La tecnología un mal necesario

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“La Tecnología un mal necesario” Reflexionando sobre mi práctica docente, hace ya más de doce años, pensé que era muy importante tener, así fuera un conocimiento mínimo sobre el manejo del computador. Así que me contacte con un ingeniero de sistemas que me recomendó mi tío, para que me asesora en la compra del computador. Fui con el ingeniero al centro comercial Pasarela, donde venden todo lo relacionado con computadores. Allí él sugirió comprar por partes para luego armarlo. Empezó a preguntar por el disco duro, monitor, teclado, memoria RAM, etc. Yo me deje guiar por su opinión y lo único que hacía era pagar. En total gaste alrededor de $2.000.000 de pesos, para quedar “montada de equipo”, incluía también impresora y escáner. Teniendo ya el computador en mi poder, no sabía ni prenderlo. Me contacte entonces con un compañero de trabajo, un profesor de sistemas para que me diera clases personalizadas y a domicilio. Con las enseñanzas impartidas por mi colega rápidamente me fui entrando en la era tecnológica. Estaba muy emocionada por fin ya no me asustaba ese “coco”, podía utilizar el computador para investigar, realizar mis guías de clase y talleres. Conocí el internet, podía quemar CD´s, realizar documentos en word, Excel, bajar información, y también empecé a usar el computador para mis asuntos personales. La emoción no me duró mucho, al mes exacto de usar y abusar del computador, mi vista empezó a fallar, no podía enfocar bien de lejos. Antes de usar el computador mi visión era excelente, en los exámenes de optometría que me habían practicado siempre salían muy bien. Para no hacer el cuento más extenso omito lo que me paso en la EPS. Visite la clínica de oftalmología de Cali, donde me diagnosticaron cansancio

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“La Tecnología un mal necesario”

Reflexionando sobre mi práctica docente, hace ya más de doce años, pensé que era muy importante tener, así fuera un conocimiento mínimo sobre el manejo del computador. Así que me contacte con un ingeniero de sistemas que me recomendó mi tío, para que me asesora en la compra del computador.

Fui con el ingeniero al centro comercial Pasarela, donde venden todo lo relacionado con computadores. Allí él sugirió comprar por partes para luego armarlo. Empezó a preguntar por el disco duro, monitor, teclado, memoria RAM, etc. Yo me deje guiar por su opinión y lo único que hacía era pagar. En total gaste alrededor de $2.000.000 de pesos, para quedar “montada de equipo”, incluía también impresora y escáner.

Teniendo ya el computador en mi poder, no sabía ni prenderlo. Me contacte entonces con un compañero de trabajo, un profesor de sistemas para que me diera clases personalizadas y a domicilio. Con las enseñanzas impartidas por mi colega rápidamente me fui entrando en la era tecnológica.

Estaba muy emocionada por fin ya no me asustaba ese “coco”, podía utilizar el computador para investigar, realizar mis guías de clase y talleres. Conocí el internet, podía quemar CD´s, realizar documentos en word, Excel, bajar información, y también empecé a usar el computador para mis asuntos personales.

La emoción no me duró mucho, al mes exacto de usar y abusar del computador, mi vista empezó a fallar, no podía enfocar bien de lejos. Antes de usar el computador mi visión era excelente, en los exámenes de optometría que me habían practicado siempre salían muy bien. Para no hacer el cuento más extenso omito lo que me paso en la EPS. Visite la clínica de oftalmología de Cali, donde me diagnosticaron cansancio visual, y me mandaron terapias de ortóptica. Mi vista mejoró pero le cogí un poco de rabia al computador.

Me cambie de casa y allá no tenía acceso a Internet. Sin conexión no hay mucho por hacer. Al poco tiempo me ofrecieron compra por el computador y decidí venderlo. Pasaron muchos años visitando los café Internet para realizar algunos trabajos y leer el correo.

Al entrar a estudiar mi segunda especialización y para cumplir con la exigencia del trabajo de grado, no podía avanzar mucho sólo con las

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idas al café Internet. Se hizo necesaria la compra de nuevo del computador. Ya teniendo de nuevo el computador, esta vez un portátil con una multifuncional, impresora, fotocopiadora y escáner y la conexión a Internet, logre desarrollar y terminar con éxito mi trabajo de grado.

Con la implementación del programa de Tita estoy de nuevo frente a un gran reto, que permitirá un mejor desempeño de los estudiantes.

El programa de Tita aunque bueno, atiborra de tareas, trabajo y estrés al docente, porque en muy poco tiempo y sin una buena conectividad, pretende que algunas personas sin mayores conocimientos del manejo del computador avancen al ritmo de los que si ya tienen dominio y experiencia.

En mi caso aunque no soy analfabeta digital tampoco soy erudita, creo que me falta mucho por aprender, explorar y practicar, para aprovechar al máximo el aula digital. Espero que siga un acompañamiento efectivo y / o más capacitación en el uso de herramientas tecnológicas con fines pedagógicos, comunidades virtuales en el ámbito educativo u otras que me ayuden en mi quehacer como maestra. También que el gobierno de la continuidad del proyecto para que sea sostenible y mejore significativamente la calidad educativa del sector oficial.

Patricia Jaramillo, docente del IETI Antonio José Camacho.