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    La tirana de la televisin. Connivencia entre los medios de comunicacin y el poder

    IGNACIO RAMONET

    Hoy en da es indispensable y necesario y se ha vuelto una exigencia casi social- el

    hecho de interrogarse sobre la articulacin entre informacin, comunicacin y poder. En qumedida es posible una articulacin? Cmo funcionan estos dos conceptos, la informacin y el

    poder? Cmo estn articulados hoy? Sobre todo cuando decimos hoy, estamos hablando de

    un perodo que se caracteriza esencialmente por lo que llamamos globalizacin liberal. La

    globalizacin es la caracterstica dominante de nuestro tiempo, como en otras pocas hubo

    fenmenos histricos importantes. Entre 1939 y 1945 lo ms importante del mundo fue la II

    Guerra Mundial (de la cual este ao se celebra el 60 aniversario de su final). Actualmente, lo

    ms importante es la globalizacin liberal.

    En el marco de esta globalizacin, qu papel juega la informacin y, ms

    ampliamente, la comunicacin, en el seno de la cual interviene este medio del cual hablamos

    hoy la televisin-, pero que hoy da ya est dejando de ser el medio dominante en la medida

    en que habra que articularlo con internet? No cabe duda de que, hoy en da, hay una serie de

    indicios que nos muestran que, en las sociedades democrticas, los medios de comunicacin

    no estn funcionando. Y no estn funcionando hasta tal punto que la sociedad, los pases

    democrticos estn reclamando que funcionen mejor.

    Algunos tericos indican que, en la actualidad, uno de los problemas principales que

    tiene la democracia es el mal funcionamiento de los medios de comunicacin y de informacin.

    Durante mucho tiempo se pens que los medios eran una forma de hacer avanzar la

    democracia. Se pens que los medios de comunicacin (la prensa escrita, la radio, la

    televisin) permitan precisamente una expresin de lo que podramos calificar de caracterstica

    principal de la democracia, que es la libertad de expresin (o la libertad de opinin). Esta

    libertad, cuanto ms se expresaba en los medios de comunicacin, ms significaba que

    estbamos en un sistema que admita esa libertad sin trabas. Nos estamos dando cuenta

    ahora que el mal funcionamiento de los medios indica que algo no funciona en la democracia.

    Es decir, primero porque se plantea una cuestin sencilla que es a quien pertenecen losmedios?. Despus plantea otras: tienen los dueos de los medios los mismos intereses que

    los ciudadanos de una sociedad democrtica? O tienen unos intereses particulares? Cuando

    los medios que pertenecen a tales dueos defienden tal o cual valor, tal o cual idea, ser ello

    beneficioso para el conjunto de la sociedad o para los dueos de los medios?

    En estos ltimos tiempos se han producido una serie de disfunciones mediticas que

    indican que los medios son, hoy por hoy, el problema de la democracia. Tambin tiene otros

    problemas como la persistencia de las desigualdades que, evidentemente, constituye la prueba

    de que no todo el mundo es igual y de que no todos los votos son los mismos y de que hay

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    demasiados excluidos en nuestras sociedades. Los medios, como institucin, han defraudado

    y estn defraudando a los ciudadanos y tienen un comportamiento que no corresponde a lo

    que son y sienten los ciudadanos y a los propios intereses de los ciudadanos.

    Podemos tomar, por ejemplo, lo que ocurrido en Estados Unidos en vsperas de laguerra de Irak. Esta guerra se decide porque el gobierno de estados Unidos, apoyndose en

    una serie de informes, algunos de ellos procurados por servicios de inteligencia europeos

    (mayormente britnicos, pero no slo ellos, tambin italianos), afirma que el rgimen de

    Saddam Hussein posee armas de destruccin masiva. Era una afirmacin que, en principio,

    tena la fuerza de intimidacin de ser expresada por el presidente de los EUA, por el

    vicepresidente (Dick Cheney) y por el ministro de Defensa (Donald Rumsfeld). La opinin

    pblica internacional poda partir del principio que semejantes autoridades a escala

    internacional no podan avanzar una idea falsa, que algo de verdad habra en esto.

    Recuerden cul era la tesis principal para argumentar la necesidad de hacer esa

    guerra. Decan que el rgimen de Saddam Hussein posea armas de destruccin masiva

    (qumicas, biolgicas) y que estaba a punto de dotarse de armas nucleares y, por consiguiente,

    constitua un peligro no slo para la regin sino para la seguridad de los Estados Unidos.

    Despus de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ese estado poda poner esas armas

    de destruccin masiva en manos de algunos grupos capaces de golpear a Estados Unidos. El

    segundo argumento para hacer la guerra es que estaba establecido en que haba una relacin

    entre el rgimen de Saddam Hussein y los autores del atentado del 11 de septiembre. Decan

    que, en definitiva, Saddam Hussein era el autor indirecto de los atentados en razn de sus

    relaciones con la organizacin Al-Qaeda.

    Cuando el gobierno de los EUA afirma eso, cul es el comportamiento de los medios

    de comunicacin? Cul es el comportamiento de la prensa seria norteamericana, de la

    televisin y de las emisiones ms serias de la CBS como Sixty minutes, que tienen una

    credibilidad importante? Esos medios de comunicacin se interrogan sobre esas

    afirmaciones, investigan sobre la realidad de esas informaciones? Peridicos tan serios y con

    fama mundial como el New York Times o el Washington Post (en particular el Washington Posthaba sacado a la luz el Watergate y podamos como ciudadanos serios y crticos hacerle

    confianza), no slo confirmaron lo que deca el gobierno de los Estados Unidos sino que

    publicaron una serie de artculos confirmando que los argumentos y afirmaciones del gobierno

    eran ms que ciertos. Pero hoy sabemos que esas armas nunca existieron.

    Hoy sabemos que nunca hubo relaciones entre el rgimen de Saddam Hussein y Al-

    Qaeda. Hoy sabemos que esa guerra se hizo en nombre de argumentos falsos que

    convencieron a la opinin pblica norteamericana porque todos los medios lo repitieron. Y en el

    momento de empezar la guerra, el 20 de marzo de 2003, entre el 65 y el 70 por ciento de la

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    opinin pblica norteamericana apoya a su gobierno en su decisin de invadir aunque no tenga

    la autorizacin de Naciones Unidas, aunque decida llevar a cabo una aventura militar fuera de

    la legalidad internacional. Esta adhesin de la opinin pblica es consecuencia del apoyo de

    los medios de comunicacin y esos medios de comunicacin se equivocaron masivamente. Los

    medios de comunicacin no jugaron el papel que nosotros tenemos el derecho de esperar: quenos digan la verdad, que nos den elementos que nos permitan juzgar. Lo que dice el gobierno

    es cierto o es falso? Nosotros tenemos que confiar en los medios de comunicacin para

    recoger elementos que nos permitan juzgar. Si los propios medios de comunicacin se alinean

    con una posicin que se va a revelar errnea por parte de este gobierno, evidentemente no

    tenemos elementos de juicio.

    Eso sin tener en cuenta lo que sucedi despus, al iniciarse la guerra, como el asunto

    de la soldado Lynch, como todas las mentiras que se ha ido diciendo sobre lo que est

    sucediendo all. Podramos poner otro ejemplo de fracaso, de desastre meditico. Este es uno

    de los ms que se han producido en los ltimos aos, pero podramos hablar del 11 de marzo

    aqu en Espaa, donde vemos como un presidente del gobierno llama directamente a los

    responsables de los principales medios para afirmar que l sabe quien ha cometido este

    atentado y para que estos medios reproduzcan quien ha cometido este atentado en la versin

    del presidente del gobierno. Cuando su propio ministro del interior en los medios dominantes-

    est tambin dando una versin que se va a revelar falsa de esos atentados. Unos atentados

    que traumatizan a la sociedad espaola, de la misma manera que los atentados del 11 de

    septiembre traumatizaron a la sociedad norteamericana. Vemos que pocos medios consiguen

    resistirse a este tipo de manipulacin. Pocos medios serios resisten al argumento de autoridad

    de que el presidente del gobierno diga, segn l, quin es el autor de atentado. Por eso, en los

    primeros das, muchos medios de comunicacin van a afirmar que es ETA el autor del atentado

    cuando ya hay indicios de que no puede ser y de que se trata de un atentado de carcter

    islamista radical, ms o menos ligado a Al-Qaeda. En toda esta historia, vemos como un

    gobierno trata de imponer lo que llamaramos una verdad oficial, lo que antes, en los pases

    autoritarios, se llamaba la verdad oficial. Existe la verdad oficial y la verdad real.

    Lo sucedido en Espaa el 11 de marzo aporta una segunda leccin. La primera es queaqu, como en otras partes, los medios de comunicacin estn ligados al poder o a intereses

    econmicos muy ligados al poder y no tienen suficiente distancia crtica. Pero hay una segunda

    leccin que podemos sacar de la experiencia espaola que es bastante inaugural a escala

    internacional y que, en cierta medida, corresponde a que hay un sentimiento en las sociedades

    democrticas de que los medios no funcionan y de que eso es un problema-. Frente a esa

    verdad oficial que los grandes canales pblicos -expresin del gobierno- van a repetir sobre la

    versin oficial de los atentados del 11 de marzo, la sociedad empieza a reaccionar con un

    sentimiento crtico y empieza a autoinformarse, con una especie de guerrilla meditica frente a

    los caonazos mediticos dominantes de los grandes medios. Con instrumentos muy ligeros

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    (mensajes a travs de los telfonos mviles, el correo electrnico), la gente empieza a avisarse

    de que hay otros medios que estn dando otra versin sobre ese crimen y, por consiguiente, se

    produce lo que podramos llamar la primera insurreccin meditica en una sociedad moderna.

    En esta insurreccin, una parte importante de la sociedad no acepta la versin oficial y,

    alertndose a s misma, propone buscar la verdad de otra manera y de encontrarla y ademseso se va a traducir en una sancin electoral contra un equipo poltico que trataba de imponer

    una versin que no se corresponda con la realidad. Esta situacin que se da en Espaa es

    muy particular, porque encontramos tres ingredientes que no siempre coinciden y que tienen

    que ver con el tiempo. El tiempo del acontecimiento (11 de marzo), el tiempo meditico (toda la

    cobertura que se va a hacer instantneamente) y el tiempo electoral (que hace que

    simultneamente se produce el acontecimiento, el eco meditico y la sociedad que interviene

    muy rpidamente).

    La tercera leccin, que demuestra que algo no funciona en los medios, es lo que ha

    pasado en Francia con el referndum. Qu ha ocurrido en Francia, desde el punto de vista

    meditico, con el referndum? Desde este punto de vista, todos los grandes medios de

    comunicacin franceses (televisiones, radio, peridicos) estuvieron machacando durante

    meses que si no se votaba que s, sera una catstrofe. Estuvieron aterrorizando a los

    ciudadanos, en nombre del inters superior que, segn los editorialistas y los periodistas, era lo

    que necesitaba el pas. Todo el establishment poltico, los grandes partidos y los grandes

    dirigentes, con la ayuda de todos los grandes dirigentes europeos, que vinieron a repetirle a la

    gente que deban votar s. Tericamente, en un referndum se puede votar de dos maneras: s

    o no. Y hasta puede uno abstenerse. Pero ah se difundi la idea de que slo se poda votar s.

    Y qu hizo la gente? El 60 por ciento vot que no. Qu demuestra eso? Pues que la gente

    no sigue lo que le dicen los medios. Los medios no tienen tanta influencia en la sociedad como

    a veces creemos nosotros mismos que somos crticos. En Francia, si la sociedad hubiese

    votado en proporcin a lo que los medios dominantes dijeron o al tiempo en s que se dio

    durante la campaa, se hubiera obtenido un 80 por ciento a favor del s y el 20 por ciento a

    favor del no. Hoy en da, en nuestras sociedades, cada vez hay ms desconfianza en relacin

    con los medios. Algo no est funcionando en los medios de comunicacin. Y esto,

    evidentemente, es importante porque durante mucho tiempo, en nuestras sociedades, a losmedios de comunicacin se les llam el cuarto poder. Se deca que el cuarto poder poda

    propiciar el perfeccionamiento del funcionamiento democrtico.

    La expresin del cuarto poderse invent en Francia, aunque luego la van a usar los

    norteamericanos en relacin con la prensa. Pero se inventa en Francia, en un momento

    particular, cuando se produce en Caso Dreyfuss. Alfred Dreyfuss era un oficial del ejrcito

    francs, en tiempos de la Tercera Repblica, al cual se acus de ser espa a favor de

    Alemania. A ese hombre se le encontr un documento comprometedor, fue juzgado, degradado

    y retirado del Ejrcito y se le conden a cadena perpetua en un penal en Cayenne, en la

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    Guyana francesa. A ello se le dio una enorme publicidad y Francia se dividi en dos ante este

    caso. Unos decan que Dreyfuss era vctima de una injusticia y los hostiles decan que haba

    encontrado su merecido. En este debate surgi un elemento muy importante, que fue la

    intervencin de un gran escritor muy popular e implicado socialmente, que se llamaba mile

    Zola. l escribe en toda la primera plana de un peridico muy importante un artculo tituladoJaccuse, en el que demuestra que Dreyfuss no ha sido condenado por una cuestin de

    espionaje que nunca se demostr (cuando se le volvi a juzgar se pudo comprobar), sino que

    se le haba juzgado nicamente porque era judo. El ejrcito, vieja institucin francesa, no

    soportaba que los judos pudieran progresar y era una manifestacin del antisemitismo

    moderno. El caso se pudo revisar, Dreyfuss regres y se le restablecieron sus derechos.

    Ah surgi, por una parte, la figura del intelectual (Zola) en el sentido en que lo

    entendemos ahora. Y surge el cuarto poder. Esto es importante entenderlo: el cuarto poder

    slo tiene significado en un marco democrtico. En un marco dictatorial no puede haber cuarto

    poder porque todo lo determina la dictadura. No hay prensa libre. Hay una prensa tolerada,

    ms o menos domesticada o servil, pero no hay prensa libre y no puede haber cuarto poder.

    Todo est funcionando mal. El cuarto poder tiene sentido en un marco democrtico por la razn

    siguiente: un rgimen puede ser democrtico y, sin embargo, puede cometer injusticias. No es

    una contradiccin. En el siglo XXI, nosotros consideramos que la democracia es el rgimen

    menos imperfecto, pero aunque es as, puede tener imperfecciones. Y pueden ser

    imperfecciones graves.

    Una democracia funciona sobre el principio de los tres poderes: legislativo, ejecutivo y

    judicial. El poder legislativo es el poder de la asamblea en el que representantes del pueblo

    soberano hacen las leyes. En una democracia, se pueden hacer leyes inicuas, leyes que

    podran calificarse de criminales. Por ejemplo, en Estados Unidos es la democracia moderna

    ms vieja tuvo durante siglos leyes democrticas que permitan la esclavitud o que permitan la

    discriminacin racial. En muchos estados exista un apartheid legal hasta finales de los aos

    sesenta. No hace tanto tiempo. Recientemente han podido ver el caso de un hombre del Ku-

    Klux-Klan que fue juzgado por un crimen admitido sin que fuese condenado. En un pas

    democrtico puede haber leyes criminales. En Francia e Inglaterra pases de tradicindemocrtica- tambin ha habido leyes que han permitido la colonizacin, leyes que

    consideraban a unos pueblos inferiores a otros, cosas que hoy en da nos escandalizan. De la

    misma manera, en muchos pases, el ejecutivo puede llevar a cabo acciones contra tal o cual

    minora o sector de la poblacin que pueden ser escandalosas, aunque sea un ejecutivo

    democrtico. El poder judicial, cuando es realmente independiente del poder poltico, tambin

    puede cometer injusticias. Todo el mundo sabe que se puede condenar a inocentes o se puede

    declarar inocente a alguien culpable, como este hombre del Ku-Klux-Klan que fue juzgado

    inocente cuando haba participado en el asesinato de tres defensores de los derechos cvicos.

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    Si estamos en democracia y si los poderes tradicionales se equivocan, quin los

    puede corregir? Si estamos en dictadura, podemos decir: Ah! Si estuviramos en

    democracia, esto no ocurrira!. Pero estando ya en democracia, no hay un rgimen que sea

    ms democrtico que el democrtico. Entonces, quien lo puede corregir es la prensa. Es quien

    puede decir: esta ley es inicua, esta persona es inocente, etctera. Y quin lo puededemostrar? Los medios de comunicacin. De ah surge la idea del cuarto poder. Pero, qu es

    lo que estamos viendo hoy? Durante mucho tiempo hemos credo en el cuarto poder y hemos

    credo que una democracia se perfecciona con un cuarto poder que defiende un cierto nmero

    de valores. No slo ligados a la democracia, sino tambin valores ligados a la tica, a una

    concepcin del vivir en comn. Por consiguiente podramos pensar que esta concepcin cvica

    del periodismo o de la informacin permita corregir y ayudaba a perfeccionar la democracia.

    Pero, qu he dicho al principio de esta charla? Que en el caso de la guerra en Irak, la prensa

    estadounidense no nos dijo que lo que deca el seor Bush era falso. La prensa no advirti:

    Cuidado, que nos estn llevando a una guerra sin razn!. Saddam Hussein era un dictador.

    Pero es que en esa regin slo haba un dictador? Hay una dictadura en Arabia Saud, en

    Egipto, en Jordania, etctera. En muchos pases hay dictaduras. Por qu hacer la guerra en

    ese pas y en ese momento? Porque tena armas de destruccin masiva, decan. Pero luego se

    vio que no las tenan. Por qu la prensa no nos dijo que no las tenan? No jug su papel de

    cuarto poder.

    Actualmente, estamos viendo que la prensa no funciona con el mismo diapasn que la

    sociedad y que, por otra parte, no refleja forzosamente los intereses de los ciudadanos. Por

    qu razn el cuarto poder est fracasando? Una de las razones tiene que ver con la

    globalizacin, con este fenmeno que yo describa al principio. Qu es la globalizacin?

    Esencialmente, es una dinmica econmica. Podramos resumirlo diciendo que es la segunda

    revolucin capitalista. Un fenmeno en el que el poder poltico est supeditado al poder

    econmico, a escala internacional. La poltica no ha perdido el poder pero, hoy en da, tiene

    que negociar con fuerzas econmicas globales, mundiales y tambin con instituciones

    econmicas (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Organizacin Mundial de

    Comercio...) que fijan reglas que todos los gobiernos deben obedecer. Por consiguiente, el

    poder econmico est por encima del poder poltico. En el seno del poder econmico est elpoder financiero que es ms importante que el propio poder econmico de tipo industrial

    tradicional.

    Eso quiere decir que los actores de la globalizacin no son los estados, que hasta

    ahora haban sido los actores de la dinmica poltica. Quines son los actores importantes en

    el seno de la globalizacin? Pues son los grandes grupos econmicos, las grandes empresas

    mundiales o los grandes fondos monetarios, que son los que estn en el rea del sector

    financiero. Y entre los grupos empresariales dominantes estn los grupos mediticos que,

    evidentemente, hoy da son actores centrales de la globalizacin. Y qu forma e intereses

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    tienen estos grupos? Ya no tienen la caracterstica que pudieron tener en otro momento. Por

    ejemplo, cuando tratamos de explicar la relacin entre la informacin y el poder (en los

    institutos, en la facultad de periodismo), hay una pelcula que sirve de modelo y que tiene como

    fondo central esta articulacin entre el poder de la prensa y el poder poltico. Se trata de

    Ciudadano Kane, una pelcula que Orson Welles film en 1941.

    Ciudadano Kane cuenta la historia de un seor muy rico, que posee una serie de

    peridicos y que con ellos quiere manipular las elecciones hasta l mismo se presenta a ellas-

    y vemos a su amante que canta y a la cual l quiere transformarla en la Callas de su poca. Es

    una pelcula bastante genial, por otra parte. Es decir, que con el poder de la prensa se puede

    hacer lo que se quiere en un pas. Eso era lo que poda suceder en 1941, aunque tampoco

    tanto. Como saben ustedes, el modelo de Welles para su Ciudadano Kane fue el magnate de la

    prensa William Randolph Hearst. Era el dueo de muchos peridicos al final del siglo XIX y fue

    el que provoc la entrada en guerra de los Estados Unidos contra Espaa en la Guerra de

    Cuba. Hearst mand a uno de sus periodistas que era dibujante para que hiciera ilustraciones

    sobre la barbarie espaola en Cuba. Este seor se estuvo paseando por La Habana y no vea

    nada. Le mand un telegrama a Hearst dicindole: Aqu no veo nada y voy a regresar y

    Hearst contest: Usted qudese y mndeme ilustraciones, que yo le mando la guerra. Y

    efectivamente, la presin sobre el presidente William McKinley hizo que se desencadenara la

    guerra. Pero este es un universo de finales del siglo XIX. Hoy en da, alguien que poseyese

    algunos medios de prensa escrita en un slo pas (como era el caso de Ciudadano Kane) no

    sera un gran grupo meditico.

    Qu es un gran grupo meditico ahora? Es el que ha aprovechado la revolucin

    digital. El hecho de que la comunicacin sea prensa escrita, radio o televisin, funciona con la

    misma tecnologa: la digital. Antes de la revolucin digital, las mquinas de comunicar estaban

    especializadas. Es decir que slo servan o bien para el texto, o para el sonido o para la

    imagen. Por ejemplo, yo les estoy hablando a travs de un micrfono (un aparato que se

    invent a finales de los aos veinte) y por aqu slo puede entrar sonido, no se puede ni una

    imagen ni un texto. Antes, los periodistas trabajaban con mquinas de escribir, porque slo

    servan para eso: para escribir. No se poda meter un sonido. Los telfonos de baquelita deantes slo servan para el sonido. Es decir, las mquinas estaban especializadas y las

    industrias tambin: eran de texto, de sonido o de la imagen. Mientras que hoy, cualquier

    mquina de comunicar posee los tres. En cualquier telfono hay una pantalla donde hay

    imagen, sonido, texto. En el ordenador hay imagen, sonido, texto: puedo escuchar discos,

    puedo ver vdeos, puedo ver pelculas. Todo est junto. Lo que hace que, hoy en da, en la

    industria meditica puedan cohabitar tres esferas que antes estaban muy separadas: la de la

    informacin (prensa escrita, radio, televisin e Internet), la de la publicidad (propaganda,

    mercadeo, etctera) y toda la cultura de masas (cine, televisin, edicin, tiras cmicas,

    msica). Estas tres reas estn ahora concentradas y una gran empresa meditica hace de

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    todo y lo utiliza todo. Hoy en da, el equivalente de Ciudadano Kane sera Rupert Murdoch, el

    patrn de News Corporation, que posee decenas de canales de televisin de todo tipo, en

    todos los continentes; que posee decenas de peridicos en todos los continentes; que posee

    decenas de radios, editoriales, productoras de televisin y de cine.

    Lo que hay que entender es que la comunicacin (la transmisin de mensajes) es una

    materia prima estratgica. Las grandes industrias son industrias de la informacin. De igual

    manera que, a finales del siglo XIX, las grandes industrias eran del carbn y del acero y que,

    en los aos cincuenta, las grandes industrias eran las del automvil, hoy las grandes industrias

    son las de la informacin y la comunicacin. Es un sector estratgico de la economa. Por

    consiguiente, vemos como los actores de este sector estratgico (los de la telefona, la

    informtica, la electricidad) estn viniendo al sector de la comunicacin. Antes, los peridicos

    (de hecho, la informacin en general) pertenecan a pequeas empresas familiares (aunque

    eso sigue existiendo, pero cada da ms amenazados si no se integran en grupos). Ahora

    vemos que, a escala planetaria, la dinmica dominante es la aparicin de grandes grupos que,

    evidentemente, tienen una estrategia muy ligada a los intereses de la globalizacin y son muy

    favorables a esa concepcin neoliberal de la economa. Este tipo de funcionamiento econmico

    hace que hoy, en la informacin, encontremos los mismos criterios que en otra parte:

    profesiones muy precarizadas, una productividad muy exigente con respecto a los periodistas,

    una proletarizacin muy acelerada de la profesin periodstica. Vemos como la industria de la

    produccin de informacin est sometida a criterios que aparecen en otros sectores de la

    economa. Cul es la consecuencia? Muchos periodistas no tienen ni el tiempo, ni los medios,

    ni la tranquilidad de espritu para poder hacer las encuestas necesarias.

    Adems, en estos grandes grupos mediticos, hemos visto llegar industriales de otros

    sectores y con otras intenciones. Antes se ha mencionado a dos grupos mediticos franceses:

    Dassault (que fabrica los aviones militares Mirage) y Lagardre (que fabrica los misiles

    franceses Matra). Dos industriales del armamento capitanean los dos grupos mediticos ms

    importantes de Francia. En televisin, el grupo meditico ms importante en Francia es

    Bouygues, propietario de la cadena de televisin TF1. Es un empresario de la construccin en

    obra pblica. No procede del sector de la informacin. Se invierte aqu desde sectores muydiferentes por esa razn que he dicho antes: que la informacin, en el sentido amplio de la

    palabra, es una industria estratgica que tiene una rentabilidad en muchos aspectos

    (econmica, ideolgica y poltica).

    Hablando de rentabilidad poltica, tomemos en ejemplo de Italia. En este pas hay una

    persona que empieza a hacer fortuna en la construccin, haciendo edificios en las nuevas

    barriadas de las ciudades industriales del norte de Europa. Este seor se llama Silvio

    Berlusconi y consigue una fortuna importante. En estas barriadas, l vende los pisos pero se

    reserva dos cosas: los supermercados y los canales de televisin locales por cable. Esto hace

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    que todas las personas que viven en esas barriadas slo pueden consumir en los

    supermercados del seor Berlusconi y tambin, evidentemente, van a estar interesados por la

    televisin por cable que l les vende, a bajo precio, en el momento en que la RAI est

    empezando a perder el monopolio. As empieza Berlusconi a constituir su fortuna y a construir

    su imperio meditico (teniendo, adems, la primera empresa de publicidad del pas). Berlusconise transforma en la primera fortuna de Italia y una de las primeras fortunas de Europa. Con ello

    adquiere un poder meditico considerable. Tiene cadenas de televisin, de radio, peridicos,

    editoriales (como Mondadori) y, una vez que tiene el poder econmico y el meditico, qu

    hace? Se presenta a las elecciones y las gana. Berlusconi es la demostracin de que, hoy en

    da, el poder meditico est articulado con el poder econmico y que esa articulacin permite la

    adquisicin del poder poltico.

    En el Lbano, hace unas semanas asesinaron a Rafik Hariri, que haba sido primer

    ministro del pas. Cmo lleg Hariri a primer ministro? Con la reconstruccin del Lbano

    adquiri una fortuna colosal, con esta fortuna adquiri el primer grupo meditico del Lbano y

    con todo ello fue elegido democrticamente primer ministro del pas.

    Actualmente, aunque todava existen medios de resistencia -que an mantienen una

    exigencia cvica- y a pesar de que en el seno del periodismo hay muchos profesionales muy

    conscientes de esta derivacin, la tendencia dominante es que los medios estn cada vez ms

    bajo la influencia de unos grupos y que stos estn obedeciendo a una lgica que es la de la

    rentabilidad y la de la articulacin con los poderes dominantes.

    Sobre la cuestin del comercio de la informacin quisiera decir una cosa que, aunque a

    veces se intuye, no se expresa concretamente. En qu consiste el negocio de la informacin?

    Todos pensamos que el negocio de la informacin consiste en vender informacin a la gente.

    Yo vendo una informacin y usted paga por adquirirla. Evidentemente, eso no funciona as.

    Hoy en da, el comercio de la informacin funciona de la siguiente manera: yo no vendo

    informacin a la gente, sino que yo vendo gente a los anunciantes. Y como vendo gente a los

    anunciantes, necesito que la gente sea el mayor nmero posible. Lo cual quiere decir que la

    informacin que yo voy a dar a la gente va a ser muy fcil, muy sencilla, muy digerible, muysensacionalista, muy espectacular. Porque cuanto ms sencilla, primitiva y maniquea sea esta

    informacin, ms gente la podr consumir. Cuanto ms espectacular y sensacional sea, ms

    gente estar interesada en ella. Eso es lo que hace Rupert Murdoch en Inglaterra. Entonces,

    cuando haya mucha gente pendiente de mi informacin, lo que no debo hacer es crear

    obstculos entre la informacin y la gente. Ni obstculos de conocimiento ni de saber ni de

    dinero.

    Por eso, actualmente, la informacin se regala: han aparecido los peridicos gratuitos.

    An quedan algunos peridicos que resisten y que son gratuitos de otra manera, pero todo el

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    mundo sabe que existen Metro, 20 minutos, etctera. Adems, en la radio y en la televisin, la

    informacin es gratuita. Evidentemente, lo que est tratando de hacer esta informacin es que

    haya, sin el mnimo obstculo posible, el mayor nmero de gente pendiente de ella, para poder

    vender esta gente a los anunciantes. Lo que venden los dueos de los medios es a nosotros.

    Nosotros somos lo que es vendido y cuando consumimos la informacin, en ese momento, nosestn vendiendo. Este tipo de relacin es extremadamente perversa porque si yo, que soy el

    patrn de una empresa periodstica, voy a dar esta informacin gratuitamente (porque mi

    objetivo es que haya el mximo de gente), ustedes entienden que si voy a regalar esta

    informacin no voy a gastar mucho dinero para producirla. Para qu me voy a gastar millones

    produciendo esta informacin? Voy a tratar de producirla al menor coste posible porque la voy

    a regalar, y eso no tiene valor. Lo que tiene que tener es algunos ingredientes, de todo tipo,

    que tengan seduccin, para que el nmero de gente atrada por esa informacin sea el mayor.

    De esa manera, vemos como, poco a poco, la informacin se est degradando y cada vez es

    ms difcil encontrar un medio (de prensa escrita, de radio, de televisin) que sea

    suficientemente exigente para decirle a tres o cuatro periodistas (como en la poca del

    Watergate): Pnganse ustedes a investigar, que nosotros costeamos su investigacin, cueste

    lo que cueste y dure lo que dure. Eso ya no lo hace nadie porque eso tiene un coste

    demasiado elevado y, adems, esta informacin prcticamente se va a regalar.

    Nosotros, la sociedad, estamos recibiendo una especie de escoria que pretende ser

    informacin- pero que en la mayora de los casos no es ms que una informacin muy barata.

    No todos los medios actan igual. Afortunadamente, en todos los pases hay algunos medios

    que son ms exigentes y periodistas muy competentes, pero la tendencia general es esa. Sin

    embargo, en estos momentos, no podemos afirmar que la prensa de pago resistir a la prensa

    gratuita, con esta perversin que les he sealado y que es que la prensa gratuita no va a poder

    ofrecer informacin de calidad. Estamos en una situacin paradjica. Hoy en da disponemos

    de mecanismos tecnolgicos extremadamente sofisticados. Nunca ha habido tanta posibilidad

    tecnolgica para informar de manera satisfactoria (disponemos de satlites, de capacidad de

    captar toda clase de informacin rpidamente, con telfonos que hacen fotografas y filman y

    eso se puede enviar a gran velocidad mediante un ordenador). Por consiguiente, tenemos

    una tecnologa extremadamente sofisticada y perfeccionada y con un nmero de fuentes deinformacin que se ha multiplicado, lo cual demuestra que la libertad de expresin es total.

    Hay sobreabundancia de informacin y, sin embargo, constatamos que la informacin

    no funciona. Disponemos de una maquinaria muy sofisticada, de una variedad muy grande,

    pero, en realidad, los medios no estn cumpliendo. Cuando se produce algo serio, o no lo ven,

    o no lo saben, o lo explican mal. Por ejemplo, sobre la ocupacin de Irak, cul fue la

    informacin ms importante? Que haba torturas en la crcel de Abu Grahib, cosa gravsima,

    no slo por las torturas sino porque el pas que practicaba esas torturas, nos haba dicho que

    una de las razones de la intervencin en Irak era eliminar un gobierno dictatorial que practicaba

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    la tortura. Evidentemente, hay una contradiccin. Si se va a establecer un rgimen que respeta

    los derechos humanos practicando la tortura, hay una pequea contradiccin. Pero, esas

    imgenes de Abu Grahib, las sacaron los periodistas? Haba miles de ellos en Irak. Pues no.

    Fueron los propios soldados. O sea, que ante las mismas barbas de miles de periodistas se

    estaba practicando la tortura desde haca ms de un ao y no lo saban. Toda esta maquinariatan sofisticada, no funciona y cada vez que ocurre un gran acontecimiento nos damos cuenta

    de ello.

    De ah viene nuestra insatisfaccin como ciudadanos, de que est ocurriendo con la

    informacin, lo que ha ocurrido con la alimentacin. No tiene nada que ver, pero, curiosamente,

    se parece. En materia de alimentacin -durante mucho tiempo- en nuestras sociedades ricas,

    opulentas y democrticas, domin la penuria, la escasez. En pocas difciles hubo

    racionamiento. Y, de repente, a partir de los aos sesenta, entramos en una sociedad de

    consumo (con la revolucin agraria, etctera) en que la alimentacin se hizo abundante. Y

    ahora, globalmente, en los pases desarrollados no podemos decir que la gente se muera de

    hambre (puede haber casos, pero no es la tnica dominante). Hay hambre en el mundo, pero

    no en los pases desarrollados. Hemos pasado de una poca en la que haba hambre, en que

    la gente enfermaba (tuberculosis, anemias) porque no se coma suficientemente, a una

    sociedad en la cual la alimentacin es sobreabundante. Pero, qu ocurre con esta

    alimentacin sobreabundante? Ocurre que est contaminada, est llena de pesticidas, de

    aditivos. Por consumir esta alimentacin tenemos otra clase de enfermedades: obesidad,

    problemas cardiovasculares, cncer, etctera. Sin olvidar la enfermedad de las vacas locas o la

    fiebre aviar, etctera. O sea, que esta alimentacin tan abundante nos est matando. Y qu

    es lo que estamos reclamando ahora con respecto a la alimentacin? Estamos reclamando un

    cambio en la manera de alimentarnos. Muchas personas estn dispuestas a pagar un poquito

    ms para tener una alimentacin sin pesticidas o que la carne que comen no proceda de vacas

    locas. Queremos una alimentacin orgnicos y cuando los compramos, vemos si contienen

    OGM (Organismos Genticamente Modificados) y no queremos, prestamos cada vez ms

    atencin a lo que comemos porque sabemos que el problema no es comer o no comer. El

    dilema es: comer con garantas de que esa comida no nos va a hacer dao o comer sin esas

    garantas.

    Con la informacin est sucediendo lo mismo. En Espaa, hemos pasado de una

    dictadura sin informacin (o con una informacin bajo estricto control), a esta situacin actual

    (que es caracterstica de todas las sociedades democrticas) que es la sobreabundancia de

    informacin. Nos damos cuenta de que disponemos de mucha informacin, pero que est

    contaminada, con muchas mentiras, con muchos silencios y cosas que se ocultan. Una

    informacin que, en realidad, nos est desinformando y no nos est ayudando a entender lo

    que sucede. Me doy cuenta de que dispongo de una informacin que no slo no me ayuda sino

    que, a veces, me engaa. Entonces, qu es lo que estamos reclamando, sin saberlo? Pues

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    estamos reclamando una informacin orgnica. Quiero tener la posibilidad de ir a un quiosco,

    igual que voy a una tienda de productos orgnicos, y decir: Quiero un peridico orgnico, sin

    mentiras, sin engaos, que diga la verdad, etctera. Por ahora no puedo hacerlo, porque no

    existe. Pero, en realidad, eso es lo que estamos reclamando, porque cada uno de nosotros

    sabe que de la calidad de la informacin depende la calidad de la democracia, y eso es decapital importancia y por ello que estamos tan preocupados.

    Muchas gracias por su atencin.

    Transcripcin de la conferencia impartida el 28 de junio de 2005 en el Casal Pere Quart de

    Sabadell, en el marco del cicloTelevisi, poltica i poder, organizado por el Ayuntamientoi de

    Sabadel y la Lliga dels Drets dels Pobles