La pedagogía de la creatividad en la educación superior

LA PEDAGOGÍA DE LA CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La pedagogía de la creatividad en la educación superior

Pedro Espinosa

Universidad de Cartagena

Nota del Autor

Quisiera agradecer a todos aquellos maravillosos profesores que me enseñaron a ser profesor. Gracias.


Resumen

Este texto apunta a una reflexión entre la relación que tienen las prácticas pedagógicas utilizadas

en la enseñanza de arte y el desarrollo de la creatividad en el estudiante. Paradojas lógicas en el

quehacer artístico y en la enseñanza del mismo pueden ser evitadas con el empleo de prácticas

simples y el mejoramiento de otras logrando así la maximización y el desarrollo del pensamiento

crítico y creativo teniendo en cuenta el contexto particular.

Palabras Clave: Pedagogía, arte, educación superior, creatividad.

Abstract

This text aims to reflect the relationship between teaching practices used in the teaching of art

and the development of creativity in students. Logical paradoxes in artistic work and teaching of

it can be avoided with the use of simple practices and the improvement of others achieving and

maximizing the development of critical and creative thinking taking into account the particular

context.

Keywords: Education, art, higher education, creativity.


La Pedagogía de la Creatividad en la Educación Superior

El arte a pesar de no tener una utilidad clara en el sistema de producción actual1 está

presente dentro de la oferta educativa existente en las universidades contemporáneas. En la

búsqueda del Ministerio de Educación Nacional (aterrizando la discusión al caso colombiano

particularmente) de una educación que no esté de espaldas al sector productivo, y en el afán de

las universidades de entrar en la lógica de las acreditaciones y las certificaciones de calidad se

crea una paradoja cuando se habla de las facultades de arte. ¿Cómo aplicar la estandarización de

procesos, de medidas, de calificaciones y de resultados a la creatividad?

En la antigüedad el arte era un oficio que al igual que la carpintería o la orfebrería se

aprendía de un mentor mediante la observación y la repetición siempre en busca del desarrollo y

el perfeccionamiento de una técnica. En el período moderno ocurre lo que Barthes & Heath

(1977) llaman la muerte del autor, y el papel del artista frente a la creación de la obra de arte

comienza a fundirse cada vez más. Los límites del concepto del artista que trabaja con las manos

comienzan a difuminarse hasta desaparecer. Cómo formar artistas mediante procesos

pedagógicos que puedan enmarcarse dentro del modelo educativo existente, es la pregunta. Aún

cuando los modelos existentes (carreras semestralizadas, procesos estandarizados, pruebas de

admisión, etc) no sean los más idóneos para la formación de artistas integrales, es posible formar

más que unos artesanos dueños de una técnica, es posible formar artistas capaces de expresar una

visión particular del mundo.

Mi razón principal para escribir este texto es sencilla, yo soy una víctima de la

estandarización y los tradicionalismos en la educación superior en Colombia, mi formación

como cineasta en la Universidad Nacional de Colombia me permitió vivir de cerca el proceso


que se lleva en la Facultad de Artes de una de las más prestigiosas universidades del país y ahora

después de recibir una formación docente puedo analizar el problema desde la óptica del

enseñante y tratar de aportar soluciones aplicando los conceptos y las teorías del diplomado en

formación pedagógica para la educación superior al caso particular de la enseñanza de la

creatividad. Trataré el tema en cinco partes y una conclusión final, cada enfoque nutre desde un

ángulo distinto la problemática tratada y la responsabilidad de la aplicación de los conceptos

corre por cuenta del docente.

El Sistema: Ventajas y Desventajas

El sistema de créditos académicos, las calificaciones cuantitativas, los promedios

aritméticos ponderados acumulados, los prerequisitos y la estandarización de procesos en

general, son herramientas supremamente útiles al momento de equilibrar la educación que se

brinda alrededor del mundo. La globalización nos exige que las personas estén equivalentemente

capacitadas sin importar la región, por lo que los sistemas internacionales de calidad y de gestión

son de vital importancia para asegurar universidades a la altura de los tiempos. Muchos

programas se han beneficiado de esto, ha abierto puertas a la movilidad académica nacional e

internacional y ha fomentado la investigación y con esta la creación y la divulgación de

conocimiento nuevo. Sin embargo las desventajas son visibles en el campo de las artes.

Es difícil hablar de enseñar arte cuando “el arte” es algo tan complicado de definir, por

eso me gusta más pensar el proceso educativo de un artista como un catalizador para la

creatividad. Así los docentes no transmiten conocimiento ni técnica sino sirven de guía en los

procesos individuales de los estudiantes en la búsqueda de esa creatividad. Es cierto que el arte


es mucho más que creatividad, y un violinista necesita una técnica para tocar correctamente el

violín, además de toda la teoría sobre la música, la historia del arte, las cátedras universitarias,

las materias electivas y etcétera, pero en eso no nos centraremos. Además de toda esa carga

teórica y técnica, un músico necesita una cátedra creativa, necesita un espacio para desarrollar

sus habilidades expresivas, es ese tipo de asignaturas (que son la columna vertebral de las

carreras relacionadas con las artes) a las que me voy a referir aquí. Es difícil ponerle un número

a la creatividad. El promedio es importante en todas las universidades, las becas, los convenios

de movilidad académica, todos los beneficios, o la gran mayoría de ellos se entregan a aquellos

estudiantes que tienen un mayor promedio (calificación cuantitativa), pero este número no

siempre tiene una correlación directa con si son o no buenos estudiantes, si merecen o no las

becas o si serían las personas más idóneas para aprovechar esos beneficios. La universidad nos

obliga entonces a entrar en una lógica numérica buscando no en todos los casos un aprendizaje

efectivo sino una nota alta. Esto es realmente problemático al momento de calificar

cuantitativamente la creatividad, poniendo un ejemplo concreto: En una clase de pintura con que

criterio se le otorga un número a la entrega final, que es un cuadro al óleo de tema libre; lo

máximo que podría hacer un profesor es tener en cuenta las condiciones iniciales (que el cuadro

efectivamente sea al óleo) y la puntualidad en la entrega, más allá de eso no hay manera de decir

cuantitativamente tú te mereces un 4,8 porque en mi opinión personal y subjetiva eres más o

menos creativo que tu compañero. No quiero decir con esto que todo esté bien en el arte, y que

absolutamente todo sea válido, lo que quiero decir es que las políticas institucionales que

incentivan a los estudiantes a volverse unos buscadores de promedio van en detrimento de la

enseñanza de las artes. Una solución global sería enseñar las artes (la música, la pintura, la


escultura, la poesía, el cine, la literatura, etc) en academias fueras del sistema numérico existente;

el problema con esto es que serían entidades supremamente difíciles de vigilar, sería casi

imposible garantizar calidad y consistencia en los resultados y aún peor todavía existe un estigma

social a aquellas personas que no tienen el certificado de una universidad. Puntualizados los

problemas, en los siguientes capítulos se desarrollarán cuatro prácticas pedagógicas que dentro

de la manera de enseñar las artes existente podrían contrarrestar un poco el efecto nocivo

planteado anteriormente. Estas cuatro opciones cambian la dinámica Enseñanza/Aprendizaje y

nutren desde la labor docente el brote de la creatividad en un ambiente académico propicio para

el ejercicio de esta.

Más Artistas y Menos Artesanos

En la era de la reproductibilidad técnica el arte y el papel del artista ha tomado un giro de

180º. El arte pasó de ser un trabajo manual a ser un trabajo intelectual, abriendo nuevas

perspectivas a lo que se puede hacer y a las maneras de concebirlo. Un artista no necesariamente

tiene que tocar el pincel para proclamarse dueño de una obra de arte, sin embargo saber trazar y

delinear finamente es una virtud que todo pintor debería tener. ¿Entonces cual es el papel de los

docentes en el salón de clase? más que una labor repetitiva que lleve al perfeccionamiento de una

técnica el estudiante debe aprender a pensar, y es nuestra labor como docentes, mediadores, guías

y catalizadores; acompañar al estudiante al proceso individual que lo lleva finalmente a pensar

como un artista. Como docentes debemos dejar atrás aquella vieja concepción del artista en su

taller y comenzar a pensar a los estudiantes como seres pensantes que son capaces de producir

ideas creativas si se les proporciona el espacio adecuado.


Debemos fomentar la creación y aplicación de conceptos pues las habilidades vendrán

por añadidura. El concepto que gobierna una obra de arte es más valioso que la manualidad, por

lo menos durante la etapa de la unviersidad. Además darle importancia al concepto nos dota de

herramientas como docentes para la calificación cualitativa y cuantitativa en términos de

coherencia. Si al principio del periodo académico el estudiante se propone trabajar un concepto

particular en su obra de arte, el docente puede luego calificar la coherencia que tiene el resultado

final con el concepto inicial, evitando caer en engorrosas discusiones subjetivas y notas basadas

en juicios de valor.

El Aula Expandida

Graham (1969) explica de manera clara la importancia del contexto en la labor docente:

El estudio de la escuela en su contexto social da una visión al maestro de muchos

problemas escolares complejos. Él será un mejor maestro si analiza sus propios valores y

los de su cultura. Él sabe por qué la escuela enseña lo que enseña y por que las

tendencias en la sociedad sugieren nuevos cambios en los planes de estudios. Conoce a

la crítica con juicios maduros, mejor entiende el comportamiento de los demás, y ofrece

liderazgo constructivo para la mejora de la educación. (p.5)

La vida académica no debe estar separada ni mucho menos de espaldas a la “vida real”.

Es cierto que los libros están llenos de información pero esta debe ser contrastada, revaluada y

adaptada al contexto particular en el que se dicta la clase. No debemos pensar el aula de clase

como una burbuja separa del mundo, como un invernadero con su propio microclima, sino como

una cápsula de exploración, el aula de clase es el lugar dónde podemos darnos el lujo de mirar al

mundo desde otra óptica. Nuestra labor como docentes no termina con ser conscientes del

contexto socio-político, histórico, cultural y económico dónde se dicta la clase sino que hay que


saber jugar ese contexto a nuestro favor y entretejerlo en el aula de clase para lograr una mixtura

perfecta entre academia y mundo real. Una conexión que intercambie saberes de manera bilateral

es particularmente necesaria en la enseñanza de las artes, usualmente miramos fuera de nuestro

periodo histórico y geográfico en busca de excusas, cegándonos a la cantidad de materia prima

que hay a nuestro alrededor un ecosistema de historias buscando ser contadas por medio del arte.

El docente debe entonces propiciar la búsqueda por parte de los estudiantes de esas cosas que

resaltan en el contexto y que podrían servir como prueba o refutación de aquello que dice en los

libros.

Clases Centradas en los Estudiantes y No en el Contenido

El contenido de una asignatura es fundamental para el desarrollo de esta, pero no es lo

único ni debe ser el eje central de una materia. Las experiencias significativas que tiene un

estudiante con el contenido son las que lo llevan al aprendizaje, entonces debemos centrar

nuestra atención en el estudiante y en cómo llega este al contenido. Vivimos en la era de la

información, tenemos miles y miles de textos al alcance de nuestros dedos esperándonos en

nuestros bolsillos, incentivando la curiosidad por esa información y por ese contenido podemos

hacer que cada estudiante llegue a ella de manera personal y significativa. Repito, el docente

debe ser un mediador de experiencias no un repartidor de contenido. Es por eso que resulta

impráctico intentar dar exactamente la misma clase a dos grupos de estudiantes distintos, cada

clase debe ser única pues los estudiantes que la conforman son únicos. El protagonista de una

clase, y no solo hablando de la pedagogía de la creatividad, debe ser el estudiante, es él quién

debe hacer preguntas no el docente.


Aprendizaje Basado en Problemas

El aprendizaje basado en problemas es una técnica pedagógica que está siendo usado

actualmente en las facultades de ingeniería y de diseño y la verdad muestra resultados bastante

positivos en el fomento de la creatividad entre los estudiantes. El aprendizaje basado en

problemas del mundo real tiene mucho que ver con lo que se hablaba anteriormente de la

importancia del contexto en la enseñanza y es una herramienta que podemos tomar de otras

disciplinas para traerlas al contexto de la enseñanza artísitica. El aprendizaje basado en

problemas es una manera de obligar a los estudiantes a conectarse con el mundo real y a pensar

otras maneras de solucionar un conflicto. Esta búsqueda constante de diferentes miradas, y el

conjunto de visiones que confluyen en el salón de clases es el caldo de cultivo perfecto para la

creatividad.

Un Párrafo a Manera de Conclusión

A manera de conclusión quisiera agregar que estás prácticas pedagógicas podrían

extrapolarse a la enseñanza de cualquier saber. No está limitado solo a la enseñanza de las artes,

pues la creatividad es elemento indispensable dentro de cualquier profesional integral. Existen

maneras de motivar a nuestros estudiantes a ser más creativos y es posible dentro del sistema en

el que nos enmarcamos hacer lo posible, desde la labor docente por que nuestros estudiantes se

monten en nuestros hombros y puedan ver un horizonte más amplio que el que nosotros

hubiéramos podido imaginar.


References

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Notas al pie

1 Cabe aclarar que existe una industria cultural y una industria artística que se enmarca en

los modelos de producción y acumulación de capital actuales. Sin embargo en el desarrollo de

este texto nos apegaremos a la segunda definición de arte del diccionario de la Real Academia

Española que dice que el arte es una “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se

expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos

plásticos, lingüísticos o sonoros.” Entendiendo que el quehacer artístico es por definición

desinteresado para efectos prácticos dejaremos a un lado la industria artística excluyendo esa

parte cuando en este texto se use la palabra “Arte”

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