LA POLITICA SIN TEORIA DE RICHARD RORTY

1. Biogrofio, filosofia y politico 2. Elliberalismo sin filosofia

Angel Rivero Universidad Aut6noma de Madrid

SUMARIO

3. La respuesta de Rorty 01 relativismo en politico 4. Conclusi6n 5. Bibliografia

1. BIOGRAFiA, FILOSOFIA Y POLITICA

Richard Rorty (Nueva York,1931, Palo Alto, California, 2007) no fue un te6rico politico, pero durante la parte final de su vida quiso ser un fil6sofo publico y, de esta manera, provocar la discusi6n y el debate en

la sociedad americana. Para el, los fil6sofos, como tales, no tenia un papel propio en la formaci6n de la opini6n publica. De hecho, los fil6sofos podian ser un peligro publico: esa arrogancia de los intelectuales, que piensan que hay una verdad de la que el pueblo debe ser inform ado, habia acabado por ago star la politica reformista , sumiendola en debates tan absurd os como abstractos. Por el contrario, de 10 que se trataba era de discutir sobre cosas concretas, de recuperar el arte de la discusi6n como medio para resolver los problemas de aqui y de hoy. Esto no es t eorizar sino participar. Rorty fue, en definitiva, un participante muy activo en el debate politico norteamericano, pero su men­saje, aunque deliberadamente local y vinculado a un tiempo concreto, tiene interes para otras sociedades que, como la nuestra, participan de problemas parecidos

Esta opci6n por la participaci6n frente a la teoria hizo que Rorty abando­nase de manera coherente la escritura de libros y obras sistematicas y que sus

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textos, aunque recogidos en distintos volumenes, tengan algo de fragmentario, inmediato, de intervencion y no de tesis. Asi, utilizando sobre todo la tribuna de Dissent, la revista de la izquierda socialdemocrata norteamericana, dirigida por Michael Walzer, Rorty opino sobre el feminismo, sobre los derechos huma­nos, sobre el patriotismo, sobre el marxismo, 0 sobre la izquierda reformista y los sindicatos.

Sin embargo, resulta cuanto menos paradojico incluir en un libro ace rca de la teoria politic a contemponinea a un ex-filosofo que des cree radicalmente de la teoria y que piensa que 10 mejor que pueden hacer teoria y filosofia es alejarse de la politica y de la arena publica. En su opinion, filosofia y teoria, como mucho, sirven aun para enriquecer la vida privada del intelectual ironista. La politica, para Rorty, no es asunto de conocimiento sino de solidaridad y de eliminacion del sufrimiento. Esto es, la politic a es una actividad cooperativa construida sobre la experiencia, donde conceptos como verdad objetiva 0 fundamento carecen de lugar. La politica no es as unto de teoria sino de experimentacion, y esta experimentacion ha de tener como unico criterio rector la disminucion del sufrimiento, del dolor, concreto y preciso.

Esta posicion anti-teorica no implica empero, y en consonancia con 10 primero que he senalado, desinteres por la politica. Hay un interes, pero no teorico sin directamente practico. Para Rorty, la experiencia nos dice que las sociedades democraticas son preferibles a las no democratic as y que en las sociedades con mecanismos asistenciales el sufrimiento es menor.

Rorty no es, por tanto, un teorico politico 0, si 10 es, se trata de un teorico politico minimalista. Para la izquierda radical esto constituye una prueba fehaciente de com placencia con el statu quo. Para la derecha, se trata de una prueba flagrante de relativismo. La izquierda radical aun esta imbuida de las ideas ilustradas de una ciencia de la sociedad, que propiciaria el cambio radical de la misma a traves del conocimiento, y tienden a realizar una teoria politic a de corte racionalista. La derecha por su parte, es deudora de las verdades eternas de la filosofia politica, firmemente asidas al derecho natural. En mi opinion, la posicion anti-teorica de Rorty no era resultado de la com placencia ni de la irresponsabilidad, como con frecuencia se dice desde uno y otro lado, sino de su propia experiencia biografica.

Esta experiencia politic a e intelectual, la biografia de Rorty, aparece bella­mente relatada en el articulo "Trosky y las orquideas silvestres"'. Rorty, hijo de intelectuales troskistas de Nueva York, vivio con decepcion la transformacion de la izquierda norteamericana, que paso de ser un movimiento reformista activo, a traves de organizaciones sindicales y de movimientos asociativos preocupados por mejoras concretas, a convertirse en un entretenimiento teorico confinado a las universidades. Esto es, el declive en la practica de la izquierda americana -en la teoria se ha elevado a alturas excels as- 10 atribuye Rorty

Richard Rorty, "Trotsky and the Wild Orchids" en Philosophy and Social Hope, Londres, Penguin, 1999.

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en buena medida -aunque entre otras causas- a la obsesion teorica de los academic os izquierdistas por la pureza del pensamiento y a su alienacion com­pleta frente a los problemas concretos. Para Rorty, el error de estos ultimos radica en que, como para Platon, la virtud y el conocimiento van juntos y, por tanto, solo conociendo la verdad podremos actuar correctamente. El resultado es la panilisis narcisista.

La formacion academica de Rorty y su carrera posterior son tam bien rele­vantes en conexion con su alergia anti-teorica. Rorty se encontro a Leo Strauss cuando estudiaba su licenciatura en filosofia en la Universidad de Chicago y alli tuvo como companero de clase a Allan Bloom, de modo que salio huyendo del absolutismo filosofico y moral. Tras doctorarse en filosofia en Yale, mar­cho a Princeton donde fue alumno de Carnap y de Hempel. La Universidad de Princeton era entonces la fortaleza principal de la filosofia analitica. Esta filosofia, al menos en su version mas ortodoxa, la que seguia fiel a los principios fundacionales del Circulo de Viena, tenia una vocacion terapeutica frente al conocimiento. Creia que, mediante el analisis dellenguaje, la filosofia estaria en dis posicion de separar el conocimiento objetivo de la mera creencia y, de esta manera, abrir paso al avance y progreso de la humanidad de la mana segura del conocimiento cientifico. Rorty mismo fue uno de los grandes divulgadores de este estilo de pensamiento a traves de una antologia que llevo el titulo despues famoso de El giro linguistico2 • Sin embargo, como puede colegirse por 10 dicho hasta ahora, nuestro autor pronto se desilusiono con este proyecto. De hecho, esta filosofia ya estaba en franco declive como paradigm a desde los anos sesenta. En 1979, siendo todavia profesor en Princeton, Rorty publico su gran obra de ruptura: La filosofia y el espejo de la naturaleza3

• Esta obra es sobre todo una monumental critica a la filosofia analitica, para ella nuestro autor bucea en sus raices racionalistas, en el siglo XVII , y acaba por denunciar a sus cultivadores contemporaneos. Rorty desmonta 10 que identifica como supuesto basico de la filosofia analitica: eillamado dualismo carte siano que afirmaba la separacion mente-cuerpo y que describe a traves de la metafora del "espejo de la naturale­za". La idea central de dicho supuesto es que la mente es un espejo que refleja la realidad y que, limpiando el espejo, conseguiremos aprehender la realidad objetiva. Este es un sueno que persigue la filosofia casi desde su fundacion y es este sueno paradojico el que debia, en opinion de Rorty, abandonarse por imposible -como ha mostrado la pro pia historia de la filosofia analitica- y, 10 que es mas contundente, por inutil. Por tanto, se sumo a todos aquellos que han proclamado la muerte de la Filosofia con efe mayu.scula. De hecho, cuando se declaraba postmoderno estaba haciendo referencia precisamente a que habia abandonado la fe en la filosofia como medio de acceso a la verdad objetiva. Esta

Richard Rorty (ed.), The Ling uistic Turn. Essays in Philosophical Method with Two Retrospective Essays , Chicago, University of Chicago Press, 1992 [1967]. Richard Rorty, Philosophy and the Mirror of Nature, Princeton, Princeton University Press, 1979.

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constatacion resulto dificil de asumir para la academia filosofica porque, desde hace mucho tiempo, la profesionalizacion de la disciplina sustituyo a la honesta preocupacion por el conocimiento. Tras su abjuracion de la Filosofia, Rorty se reencontro con el pragmatismo americano. Fue alli, donde hallo aquello que la Filosofia ya no Ie proporcionaba, un asidero para la mejora y transformaci6n de la sociedad. Tambien la lectura que del pragmatismo hizo Rorty ha sido muy discutida. En particular, su opinion de que John Dewey (1859-1952) era la figura central de dicho movimiento. De hecho, llego a decir que Wittgensteih, Heidegger y Dewey, componian la trilogia de las cimas filosoficas del siglo XX. Los dos primeros, podian ser aceptados como tales por la academia, pero el tercero era una sorpresa que nadie imaginaba. Rorty, sin embargo encontr6 en Dewey un precedente y un alter ego, el filosofo de la democracia americana, que el, de nuevo quiso encarnar. John Dewey afirmo en 1920 que "la filosofia surge de los problemas humanos" y que, por tanto, la filosofia deberia estar vinculada en el futuro a los problemas humanos4 • Es justamente este el pro­grama politico al que dedica Rorty su reflexi6n post-filosofica.

El pragmatismo americano so stenia que la practicidad y utili dad de las ideas eran la medida de su valor; subrayaba el valor de la accion sobre la doc­trina, y el de la experiencia sobre los principios; afirmaba que las ideas toman su significado de las consecuencias a las que dan lugar y, sobre todo, que las ideas son esencialmente instrumentos y planes de accion. Rorty, al r esucitar el pragmatismo americano, puso de nuevo estas ideas en circulacion y se convirtio en una de las principales figuras de 10 que se ha llamado el neopragmatismo americano. En 1983, tras ser durante quince anos profesor en Princeton , Rorty abandono esta universidad y ya, para siempre, los departamentos de filosofia. Por coherencia, marcho a la Universidad de Virginia, a su departamento de humanidades. Esta universidad tenia un especial valor para Rorty porque fue fundada por Thomas Jefferson (1743-1826), tercer presidente de los Estados Unidos de America (1801-1809), autor de la Declaraci6n de Independencia y uno de sus heroes politicos . A su memoria esta dedicado un articulo crucial para entender la relacion entre filosofia y politica democratica: "La prioridad de la democracia frente a la filosofia"5.

Para Rorty el abandono de la filosofia en sentido fuerte vino acompanado por una recuperaci6n de la literatura 0, mejor, del valor edificante de esta. En su vision, el papel social que la filosofia ya no puede realizar por h aber fraca­sado, puede serle encomendado ventajosamente a la literatura. La literatura es el medio mas eficaz para suscitar la solidaridad, mientras que la filosofia, ahora, solo puede socavarla. De forma coherente con este cambio, en el es­cenario post-filos6fico suscitado por ellento suicidio de la filosofia analitica,

John Dewey, Reconstruction in Philosophy, Nueva York, Henry Holt & Co. 1920 (2' edici6n, The Beacon Press, 1948). Richard Rorty, "The Priority of Democracy to Philosophy" en Objectivity, Relativism, and Truth, Philosophical Papers, vol 1. Cambridge, Cambridge University Press , 1991.

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Rorty sustituye la categoria de objetividad por la de solidaridad6 . Asi, seiialo que la literatura, tras la muerte de la filosofia, esta -quizas siempre 10 ha estado- en mejores condiciones de proporcionar la inspiracion edificante que precisa la solidaridad.

Hay, por tanto, una recuperacion del valor social de la literatura en Rorty, algo que es particularmente prominente desde la publicacion de su obra Con­tingencia, ironia y solidaridad, en 1989. Para Rorty -y esto nos devuelve a la preocupacion por la politica de este anti-teorico politico- habia una agenda escondida en la filosofia analitica. Esta agenda escondida era la defensa de las instituciones liberal-democniticas. Estas instituciones estan permanente­mente en peligro y, nos dice, por experiencia, sabemos que son, "10 mejor que tenemos". Por tanto, y de forma muy clara, tras el abandono de la filosofia que seiiala La filosofia y el espejo de La naturaleza, Rorty comenzo la publicacion de articulos de contenido politico en paralelo a su preocupacion por los efec­tos sociales de la literatura, pero sera Contingencia, ironia y solidaridad el libro que certifique, de una manera tan soberbia que se ha convertido en un icono cultural, su paso de la filosofia a la politi ca. Aqui es importante reiterar que la "politica" a la que se abraza, hace referencia a la preocupacion por las cuestiones publicas, pero no por discurso metapolitico alguno. No Ie interesan ni la filosofia politica, ni la teoria politica ni las ciencias sociales en general. Le interesan las cuestiones publicas, reales y concretas. Estas cuestiones no pueden resolverse mediante la filosofia, incluso es un desacierto perjudicial el abordarlas desde esta. En la vision de Rorty, la filosofia ha jugado un papel muy importante en la construccion y en la autocomprension de occidente, pero su mision esta finalizada. La filosofia no puede decirnos nada sobre el sentido de la historia ni sobre cuMes son los rasgos de una sociedad justa en relacion con la naturaleza humana. La filosofia se desacredita por su incapacidad de cumplir sus pro mesas y por no asumir sus limitaciones: la historia no tiene un sentido que podamos conocer; no hay sociedad justa en terminos racionales; no hay una naturaleza humana.

Rorty, en Contingencia, ironia y soLidaridad busca hacerse cargo de los limites, 0 de la muerte si se prefiere, de la filosofia y atisbar las consecuencias practicas que esta quiebra entraiia. Para ella divide ellibro en los tres grandes temas que figuran en el titulo: la contingencia; la ironia; y la solidaridad.

La contingencia hace referencia a que debemos aceptar la fragilidad de nuestra posicion en el mundo, en un mundo secularizado, tras la quiebra de la religion y de una racionalidad que buscaba ocupar su lugar en la vida de los hombres. Estamos situados historicamente, dentro de comunidades particula­res, y esto qui ere decir que es contingente ellenguaje de nuestra deliberacion moral y que, tam bien 10 es, la comunidad a la que pertenecemos. Por tanto,

Vid. Richard Rorty "Solidarity or Objectivity?" en Objectivity, Relativism, and Truth, op. cit.

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de forma harto conservadora, somos el resultado de pnicticas y experiencias particulares y circunstanciales.

La aceptacion de nuestra contingencia significa un fuerte envite para la teoria. Si aceptamos la limitacion de nuestra capacidad de conocer, entonces, se siguen consecuencias practicas notables sobre nuestra capacidad de teori­zar sobre la organizacion de la sociedad. La teoria ya no es una empresa de construccion sino, tinicamente, socavadora, de derribo. Esta teoria que derriba es la que queda atrapada en la palabra "ironia". EI intelectual, el que teoriza sobre el mundo, se vuelve ironista, 10 que puede ser muy divertido, pero ofrece pocas esperanzas en cuanto a su aplicabilidad practica en la construccion de un mundo mejor. La literatura, con su capacidad para movilizar los afectos, con su potencial edificante, por seguir con las metaforas de la construccion, se convierte en el instrumento favorito de Rorty para la mejora de la sociedad. La literatura nos seiiala el camino hacia el tercer gran tema: la solidaridad.

La solidaridad es aquello que descubrimos en las gran des obras de la lite­ratura, es el sentimiento que se moviliza frente ala crueldad y el dolor y, por tanto, es la mejor guia para orientar nuestro actuar publico cuando hemos perdido la lam para de la teoria.

Esta afirmacion de la literatura tras el fin de la filosofia, que cristaliza en su giro literario-politico, tuvo tambien, arros mas tarde, su correlato academico. Rorty fue miembro, desde 1998 y hasta su muerte en 2007, del Departamento de Literatura Comparada de la Universidad de Stanford. La razon de su nom­bramiento, segUn uno de los profesores del departamento, es que Rorty era un experto en los valores que inspiran las grandes obras de la literatura.

En suma, Richard Rorty no es un teorico politico en sentido convencional. De hecho, la politica ad qui ere un lugar prominente en el pensamiento de Rorty justa cuando abandon a la filosofia y rechaza la teoria. Sin embargo, Rorty si merece un lugar en la historia de la teoria politica. La razon de esta ultima afirmacion radica en que Rorty se situa a si mismo, a pesar de su alergia a la teoria, en la historia politica de Occidente. Rorty se siente miembro participante de 10 que denomina la conversacion del Occidente y, en esa conversacion, hay lugar para el momento racionalista pero tam bien para los postmodernos que, como el, permiten que la conversacion continue. La filosofia y la filosofia politica moderna no serian mas que un episodio en esta historia. Es mas, el episodio carte siano -la construcci6n filos6fica del mundo- es un momento oportuno en la historia del progreso humano. Lo que ocurre es que las herramientas que fueron utiles para acabar con los gobiernos teocraticos, el racionalismo ilustrado como herramienta, ya no sirven para defender ni para mejorar las democracias liberales. Ahora hacen falta otras cosas, mas efectivas. Por ejemplo, la literatura que estimula la solid arid ad y la compasion.

No deja de ser interesante que La filosofia y el espejo de la naturaleza, un libro dedicado a los limites del conocimiento, termine recordando a otro gran filosofo politico enemigo de la teoria: Michael Oakeshott. En otro lugar me he

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ocupado de las afinidades de Rorty con el pensamiento conservador7, ahora

me limitare a reproducir las lineas con las que cierra este celeberrimo libro: "Lo unico en que yo quisiera insistir es en que el interes moral del fi16sofo ha de ser que se mantenga la conversaci6n del Occidente, mas que el exigir un lugar, dentro de esa conversaci6n, para los problemas tradicionales de la filosofia moderna"8. La conversaci6n del Occidente es 10 que somos nosotros y, para mantenerla, hace falta ahora un liberalismo sin filosofia.

2. EL LIBERALISMO SIN FILOSOFiA.

Acabo de senalar que Richard Rorty es un te6rico politico en un sentido harto particular. Sin embargo, dado que no es un caso aislado en el pensamiento politico, sus argumentos anti-te6ricos merecen ser escuchados. En 10 que sigue me ocupare, por tanto, del pensamiento politico anti-racionalista de Rorty. De forma mas con creta, me ocupare delliberalismo anti-racionalista desarrollado por nuestro autor y de su justificaci6n.

Acabo de senalar que Rorty esta centralmente preocupado porque continue la conversaci6n del Occidente. Nuestro presente, dentro de esa conversaci6n, esta marcado por una ruptura: la crisis de la filosofia que fundamentaba nuestra organizaci6n social y politica, la democracia liberal. Rorty diagnosti­ca esta quiebra en el ya mencionado La filosofia y el espejo de la naturaleza pero es, como sen ale hace un momento, en Contingencia, ironia y solidaridad donde da una respuesta cabal y completa al problema de c6mo defender la democracia liberal tras la muerte de la filosofia. Para ella ira mas aHa del dilema objetivismo/relativismo sugiriendo un argumento narrativo en favor de la democracia liberal.

Pero antes de pasar a examinar los argumentos de Contingencia es nece­sario hacer algunas precisiones sobre la presente quiebra de la filosofia que fundamentaba la democracia liberal. Es importante hacer notar, como hace Rorty, que esta peculiar relaci6n entre politica y filosofia es s610 un momen­to particular y limitado de apenas trescientos afios en la conversaci6n de la humanidad . Es la filosofia racionalista creada en el siglo XVII la que ahora experimenta una crisis terminal. Pero no hemos de alarmarnos. Esta filosofia cumpli6 su prop6sito y 10 preciso ahora es que la conversaci6n continue.

Como es sabido, la modernidad, el complejo fen6meno social que cre6 las sociedades modernas, hundia sus raices en el compromiso intelectual con la transformaci6n radical de un mundo dominado por una weltanschauung reli-

Angel Rivero, "iEs Richard Rorty un conservador?, en Arenas, Jimenez y Munoz (eds) La vuelta del pragamatismo, Madrid, Trotta, 2000. Richard Rorty, Philosophy and the Mirror of Natu.re, op. cit. p. 355.

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giosa. El imperativo de transformar el mundo necesitaba de un tipo de argu­mentacion filosofica fuerte que fuera capaz de quebrar la imagen religiosa del mundo que servia hasta entonces para legitima r un tipo despotico de dominio politico: la monarquia absoluta y el derecho divino de los monarcas.

Esta forma de gobierno se vio, en la conciencia intelectual , como una forma de gobierno tiranica des de el inicio de la modernidad misma. Pero, especial­mente en el siglo XVII, la necesidad de limitar el poder de los monarcas, tras innumerables guerras de religion y por el control politico absoluto, se generalizo. Asi es como nace la ideologia liberal: ante la amenaza de un gobierno unifica­do y centralizado en el monarca, se hace necesario recuperar mecanismos de control y equilibrio de poderes. Se trata de que estos mecanismos garanticen las libertades y seguridad de los ciudadanos frente a las arbitrariedades del poder politico.

Especialmente interesante r esulta, desde la perspectiva de la presente crisis de la filosofia liberal, el examen de la forma en la que se construyo el discurso politico delliberalismo. Lo que hizo elliberalismo fue desarrollar un argumento racionalista-universalista suficientemente poderoso, en terminos logico-argumentales, como para destruir y sustituir facilmente la ya obsoleta concepcion religiosa de la politica. El discurso politico delliberalismo necesi­tab a apelar a fundamentos objetivos con el fin de desarraigar por completo el discurso politico-religoso que legitimaba el poder absoluto de los monarcas. Por tanto, la necesidad de fundamentos racionales objetivos era una necesidad practica de ese momento preciso de la conversacion de Occidente.

Es decir, la practica politica liberal, en su nacimiento, precisaba de un discurso filosofico que Ie ofreciera una apoyatura retorica suficiente desde la que lanzar la transformacion de la sociedad. Pod ria decirse que elliberalismo, desde su nacimiento, tiene dos almas: una pragmatica, dedicada a la tare a muy real y concreta de limitar el poder como mecanismo que evite la tirania; y otra filos6fica, preocupada por legitimar de forma racional el nuevo ideal politico, al tiempo que se desacredita como falso el viejo discurso politico del absolutis­mo. Estas dos almas delliberalismo estaban tan firmemente unidas desde su nacimiento que resulta dificil imaginar la supervivencia delliberalismo sin una de ellas. Asi aparece senalado, por ejemplo, en John Gray:

"Desde su nacimiento mismo, en la Europa moderna, como corriente definida de pensamiento y practica, el liberalismo se ha preocupado por investigar sus propios fundamentos. AI tratarse de un movimiento que desafiaba muchas de las tradiciones de las sociedades que Ie vieron nacer, ellibera· lismo no podia contentarse con la imagen de ser un mero episodio en la aventura de la modernidad. Todos los grandes teoricos liberales buscaron una fundamentacion, que no fuera meramente local en su alcance sino potencialmente universal, a su compromiso con la libertad individual"'.

Pero, como he senalado, algo ha cambiado profundamente en esta relacion entre politica y filosofia en elliberalismo. La conexi6n entre ambas se ha vuelto problematica e incluso parad6jica. Si en la esfera de la politica elliberalismo

9 John Gray, Liberalism , Milton K eynes, Open Univer sity Press, 1986, p. 45.

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esta como nunca, pues nunca tuvo tanto predicamento ni su infiuencia fue tan amplia, no ocurre 10 mismo con su filosofia. En el terreno de la politica, cuando hoy decimos democracia nos referimos a la democracia liberal, algo que hasta hace bien poco no podia sobrentenderse, esto es, nos referimos a un tipo de gobierno que, aupado en la tercera ola senalada por Huntington, tiende a extenderse por todo el globo. Sin embargo, el panorama no es en absoluto parecido respecto a la filosofia politica liberal.

El diagnostico postmoderno de la muerte de la filosofia ha suscitado un clima de pesimismo acerca de la posibilidad, e incluso la deseabilidad, de llevar a cabo el proyecto de la Ilustracion: reconstruir la vida social sobre fundamentos racionales como via para el desarrollo de la libertad, la justicia y la igualdad. Frente al optimismo ilustrado acerca de la razon 10 que tenemos es mas bien una recuperacion del diagnostico weberiano acerca de la racionalidad moderna. En esta ultima perspectiva, la modernidad no es un proceso de construccion sino de desencantamiento y destrucci6n que conduce al nihilismo. La secularizacion moderna es una "jaula de hierro". De hecho, la prisi6n de la modernidad puede verse como el resultado de la Dialectica de la Ilustraci6n. Para Horkheimer y Adorno, es precisamente la razon moderna la que conduce no a la prometida libertad sino al control total de la sociedad.

Dejando a un lade estos tonos pesimistas acerca de la racionalidad moderna, 10 que me interesa es subrayar la paradoja de que el exito delliberalismo en la politica se yea acompaiiado de la crisis en el pensamiento liberal. La paradoja delliberalismo radica en que ha de conciliar la afirmacion de que la democracia liberal es la mejor forma de gobierno con la percepcion de que todos los argu­mentos racionales orientados ala legitimacion politica delliberalismo, a traves de una fundamentacion racional-objetiva, estan condenados al fracaso.

La critica postmoderna de la razon nos ha privado, sin duda, de los argumen­tos fuertes que servian para fund amen tar de un modo objetivo las instituciones politicas modern a y, de esta manera, ha generado una crisis en una relaci6n de tres siglos: la de la filosofia y politica en elliberalismo.

Hilary Putnam, otro cultivador del pragmatismo, ha reparado tam bien en esta peculiar situacion:

10

"Hoy tendemos a dar por supuestas nuestras ideas de tolerancia y pluralismo ( ... ) Valoramos la libertad de elegir nuestro propio "destino" (por utilizar un termino sugerido por Agnes Heller), donde tallibertad se entiende no como la mera libertad de elegir negocio 0 profesi6n, sino como la libertad para decidir por nosotros mismos respecto a valores, fines, normas concretas e incluso, en cierta medida, costumbres.

Lo que denominamos lIustraci6n era en buena medida un movimiento intelectual dedicado a propor­cionar una base para este tipo de "sociedad abierta". Se trataba no solo de una base politica e hist6rica, sino de una base racional , que inciuia "argumentos acerca de la incertidumbre de nuestro conocimiento moral y religioso". Y los problemas generados por la lIustraci6n siguen siendo nuestros problemas. Valoramos la tolerancia y el pluralismo, pero estamos turbados por el escepticismo epistemol6gico que producen la tolerancia y el pluralismo ( .. . ) EI pragmatismo ofrece algo mucho mejor que las insipidas alternativas que aparecen hoy como las unicas posibles, tanto filos6fica como politicamente"'0

Hilary Putnam, Pragmatism , Oxford, Basil Blackwell , 1995, pp. 1-3.

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Veamos ahora como describe Rorty esta situacion y que soluciones ofrece. Para empezar, Rorty denomina a su posicion nuevo pragmatismo, pero esto no quiere decir que se trate de una posicion aislada e idiosincrasica puesto que conecta su posicion con la de filosofos politicos como Michael Oakeshott, Isaiah Berlin, John Rawls 0 John Dewey.

El nuevo pragmatismo encuentra su estimulo en el temor, como corresponde a una filosofia minimalista y prudente, a que el hundimiento de la filosofia pueda afectar seriamente la supervivencia misma de las democracias liberales. Le parece que la percepcion generalizada de que la democracia liberal carece de asideros racionales solidos puede desencadenar un peligroso proceso de deslegitimacion politica en estas sociedades. Por tanto, 10 que urge como tarea publica es explicar que las democracias liberales no depend en esencialmente de un fundamento racional objetivo y que pueden apelar a otras fuentes de justificacion. En palabras de Rorty, 10 que habria que hacer es redefinir en terminos contextuales y pragmaticos las sociedades liberales. Esto significa, sin duda, pagar un precio, de acuerdo con la tradici6n de la teoria politica liberal. AI redescribir en terminos contextuales, particularistas y de alcance limitado, podemos salvar a la democracia liberal de una deslegitimacion cierta y , localmente, podemos reforzarla. Pero el precio que paga la filosofia liberal es la renuncia al universalismo de su discurso.

En la propuesta de Rorty elliberalismo quedaria enmarcado por sus limites culturales, aunque estos son potencialmente expansivos. Pero, sin duda, esta respuesta conduce a una nueva paradoja: al contextualizar elliberalismo, como algo propio de nosotros, los occidentales, estamos en condiciones de articular una justificacion debil, no una fundamentacion, de las sociedades liberales. Ademas y como ya he seiialado, limitamos el alcance del discurso liberal a nuestro pro­pia mundo, definido ahora en terminos culturales. Pero el argumento de Rorty merece algo mas que este apretado resumen. Veamoslo con detalle.

J. P. Diggins ha afirmado que "si Rorty cree en algo es en la irrelevancia de la teoria y en el imperativo de la practica"", pero esta afirmacion necesita de matizaciones. En 10 que Richard Rorty cree por encima de todo es en el valor de las instituciones democraticas liberales. Y si tales instituciones son valiosas es por el tipo de acuerdos que permiten: se trata de acuerdos que son el resul­tado de la persuasion, no de la violencia, y fundados en la deliberacion. Esto es, se trata de acuerdos que permiten el ejercicio de la politica en el sentido enunciado en el famoso ensayo de Bernard Crick In Defence of Politics, como la busqueda del concierto y la renuncia a la violencia. Es a esta actividad a 10 que Rorty denomina "conversacion".

El hecho mismo de que Rorty utilice este concepto para describir la politica constituye una manera clara de oponerse a la empresa liberal racionalista. Una conversacion, en palabras de Michael Oakeshott, se desarrollay compone cuando

11 John Patrick Diggins. The Promise of Pragmatism. Modernism and the Crisis of Knowl­edge and Authority, Chicago, University of Chicago Press, 1995, p. 642.

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las relaciones entre "una varied ad de actividades human as, cada una dotada de voz propia, 0 de lengua propia ( ... ) no son las de la afirmaci6n y la negaci6n sino la de relaciones conversacionales de reconocimiento y acomodaci6n"'2.

Richard Rorty, en su "redescripci6n" delliberalismo buscaba subrayar este caracter conversacional como elemento central. Asi, en su lectura, elliberalismo era, basicamente, el desarrollo de acuerdos practicos sobre la base de nuestra experiencia hist6rica que permiten desplegar la maxima libertad posible, con­jugada con el desarrollo de la solidaridad y la disminuci6n del sufrimiento. Esta busqueda de una redescripci6n congruente con la experiencia hist6rica como forma de reemplazar los argumentos racionales-filos6ficos es 10 que define la comprensi6n rortiana de la politica liber al. Este rasgo puede percibirse con toda claridad en el articulo expresivamente titulado "La prioridad de la democracia frente a la filosofia" que termina de la siguiente manera:

"Tanto Jefferson como Dewey describieron America como un "experimento". Si et experimento fracasa. nuestros descendientes aprendenin algo importante. Pero no aprendenin una verdad filos6fica. de la misma manera que no aprenderan una verdad religiosa. Recibiran. simple mente. algunas pistas a tener en cuenta en el pr6ximo experimento. Incluso si nada sobrevive de la era de las revoluciones democraticas, es posible que nuestros descendientes recuerden que las instituciones sociales se pueden aprehender como experimentos de cooperaci6n y no como la encarnaci6n de un orden universal y ahist6rico. Resulta dificil de creer que no merezca la pena tener memoria de esto"".

Habia en Rorty, portanto, un reconocimiento de la crisis de la raz6n moderna y del fracaso, del proyecto conexo, de una fundamentaci6n epistemol6gica del liberalismo politico. Rorty denomina a este sindrome la "ansiedad cartesiano­lockeana". Pero 10 que hace sabrosa su propuesta, por utilizar el adjetivo que Putnam aplica al pragmatismo, es que a pesar de este reconocimiento, Rorty no se resigna al nihilismo sino que aun defiende una "utopia liberal". Como antes seiiale, esto se explica porque Rorty no percibe el final de la filosofia como un cierre del proyecto de occidente sino como un episodio mas, particular y circunscrito, de la conversaci6n de la humanidad . La postmodernidad no es por tanto un final sino un cambio en la relaci6n entre filosofia y politica. Si todavia puede proponerse una utopia liberal es, sencillamente, porque el liberalismo no se agota en su filosofia politica.

Este caracter epis6dico que atribuia Rorty a la filosofia en general y a la filosofia politic a moderna, en particular, pudiera verse tambien como infiuen­cia de Michael Oakeshott. Para este autor, la filosofia politica moderna es un episodio extraiio, artificioso y negativo en la historia del pensamiento politico occidental. En sus palabras:

12

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"Las politicas racionalistas ( ... ) son politicas expresi6n de una necesidad, no concretada por ningun conocimiento particular. genuino, de los intereses permanentes y de la direcci6n y movimiento de la

Michael Oakeshott, "The Study of "Politics" in a University" en Rationalism in Politics and other essays, I ndianapolis, Libery Press, 1991. Richard Rorty, "The Priority of Democracy to Philosophy" en Alan Malachowski (editor.) Reading Rorty, Oxford , Blackwell, 1990, p. 295. Este articulo tambien puede verse en Objetiuidad, relatiuismo y uerdad.

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sociedad, sino interpretadas por la "raz6n" y satisfechas de acuerdo con la tecnica de una ideologia: son las politicas dellibro. Y esto es tambien caracteristico de casi lodas las politicas contemporaneas: no tener un libro es carecer de 10 unico necesario, y no observar meticulosamente 10 que hay escrito en ellibro es ser un mal politico"".

El triunfo del episodio racionalista se debe, para Oakeshott, a la llegada de los inexpertos, los que no tienen experiencia, a la politica, como consecuen­cia de las revoluciones politic as que en los siglos XVII y XVIII marcaron la historia politic a occidental. As!, la necesidad dellibrillo no se explica por la necesidad de construir un discurso suficientemente fuerte como para combatir el pensamiento teocnitico, esto es 10 que pensaba Rorty, si no por la lIe gada de arribistas e ignorantes, en terminos de experiencia, al ejercicio del gobierno en Occidente. Oakeshott no puede ser mas expresivo en esto:

"Las politicas del racionalismo son las pol iticas de los polilicamenle inexpertos, y la caracteristica mas sobresaliente de la politica europea de los ultimos cuatro siglos es que ha sufrido la incursi6n de al menDs tres tipos de inexperiencia politica -Ia del nuevo gobernanle, la de la nueva clase dirigente y la de la nueva sociedad politica- por no mencionar la incursi6n de un nuevo sexo, facilitada por el Sr. Shaw. Lo apropiada que resulta la politica racionalista para hombres que, no habiendo sido criados ni educados para su ejercicio, se ven impelidos a tomar la iniciativa y la autoridad politica, no precisa de comentario"15.

La percepci6n de Rorty no es ni mucho menos tan conservadora pero hay, sin embargo, una sintonia comun respecto a la consideraci6n epis6dica del fen6meno. De hecho, para Rorty el racionalismo es un momento necesario en la construcci6n de la democracia liberal, 10 que ocurre es que ha dejado de ser, precisamente, necesario y, 10 que es peor, persistir en una fundamentaci6n racional de la democracia liberal puede producir el efecto inverso al deseado: lejos de construir puede acabarse por deslegitimar. En palabras del propio Rorty: "El vocabulario del racionalismo ilustrado, aunque fue esencial en los comienzos de la democracia liberal, se ha convertido en un impedimento para la conservaci6n y el progreso de las sociedades democraticas" l6. Lo importante aqu! es que para Rorty el abandono de un vocabulario que "gira en torno a las nociones de verdad, racionalidad y obligaci6n moral" no significa el abandono delliberalismo, ni siquiera significa lamentar la modernidad 0 la Ilustraci6n. Ha de quedar claro que 10 que se abandona es la fundamentaci6n filos6fica de la democracia liberal, pero no la democracia liberal ni su defensa. De hecho Rorty nos anima a defender la democracia liberal "redescribiendo" nuestras institu­ciones y nuestras practicas politicas en terminos narrativo-conversacionales. El abandono de la filosofia liberal es, sencillamente, un movimiento tactico en la defensa de la democracia liberal:

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Michael Oakeshott, "Rationalism in Politics" en Rationalism in Politics and other essays, op. cit. pp. 27-28. Michael Oakeshott, ibid. , p. 28. Richard Rorty, Contingency, Irony and Solidarity , Nueva York, Cambridge University Press, 1989, p. 44. Hay versi6n castellana, vid. bibliografia basica al final de este capi­tulo.

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"Se sirve mal a una sociedad liberal cuando se intenta suministrarla "Iundamentos filos6ficos". Porque el intento de proporcionartales lundamentos presupone un orden natural de temas y argumentos anterior y al margen de los resultados de los encuentros entre viejos y nuevos vocabularios. ( ... ) La cultura liberal necesita mejorar su auto-descripci6n y no plantar cimientos. La idea de que ha de haber lundamentos es consecuencia del cientificismo Ilustrado que, a su vez, es supervivencia de la necesidad religiosa de que los proyectos humanos eshin disenados por autoridades no humanas. Es natural que el pensamiento politico del siglo XVIII buscara asociarse a la empresa cultural mas prometedora de la epoca, las ciencias naturales. ( ... ) En su dia lue una tactica util, pero ya no es tan util hoy"H

Por tanto, para Rorty, la crisis del proyecto racionalista es la consecuencia 16gica del desarrollo mismo de la modernidad y del movimiento secularizador que llevaba aparejado. En cierto modo, 10 que percibia en la crisis de la filosofia es la destrucci6n del ultimo reducto de autoridad no humana incardinado en nuestra manera de percibir la sociedad. No es de extraiiar que Rorty, a pesar de que su estilo de pensamiento politico se asemeja mucho a algunas form as conservadoras, haya sido radicalmente criticado por la derecha norteamericana pues, en ultima instancia, daba la impresi6n de que celebraba la capacidad destructiva de la Ilustraci6n sin ofrecer alternativa alguna a cambio.

Pero en este punto, Rorty marc6 tambien distancia con el diagnostico de Weber y de la primera Escuela de Francfort acerca de las consecuencias de la modernidad. Para estos ultimos no hay mucho que celebrar en el triunfo de la civilizacion, el capitalismo, sobre la cultura (Kultur ). Para estos sociologos y filosofos ale manes este desarrollo entrafia la destruccion misma de las bases sobre las que se levanto elliberalismo politico. En la descripcion de Richard Rorty:

"Esta relaci6n (entre elliberalismo politico y el racionalismo ilustrado) era el tema de La dialectica de la lIustraci6n de Horkheimer y Adomo. Senalaron, correctamente, me parece, que las luerzas desencadenadas por la Ilustraci6n habian socavado las convicciones de la misma Ilustraci6n. Lo que denominaron "racionalidad disolvente" de la Ilustraci6n habia socavado, en el curso del triunlo de las ideas ilustradas durante los dos ultimos siglos, las ideas de "racionalidad" y "naturaleza humana" que el siglo dieciocho daba por sentadas. Llegaron a la conclusi6n de que el liberalismo esta ahora en situaci6n de bancarrota intelectual, lalto de lundamentos filos6ficos , y que la sociedad liberal esta en bancarrota moral, lalta de cementa social"".

EI diagnostico de Horkheimer y Adorno pinta un panorama terrible y pa­rece que tanto desde la izquierda como desde la derecha se exigen cimientos inamovibles desde los que poder sostener la sociedad. En esta misma linea de critica a la Ilustracion, ellibro de Alasdair MacIntyre, Tras la virtud, sostiene que la Ilustracion solo ha dejado ruinas, que nunca debio embarcarse Occiden­te en tamafio proyecto y, que si es aun posible, debe ria desandarse el camino recorrido de la modernidad.

Pues sobre este trasfondo de criticas a la modernidad y a sus resultados, nuestro autor adopto una posicion dificil que quiso defender, ademas, con argumentos debiles, en t erm in os racionalistas. La pregunta que se planteo fue la siguiente: i,Si aceptamos el diagnostico acerca del final del racionalismo

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Richard Rorty, ibid. p. 52. Richard Rorty, ibid. p. 56.

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ilustrado debido a sus problemas internos, significa esto que aceptamos que ya no tenemos argumentos para defender elliberalismo y que, por tanto, estamos condenados al relativismo absoluto respecto a cuestiones tanto epistemologicas como politic as?

3. LA RESPUESTA DE RORTY AL RELATIVISMO EN POLITICA

La respuesta de Rorty fue original, provocativa y paradojica. Permitanme que se la resuma en tres puntos:

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1) Para Rorty, la vieja teoria politica liberal, la version politica del racio­nalismo ilustrado, es una escalera que nos fue util pero de la que nos conviene prescindir. AI contrario de 10 que sostienen gran cantidad de teoricos politicos, no es la ausencia de un fundamento racional 10 que pone en peligro la democracia sino, precisamente, el empecinamiento en el mismo. AI mismo tiempo esto no significa que deb amos abandonarnos a la negatividad:

"La idea de que un componente central y universaillamado "razon", una facultad que es la fuente de nuestras obligaciones morales, ha sido muy uti I en la creaci6n de las sociedades democraticas. Ahora puede despacharse, y debe despacharse, para que pueda hacerse realidad la utopia liberal ( ... ) He estado lIamando la atencion acerca de que las democracias estan ahora en posicion de poderse desprender de algunas de las escaleras que utilizaron en su construcci6n"19.

2) Para Rorty, el dilema que enfrentamos no es el de reconstruir el modele racionalista intentando recuperar la nocion de objetividad 0 abandonar­nos al relativismo. No necesitamos conceptos nuevos, ni teorias nuevas, ni instituciones nuevas. De hecho, 10 unico que necesitamos es 10 que ya t enemos:

"Creo que nuestra sociedad liberal contemponlnea ya dispone de las instituciones necesarias para su propia mejora ( .. . ). De hecho, me parece que el pensamiento social y politico occidental ya ha tenido la ultima revoluci6n conceptual que necesitaba. La sugerencia de J. S. Mill de que los gobiernos deben dedicarse a optimizar el equilibrio entre dejar que la gente viva su propia vida privada y prevenir el sufrimiento me parece la ultima palabra que puede decirse sobre este asunto"2'.

3) Rorty sostiene que es posible combinar la percepcion de los limites del racionalismo liberal con la defensa de la democracia liberal. Es mas, sostiene que este sendero entre Scilla y Caribdis no es una invencion suya sino que muchos otros 10 han intentado con exito:

"Otros escritores -personas deseosas de retener el liberalismo ilustrado y de desprenderse del racionalismo ilustrado- han hecho precisamente esto. John Dewey, Michael Oakeshott, y John Rawls han contribuido. todos elios, a socavar la idea de un conjunto de conceptos transhist6ricos

Richard Rorty. ibid. p. 194. Richard Rorty. ibid. p. 63.

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"absolutamente validos" que habrian de servir como "fundamentos filos6ficos" delliberalismo, y todos ellos pen saban que al socavar esta idea estaban reforzando las instituciones liberales. Explicaron que las instituciones liberales estarian mucho mejor si se veian liberadas de la necesidad de defenderse en terminos de ta les fundamentos ( .. . ). Los tres concederian de buen grado que una justificaci6n circular de nuestras practicas, una justificaci6n que hace bueno un rasgo de nuestra cultura citando otro rasgo, 0 comparando nuestra cultura de forma algo fea con otras utilizando nuestros propios pa­trones, es el unico tipo de justificaci6n que esta a nuestro alcance ( .. . ). Su pragmatismo es la antitesis del racionalismo ilustrado, aunque el primero solo se hizo posible gracias a este racionalismo (en el mejor estilo dialectico). Puede servir como vocabulario de un liberalismo ilustrado maduro (Iibre de cientificismo y fi losofismo)"".

4. CONCLUSION

En est as lineas he intentado mostrar que Richard Rorty no era un te6rico po­litico. De hecho, finalmente, ni siquiera fue un fi16sofo. No obstante, Richard Rorty tenia profundas preocupaciones politicas que interesaran a todo aquel preocupado por la teoria politica. Esto hace que,justificadamente, figure en este libro. Estas ideas se sustancian en una po cos enunciados : a) no nos es posible funda mentar filos6ficamente nuestras instituciones liberales; b) la experiencia nos dice que las instituciones liberales son las mejores instituciones politicas que conocemos; c) las instituciones liberales ya disponen de mecanismos para su mejora; d) ya tenemos el vocabulario politico que permite la mejora de nues­tras sociedades; e) 10 importante es la acci6n politica destinada a salvaguardar la libertad individual y a disminuir el sufrimiento; D para realizar esta tarea necesitamos mas solidaridad; g) la solidaridad se estimula a traves de la ins­piraci6n edificante de la literatura y no a traves de la filosofia.

Bajo mi punta de vista, Rorty hizo una defensa valiente de la democracia liberal tras el final de la filosofia. Una defensa que muestra una enorme cohe­rencia biografica . Par a otros, como, Robert Heineman, Richard Rorty fue una prueba tipica de la debilidad endemica del liberalismo: "El pensamiento de Rorty es consecuencia directa de la incapacidad de los intelectuales liberales de los liltimos siglos de afirmar de forma directa sus presupuestos acerca de las fuentes de estabilidad social y de autoridad gubernamental". 0 de forma mas directa: "La posici6n de Rorty y de sus heroes relativistas en filosofia ha destruido la base de la ideologia liberal"22. Queda a juicio del lector elegir entre estos dos diagn6sticos.

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22 Richa r Rorty, ibid , p. 57. Robert Heineman, Authority and the Liberal Tradition. From Hobbes to Rorty, New Brunswick, Transaction Publishers, 1994, pp. 193 Y 199 res pect iva mente.

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5. BIBLIOGRAFIA

5.1. Obras de Richard Rorty traducidas al castellano

- La filosofia y el espejo de la naturaleza, Madrid, Catedra, 1983. - El giro lingiUstico, Barcelona, Paid6s, 1990 (edici6n de Gabriel Bello). - Contingencia, ironia y solidaridad, Barcelona, Paid6s, 1991.

Ensayos sobre Heidegger y otros pensadores contempordneos: escritos filos6ficos 2, Barcelona, Paid6s, 1993. Consecuencias del Pragmatismo , Madrid, Tecnos, 1996. Objetividad, relati vismo y verdad: escritos filos6ficos 1, Barcelona, Paid6s, 1996. Pragmatismo y poUtica, Barcelona, Paid6s, 1998 (edici6n de Rafael del Agui­la).

- Forjar nuestro pais. El pensamiento de izquierdas en los EE. uu. del siglo XX, Barcelona, Paid6s, 1999 (edici6n de Ram6n del Castillo).

- con J . B. Schneewind y Q. Skinner (eds.) La filosofia en la historia: ensayos de historiografia de la filosofia, Barcelona, Paid6s, 1990.

- El pragmatismo, una versi6n: antiautoritarismo en epistemologia y etica, Bar­celona, Ariel, 2000.

- Verdad y progreso: escritos filos6ficos 3, Barcelona, Paid6s, 2000. Filosofia y futuro, Barcelona, Gedisa, 2002.

- con Apel y Putnam, Cultura y modernidad: perspectivas filos6fi cas de Oriente y Occidente, 200 1. con Vattimo, El futuro de la religi6n: solidaridad, caridad, ironia, Barcelona, Paid6s, 2005. Cuidar la libertad: entrevistas sobre politica y filo sofia, Madrid, Trotta, 2005 (edici6n de Eduardo Mendieta)

5.2. Bibliografia basic a sobre Richard Rorty

Aguila, R. del, "El caballero pragmatico: Richard Rorty y el liberalismo con rostro humano", [segoria, 8, 1993.

Aguila, R. del, "Politicas pragmaticas", introducci6n a Rorty, Pragmatismo y politica, op. cit.

Borradori, G. The American Philosopher, Chicago, The University of Chicago Press, 1994.

Calder, Gideon, Rorty, Madrid, Alianza Editorial, 2005. Festenstein, M. , Pragmatism and Political Theory, Cambridge, Polity, 1997. Goodman, R. B. (ed. ) Pragmatism: A contemporary reader, Nueva York, Routledge,

1995. Izuzquiza, I., Caleidoscopios. La filosofia occidental en la segunda mitad del siglo XX,

Madrid, Alianza, 2000. Malachowski, A. (ed. ) Reading Rorty, Basil Blackwell, Oxford, 1990. Rivero, A., "Liberalismo, democracia y pragmatismo. La teoria politic a de Cornel West",

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Rivero, A. , "~Es Richard Rorty un conservador?" en Arenas, Jimenez y Munoz (eds .) La vuelta del pragmatisma, Trotta, Madrid, 2000.

Saatkamp Jr. , H. J. (ed ). Rarty and Prag matism. The Philosopher Responds to his Critics, Nashville, Vanderbilt University Press, 1995.

VV.AA, El nuevo pragmatismo, monograiico de lsegorf.a, 8, 1993. West , C. The American Evasion of Philosophy. A Genealogy af Pragmatism, Madison,

The University of Wisconsin Press, 1989.

5.3. Direcciones interesantes en internet

Una bibliografia completa de Rorty: http://www.stanford.edul-mvr2j/rrlindex.html/

EI mejor sitio para conocer todo sobre el pragmatismo: http://www.pragmatism.org/

Una pelicula muy breve sobre Rorty, tal como se veia el mismo, y c6mo Ie veian sus colegas y sus alumnos: http://youtube.com/watch ?v=j pf-ye3 1s Yk