Legado, Paternidad Responsable Pastor Milton Méndez Guatemala, 30 de octubre del Año De La Revelación

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Salmos 145:4 RVA Una generación celebrará tus obras ante otra generación, y anunciará tus poderosos hechos. De acuerdo a lo que dice este texto, nos preguntamos hoy, ¿cómo podemos hacer, siendo padres, una diferencia en nuestras próximas generaciones, o en los niños pequeños? Génesis 32:9 LBLA Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh SEÑOR, que me dijiste: "Vuelve a tu tierra y a tus familiares, y yo te haré prosperar", En este pasaje el nieto está diciendo que su abuelo y su padre fueron bendecidos y que ahora él estaba siendo bendecido. Muchos no tuvimos padres y/o abuelos cristianos, es decir, que somos la primera generación, esto significa que Dios quiere hacer un reinicio en nuestras vidas para bendecir a nuestras generaciones futuras. Ahora bien, debemos saber cómo hacer esta diferencia, para que nuestras generaciones sean como Daniel, gente que esté comprometida con los desafíos del presente tiempo, de alguna manera la generación de Daniel no olvidó a quién pertenecían; nuestras generaciones deben saber que le pertenecen al Señor y que deben amarlo y servilo con todo el corazón. En Estados Unidos de América, hay estadísticas impresionantes que nos dicen que niños menores de 12 años están siendo reclutados por pandillas, pero esto es consecuencia del fenómeno de causa y efecto. Jueces 2:10-11 NVI 1999 También murió toda aquella generación, y surgió otra que no conocía al Señor ni sabía lo que él había hecho por Israel. 11 Esos israelitas hicieron lo que ofende al Señor y adoraron a los ídolos de Baal. Algo malo sucedió aquí, estas generaciones se olvidaron del poder de Dios, de que Él los había sacado de Egipto. Perdieron su identidad, hicieron lo malo y se acoplaron a la cultura idólatra del tiempo que vivían. Ahora bien, ¿qué es lo que podemos aprender de esto para que nuestras próximas generaciones puedan afirmar sus convicciones en el Señor? Deuteronomio 6:4-7 NTV ¡Escucha, Israel!... 5 Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. 7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Este pasaje estaba dedicado a las cabezas paternas, para que hicieran un compromiso de cumplir los principios de vida, para repetirlos una y otra vez. Como padres debemos tomar siempre la oportunidad para hablarles a nuestros hijos de la Palabra de Dios, de principios y valores, de la forma en que Dios nos salvó. Con toda seguridad en algún momento, el pueblo de Israel olvidó que debían tomar este compromiso, pero dejaron de hacerlo y el pueblo se desvió en sus caminos. Génesis 18:18 NVI Es un hecho que Abraham se convertirá en una nación grande y poderosa, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra.

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Esta bendición sería a través de familias, el compromiso que hará diferencia es que nuestra familia, nuestra descendencia marque una diferencia, en la manera en que pesamos, de la manera en que sentimos y que actuamos. Génesis 18:19 NVI Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido." Esto es un legado para los padres, una responsabilidad para que instruyamos a nuestros hijos, que no se puede delegar en otras personas. Israel dejó de hacer esto y como resultado las siguientes generaciones se volvieron a los baales. Salmos 78:4-7 NTV No les ocultaremos estas verdades a nuestros hijos; a la próxima generación le contaremos de las gloriosas obras del SEÑOR, de su poder y de sus imponentes maravillas. 5 Pues emitió sus leyes a Jacob; entregó sus enseñanzas a Israel. Les ordenó a nuestros antepasados que se las enseñaran a sus hijos, 6 para que la siguiente generación las conociera —incluso los niños que aún no habían nacido—, y ellos, a su vez, le enseñaran a sus propios hijos. 7 De modo que cada generación volviera a poner su esperanza en Dios y no olvidara sus gloriosos milagros, sino que obedeciera sus mandamientos. Este pasaje habla de cuatro generaciones, donde como resultado de una paternidad responsable hasta aquellos que no habían nacido tuvieron bendición. Proverbios 1:8 LBLA Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre… En otras palabras, no detengamos la bendición de no enseñar a nuestros hijos. Aprendiendo de errores, notamos que hay una etapa crucial donde los padres deben enseñar esto a sus hijos, y es cuando son pequeños, pues en ese momento hacen lo que los padres quieren. Al iniciar la vida de nuestros hijos debemos ministrarles con valores, afirmar su identidad en el Señor, contarles historias bíblicas y trasladarles los principios de vida en el Señor. Ni la iglesia, ni ningún colegio cristiano puede hacer lo que nos corresponde como padres, la iglesia y el colegio colaboran, pero en casa es donde los hijos reciben mayor ministración, por ello es que no se puede delegar nuestra responsabilidad. Salmos 127:3-5 NVI 1984 Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. 4 Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. 5 *Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas.[1] cuando litiguen con ellos en los tribunales. Si somos padres de adolecentes, con toda seguridad estamos en una guerra, y si no lo estamos, debemos despertar porque hay un gran interés de parte del enemigo, en desviar su manera de pensar, en cambiar sus valores y darles una cultura egocéntrica, pero con la ayuda del Señor, debemos arrebatarlos de las manos del enemigo y entregarlos al Señor. Esto es una guerra, por lo que somos guerreros que debemos luchar por la salvación e identidad de nuestros hijos.

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No debemos olvidar que nuestros hijos son del Señor, y por ello debemos corregir lo que hacen incorrecto; no debemos confundir lo que son, con lo que hacen. Si por ejemplo, mienten, no debemos llamarlos mentirosos, sino decirles que por cuanto son hijos de Dios, no deben mentir, entonces estaremos afirmando su identidad y corrigiendo lo que hacen. Debemos hablar con ellos y explicarles antes de corregirles, para que esto afirme su identidad. En el caso de hijos que están bajo la tutela de padres que son alcohólicos por ejemplo, y sufren maltrato, también con los padres se debe separar lo que son, de lo que hacen, pues siguen siendo padres, aunque por causa del licor maltraten a sus hijos. Son muy interesantes los ejemplos bíblicos de guerreros que influyeron en la vida de sus hijos. Los padres son guerreros que tienen flechas, es decir, hijos en su aljaba. Las flechas son nuestros hijos, que tienen que acertar en un blanco, es decir, que el verdadero éxito de nuestros hijos es que vivan en el plan que de Dios tiene para ellos y acierten en el blanco. Que no peguen en cualquier lado sino que acierten en el lugar donde Dios quiere que estén, para lo cual debe haber un llamado para ellos. Aunque la educación es importante, debemos saber que una cosas es la ocupación, y otra es el llamamiento, es decir, pueden ser ingenieros, licenciados, una ocupación temporal en esta tierra, pero también tienen un llamamiento de Dios para su vida, que es eterno. Deben ser exitosos no solo en su ocupación, sino en el propósito y llamamiento eterno que Dios ya les dio. Isaías 49:2 NVI 1999 Hizo de mi boca una espada afilada, y me escondió en la sombra de su mano; me convirtió en una flecha pulida, y me escondió en su aljaba. Los jóvenes, Daniel y sus amigos, fueron apartados de su familia muy jóvenes, fueron llevados a una cultura que les quiso cambiar el nombre y quería cambiarles sus costumbres, quisieron convertirlos en edomitas, cultura que tiene antes el placer que la responsabilidad, por ello les ofrecieron la comida del rey, comer de todo en contra de sus principios. Es decir, que quisieron quitarles su identidad, pero estos jóvenes tenían bien firmes sus convicciones y no se contaminaron con la comida del rey. Estamos seguros que esto fue el fruto del trabajo que sus padres hicieron en ellos, es decir, que les enseñaron sobre los principios de vida en el Señor y por ello no cambiaron su forma de pensar. Cuando los niños son pequeños son completamente dependientes de sus padres, pero conforme van creciendo, los padres debemos prepararlos para su independencia, para que cuando se vayan de casa sean dependientes de Dios. La aljaba entonces es el tiempo y lugar en que los hijos están siendo formados por los padres, es decir, en casa. Existe varios tipos de arcos, uno de ellos es el arco firme, es el poder de la bendición, con el cual vamos a lanzar a nuestros hijos, para que acierten en el propósito de su vida. Génesis 35:18 LBLA Y aconteció que cuando su alma partía, pues murió, lo llamó Benoni; pero su padre lo llamó Benjamín.

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Este pasaje está hablando de Raquel, ella quiso perpetuar su dolor dando nombre a su hijo, llamándolo “hijo de mi tristeza”, pero vemos la importancia del padre responsable, un hombre con valores que cambió el nombre del niño a “hijo de mi diestra”. El bendecir a nuestros hijos es muy importante, no solo orar por ellos, sino que decir bien de cada etapa de su vida. Ahora bien, cuando hay padres que no son responsables y ponen nombres incorrectos, Dios ha levantado a pastores, ministros que cumplan con la tarea de cambiar las posibles maldiciones, en bendición. Génesis 49:1 NVI 1999 Jacob bendice a sus hijos Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reúnanse, que voy a declararles lo que les va a suceder en el futuro… Jacob dijo que iba a declarar el destino para sus hijos, que iba a tomar su aljaba, tensar el arco e iba a lanzarlos hacia el destino para su vida. Este es el poder de la bendición de Dios en las diferentes etapas de la vida. Cuando Jesús tenía 30 años, cuando inició su ministerio, después que fue bautizado, se escuchó una voz en el cielo que dijo “este es mi hijo amado”, el Padre bendijo ese reinicio de su vida. Cuando iba a morir, subió a un monte para orar, y también el Padre lo bendijo. Esto nos indica que el Padre bendijo a Su Hijo en todas la etapas de su vida. Génesis 49:24 NTV Pero su arco permaneció tenso, y sus brazos fueron fortalecidos por las manos del Poderoso de Jacob, por el Pastor, la Roca de Israel. Si estamos en comunión y bajo autoridad, tendremos la autoridad de bendecir a otros. El arco firme es la autoridad y poder de la bendición del Señor en nuestra vida. En la medida en que podamos tener tenso el arco, así de lejos llegarán nuestros hijos. Un arco flojo es un padre que nunca afirma la identidad de sus hijos, alguien que no reprende y disciplina y le da esta responsabilidad a otros. 1 Reyes 1:6 NVI Adonías era más joven que Absalón, y muy bien parecido. Como David, su padre, nunca lo había contrariado ni le había pedido cuentas de lo que hacía, En el año 1998, en África, un grupo de elefantes jóvenes que habían quedado huérfanos por la caza y recolección de marfil, empezaron a tener comportamiento violento y se habían despertado sexualmente antes de tiempo. No sabían que hacer y a alguien se le ocurrió trasladar a ese lugar elefantes machos mayores, lo cual fue la respuesta para el comportamiento que tenían, pues estos llegaron a darles dirección. No habían tenido una sombra paternal que los corrigieran, lo mismo que hizo David con su hijo. En Estados Unidos hay estadísticas que son terribles respecto a la ausencia paterna:

• 25% de niños blancos tienen un padre ausente • 50% de niños latinos tienen un padre ausente

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• 75% de niños afroamericanos tienen un padre ausente Las estadísticas también dicen que 1 de cada 3 niños afroamericanos llegará a estar en la cárcel. Queremos hacer la diferencia, así que, aún hayan madres solteras, debemos recordar que nuestra fe es más grande que las desventajas que tengamos. Vemos a Loida y a Eunice, madre de Timoteo. Ésta parece que era judía y el padre de Timoteo era griego. No se ve en la Biblia una participación sobresaliente del padre de Timoteo, pero tuvo la bendición de que la fe de la abuela y la madre lo acercaron a tener una relación paternal con el Apóstol Pablo. Dios puede permitir que un ministerio provea a los hijos de una madre soltera, de una sombra paternal. El arco engañoso es aquel que cuando se lanza una flecha, nunca llegará a su blanco porque el arco está torcido, lo cual significa que es un arco con falta de integridad. En la Palabra vemos dos ejemplos muy fuertes de este tipo de arco: Elí y Lot. Sabemos que a los hijos de Elí llegaron a decirles hijos de Belial; y en el caso de Lot, cuando los ángeles llegaron a visitarlos, los yernos pensaron que estaba bromeando porque Lot nunca les había hablado del Señor. Oseas 7:16 LBLA Se vuelven, pero no hacia lo alto, son como un arco engañoso… La falta de integridad es que no somos completos en todo lugar, es decir, una parte es para la iglesia, una parte para el trabajo, una parte para el hogar, etc. El ser íntegro es que seremos de una sola pieza, siempre la misma persona en todo tiempo y lugar. La falta de integridad desautoriza a un padre para bendecir a sus hijos. Salmos 145:4 LBLA Una generación alabará tus obras a otra generación, y anunciará tus hechos poderosos. El compromiso que hará la diferencia, es que hablemos del poder del Señor a la siguiente generación. Salmos 145:4 RVA Una generación celebrará tus obras ante otra generación, y anunciará tus poderosos hechos. Todos tenemos la responsabilidad de vivir el evangelio y compartirlo con nuestras siguientes generaciones. Génesis 32:9 LBLA Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh SEÑOR, que me dijiste: … yo te haré prosperar", Si somos primera generación de cristianos, debemos tratar que nuestros hijos puedan decir “el Dios de mi padre, es el Dios que me bendice ahora”, que nuestros nietos puedan decir, que la fe de su abuelo y de su padre es la fe que los sostiene. Este es un compromiso que hará la diferencia. Nuestros hijos al ver nuestro ejemplo de amor y servicio al Señor, lo seguirán sin olvidar su origen y su destino.