LaPraxeologia

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21 I. ¿Qué es eso de praxeología? 3 –No sé qué es lo que quiere decir con eso de la «gloria»–observó Alicia. Humpty Dumpty sonrió despectivamente. –Pues claro que no..., y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada». –Pero «gloria» no significa «un argumento que deja bien aplastado»–objetó Alicia. –Cuando yo uso una palabra–insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos. –La cuestión–insistió Alicia–es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. –La cuestión–zanjó Humpty Dumpty–es saber quién es el que manda..., eso es todo. Lewis Carroll. A través del espejo 4 T ratar de definir la praxeología hace parte del juego mediante el cual, en los intercambios con los profanos, los praxeólogos se reconocen. Si alguien que se presente como praxeólogo nos da una respuesta clara y directa a la cuestión “¿qué es eso de praxeología?”, ése no es un verdadero praxeólogo. Un verdadero praxeólogo sabe que la definición que él podría dar a un novato no po- drá jamás ser comprendida directamente, de un solo golpe, ni enteramente. Haría falta el contexto práctico, operacional, que da cuerpo y sentido a las palabras y que no se transmite sino mediante la experiencia: “Ven, practícala y comprenderás”. Las características del modo praxeológico de ver las cosas, sin el entrenamiento re- 3 Para presentar la praxeología y facilitar una comprensión de lo que constituyen sus grandes ejes metodológicos, nos inspiramos en los capítulos segundo y cuarto de Juliao (2002) y en el capítulo primero de Juliao (2007). 4 Alicia contempla el mundo adulto, no como la realidad (como lo contemplamos nosotros), sino justamente como lo contrario, como una inversión de la realidad. Para entender esto hay que recordar dos palabras contextualizadas en el idioma inglés: se trata de common sense (sentido común) y de su opuesto, nonsense (sin sentido). La sociedad victoriana, contexto de la obra de Carroll, estaba basada en unas normas de conducta que nacían del pragmatismo del pueblo inglés, de su common sense. Pero esas mismas normas, vistas desde la mirada inocente de una niña, resultan desprovistas de sus sentidos comunes, totalmente convencionales y arbitrarias. Así, del common sense se ha pasado al nonsense.

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Documento introductorio al estudio de la praxeología.

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El quehacer praxeolgico20 21I. Qu es eso de praxeologa?3 No s qu es lo que quiere decir con eso de la gloriaobserv Alicia. Humpty Dumpty sonri despectivamente.Pues claro que no..., y no lo sabrs hasta que te lo diga yo.Quiere decir que ah te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada.Pero gloria no signifca un argumento que deja bien aplastadoobjet Alicia.Cuando yo uso una palabrainsisti Humpty Dumpty con un tono de voz ms bien desdeosoquiere decir lo que yo quiero que diga..., ni ms ni menos.La cuestininsisti Aliciaes si se puede hacer que las palabras signifquen tantas cosas diferentes.La cuestinzanj Humpty Dumptyes saber quin es el que manda..., eso es todo.Lewis Carroll. A travs del espejo4Tratar de defnir la praxeologa hace parte del juego mediante el cual, en los intercambios con los profanos, los praxelogos se reconocen. Si alguien que se presente como praxelogo nos da una respuesta clara y directa a la cuestin qu es eso de praxeologa?, se no es un verdadero praxelogo. Un verdadero praxelogo sabe que la defnicin que l podra dar a un novato no po-dr jams ser comprendida directamente, de un solo golpe, ni enteramente. Hara falta el contexto prctico, operacional, que da cuerpo y sentido a las palabras y que no se transmite sino mediante la experiencia: Ven, practcala y comprenders. Las caractersticas del modo praxeolgico de ver las cosas, sin el entrenamiento re-3Para presentar la praxeologa y facilitar una comprensin de lo que constituyen sus grandes ejes metodolgicos, nos inspiramos en los captulos segundo y cuarto de Juliao (2002) y en el captulo primero de Juliao (2007).4Alicia contempla el mundo adulto, no como la realidad (como lo contemplamos nosotros), sino justamente como lo contrario, como una inversin de la realidad. Para entender esto hay que recordar dos palabras contextualizadas en el idioma ingls: se trata de common sense (sentido comn) y de su opuesto, nonsense (sin sentido). La sociedad victoriana, contexto de la obra de Carroll, estaba basada en unas normas de conducta que nacan del pragmatismo del pueblo ingls, de su common sense. Pero esas mismas normas, vistas desde la mirada inocente de una nia, resultan desprovistas de sus sentidos comunes, totalmente convencionales y arbitrarias. As, del common sense se ha pasado al nonsense.definitivo.indd 21 8/6/11 14:33:12El quehacer praxeolgico22Carlos Germn Juliao Vargas23querido, no podran ser captadas. Obviamente, los praxelogos no son los nicos profesionales que se encuentran en esta situacin. Hecha esta distincin, intente-mos aproximarnos al concepto, describiendo primero la teora antropolgica que lo sustenta y luego, el concepto mismo y sus implicaciones metodolgicas. 1.1. La teora antropolgica a la base de la praxeologaPartimos de un presupuesto antropolgico fundamental5: la persona humana es unserpraxeolgico,esdecir,unindividuoqueacta(actante?),querefexiona sobre su actuar, que busca mejorar sus acciones y, en ltimas, ser feliz. Ser autn-ticamente humano consiste, entonces, en buscar incansablemente, una y otra vez, la frmula de la vida humana. Esta cita de H.Arendt (1993, p. 201) nos permite entender mejor todo esto:Con palabra y acto nos insertamos en el mundo humano, y esta insercin es como un segundo nacimiento [...]. A dicha insercin no nos obliga la necesidad, como lo hace la labor, ni nos impulsa la utilidad, como es el caso del trabajo. Puede estimularse por la presencia de otros cuya compaa deseemos, pero nunca est condicionada por ellos; su impulso surge del comienzo, que se adentr en el mundo cuando nacimos y al que respondemos comenzando algo nuevo por nuestra propia iniciativa. Actuar, en su sentido ms general, signifca tomar una iniciativa, comenzar [...] poner algo en movimiento [...]. Debido a que son initium, los recin llegados y principiantes, por virtud del nacimiento, los hombres toman la iniciativa, se aprestan a la accin [...] Este comienzo no es el mismo que el del mundo, no es el comienzo de algo sino de alguien que es un principiante por s mismo. Con la creacin del hombre, el principio del comienzo entr en el propio mundo, que, claro est, no es ms que otra forma de decir que el principio de la libertad se cre al crearse el hombre, no antes [...]6.Por eso, por nuestra capacidad de accin, somos seres libres, o mejor, condena-dosalalibertad,obligadosaelegir;porqueactuarhumanamentenoescumplir un programa predeterminado, al contrario, es contar siempre con lo imprevisto. Nuestra vida simplemente eterniza (si no nos oponemos a ello o la educacin no nos atrofa dicha facultad) los rasgos que atribuimos, por lo general, slo a los ni-5Eneltrasfondodelateoraantropolgicaaquplanteadaseencuentraelpensamientode Hannah Arendt. Cfr.,sobretodo,Lacondicinhumana(1993)yLacrisisdelaeducacin (1996). Vale rescatar que la nocin arendtiana de accin implica la unin de palabra (teora) y accin (prctica), lo que da lugar a lo que llamamos praxis o accin praxeolgica: la accin que tiene su fn en s misma, independientemente de su utilidad.6Aqu omitimos la referencia de la autora a San Agustn, en quien se apoya para formular esta teora del comienzo.definitivo.indd 22 8/6/11 14:33:12El quehacer praxeolgico22Carlos Germn Juliao Vargas23os y jvenes, pero que son propios de todo ser humano: la maleabilidad, la edu-cabilidad, el aprendizaje y la permanente indagacin.Ahorabien,nuestroactuarfundamentales,sencillamente,inventarnos, darnos forma permanentemente, a la manera de un camalen, ascendiendo a ve-ces a lo ms alto y descendiendo, la mayor de las veces, a lo ms bajo y desprecia-ble. Todas nuestras opciones, de una u otra forma, terminan por confgurar lo que hoy somos. Porque actuar no es otra cosa que elegir, y elegir es enlazar apropia-damente el conocimiento de lo que nos es dado (aquello que no generamos no-sotros, pero que recibimos como don), con la imaginacin (las posibilidades de las que podemos disponer, si queremos) y la decisin (el acto de voluntad que es-coge entre varias alternativas e intenta ejecutar una de ellas). Por eso, a las accio-nes radicalmente humanas las llamamos acciones voluntarias, aunque debamos asumir la parte de incertidumbre en que vamos a incurrir al ejecutarlas. Nuestra grandeza radica, entonces, en que somos co-creadores (junto con Dios) de noso-tros mismos, completando y siempre reformulando aquello que l proyect para nosotros. Somos perfectibles y, por eso, educables.As, el ser humano, a diferencia de los dems seres del mundo, no slo hace parte de ste, sino que tiene facultades y destrezas para crearlo y recrearlo. Igual-mente, la persona slo es tal en tanto es libre y creadora; por ello, es imposible decir, de modo defnitivo, en qu consiste su vivir, pues ste, invariablemente, es innovador. Lo que s podemos es hacer la distincin, para cada persona concreta, entre una vida evidente para los sentidos (las actividades propias de su ciclo bio-lgico) y otra intangible e impalpable. Esta otra parte de la vida, la realmente va-liosa, se despliega en otra esfera: la de la accin poltica7. Las tres categoras de la 7Conforme a una larga tradicin, que se inicia con el pensamiento griego, el campo de la accin poltica se circunscribe mediante dos lneas divisorias. La primera, se relaciona con el trabajo (poiesis), con su carcter instrumental y su automatismo, que lo hace un proceso repetitivo yprevisible.Lasegunda,serelacionaconelpensamientopuro(theora),consunaturaleza solitaria y no manifesta. A diferencia del trabajo, la accin poltica incide sobre las relaciones sociales,modifcaelcontextoenelqueseda,envezdeobstruirloconnuevosobjetos. Al contrario de la refexin intelectual, la accin es pblica, est sometida a la exterioridad y a la contingencia. Esto es, al menos, lo que nos ensea esa larga tradicin: la accin poltica es praxis. Pero, al mismo tiempo, es algo con lo que ahora no podemos contar: los lmites entre theora, poiesis y praxis ceden, y en diversos puntos se dan infltraciones e intersecciones. En loquesigueasumimos:a)queeltrabajoestabsorbiendolosrasgoscaractersticosdela accin poltica; b) que ello hoy se da por la connivencia entre la produccin contempornea yunatheora(intelligentsia)quesehavueltopblicayhairrumpido,porello,enelmundo de las apariencias; c) por ltimo, que lo que ha provocado el eclipse de la accin poltica es, definitivo.indd 23 8/6/11 14:33:12El quehacer praxeolgico24Carlos Germn Juliao Vargas25vida activa (labor, trabajo y accin), tienen en comn que se realizan con el cuer-po y en un mbito perceptible a los sentidos; de ellas slo la accin es poltica.Porsuparte,conlastrescategorasdelavidadelespritu,oactividades mentalesbsicas(pensamiento,voluntadyjuicio),seproduceunaretiradadel mundo o suspensin de lo inmediato. Ellas, por s mismas, no conducen a la ac-cin, pero la desensorizacin que realizan de lo puramente aprehendido es vital para hacer cualquier cosa propia plenamente humana: el pensamiento lleva a la comprensinyposibilitaquealteremoselordennaturaldelossucesos.Lavo-luntad es lo que permite que trascendamos nuestras propias limitaciones y dote-mos al mundo de nuevos signifcados; por su parte, el juicio (la ms poltica de nuestras facultades mentales) es la habilidad para pronunciarnos frente a las co-sas. Entonces, la accin poltica atae a la vida activa. No obstante, su origen est en la vida del espritu, pues es aqu donde reside la libertad que permite crear el mundo, y no slo padecerlo. Adems, es en la vida espiritual donde nuestra ac-cin puede tener algn sentido. La vida del espritu es el soporte de lo autntica-mente humano de nuestro actuar.En sntesis, estos presupuestos antropolgicos se fundamentan en la nocin de accin, que se sirve de las siguientes consideraciones de Hannah Arendt sobre la vida activa8:ella mantiene la novedad, favoreciendo la pluralidad, asumiendo la imprevisibilidad, velando por la fagilidad e introduciendo la narracin en la vida cotidiana. Desde un enfoque prctico, esto implica promover que todos los inte-grantes de una comunidad logren una comprensin de s mismos, dejando la idea de que el mundo o su lugar en l son realidades establecidas, determinadas o inal-terables. Veamos esto en detalle, por las implicaciones que tiene para la construc-cin de ciudadana y para el quehacer educativo que supone la praxeologa.precisamente,lasimbiosisdeltrabajoconelsabersocialgeneral,elcual,segnMarx, conforma el proceso vital de la sociedad.Ahora bien, de lo que se trata es de cambiar la coalicin entre theora y poiesis (que legitima el pacto de obediencia al Estado), por la de theoria y praxis (que deja vislumbrar la posibilidad de una esfera pblica no estatal).8LasimplicacionesdelpensamientodeArendtparalaeducacinestnsiendotrabajadas ltimamente. Vanse, a modo de ejemplo, F. Brcena y J.C. Mlich (2000). La educacin como acontecimientotico.Natalidad,narracinyhospitalidad.Barcelona:Paids,pp.63-90;M. Gordon(ed.)(2001).HannahArendtandeducation.Renewingourcommonworld.Boulder, Colorado: Westview Press, y M. Fourton (2002). Hannah Arendt ou le courage de la diference, en Carrirologie. Revue Francophone Internationale 8/4: 637-656.definitivo.indd 24 8/6/11 14:33:12El quehacer praxeolgico24Carlos Germn Juliao Vargas25Primero, cultivar la pluralidad signifca negarse a la homogeneizacin de los individuos.9 Desde la antropologa que planteamos, no existe el ser humano (o mejor, la naturaleza humana), sino los seres humanos, con su inevitable varie-dad de posturas. Es claro que cuando reconocemos la presencia del otro, como otro, nos descubrimos como personas nicas e irrepetibles. Pero eso implica de-jar que el otro se revele y exprese en su unicidad. As, la accin humana actualiza esa dimensin existencial que valora la diversidad de los discursos humanos. Las consecuencias, para el cultivo de una formacin pluralista e inclusiva, son eviden-tes. Pero, igualmente, creemos que aparecen implicaciones cognitivas y didcticas valiosas, que deben llevarnos a reconocer y suscitar la diversidad de los procesos de aprendizaje, personales y culturales.En segundo lugar, la aceptacin de la pluralidad supone admitir la impre-visibilidad del otro como germen de crecimiento en la relacin social y educati-va.Admitiralotrocomoimprevisiblesignifcaescucharsupalabraysuaccin como una ocasin en la que se puede develar algo nuevo y diverso. Y esto facili-ta una actitud fexible y una apertura al riesgo en las diversas interacciones de la praxis social. Adems, exige renunciar a la rgida clasifcacin del otro, originada por la bsqueda de falsas seguridades o por el deseo de lograr resultados acaba-dos y medibles. As, se abre el campo a lo inusitado, y la innovacin puede ocurrir en la vida social y educativa, ms all de las meras reformas, sin que las relaciones entre los actores sociales se vean amenazadas.En tercer lugar, asumir el riesgo de lo novedoso, en relaciones humanas no instrumentales, hace notoria la fagilidad constitutiva de la accin y, por ende, de nuestra contingente condicin humana. La accin humana nunca es solitaria; se realiza en una comunidad que interacta siempre con nuestra capacidad de ac-tuar, modifcndola. Debido a que el actor siempre se mueve entre y en relacin con otros seres actuantes, nunca es simplemente un agente, sino que siempre y 9Este concepto de pluralidad, original y central en su planteamiento, es de gran riqueza terica, puespermiteentenderdoscosasfundamentales:laprimera,quelapluralidadeselmarco sobre el cual se asienta la condicin humana, como vita activa o como vita contemplativa, que pretende constituirse huyendo de dicha pluralidad, sin lograrlo nunca del todo. La segunda nosconduceaplantearlariquezainagotabledeesteconceptoydelarealidadalaquese refere,pueslapluralidadimplicaquejamssomosnihemosestadosolosenelmundo,y por eso el afrmar esta pluralidad debe conducirnos a reconocer el hecho de la diversidad y la diferencia entre las personas como algo valioso, as como a la necesidad de esforzarnos por la convivencia y el entendimiento entre individuos y culturas como un fn fundamental de la vida poltica.definitivo.indd 25 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico26Carlos Germn Juliao Vargas27al mismo tiempo es un paciente (Arendt, H. 1993, pp. 213). Similarmente, los hechos colectivos que brotan de la concertacin son esencialmente frgiles, pues estnexpuestosalacontingenciadelactuarhumano.Esclaroquelamoderni-dad, con su cultura del trabajo y del consumo, se resiste a admitir la fragilidad de las acciones humanas.Por ltimo, hay que sealar que la accin poltica tiene que ver con un quin, no con un qu. Los participantes de una comunidad tienen vidas que se desarro-llan en la cotidianidad presente y que requieren llenarse de sentido, construyendo un puente entre su pasado y su futuro. Pero este sentido requiere de la presencia de los otros para manifestarse. Los dems son testigos de las acciones y palabras por las que se revela el quin de cada cual, pues ste depende de los relatos de los otros que siguen a la autorrevelacin del actor. Por eso, las interacciones huma-nassiempregeneranhistorias10yeldevelamientodesmismosehaceatravs de la narracin. El actor no alcanza el sentido total de su accin, que slo surge post-factum, luego de ser narrada en el espacio pblico. Por su parte, el narrador, como historiador, est en mejor situacin que el actor para entender el sentido de la accin, as como para captar su quin. Obvio, esta idea es discutible11, pero podemosrescatarunelementofundamentalparaeltrabajosocialyeducativo: la identidad brota de la pluralidad y no es una construccin solipsista, ni mucho menos se trata de una competencia por llegar a ser el mejor. En este sentido, la comunidad socio-educativa tendra que ser el lugar privilegiado donde se recree la propia identidad, contando con el testimonio de los otros y asumiendo la mu-tua dependencia constitutiva.Entonces, si bien el quehacer social y educativo se plasma en obras, stas no pueden ser su objetivo fnal; ellas son meras condiciones de posibilidad para 10En ingls se diferencia story de history. La primera expresin traduce cuento o narracin, mientras la segunda se refere a la ciencia histrica. En castellano hay una sola palabra para los dos sentidos. En este contexto, con Arendt nos referimos a stories, o mejor, historias de vida.11Desde nuestra perspectiva, la posibilidad de que uno se transforme en el narrador de su propia vida, inspirndose en la narracin de los otros, es factible. Es el caso del concepto de identidad narrativa de Paul Ricoeur. Para una refexin sobre la relacin entre esta identidad narrativa de Ricoeur y la educacin, ver F. Brcena y J.C. Mlich, op. cit., pp. 91-124.definitivo.indd 26 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico26Carlos Germn Juliao Vargas27algo ms defnitivo y humano como es la disposicin y destreza para construir, conservar y revolucionar el mundo comn12.1.2. La praxeologa como discurso sobre la accinLa praxeologa se entiende como un discurso (logos) construido despus de una seria refexin, sobre una prctica particular y signifcante (praxis); como un pro-cedimiento de objetivacin de la accin, como una teora de la accin. Por el tipo de anlisis que realiza, pretende hacer que dicha praxis sea ms consciente de su lenguaje, de su funcionamiento y de lo que en ella est en juego, sobre todo del proceso social en el cual el actor o practicante est implicado y del proyecto de intervencin que construye para cualifcar dicho proceso; todo esto con el fn de acrecentar su pertinencia y su efcacia liberadora. Esto se entiende nicamente si aceptamos el presupuesto de que la palabra slo tiene sentido en tanto enuncia un hecho, y la teora slo tiene sentido como expresin de una praxis. La praxeo-loga surge de la prctica social para volver, despus de la refexin, sobre ella mis-ma y transformarla. As, en consonancia con las ideas de Freire13, la praxeologa est determinada por el contexto donde se ubica la prctica educativa: lo hist-rico defne su marco de referencia que no puede ser rgido ni universal, sino que tiene que ser construido por las personas, en su calidad de sujetos cognoscentes, capaces de transformar su propia realidad. En consecuencia, la praxeologa es el resultado,deunanlisisemprico14ydeundiscursocrtico:elladesigna,des-de el principio, una refexin prctica sobre los principios de la accin humana y 12Paradjicamente,lasideasdeArendtnocontraponenlaconservacinylarevolucin.La educacin consiste, precisamente, en conservar lo revolucionario que tiene cada persona o recin llegado. As, los conceptos educacin conservadora o educacin progresista pierden supertinenciaenestemododeverlascosas.Sobreesto,verM.Gordon(2001).Hannah Arendt on authority: conservatism in education reconsidered, en Gordon, M. (ed.). Hannah Arendt and education. Renewing our common world. Boulder, Colorado: Westview Press, pp. 37-65.13EnelmodoenqueFreireconcibesumetodologaquedanexpresadaslasprincipales variables que sirven de coordenadas al proceso educativo como acto poltico y como acto de conocimiento;stasson:lacapacidadcreativaytransformadoradelhombre;lacapacidad de asombro que cualquier persona tiene, sin importar la posicin que ocupa en la estructura social, y la naturaleza social del acto de conocimiento y su dimensin histrica. Cfr. GADOTTI, Moacir y TORRES, Carlos (2001). Paulo Freire. Una bibliografa. Mxico: Siglo XXI, pp. 386ss.14El saber fruto de la experiencia no est, como el conocimiento cientfco, fuera de nosotros; slo tiene sentido en tanto que conforma una personalidad, un carcter, una sensibilidad, es decir, una forma humana concreta que es, a la vez, una tica y una esttica.definitivo.indd 27 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico28Carlos Germn Juliao Vargas29de sus tcnicas, pero busca, igualmente, los principios generales y la metodolo-ga adecuada para una accin competente y acertada. Teora y proceso investiga-tivo sobre la accin prctica son, pues, los dos sentidos ms usados alrededor del concepto praxeologa15. En todo caso, la praxeologa supone siempre un pro-ceso de refexividad.Ahora bien, independientemente del uso del trmino praxeologa propia-mente dicho, la preocupacin que se ha querido hacerle expresar al tiempo eco-nmica, lgica y organizacional (sobre todo en Norteamrica) corresponde al momento y se encuentra en la inmensa mayora de las grandes corrientes que ja-lonaron el siglo XX: el pragmatismo norteamericano, el marxismo, la epistemo-loga de las ciencias humanas y sociales. Infuye tanto a J. L. Moreno, como a K. Lewin, incluso a A. Moles con su teora de los actos, a Talcot Parsons ya P. Bour-dieu. Finalmente llega al retorno del sujeto bajo la forma de actor en las socio-logas contemporneas; efectivamente, todas ellas se interesan por la efcacia del conocimiento y por su capacidad para mejorar la condicin humana.Resulta lgico, entonces, preguntarse por la utilidad de la investigacin. Para qu sirve? A quin le sirve? Por su parte, y de un modo bastante extrao, H. Gar-fnkel, el fundador de la etnometodologa, cuando no reconoce ms como suyas sus propias creaciones tericases decir cuando sus continuadores o discpulos 15Podemos, entonces, considerar que actualmente existen dos corrientes (no del todo opuestas) en la comprensin de la praxeologa:La corriente europea (el concepto aqu es praxeologa), ms flosfca y hermenutica, est centradaenlacomprensindelaaccinhumana(praxis),entantoactividadsocial,como conjunto de ideas, valores, actos y palabras orientadas al progreso del otro (educacin), as comoalcambiodesucontextoconmirasaunacrecentamientodelbienestarpersonalo social.Lapraxeologaes,pues,unateoradelaaccinysepresentacomoelenfoqueque otorga un lugar adecuado, en el campo de la teora y la investigacin, al profesional prctico-refexivo, aquel que busca aprehender su propia experiencia y formalizar, desde ella, una teora apropiada.Laaccin,lapraxis,elsentidodesta,lanecesidaddeestrategiaspertinentes son los hitos de un itinerario que conduce a la adopcin de la praxeologa como mtodo de intervencin y enfoque de investigacin. Es este enfoque el que aplicamos ac.Lanorteamericana(elconceptoaquespraxiologa),mspragmtica,secentraenla bsquedadelaefcaciadelaaccinhumana(praxis),quefacilitaelprocesodetomade decisiones mediante una justifcacin (o fundamentacin) de la eleccin de unos determinados valores.Lapraxeologa,enlamedidaenqueunadecisinofcialounaopcinprivadason actividades dirigidas a la solucin de un problema, comprende la determinacin de los fnes, la descripcin de las tendencias, el anlisis de las condiciones, la proyeccin de los cambios y el descubrimiento, evaluacin y seleccin de las alternativas. Tiene mucho que ver con la estrategia y la planeacin, su campo de infuencia se confunde con el de la ciencia poltica y el de las ciencias del comportamiento y, en general, con todos los procesos de adopcin de decisiones.definitivo.indd 28 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico28Carlos Germn Juliao Vargas29remiten a l, y cuando se siente traicionado, porque luego parecen escapar de l se pregunta, seriamente, si no debe rebautizar tal enfoque, bajo una inspiracin decididamente fenomenolgica, dndole el nombre de neo-praxeologa16.En su Esquisse dune thorie de la pratique, P. Bourdieu (1972) sita la praxeo-loga entre los modos de conocimiento terico (con el conocimiento fenomeno-lgico y objetivista):[...]laconnaissancequelonpeutappellerpraxologiqueapourobjetnonseulementlesystmedes relationsobjectives,maislesrelationsdialectiquesentrecesstructuresobjectivesetlesdispositions structures dans lesquelles elles sactualisent et qui tendent les reproduire, cest dire le double processus dintriorisation de lextriorit et dextrorisation de lintriorit : cete connaissance suppose une rupture avec le mode de connaissance objectiviste, cest dire une interrogation sur les conditions de possibilits, et par l, sur les limites du point de vue objectif et objectivant qui saisit les pratiques du dehors, comme fait accompli, au lieu den construire le principe gnrateur en se situant dans le mouvement mme de leur efectuation17. Como lo crea E. Kant (1966), otro pensador de la razn prctica, la edu-cacin difcilmente puede ir separada de un deseo de progreso hacia una mayor perfeccin y una mayor felicidad. Por eso, cuando un profesional, tratando de re-solver y comprender una situacin problemtica, se esfuerza por observar el efec-to de sus propias acciones y prcticas, para mejorarlas en el momento de volverlas arealizar,seconvierteenloqueDonaldSchn(1998)llamaunprofesionalre-fexivo. En qu consiste esta refexin en la accin que realiza dicho profesional? En la lgica del pensamiento de Schn hay que entenderla como el proceso men-tal que permite a un profesional adaptarse a cada situacin que se le presenta en 16Cf.H.Garfinkel,Lesoriginesdumotethnomthodologie,enR.Turner(1974), Ethnomethodolgy. Harmondsworth: Penguin. Esta intencin confrma, sorpresivamente, un parentescodetectableconlacomparacinentreciertosobjetosdelamicro-psicologade Abraham Moles y otros provenientes de la micro-sociologa de Harold Garfnkel, igualmente tomadosdesituacionesdelavidacotidiana.Cf.,igualmente,R.Caude,A.Moles,et.al. (1964). Mthodologie, vers une science de laction,Pars: Gauthier Villars/Entreprise moderne dditions y A. Moles, Rohmer (1977). Thorie des actes, vers une sociologie des acteurs. Pars: Casterman.17Traduccin personal: El conocimiento que se puede llamar praxeolgico tiene como objeto nosloelsistemadelasrelacionesobjetivas,sinotambinlasrelacionesdialcticasentre estas estructuras objetivas y las disposiciones estructuradas en las cuales ellas se actualizan y que tienden a reproducirlas, es decir, el proceso doble de interiorizacin de la exterioridad y de exteriorizacin de la interioridad: este conocimiento supone una ruptura con el modo de conocimiento objetivista, es decir, un cuestionamiento sobre las condiciones de posibilidad, y desde ah, uno sobre los lmites del punto de vista objetivo y objetivante de quien utiliza las prcticas desde fuera, como hechos consumados, en lugar de construir su principio generador, situndose en el mismo movimiento de su realizacin.definitivo.indd 29 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico30Carlos Germn Juliao Vargas31el ejercicio de su profesin; una especie de dilogo continuo entre l y los aconte-cimientosdesuprcticaprofesional.Alusarlasistemticamente,elprofesional puede aumentar la efcacia de sus intervenciones, desarrollando progresivamen-te una especie de modelo de intervencin a la medida. Schn afrma que esta re-fexin es, tambin, una refexin sobre la accin.As, en una situacin que parece difcil de controlar, l sugiere que el pro-fesional reestructure el problema y, en esta nueva tentativa [que Schn llamar] unaexperienciadeestructuracin,ltratardeimponersuvoluntad(Schn, 1998,p.91).Deestamanera,laformadeconocimientoquecaracterizaaeste profesional refexivo es la del conocimiento-en-uso; no se trata de una refexin despus de la prctica, sino de una refexin durante ella. La refexin es una par-te integral de la prctica, y ello hace que el profesional tenga la posibilidad de ser siempre crtico.Yves St-Arnaud y Alexandre Lhotellier, investigadores canadienses, reaf-naron esta teora de Schn y la llamaron praxeologie, en tanto que pretende trans-formarlainvestigacinasociandoelsaber(logos)ylaaccin(praxis).Ellosla defnen as: La praxeologa es un proceso investigativo construido, de autono-mizacinydeconscientizacindelactuar(entodoslosnivelesdeinteraccin social)ensuhistoria,ensusprcticascotidianas,ensusprocesosdecambioy en sus consecuencias(1992, p. 95), es decir, una lgica uniforme y constante de la accin y del aprendizaje humanos. La praxeologa proporciona instrumentos prcticosparadeterminarsilaaccinqueserealizaesefcazyculesseranlas otrasaccionesdemejoraaemprender.Ambosautoressostienenquelaaccin, ms que ser simplemente la aplicacin de un conocimiento, puede ser la fuente misma de este conocimiento. Adems, como el procedimiento praxeolgico in-tenta reducir las fronteras (dualistas o de otro tipo), puede servir donde se desee aplicarlo. El dilogo entre el saber y la accin puede llevarse prcticamente a to-das las situaciones.Con base en todo lo anterior, se puede decir que el quehacer praxeolgico cumple una cudruple funcin: de conservacin, de enriquecimiento, de gestin y de apropiacin de los saberes que produce la prctica, funcin similar a la de los knowledge managers18. A diferencia del profesional prctico, el profesional refexivo 18Concepto anglosajn para designar a los profesionales que contratan ciertas empresas con la tarea de evaluar, estructurar y redistribuir el saber-hacer y el capital intelectual de las mismas, dentro de lo que se ha llamado gestin del conocimiento. Estos profesionales deben poseer definitivo.indd 30 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico30Carlos Germn Juliao Vargas31o praxelogo se interesa ms por las prcticas efcaces, por el saber-hacer que s-tas implican, que por los resultados de las mismas (los hechos, objetos, artefactos, etctera). A diferencia del prctico comprometido con la complejidad de lo real, el praxelogo tiene que realizar un ejercicio de abstraccin, de pensar por separa-do aquello que no est separado: se trata de descomponer la prctica (y sus proce-dimientos) en tantas fases como sea necesario para comprenderla y, enseguida, conducirla o reconducirla con pleno conocimiento, y, de ser posible, modelizar-la. Este desplazamiento de lo concreto vivido o percibido (la prctica o la observa-cin de la prctica), a lo concreto pensado para retornar a lo concreto construido, y de ah a lo concreto aprehendido es el quehacer fundamental de la praxeologa (Ju-liao, 2002). Es una revalorizacin de la prctica que, como lo dijo Bourdieu (2003, p. 75), siempre est subvalorada y poco analizada, cuando en realidad, para com-prenderla es preciso poner mucha ms competencia tcnica, mucha ms, parad-jicamente, que para comprender una teora.Hay que tener en cuenta que la praxeologa no es exactamente el anlisis delasprcticas,sinoelanlisisdelapraxis.Laraznprcticanotienelosmis-mos objetivos que la razn praxeolgica: la primera se enfoca en la efcacia de las acciones, en el logro de lo planeado, en la produccin de objetos o de artefactos; mientras la segunda indaga y construye los saberes de la prctica mejor adaptados para gestionar una accin y, en ltimas, intenta construir una teora general de la praxis. La lgica de la accin (praxis) se articula con la del conocimiento (logos), y la clsica oposicin entre terico y prctico se transforma en una complementa-riedad dialctica entre saberes y saberes de la accin, que favorece un movimien-to en espiral entre lo vivido, la prctica y el pensamiento, lo que termina haciendo de esa prctica una praxis19.La praxeologa parte, entonces, de la idea de que desde la praxis y la prcti-ca la distincin entre los dos conceptos se concretar ms adelantese pueden competencias como: capacidad de escucha, facilidad de relacin, diplomacia, carisma, facilidad de comunicacin, espritu de sntesis y aptitud para compartir informacin.19Aristteles distingui, sabiamente, entre praxis y poesis: esta ltima, de intencionalidad mas estratgica, corresponde al hacer de la tcnica, a las actividades humanas de produccin, en las que la instrumentalizacin ocupa el rol esencial. Aquella que podramos llamar poltica se interesa, ms especfcamente, por la capacidad de darse fnalidades mediante la constitucin de nuestras identidades individuales y colectivas. Marx, a su vez, ha insistido sobre el carcter creador y espontaneo de la praxis, mirada, sobre todo, en su dimensin colectiva. Es justamente sobre esta distincin que se apoy Francis Imbert (1986) y continu las ideas de Hannah Arendt y de la Escuela de Frncfort al oponer praxis y prcticas.definitivo.indd 31 8/6/11 14:33:13Carlos Germn Juliao Vargas33construir saberes. Por ejemplo, se puede extraer la estructura de una experiencia considerada interesante y pertinente, en funcin de cierto nmero de objetivos que ella tuvo, o de un cierto nmero de resultados esperados; de ella se puede ex-traer lo esencial y eso esencial puede ser transferido en un proceso netamente edu-cativo. Eso esencial es la racionalidad interna de la praxis, sea que haya sido bien controlada por los actores mismos, o que haya sido emprica y espontnea.Enelcampoeducativoesjustamenteesteanclajeantropolgico,cultural y, por tanto, histricoque implica cosmovisiones y valores lo que constituir el origen y la fuerza de una praxis no totalmente dependiente de una poesis au-tnoma. Conviene, entonces, reconocer y reivindicar este enraizamiento, en vez de pretender substituirlo por modelos tcnicos, racionales y abstractos. El saber-hacer, potico, econmico, propio de una produccin instrumental y tcnica, de la operacionalizacin de una fuerza de trabajo cede el puesto aqu al saber-ser s mismo (realizacin ms que produccin); a la nocin de un trabajo sobre s mis-mo; a la primera persona del singular o del plural (yo o nosotros), en el sen-tidoenqueJ.P.SartredecaenlaCritiquedelaraisondialectique(1960),queel hombre se construye permanentemente a travs de lo que hace, es decir, que l se trabaja trabajando. El sujeto pasar, as, a convertirse ms o menos en autor. Y es esta capacidad de autorizacinen tanto creacin progresiva y continua de s, so-cial y personal, constituida tanto de intencionalidades conscientes, como de ela-boraciones inconscientes lo que nos parece lo ms representativo de una praxis educativa, ya que sta, para ser creativa, se distingue efectivamente del conformis-mo, de la tendencia a la reproduccin, que caracteriza las prcticas sociales artif-ciales a fuerza de no buscar sino profesionales, estrategas y tcnicos.Loplanteadoanteriormentepermiteasumirquesersujeto(enestecaso sujeto/objetodeinvestigacin)esserproceso,sntesisdeaquelloqueDeleuze (2002) llam sus principios constitutivos: la creencia y la creacin. Es moverse entre lo dado (lo instituido) y lo creado (lo instituyente); es hacerse sujeto en la medida en que se supera (trascendencia) y se refexiona a s mismo en sus prc-ticas;escreenciaporqueinfereloquelanaturalezaylaculturaledan,peroes tambin creacin en tanto que inventa y construye y todo ello, slo es posible desdesusubjetividad20.Sersujetoesestarenesatensinpermanenteentrelo 20Lasubjetividad,paranosotros,msqueunproblemasobreelqueexistendiversas aproximaciones tericas, es un campo problemtico desde el cual podemos pensar y construir definitivo.indd 32 8/6/11 14:33:13Carlos Germn Juliao Vargas33dado y lo creado y en la implicacin subjetiva de eso que se quiere expresar o en-tender. Para la investigacin, eso quiere decir que slo involucrndome en lo in-vestigado podr ir perdiendo el estado de individuo-observador-pasivo para ser sujeto-constructor-activo.Lgicamente, ser sujeto, al menos en la investigacin praxeolgica, me lleva a percibir de modo diferente lo epistemolgico: como investigador/praxelogo y actor social me hallo en relacin constante con lo investigado (mi propia prc-tica), por tanto, desconfo de todo aquello en lo que no me encuentro inmerso. As, paso de una epistemologa como teora del conocimiento cientfco, a una praxis epistemolgica crtico-comprensiva de mi ser y mi hacer (mi prctica) en la cons-truccin del conocimiento. Esto signifca, como lo dice Jaramillo (2003, p. 3), que tendr la capacidad de tener conciencia histrica y refexiva de una realidad que observo y me observa, rodeo y me rodea, absorbo y me absorbe; que usar una epistemologa dinmica e impalpable; que ser un investigador refexivo, curioso y crtico pertinaz, que se siente con el derecho de expresar su interioridad.Antesdeavanzarmsenestalnea,esnecesarioconcretarladistincin queaqusehaceentreprcticaypraxis.Usaremosunejemploporsusimplici-dad pedaggica: cada maana, cuando me despierto, preparo un caf sin que ello me exija una real actividad intelectual; tengo necesidad del caf para despertar-me plenamente y si hacerlo implicara un trabajo intelectual y prctico complejo, nunca lograra preparar mi caf, en consecuencia, no me despertara realmente. Prepararlo es de esos actos automticos y programados, lo que me permite dejar volar mi imaginacin y mi atencin hacia otras cosas: cmo amaneci el da, el trabajo que tengo por delante, mi ltimo sueoPreparar el caf es ciertamen-te una prctica, pero que se ha vuelto espontnea y, de algn modo, est incor-porada en mi cotidianidad; lo que no signifca que, en ocasiones, pueda fracasar (por ejemplo, puedo estar atrasado y no alcanzo a prepararlo, o puedo no encon-trar con qu prepararlo). Es lo que Bourdieu (1972) llama un habitus21, amplia-larealidadsocialyeducativaynuestropropiopensarsobredicharealidad.Ellasiemprees de naturaleza social e histrica; siempre es alteridad, intersubjetividad. Lo que la identifca plenamente es la idea de refexin o refexividad: En la subjetividad humana hay refexividad ensentidofuerte,queimplicalaposibilidaddequelapropiaactividaddelsujetosevuelva objeto explcito, independiente de toda funcionalidad (Castoriadis 2004, p. 102).21EsteconceptoclavedeBourdieuserefierealconjuntodedisposicionesadquiridas, permanentes y transferibles, que permiten actuar, percibir, sentir y pensar de un cierto modo. definitivo.indd 33 8/6/11 14:33:13El quehacer praxeolgico34Carlos Germn Juliao Vargas35mente determinado por la educacin y la cultura. Ahora bien, la mayor parte de nuestrasactividadescotidianassonestetipodeprcticasespontneas,adquiri-das, interiorizadas, donde la actividad intelectual es casi nula.Imaginemos ahora que soy un hotelero profesional, preocupado por el bien-estar de mis clientes y por su fdelidad a mi negocio. Yo voy, entonces, a preocu-parme de modo especial por la preparacin del caf y de las dems bebidas del gusto de los clientes. Tendr que utilizar mi inteligencia prctica, adaptar perti-nentementemismediosalosfnesdeseados,realizarmejorasyrectifcaciones, desconfardemisautomatismos,probablemente,adquirirnuevosconocimien-tos, investigar al respecto. Este otro modo de preparar el caf es de otra natura-leza: se trata de una praxis muy diferente de la prctica espontnea, que requiere de otra postura, que implica una refexin intelectual y que pone en juego mto-dos,procedimientosytcticasregularmenterepensados,enelcontextodeuna profesin concreta. La praxis es, entonces, una prctica sensata, no espontnea sino pensada, que supone un procedimiento intelectual y no una simple repeticin mecnica. Ob-viamente, no todas las prcticas cotidianas tienen que ser convertidas en praxis; de ser as, la vida sera imposible.Sondisposicionesincorporadasointeriorizadasapartirdeltrabajoeducativoprolongado (socializacin, apropiacin).definitivo.indd 34 8/6/11 14:33:14El quehacer praxeolgico34Carlos Germn Juliao Vargas351.3. La praxeologa como procesoPraxeologa y praxis estn ntimamente ligadas, aunque no obedezcan a las mis-mas lgicas. La praxis es la ejecucin de tcnicas en coherencia con fnalidades (lgica tecnolgica); la praxeologa, por su parte, es la construccin de saberes de la accin (lgica cientfca). El objeto principal de la praxeologa es la elabora-cin, experimentacin y validacin de modelos de accin22 que sean tiles para la gestin de la praxis: permite formalizar, validar y programar lo que generalmen-te se hace de modo espontneo, intuitivo y emprico. Ahora bien, para lograrlo, el enfoque praxeolgico que se sita en el cruce de la investigacin terica, de la investigacinaccin, de la investigacin aplicada e implicada, y es, adems, un mtodo multireferencial y pluridisciplinario supone cuatro fases o momentos, las cuales se desarrollan a continuacin.Grco 1. Fases del enfoque praxeolgico Fuente:ElaboradoporngelSilvaValencia,estudiantedeltimosemestredelaLicenciaturaenInformticade UNIMINUTO.22Se habla de modelos de accin en tanto son saberes transferibles y utilizables por otros que permiten, a quienes realizan la prctica, clarifcar la forma como se defne, gestiona, controla y evala la accin.3.Actuardefinitivo.indd 35 8/6/11 14:33:14El quehacer praxeolgico36Carlos Germn Juliao Vargas371.3.1. La fase del VEREsta es una fase de exploracin y de anlisis/sntesis (VER) que responde a la pre-gunta:qusucede?Esunaetapafundamentalmentecognitiva,dondeelpro-fesional/praxelogorecoge,analizaysintetizalainformacinsobresuprctica profesional y trata de comprender su problemtica y de sensibilizarse frente a ella. En esta primera etapa la observacin condiciona el conjunto del proceso: reto-mando los datos, se trata de establecer una problemtica que, por una parte, su-pone que la prctica, tal como es ejercida, puede mejorarse, y, por otra, que exige unacomprehensin(unasegundamirada)quenoapareceespontneamentey que implica un segundo momento. Las preguntas planteadas al observador se re-sumen as: quin hace qu?, por quin lo hace?, con quin?, dnde?, cun-do?, cmo? y por qu lo hace?Es, pues, la fase emprica o experimental, bien si nos encontramos ante una prctica espontnea e intuitiva, o, al contrario, ante una praxis claramente pensa-da y controlada en su desarrollo. En ambos casos, el profesional/praxelogo est frente a una accin, sea prctica espontnea o praxis, de la cual debe comprender sus elementos, su racionalidad, su desarrollo en el tiempo y su efcacia en funcin delosobjetivos,avecesmalformuladosoinclusosinformular,o,alcontrario, claramente defnidos.Si bien el objetivo praxeolgico es el mismo en los dos casos (a saber: cons-truir saberes y modelos de accin transferibles), las difcultades a las que se ver enfrentado el profesional/praxelogo y los mtodos de comprensin que deber adoptar no van a ser los mismos. En el caso de las prcticas espontneas e intuiti-vas, las ms frecuentes, tendr que interactuar con practicantes (o l mismo ser uno de ellos) que no podrn fcilmente elaborar la racionalidad de una accin que ellos no han construido formalmente. Su trabajo ser, entonces y a la vez, descrip-tivo, intuitivo e interpretativo, es decir, comparable al del etngrafo que investi-ga, detrs de las prcticas, el sentido oculto que los actores mismos no alcanzan a producir. Muy probablemente encontrar pocos documentos escritos que def-nan los objetivos, las metodologas y los medios; que describan las fases del tra-bajo o que prevean las formas de control y evaluacin; todo esto, obviamente, no quiere decir que los modos de accin que se estn ejecutando no sean pertinen-tes o no merezcan ser modelizados.definitivo.indd 36 8/6/11 14:33:14El quehacer praxeolgico36Carlos Germn Juliao Vargas37Al contrario, en el caso de una accin que se presente como praxis mani-festa, elaborada y refexionada, el profesional/praxelogo tendr a la mano da-tos que apoyarn el proceso de anlisis/sntesis: documentos escritos, discursos elaboradosporlospracticantes,resultadosdeevaluacionesy,enciertoscasos, usuariosasociadosalaaccinquepuedenser,alavez,sujetosyobjetosdedi-cha accin. Frente a esta caracterstica manifesta de un saber-hacer demostrado, elquehacerpraxeolgicotendrqueejercerunamiradacrticasobreeldiscur-so, los mtodos y los resultados; una mirada ms incisiva, que busque las debili-dades de la accin, ms all del discurso de los practicantes de la misma, lo que permitir juzgar su pertinencia para una nueva experimentacin en un contexto diferente. En todo caso, en esta primera fase, se trata de establecer (construir) una problemtica a partir de diversas tcnicas de observacin. Aunque no lo parez-ca, ni normalmente lo hagamos as, es a la fase que hay que dedicarle ms tiem-po y esfuerzos refexivos.definitivo.indd 37 8/6/11 14:33:14