La Universidad y el Bien Común

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La Universidad y el Bien Común Linda Paz Quezada Trabajo de Investigación Maestría en Gobierno y Cultura de las Organizaciones. Dirigida por el Dr. Rafael Alvira Domínguez Fraijanes, Guatemala 2016

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La Universidad y el Bien Común

Linda Paz Quezada

Trabajo de Investigación

Maestría en Gobierno y Cultura de las Organizaciones.

Dirigida por el Dr. Rafael Alvira Domínguez

Fraijanes, Guatemala 2016

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Universidad del Istmo en colaboración con el

Instituto Empresa-Humanismo de la Universidad de Navarra

Maestría en Gobierno y Cultura de las Organizaciones

Trabajo Final de Maestría

Título:

La Universidad y el Bien Común

Trabajo Realizado por:

Linda Paz Quezada

Fecha de la defensa:

Fraijanes, Guatemala 17 de febrero de 2016

Terna Examinadora:

Dr. Rafael Alvira Domínguez

Dra. Jary Leticia Méndez Maddaleno

Dr. José Roberto Hernández Flores

Trabajo dirigido por

Prof. Dr. D. Rafael Alvira Domínguez

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Resumen

La universidad ontológicamente es un bien común de la sociedad y por ende debe estar abierta a

todos. Para que florezca el bien común es necesario que los ciudadanos sean virtuosos y la

universidad con un sentido de urgencia y de responsabilidad juega un papel fundamental en la

formación de los futuros dirigentes de las distintas esferas de la sociedad, en la generación de

conocimiento y en la difusión de la cultura. La Universidad tiene un fin telos y una identidad ethos que hace que funcione como una sociedad pero en pequeño. Como toda Institución tiene estrechas

relaciones con la familia, la Empresa, la Sociedad Civil y el Estado. Por eso es necesario que la

universidad dedique esfuerzos en la formación humanística que lleve a los estudiantes a comprender

como marcha el tejido de una sociedad y sus elementos trascendentales, categoriales e

institucionales. San Josemaría fue un gran universitario y promovió universidades que estuvieran al

servicio del bien común. Es fundamental aprender a dialogar en la universidad pues solamente a

través del diálogo se puede construir el bien común.

Palabras clave: Bien Común, Sociedad Civil, ley natural, virtudes sociales, caridad, subsidiaridad, solidaridad,

Trascendentales Sociales, Categorías Sociales, Instituciones Sociales, Familia, Estado, Empresa,

San Josemaría, diálogo.

Abstract

The university is ontologically a common good for the society and therefore should be open to all.

To flourish the common good is necessary to be virtuous and the University, with a sense of urgency

and responsibility plays a fundamental role in the formation of future leaders of the various spheres

of society, knowledge generation and the dissemination of culture. The University has a telos and

ethos that makes it works as a small society itself. As every institution, the University has close

relationships with the family, business, civil society and the State. Therefore, it is necessary that the

University dedicates efforts leading students to understand how a society works and its different

transcendental, categorical and institutional elements. St. Josemaría was a great promoter of

universities to serve the common good. It is essential to learn how to dialogue in University because

only through the dialogue can be followed the common good.

Keywords: Common good, civil society, natural law, social virtues, charity, subsidiarity, solidarity, Social

Categories, Social Institutions, Family, State, Companies, St. Josemaría, dialogue.

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ÍNDICE

Introducción: La Universidad un motivo de esperanza ……………………………..

11

Capítulo 1. Forja de Ciudadanos responsables ……………………………………..

19

Capítulo 2. Qué se entiende por bien común ………………………………………... 29

1. Bien ………………………………………………………………….. 30

2. Común ………………………………………………………………….. 30

3. Bien común ontológico y social ………………………………………. 31

4. El bien común como fin de la sociedad . …………………………….. 32

5. Estructura del bien común …………………………………………… 34

6. El bien común y el bien particular …………………………………… 34

7. Primacía de la dignidad de la persona y bien común ……………….. 37

8. Bien común y ley natural: el código más antiguo …………………… 43

9. Ejercicio de las virtudes sociales para la consecución del bien común 47

a. La caridad la fuerza que mueve el bien común ……………. 51

b. Subsidiaridad y participación ……………………………….. 52

c. Solidaridad y bien común ……………………………………

57

Capítulo 3. El bien común como fin de la Universidad: saber para servir …………. 67

1. La Universidad como bien común: “destino universal” de la Universidad

67

2. La Universidad como Patrimonio de la Humanidad …………………. 69

3. El telos de la universidad: servir ……………………………………... 70

4. El ethos de la Universidad: su identidad ………………………………. 77

5. La Universidad y la Sociedad Civil ……………………………………. 80

a. Las Instituciones sociales y la Universidad…………………… 83

b. Los Trascendentales sociales y la Universidad ……………… 84

c. Las Categorías Sociales y la Universidad ………………….... 86

6. La Universidad y las instituciones …………………………………….. 99

a. La Universidad y el Estado ……………………………………. 99

b. La Universidad y la Empresa ………………………………….. 101

c. La Universidad, la Empresa y el Estado ………………………. 104

d. La Universidad y la Familia ……………………………………. 108

Capítulo 4. Un modelo integrador al servicio del bien común: San Josemaría y la Universidad ……………………………………………………………….

115

1. Distintos tipos de universidades católicas ……………………………. 116

2. Experiencia universitaria de San Josemaría …………………………… 117

3. El valor de la tradición universitaria en San Josemaría ……………… 119

a. Idea Original de las Universidades Cristianas. Universitas Scholarium Bononiensis ……………………………………...

126

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10

Los estudiantes como protagonistas ……………………. … 127

b. París: Humanidades y Teología ……………………………….

Los profesores ……………………………………………….

128

131

c. Oxford y Cambridge. Modelo tutorial ………………………...

Collegues: residencias universitarias

Modelo tutorial: Asesoramiento académico personal

132

d. Alemania: Investigación Aplicada …………………………….

Búsqueda de la Verdad …………………………………….

Diálogo entre ciencia y fe …………………………………..

135

136

137

e. Estados Unidos. Harvard: Escuelas de Negocios ………………

138

4. El carácter central del trabajo ………………………………………... 139

5. Los directivos …………………………………………………………. 142

6. Abierta a todos ………………………………………………………… 143

7. La Universidad al servicio del bien común …………………………..

144

Capítulo 5. Construir el bien común a través del diálogo: Universidad personalizada vrs la masificada ………………..……………………………………

149

Conclusión ………………………………………………………………………….....

155

Bibliografía ……………………………………………………………………………. 159

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11

Introducción: La Universidad un motivo de esperanza

“De la universidad han de salir no solamente

la tecnología para nuestra propia vida material,

sino también algo evidentemente mucho más importante y decisivo:

los hombres dirigentes del futuro” 1.

Antonio Millán Puelles

No podría trazarse un dibujo de la sociedad sin incluir las instituciones que le dan

vida: las familias, los centros educativos, la Iglesia, las empresas, las ONGs y el conjunto

de instituciones que articulan el Estado.

En los nueve siglos que la Universidad lleva de existencia, las condiciones de vida

han mejorado sustantivamente para la sociedad. No cabe duda que la universidad es un

lugar de esperanza para un mundo que no se cansa de progresar pero que a la vez puede

deshumanizarse en ese progreso, se desgasta si pierde el sentido verdadero de lo que

progreso supone.

Grandes civilizaciones y culturas como la China, India, Mesopotamia, de Asia

Menor, Egipto, Grecia, Roma, Mesoamérica o la Inca lograron penetrar en la riqueza de la

naturaleza y del hombre mismo en relación con ella, lo que ha apoyado la evolución

científica y el progreso de la humanidad. En Occidente, las universidades recogieron este

legado y han protagonizado parte importante del proceso científico. Su irrenunciable

compromiso con la educación y la trasmisión del conocimiento les ha llevado a incorporar

y desarrollar nuevas disciplinas a medida que la realidad social, económica y política lo ha

requerido. La universidad ha demostrado que es capaz de cambiar ella y a la vez ser agente

de cambio, sin perder su razón de ser. Manuel García Morente, compañero de Ortega y

Gasset, en una conferencia pronunciada en Argentina señala que la universidad es una de

las instituciones en las que recaen las más graves responsabilidades en la sociedad. Señala

que: “La universidad es el órgano peculiar que ha construido la vida moderna para preparar

el futuro"2.

1 MILLÁN PUELLES, ANTONIO, Universidad y sociedad, Madrid, Rialp, 1976, p. 35.

2 GARCÍA MORENTE, MANUEL, El Ideal universitario y otros ensayos, Navarra, EUNSA, 2012, p. 13.

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12

Desde su nacimiento hasta entrado el siglo XXI, y pese a las numerosas crisis de

identidad que sin duda ha vivido en diferentes épocas, la universidad ha conservado una

personalidad institucional en todo el mundo, caracterizada especialmente por su dedicación

a formar los profesionales que conducen una buena parte de las sociedad. En las últimas

décadas del siglo XX, se produce un cambio radical de rumbo con la masificación, la

globalización, la especialización y la irrupción de las nuevas tecnologías en la sociedad y

específicamente en el modelo de aprendizaje. Este giro social ha hecho que la universidad

se vea ante la necesidad de adoptar nuevos modos organizativos, políticos, sociales,

pedagógicos, etc., que sean acordes a la nueva realidad.

El proceso de cambio ha tomado una velocidad significativa. En el pasado se

producían cambios profundos como los sucedidos en el Renacimiento y la Revolución

Industrial, pero el entorno cambiaba con mucha lentitud a diferencia de las rápidas y

significativas transformaciones del momento actual. “Las universidades no deben

conformarse con adaptarse a las exigencias del cambio, sino que han de ser capaces de

anticiparse para influir en su contenido”3. La revolución que vive el siglo XXI tiene al

menos cuatro características: la velocidad ya que en vez de producirse los cambios en

siglos, se provocan en décadas o años; la globalización que influye de manera instantánea

sobre los tejidos sociales, económicos y culturales en todo el orbe; se ha pasado de una

economía del conocimiento a una sociedad de conocimiento intensivo; y la inestabilidad

como algo cotidiano.

Este nuevo entorno hace que la universidad y las empresas aumenten su velocidad

de réplica para responder a lo impredecible. El nuevo escenario valora como primer aspecto

la educación superior de calidad. Los países industrializados lo han entendido e invierten

en sus universidades para garantizar y potenciar su influencia internacional. Los gobiernos

necesitan una industria competitiva que genere nuevas empresas y puestos de trabajo o que

se incremente la renta de los ciudadanos. Sirva de ejemplo el informe de 1985 “Global

Competition: The new Reality” de la Comisión de competitividad industrial en Estados

Unidos que concluyó con la consideración de que las universidades desempeñaran un papel

fundamental en la revitalización de la competitividad del país ya que sin unas instituciones

3 TELLO, MANUEL, "La Universidad en el siglo XXI: Retos e incertidumbres", La Universidad, Una Historia

Ilustrada, Madrid, 2010, p. 330.

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13

de educación superior fuertes, Estados Unidos no podría capitalizar fortalezas claves en

tecnología y recursos humanos4. En los países de economías avanzadas las universidades

sienten una presión fuerte para que desempeñen un papel más activo en el desarrollo

económico de su entorno local, regional o nacional. Tello identifica que esta presión se

debe a la confianza que se tiene en la capacidad para gestionar la incertidumbre, sus

aptitudes para generar conocimiento avanzado y en su creatividad para orientarlo directa o

indirectamente.5

Nadie duda del papel fundamental de la universidad como institución vertebradora

de las sociedades contemporáneas. Sus aportaciones a lo largo de la historia ayudan a

identificar nuevos horizontes y oportunidades para la universidad que tiene la misión de ser

protagonista del futuro, motor del progreso social, cultural y económico y como referente

del pensamiento crítico de las sociedades. La actividad universitaria no es una propiedad

individual, sino que pertenece, por su esencia, a la comunidad. La universidad participa en

la vida y en el crecimiento de la sociedad, así en su destino exterior como en su

estructuración interna y en su desarrollo espiritual.

Rafael Alvira iniciaba la Lección Inaugural del ciclo 2013 en la Universidad del

Istmo explicando que:

“Si podemos comprender la realidad que nos rodea es porque cada ser de este

mundo está constituido por una idea, una “forma de ser” según la cual podemos entenderlo.

Pero esa idea está encarnada en algo material y sensible, y por ello tiene siempre una

historia. No captamos bien la idea más que a través de su historia, y, a su vez, no podemos

entender una historia fuera de su idea. Así pues, pensar la Universidad supone volver a

considerar su idea y su historia”.6

Por su parte Alejandro Llano coincide con Alvira cuando escribe que:

“La institución universitaria recoge y compendia las grandes paradojas de esta

época de tránsito entre diferentes formas de vivir. En el ámbito académico siempre ha sido

como estas franjas de tierra en cuya profundidad se ocultan fallas geológicas y que, por ello,

4 Cfr. UNIVERSITY, PURDUE, Global competition: The New Reality, Washington, D.C.

http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=pur1.32754078799537;view=1up;seq=1, obtenido el 12 de noviembre de

2015. 5 TELLO, "La Universidad en el siglo XXI: Retos e incertidumbres" p. 304.

6 ALVIRA, RAFAEL, “La Universidad en su idea y en su Historia”, Lección Inaugural, UNIS 2013, Guatemala,

2013.

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se hacen eco de todos los ajustes de fondo que acontecen allí donde no llega nuestra visión

inmediata. La Universidad es un sismógrafo de la Historia”7.

Con motivo del 60 aniversario de la UNESCO se presentó en octubre del 2006 el

documento “Hacia las sociedades del conocimiento”8. Allí se expone cómo la sociedad del

conocimiento conlleva la utilización del potencial tecnológico mediante la combinación de

metodologías tradicionales y actualizadas, como efecto directo de la innovación científica

y con el objetivo del desarrollo humano sostenible. La conferencia mundial sobre

Educación Superior 2009 celebrada en París, destacó la responsabilidad de cada país en este

nivel de educación como forma de “construcción de sociedades del conocimiento

integradoras y diversas, y para fomentar la investigación, la innovación y la creatividad”9.

Desde Bolonia, París, Oxford, Salamanca, hasta la universidad de pleno siglo XXI

se puede afirmar que ellas han sido y están siendo los focos del progreso en las sociedades.

El mundo no sería el mundo que es sin la universidad. Si una sociedad se mide por el grado

de madurez de sus instituciones, por eso mismo se mide por la calidad de sus universidades.

Los países más poderosos han sabido invertir en la educación de sus ciudadanos, desde que

nacen hasta que mueren, porque la capacidad de conocer del hombre no se agota nunca.

La universidad es un lugar de esperanza, allí se genera conocimiento teórico,

práctico, ciencia y tecnología, es un foco de creatividad e innovación, de empresarios,

políticos y gobernantes. Invertir en educación ha sido siempre un imperativo para todos los

países que aspiran a ser mejores. Leonardo Polo apunta siempre al optimismo. “No estamos

en el mejor de los mundos posibles, por el contrario, estamos en un mundo, en donde, por

muchos motivos, las cosas no están bien, pero precisamente por eso, debemos empeñarnos

en arreglarlas, en lograr que las situaciones mejoren”10

, y ése es precisamente el papel de la

universidad.

7 LLANO, ALEJANDRO, Repensar la Universidad, Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias, S.A.,

2003, p. 15. 8 Cfr. UNESCO, Hacia las sociedades del conocimiento, 2006.

http://www.unesco.org/bpi/pdf/memobpi60_knowledgesocieties_es.pdf, obtenida el 12 de noviembre de

2015. 9 UNESCO, Conferencia mundial sobre la Educación Superior, París, 2009,

http://www.unesco.org/education/WCHE2009/comunicado_es.pdf. 10

POLO, LEONARDO, "El optimismo ante la vida", 2015,

http://www.iterhominis.com/03_Polo/04_Coloquios/Otimismo.htm, obtenida el 30 de noviembre de 2015.

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Polo define al hombre como el perfeccionador que perfecciona. El ser que aporta

algo nuevo a la realidad con su acción, con su trabajo, logrando al mismo tiempo su mejora

personal11

. En la misma línea José María Barrio expone que “El hombre no nace entero,

sino que se va enterando poco a poco de lo que significa ser hombre”12

. Se trata de una

tarea intelectual y moral. El desarrollo humano necesita un plan, un diseño. Aprender no

consiste en construir un conocimiento, el aprendizaje se refiere más bien, a la realidad de

que la información que recibe de los sentidos se incorpore en la propia estructura personal

y se convierta en formación, que aporta a la persona criterios para juzgar y conducirse en la

vida.

El fin de la universidad es servir a la sociedad y para cumplir su misión sus

actividades legítimas son la docencia y la investigación. Millán Puelles concreta la misión

de servicio a la sociedad de la universidad al decir que “a la universidad le corresponde, en

medida muy importante y como una de sus funciones principales, atender la tarea de

conjugar el progreso en los aspectos materiales de la vida con la defensa de los valores

eternos del espíritu”.

A pesar de la difícil situación económica mundial, mientras el hombre exista, se

abren oportunidades para crecer y avanzar en los cambios que requiere la sociedad y la

universidad tiene una gran responsabilidad para que esto ocurra. En el trabajo que sigue se

busca exponer la trascendencia que tiene la universidad en la consecución del bien común.

En un primer momento de este trabajo se expone el grado de responsabilidad de la

universidad en la formación de los líderes que están dirigiendo las organizaciones de mayor

impacto en la sociedad. Se pasa a analizar el significado del bien común, su estructura y la

importancia del ejercicio de las virtudes para que florezca el bien común. En una tercera

parte se aborda el tema del bien común como fin de la sociedad. Se analiza el telos y el

ethos de la universidad, su fin y su identidad, cómo funciona en tanto qué sociedad y su

relación con las instituciones, para concluir ese apartado en la relación con el Estado, la

Empresa y la Familia. San Josemaría fue un gran universitario y promovió universidades

que estuvieran al servicio del bien común. Se analiza aquí a continuación su idea de

universidad. En una quinta sección se considera la importancia del diálogo en la

11

Cfr. POLO, El optimismo ante la Vida. 12

Cfr. BARRIO MAESTRE, JOSE MARIA, Elementos de antropologia pedagogica, Madrid, Ediciones Rialp,

1998.

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construcción del bien común y se explica la necesidad de una universidad personalizada

versus una masificada en la cual cada estudiante pueda dialogar de manera personalizada

sobre sus inquietudes para formarse un criterio de ciudadano y su papel en la consecución

del bien común.

Quisiera manifestar mi agradecimiento al Prof. Dr. Rafael Alvira, Director del

Máster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones que la Universidad del Istmo organiza

con el apoyo del Instituto Empresa Humanismo de la Universidad de Navarra. Sin su

interés por ayudar a una universidad joven, como lo es la Universidad del Istmo, no hubiera

sido posible el establecimiento del convenio para llevar a feliz término a esta generación

guatemalteca del programa de Maestría en Gobierno y Cultura de las Organizaciones que

nació y creció bajo su dirección. Con infinita paciencia no dejó orientar las diversas

inquietudes de estudio que fueron surgiendo a lo largo del camino y de ofrecer una

generosa colaboración para acceder al material para elaborar el presente trabajo. En esta

línea de ideas, va una especial gratitud a la Junta de Gobierno de la Universidad de Navarra

y el Consejo Directivo de la Universidad del Istmo, especialmente a su Rector, Manuel

Pérez, que han facilitado los recursos y el tiempo para que los participantes pudieran

estudiar y dedicar esfuerzos a la elaboración sus trabajos.

En otro orden de agradecimientos puedo mencionar a San Josemaría que como gran

universitario ha dado las ideas madre para el trabajo que he realizado en esta noble

institución a lo largo de mis años en la universidad; a mi padre, Guillermo, 13

quien

innumerables veces nos enseñó que una generación debía superara a la anterior por lo que

esperaba de sus hijos que llegaran más alto en los estudios, en el trabajo profesional, la

influencia en la sociedad y la formación de sus familias y patrimonio, y a mi mamá, Stella,

que lo secundó de manera que facilitó las oportunidades de estudio y sobre todo celebró las

metas que íbamos alcanzando. Por otro lado, Tomás y Paquita Alvira tienen un buen

espacio en este documento pues a ellos me encomendé cada día antes de empezar a escribir

para que pudiera tener la dirección correcta en el estudio y aplicación de los conocimientos.

No puede faltar un espacio dedicado a mi familia que me ha acompañado en el esfuerzo,

13

Mi padre, Guillermo Paz Hernández, Ingeniero Civil, cuando se retiró a trabajar a una finca personal, era el

ingeniero que más kilómetros de carretera había construido en el país y ocupó cargos públicos importantes,

desde los que sirvió con abnegación al país.

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me ha extrañado en actividades comunes, con la ilusión de ver concluida esta fase de los

estudios.

Debo gratitud al Dr. Víctor Palomino con quien empezamos varios intentos de

programas de maestría y doctorado en la UNIS y a al Doctor Juan Fernando Sellés: de los

dos hemos recibido mucho aliento para superar a los profesores en la Universidad.

Un agradecimiento especial va a los autores que aparecen citados en el texto y cuyo

pensamiento ha ayudado a profundizar en el papel de la Universidad al servicio del bien

común. Reconozco que han sido de gran beneficio para la articulación de este escrito los

conocimientos adquiridos a través de los distintos profesores de la Maestría en Gobierno y

Cultura de las Organizaciones de la Universidad de Navarra: su calidez humana, sus

conocimientos, su disponibilidad y sus oportunos consejos, han hecho posible llevar a

término la empresa, en especial los cursos recibidos con el Dr. Rafael Alvira y el Dr.

Miguel Alfonso Martínez Echevarría, sin dejar de citar a los doctores Alejo Sison, Marta

Torregrosa, Alejandro García Martínez, Álvaro Sánchez Ostiz, Alfredo Cruz Prados y

Agustín González Enciso.

Por último va mi más sincero agradecimiento para Olga de Rivera, quien con una

gran generosidad ha apoyado para la sistematización bibliográfica de la Investigación y a

Evelyn de de León y a Cristina Romero quienes han sido un gran apoyo para la

coordinación de las diversas actividades de la Maestría.

Al ser tan extendido este espacio dedicado a los agradecimientos, seguramente he

dejado sin mencionar a muchas personas a quienes pido mis disculpas y agradezco en

profundidad su generosa contribución.

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Capítulo 1. Forja de ciudadanos responsables

“Es necesario que la Universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de

servicio: servicio a la sociedad, promoviendo el bien común con su trabajo profesional y

con su actuación cívica. Los universitarios necesitan ser responsables, tener una sana

inquietud por los problemas de los demás y un espíritu generoso que les lleve a enfrentarse

con estos problemas, y a procurar encontrar la mejor solución. Dar al estudiante todo eso es

tarea de la Universidad”14

.

San Josemaría Escrivá.

Casi cincuenta años después de pronunciadas estas palabras, los hechos han

mostrado lo oportuno que hubiera sido aplicarlas en todo el mundo. Hechos recientes de

corrupción en instituciones que inspiraban toda la confianza, han sacudido a universidades

muy prestigiosas que contaban entre sus graduados a directivos de empresas corruptas.

En diciembre de 2001, Enron, considerada entre las diez empresas más poderosas e

innovadoras de USA, se declara en quiebra. Poco después de que la empresa protagonizara

la mayor bancarrota en la historia de Estados Unidos, uno de sus ejecutivos se suicidó

dándose un disparo en la cabeza. Miles de personas se quedaron sin sus trabajos, y muchos

lo perdieron todo porque habían invertido su fondo de pensiones en acciones de la

compañía e incluso habían invertido sus ahorros personales -por sugerencia de la empresa

misma- que había pronosticado un crecimiento continuo de beneficios.

15. A todo lo cual hay

que añadir el efecto dominó que esta quiebra trajo consigo. Para algunos economistas como

Paul Krugman de la Universidad de Princeton, la fecha marcó un momento tan decisivo

para el mundo de los negocios y para la sociedad estadounidense, como fueron en otro

terreno los atentados del 11 de setiembre16

. El hecho de que una de las empresas más

admiradas hubiera incurrido en una serie de delitos de corrupción, con perjuicios a miles de

trabajadores, accionistas y otros stakeholders, así como sus presuntas conexiones con la

política, abrieron uno de los escándalos más grandes de la historia de EE.UU.

14

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, Madrid, Rialp, 1971,

n. 74. 15

Cfr. BCMUNDO.COM, “Enron: Radiografía de un escándalo”, 2002.

news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/newsid_1803000/1803224.stm, obtenida el 30 de noviembre de 2015. 16

Cfr. BBCMUNDO.COM, Enron:“Radiografía de un escándalo”.

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20

Cinco años más tarde, en agosto de 2007, se sucede la quiebra de pequeños bancos

de inversión a lo que se suma el descubrimiento de grandes delitos cometidos por bancos

como Lehman Brothers, en el 2008. A partir de allí, la economía internacional no ha

logrado salir de la crisis originada en Estados Unidos y se ha proyectado a un escenario

mundial multipolar y pluriconectado. Es una pandemia generalizada la corrupción bancaria,

la fiscal, la desconfianza en los mercados.

Es preocupante ver cómo la corrupción alcanza cotas más altas en todas las esferas.

En esta crisis del 2008, la respuesta de las autoridades fue no enjuiciar a los bancos ni a sus

ejecutivos, con la excusa de que la estabilidad financiera podría resquebrajarse aún más.

Resulta que el marco de la ley ampara a los bancos de tal manera que son entidades que

parecen estar fuera del alcance general de la justicia. Los bancos aparentemente tenían una

cierta impunidad para delinquir. Los banqueros no suelen ir a prisión ni los bancos pierden

su licencia para operar. Pagan la multa después de alcanzar un acuerdo con la justicia o con

los entes de control financiero. A veces podían continuar con sus fraudes a pequeños

ahorristas, manipulación del mercado de commodities, del oro o de la tasa Libo, la

utilización de información privilegiada, o la oferta a sus clientes ricos de una plataforma

para la evasión, fuga y lavado de capitales17

. Aceprensa en su edición del 30 de octubre de

2012 publicaba que:

“La Harvard Business School se precia de ser el alma mater de los directivos más

brillantes. Pero uno de sus diplomados es el exdirector general de Enron, Jeffrey Skilling,

de la promoción de 1979, principal acusado en el caso por la quiebra fraudulenta de la

compañía” 18

.

Este y los otros escándalos recientes han puesto en guardia a las escuelas de

negocios, que ahora incluyen un cuestionario de ética entre las pruebas que realizan quienes

solicitan plaza en los cursos de los MBA. A los candidatos se les pide que relaten

situaciones en las que han afrontaron algún problema ético en su experiencia profesional.

También se solicitan cartas de recomendación que califiquen la integridad moral de los

17

Cfr. ZAIAT, ALFREDO, “Muy Grandes”, Columna de opinion, Página 12, 2015.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-283555-2015-10-11.html, obtenida el 2 de noviembre de

2015. 18

ACEPRENSA, “Clases de ética en las mejores escuelas de negocios de EE.UU.”, 2004.

https://www.aceprensa.com/articles/clases-de-tica-en-las-mejores-escuelas-de-negocios/,obtenida el 4 de

noviembre de 2015.

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aspirantes. En Harvard se realizaron por primera vez, entrevistas personales a los casi 900

estudiantes que solicitaron cupo en el 201219

.

Cada vez son más las universidades en el mundo que se preocupan por la formación

ética de sus estudiantes, y se incluyen asignaturas de ética por la iniciativa de los mismos

estudiantes asombrados por los escándalos. Uno de los casos más llamativos ha sido el de

la Universidad de Maryland que invitó a todos sus estudiantes a entrevistar en las cárceles a

los ejecutivos condenados por el delito de estafa20

. Así paulatinamente diversas facultades

se han preocupado por la formación humana de sus estudiantes: médicos, ingenieros,

periodistas, arquitectos. Y aunque el curso de Business Ethics va siendo más popular en las

escuelas de negocios, el curso de Politics Ethics apenas existe. La corrupción es un

impuesto escondido que cuesta a las personas un alto porcentaje de sus ingresos. Si las

empresas son corruptas lo trasladan a los precios de los productos y la influencia que

ejercen en la sociedad; si los gobiernos son corruptos no trasladan el servicio que se espera

de ellos. La corrupción trabaja como una espiral creciente de un círculo perverso que

afecta a la sociedad que sin capacidad de reflexión puede sucumbir a la práctica de la

corrupción desde el círculo familiar hasta el estatal y viceversa.

Guatemala acaba de vivir de nuevo en su historia una revuelta contra la corrupción.

Esta vez la historia ha tomado otros derroteros: instituciones internacionales instaladas en el

país para velar contra la corrupción, sacan a luz investigaciones que involucran a altos

funcionarios públicos en delitos de importante calado. Los ciudadanos habían aceptado la

corrupción como una forma de vida cultural, que sigue el modelo que Hannah Arendt

describe magistralmente en su visión de “banalidad del mal”21

, pero esta vez, ante los

informes, la ciudadanía unida por las redes sociales, protestó pacíficamente todos los

sábados hasta que consiguió que la vicepresidenta, primero, y más adelante el presidente

renunciaran a sus cargos públicos dentro del marco legal previsto por la Constitución de la

República. La renuncia ha dado un fuerte impulso al sentido de identidad y de cohesión a la

ciudadanía. El combate a la corrupción no es sólo de instituciones sino que necesita de la

participación activa de la sociedad civil. De enero al 1 de diciembre se han registrado 602

19

Cfr. ACEPRENSA, “Clases de ética en las mejores escuelas de negocios de EE.UU”. 20

IBID. 21

Cfr. ARENDT, HANNAH, Eichmann in Jerusalem: a report on the banality of evil, Middlesex, England,

Penguin Books, 1964.

Page 22: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

22

capturados por corrupción en los que hay representantes de los tres poderes del Estado, que

incluyen desde el ex presidente, pasando por diputados, jueces, miembros de Ministerio

Público, hasta policías patrulleros. Además hay un buen número más en la lista de

investigados que podría hacer que esa cifra aumentara22

.

A diferencia del mayo rojo de París en el 68, en Guatemala los movimientos han

sido pacíficos. Uno de los grupos significativos del movimiento ciudadano ha estado

conformado por jóvenes de varias universidades del país. Unidos por una misma causa, los

universitarios han dado un giro histórico a la división que los identifica con su alma mater.

Sin embargo, la corrupción entrañada en el gobierno y la necesidad de justicia los convocó.

En un inicio, lo que se buscaba era la renuncia del presidente y vicepresidenta e impulsó

que el Congreso decidiera en un tiempo record quienes serían las nuevas autoridades del

país23

. Miles de guatemaltecos celebraron el martes 1 de septiembre del 2015 en las

calles la decisión histórica del Congreso de levantar la inmunidad al presidente Otto Pérez,

una medida que abrió el camino para que el mandatario fuera investigado por la justicia

bajo cargos de corrupción. Sin importar una lluvia intensa, jubilosos guatemaltecos

abarrotaron la plaza central del centro histórico de la capital ondeando banderas azul y

blanco. Al grito de "sí se pudo” los manifestantes señalaron que el histórico fallo del

Congreso ha sentado un precedente contra la corrupción que se ha incrustado en el

Estado24

.

Y lo que se ha denunciado y está en proceso judicial, es sólo la punta del iceberg: en

las primeras dos semanas de noviembre se ha profundizado el escándalo de proveedores de

salud a los hospitales públicos del país. Con las recientes elecciones y el triunfo del nuevo

partido político, la sociedad civil ya le está anunciando la estrecha vigilancia en la que

22

Cfr. SÁNCHEZ, GLENDA, "Llegan a 602 los capturados por corrupción", Prensa Libre 2015,

http://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/llegan-a-602-los-capturados-por-corrupcion. Obtenida el 5 de

noviembre 2015. 23

Cfr. REDACCIÓN WEB, "Guatemala profunda a favor y en contra de OPM", en revista

CONTRAPODER.COM, 27 de agosto de 2015 2015, http://contrapoder.com.gt/2015/08/27/paro27a-

estudiantes-salen-a-las-calles/, obtenida el 5 de noviembre de 2015.

ROJAS, ALEX Y AGENCIAS, "Miles de guatemaltecos piden la renuncia de Otto Pérez Molina", PRENSA

LIBRE.COM, 2015, http://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/guatemaltecos-celebran-investigacion-y-

exigen-justicia, obtenida el 5 de noviembre de 2015. 24

Cfr. TELEVISORA DE COSTA RICA, S.A., “Guatemaltecos reciben con júbilo el retiro de la inmunidad al

presidente”, 2015, http://www.teletica.com/noticias/101325-Guatemaltecos-reciben-con-jubilo-el-retiro-de-

la-inmunidad-al-presidente.note.aspx, obtenida el 7 de noviembre de 2015.

Page 23: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

23

estarán él y todo el sistema político25

. Innumerables muestras de solidaridad llegaron de

todo el mundo, unidas al júbilo de los guatemaltecos con el deseo vivo de que en sus países

se puedan iniciar movimientos cívicos que ayuden a detener, revertir y penar la corrupción

que vive bajo la impunidad en tantos países del orbe. Jonathan Menkos, Director del

Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) señaló en agosto de 2015 que la

corrupción que sufre la región, principalmente Guatemala, Honduras y Panamá, debilita el

crecimiento económico y afecta a los más desfavorecidos26

. La corrupción ha entrado hasta

los niveles más inimaginables en la sociedad. En noviembre salió a la luz que Honduras

reprobó por tercera vez el indicador de control contra la corrupción, vuelve a quedar

excluida para 2016 de la Cuenta del Desafío Milenio (CDM), mediante la cual Estados

Unidos proporciona ayuda económica para proyectos en desarrollo.27

América Latina y el

mundo entero atraviesa momentos que ejemplifican lo que Rafael Alvira señala que:

“Con frecuencia se usan instituciones públicas para el beneficio principal de

personas o grupos privados (…), eso es la corrupción, cuya esencia radica precisamente en

el uso de lo público para beneficio privado”28

.

Ya Aristóteles había comprendido muy bien el problema: su mensaje económico y

moral es que la crematística cuando se separa de la economía, pierde su horizonte, su

sentido ético: “Otra clase de arte adquisitivo, que precisamente llaman crematística, para la

cual parece que no existe límite alguno de riqueza y propiedad”29

. La crematística, o arte de

la adquisición en general, significa para Aristóteles diversas formas de adquirir bienes,

algunas positivas y otras negativas. Las buenas tienen que ver con la riqueza natural, están

relacionadas con la economía doméstica y de la ciudad. En cambio, la crematística que no

comparte es la que se realiza por comercio, con provecho pecuniario. Aristóteles ve los

25

Cfr. CLUSTER DE SALUD, “Guatemala: se profundiza escándalo de corrupción de proveedores de salud”,

2015. http://clustersalud.americaeconomia.com/guatemala-se-profundiza-escandalo-de-corrupcion-de-

proveedores-de-salud/, obtenida el 12 de noviembre de 2015. 26

SIGLO 21,"Corrupción y lentas reformas fiscales frenan crecimiento de Centroamérica", 2015

http://www.s21.com.gt/pulso/2015/08/08/corrupcion-lentas-reformas-fiscales-frenan-crecimiento-

centroamerica. 27

Cfr. [email protected], "Honduras queda fuera de Cuenta del Milenio",

http://www.s21.com.gt/internacionales/2015/11/10/honduras-queda-fuera-cuenta-milenio. 28

ALVIRA, RAFAEL, "Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad", Revista Empresa

y Humanismo, 16 de junio de 2009, http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/29083/1/REYH%2012-2-

09Alvira.pdf, obtenida el 3 de noviembre de 2015. 29

ARISTÓTELES, Política, 1256b 40-1257a 5.

Page 24: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

24

riesgos de este tipo de crematística, pues todos los que trafican aumentan sin límites su

caudal. La consecuencia es que siendo en un primer momento la ciudad, el ámbito donde el

hombre puede mejorar y alcanzar su fin, si no se gobierna la crematística pueden darse

situaciones de injustica, de diferencias cada vez más amplias entre ricos y pobres, que no

tendrían por qué darse si los que negocian fueran virtuosos y se fijaran un límite.

Miguel Alfonso Martínez Echeverría analiza que hoy en día el éxito está

relacionado con la capacidad de hacer riqueza del tipo crematístico. La economía, que está

al servicio de la necesidad vital, tiene que ayudar como un medio a vivir la vida buena, que

es la vida racional y así alcanzar la felicidad, pero cuando se pierde este sentido ético ya no

actúa con moderación, sino que busca adquirir por adquirir sin límites, como afán de vivir

por vivir y no por vivir bien. Los conceptos a los que llega Aristóteles sobre las actividades

colectivas influyen en filósofos, sociólogos economistas de toda la historia: desde Tomás

de Aquino que profundiza en la línea de Aristóteles, hasta Marx que ataca a la crematística

como base de su propuesta económica. Para Hume, la crematística, la incesante compra y

venta de toda clase de mercancías con vistas a la multiplicación del capital inicial,

constituye no sólo el fundamento objetivo de la identidad de cada individuo, sino el

cemento mismo de la sociedad. Keynes entiende la producción como un fenómeno

esencialmente monetario, social y cooperativo, ligado a las expectativas colectivas vigentes

en el momento: un fenómeno complejo y siempre cambiante. De modo parecido a

Aristóteles, ve la ambigüedad y peligro de la crematística monetaria, de alguna manera por

lo mismo: se da cuenta que es imprescindible para llevar adelante la producción, pero por

otro lado considera que es una continua amenaza a la cohesión y estabilidad social, porque

la pasión por la riqueza puede llevar a la inmoralidad y a la barbarie30

.

Lo cierto es que nadie se queda indiferente ante los aportes del Estagirita. Por otro

lado, Rafael Alvira alerta sobre el afán de riquezas de los poderes económicos:

“Quizá por primera vez en la historia que conocemos, los poderes políticos están

principalmente –única o primariamente es imposible- al servicio de los poderes

económicos” o, más bien crematísticos. Todo se subordina al enriquecimiento de los que se

30

Cfr. MARTÍNEZ ECHEVARRÍA, MIGUEL ALFONSO, "Técnica y Crematística en Aristóteles." Revista Instituto

Empresa y Humanismo, 6 de noviembre de 2015,

http://www.mamechevarria.com/uploads/1/7/6/5/17653977/tcnica_y_crematstica_en_aristteles.pdf,

obtenido el 6 de noviembre de 2015.

Page 25: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

25

enriquecen”(….) La obsesión por la riqueza corrompe el derecho, la política y hasta las

convicciones morales: no queda más que un barniz de civilidad (…) el verdadero sentido

del derecho, la política, la ética, es sustituido por mecanismos técnicos presuntamente

neutrales, que dan ese barniz de civilidad a una sociedad que realmente pivota sobre la ley

del rico y poderoso. (…) Si el sistema social, o sea, el conjunto de los subsistemas sociales

funciona aceptablemente bien, entonces hay sociedad civil, civilizada. Y su lógica es la

lógica interna de la relación entre esos subsistemas: la economía es dirigida por el derecho,

éste por la política y ésta por la ética. Esto es sociedad civil, mientras que un sistema en

que la crematística –economía de la mera riqueza –maneje el derecho, la política y la ética,

muestra la peor faz: todos los subsistemas se desvirtúan, se desnaturalizan. Y no hay en el

fondo más lógica que la del “poder puro”. Por último, la vida social civil que el sistema

justo propicia se hace real cuando aparecen las instituciones. La red de instituciones

sociales, en trabajo armónico, da el toque definitivo para la existencia de la sociedad: ésta

vive con perfección gracias a ellas”31

.

Según la Organización para la Transparencia Internacional, en el 2014 los países

más limpios de corrupción eran Dinamarca y Nueva Zelanda, Estados Unidos de América

se encuentra en el puesto 17. Entre los más corruptos se encuentran Afganistán, Corea del

Norte y Somalia32

, Guatemala está en la posición 115, mejorando ya que antes se le

percibía en la 17433

.

Ante la crisis de confianza en las instituciones políticas y privadas, en esferas

locales e internacionales la universidad está llamada a reflexionar sobre la responsabilidad

que recae en ellas como las encargadas de formar a profesionales honrados o a bárbaros con

título que se orientan únicamente en su interés personal. Cabe legítimamente preguntarse

por la responsabilidad de quienes formaron a los gobernantes de instituciones públicas y

privadas: sus padres, sus maestros, sus universidades. La educación es el resultado de

múltiples aspectos que se alimentan entre sí: la formación recibida en la familia, el

ambiente cultural y social, las corrientes filosóficas y pedagógicas que se trasmiten en los

centros educativos, en los medios de comunicación y las leyes que intentan ordenar la vida

civil. El modelo educativo refleja la manera en que entienden al hombre y al mundo los

diferentes actores de un país: gobernantes y gobernados, las familias y los educadores. A lo

largo de la historia, el concepto de desarrollo que se tenga, define los valores y las

31

ALVIRA, RAFAEL, “Lógica y sistemática de la sociedad civil”, en Sociedad civil: la democracia y su

destino, Pamplona, EUNSA, 1999, p. 77-79. 32

Cfr. DATOSMACRO.COM, “Indice de Percepción de la Corrupción”, 2013,

http://www.datosmacro.com/estado/indice-percepcion-corrupcion, obtenida el 6 de noviembre de 2015. 33

Cfr. DATOSMACRO.COM, “Guatemala-Indice de Percepción de la Corrupción”, 2014,

http://www.datosmacro.com/estado/indice-percepcion-corrupcion/guatemala, obtenida el 6 de noviembre de

2015.

Page 26: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

26

herramientas para que funcione la sociedad. Rafael Alvira en una conferencia dada en

Uruguay lo explicaba así: “Cuando hacemos el juicio de los adolescentes y de la gente

joven, en realidad, estamos haciendo el juicio de la generación que los ha educado”34

.

Rocco de Ambrosio coincide con esa visión:

“Si muchos están afectados por el vicio de la corrupción, la causa hay que buscarla,

sobre todo en su formación en la vida virtuosa de la polis. Uno se hace ciudadano con una

seria formación, de tal modo que, si en una sociedad se detecta un cáncer de corrupción, es

necesario combatirlo precisamente mediante una cura formativa, para que pueda así

renovarse”35

.

La crisis ética lleva a revalorizar la función de formación integral que tienen las

universidades. ¿Se prepararán desde las universidades profesionales jóvenes con grandes

cualidades para hacer negocios enfocados en los números, en los resultados, en la

creatividad, pero sin idea de la repercusión que pueden tener sus acciones en la

construcción del Bien Común de la sociedad?

Las universidades con frecuencia se preocupan por su puesto en los rankings

internacionales con más ansiedad aún que los estudiantes esperan las notas de sus

evaluaciones finales. Aunque existen posturas encontradas sobre el valor de los “rankings”,

cada institución busca el mejor modo para medir la reputación36

. Para el estudio que

interesa aquí, resulta lógico que algunos de los múltiples rankings que hay para medir el

nivel de excelencia de las universidades37

, coinciden con los mejores índices de desarrollo

humano38

y los países en los que hay menos corrupción39

.

34

ALVIRA, RAFAEL, "Jóvenes en la encrucijada", 2011,

http://www.um.edu.uy/docs/texto_conferencia_alvira.pdf, obtenida el 6 de noviembre de 2015. 35

D'AMBROSSIO, ROCCO, Ensayo de ética política, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2005, p. 105. 36

Cfr. MARTÍNEZ ALCALDE, LUCÍA, “Cultivar la reputación, más allá de los rankings”, 2015.

https://www.aceprensa.com/articles/cultivar-la-reputacion-mas-alla-de-los-rankings/, obtenida el 7 de

noviembre de 2015. 37

Cfr. WEBOMETRICS.INFO, “Ranking web de Universidades”, 2015,

http://www.webometrics.info/es/search/Rankings/harvard%20type%3Amundial; obtenida el 7 de noviembre

de 2015;

http://www.shanghairanking.com/es/World-University-Rankings-2015/Denmark.html, obtenida el 7 de

noviembre de 2015;

WEBOMETRICS.INFO, “Ranking web de universidades Nueva Zelanda”, 2015,

http://www.webometrics.info/es/Oceania_es/Nueva%20Zelanda, obtenida el 7 de noviembre de 2015;

WEBOMETRICS.INFO, “Ranking web de Universidades” 2015,

http://www.webometrics.info/es/search/Rankings/universidad%20de%20Navarra%20type%3Amundial,

obtenida el 7 de noviembre de 2015;

Page 27: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

27

Número de Universidades por país en el mejor Ranking en 201540.

Países Las 300 mejores

universidades

Estados Unidos 123

Europa 119

Asia 48

Oceanía 8

América Latina 5

África 0

El profesor Rafael Alvira ha visto la crisis que se estaba generando con una gran

lucidez, en un artículo titulado “Lógica Sistemática de la Sociedad Civil” afirma que:

“La combinación actual de individualismo, apertura plena de mercado, cambio

social permanente e interés primario por el enriquecimiento –crematístico-, coloca, aunque

se trate de esconder, en graves dificultades a la sociedad civil, hasta el punto de que ella

puede considerarse hoy un mero anhelo de intelectuales menospreciado directamente por

los principales protagonistas de la situación presente en el mundo occidental”41

.

Sirva para subrayar estas ideas un discurso de San Josemaría:

«Salvarán este mundo nuestro –permitid que lo recuerde–, no los que pretenden

narcotizar la vida del espíritu, reduciendo todo a cuestiones económicas o de bienestar

material, sino los que tienen fe en Dios y en el destino eterno del hombre, y saben recibir la

verdad de Cristo como luz orientadora para la acción y la conducta. Porque el Dios de

nuestra fe no es un ser lejano, que contempla indiferente la suerte de los hombres. Es un

Padre que ama ardientemente a sus hijos, un Dios Creador que se desborda en cariño por

WEBOMETRICS.INFO, “Ranking web de Universidades”, obtenida el 7 de noviembre de 2015;

WEBOMETRICS.INFO, Ranking web de Universidades 2015,

http://www.webometrics.info/es/search/Rankings/somalia, obtenida el 7 de noviembre de 2015. 38

Cfr. UNITED NATIONS DEVELOPMENT PROGRAMME. Human Development Report 2015, 2015.

http://hdr.undp.org/en/data, obtenida el 7 de noviembre de 2015. El estudio mide 491 países y los distribuye

en el 2014 así: Muy alto: 49 países; Alto: 53 países; Medio: 43 países; Bajo: 43 países. 39

Universidad de Harvard está en el ranking número 3, Copenhague está en ranking mundial en la número 35

y la de Auckland en Nueva Zelanda en el 371, La Universidad de Navarra el 752, mientras que la Universidad

de San Carlos de Guatemala ocupa el puesto 2,748 y la de Universidad de Somalia en el 22,468. 40

Elaboración propia a partir de datos de distintos rankings. 41

Alvira, Rafael, Logica y sistemática de la sociedad civil en Sociedad civil”, La democracia y su destino,

Pamplona, EUNSA, 1999.

Page 28: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

28

sus criaturas. Y concede al hombre el gran privilegio de poder amar, trascendiendo así lo

efímero y lo transitorio»42

.

42

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “El compromiso de la verdad, 9-V-1974” en Josemaría Escrivá de

Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, p. 108.

Page 29: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

29

Capítulo 2. ¿Qué se entiende por bien común?

“Buscando el bien de nuestros semejantes,

encontramos el nuestro”43

.

Platón

“La elevación al bien común es despojarse del egoísmo individual y cooperar por el

bien de todos”44

. El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia ubica al Bien Común como

el primero de sus principios. Explica que “de la dignidad, unidad e igualdad de todas las

personas deriva en primer lugar el principio del bien común, al que debe referirse todo

aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido45

”. La definición que utiliza el

compendio es la del Concilio Vaticano II como se recoge en la Constitución Pastoral

Gaudium et Spes: por bien común se entiende “el conjunto de condiciones de la vida social

que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y

más fácil de la propia perfección”46

.

Aristóteles propone un método para el estudio de un tema importante: “dividir lo

compuesto hasta sus elementos simples (pues estos son las partes mínimas de todo), así

considerando los elementos que forman el todo, se ve mejor en que difieren entre sí las

cosas dichas, y si cabe obtener algún resultado científico”47

. Con este método se intentará

entender para luego ordenar y explicar lo que significa el bien común.

43

PLATÓN, República, I, 349, d. 44

MILLÁN PUELLES, ANTONIO, El valor de la Libertad, Madrid, Rialp, 1995, p. 181 - 243. 45

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, Roma, Librería

Editrice Vaticana, 2005, n. 164. 46

CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral "Gaudium et spes”, Salamanca, Sígueme, 1966, p. 26. 47 ARISTÓTELES, Política, 1252 a 3.

Page 30: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

30

1. Bien

El bien es, según la metafísica clásica aristotélico-tomista, un transcendental del ser.

Por otro lado hoy día lo más común es entenderlo como valor, objeto de la ética, pero el

relativismo moral en el que se encuentra inmersa nuestra sociedad hace muy difícil

encontrar contenidos de valor aceptables para todos. Carlos Cardona explica que el bien es

algo tan simple que no admite propiamente una definición48

, y por ello acude a la

descripción aristotélica recogida por Santo Tomás de Aquino, según la cual “el bien es lo

que todos apetecen”49

. El mejor bien es el que lo es por esencia, el que es universal, porque

los bienes particulares son bienes sólo en cuanto participan del máximo bien, mientras más

cerca estén del último fin serán más perfectas. Hay un orden en los bienes participados,

tienen una proporción, una analogía en cuanto que todos se ordenan al último fin. A

algunos de esos bienes se les llama honestos porque tienen razón de fin en sí, y a otros

bienes útiles, porque solo se buscan en cuanto se ordenan al fin50

.

2. Común

Rafael Alvira explica que lo común es lo que une: “Existe algo común entre los

seres humanos que trasciende el tiempo, es decir, el nivel puramente histórico (…) Lo que

es común en sentido propio es ontológicamente anterior a los individuos que participan de

él. Si estos “vienen después” entonces lo común es algo que se encuentra, que era ya

formalmente antes. Dicho de otra manera: lo común no es una síntesis. Lo común es un

símbolo real, una unidad previa, en la cual están unidos los individuos” 51

.

Lo común para Cardona puede entenderse de dos maneras: como una comunidad

real, que puede ser de varios, o como comunidad de razón, que solamente puede predicarse

de varios52

. Todos los seres creados participan del ser y así forman un todo del que cada

uno es parte. Los hombres forman una comunidad y con los seres del universo forman una

48

Cfr. CARDONA, CARLOS, La metafísica del bien común, Madrid, Rialp, 1966, p. 34. 49

AQUINO, TOMÁS, Summa Theológica, BAC, Madrid 1988, I, q. 5 a. 1, c. 50

Cfr. CARDONA, La metafísica del bien común p. 25-27. 51

ALVIRA, RAFAEL, "Bien común y sentido común en un mundo multicultural" en Umbra Intelligentia.

Estudios en homenaje al Prof. Juan Cruz Cruz, Pamplona, EUNSA, 2011. 52

Cfr. CARDONA, La metafísica del bien común, p. 28.

Page 31: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

31

comunidad aún más amplia. Lo participado, lo que mancomuna a la humanidad tiene en sí

una actualidad excedente y numéricamente una en sí. Tomás de Aquino afirma que “Dios

no es una parte del universo, sino que está sobre todo el universo, teniendo previamente en

sí, de modo eminentísimo, toda la perfección del universo”53

, por eso Cardona afirma que

Dios “es también de modo eminentísimo, nuestro Bien Común”54

. Alvira abunda en este

tema cuando explica que:

“Lo común es lo que nos antecede a todos y lo que nos une; lo particular es el

modo en que cada uno participa de ellos. Es evidente que hay cosas que son

comunes, que están en la persona y a la vez por encima de ella. El ser humano no

cuenta con la suficiente fuerza para crear lo común porque le viene dado desde

arriba”55

.

3. Bien común ontológico y social

Antonio Millán Puelles define el bien común en su acepción social como “el bien

que puede ser participado por todos y cada uno de los miembros de una comunidad”56

y se

puede decir en dos sentidos: el ontológico y el social. En aspecto ontológico el bien

común es “apto para ser participado por una pluralidad de seres”. Por esto el Bien Común

por excelencia en el sentido ontológico es Dios, de quien participan todos los seres, sean

personas o no según su nivel de perfección: de verdad, belleza y unidad, como reflejo de la

perfección máxima de Dios. Por otro lado, el bien común social es aquel del que todos los

distintos miembros de una sociedad o comunidad de personas son capaces de

beneficiarse57

. Define el bien común social como el que: “Es apto para ser participado por

todos y cada uno de los miembros de una comunidad o sociedad de personas humanas” y

considera que el bien común es común por ser, de suyo, ‘comunicante’ a todas esas

personas, no por hallarse efectivamente ‘comunicado’ a todas ellas”, Por consiguiente: “El

bien común es el que puede tener conjuntamente varios beneficiarios o partícipes (...). El

53

AQUINO,TOMÁS, Summa Theológica, I q. 61 a. 3, ad 2. 54

CARDONA, La metafísica del bien común, p. 34. 55

Cfr. ALVIRA, Rafael,“Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad”. 56

MILLÁN PUELLES, ANTONIO, “Bien Común", Voz Gran Enciclopedia Rialp, ed., Madrid, 1981, p. 225. 57

MILLÁN PUELLES, ANTONIO, Persona humana y justicia social, Madrid, Rialp, 1962, p. 41-57.

Page 32: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

32

bien común no tiene hablando rigurosamente dueño alguno, sino varios beneficiarios o

partícipes”58

.

Confirma este aporte la afirmación de Rafael Alvira cuando dice que:

“Tanto mejor nos conocemos, tanto más caemos en la cuenta de que el camino de

nuestra vida es el de la sociedad. No hay bien verdadero alguno para la persona que no sea

al mismo tiempo bien común, y viceversa. El bien verdadero es una verdad buena, es decir

una realidad comunicable”59

.

4. El bien común como fin de la sociedad

En el sentido social el bien común es el fin de la justicia social, porque el objetivo

de la sociedad lo constituye el bien de todas las personas que la integran. La justicia es la

virtud que ordena la convivencia entre los miembros de la sociedad por eso:

“El fin de la sociedad en cuanto tal no puede ser el bien privado de ninguno de sus

miembros en particular, aunque ese bien sea legítimo y no se oponga, por tanto, a los

derechos de la sociedad misma ni a los que respectivamente pertenezcan a los restantes

miembros integrantes de ésta”60

.

El bien Común es el fin de la sociedad, en cuanto que ésta proporciona a las

personas, con la participación de ellos mismos, la ayuda que requieren para el cumplimento

de sus propios fines. Por consiguiente, es la manera de conseguir para la sociedad y cada

una de las personas que la componen su mayor perfección porque permite que se dé el

conjunto de las condiciones de la vida social que lo permiten. Guido Stein lo explica

afirmando que “La sociedad no es posible sin la aspiración a un bien común de todos

aquellos que la integran, y a la que están llamados a contribuir y proteger”61

.

58

MILLÁN PUELLES, ANTONIO, "Bien Común", GER. 59

ALVIRA, RAFAEL, "Autoconocimiento: poder y responsabilidad" en Revista Istmo, 2006,

http://istmo.mx/2006/01/autoconocimiento_poder_y_responsabilidad/, obtenido el 5 de noviembre de 2015. 60

MILLÁN PUELLES, ANTONIO, "Justicia Social", Gran Enciclopedia Rialp, Madrid, 1981, p. 689. 61

STEIN, GUIDO, "El bien común y la recuperación del sentido común", El País, 2012,

http://blogs.elpais.com/economia-con-valores/2012/10/el-bien-comun-y-la-recuperacion-del-sentido-

comun.html, el obtenido el 5 de noviembre de 2015.

Page 33: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

33

Este bien común sólo se puede ensanchar cuando se comparte, porque no es lo

mismo el bien común que la suma de los bienes particulares, aunque sean legítimos, de

cada persona. Por eso resultan insuficientes e inaceptables las posiciones que presentan

algunos filósofos sobre el bien común. Por ejemplo, para Hobbes en su Leviatán el bien

común es únicamente la búsqueda de la paz, y la seguridad es el medio para conseguirlo.

Las ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa llevaron a reducir el bien común a la

tutela de los derechos humanos. Por su parte Spinoza y Kant aseguran que el bien común se

consigue con la defensa de la libertad, mientras que Bentham lo define como los bienes

materiales del individuo y Marx reduce el bien común únicamente a aspectos materiales y a

la instauración de nuevas relaciones económicas62

.

El bien común es a la vez el bien de sus miembros, puesto que forman parte de la

sociedad porque el fin de la sociedad no es independiente del fin de sus miembros. No es

un bien parcial, sino que es bien de cada hombre, no puede ser el de unos o la mayoría, sino

que ha de ser de todos. Puede verse como el conjunto de apoyos que la sociedad presta a

sus miembros para la realización de sus fines, como el ordenamiento jurídico dirigido a

velar por los derechos de todos. Implica también la participación de las personas jurídicas

o individuales en los bienes que son resultados de su cooperación. Todos aportan y todos

reciben. Pero el bien común no es la simple suma de los intereses particulares, ni el

bienestar social difundido63

. Antonio Argandoña, explica que:

“El bien común no puede ser definido en términos estadísticos, por la riqueza de un

país o la abundancia de bienes y servicios públicos o privados, puestos a disposición de sus

ciudadanos, o por el nivel de consumo alcanzado. Todo eso (…) puede formar parte de

alguna manera del bien común, pero no lo agota. Tampoco es “algo” que se añade al

bienestar personal, ni mucho menos una carga que se nos impone en virtud de una exigencia

utilitarista y consecuencialista” 64

.

62

Cfr. D'AMBROSSIO, ROCCO, La Política al servicio del bien común, Madrid, 2013, http://www.instituto-

social-leonxiii.org/index.php/cursos-dsi/121-curso-2013/942-la-politica-al-servicio-del-bien-comun, obtenido

el 2 de noviembre de 2015. 63

Cfr. YEPES, RICARDO, Fundamentos de antropología. Un ideal de la excelencia humana, Pamplona,

EUNSA, 1996. 64

ARGANDOÑA, ANTONIO, La teoría de los stakeholders y el bien común, Pamplona, 1998,

http://www.iese.edu/research/pdfs/DI-0355.pdf, obtenido el 4 de noviembre de 2015.

Page 34: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

34

5. La estructura del bien común.

Millán Puelles explica que son tres los elementos básicos que estructuran el bien

común: el bienestar material, la paz y los valores culturales. Cuando los ciudadanos

participan de los bienes materiales les es más fácil poder practicar la virtud, ser mejores

personas y compartir estos bienes con otras personas. Los bienes corpóreos y externos son

necesarios para practicar las virtudes individuales y sociales. La paz, definida por San

Agustín como la “tranquilidad en el orden” 65

es el eje de los tres elementos. La paz no

depende de la abundancia de los bienes materiales, pero supone una justa distribución para

que todos puedan gozar de ellos en la medida de lo posible. De otra parte, es función de los

gobernantes ordenar la sociedad para que se pueda garantizar el mantenimiento de la paz

social. Tomás de Aquino explica que lo “propio del orden es ordenar convenientemente

cada cosa a su fin”66

. Las cosas han de estar ordenadas según la naturaleza propia de cada

una. El orden común que constituye una comunidad, es un orden por el que las cosas se

comunican entre sí y por el que son partes del todo. Cuando todas se comunican entre sí se

consigue algo más perfecto que si permanecen aisladas. La paz es indispensable para que se

dé una efectiva participación de todos los ciudadanos en los valores más altos de la vida y

debe brotar de la voluntad espontánea de los miembros de la sociedad. No hay duda de la

superioridad de los bienes culturales y espirituales sobre los materiales que están

subordinados a los primeros. La participación de los bienes materiales no supera la

importancia de la adquisición de los bienes espirituales. La técnica, la economía y la ciencia

son buenas en la medida en que aporten al bienestar espiritual del ser humano.

6. Bien Común y bien particular

Cabe detenerse en la distinción que existe entre el bien común y el bien particular.

Como se ha dicho antes, el bien común es el que por su misma esencia todos pueden y

deben participar. Por el contrario, lo que beneficia a un solo hombre, o a un grupo o

65

SAN AGUSTÍN. De Civitate, 19,15. 66

AQUINO, TOMÁS, Summa Theologica, II-II q. 153, a. 2, c.

Page 35: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

35

conjunto de hombres que no son todos los que integran la sociedad es meramente un bien

particular, aún en el caso de que este bien sea lícito moralmente hablando.

La diferencia es que el bien común no es el que resulta de una consulta al pueblo o

de una minoría o mayoría: el bien común ha de poder beneficiar a todos los ciudadanos,

aunque la mayoría de ellos quisiera excluirse de ese beneficio social. El bien común es

distinto de toda clase de bienes particulares. La índole del bien común es diferente de la del

bien particular. La regla de la primacía del bien común es indispensable para el recto orden

de la convivencia. La subordinación al bien común es ante todo y esencialmente hablando,

la única forma de respetar sin excepción la dignidad de todos y cada uno de los miembros

de la sociedad67

. Siguiendo esta línea el profesor Alvira apunta que “ser persona supera la

mera individualidad. Sin embargo la sociedad es para la persona y no la persona para la

sociedad…. Si no hay bien particular sin bien común, y si el bien común es necesariamente

societario, es difícil ver que es antes y que es después”68

. Más adelante en el mismo escrito

Alvira se vale del pensamiento de Álvaro d’Ors cuando distingue entre cuatro pares de

conceptos relacionados pero distintos entre sí: lo común y lo particular; lo público y lo

privado; lo estatal y lo no gubernamental; y por último lo político y lo social.

El origen de la economía es la propiedad privada. El ser humano tiene la capacidad

de apropiarse de las cosas, la dificultad consiste en apropiarse adecuadamente para que las

cosas no sean las que se apropien de la persona. La libertad de la persona en el campo

económico hay que promoverla y tutelarla por ser un valor fundamental y un derecho

inalienable. “Cada uno tiene el derecho de iniciativa económica, y podrá usar

legítimamente de sus talentos para contribuir a una abundancia provechosa para todos, y

para recoger los justos frutos de sus esfuerzos”69

. En principio toda propiedad es privada.

Sin embargo lo público y lo privado se exigen y complementan. Hay instituciones privadas

que realizan actividades para el bien común, mientras que hay entes públicos que son

utilizados para fines privados. Lo importante es usar bien de lo uno y lo otro y saber que se

exigen mutuamente.

67

Cfr. GARCÍA GARRIDO, JOSÉ LUIS, " Universidad" en Gran Enciclopedia Rialp, 1981, p. 104-109. 68

ALVIRA,RAFAEL, Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad, p. 63. 69

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, Roma, Librería

Editrice Vaticana, 2005.

Page 36: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

36

Lo público y lo estatal no se identifican. Lo público en principio es lo que está

disponible, mientras lo estatal no siempre lo está. El parque central es público y

ordinariamente está disponible, mientras la casa de gobierno es estatal, pero sólo lo puede

usar el presidente y los que gobiernan. Por otro lado muchas empresas privadas ponen al

servicio del público en general sus bienes de manera privada o pública: ir al cine, visitar un

museo o inscribirse en la universidad privada, es accesible a todo el que pueda pagarlo, y

para todos es libre el asistir a festivales gratis que organiza una empresa.

Solo en la medida que se procura el bien de los demás es posible alcanzar el propio

bien. La literatura infantil ha puesto de manifiesto esta realidad de muchas maneras. Basta

recordar aquí la novela del Mago de Oz 70

llevada a la pantalla grande por Warner Bross

en la que Judy Garland interpreta el papel de Dorothy, y obtuvo el Oscar al mejor musical y

a la canción “Somewere Over the Rainbow” 71

. Una niña huérfana sueña con un mundo

mejor detrás del arco iris, donde los pájaros vuelan, y si ellos pueden volar ¿por qué no yo?,

se pregunta Dorothy. Sumida en un sueño febril, la joven sueña con que su casa es

transportada por un tornado a un lugar maravilloso, en donde todo parece estupendo, menos

una cosa: no es su hogar y ella quiere sobre todas las cosas regresar a su casa. Una buena

hechicera la arma con lo necesario para ir a Oz, el lugar donde podrá realizar su deseo de

volver a casa. En el camino encuentra a tres personajes que también desean algo, sin

siquiera tener la capacidad de ir a buscarlo, pues lo encuentran arduo y lejano: un

espantapájaros sin cerebro, un hombre de hojalata que no es capaz de querer, y un león

cobarde. En el camino se van conociendo, queriendo y ayudando a superar muchos

contratiempos. Después de muchas vicisitudes cada personaje adquiere las virtudes de las

que adolecía cuando acuden con generosidad a la ayuda de los demás. Como premio el

espantapájaros recibe un diploma que es el símbolo de la sabiduría, el hombre de lata un

reloj en forma de corazón como señal que late en su interior el interés por los demás y el

león es premiado con una medalla como señal de valentía puesto que ha dado muestras de

haber superado el temor. La niña no puede alcanzar su sueño sin que antes puedan

alcanzarlo los demás, necesitaba aprender el valor de la solidaridad. En la vida ordinaria

70

LYMAN BAUM, FRANK, El mago de Hoz, México, Grupo Editorial Tomo, S.A. de C.V., 2013. 71

BROS, WARNER, The Wizard of Oz, 1939, (Película, material audiovisual).

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

37

para la realización del bien común es necesario poner en práctica la inteligencia, el corazón

y el coraje: estudios, amor y virtudes al servicio del bien común.

7. Primacía de la dignidad de la persona y el bien común

Sólo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento común y

personal de todos. La persona es lo único valioso con sentido absoluto: cada hombre tiene

un valor infinito. Juan Pablo II desde su larga experiencia de reflexión y práctica de trato

con las personas, afirma que la riqueza de cada persona es tal que no es posible llegar a una

manera general y simplista de entender al hombre. “Es difícil formular una teoría general

sobre el modo de tratar a las personas... Cada hombre es una persona individual, y por eso

yo no puedo programar a priori un tipo de relación que valga para todos, sino que cada vez,

por así decir, debo volver a descubrirlo desde el principio”72

.

La persona no es simplemente algo muy valioso, cada persona está más allá de todo

valor. Hay una sola realidad en el mundo que puede recibir el calificativo de digno: la

persona humana. Las demás cosas, aunque reales, son dignas en la medida en que se

refieren al supremo valor del hombre. La dignidad de la persona es inviolable en el sentido

de que no puede ser arrebatada desde fuera. La dignidad del hombre no es algo que se

realiza, solamente puede ser respetada como algo que ya existe en la realidad. Hasta el

momento no hay pruebas que hayan podido contradecir que el hombre es el centro del

universo, y en esto coinciden desde Tomas de Aquino hasta Emmanuel Kant; el universo es

antropocéntrico, el hombre tienen una dignidad de la que el universo carece. El universo

está hecho para que el hombre pueda habitarlo, por eso el hombre tiene que cuidarlo,

porque es su hábitat.

El bien común protege la dignidad de la persona humana y es indispensable para el

recto orden de la convivencia: uno y otra se exigen entre sí de manera esencial. La

dignidad de la persona es un bien común. La primacía del bien común supone respetar sin

excepciones la dignidad de cada uno de los miembros de la sociedad civil. Nadie posee la

facultad de utilizar a una persona como instrumento o como medio para alcanzar su propio

fin particular, porque cada persona es un fin es sí mismo. Pio XII explica que “el verdadero

72

JUAN PABLO II, ¡Levantaos! ¡Vamos!, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2004, p. 68.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

38

bien común se determina y resume por la naturaleza del hombre, con su armónico

equilibrio de derechos personales y obligaciones sociales, y en idéntica medida por el fin de

la sociedad, determinado también por esa misma naturaleza humana”73

.

La libertad es una característica radicalmente humana. El código natural inscrito en

el espíritu de cada hombre es la ley de la libertad. El animal está encerrado en sí mismo y se

agota en su instinto; en cambio, el hombre lejos de estar programado, es libre, no está

determinado por la ley de estímulo-respuesta, sino que es capaz de deshacer ese paradigma.

La vida humana es una empresa moral, porque el carácter ético del comportamiento

humano no le viene determinado por los automatismos, sino por el carácter personal de

cada quien, por la libertad que afloja las ataduras del determinismo biológico. La libertad

que radica en la ley natural es constitutiva, el hombre está diseñado para ser libre y ejercita

su libre albedrío gracias a la libertad constitutiva o trascendental74

.

Existe una igualdad esencial entre todos los hombres: “el otro no por ser otro

hombre es menos hombre que yo”. Todos los hombres gozan de la misma dignidad

intrínseca. Sólo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento

personal de todos. Se es persona desde el momento de la concepción hasta la muerte

aunque por circunstancias concretas no se ejercite la racionalidad. Son personas los no

nacidos, los niños antes de alcanzar el uso de razón, los ancianos, los que han perdido el

uso de razón por enfermedad o accidente o cualquier persona que por estar dormido o

inconsciente no ejercite la razón. No se puede ser más persona, todos tienen la misma

dignidad, lo que se puede ser es mejor persona si se crece en cualidad moral a lo largo de la

vida. La raza, sexo, religión, etnia, grado de desarrollo, grado de salud, desarrollo de la

inteligencia son accidentales con relación a la condición de persona75

. El hombre singular

puede perder la propia dignidad al actuar en contra de su dignidad; dicho de otra manera, la

desigualdad en dignidad se basa en la diferente calidad moral de los hombres, es decir que

hay una dignidad de carácter constitutivo y otra de carácter personal76

. Todo hombre es

persona en el mismo grado, realidad que exige que se les trate con igual nobleza a todos. El

73

PÍO XI, Carta encíclica Mit brennender Sorge, sobre la situación de la Iglesia Católica en el Reich Alemán,

Talleres Gráficos, 1940, p. 160. 74

LÓPEZ MORATALLA, NATALIA, Notas técnicas preparadas para la Maestría en Bioética, Guatemala, 2007. 75

Cfr. MELÉ CARNÉ, DOMÈNEC, Cristianos en la sociedad : introducción a la doctrina social de la Iglesia,

Madrid, Rialp, 2000. 76

Cfr. LÓPEZ MORATALLA , 2007.

Page 39: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

39

hombre por su dignidad está dotado de una categoría superior a la del resto de seres

creados, y por eso en la relación entre personas se debe ser consciente de la intrínseca y

constitutiva valía de todos, con plena independencia de sus circunstancias77

.

Cada hombre es singular, único e irrepetible, existe como un “yo”, capaz de

autocomprenderse, autoposeerse y autodeterminarse. La persona humana debe ser

comprendida siempre en su irrepetible, irrenunciable e insuprimible singularidad. La

grandeza de las personas radica en el cultivo de su interioridad. El hombre es capaz de

cultivar su intimidad, de trabajar independiente con creatividad. La singularidad es

constitutiva de la esencia de la persona; a pesar de existir muchas personas, cada hombre es

quien es, diferente de los demás.

El hombre es una unidad sustancial de alma y cuerpo, existe una fusión entre

componente corpóreo y el espíritu. El alma dota al hombre de intelecto y voluntad, lo

capacita en diversas actividades. El intelecto da la capacidad de conocer el mundo que le

rodea, a partir de lo sensible, y captar la esencia de las cosas, es decir tener conceptos o

conocimientos universales, tanto de realidades materiales como de realidades carentes de

materia (bondad, verdad, etc.), y así llegar a conocimientos más elaborados, incluso a

conocer las causas de las cosas, al conocimiento natural de Dios.

La conciencia es la capacidad del hombre para conocer y juzgar si hay razón o

razones para hacer o dejar de hacer algo. Ella le permite reflexionar sobre sí mismo: no solo

conoce, sino que sabe que conoce. La conciencia y la libertad hacen posible el dominio del

ser humano sobre su propia vida. La reflexión es la capacidad de volverse sobre sí mismo,

es un rasgo propio de la persona. Por la reflexión la persona encuentra la existencia de un

mundo interior y puede experimentar el silencio, la soledad, el sufrimiento, la alegría, la

originalidad y creatividad. Se llega a ser consciente de las propias posibilidades y

limitaciones. Apelar a la conciencia es tanto como comprometerse en el desarrollo del

criterio propio y objetivo para enfrentarse a la vida humanamente, con libertad responsable,

con capacidad de crítica, no sólo para descubrir el mal, sino principalmente para descubrir

el bien allá donde se encuentre, porque éste es el único medio de alcanzar la felicidad.

Viene bien recordar el lema que se lee en el frontispicio de la Universidad sueca de Uppsala

77

Cfr. MELENDO, TOMÁS, Las dimensiones de la persona, Madrid, Ediciones Palabra, 2001, p. 23-25.

Page 40: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

40

en Estocolmo “Pensar libremente es algo grande, pero es más importante aún pensar

correctamente”.

El espíritu faculta al hombre para dirigir su libre albedrío, a pesar de las presiones

del entorno. El hombre con su libertad posee capacidad infinita de progreso. La libertad

proporciona dominio sobre los propios actos, el hombre es un ser perfectible, abierto a la

educación, tiene la oportunidad de crecer, de mejorar cada día de su existencia. Tener

voluntad libre significa que el hombre se puede autodeterminar a actuar y dirigirse al bien y

se puede dirigir hacia esa dirección sólo en libertad. En la autodeterminación cada persona

es capaz de trazarse un proyecto vital. El hombre es un ser participado, limitado, su libertad

no puede ser tampoco absoluta. Habrá de aceptar las leyes morales que la justifiquen y la

hagan legítima, y las leyes físicas que condicionan su eficacia exterior. La vida humana es

una empresa moral: el carácter ético del comportamiento no está determinado de manera

automática, sino por el carácter personal.

“Los problemas morales más debatidos y resueltos de manera diversa en la

reflexión moral contemporánea se relacionan, aunque de modos distintos, con un problema

crucial: la libertad del hombre”78

. No resulta fácil hacer una exposición detallada y rigurosa

sobre la libertad. La libertad es una cualidad de la acción propiamente humana, y para

entenderla adecuadamente hay que estudiarla tomando en cuenta la condición relacional del

hombre, que no es un mero despliegue de eficacia individual, sino que es ejercicio en un

mundo en que su actuación se mezcla con las llamadas de la ley natural (Dios) y con las

demás acciones de los hombres. No se puede considerar la libertad desde una perspectiva

individualista, sin tomar en cuenta la relación con los otros hombres, con la sociedad. La

libertad es una característica de la persona. Las personas tienen responsabilidad en relación

con sus acciones: en el ejercicio de la libertad, el hombre realiza actos moralmente buenos,

que edifican su persona y la sociedad, cuando obedece a la verdad, y se guía por normas

éticas. La libertad es la base de la actividad humana, haciendo uso de su libertad el hombre

puede amar, no sólo por impulsos emocionales, sino entrar en comunicación con otras

personas, conocerlas más allá de su apariencia física, reconociendo el bien que brilla en

ellas. La libertad se deteriora cuando sale de sus propios límites. Es precisamente en el seno

78

JUAN PABLO II, Veritatis splendor: sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la

Iglesia: carta enciclica, Madrid, PPC, 1993, n. 31.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

41

de este espacio de autonomía, en el que la persona es capaz de conocer, elegir y decidir por

sí misma y, en consecuencia, libremente. “La verdad sobre el bien y el mal se reconoce en

el modo práctico y concreto en el juicio de la conciencia, que lleva a asumir la

responsabilidad del bien cumplido o del mal cometido”79

.

En su corporeidad el hombre unifica los elementos del mundo material y por su

espiritualidad el hombre supera a la totalidad de las cosas y penetra en la estructura más

profunda de su realidad. En cada acto el hombre conoce, ama y puede expresarse por medio

de palabras u obras. La inteligencia y la voluntad demuestran la existencia de un principio

espiritual que se llama alma. En el alma radica lo que hay de más íntimo en el hombre y de

más valor en él. Por ser espiritual el alma es también inmortal. Por su interioridad el ser

humano es superior al universo material. El cuerpo de la persona por estar unido al alma

reviste de una dignidad especial y existe de manera sexuada. El cuerpo no es un añadido

externo a la persona; la diferencia física naturalmente es una diferencia que penetra toda la

persona y determina dos tipos humanos, varón, mujer y, por lo tanto, en el proceso de la

educación estas diferencias han de ser tomadas en cuenta. La diferencia sexual implícita en

las personas no es una realidad que se limita sólo al plano corporal. El varón y la mujer se

complementan en su correspondiente y específica naturaleza corporal, psíquica y espiritual.

Ambos poseen valiosas cualidades que les son propias. No es una armonía uniforme, sino

una tensión sana entre los respectivos polos la que hace interesante la vida y la enriquece80

.

“Masculino” y “femenino” diferencian a dos individuos de igual dignidad, que, sin

embargo, no poseen una igualdad estática, porque lo específico femenino es diverso de lo

específico masculino. Esta diversidad en la igualdad es enriquecedora e indispensable para

una armoniosa convivencia humana. El hombre y la mujer se complementan mutuamente

desde el punto de vista físico, psíquico y ontológico. No se puede medir a las personas por

el mismo metro y obviar la diferencia biológica entre los hombres y las mujeres. El hombre

y la mujer poseen dones que han de desplegar para hacer aflorar y madurar al ser humano

en toda su amplitud81

.

79

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, 2004, n. 139. 80

Cfr. BURGGRAF, J., Bases antropológicas de la Medicina: Antropología Cristiana" en Medicina Pastoral,

Pamplona, EUNSA, 2003, p. 42-44. 81

Cfr. RATZINGER, JOSEPH, Dios y el mundo, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2002, p. 75-79.

Page 42: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

42

Es propia de la persona la apertura a lo trascendente, a lo infinito y a todos los seres

creados. La persona es constitutivamente un ser social, relacional, abierto a la

comunicación y la solidaridad. La sociabilidad humana no comporta automáticamente la

comunión de las personas, el don de sí, pues hay en el hombre gérmenes de insociabilidad,

de egoísmo, de individualismo. El concilio Vaticano II lo explica en estos términos:

“La índole social del hombre demuestra que el desarrollo de la persona humana y el

crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados. Porque el principio, el

sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana, que por su

misma naturaleza tiene absoluta necesidad de la vida social. (Cfr. Santo Tomás, I Ethic. I).

La vida social no es, pues, algo externo al hombre: gracias a ella, a través del trato con los

demás, de la reciprocidad de servicios, del diálogo con los hermanos, la vida social

engrandece al hombre en todas sus cualidades, y le capacita para responder a su

vocación”82

.

El hombre transforma el entorno por medio del trabajo y así humaniza el mundo

material. En el trabajo se comprometen la inteligencia y la voluntad del hombre. No se

trabaja por un impulso instintivo, sino de manera intencional. El hombre al trabajar, no sólo

transforma el entorno, sino que se trasforma a sí mismo al tener conciencia de lo que

realiza. El mundo se humaniza mediante el trabajo humano: el único medio conocido para

desarrollar la cultura es el trabajo, fruto de la inteligencia.

Al trabajar el hombre aprende, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende, esa

superación entendida rectamente, es más valiosa que las riquezas exteriores que puedan

acumularse. El hombre posee más valor por lo que es que por lo que tiene. El trabajo bien

entendido es el camino por el cual el hombre debe perseguir la plena realización de su

humanidad. En él, por tanto, no debe tomarse en consideración sólo la dimensión

económica, sino que debe valorase la dimensión cultural, espiritual y religiosa, de modo

que el trabajador pueda expresar en su trabajo además de las capacidades físicas e

intelectuales también la propia conciencia, sus convicciones morales y religiosas. Pero no

hay que olvidar que el trabajo es un medio, no un fin: es importante el descanso, la vida en

familia, saber liberarse de una serie de compromisos, a veces excesivamente absorbentes y

que pueden hacer olvidar al hombre los valores que le dan trascendencia a la vida.

82

CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et Spes: sobre la Iglesia en el mundo moderno,

Bogotá, Ediciones Paulinas, 1985 n. 25.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

43

A modo de resumen sirve la triple superioridad y doble trascendencia del hombre

que presenta Juan Pablo II: la triple superioridad de la ética sobre la técnica, de la persona

sobre las cosas, del espíritu sobre la materia, y la doble trascendencia: el mundo es

trascendido por el hombre (versus todo ecologismo exclusivista); el hombre es trascendido

por Dios (versus todo reduccionismo agnóstico)83

.

8. El Bien Común y la ley natural: el código más antiguo

Aristóteles apuntó que el bien común cuando se revela, es común a todos84

;

Sófocles pone en boca de Antígona que “No creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza

como para saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia

no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron”85

y

Shakespeare le hace decir a Macbeth que “La naturaleza rige sobre el cosmos o universo;

rige en el mundo de las cosas creadas sobre la tierra y, finalmente, rige en el mundo del

gobierno humano, del hombre en sociedad”86

.

La ley natural es el código más antiguo del mundo, anterior a cualquier ley positiva

porque está inserta en la ontología de la persona; sin embargo, la ley natural es ordenación

de la razón y no puro biologismo, y debe ser entendida desde una antropología

trascendental87

. La ley natural se descubre como constitutiva del hombre, pues no se añade

a su ser. Desde el sentido de su ser, que se puede llamar sentido común, el hombre puede

reconocer en cada época la ley natural como teonomía participada88

: una norma que no se

ha dado a sí mismo sino que viene de su fundamento y a la vez de su libertad.

La acción humana se guía por principios o leyes, y la ley natural es intrínseca. La

ley natural escribe en el hombre la relación con los demás para relacionarse. Los códigos

naturales humanos son luz de la inteligencia que indica cómo son las cosas. Las

83

JUAN PABLO II, "Discurso ante la Pontificia Academia de las Ciencias", 1979. 84

Cfr. ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, Algete, Madrid, Mestas, 2006, 1167b, 3ss. 85

SÓFOCLES. Antígona, Pehuén Editores, 2001. Madrid. P. 12. 86

SHAKESPEARE, WILLIAM, Macbeth, Alianza editorial, 2001. 87

Cfr. POLO, LEONARDO, Antropología trascendental. Tomo I, La persona humana, Pamplona, EUNSA,

2003. 88

Cfr. JUAN PABLO II, Veritatis splendor: sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de

la Iglesia: carta enciclicanº 41.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

44

especificaciones de esa ley se derivan de la finalidad de las inclinaciones naturales del

hombre. Un primer principio es hacer el bien y evitar el mal, amar lo bueno y aborrecer lo

malo. Y de acuerdo con las inclinaciones del ser humano los primeros principios derivados

se clasifican en los tres grupos de tendencias: a la vida (querer conservarla, reconocer que

le es dada), a la procreación (familia, matrimonio) y a la vida en sociedad89

.

El hombre de manera natural, atendiendo a un instinto de conservación, defiende su

vida ante el peligro, ante la muerte, tiene clara la dignidad de su vida y la respeta. Derivado

de esto se tiene una llamada a proteger a los más débiles, a cuidar de los necesitados,

cuidar a un niño, a un anciano, a un enfermo: defender la vida de los demás es un llamado

de la naturaleza. La búsqueda de lo que es bueno por naturaleza, es lo opuesto a lo que es

bueno sólo por convicción. La naturaleza es anterior a todas las tradiciones y convicciones.

Las cosas naturales son más que los productos del hombre; no se fundamentan sobre

prejuicios inconscientes o mitos. El hombre en todas las culturas ha reconocido el deber de

respetar a los padres y proteger a los niños e indefensos, pues son principios inscritos en la

naturaleza misma del ser humano.

Cicerón, en el siglo I antes de Cristo, consideraba la ley natural como ley suprema

que fundamenta el derecho “que es común a todos los tiempos y ha nacido antes de haberse

escrito ninguna ley ni constituido ninguna ciudadanía”90

. Por ello esta ley conocida por los

hombres es la medida para valorar las leyes humanas, y así unas serán justas y otras sólo

serán utilitarias: “De manera que no hay en absoluto justicia si no hay naturaleza y la que se

establece por razón de una utilidad, se anula por otra utilidad”91

. Habitualmente el derecho

se apoya en la naturaleza y sólo por excepción intenta contradecirla, con grave riesgo para

la sociedad y para la libertad de las personas, como ocurre cuando se intenta aislar el

derecho positivo de la ley natural. Si el hombre no guarda voluntariamente la ley natural, su

conducta se hace autodestructora: al no respetar la ley de su vida, se daña y se priva de la

perfección a la que está llamando en orden a su naturaleza. Si al gobernarse a sí mismos,

los hombres no respetan el orden de la ley natural, como es propio de una criatura racional,

sino que se comportan siguiendo sus instintos (pudiendo vencerlos en orden a actuar

89

Cfr. LÓPEZ MORATALLA, NATALIA, “Notas técnicas preparadas para la Maestría en Bioética”, Guatemala

2007. 90

CICERÓN, MARCO TULIO, De legibus, Milano, Signorelli, 1968, n. 19. 91

CICERÓN, MARCO TULIO, De legibus, n.43.

Page 45: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

45

libremente), al modo de los animales (de una manera anclada, esclava, a su naturaleza

inferior) esos hombres irán actuando de manera parecida a los animales, esclavizados a sus

instintos, sin poder liberarse y buscar bienes superiores a los materiales. Cada vez que el

hombre actúa según sus instintos se va animalizando, y por el contrario, cada vez que el

hombre se libera de los instintos y sigue la verdad presentada por la inteligencia, se va

haciendo mejor persona. La educación tiene un papel fundamental en la humanización del

hombre.

Redescubrir hoy la ley natural es una necesidad para conocer la identidad del

hombre y poder mirar al futuro. El reconocimiento y valoración actual de los derechos

humanos tiene un fundamento más sólido que los acuerdos cambiantes entre los poderosos

del mundo, y no puede ser otro que la condición de criatura del ser humano, dotado de una

naturaleza abierta a la trascendencia, paso obligado para reconocer a Dios y recuperar el

lenguaje común que llama a las cosas por su nombre: naturaleza humana, alma, ley natural,

amor humano, matrimonio, virtud, fidelidad, etc. La ley natural inscrita en la naturaleza de

la persona lleva a hombres y mujeres a entregarse con gran energía a causas comunes,

desplegando por solidaridad una serie de acciones para la consecución del bien común. La

solidaridad es un valor que subyace en todas las civilizaciones.

Joseph Ratzinger ha explicado que la racionalidad de la ley natural permite ser

abordada también desde una antropología cristiana sin menoscabo de su universalidad:

“La razón práctica –o moral– es razón en su más alto sentido, porque penetra en el

misterio específico de la realidad con mayor profundidad que la razón experimental. Esto

significa que la fe cristiana no es limitación ni obstáculo para la razón, sino que –por el

contrario– sólo ella está en condiciones de habilitar a la razón para el cometido que le es

propio”92

.

No se debe olvidar que la ley natural es descubierta por el hombre y ofrece una

amplia base de diálogo cara al bien común de la humanidad. El ejercicio de la libertad

exige hacer referencia a una ley moral natural de carácter universal, que precede y aúna a

todos los derechos y deberes93

. Existe una ley natural impresa en cada persona que imprime

los primeros principios del actuar moral. Por ella conoce naturalmente lo que hay que hacer

92

BENEDICTO XVI, Una mirada a Europa: Iglesia y modernidad en la Europa de las revoluciones, Madrid,

Rialp, 1993, p. 58-59. 93

Cfr. BENEDICTO, Una mirada a Europa: Iglesia y modernidad en la Europa de las revoluciones, p.139.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

46

y lo que hay que evitar. La ley natural sale a flote en la vida de todos los hombres, sirvan

como ejemplos Antígona, Cicerón y Shophie Scholl94

. Lewis lo explica a su manera:

“Si no creemos en un comportamiento decente ¿por qué íbamos a estar tan ansiosos

de excusarnos por no habernos comportado decentemente? La verdad es que creemos tanto

en la decencia -tanto sentimos la ley de la naturaleza presionando sobre nosotros– que no

podemos soportar enfrentarnos con el hecho de transgredirla y en consecuencia intentamos

evadir la responsabilidad... Porque es sólo para nuestro mal comportamiento para lo que

intentamos buscar explicaciones. Los seres humanos del mundo entero tienen la curiosa

idea de que deberían comportarse de una cierta manera y no pueden liberarse de ella... de

hecho se comportan de esa manera. Conocen la ley natural y la infringen. Estos dos hechos

son el fundamento de todas las ideas claras acerca de nosotros mismos y del universo en

que vivimos”95

.

Sófocles, en el siglo V antes de Cristo, relata la tragedia de Antígona que se

enfrenta al tirano Creonte porque reconoce el valor trascendente de las leyes de naturaleza

que sostienen el desarrollo histórico. Entre el tirano y la valerosa joven se produce un

diálogo que produce un choque entre la ley natural y la voluntad arbitraria del poder:

“No creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para saltar por encima de las

leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de

siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron”.

Con esta actuación de Antígona Sófocles muestra que las normas éticas no son

creación de los hombres ni dependen esencialmente de una época determinada de la

historia, puesto que aparecen como una realidad anterior objetiva fundada en la ordenación

de la naturaleza y de la condición humana, que remiten a los dioses.

La joven alemana Sophie Scholl contribuyó con su sacrificio a la caída del nazismo,

actuando como una nueva Antígona que se opone a las leyes injustas, actuando según la ley

natural96

. En febrero de 1943 Sophie y su hermano Hans fueron detenidos por lanzar hojas

de propaganda antinazi en la universidad. Después de tres días de interrogatorio fueron

juzgados, junto a un amigo suyo, y condenados los tres a muerte en la guillotina. La

94

Cfr. ORTIZ LÓPEZ, JESÚS, Para qué sirve hoy la ley natural, Madrid, Arvo Net, 2006. 95

LEWIS, CLIVE STAPLES, Mero Cristianismo, Madrid, Rialp, 2001, p. 87. 96

Existen doscientas escuelas alemanas que llevan el nombre de los Scholl, y hay políticos como el anterior

alcalde de Nueva York, David Dinkins, que invocan sus nombres y visitan sus tumbas.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

47

sentencia se ejecutó al día siguiente97

. En el interrogatorio ella pregunta: «¿Por qué me

castigan?» Y ante la respuesta: “¡Es la ley!” ella replica: “La ley se puede cambiar, la

conciencia no”. Mientras el interrogador la tacha de ser poco realista, ella responde: “Lo

que digo tiene que ver con la realidad y la costumbre, con la moral y con Dios”, pero sólo

recibe la tajante respuesta: “Dios no existe”. Y así se observa que, por encima de las

apariencias, queda una vencedora y un vencido, a la vez que se advierte que la violencia

procede de la falta de religión98

.

A los ejemplos de Antígona, Cicerón y Sophie podemos añadir una larga lista de

personas de todas las épocas, razas, religiones y culturas que dejan la vida en servicio de la

verdad y de las otras personas. Contradicen estos ejemplos frontalmente a Maquiavelo que

afirma que los hombres suelen actuar mal y si son buenos es por necesidad. Cuentan más

las personas que las ideologías, y que siempre hay personas destacadas: Martín Luther

King, Florence Nightingale, Mahatma Gandhi, Lech Walesa, Carol Wojtyla, Nelson

Mandela, Madre Teresa de Calcuta, Muhammad Yunus, son unos pocos ejemplos.

La vida humana es una empresa moral porque el carácter ético del comportamiento

humano no le viene dado por la biología, sino por el carácter ético personal de cada quien.

La ley natural es la luz en la inteligencia que muestra cómo son las cosas y por tanto cómo

vivir; no seguirla lleva a caer por bajo de lo animal y a volverse salvaje. Aquí entra en

juego el ejercicio de la libertad. La persona humana no puede ejercer el acto moralmente

bueno de la misma manera que ejerce el acto moralmente malo. Todo lo que es contrario a

la tendencia natural es malo. Nunca se obra el mal con fuerza de voluntad perfecta, siempre

habrá una reserva interna, nunca de todo corazón. Estar totalmente de acuerdo con uno

mismo es algo que sólo se logra cuando se obra el bien.

9. El ejercicio de las virtudes sociales para la consecución del bien común

El hombre por su condición de persona siempre puede perfeccionarse y lo mismo se

puede decir de la sociedad. La sociedad siempre puede ser mejor, nunca alcanzará la

cumbre, sino que podrá aspirar a algo más noble, que facilite la vida en común. El hombre

97

Este suceso real ha sido llevado recientemente a la pantalla cosechando importantes premios incluido el

Oscar como película en lengua no inglesa. 98

MARTÍNEZ, MARCUS, Sophie Scholl, Editorial Casals, Madrid, 2010.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

48

aprende a ser persona a lo largo de su vida. Es asombroso comprobar que el progreso del

que es capaz el hombre es ilimitado. El progreso de la sociedad supone que la sociedad

tenga la capacidad para satisfacer las necesidades, establecer las condiciones que permitan

mejorar la calidad de vida, y crear las condiciones que permitan que los habitantes mejoren

como personas. Pero esto no es posible si todos los ciudadanos, tanto los gobernantes

como los gobernados no tienen las competencias o virtudes para alcanzar el bien común.

Para la consecución del bien común es necesario que los gobernantes y los

gobernados sean personas éticamente sólidas y profesionalmente capaces para obtener el

respeto de los demás. En los últimos años cada vez se habla más de las competencias

directivas, ciudadanas, profesionales, etc.: Aristóteles hace 25 siglos, las definió como

virtudes, disposiciones o hábitos que hacen que la conducta humana se oriente hacia lo

bueno, son perfecciones o cualidades que dan al hombre la fuerza (virtus) para obrar

moralmente bien y alcanzar su fin. La virtud capacita a alguien para fiarse de sí mismo y así

se justifica también la confianza que otros puedan tener en él. Es la mayor riqueza de una

persona, pues supone haber invertido y tener un ahorro del cual echar mano cuando se

requiera poner en práctica ese conocimiento. Y eso es la cultura. Por eso los ciudadanos y

principalmente el directivo deben ser personas cultivadas.

Heráclito exhortaba a sus interlocutores: “Cuida tus pensamientos, pues se

convierten en palabras, escoge tus palabras , pues se convierten en acciones. Comprende tus

acciones, pues se convierten en hábitos. Estudia tus hábitos, pues se convierten en tu

carácter. Desarrolla tu carácter, pues se convierte en tu destino”99

. Para forjar el destino es

necesario el ejercicio de las virtudes.

La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona

realizar actos buenos y a dar lo mejor de sí misma. La persona virtuosa tiende hacia el bien,

lo busca y lo elige a través de acciones concretas y utiliza todos los medios espirituales y

materiales para alcanzarlo. Hablar de las virtudes no es algo abstracto, alejado de la vida,

sino de realidades, de personas concretas, que hunden sus raíces en la vida misma, brotan

de ella y la configuran. La virtud incide en la vida del hombre, en sus acciones y en su

comportamiento. No se debe hablar tanto de la virtud cuanto del hombre que vive y actúa

99

LAERCIO, DIÓGENES, Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, Libro IX, Heráclito. en

http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12140528718935940987213/ima0534.htm, obtenido el 15

de Noviembre de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

49

"virtuosamente", existen hombres y mujeres concretos que son prudentes, justos,

templados, sobrios o moderados, etc. Las virtudes son como un conductor en el camino de

la libertad. Ayudan a la persona en lo que es más importante y decisivo para su constitución

y autorrealización. Que las virtudes sean "hábitos" no significa que sean algo rutinario. La

persona auténticamente virtuosa está siempre pendiente de contemplar la verdad y de que

su acción sea verdaderamente buena100

. Una ética solo de virtudes es insuficiente. Guardini

alertaba sobre este tema al explicar que las virtudes pueden deformarse o enfermar101

.

Ramiro Pellitero explica que la verdadera ética es la que abarca tres dimensiones:

“La ética completa es la que tiene en cuenta los bienes, las normas y las virtudes en

reforzamiento mutuo, de tres dimensiones. Si busca los bienes por sí mismos, la persona

puede quedarse en los bienes materiales. Si sólo se atiende a normas, éstas pueden

deshumanizarse. Si se cierran en sí mismas, las virtudes se pueden hacer rígidas, aisladas

respecto al camino de la verdad y del bien…Valores y bienes, normas y virtudes configuran

la propuesta ética para una vida lograda”102

.

Se ha apuntado ya que para que todo gobierno funcione hace falta que brillen las

virtudes tanto en los gobernantes como en los gobernados, de lo contrario se dificulta el

logro de los objetivos de la institución. El virtuoso no obra porque lo dice la ley, por un

deber externo, sino porque se lo dice el sentido común, expresa lo que piensa, los propios

valores, el propio carácter. Se obra de manera pronta, alegre, gustosa. Ejercitar las virtudes

supone tener un futuro garantizado, perfeccionar la naturaleza de la persona, poseer una

forma de obrar que lo hace fiable, que le faculta a obrar acertadamente103

.

Martínez Echeverría explica que “para los humanistas, el paso desde la barbarie a la

cultura, desde la naturaleza a la ciudad, era resultado de la acción de algún hombre

excepcional, un gran legislador. El medio para lograrlo había sido la retórica, la fuerza de la

palabra. Dentro de esa tradición sería Maquiavelo el que señalara que el núcleo de la

construcción de la ciudad, del paso de la barbarie a la civilización, residía en el modo de

100

Cf. MILLÁN PUELLES, ANTONIO, Ética y realismo, Madrid, Rialp, 1996, p. 91. 101

Cf. GUARDINI, ROMANO, La esencia del cristianismo; Una ética para nuestro tiempo, Madrid, Cristiandad,

2007, p. 113-124. 102

PELLITERO, RAMIRO, "Etica y educación de las virtudes," Pamplona, 2015,

http://www.unav.edu/web/facultad-de-teologia/detalle-opinion/2015/02/13/etica-y-educacion-de-las-virtudes/-

/asset_publisher/oV7I/content/15_2_13_teo_ramiro/10174, obtenido el 29 de noviembre de 2015. 103

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, ¿Quién es un buen gobernante? El buen gobierno de las organizaciones, España,

Publicaciones Empresa y Humanidades, UNAV, 2005.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

50

controlar las pasiones desordenadas de los ciudadanos. Para que la ciudad no decayera en la

barbarie era necesario que el príncipe estuviese dotado de fuerzas excepcionales que le

permitieran manejar y equilibrar las pasiones de sus súbditos. Debía ser lo suficientemente

astuto para crear rivalidades entre ellos, manejar sus luchas por los honores, las riquezas, el

lujo y la fama, para oponer los unos a otros, y asegurar el orden y la prosperidad de la

república. Lo que Maquiavelo llamaba la “virtú” del príncipe era imprescindible para

contrarrestar los efectos imprevisibles de la Fortuna. ¿Se podría asegurar que habría

siempre un príncipe con esas condiciones? ¿Era posible exigir la continua presencia al

frente de la ciudad de una especie de semidios?”104

.

Así para Maquiavelo ser virtuoso implica ser capaz de liberarse de toda dominación

externa y así justifica la preponderancia de la ley, de la gloria y del poder. Leo Strauss,

considerado como uno de los pensadores más importantes de los problemas políticos

contemporáneos, regresa a la postura clásica exponiendo que la virtud está en orden al bien

común y no del gobernante105.

Se requiere esfuerzo personal para adquirir las virtudes personales que son

necesarias para alcanzar el bien común106

. Así como en el amor, lo común y lo propio de

cada uno son inseparables, cuando la voluntad propia se identifica con la común, se vive el

principio y la virtud de la solidaridad, esa voluntad inquebrantable de pensar siempre en los

demás. Es como una moneda con dos caras: por un lado una institución sólo logra sus fines

si cada persona pone lo mejor de sí, por el otro, una persona no puede trascender sin la

institución, sus acciones quedarían aisladas.

Según Aristóteles una persona inteligente es una persona que no se toma tiempo

para decidir: en el plano teórico, ha acumulado conocimientos y virtudes, y puede sacar la

conclusión teórica y práctica rápidamente pues posee hábitos intelectuales y éticos. Esto

significa que la inteligencia posee una base de cultura, un mundo interior rico, no simple

erudición. Toda labor educativa debe tener en cuenta la base humanística que ayuda a vivir

mejor la prudencia, a relacionar el pasado con el futuro de una manera pluridimensional. Si

se tiene una formación humanística se puede resolver de manera más rápida y a la vez de

104

MARTÍNEZ ECHEVARRÍA, MIGUEL ALFONSO, "Del "dios escondido" a la "mano invisible"," Pamplona,

2009, http://www.mamechevarria.com/uploads/1/7/6/5/17653977/doc0309.pdf, obtenido el 12 de diciembre

de 2015. 105

Cfr. STRAUSS, LEO, Qué es Filosofía Política, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1970, p. 55. 106

Cfr. ALVIRA RAFAEL, "Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad", p. 61-80.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

51

forma más acertada; una persona sin cultura no puede ser un buen directivo, le faltará el

sentido común. El saber (conocimiento acumulado que supone esfuerzo) es un poder, es un

principio de actuación. Si se sabe más se puede más.

Las verdaderas competencias de gobierno poseen un contenido moral que imprime

en el directivo un sello de liderazgo personal. Un directivo así es una persona fiable aunque

no infalible. Se esfuerza por ser íntegra, por vivir todas las virtudes: adquirir una supone un

crecimiento en las otras, tanto las dianoéticas, como las éticas. Para Aristóteles el fin último

del hombre es la felicidad que se adquiere con el ejercicio de la virtud. Dado que un rasgo

distintivo de la naturaleza humana es la razón, el hombre para alcanzar la felicidad necesita

desplegar de las virtudes intelectuales o dianoéticas: el arte (la técnica o saber hacer) el

intelecto (conocimiento de los primeros principios), la ciencia (saber demostrar), la

prudencia (saber decidir), y la sabiduría (conocimiento contemplativo). A las virtudes éticas

fundamentales también se las llama cardinales, porque alrededor de ellas giran todas las

demás virtudes éticas: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Mejorar la sociedad para la consecución del bien común no significa cambiar todo,

sino tener siempre presente el orden institucional y, estando de acuerdo con metas

comunes, buscar alternativas para conseguirlo. En la sociedad importa tener un orden

social, y tratar de obrar haciendo posible un estado de derecho, con flexibilidad, con la

apertura de mente que las circunstancias van requiriendo. Es propio del hombre repensar las

cosas con actitud crítica bien orientada. Vienen bien aquí las palabras de Cicerón: “Si

ignoras lo que ocurrió antes de que tú nacieras, siempre serás un niño”; las de Anatole

France: “La independencia del pensamiento es la más noble aristocracia”; y las de Juan

Pablo II: “Aprender a ver con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente y ver con

esperanza el futuro”.

a. La caridad como fuerza que impulsa al bien común.

El bien común se alcanza si se pone por obra el llamado a sentir la responsabilidad

por los demás. Quien busca el bien común lo hace como una manifestación clara del amor y

se puede afirmar que ejerce de manera integral todas las virtudes. De alguna manera se

puede afirmar que el amor y el bien común se identifican. La amistad, fruto del amor, es

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

52

posiblemente la virtud más importante por la que el hombre desarrolla y arraiga su

inclinación natural al amor al prójimo. "Lo que se necesita para conseguir la felicidad no es

una vida cómoda, sino un corazón enamorado"107

.

La caridad debe considerarse como el criterio supremo y universal de toda ética

social: supone y trasciende la justicia y es la mejor vía para alcanzarla. Los valores de la

verdad, la justicia y la libertad, nacen y se desarrollan de la fuente interior de la caridad.

Puede ayudar cerrar este apartado con las palabras de Juan Pablo II en las que desarrolla

esta tesis:

“La experiencia del pasado y de nuestros tiempos demuestra que la justicia por sí sola no es

suficiente y que, más aún, puede conducir a la negación y al aniquilamiento de sí misma, si no se le

permite a esa forma más profunda que el amor plasmar la vida humana en sus diversas

manifestaciones… la necesidad de recurrir a las fuerzas del espíritu más profundas, que condicionan

el orden mismo de la justicia”108

.

b. Subsidiaridad y participación.

La subsidiaridad es la manera de fomentar el progreso sostenible en el que la

dignidad de la persona se promueve, asegurando que cada persona sea responsable de su

propio desarrollo. El bien común es el conjunto de condiciones sociales que permiten a las

personas desarrollarse de manera individual y social de la mejor manera, pero para que este

ambiente se dé, es necesario la práctica de las virtudes de todos los miembros de la

sociedad que han de vivir por un lado el principio de subsidiaridad que busca coordinar el

dinamismo interno de las comunidades locales para que puedan desarrollarse de manera

estable y por otro lado, el de la solidaridad que mueve a las personas a compartir el tesoro

de los bienes espirituales y materiales con que cuenta la humanidad. Benedicto XVI afirmó

que:

"Cuando los responsables del bien común respetan el natural deseo humano de autogobierno

basado en la subsidiariedad, dejan espacio a la responsabilidad y a la iniciativa del individuo, y lo

que es más importante, dejan espacio al amor, que siempre es el camino más excelente"109

.

107

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Surco, Madrid, Rialp, 1986, n. 75. 108

JUAN PABLO II, Carta Encíclica " Dives in Misericordia", Madrid, Propaganda Popular Catòlica,

1980, n. 11. 109

BENEDICTO XVI, "Discurso a los participantes en la XIV sesión plenaria de la Academia Pontificia de

Ciencias Sociales," Roma, 2008, https://w2.vatican.va/content/benedict-

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

53

El principio de subsidiaridad busca que las instancias superiores estimulen a las

inferiores de la manera que no suplanten las áreas de autonomía que pueden ejecutar por sí

mismos estas últimas, y solo mientras éstas no sean capaces de hacerlo110

.

Cuando una institución estatal o privada tiene interés en apoyar el desarrollo de una

localidad, o cuando una localidad busca el apoyo externo de instituciones ha de vivirse el

principio de subsidiaridad. Ambas partes deberán esforzarse por conocerse mutuamente.

Por un lado, el que ayuda deberá realizar un estudio previo que lleve a conocer la

comunidad que se busca apoyar. Por otro lado, el que busca el apoyo deberá tener un

conocimiento informado de las condiciones bajo las cuales revive ese apoyo. La institución

“mayor” requiere de un conocimiento de la historia local, de la economía territorial, de la

vocación de la tierra o de sus habitantes, de los procesos productivos empleados para

investigar y proponer soluciones para que puedan ser más eficientes al tecnificarlos.

Después del conocimiento de campo habrá que planificar y llevar adelante el proyecto de

manera eficaz.

Llama la atención que el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia al enumerar

los principios de vida en sociedad, después de explicar su intrínseca unidad, pues no se

puede dar el uno sin que estén presentes los otros, el orden en que los expone es: El

principio del bien común, el destino universal de los bienes, el de subsidiaridad y

participación por último el de solidaridad. Los enumera el orden en que los estudia, va

desde la dignidad de la persona, luego el de subsidiaridad y en tercer lugar la solidaridad.

La subsidiaridad es una de las directrices más constantes de la Doctrina Social de la

Iglesia, que ha estado presente desde la Rerum Novarum de León XIII, la primera encíclica

social.111

La definición del principio está claramente expuesta en la Quadragesimo anno:

“Así como es ilícito quitar a los particulares lo que con su propia iniciativa y propia

industria puedan realizar para encomendarlo a una comunidad, así también es injusto y al

mismo tiempo de grave perjuicio y perturbación del recto orden social abocar a una sociedad

mayor y más elevada lo que pueden hacer y procurar comunidades menores e inferiores. Toda

acción de la sociedad debe, por su naturaleza, prestar auxilio a los miembros del cuerpo social,

xvi/es/speeches/2008/may/documents/hf_ben-xvi_spe_20080503_social-sciences.html , obtenido el 2 de

diciembre de 2015. 110

Cfr. MILLÁN PUELLES, Persona humana y justicia socia,l p. 135-154. 111

Cfr. LEÓN XIII. Rerum novarum del 5 de mayo de 1891, Colombia, Ediciones Paulinas, 1992.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

54

nunca absorberlos y destruirlos... Cuanto más vigorosamente reine el orden jerárquico entre las

diversas asociaciones, quedando en pie este principio de la función subsidiaria del Estado,

tanto más firme será la autoridad del Estado”112

.

Se puede observar que el principio de subsidiariedad lleva implícitos tres aspectos.

Por un lado está uno positivo que lleva a fomentar la iniciativa privada para que cada persona

y las entidades sociales desarrollen su propia personalidad, ejerzan libremente su

creatividad y perciban el reconocimiento que merecen. En un segundo plano se encuentra

uno negativo que restringe la injerencia: lo que pueda hacer una sociedad de rango menor no

lo debe monopolizar una sociedad de rango superior. Un tercer aspecto es el de la suplencia: la

estructura social de orden superior debe acudir allí donde no llegue la sociedad de orden

inferior.

Desde la perspectiva de la política internacional se manifestó la importancia del

principio de subsidiariedad, en el Tratado de la Unión Europea de Maastricht en 1992, en el

que se puede leer que: “La comunidad actuará dentro de los límites de las competencias que

le atribuyen el presente tratado y los objetivos que éste le asigna. En los ámbitos que no

sean de su competencia exclusiva, la comunidad intervendrá, conforme al principio de

subsidiariedad, solo en la medida en que los objetivos de la acción pretendida no pueden ser

alcanzados de manera suficiente por los Estados miembros y, por consiguiente, puedan

lograrse mejor, debido a la dimensión de los efectos de la acción contemplada, a nivel

comunitario” 113

.

El profesor austriaco Walter Stöhr entiende que la subsidiaridad es un concepto

clave para la política de desarrollo regional, la cual se ha movido básicamente en dos

extremos, por un lado la responsabilidad de los gobiernos centrales en los años 60-70s y

por otro como una agenda de ayuda individual local-regional114

. Un extremo se manifestó

en una rigurosa forma central de planificación para regiones que en ese tiempo se les

llamaba del tercer mundo y la otra ordenaba la cooperación comunitaria a iniciativas

locales en las que se impulsó la creación de clústeres o conglomerados para vincular a las

industrias relacionadas y potenciar su competitividad en las economías nacionales y

112

PÍO XI, Quadragésimo anno: sobre la restauración del orden social, n. 79. 113

DALO, RAFAEL, Análisis del Tratado de la Union Europea (Maastricht), La Plata, República Argentina,

Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 1993, art.3B,Titulo II. 114

Cfr. WALTER, STÖL, "Subsidiariedad: un nuevo concepto clave para la política de desarrollo regional,"

Chile, 1999, http://repositorio.cepal.org/handle/11362/19886, obtenido el 30 de noviembre de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

55

regionales. Este concepto fue desarrollado inicialmente por Michael Porter115

y

profundizado por un buen número de pensadores posteriormente. La tendencia de los

desarrollos regionales y corporativos ha ido creciendo en las últimas décadas. Por ejemplo

el grupo francés CREMI desarrolló el concepto de “medio innovador” como un conjunto de

relaciones territoriales que abarca, de manera coherente, un sistema de producción de

economías diferentes y actores sociales, una cultura específica y un sistema de

representación que genera un proceso de aprendizaje dinámico y colectivo116

.

Stöhr comenta la definición que la Enciclopedia Brockhaus hace del concepto de

subsidiariedad “como un sistema social estructurado desde abajo, comenzando con la

familia y los grupos primarios que son caracterizados por contactos personales entre los

miembros y estructuras transparentes, a través de grupos secundarios locales o funcionales,

hacia el estado de una comunidad política comprensible. Se puede definir como “orden

social, orientado en contra del Estado centralista y totalitario, en donde la comunidad

reconoce el potencial de los subordinados y ejercita sólo las tareas que aquél no puede

cumplir”. Explica que esta definición puede generar dos tipos de interpretación. La

primera es que cada nivel de la sociedad es responsable de hacer lo que pueda hacer mejor,

pero al mismo tiempo el espíritu de solidaridad le lleva a obtener una ayuda de arriba si no

puede resolver el problema tal y como lo expone la Doctrina Social de la Iglesia. Por otro

lado, cabe una interpretación neoliberal que busca que el Estado intervenga lo mínimo

posible en la actividad de un país, afirmando que cada individuo y nivel social debe

responder por sí solo y el Estado llevar a cabo el mínimo de funciones117

.

No debe entonces confundirse el principio de subsidiaridad que promueve la Iglesia

con el pensamiento de la economía liberal, que se basa en el egoísmo natural del ser

humano. La Escuela Austriaca ha tratado de demostrar que el actuar espontáneo de ese

egoísmo sería suficiente para aumentar la riqueza de las naciones, si los gobiernos de cada

Estado no intervienen con medidas que la limitaran. El liberalismo reemplazó la “ética de

los sentimientos” por la “ética utilitaria”, que acepta el egoísmo como válido dentro de este

nuevo marco. Como el hombre muestra una misma actitud en las distintas circunstancias de

115

Cfr. PORTER, MICHAEL, The Competitive Advantage of Nations, New York, Free Press, 1990. 116

Cfr. CAMAGNI, ROBERT, Innovation Networks: spatial perspectives, Londres, Belhaven Press, 1991, p.

130. 117

Cfr. WALTER, Subsidiariedad: un nuevo concepto clave para la política de desarrollo regional, p. 308.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

56

su vida, al aplicar el egoísmo aceptado por la “ética utilitaria”, se encamina en una

dirección poco favorable118

.

Pero, en palabras de Ludwig von Mises, “la sociedad liberal prueba que, ante todo,

el hombre ve en los demás sólo medios para la realización de sus propósitos, mientras que

él a su vez, para los demás, es el medio para la realización de los propósitos de los otros;

que, finalmente, por esta acción recíproca dentro de la cual cada uno es simultáneamente

medio y fin, se llega a la meta más elevada de la vida, el logro de una existencia mejor para

todos. Dado que la sociedad sólo es posible si, mientras viven sus propias vidas, todos

ayudan a vivir a los demás, si todo individuo es, al mismo tiempo, medio y fin; si cada

bienestar individual es simultáneamente la condición necesaria para el bienestar de los

demás, es evidente que el contraste entre yo y tú, medio y fin, queda automáticamente

resuelto”119

. También afirma que “no existe oposición entre el deber moral y los intereses

egoístas. Lo que el individuo da a la sociedad para preservarla como tal lo da, no en

beneficio de fines que le son ajenos, sino porque ello consulta su propio interés”120

. El

elogio por el egoísmo es ampliamente abordado por Ayn Rand, quien afirma que en la

preocupación por el interés personal, todo ataque contra el egoísmo es un ataque contra la

autoestima del hombre121

.

La experiencia ha demostrado que el principio de subsidiaridad desarrolla sistemas

más eficientes en los que a los niveles sociales más bajos se les da la oportunidad para

definir sus propias prioridades y sobre esa base, determinar e implementar sus estrategias

de desarrollo. El Banco mundial desde su informe de 1997 hasta la fecha ha ido

promoviendo el concepto de subsidiaridad en la ayuda que otorga122

. La ayuda estatal,

internacional, de ONGs debe apoyar con un gran espíritu de solidaridad, estar abierta a las

solicitudes de ayuda facilitando la información que existe para apoyar a las comunidades

que lo requieren, promoviendo la innovación y la capacitación. Las comunidades pequeñas

118

Cfr. PAZ QUEZADA, LINDA, “Homo Solidarium”. Emprendedores sociales, Líderes Solidarios,CIHE, UNIS

2007. 119

VON MISES, LUDWIN, Socialismo, México, Ed Hermes, S.A., 1961, p. 351. 120

VON MISES, Socialismo. 121

Cfr. RAND, AYN, La virtud del egoísmo: un nuevo y desafiante concepto del egoísmo, Buenos Aires, Grito

Sagrado Editorial, 2006. 122

Cfr. BANCO MUNDIAL, Informe sobre el desarrollo mundial 2009: Una nueva geografía económica,

Washington, D.C., 2009,

http://siteresources.worldbank.org/INTWDR2009/Resources/WDR_OVERVIEW_ES_Web.pdf, obtenido el 2

de diciembre de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

57

deben tener derecho a negociar y decidir sobre condiciones para potenciar sus capacidades

y para intervenir competentemente en promover el desarrollo equitativo y sustancial.

Parte del principio de subsidiaridad es el principio de participación. El Compendio

de la Doctrina social de la Iglesia en el número 189 expone que la participación “se

expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como

individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes,

contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que

pertenece. La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en

modo responsable y con vistas al bien común”.

Rafael Alvira explica que “el que desea, el que ama, no busca simplemente conocer

al ser querido, es decir, representárselo, sino que quiere identificarse más con él, quiere

participar de su vida, quiere, en suma existir con él”123

. La representación de los ciudadanos

en las esferas políticas es solo un primer paso, pero el más efectivo será el de la

participación pues perfecciona más participar que simplemente ser representado.

Cuando trabajan juntas la subsidiariedad y la solidaridad es más efectiva la

consecución del bien común porque se respeta la dignidad humana y se le permite también

su desarrollo.

c. Solidaridad y bien común.

En la actualidad se ha generalizado el uso del vocablo solidaridad debido al

desarrollo de asociaciones que fomentan la cooperación al desarrollo. Ana Marta González

sostiene que “el surgimiento y extraordinario auge que en los últimos años han conocido

los movimientos de solidaridad en general, y las ONGs dedicadas a la cooperación y

desarrollo en particular, ha venido a recordarnos dos ideas fundamentales, que acaso

habíamos dejado caer en el olvido: en primer lugar, que el Estado no tiene el monopolio de

la benevolencia, y en segundo lugar, que la iniciativa privada no puede identificarse a priori

123

ALVIRA, RAFAEL, "Participación y representación: una encrucijada metafísico-política," en Anuario

Filosófico XXXVI/1, 2003, http://core.ac.uk/download/pdf/25069793.pdf , obtenida el 2 de diciembre de 2015.

Page 58: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

58

con el interés egoísta”124

, ya que más bien se puede decir, en palabras de León Tolstoi, que

“no hay más que un modo de ser felices: vivir para los demás”.

Puede venir bien revisar las raíces etimológicas de la palabra solidaridad que parece

tener su raíz en el latín solidum que se puede traducir por “sólido", "compacto", "entero", y

significa la estabilidad y firmeza que unen a varias partes. En esta raíz etimológica de la

palabra se encuentran dos niveles de significados. Por un lado el de la construcción, algo

construido sólidamente, que da al concepto de solidaridad una lógica orgánica: la unidad de

un todo en el que las partes están sólidamente trabadas. Por otro lado está el concepto

jurídico que implica la exigencia de compartir el destino entre las personas involucradas:

obligaciones contraídas in solidum125

.

El uso más antiguo del vocablo solidaridad es el jurídico, proveniente del código

romano de Justiniano quién optó por transformar los casos clásicos de las obligaciones

cumulativas por solidarias. El emperador buscó esta sustitución basado en un principio de

moralidad ya que él concebía que no debiera permitirse el enriquecimiento ilegítimo. Las

obligaciones “in solidum” regulaban que en el supuesto de que varias personas han causado

juntas un daño, cada una, debe repararlo enteramente. En este supuesto se podía demandar

la reparación integral del daño o perjuicio causado a cualquiera de los culpables. Esto se

basa en el principio de que la culpa de los demás autores no tiene por qué disminuir la

responsabilidad de otros. La fuente de la norma era claramente para castigar una conducta

delictiva.

El concepto de obligaciones solidarias aún tiene vigencia en la legislación actual,

con ciertas diferencias de jurisprudencia según el país. Pero en general jurídicamente se

dice que algo o alguien es solidario si se encuentra dentro de «un conjunto jurídicamente

homogéneo de personas o bienes que integran un todo unitario, en el que resultan iguales

las partes desde el punto de vista de la consideración civil o penal»126

Se entiende que

dentro de una persona jurídica sus socios son solidarios cuando todos son individualmente

124

GONZÁLEZ, ANA MARTA, "Sociedad civil y solidaridad," en V Seminario de Fundaciones y Capítulo 1 El

Voluntariado. Educación para la participación social, ed. A. Bernal Barcelona, 2002, p. 27-51,

http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/16934/1/Sociedad%20civil,%203.pdf, obtenida el 12 de noviembre de

2015. 125

Cfr. GUTIÉRREZ GARCÍA, JOSÉ LUIS, " Solidaridad", en la Gran Enciclopedia Rialp, tomo 21 Madrid:

Ediciones Rialp, S.A., 1991, p. 597. 126

GUTIÉRREZ GARCÍA, JOSÉ LUIS, Introducción a la doctrina social de la Iglesia, Barcelona, Ariel, 2001, p.

57.

Page 59: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

59

responsables por la totalidad de las obligaciones. Para el derecho, la solidaridad implica una

relación de responsabilidad compartida. La prestación de la obligación será exigible, o bien

pagada según sea el caso en una sola exhibición y por un solo sujeto, sin importar que ésta

sea divisible. La obligación solidaria es distinta a la obligación mancomunada, que divide

en fracciones distintas, y cada una de aquellas fracciones forma una obligación

autónoma127.

Caridad Velarde explica que la acepción jurídica del vocablo solidaridad atravesó la

Edad Media y la Moderna en donde pasó a formar parte del catálogo de las virtudes

morales y religiosas y se convirtió en un sinónimo de la caridad cristiana. La Francia

ilustrada le da un giro al sentido cristiano del vocablo para orientarlo hacia una “concepción

de naturaleza universal a la que es posible llegar a través de la razón”128

.

En el siglo XIX con Durkheim el concepto cobra un matiz sociológico. Reconoce en

la división del trabajo el origen del individuo moderno y de la solidaridad y llega a

distinguir dos tipos de solidaridad: la que llama solidaridad mecánica o por semejanzas que

es la de las sociedades antiguas en las que los vínculos sociales descansaban en la familia o

la tradición, y la solidaridad orgánica que surge con la división del trabajo, asociada a las

múltiples funciones ejercidas por un individuo en la sociedad”129

. Durkheim se da cuenta

que la cooperación tiene un matiz moral: “Sólo cabe la creencia….de que en nuestras

sociedades actuales esta moralidad no alcanza todavía todo el desarrollo que les sería desde

ahora necesario”130

.

Es en el siglo XX cuando se generaliza su uso, inicialmente haciendo referencia a la

solidaridad con los del mismo gremio y progresivamente va tomando un tono que la

relaciona con la humanidad en general con un sentido de justicia social, en la que los de

una posición superior han de ayudar a los de otra inferior. Aunque el concepto de

solidaridad cristiana siempre ha estado presente en la doctrina de la Iglesia, el vocablo en sí

aparece con el Concilio Vaticano II, y particularmente con Juan Pablo II. El compendio de

127

MANSILLA PIZÁ, EMILIANO, Las Obligaciones Solidarias, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, 2010.

www.eumed.net/rev/cccss/08/emp.htm, obtenida el 2 de diciembre de 2015. 128

VELARDE, CARIDAD, “Solidaridad”. Voz en Diccionario de San Josémaría Escrivá de Balaguer España,

Editorial Monte Carmelo. Instituto Histórico d San Josemaría, 1998, p. 1176. 129

Cfr. DURKHEIM, EMILE, La división del trabajo social, Madrid, Akal, 1982, p.78. 130

DURKHEIM, EMILE, La división del trabajo social, p. 208.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

60

la Doctrina Social de la Iglesia la recoge como resultado del desarrollo de esta doctrina

hasta el momento de su publicación.

Hoy en día se entiende que la solidaridad es el resultado social de un

entrelazamiento de servicios mutuos que se teje in solidum, con solidez, con densidad, con

fuerza. Sólido es aquello que se sustenta en la coherencia de sí mismo, que se entreteje con

el compromiso, que cuenta con la persona como su sustento. La solidaridad es el ámbito

formado por quienes, dueños de sí, se entregan al servicio de los demás. Así, pues, la

solidaridad asume un enfoque específico, es la ayuda para ver al “otro” -persona, pueblo o

nación- como un “semejante”, con un origen y destino común similar al propio. La

solidaridad, entonces, supone desarrollar la capacidad de ponerse en la situación del otro, y

la adhesión de identificarse, adherirse, pegarse, a la causa de otros.

Paradójicamente, como subrayan diversos autores, la libertad alcanza su plenitud

cuando elige servir. Por el contrario, la pretensión de una libertad absoluta, independizada

de Dios y de los demás, sin nada que la limite, desemboca en un yo postrado ante el dinero,

el poder, el éxito u otros ídolos, más o menos brillantes, pero caducos y sin valor. “La

libertad de un ser humano es la libertad de un ser limitado y, por lo tanto, es limitada a ella

misma. Sólo podemos poseerla como libertad compartida, en la comunión de las libertades:

la libertad sólo puede desarrollarse si vivimos, como debemos, unos con otros y unos para

otros”131

. Toda persona necesita de los otros, no sólo por lo que recibe de ellos, sino porque

está hecho para dar.

La persona libre se mide por su capacidad de compromiso, ser libre no significa

carecer de vínculos; sólo el que tiene ideales es quien se sabe comprometer a profundidad.

Los compromisos adquiridos exigen la renuncia de todo aquello que es incompatible con lo

que uno se ha comprometido. El ejercicio más noble y perfecto de los seres libres, el acto

educativo por excelencia es el don de sí, la entrega desinteresada de sí corre a la par del

sentido de responsabilidad, del control de los instintos y del temple de las capacidades, de

la afirmación del carácter. La entrega de sí requiere magnanimidad, esa fuerza que

dispone a salir de uno mismo, para prepararse a emprender obras valiosas, en beneficio de

todos, sin anidar estrechez, cicatería, ni el cálculo egoísta, ni la trapisonda interesada. El

131

BENEDICTO XVI, Homilía durante la solemne celebración eucarística en la Basílica de San Pedro,

2005, w2.vaticanva/content/benedict-xvi/es/homilies/2005/documents/hf_ben-xvi_hom, obtenida el 2

de diciembre de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

61

magnánimo dedica sin reservas sus fuerzas a lo que vale la pena, no se conforma con dar

algo, se da del todo. Necesariamente un ciudadano comprometido es optimista, sabe

crecerse ante los obstáculos, da con alegría, con buen humor y va recorriendo con paso

fuerte la senda de la generosidad para mantener el ritmo necesario para lograr sus sueños de

ciudadanía.

“La humanidad comprende cada vez con mayor claridad que se halla ligada por un

destino único que exige asumir la responsabilidad en común, inspirada por un humanismo

integral y solidario. El progreso material no debe materializar al hombre, sino el hombre

humanizar la técnica y toda la realidad terrena”132

.

Al reconocimiento de la dignidad y de su libertad y al concepto de bien común,

están unidos cuatro principios fundamentales referentes al orden social: solidaridad,

subsidiaridad, autoridad y participación133

y varios valores sociales: la verdad, la libertad, la

justicia y el amor134

. Los principios de la solidaridad y la subsidiaridad indican como ha de

realizarse la cooperación de la vida social, mientras la autoridad y participación se refieren

al modo de ejercer la responsabilidad en la vida en sociedad. Los principios y valores

deben ser apreciados en su unidad, conexión, articulación y reciprocidad, tienen carácter

general y fundamental pues se refieren a la sociedad en su conjunto y constituyen la

primera articulación de la verdad de la sociedad. El hombre no puede evadir la cuestión de

la verdad y el sentido de la vida social, pues es algo propio de su misma existencia. Los

principios comportan un significado profundamente moral: son los fundamentos últimos y

ordenadores de la vida social. Todos los valores sociales son inherentes a la dignidad de la

persona humana, su práctica es el camino para alcanzar la perfección personal y una

convivencia social más humana.

La solidaridad es por un lado un principio social, ordenador de las instituciones,

según el cual las estructuras del mal que dominan las relaciones entre las personas y los

pueblos, deben ser superadas y transformadas en estructuras de solidaridad, mediante la

creación o la oportuna modificación de leyes, reglas de mercado, ordenamientos.

132

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, n. 6. 133

Cfr. MELÉ, DOMÈNEC, Cristianos en la sociedad : introducción a la doctrina social de la Iglesia, p. 57. 134

Cfr. COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia. 134

Cfr. COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia.

Page 62: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

62

También es una virtud moral que impulsa la responsabilidad personal: “La

solidaridad no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o

lejanas, sino determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir,

por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de

todos”135

. La solidaridad se eleva a rango de virtud social fundamental y se coloca en la

dimensión de la justicia. El principio de solidaridad implica que los hombres cultiven la

conciencia de la deuda que tienen con la sociedad en la cual están insertos y de acuerdo con

sus capacidades y posibilidades, contribuyan al bien común de la sociedad a través de las

diversas actividades de la vida económica, política y cultural.

“Nunca como hoy ha existido una conciencia tan difundida del vínculo de

interdependencia entre los hombres y entre los pueblos, que se manifiesta a todos los

niveles. La vertiginosa multiplicación de las vías y de los medios de comunicación “en

tiempo real”, como las telecomunicaciones, los extraordinarios progresos de la informática,

el aumento de los intercambios comerciales y de las informaciones son testimonio de que

por primera vez desde el inicio de la historia de la humanidad ahora es posible, al menos

técnicamente, establecer relaciones aun entre personas lejanas o desconocidas. Junto al

fenómeno de la interdependencia y de su constante dilatación, persisten, por otra parte, en

todo el mundo, fortísimas desigualdades entre países desarrollados y países en vías de

desarrollo, alimentadas también por diversas formas de explotación, de opresión y de

corrupción, que influyen negativamente en la vida interna y externa, para así evitar las

nefastas consecuencias de una situación de injusticia de dimensiones planetarias, con

repercusiones negativas incluso en los mismos países actualmente más favorecidos” 136

.

Existen vínculos estrechos entre solidaridad y bien común, destino universal de los

bienes, igualdad entre los hombres y los pueblos y la paz en el mundo. La solidaridad tiene

una dimensión horizontal con los contemporáneos y una vertical o histórica, con las

generaciones que nos han precedido y con las venideras. La solidaridad universal es un

hecho y un beneficio para todos y también es un deber137

.

Pero esos vínculos han de ser pensados y trabajados por los hombres, sin pretender

que la mano invisible a la que se refirió Smith será la que vele por el bien de todos.

Martínez-Echeverría explica que la moral de Smith surge de una supuesta sabiduría de la

naturaleza y no de la sabiduría de Dios: sostiene que como sólo es accesible a Dios la

visión de la perfecta armonía del funcionamiento de las leyes que gobiernan el universo y la

135

JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, n. 38. 136

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, n. 193. 137

Cfr. COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, n. 109.

Page 63: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

63

sociedad, cada individuo, persiguiendo su propio interés de manera intuitiva y sin ningún

tipo de cálculo riguroso, contribuye, sin pretenderlo, al establecimiento de un orden

configurado por una especie de “mano invisible” que llevaría a un bienestar creciente.

“La presentación de la economía como un sistema natural no es algo original de

Smith, pero es indudable que lo llevó a una extensión hasta entonces desconocida. Insistió

en que se trataba de un conjunto de mecanismos que se interrelacionan, y ponen de

manifiesto cómo en la economía todo está relacionado con todo. Un proceso que sale

adelante porque la Naturaleza impulsa a los individuos a seguir sus inclinaciones más

profundas y los lleva hacia el orden, el bienestar y la libertad… Aparece así la nueva

ciencia de la economía política que deja sin sentido la intervención intencional humana o de

la fortuna, y lo pone todo en la “mano invisible” y beneficiosa de la Naturaleza”138

.

La tesis liberal de la mano invisible fue en el fondo una de las piezas importantes

que desataron la agitación de los revolucionarios que preparó el camino a los regímenes

totalitarios del Siglo XX. Después de la crisis económica de los años 30, la teoría de

Keynes ha llevado a fortalecer el Estado de Bienestar que busca crear las bases para el

desarrollo de una economía que contribuya a la justicia social a través del pleno empleo. Si

bien es cierto que en ciertos momentos la intervención del Estado en la vida económica y

social es aconsejable y necesaria, el Estado desconfiando de la iniciativa privada suele

extralimitar sus funciones. Al final, se percibe cómo el problema no es simplemente

económico o político.

Ana Marta González analiza cómo la “reflexión sobre la naturaleza de la sociedad

civil toma un cariz que ya no es puramente sociológico ni político, sino estrictamente

ético”139

, y viene a ser un punto de encuentro entre pensadores liberales, socialistas y

conservadores o comunitaristas. Concluye que los movimientos solidarios son

revolucionarios en dos sentidos. Por un lado porque expresan cómo el sistema vigente que

combina elementos de liberalismo y del Estado de Bienestar, no es suficiente para hacer

frente a las nuevas formas de pobreza y marginación, dentro y fuera de las sociedades de

Occidente; y por otro, porque se alejan de los términos jurídico-políticos de los siglos XIX

138

MARTÍNEZ ECHEVARRÍA, "Del "dios escondido" a la "mano invisible,

http://www.mamechevarria.com/uploads/1/7/6/5/17653977/doc0309.pdf, obtenido el 12 de diciembre de

2015. 139

GONZÁLEZ, ANA MARTA,"Sociedad civil y solidaridad", en V Seminario de Fundaciones y Capítulo 1 El

Voluntariado. Educación para la participación social, ed. A. Bernal Barcelona, 2002, p. 27-51.

Page 64: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

64

y XX para centrarse en un discurso ético que intenta rescatar la naturaleza social del

hombre. Por solidaridad se entiende ahora “una actitud del corazón para la cual no existe

sustituto técnico-político adecuado. Las nuevas formas de marginación no se resuelven

únicamente con decisiones políticas y medidas legislativas”140

.

Ana Marta González entiende que el “auge de los movimientos de solidaridad en

los últimos años constituye uno de los signos más claros y esperanzadores de la renovación

de la sociedad civil. Hemos pasado de ser espectadores pasivos de la pobreza a tomar

conciencia de las posibilidades reales que tenemos de intervenir en el curso de los

acontecimientos sociales”141

. Si existiera una mano invisible en el mercado, ha demostrado

ser insuficiente. Es necesario que el Estado promueva con su mano visible el orden social

justo y que siga funcionando la mano solidaria de la sociedad. Los lugares fundamentales

de la sociedad civil son la familia, las instituciones educativas y las empresas, es allí de

donde deben surgir la cultura del servicio y la solidaridad. La persona libre se mide por su

capacidad de compromiso, ser libre no significa carecer de vínculos; sólo el que tiene

ideales es quien se sabe comprometer a profundidad. Bien ejemplifica este enunciado la

famosa sugerencia de Víctor Frankl, que se llegó a concretar el 15 de abril de 2015, 18 años

después de su fallecimiento:

“Sin embargo, la libertad no es la última palabra. La libertad es una parte de la

historia y la mitad de la verdad. La libertad es la cara negativa de cualquier fenómeno

humano, cuya cara positiva es la responsabilidad. De hecho, la libertad se encuentra en

peligro de degenerar en mera arbitrariedad salvo si se ejerce en términos de responsabilidad.

Por eso yo aconsejo que la estatua de la Libertad en la costa este de los Estados Unidos se

complemente con la estatua de la Responsabilidad en la costa oeste”142

.

La Revolución Francesa vino a poner bajo la lupa la historia política e impuso una

forma de gobierno basada en los principios de “la libertad, la igualdad y la fraternidad”, que

han catapultado el individualismo radical en la sociedad contemporánea. Es necesario

intentar una sociedad en la que merezca la pena vivir. A la tríada revolucionaria “libertad,

igualdad, fraternidad” Álvaro D'Ors propuso una antagónica: “responsabilidad, justicia,

140

GONZÁLEZ, ANA MARTA,"Sociedad civil y solidaridad". 141

IBID. 142

FRANKL, VIKTOR, El hombre en busca de sentido, Barcelona, Herder, 1993, p 165.

Page 65: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

65

paternidad”143

. La responsabilidad le pone un límite apropiado a la libertad, que no puede

ser independiente y absoluta, pues es una facultad que está ordenada para responder. Toda

libertad, tanto la del que gobierna como del gobernado, tiene que tener carácter de

responsabilidad. Toda igualdad tiene carácter de justicia, buscar hacer legítimamente el

bien a cada uno. Toda fraternidad lleva implícita la paternidad: somos hermanos porque

somos hijos. La fraternidad se da entre iguales y para eso es necesario que estén unidos por

algo superior que es la amistad, la confianza. Una voluntad individual es insuficiente para

la unidad. La solidaridad viene a ser la suma de la libertad de cada uno de los que están

decididos a ayudar a los demás, se trata de una libertad potenciada, la de todos unidos que

se dirigen al bien común.

Los compromisos adquiridos exigen la renuncia de aquello que no es compatible

con lo que uno se ha comprometido.

“La humanidad comprende cada vez con mayor claridad que se halla ligada por un

destino único que exige asumir la responsabilidad en común, inspirada por un humanismo

integral y solidario. El progreso material no debe materializar al hombre, sino el hombre

humanizar la técnica y toda la realidad terrena”144

.

143

Cfr. MEDINA CEPERO, JUAN RAMÓN. La Trinomía antirevolucionaria de Alvaro D'Ors, Universitat Ramon

Llull, 2014,

http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/127104/TESIS%20DOCTORAL%20D%C2%B4ORS%20FINAL

%20TOTAL.pdf?sequence=1, obtenido el 2 de diciembre de 2015. 144

COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, n. 6.

Page 66: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

66

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

67

Capítulo 3. El bien común como fin de la Universidad: saber para servir.

“Es un acierto que la Universidad del Istmo haya elegido como lema de su

trabajo el de Saber para servir, porque nos señala ya en qué dirección desea

proyectar sus enseñanzas. Saber para servir es una fórmula breve, pero

caleidoscópica, que muestra muchas perspectivas, luces y aristas: sólo se puede

servir si se sabe, y el que no sabe servir no sabe nada, por mucho que

presuntamente sepa” 145

.

Carlos Llano

1. La universidad como bien común: “destino universal” de la

Universidad

Es de bien nacidos ser agradecidos, reza un popular refrán: nunca la sociedad podrá

agradecer lo suficiente a la Iglesia la fundación de las universidades en la Plena Edad

Media y a tantas, variadas y fructíferas instituciones que a partir de entonces se han

dedicado a la formación de profesionales, a la investigación y la mejora de la sociedad. Si

la universidad ha nacido en el seno de la Iglesia es fácil concluir que la Universidad es un

don, un regalo para la sociedad. La Iglesia tuvo siempre clara la idea de que el bien común

es la primera y última finalidad de la sociedad, de manera que todos los individuos y grupos

intermedios tienen el deber de prestar su colaboración al bien común, que abarca el

conjunto de aquellas condiciones de la vida social con las cuales los hombres, las familias y

las instituciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección146

. Por

otra parte, la persona no puede caer en el error de afirmar que el fin propio del hombre en la

tierra es exclusivamente social o que la sociedad es el fin de sí misma, y que el hombre no

puede esperar otra vida más que la que termina abajo147

.

145

LLANO, CARLOS, "Universidad y Empresa, un modelo de solidaridad", Lección Inaugural Universidad del

Istmo, Guatemala, 1998. 146

Cfr. JUAN XXIII, "Mater et magistra", "Pacem in terris", "Ecclesiam suam", "Populorum progressio". 147

Cfr. PIO XII, "Radiomensaje en el cincuentenario de la encíclica Rerum Novarum 1-VI," 1941.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

68

De otra parte, sin embargo, realidad postmoderna y globalizada ha llevado a la

sociedad civil a oscilar entre el Estado y el mercado. Las instituciones que más influyen en

ella para que se construya el bien común son la familia, las instituciones educativas y la

empresa. A esta realidad se le han dedicado estudios de gran calado. Por ejemplo el

profesor Juan Fernando Sellés dedica una libro a reflexionar sobre los tres agentes de

cambio en la sociedad civil: la familia, la universidad y la empresa148.

Carlos Llano por su

parte en su libro “Sistemas versus Personas” dedica un capítulo a estudiar la situación de la

universidad en la época postmodernista149

.

La Universidad es una institución que ha asumido el compromiso con la sociedad,

Max Weber expuso en su controvertido libro “La ética protestante y el espíritu del

capitalismo” la tesis de que no son sólo las fuerzas materiales y económicas las que

cambian el mundo, sino también las religiosas, y que estas últimas, en el caso de la

sociedad occidental industrial, tuvieron su influjo concreto en dicho sentido.150

Pues bien,

la Universidad es una fuerza que ha cambiado el mundo. La Universidad, sea estatal o

privada, participa de la responsabilidad de compartir los bienes de los que dispone. Cuando

desarrolla sus actividades propias ha de pensar en los beneficiados con ellas, tanto de las

actuales como de las generaciones futuras. Los bienes materiales (muebles e inmuebles),

los intelectuales (conocimientos, tecnologías, propiedad industrial) y los espirituales que se

generan en la universidad han de estar disponibles para que todos se beneficien de ellos. El

saber generado en la Universidad constituye la herencia común de la tradición universitaria

para que pueda gozarse en el presente y se construya sobre ella el futuro.

La universidad no ha de cerrar sus puertas a nadie: todo el que tenga las condiciones

debería poder entrar sin ningún tipo de discriminación. Por ello es conveniente que en las

universidades privadas haya un buen fondo de becas destinadas a aquellos que no cuentan

con la capacidad económica para poder acceder a ella, pero si con la riqueza intelectual y

moral para poder desplegarla.

148

Cfr. SELLÉS, JUAN FERNANDO, Los tres agentes de cambio en la sociedad civil: la familia, la universidad y

la empresa, Madrid, Ediciones internacionales universitarias, S.A., 2013. 149

Cfr. LLANO, CARLOS, Sistemas vrs. Personas. La nueva cultura de la organización, Mc. Graw-Hill, p. 89-

89-111. 150

Cfr. WEBER, MAX, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Barcelona, Península, 1999.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

69

2.La Universidad como Patrimonio de la humanidad

Por Patrimonio Común de la humanidad se entiende todo aquel cúmulo de

patrimonio físico, intelectual y cultural que existe. Seguramente, para conservar ese legado

adquirido por la humanidad a lo largo de los siglos la Unesco ha conferido ese título a

lugares físicos y también a patrimonio inmaterial. Se incluye un importante listado de

sitios específicos del planeta, desde una cueva, hasta una montaña, desde un bosque hasta

un desierto, desde un complejo arquitectónico, hasta una ciudad. “El objetivo del programa

es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional

para la herencia común de la humanidad. Bajo ciertas condiciones, los sitios mencionados

pueden obtener financiación para su conservación del Fondo para la conservación del

Patrimonio de la Humanidad. Al año 2015, el catálogo consta de un total de 1031

Patrimonios de la Humanidad, de los cuales 802 son culturales, 197 naturales y 32 mixtos,

distribuidos en 163 países151

. Por otro lado la Unesco define el patrimonio oral e inmaterial

como "el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad cultural

expresada por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las

expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su identidad cultural y

social”152

. En el amplio listado se encuentra aspectos tan variados como la lengua y la

literatura; la música y la danza, los juegos y los deportes; tradiciones culinarias, los rituales

y mitologías.

Aunque no aparecen en ese listado el “Gaudemus Iigitur”, las vestes académicas

universitarias, el protocolo de investidura de doctores, y otras muchísimas tradiciones que

giran en torno a la vida universitaria, es indudable que la vida de un país, que se entreteje

de la vida de las familias, no es ajena a las graduaciones, a las celebraciones de

aniversarios de las fundaciones de las universidades y otros muchos símbolos que dan

unidad a la vida universitaria y a las sociedades: desde las distinciones académicas, pasando

por la bandera, el escudo, el himno y llegando a la mascota que viene a ser un símbolo de

unidad en los torneos universitarios, por citar unos pocos ejemplos.

151

UNESCO, Convention concerning the protection of the world cultural and natural heritage, 2015,

http://whc.unesco.org/archive/2015/whc15-39com-19-en.pdf, obtenida el 2 de diciembre de 2015. 152

UNESCO, Issues first ever proclamation of masterpieces of the oral and intangible heritage, 2001,

obtenida el 6 de noviembre de 2015

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

70

La propiedad privada no es absoluta y por eso debe ser compartida. No es pequeña

la gran polémica que se ha generado en torno a los derechos de autor y sobre todo el

tiempo de las patentes médicas. En algunos países las personas sufren e incluso

mueren por no tener acceso a medicina y tratamientos que ya han sido inventados en

países desarrollados que no ponen a disposición sus avances científicos o lo hacen con

altos precios y limitantes. Los nuevos conocimientos técnicos y científicos han de

ponerse también al servicio de las necesidades de toda persona humana, para que pueda

aumentarse gradualmente el patrimonio común de la humanidad. La plena actuación del

principio del destino universal de los bienes requiere acciones e iniciativas programadas por

parte de todos los países: “Hay que romper las barreras y los monopolios que dejan a tantos

pueblos al margen del desarrollo, y asegurar a todos —individuos y Naciones— las

condiciones básicas que permitan participar en dicho desarrollo”153

.

La Universidad es un producto de la sociedad y ha de estar en función de ella: se

desvirtuaría si se encerrara en ella misma y no se abriera al servicio de la sociedad. Existe

una cercana comunicación entre enseñanza, investigación y servicio a la sociedad.

Alejandro Llano lo refleja muy bien en una breve frase de su libro “Repensar la Sociedad

cuando dice que: “(…) si no estuviera al servicio de la sociedad y decididamente abierta a

ella, la Universidad perdería su interno sentido”154

. En palabras de San Josemaría Escrivá:

“No hay Universidad propiamente dicha en las escuelas donde, a la transmisión de

los saberes no se una la formación enteriza de las personalidades jóvenes. No hay

universidad si no hay forja de personas, promoción de hombres capaces de asumir su

vocación y cuanto de ella dimana”155

.

3. El telos de la universidad: servir

Para el pensamiento aristotélico todo tiene una finalidad, su pensamiento es siempre

teleológico. La “polis” tiene como fin primordial promover la virtud y la felicidad de sus

153

IGLESIA CATÓLICA. PAPA (1978-2005: JUAN PABLO II) Y JUAN VERDOY, Carta encíclica "Centesimus

Annus", n.35. 154

LLANO, Repensar la Universidad , 2003, p. 17, 61. 155

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, "Discurso en Ceremonia de Investidura del Grado de Doctor Honoris

Causa" (Universiad de Navarra, Pamplona, 28 de noviembre de 1966.

Page 71: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

71

miembros. Pues bien, la universidad también tiene un fin que es un compromiso: servir a la

verdad. Si se olvida de él –como es hoy el caso frecuentemente- ya no es una Universidad:

si se le añaden otros fines armónicamente integrados, la Universidad se enriquece. Puede

formar profesionales, difundir cultura, investigar., Lo más propio del hombre, lo que los

distingue de los demás seres es la actividad racional, pero la universidad y cada persona que

allí convive, no puede limitar sus inquietudes a un horizonte abstractamente académico.

San Josemaría afirma que:

«La Universidad no vive de espaldas a ninguna incertidumbre, a ninguna inquietud,

a ninguna necesidad de los hombres. No es misión suya ofrecer soluciones inmediatas.

Pero, al estudiar con profundidad científica los problemas, remueve también los corazones,

espolea la pasividad, despierta fuerzas que dormitan, y forma ciudadanos dispuestos a

construir una sociedad más justa. Contribuye así con su labor universal a quitar barreras que

dificultan el entendimiento mutuo de los hombres, a aligerar el miedo ante un futuro

incierto, a promover —con el amor a la verdad, a la justicia y a la libertad— la paz

verdadera y la concordia de los espíritus y de las naciones156

».

La sociedad no sería lo mismo sin las universidades; para mejorar necesita de ellas

pues ellas son un bien común para la humanidad. “La sociedad es como una telaraña, y

cualquier vibración de ella se transmite, para bien o para mal, a todo el conjunto. Somos

hilos de esta telaraña, pero también somos tejedores de la misma”157

. La universidad es una

institución que ha sabido hacer vibrar a la sociedad a lo largo de sus nueve siglos de

historia, durante los cuales ha ejercido un “menester social” fundamental: “es el más claro

instrumento de renovación social y perfección de la vida en sociedad desde la perspectiva

de los valores humanos y naturales”158

. Antonio Millán Puelles destaca la importancia de la

Universidad para el bien común:

“Si alguien seriamente se pregunta cómo puede servir al interés general de modo

que éste quede perfilado en un objetivo bien concreto, se le podría responder, sin duda

alguna, que existe una institución donde el interés general se hace patente en una forma

inequívoca y en esencial relación con los valores de la iniciativa privada. Esta institución es

la Universidad. (…) La Universidad es, por lo pronto, el más claro instrumento de

156

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, "La Universidad ante cualquier neesidad de los hombres", San

Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, 1972, p. 98. 157

DÁVILA, ALVARO, "Organización basada en la Responsabilidad Social." Gestión Internacional 2011, p.

23-25, cic.corhuila.edu.co/sitio/index.php/.../revista-gestion-internacional?, obtenida el 15 de diciembre de

2015. 158

MILLÁN PUELLES, Universidad y sociedad, 1976, p. 34.

Page 72: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

72

renovación y perfección de la vida social desde el punto de vista de los valores humanos

naturales. No hay en este sentido, un factor de progreso más eficaz que la Universidad y

cuyas consecuencias sean tan amplias en sus diversas repercusiones e inflexiones para el

hombre de nuestros días”159

.

Benedicto XVI en su encíclica Caritas in Veritate expone las oportunidades que la

sociedad presenta y que vienen muy bien para la reflexión que ahora se desarrolla:

“Los aspectos de la crisis y sus soluciones, así como la posibilidad de un futuro

nuevo desarrollo, están cada vez más interrelacionados, se implican recíprocamente,

requieren nuevos esfuerzos de comprensión unitaria y una nueva síntesis humanista. Nos

preocupa justamente la complejidad y gravedad de la situación económica actual, pero

hemos de asumir con realismo, confianza y esperanza las nuevas responsabilidades que nos

reclama la situación de un mundo que necesita una profunda renovación cultural y el

redescubrimiento de valores de fondo sobre los cuales construir un futuro mejor. La crisis

nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de

compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este

modo, la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo.

Conviene afrontar las dificultades del presente en esta clave, de manera confiada más que

resignada”160

.

Esa renovación cultural ha de partir en gran medida del seno de las universidades,

que han de formar a sus estudiantes, futuros dirigentes de los países y empresas para que el

principio de gratuidad y la lógica del don sean cada vez más extendidas en la sociedad161

.

Entender qué es el hombre, qué es la sociedad y cómo actúa el hombre en sociedad es una

tarea propia de la Universidad. Si bien es cierto que la sociedad está deseosa de médicos

que sepan de cirugía, de ingenieros que construyan buenos puentes, de arquitectos que

encuentren soluciones a las complejas problemáticas urbanísticas, el sólo saber practicar

esa profesión no es la misión de la universidad, en todo caso lo sería de una escuela técnica.

García Garrido lo expone afirmando que “baste añadir que esa formación intelectual que se

considera como objetivo primero de la actividad universitaria es, en efecto, prioritariamente

intelectual, y sólo en segundo plano profesional. Si por el contrario aborda lo profesional en

159

MILLÁN PUELLES, Universidad y sociedad, p. 35. 160

BENEDICTO XVI, Caritas in veritate: carta encíclica, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2009, n.

21. 159

BENEDICTO XVI, Caritas in veritate: n. 36.

Page 73: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

73

primer plano, se desnaturaliza”162

, y Millán Puelles lo concreta diciendo que de “la

universidad salen, no solo la tecnología para la vida material, sino también los futuros

dirigentes de la sociedad”. La universidad tiene un sitio privilegiado en una comunidad

política, puesto que “es un órgano imprescindible de conservación de los valores

permanentes del espíritu”163

.

Como se ha apuntado la institución universitaria nació en el seno de la Iglesia

Católica y desde su génesis ha creado una tradición de irradiación del conocimiento para el

bien común de la humanidad. La universidad de Bolonia y la de París, así como Salamanca

y todas las iniciales, contaban entre sus estudiantes a un buen grupo de becados y las

facultades con las que iniciaron, eran las básicas para resolver los problemas que la

sociedad le presentaba: el fortalecer la fe de todos, curar las enfermedades y desenredar

entuertos que surgían en la sociedad. La Universidad nunca ha estado cerrada en sí misma.

Como la Iglesia está llamada a permanecer en continua comunicación con la sociedad a la

que busca servir a través de los profesionales que prepara y del estudio de soluciones a los

problemas que la sociedad presenta. Como institución tiene un compromiso con la

sociedad, una hipoteca social como enseña la Doctrina Social de la Iglesia cuando se refiere

al principio del destino universal de los bienes. La propiedad de los nuevos bienes, fruto

del conocimiento, de la técnica y del saber, resulta cada vez más decisiva, porque en ella

«mucho más que en los recursos naturales, se funda la riqueza de las Naciones

industrializadas164

”.

Ricardo Gaete explica cómo el concepto de responsabilidad social se ha

desarrollado vinculando a las empresas y a la relación entre la sociedad y los negocios,

como una manera de lograr que las organizaciones empresariales se planteen nuevas

responsabilidades, más allá de las cuestiones estrictamente relacionadas con la

maximización de las utilidades o beneficios para los dueños o accionistas de las mismas165

.

El movimiento de la Responsabilidad Social también ha llegado a la universidad,

162

GARCÍA GARRIDO, JOSÉ LUIS, "Futuro de la Universidad o Universidad del futuro," 2009,

http://institucional.us.es/fuentes/gestor/apartados_revista/pdf/firma/spmnmbbi.pdf, obtenido el 30 de octubre

de 2015. 163

MILLÁN PUELLES, Universidad y sociedad, p. 36. 164

JUAN PABLO II, "Centesimus Annus"Juan Pablo II. Centesimus annus, n. 25. 165

Cfr. GAETE QUEZADA, RICARDO. "Responsabilidad social universitaria." Universidad de Valladolid, 2015,

https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/923/1/TESIS148-120417.pdf, obtenido el 30 de noviembre de 2015.

Page 74: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

74

recordando hasta qué punto cumple su misión, porque la Responsabilidad Social es un

aspecto propio de la Universidad que está orientada a servir a la sociedad desde la ciencia, la

investigación y el conocimiento; de ahí se deduce que la Responsabilidad Social

Universitaria es inherente a la naturaleza y misión de la universidad166

.

La dignidad inalienable de todo ser humano lo hace acreedor a los bienes terrenos

necesarios para su desarrollo, y la natural sociabilidad humana muestra que nadie es ajeno

al bien de los demás. Se ha de promover y respetar el derecho a la propiedad privada y su

hipoteca social, promoviendo el acceso de todas las personas a la propiedad, de modo que

cada persona y familia posea algunos bienes como propios.

El que tiene la oportunidad de poseer bienes ha de ponerlos al servicio de los demás.

Si se tiene esa propiedad, consecuencia lógica de la ley natural, es para favorecer la calidad

de vida de las personas que trabajan en la empresa, para promover la paz, para mejorar las

relaciones personales y familiares. Desde que la Doctrina Social de la Iglesia utilizó el

término “hipoteca social” para explicar a los empresarios y dueños de propiedad privada

que tenían una responsabilidad social por el bien que tenían en propiedad, se despertó una

inquietud entre los liberales e individualistas, mientras que suscitó mejor acogida por parte

del socialismo y marxismo. Este extremo fue más fuerte en América Latina en donde la mal

llamada Teología de la Liberación se adueñó del término y del concepto de opción

preferencial por los pobres para llamar a la guerra de guerrillas que ensangrentó a tantos

países.

La la propiedad privada es derivada de la libertad humana, pero ha de estar

orientada al bien común, pues los bienes “aseguran a cada cual una zona absolutamente

necesaria para la autonomía personal y familiar y deben ser considerados como ampliación

de la libertad humana (...) al estimular el ejercicio de la tarea y de la responsabilidad,

constituyen una de las condiciones de las libertades civiles”167

.

Y así, aunque nunca se ha puesto en duda que la propiedad privada es un elemento

esencial para la elaboración de políticas económicas auténticamente sociales y

166

Cfr. PAÍS, RED UNIVERSIDAD CONSTRUYE, Responsabilidad Social Universitaria en Chile, 2015.

http://www.rsuchile.cl/, obtenida el 10 de noviembre de 2015. RSRChile es una Red Universidad Construye

País es una agrupación de Universidades cuyo objetivo principal es el fortalecer el concepto y la práctica de la

Responsabilidad Social Universitaria. 167

CONCILIO VATICANO II, "Gaudium et spes, n.71.

Page 75: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

75

democráticas que brindan la garantía para un recto orden social168

, han de estar a la

disposición de todos porque la propiedad privada no es absoluta y debe ser compartida169

.

“La actual fase histórica, poniendo a disposición de la sociedad bienes nuevos, del

todo desconocidos hasta tiempos recientes, impone una relectura del principio del destino

universal de los bienes de la tierra, haciéndose necesaria una extensión que comprenda

también los frutos del reciente progreso económico y tecnológico. La propiedad de los

nuevos bienes, fruto del conocimiento, de la técnica y del saber, resulta cada vez más

decisiva, porque en ella «mucho más que en los recursos naturales, se funda la riqueza de

las Naciones industrializadas”170

.

El reto de la Universidad de ahora, sigue siendo el mismo que asumieron los

primeros profesores universitarios en el siglo XIII. Los jóvenes universitarios están

llamados a configurar el futuro de la sociedad. Se trata de una generación nacida y crecida

en un entorno muy diferente al de la mayoría de sus profesores que conlleva un esfuerzo

para entender su cosmovisión. La universidad sigue estando llamada a configurar la

civilización y a orientar los valores, normas, costumbres.

En España la tasa neta de escolarización universitaria entre 18 y 24 años continúa

con su tendencia creciente y se sitúa en el 28,6% (en el curso 2008-09 era del 23,8%). Estos

resultados son la consecuencia del incremento del número de estudiantes universitarios, en

los últimos años, en ese tramo de edad y, a su vez, la reducción de la población entre 18 y

24 años171

.

Por el contrario, las cifras presentadas en el informe de la UNESCO en el que

presenta la Situación Educativa de América Latina y el Caribe para el 2015, muestran que

en América Latina aún queda mucho por avanzar en esta materia, por cuanto sólo uno de

cada 10 jóvenes de 25 a 29 años de edad había completado cinco años de educación

superior en 2010. En este ciclo, nuevamente las diferencias entre los países de la región son

muy marcadas, tanto en el nivel actual (desde Argentina con 23% de jóvenes con terciaria

168

Cfr. COMISIÓN PONTIFICIA JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, p.130. 169

Cfr. LEÓN XIII, Rerum novarum: carta encíclica, p.102. 170

JUAN PABLO II, Centesimus Annus, n. 25. 171

Cfr. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE, datos básicos del sistema universitario español,

2013, http://www.mecd.gob.es/prensa-mecd/dms/mecd/prensa-mecd/actualidad/2014/02/20140213-datos-

univer/datos-cifras-13-14.pdf, obtenida el 7 de noviembre de 2015.

Page 76: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

76

completa hasta República Dominicana, con 3%)172

. En México, en lo que respecta al egreso

a nivel licenciatura, los informes de septiembre de 2014 señalan que pese a un aumento del

6 por ciento, menos de tres de cada 10 jóvenes de 25 a 34 años concluirá su formación

universitaria, frente a una media de las naciones miembros de la OCDE de 39 por ciento173

.

En un país como Guatemala, ser universitario es un privilegio del que goza menos del 2%

de la población.

Es notorio el aporte de la Universidad a la civilización. Últimamente ante la brecha

cada vez más grande en la sociedad actual dada la riqueza mal distribuida y ante el deterioro del

planeta muchas empresas han asumido el compromiso o hipoteca que tienen contraída con la

sociedad. Esa corriente ha llegado a las universidades y algunas han desarrollado un plan

estratégico institucional que tiene como un eje importante la responsabilidad social

universitaria, otras han creado departamentos y significativos fondos para este propósito.

No se debe suponer que la Universidad, por su razón de ser, ya es de hecho

responsable socialmente y menos aún pensar que la acción social o la extensión

universitaria, ellas solas, pueden asumirse como las abanderadas de la responsabilidad social

y ambiental de la institución. Y aun menos si se toma en cuenta los términos que se usan

formalmente en la actualidad, donde organizaciones como la ISO –International

Standarization Organization-, ya dispone de la Normas, como la Norma Internacional

26000, donde se establecen directrices para guiar a todo tipo de organizaciones a operar de

manera socialmente responsable (ISO, 2010), que imponen sin embargo cargas poco

orientadas a los fines formativos de la universidad, especialmente si se tiene una visión

cristiana en su ideario.

La responsabilidad social no es solamente una moda, y es importante aprovecharla

como una oportunidad para la innovación académica e institucional, una oportunidad para

fomentar la congruencia entre el pensar y el hacer, que favorezca la adecuación de la oferta y

172

UNESCO, Situación Educativa de América Latina y el Caribe, 2015.

http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/situacion-educativa-mexico-

2013.pdf, obtenida el 30 de noviembre de 2015,

http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/situacion-educativa-mexico-

2013.pdf, obtenida el 7 de septiembre de 2015. 173

Cfr. POY SOLANO, LAURA, "Permanece México en últimos lugares de la OCDE." Sociedad y Justicia, 7 de

septiembre de 2014, http://www.jornada.unam.mx/2014/09/07/sociedad/032n2soc, obtenida el 12 de

noviembre de 2015.

Page 77: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

77

pertinencia académica hacia la sociedad y desde un enfoque complementario que

contribuya a una visión más integral y actualizada. 174

4. El ethos de la universidad: su identidad

Con la experiencia de directivo y profesor universitario, Alejandro Llano ha

expuesto que:

“Más difícil que inaugurar una institución y lograr que alcance su normal

funcionamiento es conseguir que mantenga su altura y vitalidad a lo largo de muchos años.

Porque parece inevitable la tendencia al cansancio y al decaimiento de casi todos los

empeños humanos. El inicio de los proyectos comunes va acompañado por la ilusión de los

ideales recién estrenados. Y ese mismo impulso inaugural puede empujar a que ganen su

sazón e incluso un estado de plenitud. Pero casi siempre llega un momento histórico en que

todas las posibilidades interesantes se manifiestan como ensayadas y la única perspectiva

posible es la repetición y la rutina, la resistencia ante un implacable desmoronamiento que

veladamente acecha”175

.

El reto es conseguir mantener la fidelidad a los principios fundacionales a lo largo

del tiempo. La tradición proyectada a través del tiempo es signo de que la identidad ha

echado raíces. Hannah Arendt en las reflexiones vertidas en su ensayo “Entre el pasado y

el futuro” explica que en Roma lo que prevalecía para pertenecer al Senado no era la

sabiduría sino la mayor proximidad al origen de la fundación de Roma, para que la

tradición de gobierno original no se perdiera, lo que garantiza la fidelidad al principio

fundacional en esta época señalada por los cambios176

.

Los estudiantes van fraguando una identidad en su “alma mater”, un conjunto de

rasgos propios. Pero el ideario por sí sólo no garantiza la identidad de la universidad. Este

174

Cfr. ESKENASY, ANA MARÍA, Alianzas Estratégicas, responsabilidad social empresarial y su imparcto en

los sectores más pobres de Guatemala, Madrid, Universidad Pontificia de Salamanca, 2010; y CABALLERO

FERNÁNDEZ, G., La importancia de los takeholders de la organización: Un análisis empírico aplicado a la

empleabilidad del alumnado de la universidad española. Investigaciones Europeas de Dirección y Economía

de la Empresa, España, 2007, Vol. 13, N° 2, p. 13 – 32. 175176

Cf. ARENDT, HANNAH, Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios de reflexión política,

Barcelona, 2003, p. 193-215. 175176

Cf. ARENDT, HANNAH, Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios de reflexión política,

Barcelona, 2003, p. 193-215. 176

Cf. ARENDT, HANNAH, Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios de reflexión política, Barcelona,

2003, p. 193-215.

Page 78: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

78

debe ser interiorizado desde los directivos hasta la última persona contratada. Ha de

traducirse a la estructura organizativa y en las políticas y prácticas culturales.

La cultura se caracteriza por “estar haciéndose siempre”, es decir, no es algo que se

consigue y se posee en forma estática, sino que es necesario vivirla para perfeccionarla. Se

puede aplicar la misma idea para el bien común, nunca se puede considerar perfectamente

alcanzado, porque se requiere hacerlo vida cada día para que una vez arraigado en la cultura

se ejercite en los detalles más menudos. Las ideas contenidas en el ideario necesitan ser

cultivadas, solo cabe una actitud permanentemente abierta y perfectible, que ha de estar

haciéndose siempre. La identidad de la universidad con el bien común se conforma todos

los días con la manera de trabajar, de enfocar los problemas, de estar con los demás. Debe

existir un esfuerzo para que se traduzca en convicciones que hagan vida el compromiso de

servicio de la universidad con la verdad.

Hacer vida la cultura institucional no es algo sencillo para la sociedad posmoderna

que no valora lo consistente, que suele quedarse en lo superficial y gozar el momento.

Bauman ha propuesto como figura prototipo de la identidad moderna la del peregrino que

gusta de la reflexión y la coherencia; y como figura de la sociedad postmoderna la del

turista177

.

Charles Taylor considera razonable que las personas se identifiquen por sus

relaciones de grupo: “si la identidad constituye un horizonte moral que me permite situarme

en el registro de lo importante, es de prever que las personas vayan a definirse en parte por

lealtades morales y universales (soy católico, comunista, liberal, y así sucesivamente)”178

.

También piensa que la historia de los grupos ayuda a la cohesión, pero que las identidades

son complejas: “La mayoría de nuestros contemporáneos tienen identidades complejas

constituidas en parte por estas lealtades universales y en parte por formas de pertenencia

histórica. Tanto más normal resulta que estas últimas desempeñen un papel importante en

la identidad que se define en intercambio con los otros significativos, que son a menudo

nuestros congéneres en el grupo en cuestión”179

.

177

Cf. BAUMAN, ZIGMUT, De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad, Buenos Aires,

2003, p. 40- 68. 178

TAYLOR, CHARLES, "Conferencia impartiada en el Centro Cultural Internacional de Cerisy " presentado en

Identidad y reconocimiento, La Salle, Francia, 1995, p. 15. 179

TAYLOR, CHARLES, "Conferencia impartiada en el Centro Cultural Internacional de Cerisy ", p. 15.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

79

La identidad se identifica con el “ethos” entendido como el conjunto de rasgos y

modos de comportamiento que conforman el carácter o la identidad de una persona o una

comunidad180

. Los griegos utilizaban dos vocablos muy parecidos: ethos y êthos,; por el

primero entendían costumbre y por el segundo la predisposición para hacer el bien, lo que

se traduce como ética. Los romanos no pudieron diferenciarlos lingüísticamente y los

tradujeron como uno sólo moralis. Por eso en castellano, cuando se trata ahora de

diferenciar la ética de la moral, se fuerza el lenguaje.

Juan Manuel Mora expone que “los portavoces y voceros de la institución son el

conjunto de personas que la integran, quienes imprimen un estilo, y convierten la identidad

en cultura vivida”181

. La identidad de una institución se formula de manera explícita, se

manifiesta en la cultura corporativa, se expresa en su discurso público y se proyecta hacia el

exterior, para reflejarse, finalmente en la imagen percibida182

. El ideario debe meditarse,

acogerse, vivirse en toda la universidad y para esto es necesario comunicarlo de modo

informativo, reflexivo y formativo para promover coherentemente el bien común.

Como la identidad de la universidad tiene carácter público ha de ser transmitido

oportunamente. En todas las dimensiones, internas y externas, la labor de comunicar la

función del bien de la sociedad propia de la universidad ha de plantearse de modo orgánico,

coherente, bien pensando. No puede dejarse a la improvisación183

.

La comunicación interna es la primera fase de la comunicación: profesores,

alumnos, graduados, benefactores, familias, colaboradores de la universidad, proveedores,

tienen derecho a ser informados sobre el ideario y sobre las actividades y proyecciones de

la universidad. Es necesario informar adecuadamente a los stakeholders o grupos de interés

a quienes de alguna manera afectan las decisiones o actividades que realizan que a la vez

repercuten en la gestión de la universidad.

La universidad con su discurso puede mover a actuar con miras al bien común a los

distintos públicos a los que llega su mensaje: las empresas e instituciones en las que los

estudiantes realizan prácticas profesionales o las instituciones donde los estudiantes

180

Cfr. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Dicionario de la lengua española, 2015,

http://dle.rae.es/?w=ethos&o=h, obtenido el 6 de noviembre de 2015. 181

Cfr. MORA, JUAN MANUEL, "Universidades de inspiración cristiana: identidad, cultura, comunicación,"

Romana, Boletín de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, 2012. 182

Cfr. MORA, J.M. , Diez ensayos sobre Comunicación Institucional, Pamplona, EUNSA, 2009. 183

MORA, Diez, ensayos sobre Comunicación Institucional.

Page 80: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

80

desarrollan proyectos solidarios que vienen a colaborar directísimamente en su formación

profesional; empresas y otras instituciones educativas con las que se tienen acuerdos

internacionales; los graduados, a quienes interesa seguir fortaleciendo en los valores

contenidos en el ideario y que probablemente pasen a formar parte del cuerpo docente; a los

amigos y benefactores que ayudan económicamente al sostenimiento de la construcción de

nuevas sedes, dotación de laboratorios, proyectos de investigación, a las becas de

estudiantes y de profesores; a los proveedores, especialmente los que prestan servicios que

implican relación directa con otros miembros de la comunidad académica, como los

empleados de empresas subcontratadas para la limpieza, la seguridad, servicios de

alimentos, personas que llegan a tener relación frecuente e importante influencia con los

miembros de la comunidad.

Por otro lado, se encuentran los públicos externos que son de especial interés, los

potenciales estudiantes y sus familias que tienen un papel determinante en la elección de la

universidad en la que estudiarán sus hijos, los posibles donantes, universidades e

instituciones educativas y culturales, nacionales e internacionales, autoridades públicas, en

especial las municipales con quienes se tiene mayor relación, los medios de comunicación,

creadores de opinión y la sociedad en general.

Las universidades tienen en común muchas cosas: la ciencia, la técnica, el software,

pero hay un diferenciador potente en las universidades con cultura cristiana, que procura

dar “ciencia con conciencia”, añadir a la ciencia, su razón de ser en la búsqueda de la

verdad, pero que solo será verdad si responde a la dignidad de la naturaleza de las cosas,

del hombre y del mundo creado y eso supone el estudio de las humanidades.

5. La Universidad y la sociedad civil

El conjunto de universidades de un país ayudan a configurar el complejo entramado

de la sociedad, esa agrupación natural o pactada de personas que forman una comunidad

que mediante la mutua cooperación, busca alcanzar todos o algunos de los fines de la vida.

La índole naturalmente social del ser humano se refleja en la familia y en la sociedad civil,

en la que se integran la pluralidad de las familias y se satisface la tendencia humana a la

Page 81: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

81

convivencia. Millán Puelles explica que la perspectiva social del hombre traspasa las

fronteras de la familia. La sociedad civil además de tener un ámbito más extenso, está

dotada de una plenitud social que le es imposible a la familia184

. En la sociedad civil

intervienen un sin número de instituciones estatales y privadas, nacionales y

transnacionales, que dotan a las personas de las condiciones para su bienestar espiritual y

material. Rafael Alvira apunta que “es sabido que hay una amplia discusión científica

acerca del significado exacto del concepto de sociedad civil, de su origen histórico y de su

vigencia actual. No hay duda, se tome la posición que se quiera en la señalada discusión, de

que la noción de sociedad civil ha vuelto a primer plano, y de que se asienta cada vez

más”185

. Se puede añadir que tampoco cabe duda de que, tanto en lo que históricamente es

la modernidad como en nuestra situación actual, la universidad es una institución clave en

la sociedad. Además de preparar a los profesionales, hacer investigación e influir en la

cultura, genera un número nada despreciable de empleos en una ciudad, ya sea

directamente o a través de los servicios que le son provistos de manera que le da un

impulso a la economía. Las universidades estatales suelen tener una dotación importante

del presupuesto general de la Nación. En Guatemala por ejemplo es el cinco por ciento por

decreto constitucional. Cuando una universidad construye un campus, se mejora la

plusvalía de los alrededores, da trabajo a un buen grupo de constructores y empresas que

dotan de los servicios necesarios para la construcción: arquitectos, ingenieros, electricistas,

proveedores de servicios, de seguridad, etc. Por otro lado las relaciones internacionales

generan mayores servicios de transporte, hospedaje, turismo y consumo en general. Muchas

ciudades se han ido configurando alrededor de las universidades y son ellas quienes les han

dotado de identidad y las mayores empleadoras en algunos casos. En un discurso de San

Josemaría en 1960 en la capital de Navarra comentaba que:

“…El mayor enemigo de Dios es la Ignorancia… Por eso quiero que los míos den

la batalla de la doctrina…De este modo, prestamos un servicio a la Iglesia, a la Patria y un

servicio también, muy grande, a esta ciudad. No quepa duda: hoy, Pamplona, es más

conocida en el mundo por su Estudio General que por los “sanfermines”, con ser estos muy

184

Cfr. MILLÁN PUELLES, ANTONIO, " Sociedad Civil", Léxico Filosófico, Madrid, Ediciones Rialp, S.A.,

2002, p. 531. 185

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La empresa en la sociedad." Empresa y Sociedad Civil 2004,

http://www.iberdrola.es/fundiber/9_10_03_rafael_alvira.htm#Cabeza%20Pagina, obtenido el 21 de diciembre

de 2015.

Page 82: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

82

célebres. Son muchos ya los estudiantes de los más variados países que se han formado

aquí, y seguirán viniendo cada vez más; y, al volver a sus tierras, se dejan entre los muros

de piedras … un jirón de su alma, que les sigue llamando dondequiera que estén”186

.

En este mundo que le da tanta importancia a los rankings, existe ahora uno

dedicado a medir cuáles son las ciudades universitarias mejores del mundo, conocido como

Times Higher Education World Education.187

La evaluación no gira sólo en función de

criterios académicos y profesionales, porque el estudiante se forma no sólo con los

profesores y los libros sino también gracias a la cultura y las relaciones que hará propias en

esa universidad. Londres encabeza el listado con 9 universidades muy bien renqueadas que

reúne a 100.000 estudiantes extranjeros (el 25%) de la población universitaria total188

.

Rafael Alvira explica que en toda sociedad se da una articulación de tres elementos

que van relacionándose y que configuran una sociedad: los trascendentales, las categorías y

las instituciones sociales. Cada uno de los elementos se da lógicamente en la universidad

que según su origen, ideario, antigüedad, población, tamaño, país y región va configurando

la cultura propia e impactando en la de la región en la que se sitúa geográficamente. La

Universidad ha de formar a sus estudiantes en cada uno de esos elementos y así los

egresados podrán tomar conciencia de cómo la sociedad está organizada y cómo pueden

influir en su entorno a corto, mediano y largo plazo189

.

Leibniz no tenía razón al declarar que éste es el mejor de los mundos posibles,

porque en un mundo perfecto el hombre no tendría razón de ser. El hombre con su trabajo

es capaz de perfeccionar el mundo, es capaz de superarse y esa esperanzada apertura ayuda

a configurar un mundo mejor. El pasado condiciona, pero la visión de futuro es un motor

poderoso que impulsa al desarrollo, dado que la persona es un ser de proyectos, y no le es

propio estar definitivamente satisfecho con el modo de ser de las realidades culturales y

186

REQUENA, FEDERICO Y JAVIER SESÉ, Apuntes para la historia del Opus Dei Madrid, Editorial Ariel, 2002,

2ª Ed. pp.104-105. 187

Cfr. EDUCATION, TIMES HIGHER, World University Rankings 2013-14, 2015.

https://www.timeshighereducation.com/world-university-rankings/2014/world-ranking#!/page/0/length/25,

obtenida el 21 de diciembre de 2015. 188

Cfr. SL, SCHOOL MARKET, Las mejores ciudades universitarias del mundo, 2015.

http://www.schoolmarket.es/blog/las-mejores-ciudades-universitarias-del-mundo/, obtenida el 21 de

diciembre de 2015. 189

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Educación Política." Educación y ciudadanía en una sociedad democrática, Eds.

Rafael Alvira, Concepción Naval et al, Editorial Encuentro, Madrid, 2006, p. 81-89.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

83

sociales. Juan Pablo II invita “a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el

presente y a abrirnos con confianza al futuro”190

.

a. Las Instituciones Sociales y la Universidad.

Rafael Alvira en un artículo titulado “Fundamentos del Gobierno en la política, la

economía y los medios de comunicación” explica que las instituciones se caracterizan por

ser particularmente estables, permanentes y significativas. Como toda institución social, la

universidad es una cristalización de la vida social. Las instituciones encierran en sí la

inmensa riqueza de lo social. Si uno no nace o crece en instituciones no puede relacionarse,

cultivarse. Cada institución es un cultivo de un aspecto de la vida natural. Para calibrar el

nivel, la temperatura de una sociedad, hay que evaluar el nivel de desarrollo de sus

instituciones. Las instituciones cumplen en la sociedad el mismo papel que cumplen las

virtudes en lo personal. Las instituciones son virtudes sociales: nos dan fortaleza para

hacer bien las cosas. Apunta que “las Instituciones juegan en la sociedad el mismo papel

que en el individuo las virtudes. Ellas potencian la actividad, abren a la sociedad hacia

nuevas posesiones. Dan firmeza, estabilidad y perfección al obrar social, igual que la

virtud da firmeza, estabiliza y perfecciona el obrar individual”191

.

“Las Instituciones -y la Universidad es una institución- son cristalizaciones sociales

y a la vez nudos de la red social. En cuanto cristalizaciones encierran en sí todo lo que es la

sociedad: poseen una historia, una forma de civilidad, una educación, una cultura. Son, en

cierto sentido, la sociedad completa en pequeño, lo que los antiguos solían denominar un

microcosmos. Por otra parte, en cuanto nudos de la red social son piezas imprescindibles

para la articulación de ella. Las instituciones juegan el mismo papel en la sociedad que las

virtudes en la persona individual (…) Y eso es lo que hacen las instituciones en la

sociedad”192

.

190

JUAN PABLO II, Novo Millennio Ineunte, 2001, n.1. 191

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Fundamentos del gobierno en la política, la economía y los medios de

comunicación," España, 2012, n.12, http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/12475/1/PD_12_03.pdf, obtenido

el 5 de noviembre de 2015, 192

ALVIRA, RAFAEL, "La Universidad en su idea y en su historia", Lección Inaugural UNIS 2013.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

84

b. Los Trascendentales Sociales y la Universidad

Por trascendentales sociales Alvira entiende conceptos que reflejan el ser de

cualquier sociedad en el ámbito de la máxima amplitud. Diferencia lo que es trascendente

de lo trascendental: trascendente es una realidad que supera al hombre, algo que está “más

allá”: en su máxima expresión es Dios. Resume en cuatro los grandes conceptos

trascendentales cuya base está en la persona y que se integran en la sociedad. La persona

humana se estructura según cuatro dimensiones: vive en un espacio, en un tiempo, y tiene

más que ningún otro ser de este mundo interioridad y exterioridad. Estas dimensiones se

muestran en la sociedad como civilización, historia, educación y cultura respectivamente.

Cada uno de estos conceptos trascendentales propios de la sociedad se da en la

Universidad. De una manera muy resumida se pueden explicar cada uno de estos conceptos

transcendentales.

Cuadro de los Trascendentales Sociales según Rafael Alvira

Conceptos

trascendentales

Niveles aplicados

a la sociedad

Espacio Civilización

Tiempo Historia

Interiorización Educación

Exterioridad Cultura

El primero de los conceptos trascendentales es el espacio. El ser humano tiene

varios niveles en el espacio y en el tiempo. Los sentidos están espiritualizados por el alma.

Los animales captan el espacio físico, pero el ser humano percibe muchos espacios: el

espacio psicológico, intelectual, político, espiritual, etc. Esta dimensión o nivel

trascendental es en la sociedad lo que llamamos civilización. La civilización implica un

orden: siempre que hay un ser humano, se organiza un cierto orden porque el ser humano

es un ser que ordena, que civiliza. El orden tiene en lo humano múltiples niveles, la

Page 85: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

85

persona con más profundidad genera un orden que es más coherente con la vida. No cabe

duda que la Universidad es un ente que contribuye a civilizar, a ordenar la sociedad193

.

Un segundo concepto trascendental es el tiempo. Para el ser humano existe tiempo

físico, el del reloj, y también el psicológico. Sólo quien está por encima del tiempo puede

medirlo, y el ser humano puede hacerlo pues está en el tiempo, pero se es más que temporal

y toma conciencia del tiempo194

. El tiempo en la sociedad es la historia. La sociedad y por

lo tanto cada institución en el tiempo va edificando su historia. La historia es la memoria

viva que va creciendo y cuando una sociedad tiene más memoria viva, es más profunda y

más humana. Vivir es convertir en historia positiva lo que pasa, y superar las

contradicciones con optimismo. Saber caminar en la historia y darle salida a los problemas

ayuda a vivir195

.

El tercer trascendental social es la interiorización, que en la persona y la sociedad se

da en forma de educación. Studiositas en latín significa mirar con afecto, ubicar la

inteligencia en un asunto equivale a amar ese saber. La educación consiste en sacar lo

mejor de la persona, enriqueciendo la intimidad, a través de un diálogo verdadero que deja

huella, que cultiva a la persona196

. El reto de la educación es enseñar a desear, es muy fácil

crearse falsas necesidades: por eso la educación es una ciencia y un arte tan difícil197

. Para

que un joven sea capaz de darse cuenta que una necesidad es auténtica necesidad, no basta

la técnica, la ciencia, es necesaria una enseñanza humanística, una enseñanza política que le

lleve a actuar pensando en el bien común.

El último de los trascendentales sociales es la exterioridad de lo específicamente

humano, que es objetiva y visible. Esa exterioridad a nivel social se expresa en la cultura,

que es la exteriorización de la educación: no hay sociedad humana sin cultura, la cual

depende de la calidad de su educación. La cultura es lo que se genera a través del cultivo

193

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El espacio urbano y la moda." Revista Nuestro Tiempo 2002. 194

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Figuras del tiempo en la vida humana." Empresa y Humanismo 2011, Vol. XIV,

n.1. p. 7-18. 195

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, La experiencia social del tiempo, Pamplona, EUNSA, 2006. 196

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La educación como arte suscitador" La investigación pedagógica y la formación

de profesores, Madrid, CSIC, 1980, p. 25-36. 197

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Vivir la educación: Tomás Alvira y la Escuela Universitaria de Magisterio

Fomento," in Conferencia pronunciada en el Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad

Complutense de Madrid, 2004.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

86

del propio espíritu. La cultura es un conjunto de productos, mano y mente-facturas198

.

Toda verdadera cultura está enraizada, de donde obtiene la savia para crecer. El ser humano

tiene siempre la posibilidad de oscilar entre lo real y lo aparente, y hasta convertir lo

aparente en real. La universidad debe ser un sitio privilegiado para generar la cultura y

trasmitirla a la sociedad199

.

c. Las Categorías Sociales y la Universidad.

Las categorías sociales son elementos que articulan la sociedad: subsistemas,

estratos y constantes sociales que se dan en toda sociedad humana, aunque sea

mínimamente, en los distintos niveles según el desarrollo que alcance. Con las categorías o

predicamentos se busca sistematizar cómo se divide, clasifica y ordena la sociedad. “Por

categorías entiendo conceptos que, de modo implícito o explicito, reflejan elementos que se

dan en toda sociedad, pero que no son tan extensos como el concepto de sociedad, y que a

mi juicio son seis”200

: Hábitat, economía, derecho, política, ética y religión. Explica Alvira

que el orden según el cual se relacionan estas categorías tiene una razón de ser que

responde a una estructura que Aristóteles en su Metafísica ya había formulado: se puede

entender ontológicamente o cronológicamente. El orden ontológico va desde la religión

hacia el hábitat, mientras que el cronológico de manera inversa. De cualquier manera todos

son importantes y tienen una conexión muy cercana, de manera que una sociedad necesita

el armónico desarrollo de todas las categorías. Al igual que los Trascendentales, las

Categorías Sociales se viven en su propia dimensión en la Universidad, y el éxito de la

formación universitaria consistirá en que cada miembro de ésta pueda comprender la

importancia que tiene cada uno de ellos en su vida personal, profesional, familiar y social.

El siguiente cuadro, basado en la sistematización de las categorías que realiza

Rafael Alvira sirve de referencia para la explicación que se hará sobre cada una de ellas.

198

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "The concept of culture" en UNIVERSITY OF MADRID, ICU. International Quaterly,

Madrid, 1974, p. 1-9. 199

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Habitar y cultivar", Ecología y filosofía, Actas del Primer Simposio Internacional

sobre Ecología y Filosofía Mendoza, España, EDIUM, 2011, p 41-47. 200

ALVIRA, "Bien común y justicia social en las diferentes esferas de la sociedad", p. 61-80.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

87

Cuadro de las categorías sociales según Rafael Alvira

Hábitat Economía Derecho Política Ética Religión

Orden cronológico

Orden ontológico

En mayo de 2015 un grupo de estudiantes201

realizó una investigación en la

Universidad del Istmo y elaboraron un pequeño video para exponer los hallazgos de su

trabajo en el que preguntaban a estudiantes, escogidos al azar en los pasillos, por dos tipos

de conocimientos: por un lado sobre la tecnología y las redes sociales, y por otro lado sobre

las categorías sociales. En las preguntas de tecnología hicieron unas tarjetas en las que

mostraban los logos de las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram; las marcas de

Apple, Windows y Android; las consolas de Play Station, wii, Xbox; y las fotografías de

Mark Zuckerberg, Steve Jobs, Bill Gates. Los jóvenes pudieron contestar de manera

inmediata ante la muestra rápida de las tarjetas. El otro set de preguntas consistió en la

elaboración de una pregunta directa por cada categoría social y que tuviera relación con la

actualidad. Las respuestas para estas seis preguntas por lo general no fueron tan inmediatas

como en el primer grupo de cuestionamientos, y muchas de ellas no tuvieron respuesta.

Los estudiantes de la Facultad de Derecho se defendieron bastante mejor, pero muchos no

pudieron contestar a varias de las preguntas. Éstas fueron:

1. Hábitat: ¿Cuántos árboles se necesitan para hacer una tonelada de papel? La

respuesta en principio era fácil pues en cada servicio sanitario de la Universidad, en el lugar

en el que se dispensa el papel para secarse las manos hay una calcomanía que informa el

número: 17 árboles.

2. Economía: ¿Cuál es el salario mínimo en Guatemala para el año? La respuesta

debía ser Q.2,644.40

3. Derecho: ¿En qué documento se fundamentan las leyes en Guatemala? La

Constitución y otro cuerpo de Códigos.

201

Investigación realizada por Estudiantes de tercer año de Ingeniería en el curso de Fundamentos del Orden

Social en la Universidad del Istmo, mayo 2015, se cuenta con material audiovisual.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

88

4. Política: ¿Sabes la fecha de las próximas elecciones? La respuesta era el 6 de

septiembre.

5. Ética: ¿Sobre qué acusan al secretario de la vicepresidenta Roxana Baldetti? La

respuesta correcta era la de ser el cabecilla de una banda que defraudó al Estado con

acciones corruptas en las aduanas.

6. Religión: ¿Cómo se llama el Estado Islámico que está asesinando cristianos en el

medio oriente? Y la respuesta esperada era Isis.

La conclusión del ejercicio fue obvia, en el balance de los intereses de los jóvenes

universitarios, la inclinación hacia las redes sociales y los innovadores que están

configurando la sociedad hoy en día es muy marcada, mientras que pesa poco el interés por

conocer la sociedad en la que viven. No cabe duda que la formación cívica ha de ocupar un

espacio en la Universidad para que sus estudiantes puedan contar con espacios para

reflexionar sobre estos temas y luego incidir en la configuración de la cultura: una gran

tarea por hacer.

Si se explica de manera cronológica la primera categoría en una sociedad es el

hábitat202

. El hombre habita en un espacio: su hogar. El ser humano es un ser terrícola, vive

en un sitio y se apropia de él, es capaz de espiritualizar el cuerpo y el lugar en el que está el

cuerpo, su espacio ecológico, que viene a convertirse en un segundo cuerpo, no se limita a

estar. Habitar procede del latín habitare: una intensificación de tener. Habitar es tomar

posesión y supone conservar e intentar no destruir la naturaleza y el patrimonio adquirido.

Por otro lado el hábito es una costumbre hecha propia, con profundad. Es algo que

se añade al ser. Todo aprendizaje es un hábito. Hay hábitos intelectuales (ciencia), otros

morales (justicia) y otros artísticos (el vestido). Aprender es retener el tiempo porque el

tiempo que se dedica al aprendizaje se ha convertido en un hábito que ya se tiene adquirido.

Se pierde el tiempo cuando no se añade nada al ser. Vivir humanamente solo se puede si

se es al mismo tiempo un habitante que tiene hábitos, tiene una casa y un modo de

comportamiento. El que tiene hábitos es el que es capaz de cumplir tareas que hacen crecer

la vida personal y social, es capaz de potenciar el tiempo. La persona con hábitos se

convierte en una persona previsible y por consiguiente en la que se puede confiar, es

202

Cfr. ALVIRA, "Habitar y cultivar", Ecología y filosofía, Actas del Primer Simposio Internacional sobre

Ecología y Filosofía.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

89

confiable, condición sin la cual no es posible la sociedad. El ser humano es como el rey

Midas, todo lo que toca lo convierte en espíritu. Primitivamente el hombre vivía en una

selva, que es capaz de convertir en jardín, es decir de espiritualizar la selva. El hábito, la

virtud se adquiere: con inteligencia y esfuerzo, dedicando tiempo a aprender. Se puede

afirmar que la virtud es el pasado acumulado, cuando se saca lo mejor de él y se guarda, se

tiene la virtud como aprendizaje. Pero el hombre mira hacia el pasado, y apunta hacia el

futuro, y las virtudes dan poder sobre el futuro, porque al compartir con personas creíbles

hay seguridad y hay progreso.

Los verbos tener y estar están muy relacionados. Es necesario contar con

propiedades, ese poseer se va añadiendo al ser. Si se es algo y se añade algo a ese ser, ese

añadido viene a ser un tener, que pone en relación a la persona con otros seres. El hábito es

una costumbre hecha con intensidad, todo aprendizaje se constituye en hábito. Para vivir

humanamente se requiere que los habitantes posean hábitos. El habitar es tan importante en

el ser humano que no se puede construir sociedad humana si no hay habitación y hábitos.

La universidad es un sitio en donde se puede obtener la correcta relación con el hábitat para

que se cuide en sus dimensiones: la ecología, la casa, las virtudes, el vestido que dignifica y

la estética que haga habitable ese lugar en que se vive, se trabaja o se recrea203

.

Una segunda categoría social que es interior204

es la economía (mientras el hábitat

puede ser más exterior). La economía es pluriforme, y es necesario contar con criterios de

orden para poder ordenar esa multiplicidad. Los criterios son medidas cualitativas, son una

clave205

. En el siguiente cuadro se ordenan las dimensiones de la economía en sus

diferentes momentos: el inicial o de subsistencia, la potenciada y la terminal:

203

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, Filosofía de la vida cotidiana, Habitar, trabajar, vivir, Madrid, Rialp, 2005. 204 Cfr. ALVIRA, RAFAEL, “Economía y Filosofía”, capítulo del libro Filosofía para un tiempo nuevo" Cátedra

García Morente, Real Sociedad Matritense de Amigos del País, Madrid, 1988. pp.115-130. 205

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La Economía como ciencia del espíritu" Dar razón de la esperanza. Homenaje a

José Luis Illanes, Pamplona, Servicio de Publicaciones Universidad de Navarra, 2004.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

90

CUADRO DE LAS CATEGORÍAS ECONÓMICAS SEGÚN RAFAEL ALVIRA

Estado de la

Economía Actividad Condición Medio Fin

Economía

básica: Lo imprescindible

para ser economía

Apropiar o poseer:

(condición humana de

tener )

Pasado

Tierra

Trabajo

Conservación de

la vida

(supervivencia) Distribuir Presente Producir Futuro

Potenciada

Ahorrar Pasado Escasez

Dinero

Beneficio. Comerciar Presente

Invertir Futuro Terminal Consumir Presente Optimizar Gastar Bienestar

(Felicidad)

El primer elemento es la apropiación, que nace de una intensificación de la

propiedad, porque el ser humano no es humano si no es capaz de apropiarse. La dificultad

está en apropiarse adecuadamente para que las cosas no sean los que se apropien de la

persona. En principio toda propiedad es privada: Adán lo primero que posee es a Eva y

viceversa, pero no lo instrumentaliza. La propiedad pública es la propiedad privada del que

tiene el poder. La apropiación se refiere al pasado, porque sólo se declara propio lo que ya

está. Hacer propio quiere decir identificarse. El economicismo, el materialismo y el

individualismo convierten en fin lo meramente material, de tal suerte que la economía viene

a ser el conocimiento que ordena las propiedades tangibles e intangibles en orden a la

riqueza.

La economía tiene su base en la familia, que es la primera propiedad que se tiene.

Por eso el primer nivel es el que surge de la apropiación, es en la propia familia. Otro

elemento de la economía es la producción, esa capacidad de hacer nuevas cosas. Una vez

producidas las cosas deben ser distribuidas. La condición de la apropiación es la tierra, y

para la apropiación de la tierra el trabajo. Lo más importante en la economía es el trabajo

bien hecho. Se busca con el trabajo cubrir necesidades humanas, si no se tuvieran

necesidades no se trabajaría. La necesidad es aquello mínimo sin lo cual la vida material

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

91

no puede mantenerse de forma humana. Sin embargo, el hombre al trascender el tiempo

puede cubrir algo más que esas necesidades206

.

El ser humano convierte todo en espíritu y puede potenciar la propiedad privada.

Con la economía básica puede cubrir unas necesidades, pero es propio del hombre

potenciar, se trata de tener más que sólo cubrir necesidades básicas. El beneficio se da

cuando se poseen medios superiores a los imprescindibles para la supervivencia, lo que

significa que se ha dominado el tiempo, ya no se vive al día, se cuenta con dinero. Las

actividades económicas que logran el beneficio son el ahorro, el comercio y la inversión207

.

El ahorro es el resultado de sintetizar y guardar el tiempo que pasa. Un bien económico se

define como un bien escaso que busca potenciarse y por eso se comercia. Comerciar

permite diversificar la riqueza y darle sentido a la especialización. Sin la especialización no

hay potenciación económica ni dominio del tiempo. La inversión permite dominar el

tiempo orientándose hacia el futuro. El dinero es el medio que permite estas actividades

potenciadoras de la economía. Por eso el dinero se parece a la virtud, porque está por

encima del tiempo, el dinero supone pasado acumulado y sirve para comprar el futuro. Por

eso el dinero es una síntesis de la vida, que facilita tener en la mano el futuro208

. Y por eso

el dinero es tan ansiado, sobre todo, porque así como la virtud no se puede conseguir sin

esfuerzo, el dinero supone esfuerzo, salvo el caso de invertir en bolsa, que consigue tener

un pasado que no ha costado. La escasez, no la necesidad, es la que impulsa a potenciar la

economía. Una crisis financiera es una crisis de deudas y una crisis de deuda se convierte

en una crisis de trabajo futuro, porque supone haberse gastado el trabajo futuro. Una

persona con sentido común se endeuda hasta lo que pueda, a un buen padre o madre le

avergüenza dejarle deudas a los hijos.

Un tercer estado de la economía es el consumo que viene a ser el aspecto terminal

de la economía. Al consumir las cosas se gastan y hace necesario adquirir unas nuevas,

proceso que activa el círculo de producción de un país. El gasto es un aspecto clave en la

206

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, “Economía y Filosofía”, capítulo del libro Filosofía para un tiempo nuevo", Cátedra

García Morente, Real Sociedad Matritense de Amigos del País, Madrid, 1988. 207

Cfr. CENTRO DE INVESTIGACIONES HUMANISMO Y EMPRESA, "El balance humano del comercio" ,

Guatemala, 2005. 208

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Prólogo de Filosofía del dinero de Vittorio Mathew" Filosofía del dinero, Madrid,

Rialp, 1990.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

92

economía, pero ha de hacerse con medida, es todo un reto aprender a gastar, para no acabar

en una actitud de consumo en donde una persona puede llegar a gastar más de lo que puede

y debe. El consumo puede llegar a ser una dependencia que requiere tratamiento

psiquiátrico, porque llega a ser enfermizo. El valor de las cosas se aprende en la casa, de

niño. La universidad debe velar por enseñar a gastar bien a los estudiantes: la universidad

misma debe ajustar su presupuesto para gastar con peso y con medida para poder dar a los

estudiantes la mejor educación. Como el gasto es una clave de la economía, cuando no se

gasta adecuadamente se tiene un gran problema, las consecuencias son negativas, porque no

administrar bien el gasto destruye.

El sentido último de la economía es el bienestar. El bienestar es la base económica

de la felicidad, porque contribuye a la alegría y a la paz. Tener bienestar no es sólo una

posibilidad sino que es una obligación moral: no es posible vivir las virtudes cuando se está

en la miseria, el bienestar es la condición para vivir la virtud. La pobreza es una virtud que

enseña a procurar el bienestar con una medida. Si lo que se busca es el bienestar de la

familia el sentido común indicará cuánto es lo que se debe gastar para no poner en peligro

el bienestar de todos, ni por defecto, ni por exceso209

. El criterio que debe llevar a decidir

el número de horas adecuadas para trabajar lleva a poner a la familia en un sitio central. Un

trabajo que resta tiempo para dedicar lo necesario a la familia, lo que consigue es

deshacerla. Una economía que deshaga a la familia es una economía perversa. La

economía se ha desarrollado en la familia, la familia es la unidad económica fundamental.

Marx basa toda su economía en el individuo y no en la familia, le quita a la familia lo que

le es más propio: sus hijos. Por otro lado la economía basada en el mercado lleva a la

familia a salir de la base de la economía, aunque lo siga siendo de la sociedad. Pero una

economía que no tiene una base en la familia no tiene futuro porque se pierde el sentido del

ahorro, de la inversión y el del gasto.

Una tercera categoría social es el derecho210

que surge en el tiempo debido a que

las actuaciones humanas van fijando pautas de comportamiento social en las que aparecen

los conflictos y se ve necesario establecer normas para resolverlos. El derecho es el centro

209

ALVIRA, RAFAEL, El lugar al que se vuelve. Reflexiones sobre la familia, Pamplona, EUNSA, 2000, p. 87. 210

Cfr. ALVIRA, RAFAEL "Intento de clasificar la pluralidad de subsistemas sociales con especial atención al

Derecho." Revista Persona y Derecho 1995, p. 53-84.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

93

de todo el orden social, no es que sea el más o menos importante, pero el derecho es

indispensable para dar seguridad a las personas. El nivel de una sociedad se mide por

muchos factores, pero sobre todo en la calidad de su derecho. Una sociedad con un buen

nivel jurídico, garantiza la seguridad que es un radical humano.

Seguridad es un concepto y una realidad de importancia extraordinaria que lleva a

las personas a tomar decisiones de gran trascendencia: si una persona se suicida

seguramente es porque piensa que hay más seguridad con la muerte, o si se está dispuesto

a sufrir el martirio por la fe, que asegura la vida eterna. De la seguridad nacen dos

dimensiones que hacen feliz a la persona humana: la paz y la alegría. Sin seguridad no se

puede ser libre. En el derecho cabe la distinción entre lo legítimo y lo legal. Ius es lo que

es natural y justo para el ser humano. El niño tiene derecho al cariño de sus padres: es un

ius natural. La crisis jurídica empieza cuando se pone en duda lo que es la naturaleza y al

perder el sentido de lo que es natural se pierde la claridad de que es lo que se puede y debe

reclamar. En el mundo moderno se sustituye el concepto de naturaleza por el de

racionalidad. El criterio de derecho ya no es lo justo, sino que pasa a ser lo racional, lo

lógico, que lo establece generalmente el Estado.

La Constitución viene a indicar qué es derecho y qué no lo es, se pasa del ius a la

lex. Cumplir el ius es ser justo mientras cumplir la lex es ser legal. La ley es una norma

mandada por el poder político. El derecho viene a ser un modo de actuación aceptado en

sociedad, aprobado por el Estado que promulga la ley. Algo injusto puede ser legal, como

el caso del aborto o de la eutanasia. Las personas que no han perdido el sentido común en la

sociedad en el fondo no aceptan la lex y siguen pensando en que lo natural, el ius, es lo

correcto, aunque otras, que actúan masificadas, piensan que lo legal está identificado con lo

bueno y lo asimilan en su cultura. Por eso hay que trabajar en una legislación que no

contradiga la ley natural. Las leyes generales plantean problemas de ajuste a la hora de

aplicarlas a una persona concreta, lo que se complica cuando las leyes se multiplican

exponencialmente. El sistema legal que ha surgido del derecho racional estatal ha llevado al

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

94

derecho al desprestigio211

. Las leyes cambian con el cambio de gobierno y no dan

estabilidad a la democracia, a la vez que las leyes positivas corrompen a los jueces que

aprenden a manejar las leyes y a esquivar la justicia. Todo universitario debería tener una

formación jurídica, sin importar la profesión que tenga, porque en la vida tendrá que

enfrentarse con el ius y la lex. Para esto la universidad deberá incluir en su “core

curriculum” la formación jurídica, para mejorar la formación de buenos ciudadanos.

Desde el punto de vista externo, la política es la categoría más alta de la sociedad.

Las personas se reúnen formando una comunidad política, en la que se establece un orden,

en el que a la cabeza hay una autoridad que tiene el máximo poder para dirigir y decidir en

caso de excepción si la ley no tiene contemplada la solución concreta a un problema nuevo

que se presenta. Por eso el que gobierna debe conocer muy bien las leyes de un país. A la

política le corresponde generar la identidad en orden a la seguridad. La identidad sólo se

construye a través de las relaciones con las personas y con Dios pues es allí donde la

persona se va conociendo y llega a saber quién es. El primer lugar para construir la

identidad es la familia, en donde se encuentra la seguridad y por lo tanto la identidad.

Rafael Alvira explica que existen cinco formas de identidad, cada una responde a un

trascendental o categoría:

Formas de identidad según Rafael Alvira 1 Espacio PAIS

2 Tiempo ETNIA 3 Cultura PATRIA

4 Ley ESTADO

5 Ética PUEBLO

El principio de identidad espacial es el país, el lugar en el que se nace y las personas

con las que en él convive. La persona se identifica con su hábitat y con los que son del

mismo país, con los coterráneos o paisanos. La segunda forma es la etnia a la que se

pertenece, seguida por la cultura propia de la patria. Pude darse que una persona de padres

alemanes nazca en un país y en su casa se vivan tradiciones alemanas, y puede decir que es

guatemalteco, pero a la vez alemán. La identidad más sólida la da tener un fin común.

211

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El significado de la ley." Revista Nuevas Tendencias ,Empresa y Humanismo,

2006, n. 64, p. 20-26; Y "Educación y política" Educación y ciudadanía en una sociedad democrática,

Madrid, AEDOS, 2006.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

95

Cuando todos aceptan una misma legalidad se conforma el Estado. Lo que más forma a un

pueblo es tener un proyecto sugestivo de vida en común. Los habitantes de ese país tienen

una identidad muy fuerte porque tienen un mismo proyecto que los une. Este es un

principio de identidad que se da desde la célula de la sociedad: un matrimonio se mantiene

sólo si tiene un proyecto común.

En el mundo moderno hay una conexión íntima entre el derecho y la política,

cuando en el mundo clásico el derecho estaba más cercano a la economía.

Cuando se individualiza la convivencia humana, lo que se busca es un lugar que

brinde seguridad en vez de fomentar la identidad que genera confianza. La democracia es

un sitio abstracto en el cual lo único que cuenta es ser libres e iguales: aunque las leyes son

un elemento de unidad, no necesariamente lo son de identidad. La política se convierte en

un lugar donde resulta fundamental el juego del poder. El político es con más frecuencia de

lo deseado lo que representa, busca generar y conservar una imagen aunque no esté

respaldada por las virtudes. Los partidos políticos son grupos creados para alcanzar el poder

político que se consigue por medio de elecciones. Para alcanzar ese poder el conocimiento

fundamental es la retórica para convencer a la gente. Durante siglos la gente tenía su

seguridad en su familia, en su pueblo, en su corporación, necesitaba menos seguridad por

parte del gobierno político. El Estado moderno corre el riesgo de ser totalizante y dejar de

ser subsidiario: la esfera política al crecer le resta seguridad a la familia, a la Iglesia, a las

corporaciones y consecuentemente baja el nivel de la ética y de la religión. Es distinto una

localidad en la que todos se conocen, a una ciudad superpoblada donde baja el

conocimiento y por lo tanto la seguridad y consecuentemente la identidad212

.

En toda organización social hay un nivel político que requiere un gobierno virtuoso.

En el gobierno, en la empresa y en la familia hay necesidad de gobernantes. De igual

manera la universidad debe contar con una estructura clara de gobierno que facilite la

mejora académica, humana y cultural de todas las personas que en ella trabajan y estudian.

El gobierno debe entenderse como servicio, pues su objetivo es facilitar el trabajo de todos

creando el mejor ambiente posible que es el elemento que mejor contribuye a la formación

y a generar una cultura verdaderamente universitaria213

.

212

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "La ética como factor clave en la política." Etica y Política 1996. 213

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Etica política. Un alegato a favor de la política." Revista veintiuno 1990, p. 13-22.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

96

Las dos últimas categorías, las más altas en el orden ontológico son internas, que a

la vez están llamadas a ser externas. La política necesita de la ética214

para poder decidir.

El corazón de la ética lo constituyen las virtudes que son aprendizajes necesarios para poder

cumplir con los deberes. La ética no es abstracta, es real y por lo tanto tiene eficacia. Si

Sócrates hubiera aceptado la invitación de sus amigos para no ser coherente hubiera

salvado la vida, pero no habría sido consecuente con sus principios. Aristóteles propuso una

ética de la virtud que influye en el comportamiento humano que lo lleva a ser feliz. Sólo se

puede ser feliz a través del ejercicio de la virtud, por eso hay que procurarla. Aristóteles

enseñó que el hombre ha nacido para ser feliz pero tiene que aprender a serlo, ha nacido

siendo hombre, pero se tiene que humanizar, ha nacido sin saber cómo comportarse pero

tiene la capacidad para aprenderlo. En cambio la ética del deber kantiana es un producto

del racionalismo ilustrado que, por medio de la voluntad que obedece a la ley moral, busca

el bien como un imperativo categórico que actúa sobre las personas sin importar sus deseos

o intereses. Se busca cumplir la norma por la norma y no por alcanzar la virtud o en

función de la virtud adquirida.

La ética tiene como punto básico la justicia, las otras virtudes pivotan en función de

la justicia: para ejercerla se necesita vivir la templanza, la fortaleza y la prudencia215

. La

justicia lleva a saber cómo relacionarse adecuadamente con el prójimo. La persona injusta

se va cerrando puertas, va contradiciendo la propia naturaleza porque la naturaleza humana

es social, y se impide a sí mismo desarrollarse como ser humano. Los seres humanos

cometen más injusticias sin darse cuenta, los fallos de omisión son siempre mayores.

Estropear las cosas, maltratar la naturaleza, no atender a la persona es una injusticia.

La libertad bien vivida genera una sensación del deber cumplido, de no estar en

deuda y como consecuencia viene la paz. En la ética el tema de la deuda es central:

Leonardo Polo explica que el hombre llega tarde, porque al nacer las cosas ya estaban allí y

por eso el ser humano debería ser radicalmente agradecido, el que llega tarde se da cuenta

que todo le ha sido dado, que no ha hecho él las cosas y adopta una actitud de humildad y

de responsabilidad ante lo recibido. Por otro lado, Tomás de Aquino, uno de los más

214

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Etica: la medida y la grandeza del ser humano." Homenaje a Jorge V. Arregui

2006, n. 37y ALVIRA, "La ética como factor clave en la política". 215

Cfr. AYUSO MIGUEL, ÁLVARO PESOA et al. "Problemas estructurales para la ética democrática " Razón y

Tradición. Estudios en honor de Juan Antonio Widow, Santiago, Chile, Editorial Globo Editores 2011, p. 21-

30.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

97

grandes tratadistas de ética en la historia, llama piedad a la virtud “imperfecta” en el sentido

de que el don recibido es tan grande que ya no se puede responder según estricta justicia.

La persona atenta que acoge con agradecimiento lo que le ha sido dado tiende a responder a

los dones recibidos. Hay dos interpretaciones fundamentales de la respuesta al don la

interpretación “economicista” y la “clásica”: la economicista lleva a devolver

“matemáticamente” a lo que se ha recibido, mientras que los verdaderos agradecidos

siempre tienen la impresión que se han quedado cortos en la respuesta. El agradecimiento,

por eso, añade siempre algo simbólico. Joseph Pieper explica que el amor es el regalo

esencial, porque ningún regalo es regalo si no va acompañado por el amor verdadero. En la

virtud de justicia lo más intrínseco es el agradecimiento, ser ético significa ser justo y esto

significa ser agradecido216

. Lo contrario al agradecimiento es el rechazo, la queja, la

repulsa ante lo recibido: el que se queja no es feliz. Si el resultado del buen

comportamiento ético es la felicidad, se es feliz cuando se aprende a no quejarse. La única

ética que puede ser capaz de explicar que se puede agradecer todo, es la cristiana. La

palabra “amén” resume la actitud cristiana que lleva a agradecer lo que venga, pase lo que

pase. Hay que procurar que las cosas salgan lo mejor posible, pero si después de esto no

salen bien hay dos posibilidades ante la contrariedad: la queja o la aceptación feliz217

.

Según la tesis clásica de Donoso Cortés218

, cuando el nivel de la virtud es alto, la

represión baja y viceversa cuando no hay virtud, es necesario incrementar la represión. Una

tesis que prevé las consecuencias de la máxima libertad injertada en el pensamiento

individualista actual, pues no son pocos los que piensan que la libertad termina donde

empiezan los derechos de los demás. Este lema no contribuye al bien común porque si a

cada uno solo le importa lo personal, queda fuera la promoción de la solidaridad como un

motor del tejido social. Ramiro de Maeztu afirmaba que la libertad no tiene su valor en sí

misma: hay que apreciarla por las cosas que se consiguen con ella.219

216

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, Los regalos que no se ven. Apuntes de familia, Colombia, Instituto de la Familia,

Universidad de la Sabana, 2009. 217

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Etica de la cotidianeidad." Thémata 1999, n. 40, p. 147-153. 218

Cfr. JUAN DONOSO Y CORTÉS. Ensayo “Catolicismo, el liberalismo y el socialismo, edición digital a partir

de la edición de José Vila Selma, Madrid, Editora Nacional, 1978, http://www.cervantesvirtual.com/obra-

visor-din/ensayo-sobre-el-catolicismo-el-liberalismo-y-el-socialismo--1/html/ obtenido el 15 de enero de

2016. 219

Cfr. TOMÁS ALVIRA, El Ramiro de Maeztu. Pedagogía viva. Ediciones Rialp S.A. 1992. 304 páginas.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

98

La religión es en el orden cronológico la última de las categorías sociales, pero en el

ontológico ocupa el lugar más importante. La ética tiene un límite: no da la fuerza para

aguantar la contrariedad220

. Para ser feliz hay que aprender a aceptar lo arduo. La religión

da sentido a las contrariedades, cosa que la ética no puede hacer. El cristianismo sí puede

dar ese sentido al sufrimiento y la fuerza para poder bendecir la cruz cuando llega. El

martirio es la manifestación mayor de la religión. El mártir es un testigo de la fe. Erasmo

de Rotterdam consideraba que Sócrates era un santo, porque fue capaz de aceptar la muerte

para dar testimonio con su vida de la verdad, pero no hace falta ser mártir para dar

testimonio de la fe. Tanto la ética como la religión son dos categorías interiores que están

llamadas a hacerse externas para así dar gloria al hombre y a Dios. Hay que distinguir la

religión de la religiosidad: la religiosidad es algo cultural, que puede no tener una base

sólida en las personas, en cambio la religión da el poder para creer que todo lo que sucede

es para bien. En la religión hay un diálogo con la divinidad a través de la liturgia, pero es

mucho más que un conjunto de ritos, su función principal es mostrarle al hombre que tiene

un fin superior y que a pesar de sus limitaciones no tiene por qué ser pesimista ni frustrado.

Sin religión los problemas que la vida presenta pueden hundir en la miseria a la persona y

llevarla a buscar estrategias para olvidar lo que le hace sufrir en la droga, el alcohol y otras

dependencias221

.

Toda auténtica identidad tiene algo de religioso porque el lugar en el que se siente

identificada una persona allí tiene su seguridad y su fe222

. Creer lleva a una persona a

ponerse en manos de otra o de Dios, por eso el matrimonio tiene algo de sagrado desde que

existe la humanidad. En este momento histórico la interioridad de la ética y la religión,

han perdido la fuerza que tuvieron en Grecia y luego en la Edad Media. La modernidad las

ha suplantado por la lógica del mercado, del poder y de los medios de comunicación. Hay

una tarea por hacer, de manera que la exterioridad política sea ética. La ética y la religión

son las categorías interiores que tienen como función transformar la sociedad desde dentro.

220

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "El problema de la debilidad del espíritu," en V Simposio Internacional de Teología.

Scripta Theologica, Pamplona, 1983, p 297-308. 221

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Sobre la claridad de la fe," III Simposio Internacional de Teología. Cristo Hijo de

Dios y Redentor del Hombre, Pamplona, 2008, p. 23-217. 222

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Fe y civilización”, Identidad cristiana, Coloquios Universitarios ,Pamplona, 2007,

p. 41-46.

Page 99: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

99

La Universidad de la Sapienza223

de Roma, es la más grande de Europa, y se

encuentra entre las primeras del mundo por el número de estudiantes. Borromini diseñó y

construyó la cúpula de la capilla universitaria en 1632 en forma de una espiral siempre

ascendiente, para transmitir a los estudiantes que llegar a la verdad es un proceso que nunca

hay que darlo por concluido: cada vez se puede llegar más cerca de la verdad del hombre y

de Dios. La Universidad debe tener como ejes transversales la reflexión ética y teológica

para poder trasmitir a cada rama de conocimiento el amor por la verdad y su trasmisión

para hacer común a los demás lo más preciado que tiene el hombre: su amistad y

conocimiento de Dios, de la Verdad, de la Bondad, y de la Belleza.

6. La Universidad y las Instituciones

En este apartado se tratará de desarrollar con algún detenimiento la relación de la

Universidad con otras Instituciones particularmente relevantes de la sociedad: El Estado, la

Empresa y la Familia.

a. La Universidad y el Estado

En su obra “Las nuevas realidades” Drucker pone de relieve la insuficiencia del

Estado como agente de “redención social” y sostiene que sólo la productividad de una

nación puede generar equidad en ella224

. En ese sentido, San Josemaría había apuntado con

anterioridad que:

“La universidad no vive de espaldas a ninguna incertidumbre, a ninguna inquietud,

a ninguna necesidad de los hombres. No es misión suya ofrecer soluciones inmediatas.

Pero, al estudiar con profundidad científica los problemas, remueve también los corazones,

espolea la pasividad, despierta fuerzas que dormitan, y forma ciudadanos dispuestos a

construir una sociedad más justa. Contribuye así con su labor universal a quitar barreras que

dificultan el entendimiento mutuo de los hombres, a alejar el miedo ante un futuro incierto,

a promover —con el amor a la verdad, a la justicia y a la libertad— la paz verdadera y la

concordia de los espíritus y de las naciones"225

.

223

Fundada en Roma el 20 de abril de 1303 por la voluntad del papa Bonifacio VIII. 224

DRUCKER, PETER, Las nuevas realidades, Argentina, Editorial Edhasa, 1991. 225

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, "La Universiad ante cualquier necesidad de los hombres," Pamplona,

1972.

Page 100: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

100

En universidades regionales se hace cada vez más importante la relación entre la

universidad y el Gobierno central, departamental y municipal en proyectos de desarrollo

regional. Se reconoce así, el trabajo de la universidad como institución que, en su

autonomía, se ajusta a los cambios y destina parte de su esfuerzo formativo al

enriquecimiento de la sociedad a través de sus procesos de formación y de sus tareas en

investigación y aplicación de sus resultados.

La Universidad si de verdad quiere servir al bien común ha de evitar los riesgos de

ser una institución, aislada y protegida, dedicada únicamente a la lectura y reflexión, a la

producción de conocimiento y la investigación. La Universidad es una institución abierta,

informada, contextualizada y preocupada por los problemas del país y se siente responsable

y participa en los asuntos públicos, sin hacer política partidaria.

“Si por política se entiende interesarse y trabajar en favor de la paz, de la justicia

social, de la libertad de todos, en este caso, todos en la Universidad, y la Universidad como

corporación, tienen la obligación de sentir esos ideales y de fomentar la preocupación para

resolver los grandes problemas de la vida humana. Si por política se entiende, en cambio,

la solución concreta a un determinado problema, al lado de otras soluciones posibles y

legítimas, en concurrencia con los que sostienen lo contrario, pienso que la Universidad no

es la sede que haya de decidir sobre esto. Seguir otro camino comportaría el riesgo de

desnaturalizar la institución universitaria tal como es, porque si la Universidad se convierte

en el aula donde se debaten y deciden problemas políticos concretos, es fácil que se pierda

la serenidad académica y que los estudiantes se formen en un espíritu de partidismo”226

.

Los profesores se han de esforzar por conocer los problemas de la región y del país

e incorporar ese conocimiento en sus clases, a la vez los estudiantes deben sentirse

comprometidos en participar en la solución de los problemas de su barrio, su municipio, su

departamento. Por eso viene muy bien en la Universidad contar con profesores que

comparten su tiempo en las áreas de su trabajo profesional, así el diálogo de la Universidad

con el mundo real está garantizado.

“Un hombre sabedor de que el mundo –y no sólo el templo- es el lugar de su

encuentro con Cristo, ama ese mundo, procura adquirir una buena preparación intelectual y

profesional, va formando –con plena libertad- sus propios criterios sobre los problemas del

medio en que se desenvuelve; y toma, en consecuencia, sus propias decisiones que, por ser

226

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 76-77.

Page 101: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

101

decisiones de un cristiano, proceden además de una reflexión personal, que intenta

humildemente captar la voluntad de Dios en esos detalles pequeños y grandes de la vida”227

.

La misión del Estado es proteger y ayudar a las Universidades, no dirigirlas ni

instrumentalizarlas, ni favorecer unilateralmente a las que erige.

b. Universidad y Empresa

La Universidad forma a sus estudiantes para que puedan influir positivamente en las

empresas tanto públicas como privadas en las que colaborarán, o para que formen su propia

empresa, pero si no está cercana a ellas puede caer en el defecto de no dotar a los

estudiantes de las herramientas que requiere el mercado. Por esto la alianza entre

Universidad y empresa da a la academia una visión más clara de lo que necesita el mercado

para fortalecer el pensum de estudios y dotar así a sus graduados con las habilidades que

requieren las empresas.

La empresa es la institución social que se ha dado cuenta de las necesidades del

futuro y ha impactado en la cultura. Un ejemplo puede ser la necesidad de comida rápida

que surgió cuando las personas empezaron a laborar en sitios retirados a su hogar. Nace así

toda una cultura nueva ante la demanda de los trabajadores que cuentan con poco tiempo

para comer. Dado que es la empresa la que innova y emprende soluciones para los

problemas que demanda la sociedad “el acercamiento de la Universidad a la empresa se

hace por esta causa impostergable. La institución universitaria debe observar atentamente

los cambios estructurales de la empresa, flexibilizase como las comunidades en donde

anidan las relaciones personales y realizan esa mutación que es en ella más pertinente”228

.

Rafael Alvira apunta que:

“…la empresa es y está considerada como un actor de relevancia central en el

entramado de la sociedad civil…la empresa es no sólo pieza básica, sino elemento que

contribuye a delimitar el modo de ser de otras estructuras e instituciones de esa sociedad…

La idea clave es que la mejora de una empresa y de un país sólo es posible si hay una masa

crítica de dirigentes verdaderamente responsables. En una sociedad con gran riqueza de

dimensiones y de relaciones sólo puede dirigir bien, responsablemente, el que tiene una

227

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 117. 228

LLANO, CARLOS, Sistemas vrs. Personas. La nueva cultura de la organización, p. 61-62.

Page 102: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

102

formación suficiente en lo concerniente a la red de múltiples y profundas implicaciones que

configuran nuestra vida”229

.

La proximidad de la Universidad a la empresa es necesaria también en la misma

tarea de docencia y de investigación. Hoy en día las mayores inversiones en investigación

corren frecuentemente a cargo de empresas, lo que hace también que a veces ellas mismas

se constituyan en verdaderos laboratorios de experimentación. Las Universidades se han

dado cuenta de esta realidad y buscan tener una estrecha relación con ellas para que los

estudiantes puedan realizar prácticas profesionales que los pongan en contacto con la

realidad. Especialmente en las Universidades privadas la relación Universidad-empresa ha

sido catalizador de ambas. Por un lado no son pocas las Universidades que se han

construido gracias a la generosidad de empresas que creen en la educación y que invierten

en investigación y en programas de formación para sus trabajadores solicitando a la

Universidad que se haga cargo de esos procesos formativos. En América Latina esta unión

es la que ha ayudado a algunos países a saltar de ser un país eminentemente agrícola o

proveedor de materias primas a fomentar el desarrollo de la I+D. Esto ha garantizado el

aumento de la competitividad y el proceso de innovación regional.

Cada vez más se considera como una clave indiscutible para alcanzar los niveles

óptimos de desarrollo de un país la transferencia de conocimientos entre las Universidades

y las empresas. Las Universidades privadas han sido por lo general las más sensibles a las

necesidades de las empresas y han ido a la vanguardia convencidas de la importancia de

responder a las futuras tendencias del mercado y de la innovación; como consecuencia se

van estableciendo convenios de colaboración Universidad-empresa para difundir y aplicar

el conocimiento generando patentes. Un campo solidario lo constituye el apoyo a las

Pymes que no tienen los recursos para poder hacer investigaciones y elaborar tecnologías

que las lleven a consolidarse y crecer.

Las Universidades por lo general cuentan con un servicio de bolsa de empleo que

constituye un importante eslabón entre el mundo universitario y el empresarial y facilita así

la incorporación de sus egresados en las empresas, contribuyendo a fortalecer los

programas de pasantías y prácticas empresariales nacionales e internacionales. Mientras

229

ALVIRA, RAFAEL, “Empresarismo y Sociedad Civil”. Jornada sobre la empresa y la sociedad civil: Retos

mutuos de futuro, 2003. obtenida el 21 de diciembre de 2015,

http://www.iberdrola.es/fundiber/9_10_03_rafael_alvira.htm#Cabeza%20Pagina.

Page 103: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

103

sean mejores las relaciones de estas instituciones será más fácil la incorporación de sus

egresados y la tasa de empleo entre los graduados será mayor.

También hay que contar con la aportación de las Escuelas de Negocios, que se van

incorporando a las Universidades, y que con programas de maestría y doctorado buscan

generar un impacto en el mundo de los negocios, formando líderes que puedan entender

cómo funcionan los negocios en el mundo, para poder así tomar las mejores decisiones con

visión global.

Otro ejemplo lo constituyen institutos que se dedican a estudiar los temas de mayor

interés del sector empresarial. Un ejemplo lo es el Instituto Empresa y Humanismo de la

Universidad de Navarra que “con un enfoque interdisciplinar y humanista, se propone

mediante la investigación y la docencia contribuir a solucionar los problemas que plantea la

creciente complejidad de nuestra sociedad, de modo especial –aunque no exclusivo– los

relacionados con el modo de integrar la empresa y la actividad económica en la sociedad

civil”230

. Busca generar un diálogo fructífero con las empresas fomentando actividades y

encuentros entre empresarios, académicos y mediante un amplio abanico de publicaciones

ofrece los resultados de su investigación y de las actividades que organiza. A la vez imparte

programas de maestría y doctorados que forman a un buen grupo de profesores que se

dedicarán a la formación de jóvenes universitarios.

Después de tantas crisis empresariales que se han dado en buena parte por razón de

la falta de formación ética de los empresarios, la empresa se va dando cuenta de la

responsabilidad social que tiene en la conformación de la cultura cívica y solidaria y ha

vuelto su mirada a los criterios éticos en algunos casos estableciendo códigos de ética que

procuran que se hagan vida en cada empresa. Se trata de evitar que la empresa se encuentre

arrastrada hacia una corriente meramente mercantil, "en donde la ley de la oferta y la

demanda tiene tanta fuerza como la segunda ley de Newton”231

.

Van emergiendo ahora valores que pueden cambiar la historia futura. Las

oportunidades de aprendizaje entre la Universidad y la empresa son mutuas. La empresa

aporta a la Universidad capacidad de gestión y a la vez profesores que con su conocimiento

230

INSTITUTO EMPRESA Y HUMANISMO, 2015. http://www.unav.edu/web/instituto-empresa-y-

humanismo/conocenos, obtenida el 15 de diciembre de 2015. 231

LLANO, CARLOS, "Universidad y Empresa, un modelo de solidaridad", UNIS 1998.

Page 104: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

104

pueden dar a los estudiantes aportes significativos. El calor del mundo académico aporta a

la empresa reflexión, humanización y consejo para su crecimiento y consolidación.

Rafael Alvira, por mucho tiempo Director del Instituto Empresa Humanismo de la

Universidad de Navarra, explica la importancia de la formación humanística del empresario

destacando que es fundamental que los dirigentes estén bien organizados y cuenten con las

virtudes necesarias para un buen gobierno, junto a las condiciones para su crecimiento

humano. “La actividad directiva ha de ser esencialmente magnánima y, por ello, han de ser

seleccionados los mejores para desempeñarla. Se trata de la verdadera aristocracia”232

.

Reafirma la validez de la ley del mercado pero no su superioridad, porque si así fuera sería

inhumana, ya que el mercado “desde el punto de vista del comprador, es cambiante,

relativo y parcial”233

. Explica la importancia del humanismo empresarial en estos términos:

“Sólo en la cooperación los empresarios pueden pensar en el hombre en cuanto tal,

en la pura competencia no pueden pensar más que en el dinero en cuanto tal. Y, por otro

lado, la empresa debe estar interesada en que todos los que con ella se relacionan, se

acerquen más a esa totalidad, a una plenitud. Ahí es donde tiene sentido la regulación de

horarios que permitan desarrollar otras actividades. Y el fomento de la cultura, que redunda

en una mayor socialidad, es decir, humanidad. Humanismo empresarial es, pues, para

terminar, el que la élite dirigente de las empresas sepa contar, tener en cuenta, a cada uno,

dándose cuenta de que ese cada uno no es una mera fuerza de trabajo, ni un mero sujeto

inalienable de derechos, sino, pura y simplemente, un hombre, es decir, un hermano”234

.

c. Universidad, Empresa y Estado.

Este trinomio de colaboración ha estado en práctica desde hace muchos años. Al

buscar estos tres términos juntos en Google, en diciembre del 2015, salieron más de 1.7

millones de sitios en menos de dos segundos. A mediados del siglo pasado Etzkowitz y

Leydesdorff propusieron un modelo que llamaron de triple hélice para potenciar un sistema

en que con intercambios dinámicos recíprocos en espiral de innovación, se consiguiera

que la Universidad, la Empresa y el Estado que antes trabajaban independientemente, al

obrar en armonía pudieran dotar a la sociedad de mejores profesionales y generar

232

ALVIRA, RAFAEL, "Qué es el humanismo empresarial," ie Cuadernos Empresa y Humanismo, Pamplona,

1989, n. 17, p. 3, https://filosofiaperu.files.wordpress.com/2007/05/que-es-el-humanismo-empresarial-rafael-

alvira.pdf, obtenido el 15 de diciembre de 2015. 233

ALVIRA, "Qué es el humanismo empresarial," p. 16. 234

IBID p.17.

Page 105: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

105

innovación y eficiencia en las Universidades, las empresas y los Estados 235

. Con esta

relación la Universidad apoya el desarrollo social de la empresa y la comunidad,

potenciando el diálogo de saberes en un sentido horizontal e integrador, que contribuye a

elevar la calidad de vida, incidir en la solución de problemas y promover la cultura.

Un modelo de la Triple Hélice impulsado en Guatemala es el desarrollado por el

Centro de Promoción de la Micro, Pequeña y Mediana empresa PROMIPYME Red

Nacional de Grupos Gestores, del Ministerio de Economía, que ha venido aplicando una

metodología exitosa elaborada en una universidad de Estados Unidos, la de San Antonio en

Texas (UTSA). La metodología es conocida por sus siglas en inglés como SBDC o Small

Business Development Centers-SBDC, centros que se instalan en las sedes de las

universidades, aunque no exclusivamente, con el objetivo principal de contribuir a la

dinamización de las economías locales y al fortalecimiento del tejido productivo, acercando

los servicios de desarrollo empresarial a mujeres y hombres emprendedores y a las

MIPYMES con potencial de crecimiento ofreciendo servicios de capacitación, asesoría

empresarial y asistencia técnica para fomentar el desarrollo económico local y maximizar y

capturar el impacto económico236

. Estos centros que pueden estar físicamente funcionando

en las sedes de las universidades operan contratando a un profesor de dedicación estable

como director del mismo y a varios profesores y estudiantes que realizan las actividades

propias del centro, y remuneran al equipo con fondos provenientes del Estado, con el

compromiso de generar impacto en las regiones cercanas a la Universidad. Así, por

ejemplo, en Guatemala, la Universidad del Istmo se constituye en un SBDC con la misión

de mejorar la dirección y gestión de las micro, pequeñas y medianas empresas en el

departamento de Guatemala, municipio de Fraijanes y otros municipios aledaños, por

medio de asesoría, capacitación y asistencia técnica en desarrollo, promoción y

comercialización de productos y servicios innovadores y sostenibles; priorizando las

235

Cfr. ETZKOWITZ, HENRY Y LOET LEYDESDORFF, "Universities in the Global Economy: A Triple Helix of

University-Industry-Government Relations ", paper presented at the The Triple Helix as a Model for

Innovation Studies 1998, vol. 25, p. 195-203, http://www.leydesdorff.net/th2/spp.htm, obtenido el 14 de

diciembre de 2014. 236

Cfr. PROMIPYME, Red Nacional de Grupos Gestores, Memoria de Labores, 2015.

http://www.gruposgestores.org.gt/2011/wp-content/uploads/2015/10/Memoria-de-labores.compressed.pdf,

obtenida el 15 de diciembre de 2015.

Page 106: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

106

actividades empresariales en manufactura ligera, TIC´s, turismo y agroindustria. Desde el

centro se contacta a profesores y estudiantes que pueden colaborar con las necesidades

presentadas por los empresarios237

.

Es inquietante que en países como Guatemala, un país rico en recurso natural y tan

cercano a uno de los países más desarrollados del planeta, los pobres solo posean el 3% de

la riqueza nacional238

. En el país hay ahora varias iniciativas que han surgido de la

inquietud de los empresarios por impactar en la mejora del país. Una de ellas es

“Mejoremos Guate”, una iniciativa que ha elaborado una estrategia de incidencia en

políticas públicas para el desarrollo integral del país. Se trata de una propuesta ciudadana,

abierta e incluyente, para fomentar el diálogo y lograr un plan de país consensuado con

otros actores y sectores. La iniciativa es impulsada por el sector empresarial unido, integra

proyectos e iniciativas técnicas, marcando rutas que permiten caminar juntos hacia una

nación más próspera, solidaria, segura, incluyente y transparente.239

En los modelos tripartitos, las iniciativas de desarrollo incluyen varios ejes para que

se generen más empleos, mayor inversión y mejores ingresos. La población de Guatemala

es de 16 millones, de los cuales se incorporan anualmente a la Población Económicamente

Activa - PEA - 140,000 jóvenes entre 14 y 20 años, pero solamente 20,000 encuentran

empleo formal. Esa brecha de empleos formales se cubre parcialmente con iniciativas de

emprendimiento, porque el guatemalteco tiene un alto índice de emprendimiento, pero no

tanto de sostener la empresa en el largo plazo. La gran mayoría de jóvenes generan con el

autoempleo en el área rural lo suficiente para subsistir. Se han identificado al menos 25

principales sectores productivos y se han analizado los cuellos de botella que impiden tener

un mayor crecimiento económico para generar puestos de trabajo y poder crecer por encima

del 6% anual.

El progreso de un país se basa en su población educada, en el capital humano. En

Guatemala, únicamente el 7% de los estudiantes que aprueban la primaria ganan las

237

Cfr. BARREDA DE HURTADO, LUCÍA, Y LINDA PAZ, Proyecto de SBDC para la Universidad del Istmo,

2015. 238

Cfr. INE, INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Encuesta de condiciones de vida 2014 (ENCOVI), 2015.

http://www.gruposgestores.org.gt/2011/wp-content/uploads/2015/10/Memoria-de-labores.compressed.pdf,

obtenida el 15 de diciembre de 2015. 239

Cfr. WWW.MEJOREMOSGUATE.ORG, Portal Mejoremos Guate, 2015. obtenida el 15 de diciembre de 2015,

http://www.mejoremosguate.org/cms/es/quienes-somos.

Page 107: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

107

pruebas estandarizadas de matemática y el 24% de lectura. En el mundo de hoy las

ventajas competitivas se construyen mediante el capital humano calificado, con mejor

formación. Los países más competitivos han sabido formar a su población.

Otro eje es el de la seguridad, porque la falta de seguridad y justicia en un país

inhibe el desarrollo. Es preciso el fortalecimiento institucional de la policía y dotarla de las

tecnologías adecuadas, para que el software y el equipo, pueda ayudar a las autoridades a

responder con prontitud. Por otro lado habrá que apoyar técnicamente al Organismo

Legislativo para el desarrollo, discusión y seguimiento de leyes clave para el desarrollo

integral de la sociedad.

Las iniciativas del tipo de la triple hélice parten de la realidad de que todo desarrollo

sostenible no pueden basarse en iniciativas de un sector aislado de la sociedad, sino que ha

de incluir a varios sectores en un proceso que para tener garantía de éxito ha de ser integral

y congruente de modo que pueda enfrentar el reto de dar seguimiento y mantener la

vigencia de las acciones que se emprendan. Contribuir a la mejora de la competitividad y

capacidad de innovación del país y al fortalecimiento de la institucionalidad público-

privada es un reto al que han de enfrentarse juntos Universidad, Empresa y Estado. Gracias

a ello el país se hará competitivo e innovador con capacidad para generar una cantidad

suficiente de empleos para brindar riqueza y oportunidades a los ciudadanos.

Así, por ejemplo, el Estado ha de liderar el establecimiento y la gestión de una

agenda que plantee las estrategias y programas del Sistema Nacional de Ciencia,

Tecnología e Innovación adaptado a la vocación de los recursos que se cuentan en el país;

generar incentivos fiscales que motiven a las empresas a participar en proyectos de

innovación con las universidades y ajustar la normativa en materia de la propiedad

intelectual, transferencia de tecnología y uso de las patentes; etc.

Por su lado las empresas, pueden poner generosamente a la disposición de la

Universidad los resultados de sus logros técnicos y de negocios; focalizar esfuerzos

importantes en sectores intensivos de Innovación y Desarrollo y llevar a la Universidad las

mejores prácticas.

La Universidad por su parte deberá organizar su actividad de manera que pueda

generar en su pensum de estudios como un eje transversal la formación en una cultura

solidaria que lleve a la misma Universidad, a sus directivos, profesores y estudiantes a

Page 108: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

108

participar en proyectos de impacto social y empresarial. En muchos casos será necesario

establecer departamentos o centros dedicados a que el modelo de la triple hélice funcione

en la Universidad, y se podrá gestionar que profesores investigadores dediquen esfuerzos a

generar emprendimiento y orienten la tecnología a satisfacer necesidades sentidas.

Propiciar en el pensum de estudios cursos que puedan orientar hacia el servicio a la

comunidad, conocimiento de la problemática social, desarrollo de casos que recojan la

experiencia de las empresas y los gobiernos para que puedan ser material didáctico

efectivo.

Por otro lado habrá que generar espacios en los que participen los tres sectores para

producir, transmitir y transferir conocimiento que promueva la satisfacción de necesidades

de los distintos actores de la sociedad. Para esto deberá adaptar las normativas internas para

que se faciliten los procesos que permitan la transferencia de tecnología tanto a la empresa

como a la comunidad regional, nacional e internacional. También la Universidad puede

acercarse más a la empresa y al gobierno local para la construcción conjunta de agendas

programáticas de desarrollo local y regional, como también elaborar estudios que permitan

evaluar los modelos de Transferencia Tecnológica, su impacto y los factores que la

determinan, con el fin de darle un carácter más dinámico a su funcionamiento.

d. La Universidad y la Familia

Un rasgo característico que forma parte de los discursos de graduación elaborados

de los estudiantes en el acto de graduación es el espacio que destinan al agradecimiento a

quienes han contribuido a su formación personal y profesional. No con poca frecuencia el

espacio más importante está dedicado a sus familias. En la Universidad del Istmo, por

ejemplo, tenemos muchos ejemplos de ello.

Los actos de graduación son unos momentos que quedan registrados en la historia

familiar, son un triunfo de la familia. Los buenos padres han previsto desde jóvenes el

ahorro para que sus hijos puedan llegar a la Universidad, y después de graduados siguen

invirtiendo en ellos para que continúen estudios de maestría y doctorados. Es una de las

inversiones más importantes y preciosa para ellos.

Page 109: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

109

Cuando un chico o chica se gradúan del colegio, en la familia se sabe que es un

momento de inflexión: el joven debe decidir con toda libertad los estudios qué quiere

realizar y debe empezar a desenvolverse en la vida como un adulto, pues por lo general ya

son, o están cerca de ser mayores de edad. Es un momento de evaluación para la misma

familia que es escuela de libertad. Se trata de una cultura generalmente aceptada por todos:

los trámites en la Universidad los hacen los mismos jóvenes que no van acompañados por

su familia. Cuando un chico o chica son muy acompañados por sus padres surge un motivo

de alarma: hay que dar el espacio a los chicos para que tomen sus propias decisiones, a dar

la cara y presentar sus inquietudes el mismo, es como una segunda cortada de cordón

umbilical o destete. Según la condición económica de los estudiantes hay dos panoramas: o

trabajan y se pagan los estudios, o estos son financiados por la familia. En casi todos los

casos en países como Guatemala los chicos siguen viviendo con sus padres. En los casos

de estudiantes guatemaltecos que viajen a estudiar a otro país o región, el homesick, la

nostalgia, es un elemento con el que cuentan los educadores. Adaptarse en un lugar lejano

por poco tiempo puede ser visto como una aventura, pero a más largo plazo supone un

mayor grado de dificultad: la cercanía, diálogo, la comida, la limpieza de la casa, las

costumbres. Hoy en día este impacto puede ser atenuado en cierto grado por los medios de

comunicación. Hace unos días un anuncio de la radio explicaba cómo ahora las llamadas a

Estados Unidos cuestan lo mismo que las locales en Guatemala, de tal manera que el chico

comentaba alegre que siente a la madre tan cerca como si estuviera en el país. Y es lo

lógico, los padres han acompañado en el crecimiento académico y vital de sus hijos y lo

normal es que lo sigan haciendo. Vienen al caso unas palabras de Carlos Llano: «En las

escuelas pueden aprenderse oficios, mientras que en la familia se aprende, cuando se

aprende, el más alto y fundamental: el ser del hombre»240

.

"Es la crisis de la familia la que provoca la crisis de la juventud y por consiguiente

la que pone en un cierto peligro el futuro de nuestra sociedad”241

. La estabilidad familiar

impacta también mucho en el rendimiento de los estudiantes. Si hay problemas en la

240

LLANO, CARLOS, "El oficio de ser hombre," en http://istmo.mx/1994/09/el_oficio_de_ser_hombre/ ,

obtenida el 15 de noviembre de 2015. 241

ALVIRA, RAFAEL, "La crisis de la familia provoca la crisis de la juventud," en Noticias de la Universidad

de Montevideo (2011), http://www.um.edu.uy/noticias/62384-dr-rafael-alvira-la-crisis-de-la-familia-provoca-

la-crisis-de-la-juventud/, obtenida el 16 de diciembre de 2015.

Page 110: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

110

familia, ordinariamente repercute en las calificaciones, en su estabilidad de ánimo, en la

forma de ver la vida. El asesoramiento académico se hace más necesario cuando los chicos

pasan por rupturas familiares entre sus padres, ya sean temporales o definitivas. La

Universidad no es ajena a las crisis familiares: cada vez es más frecuente que se inscriban

en la Universidad hijos de madres solteras que incluso no conocen a su padre, o que viven

con los abuelos porque los padres se han ido a trabajar a USA y con las remesas pueden

estudiar en la Universidad, u hogares con violencia intrafamiliar, o con padres divorciados

que conviven con nuevas parejas. Aunque la proporción de esos casos es menor que las de

los que tienen un hogar estable, el rendimiento y el ambiente universitario se ve fe afectado

necesariamente. Problemas de concentración, de drogas, de alcoholismo, de ética y de

corrupción son menores en los hogares bien establecidos. En una ocasión un grupo de

estudiantes de la Universidad del Istmo quiso celebrar el día de la madre a sus progenitoras

y preparó un concierto y un vino de honor. Una madre llorosa comentó en su emoción que

en el colegio de sus hijos no habían celebrado el día de la madre desde hace años y eso

denotaba el calor de hogar que se fomentaba en los estudiantes y el aprecio por el valor por

sus padres.

La Universidad debe buscar un buen balance entre tener a los padres cerca y la

ayuda a la autonomía de los alumnos. Hay muchos momentos en los que se puede

propiciar la unidad familiar: festivales familiares; entrega de méritos a los mejores

promedios anuales, a la que suelen venir los padres y abuelos; cada Facultad va

organizando actividades en las que puede invitar a los padres para poder estrechar las

manos y atenderlos cordialmente. No cabe duda que si las Universidades funcionan es

gracias a la generosa y abnegada contribución que las familias hacen para que sus hijos

puedan superarse.

La familia es el camino para construir un buen futuro242

. La Universidad tiene la

responsabilidad de apoyar a la institución más importante de la sociedad -la familia-,

verdadero termómetro de la salud social, y es una obligación de la academia el custodiar

este baluarte. La Universidad del Istmo quiso dejarlo expresamente plasmado en su ideario

que, en Artículo 3 expone “En la investigación, en la enseñanza y en el quehacer diario, la

242

Cfr. ALVIRA, RAFAEL, "Responsabilidad social y humanismo empresarial: Libertad, bien común, familia y

confianza" Gobierno Empresarial, Santiago, Universidad de los Andes, 2011, p. 15-36.

Page 111: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

111

Universidad fomenta el respeto a la dignidad de la persona, la defensa de la vida humana y

la promoción de la familia como institución primaria de la sociedad”243

. El contenido de

este artículo es tan prioritario que se quiso que fuera de los primeros y que además

coincidiera con el Artículo 3 de la constitución de la República, que defiende la vida desde

su concepción244

, aunque era difícil hacerlo con el 47 que se dedica a la familia. Este punto

del ideario sirve de referencia para actuar en muchos campos en el ámbito de la familia.

La Universidad no puede estar ajena a la promoción de la familia. El primero de los

ámbitos es “el quehacer diario” en el que se ha de custodiar y fortalecer a la familia. Esto

se verá plasmado en las políticas familiares con los empleados. No es extraño que haya

sido en el seno universitario de una investigación multidisciplinar donde surgiera el índice

IESE Family Responsible Employer Index (FREI) que analiza el nivel de implantación de

las prácticas de flexibilidad e integración trabajo-familia-vida personal en las empresas y su

impacto en las personas y la organización245

. Hoy en día ese índice recoge estadísticas de

20 países en los que han participado más de 10,000 personas. Los resultados son claros: si

una empresa se preocupa por las familias de sus colaboradores, estos dan mayores

resultados en su trabajo, pero lo más importante es que la empresa está colaborando con

que los padres puedan contar con tiempo adecuado para estar con sus familias que es lo que

dará una gran salud a la sociedad. Se revierte así la tendencia al “workholic” o trabajadores

obsesivos que dejan a la familia en un segundo plano, para poner el énfasis, por el

contrario, en educación, en seguridad y en salud familiar.

Por otro lado la Universidad debe fomentar entre sus profesores y personal la

identificación con este ideario. De esta manera los estudiantes tendrán en cada profesor un

ejemplo de coherencia de vida que les llevará a darse cuenta que es bueno ser exitoso

profesionalmente, pero más importante es ser exitoso familiarmente.

Podría decirse en este sentido que uno de los índices de éxito de la Universidad será

el que sus egresados integren familias normales, familias felices, en las que demuestren que

243

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, Guatemala, 2006, n. 3. 244

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, 11 de mazo de 1985, “Artículo 3o.- Derecho a la vida.

El estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la

persona” y “Artículo 47. Protección a la familia. El Estado garantiza la protección social, económica y

jurídica de la familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos

de los cónyuges, la paternidad responsable”. 245

Cfr. IESE BUSINESS SCHOOL, International Center for Work and Family - IFREI, 2015.

http://ifrei.iese.edu/ obtenida el 15 de diciembre de 2015.

Page 112: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

112

son capaces de comprometerse para toda la vida con un ideal. Los estudiantes de Carlos

Llano recuerdan una frase impactante de su profesor: «El casarte con María Luisa implica

que vas a renunciar a las miles de millones de mujeres del mundo. ¿María Luisa vale

tanto?», y es que el matrimonio vale tanto que escoger a la pareja viene a ser un asunto de

vital importancia no sólo para el estudiante, sino para la familia que constituya y por lo

tanto para la sociedad. En la Universidad se ha empezado con una práctica de celebrar los

aniversarios de bodas de los egresados: una Misa y una pequeña celebración familiar

cuando cumplen años redondos de casados.

El ambiente es el vehículo formativo más importante y si el ambiente universitario

favorece a la familia, ello repercutirá en la vida de los estudiantes. Por esto es importante

que la reflexión sobre la realidad de la familia sea un eje transversal en la Universidad. Un

proyecto social con un grupo de estudiantes consistió en visitar un asilo de ancianos. Antes

de acudir se hizo un taller en el que se trabajó la psicología del anciano. Los chicos

prepararon actividades especiales y cada uno se acercó de una manera discreta a uno de los

ancianos para preguntarle qué es lo que más les gustaría. En una siguiente visita los

estudiantes procuraron llevarles lo que anhelaban tener. En una tercera fase, personalizada,

los asesores académicos preguntaron a esos alumnos sobre su relación con sus propios

abuelos: si los visitaban, con qué frecuencia, con qué gusto y con qué interés. Algunos de

ellos manifestaron que visitaban poco a sus abuelos, porque no tenían tema para hablar con

ellos, porque eran cascarrabias o porque simplemente no congeniaban. El proyecto fue

muy positivo, porque los chicos se dieron cuenta de lo mucho que tenían que agradecer a

los abuelos, que aprender de ellos y que muchas veces su mal carácter se debía a la soledad,

a no sentirse queridos y comprendidos. Ha sido una lección importante para esos alumnos

que desde que tuvo lugar esa actividad valoran, visitan y atienden mejor a sus familiares

mayores.

La Familia es un tema de investigación de gran interés desde todos los ámbitos que

se la estudie, y la Universidad puede y debe hacerlo: la arquitectura, diseñando casas que

faciliten el encuentro, el diálogo intrafamiliar; la urbanística que diseña ciudades en las que

hay espacio para las familia; la comunicación: trasmitiendo en programas de cine y

televisión valores familiares; la administración de empresas que genere en las empresas

ambientes amigables con los embarazos, con el cuidado de los ancianos, con los eventos

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

113

familiares de sus trabajadores. En el campo legal hay mucho por aportar, en primer lugar

mediante legislaciones que protejan a la familia.

Entre otros temas pueden ahondarse también cuestiones como las relaciones

familiares, el matrimonio, los conflictos familiares, la mediación y la terapia familiar, la

protección del menor, el derecho de los padres y poder público, la educación y la

afectividad, la educación y la sociedad, las instituciones educativas, los observatorios de

tendencias sociales, el ocio y el tiempo libre y los estilos de vida familiar.

Un movimiento relativamente reciente está constituido por los centros, institutos y

Universidades que se dedican al estudio y difusión del valor de la familia. Pablo VI,246

,

escribió en 1968 una controvertida encíclica Humanae vitae, que subtítulo “Sobre la

regulación de la natalidad” en la que definió la doctrina de la Iglesia sobre el aborto, y la

píldora anticonceptiva tan en boga en esa época. En la encíclica se trató el tema del amor, el

sexo y el matrimonio, el mismo año en que la revolución estudiantil proclamaba la libertad

sexual en el mundo occidental. Además constituyó en 1973 un Comité Pontificio para la

Familia.

Monseñor Livio Melina en el portal del Pontificio Instituto Juan Pablo II para

estudios sobre el Matrimonio y la Familia, Sección Española, relata cómo el 13 de mayo de

1981, día de la Virgen de Fátima y del atentado en la plaza de San Pedro a Juan Pablo II,

fue el día en el que el Papa anunció públicamente la fundación del Instituto que llevaría su

nombre y quería que estuviera dedicado al estudio del matrimonio y la familia247

. Desde

entonces muchas universidades en todo el mundo han dedicado institutos y centros a la

investigación y formación de miles de personas que quieren ser agentes que promuevan la

riqueza de la familia. Muchos de estos centros llevan el nombre de Institutos de Ciencias

para la Familia, convencidos de la necesidad y utilidad de responder de forma científica,

bien fundamentada a la realidad que el matrimonio y la familia viven en el mundo actual,

en la cultura y en la vida de cada persona248

.

246

Cfr. WWW.FAMILIA.VA, “Pablo VI, el Papa de la familia y de la vida será beatificado”, 2014,

www.familia.va, obtenida el 16 de diciembre de 2015. 247

Cfr. PONTIFICIO INSTITUTO JUAN PABLO II PARA ESTUDIOS SOBRE MATRIMONIO Y LA FAMILIA, 2015,

https://www.ucv.es/jpii/ obtenida el 15 de diciembre de 2015. 248

Cfr. FAMILIA, INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA, Ciencias para la familia,

http://www.unav.edu/matrimonioyfamilia/instituto_ciencias.php?c=2&c2=2c, obtenida el 21 de diciembre

de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

114

El último sínodo extraordinario que se celebró en el Vaticano hace pocas semanas

ha vuelto a subrayar que la familia no es el problema, sino la solución249

y va dando las

claves para seguir trabajando en y desde la Universidad los asuntos que son de mayor

envergadura para la construcción de una nueva cultura que favorezca el resurgimiento de la

familia y el matrimonio.

No es posible construir una sociedad sin partir de cada familia, tarea nada pequeña,

para la que es necesario poseer un espíritu magnánimo sin el cual no es posible sostener el

empeño para consolidarla y facilitar que cuando llegue el momento oportuno los hijos

puedan tomar las decisiones sobre su propio futuro y verlos partir para que ellos construyan

con solidez este mismo círculo virtuoso:

“Sin entusiasmo para empezar, tenacidad para seguir, y desprendimiento para ver

cómo lo construido se va, no hay familia posible. Muchos no la forman porque no se

atreven, o no se consideran con fuerzas para ello. Es decir, les falta grandeza de ánimo.

Pues las tres virtudes señaladas no son más que tres variantes de ella, cuya diferente

modulación viene dada por el momento cualitativo en que juegan su papel, y cuya

característica añadida es la dificultad creciente. Hace falta mucho corazón para lanzarse,

más para continuar y más para desprenderse.” 250

La Universidad juega un papel preponderante en el desarrollo de una cultura a favor

del matrimonio, de la familia y de la vida que trae como consecuencia inmediata un aporte

a la seguridad, el desarrollo económico y social de la civilización.

249

Cfr. ACEPRENSA, “Final del Sínodo: la familia no es el problema sino la solución”, 2015.

https://www.aceprensa.com/articles/final-del-sinodo-la-familia-no-es-el-problema-es-la-solucion/, obtenida

el 16 de diciembre de 2015. 250

Cfr. ALVIRA, El lugar al que se vuelve. Reflexiones sobre la familia, p. 91.

Page 115: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

115

Capítulo 4. Un Modelo integrador al servicio del bien común: San Josemaría y la

Universidad

“Para ti, que deseas formarte una mentalidad católica, universal, transcribo algunas

características: — amplitud de horizontes, y una profundización enérgica, en lo permanentemente

vivo de la ortodoxia católica; — afán recto y sano —nunca frivolidad— de renovar las doctrinas

típicas del pensamiento tradicional, en la filosofía y en la interpretación de la historia...;

— una cuidadosa atención a las orientaciones de la ciencia y del pensamiento

contemporáneos; — y una actitud positiva y abierta,

ante la transformación actual de las estructuras sociales y de las formas de vida” 251.

San Josemaría Escrivá

En los últimos siglos grandes pensadores se han dado a la tarea de preguntarse cuál

ha de ser la identidad de una universidad con identidad Cristiana. Romano Guardini, John

Henry Newman, Jacques Maritain, san Josemaría Escrivá, Juan Pablo II, Joseph Ratzinger,

y más recientemente Alasdair Macyntire, Chales Taylor, John Rawls, Robert Spaeman.

Por otro lado, ilumina el pensamiento universitario el gran impulso que san

Josemaría realizó para promover la institución universitaria. Tuvo la intención de escribir

un libro que englobara sus ideas sobre los rasgos esenciales de una universidad pero acabó

su fecunda existencia sin ver a luz ese sueño. Sin embargo, sus hijos, herederos de tan rico

legado, se han dado a la tarea de sistematizar las ideas que san Josemaría expresó por

escrito y verbalmente sobre tan importante tema. Y así universitarios como Leonardo Polo,

Alejandro Llano, Francisco Ponz Piedrafita, Rafael Alvira, Miguel Alfonso Martínez

Echeverría, Juan Fernando Sellés, María Ángeles Vitoria, Jutta Burggraf, Concepción

Naval, Alfredo Rodríguez Sedano, Francisco Altarejos, entre otros, se han dado a la tarea

de profundizar en la misión de una universidad y en la forma que debe adoptar.

Todos esos pensadores han iluminado la tarea de la universidad contemporánea que

se resiste a reducir su tarea a la fábrica de profesionales en serie. Este capítulo quiere

exponer, sin querer ser exhaustivo, las ideas de san Josemaría sobre la universidad,

siguiendo los modelos universitarios expuestos en el primer capítulo del trabajo.

251

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Surco, n. 428.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

116

1. Distintos tipos de Universidades católicas.

Como se ha desarrollado en el primer capítulo de este estudio, la Iglesia construyó

la civilización occidental hoy conocida aportando a la cultura las primeras universidades

nacidas en el siglo XIII, que surgieron de la tradición de los estudios de Teología de las

escuelas catedralicias y monacales establecidas por los obispos y por las grandes órdenes

religiosas. Más adelante surgieron estudios de Medicina y de Derecho Civil y Canónico y

se fue fraguando la forma jurídica de la universidad en la Edad Media: Pontificias y Reales.

Con el correr de los siglos han sido muchas las universidades que han sido promovidas por

cristianos a lo largo del orbe para la difusión de la fe y de la cultura.

El Código de Derecho Canónico (CIC) de 1990, en sus cánones 807 al 814252

reconoce la existencia de la Universidad Eclesiástica y la Católica. Al primer grupo se les

denomina universidades eclesiásticas, que son erigidas o aprobadas por la jerarquía de la

Iglesia, en las que se cursan materias eclesiásticas como la Teología, el Derecho Canónico,

Sagradas Escrituras. En este tipo de universidades la misión fundamental es la formación

de los sacerdotes y los futuros ministros. Las universidades eclesiásticas más antiguas del

mundo son la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) y la

Universidad Pontificia Gregoriana. La lista de estas universidades es vasta, y entre ellas se

incluye por ejemplo la prestigiosa Pontificia Universidad Lateranse.

En una asegunda clasificación se encuentran las denominadas universidades

católicas que forma parte de la estructura de la Iglesia, son erigidas y aprobadas por la

jerarquía de la Iglesia con la aprobación de la autoridad eclesiástica competente al igual que

las eclesiásticas. La diferencia estriba en que en estas universidades se estudian también

otras ciencias que no son eclesiásticas. Una universidad católica asume en sus estatutos o

documento equivalente lo regulado en relación a las universidades católicas. Su

administración descansa en algún instituto religioso u otra persona jurídica. Figuran aquí un

buen número de universidades prestigiosas a cargo de las órdenes religiosas como las de

tradición Ignaciana y Salesiana.

252

Cfr. CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO,

http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_INDEX.HTM, obtenida el 10 de noviembre de 2015.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

117

Existe un tercer tipo de universidades que no son jurídicamente erigidas como

católicas pero que tienen esa inspiración. Juan José Mora explica que son universidades

cuyo ideario es igualmente católico, pero que están constituidas sin los elementos formales

propios del concepto canónico de universidad católica. De tal manera, que no dependen de

la jerarquía eclesiástica, ni tienen la condición oficial ni la denominación de “católicas”. A

estas universidades se les denomina como universidades de inspiración cristiana253

.

2. Experiencia universitaria de san Josemaría Escrivá.

Las universidades promovidas por san Josemaría, que predicó la santificación en

medio del mundo, pertenecen a este tercer prototipo. San Josemaría “calificaba este tipo de

iniciativas como labores “de promoción humana, cultural y social, realizadas por

ciudadanos, que procuran iluminarlas con las luces del Evangelio y caldearlas con el amor

de Cristo”. En la misma línea, Álvaro del Portillo las caracterizaba como universidades que

se proponen “institucionalmente realizar una aportación cristiana al desarrollo de la

cultura”254

.

San Josemaría tuvo un gran amor a la institución universitaria. Experimentó de

primera mano la experiencia universitaria, las ilusiones, necesidades, carencias y

frustraciones de sus profesores y alumnos y la labor de formación que debía darse en

ella255

: “Yo amo a la Universidad: me honro de haber sido alumno de la Universidad

Española”256

.

De joven soñaba con ser arquitecto. Su vida tomó otros derroteros e ingresó al

Seminario de San Carlos en Zaragoza. Al mismo tiempo se matriculó en la Facultad de

Derecho y obtuvo su Licenciatura Civil en 1927. Más tarde se trasladó a Madrid para

253

MORA, JUAN MANUEL, "Universidades de inspiración cristiana: identidad, cultura, comunicación,"

Boletín Romana. n. 54. Enero-Junio 2012. http://es.romana.org/art/54_8.0_1 obtenido el 10 de noviembre de

2015. 254

MORA, JUAN MANUEL, "Universidades de inspiración cristiana: identidad, cultura, comunicación". 255

Cfr. Argandoña, Antonio. Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad,

www.unav.es/bvcedej/sites/default/files/.../XUNAV_UN005034_3035.pdf, obtenido el 10 de noviembre de

2015 256

ARGANDOÑA, ANTONIO, "Homilía en la Catedral de Pamplona, el 30 de noviembre de 1964" Nuestro

Tiempo, 1965.

Page 118: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

118

cursar el Doctorado en Derecho en la entonces llamada Universidad Central, en 1927,

obteniendo su título unos años más tarde.

En Madrid entró en contacto con estudiantes en su universidad y de otras

universidades. En 1933 impulsó la Academia DYA con el objetivo de impartir formación

humana, doctrinal, espiritual y profesional a universitarios que radicaban en esa ciudad. Al

siguiente año se inició la residencia de estudiantes de la calle Ferraz, que ha sido la semilla

que luego han hecho germinar un gran número de residencias y colegios mayores en todo el

mundo. Su labor docente en los años que vivió en Madrid fue intensiva. Fue profesor de

Derecho Canónico en Zaragoza y de Derecho Romano en Madrid, de Ética y Deontología

en la Escuela Oficial de Periodismo en Madrid.

Al Doctorado Civil se sumó el de Teología por la Universidad Lateranense en Roma

en 1955. Obtuvo un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza. Fue

además Gran Canciller de las Universidades de Navarra y de Piura en Perú. En 1957 fue

consultor de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, y miembro de la

Pontificia Academia de Teología en 1957.

San Josemaría ha realizado valiosas aportaciones a todo el mundo de la educación,

desde la infantil hasta la universitaria. Víctor García Hoz relata que “Monseñor Escrivá de

Balaguer tenía su propio estilo educativo. Tengo para mí que este estilo pone relieve en las

dos actividades que a mi modo de ver eran más queridas por él. La actividad personal, de

amistad, de convivencia, de trato individual diferente para cada hombre y esa otra

catequesis a la que se dedicó especialmente en los últimos años, en la cual se realiza la

maravilla de que siendo multitudinaria no pierde su carácter íntimo”257

.

Sus aportes educativos giran en torno al espíritu que debe inspirar la educación, al

modo entender a las personas, de tratarlas y de coadyuvar con su formación humana,

profesional y cristiana. Aportó ideas relevantes sobre la tarea universitaria y fomentó la

creación de universidades con una visión de apertura al conocimiento, investigación y

desarrollo.

La expansión de la Prelatura del Opus Dei por todo el mundo le llevó a entrar en

contacto con profesores y estudiantes de las más variadas universidades del orbe.

257

GARCÍA HOZ, VÍCTOR, San Josemaría Escrivá y la educación, 2009,

http://udep.edu.pe/capellania/2009/04/san-josemaria-escriva-y-la-educacion-por-victor-garcia-hoz/, obtenido

el 8 de noviembre de 2015.

Page 119: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

119

Consecuencia de su actitud de apertura hacia las distintas culturas fueron sus sugerencias

para diseñar una universidad abierta a las necesidades cambiantes del mundo

contemporáneo.

Gracias a su impulso, en 1968 nació el Congreso Universitario UNIV con el

objetivo de permitir que cada año, jóvenes de todo el mundo pudieran vivir una

experiencia de impacto académico, cultural y espiritual en sus jóvenes vidas. Nace en ellos

una gran creatividad como consecuencia del contacto con el patrimonio cultural, espiritual

y artístico que custodia la ciudad de Roma. Cuatro décadas después de su primera edición

se cuentan por miles los estudiantes y profesores universitarios que han podido ampliar sus

propios horizontes, dialogar y confrontar de manera constructiva algunos de los temas de

mayor importancia en el mundo juvenil y de la sociedad actual, en el clima universal del

centro de la Cristiandad. Durante este congreso los estudiantes han tenido la cercanía del

Santo Padre en audiencias especiales concedidas por Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto

XVI y el Papa Francisco.

Su pensamiento universitario realizó una síntesis de las distintas tradiciones

universitarias, a las que añadió el genio propio de su profundo y novedoso espíritu.

Además, impulsó directamente la creación de la Universidad de Navarra, primera de las

numerosas que han surgido bajo su aliento e inspiración. Podría decirse que toma lo mejor

las diversas tradiciones universitarias.

3. El valor de la tradición universitaria en san Josemaría

En este apartado se analiza cómo san Josemaría supo valorar de las distintas

tradiciones universitarias el genuino espíritu académico, de investigación y de servicio de

la universidad. Se seguirá el recorrido histórico del surgimiento de las distintas

universidades a lo largo de los siglos y cómo en la práctica san Josemaría tomó de los

distintos estilos lo mejor para animar las universidades que impulsó. Se ha revisado cómo

la institución universitaria ve la luz en la Edad Media y se constituye como una de las

instituciones más importantes que ha inventado la civilización occidental.

Con motivo de la Beatificación de su Fundador y Gran Canciller, la universidad de

Navarra publicó un volumen en el que se recogen los mensajes que dirigió a la comunidad

Page 120: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

120

universitaria. Se incluyen en el volumen los cuatro actos de investidura de Doctores

Honoris Causa que presidió. En esas oportunidades se invistieron a trece profesores de

singular relevancia por diversos motivos. Se ha elaborado un cuadro analítico que incluye

los nombres de los profesores, las universidades donde estudiaron y las razones por las que

se les concedió el doctorado honoris causa. Todos ellos tenían méritos académicos

relevantes que los hicieron acreedores a la distinción; algunos ya contaban con Doctorados

Honoris Causa de otras casas de estudio superior. No pocos de entre ellos colaboraron de

manera especial con el desarrollo de la Universidad de Navarra. Con las universidades de

proveniencia se establecieron lazos de gran fruto investigador y de relaciones de tipo

académico.

Son de mucha utilidad estos textos porque dejan ver muy claramente, la alta estima

y consideración que ocupaban en la cabeza y el corazón de San Josemaría las universidades

de donde provenían los profesores que fueron galardonados con tan alta distinción. Esos

discursos han sido tema de reflexión para muchos universitarios, y constituyen un material

precioso a la hora de hacer un análisis de la idea de universidad que tenía San Josemaría

sobre esta institución. En este trabajo se busca tomar como hilo conductor la tradición

universitaria desde su aparición en la Edad Media para ver cómo San Josemaría –en la

mejor línea de la historia universitaria- destaca las características que debería tener una

universidad: promover el bien común, la sincera búsqueda de la verdad, una sana

convivencia entre profesores, estudiantes y directivos, la defensa de la libertad, el servicio a

la sociedad.

Page 121: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

121

Doctorados Honoris Causa que se otorgaron en la Universidad de Navarra en

vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer, mientras fue Gran Canciller258

.

Fecha Profesor Títulos Razones

28

nov.

1964259

Prof. Dr. D.

Miguel Sancho

Izquierdo

Doctor en Derecho y en Filosofía y Letras Universidad de

Zaragoza.

Presidió la Inauguración de las actividades del Estudio

General de la Universidad de Navarra en 1952260

.

El Estudio General de Navarra

inicialmente estuvo adscrito a la

Facultad de Derecho de

Zaragoza en 1952261

.

Prof. Dr. D.

Juan Cabrera y

Felipe

Doctor en Física U. de Zaragoza262

.

Profesor de Ciencias Naturales.

Rector de la Universidad de Zaragoza: 1954-1968.

Apoyó el desarrollo inicial de la

Universidad de Navarra con

mucho ahínco y abnegación.

258

Elaboración propia. 259

Cfr. ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “Formacion enteriza de personalidades jovenes” en Josemaría

Escrivá de Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 73-78. 260

El 12 de febrero de 1953 el Ministerio de Educación Nacional comunicó al Estudio General de Navarra el

reconocimiento de la adscripción de su Escuela de Derecho a la Universidad de Zaragoza, después de haberlo

solicitado Ismael Sánchez Bella el 31 de octubre de 1952. 261

Cfr. DE MEER, FERNANDO, (coord.), El comienzo de la Escuela [Facultad] de Derecho de la Universidad de

Navarra (1952-1957). Un apunte histórico, p. 25-26, Studia et Documenta, vol. 8, Rivista dell'Istituto Storico

San Josemaría Escrivá, 2014. 262

La Universidad de Zaragoza fue fundada en Fundada en 1524. En 1960 le confirió el doctorado Honoris

Causa en Filosofía y Letras a Josemaría Escrivá de Balaguer.

Page 122: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

122

Fecha Profesor Títulos Razones

7

octubre

de

1967263

Prof. Dr. D.

Guilherme

Braga da Cruz

Doctor en Derecho y Rector de la Universidad de

Coímbra264

.

Grandes aportes a la ciencia

Jurídica.

Mons. Dr. D.

Willy Onclin

Doctor en Derecho Canónico y Derecho Civil por la

Universidad de Lovaina265

.

Uno de los canonistas que más

había contribuido al Derecho

Canónico.

Prof. Dr. D.

Ralph Merle

Hower

En la Universidad de Kansas266

estudió Economía. Fue

becario del Pembroke College, Becario en Oxford267

. Doctor

en (Historia de las Empresas) por Harvard268

Business

School.

Apoyo invaluable al IESE

Business School.

Prof. Dr. D.

Otto B.

Roegele

Medicina y Filosofía (Historia) en las Universidades de

Múnich269

, Heidelberg270

, Erlangen271

y Estrasburgo272

.

Doctor en Medicina por la Universidad de Múnich y Doctor

en Filosofía por la de Estrasburgo.

Director de revistas científicas

de gran alcance.

Prof. Dr. D.

Jean Roche

Doctor en Medicina, y en Ciencias. Farmacéutico. Profesor

de la en Lyon273

y de Marsella 274

. Desde 1961 era Rector de

la Academia de París (Universidad de París).

Aporte significativo a las

ciencias.

Prof. Dr. D.

Carlos

Jiménez Díaz.

Doctor en Medica Universidad de Madrid275.

Grandes aportes Médicos a la

Sociedad. Profesor y gran apoyo

de Eduardo Ortiz de Landázuri.

263

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “Servidores nobilisimos de la ciencia” en Josemaría Escrivá de

Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 85-94. 264

La Universidad de Coímbra es una de las más antiguas de Europa, inició en 1290 como Estudio General de

Portugal. 265

La Universidad Católica de Lovaina fue fundada en lo que hoy es Bélgica en 1425. Estudió allí el insigne

pensador Erasmo de Róterdam, entre otros grandes humanistas del renacimiento. 266

La universidad de Kansas fue fundada en 1865, por los ciudadanos de Lawrence, Kansas bajo la

legislación del estado de Kansas. 267

La fundación imprecisa de la Universidad de Oxford se ubica en 1167, así como el inicio de las primeras

residencias estudiantiles, que luego se convirtieron en colleges. 268

La Universidad de Harvard fue fundada en 1637 con el nombre de New College o the college at New

Towne. Cambió el nombre a Harvard College en 1639 en recuerdo a su benefactor John Harvard, un joven

clérigo que donó a la institución su biblioteca y la mitad de su patrimonio. 269

Fundada en 1472. La universidad de pública de Múnich ha sido considerada particularmente desde el siglo

XIX como una de las universidades más prestigiosas de Alemania y de Europa; con 34 galardonados al

premio Nobel, se posiciona como la número 17 a nivel mundial en términos de laureados. Allí estudió

Benedicto XVI. 270

La Universidad de Heidelberg, creada en 1386, es la más antigua de las alemanas. 271

La Universidad Pública de de Erlangen-Núremberg fue fundada en 1742. 272

La Universidad de Estrasburgo tiene su origen en el Gymnasium, confesión protestante en 1538. En 1970

se dividió en tres universités especializadas a las que se añaden ocho grandes écoles. Université Louis Pasteur

(ciencias y medicina); Université Marc Bloch (letras y humanidades) Université Robert Schuman (ciencias

empresariales, derecho y políticas) 273

La Universidad Pública de Lyon desde 2007 agrupa las tres universidades públicas de la ciudad, una de

ellas es la Universidad Claude Bernard o Universidad de Lyon I, fundada en 1808, especializada en los

dominios de ciencia y tecnología, salud y ciencias del deporte. También existe la Universidad Católica de

Lyon fue fundada en 1875. 274

La Universidad Aix-Marsella es la universidad pública de Aix-en-Provence y Marsella en el sur de

Francia. Se fundó en 1409 y se disolvió en 1791 como medida de la Revolución Francesa. Sus facultades e

institutos sobrevivieron como instituciones independientes. En 1968 se unieron de nuevo y en 1973 se

convirtieron en tres universidades. . se unieron de nuevo todas las instalaciones en 1968, 275

Universidad de Madrid o Universidad Central fue creada en 1822. Actualmente es la Universidad

Complutense de Madrid.

Page 123: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

123

Fecha Profesor Títulos Razones

7 de

octubre

de

1972276

Prof. Dr. D.

Paul Ourliac.

Se licenció en Letras –sección Historia– y en Derecho.

Universidad de Toulouse277

.

Grandes contribuciones al

Derecho Civil.

Prof. Dr. D.

Juan de

Contreras y

López de

Ayala.

Derecho en Salamanca278

y Filosofía y Letras en Madrid;

Director de la Academia Española de Bellas Artes en

Roma279

.

Grandes contribuciones al

desarrollo de las Artes.

Prof. Dr. D.

Erich Letterer.

Estudió Medicina y Ciencias Naturales en la Universidad de

Friburgo280.

Se doctoró en Medicina por la Universidad de

Würzburg281.

Con su investigación médica

ayudó a dar sólidas bases para el

desarrollo de la Medicina y de

las Ciencias Biológicas.

9 de mayo

de 1974282

Mons. Dr.

Franz

Hengsbach.

Estudió en Paderborn283

y Friburgo. Doctor en Teología por

la Universidad de Münster284

en 1944.

Primer Presidente de Adveniat.

Gracias a su iniciativa, la

Conferencia Episcopal Alemana

creó la Acción Adveniat para

ayudar a la Iglesia en

Latinoamérica.

Dr. D. Jérôme

Lejeune.

Doctor en Medicina y en Ciencias Naturales en 1961 por la

U. de París285.

Director de investigación del Centro

Nacional de Investigaciones Científicas de París. Profesor

de Genética Fundamental en la Universidad de París.

Genetista dedicado a la defensa

de la vida

276

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “La Universidad ante cualquier necesidad de los hombres” en

Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 95-102. 277

La universidad de Toulouse fue fundada en 1229, es la segunda universidad más antigua de París.

Originalmente contaba con 4 facultades: Teología, Derecho Canónico, Derecho Civil y Arte. En 1257 se

agregó la Facultad de Medicina. 278

La Universidad de Salamanca es la universidad en activo más antigua de España, fundada en 1218, y la

cuarta más antigua de Europa después de Bolonia, Oxford, Paris y Cambridge. 279

Fundada en 1873 La Academia Española de Bellas Artes de Roma fue una institución española en Roma,

dedicada al fomento del estudio y estímulo de las bellas artes y donde se formaron grandes pintores y

escultores españoles Ha sufrido múltiples transformaciones a partir de 1984. 280

La Universidad Pública de Friburgo fue fundada en 1457. Es especialmente reconocida en el área de

medicina, biología, ciencias forestales, inteligencia forestal y tecnología en microsistemas. 281

La universidad pública alemana de Wurzburgo, fundada en 1402, es una de las más prestigiosas del país.

Fue la sexta universidad fundada en el ámbito germano (tras Praga, Viena, Heidelberg, Colonia y Erfurt), y la

primera de Baviera. 282

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “El compromiso de la verdad” en Josemaría Escrivá de Balaguer y

la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 103-112. 283

La Universidad de Paderborn es una fundación jesuita de 1614. Fue cerrada en 1819 y refundada en 1972.

Actualmente es una universidad pública de Renania del Noste-Westfalia en Alemania. 284

La alemana Universidad Pública de Münster, fundada en 1780, queda en Müster, Renania del Norte-

Wesfalia, 285

La Universidad de París (1150) fue una de las universidades medievales más antiguas y más importantes,

también conocida como La soborna. En 1793, fue cerrada y sustituida por escuelas superiores especializadas

en Derecho, Medicina, Ingeniería, entre otras. En 1896, se reabrió con cuatro facultades: Derecho, Medicina,

Letras y Ciencias. Tras los sucesos de 1968 las reformas de 1968 y 1971 la universidad se dividió en trece

universidades independientes, algunas de ellas multidisciplinares y otras especializadas en determinados

ámbitos del conocimiento.

Page 124: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

124

San Josemaría estudió en universidades públicas y eclesiásticas y se sintió cómodo

en el ambiente de libertad en el que profesores y estudiantes se respetaban. Hizo suyo ese

espíritu y ello le impulsó a promover actividades universitarias y con universitarios en

múltiples lugares. Se fundaron desde el inicio de la historia del Opus Dei residencias

universitarias y colegios mayores, con cuya actividad se venía a completar la labor

educativa de las universidades.

San Josemaría entendía que la libertad de enseñanza es un aspecto de la libertad

general y que debería existir en todos los niveles y para todas las personas individuales y

jurídicas286

.

“Libertad de enseñanza, por tanto, en todos los niveles y para todas las personas. Es

decir, que toda persona o asociación capacitada, tenga la posibilidad de fundar centro de

enseñanza en igualdad de condiciones y sin trabas innecesarias. La función del Estado

depende de la situación social: es distinta en Alemania o en Inglaterra, en Japón o en

Estados Unidos, por citar países con estructuras educacionales muy diversas. El Estado

tiene evidentes funciones de promoción, de control, de vigilancia. Y eso exige igualdad de

oportunidades entre la iniciativa privada y la del Estado: vigilar no es poner obstáculos, ni

impedir o coartar la libertad (…) Algunas manifestaciones, para la efectiva realización de

esta autonomía, pueden ser: libertad de elección del profesorado y de los administradores;

libertad para establecer los planes de estudio; posibilidad de formar su patrimonio y de

administrarlo. En una palabra, todas las condiciones necesarias para que la Universidad

goce de vida propia. Teniendo esta vida propia, sabrá darla, en bien de la sociedad

entera”287

.

La visión que san Josemaría tiene del espíritu universitario es la misma que la de la primera

universidad medieval que nace de los estudiantes buscando ese noble afán de saber, que

lleva a un estudio constante en busca de la verdad, el respeto a los diferentes modos de

pensar y hacer, resultado del amor a la libertad y en la disposición de poner al servicio de

los otros los logros alcanzados. “No hay –no existe- una contradicción entre el servicio a

Dios y el servicio a los hombres; entre el ejercicio de nuestros deberes y derechos cívicos, y

los religiosos; entre el empeño por construir y mejorar la ciudad temporal, y el

convencimiento de que pasamos por este mundo como camino que nos lleva a la patria

celeste”288

. “No es verdad que haya oposición entre ser buen católico y servir fielmente a la

286

Cfr. PORTILLO, ÁLVARO, FRANCISCO PONZ Y GONZALO HERRANZ. En memoria de Mons. Josemaría

Escrivá de Balaguer. Eunsa, Pamplona, 1976, P.95. 287

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 79. 288

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Amigos de Dios, Madrid, Rialp, 2001, n. 165.

Page 125: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

125

sociedad civil. Como no tienen por qué chocar la Iglesia y el Estado, en el ejercicio

legítimo de su autoridad respectiva, cara a la misión que Dios les ha confiado. Mienten -

¡así: mienten!- los que afirman lo contrario. Son los mismos que, en aras de una falsa

libertad, querrían “amablemente” que los católicos volviéramos a las catacumbas”289

.

La fusión entre fe y libertad, entre cristianismo íntegro y pluralismo fraternal dentro

de una sociedad civil constituyen innegablemente uno de los rasgos más sorprendentes de

su personalidad, y le hacen precursor de una nueva cristiandad dentro del pluralismo de las

sociedades abiertas. A lo largo de toda su vida y su obra es constante y proverbial su

defensa de una recta concepción de la libertad. Baste el siguiente texto como botón de

muestra: “...llevo toda mi vida predicando la libertad personal, con personal

responsabilidad. La he buscado y la busco por toda la tierra, como Diógenes buscaba un

hombre. Y cada día la amo más, la amo sobre todas las cosas terrenas: es un tesoro que no

apreciaremos nunca bastante”290

.

Su tesis es que la defensa de la fe cristiana no puede justificar la creación de un

partido único religioso, que no haría más que alargar la lamentable confusión entre religión

y política, e iría en contra de la misma actitud de Dios con respecto a los hombres, de no

ejercer nunca la menor coerción291

: “No pienso en el cometido de los cristianos en la tierra

como en el brotar de una corriente político-religiosa –sería una locura -, ni siquiera aunque

tenga el buen propósito de infundir el espíritu de Cristo en todas las actividades de los

hombres”292

, porque “nada más lejos de la fe cristiana que el fanatismo, con el que se

presentan los extraños maridajes entre lo profano y lo espiritual sean del signo que sean”293

.

Es pues un rechazo de la mentalidad de partido único, o de cualquier otra forma monolítica

de ejercer el poder, la que preconiza san Josemaría: “¡Qué empeño el de algunos en

masificar!: convierten la unidad en uniformidad amorfa, ahogando la libertad”294

. Son

aquellos: “que tienen mentalidad de partido único, en lo político o en lo espiritual. Los que

289

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Es Cristo que pasa, Madrid, Rialp, 2010, n. 184. 290

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa n. 184. 291

Cfr. CHABOT, JEAN LUC, Libertad y política en los escritos de san Josemaría Escrivá, 2015.

www.es.josemariaescriva.info/articulo/libertad-y-politica-en-los-escritos-de-san-josemaria-escriva, obtenida

el 16 de noviembre 2015. 292

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, n. 183. 293

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, n. 74. 294

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Surco, n. 401.

Page 126: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

126

tienen esta mentalidad y pretenden que todos opinen lo mismo que ellos, encuentran difícil

creer que otros sean capaces de respetar la libertad de los demás”295

.

Y toda esta doctrina sobre la libertad, tiene una aplicación concreta e inequívoca en

lo que respecta a la Universidad: "Si por política se entiende interesarse y trabajar en favor

de la paz, de la justicia social, de la libertad de todos, en ese caso, todos en la Universidad,

y la Universidad como corporación, tienen obligación de sentir esos ideales y de fomentar

la preocupación por resolver los grandes problemas de la vida humana. Si por política se

entiende, en cambio, la solución concreta a un determinado problema, al lado de otras

soluciones posibles y legítimas, en concurrencia con los que sostienen lo contrario, pienso

que la Universidad no es la sede que haya de decidir sobre esto. La Universidad es el lugar

para prepararse a dar soluciones a esos problemas"296

.

Otro aspecto fundamental del espíritu de san Josemaría en lo referente a la libertad

universitaria está en su negativa a que el Opus Dei o cualquiera de sus Obras Corporativas

hagan propia alguna escuela económica, política, educativa, social, etc. En la Universidad

cada profesor es libre de buscar la verdad, sin sentirse atado a una escuela. Caben visiones

distintas en el campo científico y en la esfera social, dentro del respeto a la verdad, a la

dignidad de la persona humana y a la ley natural; para los cristianos, también en el respeto

al magisterio de la Iglesia y al dogma y moral cristianos. Es lógico que cada profesor tenga

ideas sobre las mejores soluciones para un aspecto científico o social de la realidad. En la

universidad caben todos: solo con la pluralidad de visiones, se hará posible el ideal

universitario.

a. Idea original de las Universidades cristianas: Universitas

Scholarium Bononiensis. Los Estudiantes

Así de la universidad medieval tomó la idea general de lo que debe ser una

universidad: universitas magistrorum et scholarium, que aproximadamente significa,

comunidad de profesores y estudiantes. La Universidad de Bolonia inicia sus actividades

por el interés de los estudiantes que se asentaron en locales alquilados, con tal de recibir

295

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 50. 296

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 77.

Page 127: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

127

clases de afamados profesores, hasta que se vio la necesidad de adquirir sedes propias.

Álvaro D’Ors, en un escrito de homenaje a san Josemaría explicaba el paralelismo de la

experiencia de la universidad medieval y del surgimiento de la Universidad de Navarra, que

empezó en locales que no le eran propios y con espíritu extraterritorial, al estilo de las más

antiguas, antes de que surgiera la tendencia territorial del siglo XIV.

“A esta reminiscencia del más genuino carácter extraterritorial de la universidad

parece corresponder también el hecho anecdótico pero significativo de que las Facultades

de la de Navarra iniciaran su existencia al estilo de aquellas primeras medievales; así, la de

Derecho, alojada en un edificio civil cedido por el gobierno regional; la de Medicina, en un

hospital de beneficencia pública; y la de Teología, en un recoleto ángulo del claustro

catedralicio. Se repetía de este modo la historia de los «estudios generales» de la Edad

Media, que tampoco habían empezado su existencia en locales propios, sino como

agrupaciones personales de maestros y alumnos accidentalmente asentados en locales

ajenos, hasta que las mismas exigencias les vinieron a dar sus propias sedes más estables.

Todavía hoy, el gran conjunto de edificios de la Universidad de Navarra en Pamplona se

aloja en esta especie de pequeño edén que es el Campus, pero éste es también un ameno

parque público abierto a todo el mundo”297

.

Los estudiantes como protagonistas.

Aunque no todos, un buen porcentaje de estudiantes acuden a la universidad con la

ilusión de aprender. La sociedad, los padres y ellos mismos esperan mucho de cada uno y

como manifestación del aprecio por su dignidad se les exige. No exigirles significaría no

confiar en la capacidad que tienen de dar lo mejor de sí. El estudio es un trabajo intelectual

y es necesario para contribuir al bien de la sociedad, está en relación con la justicia y la

solidaridad. San Josemaría interpelaba a los jóvenes a estudiar: “Al que pueda ser sabio no

le perdonamos que no lo sea”298

y “El estudio, la formación profesional que sea, es

obligación grave entre nosotros”299

.

Los estudiantes se enfrentan con su propia educación, trabajan en colaboración con

otros, confían en la valoración de sus tareas, toman una actitud activa ante el aprendizaje,

297

D'ORS, ALVARO, Amor a la Universidad, 1985. http://www.todosloslibros.info/index.php/mas-articulos-

testimonios/2-testimonios-sobre-el-opus-dei-y-san-josemaria/107-amor-a-la-universidad, p.332, obtenida el 8

de noviembre de 2015. 298

SAN JOSEMARÍA, Camino, n. 333. 299

SAN JOSEMARÍA, Camino, n. 334.

Page 128: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

128

desarrollan competencias que les lleven a ser profesionales competentes, con personalidad

madura, de buen criterio, lógica en el razonamiento, claridad de mente y en la expresión de

las ideas, con convicciones sólidas, respeto a la persona y sus opiniones, comprensivos,

leales, corteses y ejemplares en su educación cívica300

.

Per aspera ad astra, no es posible llegar a la excelencia sin esfuerzo. Los

resultados académicos tienen proporción directa al nivel de exigencia que los profesores y

estudiantes se apliquen sobre sí mismos. “Estudia. –Estudia con empeño. –Si has de ser sal,

luz, necesitas ciencia, idoneidad. ¿O crees que por vago o comodón vas a recibir ciencia

infusa?301

”.

b. París: Humanidades y Teología, los profesores

La inicial Universidad de París del siglo XIII llegó a albergar varias facultades

como la de Artes, de donde surge la de Filosofía, Teología, Derecho y Medicina. Por la

facultad de Filosofía debían pasar todos los alumnos antes de iniciar sus estudios en alguna

de las otras tres. Sin embargo, es la Facultad de Teología la que llegó a ser de mayor

prestigio en Europa y ello se debió a la gran calidad de profesores como san Buenaventura

que atrajo como alumno a Santo Tomás de Aquino, contratado posteriormente como

profesor en 1256.

Mientras fue Gran Canciller de la Universidad de Navarra san Josemaría otorgó el

Doctorado Honoris Causa a varios profesores franceses como Paul Ourliac de la

Universidad de Toulouse y Director del Instituto de Estudios Jurídicos de dicha ciudad; el

genetista Jéròme Lejuene de la Universidad de París; o el profesor Jean Roche quien fue

Rector de la Universidad de la Sorbona. Con ocasión de la concesión a este último, san

Josemaría en su discurso expresó que:

300

Cfr. UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario , n. 17. 301

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 340.

Page 129: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

129

“La joven Universidad de Navarra quiere honrar también a su hermano mayor, ese

gran Studium Generale que desde hace muchos siglos es en París una antorcha encendida,

que ilumina con su resplandor los dilatados horizontes de nuestra cultura occidental”302

.

San Josemaría vislumbraba la necesidad de que hubiera personas con un prisma

humanista, que permite un diálogo sereno, una defensa y respeto de la dignidad de las

personas, que ayuda a conocer los límites de las cosas y de uno mismo, da apertura a la

realidad y hace capaces de superar la dispersión exterior que esta sociedad acarrea.

Comprendía que era necesario para que la sociedad florezca apropiadamente el cultivo de

las humanidades: Historia, Filosofía, Literatura, Arte, Lenguas Clásicas, etc.

Las humanidades en el modelo universitario de san Josemaría tienen como objetivo

principal la integración de los conocimientos científicos específicos de cada área en el

marco de una visión cristiana del mundo, de la vida humana y del medio social. Las

humanidades vienen a ser como el faro que ilumina los caminos que toda persona ha de

recorrer. Ellas facilitan que se transite con paso firme, con las ideas claras del sentido de las

acciones y llevan al hombre a una vida lograda, evitan la incomunicación y el aislamiento

y facilitan alcanzar metas educativas de gran incidencia en la sociedad como son: la

comprensión crítica de la sociedad actual; la revitalización de los grandes tesoros

culturales de la humanidad; el planteamiento profundo de las cuestiones fundamentales que

afectan a la vida de las mujeres y de los hombres; y el incremento de la creatividad y la

capacidad de innovación. Sirva de ejemplo de ese espíritu el punto 7 del Ideario de la

Universidad del Istmo:

“Elaborar una síntesis de la cultura que armonice la especialización de los saberes

con la unidad orgánica de la verdad, iluminada por la fe cristiana, es un objetivo de la

Universidad del Istmo. Se busca dinamizar con la luz de la fe la investigación, las

enseñanzas y la vida universitaria, de manera que tienda a un alto nivel académico y a una

armoniosa conformidad con la doctrina y la moral de la Iglesia Católica. En los planes de

estudio se incluyen disciplinas humanísticas que permiten desarrollar el trabajo profesional

en conformidad con los derechos humanos y los principios éticos”303

.

302

ESCRIVÁ DE BALAGUER, “El compromiso de la verdad, 9-V-1974” en Josemaría Escrivá de Balaguer y la

Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 103-112. 303

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 7.

Page 130: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

130

El estudio profesional de la Teología no queda fuera del modelo universitario de san

Josemaría. En una entrevista realizada en el año 1967 había expresado que:

“La religión es la mayor rebelión del hombre que no quiere vivir como una bestia,

que no se conforma -que no se aquieta- si no trata y conoce al Creador: el estudio de la

religión es una necesidad fundamental. Un hombre que carezca de formación religiosa no

está completamente formado… La religión debe estar presente en la Universidad; y ha de

enseñarse a un nivel superior, científico, de buena teología. Una Universidad de la que la

religión está ausente, es una Universidad incompleta: porque ignora una dimensión

fundamental de la persona humana, que no excluye –sino que exige– las demás

dimensiones” 304

.

La centralidad de la religión en la vida humana pide la presencia de la Teología en

la Universidad como asignatura, pero siempre respetando la libertad de las conciencias. La

materia de Teología no se impone, San Josemaría subraya que la Universidad debe tener

un ambiente de libertad y responsabilidad personal, en el que cada uno pueda saberse en

casa propia, en el que todos se sientan invitados a manifestarse y actuar con confianza, en el

que haya convivencia, en el que puedan expresarse con serenidad opiniones y pareceres.

Las instituciones universitarias deben caracterizarse por impartir una educación en la

libertad personal y en la responsabilidad también personal. Con libertad y responsabilidad

se trabaja a gusto, se rinde y todos se encuentran en su casa, en su hábitat, en un lugar

amable en el que se puede dar lo mejor de sí.

Los estudiantes no cristianos que prefieran no estudiar teología tendrán otras

materias optativas institucionales para elegir. La práctica ha demostrado, con todo, que

incluso se matriculan algunos no católicos arrastrados por una curiosidad intelectual y en

ocasiones esa experiencia transforma su visión de la realidad.

En cualquier caso, San Josemaría considera natural que los católicos la quieran

estudiar:

“El afán por adquirir esta ciencia teológica –la buena y firme ‘doctrina cristiana’–

está movido, en primer término, por el deseo de conocer y amar a Dios. A la vez, es

304

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA Conversaciones, n. 73. Un comentario a este número de

Conversaciones puede verse en: ILLANES, JOSÉ LUIS, "Teología y Ciencia en una visión cristiana de la

Universidad" Scripta Theológica 14, 1982, p. 873-888.

Page 131: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

131

también consecuencia de la preocupación general del alma fiel por alcanzar la más profunda

significación de este mundo, que es hechura del Creador”305

Los profesores.

Se ha apuntado que san Josemaría fue un gran admirador de la tradición educativa

de la universidad francesa. La original universidad de París fue famosa por su Facultad de

Teología. Allí enseñaron grandes profesores como san Alberto y Santo Tomás de Aquino.

Leonardo Polo afirmaba que “El prestigio de una Universidad es inseparable de la calidad

de sus profesores y la calidad de sus profesores es el modo de funcionar la universidad”306.

El cometido del profesor universitario es uno de los más complejos, su labor universitaria le

exige identificación con el ideario, responsabilidad, autoridad y ejemplaridad. El

universitario por excelencia es el profesor: dedica con ilusión y empeño sus mejores

esfuerzos a la llamada a desarrollar el espíritu humano, ama su vocación y la eleva. Dos

aspectos caracterizan a los buenos profesores: que consigue que sus alumnos queden

satisfechos con la docencia y que se sienten animados a continuar aprendiendo porque lo

aprendido es verdaderamente valioso y sustantivo307

.

Los buenos profesores dan tanta importancia a su tarea docente como a su

investigación, se toman en serio cada clase que imparten. Planean y programan el trabajo

del curso con metas semestrales, mensuales, semanales y diarias. Van al aula con el

objetivo en la mente. Esto lleva consigo una labor constante de estudio y puesta al día, tanto

en contenidos como en metodología y tecnología que facilita el aprendizaje. Los mejores

profesores más que hacer escuela, crean equipos. Los equipos nacen siempre de un profesor

que tiene la necesidad de contagiar la ilusión por la docencia e investigación a otros colegas

y a sus estudiantes. No se atribuyen personalmente los hallazgos, sino que saben que son

logros compartidos y así surgen comunidades en torno a ellos, a su alrededor vibra un

grupo de estudiantes y profesores que van adquiriendo criterio y se van entusiasmando a

profundizar y llegar más lejos de lo que el profesor plantea. El buen profesor siempre busca

305

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Es Cristo que pasa, n.10. 306

POLO, LEONARDO, "El Profesor Universitario", Conferencia a profesores de la Universidad de Piura, Lima,

Perú, 1994. 307

Cfr. BAIN, KEN, Lo que hacen los mejores profesores universitarios, Universidad de Valencia, 2006.

Page 132: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

132

sucesores entre sus alumnos más aventajados, los propone como posibles doctorados y se

alegra con que lo superen con creces.

c. Oxford y Cambridge. Educación Integral. Modelo tutorial.

Colleges, residencias universitarias.

El modelo de universidad Inglesa tuvo un especial atractivo para san Josemaría, que

transcurrió los veranos entre 1958 y 1960 en Inglaterra308

. Visitó varias veces la

Universidad de Oxford, incluso albergó la idea de establecer en Oxford un college

universitario309

. Dedicó mucho trabajo a un gran proyecto para Oxford, estaba disponible

un terreno y parecía posible establecer allí un College para estudiantes extranjeros310

. No es

raro que su forma de concebir la educación universitaria coincida tanto con la de John

Henry Newman311

.

Tomó del modelo de la Universidad del Reino Unido, por lo menos dos ideas. Por

un lado, confirmó la necesidad de los colegios mayores o residencias universitarias como

un complemento importante para la formación de los universitarios. Por otro lado, tuvo un

especial interés en el modelo tutorial de la universidad Británica porque daba al estudiante

una verdadera formación personalizada, que le puede ayudar entre otras cosas a conseguir

la unidad de vida entre ciencia y fe. Así en las Universidades que tienen su inspiración, los

estudiantes cuentan con un asesor académico personalizado que le ayudará a no limitarse a

su preparación profesional, sino a completarla armónicamente con la formación de otros

aspectos de la persona: humano, cultural, deportivo, ético, social, espiritual.

Además el tutor puede –según el espíritu de san Josemaría- fomentar el espíritu de

servicio y solidaridad hacia las personas pobres y necesitadas. La ayuda del asesor

académico a lo largo de los estudios contribuye a la formación plena de hombres y mujeres

que amen la verdad y orienten su conducta individual y social de acuerdo con convicciones

308

Cfr. Illanes, José Luis, "Studia et Documenta", en Rivista dell'Instituto Storico San Josemaría Escrivá

2014, vol. 8 309

Cfr. PERO-SANZ, JOSÉ MIGUEL, Estudio sobre Camino, en

http://www.escrivaobras.org/book/estudioscamino-punto-3.htm, 2014. obtenida el 8 de noviembre de 2015. 310

Cfr. ILLANES, JOSÉ LUIS, "Diccionario Histórico de San Josemaría Escrivá de Balaguer", Instituto

Histórico San Josemaría Escrivá de Balaguer España: Editorial Monte Carmelo, 2013, p. 586. 311

Cfr. ARROYO, MARIO, Newman y Escrivá, 2010. http://www.opusdei.org/es-es/article/newman-y-escriva/,

obtenida el 8 de noviembre de 2015.

Page 133: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

133

personales profundas y con actitudes de servicio. “No hay Universidad propiamente en las

Escuelas donde, a la transmisión de los saberes, no se una la formación enteriza de las

personalidades jóvenes”312

.

En el año 2014, en la segunda visita que Monseñor Javier Echevarría, Prelado del

Opus Dei y Presidente Honorario de la Universidad del Istmo hizo a Guatemala, él

explicaba cómo san Josemaría aprovechaba todas las experiencias que funcionaban con

éxito en la sociedad, y lógicamente con esa mentalidad universal de querer aprovechar

todo lo bueno que se hacía en el mundo, pensó en las universidades anglosajonas en donde

tiene mucha importancia el tutorado. Por eso el asesoramiento tiene gran relevancia en las

iniciativas apostólicas de enseñanza que promueven los fieles del Opus Dei con otras

personas313

. San Josemaría afirmaba que:

“¡No pueden tratarse las almas en masa! No es lícito ofender la dignidad humana y

la dignidad de hijo de Dios, no acudiendo personalmente a cada uno (…) porque cada alma

es un tesoro maravilloso: cada hombre es único, insustituible. Cada uno vale toda la sangre

de Cristo”314

.

Los profesores en una universidad deben atender en su trabajo tres aspectos

fundamentales: la investigación, la docencia y la atención a los alumnos mediante el

asesoramiento personal. La atención individualizada al alumno como protagonista principal

de su propia formación –nadie puede ser educado en lugar de otro- condiciona la estructura

y las dimensiones de la Universidad del Istmo, que admite sólo el número de alumnos que

es posible atender personalmente315

. La atención tutorial personal se ha ido concretando de

manera distinta en cada universidad con el espíritu de san Josemaría pero siempre con el

mismo objetivo: permitir el conocimiento y acompañamiento de cada alumna y alumno que

312 ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “Formación enteriza de personalidades jóvenes, 28-XII-1964” en

Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, p. 313

ECHEVARRÍA, JAVIER, “Tertulia con estudiantes y profesores en la Universiad del Istmo”, Guatemala,

2014. El documento audiovisual se encuentra en la Biblioteca de la Universidad del Istmo. 314

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios, n. 27.

315

Cfr. UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Instrucción sobre el asesoramiento académico personal, n. 2, Guatemala

2015.

Page 134: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

134

facilite orientar el esfuerzo personal en la adquisición de hábitos, actitudes y disposiciones

así como enseñar a afrontar las dificultades, tanto académicas como personales316

.

En la Universidad del Istmo, por ejemplo, se ha diseñado un curso que los

estudiantes se asignan todos los semestres que dura su carrera. El FORHUM tiene como

base pedagógica la educación personalizada e integral y contribuye por tanto a la

excelencia académica, al enriquecimiento cultural y personal de los futuros profesionales.

Ayuda a los estudiantes a diseñar y realizar un proyecto personal de vida, a través de

actividades orientadas a aprender a pensar, querer y obrar, integrando conocimientos y

actitudes humanas aplicados a la propia carrera universitaria. Las actividades propias del

FORHUM se planifican y evalúan en las entrevistas de asesoramiento personal, que

facilitan la orientación personal. El FORHUM cuenta con varios medios para alcanzar los

objetivos:

a) Lecturas de literatura clásica y de interés cultural actual: a través de las que se

contribuye a la formación de la capacidad crítica, se fomenta el hábito de la lectura, se

desarrollan destrezas de pensamiento, se enrique el acervo cultural, se mejora del

vocabulario y la redacción.

b) Conferencias, cursos y talleres forman el criterio sobre temas de actualidad,

desarrollan el hábito de escuchar, aprender a tomar notas, la redacción de informes y la

expresión oral adecuada. Semanalmente se organiza una serie de conferencias, talleres y

foros virtuales, aulas, talleres de lectura, clubes culturales, etc.

c) Iniciativas de solidaridad y emprendimiento: A través de actividades, proyectos y

programas los estudiantes ponen en práctica el espíritu solidario y emprendedor que

concreta la responsabilidad ciudadana, el compañerismo, la lealtad y la generosidad.

Facilitan la aplicación de los conocimientos profesionales para la resolución de las

necesidades que presenta la sociedad, especialmente en beneficio de las personas más

necesitadas. Con estas iniciativas los estudiantes, a la vez que contribuyen al desarrollo del

país, adquieren competencias importantes que facilitan la investigación social para luego

316

Cfr. PAZ, LINDA, et al., Guía del asesoramiento académico personal en la Universidad del Istmo,

Guatemala, Universidad del Istmo, 2006, p.1.

Page 135: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

135

diseñar y formular modelos de solidaridad. Se propicia la capacidad de organización y la

toma de decisiones.

d. Alemania: Investigación aplicada.

El diseño universitario alemán también tuvo el reconocimiento y admiración de san

Josemaría. Subrayó la importancia de una investigación seria y del fomento de la creación

de centros de investigación aplicada y de investigación interdisciplinaria y la idea de poner

a practicar a los estudiantes en laboratorios.

En 1967 le confirió el Doctorado Honoris Causa en su calidad de Gran Canciller de

la Universidad de Navarra a Otto B. Roegele, Director del Instituto de Ciencias de la

Información de la Universidad de Múnich. En esa oportunidad resaltó la importancia de:

“Ser fermento de la sociedad en que vive: por eso debe investigar la verdad

en todos los campos, desde la Teología, ciencia de la fe, llamada a considerar

verdades siempre actuales, hasta las demás ciencias del espíritu y de la naturaleza.

Al evocar esta clara armonía del arbor scientiae (...) volvamos nuestra mirada de

nuevo al horizonte de la Universitas scientiarum, siempre dilatado más y más, para

responder a las nuevas necesidades y exigencias de la realidad social”317

.

También otorgó el Doctorado Honoris Causa al profesor Erich Letterer de la

Universidad de Tubinga en 1972 y al Obispo Franz Hensgsbach, Doctor en Teología por la

Universidad de Münster.

Búsqueda de la Verdad.

“En la Universidad se busca la verdad y se impulsa al universitario a buscarla y

amarla como un ideal que comprometa su vida. En esta búsqueda, la Universidad se

propone rescatar, acrecentar y transmitir los conocimientos verdaderos comunes a todos,

con mentalidad científica, abierta, creativa y responsable, que asegura la libertad de la

317

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “Servidores nobilísimos de la ciencia 7-IX-1967”, en Josemaría

Escrivá de Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 87.

Page 136: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

136

persona”318

. María Ángeles Victoria expone que san Josemaría contribuyó a mantener

despierta la sensibilidad la Universitas Studiorum que exige la búsqueda y la transmisión de

la verdad.

“Si todos los hombres, por ser inteligentes, desean naturalmente conocer la verdad

y, una vez encontrada, adherirse a ella y comunicarla, todo esto ha de resultar mucho más

vital en quienes se dedican al quehacer universitario. El estudio y en la investigación

apasionada de la verdad, con autoexigencia y profundo sentido de la responsabilidad, debe

ser en esta institución académica un compromiso común y permanente de profesores y

alumnos”319

.

San Josemaría explicaba en una ocasión que “La universidad sabe que la necesaria

objetividad científica rechaza justamente toda neutralidad ideológica, toda ambigüedad,

todo conformismo, toda cobardía: el amor a la verdad compromete la vida y el trabajo

entero del científico, y sostiene su temple de honradez ante posibles situaciones

incómodas, porque a esa rectitud comprometida no corresponde siempre una imagen

favorable en la opinión pública”320

, siete años antes había explicado la misma idea: «La

Universidad (…) debe investigar la verdad en todos los campos, desde la Teología, ciencia

de la fe, llamada a considerar verdades siempre actuales, hasta las demás ciencias del

espíritu y de la naturaleza"321

.

Diálogo entre Ciencia y Fe

San Josemaría no consideraba la Teología como una mera disciplina académica más

del pensum de estudios. Es algo muy característico suyo el entenderla como una dimensión

de la vida cristiana, que da luz y sentido a todo322

. Por eso, como promotor de centros de

investigación y de enseñanza superior, alentó el trabajo interdisciplinar animado de un

318

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 8. 319

VITORIA, MARÍA ANGELES, "Educación y espiritualidad. Algunas enseñanzas de San Josemaría sobre la Educación”, Coloquio sobre educación y educadores cristianos, Rennes, Francia, 2011, http://www.almudi.org/articulos/774-educacion-y-espiritualidad-algunas-ensenanzas-de-san-josemaria-sobre-la-educacion, obtenido el 16 de noviembre de 2015. 320

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “El compromiso de la verdad, 9-V-1974”, en Josemaría Escrivá de

Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 106. 321

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “El compromiso de la verdad, 9-V-1974” en Josemaría Escrivá de

Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 107. 322

Cfr. OCARIS, FERNANDO, "San Josemaría y la Teología" Scripta Theologica 26, 1994, p. 977-991.

Page 137: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

137

profundo sentido cristiano, y estimuló el intercambio académico entre los profesores de

distintas áreas, incluida la Teología323

María Ángeles Victoria explica cómo en San

Josemaría el intercambio interdisciplinar busca una síntesis y unidad, pero sin confusión,

dentro del más exquisito respeto de las fronteras epistemológicas de cada saber. “El

cristiano cuando trabaja, como es su obligación, no debe soslayar ni burlar las exigencias

propias de lo natural”324

.

San Josemaría amaba el mundo apasionadamente por ser hechura del Creador.

Admiraba la ciencia que entendía como un intento de deletrear el pensamiento divino en el

orden natural. En un discurso pronunciado durante un Acto académico resaltó que el

estudio de las ciencias humanas y el de la Teología tienen vocación de compenetración

entre sí:

“Soy sacerdote de Jesucristo y contemplo con alegría los avances grandiosos de la

sabiduría humana. El Señor otorgó al hombre, como prueba de su amor de predilección, el

privilegio de ese chispazo de la inteligencia divina que es el entendimiento. Y es una

maravilla comprobar cómo Dios ayuda a la inteligencia humana en esas investigaciones

que necesariamente tienen que llevar a Dios, porque contribuyen –si son verdaderamente

científicas– a acercarnos al Creador”325

.

En el contexto universitario actual, las enseñanzas de san Josemaría son muy

significativas dada la tendencia de cultivar las ciencias independientemente unas de otras,

sin diálogo entre ellas. El resultado es la fragmentación que transforma la Universidad —

como dice gráficamente Mac Intyre— en una Multiversidad326

. Es decir, en la negación de

lo que ha aspirado a ser la universidad desde su origen.

323

PONZ PIEDRAFITA, FRANCISCO, Principios fundacionales de la Universidad de Navarra, p. 85. 324

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, n. 184. 325

UNIVERSIDAD DE LA SABANA, “La Universidad ante cualquier necesidad de los hombres”. Discurso

pronunciado durante un Acto Académico con ocasión de la investidura de Doctores Honoris Causa, San

Josemaría y la Universidad, p. 98. 326

Cfr. MACINTYRE, ALASDAIR, God, philosophy, universities: a selective history of the Catholic

philosophical tradition, Lanham, Md., Sheed and Ward Book/Rowman & Littlefield Publishers, 2009.

Page 138: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

138

e. Estados Unidos: La Universidad de Harvard: Escuelas de

Negocios.

El destacado desarrollo de la universidad de Estados Unidos no pasó inadvertido

para san Josemaría. Admiró los avances científicos universitarios que han contribuido a

avances significativos para el progreso de la humanidad. En un acto de investidura en el

que se le confirió el doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras al profesor Ralph M.

Hower de la Universidad de Harvard, apuntaba que:

“Consciente de esta responsabilidad ineludible, la Universidad se abre ahora en

todos los países a nuevos campos, hasta hace poco inéditos, incorpora a su acervo

tradicional ciencias y enseñanzas profesionales de muy reciente origen y les imprime la

coherencia y la dignidad intelectual, que son el signo perdurable del quehacer universitario.

La Universidad de Navarra se ha esforzado siempre en dar respuesta positiva a tal

imperativo de nuestro tiempo, y se honra hoy al acoger en su Claustro de Doctores a dos

insignes maestros en estas modernas y actualísimas disciplinas, los Profesores Hower y

Roegele. El Profesor Ralph M. Hower es un destacado especialista en las Ciencias de la

Empresa. Autor de libros y trabajos que le han valido renombre en todo el mundo, en sus

estudios aflora siempre el interés por las relaciones humanas en el trabajo, en definitiva la

preocupación por el hombre, factor primordial de las actividades económicas y sociales.

Con el Profesor Hower y la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad de

Harvard, la Universidad de Navarra tiene, además, una deuda de gratitud, por la valiosa

colaboración que han prestado a los programas de nuestro Instituto de Estudios Superiores

de la Empresa. Al honrar al Profesor Hower, rendimos también un homenaje a la gran

Universidad de Harvard, de cuyo Claustro nuestro nuevo Doctor es miembro eminente y

prestigioso”327

.

Bajo el impulso de San Josemaría surgieron varias Escuelas de Negocios y es lógico

porque el núcleo central del mensaje espiritual de san Josemaría es la santificación del

trabajo ordinario. Desde esas escuelas han salido preparados con visión práctica

empresarial, con un profundo sentido de la dignidad del trabajo y con una formación en

ética aplicada a los negocios miles de directivos empresariales.

327

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “Servidores nobilísimos de la ciencia 7-IX-1967” en Josemaría

Escrivá de Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 91.

Page 139: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

139

7. El carácter central del trabajo

Un rasgo esencial que configura el ambiente y la cultura de la Universidad pensada

por san Josemaría es la visión con que se valora la dignidad del trabajo. Se sostiene que el

trabajo bien hecho contribuye a la búsqueda de la perfección de toda la persona, es una

oportunidad de servicio y un medio para contribuir al desarrollo de la sociedad. “Por ello

fomenta el amor al trabajo, con todos sus valores humanos y sobrenaturales. Se cultiva un

ambiente de seriedad académica que posibilita el estudio y los hábitos de trabajo

universitario interdisciplinar y en equipo”328

. El trabajo en una universidad con el ideal de

san Josemaría tiene varias características: se trabaja con responsabilidad, con visión de

servicio a la verdad, con optimismo y visión sobrenatural.

“Como lema para vuestro trabajo, os puedo indicar éste: para servir, servir. Porque,

en primer lugar, para realizar las cosas, hay que saber terminarlas. No creo en la rectitud de

intención de quien no se esfuerza en lograr la competencia necesaria, con el fin de cumplir

debidamente las tareas que tiene encomendadas. No basta querer hacer el bien, sino que hay

que saber hacerlo. Y, si realmente queremos, ese deseo se traducirá en el empeño por

poner los medios adecuados para dejar las cosas acabadas, con humana perfección”329

.

San Josemaría expone en estas breves líneas las dimensiones objetivas y subjetivas

del trabajo. Una característica indispensable para que el hombre se realice como persona, es

que el producto o servicio esté hecho con perfección humana. La dimensión subjetiva es la

que le da la nobleza, la dignidad al trabajo, perfecciona al actuar y es infinitamente más

valiosa que la cosa que realiza, el hombre toca con su espíritu la materia y produce cosas

distintas, porque tiene capacidad de conocer la esencia de las cosas. El trabajo humano

puede ser fuente de una verdadera humanización, al igual que ocasión de una degradación.

Es evidente que las nuevas técnicas aplicadas al trabajo no pueden resolver por sí

solas los problemas humanos que surgen. Las motivaciones de los empleados, a todos los

niveles, no se limitan a la ganancia y al poder, sino que consideran también otras pautas

como son la participación en el trabajo creativo, la mayor importancia otorgada al “ser”

sobre el tener, a la atención de la familia de los trabajadores, a la búsqueda de otros

328

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 14. 329

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, n. 501.

Page 140: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

140

beneficios personales y no solo los puramente materiales. En toda persona cabe distinguir

tres diferentes fuentes de motivación que empujan a actuar: motivaciones extrínsecas,

intrínsecas y trascendentes330

. La motivación extrínseca lleva a la persona a realizar una

actividad con vistas a las recompensas (o castigos) que obtendrá de la acción. Una persona

puede estar motivada en conseguir un trabajo únicamente por el sueldo que le ofrecen, los

incentivos, el status que le ofrece la posición dentro de la empresa. En el caso del estudiante

puede ser la promesa de sus padres por una recompensa (viaje, carro nuevo, cambio de

tecnología). Lo que se busca no es el trabajo en sí, sino la retribución que se espera

alcanzar a cambio del esfuerzo realizado. También se ejecutan las acciones por motivos

intrínsecos, la motivación es interna, encuentra satisfacción al hacer esa actividad, un

artista se deleita ante la obra que realiza, un estudiante busca estudiar por satisfacer su

curiosidad intelectual o por obtener la mejor nota para ser admirado por sus compañeros,

profesores y familiares.

Un tercer escalón en el ascenso de las motivaciones lo constituyen los motivos

trascendentes, se trabaja con la ilusión de servir a otros en sus necesidades, incluso las que

el mismo beneficiado desconoce. Se entiende aquí el concepto de excelencia universitaria

plasmada en el lema de la institución “saber para servir”331

. No se estudia principalmente

por motivos extrínsecos (conseguir el mejor trabajo con el criterio que es mejor si tiene el

mejor sueldo posible y da un mejor status), ni solo intrínsecos (por que se tiene una gran

curiosidad intelectual, porque le gusta trabajar en equipo y que los demás valoren sus

aportes), sino sobre todo con visión trascendente: mientras más se sabe de algo, en mejores

condiciones de servir se está.

“El ideal es, sobre todo, la realidad del trabajo bien hecho, la preparación científica

adecuada durante los años universitarios. Con esta base, hay miles de lugares en el mundo

que necesitan brazos, que esperan una tarea personal, dura y sacrificada. La Universidad no

debe formar hombres que luego consuman egoístamente los beneficios alcanzados con sus

estudios, debe prepararles para una tarea de generosa ayuda al prójimo, de fraternidad

cristiana”332

.

330

Cfr. PÉREZ LÓPEZ, JUAN ANTONIO, Teoría de la acción humana en las organizaciones: la acción

personal, Madrid, Rialp 1991. 331

UNIVERSIDAD DEL ISTMO”, Ideario, n. 11. 332

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n.75.

Page 141: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

141

Pero estas motivaciones se pueden quedar en un plano humano. El estilo del trabajo

de san Josemaría lleva a subir un escalón más: “Hemos de ser optimistas, pero con un

optimismo que nace de la fe en el poder de Dios. El optimismo cristiano no es un

optimismo dulzón, ni tampoco una confianza humana en que todo saldrá bien. Es un

optimismo que hunde sus raíces en la conciencia de la libertad y en la seguridad del poder

de la gracia; un optimismo que lleva a exigirnos a nosotros mismos, a esforzarnos por

corresponder en cada instante a las llamadas de Dios”333

. Animó siempre a aspirar sueños

grandes de fe: “Con la gracia de Dios, tú has de acometer y realizar lo imposible..., porque

lo posible lo hace cualquiera”334

.

El trabajo ciertamente supone esfuerzo, dificultad, fatiga, puesto que la acción de

trabajar reclama empeño y provoca cansancio. La laboriosidad es una actitud del espíritu

que lleva a asumir y desarrollar con diligencia el propio trabajo y a enfrentarse con

responsabilidad y constancia con cuanto reclaman las tareas que a cada uno corresponden:

el estudiante estudia, el profesor imparte bien sus clases, el directivo ejerce su función de

servicio.

“Cuando tu voluntad flaquee ante el trabajo habitual, recuerda una vez más aquella

consideración: "el estudio, el trabajo, es parte esencial de mi camino. El descrédito

profesional —consecuencia de la pereza— anularía o haría imposible mi labor de cristiano.

Necesito —así lo quiere Dios— el ascendiente del prestigio profesional, para atraer y

ayudar a los demás". —No lo dudes: si abandonas tu tarea, ¡te apartas —y apartas a otros—

de los planes divinos!”335

.

Se oponen al trabajo bien hecho, entre otros, estos defectos que debilitan la

personalidad: la pereza, el activismo, el desorden, el desánimo336

. La pereza da entrada a la

dejadez, abandono, menosprecio, relajación de la exigencia personal. El activismo es la

búsqueda ansiosa del trabajo, a la entrega a una actividad desmesurada y febril, que

deforma la personalidad, impide atender a los demás, hace difícil desarrollar las cualidades

personales y puede llevar a la pérdida del sentido de la vida. La virtud de la laboriosidad a

diferencia del activismo, connota un contexto auténticamente espiritual y humano, “la

333

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, Forja, Madrid, Rialp, 2007, n. 659. 334

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Forja, n. 216. 335

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Surco, n. 781. 336

Cfr. ILLANES, JOSÉ LUIS, Laboriosidad, 2009. http://www.collationes.org/de-vita-christiana/quibusdam-

spiritum-operis-dei/item/203-laboriosidad-orden-jos%C3%A9-luis-illanes, obtenida el 21 de

Page 142: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

142

laboriosidad o es un servicio o es mera esclavitud”337

. El trabajo humano está llamado a

producir frutos y a perfeccionar el sujeto que lo realiza, el hombre no es esclavo, sino señor

del trabajo. El activismo es una actitud que lleva a la persona a dejarse arrastrar por los

acontecimientos, sin llegar a dominarlos, trae consigo precipitación, desorden, ineficacia.

El orden, aunque tenga claras consecuencias materiales, tiene su raíz en el espíritu, es fruto

de una reflexión que considera el fin y de allí valora los medios apropiados para

conseguirlo.

8. Los directivos.

El ideario de la universidad del Istmo, recoge las ideas centrales del gobierno

colegial que, según el espíritu y las indicaciones precisas de san Josemaría, se debe vivir en

la universidad y dedica el cuarto capítulo a explicar el trabajo de gobierno en la

universidad. “El gobierno de la Universidad del Istmo tiene como finalidad principal la

mejora académica, humana y cultural de todas las personas que en ella trabajan y estudian.

Se entiende el gobierno como servicio, facilitando el trabajo de todos”338

.

La principal tarea de un equipo directivo es formar a todas las personas que de ellos

dependan; para ello debe esforzarse en conocer el espíritu que anima a la universidad, y

debe destinar tiempo para transmitir ese espíritu y para atender y escuchar los problemas y

dificultades que se les planteen, dando siempre consejos positivos y serenos, junto con las

orientaciones concretas que en cada momento juzguen pertinentes, sin olvidar que en los

casos verdaderamente importantes, es mejor no adoptar soluciones que no se han estudiado

previamente con las personas que les compete decidir, ni dejarse llevar en ningún caso por

la precipitación, favoritismos, ni ocultar información a los miembros de su Consejo, o a los

órganos de decisión superiores. Una autoridad académica que no viva la unidad con su

propio Consejo, o con el órgano superior inmediato, carece de la capacidad para formar a

los que de él dependen.

diciembre de 2015. 337

TORELLÓ, JUAN BAUTISTA, "La laboriositá, en Dalle mura di Gerico" Note i psicología spirituale, Milán,

1998. 338

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 18.

Page 143: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

143

“El ejercicio del gobierno en la Universidad del Istmo es siempre colegial. Las

decisiones son tomadas por los distintos miembros que integran cada órgano de gobierno y

todos se esfuerzan por hacer suyo lo decidido. Así se asegura la responsabilidad y la

libertad en el gobierno”339

. “Nadie puede pretender en cuestiones temporales imponer

dogmas, que no existen. Ante un problema concreto, sea cual sea, la solución es: estudiarlo

bien, y después, actuar en conciencia, con libertad personal y con responsabilidad también

personal”340

.

Las personas que gobiernan se constituyen en instrumentos de unidad y facilitan que

todos puedan vivirla hasta en los menores detalles. “Gobernar supone promover la

identificación con el proyecto fundacional (estatutos, ideario, reglamentos, etc.), confiar en

las personas, concertar voluntades, impulsar el trabajo conjunto y exigir el cumplimiento

del deber”341

.

9. Abierta a todos.

Según el pensamiento y el deseo expreso de san Josemaría, la Universidad debe

hacer un esfuerzo importante para que nadie deje de estudiar en ella por razones

económicas, teniendo las habilidades académicas. La selección para el ingreso a una

universidad debe orientarse a garantizar que los aspirantes reúnan las condiciones de

capacidad intelectual y que garanticen el ambiente de trabajo sereno e intenso que debe

reinar en la universidad. Octavio Arismendi Posada apuntaba en una conferencia sobre el

pensamiento universitario de san Josemaría que “la selección que se realiza en la

universidad no es contraria a la justicia y a la igualdad porque éstas no consisten en

conceder a cada uno lo mismo sino en dar a cada uno lo que le corresponde. La igualdad de

ingreso no es el ingreso de todos, sino igualdad de oportunidades para iguales talentos o

méritos”342

.

339

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 20. 340

BERNAL, SALVADOR, Conversaciones con Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, n. 77. 341

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n. 19. 342

ARISMENDI POSADA, OCTAVIO, "El ideal de universidad en el pensamiento del Beato Josemaría Escrivá de

Balaguer," Lección Inaugural en la Universidad del Istmo, 2002.

Page 144: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

144

La financiación de los estudiantes sin recursos propios se realiza por medio de becas

o créditos económicos estatales, de fundaciones y empresas privadas o por la misma

universidad para apoyar a los estudiantes a financiar estudios de pregrado y de postgrado en

el interior y en el exterior, que se amortizan después de concluidos. En países como

Guatemala, en donde las diferencias educativas son tan marcadas, las becas y asistencias

económicas se orientan a quienes tienen un alto nivel de desempeño académico y humano y

demuestren carencia de recursos económicos suficientes. Por ello parece ser mejor otorgar

distinciones académicas honoríficas a los mejores estudiantes y otorgar becas sólo a

personas que además de lo anterior demuestren carencia de recursos. Lo contrario lleva a

subsidiar a personas que no lo necesitan343

.

10. La Universidad y el servicio del bien común

San Josemaría concebía la universidad como una institución que por su naturaleza

promueve el bien común:

"Es necesario que la universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de

servicio; servicio a la sociedad, promoviendo el bien común con su trabajo profesional y

con su actuación cívica. Los universitarios necesitan ser responsables, tener una sana

inquietud por los problemas de los demás y un espíritu generoso que les lleve a enfrentarse

con estos problemas y procurar encontrar la mejor solución. Dar al estudiante todo eso es

tarea de la universidad"344

.

El punto central, por su posición y el más largo del ideario de la UNIS hace

referencia a la solidaridad, emparentada profundamente con la de bien común:

“Un principio esencial que inspira las actividades de la Universidad es elaborar -y

sobre todo vivir y difundir- la cultura de la solidaridad, expresada en un estilo de vida que

manifiesta la primacía de la persona sobre las cosas y promueve el efectivo interés de cada

uno por el bien de los demás. La cultura de la solidaridad entiende el saber como servicio,

por eso el lema de la Universidad del Istmo es "saber para servir". La solidaridad se mide

por obras de servicio. La Universidad diseña el plan de estudios de tal suerte que los

estudiantes puedan desarrollar una eficaz acción social, principalmente dirigida a los

343

Cfr. ARISMENDI POSADA, "El ideal de universidad en el pensamiento del Beato Josemaría Escrivá de

Balaguer. 344

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 74.

Page 145: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

145

sectores menos favorecidos. El estudiante se prepara así para un futuro ejercicio profesional

auténticamente solidario”345

.

Aunque el principio de solidaridad está inscrito en la naturaleza del hombre, la

tendencia al egoísmo puede sofocarlo si no se desarrolla la virtud correspondiente, por esto

es importante que la educación cívica y solidaria esté presente en los distintos ámbitos de

acción del hombre para que el orden social sea el apropiado a la dignidad de cada persona.

"La Universidad no debe formar hombres que luego consuman egoístamente los beneficios

alcanzados en sus estudios, debe prepararlos para una tarea de generosa ayuda al prójimo,

de la fraternidad cristiana"346

.

El diseño de la educación no estaría completo si no incluyera el aspecto de la

solidaridad, una solidaridad que llegue a ser cultura, que sea plenamente acogida y

totalmente pensada347

, que tenga como meta “globalizar la solidaridad”, frase acuñada por

Juan Pablo II frente a los retos que presenta el mundo globalizado de cara a las necesidades

de los más desfavorecidos.

Un ejercicio correcto de la solidaridad tiene un complemento adecuado en la

formación cívica, cuyo concepto desarrolla Alejandro Llano:

“Lo primero que habría que decir de la formación ciudadana es que no consiste en

una información teórica que hubiera que impartir en unas clases determinadas del currículo

escolar. Se trata de aprender el oficio de la ciudadanía. Porque, efectivamente, la ciudadanía

es una especie de saber artesanal, hecho de capacidades de diálogo, de mutua comprensión,

de interés por los asuntos públicos y de prudencia a la hora de tomar decisiones. Se trata de

un conocimiento práctico que sólo se puede adquirir en comunidades vitales cercanas a las

personas mismas, como son la familia, el colegio, la parroquia o la Universidad. El aprendiz

de ciudadano se integrará realmente en tales comunidades si descubre que en ellas hay unas

prácticas que apuntan a lo bueno y lo mejor, si vislumbra que son grupos armónicos y

abiertos que valoran a las personas por sí mismas y que tienen finalidades de mejora ética y

social”348

.

345

UNIVERSIDAD DEL ISTMO, Ideario, n.11. 346

ESCRIVÁ DE BALAGUER, Conversaciones, n. 74.

347

JUAN PABLO II, "Mensaje a los participantes del XVIII Encuentro Internacional de Oración por la Paz",

Castelgandolfo, 3 de octubre de 2004. 348

LLANO, ALEJANDRO, "Claves para educar a la generación del yo." Nuestro Tiempo 2001,

http://www.unav.es/educacion/colegios/articulos/Estudios5.pdf.

Page 146: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

146

En la universidad se debe apuntar a educar profesionales dispuestos generosamente

a complicarse la vida, a influir en el ambiente, a reaccionar con energía para no dejarse

llevar por la corriente, personas con disposiciones estables: no sometidas al vaivén del

sentimentalismo o de los entusiasmos pasajeros, con la voluntad, los modos de pensar y de

sentir, orientados al servicio de los demás. Los profesores son llamados a desarrollar

capacidades, sin miedo a exigir, a pedir más de lo que pueden dar, no tiene sentido

empequeñecer los horizontes de los jóvenes, hay que dejarles que sean audaces, no solo

limitarse a contagiar entusiasmo, los ideales deben asentarse en la cabeza y de allí mover el

corazón.

Para conseguir la educación cívica es preciso contar con ambiente fértil, acogedor,

bueno, una síntesis de bienes, virtudes y normas que se entrelazan para configurar un estilo

de vida, una cultura, un modo panorámico de percibir el entorno social y el mundo físico.

No se trata de estructurar un conjunto de reglas de comportamiento ni un plan de desarrollo

pedagógico más o menos sofisticado, se trata de vida, no de técnicas, de un estilo que se

consigue cuando se vive intensamente de acuerdo con convicciones que superan con mucho

las convenciones propias de sociedades sumidas en la tibieza, en la que lo más importante

es guardar las apariencias349

.

Pero sobre todo para que el humanismo cívico brote apropiadamente, es preciso el

cultivo de las humanidades, es decir, de la historia, la filosofía, la literatura, el arte, las

lenguas clásicas, un cultivo en cuya necesidad insistió repetidamente y desde el principio

muchos años san Josemaría. Algunos políticos y educadores se han dado cuenta del

tremendo error que se está cometiendo al marginar las disciplinas más formativas de los

programas de estudio, tanto en la enseñanza primaria y secundaria como en la

universidad350

. El olvido de las humanidades conduce a la incomunicación, la

incomunicación lleva al aislamiento, y el aislamiento –como advirtió Hannah Arendt– es

pretotalitario. Las humanidades facilitan que se logren cuatro metas educativas de la mayor

trascendencia: la comprensión crítica de la sociedad actual; la revitalización de los grandes

tesoros culturales de la humanidad; el planteamiento profundo de las cuestiones

349

Cfr. LLANO, "Claves para educar a la generación del yo". 350

Cfr. IBID.

Page 147: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

147

fundamentales que afectan a la vida de las mujeres y de los hombres; el incremento de la

creatividad y la capacidad de innovación351

.

351

Cfr. LLANO, ALEJANDRO, Humanismo cívico, Barcelona, Ariel, 1999, p. 15; LLANO, ALEJANDRO, El futuro

de la libertad, Pamplona, EUNSA, 1985, p. 95; Cfr. LLANO, ALEJANDRO, El diablo es conservador

Pamplona, EUNSA, 2001, p. 94.

Page 148: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

148

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

149

Capítulo 5. Construir el bien común a través del diálogo: Universidad personalizada vrs

la masificada.

“Dialogar es un arte universitario, y es el más difícil que hay.

Es el arte humano por excelencia y toda verdadera Universidad buscaba

enseñarlo y ejercitarlo (…) Saber dialogar con contenido y de la manera

apropiada trae consigo el estar aprendiendo continuamente,

porque cada palabra bien dicha es una invitación a que el otro responda” 352

.

Rafael Alvira

La Universidad tiene ya una larga vida y experiencia para adaptare a los cambios

históricos, nuevas situaciones y como siempre, ahora se enfrenta a varios desafíos por

superar si quiere seguir siendo una Institución que marca los derroteros de la civilización.

Uno de esos desafíos es el de la educación integral. Cada persona tiene un valor al que no

se le puede poner precio por ser singular e irrepetible. La Universidad, a pesar de la

capacidad que tenga de albergar estudiantes y profesores, no debería crecer si no tiene la

capacidad de la relación personalizada en donde se puede propiciar el desarrollo personal

del estudiante. La Universidad no puede reducir su actividad a organizar el trabajo de los

profesores y estudiantes, no se trata de un servicio de instrucción. La Universidad es un

espacio en el que se promueve y custodia el valor de las relaciones humanas, que unen a

profesores, estudiantes, administrativos, padres, antiguos estudiantes, con lazos de afinidad

de valores y compartiendo, bien preparados y con espíritu de servicio.

Aristóteles en su Política observa cómo la naturaleza ha otorgado al hombre las

características necesarias o los rasgos específicos precisos para vivir en sociedad. El hecho

de que la persona posea la palabra le permite vivir en sociedad porque le da la oportunidad

de comunicarse con los otros hombres, de tratar de temas fundamentales como lo que es

justo o lo injusto, lo que es bueno o pernicioso, lo que es bello y agradable, valores

fundamentales para la cohesión y buen funcionamiento de la sociedad. Así pues el hecho de

352

ALVIRA, "La Universidad en su idea y en su historia", p. 3.

Page 150: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

150

que la naturaleza haya dotado a la persona de la palabra demuestra que la naturaleza ha

destinado a toda persona a vivir en sociedad353

.

Carlos Llano explica cómo la Universidad es un lugar privilegiado para el diálogo,

pero para eso es necesario que la educación sea personalizada, pues sólo en ese ambiente se

puede formar el carácter. “La universidad, no es el sistema (mecanicismo) el que

desencadena el proceso formativo, sino más bien el ethos distintivo de lugar y de allí la

importancia de la asesoría individualizada y la lucha contra un ambiente impersonal”354

.

Centrados en la educación personalizada, es menester subrayar que lo más

íntimamente personal es el auténtico diálogo, el cual sólo se puede hacer con la doble

condición de amar el saber y tener amistad con las personas junto con las cuales se busca la

verdad. Esa doble condición se puede expresar mediante una palabra clásica: estudio. La

Universidad se caracteriza por el espíritu de estudio. La “docencia y la investigación” tan

mencionadas ahora por los legisladores universitarios sólo son verdaderas si proceden del

espíritu de estudio que implica el verdadero diálogo y no como fruto de presiones

certificadoras.

El método socrático es el descubrimiento más fundamental para el saber, y su olvido

actual se paga en una educación de personas que a veces saben muchas cosas, pero que no

saben, son superficiales y masificadas.

La gran tradición socrática adquiere una forma particular durante la Edad Media.

Los tres principios del razonamiento escolástico: el rigor en el vocabulario, el fiel

cumplimiento de las leyes de la dialéctica y la adecuada utilización de los textos anteriores

tenían siempre por base la realidad del diálogo. Los libros durante la época clásica

escolástica, antes de la aparición de la imprenta, eran bienes escasos y para tener acceso a

los escritos se reunía un grupo de estudiantes en torno al profesor, que leía y comentaba el

escrito. La dialéctica suponía un entrenamiento arduo que proporcionaba al alumno hábitos

científicos de gran valor. A partir del sistema tradicional de la lectio, se desarrollaron tres

tipos de ejercicio: la questio (formulación del problema, o sea el “poner en cuestión” el

texto), la disputatio (discusión abierta, anunciada de antemano, sobre una questio, seguida

el día siguiente de la síntesis de lo dicho, a cargo del maestro) y la disputa quodlibet

353

Cfr. ARISTÓTELES, Política. Biblioteca Clásica Gredos, Madrid, 1998. Libro I.1,2. 354

LLANO, CARLOS, Sistemas vrs. Personas. La nueva cultura de la organización, p. 91.

Page 151: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

151

(discusión convocada dos veces al año por los maestros para tratar sobre cualquier tema

libre –de ahí su apelativo de quilibet ad voluntatem cujuslibet-)355

.

La historia universitaria posterior a la invención de la imprenta, ya en la edad

“moderna” muestra una progresiva inclinación al uso individualizado de libros y el alumno

poco a poco deja de estudiar “con los libros” al comentarlos con sus maestros, para estudiar

“en los libros”. Este cambio, que se fue generalizando en muchas Universidades, fue

rompiendo el auténtico espíritu de esta institución.

Se libraron de ello hasta cierto punto las Universidades mejores del mundo

anglosajón, en las que el sistema “tutorial” siguió favoreciendo el diálogo, y las

Universidades alemanas a partir sobre todo de la “Humboldt” berlinesa, por su sistema de

seminarios científicos.

Pero el “golpe de gracia” para la Universidad se dio con la masificación que siguió a

la “revolución del 68”. El intento –además muy apresurado- de “democratizar” la

Universidad, estuvo a punto de destruirla, y aún se está lejos de haber vencido la crisis. Más

bien los signos son contrarios a ello.

La Universidad ha sido siempre a lo largo de la historia una institución volcada a la

mejora de la sociedad, y en la que estudiaban alumnos de todas las clases sociales –el

sistema de becas, por ejemplo, es muy antiguo- pero siempre “aristocrática”, en el sentido

de que se buscaba la elevación cultural de todos. El espíritu democrático de nivelación por

lo bajo es irrespirable para la Universidad, la mata. Y una Universidad –como la que ahora

se propone- interesada sobre todo por la formación profesional, no supera lo que Ortega y

Gasset llamaba con razón “la barbarie del especialismo”. Puede ser compatible la

especialización científica y técnica con una gran pobreza cultural y espiritual, que no sólo

afecta a la persona correspondiente, sino que dificulta y empobrece en gran medida la vida

social. Esa Universidad democrática es la que avizoran los planes actuales

internacionalmente diseñados.

El diálogo, sin embargo, es una actividad de primer orden en la Universidad:

“En toda Universidad verdadera lo absolutamente central es el diálogo. No las

meras conversaciones y menos aún el silencio del desconocimiento mutuo entre los

355

Cfr. GILSON, ETIENNE, El espíritu de la filosofía medieval, Madrid, Rialp, 1980, p. 48-56.

Page 152: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

152

profesores, hoy tan habitual. No es infrecuente que la gente hable sin decir nada con un

cierto contenido y en la forma adecuada. Maltratan, de ese modo, la característica más

propia del ser humano, que es el decir. Para comunicar hay primero que aprender a decir.

La auténtica Universidad forma personas capaces de un verdadero diálogo con las personas

y con la Naturaleza”356

.

Existen dos formas de dialogar, una es con las personas y otra con la naturaleza.

Galileo con sus experimentos hace preguntas a una naturaleza que le responde, así la

ciencia natural creció cuando estableció un diálogo con la naturaleza de la misma manera

que la persona crece cuando aprende a dialogar. Pero el diálogo a veces no es tan fácil

porque para dialogar se requiere tener contenido y saber practicarlo.

“Generalmente la persona de pocas palabras o es sabio o tiene pocas luces. Si es

sabio habla poco porque mide sus palabras y las dice sólo de la forma adecuada y en su

momento; si es de pocas luces no habla porque no tiene nada que decir. Aunque existe una

tercera posibilidad nada infrecuente hoy: hablar mucho y no decir nada. Saber dialogar con

contenido y de la manera apropiada trae consigo el estar aprendiendo continuamente,

porque cada palabra bien dicha es una invitación a que el otro responda. Solo hay preguntas

buenas cuando el que las plantea las lleva dentro, las vive; y a la vida se le responde con

vida, la cual implica siempre crecimiento. Todo verdadero diálogo trae consigo un

crecimiento continuo del saber. Y está hecho entre personas que no solo tienen un profundo

respeto entre ellas sino que tienen una cierta amistad. Cuando no hay amistad no se puede

llevar a cabo porque entonces lo que busca cada uno es tener razón: no encontrar la verdad,

sino tener más razón que el otro…No hay Universidad si no se consigue crear ese ambiente

de diálogo, pues entre todos los factores educativos, el principal es el ambiente. En un mal

ambiente no se puede aprender”357

.

La educación universitaria ha de estar centrada en la persona, en cada persona.

Nadie puede ser tratado como un carnet, como un alumno más. Sólo en las relaciones

personales entre profesores y estudiantes se aprende a dialogar, a no obrar irreflexivamente,

a sumar y a hacer posible que se construya una nueva cultura a la altura de la dignidad de la

persona. San Josemaría apuntó en este sentido que “la necesaria objetividad científica

rechaza justamente toda neutralidad ideológica, toda ambigüedad, todo conformismo, toda

cobardía: el amor a la verdad compromete la vida y el trabajo entero del científico”358

. La

crisis moral por la que transita la sociedad hace urgente que a través del diálogo

356

ALVIRA, "La Universidad en su idea y en su historia", p, 3. 357

ALVIRA, "La Universidad en su idea y en su historia", p. 5. 358

ESCRIVÁ DE BALAGUER, JOSEMARÍA, “El compromiso de la verdad, 9-V-1974” en Josemaría Escrivá de

Balaguer y la Universidad, EUNSA, Pamplona, 1993, pp. 103-112.

Page 153: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

153

interdisciplinar se contribuya a resolver los problemas actuales con una visión humanista y

cristiana orientada al bien común. Los trabajos interdisciplinares facilitan las relaciones

profesionales con investigadores de la propia Universidad, otras del mismo país o

internacionales y es aquí donde “sobre la base firme de un profundo saber científico, hemos

de mostrar que no hay oposición alguna entre la fe y la razón”359

.

Para cumplir con el objetivo de la Universidad es esencial el diálogo y para eso es

necesario introducir algunos cambios en la vida universitaria, pues los retos que se

presentan ante este panorama han de ser asumidos por los directivos y por profesores: estar

abiertos al diálogo interdisciplinar sobre todo tipo de cuestiones, con personas de otras

especialidades, de la misma fe o de otras creencias o sin fe. Aurora Bernal apunta que:

“Para llevar a cabo esa tarea, la institución universitaria debe garantizar un espacio

liberado de la presión económica y política que procede de agentes externos e internos:

externos, el mercado y el poder político —Estado, partidos políticos—; internos, sujetos

con intereses económicos y de poder en la gestión de la vida universitaria. A la vez, la

Universidad, no puede centrar su actividad libre, independiente de la vida social, ha de ser

una libertad que equilibre autonomía y responsabilidad social”360

.

Como subrayaba san Josemaría, se opone a la Universidad cualquier tipo de

totalitarismo despótico. Los profesores deben ejercitarse cotidianamente en el diálogo y con

el ejemplo y sus enseñanzas facilitar a los estudiantes que puedan crearse espacios en donde

se profundice en las razones que dan esperanza a la construcción del bien común.

Particular relación con este tema del diálogo tiene la irrupción de las llamadas

“nuevas tecnologías en la educación”. Un informe del 2012 de Ernst & Young refleja cómo

la tecnología digital está influyendo en la educación. Existen cada vez más cursos masivos

y abiertos en línea denominados MOOC -Massive Open Online Course- o COMA en

español -Curso Online Masivo Abierto- de los cuales una buena parte son gratuitos. Por

otro lado se expande más el aprendizaje mixto conocido como blended learning, que

incluye metodologías presenciales y virtuales, adaptadas a las necesidades de los

estudiantes. La llamada “educación a distancia” es una alternativa a la educación

359

ECHEVARRÍA, JAVIER, "Carta de San Josemaría del 9-I-1951, n. 12 citada en Carta de Familia," 2004. 360

BERNAL, AURORA, La Universidad como comunidad de diálogo, 2015,

dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4016097.pdf, obtenido el 5 de diciembre de 2015.

Page 154: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

154

tradicional que lleva a facilitar la educación autodidacta y permiten evaluar y

retroalimentar a distancia a los estudiantes en tiempo real361

. El conocimiento nunca se ha

limitado al aula y menos ahora con este nuevo escenario. Lo paradójico es que el impacto

del avance tecnológico propicia el trabajo colaborativo y a la vez se va adaptando a la

singularidad de cada estudiante, lo que facilita, si se usa bien, aplicar los principios de la

educación personalizada propuesta por Víctor García Hoz362

. El uso de las tecnologías

digitales, puede apoyar el diálogo utilizando dispositivos móviles, apoyándose en

herramientas como los foros de discusión, los webinars, la utilización de aplicaciones o

app, etc. Lo que interesa es permitir que los estudiantes seleccionen con libertad sus

propias técnicas de estudio y que la institución sea lo suficientemente flexible al dejar a los

profesores incluir contendidos que interesan a los estudiantes y utilizar la tecnología que

manejan con tanta naturalidad.

Las nuevas tecnologías son un arma de doble filo. Bien utilizadas pueden ampliar y

potenciar el verdadero diálogo. La dificultad está en que con facilidad empujan al

aislamiento. La gravedad de ello salta a la vista: el diálogo auténtico es el lugar por

excelencia del bien común y muy especialmente de la contribución de la Universidad al

bien común.

361

Cfr. ERNST & YOUNG, University of the future:A thousand year old industry on the cusp of profund

change,http://www.ey.com/Publication/vwLUAssets/University_of_the_future/$FILE/University_of_the_futu

re_2012.pdf, obtenida el 23 de diciembre de 2015. 362

GARCÍA HOZ, VÍCTOR, Educación personalizada, España, Rialp, 1988.

Page 155: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

155

Conclusión

La educación “universitaria” en su sentido genuino no es una tarea de pocos años,

estilo “flash”, si lo que se quiere formar es ciudadanos responsables. Viene al caso la frase

de Antonio Machado “despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que

el hacerlas”. Se requiere de un ritmo, de un tiempo determinado. Tomás Alvira diría que en

la música hay un ritmo, una combinación de allegro, andante, moderato363

, que consigue

dar con una obra maestra. Un músico no puede componer una obra repitiendo varios

adagios, allegros, omitiendo moderados, pues sería una pieza monótona. El arte de la

educación como el de la música, consiste en elegir y armonizar los tiempos. Una cosa fácil

que se hace despacio no tiene mérito, pero una difícil que se hace despacio llega a la

perfección. Ayudar a los estudiantes en su camino para llegar a ser personas de criterio

requiere su tiempo y ordinariamente se tratará de un lento.

Aunque la universidad requiere de un tiempo para formar a cada estudiante y para la

investigación, no puede dejar, sin embargo, de alimentar un sentido de urgencia para poder

ofrecer a la sociedad una cultura a la medida de la dignidad de la persona, en aras a la

construcción del bien común.

Nacemos siendo humanos, pero necesitamos humanizarnos. El hombre es ser de

realidades, necesita situarse. Todo lo que le rodea le modifica de alguna manera, darse

cuenta de esto le enriquece, le ayuda a vivir de un modo más humano. Por otro lado el

hombre es también un ser de irrealidades, no sólo se relaciona con el presente sino con el

futuro que se le presenta. Cuando el hombre se propone hacer algo, que todavía no es real,

se predispone a conseguirlo, a hacerlo posible.

El hombre necesita siempre proyectarse. Ser inacabado le hace posible el

aprendizaje: siempre podrá captar conocimientos nuevos. Por otro lado no sólo está dotado

de la facultad de proponerse un fin, sino también de ser, en cierto modo, su propio fin364

,

está llamado a realizarse a sí mismo, aspira a desarrollar los propios talentos y a madurar en

la totalidad de su personalidad. Puede llegar a hacer algo realmente grande de su propia

363

Cfr. ALVIRA, TOMÁS, Calidad de la Educación: Calidad del profesor, Guatemala, APDE, 1994; y

ALVIRA, RAFAEL, "Dimensiones Estéticas de la Empresa," Instituto Empresa y Humanismo 1988, n. 67. 364

Cfr. JUAN PABLO II, La majestuosa dignidad de la persona, 1980, p. 96.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

156

existencia, de sí mismo, cabe esperar de él lo inaudito, lo inesperado. El hombre es un ser

biográfico capaz de vida hacia fuera y de vida interior, puesto que es capaz de reflexionar y

crecer con la experiencia, necesita humanizarse y la educación contribuye a su

humanización. El fin de la educación es el mejoramiento de la persona. Si no se sabe hacia

dónde ha de llevar la vida, con facilidad se deja que lo hagan los demás, se deja seducir por

modas.

El hombre ha de encontrarse a sí mismo, y para ello necesita la ayuda de otros.

Observar a los demás puede ayudarle a descubrir cómo se es, y cómo se quiere ser. En este

descubrimiento propio, juega un papel preponderante la educación, que tiene un enfoque

esencialmente moral, puesto que su fin es el mejoramiento de la persona, es decir, que el

educando sea una buena persona. Al educador sólo le cabe ayudar, no suplantar a los

educandos.

Leonardo Polo afirmaba que “del hombre es mejor decir que será que es, pues

mientras vive no ha llegado a ser el ser que está llamado a ser”365

. La esperanza es una

manera de explicar la realidad del hombre, el hombre es un ser de esperanza. Juan

Fernando Sellés lanza una tesis provocativa “si al hombre, mientras vive, siempre le

acompaña la esperanza, la identidad no puede describir al ser humano, sencillamente

porque la esperanza es el anhelo personal de lograr la felicidad personal que todavía no se

ha alcanzado”366

. Así explica cómo en “un mundo perfecto el hombre no tendría razón de

ser”367

; el mundo puede perfeccionarse a través del trabajo que añade el hombre, “tanto el

mundo como el hombre son abiertos, perfeccionables, aunque el hombre es

irrestrictamente más que el mundo”. El hombre es un ser de esperanza porque es un ser

abierto hacia la mejora continua. “Crecer se dice respecto del futuro. En cambio, la defensa

de lo dado mira al pasado. Pero es claro que en el hombre pesa más el futuro que el pasado.

En efecto, el hombre es un ser de proyectos porque él mismo es un proyecto como

365

POLO, LEONARDO, Antropología trascendental. Tomo I, La persona humana, p. 141. 366

SELLÉS, JUAN FERNANDO, "Esperanza personal, versus identidad humana." Thémata Revista de Filosofía

2007, mata/39/art29.pdf" http://institucional.us.es/revistas/themata/39/art29.pdf, obtenida el 13 de diciembre

de 2015, p. 229.

Page 157: La Universidad y el Bien Común

LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

157

hombre368

. Cuando alguien duerme en el pasado suele ser pesimista, mientras que el

optimista es el que está siempre abierto al futuro”.

Esa explicación cabe aplicarla a la Universidad. La Universidad ha de estar siempre

abierta al futuro, y aunque vea con gratitud el pasado del que aprende, ha de vivir con

pasión el presente, y abrirse con esperanza al futuro. Es cierto que la Universidad tiene una

identidad, pero esa identidad es una identidad claramente abierta a los desafíos que la

búsqueda de la verdad le presenta y que el servicio a la sociedad le interpela. La

Universidad es como la familia, un lugar de crecimiento, un lugar de proyectos, un lugar

de futuro, un lugar para la esperanza.

La Universidad es un don y una tarea. Romano Guardini explica que son muchos los

que esperan los dones que puede dar la Universidad, pero el valor real del don procede del

modo en que se entregue y anima a entregar siempre de buena gana y por amor ya “que el

amor no solo conserva sino que trasfigura”369

. Cada día se reciben muchos más servicios de

manera gratuita que los que requieren de retribución, pero la mentalidad mercantilista de

nuestro tiempo hace que sea difícil identificarlos y por lo tanto agradecerlos. Martin Schlag,

por su parte explica que se presenta una gran dificultad al definir qué es la gratuidad.

“Sin la gratuidad no hay un encuentro humano verdadero con el prójimo. Sin la

gratuidad no hay confianza, elemento indispensable para la estabilidad del mercado y de la

sociedad. El concepto de “gratuidad” no se ha de entender como “cosas proporcionadas

gratis”, sino como una peculiaridad o una dimensión de nuestro modo de actuar. Gratuidad

no significa “distribución con un precio cero”, sino “impagabilidad”, dar “algo que no tiene

precio”. Es lo que Kant quería expresar con el concepto de “dignidad del hombre”: el

hombre tiene dignidad, pero no tiene precio”370

.

La red de relaciones que organiza una sociedad está basada en la reciprocidad.

Algunos aplican en su vida la ley del talión, una reciprocidad negativa que hace surgir

conflictos, guerras, venganzas, odios. Para que una sociedad prospere es necesaria la

reciprocidad positiva que es la regla de oro que construye y hace posible el desarrollo y la

colaboración, concretada en contratos, comercio, la amistad y el amor.

368

SELLÉS, JUAN FERNANDO, "Esperanza personal, versus identidad humana". 369

IBID, p. 231. 369

Cfr. GUARDINI, ROMANO, Cartas sobre la formación de si mismo, Madrid, Biblioteca Palabra 2003, p. 38. 370

SCHLAG, MARTÍN, “La Encíclica Caritas in veritate, entre tradición cristiana y mundo moderno”, Romana,

2009, n. 49, p. 388.

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LA UNIVERSIDAD Y EL BIEN COMÚN

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Como un intento en abundar en este concepto Rafael Alvira escribe un artículo que

denomina “Los regalos que no se ven”371

. Las ideas allí contenidas pueden aplicarse

perfectamente a las actividades de las que la Universidad es protagonista. Por ejemplo, la

Universidad es un lugar natural para el diálogo. Cuando se habla con una persona se le

regala interés, tiempo, cariño y un mensaje concreto. El que escucha atento acepta ese

regalo y agradece así el regalo que recibe. Lo contrario al dar es la indiferencia.

Los universitarios han recibido unos dones personales que ha de incrementar

mediante la adquisición de virtudes: esos dones y esas virtudes han de usarse con

responsabilidad y han de “regalarse” a la sociedad. ¿Cómo? Al poner a rendir al máximo

esos bienes con los que se cuenta, pensando en el bien de cada una de las personas que

consumirán los productos o se beneficiarán de los servicios que brinda. Los dones con los

que cuenta cada uno han de beneficiar a la felicidad de las personas y contribuir a crear una

nueva cultura que no esté sólo centrada en los rendimientos económicos. Se ha de pensar

en el futuro del planeta, y no sólo en las utilidades de las personas individuales y de las

empresas. Hay que respetar el bien del planeta, la “Casa Común” como ha señalado

Francisco en su última encíclica372

. No hay duda que todos adquirimos una hipoteca social,

que ahora cobra un nombre más matizado, el de responsabilidad social. La Universidad no

puede permanecer con la conciencia tranquila, cerrar los ojos ante la realidad y tiene el

deber de ayudar a elevar el nivel de vida de la sociedad.

La Universidad está llamada también a procurar que sus miembros consigan realizar

un buen balance diario entre empresa y familia, entre el estudio y el descanso, entre lo

material y lo espiritual.

En resumen: es inconcebible que una verdadera Universidad no tenga una teoría y

una práctica adecuadas en orden al bien común.

371

ALVIRA, RAFAEL, Los regalos que no se ven. Apuntes de familia, Colombia, Instituto de la Familia,

Universidad de la Sabana, 2009. 372

FRANCISCO I, Laudato si, sobre el cuidado de la casa común, Madrid, 2015.

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