La Tradición Viviente

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Capítulo 8

\'--.

LA TRADICION VIVIENTEA. HAMPATÉ BA

«La escritura es UII/I C(}.~/I r el saber es otra.La ¡'sairllrtl ('S ItI júrugrajia del saber, pero no es (,1 saber en .,¡ mismo.El saber ('s una 11l= que está ell el /¡I)IIIhrt,. E.~ la herencia dI' todo lo que lo.';antepasados 111111 podido (,/I/Jon'r r que II0S han transmitido en oermen, como elbaobab eSltÍ contenido en pOIt'llciu en Sil semilla»,

TIIR\¡O ROKAR'

Quien dice tradición en historia africana dice tradición oral. y ningún intentode penetrar la iíTst<)J:ía-Y'el-a:hña-'-Uc"ios"¡:;üc-bl~s africanos podría ser válido siaquélla no se apoyaen esa herencia de conocimientosde todo orden. paciente-mente transmitidos"de boca a oido··}~'d~ maestro a' discipuio a través de lostiempos. Esaherencia no se ha perdido aún y .reposa en la memoria de la últimageneración de los grandés depósitarios, de la que se puede decir que ellos son lamemoria viviente de Africa. ....

Durante rriúch-~ tiempo se ha pensado. en las naciones modernas donde loescrito prima sobre lo hablado y donde el libro es el principal vehículo delpatrimonio cultural. que los pueblos sin escritura eran pueblos sin cultura. Esaopinión totalmente gratuita ha comenzado felizmente a desrilOronarse después delas dos últimas guerras, gracias a los trabajos importantes de algun ....s grandesetnólogos de todas las naciones. Hoy; gracias a la acción innov adora y \ aliente dela UN ESCO. el velo se levanta más aún sobre los tesoros de conocimientostransmitidos por la tradición oral y que pertenecen al patrimonio cultural de lahumanidad entera.

Para algunos investigadores. todo elproblemaessaber si se puede otorgar a laoralidad la misma confían/a que alo escrito para testimoniar cosas del pasado. Anuestro parecer, el problema esui así mal planteado. El testimonio, escrito u oral.no es finalmente más que un testimonio humano y vale lo que vale el hombre.

¿La oralidad no es madre de lo escrito. a través de los siglos, como en ci propioindividuo? Los primeros archivos o bibliotecas del mundo fueron los cerebros delos hombres. Además, antes de plasmar sobre el papel los pensamientos que elhombre concibe, el escritor o erudito se entrega a un diálogo secreto consigo

1 Tierno Bokar Salif, muerto en 1940, pasó toda su vida en Bandiagara IMali). Gran Maestro de laorden musulmana Tidjany, era también tradicionalista en materias africanas. Cf. A. Harnpate Ba y M.Cardaire, 1957.

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\1ETODOLOGIA y PRFHISTORIA AFRICAl\:\

de redactar un relato. e~ ~ombre recuerda los hechos tal ,co~lQ ler~f¿(¡Q9s~'o' bien, si los ha VIVido, tal como se los cuenta a SI mismo.

.. riari que el escrito dé cuenta más fielmente de una realidada r .... L ,. d. ral transmitido de generaclOn en ceneracron. as crorucas eruo o' ~..

odcrnas están ahí para mostrar que, como se dice, cada partido o

Pinión v ve las cosas» a través del prisma de sus pasiones, de su

su o - . l d dc iustifi dia o de sus intereses. o segun e eseo e jusn icar su punto ep .' .lado. los propios d~cumentos escr~tos t~mpoco es~uvlero~ siemprelfi~aciones o alteracIOnes, volu~tanas o involuntarias, debidas a ~osívos. fenómeno que ha dado origen. entre otras, a las controversias

((S;_H~radasEscrituras».cuestiona tras ellestimonio mismo es,-pues_d_PIQ.I]iº.=;yªl9..~oj~_~. i~bhia. el valor de la cadena de transmisión a la que él se vincula,. ~~iTloria individual y colectiva. y el precio atribuido a la verdad

~=,. __o..' -determinada. En una palabra, el vínculo del hombre con la

~l;ien,no sólo en las sociedades orales la función de la memoria es la mássino que ese vinculo entre el hombre y la Palabra es el más fuerte.

el escrito no existe. el hombre está . ligado a su palabra, Y está~'-"'_';""'---"C'~'~ ella. El es su palabra y su palabra testimonia lo que él es. La

isrna de la sociedad reposa sobre el valor y el respeto de la palabra. EnJTledida de la in\'asión de lo escrito, se ve que éste sustituye poco a poco

v se convierte en una única prueba y en un único recurso, y la firma- único compromiso reconocido. mientras que el profundo vínculo

unía al hombre con la palabra se debilita progresivamente enlos convcncionales títulos universitarios.

de un valor moral fundamental, la palabra asumía en las tradicionesal menos en las que yo conozco y que se extienden a toda la zona de laar sur del Sáhara - un carácter sagrado unido a su origen divino y a las

(>~uhas depositadas en ella. Agente mágico por excelencia y gran portadorde las "fuerzas etéricas», no se la usaba sin prudencia.

factores religiosos. mágicos o sociales, concurrian.i.pues.. parala fidelidad de la transmisión oral. Nos ha parecido necesario presentarción un breve estudio a fin de situar mejor la tradición oral africana en

ó e iluminarla, de algún modo, desde el interior.preguntase a un auténtico tradicionalista africano «¿qué es la tradición

sinduda se le pondría en un gran aprieto. Quizá respondería tras un largo'. «Es el conocimiento total»: y no diría más.

cubre. pues, el término de tradición oral? ¿Qué realidades transporta,. icntos transmite. qué ciencias enseña y cuáles son sus transmisores?

rariarncnte a lo que algunos podrían pensar. la tradición oral africana noen efecto. a cuentos y leyendas, o incluso a relatos míticos o históricos;

ts. están lejos de ser los únicos conservadores y transmisores cualifica-

.ón oral es la gran escuela de la vida, que recubre y al?~r_C,ªJQdosJos o'c _.,.-·-r-i.·······, uede parecer un caos a aquel que no penetra su secreto y

íI¡.

JL:"ll)n~·crl~lr ;¡J cspir itu cartesiano hubit u.ulo a di vidir h)ÜI) en c.lt(·!_O,'rí;.tS biendefinidas. En ella. cfcciiv amente. lo espiritual y lo m.ucr i...rl no cst.in dis:')\_·iados. Alpasar de lo esotérico a lo cxótcrico.Ia tradición oral "abe ponerse al alcance de loshombres, hablarles según su entendimiento y desarrollarse en función de lasactitudes de ellos. Es ,,)00 a la vez -religión, conocimiento. ciencia de lan~tura_le?a., iniciación de oficios. historia. di~er'si'óri y recreación ·_:,"~;~"l;~'d;clasede detalles que pueden permitir siempre subir hasta la Unidad primordial.

Fundada sobre la iniciación y la experiencia. la tradición oral abarca alhombre en su totalidad, y por eso se puede decir que contribuyea cr~a;: ~lnt¡pO dehombre particular y a esculpir el alma africana. , ..,,,--, '0_'_.'",·'-' . "---

·'·'Ünida·'a'·'c6üípliiiamient·ó'cotidúrió del hombre y de la comunidad. la«cultura» africana no es, por consiguiente, una materia abstracta que se puedaaislar de la vida. Implica una visión particular del mundo. o más bien unapresencia particular en el mundo, concebida como un Todo en el que todo estáunido e interactuando. . ..

La tradición actual se apoya en una determinada concepción del hombre, de. su lugar y de su misión en el seno del universo. Para situarla mejor en su contextoglobal, antes de estudiarla en sus diversos aspectos. tenemos, pues, que remontaral misterio mismo de la creación del hombre y de la instauración primordial de laPalabra, tal como ella lo enseña y del que ella emana.

ORIGEN DIVINO DE LA PALABRA

Al no poder hablar válidamente de las tradiciones que yo no he vivido oestudiado en persona -principalmente las relativas a los países del bosque-.expondré mis ejemplos básicos en las tradiciones de la sabana al sur del Sáhara (loque se llamaba antiguamente Bafur y que constituía las zonas de sabana de laantigua Africa occidental francesa).

La tradición barnbara del Komo 2 enseña que la Palabra, Kuma es una fuerzafundamental que emana del Ser Supremo mismo, Mua Nqala. creador de todas lascosas. Es el instrumento de la creación: «[Lo que Moa Ngala dice es!», proclamael chantre del dios Komo... ~l mito de la creación del universo y del hombre, enseñado por el Maestroiniciador del Komo (que es siempre un herrero) a los jóvenes circuncisos. nosre~ela que, cuando Mua Nqala sintió la nostalgia de un interlocutor. creó alpnmer hombre: Moa. ._.. .-----

. Antaño, el Génesis se enseñaba durante los sesenta y tres días de retiroImpuesto a los circuncisos cuando cumplían los veintiún años, y después seocupaban otros tantos años en estudiarlo y en profundizarlo.

En el límite del bosque sagrado, mansión del Komo, el primer circuncisocantaba las palabras siguientes:

2 Una de las grandes escuelas de iniciación de Mandé (MaJO.

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~1ETODOLOGIA y PREHISTORIA AFRICA~A

Ngala~ ¡l\laa Ngala!íMaa N 1'1' .. ' '\ Maa I ga a.-Quien t. . ~ ?"D' d·' eqÓ Maa Ng.:.lla .. on t .e '~J }(omo respondía:a~· . /. ..... ala es la Fuerza ,,~ tnit a.Maa r~g" , . .' .• d' -de situarla en el tiempo, ni en el espacio.~'Ll le pUl . .

JI Dombali fincoqllosclble),E es d . ,. )Dambali (110 (reo o-I1~/mllo .Has la iniciación '. comen::aba el relato del génesis primordial: .\'") exi.\{íll liada. SITIO un Ser .

• L • .•

Ese Ser era un rano l"!l'It'llte" . .biia potencialmente las existencias cont tnqent es.que ca IJ . • •

El Tiempo infinito era la manston de ese Ser-Uno.FI Ser- t:na se dio el nombre de Maa Ngala.Eniollct'S creo II Fan, , . ,Url Huero mararilloso c(", nueve d~nsl(Jlles,r allí illlrodujo los Illlere estados [undamentales:fe la exi<;t('11Óll,Cuando ese huero primordiallleqó a abrirse, dio nacimiento a oeint e seresfahulosos que WI¡stiluíon la. Cl~t(llidad (~e1 unirerso y la totalidad de las[ucrzas e.\i5if?1l1eS del C01IOCIl1~'(:,1110 ~)oslhle. . . .Pero. .ov: ninquna de esas veinte primeras criaturas se mostro apta paraIIl.'gl1r a' ser el interlocutor (K uma-nyon) que Maa Ngala había deseadonürü si mismo,Entonccs. tomó una pllrtícula de cada una de las teinte criaturas existentes,Iueqo la' mezcló. insujlando en esa mezcla una chispa de su propio soploicnco, _r creo un Iluero Ser, el Hombre, a quien dio una parte de su propionombre: Maa. De suerte que ese I1l1t'l'O ser contenía. por su nombre y por lachispa divina introducida en él, oigo del propio Maa Ngala.

Sintexis de tojo 10 que existe y receptáculo por excelencia de la Fuerzarna al mismo tiempo. en el que concluyen todas las fuerzas existentes, Mua,

breo recibió en herencia una parcela del poder creador divino, el don delritu v la Pala br a.

Jr aa -\: aula enseño a ,\1oa. su interlocutor, las leyes según las cuales todos lostos del cosmos fueron formados y continúan existiendo. Le instauró como

rdián de su U ni verso y le encargó vigilar el mantenimiento de la Armoníarsal. Por eso le resulta pesado ser Moa.

Iniciado por su creador, M aa transmite más larde a su descendencia la sumade sus conocimientos. siendo ese el inicio de la gran cadena de transmisióniniciática de la que la orden del Komo (como .Ias de Nama, Koré, etc., en.) se cree uno de los continuadores.

Cuando M aa Nqaia hubo creado a su interlocutor, Mua, le habló y dotó altiempo de la facultad de responder. Se entabló un diálogo entre Maacreador de todas las cosas, y Moa, simbiosis de todas las cosas.

descender de Maa Ngala hacia el hombre, las palabras eran divinas porque

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, no habían entrado aún en contacto con la materialidad. Tras su contacto con lacorporeidad, las palabras pcrdicrol~un poco de s~ divinidad. pero se cargaron desacralidad. Así sacralizada por la Palabra divina. la corporeidad emite a su vezvibraciones sagradas que establecieron la relación con M(Ja Nyuhl.

La tradición africana.concibe, pues. la palabra como un don de Dios ..Ella es ala ve! ~i0.ri:,ª:·,-eñ·~I sentido descendcnte,i_~~~g~~~~, .en elascendente. .

LA PALABRA EN EL HOMBRE COMO PODER CREADOR

Se ha dicho y enseñado que ,\1(la N gala ha depositado en ;\1aa las trespotencialidades del poder, del querer y del saber. contenidas en los veinteelementos de los que fue compuesto. Pero todas esas fuerzas de las que es herederoreposan en él como fuerzas mudas en estado estático antes que la palabra llegue aponerlas en movimiento. Gracias a la vivificación de la palabra divina. esasfuerzas se ponen a vibrar. En un primer estadio se convierten en pensamiento:en un segundo, en sonido, y en un tercero, en palabra. La palabra está. pues,cQ!l~!~~.rada comoIa rnatcrializaciór; o. exteriorización de]as·-_.,:rFi·;iciüñes 'de las_f·UG(l.ª~ ..

Subrayemos, sin embargo. que a ese nivel. los términos «palabra» o «escucha»cubren realidades mucho más vastas que las que nosotros les atribuimos ordina-riamente, En efecto.está dicho: «La palabra de Mua Nqala. ya lo hemos visto. seoye, se siente, se gusta y se toca», Esa es una percepción total, un conocimiento .enel que todo el ser está comprometido.

Asimismo, al ser la palabra la exteriorización de las vibraciones de las fuerzas,~ºdél manifestación de una fuerza, ~n cualquier forma que esté, sera consideradacorno su palahi~l. -Por eso, todo habla en el universo, todo es ,opati15ra que ha'tornado cuerpo y forma.

En fulfulde, el término «palabra» (hoala ) está sacado dc la raíz verbal hol,cuya idea es «dar la fuer/a» Y. por extensión. «materializar». La tradición pculenseña que Guéno, el Ser Supremo, confirió la fuerza a Kiikalu, el primer hombre.al hablarle. «Por haber hablado con Dios éste le dio la fuerza a Kiikuíu», dicen losSi[ú"tiyi (o.):!?:Hcslros iniciados pcull,

Si la p;tlabra es fuerza. ello se debe a que crea un vínculo de vaivén (yaawarta,en peul), generador de movimiento y ritmo y. por consiguiente, de vida y acción.Ese vaivén está simbolizado por los pies del tejedor que suben y bajan, comoveremos más adelante al hablar de los oficios tradicionales. (El simbolismo deloficio de tejer está, en efecto, totalmente fundado en la palabra creadora enacción.)

A imagen de la palabra de Mua Nuala de la que es un eco, la palabra humanapone enrnovirnicntolas Iuerzus latentes. las acciona y las ~us~ita corno cuando unhombre se levanta o se vuelve al oír su nombre. -

L_a_P<ll~º[a Jwmana tanto puede. crear la, paz corno ..p~~Q~_,.º-~~tTl.Jjrl~LElla escomo la imagen del fuego. Una sola palabra mal recibida puede desencadenar unaguerra, como una ramita ardiendo puede provocar un vasto incendio. El adagiomalí declara: «¿Qué es lo que prepara una cosa (es decir, la avía, la dispone

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!\IETODOLO<JJ:\ y PREHISTORIA AFRIC/\;\:,\

PALABRA, AGENTE ACTIVO DE LA MAGIA

, , r presente en el espíritu que. de un modo general. tO,Ql!S lasHa\' que rene f I ,1 El' . ibl' .. - Des africana~ P()s~ ulan ~na ri.\ic)l!rel~fJi(ls.(,1l ,l" ,mIme o. 11ni verso VISI._e ~sJetO , ···~·~t.'d·o como el sizno. la concreuzacton o la corteza del universoo , SI,; ¡I I ~ . , I d

'. " 'e cons'ituido por fuerzas en perpetuo movirmcnto. En e seno el' \'\'1\ len 1 ' l ..' •e , . t , d cósmica todo está unido. todo es solidario, y el cornportarmcnto

\ a s Ia u ru IIJI. .. , do mi '" If ~ te a si mismo como frente al mundo que k rodea (mun o muiera •h('mhre rcn e ,... . . I

, _1 'sociedad humana) sera objeto de una reglamentación ntua muytn 1 anI nlJ ~ - . . " . .u • ,I~ por otro lado. varrar en su forma segun las etnias o reglOne,s,a. q ue pucu~. ' . . . ~

. 1 '.: d ~ I"s leves sauradas era considerada como SI entranase unaL; \'10 acion Ü' •.\. r s r : < e , , '. . .', . ,1 -ouilibrio de las fuerzas traduciéndose por diversos distui bios.

uíbaClon en \:!":'1 1 . .' , ' • .' • '

¡ , 'in mácica es decir la rna ni pulación de las fuerzas. Intentaba enr e~o. a accll 1 ~ <. ,. • 11 t' rar el equilibrio perturbado y restablecer la armorna de la que eer3 res au, " .

ornbre - ..ya lo hemos visto antcriormente-- fue instaurado como guardián por

Creador. 'd .En Europa. I\} paiahra,Hm:.lgia» está siempre lo.mada en un senu o peyorativo,

tras que en .:'-friG' dt:si~ntl solall1c.rltc_eI.mancJ?"df !~sJIJ.<;I!.:..a.,~cosa neutra eny que puede revelarse útil o nefasta segun la. d~rccclo~ .que~ I.e es dada, Se ha

: ,(0ii la m.rgia ni la fortuna son malas en SI. Es su utilización lo que las hace.

nas o malas').La magia buena. la de los iniciados y «maestros conocedores». trata deif ho hr" animales \' objetos a fin dc volver él poner las fuerzas en orden.pun ¡c;,ir . urnl;. L::>. • • ''', ,... , . . ' .

Aqu: ':~ donde la fuerza de la palabra ~e~ulla deCISIva: .En cíecto.Io mismo que la palabra <.'hVInU de Mou Noaía ha llegado a arurnar

las fuerzas cósrnicas que rqosaban estáticas en ~\llla.así la palabra del hombre.....viene a animar. a poner en movimiento y a suscitar las fuerzas que permanecen

estáticas en las cosas. Pero. para que 1<1palabra produzca su pleno efecto, es..•preciso que sea acompasada rítmica mente. porque el. mov¡mie~to tiene ~ecesldad

de ritmo. fundado él mismo en el secreto de los números. Es necesario que la'.,palabr::.t rcpíOduzca ci \ai\én que constituye la esencia de! ritmo.

En los car;tos rituales v en las fórmulas para encantar. la palabra es, pues, lamat~íi;)lización de la c3ticncia. y si se considera que pucde actuar sobre. los

.. espíritus. es porque su armonía crea movi.n:ientos. ~.ovimientos que' e~ge~~ranfuenas. fuerzas que actúan sobre los espmlus, esplfltus que son en SI mismos.

potencias de acción.Al extraer de lo sagrado sU podcr creador y operativo. I~l ~alabra •. según la

tradición africana. está en.relación directa bien .cbn.el ,mantemmlento. bIen conla'.ruptura de la, aim,onia tanto .en _elJl(>mbre como. en i!l n}_~n,:I<?_qu..eJ_()_~~,qfa.

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p('Ir eso. la mayor parte de las sociedades orales tradicionales considera lamentira como una verdadera lepra moral. t;:¿rlcl'!\frica tradicional. a_~ud que faltaa su p3Iabra m;!t~l.a surersonacivil,rcligiQsa·'y.~c"iiTía.")::,~~_~,~r.;.l.L~,~C.-;!'mlsmo y'de fa ·soclc~:,!d...Su muerte es preferible a su supervivencia tanto par¡l' 'sT-iili'smoc'órñ()'par~ los suyos.

El chantre del Komo Dibi, de Kulikoro (Mali), ha cantado en uno de suspoemas rituales:

. .

tu palubra cs' diri11wIJeIJle exactu, conviene ser eXLlcto fO;1 ella.La ler~fllUl que falsea la palabra ricia la sanare lit! aquel que miente.

Lasangre .:"imboliza aquí la fuerza vital interior cuya armonía es perturbadapor la mentira. «El que falta a su palabra se engaña a si mismo», dice el adagio.Cuando se piensa una cosa y se dice otra. lino sc contradice a si mismo; se rompela unidad sagrada. ~'enejo de la uni(ad cósmica. creando así la desarmonía en sí.como en torno a SI. ,

Desde ese momento se comprenderá mejor en qué contexto mágico-religioso ysocial se sitúa el respeto de la palabra en las sociedades con tradición oral. yparticularmente cuando se trata de transmitir las palabras heredadas dc losantepasados o de los mayores . .!....o-quc·.más_.y_m\_!jor ha conservado el Africatradicional es todoloque ha heredado de sus antepasados. Las expresiones (doconservo de mi maestro», «IQ conservo de mi padre». (do he mamado con la lechede mi madre>; expresan su apego religioso al patrimonio transmitido.

LOS TRADICIONALISTAS

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I

Los grandesdepositarios de esa herencia.oral son los llamados «tradicionalis-tas», Memoria viviente de África, son los mejores testigos. ¡_Quiénc" son esosmaestros?

En ba mbara se les llama Doma. o Soma. los «conocedores». () Donikrba.«hacedores de conocimientos». En peul, según las regiones. se les llama SiiLlliyi,Gando o Tchionnké, palabras que encierran el mismo sentido de «conocedor»,

, Puedenser maestrosiniciadoste iniciadores) en una rama tradicional particu-~la((j~ici;~ciones-deL herrero, d(;:,1 .tcjcdor, -del eazador. (.i~1 peséü0í;¡'. 'ClC, j. o en la!(JoSCSi.QD del conocimiento t¡)!aI de la tradiciónen todossusaspectos. Así. existenjjO"~;~lque conoccn I~l-ciencia de' los herrc~os: de los pastores. de ¡os tcjedOícs. lomismo que grandcs escllc!;,¡s iníciáticas dc la sabana. como. por ejemplo. el Komo.el Koré, el Nama. el Dó, el Diarrawara, el Nya, el Nyav.'Orolé, ctc .. en \1alí.

Pero no nos eng;,¡ñemos en esto: la tradición africana no corta la vida entrozos y el conocedor pocas veccs es un «especialista>}, Las más de las veces es un«sabelotodo». El mismo anciano, por ejemplo, tcndrá conocimientos tanto en laciencia de las plantas (conocimiento de las propiedadcs buenas o malas de cadaplanta) como en la «ciellcia de las ticrras» (propiedades agrícolas o mcdicionalcsde las diferentes clases de tierra), en la «ciencia de las aguas>~, en astronomía.cosmogonía, psicología, ctc. Se trata de una rienda de la rida cuyo~ conocimic:ntQj

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~1ETO[)OLOGIA y PREHISTORIA AFRICANA

lugar a utilizaciones prácticas. y cuando hablamos de. . . ;01'~I·'¡[le.as" u «ocultas», términos que pueden desconcertar al \cctor"~ (, ... ~. . ... ,

I~ 'iá.· se lf<i!ª siempre. respecto al Africa tradicional, ~~_lma cienciaJ1eTltement~p_~ác~~~_q~~,~onsj~t~.cn"sªQcL~_'ltr(lr enapropiada relación con l~s

stcñian-.e.!,..mundo:visible y que. pueden ser puestas al servicio dela

e nsef\ador de los secretos del Génesis cósmico y de las ciencias de la vida, y. do en general de una memoria prodigiosa. el tradicionalista es frccuentcrnen-

.... a obien el archivero de los acontecimientos pasados transmitidos por lataro . . .

tradición. o de los acontecImientos c?nteldnporanefo~. ') d .:\si pues. una historia que ~e precIara e ser ~ rJca~a por natu.ra eza eb~ra

riamente apoyarse en c1lfrcemplazable tcsurnorno de los africanos cualifi-dos. u¡-':o se peina a una persona en su ausencia». dice el refrán.

,.,' A los grandes Doma. aquellos cuyo conocimiento era total, se les conocía yveneraba. acudiendo de lejos para recurrir a su saber y cordura.

Ardo Dc",hro. que me inició en los temas peul. era un doma peul (un silatigit

ehov va está muerto. Por el contrario. Ali Essa. otro silatigi peul, todavía vive.

qu _ -DeJillo Si/lé. que frecuentaba la casa de mi padre cuando yo era niño, era un domacasi' ulli\crsal. No sólo era un gran maestro iniciado dcl Korno, sino que poseíatodos los demás conocimientos (históricos. iniciáticos o referentes a las ciencias dela naturaleza) de su tiempo. Todo el mundo le conocía en los países que seextienden entreSikasso Y Bamako. es decir, entre los antiguos reinos de Kénédugu

" de lkkdugu.. Lili/: 5U hijo' menor que había seguido las mismas iniciaciones que él, eratambié~ un gran doma. Y tenía además la ventaja de conocer el árabe y de haberhecho su sen icio militar (en el ejército francés) en Chad, lo que le permitió recogeren la sabana chadiana una cantidad de conocimientos que resultaron análogos a

los enseñados en' Mali.111 ti. pertL'neciente a la casta de los griots, es uno de los mayores tradicionalis-

tas dd mandé, con actual residencia en Mali, lo mismo que Ball:UI1UIIILI. el gran

músico ciego.Precisemos ya que ,~,llg~iQ.!..I!,o.!S,~.<:C~S~!!~mente uIt tradicionalista __«conoce-

dor». sino que puede llegar a serlo si sus aptitudes se prestan a ello. Sin embargo,~-;; podrá tener acceso a la iniciación del Korno, de ,cJ_Q.Dºe...J.Qs, griots están

e\cluidosJ.De un modo general. los tradicionalistas fueron separados. si no perseguidos,

por la potencia colonial que se esforzaba --,es evidcnte,,- por ccsenraizar lastradiciones locales a [in de sembrar sus propias ideas. porque '-ya se ha dicho->

'. ,.:-.0 se siembra ni en un campo plantado ni en un yermo»: Por eso, la iniciación serelució con mucha frecuencia en el campo, abandonando las grandes ciudades,liam~adas T14hahIJJugu4, «ciudades de blancos» (o sea, colonizadores).

Sin embargo. existen .aún, en los diferentes países de la Sabana africana queconstituyen el antiguo Bafur --y 'sin d'uda en otras partes también+-, «c,onocedo-

L\ 1 RM)¡CJO~ \'I\;II\: rr-_._---------- .__ .~----.._------_.,,-_ .. 193

res» que continúan transmitiendo el depósito sagrado a aquellos que aceptanapr~n<:l~r y c~cuchar y se muestran dignos de recibir sus enseñanzas nor supaciencia y discreción, reglas básicas exigidas 'por los dioses.. '

En un plazo ~:, ?i~z a quince años, topos los últimos grandcsdoma y ancianosh.er~~~~Q~..Q~\\~~*~,(!_r~a,S_r.ªrnasde laTradición, habrán probablemente desapare-

, cldo: SI n.o nos"~.EE~~~E~~()s a. recoger sus testimonios y enseñanzas. es todo elpat!lmomo cultural y espiritual de un 'pueblo 'el que desaparecerá con ellos en elolvido, abandonando a sí misma a una juventud sin raíces.

AUTENTICIDAD DE LA TRANSMISIOI/

M~s que ~odos .Ios demás hombres, lo~s..t.!.~sFc:¡onalistas JOt1W, grandes opequ~nos, estan ,obligados a tener un gran respeto a la verdad. Para ellos. la~entIr.a" no es solo una tara moral, sino un entredicho ritual cuva violación lesimpediría poder cumplir su función. •

Un ~ent~roso no podrí~ s~r un iniciador ni un «maestro del cuchillo», ymen?~ aun. Ul1 doma. Además, .Slse comprobase -·cosa extraordinaria-e- que untradlc~onahsta doma era menuroso, nadie acudiría ya a él a consultarle sobrematena alguna y su función desaparecería al mismo tiempo.

. De un modo general, la tradición africana tiene horror a la mentira, Está, dicho: «Prest~ atención para no contradecirte a ti mismo. Es mejor que el mundo

se s~~are de ti antes que tú te separes de ti mismo». Pero el entredicho ritual de lamentira afecta m~s en spaJ'ticular a todos los «oficiantes- (o sacrificadores. omaestros del c~ch¡Jlo ...) de tod~s los niveles. comenzando por el padre de familiaq~e es el sacnficador o ~l. oficiante de su familia, y pasando por el herrero. eltejedor o el artesa~o tradicional, al ser el ejercicio del oficio una actividad sazrada,c?mo veremos mas ad.e~ante. E~~ntredicho castiga a todos los que, tcn¡end~o queejercer un~ responsabll.ldad ma~lc~.,-reJigiosa y que cumplir unos actos rituales,son de algun modo .Ios inrer mediarios entre el común de los mortales v las fuerzastutelares con el oficiante sagrado del país, en la cima (por ejemplo, el hOí!on. entrelos dogon), y, eventualmente, el rey. . ~

. Ese ent~edicho ritual existe, según mis noticias. en todas las tradiciones de lasabana africana.

.. El, entredicho ~e la mentira sostiene. por cierto. que. si un oficiante mintiesevlclan~ los actos rituales y no cumpliría ya el conjunto de las condiciones rjtua{e~requen.das pa.ra dc~empeñar el acto sagrado. siendo condición esencial estar enarrnorna consigo mismo antes de manipular las fuerzas de la vida. Recordemos enef~c~o, que todos. I?s .sistemas mágico-religiosos africanos"tiendcn a preserva'r or~stabdlecer el cqUlh.bno de las fuerzas de las que depende la armonía del mundo

_Clrcun ante, material y espiritual.I:.?~~O"IQ, m.á~ ~ue todo el resto, están sometidos a esa obli~ación porque,

como maestros-iniciados, son I~s. ~~~ndcs poseedores de la Palabra; principal

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agente activo de la vida humana y de los espíritus. Ellos son los herederos desagradas palabras capaces de encantar, transmitidas por la cadena deantepasados y. que se las hace remontar a las primeras vibraciones saemitidas por Maa, el primer hombre.

Si el tradicionalista doma es poseedor de la Palabra, los demás hombreslos depositarios de 11!'charla ...

Citaré el caso de un maestro del cuchillo dogon, del pais de Pignari (cirCUloBandiagara), a quien conocí en mi juventud y que un día se habia visto obligamentir para salvar la vida de ~na mujer perseguida que él habia ocultadocasa. Después de este suceso, se destituyó espontáneamente de su cargo alque ya no cumplia las condiciones rituales para asumirlo válidamente.

Cuando se trata de cosas religiosas y sagradas, los grandes maestros tna les no temen la opinión desfavorable de las masas y, si les sucedeequivocan, reconocerán públicamente su error, sin excusas calculadas mtos. Confesar sus faltas eventuales es para ellos una obligación. porque eso espurificación de la mancha.

Si el tradicionalista o conocedor es tan respetado en Africa, ello se debe 3él se respeta primero a si mismo. Interiormente en orden. ya que no debenunca, es un hombre «bien ordenado», dueño de las fuerzas que lo habitan. Aalrededor, las fuerzas se ordenan y los disturbios se apaciguan.

Independientemente del entredicho de mentira, el tradicionalista practicadisciplina de la palabra y no reparte ésta desconsideradamente. Porque sipalabra, como ya hemos visto anteriormente, se considera exteriorización de .vibración de las fuerzas interiores, la fuerza interior nace, a la inversa, de.interiorización de la palabra. Con esa óptica se comprenderá mejor la .cia dada por la educación africana tradicional al dominio de si. Hablar pocoseñal de una buena educación y el signo de la nobleza. El muchacho apremuy pronto a dominar la expresión de sus emociones o de su sufrimientocontener las fuerzas que están en él, a imagen del Maa primordial que con teniasi mismo, sometidas y ordenadas, las fuerzas del Cosmos. .

Del conocedor respetado o del hombre dueño de sí mismo se dirá: «Ese esMoa» (o un Neddo, en peul), es decir, un hombre completo.

No hay que confundir a los tradicionalistas-doma, que saben enseñar dido y poniéndose a la altura de su auditorio, con los trovadores. naanimadores públicos que son, en general, de la casta de los Diéli (griots) o deWoloso «((cautivos de choza»)". La disciplina de la verdad no existe paraúltimos, reconociéndoles la tradición el derecho a tergiversarla o embeincluso toscamente, con tal que lleguen a distraer O interesar a su público,veremos seguidamente. Se dice que «al griot le esta permitido tener dos le

Por el contrarío, no se le ocurriría a ningún africano de formaciónponer en duda la veracidad de las palabras de un tradicionalista-some, pamente cuando se trata de transmitir unos conocimientos heredados de lade los antepasados.

• Los WOlo.fO (literalmente "nacidos en la casa»] o «cautivos de cabañn» erun crludos o racrlados vinculados desde generaciones a una misma Iarniliu. Lo tradición les reconocía una10lal de Hestos 1) palabras. asr como grandes derechos maleriales sobre los bienes de sus

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Antes de hablar, el doma se dirige, por deferencia, a las almas de lospara pedirles que vengan a asistirle, a fin de que la lengua no se le trabe o noproduzca un fallo de memoria que le haría omitir alguna cosa.

Danfo Simi, el gran doma bambara que conocí en mi infancia en Buguni yera chantre del Kom~ decía antes de iniciar un relato o una enseñanza:

¡Oh, alllla de mi mClesrro 7iemablen Samaké!¡Oh, tIlmas de los viajeros herreros y antiquos tejedores,primeros antepasados iniciadores, llegados del Este'¡Oh, Jigi, gran ramero que sopló el primeroell el cuerno de llamar del Komo,llegado sobre el Jeliba [N (ger)!Venid todos a escucharme.Yo uoy, segúlI vuestrOS decires,a colltar a mi auditorio cómo han ocurrido las cosas,de vosotros, ya pasados, a nosotros, presentes,para que ese decir sea lJaliosamente cOllserlJadoy fielmente tra/Ismiridoa los '10mb res de nlO/iallaque seráll nuestros hijosy los !Jijos de nuestros hijos.¡Dirigid bien (¡Oh, oosotros, Antepasadosl ) las riendas de mi lenquo!Guiad la partida de mis palabraspara que sigan Y" respetenSil orden natural.

Después añadía:

Yo, Danfo Siné, del clall de Samaké [elefante macho), vaya COlllar CO/110he aprendido, ante mis dos testigos Makoro y Manilin '.Los dos cOllocen la tramaí , como yo mismo. Ellos me servirán a la vezvigilantes y de SOSlé,..

Si el narrador cometiese un error o tuviese un desfallecimiento, su testigorespondería: «[Hornbre, ten cuidado de cómo abres tu boca!», A lo querespondería: «Excúsame, es mi lengua fogosa que me ha traicionado».

Un tradicionalista-doma, no herrero de nacimiento, pero que conoceciencias que se refieren a la forja, dirá, por ejemplo, antes de hablar: «Yo deboa fulano, que lo debe a mengano, etc,», Y rendirá homenaje al antepasado deherreros poniéndose, en señal de fidelidad, en cuclillas y con el extremo delderecho reposando sobre el suelo y el antebrazo levantado.

, Makoro y Morrifln eran sus dos condiscípulos.8 Un relato tradicional tiene siempre una trama o una base inmutable que nunca debe

modificada, pero a partir de la cual se pueden realizar desarrollos o embellecimientos, seguninspiración o la atención del auditorio.

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El dotlla puede citar también a su maestro y decir: «Rindo homenaje a todosintermediarios hasta NUllfayri ...» Y, sin estar obligado a citar todos los

hay referencia a la cadena de la que el propio doma sólo es UI1 eslabón.En todas las ramas del conocimiento tradicional, la cudenu ele rrCIIISllliS/UII

un? importancia primordial, Si no hay transmisión regular, no hay~Ino s?~amente charla o cuento .. La palabra es entonces inoperante. La

uansmluoa por la cadena se considera que transporta, desde la rransmi-original. una fuerza que la hace operante y sacramental.

¡ Esa noción de «respeto. a la cadena» o de «respeto a la transmisión» es la quehace que, en general, el africano no culto tenga tendencia a referir un relato en lamisma forma como él lo habrá escuchado, ayudado en eso por la memoriaDr(i~W~~IV"G de los analfabetos. Si se le contradice, se limitara a responder:«Fulano

lo ha enseñado así», citando siempre su fuente.Aparte del valor moral propio de los tradicionalistas-dom(/ y de su vinculación

una «cadena de transmisión», una garantía de autenticidad suplementariafacilitada por e~control permanente de SI/S semejantes o de los Clllli!Jl/()s que

y que CUIdan celosamente la autenticidad de lo que transmiten.~nl'vlélaO()IOa repetir al menor' error, como hemos visto con el ejern pío de DCIIIJií

eltransc~rso de.sus. salidas.ritu~les. al bosque, el chantre del Komo puedesus propias meditaciones o rnspiracrones a las palabras tradicionales que él

heredado de la ~(cadena» y que canta para sus compañeros. Sus palabras,nuevos eslabones, vlener~ entonces a enriquecer las de sus predecesores: pero él

: (~Esto es ~e rm cosecha, esto es de mi decir. Yo no soy infalible y meequivocar. SJ me equivoco, no olvidéis que, como vosotros, VIVOcon unde mijo, un trago de agua y bocanadas de aire. El hombre no es infalible».

Los iniciados y neófitos que le acompañan aprenden estas palabras nuevas, desuerte que todos los cantos del Komo se conocen y conservan en las memorias.

. El grado de evolución del adepto del Komo se mide no por la cantidad de lasaprendidas, sino por la conformidad de su vida con esas palabras. Si unposee s~lamente diez o quince palabras del Komo, cuando las vive,se convierte en un adepto apto del Komo en el seno de la asociación.

ser chantre del Korno y, por consiguiente, maestro-iniciado, hay que conocerla totalidad de las palabras heredadas.

La enseñanza tradicional, sobre todo cuando se trata de conocimientos~¡'~¿!1iin(:ul¡!.dos a .una iniciación, está unida a la experiencia e integrada en la vida. Por

el mvestigador europe~ o africano, deseoso de aproximar los hechos religio-africanos, se con~enara a ~r~anecer fuera del tema si no acepta vivir la

correspondiente y admitir sus reglas, lo que presupone, como mínimo,mnnrlm", de la lengua. En efecto, hay cosas que no «se explican», sino que se

n y se Viven.. que ~n 192~, mien.tras ~e encontraba de servicio en Tougan, un

elnologo llego al pais para investigar sobre el pollo de sacrificio Con ocasión

, Antepasado de los herreros,

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M A Y PREHISTORIA A

de la circuncisión. El comandante francés le envió al Jefe de cantón indpidiéndole a este último que hiciese cuanto fuera nec~s~rio para que el etfuera debidamente atendido, e insistiéndole que «se le diga todo». A su vez. elde cantón convocó a los notables. Les expuso los hechos, repitiéndolespalabras del comand'!Ptc. El decano de la asamblea q~e era el .maest.r~.cuchillo del lugar y, por tanto, responsable de las ceremonias de la elrcunelslOncorrespondiente mlcración, preguntó:

_ 'Cómo 00.)" (1 decir/e todo -dijo-, si 110 quiere ser circuncidado?sabes bll!ll,jefe, que eso no es posible. Es preciso que éllJira la vida decircuslctsos ptlra que podamos ellse/iarle todas las lecciones._)' a qlle estamos obligados a dgr satisfaccion a la [uer:a -replicó elde call1oll-, os corresponde a vos encontra,. cómo sali,. de este-¡Muy hien! -dijo e/viejo-. Lo despediremos sill que él aparezcagracias a la fórmula de «tomar el aire».

~"" ••~-' práctlc:a y muy animada. La lección dada con ocasión de un acontecí-a experrencra se graba profundamente en la memoria del niño.

En el curso de un. paseo ~or el campo, el encuentro de un hormiguero dará almaestro ocasron de Impartir conocimientos variados en función de la

raleza de su auditorio: o bien hablara del animal mismo, de las leyes quesu Vida y de la «clase de ser» a la que pertenece; o bien dará una lección de

a los niñ~s, mos~rá~doles cómo la vida de la colectividad reposa en la!'IIIO'j:"'I;,rI~r·.a~lay olvido de SI mismo; o bien desembocará asimIsmo en conocimientos

¿levados si ve que .su auditorio puede comprenderlo. Así, cada incidente de lay cada pequeño accntecrmieme puede siempre dar ocasión de múltiples

de referi~. un mito. un cuento. una leyenda. Cada fenómenorado ~ue~e permitir ~emontar hasta las fuentes de las que él ha salido, ylos ,?,Islen.os de la Unidad de la Vida, toda entera animada por la Sé, fuerza

primordial y aspecto propio del Dios Creador. ..En Africa tod.o es «Historia ». La gran Historia de la vida comprende la

de las Tierras y de las Aguas (geograñaj, la Historia de los vegetalesffb1)támc:a ~ farmacopea), la ~istoria de las «Venas del seno de la Tierra»

a y metales), la Hisrona de los astros (astronomía, astrologia), lade las Aguas. etc.

En/a tr~dició~ ~e la sa~~na y. particularmente en las tradiciones bambara ye conjunto e as manuesraciones de la vida sobre la tierra se divide en tres

~1c:g(ln as o «clases de seres», subdivididas a su vez en tres grupos:.En la ba.se de la escal~, los .seres inanimados, llamados «mudos», cuyo

se considera oculto, Siendo mccrnprenslble o inaudible para el común demortales. Esa clase de sere~ contiene todo lo que reposa en la superficie de la

(arena,. agu~, erc.) o reside en su seno (minerales, metales, etc.).I~s Inanimados mudos se encuentran los inanimados sólidos, liquidos y

...- ..__._-- (literalmente «humeantes»).En el grado medio, los «animados inmóviles», seres vivientes pero que no

. .....__ n. Es la clas~ de los vegetales, que pueden extenderse o desplegarse enpero cuyo pie no puede moverse.

re los anim?dos inmóviles ~ e.ncuentran los vegetales rampantes, trepantesles, consutuyendo estos últimos la clase superior.

En fin, los «a¡"imados móviles'>, comprenden a todos los animales, hasta el

ani~ados m?viles¡ comprenden a los animales terrestres (entre los cualesanimales ~1Il hue.sos y con ellos), los acuáticos y Jos volátiles.

o lo que eXiste. puede. pues, referirse a una de esas categorías 10.

todas las «Historias», la mayor y más significante es la del Ho bde t d I H' . m re,. o as as « istonas», puesto que, según el mito ha sido compuesto

\lna parucuta de.todo.lo que ha existido ames de él. Todos los reinos de la vida~n el (mineral, vegetal y animal), unidos a fuerzas múltiples y

supeflores. ~as enseñanzas que le interesan se apoyarán en los mitos der r» ..ogcma, determinando su lugar y su misión en el universo, y revelarán cuál

a. A. Hampale Ba. 1972. págs. 2J y S1gIS.

-¿Qlliere que $(' le diga lodo?-Si, respolldlÓ e/ Jefe de eOlltoll.-Pero ¿/~I J:enido para hacerse circuncidar?-No, ha ¡;¡'lIid:!S para iniormarse,

El decano volvió su mirada al jefe.

Ese procedimiento de «lomar el aire», consistente en proporcionar auna estratagema improvisada cuando no se puede decir.le la "erda?, fue ~f~tmente inventado a partir del momento en que la autoridad colonial envio aagentes o a sus representantes para realizar lIl~estigaciones etn,ológicas sin. .vivir las condiciones requeridas. Muchos etnologos fueron mas tarde las vtCllinconscientes ... Sin llegar a eso, cuántos de ellos se imaginaron haberdo lodo de una ceremonia que, al no haberla vivido, no podíanrealmente.

Aparte de la enseñanza esotérica dispensada en el seno de las grandesiniciáticas -como el Komo o las citadas con anterioridad-e, la ensetradicional comienza realmente en cada familia, donde el padre, la madre omayores son a la vez maestros y educadores, y co~~ituyen l~ primera cé~ulatradicionalistas. Son ellos quienes dispensan las primeras lecciones de la Vida,sólo por la experiencia sino mediante cuentos, fábulas, leyendas,adagios, etc. Los refranes son las misivas legadas por los antepasadosposteridad. Su número es casi infinito. . ..

Ciertos juegos de niños han sido elaborados por los iniciados contransmitir, a través de las edades, algunos conocimientos esotéricosCitemos, por ejemplo, el juego del 8a/lal1g%, en Mali, fundado en unnumérico en relación con los 266 siqiba, o signos, que correspondenatributos de Dios.

Además. la enseñanza no es sistemática sino que está unida a las circucias de la vida. Esa manera de proceder puede parecer caótica, pero es,

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200 METODOlOGIA y PREHISTORIA

LOS OFICIOS TRADICIONALES

Los oficios artesanales tradicionales son grandes portadores de la irad

oral. ..En la sociedad tradicional africana, las actividades humanas e

frecuentemente un carácter sagrado u oculto, y particularmente aquellasconsisten en actuar sobre la materia y transformarla considerando a cadacomo viviente. . ..

Cada función artesanal se refiere a un conocimiento esoté~l~o,_'~a~smllldogeneración en generación y que ti~n~ su origen en una revelación inicial. Ladel artesano era sagrada porque «imitaba» a la obra de Maa Ngala y ..su creación. La tradición bambara enseña, en efecto, que l~ creacion noterminada y que Maa Ngala, al crear nuestra tierra, ha deJad~ en ellainacabadas, a fin de que Moa, su Interlocutor, las complete o mod.l~que cona llevar la naturaleza hacia su perfección. Se consideraba ~~e la aCllvlda~ aen sus operaciones, «repetía» el misterio de la creaclo.n. Y «focalizaba»,consiguiente. una fuerza oculta a la que nadie podía aproximarse SIO respetarcondiciones rituales particulares. . .

Los artesanos tradicionales acompañan su trabajo con cantos ritualespalabras rítmicas sacramentales, y sus gestos mismos son consi.derad.os comolenguaje. En efecto, los gestos de cada oficio reproducen, en un SImbolismo quees propio, el misterio de la creación primordial unida aJ poder de la Palabra,se ha indicado anteriormente .. Se dijo:

El herrero forja la Palabra,el tejedor la teje,el zapatero la Pille curtiéndola.

Tomemos el ejemplo del tejedor, cuyo oficio está uni~o al simbolismo dePalabra creadora desplegándose en el tiempo y el espacio.

El tejedor de casta ( M aabo, entre los peul) es depo~itario d.e los secretos de33 piezas que componen la base fu~dament~1 del OfiCIO,de tejer, cada una decuales tiene un sentido. La armazón, por ejemplo, esta formada de ochoprincipales: cuatro verticales, que simbolizan no sólo los c~atro elementos-(tierra, agua, aire y fuego), sino los cuatro puntos cardinales, y otros

VIVIENTE 201'los"er>....~~·que simbolizan los cuatro puntos colaterales. El tejedor, colocado en

representa al Hombre primordial, Mua, situado en el centro de las ochodel espacio. Con su presencia se obtienen nueve elementos que

O::-_""U¡;," los nueve estados fundamentales de la existencia. las nueve clases delas nueve aberturas del cuerpo (puertas de las fuerzas de la VIda), las nueve

de bombres entre los peul, etc.de comenzar su trabajo. el tejedor debe tocar cada pieza de su máquina,

..mlu",~.wndo unas palabras o letanías que corresponden a las fuerzas de la vidaellas encarnan.

vaivén de sus pies subiendo y bajando para accionar los pedales recuerda eloriginal de la Palabra creadora, unido al dualismo de todas las cosas ya la

de los ciclos. Se consideran sus pies como si hablasen así:

¡Fonyonko' ¡Fol1J'onko.' ¡Dualismo.' ¡DuaIiSIllO!Cuando UIlO se levanta, el otro se baja.Hay muerte del rey y coronacián del princip«,defunción del abuelo J' nacimiento del lIi(!III,disputas de divorcio mezcladas eOIl olborota festivo dI! 1111 casamierun ...

su parte, la lanzadera dice:

Soya la barca del Destino.Yo paso entre los arrecifes de los btlos de cadenaque representan la I1da.De la orilla derecha paso a la oril/a izquierdaa devanar mi iruestino [el hilo)

'para contribuir a la construcción.De lluevo, de la orilla izquierda paso a In derechadevanando mi intestino.La vida es 1111 perpetuo vaivén,UII don permanente de si mismo.

La franja de tejido acumulándose y enrollándose alrededor de un paloen el vientre del tejedor representa el pasado, mientras que el rodillo de

hilos de tejer, desdoblado, simboliza el misterio del mañana, lo desconocidofuturo. El tejedor dirá siempre: «[Oh, mañana! ¡No me reserves una sorpresa

ble!».

En conjunto, el trabajo del tejedor representa ocho movimientos de vaivénsus pies, sus brazos, la lanzadera y el crecimiento rítmico de los hilos de la

que corresponden a los ocho palos del armazón y a los ocho patas de lamítica que enseñó su ciencia al antepasado de los tejedores.

Los gestos del tejedor realizando su oficio representan la creación en acción;palabras acompañando sus gestos; es el canto mismo de la Vida.El herrero tradicional es el depositario del secreto de las transmutaciones. El esexcelencia el «Maestro del Fuego». Su origen es mítico, y en la tradición

se llama «primer hijo de la Tierra». Sus conocimientos se remontan a

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202 M EHISTORIA AFRIC

M au, el primer hombre, al que su creador Maa Ngala enseñ~, entre otros, lossecretos de la «herrería». Por eso la fragua se llama Fan, del mismo nombre queFOil, el Huevo primordial del que ha salido todo el universo y que fue la primerafragua sagrada. ..'

Los elementos de la forja están unidos a un simbolismo sexual, Siendo esteúltimo en sí mismo la tIIpresión, o el reñejo, de un proceso cósmico de creación.

Asi, los dos fuelles redondos, accionados por el ayudante del herrer?, seasimilan a los dos testículos machos. El aire del que se llenan es la sustancia devida enviada, a través de una especie de tubo que representa el falo, al fogón de laherrería, que representa la matriz donde actúa el fuego transformador. .

El herrero tradicional no debe entrar en la fragua más que tras un baño ritual'de purificación preparado con la decocción de ciertas hojas, cortezas o r:~ícesdeárboles, elegidas en la función del día. En efecto, los vegetales (como los ~Ineralesy animales) están repartidos en siete clases que corresponden .3 los d~a~ de II~semana, hallándose unidos por la ley de la (correspondencia analógica» .Después, el herrero se vestirá de un modo particular, porque no puede entrar en lafragua vestido con un traje cualquiera.

Cada mañana purificará la fragua por medio de fumigaciones especiales a basede plantas por él conocidas. Terminadas esas operaciones y una vez lavado detodos los contactos que ha tenido con el exterior, el herrero se encuentra en unestado sacramental. Ha quedado puro y se asimila al herrero primordial.Solamente entonces es cuando, a imitación de Maa Ngala, puede «crear»modificando y dando forma a la materia. (El nombre de herrero en peul es baylo,'palabra que significa literalmente «transíormador».l

Antes de cornensar su trabajo, el herrero invoca los cuatro elementos-madrede la creación (tierra, ag~, aire y fuego), que están obliga~o.riamente representa-dos en la fragua. Allí se encuentra siempre, en efecto, un recipiente lleno de a~ua, elJuego en el fogón de la fragua, el aire enviado por los íuelles y un rnontoncuo de(ierra al lado de la forja.

Durante su trabajo, el herrero pronuncia palabras especiales al tocar cadaherramienta. Al tocar su yunque, que simboliza la receptividad femenina, dice..«Yo no soy Moo Ngala, soy el representante de Maa Ngala. El ~s.quien crea y n~yo». Después coge agua o un huevo y se los ofrece al yunque diciendo: «He aquitu dote». .

Toma su maza, que simboliza el falo, y con ella da unos golpes sobre el .para (sensibilizarlo». Al establecer la comunicación, el pued~ comenzar a traba]

El aprendiz no debe hacer preguntas. Solamente ha de mirar ~ soplar, Esa esrase «muda» del aprendizaje. A medida que avance en los conocimrentos, so pisegún unos ritmos rnés complejos, teniendo cada mo~i~iento una "~,'"'''''''''V'''Durante la rase oral del aprendizaje, el maestro transmitirá poco a poco todosconocimientos a su alumno, entrenándole y corrigiéndole hasta que adquiera lamaestría. Tras una «ceremonia de liberación», el nuevo herrero puede dejar amaestro e instalar su propia fragua. En general, el herrero envía a sus propi

" Sobre In ley de correspondencia analógica. cf. A. Harnpate Ba: Aspetlos ,le la <lo:IIIIQ,cl6"uJ'r/callu. Presencia africana, París. 1972, pégs, 120 y sígts.

os a aprender a casa de otro herrero. El adagro dice: «Las esposas y los niñosmaestro no son sus mejores alumnos»,Así, el artesano tradicional, imitando a .\<1011 N!Julu y «repitiendo» por sus

la primera creación, realizaba no un «trabajo» en el sentido puramentemico de la palabra, sino una función sagrada que pone en Juego las fuerzasmentales de la vida y que la compromete en todo su ser. En el secreto de su

taller o de su fragua, el artesano participaba del misterio renovado de la eternacreación.

Los conocimientos del herrero deben cubrir un amplio sector de la vida.Ocultista ~eput~~o, su dominio d~ los secretos del fuego y del hierro le vale el que

solo este habilitado para practicar la circuncisión, y -'ya lo hemos vislo- el«Maestro del cuchillo» en la iniciación del Komo es siempre un herrero. Noes un erudito para todo lo que se refiere él los rnctules, sino que conoce

mente la clasificación y propiedades de 10$ vegetales,El herrero de altos hornos, a la vez extractor del mineral y fundidor, es el más

en conocimientos. A todos los conocirnieuros del herrero fundidor élel conocimiento perfecto de las «Venus do la Tierra: (la mineralogía) y lade

secrcto.s del campo y ?e las plantas. En efecto, conoce la plantación vegetal quela tierra cuando esta contiene un metal particular, sabiendo detectar un

miento de 01'0 con el solo examen de las plantas y las piedras,noce también los encantamientos de I¡¡ rierru y de las plumas. Al ser

la .naturaleza. como viviente y animada por fuerzas, todo acto que laurba debe Ir aco~~panado de un «sabcr-vivrr ritual" desunado a preservar y

su equilibrio sagrado, porque todo está ligado, todo repercute eny toda acción sacude las fuerzas de 1(1vida, entrañando una cadena de

nsecuencias cuya repercusiones las sufre el hombre.La relación del hombre tradicional con el mundo era, pues, una relación~t~,de participación y no una relación puramente usual. Se comprende que, en

111$1011 global del ullillerso, el lugar del profano sea muy limitado.En el antiguo país baulé, por ejemplo, el oro, del que la tierra era rica, estaba

como un metal divino y no era objeto de una explotación exagerada.s~~re todo para confecci~nar los objetos reales o de culto y tenia también

función de mone?a de ca~blo y de regalo. Cada uno podía extraerlo, pero noguardar pa.ra SI una pepita que sobrepasase determinado grosor. Toda pepi-sobrepasase el peso corriente era ofrecida al dios e iba H engrosar el «oro

depósito sagrado del cual ni los reyes mismos rentan derecho de sacarlo.tesoros re~les se han. transmitido así, intactos, hasta la ocupación

.AI ser considerada la tierra como perteneciente a Dios, ningún hombrepropietano de ella y sólo tenia derecho a su «usufructo». .Para ~Iegar a artcsa~o,. el hombre rradicional es el ejemplo tipo de la

on de sus conocumentos, no sólo en sus gestos y actos, sino en su vidara, puesto qu~. deberá ~esp.etar un conjunto de prohibiciones y obligaciones

a su fU~~lon, constitutivo de un verdadero código de comportamiento,to ~on relación a la naturaleza como a sus semejantes.E~lste lo qU,e se llama .Ia «vía de los herreros» (NWIIU-si/'lI o 1I11111l1)'a, enbara], la ( Vía de los agricultores», 1" «Vía de los tejedores", erc., y, en el plano

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204 M lA Y PREHISTORIA

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étnico, la «Vía de los pcul» (Lowoí fulfuíde ), auténticos códigos morales, SO(:lal'e~=tjurídicos propios de cada grupo. fielmente transmitidos y respetados mediantradición oral.

Puede decirse que el oficio. o la [unción tradicional, esculpe el ser del homToda diferencia entre la educación moderna y la tradición oral está ahí. Lo queaprende en la escuela QCcidental -por útil que sea-.no se rirl! siempre, mientque los conocimientos heredados de la tradición oral se encarnan en el ser e

Los instrumentos o herramientas del oficio que materializan las Pasagradas y el contacto del aprendiz con el oficio le obligan. en cada gesto. a vivirPalabra.

Por eso, la tradición oral considerada en su conjunto no se resume entransmisión de relatos o de ciertos conocimientos. Es qenerudoru ,1' [ortllluluraun lipo de hombre norticulur, Puede decirse que existe la civilización deherreros, la de los tejedores. la de los pastores. etc.

Me he limitado 11 profundizar aquí el ejemplo de los tejedores y de los heespecialmente típico. pero cada actividad tradicional constituye. en general,gran escuela iniciática O mágico-religiosa, un camino de acceso hacia la Unidadla que ella es, según los iniciados, un reflejo o expresión particular.

Para conservar en el seno del linaje los conocimientos secretos y losmágicos que de él se derivan. cada grupo debe observar. con la mayor freerigurosas prohibiciones sexuales respecto u las personas exteriores al grupracticando la endogamia. Esto no se debe. pues. a una idea dc intocabilidad,al deseo de conservar en el grupo los secretos rituales. Se ve entonces cómogrupos estrechamente especializados y que corresponden a unas «fusagradas» desembocaron poco a poco en la noción de «casta» tal comoen el Africa de la sabana. «La guerra y el noble son los que han hecho al caudice el adagio-. pero es Dios quien ha hecho al artesano (n)'unlakala]».

La noción de superioridad o inferioridad con relación a las castas no sepues, en una realidad sociológica tradicional. Ha aparecido en el transcursotiempos, sólo en ciertos sitios y probablemente como consecuencia de la ade determinados imperios en que la función guerrera reservada a los noblesconfirió un tipo de supremacía. En tiempos remotos, por otro lado, la nociónnobleza no era indudablemente la misma, y el poder espiritual tenia priorisobre el temporal. En aquellos tiempos, eran los sitaüq! (maestros-iniciados peul]no los ardo (jefes, reyes) quienes dirigían a las comunidades peul,

Contrariamente a lo que algunos han escrito o creído comprender, elen Africa, es mucho más temido que despreciado. «Primer hijo de la -r-:•. ......

maestro del Fuego y manipulador de las fuerzas rmsieriosas, por eso sesobre todo, su poder.

Lo cierto es que la tradición impuso siempre a los nobles la obligaciónasegurar la conservación de las clases «en castas», o clases de nyamakalabarnbara), (nyeerlyo, pI. nyeeybe, en peul). Esas clases gozaban de la prerrogatide poder pedir bienes (o dinero) no en pago de un trabajo, sino como reclamacióde un privilegio que el noble no podía rehusar.

En la tradición del MAndé, cuyo centro se encuentra en Malí pero que emás o menos todo el territorio del antiguo Bafur (es decir, la antigua

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occidental francesa, a excepción de las zonas del bosque y del este del«encastados», o nvamokaia. comprenden a:

- los herreros (/JIIIIIII en bambara, baylo en peul);- los tejedores (maabo, tanto en peul como en bambara);- los trabajadores de la madera (a la vez leñadores y ebanistas'

barnbara, labbo en peul); .'- los tr~bajadort:s ~el .cuero _(~~rallkf en barnbara, sak.eé en peul);- los a~l~adores públicos (dl(!/¡ en bambara; se les designa, en peuí

nombre genenco de nyeeybe: II\'lIlIIakala), más conocidos en francés Con el 'de «griots»,

Las cuatro clases de 11j'(lIl1akala-artesanos tienen prioridad sobre los'porque a ellas les corresponden las iniciaciones y un conocimiento, y auhay «superioridad» propiamente dicha, el herrero está en la cúspidetejedor, siendo su oficio el más iniciático, Los herreros y tejed~resindistintamente tomar mujer de una u otra casta, porque las mujeres SOntradicionales y les compete, por consiguiente, la iniciación femenina.

En la clasificación del Mande, los lIyal1lakala-artesanos van siempre detres:

Hay tres clases de herreros (111111111 en bambara. baylo en peul):- el herrero de minas (o de altos hornos), que extrae el mineral y r

metal (los grandes iniciados, entre ellos, pueden trabajar igualmente en la- el herrero de hierro negro, que trabaja en la fragua, pero no

mineral;- el herrero de metales preciosos, o joyero, que es generalmente

como tal, está instalado en el vestíbulo de los jefes o nobles.Tres clases de tejedores (moabo ):- el tejedor de lana, que es el más iniciado (los motivos que figuran

mantas son siempre simbólicos y se refieren a los misterios de los números ycosmogonía; cada diseño tiene un nombre);

- el tejedor de kerka, que teje inmensas mantas, mosquiteros o pañalgodón que pueden tener hasta seis metros de largo, con infinidad de motiv.ist~ algunos que tenían 165 motivos); cada motivo tiene un nombre ysignificado, y el nombre es un símbolo que significa muchas cosas;

- el tejedor ordinario, que fabrica simples fajas blancas y a quiencorresponde una gran iniciación.

Algun~s nobles practican también el tejido ordinario. Así, algunosconfeccionan fajas blancas sin ser tejedores de casta. Pero no son iniciadospueden tejer ni kerka, ni lana, ni mosquiteros.

Hay tres clases dg trabajadores de la madera (saki en barnbara, labbo en---el que realiza los almireces, mazos y estatuillas sagradas. El almirez,

se machacan los medica~ntos sagrados, es un objeto ritual y no está rnnlp,rr.or

nado con cualquier madera. Lo mismo que la fragua, simboliza lasfundamentales: el mortero representa, como el yunque, el polo femenino,que el mazo representa, como la maza, el polo masculino.

Las estatuillas sagradas son ejecutadas por encargo de un iniciado-doma,las «cargará» de,energía sagrada con miras a un uso particular. lndependi

de la «carga», la elección y la tala de la madera deben realizarseunas condiciones particulares cuyo secreto conoce el leñador.

de la madera corta el mismo la madera que necesita, y es tambiéniniciación ya unida al conocimiento de los secretos del campo y deConsiderado el árbol como viviente y habitado por espíritus

,,,,,'v,r.,,",,,,. no es abatido ni cortado sin precauciones rituales particularespor el leñador: ..ue realiza los utensilios o muebles de madera para el hogar:

fabrica las piraguas. El piragüista debe ser iniciado. además, en losagua.los somono, convenidos en pescadores sin pertenecer a la etnia bozo,

a fabricar también piraguas. Se les ve trabajar entre Kulikoro yorillas del Niger.clases de trabajadores del cuero 19arllllk¿ en barnbara. y .wkkli en

del cuero corresponde también a una iniciación y los yClrUllkli tienenuna reputación de brujos.

pescadores y agricultores no corresponden a castas, sino másSus actividades están entre las más antiguas de la sociedad humana:

(agricultura) y la «caza» (que comprende las «dos cazas»: enagua) representan también grandes escuelas de iniciación, porque no secualquier manera a las fuerzas sagradas de la Tierra-Madre o a losbosque donde viven los animales. Como el herrero de altos hornos, el

en general todos los «encantamientos del bosques y debe poseer adel mundo animal.

(por medio de plantas o por el «don de la palabra»] puedena cualquier clase o etnia. A menudo son doma.

posee frecuentemente en herencia dones particulares, transmití-WJ~,I"",IVU de generación en generación. Así, los dogon de Malí son

conocedores del secreto de la lepra, que ellos saben curar muysin dejar huella alguna, y el secreto de la curación de la tuberculosis.excelentes «ensalmadores» que saben colocar en su sitio los huesosen caso de fracturas muy graves.

ADORES PUBLICOS, O «GRIOTS»BAMBARA)

las ciencias ocultas y esotéricas son patrimonio de los"«macstros dely de los chantres de los dioses, la música, la poesía lírica y los cuentos

las recreaciones populares, y frecuentemente también la historia,a los griots, especie de trovadores o juglares que recorren el país oa una familia.

Page 13: La Tradición Viviente

208 METODOLOGlA y »REHISTORIA AFRICANA

Frecuentemente se ha creído, sin razón, que eran los únicos «tradicionalistas»posibles. ¿Quiénes son los griots?

Se les puede dividir en tres categorías:- los griots mrísicos, que tocan todos los instrumentos (monocordio, guita-

rra, cora, tarn-tam, etc.). Casi siempre maraviUosos cantantes, son conservadores ytransmisores de las músicas antiguas, al mismo tiempo que compositores;

- los griots «embajadores» y cortesanos, encargados de mediar entre gran~~sfamilias cuando existen desavenencias. Siempre están vinculados a una familiareal o noble, y a veces a una sola persona;

- los griots genealogistas, historiadores o poetas (o las tres cosas a la vez) queson también generalmente narradores y grandes viajeros, y no están forzosamentevinculados a una familia.

La tradición les confiere un estatuto particular en el seno de la sociedad. Enefecto contrariamente a los horon (nobles), tienen derecho a no guardar lasformas, gozando de una amplísima libertad de palabra. Pueden mostrars~ sinmiramientos, incluso descarados, y a veces bromean con las cosas- más senas ocon las más sagradas sin que eso tenga consecuencias. No están obligados a ladiscreción ni al respeto absoluto a la verdad. Pueden a veces mentir con aplomo ynadie está autorizado a tratarlos con rigor. «iEse es el decir del diélil Porconsiguiente, eso no es la auténtica verdad, pero nosotros lo aceptamos así». Estamáxima muestra perfectamente cómo la tradición admite, sin dejarse engañar, losenredos de los diéli, que, como también se afirma, tienen <da boca desgarrada».

En toda la tradición del Bafur, el noble y el jefe no sólo llegan a prohibir lapráctica de la música en las reuniones públicas, sino que están obligados a lamoderación en la expresión o en las palabras. «Hablar demasiado sienta mal en laboca de un horon», dice el proverbio. También los griots vinculados a las familiasse ven naturalmente llevados a desempeñar un papel de mediadores, o incluso deembajadores, cuando surgen pequeños o grandes problemas. Son la «lengua» desu dueño.

Cuando se hallan vinculados a una familia, o a una persona, generalmenteestán encargados de la práctica de las costumbres y, principalmente, de lostrámites matrimoniales. Un hombre joven y noble, por ejemplo, no se dirigirádirectamente a una mujer para hablarle de amor. Encargará de ello a su griot,quien se pondrá en contacto con la muchacha, o con su respectiva griot, parahablarle de los sentimientos de su señor y alabar sus méritos.

Los diéli o griots son los agentes activos y naturales de las palabras, pues lasociedad africana está principalmente fundada en el diálogo entre individuos yen la palabra entre comunidades o etnias. Autorizados a tener «dos lenguas en suboca», pueden eventualmente dedicarse, sin que se les tome en cuenta -lo que nopodría hacer un noble por no estarle permitido-, a retractarse inopinadamentede su palabra o de una decisión suya. Incluso, a veces, los griots llegan a asumtruna falta que no han cometido, a fin de enderezar una situación o dejar en buenlugar la imagen de los nobles.

Sobre los viejos sabios de la comunidad, que están en el secreto, recae elpesado deber de «mirar las cosas desde el ángulo apropiado», pero es a los griots aquienes corresponde realizar lo que los sabios han decidido.

LA TRADICION VIVIENTE 209

Encargados de informarse y de informar, ellos son los grandes portadores delas noticias, pero también, con frecuencia, los propagadores de los chismes.

Su nombre en bambara, diéli, significa «sangre». En efecto, como la sangre,ellos circulan por el cuerpo de la sociedad a la que pueden curar o poner enferma,según que atenúen o aviven sus conflictos por medio de sus palabras y cantos.

Apresurémonos a decir, sin embargo, que se trata aquí de característicasgenerales y que no todos los griots son necesariamente descarados o desvergonza-dos. Al contrarío, existen entre ellos hombres a quienes se tes llama Diéli-faama:«griots-reyes». Estos no van a la zaga de los nobles en materia de valor.moralidad, virtud y sabiduría, y no abusan nunca de los derechos que les otorga lacostumbre.

Los griots fueron un gran agente activo del comercio humano y la cultura.Dotados frecuentemente de una gran inteligencia, desempeñaron un gran

papel en la sociedad tradicional de Bafur en razón de su influencia sobre losnobles y jefes. En cualquier ocasión, aun ahora, estimulan y ejercitan el orgullo declan del noble mediante sus cantos, frecuentemente para obtener regalos, perotambién a menudo para dar ánimo a aquél en una difícil circunstancia.

Durante la noche de la víspera que precede a la circuncisión, por ejemplo,animan al niño o al joven a fin de que, por su impasibilidad, sepa mostrarse dignode sus antepasados. «Tu padre 12, Untel, que murió en el campo de batalla, setragó "las gachas de hierro al rojo vivo" [las balas] sin pestañear. Yo esperoque, mañana, tú no tendrás miedo del cuchillo cortante del herrero»' así se cantaentre los peul. Eñ la ceremonia del bastón, o Soro, entre los peul bororo del Níger,son los griots quienes sostienen con sus cánticos al muchacho que debe probar suvalor y paciencia al recibir sin pestañear y sonriendo los más duros bastonazossobre el pecho.

Los griots participaron en todas las batallas de la historia al lado de susseñores, cuyo valor fustigaban recordándoles su genealogía y las hazañas de suspadres. Tan grande es el poder de la evocación del nombre para el africano.Además, por la repetición del nombre de su linaje, se saluda y alaba a un africano.

La influencia ejercida por los diéli en el transcurso de la historia fue buena omala según que sus- palabras excitasen el orgullo de los jefes y les estimulasen asobrepasar los límites, o según que se las recordasen, como ocur-rió frecuentemen-te, respecto a sus deberes tradicionales.

Como vemos, la historia de los grandes imperios del Africa del Baíur esinseparable de la misión de los diéli que merecería, por sí sola, un profundoestudio.

El secreto del poder y de la influencia de los diél! sobre Jos horon (nobles) resideen el conocimiento de su genealogía y de la historia de su familia. Tambiénalgunos de ellos han hecho de ese conocimiento una auténtica especialidad. Esaclase de griots no pertenecen frecuentemente a familia alguna y recorre el país a la.búsqueda de informaciones históricas siempre más extensas. Así están seguros deposeer UD medio casi mágico de provocar el entusiasmo de los nobles a quienes

11 «Tu padre», en lengua africana, puede ser también un tío, un abuelo o un antepasado es decirtoda I~ línea paterna, incluidos los parientes colaterales. ' ,

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210 METOOOLOGIA y 211

1) «Noble" es una traducción muy aproximada de Horon. En realidad, Horon es toda personano pertenece ni a la clase de los nyamakalo, ni a la de los Jo» (o «cautivos»), clase nacida a parantiguas capturas de guerra. Los Horon tienen como deber asegurar la defensa de la comunidad,su vida por ella y asegurar el sustento de otras clases.

,. Woloso. o «cautivo de cabaña", cf. nota 6.

está más alejada de los asuntos iniciáticos, al exigirles silencio, discreciónde su palabra.

posibilidad de llegar a ser «conocedores» no les csul, sin embargo,como tampoco a cualquiera otro. Lo mismo que un tradicionalista-

«conocedor tradicional» en el verdadero sentido de la palabra) puede sertiempo un gran genealogista e historiador, así un griot, como todo

de cualquier categoría social, puede llegar a ser tradicionatista-soom sia Ul" .....-. se lo permiten y si ha vivido las iniciaciones correspondientes (a

n, sin embargo, de la iniciación del Komo que le está prohibida).titado. en el curso de este estudio, el ejemplo de dos griots «conoccdo-

viven actualmente en Mali: Iwa y Banzurnana ; este ultimo es a la vezhistoriador y tradicionalista-doma.

griot que es al mismo tiempo tradicionalista-aomr, constituye una fuente de. completamente digna de confianza, porque su calidad de iniciado leun alto valor moral y le obliga a no mentir. Se conviene en otro hombre.

-reys del que he hablado anteriormente, al que se le consulta por suy sus conocimientos y que, sabiendo distraer, no abusa nunca oc sushabituales.

un griot relata una historia, uno se pregunta generalmente: «¿Es esade los dié/i O la historia de los doma?» Se trata de «la historia de los

'resooncen: «[Es el decir de los diéli!», y se esperan algunos adornos de lanados a poner.de relieve el papel de talo cual familia,lo que no haría

'rOl"r"nn,~lista-doma, deseoso ante todo de tal transmisión verídica.que hacer una distinción. Cuando se está en presencia de un griot

conviene saber si es un griot ordinario o un griot-clollla. Hay queno obstante, q~~ la base de los hechos es muy pocas veces transforma-

de trampolín a una inspiración poética o panegírica que viene, si no arealmente, al menos a «adornarla».

viene disipar un error, cuyas secuelas aparecen en cienos diccionariosSe ha pretendido, en efecto, que el griot (diéli) es un «hechicero», lo que

orresponoe a la realidad. Puede ocurrir que un griot sea Korté-tiqui «(echadorsuerte»), como puede suceder que sea doma (<<conocedor tradicional»), yporque haya nacido griot, sino porque habrá sido iniciado y habrá

su maestría, buena o mala, en la escuela de un maestro del arte. El errorduda, de la ambivalencia del termino «grior» que en francés designa a

conjunto de los nyamakala -de los que el diéti forma parte- y~ confrecuencia, sólo a la casta de los diéli.

bien, la tradición declara que los nyamakalo son lodos subaa, términoa un hombre versado en los conocimientos ocultos conocidos sólo

1111\.I(1UU:;, un «ocultista» en cierto modo. Y, por otro lado, excluye de esan a los diéli, que no siguen una vía iniciática propia. Son, pues, los

los qLe son subaa. Entre estos últimos, está el qaranké;del cuero que goza de una reputación de suoaqa brujo, en el sentidode la palabra.

estoy por creer que los primeros interpretes europeos han confundido los

van a declamar su genealogía, divisas e historias, para recibir de ellosmente importantes regalos. Un noble es capaz de despojarse de todo lo queencima y en su casa para regalárselo a un griot que ha sabido tocarle lasensible. Allá donde vaya, esos griots genealogistas, están, pues, segurosencontrar ampliamente su subsistencia.

No hay que creer, si« embargo, que se trata de una «retribución». La idearetribución por un trabajo es contraria a la noción de derecho de lossobre las clases nobles 13, Cualquiera que sea su fortuna, los nobles, inclusomás pobres, están obligados tradicionalmente a dar a los dié¡¡, como anyamakola o wotoso (ecautivo de choza») 14, aunque el demandante sea infinmente más rico que el donante. En general es la casta de los diéli la quemendiga. Mas, cualquiera que sean sus ganancias, el diéli es siempre pobregasta sin lasa, ya que cuenta con los nobles para vivir.

«[Oh! -cantan los grlots pedigüeños-, la mano del noble no perpegada a su cuello por avaricia, sino que está siempre dispuesta él meterse enbolsillo para dar al que pide», y si por casualidad el regalo no llega, .cuidadolas fechorías del «hombre de la boca rasgada», cuyas «dos lenguas»estropear muchos asuntos y reputaciones!

, Desde el punto de vista económico, la casta de los diéli, como todas lasde nyamakala y de IVO/OSO, corre, pues, totalmente a cargo de la sociedad y,particular, de las clases nobles. La transformación progresiva de las condicieconómicas y costumbres ha hecho poca mella en ese estado de cosas alantiguos nobles o ancianos griots a conseguir funciones retribuidas. Perocostumbre no por eso ha permanecido menos viviente, arruinándose aungentes con ocasión de los festejos de bautizo o matrimonio, con tal de dara los griots que vayan a animar esas fiestas con sus cánticos. Algunosmodernos han tratado de poner fin a esa costumbre, pero todavía no loconseguido, según mis noticias.

Los diéli, por ser nyamakala, deben, en principio, casarse entre las clasesnyamakala. .

Se observa cómo los griots genealogistas, especializados en el conocimientola historia de las familias y dotados frecuentemente de una memoria prodhan podido de modo natural convertirse, en cierto modo, en archiveros desociedad africana y, a veces, en grandes historiadores. Pero recordemos queson los únicos en poseer esos conocimientos. Así pues, se puede, en rigor, llamarlos griots-historiadores «tradicionalistas», pero con la reserva de que se tratauna rama puramente histórica de la tradición, que encierra, por otro lado, motras.

El hecho de nacer griot (diéli) no hace necesariamente del diéli unpero lo predispone a ello, como no lo hace tampoco, ni mucho menos, un sabiomaterias tradicionales, ni un «conocedor», De modo general, la casta de los

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212

dos términos SI/VUUy slIbay(l (parecidos en la pronunciación) y que la <lnln'V,,'.'cia del término «griot» ha hecho el resto. '

La tradición que declara que «iodos los lIyamaka/a son subaa [oculthabrán comprendido como que «todos los lI}'amaka/(I son slIb(lga [broriginando 'a su vez, al darse el doble uso, colectivo o particular, de lagriot: «Todos los grioes son brujos». De ahí surge el error. .

Sea lo que sea, la importancia del diéti no reside en sus eventuales vIrtudesbrujo, sino en su arte de manejar la palabra, que es ade~nás otra forma de

Antes de dejar a los griots, señalemos algunas excepclo~es con que se lesconfundir. Pueden hallarse algunos tejedores que han dejado de ejercer eltradicional para convertirse en músicos de guitarra. Los peu.lles llaman(literalmente, «llevados a la espalda»), porque su carga es sle~preun hombre o por lalicomunidad. Esos bombaado, que son siemprepueden ser también poetes, genealogistas e historiadores.. .

Algunos leñadores pueden cambiar tambi~n sus herramientas por la gUIIconvertirse en excelentes músicos y genealogistas. Bokar 110 e ldris Ngada,fueron, según mis noticias, de los grandes genealogistas del Alto Volta,leñadores convertidos en músicos. Pero en este caso se trata de eXI;;e~>CI()nE:S.

Algunos nobles venidos a menos pueden igualmente convertirse endos y en bufones públicos -no músicos, sin embargo 15_ co~ el nombretiapourto (tanto en barnbara como en peul). S~n el1tonce~ mas descaradosdesvergonzados que los más atrevidos de los gnots, y nadie toma en senopalabras. Piden regalos a los griots, si bien éstos escurren el bulto cuando venuno ...

Aunque la música es, en general, la gran esp~ci.a~idad de los diéli, exist:,otro lado una música ritual tocada por los iniciados y que acompanaceremonias o danzas rituales. Los instrumentos de esa música sagradaentonces auténticos objetos de culto que permiten la comunicación co~ ,las finvisibles. Según sean de cuerda, viento o percusión, están en relación conelementos: tierra, aire yagua. .

La música propia para «encantan> a los espíritus del fuego es la herencia deasociación de los comedores de fuego, llamados Kursi-k%rlin o U(JIIII,UU··~UI'U.

,. Recordemos que tos Horones (nobles), peul o bambara, no interpretan nunca música, alen público. Los tiapurta han conservado en general esa costumbre.

ancianoS encargado de la administración de la comunidad, cuulquieru quesu categoria social, horon (noble), /lya/llllka/a o I\'%so (<<cautivo de choza»),

conocimiento no conoce raza ni "puerta paterna" [clan) y ennoblece aldice el proverbio. ,

La educación africana no era sistemática al modo de la escolaridad europea.dispensaba a lo largo de toda la vida. La propia vida era educaciónHasla la edad de 42 años, el hombre vivía en Bafur como si asistiese a la

de la vida, sin «derecho a la palabra» en las asambleas, sino excepcional-Debía seguir todavía «3 la escucha» y profundizar los conocimientos que

recibido a partir de su iniciación a los 21 años.parlir de los 42, se le suponía que ya había asimilado y profundizado lasnzas recibidas desde su juventud, adquiria el derecho él la palabra en las

y se convertía a su vez en instructor, a fin de devolver a la sociedad loél había recibido. Pero eso no le impedía, si tal era su deseo, continuar

ose aliado de sus mayores y solicitar sus consejos. Un anciano buscabamás anciano o más sabio que él para pedirle información u't>pinión. «Cada

-se dice- el oído escucha lo que todavía no había oído». La educación podíadurar roda la vida.Después de aprendido su oficio y seguido la iniciación correspondiente, eln nyamaka/a-artesano, dispuesto a volar por sus propias alas. iba generalrnen-

aldea en aldea para aumentar sus conocimientos junto a nuevos maestros.que no ha viajado nada ha visto», dicen las gentes. También iba de taller en

dando una vuelta tan larga al país como le era posible. Los de la montañaa la meseta,los de la meseta subían a la montaña, los del Bélédougou

al Mandé, etc,A fin de darse a conocer, el joven herrero en viaje llevaba su fuelle en

; el leñador, su hacha o su azuela; el tejedor llevaba a la espalda su telarntado, sobresaliendo por encima de su cabeza la lanzadera o la polea; el

llevaba sus botecillos de colores. Cuando el joven llegaba a una aldeala que las corporaciones estaban agrupadas por barrios, se le dirigía

te hacia el barrio de los zapateros, o de los tejedores, etc.En el transcurso de sus viajes e investigaciones, la adquisición de una cantidad

. ientos más o menos grande dependía de su destreza, de la calidad de sua y, sobre todo, de su carácter. Si era educado, afable y servicial, los viejos

unicaban secretos que no decían a otros, porque está dicho: «El secreto deancianos no se paga ·con dinero, sino con buenos modales»,El joven horon pasa s~ infancia en el patio de su padre y en la aldea, donde

a todas las reuniones, escucha los relatos de cada uno y asimila todo lo queEn las sesiones de la ~flrdy de su «asociación por edad», cada niño narra los

que ha escuchado, sean históricos o iniciáticos, pero en este ultimo casocomprender todo su alcance. A partir de los siete años, forma parte automáticagrupo de iniciación de su aldea y comienza a recibir las enseñanzas de las quehemos dicho anteriormente que abarcan todos los aspectos de la vida.Cuando un anciano refiere un cuento iniciático en una asamblea, desarrolla subolismo según la naturaleza y comprensión de SlJ auditorio. Puede narrar unpie cuento maravilloso para niños, que encierra un sentido moral educativo, o

COMO SE LLEGA A SER TRADICrONALlSTA

Como ya hemos indicado, todo el mundo en el Africa del. Bafur pu~de lleg~r atradicionalista-doma, es decir, «conocedor» en una o en vanas materias tradles. El conocimiento se encontraba a disposición de todos (al estar presenteiniciación por doquier en una forma o en otra) y su adquisición dependía sólolas aptitudes de cada uno. .' .

El conocimiento estaba tan valorado que renta prelación sobre todo y conla nobleza. Asi, el conocedor en cualquiera de las materias podía asistir al

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4j ,

ya desplazarse. envió a su hijo, Mamadú Molom, a continuar sun al lado de las familias peul emigradas a través de Sudan (Mali) con

.1_I1.B<'JU) Umar. En la época en que conocí a Molom Gaolo, había podido reunirla historia pasada de unas cuarenta generaciones.

ía por costumbre asistir a todos los bautizos o. funerales de las familiasa fin de registrar las circunstancias de los nacimientos y de las

•que añadía a las listas depositadas en su fabulosa memoria. Tambiéndecir a cualquier personaje peul: «Tú eres el hijo de fulano. nacido de...."'~'v-·-

¡p;r,;~mC:IJI>""'U' descendiente de zutano, vástago de perengano, etc .• muertos en tal• por tal motivo. enterrados en tal sitio, etc,»; o bien: «Fulano fue bautizado

día, a tal hora, por tal morabito ...II. Naturalmente. todos esos conocimientosy lo son todavía, transmitidos oralmente y registrados sólo en la memoria de

genealogista. No podemos hacernos una idea de lo que la memoria de un''''''~''''U'I'' pueda almacenar. Un relato escuchado una sola vez es grabado como

matriz, por lo que resurgirá desde la primera hasta la última palabrala memoria lo solicite.

Gaolo munó a la edad de 105 años, hacia 1968, creo. Su hijo,Gaolo, tiene hoy 50 años y vive en Mali, donde prosigue el trabajo de su

con los mismos medios puramente orales, siendo también él iletrado.Gaolo, contemporáneo de Mamadú Gaolo y también muy vivaz, ha

ido por su parte una investigación sobre las etnias fulfuldófonas (peul ym¡'JUI,;V1Ur)en Chad, Carnerún, Centroáfrica y hasta en el Zaire, para informarse

la genealogía y la historia de las familias emigradas a esos países.Gaolo no son diéli (griots); sino una etnia fulfuldófona, asimilada a la

de los nyamaka/~ ~ que goza de las 'mismas prerrogativas. Más habladores y;U.~~'''LU.""..res que rnusicos (excepto sus mujeres que cantan acompañándose de

tos rudimentarios), pueden ser narradores y bufones, figurando entremuchos genealogistas.tre los rnarka (etnia del Mandé), los genealogistas se llaman Guesséré, del

d~ su etnia vinculada a los rnarka, Quien dice genealogista dice, por esohistoriador, porque un buen genealogista conoce la historia, hechos yde cada uno de los personajes citados, por lo menos. los más importantes.

está en la base misma de la historia de Africa, ya que, si uno se interesapor la historia, no es por las fechas. sino por la genealogía. para poder

el desplazamiento, a través del tiempo y el espacio. de una familia uno una etnia determinados. '

En África, cada uno es siempre un poco genealogista y capaz de remontarseatrás e.n su propio linaje. Si no. estaría como privado de la «tarjeta de

Antiguamente, en Malí, no había nadie que no conociese al menoso doce generaciones de sus antepasados. Entre todos los viejos todocolor

a Mazina con al-Hádjdj'Urnar, no babía ni uno solo que no conociese suen Futa-Senegal (país de origen) y que no supiese Cómo conectar con

a~. que habían quedado allá lejos. Son aquellos a los que Mamadúhijo de Molom Gaolo, fue a consultar a Malí para continuar la

•....'J)(ll.Clo'nde su padre. La genealogía era. pues, a la vez sentimiento demedio de exaltar la gloria familiar y recurso en caso de litigio. Un

21

una profunda lección sobre los misterios de la n~turaleza humana y ~erelaciones con los mundos invisibles. Cada uno rellene o comprende segunaptitudes.

Lo mismo ocurre con los relatos históricos que animan las reuniones, en losque se evoca hasta en sus menores detalles los hechos y hazañas de los ancianos ode los héroes del país. er extranjero de paso narrará los relatos de los paíseslejanos. Así, el niño está rodeado de un ambiente ~ultu~al p~rticular del ~ue se.impregna en función de las cualidades de su mernona. H1StOna, cuentos, fabulas,refranes y máximas jalclnan sus jornadas. ,

En general. el joven 1I0roll no se expatria, al ser destinado a la defensa del país.Participa en los trabajos de su padre, que puede ser agricultor. cantero o ejercer'cualquier otra actividad reservada a la clase de los 1I0rOIl. Si es peul, sigue en elcampamento de sus padres, aprende desde muy temprano a guardar él solo losrebaños en pleno monte. tanto de nocbe como de día. y recibe la iniciación peutunida al simbolismo de los bóvidos.

De modo general. no se llega a ser tradicionalista-domo permaneciendo enpropia aldea.

Un curandero que quiera profundizar sus conocimientos deberá viajarconocer las diferentes clases de plantas e instruirse aliado de otros conocedoresla materia.

El hombre que viaja descubre y vive otras iniciaciones, observa las diferencio semejanzas y amplia el campo de su comprensión. Por todas partes dondeparticipa en las reuniones, escucha relatos históricos, se entretiene al lado detransmisor cualificado en iniciación o en genealogía, y toma así contacto con lahistoria y las tradiciones de los países que atraviesa. Se puede decir que el quellegado a tradicionalista-doma ha sido durante toda su vida un investigador ypreguntón, y jamás deja de serlo.

El africano de la sabana viajaba mucho. De ello resultaba un intercambiocirculación de los conocimientos. Por eso. la memoria histórica colectiva,África, está pocas veces limitada a un solo territorio. Más bien se halla unida alinajes o a las etnias que han emigrado a través del continente.caravanas atraviesan el país, utilizando una red de caminos especialestradicionalmente por los dioses y los reyes, caminos por los que se iba segurono ser perseguido ni atacado. De otro modo se hubiera estado expuesto aataque o a violar sin saberlo alguna prohibición local, pagando por ello muylas consecuencias. Al llegar a un país desconocido, los viajeros iban a «encomen-dar su cabezal) a un notable que se convertía así en garante suyo, porque «tocar al"extraño" de cualquiera es locar al huésped de uno mismo».

El gran genealogista siempre es necesariamente un gran viajero. Aunquegriot puede limitarse a conocer la genealogía de la familia a la cual está vin ......a••u'.

el verdadero genealogista -sea griot o no- deberá necesariamente, con vistaumentar sus conocimientos, circular a través del país para informarse sobreprincipales ramificaciones de una etnia determinada, y después irse al .para conocer la historia de las ramas emigradas.

Así es como Molom Gaolo, el mayor genealogista peul que he conocido,poseía la genealogía de todos los peul del Senegal, Como su avanzada edad no le .

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M y PREHISTORI 17

conflicto por un terreno, por ejemplo, podía arreglarse gracias al genealogistaprecisaba que antepasado había desbroz.ado y después cultivado esequién lo había dado. en qué condiciones, etc.

También ahora se encuentran en la población muchos conocedoresgenealogia e historla que no pertenecen ni n la clase el, los griots ni a la degaolo. En ellos existes-para la historia de Alrica, una fuente considerableinformaciones, al menos durante un cierto tiempo aún.

Cada patriarca es un genealogista para su propio clan y además. junto agriots o gaolos van frecuentemente a enterarse para completar sus inform~t.",,-~.,

De modo general, cada anciano en Africa es siempre «conocedor» enmateria o en otra, histórica o tradicional.

Así pues, griots y gaolos no tienen en absoluto la exclusividad dcconocimientos genealógicos, pero ellos solos tienen la especialidad de «decíala» junto a los nobles para obtener sus dádivas.

de una común visión sacra del universo y de una misma":,;r"nc:IOO del hombre y su familia. se encontraba. en una y otra tradición, el

afán por citar siempre sus fuentes (isllad, en árabe) y no cambiar nada lasdel maestro, el mismo respeto a la cadena de transmisión iniciática

o «cadena)'. en árabe) y el mismo sistema de vías lniciálicas (las grandesgaciones sufies). O ",,.¡ka (plural rurllk). cuya «cadena» se remonta hasta el

mismo y permite profundizar, por experiencia, los datos de la fe.A las C8lcgorias conocidas de los «conocedores» tradicionales se unieron laslos morabitos (letrados en árabe o en jurisprudencia islámica) y de los grandes

del Sofisma, mientras que las estructuras de la sociedad [castas y oficioseran conservadas, hasta en los ambientes mas islamizados, Y

transmitiendo sus iniciaciones paniculares. El conocimiento ·c~islámicas consiituía una nueva fuente de ennoblecimiento. Así. Alfa Ali,

en 1958. gaolo de nacimiento, era la mayor autondad en materia iSlamic¡;la zona de Bandiagara, así como toda su familia antes de el. y su hijo después I to.

INFLU ENCIA DEL ISLAMLas particularidades de la memoria africana y las nlodalidadcs de su trans

sión oral no han sido afectadas por la islamización que ha alcanzado enparte a los países de la sabana o del antiguo Bafur. En efecto. por todas panesdonde el Islam está extendido no ha adaptado la tradición africana a supensamiento, sino que él mismo se ha adaptado a la transmisión africanainstante -lo que ocurría con Irecuencia+- en que ésta no violaba sus r""''''''n;'<

fundamentales. La simbiosis realizada fue tao grande que a veces esdistinguir lo que pertenece a una u otra tradición.

Cuando la gran. familia árabe-berebere de los Kunta hubo islamizado elmucho antes del sig~ xi, tan pronto como los autóctonos aprendieron elaquéllos decidieron servÍ!f>e de las tradiciones ancestrales para transmitirexplicar el Islam,

Así, se pueden ver grandes escuelas islámicas puramente orales que enseñanIslam en las lenguas autóctonas, a excepción del Corán y de los textos queparte de la oración canónica.

Entre otras muchas citaré la escuela oral de Djelgodji (llamada Kabé],escuela de Barani, la de Amadú Fodia, en Farimaké (zona de Niafunké, en~a de Mohamed Abdulaye Suadu, de DiUi (zona de Nara, Malí), la escuelajeque Usman dan Fodio, en Nigeria y Niger, donde toda la enseñanza se .en peul. Más cercanas a nosotros. la Zauia de Tierno Bokar Salir. en o<tnU1ag<U1:li~

y la escuela de Sheik b Salab, gran morabito dogon. siempre pujante.Para dar una idea de las capacidades de la memoria africana. digamos que

mayor parte de los niños al salir de las escuelas coránicas era capaz de recitarel Corán de memoria, en árabe y en la salmodia preferida, sin comprendersentido.

En todas esas escuelas, los principios básicos de la tradición africana norechazados. sino, al contrario, utilizados y explicados a la luz de la rl'vpll'l("On

coránica. Tierno Bokar, que era a la vez tradicionalista en materia africana yIslam, se ilustró en la aplicación profunda de ese método de enseñanza.

RIA DE UNA. RECOGIDA DE DATOS

Para poner un ejemplo práctico del modo como los relatos históricos o de otraviven y se conservan con rigurosa fidelidad en la memoria colectiva de una

con tradición oral, referiré cómo he podido reunir, únicamente partiendotradición oral. los elementos que me han permitido redactar la historia del

peul du M acina au XVI JI siecle' 1.

pertenecer a la familia Tidjani, jefe de provincia, me he encontrado desde mien las mejores condiciones para escuchar y retener. En efecto. la casa de

padre Tidjani, el) Bandiagara, estaba siempre llena de gente. Se celebrabanreuniones en ella día y noche, tratando cada uno las materias más

rsas de la tradición.La familia de mi padre había estado íntimamente inmersa en losdaconlccimien-de la época, por lo que los relatos se referían frecuentemente a la historia y

uno contaba un episodio conocido de una batalla o de un suceso notable. Yoba presente siempre en esas reuniones sin perder una palabra, y mi memoria,

cera virgen, lo registraba todo.Desde mi tierna infancia, conocía allí a Koullel, el gran narrador, genealogista

fulíuldófono. Le seguía a todas partes, aprendiendo de él muchosy relatos que estaba orgulloso de narrar después a mis compañeros de mi

de edad, tanto que me nombraron amkoullei, que significa «pequeño

Circunstancias independientes a mi voluntad me llevaron. siguiendo a miha, a visitar países en los que pude estar siempre en relación con grandes

modo ~eneral. la ,islamizacióll, qu~ llegaba ~el norte y del este, :,rcctÓ más particularmente <1d. la sabana. mlcntra, que lo CI·IStlan.;taC'OI1, que venia por mar, ha afectado más a las

íorestales de la costa. Yo ~o puedo hablar de encoenrro entre tradici6n y erisuanismo, y~ que~toy Informado en esa matena.

Amadou Hampate Ba y J. Daget, 1962.

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tradicionalistas. Así. cuando mi padre fue obligado a residir en Buguni,Koullel nos había seguido, tuve conocimiento del gran doma bambara Daníoy, después, de su hijo menor latir.

Más tarde, en Bamako y en Kati, la casa de mi padre Tidjani casireconstruida y los tradicionalistas venían de todos los paises para reunirsesabiendo que allí en~nlrarían a otros «conocedores» con los cuales podcontrastar o incluso ampliar sus propios conocimientos, porque siempreencuentra a alguien mas sabio que uno mismo.

Allí comencé a aprender muchas cosas referentes a la historia del Imperiode Macina, tanto en la versión Macinanké (es decir, de las gentes originariasMacina y partidarias de la familia de Sheiku Amadú), como en la versión deTodocolor, sus antagonistas, e incluso de otras etnias (bambara, marka,songhai, etc.) que han participado o asistido a los acontecimientos.

Partiendo así de una base personal bien preparada, emprendí más tarderecogida sistemática de informaciones. Mi método consistió en tomarprimero de todos los relatos sin preocuparme de su veracidad o de suexageración. Después confrontaba los relatos de los macinanké con los deicdocolor o de las otras etnias interesadas. Siempre se puede encontrar así,cada región, etnias cuyos relatos permiten controlar las declaraciones deprincipales interesados.

Fue un trabajo de larga duración. La recogida de esas informaciones memás de quince años de trabajo y desplazamientos que me condujeron desdeDjalon (Guinea) hasta Kano (Nigeriaj, a fin de rehacer lodos los viajes yelrecorrido tanto por Sheiku Amadú como por aí-Hádjdj 'Umar.

De ese modo registré los relatos de, al menos, mil informadores y nnau ••,"U\

sólo conservé las declaraciones concordantes, las que coincidían tanto contradiciones macinanké y todocolor como con las de las otras etnias mteresauacuyas fuentes he citado en el libro.

He podido comprobar que, en conjunto, los mil informadores habíando la verdad de los acontecimientos. La trama del relato era en todasmisma. Las diferencias, que no afectaban más que a pequeños detalles, sela calidad de memoria o a la inspiración particular del narrador. Segúnpertenencia étnica de éste, podía tener tendencia a minimizar algunas derrotastratar de encontrarles una excusa, pero no transformaba los datos básicos.ocurrir que un narrador, bajo la influencia de una música de acompañamiento,dejase llevar un poco por su entusiasmo. pero el entramado seguía siendomismo: lugares, batallas, victorias y derrotas, entrevistas y palabras intercarntnaidas, conversaciones mantenidas por los principales personajes, etc.

Esa experiencia me demostró que la tradición oral era plenamentedesde el punto de vista científico. No sólo es posible, como yo lo he .comparar entre sí las versiones de diferentes etnias a fin de ejercer un control, SI

que la sociedad misma ejerce un autocontrol permanente. Ningúnpodría, en efecto, permitirse el transformar los hechos, porque siempre habría aalrededor compañeros o personas mayores que notarían inmediatamente el'j le echarían en cara la grave acusación de mentiroso.

El profesor Moniet me dijo un día que, al plasmar en el Empjre peul du

VIVJENTE 219218

recogidos cincuenta años ames por su padre. ni UOlI sola palabra había¡Eso da idea de Id fidelidad de conservación de los daros en la tradición

ACTERISTICAS DE LA MEMORIA AFRICANA

Entre lodos los pueblos del mundo. se ha comprobado que los que noposeían la memoria más desarrollada,

He citado el ejemplo de Jos genealogistas capaces de' retener una cantidadde elementos, pc~o se podría citar igualmente el de algunos comerciantes(conozco aún a n\uchos) que manejan negocios, a veces de decenas deque prestan diner61 a numerosas personas en el curso de sus desplaza-

r que conservan en la Cabeza la contabilidad más exacta de todos esosde mercancía y dinero sin la menor nota escrita ni cometer el más

error.dato que retener se inscribe en la memoria del tradicionalista de un solocomo en cera virgen, y queda constantemente disponible en su totalidad ¡~.

na de las particularidades de la memoria africana es la de restituir elto o el relato registrado, en su (()wlidat!, como un filme que se

desde el principio hasta el Ilnaí, y de restituirlo COlllO si sucediese ahora.se trata de una rememoración, sino de la reposición m:lual de un acontecimien-pasado en el que todos, narrador y oyentes, participan.Todo el arte del narrador está ahí. No es narrador el que no llega u referir algo

ha sucedido en vivo, de tal manera que sus oyentes, como él mismo, sean en los testigos vivientes y activos. Ahora bien, lodo africano esmente narrador. Cuando un extranjero Uega a una aldea, saluda y dice:

soy vuestro extranjero». Y se le responde: «Esta casa se te abre. Entra enDespués, se le dice; «Danos noticias», Entonces, él refiere roda Su historiala salida de su casi. todo lo que ha visto y oído, lo que le ha sucedido, etc .•modo que sus oyentes asisten a su viaje y lo reviven con él. Por eso el mododel relato está siempre presente.general, la memoria africana registra toda la escena: el decorado, los

sus palabras y hasta Sus vestidos, en los menores detalles. En losde guerra de tos todocolor, se sabe qué «boubou» bordado llevaba el gran

Umarel Samba Donde en tal batalla, cuál era su palafrén y lo que ha sidocuál tira el nombre de su caballo y lo que le ha ocurrido, etc, Todos esos

animan el relato 'y contribuyen a que la escena se haga viviente.eso, el tradicionalista no puede «resumir», o lo hace con mucha dificultad.

a ese fenómeno es el hecho de que las facuhades sensoriales del hombre están mascuando este se halla obligado a servirse de ellas intensamente. y se atrofian en la vida

El c~~dor .a~ricano tr~die.ional, por ejemplo, es capaz de oir y de idcntillcar algunos ruidosdevanas kllomctro~. Su VISIón es particularmente aguda. Algunos son CApaces de «sentir» elv¡,:lta. como los brujos, Los tuareg det desierto poseen un sentido de la orientación que rayamilagro, etc. En tanto que el hombre moderno. inmerso por todas partes en el ruido y las

. ve atrofiarse progresivamente sus facultades. Médicamente esta probado que elhombreCiudades cada va. oye menos,

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Si se le pide que resuma una escena, eso equivale para él a escamotearla,bien, no tiene tradicionalmente derecho a hacerlo. Cada detalle tiene su .cia para la verdad del conjunto. Refiere el acontecimiento en su totalidad o nocuenta. A semejante petición responderá: «Si no tienes tiempo de escucharme,lo contaré otro día».

Del mismo modo, t'fúnca temerá repetirse. Nadie se cansará de ~"'U""Il"1'1

referir la misma historia. En los mismos términos, tal y como quizá la hanumerosas veces, Cada vez, es la totalidad del filme la que se proyecta de nuevo.acontecimiento está allí, restituido. El pasado se hace presente. La vida noresume.

En rigor se puede abreviar un relato para los niños, recortando algusecuencias, pero entonces no será tenido por verdadero. Cuando se trataadultos, se refiere un hecho completo o no se cuenta.

Esa particularidad de la memoria africana tradicional, unida a un contextotradición oral, es ya en sí una garantía de autenticidad.

En cuanto a la memoria de los tradicionalistas, y particularmente detradicionalistas-domo (1 «conocedores». engloba vastos dominios de losmientes tradicionales y constituye una auténtica biblioteca en la que los archíno están «clasificados» sino totalmente inventariados.

Para un espíritu moderno. eso es un caos, pero para los tradicionalistas, sicaos es COI1)O ocurre con las moléculas de agua que se mezclan en el marIormar un lodo viviente. En ese mar evolucionan con la facilidad de un pez enagua. .'

Las fichas inmateriales de la tradición oral son las máximas, refranes, cuentos-eleyendas, mitos, etc., que constituirán bien un bosquejo que hay que desabien una introducción en la materia para un relato didáctico antiguo o improdo. Para los cuentos, por ejemplo, y en particular los cuentos iniciáticos, haytrama básica que no varía nunca, pero a partir de lu cual el narrador puedeadornos, desarrollos o enseñanzas apropiadas a la comprensión de su "<.I"l\'"''''''Lo mismo ocurre para los mitos, que son compendios de conocimientos enforma sintética que el iniciado puede desarrollar siempre. o profundizar de carasus alumnos.

Conviene estar atento al contenido de los mitos y no «catalogarlos» demasido rápidamente. Los mitos pueden encubrir realidades de orden muy diversoincluso ser escuchados a veces en varios niveles al mismo tiempo.

Aunque algunos se refieren a conocimientos esotéricos y «tapan» elmiento al mismo tiempo que lo transmiten a través de los siglos, otrostener una relación con acontecimientos reales. Citemos el ejemplo de Thianaba,serpiente mítica peul, cuya. leyenda describe las aventuras y migración a travésla sabana africana tlesde el océano Atlántico. El ingeniero Belime, queencargado, hacia el año~92l. de edificar la presa de Sansanding, IUVO

curiosidad de seguir por las huellas las indicaciones geográficas de la leyendale habían sido referidas por Hammadi Djenngoudo, gran «conocedor»y tuvo la sorpresa de descubrir asi el trazado del antiguo lecho del río

época presente es, para África, la de la complejidad y la dependencia.mentalidades ytlempos diferentes se superponen en ella, intcrliriéndose

a otros. influenciándose a veces y no siempre comprendiéndose. El siglo xxallí con la Edad Media; Occidente se codea allí con Oriente: cl cartcsianis-

panicular modo de «pensar» el mundo, se mezcla alli can «el animismo».particular de vivirlo 'J experimentarlo en todo su ser.

jóvenes dirigentes «modernos» administran, con mentalidades y sistemaso ideologías directamente heredados de modelos extranjeros, pueblos y

que competen a otras leyes y mentalidades. Por ejemplo. en la mayorde los territorios de la antigua Africa occidental francesa, el código jurídico

inmediatarnente después dc la independencia por nuestros jóvenesrecién salidos de las universidades francesas, está pura y simplementedel Código napoleónico. De esto resulta que la población. regida hastapor costumbres sagradas heredadas de los antepasados y que habían

la cohesión de su sociedad, no comprende por que se la juzga 'Jen nombre de una «costumbre» que no es la suya, que no conoce y que

"Mrl>On,,,,t1P a las realidades profundas del país.el drurna de lo que yo llamaría «África básica» es estar dirigida

lI.",r""llI"nle por una minoría Intelectual que no 1a comprende ya. y según unosque no le corresponden.

la nueva intelectualidad africana, formada en las disciplinas universita-europeas. la tradición ha dejado con mucha frecuencia de vivir. [Eso son

de viejos»! Conviene decir. sin embargo. que una importante fracciónventud cuila siente cada día más, desde hace algún tiempo. la necesidad

de volverse hacia las tradiciones ancestrales y comprometerse con losfundamentales a fin de reencontrar sus propias raíces y el secreto de su

identidad.cambio, en el «África básica» que vive frecuentemente lejos de las grandes

-·-islotes de Occidente->. la tradición ha permanecido viviente y aún seencontrar, como he indicado con anterioridad, un gran número de sus

tes o depositarios. Pero ¿por cuánto tiempo aún?gran problema del Africa tradicional es, en efecto, el de la ruptura en la

primera gran ruptura, en las antiguas colonias francesas, tuvo lugar con lade 1914 al haber sido enrolada la mayor parte de los jóvenes para ir a

a Francia, de donde muchos no vol ...ieron. Esos jóvenes abandonaron elen la epoca en. que deberían haber experimentado las grandes iniciaciones yunoizaco sus conocimientos bajo la dirección de los mayores.

envío obligatorio de los hijos de notables a las «escuelas de blancos) parade la tradición favoreció igualmente ese proceso. La preocupación

de la potencia colonial "-y eso se comprende perfectam~1le- era, enarrancar tanto como fuera posible las tradiciones autóctonas para plantar

lugar sus propias concepciones. Las escuelas, laicas o religiosas, fueron lostos esenciales de esa obra de zapa.