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  • 7/31/2019 Las ficciones malignas

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    LA CUARTA PGINA

    Las ficciones malignasPIEDRA DE TOQUE. Est de moda proclamar el fracaso de la Unin Europea, un empeo porel que Occidente ha vivido el ms largo perodo de paz de su historia, ha reducido la pobreza y

    elevado los niveles de vida

    Mario Vargas Llosa20 MAY 2012 - 00:07 CET

    Los seres humanos no pueden vivir sin ficciones mentiras que parecen verdades yverdades que parecen mentiras y gracias a esa necesidad existen creaciones tanhermosas como las bellas artes y la literatura, que hacen ms llevadera y enriquecen lavida de las gentes. Pero existen ficciones benignas, como las que salieron de los pincelesde un Goya o de la pluma de un Cervantes, y malignas, que son aquellas que niegan sunaturaleza subjetiva, ideal e irreal y se presentan como descripciones objetivas,

    cientficas, de la realidad.En los ltimos tiempos hemos tenido muchas ocasiones de ver los efectos perniciosos quelas ficciones malignas, difundidas por algunos gurs procedentes de la economa sobretodo, pueden tener sobre la vida social. La ms reciente es la de Paul Krugman que, en sucolumna de The New York Times, acaba de anunciar un prximo corralito para laeconoma espaola, lo que acaso haya contribuido a acelerar la fuga de capitales y deahorristas de Espaa y que debe haber dejado estupefactos a buen nmero de susadmiradores que no haban advertido todava que tambin los Premios Nobel deEconoma, cuando se convierten en iconos mediticos, dicen a veces tonteras. (Dicho seaentre parntesis, los asustados por las profecas apocalpticas del profesor de Princetonharan mejor en creerle al presidente de Telefnica, Csar Alierta, quien acaba de afirmar

    de manera categrica que Espaa es un pas solvente, tanto en el sector pblico como enel privado. Tengo la seguridad absoluta de que el seor Alierta est mejor informado queel doctor Krugman sobre la salud econmica de este pas).Una de las ficciones malignas que, desde la Edad Media, circula como un tpico, en lacultura europea es la de la decadencia de Occidente. En sus orgenes tena un supuestosostn religioso y apocalptico: aqu tendra lugar el fin de los tiempos, de la historia, yese final sera precedido por un largo perodo de anarqua y catstrofe, de matanzas,

    pestes, confusin y ruina. Luego, aquellas sombras predicciones iran perdiendo susacentos bblicos y adoptando semblantes ms realistas. Ya no seran los inescrutablesdesignios de Dios, sino la insensatez y la locura de los propios europeos lo que

    precipitara la ruina y el hundimiento de Occidente. Pero, la verdad es que, pese a lasguerras, las epidemias, los genocidios y todas las formas de destruccin y de exterminioque ha debido padecer a lo largo de su historia, Europa, cuna de la cultura de la libertad,est an viva y coleando, ha enterrado a las dos amenazas ms poderosas de lademocracia, el fascismo y el comunismo, y es la nica regin del planeta donde est enmarcha la construccin de un gran proyecto de integracin de naciones, sociedades,culturas, economas e instituciones bajo el signo de la legalidad y de la libertad.

    Se presenta a la seora Merkel como un ser insensible, para la que slo

    cuentan los nmeros

    La ficcin maligna de moda es ahora la de proclamar el fracaso de la Unin Europea, esteempeo gracias al cual Occidente ha vivido el ms largo perodo de paz y convivencia desu historia y conseguido reducir al mnimo la existencia de regmenes antidemocrticos en

    http://elpais.com/autor/mario_vargas_llosa/a/http://elpais.com/tag/fecha/20120520http://www.elpais.com/http://elpais.com/tag/fecha/20120520http://elpais.com/autor/mario_vargas_llosa/a/
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    su seno y en su periferia. Y, tambin, reducir la pobreza y elevar de manera significativalos niveles de vida del conjunto de la poblacin. Cada da aparecen informes tcnicos,anlisis administrativos, prospecciones sociolgicas y, sobre todo, peritajes econmicos,demostrando la insolvencia del euro y su irremisible declinacin, el fracaso del empeoen querer integrar economas avanzadas y slidas con las de pases precarios y

    subdesarrollados, y fantsticas estadsticas segn las cuales la apertura de las fronteras enel interior de Europa ha disparado la inmigracin ilegal, la delincuencia y abierto laspuertas a los terroristas del integrismo islmico.Probablemente estas ficciones malignas, resultantes de esa deriva sadomasoquista delencomiable espritu crtico que ha caracterizado la mejor tradicin de la culturaoccidental, est haciendo ms dao a Europa que la grave crisis econmica que enfrenta.En todo caso, ellas han favorecido el crecimiento de partidos extremistas, de izquierda yde derecha, que quieren acabar con Europa y regresar a los tiempos de las nacionesensimismadas. Ya no es imposible que lo consigan.La crisis econmica es, desde luego, muy seria y constituye una dura prueba para todoslos pases que conforman la Unin. Mucho ms, por supuesto, para los que dilapidaron

    sus recursos de manera irresponsable y vivieron por encima de sus posibilidadesrecurriendo a crditos que ahora los ahogan. Pero la crisis es perfectamente superable, conlos sacrificios necesarios, como ha demostrado Alemania pas al que, otra de lasficciones malignas de nuestro tiempo, ensea que debemos odiar por no permitir que sigala fiesta gastadora, que fue capaz de resucitar a ese muerto que era, econmicamentehablando, la Repblica Democrtica que debi asimilar, y que, adems, gracias a sudisciplina y realismo, ha conseguido ahora vencer la crisis y comenzado de nuevo acrecer.La ficcin maligna presenta a la seora Merkel como un ser insensible, para la que slocuentan los nmeros, y con la idea perversa de que el crecimiento europeo slo puederesultar del saneamiento fiscal y la reduccin del gasto pblico, es decir, que difcilmente

    puede haber polticas expansionistas antes de poner la casa en orden. Y la ficcin malignaaade que, felizmente, en el oscuro tnel de la decadencia de Europa, ha aparecido unaluz salvadora. Se llama Franois Hollande y acaba de ganar las elecciones en Francia conuna bandera clara, simple y generosa: lo primero no es la austeridad sino el crecimiento.Bravo! Eso es ser sensible a la injusticia del paro y la cada de los salarios! La estupidezes contagiosa, sobre todo en el dominio poltico, y lo extraordinario es que mucha gente

    perfectamente consciente del estado real de la economa europea, cree que la recetasimplista y fantasiosa de Hollande, que le ha servido para ganar las elecciones, sertambin la columna vertebral de su poltica ahora que ha llegado al poder. El crecimientoeconmico como un acto de voluntad. Si es as, por qu Grecia, Italia, Portugal, Espaa

    no deciden crecer y lo hacen? Ah, por el espritu egosta, estrecho y mezquino de susgobernantes y la maldad congnita del capitalismo. Si tuvieran un Hollande en el timn

    Ms pronto que tarde, Hollande tendr que reconocer que no era tan

    sencillo como deca

    No ocurrir como creen por la sencilla razn de que un enfermo no puede echarse a correruna maratn sin curarse antes, so pena de quedarse muerto en el camino. Y esa cura exigeun perodo de tremendos sacrificios, que son ms fciles de soportar cuando se tiene laseguridad de que slo a travs de ellos se recuperar la salud y las energas. Francia es un

    pas demasiado antiguo, experimentado y sabio como para que se suicide cediendo a esa

    tentacin de lo imposible que ha llenado su cultura de tantas obras maestras. Ms prontoque tarde, Franois Hollande y sus colaboradores tendrn que reconocer en pblico que

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    no era tan sencillo como decan y pedirn valor y patriotismo al pueblo francs paraseguir apretndose el cinturn. Vendr entonces la decepcin de los electores engaados,y, bueno, ya conocemos el resto de la historia.Intentar lo imposible slo da excelentes resultados en el mundo del arte y de la literatura;en el de la economa y la poltica slo trae desastres. Y la prueba es la crisis que ahora

    vive Europa, y, en ella, principalmente, los pases que gastaron ms de lo que tenan, queconstruyeron Estados benefactores ejemplarmente generosos pero incapaces de financiar,que se endeudaron ms all de sus posibilidades sin imaginar que tambin la prosperidadtiene lmites, que inflaron sus burocracias a extremos delirantes y ocultaron la verdad dela deudas y la inminencia de la crisis hasta el borde mismo del abismo por temor a laimpopularidad. Todo eso tarde o temprano se paga y no hay manera de evitarlo.Eso lo saben todos los gobernantes europeos, pero, entre ellos, slo la canciller alemanase atreve a decirlo y a actuar en consecuencia. Con su aspecto de abadesa o madre defamilia numerosa, la seora Merkel tiene un carcter de hierro y se mueve en lastempestades que rugen a su alrededor con una serenidad y un temple admirables. Es

    posible que las ficciones malignas acaben con su gobierno, pero, al menos, si es que as

    ocurre, podr pasar a la oposicin con la conciencia tranquila. En efecto, ella s que hadejado a su pas mucho mejor de lo que lo encontr. Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAS,SL, 2012. Mario Vargas Llosa, 2012.