Lacan, El Retorno a Freud

9
Lacan, el retorno a Freud Docente: Dr. Osvaldo Delgado Alumno: Lic. Carlos G. Picco ¿Que intenta cernir Aristóteles? ¿Qué atrapa en sus redes? Se trata de algo importante. La referencia que hace Lacan a los universales aristotélicos en el capítulo V del seminario Aun es parte de una relectura hecha por Lacan de Freud a partir de la cual perfila la llamada última enseñanza lacaniana. En este capítulo encontramos valiosas elucidaciones sobre lo que se nombra la cultura, el lazo social, el discurso, la relación sexual y la sublimación. Intentaremos desglosarlas teniendo en el horizonte que este retorno a Freud toma por referencia el texto de 1926, Inhibición, Síntoma y Angustia, desde donde luego Lacan podrá pensar la clínica borromea, separando definitivamente significante y sentido y posibilitando la perspectiva del sinthome, que surgirá

description

Trabajo final presentado para el seminario del mismo nombre, parte de la maestria en psicoanálisis dictada en la UNC.

Transcript of Lacan, El Retorno a Freud

Lacan, el retorno a FreudDocente: Dr. Osvaldo Delgado

Alumno: Lic. Carlos G. PiccoQue intenta cernir Aristteles? Qu atrapa en sus redes? Se trata de algo importante. La referencia que hace Lacan a los universales aristotlicos en el captulo V del seminario Aun es parte de una relectura hecha por Lacan de Freud a partir de la cual perfila la llamada ltima enseanza lacaniana. En este captulo encontramos valiosas elucidaciones sobre lo que se nombra la cultura, el lazo social, el discurso, la relacin sexual y la sublimacin. Intentaremos desglosarlas teniendo en el horizonte que este retorno a Freud toma por referencia el texto de 1926, Inhibicin, Sntoma y Angustia, desde donde luego Lacan podr pensar la clnica borromea, separando definitivamente significante y sentido y posibilitando la perspectiva del sinthome, que surgir tres aos despus. No es la idea del presente trabajo la de seguir paso a paso el avance de dicha clase, sino la de introducir lo que refiere aqu en torno a la cultura y que tiene relacin con nuestro tema de tesis.La otra satisfaccin

Lacan abre la clase V del seminario Aun con una frase que condensa de manera enigmtica una nueva perspectiva: Todas las necesidades del ser que habla estn contaminadas por el hecho de estar implicadas en otra satisfaccin subryese estas palabras- a la cual pueden faltar. (1981: p. 65)

Encontramos all cuatro elementos que podemos desglosar y a travs de los cuales tejer un hilo coherente con este momento lacaniano: necesidades, ser que habla, otra satisfaccin, y a la cual pueden faltar.

Lo necesario es en la lgica modal que Lacan expone en esta misma clase como el goce que hara falta que no fuese (...) Es el correlato de que no haya relacin sexual, y es lo sustancial de la funcin flica. () Si no hubiese eso, la cosa andara mejor (Lacan, 1981: p. 74) Observamos que aqu Lacan hace inmediatamente referencia al texto retomo ahora a nivel de texto dice-, a los escritos, por ser los nicos instrumentos (Lacan, 1981: p. 67) que sirven de vehculo al testimonio. Vamos a ubicar aqu el estatuto de la letra en el lugar de ese instrumento o escrito que permite dar testimonio. Vale entonces decir que lo necesario, como lo que no cesa de escribirse, tiene que ver con la letra y afecta o contamina esa otra satisfaccin que ms adelante veremos a que refiere. Podemos decir adems que la funcin flica extraida de la frase antes expuesta tiene por correlato esa otra satisfaccin en tanto esa otra satisfaccin, ahora podemos decirlo, tambin tiene que ver con lo real. Freud hablar en Inhibicin a su vez de un aumento de la tensin de necesidad (1976: p. 130), manera de nombrar el peligro del cual el yo se protege y a partir del cual se genera la angustia que da lugar a la represin y luego a la creacin del sntoma. Esta referencia nos parece de importancia pues aqu lo necesario refiere directamente a una ausencia del Otro no a su inexistencia, sino a un ausentarse-, a la falta de satisfaccin que viene del Otro o, dicho de otra forma, a la castracin en el Otro que es justamente lo que Lacan ubica como el motor de la angustia en su seminario referido a dicho tema.

La necesidad refiere elementalmente a la satisfaccin pulsional -con la que carga el sntoma-, que ha renunciando a su autoerotismo, a cerrarse sobre si misma, y ha pasado a demandar al Otro lo que antes satisfaca por s misma, volvindose esta ahora no una demanda del don, sino una demanda de amor. Leemos en Miller: La demanda de satisfaccin de la necesidad no puede sino ir mas all de ella misma en la medida en que depende de la respuesta del Otro, de aquel que tiene, de aquel que est en condiciones de satisfacer las necesidades. Por lo tanto esta respuesta vale en un primer nivel como la satisfaccin de la necesidad, pero en un tiempo suplementario que debemos agregar como una especie de gnesis estructural, la respuesta del Otro vale finalmente en cuanto tal como una satisfaccin, independientemente incluso del don de la sustancia que satisface (Miller, 2008: p. 153).

El ser que habla aparece como un viraje respecto del sujeto barrado, en donde el lenguaje operaba sustrayendo goce a travs de la castracin. Se trata aqu de otra cosa, de un ser que goza al hablar, un cuerpo hablante, pues un sujeto, como tal, no tiene mucho que ver con el goce (Lacan, 1981: p. 64)

Esa otra satisfaccin es retoma lo que Freud refiere en varios captulos de Inhibicin, Sntoma y Angustia como el sntoma. La siguiente cita resume el desarrollo respecto de la neurosis obsesiva realizado en el captulo V de dicho texto, aunque cabe decir que concepto de satisfaccin sintomtica como sustituto de la satisfaccin pulsional es extensible: Ya he descrito la tendencia general de la formacin de sntoma en el caso de la neurosis obsesiva. Consiste en procurar cada vez mayor espacio para la satisfaccin sustitutiva a expensas de la denegacin {frustracin}. Estos mismos sntomas que originariamente significaban limitaciones del yo cobran ms tarde, merced a la inclinacin del yo por la sntesis, el carcter de unas satisfacciones, y es innegable que esta ltima significacin deviene poco apoco la ms eficaz. As, el resultado de este proceso, que se aproxima cada vez ms al total fracaso del afn defensivo inicial, es un yo extremadamente limitado que se ve obligado a buscar sus satisfacciones en los sntomas. El desplazamiento de la relacin de fuerzas en favor de la satisfaccin puede llevar a un temido resultado final: la parlisis de la voluntad del yo, quien, para cada decisin, se encuentra con impulsiones de pareja intensidad de un lado y del otro. El conflicto hiperintensificado entre ello y supery, que gobierna esta afeccin desde el comienzo mismo, puede extenderse tanto que ninguno de los desempeos del yo, que se ha vuelto incapaz para la mediacin, se sustraiga de ser englobado en l. (Freud, 1976: p. 112)

Es posible pensar que a partir de esta cita se haya podido estructurar inicialmente el concepto de sinthome, en tanto identificacin al final de un anlisis, satisfaccin del yo que no va en contra del sntoma sino que hace uso de l.

Volviendo a nuestro desarrollo leemos ms adelante en el texto de Freud:

La formacin de sntoma tiene por lo tanto el efectivo resultado de cancelar la situacin de peligro. Posee dos caras; una, que permanece oculta para nosotros, produce en el ello aquella modificacin por medio de la cual el yo se sustrae del peligro; la otra cara, vuelta hacia nosotros, nos muestra lo que ella ha creado en remplazo del proceso pulsional modificado: la formacin sustitutiva (Freud, 1976: p. 137).

Esta otra satisfaccin refiere entonces, como ya antes se ha desarrollado, a la manera en que el yo se encarga de reprimir la pulsin y la mocin pulsional, pero generando al mismo tiempo el sntoma que acarrea sobre si ese movimiento, esa mocin, esa exigencia pulsional de satisfaccin. Ocurre que esta otra satisfaccin, el sntoma, conlleva adems un displacer, y esto es el goce.

A la cual pueden faltar. Las necesidades del ser que habla estn contaminadas por el hecho de estar implicadas en otra satisfaccin, que dicho de otra forma significa segn nuestra lectura que la pulsin obtendr su satisfaccin solo en la medida en que participe del sntoma, pero as y todo, este acuerdo puede verse comprometido pues dicha satisfaccin pulsional puede complicar la cuestin debido a que acarrea un goce, un displacer. Interpretamos entonces que este final de la frase a la cual pueden faltar-, no quiere decir que la satisfaccin pulsional pueda no estar presente en el sntoma, sino mas bien que lo pone en falta, que lo carga con un monto negativo, no conveniente.Es a partir de aqu, entendiendo que la frase arriba desglosada inicia una clase del seminario Aun importante en lo que refiere a un cierto viraje en la enseanza de Jacques Lacan, que podemos plantear ahora como, en tensin quizs con Aristteles, el analista francs est pensando a Freud. Retomamos una cita de Lacan antes expuesta a medias: ese terreno, del que Freud hizo su campo, era visto por otros antes que l () ese terreno no es pensable sino gracias a los instrumentos con que se opera () los nicos instrumentos que sirven de vehculo al testimonio son escritos. (Lacan, 1981: p. 67).Entendemos a partir de aqu dos cuestiones con las que finalizaremos. En primer lugar que este terreno del que Freud hace su campo ha sido ya visualizado y elaborado por otros, entre ellos Aristteles. Lacan refiere, a partir de la tica a Nicmano, que el filsofo griego al hacer la pregunta por el placer se dirige al goce, estableciendo adems que este no puede tener que ver con las necesidades pues ellas son movimiento y en el centro de todo para Aristteles est el motor inmvil, en donde ubica el placer/goce. Sin embargo, para Freud, el placer, el principio del placer, es el movimiento: la excitacin que provoca un evadirse de ella en busca de la homeostasis. Volviendo a la lectura que de Aristteles hace Lacan, respecto del placer/goce dir adems que, si bien no est en el movimiento propio de las necesidades, si se lo puede ubicar en una actividad: ver, oler, oir. Esto es planteado a esta altura del seminario para preparar el campo a la tabla de la sexuacin con la que abre la clase VII, especialmente lo que refiere a la funcin del objeto para el lado macho, el fantasma. Podemos decir entonces, para concluir este primer punto, que Lacan lee en Aristteles lo que sera el lado macho de la tabla, la manera en que el sujeto barrado que se ubica a partir de la ley del falo goza mediante los pequeos objetos con los que cree es representado el Otro.En segundo trmino ubicamos entonces a Freud en lo que atae al campo vislumbrado de antemano por otros, en este caso Aristteles, y que sin embargo es elaborado hasta cierto lmite, pues ser lo planteado respecto del motor inmvil, ese Otro aristotlico, o las actividades de placer ver, oler, oir: objetos de goce-, e incluso los universales de la tica, maneras de suturar la falta.

Vale hacer aqu un breve parntesis para diferenciar cultura y discurso, en tanto el segundo es el discurso social, la manera en la que como una plaga se distribuyen los significantes con los que nos entendemos, con los que funcionamos como sociedad. Segn Miller se trata de rutina, de repeticin, de ejercicio insistente de los significantes acordados socialmente, independientemente del significado. Cultura en cambio refiere a la forma, el depsito superpuesto, aluvial, de todo lo que sirvi de discurso para que uno pueda orientarse (Miller, 2008: p. 166). Al respecto Lacan aclara, la cultura en tanto algo distinto de la sociedad no existe; solo hay discurso, que no es otra cosa que la manera en que el lenguaje se sita y se imprime. Entonces, decir cultura refiere a una sociedad que ya no existe y que es nombrada as por otra posterior, que adems no participa de los significantes con los que la primera haca discurso -esto permita quizs pensar la insistencia de Lacan en ir al texto aristotlico original y no a su traduccin al francs-. Se trata de captar esa funcin significante hasta donde se puede, la manera en que hay all un goce que bulle.Volvemos ahora al desarrollo anterior. Qu atrapa Aristteles en sus redes? Posiblemente all vislumbrado en el horizonte que no hay relacin sexual, pero inmediatamente opone una tica que hace de velo, pues entendemos finalmente que los universales, as como el lazo social y esto es quizs lo que motivaba al filsofo griego, hacer sociedad, el bien mayor-, son fundamentalmente formas de taponarla. A partir del momento en que () lenguaje y goce van a la par, o que el significante es la causa del goce, () Lacan dice que la otra satisfaccin se puede ubicar porque surge de los universales. () A falta del goce de la relacin sexual, tenemos el goce de los universales, el goce de la comunicacin, el goce comunitario, el goce grupal () Esto es del orden del goce sublimatorio y por tanto cesa (Miller, 2008: p. 168).

Creemos que Freud supo vislumbrar a qu venan estos universales, lo que manaba entre lneas, la satisfaccin en juego, y sin embargo, no dejarse seducir por la tentacin de contribuir al discurso social, a una moral del bien. Pero adems se puede aqu decir que, retomando esta breve resea a la teora lacaniana de la cultura, es el mismo Freud el que a partir de ciertos textos ni siquiera se queda con su propio discurso, el que refera al desciframiento del sntoma y al sentido, sino que va ms all, al encuentro con lo real, con el otro goce. Es esto lo que ha motivado el presente trabajo y lo que sostenemos como el retorno de Lacan que abre a lo que ser luego su ltima enseanza. Bibliografa

Delgado Osvaldo L.: (2012) "La aptitud de Psicoanalista". Eudeba. Buenos Aires.

Delgado Osvaldo L.: (2013) Huellas Freudianas en la conceptualizacin lacaniana de lo real. (Indito)

Delgado Osvaldo L.: (2013) Sobre los restos sintomticos. (Indito)

Freud, S.: (1925-1926) Inhibicin, Sntoma y Angustia. En Obras Completas, Tomo XX. Amorrortu Editores: Buenos Aires, 1976

Lacan, J. (1972 - 1973) Seminario 20: Aun, Buenos Aires: Paids, 1981

Lacan, J. (1976) Seminario 23: El Sinthome, Buenos Aires: Paids, 2009 Miller, J-A. (2008) El partenaire-sntoma, Buenos Aires: Paids.