Libar encantamientos y otros poemas por Krishna Naranjo
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Libar Encantamientos Y otros poemas Por Krishna Naranjo Zavala Donativo: 20 pesos
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Libar encantamientos y otros poemas por Krishna Naranjo Zavala
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Libar Encantamientos Y otros poemas
Por Krishna Naranjo Zavala
Donativo: 20 pesos
Texto:
Krishna Naranjo Zavala
Edición
Mario Eduardo Ángeles.
La Testadura, una literatura de paso.
www.issuu.com/latestadura
www.latestadura.blogspot.mx
México, Enero, 2016.
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Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. La Testadura, una literatura de paso, hecha para
olvidarse en los lugares públicos o salas de espera.
Libar Encantamientos
Y otros poemas
Por Krishna Naranjo Zavala
Libar Encantamientos Y otros poemas
Por Krishna Naranjo Zavala
La Testadura , una l i teratura de paso
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Libar encantamientos A Feliciano Sánchez Chan
El encantamiento puede suceder de varias
maneras al enterrar al despedir al agitar la
mano como no queriendo porque al día siguiente los días se vuelven
tus aliados y buscas la intensidad del sol para no morir
de frío y buscas las aves que por primera vez te
seducen con sus vuelos
entras en estado de arrobo, en estado de encanto, descubres
después de un golpe durísimo que hay en la lluvia una voz dulce
Kr i shna Naran jo Zava la
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...otras direcciones ...nubes gordas de belleza
te preguntas a dónde ir con el corazón
estropeado y como no hay algo que importe… tus ojos
se abren en ventanales empiezas a libar amaneceres las crestas
radiantes te delatan
tu nombre se arranca de ti… se va en el vuelo del colibrí… estalla
despiertas en la entraña de la tierra.
La Testadura , una l i teratura de paso
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El bosque me ofrenda un espejo
* Abro la blusa
y se proyecta el sol que desde mi infancia
ha exigido su sitial, su estera
yo no soy
sino el silencio del pájaro que festeja
con el vuelco de la lluvia
yo no soy sino un no dicho
de todos los elementos
Kr i shna Naran jo Zava la
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que maduran y mueren
soy el secreto de la aguja cuando cae erguida
en una noche de aguacero. *
Me veo caminando con el pecho lleno de marasmos
un pajarito me ha besado de color azul la memoria
se entreteje con el viento
en mis piernas blancas y deliciosas
en medio del silencio esculpe para mí un rostro de ébano
y salgo desnuda el bosque me ofrenda un espejo.
La Testadura , una l i teratura de paso
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*
Mis huesos presienten la amenaza
de las nubes con sus vientres a punto
de cántaros
me busco la flor en el sexo
y tiro la piedra al río para ser doblemente
resonancia de mi nombre
me desmadejo
en ritmos en galopes en cantos.
Kr i shna Naran jo Zava la
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Este continuo desnudarse
Estoy desnuda dentro del río de espejos deseando la resonancia más bella de mi
misma
pero afuera la ciudad no deja recobrar el silencio que en la
mañana traza el colibrí o la ceiba
el aleteo tornasolado y el canto
son los labios de esa oscuridad sonora que se asemeja al mar apacible
por qué no entienden allá
La Testadura , una l i teratura de paso
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que el estruendo mutila el rito de las flores cuando se abren líricamente
bajo la directriz del viento
¿qué horas son? el tiempo para desprenderse
me destierro, abro otro camino pienso en un túnel del porvenir
sigo en este continuo desnudarme
donde afloran los robles de mis senos donde el mangle cobra sentido
en la zona costera de mis piernas
donde se conjugan los luceros donde el mar bebe de mí
donde me hace el amor este absoluto silencio.
Kr i shna Naran jo Zava la
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Ritual
Hoy haremos un círculo alrededor
de las flores y los cantos
nuestros rasgos se asentarán en la palabra de fuego y a pesar de su lejanía sabremos cómo mirar
las cosas de este mundo
buscamos la raíz en manantiales de soles desnudos
allá se ven, en el cerro infinito que hombres y mujeres lloran
La Testadura , una l i teratura de paso
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blanqueando el camino donde ha herido la ceniza
allá se ven
¿escuchas sus lamentos en la brillantez de la sal?
sus rostros son visibles
en el secreto de una niña maya que remueve la tierra
con su vestidito bordado
con ella ofrendaré los siete sueños de Feliciano
que me obsequió en el tambor de su poesía
donde la luz se triplica hasta inundar el cuerpo
Kr i shna Naran jo Zava la
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porque en su plegaria
también va mi voz de abuela que sabe reconocer
la dulzura de quien ama el tiempo y se divide en astros.
La Testadura , una l i teratura de paso
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Itinerario
A las seis de la mañana empieza mi cuerpo
a repartir sus visiones
el tiempo es arena fina que cae
desde cualquier hueco
la veo irradiar alzándonos un poema de Nezahualcóyotl
mientras mis pétalos desgranan
internamente
a lo lejos
Kr i shna Naran jo Zava la
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el mar canta horas gastadas pero sólo él
regenera los ecos más añosos
¿cuándo aprenderemos su táctica su imán lunar?
mis pies todavía bailan quizá persiguen el ritmo
de la juventud
al mediodía me escurro en el calor de la ciudad
y alimento a mi hijo de siete meses
le muestro florecillas como peces de fuego para que nade alegre
La Testadura , una l i teratura de paso
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en la tibieza de las cuatro
luego algunos deberes
-sí, yo sé de eso de la ropa limpia y papeles ordenados
cae la arena
como un secretito de premoniciones
desde la mañana
que no para
cae el tiempo se desploma en mi copa
cae esta noche
con la pregunta
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por la nada que destrona
a esta realidad.
La Testadura , una l i teratura de paso
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Aviso matutino
Estoy abriendo la ventana ¿para observar qué?
para observar auroras ahora que el café te predispone
al aroma de la ternura
mi cuerpo hoy es un ramillete empapado de hiel
que confiesa a la ventana cuánta nostalgia cae
en plegarias cotidianas.
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Despliegue Desdóblame como un secreto tengo una venda de palomas que anidaron en la soledad del cuerpo condúcete con las luciérnagas nada con linternas en este cuenco desata los nudos de mis ojos Descúbreme montaña camino Desdóblame como un legajo de signos y estaciones para amarte En tus manos hay estelas que descifran mi eco viejo déjame llegar al viento transparente roída de noche
La Testadura , una l i teratura de paso
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hasta desaparecer convertirme en polvo caracol blanquísimo ante las crestas de tu cuerpo.
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Búsqueda en el mar A Miguel
Valle
Te extiendo la blancura, mi cuerpo es la playa que resplandece
por el deseo de coleccionar murmullos, relámpagos inciertos
ahora que el estruendo es el hijo de la furia
y arrasa a este país con toda ira, busquemos llaves en el sueño de las aguas:
lienzos agitados por las madres de la tierra.
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Krishna Naranjo Zavala (Colima, Colima 1984). Maestra en Literatura Hispanoamericana. Es coordinadora aca-démica de la licenciatura en Letras Hispanoamericanas de la Universidad de Colima donde ejerce la docencia. Autora de los poemarios Letanías mestizas (2011), Bata-lla de la aurora (2015) y los cuentos infantiles, Beto, su secreto (2012). Asume la poesía como modo de confe-sión, canto a una suerte de ancestralidad y experiencia mágica.
