La Llanura 54

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    Arvalo no puede y no debe de- jar pasar la oportunidad de celebrarnuestra particular exposicin delnuevo ciclo de Las Edades del Hom-bre.

    As se cerraba el Editorial deLa Llanura n 6, de noviembre de2009. Lo sucedido desde esa fecha es por todos conocido: la presentacin deesta propuesta por parte de La Alhn-diga, Asociacin de Cultura y Patri-monio, aceptacin de la misma por lasinstituciones y la puesta en marcha de

    una compleja y precisa maquinaria alservicio de Credo, muestra de artereligioso que ha tenido lugar en nuestraciudad durante los ltimos meses. LaFundacin Las Edades del Hombreha hecho su trabajo y, a buen seguro,ha visto colmados todos sus objetivos.La trayectoria mantenida durante vein-ticinco aos avalaban el xito en estanueva etapa de Las Edades.

    Arvalo, los arevalenses, en estecaso bajo las directrices de la propiaFundacin, hemos presentado pruebasevidentes de nuestra capacidad organi-zativa, haciendo gala del lema MuyHumanitaria, salvando los numerososescollos que ante tan magno evento sehan presentado.

    No cabe, por tanto, sino mostrarnuestro agradecimiento a los vecinosde Arvalo por su comportamientomodlico, la ejemplar acogida a losmiles de visitantes y la entrega sinexcusas a este inolvidable aconteci-miento que ha dejado escrita una de

    las pginas ms entraables de nuestrahistoria reciente.Sin embargo -debemos en justicia

    reconocerlo-, la pasin con que desde

    ese primer momento hemos vivido estehecho, nos mantuvo ignorantes a quese trataba de un evento con fecha decaducidad. De otro modo, en el mismoinstante en que se present Credo,hubiramos trabajado en elda despusde Credo. Ese da fue el pasado 3 denoviembre y nada sabemos de lo ocu-rrido, salvo que se cerraron las iglesias,las calles recobraron su monotona, laPlaza de la Villa encontr su silencio yla calma volvi a los establecimientosantes abarrotados y con el cartel de nohay entradas. Tal vez no haya sido elmejor nal para una esta que se ha prolongado durante algo ms de cincomeses. Algunos imaginbamos un actode clausura como un punto y seguido,donde se valorase esta actividad y, al propio tiempo, se mostrase el camino arecorrer en adelante. Esperbamos quela ciudadana arevalense, representadaen numerosos colectivos, mostrase suintencin de mantener viva una lla-ma que nos ha sido entregada y que,sin ms, se apag en la fecha previs-ta. Suponamos que tras Las Edadeshabra un gran proyecto que permitieraaprovechar la inercia de este movi-miento, presentar nuevas alternativas ala demanda de miles de clientes queesperan de Arvalo que se convierta enun gran Centro Cultural, aprovechan-do su localizacin estratgica sobre laque rotan, en torno a una hora, hastaseis capitales de provincia, una de ellasMadrid.

    Para comprender el sentido de estanueva propuesta hemos de ser cons-cientes de la riqueza artstica, gastro-nmica y paisajstica que poseemos. Yms importante, el valor de las perso-nas cuanti cado en todos y cada uno delos arevalenses y, de forma explcita,en el voluntariado. Ha tenido que serCredo quien nos revelara este poten-cial. Pues bien, ms pronto que tarde,cuando an permanece en la memoriade los visitantes el grato recuerdo denuestra ciudad, de sus monumentos,de la magn ca cortesa con que se lesha atendido, debemos seguir brindan-do una oferta cultural de calidad que se puede mantener, no sin esfuerzo, con laconviccin de que existe una demandareal que la hace viable y, en trminoseconmicos, tambin rentable.

    Disponemos de un legado histricoenvidiable, un conjunto monumentalde primer orden y las infraestructurasidneas para acoger cualquier activi-dad. Los recursos personales son ilimi-tados pues han coincidido en tiempoy lugar numerosos artistas, escritores, personas especialistas en los ms di-versos mbitos, capaces de poner enmarcha esta nueva tramoya.

    Es intil permanecer a la espera deotro gran acontecimiento que nos ven-ga cado del cielo. Perder esta oportu-nidad sera renunciar a las posibilida-des que nos ofrece nuestro pasado y,an ms, a las oportunidades de futuro.

    AO V

    TERCERA POCA NMERO 54

    ARVALO NOVIEMBRE DE 2013

    http://lallanura.es

    El futuro es hoy

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    pg. 2 la llanura 54 - noviembre de 2013

    Miles de personas decidieron venira visitarnos estos meses de atrs. Ca-minaron en grupos grandes, pequeos,en solitario; eran mayores, jvenes in-cluso nios Hablaban nuestro idio-ma o uno diferente, pero todos movi-dos por la experiencia de ver, sentir ydisfrutar durante algn tiempo -queno suele ser muy largo!- la esencia deun pueblo.

    Todo esto se resume en un sola palabra: CREDO. Esta exposicin setransform en una de las atraccionestursticas ms importantes de Arvaloen toda su historia.

    Seguro que sucedern buenos pro-yectos e iniciativas estupendas e ilu-sionantes, pero creo que difcilmentesuperarn tal magnitud de este evento.

    Las Edades del Hombre en 2013tuvieron su comienzo, su desenlace ysu nal. Y como sin nales no existenlas aoranzas, no me apunto a valoraraciertos o errores, si tenemos en cuen-ta la duracin de la exposicin, estoysegura que habr para todos los gustos.En este momento, pienso que me gus-tara ms medir la huella humana que

    dejaron quienes vinieron a visitarnos.Tanta gente paseando por las callescercanas a la ruta establecida, visitan-do nuestros comercios,(unos ms queotros lgicamente), que con su sola presencia han logrado transmitir unaestampa de pueblo diferente a la queestamos acostumbrados. Consideran-do que la vida la decidimos probando,experimentando, haciendo, depen-de pura y exclusivamente de nosotrosmismos disfrutar de las charlas, loscomentarios, las risas, los aportes per-

    sonales, esos que nutren las relacionesy los encuentros. Qu enriquecedor esdescubrir a las personas y dejarse im- pregnar por sus sentimientos e ideas!Afortunadamente, por mi trabajocompart conversaciones, momentos

    efmeros que me vienen a la cabeza y provocan una sonrisa en mi cara.

    Recuerdo uno de estos, un da

    cualquiera de septiembre. Una mareahumana invade la calle Zapateros, di-rigen sus pasos hacia la cita de LasEdades del Hombre. De ms est de-cir que no hay tiempo para compras,slo se pueden ojear escaparates unossegundos. Tres o cuatro matrimoniosdeciden entrar en el comercio y obser-var con detalle aquello que les llamla atencin en el exterior. Algunos se prueban, otros miran, todos charlamosanimadamente sintiendo que el tiempoapremia.

    -Daos prisa!- sugiere uno, dejadlas compras para cuando hayamos vis-to la exposicin.

    -Venga chicos, no es el momento,luego volvemos!... contina otro.

    De repente uno de ellos dice la fra-se que hasta el da de hoy recuerdo congratitud:

    -S, es que la vida va muy rpido.Error, los que vamos rpidos so-

    mos nosotros!-dice otro, risas genera-lizadas Qu mezcla de coherenciay sentido del humor, pens yo!..

    No es que la vida vaya rpido, losque vamos rpidos somos nosotrosToma ya!, qu regalazo escuchar algoas. Gracias a la sugerencia me pas elresto del da con una actitud ms re-lajada, intentando contagiar un ritmomenos frentico, sin este ajetreo diarioque llevamos todos.

    En la actualidad parece que, para lamayora de las personas, la sensacinde llevar una vida bastante aceleradano compensa, sobre todo porque lasaspiraciones reales pasan por una vidasencilla y sin complicaciones.

    Durante estos meses pasaron por

    nuestras vidas personas de todo tipoy condicin. En cierto modo no hayduda de que en estos encuentros cadacual tendr su idea sobre lo recibido deellosPor mi parte acepto de buenagana que las personas que he conocido,

    hayan tenido el poder de ensearme ymejorarme porque as se lo otorgoTengo desde aqu la oportunidad de

    agradecer a las personas que han co-ordinado las diferentes reas de este proyecto Las Edades del Hombreen 2013. Gracias por vuestra unin yvuestros esfuerzos.

    Gracias a los que vinieron a visitar-nos, a esas personas ms sociables quedisfrutaron con nuestra oferta tursticay cultural y nos hicieron sentir bien

    con su presencia.Esperamos prximas escapadasque seguro os harn sentir igual de agusto!

    Arvalo est lleno de gente valio-sa que asume sus tareas cotidianas conentusiasmo y responsabilidad. Nadanos asegura que el futuro ser mejorque el pasado o el presente, pero un primer paso podra ser reinventar-nos con frecuencia.

    Elia Gonzlez

    LA LLANURA de Arvalo.Publicacin editada por:

    La Alhndigade Arvalo,Asociacin de Cultura y Patrimonio.

    Avda. Emilio Romero, 14-B - 05200 [email protected]

    Nmero 54 - noviembre de 2013 Depsito legal:AV-85-09

    Director:Fernando Gmez Muriel

    Redaccin: ngel Ramn Gonzlez Gonzlez Javier S. Snchez Jos Fabio Lpez Sanz Juan A. Herranz Lpez Juan C. Lpez Pascual Juan C. Vegas Snchez Julio Jimnez Martn

    En este nmero: Elia Gonzlez, Clara Arri-bas Cerezo, Agustn Garcia Vegas Chis- pa, Emilio Oviedo Perrino, Luis Jos Martn Garca-Sancho, Julio Csar MartnGarca-Sancho, Miguel Gonzlez, Ricardo Bustillo Martn.Fotografas: Pilar Gonzlez, Mario Gon- zalo Cachero, Juan C. Lpez, Luis Jos Martn, Rafael Mediero y archivo de La Alhndiga.Diseo y maquetacin: La Alhndiga ,

    Asociacin de Cultura y Patrimonio.

    Imprime: Imprenta Cid

    Resaca de sensaciones

    Cruz Roja ha comenzado la captacin de Socios para Cam-paa destinada a Ayudas de primera necesidad de alimen-tacin, higiene y material escolar. Esta Campaa se enmar-ca dentro del Programa Ahora ms que nunca.

    Ms informacin en: www.cruzroja.es - Tno. 920224848Ahora ms que nunca TU ayuda es necesaria!

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    Una escultura en Braosera. El pasado da 13 de Octubre se inaugur enBraosera (Palencia) una escultura denuestro paisano Juan Jess Villaverde.Tuvo lugar durante los actos de la XXExaltacin del Fuero que se llevaron acabo para conmemorar el hecho acaeci-do en el ao 824 por el que se le con-cedi ser el primer concejo libre, que leconvierte en referente de la municipali-dad, o lo que es lo mismo, en el primermunicipio de Espaa.

    La escultura, creada en Arvalo con pie-zas de hierro recuperado como es carac-terstico del autor, alude precisamente aese hecho, smbolo de libertad y organi-zacin local.El acto de inauguracin fue muy emo-tivo, con la asistencia masiva de los ha- bitantes del valle y visitantes, y con larepresentacin de las autoridades localesy del mbito provincial y regional, ascomo varios ediles de diferentes po- blaciones de otras Comunidades, comoAlcal de Henares, que aportaron susescudos en el homenaje. Tambin asis-ti el presidente de la Real Academia dela Lengua Espaola, D. Jos M. Blecua,que se interes de forma personal por losdetalles simblicos y la ejecucin de laobra.Para nalizar, dos corales deleitaron alos presentes con varias piezas musicalesa pie de escultura, poniendo un magn -co broche a la inauguracin.

    Presentacin de la nueva novelade Juan Martn Garca-Sancho.El viernes, 25 de octubre, en la Sala deCultura de Caja Espaa-Duero, tuvo lu-gar la presentacin de la novela El sue-o de la hormiga gigante, del escritor

    arevalense Juan Martn Garca-Sancho.Despus de una breve y emotiva presen-tacin a cargo de su hermano Luis JosMartn Garca-Sancho, Juan nos explic,a lo largo de 50 minutos, algunos de los pormenores y fundamentos de su nuevanovela.

    Inauguracin de la exposicinde pintura de Rafael Mediero.Se inaugur el viernes 8 de noviembre laexposicin de pintura de Rafael Medie-ro. Acompaado por familiares y ami-gos, Rafael abri esta muestra pictricaque podremos contemplar hasta el da 8de diciembre en la sala de la AsociacinCultural La Alhndiga en la calle Cal-dereros de Arvalo.

    Presentacin del libro La igle-sia de Barromn:Arquitecturay Arte. Jos Luis Gutirrez Robledoy Raimundo Moreno Blanco, autores dellibro, fueron los encargados de expli-carnos los orgenes y motivaciones dellibro dedicado a esta pieza importantedel patrimonio histrico de la Tierra de

    Arvalo. El mismo acto sirvi para ren-dir un sentido homenaje a don Satur,el prroco de Barromn que, durante losltimos 50 aos ha ejercido su ministerio

    como trabajador incansable, siempre alservicio de los vecinos que lo han nece-sitado.

    Excursin a los yacimientos ro-manos del Noroeste segoviano.Gracias a la paciencia y a las excepcio-nales explicaciones de Vctor ManuelCabaero tuvimos la ocasin de disfru-tar, el domingo 10 de noviembre, de unaexcursin a los ms notables yacimien-tos de poca romana existentes en el No-roeste de la provincia de Segovia.

    De esta forma los asistentes pudimosconocer los restos arqueolgicos que sehan ido encontrando en lugares cercanosa la Tierra de Arvalo y que estn situa-dos en Coca, Aguilafuente, Bernardos yArmua.

    Homenaje a Jos Antonio Arri-bas en Palacios de Goda.La loca-lidad de Palacios de Goda rindi un ho-menaje, el da 20 de octubre pasado, al pintor Jos Antonio Arribas. En el acto,celebrado dentro de la programacin queen el Da de la Salud se celebr en esa lo-calidad, se descubri una placa en la casaen la que el pintor vivi durante algunosaos y se puso su nombre a un parque dela citada localidad.

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    Registro Civil:Movimiento de poblacin octubre/2013 Nacimientos: nios 5 - nias 2Matrimonios: 6Defunciones: 9

    Actualidad

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    Credo ya es pasado. La exposi-cin de la XVIII edicin de Las Eda-des del Hombre ha protagonizado du-rante los cinco meses y medio que ha permanecido en Arvalo la vida cultu-ral, turstica y econmica de la ciudad.Sin duda alguna, ha sido el motor de lavida arevalense, pues un evento por el

    que han pasado 226.268 personas, nose haba producido nunca en la ciudad,y resultar muy difcil que se repita.

    Durante la clausura del evento, mu-chos decan que se acababa el sueo,y en parte es cierto. Para muchos fueun sueo, pero afortunadamente sehizo realidad, y durante cinco meses ymedio Arvalo ha disfrutado de un am- biente turstico que se ha convertidoen el verdadero motor econmico dela ciudad, principalmente en sectores

    relacionados con el turismo como lahostelera y el comercio, donde cifrasaparte, ha permitido que en un ao enel que todo el pas est soportando la

    crisis, muchos autnomos y pequeosempresarios han podido respirar.

    Pero lo que ha ocurrido en Arvalono ha sido fruto de la casualidad. Quie-nes soaron con una exposicin bajola marca de Las Edades del Hombre,tenan claro que de cumplirse ese sue-o, la ciudad, durante el periodo en elque estuviera funcionando el evento,tal y como ha sucedido en los muni-cipios que han acogido las ediciones precedentes, lo iba a notar de formaconsiderable en los negocios relacio-nados con el turismo, as como en elambiente de la ciudad.

    Es de bien nacidos ser agradeci-dos, por lo que esta ciudad debe agra-decer e inmortalizar de alguna formaque la Fundacin de Las Edades delHombre aceptara la peticin para queArvalo albergara una de sus exposi-ciones.

    Sin duda alguna, una buena frmu-

    la para ello sera la instalacin de unaescultura que sirviera tanto para con-memorar el evento de 2013, como paraagradecer a las instituciones que hicie-ron posible la celebracin de Credo.

    La obra, lgicamente, tendra queser de nuestro escultor Juan Jess Vi-llaverde, un verdadero artista que hademostrado a lo largo y ancho de nues-tra regin, cmo con piezas antiguas se pueden realizar interesantes obras dearte. Alguien que desinteresadamentemuestra lo que sale de su imaginacin.

    Indudablemente el homenaje ten-dra que ser de toda la ciudad, por loque la suscripcin popular debera serla forma de pagar los costes de la mis-ma. Y en buena lgica sera que quie-nes ms se han bene ciado con la pre-sencia de la exposicin, fueran los queaportaran la cantidad ms alta.

    Fernando Gmez Muriel

    Arvalo, debe recordar siempre que Las Edades del Hombrecelebraron una edicin en la ciudad

    C/ Palacios de Goda, 7 (Polgono Industrial) Arvalo

    Tfno. y Fax: 920 303 254 - Mvil: 667 718 104

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    A lo largo de los das 1, 2 y 3 denoviembre ha tenido lugar en la veci-

    na ciudad de Segovia el X encuentrode Asociaciones por la Defensa delPatrimonio Cultural. Organizada por SOS Monuments y Amigos del Pa-trimonio de Segovia ha contado conla participacin de un nutrido nmerode otras asociaciones participantes.

    La Alhndiga, Asociacin de Cul-tura y Patrimonio ha participado eneste encuentro. Pudimos asistir a lasconferencias que tuvieron lugar el da2 de noviembre y a la reunin de clau-sura en la que se determinaron las con-clusiones del encuentro que quedarnredactadas en un prximo e inminentedocumento.

    A lo largo de estas jornadas hemos podido contrastar informacin y expe-riencias que, salvando las distancias encuanto a la dimensin e importanciade las ciudades participantes, compar-timos con ellas en referencia a muchosde los problemas que son perfectamen-te trasladables a nuestro municipio.

    El anlisis pormenorizado del cascohistrico de la ciudad de Segovia rea-lizado desde el Colegio de Arquitectosde esta capital, nos fue explicado porJuan Antonio Miranda, presidente delmismo, en su ponencia Los nuevosusos del Patrimonio. Con ella nos puso en contacto con los diversos mo-mentos normativos por los que ha pa-sado aquella ciudad desde 1931 hastala actualidad. Como dato a destacar elque el Plan aprobado en el ao 2008 para la ciudad deja fuera del mismo atodo aquello que suene a Patrimonio.A rm el ponente que los habitantesson lo ms importante de los cascoshistricos. Insisti en que la ciudad lacomponen los habitantes, los edi cios,s; pero tambin los sonidos: las cam- panas, los pjaros, el agua.

    El estudio realizado pormenoriza

    sobre el plano de Segovia los espa-cios libres, los ocupados por edi cios

    religiosos, los que conforman los ser-vicios comunitarios y administrativos,el equipamiento cultural, y tambin elcinturn verde, que para l es el Mo-numento Natural.

    ...ooOoo...A la espera de las conclusiones -

    nales que se plasmarn en La Cartade Segovia, s podemos extrapolar al-gunas cosas que seran de inters fun-damental para Arvalo.

    Es indudable que no se debera se-guir dejando el desarrollo de nuestroCasco Histrico, de lo que nos queda,al albur del mercado, si en el futuro lohubiera, o a las decisiones arbitrariasy, por supuesto en ningn caso, a lasdecisiones arbitrarias de polticos cu-yos conocimientos sobre Urbanismo yPatrimonio son a veces nulos.

    Sera necesario, ya lo hemos dichootras veces, tener un proyecto rmede salvaguarda y desarrollo del Patri-monio Monumental que nos queda,

    as como de sus entornos. Para que el proyecto sea vlido debe contener cri-terios, no solo urbansticos, tambinsocio-econmicos, culturales, admi-nistrativos

    Durante estos aos de bonanza eco-nmica, aos en los que el dinero pa-reca salir de debajo de las piedras, sehan acometido grandes obras, se hanreedi cado casi de manera ntegra edi-

    cios a los que se dedicaban cantida-des ingentes de recursos econmicos.Edi cios de nueva planta cuyos usos ydestinos eran, cuando menos, de dudo-so porvenir. En algunas ocasiones, msde las deseables, estasconstruccionesde nueva planta no tenan ninguna uti-lidad.

    Adems hay que destacar que, al-gunos de estos edi cios, ahora que

    los dineros escasean, han quedado sinterminar y la previsin a medio plazo

    es que sigan sin terminarse. Engrosan, por tanto, la nmina de elementos pa-trimoniales muy costosos y, a menudo,totalmente intiles.

    Por su parte, edi cios existentes,que solo hubieran necesitado un mni-mo mantenimiento quedaron abando-nados a su suerte. Algunos de ellos quecon sencillas reparaciones peridicashubieran aguantado, estn ahora en to-tal ruina o muy cerca de ella.

    Como ejemplo de estos ltimos,

    aunque hay ms, hay que destacarel viejo edi cio que fue Colegio delos Jesuitas, conocido en otro tiempocomo el Corraln. Si en este caso sele hubiera dedicado una mnima aten-cin, tendramos un edi cio en pie. Unedi cio que podra albergar desde unmuseo etnogr co hasta una grandiosaCasa de la Cultura.

    Lo que tenemos hoy es una ruina.Hace escasas fechas las cubiertas de buena parte de la edi cacin se handerrumbado.

    Y as, mientras edi cios de nueva planta, ahora por la falta de dineros,se quedan sin terminar y por tanto no puede drseles ningn uso, son, a la postre, intiles, otras edi cacionesque son parte de nuestra historia, porno haberles dedicado unos mnimosrecursos para su conservacin, se con-vierten en ruinas y por tanto son, igual-mente, intiles ya que no podemosdarles uso alguno.

    Es posible, solo es posible, que para poder llegar a entender todo esto hayaque ser capaces de ver la ciudad desdeel suelo, s, pero tambin y fundamen-talmente desde el cielo. Esto ltimo,creemos, es sumamente sencillo: paraello solo hay que saber leer un plano.

    Juan C. Lpez

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    X Encuentro de Asociaciones por la defensa del Patri-monio Cultural en Segovia

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    Sin nimo de emular ni sustituir aquien es inimitable e irremplazable, pero, eso s, pidindole que, all dondeest, me preste un poco de su sutileza-ya que por mi gracia en ocasiones ca-rezco de ella-, me gustara relatar algoque me ocurri, o tal vez so, por loque quizs me vea afectada de ciertaamnesia selectiva que me impida re-cordar nombres y lugares, hace unosaos en una agradable reunin con ar-tistas en un lugar de mi querida pro-vincia.

    Dejando a un lado los prolegme-nos y yendo al grano y sin circunlo-quios, contar que esa apacible tarde

    de verano, tras un taller de MitsuoMiura -que como todos sabrn no setrata de un torero chino sino de un afa-mado pintor y grabador japons- nosreunimos unos cuantos en una cafete-ra con el objeto de tener una amigablecharla.

    Yo tuve la suerte de que el mayorresponsable del arte de mi provincia se

    jase en m. Sin apenas preguntarmeni por mi nombre me requiri el lugarde procedencia. Al contestar tmida-mente, como se hace delante de una personalidad de esas caractersticas, elindividuo en cuestin, al que ante miamnesia selectiva llamar Don Zoilo,se apresur a decir: - Ah, s, de all eseste este este, - Arribas res- pond yo, para mitigar la angustia porsu amnesia selectiva y haciendo galade mi intuicin femenina. Don Zoiloasinti para, a continuacin, comenzara soltar por su boca toda clase de linde-zas referidas a mi padre impropias deun buen cristiano, no solo personales-que podra llegar a entender porque notenemos la obligacin de caerle bien atodo el mundo ni de que el mundo noscaiga bien- sino tambin profesionales,utilizando de manera burda su recienteexposicin sobre Cervantes para cali-

    carlo de ser un mero ilustrador, aun-que, como dira mi padre, tuviese los ...Perdn, por ah no voy bien, hay voca- blos que no debe usar una seorita bieneducada, algo que mi padre me deca yahora Fabio se encarga de recordarme.

    Bueno, a lo que iba. Como si no

    hubiese demostrado, en los entoncesms de treinta aos de carrera a sus es- paldas, que era un gran artista y no unsimple dibujante de libros! con todosmis respetos para todos los dibujantes

    de libros -aunque me consta que gran-des artistas han ilustrado libros-. Lo deque fuese un gran artista no lo digo yo,lo dijo Celso Emilio Ferreiro, lo dijoRal Chvarri, lo dijo Jos Hierro, lodijo Ramn Faraldo, lo dijo ManuelViola, y lo que yo diga -y muchoms Don Zoilo- a su lado es papel mo- jado.

    La situacin era un tanto surrealis-ta, aunque quizs para Don Zoilo fueseexpresionista, porque para Don Zoilotodo es expresionista. A su lado un co-tizado muralista y escultor de platostpicos, al que haba estado adulando por la belleza de su esposa en un alar-

    de de hombra, cambiaba de color alser consciente de su impotencia paraenmendar la conversacin. Pero, pesea sus intentos, el trapo rojo estaba vo-lando delante de ese Miura, en estecaso me re ero al toro y no al artista japons.

    Me relat que l, el ilustrador comole haba bautizado haca un rato con unrefresco de cola, quera inaugurar unade sus importantes salas, mostrandosu negativa ante semejante pretensincomo si de un advenedizo se tratase;una sala en la que, por cierto, ha ex- puesto hasta un bedel, con todos misrespetos hacia todos los bedeles. Elresto del monlogo se lo pueden ima-ginar, toda una sarta de injurias y false-dades vomitadas por Don Zoilo como posedo por el demonio.

    Haciendo gala de la educacin reci- bida me mantuve callada y puse la otramejilla como una buena cristiana.

    La casualidad, o la mala suerte,quiso que poco despus empezase arealizar una muestra internacional enuna de sus magn cas salas y que, trasvarios aos hacindolo, me reencon-trase con Don Zoilo en un momento enel que, adems, ramoscompaeros de trabajo.En ese momento, me-nos tmida, me acer-qu a l, me presentcomo la comisaria de lamuestra internacional yle coment mi situacin

    como compaera suya,a lo que l me respon-di: - Ah, s, eres lahija de este esteeste, - Arribas,

    respond yo, para mitigar la angustia por su amnesia selectiva, a lo que DonZoilo, ese gran seor, declar Qu bien!, qu bien!, cunto me alegro!, practicando lo que se viene llamando,en el lenguaje vulgar, hipocresa.

    Volviendo a mi padre, que ya hemoshablado mucho de Don Zoilo -aunqueel que hablase fuese solo l-, a vecesme da por pensar que muri vctima dela losa que constitua la impotencia de pensar que hiciese lo que hiciese nuncale sera su cientemente reconocido ensu ciudad -ya no de manera econmicasino pblica, porque no era materialistay as nos fue- y de hecho fue as, aun-

    que haya pruebas ms que su cientes, por ejemplo, de que su Bienal Inter-nacional era el evento de mayor nivelde la ciudad. Un evento que, sin em- bargo, se encargaron de destruir otros,al igual que pasar con otras muestrasinternacionales.

    Pap, nosotros haremos que se tereconozca como es debido. Cuando seacaben Las Edades y nos demos de bruces con las Realidades todos se da-rn cuenta de lo que han perdido, o no,ya que quod natura non dat, Salmanti-ca non praestat .

    Nosotros s lo sabemos. Por quno hacer una Fundacin que lleve tunombre?, que ser grande, como todolo que hacas, porque ser fruto delamor de tus hijos. Y, qu caray!,algo tendremos que hacer con todo eltiempo -que es mucho- que NO vamosa perder en buscar, seleccionar, colgar,etc., etc., etc., la obra de decenas de ar-tistas internacionales, ni en participarcomo jurado de concursos de andar por

    casa, donde se inventan los concursan-tes. Y mientras tanto intentar hacertecaso: Aquila non capit muscas.

    Clara Isabel ARRIBAS CEREZO

    Amnesia selectiva de una tarde de verano

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    En un lugar de Arvalo, no ha mu-cho tiempo conoc a unlugareo: de los de adarga antigua, lanza en as-tillero, rocn aco y galgo corredor,de esos de siempre, de los de toda lavida. De los que conocen Arvalo, suscalles, sus costumbres y sus gentes; delos que hablan poco y se equivocanmenos; de los que sabenChino, Japo-ns y Coreano, y sin haber estudia-do idiomas. l sabe quin es y si leeesto se acordar. Afanado en su laborcotidiana, jugosa, aromtica, crujiente,gastronmicamente hablando perfecta,me dijo una frase a modo de chasca-rrillo: Despus del Credo, viene laSalve Nos remos, pero me hizo pensar.

    Y es cierto, esto se acaba. Qu ls-tima! Los que somos de Arvalo no ha- bamos visto, ni volveremos a ver, algo parecido. Nuestra ciudad llena de gen-te, gente de todo tipo, deambulandode ac para all. Colas en las iglesiasesperando turno, grupos de visitantescon sus guas en la india de sede ensede, atendiendo explicaciones. Vo-luntarios de ac para all, no dandoabasto para atender, explicar, acompa-ar, guiar o dirigir al pblico visitante.Impagable su labor y no precisamente por no haber cobrado. Gente pregun-tando por lugares concretos y otros ex- plicando e informando. Comercios conmovimiento, bares y terrazas a tope,restaurantes abarrotados de pblico yni un solo aparcamiento en la zona in-tramuros. La Plaza de la Villa abarrota-da de gente esperando religiosamentesu turno.

    Los nativos no habamos visto nada parecido, ni creo que lo volvamos aver. Y el motivo de todo este trajn:Las Edades del Hombre.CREDO.

    Ver para creer. Solo los ms optimis-tas, que los hay, podan imaginar estamarea humana en Arvalo.

    Vindolo desde fuera no creo quetoda esta gente se mueva por la Fe, elCredo o el Arte ni mucho menos. Creoque eso es la disculpa o el motivo. Lagente necesita un motivo, una discul- pa, algo que nos movilice. Da igual loque sea, cualquier cosa. Eso s, bienorganizada y dirigida. Nos han demos-trado fehacientemente que es simple-mente organizar y gestionar recursos.

    Una vez demostrado esto, creo queArvalo tiene esos recursos y sobrados.

    Tiene Historia, Arte, Medio Ambiente,Gastronoma y sobre todo Gente. Qufalta? La organizacin, direccin ygestin de todos estos recursos.

    Creo que no hemos aprovechadodel todo una gran oportunidad, peroa la vez, no debamos dejarla pasar.Creo que todava hay alguna solucin para dar continuidad a toda esta mareade gente que vino a Arvalo. No s, omejor dicho, s s a quin corresponde.Pero a quien corresponde ya debera

    haber estado manos a la obra desdehace tiempo.

    No creamos que esta marea fue-ra posible, pero nos han demostradoque s que es posible. Tambin pare-ce ser, que al que corresponde est pensando en ello, pero aqu estamosacostumbrados a pensar demasiado ysera un buen momento para empezara hacer. En ello puede irnos nuestroms cercano futuro. Tal y como est lacosa no hay muchas ms opciones. Eshora de demostrar que la famosa frasede va a haber un antes y un despus,es cierta.

    Toda esta marea humana nos haenseado y demostrado que Arva-lo tiene cosas que ensear. Cosas quemerece la pena ver. Que Arvalo es unlugar para estudiar, pasear, fotogra ar,investigar y vivir. Nos hemos credo,

    porque as nos lo han dicho, que tene-mos un Patrimonio (de todo tipo), unaHistoria y una Gastronoma que me-rece la pena conservar, ensear y, porqu no, explotar.

    Ahora les toca a ellos, a los quecorresponda, ponerse manos a laobra, no dejarlo para maana, seguiresta inercia.

    Poner una maquinaria en movi-miento es lo que requiere mayor es-fuerzo, pero eso ahora est hecho.

    Tenemos que ser capaces de seguir lainercia, evitar que esto pare.Es un reto al que nunca nos hemos

    enfrentado en Arvalo pero alguientiene que tirar de este carro para darcontinuidad. Aunando fuerzas y es-fuerzos, olvidando rencillas y malosentendidos, dialogando con todos losestamentos, asociaciones e institucio-nes implicados o que quieran implicar-se. Olvidando egos. Con ello podemosconseguir un futuro para Arvalo yalgo tambin importante, la unin degentes y esfuerzos para salvar nuestratierra, que es donde vivimos y cre-cemos y la que dejaremos a nuestroshijos, si es que conseguimos que vuel-van. Nadie nos va a hacer este trabajoy adems creo que es muy grati cante.

    Es la nica forma de quitar la ra-zn al lugareo cuando me deca: Despus del Credo, viene La Salve slvese el que pueda. Y ya digo, songente los lugareos que sabe y mucho,y se equivoca poco, muy poco.

    Agustn Garca Vegas, Chispa.

    El lugareo y la Salve

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    pg. 8 la llanura n 54 - noviembre de 2013

    Si hemos de creer a Juan Jos deMontalvo, el primer historiador localque logr publicar en 1928 su recopi-lacin De la historia de Arvalo y sussexmos, nuestra ciudad se remonta, encuanto a sus orgenes, a tiempos an-teriores a la conquista de la pennsula por el Imperio Romano, de hecho citael dato de que el senador hispano Lu-cio Emilio Paulo entreg al senado enel ao 236 antes de Cristo una lista de poblaciones que pretenda fueran ad-mitidas como ciudades de Roma contodos sus derechos, entre las cuales -guraba Arvalo.

    Pero no hay al respecto muchos da-tos y estos no se han estudiado quizsen profundidad por lo que nos move-mos al respecto en el campo de la espe-culacin. Una teora relativa al origende la ciudad nos religa con los Ar-vacos, tribu de origen celta y primoscercanos de los numantinos esforzadosdefensores de su ciudad, Numancia, si-tuada en la provincia de Soria y otras posibles con los Vacceos, tribu de re- putados guerreros, pastores nmadas ycultivadores de cereal en la estepa me-setaria del valle del Duero, con ncleosestudiados en Medina del Campo, Toroen Zamora, Salamanca y otras pobla-ciones prximas a la nuestra.

    El origen no es claro pero el hombrelleva asentado en nuestra tierra desdehace muchos siglos, si atendemos, ci-tando a Montalvo, a lo que pueda de-cirnos la toponimia de nuestro ncleo,ubicado en la con uencia de dos rosde poco caudal y arenosos, esta cir-cunstancia podra haber dado lugar anuestro nombre: Are (na) Vacceos =Arvalo.

    Tambin pudiera venir el nombredel griego en cuanto a que valo engriego quiere decir pasar, transportar yreferido a los accidentes del territoriolugar para vadear un rio por su poca profundidad. No debemos olvidar quetambin los griegos anduvieron por es-tos pagos y de hecho la patrona de Pala-cios de Goda es la Fongriega, virgenque toma su nombre de fons greca,fuente griega.

    De cualquier modo con eso mi ig-norancia, sometindome a opinionesms fundadas sobre el nombre y ori-gen de este asentamiento humano quees nuestra ciudad.

    Pero lo cierto es que de lo que yo

    quera hablar hoy es de familias en sen-tido amplio y de nombres. De estosltimos por las mgicas peculiaridadesque, a veces, con ere al que lo lleva yde familias en el sentido gentilicio deltrmino tal como se entiende en el de-recho romano clsico, y de aqu es dedonde viene el ttulo de este opsculo,que podra traducirse por gente, perode ms maneras tambin como dir acontinuacin.

    Para los romanos la gens es una or-ganizacin pblica que podra de nirsecomo un conjunto de familias que des-cendan de un antepasado comn vin-culadas por un parentesco ms o menoslejano. Todos los componentes de unamisma gens tienen sepultura conjun-ta. El inters econmico es comn atodos sus miembros y determinado porsu arraigo en un mismo territorio quecultivan en comn. Cada gens tuvo uncabeza de familia y hasta sus dioses la-res (familiares) propios.

    Con estas notas en Arvalo, por morde la romanizacin quizs, podemosobservar cmo pervive la institucincivil de la gens hoy en la actualidad,aunque con ligeras variaciones respec-to al modelo romano, as se llama a lagente que tiene un antepasado comn, por el cognomen de este, vamos,

    por el mote y as nos encontramos congens u organizaciones familiares connombre propio: los parritos, los cern-calos, los joselillos, los mscaras, loschiroles y tantos ms; en nuestro pue- blo cuando le preguntas a alguien: Yt, de qu familia eres, o de quineres, te contesta, por ejemplo, yo soyFichunira

    Pues bien, en una reciente visita alcementerio tuve otra evidencia de esta pervivencia romana entre nosotros aldarme de bruces con la tumba de Ma-riano Gil y comprobar que estaba en lade su familia en sentido amplio. Pesea que en su lpida estaba desdibujadoel texto de la caricatura que le retrata pude ver que falleci en el ao 1982.Ah estaba, enterrado en un pantencomo parte integrante de una gens ensentido clsico del trmino.

    Y que voy a decir de Mariano queno sepan todos los que le conocieron,que era un artista de la escena y de lavida, que dio estilo y realce al incipien-

    te nacimiento de las peas, que estabaen todos los eventos culturales ni-camente puedo contar un detalle queyo tuve el honor de vivir desde el puntode vista profesional. A saber, cuando en

    octubre de 1977 se promulga la Leyde Amnista que daba la posibilidad dereponer en sus derechos activos y pasi-vos a los funcionarios pblicos repre-saliados por la dictadura, solicitamos yobtuvimos la posibilidad de acogerse ala misma ya que haba trabajado ( al pa-recer) en el Ayuntamiento y pretendi-mos que le dieran una pensin de cla-ses pasivas. Pero el pobre Mariano fuerehabilitado en el nombre pero no en la pasta, nunca logr cobrar nada porquese muri antes, y adems sin descen-dencia, conocida al menos. Marianoera, segn el rgimen, de la cscaraamarga cuando yo no he visto nunca anadie con una sonrisa ms dulce y msfranca en la boca.

    Podra decirse de Mariano que pertenece a la gens de los Muriel; en-terrados en la misma sepultura estnMelchor y Livio Muriel. El primero porque as lo dispondra en vida ya quesiempre vivi en vila donde dejo treshijos: Livio, Siro y Raquel, esta ltimauna belleza a los diecisis aos cuandoyo la conoc. De Livio qu voy a decir,forma parte de mi pasado ms doradoy bonito, le recuerdo, por ejemplo, enel sitio donde veranebamos un tiempo,en Suances, por ejemplo, all montabaen la playa una caseta para refugiarsedel sol y en ella se dedicaba a leer el peridico mientras la Benita, su mujer, paseaba por la playa con la Laurita ocon mi madre la Tere Perrino. De estetronco gentilicio descienden Yoly, Cho-rn (otro Melchor) y Fernando (hijo dela primera al cincuenta por ciento consu santanderino padre del mismo nom- bre) ilustre director de esta revista. Ha- ba un tercer hermano Siro, que habahecho fortuna en Bilbao donde habaemigrado, fumaba puros y se dedicabaen verano a asistir a todas las corridasde toros de las importantes ferias deSalamanca, Valladolid, etc. Siro no estenterrado en Arvalo y el chalet que sehizo cerca del puente de la estacin,de diseo racionalista y moderno, est prcticamente en ruinas. Es curioso ob-servar cmo, al igual que en la RomaClsica, los nombres de las familias serepiten y perviven.

    Estas son algunas de las historias dela gente de nuestra ciudad, gente arrai-gada al territorio y que hunde sus racesen el trabajo y la tierra, porque segnmi parecer son los hombres del comnlos que forjan el carcter de las tierras yel poso que en ellas queda es el de susgentes y no al contrario.

    Emilio Oviedo Perrino

    Gens

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    pg. 9la llanura n 54 - noviembre de 2013

    Acabo de venir de caminar. Por lamaana he estado haciendo una de lasetapas de la senda de Tumut, unos 18kilmetros desde Tiosillos hasta Ar-

    valo por el ro Adaja, en compaa devarios amigos y amigas.Cuando llego Ana ya ha comido.- Si ests cansado -dice Ana-, ya

    iremos otro da.- No, no. En cuanto coma y descan-

    se un rato nos vamos- respondo entrecucharada y cucharada de lentejas-, nosea que empiece a helar.

    - Adems hay que aprovechar laluz, ya anochece antes -refuerza Ana.

    En el recorrido, multitud de cochesestn parados por los caminos y vemosa sus ocupantes caminando despacio,cabizbajos. A las cuatro y media llega-mos al pinar habitual. Nuestras nicasherramientas: dos palos, una navajay una cesta de mimbre. Empezamosa buscar separados varias decenas demetros, mirando al suelo, buscandoentre las tamujas.

    No han pasado ni cinco minutoscuando Ana dice que no le gusta el pi-

    nar en el que hemos parado, algo secoy rebuscado. Montamos nuevamentey nos alejamos un par de kilmetros.ste tiene mejor pinta. Antes de pararya descubrimos los primeros nscalos.Ana comienza a buscar por los alrede-dores. Pronto escucho sus gritos, con-tenidos, de alegra. Se puede decir quegrita en voz baja:

    - Luis, mira aqu hay otro, miraaqu hay otros dos, no tres, cuatro,mira aqu hay ms, qu buen comien-zo, hemos encontrado un corro!, unafamily como decan David y Maracuando venan con nosotros.

    Ana va destapando un poco los ns-

    calos para tenerlos localizados. Yo losvoy cortando: retiro con cuidado lastamujas, la arena o el musgo que losrecubre, meto la navaja por debajo delsombrero y corto el pie. Por debajo seve el polvo harinoso de las esporas y elhongo blanquecino de los micelios enforma de raicillas de donde saldrn losfuturos nscalos. Limpio cuidadosa-mente el sombrero y los deposito en lacesta de mimbre con los librillos haciaabajo para que sigan soltando sus es- poras. Despus vuelvo a tapar para queel hongo siga fructi cando. Mientrastanto, Ana contina gritando en voz baja sus nuevos hallazgos.

    No ha sido mal comienzo, ya he-mos llenado algo ms del culo de lacesta. Caminamos nuevamente separa-

    dos unas decenas de metros, sintiendo bajo los pies la cama esponjosa queforman las tamujas humedecidas. Una becada oculta tras una retama huye alser descubierta con su vuelo sinuosoentre los pinos. Un cagarrutero y lashuellas que cruzan el camino son cla-ros indicios de la presencia del corzo.

    En algunas zonas el suelo del pinarest levantado, las tamujas volteadas,dejando al descubierto el hongo blan-quecino que dar lugar a la seta, al ns-calo o ncalo, como muchos decimos por aqu. Ana se pone negra, dice quela gente no sabe buscar, que arrasanel pinar sin importarles que en zonastan hozadas no sigan saliendo ncalos porque el hongo se seca al dejarlo a laintemperie. Mientras, intenta colocarnuevamente las tamujas en su sitio.

    Al cabo de dos horas, la cesta estllena. No se ha dado mal la tarde, co-mentamos mientras regresamos al co-che avanzando cerca del camino paraaprovechar la luz del atardecer. Un bho real emite su reclamo lastimerodesde el Adaja, otro le responde desdeel pinar. El ladrido estridente del zorro parece protestar por el dialogo pausado

    de los bhos. Mientras recogemos laltima family y comentamos cun-to hubieran disfrutado nuestros hijossi hubieran podido acompaarnos, seempieza a or un sonido atrompetado,repetitivo pero muy musical. Escucha-mos con atencin, se acerca. Salimosdeprisa a un cortafuegos cercano. Du-

    rante dos horas hemos estado mirandoal suelo, ahora miramos al cielo.- Ah! -grita Ana-, ah estn!Una bandada de unas doscientas

    grullas se dirigen en perfecta forma-cin hacia el suroeste emitiendo susgritos de alegra al saber que su des-cansadero ya est muy cerca. Las aves, bajo la mgica luz del atardecer, ponenel remate musical a una grata tarde deotoo.

    El pinar huele agradablemente ahumedad. Los ltimos nscalos sondepositados en la cesta con ese tactoentre esponjoso y delicado. El cielocomienza a cubrirse con los maticesrosados del ocaso. Se oyen los alegresgritos de las grullas volando hacia sudormidero. Y esta misma noche sabo-rearemos la seta cuyo nombre espec -co es deliciosus.

    Olfato, tacto, vista, odo y gusto.Una tarde con los cinco sentidos,

    una tarde cinco estrellas, una tarde perfecta.

    Arvalo, a 3 de noviembre de 2013. Luis Jos Martn Garca-Sancho.

    Nicalera

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    pg. 10 la llanura n 54 - noviembre de 2013

    Pgina poticaViejas gabardinas,trajes del abuelo.

    Bolsas alargadas blandos recovecos.

    Olores extraoscon tacto de pelos.

    Antiguas historiascuelgan del perchero.

    Puertas de mi infanciadel armario roperocerrado con llaveen el pasillo de dentro.

    Julio Csar Martn Garca-Sancho

    ARVALO

    As, tan sonoro y rotundo;tu solo nombre inspira respeto!Sonoridad y ecosque se pierden a lo lejos.Piedra dura, cielo abierto,memoria viva en grieta que transpira.Tu castillo apurando seriolos aires raudos del tiempo.Entre los castillos: seero,herldico y austeromesetario y pendenciero.Tu dedo apunta a otro mundo,como trasfondo de un sueo.Medieval y aventurero, buclico pero emtico,grave y redondo; altanero!Horizontes sin linderosque delimiten tu imperio.Emblema de tu Castillasu corazn y misterio.Baluarte de un recuerdo,ensea de su realeza.Remate de unas murallasa las que solo supo vencer de las edades el viento.

    Pauelo de dos riachuelos;inquieto, viajante y discreto.Infancia de todos mis juegos,callejn de sentimientos.Cigeas buscan alturasentre tu vuelo sereno.Cicatrices de otros siglosleyenda en recogimiento.Arvalo, tu historia,tu calma, tu ensueo;gravita justo en el medio

    de la Espaa fabulosa. Ricardo Bustillo Martn

    El ms intenso dolorMujercita soadora;alma frtil de virtud;luz divina de la auroraque alumbr mi juventud.

    En la vida, compaera,caminaste con mi amor,y lo mo tuyo era,del placer hasta el dolor. Nada tuve ms que tuyo,del dolor hasta el placer;y fue tu dicha un capulloque en mi pecho vi nacer.

    En las sombras de una noche tenebrosa,vil infamia separ nuestro vivir,y un dolor horripilante ahora me acosa:no poder nuestras desdichas compartir!

    Los dos, presos

    sin pecar!...La consigna esesperar!

    Miguel Gonzlez

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    pg. 11la llanura n 54 - noviembre de 2013

    AGENDA DE ACTIVIDADESSala de Conferencias de Caja Espaa-Duero- Viernes, 22 de noviembre de 2013, a las 20,30 horas :Conferencia Huellas y testimonios de los judos en laprovincia de vila, a cargo de Jorge Daz de la Torre, ar-quelogo e historiador.Organizada por la Asociacin Cultural La Alhndiga.- Viernes, 29 de noviembre de 2013, a las 20,30 horas :Conferencia La Morera de Arvalo, a cargo de Serafnde Tapia, profesor de Historia de la USAL.Organizada por la Asociacin Cultural La Alhndiga.

    Sala de exposiciones de la Casa del ConcejoExposicin Das de cineIlustraciones de Carol Feijoo.Das 22-23-24 / 29-30 Noviembre y 1 de Diciembre.

    Biblioteca del Instituto Eulogio Florentino SanzA partir del da 6 de Noviembre y de forma peridica todoslos mircoles se proceder a la apertura de laBiblioteca delInstituto Eulogio Florentino Sanz en horario de tarde de17 a 19 horas.

    Auditorio Espacio san Juan de la Cruz- Llama deAmor Viva de FontiverosPresentacin del libro de poesa: Versos para el Caminode Mara Jess Eleta Salazar Sbado, 30 de noviembre de 2013 a las 19,00 horas.

    Sala de Exposiciones de La Alhndigaleos y Acuarelasde Rafael MedieroHasta el prximo da 8 de diciembre de 2013.Horario: Viernes, de 18,30 a 20,30 y sbados, domingos yfestivos de 12,00 a 14,00 y de 18,00 a 20,30 horas.

    Rafael Jess Mediero Hernndez esnatural de Villanueva del Aceral (vi-la) y ha ejercido la profesin de maes-tro casi durante toda su vida laboral enRapariegos (Segovia). Recientementeha cesado en su puesto de trabajo y,segn nos con esa, espera poner ordenen muchas cosas y dedicarse a pintarentre otras tareas que tiene en menterealizar ahora que es dueo de su tiem- po. Pero ha pintado durante toda suvida y ha empleado diversas tcnicascomo la acuarela, la pintura al leo o el pirograbado. Mientras charlamos conl vemos una parte de su obra, muchosde los cuadros que nos muestra estarnexpuestos en la cita que tiene con el pblico en la sala de Exposiciones deLa Alhndiga, calle Caldereros, s/nde Arvalo; durante el prximo mes denoviembre y cuyo horario podrn co-nocer en esta misma revista.

    Curioso desde nio, es sta una delas cualidades que junto con la sensibi-lidad ms destacan en Rafael de entrelas muchas que posee. Curioso por lascosas, jndose en todo y en todos losdetalles. Es de las personas que vendonde los dems miramos. Poseedoradems de una sensibilidad especial,capta imgenes que la vida le presen-ta. Reserva las acuarelas normalmen-te para representar paisajes, el mar encasi todas ellas. En esos trazos que presenta no trata de interpretar todo loque ve, muy al contrario, presenta el paisaje que l ha visto pero deja que elobservador tenga su propia evocacin,cada una diferente, todas posibles, to-das vlidas; al contemplar sus acuare-las uno tiene la sensacin de que ha

    logrado pintar el sonido. Al ver las nu- bes, el mar, la silueta de algn pjaro oel per l de la costa, se siente el rumordel mar o el soplar del viento, todo ellorepresentado con suaves colores quetransmiten una enorme sensibilidad.

    Por otra parte, cuando pinta un bodegn, un paisaje urbano o algunavieja y desvencijada puerta, utiliza la pintura al leo. Consigue unas textu-ras asombrosas. La piedra que enmar-ca sus puertas invita a ser acariciada,mientras consigue que la madera deesas viejas puertas aparezca comosi hubiera retenido en sus trazos lasmltiples vivencias de las que ha sidotestigo mudo. En los bodegones, luzy volumen crean texturas realsimas,armoniosas. Y en alguno de sus paisa- jes urbanos, nos sentimos invitados a penetrar en el cuadro y pasear por ese paisaje representado.

    Hablamos de la Escuela, su escuelade Rapariegos, de sus alumnos, de susmuchos aos de docencia. Mientrasexplica que el pirograbado, otra de lastcnicas que emplea,lo reserva para repro-ducir, y as rendir unaespecie de homenaje aalguna de las creacio-nes de otros pintores.Una agradable conver-sacin, rodeados deobras que muestran la belleza en estado puro.Sorprenden especial-mente los cielos que pinta. Embriagados porsu pintura, hablamos

    del olor del aguarrs y las pinturas, detablas, de lienzos, del paisaje de estallanura que nos ha visto nacer y a laque tantas veces hemos contemplado yen el que seguimos descubriendo nue-vos detalles que nos enamoran. Ahora

    que Rafael tiene ms tiempo, espera-mos poder repetir momentos como elque hemos tenido la dicha de com- partir en su casa, rodeados de su obra.Inevitable ha resultado que durantela conversacin saliera el nombre denuestro comn y gran amigo Jos An-tonio Arribas, a quien tanto echamosde menos y cuya ausencia tanto dolornos ha causado.

    As pues, les recomiendo que seacerquen a visitar la exposicin de Ra-fael, con sencillez y sin prisas; dejn-dose atrapar por sus trazos, esos que unda Rafael dej dispuestos; para que unda cualquiera un observador annimode su obra pueda contemplar lo quesus ojos han visto. En sus cuadros en-contrarn un motivo para re exionar,mientras contemplan una belleza que alos dems se nos haba escapado peroque l hbilmente ha atrapado paranuestro deleite.

    Fabio Lpez

    Rafael Mediero Hernndez

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    pg. 12 la llanura n 54 - noviembre de 2013

    La matanza del cerdo

    Por lo general cae el invierno enCastilla hacia los Santos y las nimas

    benditas. Las tierras son camposantosinterminables. En las sepulturas terri-zas de los surcales yacen los granos dela sementera.

    Por eso en todos los pueblos caste-llanos y en cada hogar se lleva a cabola matanza del cerdo, holgorio feno-menal que inicia su apertura cuando esel da de San Andrs Por san An-drs mata tu res, grande o chica, comoest, llegando las matanzas hastalos linderos de la Candelaria.

    Vamos a asistir en calidad de invi-tados a uno de estos mondongos en lacasa de un labrador castellano de losque no son ni ricos ni pobres, de ha-cienda media, riquejos.

    Aunque a cada cerdo le llega suSan Martn, estos dos gorrinos quevan a sacri car ahora ante nosotrosconsiguieron alargar su existencia has-ta mediar diciembre. Pesan, cada uno,alrededor de doce arrobas. El ideal parauna buena matanza, pues ni el cerdo, alsacri carle, ha de tener menos de diezarrobas ni sobrepasar la docena. Soncerdos bien cebados con centeno y ha-rinilla, y la ayuda e caz de patatas y berzas cocidas, y tal cual otro chorreode cebada o de maz. No fueron al por-quero, sino de la pocilga al corral y delcorral a la pocilga. Les caparon a loscinco meses, y, por consiguiente, no padrearon. Ah est en la corralada la primera de las vctimas. es mo etudo, blanquecino, con grandes orejas, rabo

    no e inquieto y ojos abiertos a pun-zn. Parece mentira que aquellas ma-nos y aquellas patas tan cortas puedansostener la mole oblonga del cuerpo.

    En el corral, grande como una pla-

    za, se encuentran el amo de la casa,sus dos hijos que ya cumplieron elservicio, el matachn, varios vecinos,algunos parientes, la seora ama, lamondonguera, y la hija moza y sus dosms ntimas amigas, ms un enjambrede chicos.

    El matachn lleva el gancho en lamano por si el animal se rebela y hayque engancharle por la jeta. Otro va-rn cualquiera prepara la maroma paraamarrarle por el cuello y las patas. Enun rincn est amontonada la chama-rasca de la hoguera. En el centro, lamesa del sacri cio. Los cuchillos lu-cen en las manos de los hombres, y lamondonguera tiene dispuesto el barre-o para la sangre y el cucharn de palocon el que ha de moverla, a n de queno se cuaje y pueda estropearse. Ale-tea la humana inquietud y la picanteeuforia en los ojos y en los gestos dela gente. Los chicos saltan en su igno-rancia gozosa que tira a inconscientecrueldad.

    A por el marrano! Cuatro hombresfuertes y recios caen sobre el condena-do a muerte. Bien amarrado por la sogaes conducido hacia la mesa. La vctimalanza unos chillidos que estremecen alas mismas piedras, jadea, mira a los

    all presentes. Nada. No hay amnista posible.El matachn hunde el cuchillo en el

    cuello del cerdo con habilidad certera,

    y la sangre va a parar a golpes al ba-rreo vidriado, donde la mondongueradeja caer la sal gorda y mueve el rojolquido sin cesar. Muere el animal pocoa poco, jadeante. Ya no respira. Le lle-van a tierra, donde est la lea prepa-rada, prendiendo fuego a la hoguera.Saltan los chicos disparatadamentealegres. Pasa la jarra del vino de manoen mano entre los hombres. Las muje-res desaparecieron hacia la cocina.

    Ahora, apagadas las llamas de lachasca, del chisporroteo del rescoldosacan al animal para, colocndole denuevo sobre la mesa, arrojar sobre latotalidad de su cuerpo ollas de aguahirviendo. Seguidamente los hombresle raspan con cuchillos y, en algunascasas, con unos cachos de teja, hastaquedar limpio y blanco como la pate-na.

    Conviene despus sacar al animallas tripas y la vejiga, todo el vientre, pues han de lavarle cuanto antes enel ro. Alguien in a la vejiga, la ata ylos chicos disputan por la posesin dela zambomba. El cerdo cuelga de unaviga de la cuadra.

    Idntica operacin se repite con elotro marrano, hasta que ambos pen-den, hermanados, del mismo techo.

    Julio Escobar Itinerarios por las cocinas y

    las bodegas de Castilla (fragmento)

    Clsicos Arevalenses