La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt...

6
SENDEROS CAPILARIDADES La melancolía en la siquiatría contemporánea segunda parte Héaor Pérez-Rincón* Alo largo de la segunda mitad del siglo xx, el concepro de depresión ha sufrido diversas modificaciones de acuerdo con la evolución de la siquiatría. El carácter nulógeno de la sicosis maniaco-depresiva remiúa necesariamente a una depresión fXÓgeno. futa fue considerada, en opo- sición ala anterior, como sicógeruz. Dentro de una per.;pectiva etiológica, el siquiaera Kielholz, de Basilea, distinguió, en los años sesenta, tres formas: la neurótica, la reactiva y la de agotamiento. Las de- presiones neuróticas tendrlan su origen en siruaciones conflictivas de la infancia, parcial o completameme reprimidas. Las depresiones reactivas serían trastornos del humor o del afecto relacionadas de manera inmediata con un aconteci- miento traumático, mientras que las de agoramiento serían reacciones o desa- rroUos depresivos simples motivados por una exposición prolongada a situacio- nes generadoras de estrés afectivo, conscientes, crónicas y recidivantes. En esa misma década. varios autores de la Uamada Escuela de Sto Louis, de la Universidad de Washington, incrodu- distinción entre depresión y depresión secundaria, que más pertinente para la Investigación genética. El diagnóstico d, depresión primaria se establece a pareir de la existencia del síndrome de . d PreslVO, e la ausencia de orros ante- cedentes de trastorno síquico fuera de los e' d' pISO lOS maniacos o depresivos, y de la ausencia de patología somática que preceda o acompañe al síndrome dep . reslVO. Todo cuadro que no cumpla eseas condiciones será catalogado como secundario. Según esta subdivisión, las 11 Escritor y siquiatra Alfredo Sindair. Panamá depresiones secundarias pueden ser, a su vez, o bien somatógenas, o bien relacio- nadas con ouos síndromes siquiátricos. En el primer caso, se recurre al califica- tivo de somatógeno cuando el síndrome afectivo se da a la vez que una enfer- medad física o es consecuencia de ella, aunque en este caso también desempeñan un papel importante la predisposición hereditaria y la personalidad del pa- cienee. En el segundo caso, el síndrome depresivo puede aparecer en sujetos que muestran al mismo dempo otros diag- nósticos siquiátricos, como aJgunas de las todavía emonces llamadas neurosis (la obsesiva, la de angustia, la hisreria conversiva), en personalidades pato- lógicas y en personas alcohólicas. Ahora bien, el cuadro de la llamada neurosis depresiva correspondia, de acuerdo con esta clasificación, a una variedad de depresión primaria. En la década de Jos setenta se manifestó la tendencia a englobar la depresión y la excitación maniaca bajo un solo término. En Francia se usó troubles thymiques y en Estados Unidos, affictivt disordm. Esta moda tuvo tal éxito que la propia esquizofrenia fue clasificada demro del grupo de los non- affictiv< disordm. En esta misma década se empez6 a utilizar el diagnóstico de mfernudnd afectiva nu/ógma para calificar a la icosis maniaco-depresiva kraepeliniana. por considerarlo más adecuado. Hay que señalar que Leonhard, uno de los auto- res más distinguidos de la siquiatrCa germánica del siglo xx, había con- siderado en 1962 como enfermedades distintas la fOrma unipolar maniaca, la forma unipolar depresiva y la forma bipolar (con episodios maniacos y depresivos). Varios autores han demos· trado que el sCndrome depresivo de la forma unipolar y el de la bipolar mos- traban diferencias en cuanto a la simoma· rologra, la evolución y las caracrerlsticas biológicas y genéticas de los enfermos que las presentaban, miemras que las formas unipolares maniacas tienen las mismas caracrerlsticas que las bipolares. OtrO autor contemporáneo muy influyente, MendJewicz. siquiatra en Bruselas, englobó por su lado, bajo el nombre de slndrom" disrlmiros prima- rios. a los estados depresivos de la en· fermedad bipolar, los emdos depresivos unipolares y los est.ldos depresivos de las llamadas sicosis esquizo.afectivas (cuadros poco frecuentes que se .n- cueneran a medio camino entre Jo dos grandes grupos kraepeJiniano y que consticuyen sendos enigmas no- sográficos). En los años och.nta, Franci eo Alonso.Fernández, siquiacra madri- leño, propuso un modelo original de la depresión: el paradigma de un mo- delo escrucrural letradimensional. UNIVERSIDAD DE MIllCO • AbriI200J u _ J

Transcript of La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt...

Page 1: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

SENDEROS CAPILARIDADES

La melancolía en la siquiatría contemporáneasegunda parte

Héaor Pérez-Rincón*

Alo largo de la segunda mitad del sigloxx, el concepro de depresión ha sufridodiversas modificaciones de acuerdo conla evolución de la siquiatría. El carácternulógeno de la sicosis maniaco-depresivaremiúa necesariamente a una depresiónfXÓgeno. futa fue considerada, en opo­sición ala anterior, como sicógeruz. Dentrode una per.;pectiva etiológica, el siquiaeraKielholz, de Basilea, distinguió, en losaños sesenta, tres formas: la neurótica,la reactiva y la de agotamiento. Las de­presiones neuróticas tendrlan su origenen siruaciones conflictivas de la infancia,parcial ocompletameme reprimidas. Lasdepresiones reactivas serían trastornosdel humor o del afecto relacionadas demanera inmediata con un aconteci­miento traumático, mientras que las deagoramiento serían reacciones o desa­rroUos depresivos simples motivados poruna exposición prolongada a situacio­nes generadoras de estrés afectivo,conscientes, crónicas y recidivantes.

En esa misma década. varios autoresde la Uamada Escuela de Sto Louis, de laUniversidad de Washington, incrodu­}er~n ~na distinción entre depresiónpnm~rta y depresión secundaria, que~onslderaron más pertinente para laInvestigación genética. El diagnósticod, depresión primaria se establece apareir de la existencia del síndromede . d

PreslVO, e la ausencia de orros ante-cedentes de trastorno síquico fuera delos e' d'

pISO lOS maniacos o depresivos, yde la ausencia de patología somática quepreceda o acompañe al síndromedep .reslVO. Todo cuadro que no cumplaeseas condiciones será catalogado comosecundario. Según esta subdivisión, las

11 Escritor y siquiatra

Alfredo Sindair. Panamá

depresiones secundarias pueden ser, asu vez, o bien somatógenas, o bien relacio­nadas con ouos síndromes siquiátricos.En el primer caso, se recurre al califica­tivo de somatógeno cuando el síndromeafectivo se da a la vez que una enfer­medad física o es consecuencia de ella,aunque en este caso también desempeñanun papel importante la predisposiciónhereditaria y la personalidad del pa­cienee. En el segundo caso, el síndromedepresivo puede aparecer en sujetos quemuestran al mismo dempo otros diag­nósticos siquiátricos, como aJgunas delas todavía emonces llamadas neurosis(la obsesiva, la de angustia, la hisreriaconversiva), en personalidades pato­lógicas yen personas alcohólicas. Ahorabien, el cuadro de la llamada neurosisdepresiva correspondia, de acuerdo conesta clasificación, a una variedad dedepresión primaria.

En la década de Jos setenta semanifestó la tendencia a englobar ladepresión y la excitación maniaca bajoun solo término. En Francia se usótroubles thymiques yen Estados Unidos,

affictivt disordm. Esta moda tuvo taléxito que la propia esquizofrenia fueclasificada demro del grupo de los non­affictiv< disordm.

En esta misma década se empez6 autilizar el diagnóstico de mfernudndafectiva nu/ógma para calificara la icosismaniaco-depresiva kraepeliniana. porconsiderarlo más adecuado. Hay queseñalar que Leonhard, uno de los auto­res más distinguidos de la siquiatrCagermánica del siglo xx, había con­siderado en 1962 como enfermedadesdistintas la fOrma unipolar maniaca, laforma unipolar depresiva y la formabipolar (con episodios maniacos ydepresivos). Varios autores han demos·trado que el sCndrome depresivo de laforma unipolar y el de la bipolar mos­traban diferencias en cuanto ala simoma·rologra, la evolución y las caracrerlsticasbiológicas y genéticas de los enfermosque las presentaban, miemras que lasformas unipolares maniacas tienenlas mismas caracrerlsticas que las bipolares.

OtrO autor contemporáneo muyinfluyente, MendJewicz. siquiatra enBruselas, englobó por su lado, bajo elnombre de slndrom" disrlmiros prima­rios. a los estados depresivos de la en·fermedad bipolar, los emdos depresivosunipolares y los est.ldos depresivos delas llamadas sicosis esquizo.afectivas(cuadros poco frecuentes que se .n­cueneran a medio camino entre Jodos grandes grupos kraepeJiniano yque consticuyen sendos enigmas no­sográficos).

En los años och.nta, Franci eoAlonso.Fernández, siquiacra madri­leño, propuso un modelo original dela depresión: el paradigma de un mo­delo escrucrural letradimensional.

UNIVERSIDAD DE MIllCO • AbriI200J u _ J

Page 2: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

SENDEROS

Según este modelo, la depresión seconcepcualiza como un hundimientode la viralidad, cuyo plano se sirúa enel cuerpo y en la menee y se desarro­lla en ambos. Por esto la depresión esuna enfermedad con sinromarologíasíquica y rambién somárica, quepresema cuadros mixtos sicosomáricosy cuadros unilareraJes de tipo sicotropo ysoma[Q[fOpo. Su si nromatologíasurge del hundimieneo de los cuarrovectores básicos de la viralidad: elesrado de ánimo, la impulsividad, lasinronización y la regulación de losritmos. La distorsión o el hundimientode tales veccores da origen, respec­tivamente, a las cuatro dimensiones dela depresión: el humor depresivo, laanergia o falta de impulsos, la disco­municación o pérdida de la sinto­nización yla ritmopatfa o disregulaciónde los ritmos cronobiológicos. Elcuadro depresivo puede ser completoo retradimensional cuando abarca lasintomatología de las cuatro dimen­siones, o incompiew unidimensional,bidimensional o rridimensional cuandosu sinromatología se localiza en unadimensión, en dos o en tres respec­tivamente. El modelo de Alonso­Fernández permite comprender mejorel problema clínico y nosográfico delas llamadas depresiones enmascaradas yel de los equivalentes depresivos, eincluso el caso de algunas descripcionesde gran finura fenomenológica que nohan permeado suficientemente en lasiquiarrfa, como es schwermut, descritapor Tellenbach, de la Universidad deHeidelberg. Este concepto, que podríatraducirse como "ánimo difícil opesado" está emparentado con lavivencia depresiva, pero es una formasint tristitia. Se describe como la im­posibilidad de rrascendencia quesufre un creador -ya sea artista ocientífico- por un bloqueo de sucrearividad. En palabras de este autor,se presenta cuando el trascender nopuede fusionarse en una composici6ncreadora. Es un fracaso y agotamiento

96 Abr;l 2003 • UNIVERSIDAD DE MEXICO

Juan Pablo Rulfo. México

del impulso genial que no se manifiestaen fen6menos físicos o casi físicos) co­mo la melancolía. No trae ningunaperturbación del ritmo) ningún tras­torno vitat ninguna limitación en eltrato cotidiano. Se podría llamar,literalmente, una "enfermedad delespíritu". Puede presentarse casi a diarioo solamente a rams, o conducir a añosde esterilidad. A pesar de todo, petmitellevar una vida normal, pero justamentes610 una vida de un "hombre sano", esdecir) una existencia mediocre, lo quepara una naturaleza genial significa 10mismo que "no verdadera".

En los dos últimos decenios del sigloxx, para el conjunto de la siquiatríaclínica el uso del término melancolía seha restringido notablemente. Se utilizasobre todo para expresar una formaespecialmente grave de depresión, comoel estupor melanc6lico, forma ex[fema deinhibici6n sicomotora con inmovilidadcorporal global yausencia de reaccionesal ambiente, con amimia y negacivismo;ycomo la melancolía delirante, en la cualla ideación propia de la depresiónadquiere tal intensidad que alcanza elregistro sicótico (delirio de culpa, deindignidad, de ruina, delirios de laimagen corporal como el de negación oel síndrome de Cotard).

La aparición en 1961 del libro deHubenus Tellenbach, Melancholie,parecía anunciar el retorno del términososlayado, pero su enfoque no ha

logrado extenderse aáreas de la medicinamental que no sean la siquiatría antro­pológica y la fenomenología. En es,obra, Tellenbach describe al typU¡

melancholicus desde una perspectiva potla cual el diagnóstico hipocrático ca­rrespondería a la depresión unipolarconsiderada como una "sicosis endo­cosmogénica". Su deseo de reformulara la siquiatría como una "medicinaespiritual" (siguiendo así otra línea de latradición germánica), contrastaba conla corriente que a partir de entonces hallevado la delantera internacionalmente,es decir, la llamada siquiatría biológica.

Dentro de ésta, destacan tres líneasfundamentales que fueron posiblesgracias a los norables avances que hanalcanzado las neurociencias y la sico­biología en la segunda mitad del siglopasado: la genética siquiátrica, los es­tudios sobre los neurotransmisores y lasicoEumacología.

En la década de los cincuenCl, un pocopor azar y un mucho por la sagacidadde algunos clínicos prestigiosos, sedieron varios hechos afortunados quegeneraron avances médicos relevantes,a lo que los hisroriadores llaman "1,tercera gran revolución de la siquiatría':el nacimiento de la sicoEumacolog/a. Enel lapso de un decenio se introdujeronlos medicamentos antisicóticos, losantidepresivos y los ansiolíticos, quealiviaron una gran parre del sufrimientode los pacientes y modificaron radi­calmente el ejercicio de la especialidadfundada por Pinel y Esquitol. A partICde allí la industria farmacéutica hafomen'tado la investigación multi­disciplinaria y la creación de un gtannúmero de productos que pretenden sercada vez más eficaces ycon pocos efeeros

secundarios, de modo que no hanfaltado miradas críticas que vean en ellouna pretensión por erradicar de la Vidacotidiana todo sufrimiento humano

'd"undopara generar una espeCIe e m .felii', de pingües beneficios económICOSpara las empresas farmacológicas trans­nacionales. Sin embargo, sólo aquel que

Page 3: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

ha sufrido en carne propia o ha visto ensus allegados los diferentes rostros de lamdancolia. puede aquilarar con justiciad papd liberador que los medicamentosancidepresivos Yansiolíticos han apar­eado a la humanidad.

El conocimienro de la estructuraquímica de estoS compuestos, de sumecanismo de acción en el encéfalo yde sus interacciones con las sustanciasque uansmiren la información en lahendidura sináprica entre neuronas. habrindado un cúmulo impresionante dedatos sobre la fisiología de la vidaemocional normal y parológica. Hancontribuido igualmente al plantea­miento de diversas hipótesis bio­químicas de los trastornos afectivos. Laclasificación química de los anri­depresivos no ha llevado. sin embargo,a una clasificación neurofisiológica dela depresión. como se previó en unprincipio, ysigue siendo la observaciónclínica el centro de las modificacionesy adaptaciones nasográficas que sereaJizan sin tregua.

De los múltiples datos sicobiológi­cos obtenidos, hay uno de especialrelevancia para la reflexión que las"ciencias del hombre" hacen sobre elproblema filosófico central: se hacomprobado que en el cerebro de lossuicidas existe una disminución,cSladísricamenrc significativa, delneurotransmisor seroronina, así comomodificaciones estructurales a estaSustancia de los recepcores neuronales.Es decir, que de acuerdo con la muyen boga hipótesis serotoninérgica de ladepresión. la conducta suicida se de­sencadenaría a partir del momen roen que el neurotransmisor desciendemás allá de un cierto nive! crítico, lo~ue nos lleva adudar, necesariamente,e que se trate, strictu sensu, de un

verdadero acto de libertad. No obs­tante algu .. ., nos pocos slqUlatras conSl-~e~ que junto con el elevado índice

e. diagnóstico de depresión en losSUICidas. hay todavía lugar para laocurrencia del llamado suicidio lúcido.

Por Otro lado, desde e! punto de visrade la salud pública y de la respon­sabilidad terapéutica y moral delmédico, es evidente que tal consta­tación epidemiológica lo obliga a uncuidadoso diagnóstico y a una rápiday eficaz instauración de la terapiaanridepresiva, capaz de revertir laideación y la impulsión suicida demanera concomitante a la elevación delos n.iveles del neurotransmisor cau-

Alfredo Sinclair, Panamá

sante. Hay que decir que también eneste terreno, como en otros de la histo­ria del hombre, ha habido mártires de!fanatismo ideológico: los pacientes condepresión severa, a quienes sus sicoa·nalistas, parapetados en la teoría,negaron. a principios de la era sicofar­macológica. los beneficios de esaterapia, en un momento en el que yaera posible evitar la conducta auto­destructiva extrema.

El otro campo de desarrollo de lasiquiatría biológica ha sido el d~ la ge­nética. Los estudios de famlltas, degemelos, de sujetos adoptados. losde transmisión heredltana, los llamados

SENDEROS

métodos de enlace génico. 1 etcétera,ocupan un alto porcentaje de labibliografía científica contemporánea.Ésta es un área en plena efervescenciaen la que los múltiples yoontradicroriosdatos son apenas los balbuceos deun discurso que se articulará másclaramente en e! primer decenio delsiglo XXI. En el terreno de los trastornosafectivos, los resultados muestran quelos riesgos de morbilidad son máselevados para la enfermedad bipolar.Acrualmente se ha propuesro que eltrastorno tiene su origen en la herenciaaurosómica triple y sinérgica, invo­lucrando por lo menos rres genes. Losesrudios en gemelos han arrojado cifrasde "heredabilidad". que varían entre 33y 80 por ciento. con un promedioestimado de 59 por ciemo; es decir que59 por ciento del fenotipo está derer­minado genéricamente. Respecto a ladepresión unipolar, el riesgo de que losfamiliares de un pacienee adquieranla misma enfermedad varfa entre 5 y25 por cieneo. Una observación ineere·sante realizada en 1990 fue que losfamiliares de un paciente con depresiónunipolar tienen un elevado riesgode adquirir la enfermedad depresivapero no el trasrorno bipolar. La con­cordancia diagnosticada en los estudiosde gemelos varía emre 12 y 33 porciento. La concordancia entre los ge·melas monocigoros (40 por ciento) esel doble de la de los gemelos dicigoto(17 por ciento). También en este.~o

los estudios muestran una rrasml 16nhereditaria multifactorial en la queactúan, de manera conjunta, las in·Auencias genéticas con los facloresmedioambienrales.

Más imeresante para el propósilO deeste rexto es la correlación que se haesrablecido en los últimos años.siguiendo precisamente los estudio. detransmisión hereditaria y l. evolUCiónde las clasificaciones siquiátricos. entrelos trastornos afecrivos y el tem~­ramento artísticO. La obra paradig­mática. si bien no la úniC2, es l. de Koy

UNIVERSIDAD DE MtXICO • Abt~ 2003 f1 A

Page 4: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

SENDEROS

Redfield Jamison, Marcados con fUego.La enfermedad maniaco-depresiva y eltemperamento artlstico, que constituyela respuesta de la siquiatría comem­poránea a aquella célebre pregunta conla que Aristóteles inicia el texto, tancitado, conocido como el "ProblemaXXX":

¿Por qué razón todos aquellos quehan sido hombres excepcionales, enlo que concierne a la filosofía, laciencia del Estado, la poesía o lasartes, son manifiestamente melan­cólicos?

El diagnóstico del estagirita, recor­démoslo, es estrictarneme médico; nadatiene que ver con la melancolía literariade los siglos posteriores. La empresa deJamison recuerda también la del ecle­siástico Burton, no sólo por su ambicióny enciclopedismo, sino porque ambosse confiesan atacados por el mismo malque estudian.

En Marcados confitego, [fas la revisiónde los conceptos clínicos, las reoríasneurobiológicas y las clasificaciones enuso, Jamisoo rastrea, como un detectiveinglés obsesivo, la biografía y la historiaF.unilias de un número muy elevado deescritores. poetas, músicos, pintores, enlos que diagnostica, a posteriori, ciclo­timia, depresión mayor o enfermedadmaniaco-depresiva, de acuerdo con loscriterios del Manual diagn6stico yestadístico de los trastornos mentales, dela American Psychiatric Association, ensu tercera edición revisada, que es laBiblia de la siquiatría estadunidense yde sus colonias. Es tal el número y elvalor de los creadores que aparecen ensu pesquisa, que la presencia de lapatología afecriva pareciera no sólocomo una e1evadIsima frecuencia esta­dística, sino casi como un requisito parala genialidad. Si no hay duda del ele­vado índice de esta patología entre loscreadores, hay que señalar, no obstante,que la pasticipación de Jamison en elnutrido contingente de los Marcados con

98 Abril 2003 • UNIVERSIDAD DE MEXICO

fUego ha generado un cierto sesgo en suinvestigación, que ha llevado a incluir aautores en quienes otros investigadoreshabían previamente establecidodiagnósticos más verosímiles, o enquienes las oscilaciones de afecto eransecundarias a otras entidades noso­gráficas como la esquizofrenia, laepilepsia del lóbulo remporal, la sífi­lis cerebral, las encefalosis alcohólicas,etcétera. El tema es tan complejo, rico yapasionante que merece un simposioindividual. Baste decir por ahora que lalista establecida por Jamison, de la quese encuentran, por cierro, ausentes top

dos los hispanopaslantes, muestra unnúmero aterrador de suicidios entreescritores y arristas. Mientras que elporcentaje esperado en la poblacióngeneral no llega al dos por ciento, suestadística respecto de los poetas inglesesentre 1705 y 1805 alcanza el seis porciento, que es, no obstante, menor queel ocho por ciento que en 1987 les asig­nó Nancy Andreasen a los escritoresen general; que el 14 por ciento queSchildkraut calculó pasa los artistas engeneral, en 1990; o e118 por ciento queLudwig le atribuyó a los poetas en 1992.

El libro de Jamison, publicado encastellano por el Fondo de CulturaEconómica, en 1998, es el más recientede una serie de trabajos que la siquiatríaha elaborado, casi desde su nacimiento,sobre el tema de las relaciones entre lapatología y la creación, dentro del cualel caso de los ttastornos afectivos ocupaun lugar primordial. Está bien esta-

Alfredo Sinclair, Panamá

blecido, por ejemplo, el aumento de laproductividad durante los estados dehipomanía, en los que la exalraciónafectiva va unida a un aumento de laideación, de la inventiva, de la origi­nalidad, pero hay una verdadera paráli­sis creativa durante los episodios deextremo sufrimiento y desesperanza,como la hay en el episodio maniaco: confuga de ideas y agitación sicomortiz.Un ilustre paciente maniaco-depresivo,Graham Greene, escribió en una cana(ntima: "Cura la enfermedad y yo du­do que quede un =ritor", reconociendoque a pesar del sufrimiento del sucedersede esos ciclos, es gracias a ellos que elartista alcanza esos extremos, desco­nocidos pasa los eutímicos, que llilkeconsideraba el motor de la creación.

La sicopatología de la expresión, porsu lado, ha intenrado análisis tipológicoso estructurales del estilo pictórico demistas consagrados que sufren algunapatología, de pacientes con un diag­nóstico si milar, a los cuales su condiciónfavorece una cierta forma de creati­vidad. Se ha descrito, aSÍ, un estiloesquiwfrénico, uno epiléprico, uno pa­ranoico, uno oligofrénico, y uno ma­niaco-depresivo, en el cual el uso del colortiene mucha importancia. Mientrasque en el maniaco la producción es pre­cipitada, violenta yde pinceladas tápidas,con múltiple colorido, en el deprimidola ejecución es lema, extremadamenteelaborada. monocromática. En cuanroalos temas, en la fase maniaca se observancontenidos sexuales, megalomaniacos,exultantes, y en la fase depresiva predo­minan los temas sombríos, lúgubres,macabros. En los casos de melancolfa

I . 'odelirante, en los que e paCiente aupuede tomas el pincel y los colores, pue­de verse la traducción gráfica de losdelirios de negación corporal yamencionados.

En el cambio de siglo y de milenio, lasiquiatría afronta el antiguo problemade la melancolía por medio de dos

onver­vertientes que se presumen c .gentes: por un lado, la floreCIente

Page 5: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

dinimetría, que se apoya en la aplicaciónde escalas medibles de valoración clínica,con criterios de diagnóstico empíricos(fas un acuerdo estadístico entremúlciples observadores calificados; porel arro, la aplicación a los pacientes asídiagnosticados de las técnicas "noinvasivas", de gran finura técnica, quese agrupan bajo el nombre de image­nokgla, y que permiten observar eltrabajo del encéfalo viviente frente adiferentes tareas.

En el primer caso, las escalas desglosanen factores mensurables Jos síntomastradicionales de la depresión. Losmanuales diagnósticos y estadísticos ylasciasificaciones internacionales, de usogeneralizado, han generado, asu vez, undesquiciamiento de la sicopatologíaclásica. Su pretendido carácter "ateóri­co", por mor de la objetividad (olvi­dando que el empirismo es también unaescuela filosófica), ha desterrado delléxico especializado los términos neurosisy sicosis, y los ha sustituido por unapalabra más aséptica: trastorno (de lamisma manera que han suprimidodiagnósticos milenarios como el de lahisteria).

. De este modo, la ClasificaciónInternacional de las enftrmedades, de laOMS, en su décima edición clasifica aI 'os trastornos del humor (aftctivos) enSIete grupos: F30: episodio maniaco;F31: trastorno bipolar; F32: episodiosdepreSIvos; F33: trastorno depresivorecurreme; F34: trastornos del humorpersistentes; F38: otros trastornos delhumor; F39: ttastorno del humor sinespecificación.

La CUarta edición de Manual diag­nóstico y estadístico de los trastornos:;:ntales, clasifica a los trastornos del

lino en dos grandes grupos: el de lostrastornos depresivos y el cle los ttas­tornos b· 1. IpO ares. Cada uno de ellostiene ro '1 . lbl u up es subgrupos y seis posi-I Idades de codificación según la

gravedad Ah b· 1 . ,. . ora len, en a verSlOnrevisada de esta cuarta edición del libroPublicada 1200 . l 'en e 0, se mc uyen unos

criterios para la especificación de lascaracterísticas melancólicas, aplicables alos diferentes diagnósticos de depre­sión. Son los siguientes:

A. Si se presenta cualquiera de lassiguientes características durante elperiodo crítico del episodio actual:

1) Pérdida del placer en todas, o casitodas, las actividades.

2) No reacciona a los estímulosgeneralmente placenteros (no sesiente mejor, ni siquiera tempo­ralmente, cuando le ocurre algobueno).

B. Si se ptesentan tres (o más) de lassiguientes características:

1) Una calidad indiscutible de estadode ánimo deprimido (por ejemplo,el estado de ánimo deprimido loexperimenta indiscutiblemente dediferente manera que el sentimientoque experimentaría después de lamuene de un ser amado).

2) Generalmente está más deprimidopor la mañana.

3) Se despierta en la madrugada (porlo menos dos horas antes de la horahabitual).

4) Experimenta una notable agiracióno retardo sicomotor.

5) Padece una importante anorexia oha perdido mucho peso.

6) Tiene un sentido inadecuado deculpabilidad.

¿Qué tanto se aleja o se aproxima estaadjetivación melancólica al diagnósticoclásico? Hay que señalar que muchossicopatólogos y epistemólogos hansubrayado las inconsistencias y lasambigüedades lógicas de esros ins­trumentos, cuya multiplicación haconducido a una especie de "escalo­manía". No obstante, desde el interiormismo de la siquiatría estadunidenseque la ha generado, se han levantadorecientemente voces que claman por un

SENDEROS

8.;¡.~

::;

retorno a la sicopatología europea co·mo requisiro para reaJizar una inves­tigación seria en siquiatría. Todo hacepensar que la melancolía regresará unavez más por sus fueros.

En cuantO a las contribuciones de Jaimagenologla, las récnicas de reso­nancia magnérica y de tomograf(a poremisión de positrones han mosrradoque los pacientes depresivos tienen pa­trones de actividad diferentes a los con­trojes normales, en diversas áreascorticales y del sisrema Iímbico. Unmismo paciente muestra diferentespatrones de actividad, dependiendo sise encuentra en estado maniaco, depre·sivo, o en una fase inrercfÍtica. Hayalgunas regiones de la correza p~fron~y de la amígdala del hemiSferiOizquierdo que muestran hipernctividaden los pacientes deprimidos, e inclusose ha llegado a sugerir recienremenleque el aumento de la actividad de laamlgdala -esrrucrura dd gran sisre­ma límbico- en un sujeto sano, podríaindicar una predisposición a ufrirdepresión en d futuro. Orros esrudios

UNIVERSIDAD DE MÉXICO' Ab<,I200J "

Page 6: La melancolía en la siquiatría contemporánea · troubles thymiques yen Estados Unidos, affictivt disordm. ... El cuadro depresivo puede ser completo o retradimensional cuando abarca

SENDEROS

realizados en pacientes con depresióncrónica muestran una disminución enel tamaño del hipocampo (parte delsistema 11mbico que interviene en laemoción yen la memoria) respecto dearras sujeros de la misma edad.

Esros datos. al igual que los que sederivan de los esrudios de genérica.están prácricamenre en "pañales" yrendrán un desarrollo especial en lospróxjmos decenios. Su importanciaradica en la posibilidad de comprendermejor la fisiopatología de los esrados de­presivos y el mecanismo de acciónde los medicamentos timoanalépricos,aquellos que elevan el nivel de laafectividad y generan eurimia.

Quisiera concluir evocando un hechoque ahora se sabe que es una leyenda,aunque largo riempo se pensó que eraverdadero. lo que no disminuye suvalor simbólico: el senado de Abderallama a consulta a Hipócrates potqueconsidera que Dem6crito ha enlo­quecido: alejado de la polis se dedica adisecar diversos animales buscandola sede de la bilis negra. Esta imagenaparece desde la tercera edición (1628)en el frontispicio de Anatomia de lamelancolía de Robert Burton, que secalifica a sí mismo como Democritusjunior. A esra larga búsqueda lleganpor fin hoy la neuroquímica y laimagenologla.

Pero, además. lo que aterra a la ciudadde Abdera es que el filósofo se ríe demanera exrcafia, feroz e incoercible antetodos los actos de los hombres. Sumelaneollase expresa con ironla ydesen­canto. Desde la Antigüedad. la risa deDemócrito se ha opuesto a las lágrimasde Heráclito. como las dos caras de esemito a cuya sombra Roger Barrra ahoranos convoca. Según la carta del seudo­Hipócrates, una vez. examinado el ilustrepa~ieme. el terapeuta concluye que esaacnrud que los escandaliza es la expresiónde una sabidurfa supetior, y parte sinprescribir remedio alguno: "He visto aDemÓcrito. el sabio entre los sabiosúnico capaz de hacer juiciosos a lo~

100 Abdl 2003· UNIVERSIDAD DE MÉXICO

hombres". Para el i1usrre médico de Cos,en este caso el verdadero enfermo es lacolectividad.' El Hipócrates de esrerelato ha comprendido que a diferenciade Hetáclito, vetdadero paciente depri­mido. el filósofo atomista goza, y nosufre. de una melancolía mírica queno puede reducirse a la depresión yque encarna la superior cordura dela que habla Starobinski. y ésta sería lalección para la siquiarrla: su labor con­siste en ayudar aevitar el sufrimiento y lalimitación de la depresión o melancollaclínica para petmitir que la melan­coLía poética, metáfora de la creación,tealice su labor salvadota. <-

(

NOTAS

C~nferencia dietada en el ciclo "losMitos de la Melancolía", Centro deI~ves-t;igaciones lnterdisciplinarias enCIenCIas y Humanidades, UNAAl, 14 denoviembre de 2000

La idea fundamental de los estudiosde enlace génico es la de analizar lacosegregadón de una enfermedadcon un marcador polimórfico. Estosmarcadores consisten en secuenciasdel ADN de las cuales sabemos sulocalización en el mapa del genomaque, además, tiene variacionesaléJicas, es decir, varias presentacionesde la secuencia con una frecuenciaconocida de dichas alternativas. laevidencia estadlstica del enlace génicoes el índice lod. Este término, queproviene de "logaritmo de lasprobabilidades" (log of the odds), seobtiene de la división de laprobabilidad de una familia bajodistintas estimaciones de la frecuenciade recombinación (medida indirecta dela distancia entre los genes)menores de la que se esperaríaencontrar en el caso de que hubieraenlace «0.5) entre la probabilidad dela misma familia bajo segregaciónindependiente; es decir con unafrecuencia de recombinación de 0.5 omayor. A este resultado se le calcula ellogaritmo base diez, lo que permitesumar los resultados obtenidos endistintas familias.y así lo dice la fábula de la Fontaine,Démocrite et les Abdéritains: "Sonpays le crut fou. Petits esprits! Maisqua;!! Aucun n'est prophete chez soUCes gens étoient les fous; Démocrite,le sage". (Su país lo creyó loco. ¡Genteobtusa, caramba!! Nadie es profeta ensu tierra.! Ellos eran los locos;Demócrito, el sabio).

Juan Pablo Rulfo, México