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1 LA PARTICIPACION DESDE Y PARA EL SECTOR DE LA RECREACIÓN Esperanza Osorio Correa 1 Actualizado Julio de 2009 Este escrito se orienta a plantear reflexiones y algunas premisas relacionadas con la participación en recreación en general. Se parte del supuesto que el fortalecimiento del sector de la recreación, y de su capacidad de incidencia en el mejoramiento y cualificación de los contextos cercanos a las personas (barrio, comunidad, empresa, escuela), parte fundamentalmente del empoderamiento de sus actores y de sus propias competencias participativas, es decir, de un ejercicio ciudadano, que le permita ampliar y proyectar el papel que juega tanto al interior del sector, como en relación con otros sectores y la sociedad. Los contextos de recreación no son espacios ni ingenuos ni segregados de la vida cotidiana de las personas, por tanto, están estrechamente vinculados a todos los sucesos cercanos o lejanos (globales o locales) que lo afectan. De ahí que el ser y hacer de la recreación se enfrente a una realidad compleja y cambiante e influenciada por múltiples factores que atañen al sector y afectan la calidad de vida de las personas (el consumo, el entretenimiento nocivo, la sostenibilidad social, ambiental, económica). De ahí la necesidad de una reflexión seria y continuada sobre el papel ético y político de la recreación y del fortalecimiento del sistema y de ese inmenso colectivo que trabaja por y para la recreación en el país. CONSIDERACIONES INICIALES: Los múltiples vínculos de la recreación con la participación y la construcción de ciudadanía demandan actualmente una mirada multidimensional al papel que juega la misma en la sociedad, al rol del recreador y a sus prácticas, a los modos de facilitar espacios recreativos, y a la vinculación a discusiones ideológicas, políticas y disciplinares que ayuden a construir los argumentos que respaldan la defensa de la recreación como derecho. En este breve espacio se hace un análisis de los desafíos que se enfrentan como sector, a partir del marco mismo que plantea la Constitución Nacional, “Sistema Nacional de la Educación Física, La 1 Psicóloga, especialista en Gerencia Social, Magíster en Desarrollo Educativo y Social, Directora Ejecutiva Nacional Fundación Colombiana de Tiempo Libre y Recreación Funlibre - , investigadora del campo del ocio y la recreación. Dirección electrónica: [email protected]/[email protected]

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LA PARTICIPACION DESDE Y PARA EL SECTOR DE LA RECREACIÓN

Esperanza Osorio Correa1

Actualizado Julio de 2009

Este escrito se orienta a plantear reflexiones y algunas premisas relacionadas con la participación en recreación en general. Se parte del supuesto que el fortalecimiento del sector de la recreación, y de su capacidad de incidencia en el mejoramiento y cualificación de los contextos cercanos a las personas (barrio, comunidad, empresa, escuela), parte fundamentalmente del empoderamiento de sus actores y de sus propias competencias participativas, es decir, de un ejercicio ciudadano, que le permita ampliar y proyectar el papel que juega tanto al interior del sector, como en relación con otros sectores y la sociedad. Los contextos de recreación no son espacios ni ingenuos ni segregados de la vida cotidiana de las personas, por tanto, están estrechamente vinculados a todos los sucesos cercanos o lejanos (globales o locales) que lo afectan. De ahí que el ser y hacer de la recreación se enfrente a una realidad compleja y cambiante e influenciada por múltiples factores que atañen al sector y afectan la calidad de vida de las personas (el consumo, el entretenimiento nocivo, la sostenibilidad social, ambiental, económica). De ahí la necesidad de una reflexión seria y continuada sobre el papel ético y político de la recreación y del fortalecimiento del sistema y de ese inmenso colectivo que trabaja por y para la recreación en el país.

CONSIDERACIONES INICIALES:

Los múltiples vínculos de la recreación con la participación y la construcción de ciudadanía

demandan actualmente una mirada multidimensional al papel que juega la misma en la sociedad,

al rol del recreador y a sus prácticas, a los modos de facilitar espacios recreativos, y a la

vinculación a discusiones ideológicas, políticas y disciplinares que ayuden a construir los

argumentos que respaldan la defensa de la recreación como derecho.

En este breve espacio se hace un análisis de los desafíos que se enfrentan como sector, a partir del

marco mismo que plantea la Constitución Nacional, “Sistema Nacional de la Educación Física, La

1 Psicóloga, especialista en Gerencia Social, Magíster en Desarrollo Educativo y Social, Directora Ejecutiva Nacional

Fundación Colombiana de Tiempo Libre y Recreación – Funlibre - , investigadora del campo del ocio y la recreación. Dirección electrónica: [email protected]/[email protected]

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Recreación y el Deporte para el Aprovechamiento del Tiempo Libre”, y desde el papel del

recreador como colectivo y sujeto de derechos.

La Constitución Política de Colombia, 1991, plantea dentro de sus principios fundamentales2:

Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacifica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. Artículo 3. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece. Artículo 5. El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad. Artículo 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana. Artículo 8. Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.

El sólo analizar algunos de los principios de la carta política da cuenta de la corresponsabilidad que

los ciudadanos y ciudadanas tienen en los procesos de construcción de la sociedad colombiana. El

tránsito de un Estado de Bienestar a un Estado participativo, demanda el ejercicio de un papel

activo en la creación de las condiciones para que todos y cada uno cuente con la garantía para

ejercer sus derechos en la vida cotidiana dentro de principios de equidad e igualdad.

Se muestra está mirada bastante general de la constitución sólo como un llamado a la reflexión en

torno al papel que el sector de la recreación tiene en el proceso de construir la sociedad que se

quiere. Más allá del discurso que clama por la “construcción de nación” es la pregunta sobre cómo

desde la recreación efectivamente se contribuye a crear los escenarios y condiciones para

garantizar la calidad de vida y desarrollo humano de las personas en concreto.

Esta postura tiene profundas implicaciones sobre los conceptos y prácticas de la recreación; en

primera instancia, la discusión sobre el lugar que ocupa en la escala de necesidades de los seres

humanos; segundo; una posición crítica sobre los modelos de desarrollo impuestos que privilegian

la dimensión económica sobre otras dimensiones de desarrollo de los seres humanos; tercero; una

2 El subrayado es propio

3

toma de conciencia sobre las implicaciones éticas y políticas del sector de la recreación y sus

actores en particular sobre los procesos de transformación social.

Para el sector en particular este escenario lo desafía a ampliar sus discusiones desde una

perspectiva transdisciplinar, y aumentar su capacidad de comprensión de la realidad donde se

ponen en juego interacciones entre actores y un contexto marcado por diferencias sociales,

económicas, y culturales significativas, condiciones en las cuales se concretan las prácticas de

recreación.

En este contexto, hablar de ciudadanía activa y participación implica ubicar al sector de la

recreación en una dimensión más amplia, que tenga en cuenta nuevas perspectivas y procesos.

Así como la recreación no es un derecho “menor”, ni una necesidad subordinada en la vida de los

seres humanos, el “Sistema Nacional de la Educación Física, La Recreación y el Deporte para el

Aprovechamiento del Tiempo Libre”, no puede ser analizado sólo desde y para si mismo, sino en

relación con otros sectores, y la realidad del país.

La recreación como parte de la vida cotidiana de los seres humanos, las comunidades y las

organizaciones expone a los individuos a un cúmulo de información y experiencias que hacen

parte de su realidad, que conducen a preguntarse sobre cuáles son las posiciones, acciones y

desarrollos que el sector debe favorecer para no ser cómplices pasivos de un estado actual de

cosas que tienen efectos e impactos directos sobre el desarrollo de las personas.

En el tiempo libre, las personas asumen de manera responsable o no prácticas que le afectan a sí

mismo y a otros: Violencia en espectáculos culturales y recreativos, comportamientos

intolerantes, el entretenimiento con pornografía que explota sexualmente a los niños y las niñas;

promoción y mercadeo de formas de entretenimiento alienantes o que favorecen el consumo del

alcohol y sustancias ilícitas, una oferta institucional de recreación que ofende la inteligencia y

dignidad de las personas; y formas sutiles de discriminación por preferencia sexual, edad, situación

de discapacidad sólo por mencionar algunos aspectos.

Como afirma Rojeck:3

Los medios de comunicación, educación y turismo masivo plantean una relación diferente

entre los sujetos, las prácticas de recreación y la ciudadanía.

3 ROJECK, Chris, Leisure Theory. Principles and Practice. Palgrave Macmillan, 2005. Pág. 4

4

La sociedad civil genera múltiples, y en ocasiones, flujos discordantes de información

relacionados con la medicina genética, las amenazas ambientales, la inequidad y los derechos

humanos que eliminan la posibilidad de teorizar sobre la recreación como una dimensión

segregada de la vida.

Es en el tiempo de recreación donde los sujetos están más expuestos a la información y

opciones políticas relacionadas con los derechos y responsabilidades de una ciudadanía activa

y también de noticias acerca de cómo se violan o vulneran.

Las prácticas de recreación en el tiempo libre que involucran riesgo para si mismo y para otros

necesariamente conducen a considerar sus implicaciones éticas.

“En ocasiones la violencia se genera a partir de ciertas prácticas que se constituyen

en causales significativos en la explicación del abuso de las drogas, del

alcoholismo, las sexualidades peligrosas, la violencia y el asesinato”4.

La red de internet abre las puertas al desarrollo de actividades de entretenimiento que tienen

implicaciones directas sobre los hábitos de tiempo libre de las personas. Los estudios

demuestran que aunque reconocen las utilidades de esta herramienta, también alerta sobre

sus efectos negativos, principalmente sobre las relaciones de las personas.

Los efectos de los medios de comunicación de masas sobre la agresión; las consecuencias

negativas del Internet; la violencia generada por ciertos espectáculos de masa, son todas

expresiones que indudablemente pertenecen al mundo de la recreación5.

Este panorama, que se queda corto en relación con la complejidad de los contextos a los que se

enfrenta actualmente el sector de la recreación para contribuir a dar respuesta a las necesidades

de desarrollo del país y los miembros de la sociedad, se agrava por las condiciones de pobreza,

inequidad, conflicto y relativismo en las decisiones éticas, donde en ocasiones todo parece ser

posible, le plantean de manera urgente y prioritaria el desarrollo de capacidades en su estructura

y agentes.

Situación de la que el sector de la recreación ha tomado conciencia, muestra de ello han sido los

avances que ha tenido a partir de los procesos dinamizados desde las áreas de efectividad del Plan

Nacional de Recreación 2004 – 2009: Investigación, formación, vivencias y gestión.

4 ROJECK, Chris. Leisure and Culture, Macmillan Press Ltd., 2000.

5 RODRIGUEZ-SUÁREZ, Julio, AGULLÓ – TOMÁS, Esteban. Psicología Social y Ocio: una

articulación necesaria. En Psicothema, Vol. 14 No. 1 pp. 124-133, 2002.

5

Los agentes que hacen parte del campo de la recreación, han logrado sostener desde el año 1998

un proceso sostenido de posicionamiento de la recreación; dinámicas no exentas de tensiones,

pero que han creado condiciones de posibilidad para su desarrollo.

No es gratuito haber logrado mantener la continuidad a través de dos periodos (1998 – 2002,

2004-2009), con el soporte de algunos funcionarios de Coldeportes; lo cual ha sido posible a la

participación de múltiples actores, la consulta de la realidad, la armonización con políticas y planes

nacionales y sectoriales entre otras.

Lo anterior implica reconocer que ha sido una tarea de fortalecimiento gradual, que aún deberá

consolidarse, y aumentar su capacidad para construir escenarios democráticos y participativos;

problema que no es único de la recreación.

De ahí la importancia de abordar intencionalmente y de manera colectiva el fortalecimiento del

“Sistema Nacional de la Educación Física, La Recreación y el Deporte para el Aprovechamiento del

Tiempo Libre”, desde la participación y reconocimiento de sus actores y dándole el lugar que

corresponde a la recreación dentro del sistema.

RECREACION, CIUDADANIA ACTIVA Y PARTCIPACIÓN

El tema de la ciudadanía se ha convertido en las últimas décadas en un concepto central,

particularmente por que ésta resume muchas de las discusiones mantenidas en la teoría social y la

política acerca de los vínculos que mantienen los individuos con el Estado, los derechos y las

obligaciones de aquellos a cambio de ser reconocidos como miembros de una comunidad

determinada.

A partir de los desarrollos que se han dado toma fuerza la idea que la ciudadanía es un tema que

trasciende las discusiones de políticos y académicos, y que se incorpora como debate político y

discusión cotidiana de los ciudadanos dada su trascendencia en múltiples aspectos de la vida social

y la diversidad de enfoques que existen.

Entre las ideas fuerza dentro de este campo está el de “ciudadanía activa”, donde se identifica un

acuerdo en cuanto a la necesidad de promoverla con dos planteamientos centrales: por una parte,

plantean el hecho que la discusión sobre derechos y deberes es complementaria y la obligación

cívica es implicarse y participar en la marcha de los asuntos de la comunidad de pertenencia; y por

otra parte, el hecho que los ciudadanos se quieren hacer oír demanda la adaptación de las

6

estructuras representativas para hacer posible la participación directa en la discusión de los

problemas y en la toma de decisiones sobre los mismos.6

Avanzar sustancialmente de la democracia representativa a la democracia participativa replantea

tanto la estructura y funciones del Estado como el papel de los ciudadanos. La corresponsabilidad

Estado- ciudadanía, en este contexto significa entre otros aspectos que si bien no le quita a los

gobiernos su responsabilidad frente a la creación de condiciones para garantizar y proteger sus

derechos también le asigna a los sujetos que hacen parte de esa sociedad ser parte activa en este

proceso.

Desde esta perspectiva, los miembros de la sociedad dejan de ser “clientes” que esperan que el

Estado les satisfaga unas necesidades, a ser aportantes creativos en la creación de tales

condiciones y a ejercer tanto derechos como deberes, en lo público y en lo privado. La

construcción de ambientes democráticos en la familia, la responsabilidad sexual, estilos de vida

saludables, el cuidado de si mismo y del ambiente, son aspectos que se dan como producto de los

servicios del Estado y de los sujetos individual y colectivamente.

Así, se da un nuevo debate y reflexión en cuanto a un replanteamiento de la posición de los

ciudadanos en relación con sus posibilidades de participación en un gran número de áreas de la

vida social y política y de la capacidad de influencia política que poseen los ciudadanos cuando se

convierten en actores a través de sus prácticas.

Un planteamiento que se considera útil para esta discusión en relación con el ejercicio de la

ciudadanía desde y para la recreación es la tipología de ciudadanía de Brian Turner citada en el

texto “Construcción de una ciudadanía activa entre los jóvenes”, donde señala dos dimensiones: la

activa/pasiva y la pública/privada, que se asumen aquí como posibilidades de reconfiguración del

ejercicio que los actores del “Sistema Nacional de la Educación Física, La Recreación y el Deporte

para el Aprovechamiento del Tiempo Libre” pueden hacer (Figura No. 1).

Figura No. 1: La ciudadanía en lo público y lo privado

6 BENEDICTO, Jorge. El cambiante escenario de la participación ¿Hacia una política participativa? Publicación en Zona Abierta

106/107, 2004. En www.fesweb.org.

Privado Público

Vida cotidiana

Cuidado de si mismo y otros

Defensa del derecho

a la recreación de sí mismo y sus

significativos

Ejercicio de sus

responsabilidades éticas, políticas, educativas como

agente que media la oferta

de recreación Responsabilidades sobre su

propia cualificación

Participación en la

formulación, ejecución y evaluación de la

oferta

Participación y organización como

colectivo

7

Así la participación como concreción del ejercicio ciudadano, transita entre la vida privada de

quienes hacen parte del sistema, los modos en que se facilita la vivencia en los contextos de

recreación y su incidencia en las decisiones políticas que afectan el acceso y calidad de la oferta de

programas y servicios.

La participación y construcción de ciudadanía es un proceso continuo en la vida de los sujetos y

está atravesado por sus propias construcciones, sentidos y significados de lo público, en muchas

ocasiones permeado por la desesperanza, la desconfianza en lo político, la política y los partidos,

lo que en si mismo se constituye en un obstáculo para el ejercicio de la ciudadanía.

Sin embargo, como anota Mouffe citado por Benedicto,7 a pesar de esta desafección política se

mantiene el convencimiento de las preferencias sobre los valores democráticos, no así en sus

instituciones y representantes, ha llevado al surgimiento de un ciudadano crítico, que se asumen

como los impulsores de las reformas institucionales para mejorar el sistema representativo y

aumentar las oportunidades de participación de los ciudadanos a través de otros canales de

expresión de demandas y necesidades.

Lo que significa reconfigurar la sociedad desde abajo, donde a los agentes externos al sistema

político se les permite aparecer en el escenario del diseño social, dando lugar al surgimiento de un

ciudadano reflexivo que decide ser activo en el espacio público8 aunque lo hace de una manera

diferente al prototipo tradicional de ciudadano comprometido ideológicamente -aunque no deja

de estarlo en su condición de sujeto político -.

7 BENEDICTO, Jorge. El cambiante escenario de la participación ¿Hacia una política participativa? Publicación en Zona Abierta

106/107, 2004. En www.fesweb.org. 8 “… el espacio público es un mecanismo fundamental para la socialización de la vida urbana. Los proyectos y la gestión de los

espacios públicos y equipamientos colectivos son a la vez una oportunidad de producir ciudadanía y una prueba del desarrollo de la misma. Su distribución más o menos desigual, su concepción articuladora o fragmentadora del tejido urbano, su accesibilidad y su potencial de centralidad, su valor simbólico, su polivalencia, la intensidad de su uso social, su capacidad para crear ocupación, su capacidad para fomentar nuevos “públicos”, la autoestima y el reconocimiento social, su contribución para dar “sentido” a la vida urbana, son siempre oportunidades que nunca habrían de desaprovecharse para promover los derechos y obligaciones políticas, sociales y cívicas constitutivas de la ciudadanía” … “En los espacios públicos se expresa la diversidad, se produce el intercambio y se aprende la tolerancia. La calidad, la multiplicación y la accesibilidad de los espacios públicos definirán en gran medida la ciudadanía. Su polivalencia, su centralidad, su calidad generan ciertamente usos diversos que entran en conflicto (de tiempo y espacios, de respeto o no del mobiliario público, de pautas culturales distintas, etc.) pero también pueden ser una escuela de civismo”. En BORJA, Jodí. Espacio público y espacio político. Versión abreviada del capítulo 6 del libro “La Ciudad Conquistada” (2003). Alianza, Madrid. En http://www.urbalvalparaiso.cl/p4_urbalred14/site/artic/20031119/asocfile/Borja.pdf.

8

Así la ciudadanía implica un tránsito permanente de la participación de lo individual a lo colectivo,

de lo público a lo privado, no es un momento en el tiempo, sino una construcción permanente que

le permite a los sujetos satisfacer sus necesidades y por ende aportar a la garantía y protección de

sus derechos y de aquellos en condiciones de vulnerabilidad.

LA PARTICIPACIÓN COMO UNA NECESIDAD HUMANA:

Desde el enfoque de desarrollo a escala humana, la participación es una necesidad que favorece la

construcción de satisfactores sinérgicos para múltiples necesidades que abren espacios de

creación y exploración, de crecimiento y desarrollo.

En la matriz de necesidades y satisfactores de este enfoque la participación se plantea como se

muestra en el cuadro siguiente.

Cuadro No. 1: La participación en el enfoque de desarrollo a Escala Humana Necesidades según

categorías existenciales

Necesidades según categorías axiológicas

Ser Tener Hacer Estar

Participación

Adaptabilidad, receptabilidad, solidaridad, disposición, convicción, entrega, pasión, humor

Derechos, responsabilidades, obligaciones, trabajo

Afiliarse, cooperar, proponer, compartir, discrepar, acatar, dialogar, acordar, opinar

Ambitos de interacción participativa, partidos, asociaciones, iglesias, comunidades, vecindarios, familias

La participación desde este enfoque se constituye en un satisfactor sinérgico que posibilita la

realización de otras necesidades (protección, subsistencia, afecto, entendimiento…) y que a su vez

le demanda a la persona la responsabilidad de asumirse como sujeto capaz de transformarse,

comprometerse, organizarse, apropiarse de la realidad y comprenderla, desarrollar habilidades,

demandar, entre otras, como se muestra en la figura No. 2.

9

Figura No.2: La participación como necesidad humana desde el enfoque de desarrollo a Escala

Humana

Desde esta perspectiva el ejercicio de la participación es la interacción de procesos y competencias

que tienen como propósito crear condiciones para la transformar la realidad y los contextos en

beneficio de sujetos y colectivos como se muestra en el cuadro siguiente:

Transformar Cambiar para mejorar las condiciones

Reflexionar Pensando en los efectos e impactos a largo plazo

Implicar Al mayor número de colectivos y sujetos, especialmente vulnerables

Articular Poner en relación recíproca los distintos actores, colectivos y territorios

Construir Crear conjuntamente

Conocer La realidad, los recursos y las potencialidades

Aprender Educar en el diálogo, el consenso y la solidaridad

Comunicarse Con los iguales y los diferentes

Habilitar Cualquier sujeto puede acceder a las habilidades políticas

Gratificar Generando sentimiento de satisfacción

Exigir La participación como derecho

Ciudadano crítico, reflexivo, sujeto

político Dimensiones

personal - social

Derechos y espacios de participación

Condiciones

Público – Privado Macro - Micro

Actividades, acciones, comportamientos

Organizarse, cooperar, articularse

Participación

SubsistenciaA

fecto

Ente

nd

imie

nto

10

En este sentido Trilla y Novella (2001), plantean que esta capacidad involucra competencias

participativas, las cuales categoriza en cuatro dimensiones como se muestra en la figura No. 3.

Figura No. 3: Competencias participativas (Adaptado de Trilla y Novella, 2001)

Aprender a conocer involucra conocimiento sobre los propios derechos, tener acceso a la

información necesaria para participar y desarrollar capacidad crítica que le permita generar

conocimiento sobre la realidad.

Aprender a hacer, se relaciona con las habilidades, destrezas, procedimientos, actitudes y valores

que sustentan la acción participativa, es decir, permiten actuar.

El aprender a vivir juntos se refiere a las habilidades sociales, las competencias lingüísticas y

dialógicas, la empatía y manejo de estrategias para la resolución de conflictos que permiten

relacionarse.

Aprender a ser se relaciona con el desarrollo de la identidad personal y social, que le permiten

expresarse como sujeto y reconocerse a sí mismo como ciudadano.

APRENDER A

CONOCER

APRENDER A SER

APRENDER A SER

APRENDER A VIVIR JUNTOS

11

Como anota Alguacil9 la participación se satisface en primer lugar en el ámbito de la vida cotidiana,

donde las estructuras del gobierno y la sociedad se interpretan como satisfactores sinérgicos que

procuran oportunidad política para una participación genuina, integral e inclusiva.

Niveles de participación:

Los escenarios de recreación se constituyen en un espacio que ofrece oportunidades pedagógicas

tanto para el ejercicio de la participación como para el desarrollo de la misma como capacidad.

La escalera de participación propuesta por Alguacil,10 propone un proceso gradual en el que la

implicación del ciudadano aumenta tanto en incidencia como en capacidad personal y colectiva de

manera gradual. Las condiciones de posibilidad varían de acuerdo a los contextos, su estado

desarrollo, grado de organización de los actores, entre otras.

Para el caso de la recreación, los territorios cuentan con diferentes niveles de recreación e

incidencia y relaciones entre sus actores (entre las instituciones que representan el sistema y la

administración local, o de éstos con los ciudadanos recreadores, universidades, organizaciones sin

ánimo de lucro; entre las organizaciones privadas, entre otras); una oferta de servicios diversa en

equidad, igualdad y oportunidades de inclusión; con enfoques múltiples en relación con los

conceptos y prácticas de recreación; cuentan o no con espacios de participación para los niños,

niñas, jóvenes, adultos mayores, personas en situación de discapacidad; sólo por mencionar

algunos aspectos que son determinantes en la creación de condiciones para el ejercicio de una

ciudadanía activa.

Es importante mencionar, que la falta de autonomía, de recursos, de formación, de métodos, ha

hecho que organizaciones en los territorios que compiten por lo escasos recursos públicos

destinados a la recreación se conviertan en apéndices de lo público y se desvinculen de la base

social. Aspecto fundamental en el establecimiento de una relación constructiva y crítica con la

administración.

Para avanzar en la capacidad de incidencia será necesario entonces que en los territorios, la

capacidad de organización de los grupos de recreación, profesionales e instituciones se movilice,

agrupen y construyan objetivos comunes más allá de los intereses individuales.

9 ALGUACIL GÓMEZ, Julio. Los desafíos del nuevo poder local. La participación como estrategia

relacional en el gobierno local. En www.revistapolis.cl 10

Op cite, Pág., 5.

12

Figura No. 4: Escalera de participación (Fuente: ALGUACIL GÓMEZ, Julio. Los desafíos del nuevo poder local. La participación como estrategia

relacional en el gobierno local)

13

Movilizaciones que preferiblemente deben estar mediadas por la elaboración de documentos,

recolección de información sobre las experiencias y resultados del campo de la recreación y

propuestas que permitan dar continuidad a un trabajo de más de tres décadas.

Por último el conocimiento y manejo de los mecanismos formales de participación que ofrece la

institucionalidad, son medios que pueden ser utilizados, pero cuya calidad e impacto igualmente

depende la disposición de los actores y el uso que hagan de la estructuras de poder en las que

están inmersos.

Condiciones para la participación:

Como se pudo observar en el apartado anterior, la participación se construye, como capacidad

requiere un conjunto de competencias que la hagan posible y que se forma desde la primera

infancia. La constitución como sujetos éticos y políticos es un proceso que se da a lo largo de la

vida y requiere de agentes y condiciones que lo faciliten.

La participación como una expresión de la ciudadanía, demanda condiciones particulares para su

viabilización en los programas de recreación y otros contextos:

Fundamentalmente demanda el reconocimiento de la participación como derecho para todos

y todas las ciudadanas de todos las características y generaciones. Se parte de la premisa que

los seres humanos cuentan con las condiciones básicas para ser parte activa de los procesos

de desarrollo que se dan en su vida, y que es en el ejercicio diario de sus derechos y de sus

vivencias que se construye y fortalece la capacidad de participación.

Esta condición exige del talento humano del sector y sus instituciones superar imaginarios y

estereotipos negativos asociados a la edad, la clase social, la raza, por mencionar algunas

aspectos, y aproximarse a quienes participan en los procesos recreativos desde condiciones de

igualdad y equidad.

Facilitar la participación exige a las instituciones y organizaciones, públicas, privadas, sociales

que ofrecen y amplían las oportunidades de recreación para la población replantear sus

diseños institucionales de tal manera que generen los mecanismos y espacios que concreten el

tipo de relación que establecen con la ciudadanía.11 Es decir, explicitar si comparten el poder

de toma de decisiones con la población y como asumen la obligación de facilitarlo a través de

los diferentes mecanismos de participación existentes, que como se sabe no son suficientes

11 En este texto se asume que los niños, las niñas y los jóvenes son ciudadanos en construcción que deben ser legitimados y reconocidos como tales en los espacios sociales y políticos.

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sino que deben estar soportados por una cultura y prácticas de planificación y toma de

decisiones que lo viabilicen.

Como consecuencia de lo anterior, facilitar la participación requiere crear espacios cualificados

para que ésta se haga posible. Dichos espacios son las instituciones mismas, los parques, el

espacio público, es decir todos aquellos donde se da la vivencia recreativa. Pero no se trata tan

solo de un espacio físico, son más bien escenarios mediados por procesos de interacción, que

construyen un tejido entre la comunidad y quien tiene la responsabilidad de ampliar las

oportunidades de recreación. La construcción de sujetos, de identidad y de colectivo que se da

en este intercambio de sucesos, subjetividades e intereses, es lo que hace posible la existencia

de estos lugares.

El reconocimiento de la diversidad es condición necesaria para crear y movilizar espacios de

participación. Se derive ésta de la raza, la cultura, la edad, el género, deben ser considerada

por quienes facilitan la vivencia recreativa y la participación de las personas en ella.

Igualmente involucra la comprensión a códigos de comunicación diversos que trascienden la

expresión verbal o escrita, en este sentido el juego y el arte, mediadoras por excelencia de los

procesos recreativos son una oportunidad inigualable para acercarse a la comprensión y

reconocimiento de la diversidad.

La participación como medio y como fin: la vivencia crea un tejido de relaciones a los que los

participantes le dan sentido desde sus propios valores e ideología. En estos contextos se

normatizan y legitiman comportamientos y visiones de mundo que están influencias por los

contextos particulares de los actores.

De esta manera los contextos de recreación son una oportunidad tanto para facilitar la

participación de las personas como para favorecer procesos de formación de la misma como

capacidad. Por lo tanto, es de primera importancia que quienes diseñan, operan y evalúan los

programas de recreación, hagan sus propios diseños de los procesos recreativos.

A modo de ejemplo, en la figura No. 5, se presentan los niveles en los cuales se puede

favorecer y formar para la participación desde la recreación.

15

Figura No. 5: Niveles y espacios de participación en recreación

Como se puede observar en el esquema anterior las posibilidades, espacios, técnicas y

mecanismos de participación son múltiples, depende en gran medida de una voluntad

política que se traduzca en una cultura institucional y de las comunidades dispuestas a

afrontar la complejidad, conflictos y retos que demanda el ejercicio activo de la misma.

Ciclo/Niveles Información Consulta Iniciativa Concertación

Identificación del problema

Estudio de alternativas

Decisión

Ejecución

Seguimiento y evaluación

De

abaj

o h

acia

arr

iba

Formulación, ejecución y evaluación de políticas

Instituciones y empresas: mecanismos formales de

participación

Programas y proyectos

Diseño Ejecución Evaluación

16

Es importante hacer un llamado de atención en los programas y proyectos, los cuales se

cualifican significativamente en la medida que se involucre a los participantes desde su

diseño, para lo cual es posible acudir a comités locales formales o informales, redes,

voluntariados, que garanticen la presencia de la comunidad en los procesos.

Otra condición que contribuye a aumentar la capacidad de participación del talento

humano, sus instituciones y la comunidad, es la creación de procesos continuos de

producción, sistematización, difusión y apropiación de conocimiento que ponga en

interacción el saber de las instituciones, de las comunidades, las universidades, los

profesionales y demás actores involucrados, de tal manera que se logre como resultado un

mayor conocimiento de la realidad y una mayor comprensión de la misma.

LA OFERTA DE RECREACIÓN Y LA VIVENCIA COMO ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN:

Los institutos de recreación y deporte, las corporaciones, las organizaciones sin ánimo de lucro, las

empresas privadas de recreación, las organizaciones de base, las entidades sectoriales (educación,

salud, social), son los responsables de garantizar y proteger el derecho a la recreación para todas

las generaciones.

Sin embargo, son personas: profesionales de la recreación y otras áreas, recreadores empíricos,

planeadores, administradores, gerentes, quienes toman las decisiones sobre la oferta, su calidad,

enfoque y características.

El ejercicio responsable de su rol se relaciona tanto con su desarrollo y desempeño profesional,

como con su responsabilidad ética como ciudadano de procurar las condiciones de accesibilidad.

La accesibilidad se refiere a la capacidad del sistema para que las personas tengan la oportunidad

de disfrutar de alternativas de recreación; tal capacidad se refleja en servicios, programas,

proyectos que respondan a las características del ciclo vital, a situaciones de discapacidad, a los

niveles de desarrollo, a su cultura, tiene en cuenta también el acceso geográfico y económico.

Una accesibilidad real tiene relación directa con un talento humano formado, con métodos y

mecanismos que demandan capacidad técnica, de operación y gestión; así como al manejo de

herramientas mínimas de investigación que garanticen conocimiento y comprensión de las

realidades en las que se da la oferta.

La garantía de los beneficios de la recreaciones entonces un problema que atañe a todos los

actores del sistema; por ello, el planteamiento del Plan Nacional de Recreación en los dos últimos

17

periodos (1998 – 2002, Y 2004- 2009) ha sido desarrollar capacidad sectorial – y por tanto de sus

agentes – para contar con las capacidades políticas, técnicas, de gestión, económicas y de

conocimiento para contribuir al desarrollo humano y la calidad de vida de los miembros de la

sociedad con equidad e inclusión.

La inclusión en este contexto se refiere tanto al acceso a la oferta de las personas en condiciones

de vulnerabilidad económica, social, o psicológica, como a la creación de contextos de recreación,

donde se da el encuentro cara a cara con el participante, en los cuales por principio deben basarse

en la no discriminación por edad, preferencia sexual, género, etnia o condición de discapacidad.

En este aspecto es determinante, el papel que juegan los recreadores en el diseño técnico, la

operación y particularmente las interacciones que se provocan en la vivencia, espacio en el cual el

recreador tiene oportunidades pedagógicas significativas para que ésta sea realmente una

experiencia transformadora.

Es el espacio de la vivencia, donde se tiene la oportunidad de promover desarrollos y aprendizajes

que potencien la capacidad de participación de las personas dado que la recreación en este

sentido se concibe como:

Un espacio de interacciones sociales (actividades sociales de carácter colectivo,

conversaciones y asociaciones, fiestas municipales y de barrio, vida familiar) en los cuales se

dan procesos de convivencia y enriquecimiento individual y social, que se constituyen en

oportunidad para la conformación de redes de apoyo y la participación en la comunidad.

Contextos de desarrollo y enriquecimiento del autoconcepto: Construcción de identidad

derivada de la pertenencia a determinados grupos y del estatus que se tenga en ellos a través

de habilidades especiales que demandan ciertas prácticas de recreación, mediante la

utilización de referentes identificadores (como la ropa, insignias, etc.); o prácticas de

recreación que poseen sus propias reglas, normas, creencias12.

Así se construyen estereotipos en su dimensión de prejuicio-norma como en lo individual

social que se expresan en situaciones de discriminación por género, preferencia sexual, edad,

situación de discapacidad.

En este sentido, estos contextos se configuran como lugar privilegiado para resistir

estereotipos excluyentes y discriminatorios y favorecer la construcción de conceptos e

12

ARGYLE, Michael.The social psychology of leisure. Nueva York: penguin Books, 1996.

18

imaginarios que movilicen una convivencia basada en la tolerancia, la equidad y la práctica

intergeneracional y multicultural.

Contextos de autorrealización del ser humano es un proceso dinámico que crea un ámbito de

mejora relacionada con el conocimiento, las habilidades y la toma de conciencia respecto a sí

mismo y a los otros.13

Todas las anteriores condiciones necesarias para desarrollar la capacidad de participación y

espacio para generar procesos de empoderamiento. Lo anterior no indica sujetar la vivencia

recreativa a una intencionalidad estricta, es tan simple como procurar las condiciones para que los

seres humanas tengan la opción de tener una vivencia que lo favorezca en su desarrollo y que les

permita “ser” y expresarse como seres humanos.

Como anota Cuenca, el ocio es un área de experiencia, un recurso de desarrollo, una fuente de

salud: Particularmente la dimensión solidaria del ocio autotélico se entiende como “vivencia

altruista, de la satisfacción enraizada en el hecho de ayudar desinteresadamente a otros,

independientemente de la actividad realizada en sí misma. Se concreta en la acción de los grupos

de voluntariado o asociaciones de ocio, abundantes en comunidades abiertas, en las que madura

la responsabilidad y el compromiso”.14

Dimensión en la cual la recreación puede plantearse un desafío importante en relación con su

contribución al desarrollo social y educativo y ello significa un ejercicio ciudadano desde el

ejercicio profesional.

Trilla citado por Cuenca plantea que la acción educativa del ocio debe aportar a superar las

limitaciones de la libertad relacionadas con las barreras del contexto (disponibilidad de espacios,

medios, instituciones recreativas en diversidad y riqueza); la imposición de códigos sociales que

mantengan estereotipos y tradiciones selectivas o discriminatorias y potenciar actitudes y valores

de ocio acordes al principio básico de la equidad; favorecer el desarrollo de aptitudes,

capacidades, habilidades y predisposiciones necesarias para hacer viables las actividades de ocio

autotélico.

Si como organizaciones y profesionales de la recreación se logran los objetivos aquí planteados se

podrá afirmar que se fortalece al desarrollo del sector, sus agentes y las comunidades sobre las

que se tiene influencia.

13

CUENCA CABEZA, M. Pedagogía del Ocio: Modelos y propuestas. Bilbao, Universidad de Deusto, 2004. 14

Ibidem, Cuenca Cabeza, pág. 39

19

LA CONSTRUCCIÓN DEL TALENTO HUMANO QUE TRABAJA EN RECREACIÓN COMO SUJETOS

INDIVIDUALES Y COLECTIVOS:

No es nuevo afirmar que la formación del talento humano es base fundamental para garantizar la

calidad de sus prácticas. En este sentido las universidades que forman profesionales, y algunos de

los institutos y organizaciones que ofrecen programas de formación para el trabajo y el desarrollo

humano, están en una dinámica de cualificación de los mismos que intenta apuntarle al desarrollo

de capacidades y competencias que les permita responder a la complejidad de las demandas

actuales en todos los aspectos.

El breve llamado de atención que se hace en este aparte se refiere a la construcción del talento

humano como sujeto individual (ético, de conocimiento, político), y colectivo.

El estatus del recreador (profesional o no) en nuestro medio está atravesado por los imaginarios

que se tienen en relación con la recreación misma, la cual es considerada en muchos casos una

necesidad de segunda categoría, y por otra parte se asocian con el “perfil” y características que se

le asignan en virtud de las actividades que realiza (recreador de megáfono) y a las malas prácticas

en el sector.

Los imaginarios entonces ponen al recreador – aquel que se ha formado en la práctica y en

algunas ocasiones al profesional – en una posición de subordinación frente a los profesionales de

otros campos, desconociendo las singularidades de su perfil, particularidades que se derivan de un

campo que demandan en ocasiones transgredir estereotipos, estructuras y métodos para abordar

su praxis; ligado en gran medida a la premisa que el juego y las actividades que rompen la

formalidad y racionalidad técnica son poco serias.

Asumir al recreador como igual frente a otros campos, significa reconocer que son actores con

capacidad para intervenir socialmente. Si bien, los recreadores no constituyen una categoría social

– raza, clase – si puede afirmarse que constituyen un colectivo cualitativa y cuantitativamente

significativo, que realiza unas prácticas que lo definen y le dan identidad, pero que igual lo han

hecho objeto de discriminación, que se ha agravado para el talento humano en virtud de la

flexibilización laboral, el recorte de recursos para la recreación entre otras.

La búsqueda de identidad del talento humano que trabaja en recreación – en cualquier ámbito –

pasa por reconocer los intereses comunes y el papel que han jugado histórica y actualmente en la

construcción de la recreación como campo. Para ello es necesario el fortalecimiento de una

20

identidad colectiva que está determinada por su constitución como sujeto individual, más aún

cuando ha hecho de la recreación un determinante de su desarrollo personal y profesional.

Como colectivo, se configura a partir de sujetos que ocupan lugares diversos en las estructuras de

poder, en experiencias y conocimientos, pero que sin embargo, desde tales lugares han

compartido las consecuencias del débil posicionamiento de la recreación sobre el reconocimiento

a sí mismos o sus logros.

El desafío como colectivo es superar entonces el lugar de discriminación, de inestabilidad laboral, y

de ausencia de reconocimiento en virtud de los imaginarios negativos asociados a la recreación y

que obstaculizan el desarrollo de un número significativo de personas dedicadas a este campo.

Castells15 entiende la identidad como:

“el proceso mediante el cual un actor social se reconoce a sí mismo y construye el

significado en virtud sobre todo de un atributo o conjunto de atributos culturales

determinados, con la exclusión de una referencia más amplia a otras estructuras

sociales. La afirmación de la identidad no significa necesariamente incapacidad para

relacionarse con otras identidades (por ejemplo, las mujeres siguen relacionándose

con los hombres) o abarcar toda la sociedad en esa identidad (por ejemplo, el

fundamentalismo religioso aspira a convertir a todo el mundo)”

Tal identidad se construye, como el mismo autor lo refiere, como una resistencia producto de las

condiciones del recreador y la estigmatización que se ha hecho de este rol. Castells aporta el

concepto de “identidad de proyecto”, que se da cuando los actores sociales, basándose en los

materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posición

en la sociedad y, al hacerlo, buscan la transformación de toda la estructura social” estas producen

sujetos, los cuales entiende, a la manera de Touraine, como actores sociales colectivos mediante

los cuales los individuos alcanzan un sentido holístico de su experiencia”.

La recreación se inserta cada vez con mayor profundidad en dinámicas de cambio social con el

propósito de contribuir a crear escenarios reales de igualdad y equidad, como en cualquier otro

campo, sustenta su praxis y reflexiona sobre su quehacer para garantizar los resultados de

desarrollo sobre las personas. Construir identidad de proyecto desde ahí, desde sus productos

como campo, aportan al sentido que el recreador le da a su práctica, que el gerente le da a sus

15

CASTELLS, Manuel. La Era de la Información (Vol. 2): Economía, Sociedad y Cultura. El Poder

de la Identidad. Alianzas Editorial, S.A., 2003.

21

decisiones y acciones, que el político o planificador sectorial da su capacidad de incidencia en las

estructuras de poder.

Por ello la necesidad de continuar el trabajo por ganar legitimidad y autonomía que pasa

necesariamente por el desarrollo de capacidades de sus actores.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

Se parte de la premisa fundamental que la participación es un hecho posible pero desafiante dado

que exige a los actores cambios fundamentales de paradigma en cuanto a su relación con el

Estado y entre las comunidades mismas.

Generar una ruptura y fortalecer el sentido de corresponsabilidad que le atañe a la sociedad y las

obligaciones que le corresponden al Estado, involucran una visión crítica de sus papeles frente a la

construcción de escenarios que garanticen los derechos de todos y todas y particularmente el de

la recreación.

En este sentido, se parte del hecho que la participación es una capacidad que se construye entre

todos y que afianza ejerciéndola en el ámbito de la vida cotidiana y en relación con aquello que

afecta de manera directa la vida de las personas.

Participar significa incidir sobre las estructuras de poder y los procesos de toma de decisiones

fundamentales, por lo tanto, se considera que ésta no se remite a la participación en un proyecto,

programa o evento puntual, sino que es parte de un proceso que involucra las políticas, las

instituciones, y la oferta de recreación local.

Involucra por lo tanto como propósito el fortalecimiento del “Sistema Nacional de la Educación

Física, La Recreación y el Deporte para el Aprovechamiento del Tiempo Libre” para lograr que la

recreación ocupe un lugar en condiciones de equidad en la política, los planes y programas en

relación con el deporte y la actividad física.

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