Reflexiones del pensar, del espacio y de los tiempos de la humana

humanidad.Tormenta de ideas para un posterior trabajo de sistematización y

justificación

No puedo imaginar una tortura mayor que la congoja de una inteligencia intrigante que de repente pierde su hilo conductor y que, cuando su conciencia despierta y trata de salir del laberinto, vuelve contra sí mismo toda su penetración cerebral. Le resultan inútiles todas las salidas de su cueva de zorro: cuando cree alcanzar la luz del día, se da cuenta de que se halla delante de una nueva entrada y, como una fiera despavorida, en la desgarradora desesperación que le acomete, trata de nuevo de salir, pero de nuevo sólo encuentra entradas que lo conducen de nuevo a sí mismo.

Un hombre así no comete crímenes, porque a menudo le engaña su propia superchería, pero recibe un castigo mucho más terrible que un verdadero delincuente; pues, en realidad, ¿qué es el dolor de la expiación si se compara con esta consecuente locura?

El castigo, para él, tendrá un carácter puramente estético: un despertar resulta demasiado ético, según su modo de pensar. Ia conciencia se le aparece tan sólo bajo la forma de un conocimiento más elevado, que se expresa como una inquietud; y ni siquiera puede decirse que le acuse con toda propiedad, sino que le mantiene despierto y, al inquietarle, le priva de todo reposo. No puede

admitirse que sea un demente: la diversidad de sus pensamientos no está fosilizada en la eternidad de la locura.

“Diario de un seductor” Soren Kierkegaard

 

Que la consciencia y la capacidad de razonamiento (que no son la misma cosa aunque muchas veces se confundan ambos conceptos) son cualidades que distinguen al ser humano del resto de las especies del planeta es, por obvia, una afirmación que ofrece pocas resistencias o cuestionamientos. Ambas son factibles por la capacidad del cerebro humano a crear pensamientos y tener conciencia y autoconciencia de estos, es decir, lo consciente como perceptivo razonado, pensado y voluntario y esa percepción razonada como capacidad y posibilidad del cerebro humano de percibirse a si mismo y a su entorno y tener conocimiento de ello. La razón entonces es la capacidad de sistematización consciente de la percepción de los pensamientos propios o recibidos. Y esa razón permite aprendizaje cognitivo por medio de los mecanismos de las memorias humanas, La conciencia es lo que se obtiene como resultado de la capacidad de razonar. Somos conscientes de lo que percibimos y pasa a ser conocido por medio del razonamiento.

Las mentalidades humanas han sido y vienen siendo interpretadas en general, aún en formas lineales, referenciales, dialógicas o antagónicas, llenas de contradicciones y paradojas y que se superan o bien en formas de avances o retrocesos, cuyos contenidos son impuestos según los dominios ideológicos que determinan los poderes históricos que los definen o bien alcanzando consenso intermedios entre esos contenidos lineales y trascendiendo algún espacio que podría considerarse plana, en donde co-existen en algún marco acordado esas contradicciones y esas paradojas, según el devenir comprendido como temporalidad que define pasado presentes y futuros.

Una visión desde las complejidades podría plantear múltiples interpretaciones y modos de mentalizar estas cuestiones. La que propongo intenta verlas como espacios volumétricos que fluyen entre si de los modos mas arcaicos pasados y originales de los comienzos de la conciencia humana hasta los posibles actuales multidimensionales complejos atemporales y de los espacios ubicuos.

La historia de las mentalidades que ha forjado toda construcción del yo, aun cuando estos conceptos no adquirían las connotaciones neurocientíficas o psiquiátricas del presente, sin embargo definían el juego de individuales con el todo. Desde ese mismo principio esta multidimensionalidad y esta complejidad y la conciencia sin tiempo ni espacio existía manifestada en los anhelos no alcanzados, en quienes dudaban de formas o costumbres o creencias de sus tiempos. En quienes buscaban conocimientos distintos a los establecidos y gustaban de viajar para ampliar sus mundos. Desde el comienzo, fue lo irracional como dinámica que comienza a generar respuestas racionales y de estas a concientes por medios de los registros de la memoria y de determinar valores y utilidades. Las necesidades arcaicas de sobrevivencia, de la sexualidad como sobrevivencia de la especie y de la necesidad gregaria por la debilidad del individuo frente a los peligros de la naturaleza y la competencia por territorios, alimentos y la perpetuación individual en el acto sexual y la génesis de la descendencia. Par a el individuo tanto la naturaleza como el sexo que impone su primacía (El hombre por encima de la mujer, en la mayoría de las organizaciones gregarias pero con diferentes connotaciones de sentido y valor, Pero en algunas otras de la mujer precisamente por que era ella quien alberga la posibilidad real de la trascendencia a la muerte), son “cosificadas” por el yo, y aunque potencialmente todos los yoes pugnan por su propia pre-eminencia, fue el poder físico primero, el que definió las relaciones y no hacia distinción entre humano (Hombre o mujer) y naturaleza. Todo constituía mediación para su supervivencia. Las experiencias que van demostrando la efectividad de las asociaciones va generando el espíritu gregario y ya en estas instancias comienza a aparecer el otro como otro y entonces las diferentes relaciones y valoraciones del yo y los otros en términos del dominio y del poder o de la colaboración. Todas estas dinámicas relacionales son comprendidas lineales porque en principio la conciencia no puede trascender a la experiencia, se trata de la mentalidad concreta, Aquella que se determina entre el yo y sus pulsiones vitales y en como ese yo va desarrollando el

pensamiento primero irracional sensible y después racional sensible para comenzar a delinear esas primeras formas de conciencia. Tampoco podía el yo, en esas primeras estructuras cerebrales, separar los sentimientos de las pulsiones irracionales vitales, de las sensaciones, de las acciones con otros y en el mundo. La carencia de una comprensión racional del tiempo del espacio del mundo y del yo distinto de los otros, opera en la aparición de las prácticas déicas y religiosas, que actúan como los elementos que dan cohesión al poder establecido de algún modo en torno a lideres o grupos de lideres que determinan las formas y los valores de los colectivos que lideran y comienzan a definir, entonces las primeras concepciones del yo gregario. Del yo colectivo. De la pertenencia a grupos y comunidades.

Estas mentalidades y estas dimensiones de la conciencia que es determinada por esas formas arcaicas que las fueron configuran y moldeando, no están hoy extintas sino que coexisten a otras que se fueron desarrollando en el devenir de la historia de la humanidad, pero que hasta ahora no había podido trascender esa visión lineal y de continuidad que esa primera mentalidad impuso hasta el presente. Las formas de abstracción que comienzan primero con el reconocimiento, no todavía del otro como otro consciente distinto del yo, sino del otro como otros necesario al que debo o bien convencer o bien dominar para cumplir mis deseos y necesidades es la que determinan los juegos de poder y de guerra aún vigentes en la vida de los pueblos de la humanidad planetaria y de todos los conflictos interpersonales que no son otra cosa que la aparición a la superficie de las acciones de estas conciencias concretas fruto de lo inconciente, de lo instintivo, de aquello que forjo la mentalidad lineal de la existencia propia y del todo como continente de eso propio.

Se podría decir que una de las novedades del hoy y el aporte formidable e innovador de la conciencia ecológica es la de agregar al yo y al otro humano, y al superyó como las estructuras que convalidan los ejercicios del poder y/o del consenso como formas de

dominar la naturaleza vista como mediación de nuestras necesidades, anhelos y experiencia de dominio, están comenzando a ser pensadas en términos de otras formas de otredad. Cuando la evolución de las conciencias comienza a trascender las linealidades y comprender de modos más complejos, dinámicos, atemporales y ubicuos aparecen múltiples otredades como yoes externos a lo propio pero igualmente ellos.

Y podríamos ir mas allá y comenzar a revisar la evolución lineal de nuestras comprensiones y conciencias humanas desde un punto de vista complejo en términos de procesos, Sistemas y Cajas negras, donde lo sólido es una de las manifestaciones de las estructuras perceptibles y las facultades y herramientas de percepción humana no son en realidad humanas sino formas de comunicación con el mundo. De comunicación que pierde esa estructura lineal de emisor y receptor sino que se transforma en ovillos donde circula información sensible que atraviesa todos los yoes existentes, tanto propioceptivos (Del yo individual), empáticos y sinérgicos (del yo con el otro reconocido como otro. Un yo diferente al propio), sea este humano, vital o incluso lo que valoramos como natural inherte en ese revolucionario concepto de planeta vivo.

Iremos desarrollando estos conceptos mas adelante para clarificarlos y completarlos. La sola mención es para situar al lector pensante en el universo conceptual y mental que se nos ofrece como escenario multidimensional y complejo infinitamente mas completo pero al mismo tiempo mas inexplorado, porque precisamente comenzamos a situarnos en espacios-tiempos que coexisten con sus propias trascendencias. Esto es el presente es conciencia del hoy concreto pero también de los pasados que nos fueron formando y de las complejidades que los fueron signando en el devenir de un tiempo que comenzamos a percibir no como direcciones lineales sino como autopistas de múltiples sentidos o mejor aún espacios difusos que contienen muchos tiempos en un solo tiempo para adecuarlos a su concreción en la experiencia vital humana.

Evolución de los pensamientos

La evolución surge de la insatisfacción. El hombre insatisfecho por las respuestas actuales a los problemas actuales evoluciona. Del surgimiento de problemas nuevos o la percepcion distinta de los viejos, o la percepción nueva de problemas que existían antes pero que no eran percibidos como tales, y ahora si, surgen las insatisfacciones.

Entre otras tanta definiciones que se pueden elaborar, evolucionar significa buscar y encontrar respuestas nuevas, modificar las existentes, o recuperar respuestas del pasado para hacerlas adaptables al presente, de modos de alcanzar respuestas satisfactorias a los problemas percibidos como tales.

La evolución de las formas de pensamiento humano, del volumen y la calidad de los datos que se conocen y su estructuración sistematizada y racional en cuerpos de conocimientos como “especializaciones” de estos y que posibilitan la creación de herramientas, instrumentos, técnicas y métodos que le permiten dominar y transformar el entorno, para satisfacer necesidades, calmar deseos y asegurar la supervivencia individual y de la especie, han seguido un desarrollo lineal.-

De formas similares cada ser humano desarrolla sus habilidades cognitivas de los mismos modos que lo ha hecho la humanidad, asimilando siglos de experiencias. Precisamente por esto el desarrollo lineal expuesto surge tanto de las teorías de psicología evolutiva como de antropología cognitiva como construcción de un paradigma epistemológico de evolución de las mentalidades.

En sus primeras experiencias, el ser humanos elaboro lo que se denomina como pensamiento concreto, que es la racionalización por contacto, la elaboración de las primeras imágenes mentales de lo que existe como propio y como externo, que surgen de las experiencias

sensitivas y vividas con las cosas, con los elementos, a través de la racionalización de las percepciones, primero olfativas y gustativas elementales (cerebro de reptil) luego auditivas y vestibulares, hápticas y por ultimo su integración visual que es evolutivamente, el órgano de percepción mas nuevo en los desarrollos biológicos.

Las experiencias repetidas del contacto perceptivo del hombre con su entorno genera el segundo estadio evolutivo que es la capacidad de recrear mentalmente tales experiencias y transmitirlas en información, esto implica la aparición de las primeras formas de comunicación humanas a través de impactos sensibles: sonidos, gritos, gestos.-

La aparición del fuego es fundamental en estos desarrollos pues supone no solo el comienzo de la aplicación práctica de las percepciones sensibles, recreadas mentalmente y comunicadas, sino de la posibilidad consciente de transformar el entorno. De conocer y crear nuevo a partir de aquello que se conoce, pero al mismo tiempo, surgen todos los limites a lo cognitivo que deviene en el pensamiento mágico mítico. A medida que se avanza en conocimiento, la razón va superando a las explicaciones supra racionales y esto deriva en la búsqueda de las verdades existenciales primeras con la evolución del pensamiento filosófico.

Si esto fuera así, cada forma supone una superación a las formas y conceptos simbólicos de representación de la realidad y de lo cierto, dado como cierto por la forma anterior. Y si bien algo de esto se condice con la experiencia, en la actualidad, los avances de los conocimientos a partir de las neurociencias nos permiten elaborar concepciones más complejas y exactas de tales desarrollos.

En la actualidad, las convergencias y transversalidades que posibilitan las TIC y el aporte de estas, aplicadas a los conocimientos neurocientíficos estarían generando un nuevo nivel evolutivo que propongo denominar pensamiento complejo multidimensional, para diferenciarlo del complejo planar que supone el pensamiento sistémico que no es mas que la convergencia de los conocimientos aportados por distintos campos del saber en sistematizaciones que podríamos definir transdisciplinar. El pensamiento complejo multidimensional esta planteado desde las trascendencias a las limitaciones temporales y espaciales que signaron todos los pensamientos en sus

evoluciones anteriores a las presentes, desde el origen de los primeros esfuerzos humanos por comunicarse y transmitir experiencias y conocimientos desde sus formas gestuales, sonoras y pictográficas hasta el desarrollo del lenguaje y de los actuales medios audiovisuales. En esta línea de pensamiento habría que modificar el esquema lineal anterior por otro multidimensional , que se conceptualice a modo de profundidades volumétricas y con sentido atemporal, lo que implicaría sin dibujos de limites precisos, pero dando la sensación de que cada dimensión incluye las anteriores linealidades en un todo único.

Obviamente que estas evoluciones no operan en todos los individuos y en todos los colectivos humanos de formas univocas y uniformes, pero si, que como evolución de la especie humana en su conjunto define las conceptualizaciones que se irán articulando en torno a estas nuevas capacidades de cognición y de interpretación consciente, de modo de tornarse mayoritaria y referencial para la mayoría de los humanos y de las civilizaciones globales en los futuros próximos.

A cada forma de pensamiento, contribuyeron a sus conceptualizaciones metodológicas de reflexión consciente que intentaban un armado racional, coherente y desprovisto de falsedad, que le otorgaba legitimación social con carácter de verdad en los distintos sistemas sociales que se sucedieron en la historia de la humanidad, bajo distintas formas culturales y organizaciones humanas diversas. El pensamiento científico, que acelero las evoluciones hasta nuestros días, agregaba el elemento probatorio de la experimentación para dar validez a las fundamentaciones empíricas y comprobables únicamente con la coherencia entre lo percibido y el relato que le daba significación y contenido. Pero sus desarrollos carecieron de la humildad necesaria para no descubrir o aceptar los condicionantes que las anteriores formas del pensamiento humano ejercían sobre sus formulaciones racionales, sus experimentaciones y por ende sus resultados como conocimiento.-

Esto permite afirmar que en la actualidad estamos ante un cambio de paradigma a la hora de crear conocimientos:

El Científico, que motivo todo el funcionamiento económico desde la Primera revolución Industrial seguía un método lineal:

Observación – Hipótesis – Experimentación – Tesis - Ley (o conocimiento socialmente aceptado)

A fines de los anos 40 comienza a perfilarse una visión más espacial, a cuenta de que comienzan a integrarse saberes a través de prácticas “interdisciplinarias”, Es decir a integrar leyes individuales y fragmentarias, en universos mas amplios de leyes que involucraban “saberes” de otras ciencias.-

De esta concepción, y agrupando conocimientos y leyes matemáticas, lógicas, electrónicas, y físicas, surge la informática.-

En la actualidad la tecnología como actividad y conocimiento eleva la creación de saberes a un concepto de “volumen en el tiempo”, lo que implicaría concepciones multidimensionales, toda vez que se refiere a conocimientos aplicados en grandes volúmenes y menores unidades de tiempo y espacio.-

Estas conceptualizaciones superan las barreras existentes del pensamiento lineal en torno a esas formas que, de modos más o menos rudimentarios, subsisten como esencias o como esqueletos al interior de las formas mentales de los pensamientos o de los cuerpos de conocimiento. La filosofía no es opuesta a la ciencia, aunque mucho se ha discutido y se seguirá discutiendo al respecto. La ciencia, en realidad, se constituyo en una mirada superadora del pensamiento filosófico, sin percibirse a si mismo de este modo, como un regreso a las formas de pensamiento concreto pero en términos mas racionales, deductivos y experimentales, para superar las visiones mágicas, míticas y las abstracciones filosóficas que desprendían lo humano concreto del mundo de los valores y de las adjudicaciones de sentido.

El pensamiento sistémico, constituye una corrección al desvío que las super especializaciones científicas trajeron como fragmentación de la realidad, que tornaban insuficiente las respuestas para un mundo que cada ves se percibía mas complejo, pero completo. Donde los “mundos” de las especialidades no alcanzaban para explicar determinados problemas sino eran completados por conocimientos que provenían de otras ramas de las ciencias generando las transversalidades de donde surgen las TICs

Hablar de multidimensionalidad y complejidad, es también hablar de filosofía, por aquello de que todo conocimiento racional es al mismo tiempo sensible y sensitivo, ético y valorativo, porque en términos evolutivos siempre busca respuestas a las insatisfacciones humanas y de hecho, las respuestas fundamentales de la filosofía, aun no han sido contestadas ni por estas, ni por las ciencias hasta el presente.

Nuestra existencia transcurre en una constante lucha entre la vida y la muerte. Esa lucha se libra entre la pulsión de vida (Eros) y la de muerte (Tanatos). Y ese enfrentamiento es esencialmente filosófico, pero también científico y sistémico, por cuanto define direcciones y sentidos. Da especificidad a los conocimientos que privilegian la muerte sobre la vida, la esclavitud sobre la libertad, el yo dominando a los otros yoes, adoptando formas individuales y sociales diversas vestidas con el ropaje desgastado y andrajoso de ideologías que plasmaron estas luchas esenciales en formas de violencia y ejercicios de poder que consolidan esclavitudes y mentidos estados de bienestar a coste de millones en pobrezas extremas y condiciones degradantes de existencia.

Un pensamiento multidimensional y complejo es capaz, en el presente, y teniendo a nuestra merced el acumulado de siglos de conocimientos, experiencias e interpretaciones humanas que definen precisamente estos estados evolutivos de la mente y el pensamiento, habilitan la posibilidad de mejorarnos, humanos, a través de concepciones que equilibren Eros y Tanatos de modos que la vida sea mas importante que la muerte.-

Transhumancia y Pensamiento interior

En estos tiempos de las mentalidades complejas y multidimensionales que permiten pensamientos mas completos como mapeo de los conocimientos generales acerca del hombre, de su historia, de sus tiempos y espacios vitales individuales y colectivos y de los universos interiores y exteriores que le habitan, surgen, entre otras, dos corrientes que marcan tendencias mas o menos generales: La transhumancia y las convergencias de las filosofías del pensamiento interior y de las prácticas de introyección y de espiritualidad individual introspectiva.

El transhumanismo es un concepto filosófico y un movimiento intelectual internacional que apoya el empleo de las nuevas tecnologías para mejorar las capacidades mentales y físicas con el objeto de corregir lo que considera aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento o incluso en última instancia la mortalidad. Los pensadores transhumanistas estudian las posibilidades y consecuencias de desarrollar y usar la tecnología con estos propósitos, preocupándose por estudiar tanto los peligros como los beneficios de estas manipulaciones.

El término «transhumanismo» se simboliza como «H+» (antes «>H»), y es usado como sinónimo de «humano mejorado».

Aunque la primera vez que se usó el término «transhumanismo» data de 1957, el significado contemporáneo se desarrolló a comienzo de los años 80, cuando un grupo de científicos, artistas y futuristas comenzaron a organizar lo que desde entonces ha crecido hasta constituir el movimiento transhumanista. Los pensadores transhumanistas proponen que los seres humanos se transformen en seres que expandan sus capacidades hasta devenir en posthumanos, como resultado de la simbiosis de sus cualidades humanas con la perfección que pueden agregar las tecnologías.

Mucho menos preciso, surgen como prácticas diversas y recuperación de espiritualidades perdidas y de convergencias de diversos pensamientos filosóficos especialmente orientales y contra culturales a las tradiciones occidentales que se impusieron en las formas de pensamiento, en la mayor parte de la historia de la humanidad de la era Cristiana, una serie de prácticas, movimientos y teorías que pregonan la búsqueda del propio ser. Del Yo interior. De descubrir las respuestas en la propia esencia de la humana individualidad.

A estas corrientes diversas y mucho menos sistematizadas y organizadas que aquella, las llamaremos de forma genérica “yoistas”. Debemos hacer la salvedad que no necesariamente refieren a una centralidad del yo en términos freudianos sino en la búsqueda individual de verdades universales a partir del pensamiento y conocimiento sobre la experiencia introspectiva del propio ser. Buscar en el propio interior ( Mente y alma) y en uno mismo (voluntad, conciencia, sensibilidad y razón) lo que se manifiesta como información individual y colectiva en toda la naturaleza y en todo cuánto existe.

Estas tendencias, si no son capaces de articular universos comunes multidimensionales y complejos que puedan trascender las linealidades que han signado los pensamientos confrontativos y excluyentes que dominaron los escenarios humanos hasta estos tiempos, no será mas que nuevas comprensiones para nuevas batallas de poder y no para mejorar la vida humana en el planeta y trascender las propias capacidades individuales en capacidades colectivas que confieran a la humanidad como un todo una dimensionalidad vital potencialmente creadora e inimaginable de oportunidades para mejorar la vida en el planeta y mejorar la propia experiencia vital de cada uno de los seres que la habitamos como experiencia concreta, histórica, pero también como parte de una

trascendencia histórica y ubicua que determina nuevas maneras de ser humano en el mundo y en el universo.

Para hallar elementos conductores que nos permitan acercar estas corrientes diversas y variopintas entre si y al interior de cada una de estas corrientes conceptualizadas de maneras muy generales en: introspectivas o intramentales y extropectivas o mediatizadas por instrumentales y tecnologías, es necesario comenzar por un concepto incluyente: tanto la externalidad como resultado tecnológico y técnico, como la internalidad que se descubre al interior del propio pensamiento y de la propia actividad cerebral, son ambas eminentemente humanas. Ninguna especie conocida puede desarrollar estas cuestiones y por lo tanto las exclusiones que se pudieren establecer son sencillamente distinciones que surgen de las valoraciones y de los juegos del poder humano por imponer algún criterio mejor valorado por sobre otro. Ambos aspectos involucran tanto elementos concretos como intangibles y en especial esa combinación poco reconocida en los ámbitos teóricos de especulación racional y científica, entre lo eminentemente irracional y lo racional como potencial consciente del ser humano para dirigir sus potencialidades a logros determinados de antemano.

He aquí una cuestión adicional que coadyuva a estas comprensiones dentro de un marco de evolución compleja y multidimensional, diferente al pensamiento darwiniano en términos de ciclos o períodos históricos, sino de coexistencias de tiempos y espacios dentro de un mismo tiempo y espacio vital que signa las experiencias y las mentalidades de quienes nos desenvolvemos vitalmente en estas: La concepción de que lo irracional, intuitivo, sensible es a la razón vital que los transforma en consciente y en mentalidad perceptible, conocida, manipulable, Un dinámica compleja de ida y vuelta lo que hecha por tierra cualquier ilusión de los extremos a ambos lados de las posturas trashumanistas o introyoistas.

Al mismo tiempo, ambas no tendrían sentido ni razón de ser sino se refieren al tiempo y al espacio concreto donde sus dinámicas determinan las mentalidades que configuran las organizaciones y las acciones humanas para las mismas respuestas a las mismas preguntas que han determinado todo el desarrollo consciente del ser humano sobre la tierra. El porque y el para que de la existencia mas allá de las necesidades elementales de subsistencia, y el como social, antropológico, cultural, geográfico y planetario que enmarca las conciencias concretas de este tiempo, las espiritualidades míticas que conviven como explicación de esos espacios que la razón consciente

no alcanza, la razón como capacidad constructora de métodos para unificar esos mundos, la ciencia como experimentación de lo perceptible pero ahora también de lo imperceptible, del mundo de las energías subyacentes, de las estructuras líquidas y cuánticas de las sociedades vitales y las cosas.

Nada de esto tendría sentido sino se pensase en términos concretos como posibles soluciones a los males del mundo. A las guerras, a la pobreza, a la concentración de bienestar en unos pocos y la mala concentración de poder en esos pocos que determinan el mal vivir de mayorías y las sumen en la ignorancia del propio ser y de sus potencialidades infinitas como seres humanos multidimensionales y complejos en los albores de una nueva humanidad.-

Transhumanistas e introyoistas

La visión transhumanista se sigue situando en la cosmovisión lineal solo planteado en termino de ascendencia valorativa o jerarquización por importancia, pero no alcanza a dimensionar de maneras múltiples sus conceptualizaciones, ni a establecer las relaciones complejas que constituyen lo humano y que entonces parcializan las visiones de “mejoramiento” de la cualidad humana tanto mas cuanto que esta está aún incompleta en su comprensión y en el conocimiento de las complejidades que la conforman. Sin embargo, el postulado de mejoramiento presupone la idea de que no alcanza el potencial humano completo que sin embargo se desconoce. He aquí una contradicción primera a las posturas transhumanistas que suponen que el potencial natural humano, mas allá de las posibles mejoras “técnicas” no es posible o si lo es requeriría siglos de tiempo que se podrían abreviar mediante la tecnología.-

Las concepciones introyoistas que apelan a la búsqueda del yo interior y de la propia esencia en la individualidad y la mentalidad propia y las propiocepciones que permiten estados de “conciencia hacia uno mismo”, participan de las mismas búsquedas por encontrar respuestas al sentido existencial de la vida y a la búsqueda de una mejor experiencia temporal por esta misma. EL auge de las escuelas de autoayuda, las enseñanzas de los dogmas filosóficos de las búsquedas del propio ser a partir de las prácticas diversas de meditación y de autoconocimiento y los mismos avances que las neurociencias permiten, en cuanto a conocimiento del propio funcionamiento de la mente y del cerebro como provisto de una lógica propia capaz de abarcar los absolutos y la trascendencia a través de la introspección y el descubrimiento de los universos interiores, replican el defecto lineal de atribuirse para si la construcción de un “modelo” humano” de acuerdo a sus comprensiones del camino para hallar las respuestas a las preguntas fundamentales su existencia y de las relaciones de esta con el todo.

Ambos, transhumantes e introyoistas, pierden en sus posiciones lineales la capacidad de comprender la complejidad y relaciones recíprocas entre el propio ser, el conjunto de seres y lo que existe como totalidad, y que toda creación humana, nada tiene de artificial (en el sentido lineal de oposición a lo “natural” como a lo existente sin intervención humana) toda vez que si lo humano es en si mismo

natural, toda su obra sería igualmente fruto de esa naturaleza humana parte de la misma esencia de la vida y de la condición de humano.

Cualquier construcción mental que se precie de humana parte de alguna ubicación consciente o inconsciente con respecto a lo que describe o trata de explicar. Es decir que siempre existe en la referencia a lo otro como objeto para conocer una posición que se asume desde algún lado y que no siempre es explicita en términos racionales y cognitivos.

La mentalidad concreta es la que surge de la experiencia práctica y primera del ser con los otros seres y con las cosas, con el entorno con el que interactúa. Cuándo ese entorno se conforma como recuerdo y ya es parte del trabajo mental, las imágenes y conceptos abstractos que definen relaciones y objetos concretos en las experiencias vitales siguen posicionándonos en los mismos espacios pero en distintos tiempos. EL recuerdo es el espacio que ocupa lugar como recuerdo. Eso que ocupó lugar en nuestra mente pero que perteneció a la experiencia concreta de otro momento. De un tiempo anterior al del recuerdo. La experiencia permanece con el paso del tiempo, pero independientemente del espacio en el que aquel original y concreto se produjo.

He aquí la abstracción pura: El espacio que ocupa el recuerdo del espacio para ser recordado en otro tiempo independientemente del espacio que se este ocupando en ese otro momento futuro donde el recuerdo es regresado al pensamiento consciente.

Esto es solo comprensible si se logra en la abstracción verse así mismo construyendo esa memoria en el devenir. Se salta la linealidad para, desde alguna atemporalidad ubicuidad imprecisa, definir y entender tanto la experiencia concreta que origino el primer pensamiento, como el recuerdo posterior que lo devino en abstracto.

He aquí entonces que se relacionan tres dimensiones que se atraviesan transversalmente la del plano concreto, la del plano abstracto y la del pensamiento complejo que los contiene a ambos pero a la ves es determinado y determina a ambos como parte de lo que signa una nueva experiencia, igualmente devenida en abstracta y multidimensional en la medida que es razonada con sentido de continuidad vital individual e histórica. La transversalidad que es el fundamento de la multidimensionalidad es atemporal y ubicua. Es decir trasciende los tiempos y los espacios pero al mismo tiempo los construye y los reconstruye en términos de experiencias concretas del pensamiento y la mentalidad del presente, de la abstracción del presente y de la propia mentalidad que surge de estas dinámicas.

Se hace perfectamente concreto en la abstracción y la perfección, el limite humano de cualquier intento de cognición en cuanto a la pretendida objetividad como “el salirse de uno mismo para observar la realidad tal cual es”. Aún en el esfuerzo mas extremo de mirar el mundo como lo hacen los astronautas al salir de la superficie terrestre, como pensamientos desde fuera de las influencias terrestres para pensar lo humano y lo terrestre. La propia humanidad esta presente y la propia mentalidad que se llevó arriba, determina en buena medida como será referida esa experiencia “objetiva” que se intenta. La alternativa que fue anterior a esta, que fundamenta el pensamiento científico, fue el pensamiento lógico y de referencias axiomáticas. Este tipo de pensamiento y de mentalidad también esta referido a un “afuera” pero que se define como dentro (Y que es la base de cualquier construcción cognitiva, La de los sistemas de conocimientos). Presupuestos axiomáticos que se referencian como verdades incuestionables en derredor de las cuales todo lo demás debe ser probado en sus referencias, entre si o con esos axiomas lógicos que los determinan. En este sentido el pensamiento filosófico sitúa la mente en un “afuera” para observar la tierra como el astronauta, en una construcción interna mental y axiomática. De alguna manera constituye un esquema rudimentario de lo que hoy se plantea como pensamientos introspectivos o búsquedas del propio ser solo que no penetra en su propia construcción sino que lo hace para referirla a las relaciones con el entorno y con sus congéneres. En los devenires lineales la lógica le provee de instrumentos racionales a la filosofía para establecer sus “mundos” y observarlos y descubrirlos e inferir sus relaciones lógicas en función de los sistemas que construye, sin salirse del mundo y sin adentrarse en el mundo del yo interior, mas allá de los postulados axiomáticos que como verdades reveladas le signan certezas al sistema.

La ciencia no es mas que un sistema lógico fundado en axiomas, que son aceptados como verdad por encima de otras posibles y que se establece como parámetro de lo cierto mas como dinámica de la realidad que como dinámica de los pensamientos. La ciencia no ha modificado la lógica del pensamiento humano sino, que en la misma concepción de estructuras mentales lineales, establece un método que se funda en el centralismo de la cualificación y la medición para conferir valor de certezas a los resultados que surgen de la experiencia cinética ponderada en esos términos de cuantificación, cualificación medibles matemáticamente. En estos sentidos, es también la medición y la metodología con la que esta se expresa, parte de las definiciones necesarias de los sistemas materiales e inmateriales que se constituirán en los distintos campos de investigación y en los cuerpos de conocimientos que de cada uno de estos han surgido.

Confrontaciones políticas y trascendencias cognitivas

"¿Quiénes somos nosotros?". Son un rechazo a las abstracciones de la violencia económica e ideológica, que ignoran quienes somos individualmente como también son un rechazo a la inquisición científica y administrativa que determina quien es uno.

Para concluir, el objetivo principal de estas luchas no es atacar tanto a tal o cual institución de poder, grupo, elite, clase, sino más bien a una técnica, a una forma de poder.

Esta forma de poder emerge en nuestra vida cotidiana, categoriza al individuo, lo marca por su propia individualidad, lo une a su propia identidad, le impone una ley de verdad que él tiene que reconocer y al mismo tiempo otros deben reconocer en él. Es una forma de poder que construye sujetos individuales. Hay dos significados de la palabra sujeto; sujeto a otro por control y dependencia y sujeto como constreñido a su propia identidad, a la conciencia y a su propio autoconocimiento. Ambos significados sugieren una forma de poder que sojuzga y constituye al sujeto.

Generalmente puede decirse que hay tres tipos de luchas contra las formas de dominación (étnicas, sociales y religiosas); contra formas de explotación que separan a los individuos de aquello que ellos mismos producen; o contra aquello que ata al individuo a sí mismo y los subsume a otros de esta forma (luchas contra la sujeción, contra formas de subjetividad y sumisión).”

MICHEL FOUCAULT “EL SUJETO Y EL PODER”

Las reflexiones que vengo desarrollando tienen que ver con la estructura ontológica humana original y como ha ido resolviendo sus necesidades, conflictos, deseos, aspiraciones en su comprensión y autocomprensión de si mismo, de las relaciones con los otros y con el entorno natural y de las formas colectivas que se van originando en la complejidad de estas relaciones. Estas cuestiones se van dilucidando en términos de mentalidades, conciencia y poder. El conocimiento como concreción de la conciencia subjetiva y objetiva de las relaciones define las estructuras racionales; y el poder, las irracionales aunque generalmente se esconde en alguna pseudo racionalidad o explicación mítica o filosófica que como fundamento, justifica la resolución por la fuerza de las tensiones y conflictos.

El poder, entendido como la posibilidad humana de reducir las tensiones y conflictividades que surgen de las diferentes mentalidades e interpretaciones del ser, estar, sentir, pensar, hacer , en y con el mundo, toda vez que somos, humanos, seres interdependientes y gregarios y dependientes del entorno para subsistir (No autosuficientes). En este sentido, el otro adquiere dimensión real de otro, solo cuándo la racionalidad prima sobre la irracionalidad y dejamos de ver, desde lo individual y lo lineal, las relaciones humanas y con el mundo. Solo cuándo comprendemos de modos complejos, multidimensionales, dinámicos, no solo las relaciones de nuestro propio yo y las construcciones del nosotros en referencia a los otros, sino cuando estas relaciones superan la irracionalidad del uso de la fuerza para sometimiento del otro a nuestro designio o nuestra sumisión al poder mayor del otro, en función de los conocimientos que fruto de la razón, se construyen de maneras colectivas e inclusivas, generando las trascendencias necesarias para las convivencias en términos de acuerdo alrededor de los conocimientos. EL poder como posibilidad es, al mismo tiempo, poder sobre la propia individualidad, ya no como primacía del yo

individual o colectivo, sino como identidad dialógica capaz de construir inclusivamente un universo para todos.

Esto se da no solo como un cambio de paradigma en la forma de comprensión humana, ya de su propia estructura cognitiva, ya de su propia esencia de humanidad, ya de sus capacidades por racionalizar no solamente lo concreto y cognitivo en abstracciones mentales sino lo propioceptivo y los lenguajes del mundo para entenderse parte y no un todo dominante, en medio de las relaciones que coexisten en un sin fin de dimensiones complejas que construyen la vida y las experiencias de los humanos sobre la tierra.

Los universos interiores y los exteriores cohabitan en lo real, pero también en toda forma de mentalidad que fue siendo desarrollado a lo largo de la historia, no como linealidad temporal sino como realidad multidimensional que permite al hombre mejores capacidades humanas, no solamente por sus creaciones instrumentales y técnicas y por las complejas construcciones que permiten las ciencias y las Tics, sino por la complejidad de su desarrollo cognitivo consciente y la consciencia de su propia humanidad irracional e inconsciente.

Los universos simbólicos y las “verdades” internas son tan reales y cognitivas como las experimentales en dimensiones distintas que coexisten y coadyuvan a las nuevas ciudadanas a superar las irracionalidades que construyeron poder que nos enfrentan y destruyen y dañan el entorno como “naturaleza” y planeta que nos alberga.-

Las decisiones tanto individuales como institucionales que adopte la humanidad, creciendo en las mentalidades que comprenden esto de las dimensiones que van desde lo nano a lo micro surcado transversalmente por la razón hecha conocimiento y que involucra tanto lo individual como lo colectivo y lo interior como lo exterior, iran dibujando las trascendencias temporales que signaran los nuevos tiempos de esta nueva humanidad.

Otras formas de organización humana podrán ser posibles con individuos que asuman sus propias individualidades incompletas en función de complejidades colectivas que lo sitúen en un estado de humanidad superada, no devenida en post humana, sino en humana de plena humanidad, capaz de mejorarse a sí misma en relación con los otros y con el ambiente en el que se cohabita. En estos sentidos, lo político como referido a las decisiones de lo común a todos, también adquiere las mismas connotaciones multidimensionales y complejas en términos de políticas glocales: de lo local a lo global, de

lo concreto a lo virtual, de lo geográfico a lo ubicuo y de las decisiones temporales e históricas a aquellas trascendentes y que definirán rumbos futuros mas allá de los limites que impone la muerte fisica y los cambios de época o de paradigmas mentales que los definen.

Nano y macro mentalidades

Todo lo expuesto debe entenderse en términos dinámicos. Precisamente la comprensión de las complejidades no permite hacer afirmaciones absolutas ni deterministas, sino más bien visibilizar hilos conductores, señales diferentes que surgen en el camino y que pueden servir de guías a derroteros nuevos y superadores de la humana humanidad. Tanto la tecnología, como las búsquedas de la propia esencialidad humana en las prácticas introyoístas, son fuentes interesantes e importantes de conocimiento.

El autoconocimiento de las dinámicas positivas y negativas que determinan no solo las racionalidades sino los sentimientos negativos y los mecanismos que exteriorizados generan las formas negativas de comportamiento humano, permiten acceder a estados mayores de conciencia que cohabitan con anteriores y los seguirán haciendo, pero van permitiendo desarrollos cada vez mas respetuosos de la vida y menos favorable a las relaciones de poder que, basados en el miedo y en el terror, van perdiendo hegemonía ante el conocimiento racional y la consciencia de que todo, se genera previamente en nuestra mente y que la educación y auto-educación de la conciencia, sea por medio de las técnicas y teorías del yo profundo, como en aquellas que recurren a los apoyos instrumentales de las ciencias y las tecnologías para tales fines, coadyuvan de igual modo a mejorar las comprensiones y a expandir las posibilidades de la humanidad mas allá de lo imaginado.

Las coexistencias de tantas mentalidades existentes y las multidimensionalidad que se abre a nuestras comprensiones ofrece un horizonte inexplorado que deberá ser recorrido siempre sobre las mismas disputas de poder que coexistirán a la hora de definir posiciones dominantes, pero que, en la medida que se de lugar al conocimiento mas allá de la ilusión del yo, la humanidad plena recorrerá caminos desde la nano a lo macro, que significaran superación de lo males temporales del presente y vidas mejor vividas en el futuro.

Es de hacer notar que las mentalidades colectivas como resumen, síntesis o resultado de las relaciones individuales, es también el resultado de las tensiones que pugnan por definir identidades con algún nivel de adaptación posible al medio que lo rodea, sin perder si individualidad pero al mismo tiempo con sentido de pertenencia. Desde este punto de vista, lo nano y lo micro aparecen como expresión de lo multidimensional de los mismos modos que lo real y lo virtual, lo concreto y la realidad ampliada, lo intangible y lo intangible y los sólido que alberga en su interior estructuras liquidas y energéticas capaces de modificar radicalmente la vida de la humanidad.

Como no podía ser de otra manera, todas las novedades no serían tales sin el hombre como propiciador, y máquinas o esencias energéticas no serán nada sin una humanidad que las defina y les asigne significado para la vida.

Es este quizá, el rol reservado para la humanidad, el de darle conciencia y sentido a todo cuánto existe

Pensamiento individual Conocimiento colectivo

Un equilibrio multidisciplinario, multidimensional, complejo y humano.

Tanto la transhumancia como el introyoísmo parcializan la perspectiva humana como visión antagónica o respuesta de algún cargo de deshumanización que propone lo mental con respecto a la máquina y /o a la creación tecnológica. Al mismo tiempo que coloca en tela de juicio las visiones de “mejorado artificial” de la raza por medio de adiciones externas a la “natural” conformación física de lo humano. Las prácticas acerca de la belleza del cuerpo, las luchas contra el envejecimiento y la muerte en el sentido de permanencia eterna se contraponen con aquellas que surgen de las concepciones naturalistas que se fundan en el principio de la necesaria muerte de la semilla para que la planta viva y de la muerte del fruto que resurja la semilla, como siglo vital continuo y eterno que se nutre de lo individual pero no a partir de su perpetuación individual sino en su continuidad en otras individualidades. Sin embargo en ambas subyace la idea de trascendencia individual, ya sea en la búsqueda de esa energía vital que nos une individualmente con el todo, ya sea en la preservación en el “mejor estado posible” de esa misma energía vital que nos acompaña durante el ciclo de experiencia concreta e histórica como individuos pensantes sobre la tierra.

Desprovisto de la idea lineal de continuidad en el tiempo, siendo ambas expectativas fruto del mismo deseo y la misma pulsión por lograr que el yo sobreviva a la muerte, mas haya de la continuidad que dejamos en la descendencia, la realidad no percibida es que todo conocimiento es fruto de millones de yoes anónimos y no tanto que fueron construyendo cual gotas de agua que integran un océano, las capacidades reales y potenciales de la humanidad en estos tiempos. Son millones y millones de individuos que coexisten en nosotros mismos (¿Cómo quantums de información?) que se han ido transmitiendo a través de los tiempos y los espacios que convergen en esta multidimensión presente. Quizá no sea más que ese nuestro destino y misión final dentro del desarrollo de la totalidad del universo: contribuir a una humanidad que sea cada vez más sensible y cognitiva. Mas consciente de si misma y de su rol en el universo y mas y mejor humana en relación con su propia consciencia individual y con la generación de consciencia colectiva.-

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Julio de 2014