio dorsalflexionado va a modificar la pronación del pie.

MARCO TEÓRICO

1. Anatomía del primer radio

a) Osteología: el primer radio es una unidad funcional formada por el primer

metatarsiano y el hueso cuneiforme medial (2).

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b) Artrología: El primer radio consta de dos articulaciones principales, la

cuneometatarsiana y la metatarsofalángica.

La articulación cuneometatarsiana pertenece a la articulación de Lisfranc. Se trata de una línea

que separa el primer metatarsiano del cuneiforme medial, siendo considerada una articulación

sinovial, casi plana, del tipo artrodia (2,3).

Por otro lado, la articulación metatarsofalángica (en adelante AMTF), se divide en dos

articulaciones con una cápsula común, ligamentos y músculos interrelacionados. La primera

estaría constituida por la cabeza del primer metatarsiano y la base de la falange proximal del

primer dedo; y la segunda vendría configurada por la cara plantar de la cabeza del primer

metatarsiano y los dos sesamoideos (3,4).

c) Miología: El primer radio es una estructura con multitud de inserciones tendinosas

y musculares, entre ellas se distingue:

Musculatura extrínseca: los músculos que llegan al primer segmento metatarsal son cuatro: el

peroneo lateral largo, el tibial anterior, el extensor largo del primer dedo y el flexor largo del

primer dedo.

Musculatura intrínseca: El primer radio posee musculatura intrínseca específica, por el

aductor, el abductor y el flexor corto del primer dedo. Además, en la cara dorsal del pie

comparte un músculo con los tres dedos medios, el músculo pedio o extensor corto de los

dedos (3,4).

2 Biomecánica del primer radio durante el ciclo de la marcha

El movimiento de las articulaciones entre el primer metatarsiano y el cuneiforme medial, y

entre este y el escafoides, se produce alrededor de un eje común (5). Este eje fue descrito por

Hicks en 1953 como aquel que discurre desde la parte media del dorso del pie, sobre la base

del primer metatarsiano, hasta el tubérculo del escafoides, con una inclinación aproximada de

45º con respecto a los planos sagital y frontal, y sólo con una ligera inclinación con respecto al

plano transverso (6).

Por tanto, según el eje descrito por Hicks, el primer radio posee un movimiento triplanar; sin

embargo, debido a su posición casi paralela al plano transverso, clínicamente no apreciaremos

el movimiento en dicho plano (6). Por lo tanto, el primer radio presentará movimientos en el

plano frontal y sagital, generándose una inversión y dorsalflexión, o eversión y plantarflexión.

Se considera igual la cantidad de cada movimiento (5).

Durante el ciclo de la marcha, en la fase de contacto encontramos el primer radio en una

posición de dorsal flexión, consecuencia de la acción del tibial anterior, controlando la caída

del antepié al suelo (5,7).

En la fase de apoyo inicial, como consecuencia de la pronación subastragalina, el primer radio

se comporta como un elemento móvil, debido al paralelismo entre las articulaciones astrágalo-

escafoidea y calcáneo-cuboidea (5,7).

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Al final de esta misma fase, comienza a generarse un movimiento de pronación en

mediotarsiana, el cual generan la estabilidad necesaria para el inicio de la fase propulsiva.

Finalmente, la fase propulsiva se desarrolla, con una pérdida progresiva de apoyo desde los

metatarsianos más laterales hacia medial (9).

3. Patomecánica y repercusiones del primer radio dorsalflexionado

El primer radio dorsalflexionado, es una patología descrita por Lambrinudi en 1983 (1),

denominándola “metatarsus primus elevatus”, hacía referencia a una alteración en la que la

cabeza del primer metatarsiano descansaba en un plano por encima del plano del resto de las

cabezas metatarsales (1,8–9).

En la actualidad, su definición se encuentra más enfocada a su capacidad de movimiento,

considerándose un primer radio dorsal flexionado como aquel que presenta un mayor rango

de movimiento en dorsal flexión que en plantar flexión, iniciando el movimiento de la posición

neutra (2).

En cuanto a los mecanismos biomecánicos que pueden generar un primer radio

dorsalflexionado, encontramos en la bibliografía múltiples teorías, aunque la mayoría de ellas

poseen un núcleo común, como son los movimientos de pronación que se generan a nivel de la

ASA.

4. Las plataformas dinamométricas

Dichas plataformas se encargan de analizar los componentes de fuerza vertical, lateral,

anteroposterior y de torsión que se ejercen sobre el suelo durante la marcha. La fuerza

resultante de estos componentes es la que representa la acción total de las fuerzas de acción-

reacción que están actuando sobre el pie durante la marcha (10).

Basándonos en esta premisa, son plataformas que fraccionan las fuerzas de reacción del suelo

en tres medidas:

o Fx = Fuerza medio-lateral, es la de menor magnitud.

o Fy = Fuerza antero-posterior, representada por una curva que en su inicio indica la

deceleración que se produce en el choque de talón y que alcanza su máximo valor en la fase de

doble apoyo.

o Fz = Fuerza vertical, es la de mayor magnitud y está relacionada con la gravedad.

RESULTADOS

7.1 Descripción de la muestra

En el estudio se analizaron 12 pies (N=12) pertenecientes al miembro inferior dominante de 12

sujetos, 6 de los cuales son mujeres y 6 hombres (gráfico 1), con edades comprendidas entre

los 21 y los 46 años. La media de edad de la muestra ha sido de 27’16 años.

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7.2 Análisis descriptivo de las variables

Las características de la muestra respecto a las variables de edad, peso, altura, IMC, FPI y

número de pie se observan en la tabla 1.

7.4 Pruebas de contraste

Para determinar la existencia de diferencias significativas entre los valores registrados del

vector FX para las variables Vmax, Vmin y Amin ante la situación de estar sin tratamiento

ortopodológico y estar con el soporte plantar más cada uno de los elementos ortésicos

utilizados, incluido el cut-out de primer radio, emplearemos la prueba paramétrica T-Student

para muestras relacionadas. Los resultados indicaron que existían diferencias significativas en

todos los casos (p<0.05).

Para analizar si existen diferencias significativas al comparar los valores del vector Fx para las

variables Amax, entre la situación de no usar tratamiento ortopodológico y llevarlo con cada

uno de los elementos utilizados, incluido el cut-out de primer radio, utilizaremos la prueba no

paramétrica de Wilcoxon. Se observaron diferencias significativas con la variable alargoAmaxFx

y estímuloAmaxFx (p<0.05).

Tabla 1: Estadística descriptiva N=12

Gráfico 1: Media de Amax del vector Fx para cada una de las situaciones de estudio.

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DISCUSIÓN

A tenor de los resultados obtenidos del análisis estadístico, afirmamos que la hipótesis de

investigación planteada en este trabajo se considera válida. Por consiguiente, la colocación de

elementos ortésicos bajo la cabeza del primer metatarsiano, en individuos con el primer radio

dorsalflexionado, modifica de forma gradual la pronación del pie.

Se observa cómo mediante la colocación de los diferentes elementos ortésicos conseguimos

una reducción de las variables Vmax y Amax. Ambos datos se corresponden a las fuerzas

medio-laterales, o fuerzas de prono-supinación del pie, de forma que, a menor valor en estos

parámetros, menor cantidad de movimiento de pronación en el pie.

Hoy en día queda demostrado cómo compensaciones a nivel de retropié, van a generar

cambios en antepié y viceversa. En esta línea, Munuera et al. Scherer et al, entre otros,

describen cómo un adecuado control de la pronación a nivel de retropié, genera una mejora

en la capacidad de plantar flexión del primer radio, y por ende de la dorsiflexión del hallux (13-

15).

En nuestro ensayo clínico se observa, cómo a través de la colocación soportes plantares

confeccionados con un material rígido, como resulta ser el polipropileno de 3mm de grosor, se

genera una mejora en el control de la pronación excesiva del pie.

Del mismo modo, son diversos los autores que describen como las patologías de antepié,

compensan generando una pronación de retropié (13–15). Por tanto, a través de distintos

elementos ortésicos colocados en esta localización de la plantilla, pueden generarse

modificaciones en el retropié. Incluso hay autores que describen, la mejor eficacia de estos

elementos en todas las fases de la marcha, en relación a los colocados únicamente en retropié,

los cuales carecerían de eficacia en la fase propulsiva (16).

Según los datos obtenidos, el estímulo de pulpejo es el elemento a través del cual se consigue

un mejor control de la pronación. Para la comprensión de los mecanismos que desencadenan

dicha condición, es necesario basarnos en uno de los modelos descritos por Hicks, denominado

“Mecanismo de Windlass” (17,18). Nuestros resultados son apoyodos por los trabajos de

Clough y Danamberg los cuales describen elementos en forma de cuña colocados en el pulpejo

del hallux, generando una extensión de la 1o AMF y la posterior activación del mecanismo de

Windlass (17,19).

El siguiente elemento que ejerce un mayor control de la pronación durante la deambulación es

el alargo completo del primer dedo, confeccionado con EVA de 3 mm de grosor, abarca la

superficie desde la cabeza del primer metatarsiano hasta la falange distal. El objetivo

terapéutico es aproximar el plano de trabajo al primer metatarsiano, favoreciendo la flexión

plantar del primer metatarsiano en la fase de propulsión de la marcha.

Rosenbloom y Dorca (20,21), utilizan un elemento ortésico completo del primer dedo En

cuanto a los resultados, describe a presencia de una mejora en la sintomatología,

consecuencia del control en la pronación que estos dispositivos generan.

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El uso del cut-out en los soportes plantares se posiciona en el tercer puesto del abanico de

opciones terapéuticas para el control de la pronación en la marcha. Son diversas las

publicaciones que nuevamente avalan la eficacia de esta modificación sobre las ortesis

plantares, que demuestran en sus trabajos el efecto beneficioso que esta modificación

produce a nivel de primer radio (21).

El siguiente elemento en sucesión de eficacia es el alargo funcional, pieza ortésica que se

asemeja bastante a la descrita por Morton en 1935, quien se dio cuenta de que la falta de

carga por parte del primer metatarsiano predispone a una pronación excesiva.

Finalmente, el estímulo propioceptivo es el elemento ortésico con el que hemos obtenido un

menor control de la pronación durante la deambulación. En esta línea, se hace necesario

destacar la ausencia de investigaciones en las que se plasme la eficacia de la aplicación de

estos dispositivos a nivel general y, de manera específica en el primer radio.

CONCLUSIONES

1)El análisis sobre la plataforma de fuerzas de las alteraciones que suceden en el vector de

fuerza prono-supinadora (FX) en base a los elementos ortésicos colocados en el primer radio,

indica que se producen cambios significativos entre la situación de no llevar soportes plantares

y utilizarlos con cada uno de los elementos estudiados, incluido el cut-out de primer radio. De

manera que, en general, el tratamiento ortopodológico personalizados modifica las variables

de velocidad y área del vector FX en individuos con el primer radio dorsalflexionado.

2) Determinamos que el estímulo de pulpejo es el elemento ortésico que disminuye en mayor

medida los valores que toma el vector FX, seguido del alargo completo bajo la cabeza del

primer metatarsiano y primer dedo.

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VARIACIÓN DE LA PRONACIÓN TRAS LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL NIÑO

Mª de los Ángeles Gómez Benítez

Las modificaciones que se producen en el pie y su repercusión posterior en el resto del cuerpo

puede condicionar la elección de los sujetos para un determinado deporte o simplemente para

su vida diaria. Hoy en día, dado el impacto que supone el deporte en nuestra sociedad, el

interés por conocer los mecanismos biomecánicos que inducen a fatiga muscular, , sobrecarga

muscular, disminución del rendimiento y lesión es un área que debe estar en constante

estudio para clínicos e investigadores.

Los cambios asociados a la infancia producen en ocasiones, susceptibilidad ante la aparición de

ciertas patologías o enfermedades. Unas de las más frecuentes en el pie, es el pie valgo o pie

pronador, donde existe en la mayoría de los casos una alteración de la ASA.

Estimamos que la ejecución de nuestro trabajo está plenamente justificada por los beneficios

que podría aportar a la hora de comprender el funcionamiento del pie, prevenir futuras

lesiones y deformidades, llegar a un consenso de si influye o no el tipo de pie en el

rendimiento deportivo, y por tanto si precisaría o no de ortesis plantares. Sobre todo permitirá

una mejor comprensión y desarrollo de estrategias de prevención específicas para el tipo de

pie y su posible repercusión en la actividad física futura.

El objetivo principal de este estudio es comprobar si existen cambios en la postura del pie y en

la huella plantar de los niños después de actividades de resistencia, y si aquellos niños que

presentan pies pronadores se cansan más y presentan mayores dolores en las piernas, debido

a la fatiga muscular, respecto a los niños con pies neutros en la práctica deportiva.

La muestra la compusieron 2 grupos (n=105), el grupo casos (pies planos/pronadores)

compuesto por 42 niños y el grupo control (pies neutros) compuesto por 63 niños. En el

momento inicial del estudio todos los niños se encontraban en una franja de edad entre los

1012 años y con un IMC saludable, comprendido entre 5 y 84. Aunque los datos analizados

hasta el momento se refieren a la mitad de la población.

Se valoró la postura del pie mediante el FPI y se tomó la huella del pie con una pedigrafía

antes y después de la actividad deportiva, para posteriormente valorar el Arch Index (índice

del arco), mediante el AutoCad® a cada huella. La actividad deportiva que se llevó a cabo

fueron ejercicios de resistencia aeróbicos.

Los resultados muestran cambios importantes en la postura y en la huella plantar de los niños

después de la práctica deportiva. Especialmente en el grupo caso, asociado en gran parte de la

muestra a dolor en las piernas.

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CLASIFICACIÓN DE LA MORFOLOGÍA DEL PIE EN FUNCIÓN DE LA ALTURA

DEL ARCO LONGITUDINAL INTERNO. RELACIÓN CON LA POSTURA Y LA

HUELLA PLANTAR

Carolina Rosende Bautista

Sergio Pérez García

Francisco Alonso Tajes

Eva Mª Abril Bausela

Teresa Seoane Pillado

Sonia Pértega Díaz

Salvador Pita Fernández

INTRODUCCIÓN

La morfología del pie, es una de las características antropométricas más variable del ser

humano, K. Kirby(1) destaca que el arco longitudinal interno(ALI) del pie se considera una de

las estructuras más importantes del pie por sus características anatómicas, mecánicas y su

influencia en el desarrollo de lesiones y patologías del miembro inferior,

Como consecuencia de que el ALI es la principal estructura con capacidad de absorción de

impactos, se considera que su morfología influye de forma importante en la función del pie(2)

y en el desarrollo de lesiones del miembro inferior durante la actividad física diaria.

La categorización más clásica de la morfología del pie en función de la altura del ALI, establece

3 tipos de pies bien diferenciados que son el pie plano o de arco bajo, pie normal y pie cavo o

de arco elevado. Bajo esta categorización, los tratados clásicos de todos los paradigmas

teóricos de la podología han establecido la diferenciación de tipología del pie en función de la

altura del ALI.

A pesar de la importancia de la categorización de la morfología del ALI, existen gran

discrepancia en los métodos clínicos que deben de ser utilizados para establecer esta

categorización y la fiabilidad de los mismos. (3).La gran variedad de pruebas clínicas

desarrolladas para clasificar la morfología del pie en función de la altura del ALI se agrupan en

los siguientes métodos: Parámetros de huella plantar, Índices de postura, Medidas de

dimensión y dimensión normalizada, Índices de relación angular, Índices de función del pie y

Observación visual/clínica.

La observación y medición de la morfología del ALI mediante métodos no radiográficos, se

considera importante para la investigación podológica, puesto que la utilización de equipos de

RX únicamente es accesible en algunos centros podológicos o médico y la exposición a

radiaciones debe de estar limitada en las pruebas de screening de investigación en la mayoría

de las poblaciones. (4)

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Existen múltiples estudios que han intentado analizar la validez y fiabilidad de los diferentes

métodos de análisis y clasificación de la morfología del ALI, sin que hasta el momento actual

exista un método estándar de aplicación clínica capaz de catalogar la morfología del pie.

OBJETIVO

Analizar la concordancia en la clasificación del pie en función de la morfología del ALI con las

medidas de dimensión normalizadas, la morfología de la huella plantar y la postura del pie.

MATERIAL Y MÉTODOS

Método

Se realizó un estudio descriptivo transversal observacional, que se llevó a cabo en la Clínica

Universitaria de Podología de la Universidad de A Coruña y en el área clínica de Podología de la

Universidad de Sevilla, entre octubre de 2015 y mayo de 2016.

Los criterios de inclusión de los participantes, se solicitó consentimiento informado y se realizó

una anonimización de los datos conforme a las normativas vigentes de investigación clínica. El

estudio cuenta con la aprobación del Comité de ética de investigación clínica de Galicia.

Mediciones

Para cada una de los participantes en el estudio se midieron las variables sociodemográficas y

antropométricas (edad, sexo, talla peso e IMC).

Las mediciones antropométricas del pie se realizaron en carga al 50%, con un medidor de pie

milimetrado y reglas estables. Recogiéndose las siguientes variables: longitud total del pie,

longitud truncada, altura de tubérculo de escafoides, altura del dorso del pie al 50% de la

longitud.(5)

La postura del pie se analizó con la escala validada Foot Posture Index 6 (FPI6) y el parámetro

de morfología del ALI de esta escala se utilizó posteriormente como método de observación

visual del ALI.(6)

Se recogieron huellas plantares con un pedígrafo convencional, en carga al 50%, y

posteriormente se digitalizaron las imágenes con una fotocopiadora multifunción. Automática,

en escala 1:1, a color 200dp y resolución 200dpi, Las imágenes digitalizadas fueron tratadas

con el programa Autocad© en el cual se limitaron las áreas de contacto del pie y tras las

mediciones correspondientes se halló el Arch Index (AI), según definen Cavanagh y Rogers(7).

Análisis estadístico:

Las variables cuantitativas se expresan con la media y desviación estándar (DT) y las

cualitativas con valores absolutos (n) y porcentajes (%), con un intervalo de confianza del 95%.

Para valorar las mediciones de dimensión del pie, postura y huella plantar, se han tenido en

cuenta de forma independiente el pie derecho e izquierdo de cada persona obteniéndose así

una n=844 pies.

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17

Se ha establecido una categorización estadística por cuartiles de las variables en estudio, para

establecer grupos de ALI bajo, normal o elevado en cada una de las variables y posteriormente

se han realizado el análisis de medidas de concordancia de variables cualitativas mediante el

cálculo del índice Kappa.

Resultados:

Se analizó una muestra de 423 sujetos, La media de edad de la muestra es de 44,43 ±18,87

años y un rango que oscila de 18 a 87 años. Existe un predominio de mujeres, que representan

el 63% de la muestra. Se objetiva una alta prevalencia de sobrepeso (34,8%) y obesidad

(24,8%).

En la tabla 1 se reflejan las medidas descriptivas de las mediciones del ALI normalizadas, la

morfología de la huella plantar (AI) y la postura del pie (FPI6).

Tabla 1. Descriptiva de las medidas de arco normalizadas la morfología de la huella plantar y la

postura del pie en la unidad pie.

n Media±DT Mediana Rango Percentil 25

Percentil 75

Altura tubérculo escafoides/longitud

846 0,16±0,03 0,16 0,06-0,27 0,14 0,18

Altura dorso 50% longitud/longitud 846 0,23±0,02 0,23 0,16-0,32 0,22 0,24

Altura tubérculo/Longitud Truncada 846 0,22±0,04 0,22 0,07-0,36 0,19 0,25

Arch index 844 0,24±0,06 0,25 0,00-0,39 0,22 0,27

FPI6 845 3,33± 4,00 -12-+12 0,00 6,00

Se realizó un test ANOVA para comprobar si estableciendo como variable dependiente las

diferentes categorías de clasificación de AI (A elevado, A normal, A bajo) existían diferencias

estadísticamente significativas en las variables de altura de arco normalizadas, y se comprobó

que los valores medios en las cuatro variables de dimensión normalizadas son mayores en el

grupo clasificado según AI como arco elevado, respecto al grupo clasificado como arco normal

y menores los del grupo de los clasificados como arco bajo y que las diferencias entre los 3

grupos son estadísticamente significativas. Se descartó la hipótesis nula de igualdad de medias

mediante el test de comparaciones múltiples (Test de HSD de Tukey) en la cual aparecen

diferencias estadísticamente significativas entre todos los grupos de categorización de altura

del ALI.

Para hallar la concordancia existente entre la categorización de morfología del arco según las

diferentes variables que pueden definirlo, se utiliza la categorización de la muestra según

cuartiles, de este modo se calcula el índice Kappa para variables categóricas. Los índices de

concordancia entre las diferentes medidas de dimensión normalizadas y AI son pobres (<0,21)

con p<0,001, destacando que los valores más elevados son los de categorización de arco bajo

que se encuentran en torno al 50% en todas las mediciones.

El valor de la concordancia aumenta a concordancia débil reflejando valores entre 0,21 y 0,40,

cuando realizamos la comparación entre la valoración clínica visual de ALI y las medidas de

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dimensión normalizadas, destacando que los valores de categorización de arco bajo se

encuentran en torno al 85%.

El cálculo de la fuerza de concordancia entre la categorización de la huella plantar según AI y el

FPI6, muestra un índice de concordancia pobre entre el FPI6 codificado y el AI. Los porcentajes

de concordancia en las tres categorías establecidas son menores al 50%. El índice Kappa

obtiene un valor de 0,150 para p< 0,001

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

Al igual que ya se había reflejado en investigaciones anteriores recientes, hemos podido

comprobar que la categorización de la morfología del ALI mediante métodos clínicos, posee

una concordancia muy baja. La observación de un solo parámetro no puede servir de

referencia para establecer la morfología del ALI y categorizar al pie.

La huella plantar es un parámetro que conduce a la confusión en múltiples ocasiones y su

utilización como método de categorización de la morfología del ALI debe revisarse en todos los

niveles de atención clínica en el cual se examinan las alteraciones morfológicas del pie. Como

concluye Langley (8) existe la necesidad de alcanzar un consenso para establecer cuáles son las

medidas adecuadas para realizar las mediciones clínicas de la morfología del pie. A pesar de

que no existen parámetros de referencia de las medidas de dimensión normalizadas del ALI,

para la categorización de la morfología del mismo, coincidimos con Robin (9)en la importancia

de establecer una estandarización de los métodos de medición de altura de ALI cuando

queremos determinar la morfología del pie para la realización de un diagnóstico clínico o como

variable de una investigación.

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NUEVO DISPOSITIVO PARA LA MEDICIÓN DEL ARCO PLANTAR Y

CONCORDANCIA EN LA EVALUACIÓN DE LA ALTURA DEL ARCO

LONGITUDINAL INTERNO

Francisco Alonso Tajes

Estefanía López Teijeiro

Carolina Rosende Bautista

Sergio Pérez García

Mª Teresa Seoane Pillado

Sonia Pértega Díaz

Salvador Pita Fernández

INTRODUCCIÓN

El ser humano presenta como base de sustentación el pie, el cual está en íntimo contacto con

la superficie de apoyo. La funcionalidad del pie está influenciada claramente por su estructura,

y, principalmente, por la conformación del arco longitudinal interno, el cual es capaz de

soportar el peso del cuerpo sin producirse el hundimiento del mismo; pero también influye

sobre otras estructuras corporales tales como la espalda o las extremidades inferiores, además

de suponer una mayor o menor predisposición de lesión, o posibles alteraciones en el

equilibrio. [1,2,3,4]

Las funciones principales del ALI son proporcionar estabilidad, amortiguar los impactos y

acumular energía, generándola y transfiriéndola posteriormente. [5,6, 7]. En supinación el pie

adquiere un carácter rígido (el choque de talón y la propulsión), mientras que en pronación el

pie adquiere un carácter mucho más flexible adaptándose a la superficie de apoyo mediante la

deformación del ALI (en la fase de la marcha de apoyo medio). [7] Por tanto, y como se ha

dicho previamente, la forma cupular de la bóveda plantar junto con los puntos de apoyo en la

zona del talón y los metatarsianos influyen de forma significativa en la función del pie. [1]

La forma del ALI ha sido durante varios años uno de los temas más controvertidos en el

estudio de la morfología y función del pie, pudiéndose clasificar los pies en 3 tipos teniendo en

cuenta la forma del arco: un pie con un ALI normalizado (neutro), un pie con un ALI aumentado

(supinado), con un mayor riesgo de lesión en estructuras óseas situadas en la zona lateral del

pie, y un pie con un ALI disminuido o ausente (pronado), con un riesgo mayor a sufrir lesiones

en tejidos blandos situados en la zona medial del pie. [3, 6, 7]

Así pues, los conocimientos teóricos del momento apuntan a que la altura del ALI es un factor

que influye en la función del pie, y en la aparición de alteraciones en el mismo; de ahí la

importancia de llevar a cabo las mediciones pertinentes para evaluarlo. [8, 9, 10, 11]

Las mediciones del ALI se pueden clasificar en 4 grupos:

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I) Inspección visual: El foot posture index 6, valorando así la posición del pie respecto al suelo;

y la visualización de la huella plantar, utilizando un podoscopio, pedígrafo, fotopodograma…

[1, 2]

II) Valoración antropométrica por medio de referencias óseas: la longitud del pie (distancia

desde la parte posterior del talón hasta la parte anterior del dedo más largo), la longitud

truncada del pie (distancia desde la parte posterior del talón a la 1º articulación

metatarsofalángica), la altura del escafoides (palpación directa, caída del escafoides o

“navicular drop” (altura del escafoides con la articulación subastragalina en posición neutra y

el paciente en posición sedente), altura del escafoides normalizada (altura del escafoides/

longitud del pie) y altura del escafoides truncada (altura del escafoides/longitud truncada del

pie)), la altura del dorso del pie (longitud más alta del dorso del pie al 50% de la longitud real

del pie), la altura del dorso del pie truncada (longitud más alta del dorso del pie al 50% de la

longitud truncada del pie), el ángulo del arco longitudinal (ángulo formado entre el maléolo

medial o tibial, la cabeza del primer metatarsiano y el navicular, representando el arquetipo

medial del pie), el ángulo tibio-calcáneo (ángulo que forma el talón con el resto de la pierna) y

el ángulo del retropié. [7, 8, 9]

III) Parámetros recogidos de la huella plantar: “arch index”, índice del arco plantar (proporción

del área del medio pie entre la superficie total del pie exceptuando los dedos, o lo que es lo

mismo, la relación existente entre la altura del arco al50% de la longitud del pie y la longitud

truncada del pie), índice del arco modificado (incluye datos de presiones plantares según la

superficie de contacto), índice del arco truncado (índice del arco/ longitud truncada del pie)

índice de la huella, índice de la longitud del arco (distancia entre la parte posterior del talón y

la cabeza del 1º metatarsiano),… [ 1, 2, 3, 6, 7, 8, 10, 11]

IV) Evaluación radiográfica: el ángulo de inclinación de calcáneo (ángulo entre la tangente de la

superficie inferior del calcáneo y la superficie de apoyo) y el ángulo entre el calcáneo y el 1º

metatarsiano (ángulo que forma la tangente de la cara inferior del calcáneo y la línea de la cara

superior de la diáfisis del 1º metatarsiano). En otros estudios también se incluyen la línea de

Feiss o ángulo de Costa-Bartani. [1, 2, 3, 6, 7, 8].

OBJETIVOS

Evaluar la concordancia de los valores obtenidos de forma inter e intra-observador por parte

de un profesional en el campo de la Podología y un alumno en 4º curso del Grado de Podología

en un aparato que se emplea para realizar la medición en el pie, teniendo en cuenta la

longitud total y truncada, y la altura del pie al 50% de la longitud total y truncada, conocido

este aparato como MAP (Medidor del Arco Plantar).

MATERIAL Y MÉTODOS

El estudio se ha llevado a cabo en un total de 61 sujetos sanos (122 pies) cuyo rango de edad

está comprendido entre 20 y 36 años, siendo dichos sujetos pertenecientes al 3º y 4º curso del

Grado de Podología de la Universidad de A Coruña.

Las mediciones de la altura del tubérculo del escafoides, la longitud total y truncada del pie, y

la altura del pie al 50% de la longitud total y truncada se han llevado a cabo por medio de un

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método de medición ordinario empleando para ello regla, escuadra y cartabón, y,

posteriormente, por medio del aparato conocido como MAP, de forma que el sujeto estará en

una posición en carga. Este procedimiento se ha realizado tres veces en cada sujeto, dos de

ellas por parte del observador 1, utilizando la primera medición para comprobar la

concordancia inter-observador, y con una diferencia de tiempo entre ambas mediciones de

una semana; y otra por parte del observador 2.

Aparato MAP (dos, uno específico para el pie Derecho y otro para el pie izquierdo. Este aparato

consiste en unas piezas deslizantes que permite medir longitudes sobre el plano horizontal y

sobre el plano transversal (la longitud del pie, la longitud truncada del pie, la altura del dorso

del pie al 50% de la longitud del pie, y la altura del dorso del pie al 50% de la longitud truncada

del pie). Con dichas mediciones se puede establecer el Índice de la altura del Arco Longitudinal.

La concordancia se ha determinado por medio de la metodología de Bland-Altman, y las

diferencias en las mediciones inter e intra-observador mediante el Test de T de Student de

datos pareados.

RESULTADOS

Las medidas de concordancia intra-observador de los parámetros evaluados presentan unas

diferencias en las medias entre la primera y segunda medición de 0,02 y 0,2 cm con el método

estándar, y de 0,05 y 0,26 cm con el MAP. Las medidas de concordancia inter-observador de

los mismos parámetros presentaron diferencias en las medias de entre 0,01 y 0,32 cm con el

método tradicional, y de entre 0 y 0,31 cm con el MAP. La mayor discordancia se aprecia en la

longitud truncada y altura del dorso de pie al 50% de la longitud truncada.

La concordancia intra-observador del ratio Altura/Longitud presenta unas diferencias en las

medias entre la primera y segunda medición entre 0,001 y 0,01 con el método estándar, y

entre 0,005 y 0,02 con el MAP. La concordancia inter-observador del ratio altura/longitud

presenta diferencias en las medias que oscilaron entre 0,003 y

0,008 con el método tradicional, y entre 0,0004 y 0,01 con el MAP. La mayor diferencia

empleando ambos métodos se refleja en la variable altura/longitud truncada.

CONCLUSIONES

El Medidor del Arco Plantar o MAP presenta una buena fiabilidad teniendo en cuenta los

resultados obtenidos con el método ordinario o estándar, estableciendo una concordancia

intra e inter-observador alta.

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8. - Williams DS, McClay IS. Measurements used to characterize the foot and the medial

longitudinal arch: reliability and validity. Phys Ther. 2000; 80(9):864-871.

9. - Bencke J, Christiansen D, Jensen K, Okholm A, Sonne-Holm S, Bandholm T.

Measuring medial longitudinal arch deformation during gait. A Reliability Study. Gait Posture.

2012; 35(3):400-404.

10. - TzyyYuang S, Shin Hwa L, Shwn Jeen L, Woei Chyn C. Evaluating different footprint

parameters as a predictor of arch height. Ieee Engineering in Medicine and Biology. 1998: 62-

66.

11. - Butler RJ, Hillstrom H, Song J, Richards CJ, Davis IS. Arch height index measurement

system: establishment of reliability and normative values. J Am Podiatr Med Assoc. 2008;

98(2):102-106.

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DIFERENCIA ENTRE LA CARRERA DE ANTEPIÉ VERSUS RETROPIÉ

SÍNDROME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL. A PROPÓSITO DE UN CASO

Ángela Rodríguez Mena

Sin duda, en los últimos tiempos, el “running” se ha convertido en una actividad deportiva muy

solicitada por la sociedad actual, podríamos decir que es el deporte de moda por excelencia,

independientemente del sexo y la edad del individuo.

No esta descrito un modo de correr fisiológicamente correcto, pero sí se puede mejorar la

biomecánica, optimizando su eficiencia y aumentando el rendimiento con la mínima energía

empleada. Actualmente hay una tendencia que promueve el cambio en la técnica de carrera

para correr con antepié, la cual supuestamente, mejora la eficiencia y previene ciertas

lesiones.

Lo cierto es que no existen estudios científicos que lo evidencien y tampoco se encuentran

diferencias significativas en el porcentaje de lesiones entre ambas técnicas.

Se podría decir que, de las lesiones más frecuentes en los corredores, las tendinitis aquileas y

las metatarsalgias se asocian más a la técnica de antepié mientras que las tendinitis rotulianas

y las bursitis o fascitis se producen con mayor frecuencia en el apoyo de talón. Esto es debido a

que, en el contacto inicial de antepié, las fuerzas reactivas del suelo actúan más sobre el

mismo que sobre la rodilla, la cual está semiflexionada. Sin embargo, en el contacto inicial de

talón, los picos de impacto se trasmiten más hacia la rodilla que suele encontrarse en

extensión completa.

En el presente trabajo hablamos de la biomecánica de la marcha para poder compararla

después con la de la carrera y ver las diferencias que existen con la de antepié.

La carrera de antepié está íntimamente relacionada con el minimalismo puesto que el estilo de

carrera que éste promueve se basa en el apoyo de antepié/mediopié en el contacto inicial con

el suelo, además de lo que conlleva la estimulación de la musculatura intrínseca del pie.

Diferentes autores detallan unos puntos que hay que tener en cuenta para tener una buena

técnica de antepié:

Relajación. Ayuda al ahorro energético y disminuye las posibilidades de lesión.

Zancada. Frecuencia de zancada alta, haciendo que disminuya la longitud de la misma.

Rodillas flexionadas. Ayuda a absorber en gran medida las vibraciones de impacto del

pie con el suelo.

Postura. Debe existir una línea recta entre orejas, hombros, caderas y tobillo. El cuerpo

debe estar relajado sin bloquear articulaciones, la mirada debe seguir al frente. Los

brazos deben estar flexionados unos 90º sin tensionar las muñecas. Cualquier mala

postura puede desplazar el centro de masa y originar posibles patologías.

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Impulso. Hace referencia a la primera ley de Newton, la cual dice que cualquier cuerpo

en movimiento continuará este indefinidamente hasta que se le aplique una fuerza

sobre él. Evidentemente, se tiene en cuenta la fuerza de resistencia del aire y el suelo,

pero se refiere a que, una vez alcanzado su ritmo, hay que emplear poco impulso.

Tiempo de contacto. Como la fase inicial de contacto se hace con antepié, se reduce el

tiempo de contacto con el suelo, aumentando la frecuencia de zancada. Así se

aprovecha más la energía elástica producida en cada pisada.

Posición de la pisada. Cuando se produce la pisada debajo del centro de masa, el

miembro, en el periodo de propulsión, tiene menos recorrido de desplazamiento.

Además, en el periodo de contacto, dicha extremidad se encuentra vertical, ya que, si

se adelantara, provocaría una fuerza en sentido contrario a la marcha e iría frenando

el avance. Por último, se aprovecha la capacidad amortiguadora del conjunto tobillo-

rodilla-cadera.

En el siguiente punto mencionamos las ventajas e inconvenientes descritas por ciertos autores

que defienden o se detractan de esta técnica:

VENTAJAS INCONVENIENTES

Menor gasto energético.

Una disminución del drop favorece el

rendimiento y disminuye la fatiga muscular

Una disminución en el drop genera mayor

movilidad digital y por tanto deformidad

digital e incluso favorece la fascitis platar

Mejora la ergonomía. El cuerpo más

adelantado hace repartir la carga entre

tobillo, rodilla y cadera.

Se provoca un desplazamiento de la grasa

plantar de un 60%, eliminando a las cabezas

metatarsales de su protección natural ante

posibles lesiones.

Aumenta la propiocepción mejorando la

capacidad sensorial y proporciona un mayor

control del apoyo

Es necesario un periodo de adaptación

excesivamente largo y con exhaustivos

entrenamientos para conseguir una técnica

de antepié correcta.

El fortalecimiento de la musculatura ayuda

en las labores de amortiguación

Desplazar la carga de impacto al antepié,

genera mayor movilidad/inestabilidad de

tobillo.

Previene de ciertas lesiones de rodilla y talón Más lesiones en la cadena posterior ya que

el sistema Aquileo-calcáneo-plantar está

muy solicitado.

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Existen personas que genéticamente están

menos capacitadas para realizar esta

técnica. Antepié estrecho, ALI descendido…

Con respecto a nuestro caso clínico, se trata de un paciente varón de 33 años de edad que

acude a consulta por dolor en la rodilla izquierda de tres meses de evolución, tras retomar la

práctica deportiva después de meses de reposo deportivo. El dolor aparece a los 15 minutos

aproximadamente de empezar a correr, se exacerba cuesta abajo y le impide continuar con la

carrera. Se alivia al caminar con la pierna extendida y aumenta subiendo las escaleras. No

refiere enfermedades significativas. Como antecedentes podológicos ha sufrido numerosos

esguinces en el tobillo derecho. Usa órtesis plantares desde hace 10 años aproximadamente.

De la exploración destacar:

Camilla:

- Test de Downing positivo (la izquierda no acorta)

- Test de Noble positivo y test de Ober negativo

- Peroné atrasado y cuboides descendido pie izquierdo

- Patrón rotador aumentado externamente

- Ángulo Q y TTE aumentadas

- Ángulo de antepié valgo

Muscular: Lumbares, glúteo mayor y TFL derecho hipotónicos

Bipedestación:

- Test de Gillet izquierda bloqueada principalmente del sacro

- Test de Piedallu negativo bilateral

- Test de Windlass izquierdo positivo

- Test de resistencia a la supinación positivo bilateral

- Pectoral derecho más bajo y brazo izquierdo más largo

- Rotado hacia la izquierda

- Cifosis dorsal, pelvis posterior (más la izquierda)

- Genu y tibias varas. DIC 7cm

- Helbing: 1-2º varos- eje medializado de la ASA

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27

Visión frontal del

paciente en

bipedestación.

Fuente propia

Visión lateral

del paciente en

bipedestación.

Fuente propia

Visión del Helbing.

Fuente propia

Visión del Genu y

las tibias varas.

Fuente propia

Visión de la huella

en el podoscopio.

Fuente propia

Visión de la huella en la

plataforma de presiones.

Fuente propia

- Huella normal algo más escavada en la izquierda y ALI aumentado

8

Dinámica:

- Contacto de talón en varo, pero todas las fases de la marcha ASA totalmente

pronada. (Ilustración 16)

- El contacto de antepié es principalmente medial lo que le provoca una

resupinación.

- Ángulo Q e incidencia tibial en vara muy aumentado. (Ilustración 17)

- Existe una mayor rotación interna de la pierna izquierda disminuyendo el ángulo

de Fick de la misma.

Carrera:

- Correcta inclinación del tronco <10º y exclusión del baricentro <10cm

- Buena flexión de rodilla durante el contacto inicial de talón <170º

- Y una adecuada extensión de la pierna en el impulso

- Falta grados de flexión de cadera <90º (elevación del muslo) y extensión de la

misma <30º. Con lo cual ángulo de apertura no llega a los 105º

- Poca flexión de rodilla en el recobro de la misma apenas menos de 90º (elevación

de talón)

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28

Visiones laterales del paciente con diferentes

mediciones angulares durante la carrera.

Fuente propia

- Ángulo de ataque <15º pero la flexión de tobillo es <90º debido al contacto de

talón en vez de antepié

Finalmente lo diagnosticamos de pie varo parcialmente compensado y Síndrome de la Cintilla

Iliotibial

El Síndrome de fricción de la banda iliotibial (SFBIT) o también conocido como “la rodilla del

corredor” por la alta incidencia en este tipo de actividad deportiva, es el resultado de una

lesión por sobreuso causada por una excesiva fricción entre la banda iliotibial o fascia lata y el

epicóndilo femoral lateral. El diagnóstico es principalmente clínico, realizando una adecuada

historia clínica y una buena exploración es suficiente para reconocer la lesión. El test de Noble

y de Ober suelen ser positivos. Su tratamiento generalmente es conservador y en raras

ocasiones requiere de cirugía.

Como tratamiento principal determinamos que la técnica de carrera es mejorable pero que no

es el origen de la lesión, puesto que los grados de flexión de rodilla en el contacto inicial de

talón son suficientes para una adecuada amortiguación y que es la deformación anatómica de

la rodilla en varo y la medialización del eje de la ASA los causantes de tal patología.

Recomendamos un primer tratamiento sintomatológico con antinflamatorios tópicos y orales

durante 15 días, terapia física (US o electroterapia), liberación miofascial con foam roller que

se centre en el punto gatillo típico del síndrome. Osteopatía para desbloquear pelvis y

ejercicios potenciadores de los músculos afectados.

Realizamos Trust del peroné y del cuboides. Colocamos vendaje neuromuscular pautado

semanalmente durante un mes.

Ejemplo de un vendaje

neuromuscular para el

SFBIT. Fuente:

https://www.youtube.com/w

atch?v=0FwoBApDF54

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Modificamos el planteamiento de las órtesis plantares que ya tiene con un mayor control de la

pronación y manteniendo la estabilidad de antepié. Para no repercutir demasiado en el varo

de rodilla necesitaremos una cuña supinadora intrínseca de retropié: Medial heel skive.

Esta variante es más funcional que las extrínsecas que realizamos de forma convencional, ya

que el momento de fuerzas reactivas del suelo que actúan es mayor, siendo su función más

efectiva. Consiste simplemente en tallar el molde de escayola por el tubérculo medial del

calcáneo para conseguir grandes momentos supinadores, la cantidad de lijado depende de lo

que se quiera corregir (desde 2 a 8 mm) y la angulación del mismo también puede variar de 10

a 15º según el grado de corrección que se desee.

Normalmente la asociaremos a una cuña pronadora de antepié, en este caso lo haremos con

un alargo funcional del 5º metatarsiano, el cual nos ayudará a equilibrar los momentos

supinadores que estamos provocando y facilitará el mecanismo de Windlass.

La toma de moldes la haremos en carga relajada dado que el control lo vamos a realizar

directamente en el molde de escayola. Para finalizar, se termoconforma el Polipropileno de 2

mm igual que siempre y se coloca un elemento estabilizador de EVA de alta densidad en el

retropié, es decir, en el poste de talón. Es importante que cuando se esté haciendo el pulido

plano sobre éste, se empiece a ver polipropileno más por la parte lateral, eso significará que la

técnica se ha realizado correctamente.La cubierta de elección es un EVA de 4mm de media

densidad y un forro meramente decorativo.

Imagen representativa de los

puntos gatillos del SFBIT. Fuente:

http://www.enriquegballesteros.es/

puntos-gatillo-tipicos-

padel/gluteo_medio

Proceso de realización de un

Medial heel skive. Fuente:

http://ortopodologiaybiomecani

ca.blogspot.com.es/2011/02/m

edial-y-lateral-heel-skive.html

Visión de una órtesis

plantar con un Medial heel

skive. Fuente:

http://sprout038.sprout.yal

e.edu

Visión del pulido plano de

las órtesis plantares del

paciente. Fuente propia

Visión posterior del

paciente con las órtesis

plantares. Fuente propia

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DISCUSIÓN

Una vez llegado a este punto y tras la lectura de los diferentes artículos, podemos valorar que,

pese a lo actual del asunto, ya existen diferentes opiniones acerca de la carrera de antepié y

todo lo que rodea a esta nueva tendencia. En este apartado hacemos mención a la discusión

bibliográfica acerca de los siguientes temas:

1. Diferencias en las fuerzas de impacto con respecto a las lesiones:

Según Nigg, BM, “Biomechanics of running sport shoes” 2010 No existen diferencias

significativas en el porcentaje de lesiones debido a mayores, medios o bajos impactos según la

técnica de carrera. Pero sí existen diferencias importantes en las fuerzas reactivas del suelo

según el apoyo que se tenga.

2. Diferencias en la movilidad articular:

Según Rooney, BD. “Joint contact loading in forefoot and rearfoot strike patterns during

running” 2013. En el contacto de retropié hay un aumento de la dorsiflexión de tobillo en la

fase terminal de vuelo y en el contacto inicial con una extensión máxima de rodilla mientras

que en el contacto de antepié hay una posición neutral del tobillo en la fase de vuelo y una

plantarflexión en el contacto inicial, además de un aumento de la flexión de rodilla. Como ya

hemos hablado anteriormente, los grados de flexión de rodilla son los más importantes a la

hora de absorber el impacto y aumentar la amortiguación, por lo que el apoyo de antepié

puede prevenir de ciertas lesiones.

3. Diferencias en la actividad muscular:

Según Yong, JR. “Differences in muscle activity between natural forefoot and rearfoot striker

during running” 2014. El tibial anterior realiza mayor fuerza en el contacto con retropié

mientras que el tendón de Aquiles es el que realiza mayor fuerza en el contacto con antepié.

Por ello es normal que se produzcan más lesiones de periostitis tibial en la carrera de retropié

y tendinitis aquilea en la de antepié. Puesto que estos músculos están muy solicitados durante

la carrera, trabajando demasiado.

4. Diferencias de lesiones:

Según Kumala, JP. “Forefoot strikers exhibit lower running induced Knee loading thant rearfoot

strikers” 2013. En el contacto de retropié hay un aumento de lesiones en talón y rodilla debido

a que los corredores de retropié tienen un 16% más de fuerzas de impacto en la rodilla.

Mientras que en el contacto con antepié hay un aumento de lesiones de Aquiles y antepié

debido a que los corredores de antepié tienen un 11% más de fuerzas de impacto en el

Aquiles. Los porcentajes de fuerzas son poco representativos, pero sí que es verdad que los

corredores de antepié suelen tener una protección intrínseca de la rodilla mientras que por

otro lado tienen una desprotección de la zona anterior del pie.

5. Diferencias en el gasto energético:

Se han realizado estudios para averiguar cuál es el modo de correr más económico para el

organismo. Una de estas pruebas se basa en la investigación de las vibraciones que se produce

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en los elementos blandos de la pierna en el momento de impacto del pie con el pavimento. En

este caso, se calcula el gasto energético que tiene que emplear el músculo en cada impacto en

comparación con la cantidad de vibración proporcionada por dicha colisión.

En los resultados, la diferencia más significativa que se encontró, fue cuando el corredor corría

de su forma más cómoda y no cuando se le indicaba que lo hiciera con un apoyo de antepié.

Cuando lo hacía de su modo más confortable se producía una reducción del gasto energético

en relación a cuando corría empleando un periodo de contacto con la parte anterior del pie.

Basándose en estos resultados, Nigg, interpreta que es posible que no sea tan importante la

forma de correr por parte del corredor, sino que lo haga de la forma más cómoda para el

individuo.

CONCLUSIONES

1. El SFBIT, es también conocido como “la rodilla del corredor” por la alta incidencia en

este tipo de actividad deportiva.

2. Identificar cuál es exactamente la causa de la lesión, es primordial para plantear un

correcto tratamiento.

3. En el caso de que sea una inadecuada técnica de carrera, el cambio debe ser

progresivo y en concordancia con la evolución de los tejidos.

4. Trabajar con un equipo multidisciplinar es esencial para resolver definitivamente esta

patología.

5. No existen estudios científicos que evidencien que la carrera de antepié mejora la

eficiencia de la misma y tampoco que haya diferencias significativas en el porcentaje

de lesiones entre ambas técnicas.

6. Ambas técnicas de carrera implican sus riesgos y beneficios, debiendo conocer en todo

momento que tipo de técnica será la adecuada para cada paciente.

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¿QUÉ HACEMOS DESDE EL PIE?

Martín Rueda Sánchez

INTRODUCCIÓN/MARCO TEÓRICO

En el ejercicio diario de la profesión, nos encontramos con que generalmente el paciente

acude por dolor.

Los elementos que tenemos a nuestra disposición de análisis biomecánico y evaluación son

altamente sofisticados y precisos, pero por si solos no pueden diferenciar las actitudes

antiálgicas y los patrones anormales de marcha que una lesión comporta, sobre todo cuando

es por alteraciones estructurales.

OBJETIVOS/PROTOCOLOS

Pienso que es necesario establecer un protocolo de evaluación exploratoria que por sí solo nos

dé una visión no solo del alcance del problema, sino del porque se ha llegado a esa situación.

En ese protocolo evidentemente entra en análisis profundo del pie, pero no es suficiente

porque cuando pidamos al deportista que camine, no solo estamos lejos de la realidad, por los

mecanismos adaptativos, sino porque difícilmente en consulta podremos reproducir el gesto.

Hay pies que serían fuente de lesión en unos deportes, pero en cambio en otros serían

totalmente idóneos para practicarlos.

HIPÓTESIS/DISCUSIÓN

El objeto del deporte es vencer de forma satisfactoria y armónica la acción de la gravedad,

adaptando el esfuerzo a producir un gesto específico y muchas veces complicado, donde no

hay más remedios que echar mano de los conceptos anatómicos y físicos necesarios para

producirlo.

En ese gesto, la constante es un peso que se desplaza sobre un terreno, que depende del tipo

de deporte, que mediante un mecanismo de acción/reacción debe cumplir unos objetivos sin

lesionarse. Por tanto, nuestro conocimiento se extiende al estudio del individuo y de cómo se

sostiene o se mueve, no porque tengamos que tratar patologías fuera del pie, pero

evidentemente si porque podemos mejorarlas o empeorarlas.

Hace muchos años que la idea que tenemos de la biomecánica del deporte es justamente la

valoración anatómica, funcional y las biometrías. En ese aspecto idee hace varias décadas

herramientas de fácil uso, de poco margen de error y suficientes para un estudio en consulta,

como son los goniómetros y las plataformas de sensores ópticos.

Después de varios años de trabajo, creo que esa idea se ha ido extendiendo y es uso y forma

parte del protocolo de cualquier profesional.

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CONCLUSIONES

Esa valoración global nos lleva a la necesidad del trabajo multidisciplinar con otros

especialistas de la medicina y del deporte, donde cada uno aporta sus conocimientos y de

donde todos salimos beneficiados.

Evidentemente no se pueden analizar todos y cada uno de los pasos a seguir en una aportación

al congreso, pero si llamar la atención y dar la imagen una vez más de “una forma de hacer”

que nos identifique, que no es la de médico ni la de biomecánico, sencillamente es la de

podólogo, pero involucrando las alteraciones del pie con las de toda la cadena, y luego que

cada uno trate lo que le corresponde.

Esto comporta un análisis de las bases de datos en las que podemos establecer criterios de

selección y cribas altamente fiables.

Espero poder ahondar una vez más en ese concepto “donde empieza y donde acaba el pie”,

que nos acerque cada vez más a ser imprescindibles ante la lesión deportiva, ya sea fuera o

dentro de nuestros pies.

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EL PIE EN EL TRIATLÓN. ENFOQUE TRIDISCIPLINAR

Rafael Sepúlveda Lucena

INTRODUCCIÓN

El triatlón es un deporte que combina 3 disciplinas: natación, ciclismo y carrera a pie.

Nace en California a finales de los años 70, aunque no llegaría a Europa hasta inicios de los

años 80. En España, en el año 1984 se organiza el primer triatlón en Guadalajara, un grupo

entusiasta de nadadores, corredores y socorristas participa en dicha prueba.

Desde esta fecha, tanto en España como en el resto del mundo, ha ido en continuo

crecimiento, el número de licencias no deja de crecer cada año.

En el año 2000 es olímpico por primera vez y 50 hombres y mujeres lucharon por las primeras

medallas olímpicas en triatlón.

Según la distancia que se recorra en cada segmento podemos diferenciar:

Natación Ciclismo Carrera a pie

Super-sprint 350-400 metros 10 kms 2,5 kms

Sprint 750 mts 20 kms 5 kms

Olímpico 1500 mts 40 kms 10 kms

Distancia 3 2000 mts 90 kms 20 kms

Larga Distancia 4000 mts 120 kms 30 kms

Ironman 3800 mts 180 kms 42 kms

JUSTIFICACIÓN

En la actualidad existe una fiebre por competir en pruebas mientras más duras mejor, la gente

ya no se contenta con hacer deporte para estar en forma, tenemos que cruzar la meta más

disparatada posible, más si lo ha hecho alguien conocido. El presente trabajo voy a tratar de la

distancia Ironman, aparte de por entender a posibles pacientes que acuden a consulta porque

personalmente dicho deporte y dicha distancia me sedujo hace unos años y me paso el año

preparando al menos un evento de larga distancia.

Es vital que nosotros como profesionales de la salud conozcamos el deporte y el gesto técnico

para poder actuar tanto desde el punto de vista preventivo como desde el punto de vista

curativo, en el caso de que nuestros atletas tengan algún tipo de problema o alguna lesión.

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Para el atleta una correcta ejecución del gesto técnico es muy importante no solo para poder

conseguir las metas propuestas sino también para evitar lesiones por una mala ejecución de

dicha técnica, más si tenemos en cuenta la cantidad de horas que se entrena a la semana para

afrontar una prueba como el Ironman, donde mientras más veces se repita el gesto más riesgo

de lesiones por sobreuso.

Los atletas profesionales tienen sus entrenadores y una dedicación plena al deporte,

recuperación, alimentación correcta, etc, pero en el caso de los deportistas amateurs deben

ser conscientes de la importancia de dejarse asesorar por expertos en la materia, de lo

contrario muchos terminarán abandonando porque no dejan de lesionarse y además hay que

añadirle la frustración que conlleva el no poder conseguir los objetivos propuestos o el ir

dando palos de ciego en busca de éstos. Mucha gente busca en internet la solución a sus

problemas o un plan de entrenamiento que les guíe en el camino sin tener en cuenta una cosa

muy importante, lo que le va bien a uno no le va bien a otro (principio de individualidad).

NATACIÓN

En Ironman la distancia que se debe cubrir a nado son 3,8 kms, aproximadamente un 2 % del

total de la prueba. En este segmento se busca ser lo más eficiente posible y deslizarse hasta la

T1 buscando un gesto lo más económico posible, guardando energías para lo que viene

después.

Normalmente se usa el estilo crol al ser el más rápido de los cuatro.

De las 3 disciplinas del triatlón no suele tener mucha incidencia de lesiones en el miembro

inferior, dándose el mayor numero de lesiones en el hombro. En el pie se pueden dar lesiones

en el tobillo y el pie, ya que éste realiza flexión plantar y estiramiento máximo.

Implicación musculatura

Descenso de la pierna

- Musculatura Principal

o Cuádriceps: hace extensión de rodilla.

o Psoas ilíaco.

o Tibial y gemelo: flexión/extensión del pie.

o Músculos de los dedos y la planta del pie.

- Musculatura Secundaria

o Sartorio.

o Recto interno: flexor de la pierna.

o Aductores: aducción de la pierna.

o Pectíneo: aducción de la pierna.

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o Gemelos.

o Sóleo.

o Tibial posterior.

Ascenso de la pierna

- Musculatura principal

o Isquiotibiales: extensión y rotación de rodilla.

o Glúteo Mayor: extensión de la pierna.

o Tibial y gemelo: cambios en la flexión y extensión del pie.

o Músculos de la planta y los dedos del pie.

- Musculatura secundaria

o Recto interno (flexión de la pierna).

o Aductores (aducción de la pierna).

o Músculo del suelo pélvico.

o Gemelos.

Acción de las piernas en crol (biomecánica del gesto)

- La patada se inicia desde la cadera (movimiento de látigo).

- Las rodillas permanecen casi estiradas.

- Las piernas van cerradas y juntas.

- Batir continuamente arriba y abajo.

- Los tobillos van girados hacia dentro.

- Se flexionan las piernas cuando se llega a lo más alto del batido.

- La pierna se estira progresivamente hasta alcanzar la máxima extensión en el punto

más bajo del batido.

- Cuando el batido es hacia abajo los empeines presionan el agua.

- Los pies deben permanecer en extensión, sueltos y relajados. Es importante una buena

flexibilidad de tobillo.

- Los pies se mantienen ligeramente hacia adentro y próximos, mientras los talones

permanecen más separados.

- Los pies deben salir fuera del agua.

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37

Método de análisis

En centros de alto rendimiento y algunas piscinas existen unas ventanas que nos permite ver la

piscina y se instalan unas cámaras para que los entrenadores puedan analizar la técnica de los

nadadores. Pero el inconveniente de esto es que las cámaras que se suelen usar son muy

costosas y el software para el análisis es muy complejo. No es útil para nuestra práctica diaria

por el coste y porque aparte, como hemos dicho antes, la natación supone un porcentaje muy

pequeño de la prueba y debemos quizás prestar más atención a las otras dos disciplinas.

Un método más económico al que podemos recurrir sería a usar una cámara que nos permita

grabar a cámara lenta y así poder dar un feedback del gesto técnico a nuestro atleta, basta con

que algún compañero o nuestro entrenador nos grabe de frente o desde el lateral, usando

para ello la calle contigua.

CICLISMO

Es el segundo segmento del Ironman, en éste el triatleta se enfrentará a 180 kms de bici,

supone un 79 % del total de la prueba, se suele usar bici de contrarreloj (conocidas en el argot

como cabra), aunque en ocasiones hay muchos triatletas que usan una bici de carretera

normal con acople largo en el manillar.

Es más eficiente una bici de contrarreloj porque debido al ángulo que tiene el tubo vertical nos

permite ir en una posición más eficiente tanto desde el punto de vista de aerodinámica como

desde el punto de vista biomecánico.

Fases del pedaleo y musculatura implicada

Vamos a dividir el pedaleo teniendo en cuenta los 360 grados que describen las bielas cuando

hacen un giro completo

Fase I de 20º-145º

- Extensión del muslo: intervienen glúteo mayor, tensor de la fascia lata e isquiotibiales.

- Extensión de la pierna: cuádriceps (vasto externo y crural).

- Extensión del pie: tríceps sural y retromaleolares.

- Los músculos intrínsecos del pie no tienen efecto cinético aparante.

Fase II de 145º-215º

En esta fase se da en “punto muerto” bajo, la extensión de tobillo combinada con la flexión de

rodilla tira del pedal hacia atrás y hacia arriba.

- de 145º-185º: el tobillo se abre 15º gracias a la acción del sóleo.

- De 185º-215º: hay una flexión activa del miembro inferior

o La pierna se flexiona de 150º a 135º sobre el pie.

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o La rodilla se flexiona de 150º a 125º sobre el muslo.

Fase III de 215º a 325º

- El pie se flexiona, cerrándose el tobillo 15º.

- La rodilla se cierra 55º.

- La cadera se flexiona 35º.

La flexión del muslo se hace mediante psoas ilíaco, recto anterior y sartorio.

La pierna se flexiona gracias a los músculos de la cara posterior del muslo: músculos de la pata

de ganso, poplíteo y bíceps sural.

La flexión del pie: tibial anterior, extensor común de los dedos y extensor propio del dedo

gordo.

Fase IV de 325º-20º

Aquí hay otro “punto muerto”, sería el punto muerto alto, en él se aplica fuerza en extensión

de la rodilla lanzando el pedal hacia delante.

Lesiones en ciclismo

La gran mayoría de las veces estas lesiones vienen dadas por sobreuso y como consecuencia

de una mala postura encima de la bici.

Algunas molestias o lesiones, como las que enumera Silverman, son:

- Problemas en la parte anterior de la rodilla: compresión femoro-patelar, tendinitis de

cuádriceps, problemas para hacer fuerza, pesadez de cuádriceps.

Causas:

o Sillín bajo

o Sillín adelantado.

o Bielas muy largas.

o Abuso de desarrollo.

o Falta de entrenamiento.

- Problemas en la parte posterior de la rodilla: problemas en poplíteo, sobrecarga de

isquiotibiales, problemas en la inserción del trícpes.

Causas:

o Sillín alto.

o Sillín atrasado.

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o Exceso de rotación de la cala.

- Problemas laterales de rodilla: Tendinitis del bíceps femoral, tendinitis de la fascia lata,

bursitis compartimento externo, irritación ligamento lateral externo.

Causas:

o Calas con los dedos hacia fuera.

o Factor Q muy ancho.

o Excesivo movimiento de las calas.

- Problemas mediales de rodilla: tendinitis de la pata de ganso, irritación ligamento

lateral interno, compresión del menisco.

Causas:

o Calas con los dedos mirando hacia dentro.

o Factor Q muy estrecho.

o Excesivo movimiento de las calas.

- Tobillo: Tendinitis del tendón de Aquiles y tibial anterior.

Causas:

o Sillín alto

o Sillín muy atrasado.

o Sillín bajo con compensaciones de tobillo.

- Pie: Neuroma de Morton, fascitis plantar, dolores en la base de 5º MT.

Causas:

o Zapatilla apretada.

o Cala adelantada.

o Postura incómoda en la rotación de la cala.

o Plantilla irregular.

o Zapatilla muy blanda que se deforma al apretar el pedal.

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Métodos de análisis biomecánico

Hay métodos para todos los gustos e instrumental de lo más variado, depende de lo que nos

queramos/podamos permitir, pero se puede colocar al ciclista encima de la bici sin tener que

hacer una inversión millonaria teniendo claras varias cosas y valorando si el cliente se adapta a

la perfección a su máquina.

- Métodos estáticos: en este método se miden los ángulos con un goniómetro de brazo

largo y se hacen los ajustes necesarios. También hay una especie de potro donde se

sube el ciclista y se van haciendo las mediciones que luego nos trasladarán a nuestra

bici.

- Métodos dinámicos 2D, en este método usamos una cámara que grabe a cámara lenta

y con el programa Kinovea medimos los distintos ángulos hasta que colocamos al

ciclista en su sitio, ventaja con respecto al método anterior es que hay menos margen

de error y es más natural, ya que vamos midiendo sin tener que poner al ciclista en un

posición forzada para medir los ángulos. Este método nos da una visión del plano

sagital.

- Métodos dinámicos 3D, en este método se colocan una serie de sensores en los

puntos de referencia indicados y el ciclista pedalea, la cámara nos graba y el software

que lleva dicho programa nos da los datos que necesitamos, este método el

inconveniente que tiene es el elevado coste. Con este método tenemos datos del

plano frontal y sagital.

CARRERA A PIE

Es el tercer segmento y corresponde al 19 % aproximadamente del total de la prueba.

Es el segmento que en muchas ocasiones decide la carrera y como dicen

A. Mc Hardy et al. señalan que los estudios epidemiológicos revelan que la mayoría de lesiones

en el triatlón ocurren durante la carrera y se debe al gran impacto que soportan las

extremidades inferiores.

Musculatura que interviene en la extremidad inferior

- Psoas ilíaco: músculo grande, fuerte y potente, interviene en el mantenimiento de la

postura del tronco.

Permite la flexión de cadera, permite, por tanto, el avance de la extremidad.

- Glúteo Mayor: es motor primario o principal de la extremidad de la cadera. Dicho

músculo se encarga de generar propulsión en la carrera.

- Glúteo medio: principal abductor de la cadera.

Genera estabilidad en la pelvis, muy importante en la fase unipodal.

- Isquiotibiales: semimembranoso, semimembranoso y bíceps femoral.

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Son principales flexores de rodilla y extensores de cadera, generan fuerza en la carrera.

- Tibial anterior: realiza flexión dorsal, por tanto es importante en la elevación de la

punta del pie en la fase de vuelo y amortigua el pie al comienzo del apoyo.

- Gemelos: Hacen flexión plantar del pie y contribuyen débilmente a la flexión de la

pierna. Son motor principal en la propulsión al inicio de la marcha.

- Cuadriceps: músculo más potente de todo el cuerpo.

Soporta mucho peso y nos permite andar, sentarnos y correr. Tiene cuatro cabezas o vientres:

femoral, vasto externo, vasto interno y crural.

Absorbe el peso tras la fase de vuelo, en forma excéntrica. Se acciona junto al tibial anterior.

Resiste el colapso de la rodilla al recibir el peso del cuerpo y elevar el pie del suelo.

Lesiones en miembros inferiores

- Metatarsalgias: se suelen dar por sobreuso.

- Esguince de tobillo: para evitarlo podemos disminuir el drop de la zapatilla.

- Síndrome compartimental: al entrar de talón hay un impacto grande en la pantorrilla.

- Periostitis: hay un impacto y una vibración en el periostio que recubre la tibia.

Solución: bajar el drop, correr por terreno más blando o bajar volumen de kms.

- Tendinitis aquílea: la mayor parte sucede por entrar de talón en la carrera, para

solucionarlo lo suyo es disminuir la fase de contacto de talón y así mejora. Si hay

acortamiento de Aquiles no bajar el drop.

- Tendinitis del tibial posterior: por entrar muy de talón o muy de punta.

- Síndrome femoropatelar: lo produce llegar al suelo con la rodilla totalmente

bloqueada.

- Tendinitis rotuliana: para prevenirlo hay que mejorar la capacidad excéntrica del

cuádriceps.

- Síndrome de la cintilla iliotibial: la mayoría corren muy de talón y entran en inversión,

funciona el vasto externo y el tensor de la fascia lata.

- Pubalgia: Hay que mejorar la capacidad de flexo-extensión de los aductores y la

actividad del glúteo medio. Se puede corregir acortando la zancada.

- Síndrome piramidal: ocurre por entrar muy de talón, se puede deber por una rotación

interna de cadera.

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Análisis biomecánico de la carrera a pie

Se puede hacer un análisis sin necesidad de hacer una inversión muy elevada si tenemos una

cinta de correr con potencia suficiente y una cámara de vídeo que nos grabe a unos 30 FPS

para poder grabar a cámara lenta, podemos poner detrás una cuadrícula para poder hacer

mediciones y el programa Kinovea. En consulta es lo que yo suelo usar y podemos trabajar

cosas para corregir la técnica de carrera: intentar que no talonee excesivamente al correr,

trabajar la cadencia con un metrónomo, ver la postura del tronco.

Por otro lado si tenemos un optogait o un optojump podemos usar las cámaras que trae y

grabar igualmente a cámara lenta y nos dará información detallada sobre el tiempo de

contacto del atleta con el suelo, de la fase de vuelo, etc. Así podemos hacer las correcciones

que creamos oportunas en la técnica de carrera.

BIBLIOGRAFÍA

- Suárez D., la musculatura del pedaleo, http://www.arueda.com/la-musculatura-del-

pedaleo/

- Gosling C.,Gabbe B., Forbes A., Triathlon related musculoskeletal injuries: the status of

injury prevention knowledge. Journal of science and medicine in sport (2008) 11, 396-

406.

- Rendos N., Harrison B., Dicharry J., Saber L., Hart J. Sagital plane kinematics during the

transition run in triathletes. Journal of science and medicine in sport (2013) 259-265.

- Bales J., Bales K., Swimming oversuse associated with triathlon training. Sports Med

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- Anderson C., Clarsen B., Johansen T., Engebretsen L. High prevalence of overuse injury

among iron-distance triathletes. Br. J. Sports Med. (2013)

- Mc Hardy A., Pollard H., Fernández M. Triathlon injuries: a review of the literature and

discussion of potential injury mechanisms. Clinical Chiropractic (2006), 129-138.

- Autor desconocido. La historia del triatlón y del ironman. Inclusión en los JJOO,

modalidades. http://www.triatloners.com/noticias/triatlon/la-historia-del-triatlon-y-

del-ironman-inclusión-en-los-juegos-olimpicos-modalidades/

- Espejo F., Hernández C., Paz J. Curso de análisis y tratamiento biomecánico de la

marcha y la carrera. Málaga, Dic 2015.

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LESIONES PODOLÓGICAS DEL TRIATLETA Y FACTORES DE RIESGO

Sandra Reyes Casas

INTRODUCCIÓN

El presente estudio trata de investigar las lesiones podólogicas y los factores de riesgo en el

triatleta para poder llevar a cabo la prevención.

Uno de los problemas al que se enfrenta el triatleta, en relación a su salud y rendimiento, son

las denominadas lesiones deportivas. El triatlón ha sido calificado como uno de los deportes

multidisciplinares de mayores requerimientos físicos. Comprende un riguroso entrenamiento,

adecuado a la alternancia de las tres disciplinas, y necesario para afrontar las exigentes

competiciones de múltiples distancias; estas características muchas veces exponen al triatleta

a sufrir una gran variedad de problemas propios de la natación, el ciclismo y la carrera a pie.

La alta prevalencia de patologías asociadas a las extremidades inferiores en el triatlón,

evidencia la necesidad de prestar una atención especializada, ya que muchas de estas

alteraciones pueden llegar a limitar, en menor o mayor medida, las actividades cotidianas y la

práctica deportiva, tanto por la sintomatología asociada como por sus repercusiones en el

aparato locomotor.

El Triatlón es un deporte que a pesar de su reciente implantación, ha crecido en los últimos

años y cada día son más las personas que comienzan a practicarlo. Por ello, es mayor el riesgo

de sufrir lesiones deportivas.

Es importante conocer el papel de las lesiones en el proceso de entrenamiento-competición,

ya que influye directamente en su planificación y en los resultados. Ante una lesión deportiva,

la preocupación más importante del deportista de alto rendimiento es una recuperación

pronta y fiable, para regresar al nivel de actividad deportiva anterior a la lesión, y esto supone,

en ocasiones, un proceso lento y que requiere de una atención médica costosa y especializada.

MARCO TEÓRICO

El Triatlón es un deporte de resistencia relativamente moderno, en el que se combinan tres

disciplinas en tres segmentos. Estos son: natación, ciclismo y carrera a pie. El orden es el

citado y el cronómetro no se para durante todo el tiempo que dure la competición. El

ganador es el que menos tiempo emplea en realizar las tres pruebas.7

En los últimos años, ha habido un aumento de la práctica de Triatlón, tanto desde un punto de

vista lúdico como competitivo, generando un aumento de la incidencia de lesiones que se

acompaña de un crecimiento de la frecuencia de las consultas. Con los conocimientos

actuales, y según se destacó en una reciente revisión de la literatura, la ausencia de datos

disponibles sobre la incidencia, pauta de lesiones y ausencia de estudios publicados con un

mínimo nivel de evidencia, causan una falta de recomendaciones médicas preventivas en el

Triatlón .1

En un estudio sobre lesiones músculo-esqueléticas en el Triatlón y el estado de los

conocimientos de prevención de las lesiones, destacan la falta importante de conocimientos

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sobre la incidencia de lesiones, el perfil de las lesiones sufridas y la evidencia para la

prevención de lesiones. 2

El modelo TRIPP (Traslación de la investigación a la práctica de la Prevención de lesiones)

describe una serie de seis pasos necesarios para proporcionar una base de pruebas para la

prevención de lesiones: lesiones de vigilancia, etiología, mecanismo de la lesión,

identificación y aplicación de medidas preventivas. A pesar del número de estudios

comprometidos en abordar las etapas TRIPP 1 y 2 (vigilancia de las lesiones, la etiología y el

mecanismo de de lesiones) y la 3,4 ,5 y 6 (desarrollar medidas preventivas y evaluar la

estrategia preventiva) esto no se ha llevado a cabo. La mayoría de los estudios de Triatlón han

sido limitados por la escasez de estudios prospectivos de calidad, la investigación de la

incidencia de lesiones en el Triatlón y los factores que contribuyen a su aparición. Esto ha

provocado la incapacidad de elaboración de estrategias de prevención de lesiones (TRIPP)

para este deporte.4

Las lesiones por uso excesivo se dan tanto por factores intrínsecos como extrínsecos.

Podemos destacar como factor intrínseco la pronación excesiva, el pie cavo, el alto impacto

estilo de carrera, varo o valgo rodillas, displasia patelofemoral, rótula alta, la disimetría de las

extremidades inferiores y la hipermovilidad de las articulaciones. Como factor extrínseco

encontramos el clima, un calzado inadecuado, viejo o nuevo, un mal entrenamiento, un pobre

calentamiento y estiramiento y una atención insuficiente a los músculos.5

Los investigadores de un estudio identifican una defectuosa construcción de la zapatilla como

un factor que ha contribuido al desarrollo de la fascitis plantar. La extremidad inferior sufre

muchas lesiones que surgen de múltiples factores; el tipo de zapatilla usada por el atleta

puede ser un importante factor en la prevención de lesiones y puede compensar una

desviación biomecánica. Una mayor conciencia de la necesidad de evaluar la construcción del

calzado deportivo puede prevenir una lesión de tobillo. 8

En un estudio epidemiológico sobre las lesiones en triatletas británicos en el que encontraron

que las lesiones más frecuentes son las músculo-esqueléticas y tienen lugar en el pie/tobillo

(27%), muslo (20%) y rodilla(20%). El 65% de las lesiones ocurren durante la carrera a pie, el

16% durante el ciclismo y el 12% durante la natación. Korkia et al, en 1994, no relacionan la

incidencia de lesiones con la cantidad de entrenamientos. De los triatletas lesionados en el

estudio, el 20% asistió al fisioterapeuta, el 70% al médico y el 13% al podólogo. 3

En los deportes donde el pie tiene un protagonismo especial es evidente la importancia que

tiene hablar del calzado. Aunque se puede decir que el calzado deportivo de hoy en día es

estructural y funcionalmente superior al de hace diez años, en la actualidad el deportista tiene

como tarea difícil elegir el calzado correcto. Cada tipo de calzado tiene requisitos funcionales

diferentes de acuerdo con las exigencias de la actividad en concreto. El calzado deportivo ha

sufrido una tremenda evolución a lo largo de la historia. Una mayor adquisición de

conocimientos por parte de los podólogos sobre las necesidades de cada atleta en lo que se

refiere al calzado, ha sido la razón por la que la tecnología del calzado deportivo ha intentado

coincidir con nuestros criterios.6

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OBJETIVO

Conocer las lesiones podológicas más frecuentes y los factores de riesgo en triatletas para el

desarrollo posterior de un Programa de Salud podológica que incida positivamente en el

rendimiento deportivo y disminuya la prevalencia de estas lesiones.

RESULTADOS

La muestra está compuesta por 468 triatletas, 422 hombres y 46 mujeres de edades

comprendidas entre 13 y los 59 años. Las lesiones podológicas más frecuentes, una vez

finalizada la prueba, han sido: ampollas en el pulpejo de los dedos y hematomas

subungueales. La mayoría de las lesiones han ocurrido durante la carrera. El 81% de los

triatletas sufren lesiones con frecuencia, tratándose principalmente de sobrecargas

musculares de los gemelos.

DISCUSIÓN

Nuestros resultados pueden ser interesantes para aumentar el cuerpo de conocimientos de la

Podología, para los podólogos, para la industria del calzado deportivo, así como para los

distintos profesionales como traumatólogos, médicos deportivos, fisioterapeutas, enfermeros

y preparadores físicos.

Por otro lado, los resultados nos muestran la necesidad de crear programas de prevención

podológica para llegar a la población triatleta y detectar los signos y síntomas que aún no son

aparentes. Creemos que los programas de Salud podológica ayudarán no sólo a detectar

alteraciones que puedan estar presentes en los pies de los triatletas sino también a divulgar la

educación sanitaria y dar a conocer la figura del podólogo, que sigue siendo desconocida por

una parte de la población.

CONCLUSIONES

1. Un tercio de las lesiones en triatlón ocurren durante el entrenamiento, siendo la rodilla y

el pie las zonas más afectadas. Cuatro de cada cinco triatletas sufren lesiones relacionadas

con la falta de estiramiento muscular, principalmente sobrecargas musculares en los

gemelos.

2. Una vez finalizada la competición, las lesiones podológicas más frecuentes son ampollas,

heridas/rozaduras, hematomas e inflamaciones tendinosas. Las uñas constituyen la zona

más lesionada del pie y le siguen los dedos, el tendón de Aquiles, el empeine, el quinto

metatarsiano, el talón y la zona externa del pie.

3. Los principales factores de riesgo de lesiones en el pie del triatleta son, la falta de

estiramientos, el sobreentrenamiento, el número de competiciones realizadas, la falta de

entrenador personal y el uso de un calzado inadecuado.

BIBLIOGRAFIA

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46

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status of injury prevention Knowledge. J Sci Med Sport.2008; 11:396-406.

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sports injuries. A review of concepts. SportsMed. 1992; 14:82-99.

5. Migliorini S. Risk factors and injury mechanism in Triathlon. J Hum Sports Exerc. 2011;

6(2): 309-314.

6. Moreno J. Podología Deportiva. Barcelona: Masson; 2005.

7. Reglamento de competiciones. Federación Española de Triatlón. 2016; [Online].

[Consultado: 24 de Octubre de 2016]. Disponible

en:www.triatlon.org/web/reglamentos.asp.

8. Wilk BR, Fisher KL, Gutierrez W.Defective Running Shoes as a Contributing Factor in

Plantar Fascitis in a Triathlete.J Orthop Sports PhysTher. 2000; 30(1): 21-31.

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PUNTOS GATILLO. VALORACIÓN DE PATOLOGÍA AQUÍLEA

Pedro José Chamizo Trujillo

Durante la siguiente presentación vamos a tratar la valoración y tratamiento de dos de las

lesiones más frecuentes que se dan en corredores y triatletas el relación a partes blandas, la

presencia de puntos gatillo miofasciales y la tendinopatia Aquilea.

En la práctica deportiva se ha estimado que el sobreuso muscular como una de las principales

causas de lesión no traumática, con unos valores que oscilan entre 0.2 y 13.3 lesiones por cada

1000h de entrenamiento. (1)

En el caso del triatleta aparecen aproximadamente 3 veces más lesiones por sobreuso que

debido a lesiones agudas (2,3)

El principal factor de riesgo dentro de la práctica del triatlón fue tomar parte en una

competición, se producen más lesiones durante este tipo de eventos que durante los

entrenamientos de la temporada. Una posible explicación es la mayor activación por parte del

sistema nervioso simpático durante estos eventos que los hace más proclives a ignorar las

señales de dolor y llegar a un mayor nivel de exigencia física que durante los entrenamientos

habituales. (4)

La localización más frecuente en lo referente a la lesión es el miembro inferior suponiendo

entre un 65% y un 84.25%(5) y dentro de este el diagnóstico más frecuente es el de

Tendinitis/bursitis.

El triatlón en sus diferentes versiones es un deporte que genera una gran cantidad de estrés al

organismo, especialmente en los de larga distancia, la deshidratación, hiponatremia e hipoxia

(7-12) condicionan el funcionamiento muscular y pueden alterar la contracción muscular

normal.

A nivel biomecánico el punto crítico suele ser la transición entre la fase de ciclismo y carrera T2

en la que se alteran los patrones neuromusculares y se modifica la cinemática de los miembros

inferiores durante al menos los primeros 14 minutos siguientes a la fase de ciclismo (13)

consistiendo estos fundamentalmente en un aumento de la flexión de cadera, aumento de la

báscula pélvica y de la extensión de columna.

Estos cambios biomecánicos se correlacionan con un aumento de la actividad a nivel del Bíceps

femoral (14) y este a su vez se correlaciona con el complejo Aquiles-gemelo-Soleo formando

parte de la cadena musculara posterior de la pierna, con lo que una alteración del bíceps

femoral puede condicionar la alteración del tríceps sural.

Esta situación puede conducir a la formación de puntos gatillos miofasciales, que son la

manifestación clínica del síndrome de dolor miofascial, caracterizándose por regiones

musculares con una mayor dureza que causan dolor local o a distancia. Estos puntos gatillos se

encuentran englobados en una banda tensa muscular cuya estimulación mecánica o por

contracción muscular produce el dolor referido. (15,16)

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Como mencionamos anteriormente el sobreuso muscular se definía como una de las

principales causas de lesión en los triatletas, este sobreuso puede conducir a la formación de

puntos gatillo miofasciales de acuerdo a los estudios realizados por Mizumura y Tagauchi (17)

asi como a la alteración del tendón de Aquiles, por lo que nos centraremos en la evaluación de

estos dos tipos de lesiones.

A nivel bioquímico encontramos un aumento de la concentración de sustancia P, CGRP,

bradiquininas, serotonina y citokinas en relación a las concentraciones encontradas en un

musculo sano. Así mismo el PH del tejido en un punto gatillo activo es de 4-5 comparado con el

PH normal del cuerpo de 7.4. Esta disminución del pH se relaciona con la isquemia del tejido y

puede inhibir la actividad de la acetilcolinesterasa.

El tratamiento de estos puntos gatillo se puede dividir en:

- Tratamientos no invasivos: Son aquellos en los que no se rompe la barrera epidérmica

e incluyen el uso de TENS, ultrasonido, laser de baja potencia, masaje de la zona o

compresión isquémica

- Tratamientos invasivos: Aquellos en los que atravesamos la piel. Se incluyen entre

otros la punción seca y la infiltración de sustancias sobre el punto gatillo

Actualmente la punción seca es la técnica más aplicada en la clínica para el tratamiento de los

puntos gatillo miofasciales (18-21) es una técnica sencilla y de fácil aplicación, con resultados

rápidos, por lo que suele ser la técnica de elección en casos de dolor miofascial.

Por otro lado la afectación del tendón de Aquiles es otra de las grandes lesiones que se pueden

producir en el ámbito de la carrera, y de su correcto diagnostico va a depender el tratamiento

más adecuado.

Ya desde el año 1976 se habla de la ausencia de células inflamatorias en corredores con

sintomatología dolorosa (23) y son varios los autores que desde entonces dudan de la

existencia de la tendinitis como entidad (24,25)

En este momento la clasificación que haríamos de las tendinopatias atendería al estadio de la

lesión, pudiendo tratarse de:

- Tendinosis

- Tendinitis/Rotura parcial

- Paratenonitis

- Paratenonitis con tendinosis

Para la mayoría de estos procedimientos el tratamiento de elección seria la carga progresiva y

la adquisición de un protocolo de ejercicios excéntricos de cara a favorecer la normal

reparación del tendón (26,27)

En lo referente al diagnóstico de los puntos gatillo y las bandas tensas musculares una de las

herramientas más prometedoras es la elastografía. Si bien no existe demasiada bibliografía en

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49

este momento sobre los puntos gatillos específicamente, sí que es una herramienta válida para

valorar la rigidez muscular (17) y la integridad estructural del tendón, aunque aún requiere

mayor investigación.

BIBLIOGRAFÍA

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¿CÓMO INFLUYE LA CADENCIA EN LA TÉCNICA DE CARRERA?

Joaquín Páez Moguer

INTRODUCCIÓN

Una correcta Técnica de Carrera es imprescindible tanto para conseguir buenos resultados en

la competición, cómo a la hora de evitar lesiones. Uno de los parámetros más estudiados en la

técnica de carrera es el de la cadencia también conocida como frecuencia de paso o pasos por

minuto.

En este trabajo pretendemos realizar una revisión de la cómo influye la cadencia en la

producción de lesiones y cómo podemos realizar intervenciones para cambiar la cadencia en

nuestros pacientes.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica a través de las bases de datos: PubMed, SciELO,

Cochrane, y el repositorio de revista Sciencedirect, desde el mes de Enero hasta Mayo del

2017.

Para llevar a cabo la búsqueda de artículos se utilizaron las palabras claves: Cadence, Running,

Running Technique, Running Injury, Utilizando los operadores booleanos para realizar las

búsquedas como: AND, OR.

Aquellos criterios de inclusión y exclusión que se tuvieron en cuenta a la hora de incluir un

resultado como válido para formar parte de la bibliografía del trabajo fueron:

-Criterios de inclusión:

• Publicaciones de revistas científicas.

• Libros con la evidencia científica suficiente.

• Publicaciones de interés para el estudio a realizar.

-Criterios de exclusión:

• Aquellas publicaciones que tuviesen una antigüedad superior a 10 años-

• Aquellas publicaciones que no cumpliesen con los criterios de evaluación CASPe.

• Aquellas publicaciones cuyo contenido no fuese de interés para el estudio llevado a

cabo.

• Publicaciones en distinto idioma del español o inglés.

La búsqueda después de aplicar los criterios de búsqueda se seleccionaron 24 artículos.

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53

RESUMEN

La cadencia influye directamente en otros parámetros como son la longitud del paso, fuerza de

impacto del choque del pie en el suelo, tiempo de contacto, flexión de rodilla en el contacto,

flexión plantar del tobillo en el contacto, desplazamiento y la distancia del primer apoyo al

baricentro, así como también tiene influencia en la economía de carrera y el rendimiento

deportivo. Existe controversia entre estudios, corredores y entrenadores cuál es la cadencia

óptima, y cuál es su influencia. Valores cercanos a 180 pasos por minuto según los estudios

reducen el riesgo de lesiones en corredores. Pequeños cambios de cadencia permiten cambios

tanto cinemáticos como cinéticos en los corredores.

Correr con música con un determinado ritmo puede ayudar a mejorar la cadencia, en los

corredores con cadencia baja.

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CALZADO DE TRIATLON EN EL SECTOR DE BICICLETA

Francisco Javier Pérez Conde

INTRODUCCIÓN

Triatlón, deporte olímpico que comprende tres disciplinas: la natación, el ciclismo y la carrera a

pie. El objetivo del presente trabajo es realizar una revisión de las características biomecánicas,

así como los materiales empleados en su fabricación, del calzado de triatlón en el sector de

bicicleta.

Básicamente, este tipo específico de calzado deportivo, presenta unas particularidades muy

similares al utilizado en el ciclismo de carretera, en cuanto a cualidades biomecánicas y

materiales utilizados en su confección, con algunas diferencias concretas a nivel de los cierres

empleados para su fijación al pie (que se detallarán posteriormente), principalmente

encaminados a una fácil colocación del mismo en la primera transición del sector de natación

al de bicicleta, así como favorecer su rápida retirada posteriormente, para simplificar la

segunda transición del sector de bicicleta al de carrera a pie.

En el caso concreto del ciclismo, el calzado posee unas características especiales

diferenciadoras con respecto a otras disciplinas deportivas, orientadas a la búsqueda de rigidez

(con la suela) y sujeción (sistemas de fijación y cierre), para que el pie actúe como un “bloque

rígido” y transmita eficazmente la fuerza al pedal.

Previo al análisis detallado del mismo, sería necesario revisar el soporte físico sobre el cual

trabaja el pie y el calzado, que es el pedal2.

El pedal es el nexo en la dualidad bicicleta (la máquina) y hombre, por ello la evolución

siempre ha ido encaminada a que la unión sea lo más efectiva posible a la hora de transmitir

las fuerzas, ya que es el lugar donde se concentra toda la potencia generada en el pedaleo.

Transmite el esfuerzo alternativo de cada pie, transformándose posteriormente en un

movimiento continuo mediante el cual se movilizará la bicicleta4 (sería el “motor” de la

misma). Esta herramienta de apoyo que pone en movimiento la bicicleta aparecería en 1860,

cuando Pierre Lallement tuvo la idea de agregar unas plataformas a la rueda delantera5,6,7. El

pedal debe ser perpendicular a las bielas y paralelo al eje del pedalier. Deformidades o

alteraciones en el eje de giro del pedal pueden colocar al pie en pronación o supinación lo que

origina molestias músculo-tendinosas a nivel de los rotadores de rodilla9,14.

Podemos diferenciar tres clases de pedales2,4,21:

A- Pedal de plataforma.

Es el original, y el tipo más usado comúnmente. (Figura 1).

Figura 1: Pedal de plataforma.

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55

B- Calapiés (ó rastrales)2,4:

Es una evolución del anterior, en los que el pie (zapatilla) se puede enganchar para aplicar el

esfuerzo. Se caracteriza por ser una pieza rígida de plástico ó metal, con una serie de correas

de cuero u otro material que fijarán el pie a éste2, permitiendo transmitir al pedal fuerza en la

fase ascendente del pedaleo4. Utilizados desde que se creó el ciclismo profesional hasta la

década de los ochenta y noventa2. (Figura 2).

Las viejas zapatillas ciclistas tenían una suela completamente plana y flexible, lo que

permitía el juego de las articulaciones del pie: metatarso-falángicas, Chopart y Lisfranc1,4. Con

una elevación posterior del talón por debajo de 4 cm, las fuerzas necesarias para mantener el

ALI son demasiado importantes4, produciendo sobrecarga. Es por lo que posteriormente

adquirió una suela rígida -con una plancha de metal en su interior, o madera-4 y una elevación

a nivel posterior que equivale a un tacón virtual de 4-6cm4,9,10. Montagne observa que

teniendo la zapatilla una suela rígida las características del arco longitudinal son respetadas4.

En la superficie inferior de la zona metatarsal, la suela de la zapatilla, poseía un taco, que junto

a la correa del calapié la sujetaban firmemente al pedal, y cuyo fin era que en el gesto ciclista

no hubiera pérdidas de rendimiento4. Estos anclajes tan firmes del pie al pedal dificultaban la

salida del pie en caso de caída4, por lo que el ciclista quedaba inevitablemente “atado” a la

bicicleta. En la búsqueda de seguridad y que la unión hombre-bicicleta, fuese lo más efectiva

posible, actualmente han sido relegados en favor de los pedales automáticos.

C- Pedales automáticos1,2,9 (“clipless pedal”):

Son los utilizados actualmente y los que menos fatiga muscular general2, siendo una de las

innovaciones técnicas más importantes que ha sufrido el ciclismo en los últimos años9. Se

enganchan a unas zapatillas específicas. (Figura 3).

Figura 2: Calapiés o rastrales.

Figura 3: Pedal automático.

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56

En ellos encontramos tres partes o piezas fundamentales:

I.- El propio pedal: regulable al calzado y de diferentes tipos de material: aluminio, carbono,

composite y titanio.

II.- La cala: es la pieza que va a encajar fijando la zapatilla, y por tanto el pie al pedal,

haciéndolos inseparables a menos que se haga un leve giro lateral, por el cual se

desenganchan1, así en caso de caída o accidente se liberaría el calzado, no quedando el ciclista

sujeto a la bicicleta. Fabricadas en poliacetal (polioximetileno -POM- que es un termoplástico

de ingeniería, usado en partes de precisión que requieren alta rigidez, baja fricción y una

excelente estabilidad dimensional) o metal (cromo-molibdeno). Es el elemento más

importante en la zapatilla, ya que va fijada sobre la suela de ésta. Es el anclaje con el pedal. Se

puede regular y será el último elemento en el que irán a parar los vectores de fuerza11. La

posición correcta de la cala se consigue alineando el eje del pedal con un eje imaginario que

pasaría por todas las cabezas metatarsales y que el talón describa una trayectoria paralela a la

biela11. La colocación deficiente de la cala es causa de molestias o lesiones músculo-

tendinosas, gonalgias1,2,4,9,10,11,12,13,14,15. De ella depende en gran medida la orientación del

miembro inferior en el ciclo pedaleo.

III.- La zapatilla: son más rígidas aún para aplicar el esfuerzo durante el pedaleo.

En su origen, decir que pedal automático proviene del esquí, guardando cierta similitud con

éste en cuanto al sistema de enganche y liberación del calzado. Look® fue fundada en 1951

como fabricante de esquís, en Nevers (Francia), por Jean Beyl, un esquiador que se lesionó por

culpa de unas fijaciones que no liberaban el pie en caso de caída. A raíz de la lesión decidió

inventar un sistema para que el esquiador no tuviese que estar atado al esquí. En los años

ochenta el mundo del ciclismo estaba en idéntica situación, ya que todo el pelotón circulaba

aún con rastrales7,8. Diseñó unos pedales (1980) que se basaban en las fijaciones de esquí que

fabricaban, originándose los "pedales automáticos”, que permitían una liberación más segura

del pie. En 1984, Look® los lanza al mercado para bicicleta de carretera, popularizándose al año

siguiente con la victoria de Bernard Hinault con ellos en el Tour de Francia de 1985. Como dato

curioso, citar que ya en 1895, Charles Hansen (Rodhe Island - Nueva Inglaterra, USA), esbozó el

primer prototipo pedal automático (clipless pedal).

METODOLOGÍA

Para la localización de documentos bibliográficos se han utilizado varias fuentes documentales.

En la revisión se han encontrado referencias en inglés, español y portugués.

La búsqueda efectuada en Dialnet, localizó artículos en español en revistas podológicas,

principalmente relacionados con estudios de la biomecánica del pedaleo, los ajustes de los

distintos parámetros de la bicicleta (incluida la cala y la zapatilla) y su relación con la patología

del ciclista.

También se realizó una búsqueda en PubMed, con los siguientes términos: triathlon, cycling

shoes, biomechanics, no encontrándose artículos que describiesen al calzado de ciclismo, o de

ciclismo en el triatlón como tal, sino relacionados con los diferentes ajustes biomecánicos de la

zapatilla-cala, y parámetros de la bicicleta.

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57

Al no encontrar nada concreto, se realizó una búsqueda a través de Google Académico, que

permitió hallar la única referencia bibliográfica en la que se describe someramente el calzado

de ciclismo para triatlón, y es en el trabajo de Clecio José de la Cerda Lima, “Desenvolvimento

de Calçado Inteligente para Atletas de Triatlo” (2013).

A la hora de concretar las características y cualidades biomecánicas de este tipo de calzado

deportivo específico, se han tenido que reunir pinceladas y ciertos detalles que se reflejaban

en dichas publicaciones.

El resto de la documentación obtenida se cita en el apartado de bibliografía.

RESUMEN

BIOMECÁNICA DE LA ZAPATILLA DE CICLISMO

El Ciclismo, es un ejemplo de cadena cinética cerrada (carece de fase de oscilación libre de

carga13). Los dos extremos fijos de la cadena cinética se hallan a nivel del apoyo en el sillín, y de

los apoyos fijos en los pedales4. El anclaje inferior está compuesto por: el pedal y la zapatilla

con la cala4. Es un ciclo de 360º, en el que el pie es la unidad terminal donde se aplica la

fuerza2. Al ser un gesto deportivo de repetición, de ahí la importancia de que todos los ajustes

sean correctos1,2,4,9,10,11,12,13,14,15,16, ya que se está expuesto a sufrir tecnopatías, es decir,

lesiones derivadas de un mal acoplamiento entre deportista y la bicicleta.

Estas rotaciones se suelen hacer de dos formas diferentes1,2,11,16,24:

Una en el que el pie mana toda su fuerza a modo de pistón, es decir sólo en el ciclo de bajada

(“ciclo abierto”), que es poco rentable muscularmente.

Y otro tipo de pedaleo en el que el ciclo es más armonioso, más “redondo” (“ciclo cerrado”), el

cual se caracteriza por impartir el gasto en el ciclo de bajada y subida intentado eliminar así los

“puntos muertos”17,18,22, más asociado éste a ciclistas profesionales, en el que se busca que

haya el máximo rendimiento y aprovechamiento de la fuerza generada19, encontrando ciertas

diferencias entre deportistas de distinto nivel competitivo20.

VENTAJAS biomecánicas de la zapatilla de ciclismo y pedal automático.

-Seguridad y unión eficaz.

-Estudios electro-miográficos reflejan que aumentan la actividad muscular del ciclista en un

20%9.

-La unión evita la pérdida de energía en posibles desplazamientos entre las partes, pudiendo

desarrollar una fase de retroceso (recuperación) del pedal, aliviando al cuádriceps de la pierna

contralateral11,12, facilitando así el pedaleo “redondo”.

-Su tacón virtual4,9,10, supone una inclinación de 25º-30º antepié1,11,12. Con esta plantarflexión

de la zapatilla, la rodilla no desarrollará una extensión completa de 180º cuando ésta se fije al

pedal, sino que será de 155º, aprovechando la acción del cuádriceps sin que la articulación

adquiera su posición más estable, ello generaría un gran gasto de energía para romper dicha

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estabilidad y altos picos de impacto11,12. El tobillo permanece en una posición de flexión

plantar durante casi todo el recorrido.

-El posicionamiento de la TPA en flexión plantar coloca la ASA en inversión haciendo más rígido

el conjunto de articulaciones del pie. Esto se refuerza con la rigidez y mayor superficie (toda la

suela) de transmisión de fuerzas, ya que la zapatilla actúa a modo de barra11.

INCONVENIENTES biomecánicos de la zapatilla de ciclismo y pedal automático.

-Suponen un cambio en la biomecánica del pedaleo y la aparición de nuevas problemáticas

músculo-tendinosas en la coaptación hombre-máquina9.

-La colocación deficiente de la cala es causa de molestias o lesiones músculo-tendinosas y

gonalgias1,2,4,9,10,11,12,13,14,15,25,26,27.

-Cala en mal estado, rota o desgastada, puede ser causa de caída14.

-La tendinopatía de los músculos rotadores son específicas de los ciclistas: pata de ganso,

bíceps femoral y cintilla iliotibial9,10,15.

-Aumento incidencia metatarsal y la rígidez de la suela, puede provocar la aparición de

parestesias, “ardores” y metatarsalgias1,2,9,14,28.

CALZADO DE CICLISMO EN CARRETERA

Caracterizado por ser de suela rígida y cuerpo de cuero o material sintético. Hoy en día

podemos encontrar zapatillas regulables a tres alturas del mediopié mediante microcierres,

adaptando aún más nuestra morfología al elemento2. (Figuras 4 y 5).

Podemos diferenciar las siguientes partes:

-Corte: Comprende la piel más rejillas para permitir la ventilación. Como materiales: piel

sintética (Lorica®, microfibra), membranas técnicas o cuero, y el nylon para las rejillas de alta

transpirabilidad. La lengüeta acolchada confiere comodidad.

-Sistemas de fijación y ajuste al pie: El sistema más frecuente es el de un cierre micrométrico

combinado con dos velcros. Otro tipo es el BOA®, mediante un hilo monofilamento de kevlar

(pueden ser uno ó dos cierres de este tipo). También son posibles combinaciones de los

diferentes tipos, entre ellos, según el fabricante.

-Suela. Fabricada en muy diversos materiales como son: carbono, carbono composite (fibra de

vidrio más carbono/ fibra carbono inyectada en nylon), nylon más fibra de vidrio, fibra de

vidrio, u otros como el magnesio. Su grosor es de 4mm, para que el metatarso -punto de

aplicación de la fuerza en el pedal- esté lo más cerca del eje del pedal. Presenta unos orificios

para la fijación de las calas, así como un tacón de marcha de goma recambiable.

-Contrafuerte de talón: A nivel del talón presenta un refuerzo interno y externo, para conseguir

un efecto de “encapsulamiento”, mejorando así la sujección, estabilización y control del

retropié, con el fin de facilitar el pedaleo. Su diseño es ergonómico, ya que en la fase de

retroceso del pedal el tendón de Aquiles y el contrafuerte del retropié están en fuerte

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contacto, por lo que éste se debe adaptar a la anatomía del mismo, evitando problemas como

podrían ser bursitis subaquíleas o retroaquíleas1.

-Plantilla interior: Confiere interior acolchado ya que no hay entresuela. Confeccionada en EVA

(de 4 densidades, a veces con inserciones de porón) ó piel natural. Tratamiento antibacteriano.

No sustituyen el tratamiento ortopodológico.

CALZADO DE CICLISMO EN TRIATLÓN23

Es un calzado específico utilizado en el sector de bicicleta del triatlón.

En cuanto a características biomecánicas es igual al calzado de ciclismo en carretera.

En este apartado detallaremos sólo las diferencias particulares entre ellos, en las diferentes

partes que lo configuran:

-Corte: Presenta más zonas de rejilla y microperforaciones en la piel, para facilitar la

ventilación del pie, ya que al venir del sector de natación, toda esa humedad pueda salir. Sin

costuras interiores para evitar rozaduras si se usa sin calcetín. La tendencia actual es la

ausencia de lengüeta, para una más fácil colocación.

-Sistemas de fijación y ajuste al pie: Es quizá el rasgo diferenciador con el del calzado de

carretera. Los sistemas empleados tienen la finalidad principal de facilitar la colocación y

retirada (apertura y cierre) del calzado durante las transiciones. Se busca la máxima sujeción

con el mínimo de fijaciones. Solemos encontrar tan sólo 1 ó 2 cierres de velcro, pudiendo

variar la disposición de los mismos. El cierre de velcro principal, más ancho, puede aproximarse

en sentido hacia dentro (“hacia la biela de la bicicleta”) o hacia afuera, presentando una

“muesca” para que la tira no se mueva hasta que el triatleta quiera fijarla. En caso de existir un

segundo velcro es más pequeño y distal al anterior, cerrando hacia afuera. Otro tipo de ajuste

sería el sistema BOA®, caso de los modelos de zapatillas de Specialized® y DMT®. (Figuras 6,7 y

8).

-Suela: Presenta perforaciones para facilitar la evacuación de la humedad.

-A nivel del talón presenta una trabilla para favorecer la introducción del pie. Esto también

permite la colocación de una goma elástica, para mantener el calzado horizontal a las bielas de

la bicicleta y ayudar a su colocación en movimiento.

Figuras 4 y 5: Calzado de ciclismo en carretera, con diferentes tipos de cierre.

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Al igual que en la bicicleta de carretera, los ajustes de todos los parámetros la bicicleta de

triatlón son muy importantes, con el objetivo de tener un acoplamiento a la misma, y un

rendimiento óptimos29.

CONCLUSIONES

-La regulación y ajuste de todos los parámetros de la bicicleta, y de la zapatilla-cala-pedal, es

muy importante ya que con el ciclista llega a formar un par indisoluble. El ciclo del pedaleo es

un gesto deportivo de repetición, por lo que cualquier mínima discordancia puede conllevar

una lesión (tecnopatías).

-Las características del calzado en el ciclismo, lo hacen particularmente diferente con respecto

al resto de calzados específicos de otras disciplinas deportivas: búsqueda de rigidez y fijación

para lograr una óptima transmisión de fuerzas.

-Su influencia sobre la orientación del miembro inferior en el ciclo del pedaleo, justifican que la

adecuación a las necesidades del deportista sean óptimas.

-De los segmentos partícipes en el movimiento del pedaleo el pie es el que presenta mayores

conflictos directos y origina a distancia una patología indirecta9.

-El calzado de ciclismo para triatlón, presenta unas características similares al utilizado en el

ciclismo de carretera en cuanto a cualidades biomecánicas y materiales utilizados en su

confección, con las diferencias concretas a nivel de los cierres empleados para su fijación al

pie, principalmente encaminados a una fácil colocación del mismo en la primera transición del

sector de natación al de bicicleta, así como favorecer su rápida retirada posteriormente, para

simplificar la segunda transición del sector de bicicleta al de carrera a pie.

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Figuras 6, 7 y 8: Calzado de ciclismo para Triatlón, con diferentes tipos de cierre, que facilita las transiciones.

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TÉCNICA DE PEDALEO EN CICLISMO MEDIANTE ELECTROMIOGRAFÍA DE

SUPERFICIE

Javier Ramos Ortega

Javier Sola López

Bárbara Pineda Bascón

RESUMEN

El ciclismo es un deporte cíclico en el cual se desarrollan grandes intensidades deportivas

durante un largo tiempo por lo que la eficiencia es un factor muy importante a valorar. Es por

ello que debemos analizar el gesto deportivo del ciclismo a través de la técnica de pedaleo.

Actualmente están descritas 3 forma de pedalear: pushing, pulling y circling, la cuales se han

impuesto de manera diferente en el mundo del ciclismo. Existen estudios que han

determinado el pedaleo más eficiente en función de la intensidad deportiva, por lo que nos

plateamos qué técnica de pedaleo es la más frecuente en ciclistas amateurs. Es por ello que el

objetivo de esta investigación fue determinar el nivel de activación muscular a nivel de

isquiotibiales y cuádriceps a intensidad submáxima mediante la monitorización de la actividad

mioeléctrica por medio de la electromiografía de superficie Mbody. El tamaño muestral fue de

12 sujetos a los que se solicitó que pedaleasen durante15 minutos a un esfuerzo submáximo

igual a 180W y se registró la información por medio del sistema Mbody (Mynontec).

Encontramos que la técnica menos frecuente fue la pushing, seguida a iguales porcentajes de

la pulling y la circling. Las dos formas de pedaleo más frecuentes encontradas determina un

sobreuso de la musculatura isquitibial, lo que conlleva un coste energético alto , así como

inestabilidad a nivel lumbar. El pedaleo pushing genera el suficiente torque para que se

desarrolle una intensidad adecuada y con un menor reclutamiento muscular, con lo que se

consigue un aumento de la eficiencia a largo plazo.

INTRODUCCIÓN

A diferencia de otros deportes como es el caso del tenis o del golf en los que el gesto se realiza

en un momento puntual de la práctica deportiva, en el ciclismo el pedaleo se lleva a cabo de

manera constante, sin posibilidad de variación. Esa constancia en el gesto lo favorece la

inclusión en este deporte de los pedales automáticos, los cuales permiten traccionar del pedal,

para continuar con el gesto en todo el ciclo.

Aunque Houtz y Fisher 1 fueron los primeros en utilizar electromiografía de superficie durante

el pedaleo, actualmente, numerosos investigadores 2–7 han realizado dicho análisis EMG. En la

figura 1 podemos ver la representación de los principales músculos del miembro inferior

implicados en el pedaleo: (1) Glúteo mayor (GM) (extensor de caderas); (2) semimembranoso y

bíceps femoral (SM, BF) (extensores de cadera y flexores de rodilla); (3) Vastos lateral y medial

(VL, VM) (extensores de rodilla); (4) Recto femoral (RF) (flexor de cadera y extensor de rodilla);

(5) gastrocnemio lateral y medial (GL, GM) (flexores de rodilla y flexores plantares de tobillo);

(6) sóleo (S) (flexor plantar de tobillo) y (7) tibial anterior (TA) (flexor dorsal de tobillo)7.

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Ericson 6 mostró que ante una carga de 120W (correspondiente al 54% aproximadamente de la

fuera aeróbica máxima), inducía un nivel de activación EMG del 45% en el VM, 44% para el VL

y del 32% para el S (músculos monoarticulares). En el caso de los músculos biarticulares, la

activación fue menor, siendo del 22% para el RF y del 18% para el GL.

Figura 1: Esquema músculos en el pedaleo7 Figura 2: EMG músculos miembro7 inferior7

TDC = 0º BDC=180º

En la figura 2 podemos ver los patrones típicos de los 10 músculos más importantes del

miembro inferior en el pedaleo. El GM se activa cerca del TDC hasta aproximadamente 130º,

estando dentro de la fase de máxima potencia (25-160º)2,5. Los VL y VM son activados desde

justo antes del TDC hasta justo después de los 90º 1,2,5. La activación del RF es más temprana

que la de los VL y VM, siendo aproximadamente a los 270º y terminando a los 90º2,5. La región

de activación del TA se encuentra en la segunda mitad del ciclo del pedaleo (BDC a TDC),

siendo a los 270º hasta justo después del TDC 2,5. El S es activado durante la fase de descenso

(0º-180º) desde los 45º hasta los 135º 2. Los resultados relativos al grupo de los isquiotibiales

es más controvertido, ya que unos autores muestran una activación justo antes del TDC hasta

el BDC2, mientras que otros mostraron una amplia zona de activación que iba desde TDC hasta

los 270º 5.

Para optimizar el entrenamiento de resistencia es importante maximizar la eficiencia

metabólica, la cual es definida como la relación entre el trabajo realizado y la energía gastada.

A ello se le conoce como “gross efficiency”8 y va a estar muy influida en el ciclismo por la

técnica de pedaleo, entendida esta como la forma en que las fuerzas producidas por los

músculos del ciclista son transferidas a la biela. Usando los sistemas de registro de fuerzas en

el pedal, podemos describir la eficacia del sistema9.

Usando las medidas relacionadas con la fuerza, podemos describir la eficiencia mecánica del

pedaleo. En particular, dos conceptos han sido usados para describir esta eficiencia. El primero

es maximizar la componente vertical de la fuerza que actúa sobre la biela y por consiguiente

en el pedal. Ello sugiere que una eficiencia en el pedaleo conllevaría una mejor eficiencia

metabólica. Esta idea no se puede intuir por dos razones: la primera es que la eficiencia

mecánica no tiene en consideración fuerzas no musculares como la gravedad o la inercia del

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sistema que van a influir en el pedaleo. La segunda es que la eficiencia mecánica puede no

verse reflejado en la “gross efficiency”, ya que la energía generada por la contracción muscular

debe aplicarse sobre el pedal y para ello debe transmitirse de manera indirecta por el miembro

inferior10–12.

El segundo concepto es la distribución del torque de forma igual a lo largo del pedaleo,

considerándose como una eficiencia del pedaleo. Este concepto no está afianzado por

investigaciones9.

Para analizar la influencia de la técnica de pedaleo en la “gross efficiency”, Korff et al.

diseñaron un estudio en el cual, se le pidió a los participantes que desarrollaran 4 tipos de

pedaleos distintos. El primero consistió en el preferido por ellos (preferred), el segundo

realizando un pedaleo redondo (circling), el tercero traccionando exclusivamente del pedal

(pulling) y por último propulsando el pedal en la fase de descenso (pushing). Para el cálculo de

la gross efficiency, se utilizó la siguiente fórmula: potencia / energía gastada a través del VO2 y

el VCO29.

Los objetivos que nos marcamos en esta investigación fueron:

Conocer la técnica de pedaleo global del ciclista

Determinar la asimetría en el ciclista

Estudiar el predominio muscular en el miembro dominante

MATERIAL Y MÉTODO

La muestra de estudio estuvo constituida por 12 ciclistas amateurs, a los cuales se les solicitó

que pedaleasen durante 15 minutos a un esfuerzo submáximo de 180 W. Para ajustar la

resistencia se utilizó el rodillo Powerbean (Cycleops) sobre el cual se colocó la bicicleta propia

del ciclista a fin de que los reglajes no influyesen en los parámetros musculares. Para el

registro electromiográfico se utilizó un pantalón instrumentado Mbody (Myontec)13, el cual

registró actividad a nivel de cuádriceps e isquiotibiales de cada miembro a través de 4 canales.

La información era enviada a través de sistema Bluetooth. Al final de cada individuo, el

software daba el porcentaje de acción de cada cuádriceps e isquiotibial y se determinó el tipo

de pedaleo de la siguiente forma:

Pushing: ≥ 60% acción cuádriceps

Pulling: ≥50% acción isquiotibiales

Circling: <50% acción isquiotibiales y <60% acción cuádriceps

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RESULTADOS

La muestra estuvo compuesta por 12 ciclistas amateurs, con una edad media de 36,7 ± 4,14

años, una altura de 1,81 ± 5,7 m. y un peso de 73,7 ± 6 kg. La experiencia media de los ciclistas

fue de 8,4 ± 3,9 años, siendo todos ellos varones.

En la tabla 1 se describen los porcentajes de actividad para cada uno de los canales, es decir,

para cuádriceps izquierdo (QL), cuádriceps derecho (QR), isquiotibiales izquierdo (HL) e

isquiotibiales derecho (HR). Asimismo, se recoge el total de la actividad de los cuádriceps

(TOTAL Q), y de los isquiotibiales (TOTAL H).

QL QR TOTAL Q HL HR TOTAL H

1 30,4 34,6 65 16,4 18,6 35

2 24,8 35,6 60,4 17 22,6 39,6

3 24 33,5 57,5 20,5 21,5 42

4 24,1 31,9 56 23,2 20,8 44

5 25 30,2 55,2 22 22,8 44,8

6 25,1 29,5 54,6 22,8 22,7 45,5

7 26,9 24,8 51,7 23,7 24,6 48,3

8 22,9 23,6 46,5 25,7 27,8 53,5

9 22 23 45 27 28 55

10 21,6 18,6 40,2 32,3 27,4 59,7

11 17,2 18,9 36,1 26,2 37,7 63,9

12 9,2 11,5 20,7 34,6 44,7 79,3

Tabla 1: Porcentaje de actividad de cada grupo muscular y lateralidad

En el gráfico 1 podemos ver, basándonos en los porcentajes de activación que: 2 ciclistas

desarrollaron un pedaleo tipo pushing, 5 con un tipo pulling y 5 de tipo circling. Solo en uno de

los casos (ciclista 7) se dio un pedaleo simétrico entre el grupo de los isquiotibiales y del

cuádriceps.

Gráfico 1: Distribución actividad muscular cuádriceps Vs isquiotibiales

0

100

1 3 5 7 9 11 13

Quadriceps / Hamstring

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En la tabla 2 podemos ver la distribución de la actividad en función de la lateralidad, de tal

manera que 3 ciclistas desarrollaron un pedaleo simétrico, 8 con un predominio del lado

derecho y 1 del lado izquierdo.

Al ponderar la actividad del miembro dominante de manera aislada, podríamos determinar el

tipo de pedaleo que estaría desarrollando siguiendo los criterios utilizados para su valoración

de manera global (tabla 3). Encontramos que 4 de los ciclistas generaron un pedaleo tipo

pushing, 3 tipo circling y 5 con un tipo pulling.

Tabla 2: Distribución de la actividad muscular en base a la lateralidad

LEFT RIGHT LATERALIDAD

Q H Q H LEFT RIGHT

1 30,4 16,4 34,6 18,6 47 53

2 24,8 17 35,6 22,6 42 58

3 24 20,5 33,5 21,5 45 55

4 24,1 23,2 31,9 20,8 47 53

5 25 22 30,2 22,8 47 53

6 25,1 22,8 29,5 22,7 48 52

7 26,9 23,7 24,8 24,6 51 49

8 22,9 25,7 23,6 27,8 49 51

9 22 27 23 28 49 51

10 21,6 32,3 18,6 27,4 54 46

11 17,2 26,2 18,9 37,7 43 57

12 9,2 34,6 11,5 44,7 44 56

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LEFT RIGHT

Q H Q H

1 65% 35% 65% 35%

2 59% 41% 61% 39%

3 54% 46% 61% 39%

4 51% 49% 61% 39%

5 53% 47% 57% 43%

6 52% 48% 57% 43%

7 53% 47% 50% 50%

8 47% 53% 46% 54%

9 45% 55% 45% 55%

10 40% 60% 40% 60%

11 40% 60% 33% 67%

12 21% 79% 20% 80%

Tabla 3: Tipo del pedaleo del miembro dominante

DISCUSIÓN

El objetivo de esta investigación fue analizar el tipo de pedaleo que se desarrolla en el

ciclismo amateur, utilizando para ello la activación de dos de los grupos musculares más

importantes en el pedaleo y con la complejidad de ser biarticulares como son isquiotibiales y

cuádriceps.

Lo primero que encontramos fue que solo 1 de los ciclista (el número 7), desarrolló un

pedaleo simétrico (entendido como una activación cercana al 50% de cada grupo muscular),

con un 51,7% cuádriceps y 48,3% isquiotibiales. A tenor de ello nos planteamos si la simetría

desde el punto de vista muscular global es necesaria o simplemente es una característica que

puede estar presente, pero que no interfiere en el pedaleo o no es motivo de lesión.

Respecto a los tipos de pedaleo encontrados en nuestra muestra, 5 de ellos desarrollaron un

pedaleo tipo pulling, 5 circling y 2 solamente pushing. En el estudio realizado por Korff et al. 9,

se le pidió a los participantes que desarrollaran 4 tipos de pedaleos distintos: preferred,

circling, pulling y pushing. Encontraron que el mayor torque durante la fase de descenso (0º-

180º) fue descrito por el tipo pushing, mientras que el pulling describió un valor muy pequeño,

lo que indicó que la musculatura extensora del miembro inferior es más potente que la flexora.

Pero al analizar el torque de forma global, el valor mayor fue el descrito por el tipo pulling,

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debido a que el tipo pushing generó un torque positivo mayor en la fase de descenso pero

también mayor negativo en la fase de recobro, cosa que no sucedía con el tipo pulling pues al

traccionar del pedal lo disminuían. La técnica de pedaleo como era de esperar en base a la

ecuación, influyó en el gross efficiency, de manera que en el pedaleo tipo pulling disminuyó

respecto al resto de las técnicas de pedaleo (gráficos 2 y 3).

Gráficos 2 y 3: Distribución del torque y del gross efficiency9

Podríamos afirmar que la técnica de pulling fue más eficiente (un mayor valor de fuerza

eficiente y mayor homogeneidad en la distribución del torque), pero menos eficiente

metabólicamente hablando. Es por ello que el hecho de desarrollar una eficiencia del pedaleo

mejor, no conlleva a una mejora también de la eficiencia metabólica. Estos datos son

corroborados por el estudio de Mornieux, G et al.14

Durante un exhaustivo ejercicio, la fuerza máxima generada por el músculo comienza a

descender, lo que sugiere que la fatiga comienza a aparecer antes de que el músculo no sea ya

capaz de realizar la tarea requerida15. Dicha reducción ha sido asociada a una disminución de la

activación muscular máxima o del pico del torque. Ello lo podemos observar durante

contracciones isométricas continuas que requieren un mantenimiento de la fuerza hasta la

extenuación 16.

Algunos estudios encontraron que hubo un aumento significativo de la relación EMG/power en

alguno de los músculos del miembro inferior. Este aumento sugiere un incremento de las

unidades motoras requeridas para compensar el descenso de la fuerza de contracción que

ocurre en la fibra muscular fatigada17–19.

Respecto a la lateralidad, encontramos que 8 ciclistas trabajaron más con el lado derecho, 1

con el izquierdo y sólo 3 fueron simétricos. Teniendo en cuenta que el gesto del pedaleo es un

movimiento cíclico en el cual deben de trabajar las dos piernas de manera alterna, lo lógico

sería pensar que ambas piernas deben describir el mismo porcentaje de actividad, sin embargo

esto no es así. Todos los ciclistas eran diestros, lo cual podría responder el hecho de que sólo 1

presentara un patrón dominante del lado izquierdo. Esta asimetría inherente en ser humano

ha sido identificada como una posible causa de lesiones al trabajar sobre un elemento

simétrico (la bicicleta) asociado al alto número de repeticiones del gesto (más de 5000

pedaladas por hora)20.

Smak, W. et al.21 desarrollaron un estudio en el que pretendieron analizar la influencia de la

cadencia de pedaleo en la asimetría y si el miembro dominante contribuía más que el

contralateral en el desarrollo de la potencia durante el pedaleo. Encontraron que al aumentar

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la cadencia, la asimetría disminuía, pudiendo deberse a que cadencias altas favorecen un

pedaleo más redondo y por lo tanto enmascarando dicha asimetría. No pudieron establecer

diferencias entre el miembro dominante y el que no en términos de potencia.

TOTAL MD

1 PS PS

2 PS PS

3 C PS

4 C PS

5 C C

6 C C

7 C C

8 PLL PLL

9 PLL PLL

10 PLL PLL

11 PLL PLL

12 PLL PLL

Tabla 4: Comparación de tipos de pedaleo entre la valoración global (TOTAL) y el miembro

dominante (MD). PS=pushing, PLL=pulling, C=circling

Al comparar la técnica de pedaleo del miembro dominante frente a la globalidad del ciclista,

observamos que todos aquellos que describieron un pedaleo del tipo pulling, lo mantuvieron,

así como los de tipo circling. Sin embargo, dos de los que desarrollaban pedaleo circling de

manera global, realmente realizaban con el miembro dominante uno tipo pushing, lo cual nos

lleva a pensar que ese aumento de la musculatura posterior podría ser indicativo o causa de

las rotaciones pélvicas tan frecuentes en el mundo del ciclismo (tabla 4).

Los resultados relativos a los isquiotibiales (BF, SM y ST) son más controvertidos. Algunos

autores registraron una activación justo después del TDC hasta BDC 2, mientras otros

mostraron una amplia región de activación siendo esta desde TDC hasta los 270º 5. Ryan y

Gregor4 claramente informaron sobre dos patrones diferentes descritos antes para la

activación BF durante el pedaleo. Está claro que los isquitibiales son reclutados durante la fase

de potencia junto con los extensores de rodilla. El BF y el SM son activados tempranamente en

la fase de potencia, mientras que el ST es retrasado hasta 145º del ciclo del pedaleo. Los tres

músculos van a ser activados en la fase de recobro pero mínimamente, aproximadamente a los

270º, datos que coinciden con los resultados obtenidos en sus investigaciones Gregor 22, Jorge

y Hull 5y Ericson 23. Hemos informado de que el BF puede tener dos patrones diferentes de

actividad: el patrón A describe una considerable actividad a través de toda la fase de potencia

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y al inicio de la de recobro, con un aumento cerca del TDC en concordancia con Gregor et al.22.

El patrón B muestra un pico de actividad a los 110º y una relativa inactividad durante la fase de

recobro. Este patrón ya fue descrito previamente por Ericson 23 y Jorge y Hull 5. Estos cambios

pueden deberse a cambios en la cinemática ante la carga mantenida, especialmente en los

músculos biarticulares como son los isquiotibiales 4. Este cambio también puede estar

influenciado por la articulación del tobillo, ya que aunque no siendo considerada la

articulación que mayor momento de fuerza produzca, es la más cercana al pedal, siendo la

encargada de transmitir la fuerza al pedal 4. El momento plantarflexor a nivel del tobillo que se

produce durante casi todo el ciclo del pedaleo es responsabilidad del sóleo y de los gemelos,

observándose un pico de activación diferente para cada uno, siendo primero el del sóleo 7,23,24.

Los gemelos se activan durante toda la fase de descenso y continúa en la de recobro 5,23.

Respecto al sóleo, existen diferencias al compararlo con estudios previos 23,25, ya que aparece

un primer pico de activación en todos los individuos al final de la fase de potencia, mientras

que apareció un segundo pico en 10 de los 12 ciclistas al inicio de la fase de recobro 7. Este

segundo pico pudo estar debido a una variación en el patrón motor del tobillo, generando una

tracción del pedal al pasar por el BDC. Ericson encontró que la magnitud de activación del

sóleo estaba influenciada por la posición del pie en el tobillo, cosa que no ocurrió con los

gemelos 23

CONCLUSIONES

El 41,6% de los ciclistas desarrollaron un pedaleo circling, el 41,6% pulling y el 16,8%

pushing.

Se evidenció una asimetría en todos los ciclistas excepto en 1 desde el punto de vista

muscular y en base a la lateralidad, sólo 3 fueron simétricos, 8 con predominio del lado

derecho y 1 del lado izquierdo.

4 ciclistas tuvieron un predominio cuádriceps en el miembro dominante, 3

igualdad entre isquiotibiales - cuádriceps y 5 de isquiotibiales.

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PATOMECÁNICA DE LAS LESIONES DEL PIE EN LA PRÁCTICA DE PÁDEL. A

PROPÓSITO DE UN CASO CLÍNICO DE JUGADORA PROFESIONAL WPT

Ibán Grau Garzón

INTRODUCCIÓN

El pádel es un deporte que está en auge en nuestro país. A pesar de esto, hay pocos estudios

relacionados con el mismo, tanto biomecánicos como de patomecánica de sus lesiones del pie.

La gran avalancha de clubes indoor y exteriores de padel ha provocado un aumento

exponencial de jugadores, y asimismo de las lesiones asociadas a su práctica, a nuestras

consultas. Con ello nos hace imprescindibles el conocimiento perfecto de su

Biomecànica(golpes,movimientos) así como las principales lesiones que nos llegaran a las

consultas para resolver.

En este caso presentamos el caso de una jugadora profesional del pádel, actualmente número

1 del circuito profesional world padel tour, donde resolvemos con éxito una aquileitis de larga

evolución y tratada con soportes plantares a medida.

Analizamos todo el proceso de visita, control y seguimiento de la jugadora para basarnos en

los puntos fuertes a tener en cuenta, para realizar el tratamiento ortopodológico.

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METODOLOGÍA

Para realizar el tratamiento damos revisión a la biomecánica del padel

Biomecánica de los golpes

Drive

Revés

Volea

Smash

Saque

Lob

Biomecánica de los movimientos del padel

Desplazamientos laterales

Desplazamientos hacia delante/hacia detrás

Sprints

Salto para smash

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DRIVE

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LOB

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SMASH

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BACKHAND

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VOLLEY

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REVISIÓN DE CASO CLÍNICO

Caso Clínico de jugadora profesional y actual número uno del mundo del circuito profesional

femenino, presentaba dolor en talón derecho y parte posterior del gemelo que le impedía

jugar con normalidad:

Analizamos gesto deportivo y estudio biomecánico de la jugadora

-goniometría

-baropodometría

-estudio articular y muscular (valoración osteopatía)

-confeccionamos tratamiento ortopodológico (plantillas) y revisamos calzado con drop más

elevado

-Explicación de las complicaciones durante el proceso de tratamiento y seguimiento por fases

hasta la resolución del mismo

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RANGO NORMAL DE MOVIMIENTO DEL PRIMER RADIO

Priscila Távara Vidalón

Pedro V. Munuera Martínez

Manuel Ángel Monge Vera

INTRODUCCIÓN

El movimiento del primer radio es un componente importante en la función normal del pie

durante la marcha. Este movimiento ha recibido la atención de numerosos autores en

referencia al desarrollo de muchas patologías del pie. Además, numerosos procedimientos

quirúrgicos se centran en el primer radio para corregir las deformidades estructurales y

funcionales de la primera articulación metatarsofalángica, cuneometatarsal y

cuneoescafoidea(1,2).

El primer radio es una unidad funcional formada por el primer metatarsiano y el hueso

cuneiforme medial(1–3). El movimiento del primer radio viene dado por un conjunto de

articulaciones que lo comprenden y son: 1) el primer metatarsiano y la cuña medial que se

articula con el segundo metatarsiano y 2) la cuña medial que se articula con el escafoides, cuña

intermedia y el primer metatarsiano(1,2).

El movimiento de las articulaciones entre el primer metatarsiano y el cuneiforme medial, y

entre éste y el escafoides, se produce alrededor de un eje común(1,4). Este eje fue descrito

por Hicks JM(4) en 1953 como aquel que discurre desde la parte medial del dorso del pie,

sobre la base del tercer metatarsiano, hasta el tubérculo del escafoides, con una inclinación

aproximada de 45º con respecto a los planos sagital y frontal, y sólo con una ligera inclinación

con respecto al plano transverso(3).

Aunque el primer radio posee un movimiento por tanto triplanar, debido a la condición de casi

paralelismo con respecto al plano transverso, el movimiento en dicho plano es muy pequeño, y

se considera clínicamente insignificante en condiciones normales. De esta forma, el primer

radio presenta movimientos conjuntos fundamentalmente en los planos frontal y sagital,

produciéndose inversión junto con la dorsiflexión y eversión junto con la plantarflexión(4–6), y

siendo aproximadamente iguales la cantidad de dorsiflexión-plantarflexión y la de inversión-

eversión(3).

El rango normal de movimiento del primer radio es difícil de cuantificar debido al número de

articulaciones que participan en él. Roukis y Landsman(2) realizaron una revisión bibliográfica

en la que se evidencia la inconsistencia global que existe con respecto al estudio del

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movimiento del primer radio debido a la dificultad que supone medir de forma precisa la

movilidad en cada una de las articulaciones que lo forman.

Partiendo de la base teórica en la que existe mucha discrepancia en cuanto a la cuantificación

del movimiento normal en el plano sagital y hay muy poco descrito sobre el valor normal de

movimiento en el plano frontal, lo que se pretende investigar es el movimiento biplanar del

primer radio en sujetos normales mediante su estudio radiográfico.

MATERIALES Y MÉTODOS

Los datos estudiados pertenecen a una población compuesta por 16 hombres y 24 mujeres y

fue realizado en el Área Clínica de Podología de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y

Podología de la Universidad de Sevilla.

Se valoró el primer radio por dos podólogos con más de 15 años de experiencia, los cuales

debían coincidir si se trataba de un primer radio normal, dorsalflexionado o plantarflexionado.

Para ello el sujeto se colocó en una camilla en decúbito supino con el tobillo y la ASA en

posición neutra. Luego se realizó la exploración del primer radio según Root, en la que se parte

desde una posición neutra y se realiza una dorsalflexión-inversión y una plantarflexión-

eversión del primer radio. Se considera un primer radio normal si este presenta movimientos

iguales tanto en dorsalflexión-inversión como en plantarflexión-eversión. Se seleccionaron a

los sujetos que presentaran primeros radios normales.

Luego se procedió a la valoración en bipedestación, en esta se valoraba a los sujetos sobre un

banco de marcha y se realizó el test de Coleman y el test de Coleman modificado. El primero

consistió en colocar material de 50 shore A debajo de las cabezas de 2º a 5º metatarsianos

para hallar su máxima plantarflexión y el segundo consistió en colocar material de 50 shore A

debajo de la cabeza del 1º metatarsiano y primer dedo para hallar su máxima dorsiflexión.

Una vez que obteníamos los datos en milímetros de la máxima dorsiflexión y plantarflexión

procedimos a la realización de 3 radiografías anteroposteriores en carga del pie y tobillo. Para

ello el sujeto se colocó de pie sobre un banco de madera bajo. Se colocó el chasis en una

ranura de forma vertical al talón del individuo. El haz de rayos X estaba centrado

perpendicularmente a la cabeza del primer metatarsiano. La distancia del tubo a la placa se

estableció en 1 metro. La radiografía se realizó con una técnica de 50kVp y 6,40 mAs.

Cada radiografía fue digitalizada utilizando un escáner con capacidad de explorar imágenes en

films positivos (Epson Expression 1680 Pro®) para crear una imagen digital. Las mediciones se

realizaron en las radiografías digitalizadas con el software AutoCAD®.

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DISCUSIÓN

Haciendo un repaso de los estudios que aportan datos sobre la movilidad del primer radio,

veremos la gran variedad de opiniones existentes(3).

Kelso et al(1) en 1982 realizaron un estudio en 24 cadáveres para valorar el movimiento del

primer radio y obtuvieron como resultados que la cantidad de movimiento del primer

metatarsiano y de la cuña medial fueron los mismos, con lo que ambos funcionan alrededor de

un mismo eje. En todos los cadáveres, se observó que cuando el primer metatarsiano invertía,

se producía una dorsiflexión y que cuando éste evertía se producía una plantarflexión. Opinión

compartida por Hicks(4), Ebisui(6), Sarrafian(7) y Root et al(8), quienes además aseguran que

por cada grado de movimiento en el plano sagital se produce otro grado de movimiento en el

plano frontal(3). En el plano sagital, la media del rango total de movimiento del primer radio

fue 12,38 ± 3,4mm. En el plano frontal, la media del rango total de movimiento del primer

radio fue 8,23° ± 4,12°. La media de movimiento en el plano frontal fue de 0,77° por cada

milímetro de movimiento en el plano sagital.

Basándose en la experiencia clínica, Root et al(5) propusieron que la media de movimiento del

primer radio es de 5mm de dorsiflexión y 5mm de plantarflexión en un rango de movimiento

de 10mm en el plano sagital en un pie normal. Posteriormente se han llevado a cabo

numerosos estudios para intentar cuantificar la movilidad del primer radio, los cuales

muestran distintos resultados(2).

Klaue et al(9) realizaron un estudio en 1994 en el cual se cuantificó la dorsiflexión del primer

radio mediante el uso de una férula de pie y tobillo (AFO) modificada. Los resultados obtenidos

indicaron que la dorsiflexión de la cabeza del 1º metatarsiano en sujetos normales fue de 5,3

mm ± 1,4 mm.

Birke et al(10) en 1995 estudiaron la movilidad en flexión dorsal del primer radio usando un

dispositivo creado por Rogers y Cavanagh(11) en 1986 que estabilizaba las cabezas

metatarsales del 2º al 5º y medía el desplazamiento vertical del primer radio cuando una

fuerza controlada era aplicada. La media del movimiento en flexión dorsal fue 6,4mm ± 2,6

mm(10).

Glasoe et al.(12) en 2001 diseñaron un dispositivo que analizaba la movilidad del primer radio

en el plano sagital utilizando una férula AFO y una fuerza estandarizada de 55N. La media de

movimiento en dorsiflexión del primer radio fue 4,2 ± 1mm(12). Posteriormente, en 2005(13)

realizaron otro trabajo con el fin de comparar la dorsiflexión del primer radio utilizando su

dispositivo y el de Klaue et al. Glasoe et al no hallaron diferencias significativas en las medidas,

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aportando un valor de 4,9 mm con el suyo y 5,2 mm con el de Klaue et al. Estos autores

proponen 8 mm de dorsiflexión como el valor a partir del cual se debe considerar que un

primer radio tiene la dorsiflexión aumentada(3).

Lee y Young(14) en 2001 diseñaron una regla que medía la movilidad en flexión dorsal del

primer radio. La media del movimiento total en el plano sagital fue 10,3°.

Coughlin y Shurnas(15) en 2003 estudiaron el movimiento de la primera articulación

cuneometatarisna utilizando el dispositivo de Klaue et al. Los resultados obtenidos

determinaron que la media del movimiento en el plano sagital del primer radio fue de 5,6 mm

para los pies normales.

Cornwall et al(16) en 2004 realizaron un estudio para medir la movimiento de dorsiflexión del

primer radio en el plano sagital utilizando el dispositivo de Glasoe et al(17). Los resultados

mostraron que la media del movimiento de dorsiflexión del primer radio en sujetos normales

fue de 6,6± 1,7 mm. En un estudio posterior(18) realizado en 2006, el movimiento de

dorsiflexión del primer radio fue de 6,2 ± 1,7 mm. En este último trabajo establecen que la

dorsiflexión normal del primer radio debe estar entre los 4,5 mm y los 7,9 mm.

Biz et al(19) en 2012 utilizó el dispositivo diseñado por Klaue y midió la movilidad del primer

radio en su máxima dorsiflexión y la máxima dorsiflexión con movimiento medial (a 45°) del

primer radio. Los resultados obtenidos fueron 7,96mm vs 6,85mm(19).

Doty et al(20) en el 2014 realizaron un estudio con 39 cadáveres y analizaron la movilidad de la

primera articulación cuneometatarsal utilizando el dispositivo de Klaue. La media del

movimiento en dorsiflexión del primer radio en todos los cadáveres fue de 4,4mm(20).

Singh D et al(21), en 2016 evaluaron la movilidad dorsal y dorso-medial a 45° utilizando para

ello el dispositivo de Klaue. Los resultados mostraron que la media del movimiento dorsal

(plano sagital) del primer radio fue de 7,2mm (rango 4,2-11,3) y 8,3mm (rango 4-12,6) en su

movimiento dorso-medial(21).

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PATOLOGÍA DE LOS CORREDORES DE ULTRATRAIL

Álvaro Porres Mijares

Para poder entender la patología que abarca este tipo de competición deportiva tan extrema

en la carrera a pie, primero tendremos que entender su historia y sus conceptos.

La historia del ultra trail como deporte oficial es muy moderna, comenzando esporádicamente

en los años setenta y en los años ochenta con eventos populares de ultra fondo por zonas

agrestes o de montaña.

El concepto de “trail running”, es un anglicismo de las carreras de montaña, y consiste en

correr por terreno natural sin más del 30 % de asfalto, ya sean cañadas, senderos, caminos,

montes,…. De esta definición se deduce que las carreras de “ultra trail running” son carreras

de trail running con distancia de ultra fondo.

Al igual que las distancias de ultra fondo, se divide en tres grandes grupos: medio (42-69 km),

largo (70-99 km), y extra largo (100 km o más). Y a diferencia que otras carreras de ultra fondo

la dificultad de la carrera viene dada por los conceptos que desarrollaremos en esta ponencia.

Dichos conceptos son: desnivel positivo, desnivel negativo, desnivel acumulado, pendiente y

coeficiente de dificultad.

Una vez bien explicados estos conceptos será fácil resumir las patologías que sufren los

corredores en este tipo de competición, haciendo hincapié en las que más influyen al área de

podología.

Dividiremos dichas patologías según su origen, ya sean óseas, articulares, ligamentosas,

musculares o dérmicas.

Explicaremos las causas lesionales de las patologías dividiéndolas en cuatro grandes grupos

como son el desconocimiento de la prueba deportiva, los errores en el entrenamiento, errores

en el material deportivo, y las alteraciones del aparato locomotor. En este último grupo

resaltaremos la importancia del estudio de la pisada para la prevención de las patologías del

corredor de ultra trail.

Finalmente una breve conclusión de las ideas más importantes que hemos visto a lo largo de la

ponencia.

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DE MEDIAS MARATONES A DURAS PENAS, A ULTRA MARATONES SIN

SECUELAS

Manuel Ramón León Jiménez

INTRODUCCIÓN

Mi exposición consiste en narrar mi experiencia en la que he pasado de una vida sedentaria a

correr carreras a pie de ultra distancia de hasta 170 kms y 35 horas.

En esta evolución narraré por qué comencé a correr, cómo fui evolucionando como corredor

popular y cuáles fueron las causas que me llevaron a pasar de correr con zapatillas

convencionales a zapatillas minimalistas e incluso descalzo.

Expondré cómo fue mi llamada transición hacia el minimalismo, cómo cambió mi forma de

correr, los beneficios que me aportó y como gracias a ello, fui capaz de correr más distancias,

con lo que me introduje en el mundo de las carreras de trail y de ultra distancia.

Finalmente comentaré mis conclusiones personales sobre esta forma de correr, sobre las

carreras de ultra distancia y hábitos de vida en general.

DESARROLLO

Con 28 años y una vida sedentaria. Con un trabajo de oficina, sentado durante 8 o 10 horas al

día, los problemas de salud no tardarían en aparecer. Con mis 100 kg las molestias en las

cervicales ya eran diarias, aunque soportables aún.

Tras haber tenido una infancia en el que el deporte había sido una parte importantísima de mi

desarrollo, decidí que tenía que tomar medidas para volver a recuperar la salud o

irremediablemente continuaría empeorando. Y no conocía ninguna otra manera, que no fuera

mediante la actividad física.

Debido a mi reciente paternidad, no disponía de mucho tiempo para contrarrestar ese

sedentarismo, por lo que opté por el deporte que consideré más eficaz, o dicho de otro modo,

el que me iba a requerir menos tiempo, correr.

Durante mi infancia había corrido carreras federadas de ciclismo lo que me daba u na buena

base aeróbica, pero nunca había practicado running. Aun así, consideré que la bicicleta me

llevaría demasiado tiempo.

El primer día que corrí, con la moral por las nubes, hice 50 minutos, llegué a mi casa andando.

Durante el primer mes corría 2-3 días en semana, más no podía, puesto que las molestias en

las piernas, sobre todo en las rodillas, eran incapacitantes.

Dado que necesitaba de estímulos para continuar con la rutina me apunté a una carrera

popular, de esta forma tenía una motivación para no dejar de salir e intentar mejorar poco a

poco.

A partir de ahí comencé a correr carreras populares casi una por semana.

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90

El cuerpo iba respondiendo, bajaba de peso y cada vez corría más rápido y me encontraba

mejor. Los problemas de espalda desaparecieron.

Tras ya 2 años corriendo decidí probar los triatlones, puesto que de siempre había corrido en

bicicleta y también había nadado en verano en la piscina pública, pensé que sería divertido.

Durante otros 2 años participé en carreras populares, medias maratones, duatlones, triatlones

sprint (750m-20kms-5kms), olímpicos (1500m-40kms-10kms) y hasta medios Ironman (2000m-

90kms-21kms).

Tenía claro que lo que más me gustaba era la resistencia, quizás por mi base ciclista de la

infancia, o quizás, sencillamente, por la edad. Pero cada vez que corría más de una hora y

cuarto aproximadamente, al día siguiente tenía unas molestias tremendas. Sobre todo en

rodillas, caderas y tibia. Con esta situación, no me planteaba correr una maratón.

Además de esto, aunque mi velocidad ya se podía considerar digna (media maratón a

3:58/km), al visualizar vídeos donde me veía, se apreciaba una falta de agilidad, o técnica,

palpable. Daba la sensación de ir cansado, como si me costara levantarme del suelo y pesara

100 kgs más.

La gota que colmó el vaso fue cuando me compré unas zapatillas de las denominadas mixtas,

con menos suela que las habituales, para intentar correr más rápido en los triatlones. Cuando

salí con ellas no pude correr ni 2 kms, a los 5 minutos tenía las rodillas destrozadas. En ese

momento me acordé de un amigo de la infancia, gran atleta, al que daba gusto ver correr. Y

me pregunté a mi mismo, ¿por qué la naturaleza le ha dado a él ese don y a mí me lo niega?

Tras mi frustración inicial, negándome a resignarme al azar de la naturaleza y recuperando mi

carácter científico y autodidacta, decidí investigar qué era necesario para correr así. Me puse

manos a la obra y me sumergí en Internet en busca de encontrar cómo mejorar lo que

consideré que era mi problema, mi técnica de carrera.

Buscando libros sobre técnica de carrera en Amazon, encontré uno que se centraba en la

técnica, postura, etc: Chi Running. En él se describen técnicas basadas en el t'ai chi para llevar

una postura correcta, cadencia apropiada, etc. Cuando me dispuse a realizar la compra,

Amazon me ofertaba otro libro, por 2 € más, una novela sobre running, bueno, pensé,

tampoco vale tanto. Se trataba de Nacidos para correr, el que a la postre sería el que me

repercutiría más beneficios.

Cuando empecé a leer Chi Running era todo demasiado espiritual para mi cerebro de ciencias,

por lo que no tardé mucho en abandonarlo, aunque algunos principios sí que los memoricé.

Así que decidí empezar a leer Nacidos para correr. Es una novela, no un libro de técnica,

basada en el viaje de un periodista estadounidense a las Barracas del Cobre en México. Allí

busca a los indios tarahumaras, autóctonos de la zona, que son capaces de correr con simples

chanclas (o huaraches) hechas de neumáticos viejos durante días.

La historia del libro me cautivó hasta tal punto que comencé de nuevo a sumergirme en

internet, pero esta vez tenía una búsqueda clara: minimalismo.

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Tras muchas búsquedas di con un foro de corredores minimalistas,

http://www.correrdescalzos.es/foro en el que se compartían las experiencias de muchos

corredores que ya se habían pasado a esta forma de correr.

Totalmente decidido, me hice con unas maravillosas zapatillas New Feel Many de 10 €, con 1

cm de suela supe flexible, sin drop y sin plantillas.

La última vez que corrí con zapatillas convencionales fue una media maratón (21 kms) a

3’58”/km. Cuando salí por primera vez con estas zapatillas hice 7’ a 6:30 y al día siguiente tenía

los gemelos como piedras.

Esto me hizo ver, como ya había leído en todo lo que había estudiado, que efectivamente esta

forma de correr exigía más a mis piernas y activaba músculos que hasta ahora había tenido

prácticamente dormidos.

Durante este cambio me concentré cada vez que salía a correr en poner en práctica todo lo

que había estudiado: cuerpo erguido, frecuencia de paso alta, zancadas pequeñas, aterrizar

con el pie debajo del cuerpo, no delante, caer de metatarso, no de talón, amortiguar con

pronación, gemelos/soleo, arco del pie y músculos de la pierna, basculando con la rodilla,

evitar caer con rodilla recta, etc.

A partir de aquí, todo fue una evolución continua, pero comedida. Tardé sobre 2 meses en

dejar de tener los gemelos sobrecargados. Los pies se pusieron más anchos y empezaron a

aparecer músculos donde aparentemente solo podía haber huesos.

Esta transición me llevó unos 9 meses. Este fue el tiempo que me llevó correr a la misma

velocidad y el mismo tiempo, que hacía antes con las zapatillas convencionales. Con una gran

diferencia: ahora, al día siguiente de correr, no tenía las piernas rotas. Y la sensación de fatiga

corriendo era mucho menor a la misma velocidad comparándola con la que tenía con las

zapatillas convencionales.

Durante la transición tuve molestias de todo tipo, pero siempre de rodillas para abajo. Sobre

todo, en gemelos, tendón de Aquiles y pies. Desde entonces no he vuelto a tener molestias en

las rodillas, tibias o caderas por norma, como antes.

Correr ahora sí era un gusto, sin tanta sensación de fatiga, sin molestias de articulaciones al día

siguiente, como se suponía que debía ser. Tal fue así, que me adentré cada vez más en el

mundo del trail y el ultrafondo.

Para mi primera carrera de ultrafondo de más de 100 kms, hice entrenos de hasta 6 horas y

semanas en las que llegaba a 120 kms corridos. A pesar de ser una enorme carga de

entrenamientos, siempre que descansaba un día, tenía las piernas como nuevas. En mi

anterior etapa, con zapatillas convencionales, esto era impensable.

Hay teorías por ahí que dicen que no es recomendable correr más de dos maratones (42kms)

al año. Para algunas carreras de ultrafondo he llegado a correr 8 maratones en dos meses (1 a

la semana), además de otros tantos medios maratones y 30kms entre semana.

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Tengo la convicción de que estamos más adaptados, el ser humano en general, a correr este

tipo de carreras, que carreras explosivas de velocidad. Por ello no creo que sea una locura lo

que hacemos los ultrafondistas, más bien, una necesidad.

CONCLUSIONES

De mi experiencia aquí narrada, saco algunas conclusiones interesantes para todo aquel a

quien le guste correr:

Las zapatillas actuales nos atrofian

A un piloto de Fórmula 1 no se le ocurriría aprender a conducir con marchas automáticas. Sin

embargo, si toda la vida ha usado un coche con caja de cambios automática, ¿Cómo puedo

ahora conducir en el circuito de F1?

Lo mismo nos ocurre con las zapatillas actuales. La amortiguación se inventó a finales de los

60s, al principio de forma comedida, hoy en día de forma barroca.

Ilustración 1 Zapatillas Hoka

La cantidad de suela, drop (o desnivel), ajustes de estabilidad, etc que introducen a las

zapatillas actuales con nombres técnicos para diferenciarlas del resto de competidores, hacen

que nuestros pies estén atrofiados y sean débiles

Aprende a correr, como sea

Debido fundamentalmente a las zapatillas, aunque también al sedentarismo, tenemos que

reaprender a correr. No es que como especie ya no seamos capaces por nuestra evolución,

sino que como individuos estamos atrofiados o nos atrofian los artilugios o gadgets que se

suponen son imprescindibles para correr.

El minimalismo es una excelente forma de reaprender a correr, pero no es la única. Centrarse

en la técnica, hacer ejercicios de técnica, etc nos ayudan a correr como nuestro organismo está

diseñado para hacerlo.

Aunque, personalmente pienso, que sin unas zapatillas que eliminen todo este artificio, la

tarea será más ardua.

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Estamos hechos para correr… mucho

Creo firmemente que estamos más adaptados a las carreras de ultrafondo, que a carreras de

velocidad. Somos un animal más bien lento, cualquier cuadrúpedo nos da un repaso, hasta al

más rápido de los nuestros. Sin embargo, cuando se trata de correr durante mucho tiempo sin

descanso, pocos animales nos aventajan. De hecho, tenemos mejoras de serie que nos ponen

un escalón por encima de otros animales, como los poros de la piel, por los cuales nos

refrigeramos sin necesidad de parar y jadear.

Por tanto, lejos de ser una locura, yo diría que es más recomendable si cabe correr carreras

largas, que cortas. Que no se me malinterprete, ajustándonos a nuestro nivel físico,

evidentemente.

Anda descalzo

La mejor forma de mejorar tus pies es andar descalzo, esto hace que se fortalezcan en gran

medida y ayuda mucho a correr.

Tómatelo con calma

Cuando salgas a correr intenta no ir fatigado, lleva una conversación con tu compañero o

prueba a recitar:

Con diez cañones por banda,

viento en popa a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín;…

Según los expertos (Chema Martínez), es la mejor manera de saber que tu ritmo es el

adecuado. Salvo que hagas series claro.

El minimalismo no es magia

A pesar de todo lo dicho anteriormente, el minimalismo no cura, no hace magia. Requiere si

cabe, más esfuerzo que las zapatillas habituales, por lo que mucha gente que lo intenta,

renuncia.

Si tienes algún problema físico como dismetría en miembros inferiores, alteraciones en los

pies, alguna lesión o similar, cúratela o acude a un profesional, antes de intentar cambiar tu

forma de correr.

El profesional al que acudas es muy importante. Asegúrate de que entiende tu problemática:

deja de correr no puede ser la primera opción.

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BIBLIOGRAFÍA

Nacidos para correr.

Autor: Christopher McDougall

http://www.chrismcdougall.com/born-to-run/

Novela basada en hechos reales sobre las vivencias de un periodista en las Barracas del Cobre,

México junto a un grupo de corredores de ultradistancia e indios autóctonos, Tarahumaras o

Rarámuris.

Foot strike patterns and collision forces in habitually barefoot versus shod runners

Autor: Dr. Daniel Lieberman

https://scholar.harvard.edu/files/dlieberman/files/2010a.pdf

https://youtu.be/7jrnj-7YKZE

https://www.nature.com/nature/journal/v463/n7280/full/nature08723.html

Estudio científico sobre las fuerzas de impacto en el pie al correr descalzos o con zapatillas

convencionales.

Endurance running and the evolution of Homo

Autores: Dennis M. Bramble y Dr. Daniel Lieberman

http://barefootrunning.fas.harvard.edu/Nature2004_EnduranceRunningandtheEvolutionofHo

mo.pdf

Caza por persistencia

David Attenborough

https://vimeo.com/37437287

Documental de David Attenborough sobre la técnica de caza que aún usa un grupo de

bosquimanos basada en agotar la presa al no dejarla descansar que demuestra la adaptación

del ser humano para las carreras de resistencia.

Foro de correr descalzos

http://www.correrdescalzos.es/

Foro de comunidad de corredores minimalistas de habla hispana.

Guía para correr descalzo-minimalista

https://www.zapatillas-minimalistas.com/es/libros-/78-guia-para-correr-descalzo-

minimalista.html?search_query=guia&results=9

Guía en español para correr descalzo o minimalista.

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CONSIDERACIONES PODOLÓGICAS PARA EL CORREDOR DE TRAIL

Alfonso Martínez Nova

Es habitual que en la consulta de podología acudan corredores, muchos de ellos de disciplinas

de asfalto, pero cada vez más de corredores de Trail, de montaña. Pero, ¿conocemos todos los

modelos de zapatillas? Debido a las actualizaciones de las marcas, es complicado conocerlas a

fondo, para determinar si son las adecuadas para nuestro paciente o bien para poder

recomendarle unas diferentes. Para ser capacees de cuantificar el grado de ligereza y

flexibilidad de una zapatilla, existe una clasificación de las características de una zapatilla para

poder determinar su índice de minimalismo. Seamos o no minimalistas, esta clasificación nos

permite puntuar una zapatilla que nos va bien para poder posteriormente poder seleccionar

cualquier otra, de otra marca, modelo, etc… y que tenga las mismas características.

La clasificación se basa en cinco puntos:

1. Peso

Esta es una de las características más importante de una zapatilla, y aunque puede variar

mucho de una talla a otra, la clasificación sería la siguiente:

5 = Menos de 125g

4 = Entre 125g y 175g

3 = Entre 175g y 225g

2 = Entre 225g y 275g

1 = Entre 275g y 325g

0 = 325g o más

2. Altura del tacón (total)

En este apartado se debe valorar la altura total del tacón (a nivel medio del talón), abarcando

toda la suela, mediasuela y plantilla interior.

5 = Menos de 8 mm

4 = Entre 8 mm y 14 mm

3 = Entre 14 mm y 20 mm

2 = Entre 20 mm y 26 mm

1 = Entre 26 mm y 32 mm

0 = 32 mm o más

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3. Drop

Una de las medidas más conocidas, comentadas y trabajadas últimamente por las marcas,

como es el drop, se calcula midiendo la altura de la media suela a nivel del talón y de la zona

de apoyo de los metatarsos. Si restamos altura talón menos la altura metatarsos nos da una

medida, que sería el ángulo de caída que tiene esa zapatilla

5 = Menos 1 mm

4 = Entre 1mm y 4 mm

3 = Entre 4 mm y 7 mm

2 = Entre 7 mm y 10 mm

1 = Entre 10 mm y 13 mm

0 = 13 mm o más

4. Estabilidad y controles de movimiento

En este apartado valoramos el número de dispositivos de “ayuda” a nuestro pie, como

pueden ser a) mediasuelas multi-densidad (aquellas que vemos de color blanco y gris,

siendo una más densa que la otra, lo que ayuda a la estabilidad del pie), b) piezas

plásticas en el mediopié, c) contrafuertes rígidos en el talón, d) plantillas internas

elevadas (con forma de acto), e) elementos tensionales en la parte textil de la zapatilla

o f) suelas acampanadas en la zona del talón. Aquí lo que contaríamos son la cantidad

de estos sistemas, y se puntuarían así:

5 = Ninguno

4 = 1 dispositivo

3 = 2 dispositivos

2 = 3 dispositivos

1 = 4 dispositivos

0 = 5 o 6 dispositivos

5. Flexibilidad

En este apartado valoramos la capacidad que tiene la zapatilla de flexionarse, tanto

longitudinalmente como torsionalmente. Con los dedos pulgar, índice y corazón hemos de

coger la zapatilla para doblarla sobre si misma, y después intentando enrollarla.

5.1 Flexibilidad longitudinal

2.5 = Mínima resistencia a la flexión (se puede enrollar más de 360º)

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2.0 = Pequeña resistencia a la flexión (flexión máxima de 360º): la parte de los dedos sería

capaz de tocar la parte posterior del talón

1.5 = Moderada resistencia a doblarse. La parte de los dedos no toca el talón, pero forma un

ángulo de al menos 90º

1.0 = Gran resistencia a doblarse. La parte anterior y posterior forma un ángulo de entre 45 y

90 º

0.5 = Resistencia muy alta a la flexión. La parte anterior y posterior forman un ángulo máximo

de 45º

0= Extrema resistencia a doblarse.

5.2 Flexibilidad Torsional

2.5 = Mínima resistencia a la torsión, se puede enrollar sobre si misma

2.0 = Pequeña resistencia a la torsión.

1.5 = Moderada resistencia a la torsión.

1.0 = Gran resistencia a la torsión

0.5 = Muy alta resistencia a la torsión

0= Extrema resistencia a la torsión. No se puede torsionar la zapatilla.

Puntuación total

Para darle un valor a la zapatilla hemos de sumar las puntuaciones de las diferentes medidas, y

multiplicando ese valor por 4 tendríamos el índice de minimalismo.

Así, la Adidas tendrá un índice de minimalismo de: 1 + 1 + 0 + 1 + 1 = 4 * 4 = 16 % de

minimalismo

La Mizuno tendrá un índice de minimalismo de: 3 + 2 + 2 + 3 + 3 = 13 * 4 = 52 % de

minimalismo

La Reebok tendrá un índice de minimalismo de: 3 + 2 + 2 + 5 + 3 = 15 * 4 = 60 % de

minimalismo

Así, las zapatilla más cercanas al 0% serían de gran peso, mucha altura de talón y drop, con

elementos de contención y estabilidad y difícil de doblar (estando indicadas para pronadores,

rodajes largo, para corredores de gran peso o carreras en montaña de larga distancia). Por otro

lado, las zapatillas con valores más elevados serían extremadamente ligeras, poco drop, sin

elementos de ayuda a la contención del pie y muy fácil de doblar. En este caso estarían

indicadas para corredores eficientes, para series rápidas, competiciones, corredores más

minimalistas, etc.

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Esperamos que esto pueda ayudar al podólogo a clasificar las zapatillas, para poder

recomendar otras de las mismas características sin saberos todos los nombres de las zapatillas

(con versiones incluidas).

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PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS AMPOLLAS EN ULTRATRAIL

Enric Violan Fors

Mireia Blanch Fàbregas

Las Ultratrails son un tipo de carrera a pie de larga distancia (superior a 80 km) y su dureza

vendrá dada por el desnivel positivo acumulado. Se consideran una prueba de alto

rendimiento que actualmente está en auge.

Las ampollas son las lesiones dermatológicas que se producen más frecuentemente en una

Ultratrail. Se trata de una afectación en la piel generada por la humedad y la fricción del pie

con el calcetín y/o calzado. Las ampollas que no son tratadas a tiempo o que no se curan de

forma adecuada pueden provocar lesiones a nivel del aparato locomotor ya que el dolor

originado por ellas condiciona la biomecánica de la carrera. El dolor de las ampollas puede

llegar a ser incapacitante y provocar que el corredor no pueda terminar la carrera. En distintas

ocasiones, se han realizado actuaciones podológicas durante las carreras para tratar las

ampollas. El podólogo deportivo aplicara el protocolo de tratamiento que consistirá en la

limpieza de la zona para ver exactamente la amplitud de la ampolla, entonces valoramos como

la desbridaremos y habitualmente lo realizaremos mediante aguja y jeringuilla de insulina. Una

vez hecho la cubriremos con apósitos hidrocoloides y para acabar la cubriremos con

esparadrapos flexibles o incluso con Kinesiotaping .Seremos los encargado de brindar este

servicio

Además, existen distintos métodos de prevención, que consistirán en la hidratación previa a

los días de carrera, la elección adecuada del calcetín y del calzado deportivo según el tipo de

pisada y la más importante será la aplicación de productos para lubricar la piel justo antes de

empezar la carrera y según la duración de la prueba la aplicación durante la misma. Cuando el

deportista ha realizado un tratamiento preventivo el beneficio es notable durante y después

de la prueba. El podólogo deportivo es el encargado de realizar la educación sanitaria que va a

ayudar al corredor de Ultratrail.

La funcionalidad de estas actuaciones, tanto a nivel del protocolo de actuación en las ampollas

como en los métodos preventivos ha sido comprobada durante años y se ha demostrado que

permiten que el corredor pueda seguir corriendo e incluso acabar de mejor forma su prueba o

la no aparición de las ampollas en este tipo de pruebas.

Todo esto está basado en la experiencia propia y en la bibliografía encontrada.

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CALZADO TRAIL VERSUS MINIMALISTA

Ángel González de la Rubia Heredia

En las últimas dos décadas el mundo del correr, ha sufrido una eclosión espectacular en todas

sus vertientes, y en los últimos años, en las carreras por montaña. De hecho, este tipo de

corredores han pasado de ser considerados unos extravagantes, a ser actores principales de

reportajes, revistas, marcas, documentales y hasta películas. No resulta extraño, por tanto,

que cada vez más y más corredores decidan hacerlo en entornos naturales, ya sean montes,

vías pecuarias, cañadas o pura montaña.

Pero realmente, ¿tiene ventajas correr por montaña?

Lo que es un hecho, es que este trasvase de corredores tradicionalmente de asfalto, al medio

natural responde a unas ventajas muy evidentes y muy tangibles para cualquiera, sea cual sea

su nivel y capacidades deportivas.

El asfalto, y en general las superficies duras como las aceras, carril-bici o similares, requieren

de una técnica de carrera muy depurada, que minimice el impacto del pie sobre el terreno y la

repercusión articular, fundamentalmente sobre tobillo, rodilla, cadera y columna. Esa

circunstancia, a largo plazo, puede generar tediosas lesiones, y lo que es peor, provocarnos la

incapacidad para correr.

El entorno natural, los caminos, las praderas, o los senderos de montaña, van a ser

profilácticos ante la mayoría de las lesiones, son superficies mucho más amables con nuestras

zancadas, el hecho de no poder desarrollar una zancada homogénea y regular, ya nos evitará

muchas sobrecargas por un ejercicio cíclico, pero además el terreno irregular, nos va a reforzar

de manera natural músculos y ligamentos.

Correr por la montaña nos libera de las cadenas cronométricas, o por lo menos en parte. Y eso

no significa que no suponga un esfuerzo, que no haya retos, que no sea orgullosamente

gratificante el buscar el máximo rendimiento, pero dejamos de tener todo medido ya que un

mismo recorrido, cada temporada puede tener condiciones cambiantes de terreno y hacer el

avance más o menos rápido. El entorno natural va en línea con la máxima que debería ser:

“Correr debe ser un deporte que nos ayude a encontrar el equilibrio vital, y no un factor

distorsionador”.

¿Se pueden utilizar los mismos materiales que en asfalto?

Pienso que no, correr por la montaña es un deporte en sí mismo, con ciertos puntos en común,

pero totalmente diferencial a correr en la ciudad, correr en entorno natural entraña cierta

peligrosidad, exponencialmente más cuanto más altura, tecnicidad y alejamiento del entorno

urbano tengan nuestros entrenamientos. Este es un punto importante.

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Zapatillas

Tema controvertido, en la actualidad, porque existen multitud de corrientes, amortiguada,

minimalista, maximalista e incluso descalcista. El calzado nos permite bajar rápido, hacer

canteos, o subir por paredes y deberíamos tener en cuenta las siguientes cuestiones:

o Suela: Supone el aspecto más importante de una zapatilla de trail y más de montaña.

Es lo que nos agarra al suelo o a la roca, lo que nos sujeta en las grandes pendientes dándonos

tracción y por tanto seguridad. Recomiendo que tengan un taqueado semiblando para mejor

agarre, y agresivo con tacos profundos, para que pueda clavar bien en la tierra o campo a

través, si vamos a hacer montaña, y algo menos agresivo si lo que vamos a hacer es trail ligero.

o Upper: un textil más protegido que una zapatilla de asfalto es necesario. No es difícil

engancharse con retamas y arbustos, o bien golpearse con alguna piedra o rozarse en un

canteo. De ahí la necesidad de cierta protección lateral y en la puntera para mejorar la

durabilidad de la zapatilla, y para aportar seguridad de nuestro pie.

o Cordones: hay múltiples sistemas de atado. Personalmente me gusta que pueda

esconder la lazada. En terreno natural, donde a veces tenemos que correr por senderos

estrechos de retama baja, podemos sufrir enganchones con la lazada, y un enganchón puede

conllevar una caída de inesperadas consecuencias.

o Estabilidad: siendo un terreno tan inestable como el que nos vamos a encontrar en

todos los entornos naturales, será esta una cuestión importante. A mí personalmente me

gustan de suela baja y ancha, para aumentar la estabilidad de la pisada, y evitar en lo posible

los esguinces de tobillo, lesión frecuente en carreras de trail.

o Tipo de pisada: en general, en la montaña pisamos como podemos y como nos deja el

terreno. No tenemos una pisada regular, y, por tanto, vamos a generar menos lesiones o

sobrecargas por movimientos repetitivos.

o Amortiguación: En montaña supone un aspecto menos importante, ya que el terreno

natural es más blando que el asfalto.

o Especificidad: en estos momentos, las marcas, han desarrollado calzado de manera

específica, para entrenar y competir, e incluso para pruebas de kilómetro vertical, para

carreras de montaña, para barro, para ultratrail…, y la mayoría de marcas ofrecen un modelo

para cada especialidad.

Minimalismo y descalcismo

A raíz del libro “Nacidos para correr” de Christopher McDougall en 2009 y “La historia del

cuerpo humano” de Daniel E. Lieberman, se inicia una corriente minimalista, o lo que es lo

mismo, corriente que va ganando cada vez más adeptos. Se trata por tanto de zapatillas que

interfieren lo mínimo el movimiento natural del pie, con gran flexibilidad, escaso o nulo drop,

poco peso y grosor de la mediasuela y ausencia de métodos de control y estabilidad.

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Según la Global Barefoot Awards 2016, las marcas de calzado deportivo minimalistas más

votadas seria y por este orden, Vibram fivefingers 35%, Vivobarefoot 23,8%, Merrell 16,8%,

Enix sandals 9,2%, Luna sandals 7,3%, Prefiero descalzo 5,5%, Feelmax 1,1% y Xero shoes 0,7%

¿El calzado minimalista puede reducir el riesgo de lesión?

Según un estudio científico realizado por la universidad de Exeter por Hannah Rice, Irene S

Davis y Steve T Jamison, sobre 29 corredores populares minimalistas y perfectamente

adaptados al barefoot, los corredores minimalistas obtuvieron los mejores resultados.

Los clasificaron en tres grupos:

1 - Corredores amortiguados taloneadores

2 - Corredores amortiguados con pisada de antepié

3 - Corredores minimalistas con pisada de antepié

Las zapatillas utilizadas fueron:

- Nike air pegasus: drop 10, 290 gr de peso, grosor entre 29 y 19mm y un índice

minimalista del 16%

- Inov-8 bare-X 200: zapatilla minimalista, drop 0, 200 gr de peso, 6mm de grosor y un

índice minimalista del 88%

RESULTADOS

1- El tiempo de contacto sobre el terreno fue menor en el grupo minimalista, 9%

2- Importante pico de presión inicial en corredores amortiguados taloneadores

3- La amortiguación generó apoyos más bruscos y potencialmente dañinos

4- El grupo amortiguado con técnica óptima tuvo una planta flexión superior para librar el

drop, aumentando el frenado y las fuerzas mediolaterales, ocasionando cargas superiores

CONCLUSIONES

Los corredores minimalistas expertos fueron los que obtuvieron mejores resultados. La

diferencia entre corredores amortiguados taloneadores y con técnica óptima no fue

significativa.

El riesgo de lesión está ligado a las fuerzas de impacto. El corredor minimalista a tiempo

completo tiene que superar la fase de adaptación minimalista, dónde también aumenta el

riesgo de lesión.

Descalcistas

Los corredores descalcistas opinan que correr descalzo mejora la fuerza, el equilibrio, la

propiocepción y la eficacia en la carrera, reduciendo las posibilidades de lesión y es lo más

natural.

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CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA EXTREMIDAD INFERIOR EN NIÑOS DE 7

A 12 AÑOS CON ACTIVIDAD FÍSICA MODERADA: ESTUDIO LONGITUDINAL

OBSERVACIONAL

Salvador Díaz Miguel

Eva Lopezosa Reca

Francisco José Soler Crespo

Laura Ramos Petersen

INTRODUCCIÓN

La actividad deportiva se ha asociado siempre a un beneficio en la mejora de la salud, tanto en

adultos como en niños. Si bien esto es cierto, la práctica de una actividad deportiva, en

concreto la del fútbol, puede también provocar alteraciones estructurales en el desarrollo

humano, condicionando de este modo su crecimiento.

MARCO TEÓRICO

El fútbol, si bien es considerado un deporte seguro para su práctica entre niños y adolescentes

[1], no está exento en la aparición de las mismas durante su práctica. Estudios previos

muestran que las áreas de lesión más comunes en la práctica del fútbol suele ser la extremidad

inferior, siendo en torno al 60-80% de las lesiones causadas por este deporte [2-4].

Por otra parte, el desarrollo de la extremidad inferior comienza con un genu varo presente

entre los 6 a 12 meses de edad [5], pasando a una progresiva alineación hasta 0 grados hacia

los 18-24 meses, coincidiendo con el inicio de la marcha [6], para ir avanzando hacia el genu

valgo en torno a la edad de 3-4 años con un ángulo femorotibial promedio de 12º [7, 8]. Por

último, el genu valgo se corrige espontáneamente hacia los 7 años, alineándose en torno a los

8º de valgo en mujeres y 7º en hombres [9].

Se ha observado que hay una mayor incidencia de genu varo en jóvenes futbolistas, estando

más presentes en adolescentes entre 16 y 18 años [10], pudiéndose verse influenciado e

incrementado en el caso de los deportes de alto impacto [11].

Esta diferencia también se ha observado en el ángulo Q, pudiendo observarse que el cambio

en la fuerza y en el tono del cuádriceps puede estar causado tanto por el crecimiento y la

actividad (el fútbol), resultando una disminución del ángulo Q [12].

OBJETIVOS

El objetivo este estudio fue analizar las posibles desalineaciones producidas en la extremidad

inferior por la práctica del fútbol en un grupo de niños que lo practicaban de manera regular

durante un periodo de 3 años.

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104

METODOLOGÍA

Un grupo de un total de 53 niños fueron seguidos y analizados durante un periodo de tiempo

de 3 años, los cuales practicaban fútbol 3 veces por semana y llevaban un mínimo de 2 años de

práctica deportiva continuada, siendo la media de edad para el primer año de 8,49±2.01 años,

para el segundo año de 9,49±2,01 años, y para el tercer año de 10,47±1,97 años, y fueron

analizados cada año en niveles de Foot Posture Index, índice de valgo, orientación de la ASA y

ángulo Q a nivel de rodilla.

RESULTADOS

En el FPI-6 se observó una evolución de 5.38 (SD 1.79) en el pie derecho y de 4.49 (1.67 SD) en

el pie izquierdo hasta los 4.64 (SD 2.51) (D) y 4.34 (SD 2.26) (I) en el tercer año; en el índice de

valgo, pasó de valores de 14.005 (SD 1.51) (D) y de 13.88 (SD 1.46) (I) a 13.09 (SD 1.28) (D) y

13.07 (SD 1.07) (I); a nivel de la rodilla, el ángulo Q pasó de 12.83 (SD 1.98) (D) y 12.74 (SD

1.68) (I), a 13.17 (SD 1.45) (D) y 13.26 (SD 1.46) (I).

DISCUSIÓN

El propósito de este estudio fue observar durante un periodo de tiempo de 3 años las posibles

modificaciones estructurales en el miembro inferior que la práctica del fútbol constante a lo

largo del tiempo durante la edad infantil podía ocasionar, con lo que, de ser así, se podría

considerar la práctica del fútbol como potencial factor de riesgo para la aparición de

alteraciones morfológicas y estructurales en los niños que así lo practican.

CONCLUSIÓN

En este estudio se muestra que, si bien la práctica del fútbol en niños en edad escolar puede

provocar diferentes cambios a nivel estructural del miembro inferior, estos no deben ser

considerados nocivos ni perjudiciales para el niño.

BIBLIOGRAFÍA

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106

¿QUÉ ES LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES?

Verónica Álvarez Ruiz

Ramón Mahillo Durán

Natalia Tovaruela Carrión

José Ramos Galván

CONCEPTO

La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) es una clasificación sistemática de

enfermedades acordada entre las instituciones y autoridades sanitarias, con una filosofía

taxonómica ecléctica, debido a las diferencias acerca de la clasificación de enfermedades

existentes entre los países que la usan 1,2. Es el inventario principal donde se recogen todos los

posibles diagnósticos y su uso es universal. Es el sistema más importante de codificación y

clasificación que permite las comparaciones internacionales y la monitorización de los

problemas de salud en todos los ámbitos de actuación asistenciales 3.

HISTORIA

La CIE desde sus orígenes ha tenido una trayectoria llena de acontecimientos hasta la

actualidad. Tiene sus inicios en 1853, en el Congreso Internacional de Estadística, donde se

creó una "nomenclatura uniforme de causas de defunción aplicable a todos los países".

Posteriormente, en 1938, se reconoció la creciente necesidad de una lista de enfermedades

para satisfacer los requerimientos estadísticos de diferentes organizaciones. Poco después

Farr, en el Segundo Congreso Internacional de Estadística, incluyó las enfermedades que

afectan a la salud y no solo las que causan la muerte. Pero fue en la Primera Conferencia

Internacional, en 1900, donde se adoptó una clasificación para las estadísticas de morbilidad. A

pesar de revisiones posteriores no se realizó una clasificación uniforme y satisfactoria para las

estadísticas de morbilidad, por ello muchos países decidieron crear sus propias listas. En 1944

se publicó el “Manual para la codificación de las causas de enfermedades” que fue utilizado

por varios hospitales y que incluía códigos diagnósticos, una lista tabular de inclusiones y un

índice alfabético 4,5.

En 1946, en su 6ª revisión, esta clasificación pasó a ser responsabilidad de la Organización

Mundial de la Salud (OMS). En octubre de 1975, en Ginebra, se llevó a cabo la 9ª revisión

debido al gran interés mostrado por varias asociaciones de especialistas por la CIE. Para su

estadística se realizaron modificaciones creando una clasificación más completa para cada

especialidad. La gran expansión de la CIE obligó a realizar un análisis cuidadoso de su

estructura, así como una clasificación flexible y estable que no necesitara cambios

fundamentales por muchos años 4,5.

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107

En 1956 se realizó un estudio por la Asociación de Hospitales Americanos y la Asociación de

Archivos Médicos de Estados Unidos, debido al creciente interés en el uso de la CIE para la

ordenación de datos hospitalarios. En él se mostraba la eficiencia relativa a los distintos

sistemas de codificación para la clasificación diagnóstica indicando que la CIE proporcionaba

un marco adecuado y eficiente para la clasificación de las Historias Clínicas (HC) 3.

La CIE-9-MC, proviene de la CIE-9 de la OMS. El término modificación clínica (MC) se utiliza

para resaltar el propósito de servir como herramienta útil en el campo de las clasificaciones de

los datos de morbilidad, para las estadísticas de salud básicas, la ordenación de las HC, las

revisiones de los programas de cuidados ambulatorios y otros cuidados sanitarios. La

estructura de los códigos es numérica exclusivamente, no empleándose caracteres alfabéticos 3.

Desde el 1 de Enero de 2016 la clasificación CIE-10-ES es la clasificación de referencia para la

codificación clínica y registro de morbilidad en España sustituyendo a CIE-9-MC. Los trabajos

preparatorios para la transición a la CIE-10-ES fue aprobada por el Consejo Interterritorial el 21

de marzo de 2013, integrando dos sistemas de clasificación, uno de enfermedades para la

codificación de diagnósticos y otro de procedimientos. Dichas clasificaciones corresponden a la

traducción en castellano, y su posterior validación, de la ICD-10-CM (Clasificación Estadística

Internacional de las Enfermedades y de los Problemas Relacionados con la salud 10ª revisión,

Modificación Clínica) para diagnósticos, y de la ICD-10-PCS (Sistema de Codificación de

Procedimientos para la ICD-10-CM) para los procedimientos 6.

UTILIDAD

Según los fines que se persigan, pueden utilizarse clasificaciones diferentes basadas en

criterios diversos, ya que no hay una clasificación que pueda ser definitiva, estrictamente

lógica y universalmente válida. Pues el objetivo de las clasificaciones estadísticas es solamente

“el almacenaje, la recuperación y la tabulación de los datos”. Pero es necesario disponer de

unas categorías definidas con claridad para analizar científicamente los datos, solo así es

posible el registro de la experiencia, los estudios comparativos, el tratamiento estadístico y el

cumplimiento de las leyes 5,7.

En este caso, el uso de una clasificación adecuada, como sería la CIE, ayudaría a disminuir la

necesidad de un lenguaje sanitario estandarizado para definir el conocimiento y permitir que

se detecte su presencia y se midan sus efectos mediante sistemas informáticos , ya que son

numerosas las ventajas que obtiene la utilización de un mismo lenguaje 8,9, como son:

Proporcionar un mismo lenguaje entre los diferentes profesionales sanitarios.

Permitir la recogida y el análisis informático de los diagnósticos.

Facilitar la evaluación y la mejora del acto sanitario.

Favorecer el desarrollo del conocimiento.

Permitir el desarrollo de sistemas electrónicos de información clínica y del

registro electrónico del paciente.

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108

Facilitar la enseñanza de la toma de decisiones clínicas a los estudiantes.

Esta estandarización la incorpora la CIE-10-ES, junto con una mayor precisión y adaptación en

el ámbito clínico, buena flexibilidad y mejoras metodológicas para una adecuada codificación

de los procedimientos 6.

La CIE se diseñó para clasificar enfermedades y traumatismos con un diagnóstico formal, no

pudiéndose categorizar de esta manera cada problema o motivo de consulta para entrar en

contacto con los servicios de salud. Ofrece alternativas adicionales para una amplia variedad

de signos, síntomas, hallazgos anormales, quejas y circunstancias de tipo social que puede

ocupar el lugar del diagnóstico en los registros de salud. Por lo que la CIE puede utilizarse para

clasificar información registrada bajo las denominaciones tales como, “diagnósticos”, “razones

por la admisión”, “afecciones tratadas” y “motivo de la consulta” las que aparecen en una

amplia variedad de registros a partir de los cuales se derivan muchas estadísticas y otras

informaciones sobre la situación de la salud 4.

Según la Ley 14/1986 General de Sanidad, en su artículo 8, establece que es fundamental la

realización de estudios epidemiológicos debiendo tener como base un sistema organizado de

información sanitaria, esto lo podemos obtener mediante el uso de la CIE ya que cuenta con

un índice que incluye la gran mayoría de los términos diagnósticos que se usan en la

actualidad, dividido en tres secciones y siguiendo una estructura con el fin de evitar

repeticiones innecesarias 4. Su principal utilidad es convertir los términos diagnósticos y de

otros problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que permiten su fácil

almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información. Actualmente

existen vigentes dos versiones CIE-9-MC y CIE-10 9.

Por otra parta la CIE también presenta algunos inconvenientes, como son: no atender todas

las necesidades de sus diversos usuarios, no proporcionar suficientes datos útiles para algunas

especialidades y a veces requerir información sobre distintos atributos de las afecciones

clasificadas. Así mismo, no describe el funcionamiento y discapacidad como aspectos de la

salud y no incluye un conjunto total de las intervenciones de salud o de los motivos para el

contacto con los proveedores de servicios de salud 4.

La utilización de la CIE y otros sistemas de información y codificación diagnóstica mejoran la

calidad de la atención sanitaria. En la actualidad el ministerio pone a nuestra disposición una

herramienta de ayuda para los profesionales sanitarios y de la codificación clínica en la

resolución de dudas relacionadas con la asignación de códigos específicos, o con la aplicación

de la normativa de CIE-10-ES. Desde este aplicativo podemos enviar preguntas a la Unidad

Técnica y realizar consultas en la base de datos de preguntas contestadas 10.

La Asociación Británica de Pediatría, trabajó en una aplicación de la CIE-10 en Pediatría a

través de un quinto carácter, que le dio mayor especificidad siguiendo la adaptación realizada

en publicaciones similares para la 8ª y 9ª revisiones de la CIE. Sin embargo, Odontólogos y

Estomatólogos, diseñaron su propia CIE derivada directamente de la CIE-10 que abarca todas

las enfermedades y afecciones que ocurren o están asociadas con la cavidad bucal y

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109

estructuras adyacentes. La denominaron CIE-OE y provee mayor detalle que la CIE-10 también

por medio de un quinto carácter, pero el sistema numérico está organizado de tal manera que

la relación entre un código de la CIE-OE y el código de la CIE de la cual se deriva es

inmediatamente obvia y los datos derivados de la CIE-OE pueden ser incorporados

rápidamente en las categorías de la CIE 4.

CIE Y PODOLOGÍA

Desde la Podología consideramos que es necesario la incorporación de esta herramienta

diagnóstica para comparar los estudios epidemiológicos realizados con otros investigadores

pues la utilización de protocolos estandarizados, en la atención clínica, facilitarían la

unificación de los criterios diagnósticos.

Esta necesidad queda refleja en dos tesis doctorales realizadas recientemente en la

Universidad de Sevilla. Dada nuestra experiencia como autora de una de ellas, en la tabla de

equivalencia diagnóstica que obtuvimos al codificar los diagnósticos principales encontrados

en las historias clínicas analizadas de escolares entre 3 y 14 años, el 26,4% de los diagnósticos

podológicos registrados son compatibles con la CIE-9-MC y CIE-10, el 64,2% precisarían

propuestas de codificación, especificación o modificación y el resto, un 9,4% no pudieron ser

codificado 7.

Con estos resultados y con los obtenidos en el estudio que estamos realizando sobre los

diagnósticos podológicos registrados en las historías clínicas del Área Clínica Podológica de la

Universidad de Sevilla, queremos fomentar el interés y la necesidad de propuestas más

concretas para la creación de la CIE-POD específica en Podología y Podiatría, y así aportar

nuestros conocimientos y experiencias a los compañeros podólogos y a la comunidad científica

al registrar e interpretar adecuadamente los datos clínicos, pudiéndose llevar a cabo por

cualquier miembro del equipo multidisciplinar y quedando registrados en las diferentes

instituciones o centros sanitarios.

La consecución y aceptación de un modelo de codificación diagnóstica unificada y reconocida

internacionalmente, incrementaría notablemente el prestigio profesional de la Podología,

nuestra capacidad para la investigación y el progreso de nuestra profesión2.

Consideramos que el conocimiento de la CIE es importante y necesario para nuestra profesión,

teniendo en cuenta la reciente noticia sobre la aprobación por parte de todos los grupos

parlamentarios del estudio para la incorporación de la figura del podólogo dentro de la Cartera

Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud español, en el cual es inevitable el uso de

este tipo de recursos dentro de los sistemas de información clínica utilizados.

BIBLIOGRAFÍA

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estomatólogos (CIE-OE). Buenos Aires: Salud dental para todos; 2014. [On-line].

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111

ADAPTACIÓN A LA CIE DE LOS DIAGNÓSTICOS PODOLÓGICOS REGISTRADOS EN EL ÁREA

CLÍNICA DE PODOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA

Ramón Mahillo Durán

Verónica Álvarez Ruiz

Natalia Tovaruela Carrión

José Ramos Galván

Álvaro Saura Sempere

Rafael Rodríguez León

INTRODUCCIÓN

La orientación de nuestra profesión hacia la consecución y aceptación de un modelo de

codificación diagnóstica unificada y reconocida internacionalmente, incrementaría

notablemente el prestigio profesional de la Podología 1.

Fruto de esta consideración nuestro trabajo pretende explorar y acercar esta idea partiendo de

la realidad clínica y asistencial diaria.

JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

El podólogo debe procurar una Historia Clínica (HC) para cada paciente, donde anotará todas

las incidencias del tratamiento. La formación continuada como medio para prestar una

asistencia de calidad, de acuerdo con el estado de la ciencia, implica formarse en los avances

científicos y técnicos, consigue además dar una imagen actualizada de la profesión así como

para garantizar la calidad de los diagnósticos y tratamientos 2.

El uso de una clasificación y/o codificación diagnóstica adecuada supone numerosas ventajas y

algunos inconvenientes, identificados en la anterior comunicación.

El Área Clínica de Podología de la Universidad de Sevilla pretende conjugar los procesos

docentes, asistenciales y de investigación, proporcionando información clínica de calidad que

pueda ser utilizada en las distintas funciones con el máximo beneficio y rentabilidad para todos

los interesados en su aprovechamiento (profesores, alumnos, becarios, investigadores,

pacientes y la sociedad en general). Este compromiso implica una constante búsqueda para

mejorar nuestros procesos y procedimientos como los que nos ocupan en esta ocasión 3.

Hemos optado por la CIE-10 en nuestro trabajo basados en que 1:

Es el sistema utilizado en la actualidad por el sistema sanitario público español, para la

codificación diagnóstica.

Se adapta mejor por “granularidad” (nivel de detalle con que están descritos los diagnósticos)

a nuestra práctica profesional (por ejemplo el CIAP-2, tiene menor granularidad).

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112

Es utilizada por la mayoría de profesiones sanitarias aunque existen aplicaciones derivadas del

principal, que son específicas para distintas especialidades.

Es fácilmente aplicable y accesible a nuestro nivel, características y peculiaridades.

Tenemos un aceptable conocimiento y experiencia de la metodología aplicable.

OBJETIVOS

Conocer los diagnósticos podológicos registrados en el Área Clínica de Podología (ACP) de la

Universidad de Sevilla.

Relacionar los diagnósticos podológicos obtenidos con la CIE-10 ES.

Conocer cuántos de ellos pueden ser codificados, en especial los relacionados con la

Biomecánica y Ortopodología.

Obtener datos para proponer una adaptación a la CIE de los diagnósticos podológicos para

Podología y Podiatría.

MATERIAL Y MÉTODO

Análisis secundario de tipo observacional descriptivo transversal y retrospectivo, basado en el

archivo clínico del ACP 4.

Hemos analizado los diagnósticos correspondientes a 1.640 HC, de pacientes vistos por

primera vez en el ACP dentro de las actividades asistenciales desarrolladas entre el 7 enero y el

29 de diciembre del año 2016. Nos centraremos en los resultados obtenidos en las HC de

pacientes vistos por el Servicio de Biomecánica y Ortopodología.

Para el estudio de los diagnósticos se ha procedido a recopilar los mismos literalmente según

han sido registrados en la HC, posteriormente se han agrupado e incorporado en tablas, que se

han clasificado de modo que nos permiten establecer tres subclasificaciones: D= Diagnóstico

compatible con uno en la codificación CIE-10-ES; P= Diagnóstico que precisa de una propuesta

de subclasificación, especificación o modificación que lo haga compatible con la codificación

CIE; S/C= Diagnóstico que no podemos clasificar o estimamos no corresponde verdaderamente

a un diagnóstico 1. En los clasificados como D y P se ha incorporado en columnas anexas el

código diagnóstico correspondiente o propuesto y el contenido literal aclaratorio del mismo.

Para realizar la codificación hemos utilizado el “eCIEmaps”: Aplicación de consulta de las

Clasificaciones Internacionales de Enfermedades”, herramienta disponible en el Ministerio de

Sanidad como ayuda a los profesionales sanitarios y personal de los servicios de codificación 5.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El 59,45% de nuestra muestra eran del sexo femenino y el 40,49% masculino. Con edades

comprendidas entre los 3 meses y 103 años y una media de 46,79 años.

Las HC valoradas nos han permitido recoger un total de 2.135 diagnósticos, puesto que hay

pacientes que presentaban más de un diagnóstico. Una vez agrupados identificamos 329

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113

diagnósticos distintos. En el Servicio de Biomecánica y Ortopodología un 36,78% de la muestra

estudiada, son compatibles con los de la CIE 10 ES (han sido catalogados como D). Un 45,98%

(clasificados como P), quedando el 17,24% de los cumplimentados restante sin clasificar o

codificar.

No podemos realizar comparativas con otros autores en nuestro ámbito, pues no hemos

encontrado ninguna similar, sin embargo en relación con estudios previos similares realizados

por nosotros en anteriores trabajos, tenemos que Álvarez V. en su tesis doctoral del año 2015 6

obtuvo: 26,4% D, 64,2% P, 9,4% SC. Mientras que Mahillo R., en su tesis doctoral 2011 1

obtuvo: 56% D, 34% P, 10% SC.

Los porcentajes más bajos de diagnósticos codificados se han dado en el Servicio de

Biomecánica y Ortopodología, seguido por el Servicio de Cirugía mientras el que mejores

porcentajes presenta es el Servicio de Podología General (Gráfico 1).

Gráfico 1. Comparativa diagnósticos codificados por servicios.

Estos resultados se deben, según nuestra experiencia, a que los servicios más especializados

utilizan una terminología con descripciones más profundas y detalladas de las patologías,

características y localización de los problemas que afectan a los pacientes, que produce en

ocasiones que no sea suficiente con los distintos niveles de clasificaciones y subclasificaciones

utilizados en los sistemas de codificación existentes y estos precisen de mayor granularidad,

para recoger el nivel de detalle que demandan los profesionales dedicados al estudio de áreas

o zonas muy concretas del organismo. Esta circunstancia ocurre por ejemplo en la

Odontoestomatología 7 que ha ido desarrollando a partir de la CIE un sistema adaptado a sus

necesidades.

Con nuestra investigación realizamos una prospectiva en la que pretendemos crear las bases

para la adaptación de la terminología podológica clínica habitual a un sistema de codificación

clínica reconocido, homologado e internacional, que debe permitir entre otras consideraciones

unificar la diversidad de diagnósticos empleados actualmente en Podología.

0,00%

10,00%

20,00%

30,00%

40,00%

50,00%

60,00%

D P SC

Comparativad diagnósticos codificados por servicios

% Pod. General % Ortopodología % Cirugia

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114

Las dificultades encontradas han sido fundamentalmente:

No disponer de protocolos y guías clínicas, que unifiquen los procedimientos y puedan servir

de referencia.

El desconocimiento por parte de muchos de los profesionales “autores” de las HC, de los

sistemas de codificación habituales, circunstancia que condiciona los resultados y la valoración

realizada.

A nuestro favor, ser el método más utilizado y el hecho reconocido por los autores consultados 8, de que las codificaciones realizadas por un número reducido de personas, como es nuestro

caso, tienen mayor consistencia.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y otras consideraciones, si queremos

seguir avanzando en esta línea de trabajo proponemos:

Realizar actividades formativas específicas para fomentar el conocimiento y uso del CIE, su

aplicación y posibilidades, entre los usuarios habituales de la HC. Exportar la experiencia y

fomentar su traslado al colectivo profesional.

Desarrollar herramientas informáticas unidas al desarrollo de la HC electrónica, que

faciliten/simplifiquen esta tarea.

Posibilitar la recogida de más diagnósticos, que completen y conformen el conjunto de

“diagnósticos podológicos” y crear grupos de trabajo para el fomento de la investigación en

este sentido, que puedan formalizar propuestas concretas sobre la codificación de los

diagnósticos, incluidas aquellas que contemplen elevar a los organismos pertinentes la

creación de un CIE- POD , específico para Podología y Podiatría. Donde al igual que ocurre con

la Odontoestomatología 7 y otras especialidades sanitarias, podamos como expertos del pie

aportar a la comunidad científica nuestros conocimientos más especializados y detallados

sobre la realidad patológica y diagnóstica del pie y sus consecuencias.

CONCLUSIONES

Los Diagnósticos más frecuentes en el Servicio de Biomecánica y Ortopodología son: pie cavo-

valgo (11,81%), pie plano-valgo (9,32%), pie valgo (7,52%), pie cavo (6,49%), Fascitis plantar

(5,16%).

Los Diagnósticos codificables, en la CIE 10 ES, en el servicio de Biomecánica y Ortopodología

son el 36,57%.

Los servicios más especializados, el de Biomecánica y Ortopodología entre ellos, utilizan

conceptos diagnósticos, terminología y detalles sobre la realidad patológica del pie y sus

consecuencias más difícilmente codificables en la CIE 10 ES, debido a su alto nivel de detalle.

Como expertos del pie debemos aportar a la comunidad científica nuestros conocimientos

especializados y elevar a los organismos pertinentes la propuesta de una CIE 10 POD para

Podología y Podiatría.

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116

ANÁLISIS CINEMÁTICO DEL PIE CON VIDEOGRAFÍA A CÁMARA LENTA:

PARÁMETROS ANGULARES ESPACIO-TEMPORALES

Isidoro Espinosa Moyano

El análisis dinámico directo (a simple vista) requiere de una capacitación extraordinaria ya que

la fase de apoyo del pie durante el paso es muy corta (aproximadamente 600 ms). Aun con

esas habilidades, el podólogo solo puede estimar cualitativamente ciertos gestos. Mediante la

videografía de alta frecuencia (cámara lenta) y empleando encuadres ortofotográficos se

pueden obtener mediciones angulares precisas y tiempos bastante exactos de los momentos

clave, como son el contacto de talón, el del antepié y el del despegue de talón, desde tres

puntos de vista esenciales: posterior, lateral y anterior. Si se combinan diferentes datos

obtenidos de imágenes bidimensionales se puede obtener datos tridimensionales, usando

determinados equipos de consumo de bajo coste. Para que estos resultados sean rigurosos, se

deben aplicar unas sencillas reglas de ortofotografía. La información dinámica es de gran valor

clínico y a bajo coste. En este trabajo se pretende mostrar de manera sintética y práctica tanto

las condiciones de videograbación como los parámetros a analizar.

INTRODUCCIÓN Y MARCO TEÓRICO

El diagnóstico por imagen es una característica de la medicina altamente tecnificada. Los

mayores logros ha sido la visión de estructuras y órganos internos, (Radiografía, TAC, RNM,

ecografía, etc), pero en campos como la Dermatología, la Odontología tiene un amplio uso la

imagen de la superficie externa. Igual ocurre en lo relacionado con el aparato locomotor

(Reumatología, Traumatología) en la que se incluye la ortopedia. La imagen fija en estos casos

se conoce como Fotografía Clínica, y tiene que cumplir determinadas reglas para que sea

clínicamente válida (1).

Básicamente consiste en obtener ortofotografías, en la que se pretende la mayor fiabilidad

posible del objeto real con su imagen, sea esta del mismo tamaño o a escala (2) . Las dos

utilidades principales en Podología son la obtención de documentos gráficos para observar la

evolución de un proceso (ulceras, cirugía) o la valoración angular de posiciones o movimientos.

De la Fotografía Clínica deriva la Videografía Clínica, que aplicada a la Biomecánica, y partiendo

de imágenes ortogonales (con las menos distorsiones posibles) pueden proporcionar datos

fiables tanto espaciales (sobre todo movimientos angulares) y temporales (calculados en

fracciones de pocos milisegundos) (3) . Para ello se congelan y analizan imágenes en los

momentos clave, obteniendo datos cuantitativos. Combinando además estos datos

bidimensionales se pueden obtener datos tridimensionales a partir de imágenes obtenidas con

equipos de consumo, de bajo coste económico. Un instrumento valioso es la posibilidad de

analizar las fotos mediante programas informáticos que proporcionan valores angulares

(fotografía, videografía) y temporales (videografía) con gran exactitud.

En el ámbito deportivo, biomecánico, y podológico se han usado con frecuencia imágenes fijas

y videográficas que no reúnen estas características, y que cuando pretenden ser analizadas

llevan a inexactitudes, a veces de bastante calado.

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117

La mayor fuente de perdida de fiabilidad de las imágenes es la incorrecta colocación de la

cámara respecto al elemento a fotografiar. El eje de la cámara debe representar una línea

perpendicular al centro del plano de movimiento o posición que se va a analizar (4).

La segunda causa de alteraciones son las distorsiones debidas a una distancia focal

inadecuada. A efectos prácticos, para la Fotografía Clínica en Podología, cuanto más efecto de

gran angular (cámaras de teléfonos móviles o minicámaras deportivas) mayor distorsión habrá.

Cuanto más efecto de teleobjetivo, menor distorsión. Esto es válido para Fotografía y para

Videografía (5).

La tercera causa de dificultades son la calidad de la imagen, relacionada con el encuadre, el

enfoque, la estabilidad y la iluminación, a la que se añade el número de imágenes por segundo

en la videografía.

Un ejemplo de buen uso es el de Nix et al (6) , que demuestran que una ortofotografía dorsal en

casos de hallux valgus sustituye con fiabilidad a la radiografía dorsoplantar con fines

quirúrgicos. Los valores angulares obtenidos no presentan diferencias significativas. También,

aplicado a la Ortopedia Traumatológica, Donndorff et al (7) dan indicaciones precisas de cómo

obtener fotos clínicamente válidas de los segmentos corporales.

Es fundamental situar estas exploraciones como pruebas complementarias en el marco del

Método Clínico Podológico, adaptado a la tipología de paciente en estudio. Es la única manera

en que el Podólogo puede alcanzar las cotas de reconocimiento profesional que tienen el resto

de las especialidades médicas.

Por el amplio uso que se hace de imágenes directas en la práctica clínica, facilitado por la

calidad de equipos de consumo de bajo presupuesto, y por la necesidad de que los datos

obtenidos sean rigurosos, es necesario sentar las bases mínimas del manejo correcto de estas

pruebas.

OBJETIVO

Sentar las bases mínimas de la Fotografía Clínica y la Videografía Clínica, centradas en el

ámbito de la Podología, tanto en su vertiente biomecánica como deportiva.

METODOLOGÍA

Este trabajo es fruto de una línea de investigación sobre el tema, materializada en una tesis

doctoral. A partir del análisis de la información obtenida de las disciplinas comentadas

anteriormente se diseñó y llevó a cabo un programa de investigación para determinar las

condiciones adecuadas de uso de equipos fotográficos y videográficos (que generalmente son

los mismos). Está centrado en el ámbito podológico.

RESULTADOS

Detallaremos las características necesarias de la cámara (que en gran parte son comunes en la

fotografía y en la videografía), después las condiciones de uso en fotografía, que en gran parte

son comunes a las de videografía y, por último las del análisis videográfico. Las cámaras de

teléfonos móviles y y minivideocámaras deportivas no las reúnen normalmente.

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118

Características de los equipos

Características específicas de la cámara fotográfica: además de las habituales en una

cámara de gama media se requiere (9):

a. Resolución suficiente.

b. Visor o pantalla eficaz.

c. Enfoque manual.

d. Óptica con teleobjetivo o zum (30º)

e. Control de balance de blanco.

Características específicas de la cámara videográfica: además de las habituales en una cámara

de gama media y las detalladas en el punto 1, se requiere:

a. Buen sistema de soporte estático (pequeño trípode)

b. Captación de al menos 200 fotogramas por segundo.

c. Objetivo de alta luminosidad. En su defecto, contar con buena iluminación en el

escenario de la prueba.

Condiciones para la obtención de fotos clínicas:

1. Para el seguimiento de lesiones y valoración de resultados.

a. Hacer balance de blanco (para que los colores de diferentes fotos sean equivalentes y

se pueda valorar el estado de la piel.

b. Tomar todas las imágenes perpendicularmente al centro de la superficie estudiada,

siempre con el mismo encuadre, a la misma distancia y con el mismo ángulo de

objetivo, en posición de tele corto (70º).

c. Establecer un encuadre en el que se vea claramente la zona de interés.

d. Obtener enfoque, iluminación y estabilidad idóneas.

Para la valoración de posiciones y movimientos (para medir ángulos).

a. En general, se debe disponer de un explorador y un fotógrafo

b. Colocar previamente referencias, pintadas o pegadas, en los elementos corporales a

estudiar: p.e. bisección de la cara posterior de la pierna o del calcáneo.

c. Tomar todas las imágenes perpendicularmente al centro del plano de movimiento o

posición estudiados.

d. Encuadrar para que se vea la zona a estudiar y una pequeña parte de la periférica.

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119

e. En caso necesitar referencias externas (suelo, camilla) estas tiene que cumplir las

reglas de ortogonalidad: permanecer paralelas a los lados del encuadre.

f. Si la cámara está apoyada en el suelo, en general estará nivelada en horizontal y en

vertical.

g. Obtener enfoque, iluminación y estabilidad correctos.

Condiciones para análisis videográfico: valoración de momentos clave en dinámica y

establecimiento de tiempos (10).

a. Cumplir todas las indicciones para la fotografía para la valoración de posiciones y

movimientos: perpendicularidad, ortogonalidad, encuadre, etc.

b. Colocar el zum en 30º aproximadamente, alejándose al menos 2.5 metros.

c. Cuidar especialmente la horizontalidad y altura de la cámara.

d. Enfocar de manera muy precisa, sobre una trama fina como un papel cuadriculado o

un peine, p.e.

e. Iluminar de manera potente.

f. Grabar a un mínimo de 200 fotogramas por segundo.

Parámetros obtenidos (11):

Para el seguimiento de lesiones y valoración de resultados en Fotografía Clínica.

a. Estadios de úlceras plantares.

b. Ángulo metatarso-falángico en hallux valgus (antes y después de la intervención).

c. Corrección metatarso-digital en dedos menores.

Fotografía Clínica: valoración de posiciones y movimientos (medir ángulos).

a. Ángulo de la pierna.

b. Posición relajada de calcáneo en apoyo, posición neutra del calcáneo en apoyo.

c. Caída del escafoides.

d. Flexión- extensión del tobillo.

e. Ángulo de antepié equino (parámetro nuevo)

f. Eversión-inversión de la articulación subtalar.

g. Posición neutra de la articulación subtalar.

h. Inversión/eversión del conjunto articular mediotarsiano.

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i. Angulo de bloqueo en máxima pronación del conjunto articular mediotarsiano.

j. Plantar/dorsal flexión del primer radio.

k. Plantar/dorsal flexión de la primera articulación metatarsofalángica.

l. Hiperextensión de la articulación interfalángica del primer dedo (parámetro nuevo).

Videografía Clínica: valoración de momentos clave (contacto de calcáneo, inicio de contacto de

antepié (opcional), final de contacto de antepié, despegue de talón) en dinámica y

establecimiento de tiempos.

a. Ángulo pierna suelo en plano frontal.

b. Ángulo calcáneo suelo en plano frontal.

c. Ángulo dinámico de tobillo (pierna/pie) en plano sagital (nuevo parámetro).

d. Ángulo dinámico pierna/suelo en plano sagital (nuevo parámetro).

e. Ángulo dinámico antepié equino.

f. Ángulo dinámico cara posterior calcáneo/suelo en plano sagital (nuevo, solo de

interés para obtener datos tridimensionales).

g. Gesto rotacional de la pierna.

h. Caída del escafoides en dinámica.

i. Ángulo dinámico del antepié (parámetro nuevo).

j. Los parámetros a,b,c,d y f se mide al menos en tres momentos clave: contacto de

talón, apoyo completo de antepié y despegue de talón.

k. Valoración de tiempos: tiempo periodos de contacto, de apoyo medio, propulsivo

y total; cada fotograma equivale a una cantidad de milisegundos en función de los

fotogramas por segundo de la grabación (si son 200 fps, equivale a 5 ms).

Descripción de parámetros nuevos

a. Ángulo de antepié equino: desde una visión lateral (plano sagital) el formado por la

cara plantar del talón y la cara plantar del metatarsiano, estando este a la altura de los

demás metatarsianos.

b. Hiperextensión de la articulación interfalángica del primer dedo: el formado entre la

primera y la segunda falange por su cara medial cuando presenta hiperextensión

anómala.

c. Ángulo dinámico de tobillo (pierna/pie) en plano sagital: el formado por la bisección

de la cara lateral de la pierna y la cara plantar del talón, desde una visión lateral.

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d. Ángulo dinámico pierna/suelo en plano sagital: formado por la bisección lateral de la

pierna y el suelo, desde una visión lateral.

e. Ángulo dinámico del antepié: se mide en el plano frontal desde una visión anterior; es

el resultado de medir dos ángulo; en ambos las referencias son la línea que une la

bisección de la caras medial y lateral de 1º y 5º AMF respectivamente y el suelo; el

primer ángulo se mide en el primer contacto de antepié, y el segundo, una vez el

antepié ha contactado totalmente con el suelo. Al primero se le resta el segundo;

puede ser negativo.

CONCLUSIÓN

Tanto la Fotografía Clínica como la Videografía Clínica ofrece grandes posibilidades en el

diagnóstico de los procesos podológicos con bajo coste y alta fiabilidad si se realizan

CORRECTAMENTE.

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ANÁLISIS BIOMECÁNICO DEL DESCENSO DEL EJE DE CONTACTO PARA

PERCUSIÒN DE LA LÍNEA DE DEFENSA EN JUGADORES DE RUGBY

Yolanda Torres Pérez

Harold Rodrigo Ortega Mogollon

INTRODUCCIÓN

En este artículo se presenta inicialmente un breve marco teórico que contextualiza al lector

sobre el Rugby y sobre los estudios biomecánicos que se han venido desarrollando en

diferentes investigaciones, posteriormente se hace una descripción de la investigación que se

realizó mediante la técnica de fotogrametría vídeo sobre la biomecánica del descenso del eje

de contacto para percusión de la línea de defensa en jugadores de Rugby y finalmente se

presenta el uso de este estudio y sus posibles ventajas o aplicaciones.

MARCO TEÓRICO

El Rugby es un deporte cuyo objetivo es trasladar la pelota a la línea de goal (línea de meta) del

equipo contrario, y apoyarla en el piso para marcar puntos. Aunque aparentemente este

último objetivo puede parecer muy sencillo, no lo es; el avance a la línea de meta contraria, se

debe hacer pasando la pelota hacia atrás o pateándola hacia delante, en este último caso el

jugador del mismo equipo que quiera participar en la jugada, debe haber salido más atrás que

el jugador que realizó la acción. Esta particularidad del deporte hace que jugar individualmente

sea casi imposible, por lo tanto, para cumplir el objetivo se debe tener un gran trabajo en

equipo, es decir, la cooperación debe ser máxima entre los jugadores del equipo, tanto para

llevar la pelota a la línea de gol, como en el caso de defensa para oponerse al avance del

equipo contrario[2].

Dentro de esas acciones de juego se encuentra la de romper en cualquier punto una línea de

defensa contraria conformada por varios jugadores que se ubican a lo ancho de la cancha para

bloquear al jugador del equipo contrario portador de la pelota (esto se conoce también como

percusión); En este punto, se dice que para avanzar y favorecer los objetivos del ataque, el

portador de la pelota debe tomar la mejor decisión teniendo en consideración el

planteamiento defensivo de los adversarios y de la ubicación de sus compañeros; en el cual

este jugador podrá realizar diferentes movimientos entre ellos avanzar para buscar embestir

en caso que sea necesario, ya sea para continuar avanzando o para generar una nueva fase de

movimiento [3-4].

El propósito del portador de la pelota es avanzar hacia la zona de goal contraria y anotar un try

(anotación con cinco puntos). Para romper esa línea de defensa contraria se necesita que el

jugador portador de la pelota descienda su centro de gravedad para llegar lo más bajo posible

al eje de contacto, que le permita traspasar la defensa y a su vez ganar la línea de ventaja del

equipo defensor, sin embargo hay varios factores no detectables a simple vista, que no

permiten un adecuado descenso.

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123

Los hermanos Martínez definen la biomecánica como una disciplina que estudia el movimiento

del cuerpo en sus diferentes circunstancias; es decir, esta ciencia trata de analizar la actividad

del ser humano y la respuesta que tiene nuestro organismo ante esto [5]. Para los profesores

del Área de Educación Física de la Universidad Miguel Hernández de la ciudad de Elche en

España, la fotogrametría es una técnica que emplea el video para obtener variables

cinemáticas del movimiento de los deportistas; tales como: distancias de desplazamiento,

trayectorias de puntos anatómicos, ángulos articulares, velocidades y aceleraciones [6].

Ahora bien, si se revisan los antecedentes de estudios biomecánicos del Rugby, se pueden

encontrar algunos estudios de índole investigativo en los cuales se ha realizado el análisis de

ejecución y eficiencia algunos movimientos técnicos de esta disciplina. A continuación, se

presentan los más relevantes y afines con la investigación realizada:

Morgan y Herrington (2.013) estudiaron el efecto de abordar el sentido del posicionamiento

de la articulación del hombro al momento de realizar el tackle, analizado en 19 jugadores

semi-profesionales masculinos de Rugby en Manchester-Inglaterra [7]. Piscione y Garnet

(2.006) realizaron el estudio biomecánico y electromiográfico individual de las habilidades en

el scrum del jugador de primera línea tanto de la categoría Menores de 21 años como

universitarios, y sus efectos en el nivel del juego del Rugby en Francia [8]. Chung, Fung y

Macfarlane (2.016) estudiaron la determinación de la estrategia de control postural específico

del deporte y el desempeño del equilibrio de 45 jugadores de Rugby Amateur y 41 personas

físicamente activas pero no entrenadas constantemente en Hong Kong [9]. Estos estudios han

sido realizados mediante dispositivos electrónicos para análisis biomecánicos o del

comportamiento del gesto deportivo. Por otro lado, Andrew Green et al. (2016), estudiaron la

compensación entre distancia y precisión en el pateo, a través de la determinación de

variables cinemáticas de pateo en el contacto de bola en 12 jugadores de rugby universitarios

de la University of the Witwatersrand, South Africa [10]. Milburn PD estudio

biomecanicamente los aspectos técnicos y de seguridad del scrum en jugadores del Rugby [11]

. Cazzola, D., Preatoni, E., Stokes, K., England, M. H. and Trewartha, G., (2013) estudiaron la

biomecánica del scrummaging en el Rugby, realizaron un análisis cinemático y cinético en las

condiciones de combate para determinar la estabilidad de los jugadores su capacidad en

primera fila para utilizar su fuerza para transmitir la fuerza a sus oponentes, así como el

empuje de los jugadores de segunda fila y fila trasera en el scrum.

Aunque se han realizado estos estudios y otros más, no se han encontrado estudios aplicados

a caracterizar el descenso del eje de contacto para percusión de la línea de defensa contraria,

punto que es muy importante durante esta disciplina y que de llegar a mejorarse la eficiencia

de la percusión de jugadores de Rugby, es una gran ventaja competitiva para el equipo.

DISCUSIÓN

En las prácticas, la mayoría de equipos de Rugby de países en vía de desarrollo no cuentan con

laboratorios de análisis de movimiento, instrumentos de medición en tiempo real, dispositivos

biomecánicos, etc., que le permitan a entrenadores y deportistas realizar evaluaciones

cuantitativas de su gesto deportivo.

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En la actualidad, el trabajo de repetición mediante ejercicios metodológicos es importante

para el mejoramiento de las habilidades técnicas y tácticas de un jugador en su práctica

deportiva. Sin embargo, en la mayoría de casos resulta ser insuficiente la apreciación visual,

debido a que la observación inmediata y parcial por parte del entrenador no le permite

analizar y corregir de manera detallada y efectiva la técnica de ejecución de los movimientos

de los deportistas y mucho menos le permite tener físicamente información de cada una de las

ejecuciones de los movimientos realizados por el jugador, para poder observar sus variaciones.

Para analizar biomecánicamente de una forma cualitativa y cuantitativa el descenso del eje de

contacto para percusión de la línea de defensa en jugadores de Rugby, es necesario realizar

una serie de pruebas experimentales en campo. Por lo anterior, se escogieron estudiantes que

pertenecen al equipo deportivo de Rugby de la Universidad Santo Tomás seccional Tunja

(Boyacá - Colombia), a los cuales se les realizó una valoración antropométrica, goniométrica y

física; luego se les programó una serie de rutinas en campo en donde, realizaron varias

pruebas que consistieron en romper una línea de defensa para buscar tomar ventaja en esta

situación, a este movimiento se le conoce como percusión.

A los deportistas se les colocaron unos marcadores en los siguientes puntos anatómicos:

articulación temporomandibular, articulación glenohumeral, articulación humeroradial,

articulación cubitocarpiana, gran trocánter, articulación femorotibial (lateral externa), cóndilo

peroneo distal, en talón y en la articulación tarsometatarsiana, del lado derecho. Luego se les

pidió que realizaran un calentamiento y una simulación de percusiones en el campo.

Para el procedimiento oficial, se realizó una trayectoria de 10 metros, donde al final se

encontraban dos cojines de percusión con una altura de 1 m sostenidos por una persona (cada

uno), las cuales mostraban una simulación de una línea de defensa. El jugador recibía el balón

a la mitad del trayecto, y este debía traspasar por medio de los dos cojines, adoptando una

posición de contacto (ver Fig. 1).

Fig. 1 Ejecución de percusión en prueba de campo [Autores]

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Estas pruebas fueron registradas mediante un protocolo de videometría con una cámara de

alta velocidad (500fps) marca StreamView, que se ubicó a 11 m del plano sagital de avance del

deportista. Se le pidió varias veces al deportista simular lo más natural posible una percusión y

luego se procesaron los videos, a través del software Kinovea versión 8.24., para obtener

cualitativa y cuantitativamente las trayectorias y ángulos de los puntos de interés, así como las

posiciones y ángulos de impacto específicos de los deportistas durante toda la ejecución del

descenso y la percusión (ver Fig.2).

Fig. 2 Trayectorias y ángulos de percusión de un deportista de Rugby [Autores]

Además, puede obtener información de diferentes variaciones de la técnica; por ejemplo

puede evaluar la biocinemática, trayectorias y ángulos de descenso y percusión del deportista

cuando recibe el balón luego de una activación de jugada (Fig.3a), cuando recibe el balón

desde un pase de piso (Fig.3b), o cuando el jugador recibe el balón mediante un pase aéreo de

un compañero (Fig.3c). También puede ver las curvas y ángulos de los deportistas no solo por

cada prueba, sino varias pruebas a la vez (Fig. 4a yb).

a. Activación b. Pase desde piso c. Pase de compañero

Fig. 3 Múltiples análisis de la percusión según el tipo de pase de balón

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Lo anterior, le permite al entrenador ver el movimiento del deportista al inicio de la práctica y

en cada una de las ejecuciones intervenidas, lo cual le permite determinar qué intervención

tuvo mejor efecto en el desempeño del deportista y puede evaluar (medir) cuantitativamente

cuánto mejoró en el descenso y en el ángulo de percusión de la línea de defensa. En la Fig. 4a y

b, se puede observar cómo un deportista sin análisis biomecánico previo tiene ángulo de

percusión de 117° entre dorso y muslo y luego de hacer un análisis por fotogrametría (o

videometría) y algunos correctivos (intervención) en su técnica, indicados por el entrenador, se

tiene un ángulo de percusión de 92°, con lo cual se redujo 25°. Esta mejoramiento en la

ejecución del descenso y del ángulo de contacto permite hacer más eficiente la ruptura de

defensa en el juego y avanzar mucho más en la cancha, generando una ventaja competitiva

significativa.

a. b.

Fig. 4 Mejoramiento de los ángulos en percusión en deportista de Rugby a. Antes de

intervención b. Después de una primera intervención

Después de procesar cada uno de los videos en el software Kinovea versión 8.24, el entrenador

analizó y evalúo (cualitativa y cuantitativamente) la información registrada en los videos, las

curvas de trayectorias, de ángulos de interés para poder determinar posibles intervenciones

que corrijan las fallas en la técnica y eficiencia de la percusión de los deportistas de Rugby

mediante entrenamientos dirigidos y focalizados.

Posteriormente, el entrenador se puede reunir con cada uno de los jugadores o con varios

jugadores de la misma posición de juego y les presenta los videos con trayectorias y ángulos de

ejecución de la técnica de percusión para que por un lado, ellos mismos tengan la posibilidad

de verse en ejecución, autoevaluarse y analizar sus fallas y cosas por mejorar y por otro lado

de la mano del entrenador acuerden la intervención que se va a realizar para que se tenga una

percusión más efectiva en el campo de juego durante una competencia.

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Mediante este tipo de estudios biomecánicos apoyados con técnicas como la fotogrametría se

le apoya a los entrenadores y se les provee información confiable cualitativa y cuantitativa

para que puedan diseñar planes de entrenamiento, intervenciones dirigidas, estrategias

metodologicas, entre otras cosas, para hacer más eficiente su técnica en competencia.

La información biomecánica puede proporcionar bases sistemáticas para modificar las técnicas

existentes y evaluar las capacidades físicas necesarias para jugar de manera eficiente y segura

en el suero. Esto mejorará el rendimiento de las habilidades del juego y minimizará el potencial

de lesión.

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CINEANTROPOMETRÍA. USO DE ÍNDICES ANTROPOMÉTRICOS EN EL

ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO HUMANO

Daniel Jonathan Navas Harrison

INTRODUCCIÓN

La antropometría es una ciencia que consiste en la medición, mediante técnicas no invasivas,

de las variaciones de las dimensiones físicas y la composición del cuerpo humano según la

edad y los distintos grados de nutrición. Todas estas mediciones obtenidas en estática influyen

en notablemente en la cinemática del cuerpo, de ahí que también se le conozca a esta ciencia

como; Cineantropometría(1–6).

Sus orígenes datan del Antiguo Egipto, cuyos habitantes la empleaban para dotar de un mayor

realismo a sus representaciones artísticas del cuerpo humano(7–9). Con el transcurso de los

años, esta ciencia ha ido ganando peso entre los métodos para el análisis de los múltiples

factores que influyen en el rendimiento deportivo(10), gracias en parte a los trabajos realizados

por figuras tan importantes como Policleto de Argos, Vitrubio, Alberto Durero y Leonardo Da

Vinci(8,9). Ya que todos ellos demostraron de un modo u otro que existe una relación entre el

desarrollo físico, la constitución corporal y el rendimiento deportivo(2).

Su aplicación en el análisis biomecánico está en auge en las últimas décadas, especialmente en

países como China y Japón, con el fin de mejorar el rendimiento deportivo y facilitar los

procesos de selección de atletas según sus aptitudes físicas, aunque nunca debemos olvidar las

actitudes individuales(10).

El fin de esta investigación es aclarar la utilidad de esta ciencia para definir las cualidades de un

individuo y establecer si este tuviera una predisposición anatómica para la práctica de un

determinado deporte u otro. Para ello se han tomado datos de 350 individuos, con un rango

de edad entre 18 y 35 años, y con todo tipo de actividades físicas; desde vida sedentaria hasta

deportes tan diversos como el running, fútbol, baloncesto, volleyball, etc.

MARCO TEÓRICO

El término antropometría tiene origen griego; anthropos (hombre) y metrikos (medida), por lo

tanto es la ciencia que estudia las diferentes medidas y composiciones del cuerpo humano

según la edad y los distintos grados de nutrición, con el fin de establecer diferencias entre los

distintos individuos, razas, etnias, etc. (1–4), lo cual resulta bastante útil para diversos campos

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130

como son; el diseño industrial, el diseño textil, la arquitectura y sobre todo el estudio

biomecánico, que es el que más nos interesa en el presenta trabajo(5,6,10).

A pesar de que dicho término es de origen griego, los primeros interesados en conocer y

comprender las distintas medidas y proporciones del cuerpo fueron los habitantes del Antiguo

Egipto (3150 a.C. – 31 a.C.), quienes desarrollaron el concepto del canon(7–9), el cual hace

referencia a las proporciones ideales del cuerpo humano. Los egipcios no plasmaron este

concepto por escrito, pero al observar su arte se puede comprobar que sí que lo llevaron a

cabo en sus múltiples representaciones escultóricas, tomando como referencia el puño, de

modo que los cuerpos humanos debían tener de alto unas 19 veces el tamaño del puño

cerrado (figura 1) (8,9).

En la Antigua Grecia (1200 a.C. – 350 a.C.) si se plasmó por escrito el concepto de canon,

aunque por desgracia a día de hoy no se conserva ningún ejemplar de dicho escrito. Fue el

escultor; Policleto de Argos (480 a.C. – 420 a.C.), el primero en escribir sobre ello en su obra; El

Kanon, donde estableció que la altura perfecta del cuerpo es aproximadamente a 7 veces el

tamaño de la cabeza. Un siglo después se modifico levemente esta idea (figura 1) y se paso a

considerar que la altura perfecta correspondía a 7’5 veces el tamaño de la cabeza, siendo los

artistas Lisipo (370 a.C. – 318 a.C.), Escopas (380 a.C. – 330 a.C.) y Praxiteles (400 a.C. – 320

a.C.) los principales impulsores de este cambio(8,9).

Figura 1. Canon del Antiguo Egipto vs. Canon de la Antigua Grecia(8)

Actualmente la obra literaria más antigua que se conserva con respecto a los distintos tipos de

canon humano es; De architectura, tratada escrito en el siglo I a.C. por el arquitecto, escritor e

ingeniero; Marco Vitruvio, quien para muchos historiados sentó las bases de la arquitectura

Renacentista.

En cuanto a la antropometría moderna(7) fue el artista renacentista de origen alemán; Alberto

Durero (1471 d.C. – 1528 d.C.), uno de los primeros en diferenciar hasta 5 somatotipos

diferentes (Figura 2).

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131

Figura 2. Estudio de las proporciones del cuerpo femenino de Durero (1528 d.C.) (7)

Con el paso de los años se comenzaron a aplicar métodos matemáticos-estadísticos para

valorar la composición corporal según la masa magra, la masa muscular, la masa ósea y la

masa residual(2,11). Esto ha acabado propiciando que la cineantropometría pase a ser una rama

científica de la Biomedicina, pudiendo resumir sus campos de investigación en(2,10):

– Caracterización somática de los atletas dependiendo de la modalidad deportiva que

practiquen, tratando de establecer la influencia mutua entre la constitución corporal y su

rendimiento deportivo.

– Evaluación de la aptitud de niños y jóvenes para deportes específicos, a partir de su estado

de desarrollo físico y su pronóstico, como uno de los elementos de selección en distintos

niveles del deporte de alto rendimiento.

– Fundamentación de ajustes en los diversos reglamentos deportivos, diseño de

equipamientos deportivos y proyectos de construcción de instalaciones.

– Estudio de la influencia de los planes y programas de educación física sobre el desarrollo

somático de la población participante.

OBJETIVOS

Los objetivos de este estudio son los siguientes:

1) Analizar el concepto histórico de la antropometría y la cineantropometría.

2) Calcular los índices antropométricos de una población de entre 16 y 35 años,

distinguiendo entre los deportistas y los no deportistas, con el fin de analizar si existen

diferencias entre los distintos tipos de población.

3) Integrar y valorar estas medidas para interpretar la normalidad o la desviación de la

misma en referencia al tipo de actividad física que realiza cada sujeto.

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RESULTADOS

Se analizaron a 390 individuos (N=390) con edades comprendidas entre los 16 y los 35 años,

distinguiendo entre los deportistas y los no deportistas, teniendo en cuenta además la variable

sexo y modalidad deportiva que practican (gráfica 1).

Gráfica 1. Porcentaje de las distintas modalidades deportivas registradas

Durante el estudio se obtuvieron varios resultados interesantes, entre los cuales destacamos

los siguientes:

– Existen grandes diferencias porcentuales entre el número de hombres deportistas (67,89%) y

el de mujeres deportistas (32,11%).

– Existen diferencias de los datos antropométricos según las distintas modalidades deportivas

recogidas en este estudio.

– Existen diferencias significativas entre las distintas mediciones recomendadas por la

International Society for the Advancement of Kinanthropometry para valorar la

cineantropometría en las distintas modalidades deportivas recogidas.

DISCUSIÓN

El objetivo de este estudio fue el de valorar la normalidad de los índices antropométricos o la

desviación de la misma, en una población de 390 sujetos con edades comprendidas entre los

16 y los 35 años, haciendo distinciones según la actividad física que realizan con mayor

frecuencia.

La International Society for the Advancement of Kinanthropometry recoge multitud de índices

antropométricos que podemos recoger, pero al igual que otros autores como Acero

Jáuregui(12–14) consideramos que para conocer la biomecánica de cada individuo es suficiente

con calcular:

– Índice de Masa Corporal

– Índice Ponderal

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– Índice Córmico

– Índice Relativo de los Miembros Inferiores

– Porcentaje de Grasa Corporal

– Porcentaje de Masa Muscular.

– Porcentaje de Masa Ósea.

– Porcentaje de Masa Residual.

La idea es que dependiendo del somatotipo de cada individuo, este tenga una cierta ventaja

natural para la práctica de algún deporte en concreto está siendo muy estudiada desde hace

años en países como China y Japón para la elección de atletas a edades muy tempranas, para

de este modo reconocer de manera prematura futuros talentos y así potenciarlos para que

alcancen su máximo rendimiento lo antes posible(2). Prueba de ello es que en los Juegos

Olímpicos celebrados en Londres en el año 2012; China y Japón obtuvieron hasta 38 medallas,

cuando históricamente nunca habían destacado demasiado en esta clase de evento deportivo.

En nuestro país a esta ciencia aún le queda mucho por recorrer, pero poco a poco va

aumentando la aplicación de los índices antropométricos en la captación de jóvenes talentos

en las distintas modalidades deportivas.

Debido a todo lo mencionado anteriormente se realizó dicho estudio de investigación con el

fin de valorar si estas medidas antropométricas pueden influir realmente o no en el

rendimiento deportivo.

CONCLUSIONES

Las conclusiones finales de este estudio fueron las siguientes:

1) La cineantropometría demuestra que existe una relación entre los valores obtenidos

en estática con la cinemática global del cuerpo, mostrando valores que permiten

diferenciar entre los distintos tipos de deportes según los índices analizados y

relacionar cual es más saludable y efectivo en cada caso.

2) La cineantropometría puede resultar una herramienta útil en la selección de

deportistas para potenciar sus cualidades naturales antropométricas, sin olvidar la

importancia de la actitud personal.

3) Existen diferencias entre los distintos valores cineantropométricos según la variable

sexo y el deporte practicado en cada caso.

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SÍNDROME DOLOROSO PATELOFEMORAL Y PRONACIÓN DEL PIE

Laura Pérez García

José M. Castillo-López

INTRODUCCIÓN

El dolor en la parte anterior de la rodilla o dolor patelofemoral es una de las causas más

comunes de consulta, y cuando se habla de éste se hace referencia a un síntoma y no a un

diagnóstico, ya que hay una gama muy amplia de posibles causas y alteraciones. De ahí que el

término correcto sea “Síndrome doloroso patelofemoral” (en adelante, SDPF), debido a que se

trata de un conjunto de signos y síntomas que puede tener diversas etiologías(1) .

Es una patología caracterizada por dolor anterior, posterior y/o alrededores de la rodilla (2, 3).

Tiene un comienzo difuso de los síntomas sin traumatismo aparente y se relaciona con dolor a

la palpación y compresión de la misma (4).

Esta sintomatología cada vez provoca más visitas a las consultas de podología. Es un problema

común padecido por adolescentes y adultos activos(5), especialmente en atletas amateurs y

profesionales que participan regularmente en deportes de alto impacto como running, fútbol o

baloncesto (1). SDPF es la lesión más común entre runners por eso es llamada “rodilla del

corredor”.

Normalmente, está relacionado con la actividad y se agrava en acciones funcionales como

subir y bajar escaleras, deporte y sentadillas (5). Puede limitar las actividades de la vida diaria

que requieran carga en flexión de rodilla (largos periodos en sedestación), pudiendo provocar

discapacidad (2).

Fulkerson describió que las estructuras que pueden causar dolor en la cara anterior de la

rodilla son básicamente: el hueso subcondral, la sinovial y el retináculo (6).

Scott Dye y col. Se practicaron una artroscopia a sí mismos, sin aplicarse anestesia para poder

determinar los puntos de dolor con lo que corroboraron lo descrito por Fulkerson (7).

El dolor patelofemoral generalmente obedece a un problema de mala alineación de la rótula

con respecto al eje mecánico que produce una sobrecarga sobre sus estructuras, generando

estrés sobre el retináculo y/o sobre el hueso subcondral, lo que desencadena un círculo vicioso

caracterizado por inestabilidad y activación de los nocioceptores en cualquiera de las

estructuras antes mencionadas (8).

MARCO TEÓRICO

a. EPIDEMIOLOGÍA

Varios estudios han demostrado que la rodilla es el segundo lugar del cuerpo que más lesiones

sufre, siendo más alto el riesgo en los adolescentes, en los que también la incidencia está en

aumento (5). El SDPF es uno de los problemas más comunes entre las personas físicamente

activas entre las edades de 15 y 30 años (9).

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136

Como en muchas lesiones de rodilla, las mujeres tienen el doble de posibilidades de presentar

SDPF con respecto a los hombres. Según Lichota (2003) la prevalencia de SDPF es de 2 a 3

veces más frecuente en mujeres en comparación con los hombres (10).

Además, en las clínicas de medicina del deporte el 25% de las lesiones de rodilla corresponden

a pacientes con SDPF(11).

Representa hasta un 25% de las lesiones de rodilla y afecta alrededor de un 50% de los

corredores principiantes, convirtiéndola en una de las causas más comunes de consulta en

medicina deportiva.

Entre el 60 y el 80% de las rodillas afectadas de SDPF responden favorablemente al

tratamiento conservador y en un 50% de los pacientes, se reduce la sintomatología al reducir

la intensidad de la actividad física (11).

b. ETIOLOGÍA

La etiología de la “rodilla del corredor” es multifactorial, puede aparecer por diversas causas,

por ejemplo (10):

Errores de entrenamiento o sobreuso.

Estructuras laterales poco flexibles.

Cirugías previas, por ejemplo, artroscopias de rodilla.

Hipermovilidad patelar.

Disfunción articular.

Anomalías anatómicas.

Debilidad de los tendones isquiotibiales.

Traumatismos.

Mala alineación anatómica.

Biomecánica alterada: marchas pronadoras con rotación interna de las tibias.

Atrofia del cuádriceps.

c. ANATOMIA Y BIOMECÁNICA FUNCIONAL

La rodilla es una articulación bicondílea sumamente compleja, cuyo mecanismo extensor

involucra primordialmente a la articulación patelofemoral (APF) que es una trocleartrosis, al

músculo cuádriceps con sus cuatro vientres musculares (recto femoral, vasto interno, vasto

externo y crural), alerones laterales, tendón patelar y a la tuberosidad anterior de la tibia, por

lo que requiere para su correcto funcionamiento que todas estas estructuras se encuentren

normalmente desarrolladas y en íntima relación (12).

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137

La articulación femoropatelar está determinada por la forma rotuliana y troclear, por la

dirección de las fibras musculares longitudinales y oblicuas de los músculos vasto interno y

vasto externo, por los retináculos lateral y medial, por las inserciones tendinosas cuadricipital y

rotuliana, y por los trastornos torsionales femoral y tibial.

La estructura ósea rotuliana tiene en su cara posterior tres facetas (13):

- Interna: convexa y puede presentarse plana.

- Externa: cóncava en sus planos vertical y horizontal.

- Impar: es pequeña y se sitúa medial a la cara

Del estudio del músculo cuádriceps cabe destacar (Fig. 2) (14):

- El vasto medial: sus fibras longitudinales, se insertan distalmente en la cara superior

rotuliana y con función de extensión. Las fibras oblicuas se insertan en el borde medial

de la rótula y su función es la extensión y la estabilización rotuliana.

- El vasto lateral: también se divide en fibras longitudinales con función de extensión, y

el vasto lateral oblicuo, formador del importante retináculo externo.

- El recto anterior: músculo biarticular, con importante función en la coordinación del

aparato extensor.

El sistema retinacular externo está formado por dos capas. La primera de fibras oblicuas

superficiales que surgen del entrecruzamiento del vasto lateral y el tensor de la fascia lata. La

segunda capa de fibras transversales está formada por los refuerzos del ligamento epicóndilo

rotuliano y el ligamento inferior patelotibial.

En el plano frontal un niño nace con genu varo, que de los 18 meses a los 4 años pasa a un

genu valgo. Este variará progresivamente según el morfotipo.

El fémur tiene normalmente una anteversión de 14º entre el cuello femoral y los cóndilos. La

tibia una torsión externa de 34º, mientras que la detorsión submaleolar de 10º de los pies

provoca una marcha de 10º de divergencia.

La función más importante de la rótula o patela es contribuir a la eficiencia del cuádriceps,

incrementando el brazo de palanca del mecanismo extensor y manteniendo al tendón patelar

alejado de los puntos de contacto femorotibial durante el movimiento, funcionando como una

polea que mejora su ángulo de inclinación con respecto al fémur y evitando que funcione

paralelamente, con lo que aumenta el poder de tracción del cuádriceps (15).

En la articulación patelofemoral (APF) la rótula actúa como un elevador y también aumenta el

momento del brazo de la APF, el cuádriceps y los tendones patelares. El contacto de la rótula

con el fémur se inicia a los 20º de flexión y aumenta más a medida que la rodilla se flexiona,

alcanzando un máximo de 90º.

La estabilidad de la APF depende de estabilizadores dinámicos y estáticos, los cuales controlan

el movimiento de la rótula dentro de la tróclea, denominado “deslizamiento patelar”. El

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138

deslizamiento patelar puede estar alterado por el desequilibrio de esas fuerzas de

estabilización, afectando la distribución de fuerzas sobre la superficie de la APF, la rótula y los

tendones del cuádriceps y, los tejidos blandos adyacentes.

Las fuerzas de la rótula oscilan desde un tercio a la mitad del peso corporal durante el periodo

de la marcha, hasta tres veces el peso corporal durante el ascenso de una escalera y hasta

siete veces el peso corporal durante la posición en cuclillas. El conocimiento de las

anormalidades del deslizamiento patelar permite apreciar la causa posible del SDPF y

determinar el tratamiento (16).

En los movimientos de flexo extensión la rótula se desplaza en un plano sagital a partir de una

posición de extensión, retrocede y se desplaza a lo largo de un arco de circunferencia, cuyo

centro está situado a nivel de tuberosidad anterior de la tibia y su radio es igual a la longitud

del ligamento rotuliano. Al mismo tiempo se inclina alrededor de 35º sobre sí misma, de tal

manera que su cara posterior, que miraba hacia atrás en la flexión máxima, se orienta hacia

atrás y hacia abajo, con lo que experimenta un movimiento de traslación circunferencial con

respecto a la tibia (17).

La flexión de la rodilla funciona como un amortiguador para ayudar a la aceptación de peso y

también resulta de suma importancia en las fases de la marcha: en la primera y últimas fases,

el músculo vasto externo y en las otras tres fases, el recto anterior del cuadríceps (18, 19).

La función anormal del pie altera biomecánicamente su relación con el resto de estructuras

osteoarticulares y crea un cambio en las fuerzas de la extremidad inferior de dos formas

distintas: las estructuras contráctiles trabajan más duramente para conseguir la misma función

y por otra parte se produce una incapacidad importante para la reabsorción de las fuerzas del

suelo. Si el pie ha perdido el arco longitudinal interno y está en valgo, el triangulo de apoyo se

modifica y el reparto del peso en el cuerpo se altera. La línea de fuerza se proyecta fuera de su

borde interno (20).

Al igual que en el equino todo el peso va al antepié, al someter a carga al pie plano postural

responde con exceso de pronación, produciéndose el valgo de retropié o eversión, abducción y

dorsiflexión del calcáneo, descendiendo el astrágalo y protruyendo su cabeza plantar y

medialmente (21, 22, 23, 24).

En condiciones normales la doble desalineación vertical del astrágalo y el calcáneo imprime un

factor pronador que asegura la estabilidad del pie y amortigua, fragmenta y direcciona la carga

a partir del primer contacto pie-suelo. Pero en el pie plano esta doble desalineación está

alterada, habiendo un aumento de la distancia entre el centro de las articulaciones

calcaneocuboideas y astragaloescafoideas, lo que constituye el llamado par fisiológico.

Además, el pie plano, por su propia estructura presenta en descarga un antepié supinado, el

cual en muchas ocasiones está bloqueado. Sin embargo una vez que se le somete a carga, el

aumento del grado de divergencia astragalocalcáneo provoca que el pie se inestabilice

rápidamente cuando se da el recorrido del antepié de fuera hacía dentro y de detrás hacia

delante. Esto provoca un aumento considerable del tiempo de amortiguación y de la velocidad

de desplazamiento hacia la pronación, como consecuencia del aumento de recorrido del

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139

primer metatarsiano para buscar el plano del suelo. Transfiriendo un momento torsional en

rotación interna de la tibia, situación crucial para producir una sobrecarga en la rodilla, con

una mayor predisposición a sufrir lesiones en las extremidades inferiores (25, 26, 27).

Todo esto provoca que los músculos se activen antes, a mayor intensidad y durante períodos

más largos. De ahí que el músculo sea incapaz de realizar su trabajo óptimo de absorción de las

fuerzas de reacción del suelo. A nivel de la pierna, se intenta frenar el recorrido interno

ofreciendo resistencia a dicho movimiento mediante la contracción excéntrica de la cadena

muscular antero-externa.

Los ligamentos calcáneo-escafoideo plantar, astrágalo- calcáneo e interóseo se elongan

permitiendo la eversión del retropié y abducción del astrágalo, que se mueven conjuntamente

con el antepié, llevando el eje gravitacional hacía el primer radio. La persistencia de esta

postura determina la excesiva tensión del tendón de Aquiles que, por su función, desplaza al

calcáneo en flexión plantar perdiendo su inclinación normal, por ello se producirán

alteraciones en los ejes y en los ángulos trazados en ellos.

Esto produce una pronación por encima de los valores normales y un mayor esfuerzo para

soportar el arco interno del pie, el cual se sobrecarga y somete a la pierna a un recorrido

rotatorio interno de abajo hacia arriba, con una coaptación ósea inframaleolar externa

exagerada (28).

La función anormal del pie se relaciona con diversos procesos dolorosos, aunque hay que

recordar que ésta no es siempre la causa principal de dolor articular o muscular.

La localización del dolor depende del mecanismo compensador elegido por el paciente y del

tejido más “débil” de la cadena cinética (29), siendo el indicativo de una posible lesión y/ o

patología en el resto de las extremidad (30, 31).

En la rodilla la sensación de crujido alrededor de la rótula y dolor agudo en la zona inferior y

superior de la rótula durante actividades como caminar o salir del coche, especialmente ante

el exceso de actividad o ante una carga grande de peso, se acompañan muy a menudo del pie

plano no tratado, el cual para realizar una marcha funcional que compensa con un exceso de

pronación, siendo éste un factor causal del dolor femororrotuliano y un riesgo aumentado de

sufrir el síndrome de stress tibial medial, tal como indican los resultados de un estudio

biomecánico realizado con pacientes que tenían un exceso de pronación en el pie (32, 33).

Klein y Allamn estudiaron y publicaron la pronación compensadora y los problemas que

provocan. No sólo indican una relación con los microtraumatismos sino también con las

lesiones macrotraumáticas en la rodilla. También se suele acompañar de la rodilla en valgo

que, a largo plazo, puede determinar lesión de cartílago o del menisco, en concreto

pinzamiento del compartimiento externo, debido a que la rotación tibial interna asociada a la

pronación excesiva, produce un desplazamiento de la trayectoria patelofemoral internamente

y favorece a la subluxación lateral de la rótula (34).

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OBJETIVOS

Los objetivos de este trabajo son diversos y se centran principalmente en:

o Esbozar su principio biomecánico.

o Sugerir en forma sucinta los medios de diagnóstico más utilizado.

o Analizar los trastornos que pueden generar dolor patelofemoral.

o Describir los signos clínicos que ayudan a determinar las causas del SDPF.

o Estudiar la relación del dolor patelofemoral con la pronación excesiva de la articulación

subastragalina durante el periodo de la marcha.

o Buscar evidencias científicas que relacionen la aparición del SDPF con la pronación del

ASA.

o Además del efecto de las ortesis plantares en este tipo de patologías y la evolución de

este tratamiento.

DISCUSIÓN

En este trabajo se pretende demostrar la relación entre el SDPF y la pronación de la

articulación subastragalina, para ello varios estudios determinan que:

Jessica Leich et al (35) realizaron un estudio de casos y controles con nueve corredoras que

presentaban SDPF y diez corredoras como grupo control. Durante la marcha, la carrera y al

ponerse de cuclillas se observó que las corredoras con SDPF presentan mayor eversión de

retropié y menor DF de la TPA.

Alberti S. et al (36) realizaron un estudio de casos y controles con 22 adultos jóvenes con SDPF

y 35 como grupo control. Se observó durante la marcha que los jóvenes con SDPF realizaban

un mayor apoyo medial en la fase inicial de contacto de talón y un menor apoyo medial en la

fase propulsiva.

Christian J. Barton et al (37) realizaron un estudio de casos y controles con 26 personas que

presentaban SDPF y 20 como grupo control. Se observó que durante la marcha, las personas

con SDPF presentaban mayor pronación del ASA.

Molgaar C. et al (38) realizaron un estudio prospectivo con 200 alumnos de secundaria. Los

resultados obtenidos mostraron que el 25% de los alumnos tenía dolores de rodilla, siendo 13

los alumnos diagnosticados de SDPF. Se observó que todos los alumnos con SDPF presentaban

una mayor caída navicular.

Pazit Levinger et al (39) realizaron un estudio de casos y controle con 26 personas

diagnosticadas de SDPF y 20 como grupo control, todas ellas entre 18-35 años. Tras realizar un

estudio de sus marchas, se observó que aunque no había variaciones en los ángulos tibiales, si

había una mayor eversión de retropié en las personas con SDPF.

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Irene S. Davis et al (40) realizaron un estudio de casos y controles con 20 corredores

diagnosticados de SDPF y 20 como grupo control. Corrieron 30-45 minutos por una cinta sin

fin. Se observó que los individuos con SDPF presentaban mayor eversión de retropié y rotación

interna de las tibias que el grupo control durante el comienzo de la marcha, sin embargo, al

pasar 15-20 minutos, la biomecánica de ambos grupos eran similares.

Barton CJ et al (41) realizaron un estudio de casos y controles con 20 personas diagnosticadas

de SDPF y 20 como grupo control. Se detectó mayor pronación del ASA en las personas con

SDPF.

Levinger P. et al (42) realizaron un estudio de casos y controles con 13 mujeres con SDPF y 14

como grupo control. Se observó que las personas con SDPF presentaban mayor eversión, las

fuerzas de reacción del suelo eran más bajas y la DF máxima aparecía antes de lo normal.

Concluyeron en que las personas con SDPF presentan alteraciones en el apoyo inicial de talón

y durante la fase de propulsión.

CONCLUSIONES

En definitiva, existen varios factores predisponentes para el riesgo de la aparición del SDPF

como pueden ser las biomecánicas pronadoras, la eversión del retropié y los antepies varos,

además de otros componentes ya mencionados anteriormente.

Cuando los pacientes refieran dolor leve o moderado y una marcha pronadora, como opción

terapéutica podemos inclinarnos por ortesis plantares para aliviar la sintomatología.

En referencia a los artículos o estudios que vinculan la pronación del pie con el SDPF, como se

ha comentado anteriormente el exceso de pronación favorece una rotación externa de la tibia

y el fémur y se incrementa el valgo con lo que desalinea el mecanismo patelofemoral y

favorece la sobrecarga de la rótula y los tendones que se anclan sobre ella. Como opinión

personal creo que habría que investigar y analizar con mayor nivel para poder cerciorarse en

esta relación.

Desde mi punto de vista, pienso que los soportes plantares alivian en parte la sintomatología

de los pacientes como se muestra en el caso clínico expuesto, aunque hiciera falta analizar con

detenimiento a los pacientes que presentan este síndrome, por si fueran candidatos para

utilizar soporte plantar.

Además de la combinación de otros tratamientos como fueran vendajes neuromusculares,

terapias de rehabilitación, ejercicios de potenciación muscular, masoterapia, etc., en

colaboración con otros profesionales como los fisioterapeutas.

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145

PÓSTER

ACTUALIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA DEL LIGAMENTO CALCANONAVICULAR

PLANTAR

Marina Ballesteros Mora

Inmaculada Rodríguez Moreno

María Reina Bueno

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, la Podología ha avanzado en el campo de la biomecánica del miembro

inferior. Basta que un pie presente una alteración biomecánica para que las repercusiones se

propaguen al resto del sistema mulculoesquelético.

Los ligamentos del pie poseen funciones imprescindibles, debido a su relevancia para el

diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías. Se establece así el punto de partida de esta

revisión bibliográfica.

MARCO TEÓRICO

Los ligamentos del pie poseen funciones imprescindibles, debido a su relevancia para el

diagnóstico y tratamiento de ciertas patologías1. A medida que han avanzado los años,

diversos autores han descrito la anatomía del “complejo ligamentoso calcaneonavicular” como

una estructura compuesta por diversos haces, convirtiéndose en una cuestión discrepante

según la fuente consultada 2.

Tradicionalmente, se pensaba que el ligamento calcaneonavicular estaba constituido por dos

haces. Davis y cols.3 observaron una porción medial más fuerte y grande, el ligamento

calcaneonavicular superomedial; y una porción lateral más pequeña, el ligamento

calcaneonavicular inferior4. Posteriormente, Taniguchi y cols.5 identificaron una tercera

estructura inconstante, el ligamento medioplantar oblicuo 6.

Recientemente, Sarrafian describe un haz superomedial, inmediatamente profundo al tendón

tibial posterior, se origina en el sustentaculum tali y se inserta en el margen superomedial de la

tuberosidad del escafoides, fusionándose con las fibras superficiales anteriores del ligamento

deltoideo o tibiospring; y un haz plantar que, para é1, es el verdadero ligamento Spring7. A

continuación, se va a emplear la nomenclatura de Sarrafian ya que parece la más precisa.

El “complejo ligamentoso calcaneonavicular” resiste la plantarflexión y adución de la cabeza

astragalina a nivel de la articulación talonavicular durante los movimientos de pronación

extrema de la articulación subtalar y de la articulación mediotarsiana a través de su eje

oblicuo8. De tal forma, se le atribuyen las siguientes funciones9:

Aporta sujeción a la cabeza del astrágalo.

Proporciona estabilidad a la articulación talocalcaneonavicular.

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146

Sostiene, de manera pasiva, el arco longitudinal medial.

Como consecuencia de la lesión del ligamento, comúnmente localizada en el haz

superomedial, el astrágalo se plantarflexiona y el calcáneo se angula en valgo, generando un

“planovalgus pes” 4. Aunque la deformidad de pie plano adquirido en adultos es habitualmente

causada por la disfunción del tendón tibial posterior; las estructuras de la estabilidad estática

del arco longitudinal también van a influir como causa del desarrollo de esta condición10-12.

Kavanagh y cols.13 llegaron a la conclusión de que la lesión ligamentosa inicial puede ser

secundaria a luxación aguda en la articulación talonavicular.

En aquellos casos que el ligamento se lesione de manera aislada, el dolor se manifiesta

durante la deambulación, localizándose entre el escafoides y el calcáneo, en la zona medial y

plantar del pie. Con exactitud se ubica 1 cm proximal a la tuberosidad escafoides y posterior en

relación al tendón tibial posterior, más distal que el dolor habitualmente causado por la

disfunción del tendón tibial posterior. A nivel perimaleolar, la hinchazón puede ser menos

evidente o, incluso, estar ausente. El motivo es porque no hay tanto líquido en la vaina sinovial

como en episodios de sinovitis ante la rotura tendinosa 14. La exploración clínica tras una lesión

aguda puede revelar hinchazón medial y presencia de equimosis.

Dentro del examen clínico, se ha descrito un test complementario que indica la presencia de

insuficiencia ligamentosa, detectando un tendón tibial posterior intacto. Consiste en colocar al

paciente de puntillas (elevación del talón) sobre una sola pierna en bipedestación. De esta

manera, se observará el valgo de retropié y la abducción de antepié, provocando desviación

del antepié hacia la cara lateral del pie afecto; es el denominado “too many toes” o signo de

“muchos dedos” positivo. Sin embargo, la alteración tendinosa se manifiesta mediante la

insuficiencia funcional para realizar un apoyo monopodal estable15.

Se trata de una entidad clínica en la que no es fácil realizar el diagnóstico, la valoración más

certera es la intraoperatoria. No obstante, ante la sospecha de lesión en el complejo

ligamentoso calcaneonavicular, existe la posibilidad de recurrir a una serie de pruebas

complementarias no invasivas que van a confirmar el diagnóstico clínico: la radiografía

convencional, la ecografía y la resonancia magnética. Esta última, actualmente considerada

como la herramienta de elección para su evaluación14.

El tratamiento de la lesión ligamentosa se basa en 2 pilares fundamentales: el conservador y el

quirúrgico. Durante la fase postraumática se recomendaría reposo, crioterapia, termoterapia y

antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Posteriormente, la terapia física aplicada al pie

desempeña un papel fundamental: el ultrasonido, el láser y la magnetoterapia. Otra opción

terapéutica son los vendajes funcionales, limitan el movimiento para evitar que el daño

progrese, permitiendo a su vez un movimiento funcional lo más óptimo posible16.

El tratamiento conservador ortopédico tiene un papel fundamental para el Podólogo en la

deformidad adquirida de pie plano valgo. Para ello, se emplean soportes plantares hechos a

medida que proporcionan la corrección de la abducción del antepié y el valgo de retropié;

además, mantienen la presión ejercida sobre el ligamento y las otras estructuras que soportan

el arco longitudinal medial17,18. En el caso de que no se obtengan buenos resultados con el

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tratamiento conservador en un tiempo de evolución de 6 meses, se deberá recurrir a la

reparación quirúrgica del ligamento 19.

OBJETIVOS

1. Revisar según la bibliografía descrita, si en el pie plano adquirido del adulto la

insuficiencia del ligamento es un factor primario o, por el contrario, es una

consecuencia que surge de la disfunción previa del tendón tibial posterior.

2. Describir de manera precisa la anatomía del “ligamento calcaneonavicular plantar”,

también conocido como “ligamento Spring”.

3. Valorar toda la información disponible en las publicaciones revisadas, en cuanto a la

importancia biomecánica que posee dicho componente anatómico ligamentoso como

estabilizador estático del arco longitudinal medial del pie.

METODOLOGÍA

La recopilación de información se ha llevado a cabo en distintas bases de datos: Pubmed,

Scopus, Scielo, Medline y Wos. También, se han utilizado otros recursos como son Google

Scholar, el catálogo FAMA de la Universidad de Sevilla y, por último, el “Atlas Virtual de

Anatomía Primal Pictures”.

Se ha desarrollado una búsqueda complementaria en 18 libros depositados en la Biblioteca de

Centros de la Salud. Así mismo, se ha establecido una serie de criterios de inclusión y de

exclusión, a partir de los cuales se han seleccionado 46 artículos de interés. Como criterios de

inclusión: estudios publicados en idioma castellano o inglés, atendiendo a las palabras claves

citadas; y artículos basados en el pie plano adulto adquirido que hacen referencia a las

patologías del ligamento calcaneonavicular plantar y del tendón tibial posterior. Respecto a los

criterios de exclusión: revisiones basadas en el pie plano infantil; y artículos sobre pie plano

adquirido que no haga referencia a las palabras clave incluidas en el estudio.

DISCUSIÓN

Múltiples teorías se debaten sobre si la deformidad de pie plano adquirido procede o no de la

insuficiencia del tendón tibial posterior, o bien es secundaria a la lesión de estructuras

ligamentosas.

En 1954, Hollinshead señaló la importancia del ligamento como estructura esencial en la

estabilidad del arco medial. Hasta 1997, no se ha encontrado información sobre las lesiones

aisladas del ligamento como origen de la deformidad adquirida en pie plano. Ese mismo año,

Dyal y cols. insistieron que la disfunción aislada del tendón tibial posterior no causa la

deformidad en pie plano adquirido. En 2001 Chu y cols. concluyeron que, una vez seccionadas

de forma individual las estructuras mediales que aportan estabilidad al arco, se van a generar

modificaciones sin llegar a hundirse la bóveda plantar. Kirby (2002) afirmó que la disfunción

del tibial posterior causaría directamente deformidades plásticas en los ligamentos de la

articulación talonavicular. Deland y cols. (2005) identificaron mediante resonancia magnética

que el ligamento calcaneonavicular superomedial es el más involucrado en la insuficiencia

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148

tendinosa, seguido por el ligamento Spring o haz plantar, el ligamento interóseo talocalcáneo y

el deltoideo anterior. Autores como Núñez-Samper y Viladot coinciden en que el tendón tibial

posterior es la principal causa de un pie plano adquirido. No obstante, en 2008 Tryfonidis

presentó 9 casos de pacientes adultos con insuficiencia aislada del ligamento

calcaneonavicular es la falta de consenso entre autores en cuanto a qué técnica o combinación

de técnicas es más eficaz y adecuada para la reconstrucción del ligamento calcaneonavicular.

En la literatura anglosajona se han descrito procedimientos de reconstrucción tales como:

transferencia del ligamento deltoideo al escafoides, injerto del tendón de Aquiles, tenodesis

del peroneo lateral largo, osteotomía medial del calcáneo combinada con alargamiento de la

columna lateral, artrodesis talonavicular, transferencia del flexor del 1º dedo, etc. Desde

nuestro punto de vista, se considera que en la literatura consultada no se reflejan niveles altos

de evidencia ni grados de recomendación suficientes que avalen la eficacia de los tratamientos

descritos. La mayoría de los investigadores abogan por instaurar un plan terapéutico

quirúrgico sin prestarle especial interés al uso de soportes plantares personalizados,

actualmente considerado “gold standard”.

CONCLUSIONES

1. No existe consenso entre los autores en cuanto a si, en el pie plano adquirido del adulto, la

insuficiencia del “ligamento Spring” es un factor primario o, por el contrario, es una

consecuencia que surge a partir de la disfunción previa del tendón tibial posterior.

2. Se ha encontrado diversidad de opiniones acerca de la descripción anatómica de dicha

estructura tan esencial en el pie. No existe uniformidad de criterios en la literatura.

3. El ligamento ha sido reconocido como una de las estructuras pasivas más crítica en la

estabilidad estática del arco longitudinal medial del pie, la cual contribuye al mantenimiento y

sostén de la cabeza del astrágalo.

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150

TRATAMIENTO ORTOPODOLÓGICO EN LA POLIOMIELITIS

José María Domínguez Olmedo

María Reina Bueno

INTRODUCCIÓN

Se dice que la poliomielitis es una enfermedad que existe desde hace unos 6000 años

aproximadamente, remontándose hasta el antiguo Egipto. Desde 1988 la incidencia de polio

ha descendido más de un 99%. El poliovirus se contagia por transmisión fecal-mano-boca,

manteniéndose en secreciones orales durante semanas y en las heces durante varios meses. La

infección se puede dividir en forma menor y mayor. La menor ocurre de 1 a 3 días antes de la

parálisis, con problemas gastrointestinales, además de problemas sistémicos como fiebre y

dolor de cabeza, esto dura dos o tres semanas, pero tiene capacidad de alcanzar los dos

meses. La forma mayor ocurre cuando se afectaba al sistema nervioso central, incluyendo

meningitis y parálisis entre otros.

Hay que asumir que existen residuos de la poliomielitis hoy en día, esto es visible en la

población anciana y en inmigrantes, conocido como el síndrome post-polio, que se caracteriza

por manifestaciones tardías en pacientes que desarrollaron la enfermedad durante 30 o 40

años, se estima que esto afecta al 25-60% de los pacientes que han padecido la polio,

sufriendo de parálisis tardía en sus extremidades inferiores, siendo el tríceps el músculo más

afectado, generando deformidades en la rodilla y en el tobillo y por lo tanto problemas en la

dinámica y ayudando en la aparición de otros síntomas como dolor y fatiga, si esto se combina

con debilidad en los flexores dorsales el problema es aún mayor. La simetría del paso es

importante, ya que si una extremidad está más afectada, dando lugar a un pie espástico o

flácido en función de la gravedad de la lesión, el uso de energía para caminar será mayor,

siendo esta determinante a la hora de elegir el tratamiento ortopodológico

METODOLOGÍA

Revisión bibliográfica en las bases de datos Scopus y Pubmed empleando las palabras clave:

orthosis; pliomyelitis. Empleando los boleanos AND, OR, NOT. Se han utilizado artículos desde

2006 hasta 2017, en idioma español o inglés.

RESULTADOS

Se han encontrado en Pubmed 32 artículos, de los cuales se seleccionaron 4, y en scopus de los

20 artículos posibles, fueron elegidos 6.

Los diferentes estudios vistos comparan distintos tratamientos, siendo la más usada y la que

mejores resultados parece mostrar es la férula rodilla-tobillo-pie, ayudando a controlar los

movimientos, ganando estabilidad en el paso. Es importante mantener el tobillo a 90º en la

medida que sea posible, y permitiendo cierta flexión plantar y dorsal, la rodilla ligera flexión

permitiendo la fase de vuelo y ganando estabilidad, favoreciendo de esta manera una

dinámica más simétrica que si mantenemos la rodilla completamente fija, que estará

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151

ocasionando mayor gasto energético en la marcha, haciendo que los pacientes no puedan

soportar la férula durante mucho tiempo.

Muchos estudios también recomiendan combinar el tratamiento ortopodológico con el

fisioterápico, estimulando la musculatura y evitando la pérdida total de la zona afectada, de

esta manera se conseguiría una marcha más fisiológica y ayudaría a fortalecer el miembro

afectado.

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152

¿QUÉ VALORAR EN EXPLORACIÓN DE RODILLA?

Mª de los Ángeles Gómez Benítez

Marina Fernández Villarejo

Articular:

-Palpación interlinea articular a la flexo-extensión de rodilla, valoro crepitación.

-Palpación de los platillos tibiales y cóndilos femorales, valoro posibles picos artrósicos.

Meniscos:

-Prueba de McMurray: Extensión de la rodilla y rotación, y valora presencia de dolor y/o

chasquido a la rotación. Si aparece en externa, lesión del menisco externo, si en interna, lesión

el menisco interno.

-Maniobra de Apley: en decúbito prono, rodilla flexionada. Presión y rotación. + si lesiones

meniscales.

-Signo del puente o bloqueo: limitación a la extensión de rodilla de los últimos 5-10º. Indica

lesión en el asa del menisco interno o artrosis de rodilla.

Rótula:

-Signo del cepillo o zhólen: Positivo si dolor a los desplazamientos lateromediales y

cefalocaudales de la rótula, con contraresistencia del cuadriceps. Indica lesión del cartílago

rotuliano (Condromalacias).

-Signo de aprensión rotuliana: positivo si sensación de luxación lateral al desplazamiento

externo de la rotula con la rodilla flexionada. Indica inestabilidad patelar.

Ligamentosa:

-Estrés en varo forzado (test de estabilidad del ligamento colateral externo): Se considera

patológico (+) cuando aparece molestia por afectación del ligamento lateral externo (grado

1,2,3).

-Estrés en valgo forzado (test de estabilidad del ligamento colateral interno): Se considera

patológico (+) cuando aparece molestia por afectación del ligamento lateral interno (grado

1,2,3).

-Laxitud en extensión completa: + en lesión de los ligamentos cruzados (anterior/post) y

cápsula posterior.

-Prueba del 4: rotación externa y flexión de la pierna con el pie cruzado por encima de la

contralateral y se palpa la interlinea articular externa. Se valora la integridad del ligamento

lateral externo.

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153

-Prueba del cajón anterior: tracción hacia delante de la tibia, positiva si desplazamiento mayor

a 3 mm. Indica rotura del ligamento cruzado anterior. También se puede valorar mediante la

prueba de Lanchman y la del pivote central.

-Prueba del cajón posterior: tracción hacia atrás de la tibia, positiva si hay desplazamiento.

Valora ligamento cruzado posterior.

Musculotendinosa:

-Signo del peloteo/ choque rotuliano: + en derrames abundantes. Indica líquido peripatelar.

-Test de Squat : Positivo si la rodilla valgiza a la flexión de la pierna. Indica inestabilidad del

cuádriceps (vasto interno-externo) y/o gluteos. Valoración en estática.

-Valorar la tensión y engrosamiento del tendón rotuliano.

-Valorar la contracción del vasto interno y externo, manteniendo fija la rótula.

-Test de la cintilla iliotibial: rotación de la cadera en interno y adducción. Positivo si palpación

dolorosa en la cara lateral de la rodilla.

Valoración en carga:

-Alineación femoro-tibial (ángulo Q), posición de la rótula (convergente o divergente),

presencia de genu varo-genu valgo y posición que adopta los pies en su ángulo y base de

marcha.

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154

LESIONES MÁS FRECUENTES EN CORREDORES CON PIE CAVO Y PIE

PLANO: TRATAMIENTO MEDIANTE CALZADOTERAPIA

Lucía Roldán Fernández

Celia González Campanario

INTRODUCCIÓN Y BREVE MARCO TEÓRICO

Los objetivos de esta comunicación son: poner en valor las lesiones más frecuentes en

corredores con pie cavo y las lesiones habituales en corredores con pie plano y, por otra parte,

destacar la importancia de la calzadoterapia como opción terapéutica en corredores con pies

cavos y pies planos.

La estructura del pie suele asociarse a la aparición de lesiones en la extremidad inferior. Está

demostrado que las características del pie plano, pie cavo y el rango del movimiento del

retropié son factores de riesgo para desarrollar lesiones por sobrecarga en la extremidad

inferior en general. 1

En el caso del corredor, el área de contacto del pie con el suelo y los picos de presión se ven

incrementados al compararlos con estos mismos parámetros al caminar.

Además, el pie va a sufrir un estrés continuo debido a la actividad repetitiva de alto impacto de

un gesto deportivo y es donde van a aparecer la mayoría de lesiones. Por otro lado, los pies

que presentan alteraciones estructurales tendrán mayor riesgo de lesión. Por ello, analizar los

diferentes tipos de pie puede ayudar a comprender los posibles factores de riesgo de

desarrollar cada lesión y podría impulsar cambios en la confección de las ortesis o el diseño del

calzado para ayudar en la prevención de las lesiones por sobresolicitación. 2,3,4

Algunas de las causas más frecuentes de lesión en atletas son debidas fundamentalmente a:

errores en el entrenamiento, errores en el material deportivo y a desequilibrios estructurales.

2 Concretamente, son los errores en la técnica de entrenamiento el motivo de lesión más

habitual, con un 60%, frente a las otras causas. 5

Gracias a avances como los estudios biomecánicos realizados a deportistas, la terapia física y

ortopodológica, las mejoras en los entrenamientos y en el material deportivo (como es el caso

de la calzadoterapia) cada vez son menos las lesiones que encontramos en las carreras

populares. 2

METODOLOGÍA.

Para la elaboración de esta comunicación efectuamos una revisión bibliográfica de las lesiones

típicas de los atletas con pie cavo y pie plano, así como de su tratamiento mediante la

calzadoterapia . Para ello realizamos una búsqueda en diversas bases de datos: ‘Pubmed’,

‘Scopus’ y ‘Google Scholar’.

Para realizar dicha búsqueda empleamos las siguientes palabras claves: pie cavo (pes/foot/feet

cavus), pie plano (flatfoot), tipo de pie (foot type), lesión (injury), deporte (sport), atletismo

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155

(athletics), running, tratamiento (treatment) y calzado (footwear). Estas palabras fueron

conectadas entre ellas mediante los operadores booleanos ‘AND’ y ‘OR’.

Realizamos dos búsquedas diferentes. La primera búsqueda se realizó en ‘Scopus’ y ‘Google

Scholar’ con el mismo patrón de búsqueda. Sin embargo, al introducir este patrón en

‘Pubmed’, el número de documentos encontrados fue muy reducido, por lo que realizamos

algunos cambios en el patrón para obtener un mayor número de artículos.

Se excluyeron aquellos documentos que se centraban en el tratamiento quirúrgico u

ortopodológico del pie cavo o pie plano y aquellos en los que las personas seleccionadas para

los distintos estudios no fueran deportistas o el deporte que realizaran no fuese el running o

atletismo.

Por otro lado, acotamos los parámetros de búsqueda para artículos publicados en inglés o en

español, y que hubieran sido publicados entre los años 2000 y 2017.

RESULTADOS

Encontramos 793 artículos en ‘Pubmed’, 101 en ‘Scopus’ y 1420 en ‘Google Scholar’, de los

que finalmente nos quedamos con 3, 3 y 5 respectivamente, por cumplir los criterios de

inclusión

DISCUSIÓN

Según González de la Rubia A, en un artículo de 2004, las lesiones podológicas más frecuentes

en corredores, según el orden de frecuencia de aparición son: lesiones cutáneas y ungueales,

lesiones ligamentosas, tendinosas, articulares, musculares y óseas. 2 Por otro lado, en un

estudio de Williams DS 3rd, et al., en 2001, se determinó que ambos tipos de pie (cavo y plano)

reportaban una amplia cantidad de lesiones en partes blandas. 1 En nuestro trabajo, nos

centraremos fundamentalmente en las lesiones ligamentosas, tendinosas y óseas.

En cuanto a las lesiones ligamentosas más frecuentes relacionadas con pies cavos o planos,

según Pérez J, et al., la más frecuente es la fascitis plantar. 6 Según González de la Rubia A,

otra lesión que encontramos con bastante frecuencia es el esguince de tobillo de repetición. 2

Por otra parte, si hablamos de lesiones tendinosas, las más frecuentes son: la tendinitis

aquílea, tendinitis del tibial posterior, tendinitis del tibial anterior y de los peroneos.

Por último, en lo referente a las lesiones óseas más frecuentes encontramos las fracturas de

estrés, la periostitis tibial y Pifarré F, et al., añade también la escafoiditis tarsiana. 2,6,7

Williams DS 3rd, et al., concluye que los corredores con pie plano desarrollan más lesiones en

la zona medial del pie y los corredores con pie cavo, más problemas en la zonalateral del pie. 1

Similar conclusión se obtiene en el artículo de Chupckpaiwong B, et al., publicado en 2008.

Además, en este mismo artículo, se menciona un estudio previo en el que se concluyó que las

fracturas de estrés están relacionadas con el tipo de pie. 3 Sin embargo, Nakhaee, et al. y Pérez

J, et al., no encuentran relación entre latipología de pie y la tasa de lesiones de rodilla y tobillo,

como es el caso del esguince detobillo. 6,8

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156

Lesiones características del pie cavo.

Según Williams DS 3rd, et al., Sánchez EV, et al., y Desai SN et al., en los corredores con pie

cavo las lesiones más típicas son: fascitis plantar, inestabilidad de tobillo, síndrome de la

cintilla iliotibial, disminución de la amortiguación en el gesto deportivo de la carrera y salto,

tendinitis de los peroneos, fracturas de estrés, síndromes de choque y bursitis trocantérica.

1,4,5

Además, Williams DS 3rd, et al. afirmaron que los corredores con pie cavo reportaban dos

veces más lesiones de origen óseo que los corredores con pie plano (el 35% de las personas

con pies cavos desarrollaron fracturas de estrés). Añadieron que todas las fracturas de estrés

de los metatarsianos se producían con más frecuencia en el 5º. 1 Por otra parte,

Chupckpaiwong B, et al. afirmaron que, en general, los individuos con pie cavo tienen mayor

riesgo de sufrir fracturas de estrés femorales y tibiales. 3

Lesiones características del pie plano.

Williams DS 3rd, et al., y Sánchez EV, et al., coinciden en que las lesiones más típicas en los

corredores con pie plano son: gonalgia, tendinitis patelar, fascitis plantar, síndrome del canal

tarsiano, síndrome de estrés tibial, tendinitis del tibial posterior y fracturas de estrés. Además,

en caso de pies planos pronados, se produce una disminución de la fuerza para el despegue en

el gesto deportivo de la carrera y se incrementa el estrés en las estructuras mediales del pie.

1,5

Chupckpaiwong B, et al., y Williams DS 3rd, et al., demostraron en sus estudios que debido a la

reducción de los picos de presión en la zona lateral del antepié en individuos con pie plano se

provoca un descenso del riesgo de desarrollar fracturas de estrés del 5º metatarsiano.

Además, registraron que del total de fracturas de estrés de los metatarsianos que recogieron

en su estudio (es decir, el 25% de la muestra sujeta a estudio) estaban distribuidas entre el 2º y

el 3º. 1,3

Calzadoterapia.

Según Desai SN, et al., en muchas ocasiones intentar tratar las lesiones que aparecen sin

corregir las deformidades del pie produce un fracaso en el tratamiento. 4 En esta misma línea,

como objeto de nuestra comunicación, nos hemos centrado en la calzadoterapia como opción

terapéutica debido a que consideramos que está abriéndose paso cada vez más en el

tratamiento de lesiones, tanto en corredores profesionales como ‘amateur’.

Pifarré F, et al. explican que al realizar deportes es mayor la exigencia que debemos solicitar al

pie, y por consiguiente al calzado. Para escoger un calzado deportivo adecuado debemos tener

en cuenta factores como el deporte a realizar, y la superficie o terreno en que se practica. 7

Además, como se muestra en el artículo de González de la Rubia A, debemos tener en cuenta

que existen determinados factores en las zapatillas de running que pueden producir lesiones.

Estos son: disminución en la absorción de impactos por el uso de calzado ya deteriorado,

material endurecido, desgaste del calzado, despegamiento de la suela, rotura de costuras o del

tejido y zapatilla deformada, entre otros factores. 2 Desai, SN et al. añaden que si el zapato

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157

comprime el tendón de Aquiles, la consecuente compresión del extensor puede llegar a

provocar dedos en garra. Explican que al igual que los pies con deformidades son más

propensos a sufrir lesiones, tienen también más tendencia a producir desgastes en el calzado.

4

Para evitar esto, Pifarré F, et al., Desai, SN et al. y González de la Rubia A indican algunas de las

características de unas buenas zapatillas de running, incluyendo: tacón elevado, una buena

amortiguación de la zona de retropié, soporte del ALI, antepié amplio que permita mover los

dedos, una buena sujeción del pie (especialmente si el corredor es pronador o presenta

inestabilidad de retropié), adherencia de la suela, evitar cortes estéticos en el calzado y las

cámaras de aire (debilitan el calzado de running, contribuyendo a la inestabilidad de retropié)

y realizar un correcto acordonado. Además, hay que tener en cuenta el peso del calzado, pues

la zapatilla de entrenamiento ha de ser algo más ligera que la de competición. 2,4,7 Por último,

según Carreño F, et al., debemos considerar el hecho de que las zapatillas deportivas tienen

una vida útil de entre 400 y 600 km de recorrido en condiciones óptimas. 9

Pifarré F, et al. señalan que el uso de un tacón elevado en las zapatillas deportivas es útil en los

atletas para prevenir las tendinitis aquileas. 7 No obstante, en una revisión realizada en 2009

por Murley GS, et al., los autores concluyeron que el calzado con tacón elevado altera la

activación de diversos músculos de la extremidad inferior y la espalda como efecto secundario.

10

Según González de la Rubia A, se ha producido tal mejora en la absorción de impactos de los

materiales utilizados en la elaboración de las zapatillas deportivas, que cada vez es menos

frecuente encontrar fracturas de estrés en corredores. 2

En particular, el calzado para atletas con pie cavo requiere unas características específicas,

entre las que destacan: una correcta amortiguación del calzado, especialmente si el deportista

pesa más de 70 kg (según indica González de la Rubia A) 2 y un espacio suficiente a la altura del

mediopié (según Desai SN, et al.) 4 . Concluyen que es mejor usar un zapato deportivo neutro

con amortiguación.

Similar conclusión obtuvo en su estudio Wegener C, et al, al explicar que los distintos

morfotipos de pie participan en la aparición de algunas lesiones deportivas. Investigaron la

carga de presiones plantares en dos zapatillas de running neutras y con amortiguación (Asics

Nimbus 6 y Brooks Glycerin 3) en atletas con pies cavos, concluyendo que ambas resultaban

efectivas para reducir la carga de presiones plantares, prevenir la aparición de lesiones

deportivas y tratarlas. 11

Por otro lado, Carreño F, et al., indican en un artículo de 2012 que en atletas con pies planos,

el calzado deportivo debe centrarse en controlar la pronación del pie (en pies planos valgos).

Esto puede conseguirse gracias al empleo de una media suela de EVA de distintas densidades

por el borde medial y lateral del pie. Tanto en corredores profesionales como aficionados, se

han encontrado beneficios mediante el uso de zapatillas con control de la pronación. Esto se

debe a que se distribuyen mejor las presiones plantares y retrasa la aparición de la fatiga

muscular de los músculos tibial anterior y peroneo lateral largo. Todo ello está asociado a un

mejor rendimiento en la carrera. 9

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CONCLUSIONES

Las lesiones podológicas más frecuentes en corredores con pie cavo son: fascitis plantar,

inestabilidad de tobillo, tendinitis de los peroneos, fracturas de estrés del 5º metatarsiano y

síndromes de choque.

Por otra parte, las lesiones características en corredores con pie plano son: fascitis plantar,

síndrome del canal tarsiano, tendinitis del tibial posterior y fracturas de estrés del 2ºy 3º

metatarsiano.

La calzadoterapia en corredores con pie cavo reúne las siguientes características: alcanza una

correcta amortiguación, tiene un espacio suficiente a la altura del mediopié y evita las cámaras

de aire. El calzado deportivo ideal es el neutro con amortiguación.

La calzadoterapia en corredores con pie plano se caracteriza por tener una buena sujeción del

pie y diferentes densidades de EVA en medial y lateral de la suela de la zapatilla. La zapatilla

deportiva más indicada es la que ofrece un control de la pronación (en pies planos valgos).

Sin embargo, consideramos que se debería seguir estudiando acerca de la calzadoterapia en

líneas futuras de investigación.

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160

COMPENSACCIÓN ORTOPODOLÓGICA DEL PIE ZAMBO RESIDUAL. A

PROPÓSITO DE UN CASO

Inmaculada Rodríguez Moreno

Marina Ballesteros Mora

María Reina Bueno

El pie equino varo congénito o pie zambo, es la malformación congénita más frecuente del

pie. Se caracteriza por la presencia de equino del tobillo, varo del talón, adducto del antepié,

cavo y, en algunos casos, torsión tibial interna.

Uno de los tratamientos más comúnmente aplicados es el denominado “Método de Ponseti”,

que consiste en la aplicación sucesiva de yesos, hasta la corrección de las deformidades

presentes. Este tratamiento debe iniciarse en el recién nacido, y finaliza con la tenotomía del

tendón de Aquiles, como último paso. Éste, se indica siempre y cuando exista persistencia del

equino.

En nuestro caso, acude al Área Clínica de Podología de la Universidad de Sevilla, una mujer de

21 años de edad, refiriendo dificultad para caminar con normalidad. Como antecedentes

generales, refiere haber nacido con pie zambo que le afectaba de forma bilateral, y haber sido

tratada mediante el método Ponseti. A pesar de ello, se aprecia la persistencia de un cierto

grado de deformidad residual, presente principalmente a nivel de antepié.

Para llevar a cabo un adecuado tratamiento ortopodológico, procedemos a la realización de

una exploración completa, haciendo especial hincapié en la exploración muscular. Se

diagnostica un retropié valgo con un antepié varo, residual a un pie zambo.

Finalmente se procede a la compensación ortopodológica a través de unos soportes plantares

personalizados, cuyo objetivo principal es el de aportar funcionalidad al primer radio, que se

encuentra en posición de dorsalflexión permanente; además de generar una apertura del

ángulo de la marcha.