La gruta de la palabras Vladimir Holan

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MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 1 Vladimir Holan La gruta de las palabras y otros poemas Muestrario de Poesía 46 Biblioteca Digital BIBLIOTECA DIGITAL DE AQUILES JULIÁN

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El siglo XX, el siglo de los totalitarismos, de los campos deconcentración, de la seducción de las ideologías y losapandillamientos políticos, de tiranos todopoderosos y de lasumisión de los intelectuales, de las aberraciones y las cobardíasextremas, fue particularmente trágico para los países de EuropaCentral.La colisión entre el nacional-socialismo y sus furiosos ademanes de exterminio ysubordinación, y el imperio estalinista cargado de paranoia y crueldad, condujoa situaciones de extrema violencia que terminó por imponer en cada país agrupúsculos sedientos de sangre y poder, cuestión en la que ambos extremoscoincidían. Ese mundo, en donde toda razón y toda mesura fue suprimida, endonde las pasiones desbordadas y el desquiciamiento fue la norma, fue elmundo en que el poeta checo Vladimir Holan tuvo que vivir.

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    Vladimir

    Holan La gruta de las

    palabras y otros poemas

    Muestrario de

    Poesa 46 Biblioteca Digital

    BIBLIOTECA DIGITAL DE

    AQUILES JULIN

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    La gruta de las palabras y otros poemas

    Vladimir Holan, Repblica Checa Edicin digital gratuita de

    Muestrario de Poesa 46

    Editor: Aquiles Julin, Repblica Dominicana. Primera edicin: Julio 2009 Santo Domingo, Repblica Dominicana

    Qu somos? Muestrario de Poesa es una coleccin digital gratuita que se difunde por la Internet y se dedica a promocionar la obra potica de los grandes creadores, difundindola y fomentando nuevos lectores para ella. Es una iniciativa sin fines de lucro para servir, aportar, aadir valor y propiciar una cultura de dilogo, de tolerancia, de respeto, de contribucin, que promueva valores sanos, constructivos, edificantes, en favor de la paz y la preservacin de la vida acorde con los principios cristianos. Los libros digitales son gratuitos, promueven al autor y su obra, as como el amor por la lectura, y se envan como contribucin a la educacin, edificacin y superacin de las personas que los solicitan sin costo alguno.

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    Encontrar lo que existe entre la idea y la palabra /Aquiles Julin 5 Al alba 6 Antes de nochevieja 6 (Aunque) 6 Cita 6 (Cuando llueve en domingo y t ests solo) 7 Nieve 7 De noche 7 (Detenido por una mujer) 8 (Durante la siega) 8 En la profundidad de la noche 9 Encuentro en el ascensor 9 Eva 9 Hay 10 Junto a la fuente, junto al estanque 10 La Belle Dame Sans Merci 11 La virgen 11 No es 11 Noche de insomnio 12 Non cum platone 12 Otoo III 12 Partus Labyrinthis 13 Pero el tiempo 13 Pesadumbre 13 Que los muertos entierren a los muertos 14 Ser 14 Un da por la maana 14 Europa 14 Al alba 15 Pero el tiempo 15 Muerte 15 Qu es poesa? 16 La voz humana 16 El pino 17 Seales 18 La verdad del infierno 19 Muro 19 Herencia 19 Entre 20

    Contenido

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    Entonces de nuevo 20 Madre 21 Resurreccin 21 Pero 21 Noche, amiga ma...! 22 (No es indiferente) 22 La gruta de las palabras 22 Mi lmpara 23 A los obreros espaoles 23 Confesin tarda 23 Cada uno 24 Hacia la poesa 24 Sobre la acera 24 Nieve 25 Y no hay comienzo 25 Por qu? 25 Calor sofocante 26 Imagen que nos abisma 26 Entierro 26 Pero 27 Leyendo las cartas de Shelley 27 xtasis 27 Hoy 28 Tener 28 Serpiente 28 De desamor 29 En la profundidad de los bosques 29 Siempre 30 Solo en la oscuridad 30 Noche de mayo 30 Sin ttulo 31 Cundo? 31 Dos voces 1 31 Conocimiento 32 But never doubt I love 32 Encuentro V 33 De una entrevista sobre V. Holan a Clara Jans, por C. Dolores Escudero 34 Fragmento de una entrevista a Vladimir Holan 40 Biografa de Vladimir Holan 44

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    Encontrar lo que existe entre la idea y la palabra.

    Por Aquiles Julin

    Entre la idea y la palabra hay ms de lo que somos capaces de entender. V.H.

    El siglo XX, el siglo de los totalitarismos, de los campos de concentracin, de la seduccin de las ideologas y los apandillamientos polticos, de tiranos todopoderosos y de la sumisin de los intelectuales, de las aberraciones y las cobardas extremas, fue particularmente trgico para los pases de Europa

    Central. La colisin entre el nacional-socialismo y sus furiosos ademanes de exterminio y subordinacin, y el imperio estalinista cargado de paranoia y crueldad, condujo a situaciones de extrema violencia que termin por imponer en cada pas a grupsculos sedientos de sangre y poder, cuestin en la que ambos extremos coincidan. Ese mundo, en donde toda razn y toda mesura fue suprimida, en donde las pasiones desbordadas y el desquiciamiento fue la norma, fue el mundo en que el poeta checo Vladimir Holan tuvo que vivir. Montado sobre la renovacin cuestionante de los movimientos literarios posteriores a la Primera Guerra Mundial: Dad, Futurismo, Surrealismo, y la conmocin provocada por el asalto bolchevique del poder en Rusia, con las ilusiones de redencin y cambio que dicha accin provoc y promovi en Europa, Holan produjo una poesa hermtica, de minoras, que cambi de tono luego de la ocupacin nazi de Checoslovaquia en 1939 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1940. Asumi entonces su poesa un valor poltico, en pro de la liberacin. La ocupacin por el Ejrcito Rojo de Checoslovaquia, tras las esperanzas iniciales, revela su rostro opresivo: una nueva tirana, esta vez de tinte comunista, se cierne sobre su patria. En 1948 la obra de Holan es penalizada por el gobierno ttere impuesto por los ocupantes soviticos y desaparece de las libreras. Condenado al silencio, el poeta se encierra en su casa de la isla de Kanipa, de la cual no volver a salir. All, enclaustrado, escribe su ms importante produccin. En 1963 sus libros son despenalizados y vuelven a aparecer en las libreras de Praga. Se le conceden reconocimientos y honores. El Estado busca recuperarlo. El fracaso de la llamada Primavera de Praga impone nuevamente la realidad del estado satlite. En 1980 muere, nueve aos antes de que aquel imperio inepto e irrisorio se derrumbara. Esas fueron sus circunstancias. Aprendi a cuidar sus palabras, disimular sus signos, preservar un espacio a la libertad. Nos toca a nosotros buscar, en sus poemas, eso que late y vive en el breve territorio que va de la idea a las palabras. Como escribi: Todo, hasta el mismo silencio, tiene algo que callar.

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    Al alba

    S, es el alba... Ropa sucia sobre el cuerpo lavado de una hermosa... Tocar, ah, slo tocar, mas de la nada ni tan siquiera el sueo! Tambin t, all abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesa ya nunca se saldr.

    Antes de nochevieja

    Qu traer el viento esta noche? La lluvia, la nieve o una carta? Una carta de quin? Una carta buena o mala? Todo, hasta el mismo silencio tiene algo que callar. Pero todo, hasta lo inexpresable, acabarn por decirlo los celos.

    [Aunque]

    Aunque siempre te escapas, amor mo, eres mi presente perpetuo, oh, s! Igual que el salto del agua: aunque le abandona sin cesar siempre la misma agua, l permanece siempre en el mismo sitio.

    Cita

    Lluvia sin rboles... Hmedo heno... Apertura del gas... Nube frita en la sartn de la luna... Parpadeo... Guio... Desparicin de las formas... Casi tropieza con la carretilla de tierra del cementerio...

    "Me quire usted?" -S. "Me ama?" -No.

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    [Cuando llueve en domingo y t ests solo]

    Cuando llueve en domingo y t ests solo, completamente solo, abierto a todo, pero no llega ni el ladrn y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo; cuando llueve en domingo mientras t ests abandonado y no comprendes cmo vivir sin cuerpo y cmo no vivir puesto que tienes cuerpo; cuando llueve en domingo y, solo, no eres ms que t, no esperes ni hablar contigo mismo! Entonces el ngel es el nico que sabe lo que hay encima de l, entonces el diablo es el nico que sabe lo que hay debajo de l.

    El libro sostenido, el poema al caer...

    Nieve La nieve empez a caer a medianoche. Y es verdad que donde se est mejor es sentado en la cocina aunque sea la cocina del insomnio. All hace calor, te preparas algo, bebes vino y miras por la ventana la eternidad familiar. Por qu ibas a torturarte por saber si nacimiento y muerte son slo puntos, puesto que la vida no es una lnea recta. Por qu ibas a atormentarte al ver el calendario y a preocuparte por el valor que est en juego. Y por qu ibas a admitir que no tienes ni para zapatos para Saskia? Y por qu ibas a envanecerte de que sufres ms que los dems? Aunque en la tierra no existiera el silencio ese nevar lo habra inventado ya en su sueo. Ests solo. Ningn gesto. Nada de qu hacer gala

    De noche

    Durante la ausencia de la mujer amada las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus piernas, se deslizan en los zapatos de hielo

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    y empiezan a bailar desde tu cama hasta la inmensa sala del insomnio...

    Los zapatos suenan, dan vueltas, patean, retozan sin piedad, abiertamente, y eso dura y se sienten bien, bailan sin duda el uno con el otro.

    Tu amor sin fe slo les ayuda de los celos al adulterio. Los oyes toda la noche, y ms y ms te hielan, y no empiezan a fundirse hasta el momento de volver hacia ti...

    [Detenido por una mujer]

    Detenido por una mujer a las puertas de una ciudad desconocida le supliqu: Djeme pasar, slo entrar para salir de nuevo y volver a entrar slo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres.

    Pero ella me dijo: Pues yo he dejado all la luz encendida!.

    [Durante la siega]

    Cuando te he visto hoy arrodillada entre los trigos bajo el sol atar las gavillas, cuando te he visto dorada sobre el oro, y amando sin duda a ese muchacho que a cada instante se volva hacia ti, he tenido que pensar en aquella que amo y que no me ama, aquella que, noche tras noche, reposa, blanca en la blancura, y que no necesita ni de s misma...

    Ella, una de los mil espectadores de las ejecuciones...

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    En la profundidad de la noche

    a Jaroslav Seifert

    "Cmo no ser?", te preguntas y hasta acabas por decirlo en voz alta... Pero el rbol y la piedra lo callan , aunque ambos son hijos de la palabra y por tanto mudos, ya que la palabra se asusta de ver lo que ha sido de ella... Pero los nombres an los tienen. Los nombres: pino, arce, lamo tembln. ..y los nombres: feldespato, basalto, fonolita, amor... Bellos nombres, slo que asustados de ver en qu se han convertido.

    Encuentro en el ascensor

    Entramos en la cabina y estbamos all solos los dos. Nos miramos sin hacer otra cosa. Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad... En el quinto piso ella baj y yo, que continuaba, comprend que nunca ms la vera, que era un encuentro de una vez para siempre y que aunque la hubiera seguido lo habra hecho como un muerto, y que si ella se hubiera vuelto hacia m slo hubiera podido hacerlo desde el otro mundo.

    Eva

    A Maria Tomasova

    Fue cuando el vino nuevo... El otoo haba tejido ya el mimbre en torno a las botellas, y la serpiente, no encima de la piedra, sino debajo del brezo, yaca sobre el vientre cubrindose con su dorso.

    "La belleza destruye el amor, el amor la belleza ", me dijo y del mismo modo que antao se sacrificaba a las diosas de aqu y all un nmero impar de vctimas, ella pensaba entonces nada ms en s misma, imaginando con indiferencia la eternidad sin inmortalidad...

    Era tan hermosa que si alguien me hubiera preguntado por dnde haba ido con ella, no hubiera, sin duda, hablado

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    de paisajes ( a no ser que sintiera la impotencia de las palabras y que slo hiciera posible deletrear el silencio la lluvia que cae en los presidios). Era tan hermosa que quise vivir de nuevo, pero de un modo distinto. Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor me esperaba todava ntegra toda la locura...

    Hay

    Hay destinos donde lo que carece de temblor no es slido.

    Hay amores en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

    Hay placeres en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

    Hay momentos de mutismo en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es slo cuestin de sexo.

    Hay cabellos teidos por un meteoro donde es el diablo quien hace la raya.

    Hay soledades en las que miras slo con un ojo y miras slo sal.

    Hay momentos de fro en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

    Hay momentos de gravedad en los que sientes que has cado ya entre los que caen.

    Hay silencios que debes expresarlos t, precisamente t!

    Junto a la fuente, junto al estanque

    Toda mujer hermosa es cruel y humilla sin parecerlo precisamente a los hombres que, desnudos, arden por beber de la roca misma.

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    Pero es la muerte quien se les acerca, familiar, se dira un gorrin de estacin de ferrocarril, en el momento en que ellos, junto al andn, sacan el pan de su envoltorio...

    Voy a tener un hijo, dijo la muerte.

    La Belle Dame Sans Merci

    Estaba sentada en un estreo de madera y cantaba. Era como si me hubiera herido en la ternura.

    Era como si el deseo sin esperanza hubiera despreciado el llanto acariciando las lgrimas.

    Era como si el mismo sol entre nubes hubiera escuchado a ese tordo que pasa con una cereza en el pico.

    Era como si aquella cancin de ella hubiera recorrido por encima incluso ese ro vecino tan lleno de truchas.

    Era como si... Pero ella dej de cantar y dijo: "No vayas all, hace fro". Y yo le dije: "Dnde? No veo el lugar",

    La virgen

    En aquella fiesta haba tantas luces que eran perfectas las tinieblas. Y l estaba ahora all. Y no le molestaba que fuera precisamente l, y que sus sentimientos le vinieran del vino, aunque sus pensamientos vinieran de las uvas... Hacia la maana l la dej y ella mira an, por el agujero de su vestido de fiesta, el desnudo clavo del lunes...

    No es

    No es indiferente el lugar donde estamos. Algunas estrellas se acercan entre s peligrosamente. Tambin aqu abajo hay separaciones violentas de amantes

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    slo para que el tiempo se acelere con el latido de su corazn.

    Las gentes sencillas son las nicas que no buscan la felicidad...

    Noche de insomnio

    Estaba solo, completamente solo, incluso el sueo nocturno me haba abandonado... De pronto me pareci or no unas palabras sino unos sonidos, unos sonidos siempre en tres suspiros Como viento y harina... "Qu puede ser eso? No hay tiempo que perder!", mascull, y enderezndome el cabello con un trago de vino me puse en pie y, desnudo, palp en la oscuridad y un momento despus la negra fiebre de mi mano abra el armario... En su interior las polillas agitaban los trajes... Soy ms mortal que mi cuerpo...

    Non cum platone

    l: su belleza destruye mi amor, ya que al destruir la ilusin destruye la realidad.

    Ella: su amor destruye mi belleza, pues si tengo mscara quiero tambin teln.

    Grvido amanecer... Pueblo donde se han comido todos los gallos.

    Otoo III

    Campo sobre cuatro surcos... Lindero... Prado... Estanque... Zorzales en las serbas... Una araa teje de nuevo una malla hilada...

    Ameno da, expulsado de la razn al corazn del otoo... El viento se ha empurpurado... La columna de mosquitos lleva el busto de la danza...

    Dolor y pena, recuerdos y aoranzas... Quisieras ser de nuevo joven, vivirlo todo de nuevo?

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    Por las sombras prximas y lejanas se puede or, cmo en el pueblo cubren el osario con una chapa ..

    Partus labyrinthis

    Mire usted, seora, mis pecados son tantos que usted no puede darse idea. Y son tan pocos, que los conoce bien.

    Los que conoce son un solo pecado... Y los que no comprende son tambin ese que a usted, como a m incesantemente nos confunde.

    Pero el tiempo

    "Qu hay en tu corazn", me pregunt la vida. Era una pregunta tan brusca, buscaba tan poca excusa, que quise responder: Nada!

    Pero el tiempo (que en pie junto a una columna de piedra oblig hace mucho a sentarse a todas las catedrales) me dijo: "Mentiroso, ese lugar que en ti han ocupado las mujeres slo en el infierno permanece vaco!"

    Pesadumbre

    Que segn dicen la pena es muda... Y sin embargo, la mayora, incluso los taciturnos, anhelan confesarse, quejarse, anhelan rezongar. Les prestaste odo, sufriste con ellos, pero con el fin de venerar tambin siempre el secreto: buscaste la inspiracin sbita que suele ser precisa, nunca del todo explcita...

    Fiel, no podas ser personal... Sin embargo tampoco revelaste nunca los sentimientos de aquellos que al respecto callaron...

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 14

    Que los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertos

    Si los vivos pasaran por delante de los muertos sera el final del presente y el futuro de los remordimientos... Si los vivos pasaran por encima de los muertos, nosotros, los vivos, volaramos... Pero la cosa es as : remordimientos s, alas no.

    Ser

    S, podra decirle por qu tiene usted miedo cuando caen las hojas en el bosquecillo o en la alameda. Y podra decirle, por qu se ri Hlderlin cuando le sacudan ciruelas en la cabeza. Pero antes de que se vuelva usted en pos del sonido y antes de que se vuelva usted en pos del color, ser otra cosa y vendr de otra parte...

    Un da por la maana

    Un da por la maana, al abrir la puerta, encontraste en el umbral los zapatos de baile. Era para besarlos y t lo hiciste enseguida y volviste a sentir alegra despus de tantos aos, todas las lgrimas largo tiempo contenidas ascendieron a tu risa. Luego te reste y desde el alma rompiste a cantar con la tranquilidad de la juventud... No preguntaste qu hermosa dej los zapatos en el umbral. Nunca lo averiguaste y, sin embargo, de aquel feliz momento an vives con frecuencia...

    Europa Todas las crceles del mundo estn construidas con las piedras que cayeron sobre Jesucristo.

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    Y siguen hacindolo las manos de los ricos de modo que no pueden dar la mnima limosna. Por ello, crcel tras crcel, siguen creciendo y casi todos estamos ya presos en ellas y en ellas perecemos, como si el mismo Dios hubiera querido estar en nosotros, slo que sin nosotros

    Al alba

    S, es el alba... Ropa sucia sobre el cuerpo lavado de una hermosa... Tocar, ah, slo tocar, mas de la nada ni tan siquiera el sueo! Tambin t, all abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesa ya nunca se saldr.

    pero el tiempo

    "Qu hay en tu corazn", me pregunt la vida. Era una pregunta tan brusca, buscaba tan poca excusa, que quise responder: Nada! Pero el tiempo (que en pie junto a una columna de piedra oblig hace mucho a sentarse a todas las catedrales) me dijo: "Mentiroso, ese lugar que en ti han ocupado las mujeres slo en el infierno permanece vaco!"

    Muerte La arrojaste de ti hace muchos aos y cerraste el lugar, e intentaste olvidarlo todo. Sabas que no estaba en la msica de modo que cantabas, sabas que no estaba en el silencio de modo que callabas, sabas que no estaba en la soledad de modo que estabas solo. Pero, qu puede haber sucedido hoy para asustarte, como el que por la noche ve de pronto un rayo de luz por debajo de la puerta de la habitacin de al lado donde no vive nadie desde hace muchos aos?

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    Qu es poesa?

    Qu es poesa?, te pregunt una muchacha. Y quisiste decirle: el que t existas y con miedo y asombro, pruebas palpables del milagro, me duelan tu plenitud y tu belleza. Y no puedo besarte ni hacerte el amor, pues no tengo nada y a quien nada tiene slo le queda su canto. Pero nada dijiste. Te quedaste en silencio. La muchacha no oy tu canto.

    La voz humana

    Ni estrellas ni piedras nos imponen su msica. Las flores guardan silencio, se dira que las cosas nos ocultan siempre algo; por culpa nuestra los animales niegan en s mismos la armona del misterio y la inocencia. El viento se limita a enviarnos una seal pudorosa, slo los pjaros mudos tienen conciencia de lo que es el canto. (El da de navidad les arrojaste una gavilla sin trillar.)

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    A todos ellos les basta con existir, y esto es inexpresable. Nosotros, en cambio, tenemos miedo, no nada ms en las tinieblas; tampoco bajo la luz fecunda alcanzamos a ver a nuestro prjimo y aterrados lanzamos un conjuro violento: Habla si ests all!

    El pino

    Hermoso el viejo pino blanco de la colina de tu infancia que hoy has revisitado. Su rumor evoca a los muertos y piensas en cundo te ha de llegar el turno. El susurro del pino hace que sientas como si hubieras terminado tu ltimo libro y tuvieses que callar y llorar para que broten las palabras. 5. Europa Todas las crceles del mundo estn hechas con piedras que fueron arrojadas contra Cristo. Y las manos de los ricos continan lapidndolo y as no pueden dar ni la ms leve limosna. Entonces se levanta una crcel tras otra,

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 18

    ya casi todos estamos prisioneros en ellas. Y sucumbimos como si Dios anhelara estar en nosotros pero sin nosotros.

    Seales

    El arte empez con la cada de los ngeles, tiempo del vilano al viento, las montaas de estircol, el camo pisoteado, las cenizas que nadie quem, las lenguas que destroz la crema; slo aligera en apariencia el tiempo que se afeita el vello en los muslos de la prostituta. Pero el tiempo de las piedras, el peinado de la madrastra, el cojear del perro, el tiempo que tose en los stanos, el tiempo de las vrtebras cervicales en el momento del salto a travs de la hoguera de san Juan, an tiene poco peso. El arte empez con la cada de los ngeles... Pero ellos tambin tomaban vino, partan el pan y hacan el amor como los mortales; por eso, ebrios, buscamos nuevamente seales en la mesa que Orfeo marc con su cuchillo.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 19

    La verdad del infierno

    Al poeta nada se le perdona, ni siquiera su muerte. Y, no obstante su desdichado ser, permanecen, en cierto modo para siempre, unos cuantos signos y de seguro en ellos quedan tambin no la perfeccin, que sera el paraso, sino la verdad aunque tenga que ser el infierno.

    Muro

    Muro... Muro tan espiritual que ya tan slo puede humillar; muro que niega el movimiento al alma sentada y niega al movimiento las grietas que buscaban el prodigio. Muro en s mismo humillado por el misterio, porque est aqu y para equilibrar ese sentimiento de ser tan alto y no caerse en pedazos.

    Herencia

    Lo que nos dejan los poetas est siempre maltrecho por el tiempo,

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 20

    el pecado, el exilio. El ms sincero de ellos, el ms incgnito, sereno, enamorado, no nos impone nada: ni verdad ni consuelo ni desprecio, mucho menos impone amor. Presente, ya est ausente; y Picasso, al hacer un mueco de nieve, entendi bien que la inmortalidad del arte est en el tiempo, en el pecado, en el exilio; que el Sol tiene la obligacin de rescatar las lgrimas, las fuentes, los ros y los mares: todo en vano.

    Entre

    Entre la idea y la palabra hay ms de lo que somos capaces de entender. Hay ideas para las que no hay palabras.

    El pensamiento perdido en los ojos del unicornio

    reaparece de nuevo en la risa del perro...

    Entonces de nuevo

    Aunque mis versos a veces no los entenda ni mi amigo (del mismo modo que hay seres que no pueden matar aunque quisieran), aunque completamente abandonado me desesperaba (del mismo modo que algunas estatuas se aterrorizaron de los pecados humanos hasta volverse de madera), aunque no se me ofreca nada ms que el suicidio, siempre sent esto: convertirse en nada,

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 21

    para destruir hasta esa nada! Entonces volv de nuevo a amar...

    Madre Has visto alguna vez a tu vieja madre en el momento en que te hace la cama, extiende, estira, remete y acaricia la sbana, para que no quede ni una sola molesta arruga? Su respiracin, el gesto de sus manos y sus palmas son tan amorosas que en el pasado sigue apagando el incendio de Perspolis y en el presente aplacan ya alguna tempestad futura en el mar de China o en otro hasta hoy desconocido...

    Resurreccin Que despus de esta vida tengamos que despertarnos un da aqu al estruendo terrible de trompetas y clarines? Perdona, Dios, pero me consuelo pensando que el principio de nuestra resurreccin, la de todos los difuntos, la anunciar el simple canto de un gallo... Entonces nos quedaremos an tendidos un momento... La primera en levantarse ser mam... La oiremos encender silenciosamente el fuego, poner silenciosamente el agua sobre el fogn y coger con sigilo del armario el molinillo de caf. Estaremos de nuevo en casa.

    Pero El dios de la risa y los cantos hace ya tiempo que cerr tras de s la eternidad. Desde entonces slo de vez en cuando resuena en nosotros un recuerdo agonizante. Pero desde entonces el dolor es lo nico

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 22

    que no alcanza nunca la dimensin humana, es siempre mayor que el hombre y, sin embargo, tiene que caberle en el corazn.

    Noche, amiga ma..!

    Noche, amiga ma, ya no s dnde ir! Para todas las nadas que no sirven para nada tengo solamente algo de blanco aqu y all

    S, contesta la noche, pero si yo hubiera malgastado el negro como t hace tiempo que hubieses dejado de ser tiniebla.

    (No es indiferente)

    No es indiferente el lugar donde estamos. Algunas estrellas se acercan entre s peligrosamente. Tambin aqu abajo hay separaciones violentas de amantes slo para que el tiempo se acelere con el latido de su corazn. Las gentes sencillas son las nicas que no buscan la felicidad...

    La gruta de las palabras No entra impunemente el joven con su luz en la gruta de las palabras. Audaz, presiente apenas donde se encuentra. Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor. Sabio antes de tiempo, se escapa sin haber entrado Y alega, como excusa, la inmadurez de su edad. La gruta de las palabras! Slo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo, Pierde, delirando en ella, las alas y con ellas, la manera de someterlas, de nuevo, a la gravedad y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra. La gruta de las palabras! Slo el verdadero poeta regresa con su silencio Para encontrar, ya viejo, a un nio que llora Abandonado por el mundo en su umbral.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 23

    Mi lmpara De noche, al apagarla, en mi silencio puedo orla rezar. Cansada ya de arder, de tanto estar en vela frente a la oscuridad del mundo, ruega, no s en qu lengua solitaria, por ti, por m, por todos los que doblan, atormentados, el ltimo peridico y en sueos apartan la sombra de sus letras, como quien ya no indaga, aunque le importe, cunta vida nos guarda la tierra todava cuando maana se despierte.

    A los obreros espaoles

    Oh la roja imposibilidad de ver los colores ms delicados del mundo! Slo el pulso, el silencio y la frase me pueden comprender como la ira. Oh vida, cuya limpia influencia eclipsa la vuelta atrs Slo el bao de sangre cambia del dictador el negativo de los actos? Unido a vosotros, con vosotros atacado, ojal escuche sonar en los pararrayos que aquel, aquel que por frutos os tena est notando ya el ms duro hueso!

    Julio de 1936

    Confesin tarda Es a ti, siempre a ti a quien amo, aunque todo pruebe que la conciencia continua del amor impide amar Es a ti, siempre a ti a quien amo, aunque soy testigo perpetuo de la presencia y soy su cmplice. A ti, siempre a ti sola.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 24

    Cada uno

    Cada juicio es un juicio invisible. Da muerte al alma para curar la mano del verdugo. Y eso contina, contina permisivamente, pues lo que haramos despus de la muerte tenemos que hacerlo ya aqu y ahora. No se trata del final de la existencia, se trata del final del ser

    Hacia la poesa All todo en realidad yaca sobre la espalda del espacio apoyando la cabeza de la montaa en otra montaa ms lejana. Se trataba de parajes que hasta hoy no tienen nombre y estn vivos slo porque se ocultan incluso a s mismos y hace tiempo ya se acostumbraron a callar Pero despus de tantos aos de andadura nuestra recua de perros y nosotros mismos sentimos de pronto ms que lo que soporta la fatiga, la hartura o la desesperacin Y precisamente entonces llegaron los lobos

    Sobre la acera Es una vieja vendedora de peridicos que todos los das llega cojeando hasta aqu... Cuando, agotada e incapaz de dar un paso, deja caer su fardo de "Ediciones extraordinarias", se sienta encima y se adormece... Los que suelen pasar por all estn tan acostumbrados que ni siquiera reparan en ella que, misteriosa y muda como una agorera, hace visible lo que debiera ofrecer... Empieza a llover...

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 25

    Nieve La nieve empez a caer a medianoche. Y es verdad que donde se est mejor es sentado en la cocina aunque sea la cocina del insomnio. All hace calor, te preparas algo, bebes vino y miras por la ventana la eternidad familiar. Por qu ibas a torturarte por saber si nacimiento y muerte son slo puntos, puesto que la vida no es una lnea recta. Por qu ibas a atormentarte al ver el calendario y a preocuparte por el valor que est en juego. Y por qu ibas a admitir que no tienes ni para zapatos para Saskia? Y por qu ibas a envanecerte de que sufres ms que los dems? Aunque en la tierra no existiera el silencio ese nevar lo habra inventado ya en su sueo. Ests solo. Ningn gesto. Nada de qu hacer gala

    Y no hay comienzo El depsito de cadveres engorda en la oscuridad Y, con los huesos, los chicos hacen caer las ciruelas. Esas dos cadas y la segundoprimera insolacin entreabren por un momento del odo del vrtigo y diluyen luego todos los colores en la negrura del cementerio. Y no hay comienzo. Slo el primer final junto al segundo tose sangre de msica en las rayas de la mano que no tienen ms que un ao de espacio tras las grietas del muro.

    Por qu? Ya que la voz de Dios es slo una plataforma de silencio oprimida por nuestro odo por qu, pues, las cosas tendran que ser eternamente la sorda amalgama de un espejo donde se mira nuestro deseo de estar de acuerdo/acordadura?

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 26

    Calor sofocante El alto resplandor de arrastra como un guila a la que un perro hubiera llenado de reproches El amorfo dolor surgido de la felicidad, que confa en la nada, no contiene en s lo primero, se devana, cienbocas, por ambos lados de la sangre. El sentir puede rebasar el sentir slo con la gracia de la serpiente Pero, junto al agua, tiene Dios su desnudez en los ngeles del desierto.

    Imagen que no es abismo Bajo el tilo colorea el mentn de un santo El aire desconocido reverbera por la virginidad de los odos del cementerio, el rojo transcurre fuera de s, la risa de las muchachas se absuelve de la desnudez y el olor, resplandeciendo slo al extinguirse, niega que el canto pueda poseer a un hombre nada ms con la piedra. Y con todo, con todo, la imagen: que aqu no es abismo no puede ser seal.

    Entierro Detrs del murito del cementerio ests echado boca arriba en el atad. Como tasa de alojamiento caen las hojas. La lluvia se levanta Por este motivo, el cielo est ya completamente cargado de humedad. Acudes, en cuanto suena para ti la trompeta, bajo el ngel. Detrs del murito del cementerio

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 27

    tocan para el tmulo. Te vas del Lamento Hacia la Mueca.

    Pero Ensame una sonrisa sin misterio y te explicar qu es la afliccin. Ensame una lgrima sin misterio y presentir qu es la alegra Pero este mero deseo debera ser una pregunta sin lenguaje en la tierra.

    Leyendo las cartas de Shelley La felicidad no existe en un corazn repleto Ya que precisamente cuando el humoso alcance del gozo se deja or hasta los huecos reflejos del duelo, el pensamiento desea una tumba a las columnas. Si realmente fluye el agua, la calma libre y conciliadora est apenas en reposo. Y el poeta? Mira, se va, se va, como ya no existente, a otra parte, si debe estar aqu todava

    xtasis Para elevarse a Dios, la naturaleza tendra que negar en el todo lo uno: la criatura en las criaturas, en los frutos el fruto. Al hombre le basta encontrar el puntodelanada.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 28

    Hoy T que vas perfumando la pradera y antes del beso te humedeces secretamente los labios agrietados, mira con qu pstuma suavidad la mariposa que se pos en tu mano encoge y extiende las alas como pulmones de las mismas flores que hoy has arrancado.

    Tener Qu otra cosa podemos exigir de los nmenes sino el llanto de las celdas repletas, cuando cada cosa te dice: no renuncies Y t la escuchas nada ms por poseer. Somos slo una corriente que devora, roe? Somos por mandamiento de la tierra? La corriente necesita, necesita Pero el agua tiene sin tenencia, tiene sin tener.

    Serpiente Por la senda de rocas va un hombre, algunas vboras en la mano Un dbil silbido un poco enroscado agita el aire y los minutos carnales que a saltos se pierden en el resplandor del ms all mental que al sol deslumbra menguando la pupila de sensibilidad De igual modo, con su triste energa, la serpiente de la mdula espinal convence siempre a la mujer, y el placer anhela prolongarse un momento como si quisiera ser odo incluso despus de la muerte Quien penetra, aprisiona y se encierra La plasticidad cambiante devuelve al huevo -donde un secreto interrogatorio aguardo slo a que el mundo no resista hasta el alba de las visiones- las rocas de los tmulos

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 29

    El paso del hombre se ha extinguido pero la restante amenaza abierta sin reserva a una vacilacin ms soportable, a decir verdad ha condenado ya Hemos sido arrojados o somos desertores?

    De desamor Entra en nosotros un poco de claridad y ya la oscuridad la agota. Somos de desamor y de ruinas Pero el pjaro, el pjaro Lumerpa que con tal fuerza brill un da que incluso iba destruyendo su propia sombra!

    En la profundidad de los bosques Otro viento tiene ya algo de inmodestia Sin embargo, aqu, slo el vaho como una fuerza lanzada al bosque por el caballo, humea quedamente en pos de su imagen. Un allende de hechizos asalta el verdor con una ternura alto insensible, la angustia es ms clida en la bajonada hacia la que todo sonido astuto hace que goteen los doradoactos de los sentidos y ante las piedras el almita vacila levemente al palpar la vida pasada de las prmulas. La naturaleza en el gnero masculino del silencio No se tiene slo a s misma. Fue alguien alguna vez tan a fondo? Empez, cambi y, halagado, se vio obligado a seguir, precoz siempre frente al presentimiento? Aqu nada se dice de l. Puras nohuellas. Pero precisamente esta: cmo pide, grita, segraba y se debilita En el pulpo del tronco!

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 30

    Siempre Siempre la prisa que apenas se pregunta: Herir? O tomar una decisin? La prisa que busca una y otra vez la desaparicin en el futuro. La prisa que ha escapado a la eternidad pues la inspiracin del hombre y la espiracin de la mujer nunca superan las apariencias y su fluido persigue slo la demora de un aspecto a otro. La prisa que es un acabar ms de una vez en nada Fjate! Hasta el caballo del coche fnebre se le azota con el ltigo.

    Slo en la oscuridad Deja que todo en torno tuyo se llene de hierba, slo en la oscuridad estn los dioses. Los pjaros alzan el vuelo cuando podis los arbustos de espinos. Incluso a los muertos la medianoche solamente los conoce. Mira!, en el cementerio, con negra cola silbante, apaga el caballo las velas curiosas en humo ciego.

    Noche de mayo Noche de mayo Olor amenazante Las putas bajo s mismas, y los agujeros en las rocas. La tiniebla se hace patente a la tiniebla. De carne y sangre es incluso el monumento del tlamo. Los vestidos arrojados. El gozo casi tienePero la muerte marca la diferencia La lila, grvida como las papadas de los pavos,

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 31

    gorgojea

    Sin ttulo Teme perder lo que es. Teme convertirse en dios. Se protege con su exceso. Impide a dios ser hombre.

    Cundo? Ciudades sexuales o montaas Como all tambin aqu palpita una nada lo bastante sensible para dar prioridad a la ausencia en las puertas del mundo. Preguntamos cundo?... Pero eso no es amor. Y el mismo amor no es todava un alma.

    Dos voces 1

    Voz:

    Slo el sufrido arraigar y la no atadura

    los ve, si t no los distingues.

    Est cerca. Haces bastante,

    cuando entras all, en ti mismo ests entrando.

    Contravoz:

    Ama la lejana, el combate a pecho descubierto.

    Ama el ro, su largo recorrido.

    La fuente cerca del mar

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 32

    se vuelve slo riachuelo.

    Conocimiento

    Si la vida navega siguiendo el curso de las aguas y la muerte a contracorriente no podemos conocer la desembocadura. Si la vida navega a contracorriente y la muerte siguiendo el curso de las aguas no podemos conocer la fuente.

    But never doubt I love

    Una rata de agua sobre el pecho de Ofelia ahogada, afligida de verla tan azul y por el dolor de la carne, renquea doliente, pisotea, suspira, habla con la nariz y suelta bufidos elegacos, bolas de saliva que se reducen en un gruido celoso de la corriente del ro, cuando de pronto ve a una mosca en el vientre de la anegada. Rpidamente corre hacia all y empieza a desgarrarle la piel ya dura y que se desprende fcilmente, roe, desgarra, chupa, muerde, saquea, traga, saborea bocados sumergidos, diseca y arranca las venas ms delicadas y tmidas,

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 33

    y mordisquea por doquier y bebe a sorbitos menudos en recnditas hoyas, bajo jirones enfermizos y repliegues legaosos, bajo las insolentes nubes de membranas y cutcula, brillantes como el restallar de su lengua; comprime la carne hacia adelante, hacia las extremidades todas de la conciencia y se concentra seriamente toda ella en su trabajo de descuartizamiento... Pero, cmo desconfa, ofendida de pronto, cmo se vitrifica a la expectativa de su propio ojo izquierdo, cuando hallndose en tal delectacin desgarrante de la vida se le aparece intacto el pequeo cuerpo infantil...!

    Encuentro V

    Detenido por una mujer a las puertas de una ciudad desconocida le supliqu: Djeme pasar, slo entrar para salir de nuevo y volver a entrar slo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres. Pero ella me dijo: "Pues yo he dejado all la luz encendida!"

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 34

    De una entrevista a Clara Jans sobre Vladimir Holan

    C.D.E. Guillermo Carnero en su prlogo a Una noche con

    Hamlet habla del primer libro de

    Holan: Abanico de delirio como de un

    libro dadasta. Qu te parece esta

    opinin?

    C.J. No. En este primer libro hay abundantes

    juegos de lenguaje, que podran encontrarse

    dentro de una lnea de Mallarm: el poema

    como enigma basndose en la misma armona

    de las palabras. Pero no es un libro Dada. Por

    otra parte, se trata de una obra en la que todava no aparecen los

    temas fundamentales en torno a los que girar la poesa de Holan;

    aquellas preguntas que al tener que dejar sin respuesta, hacen llorar al

    poeta: pero por qu llora el poeta?/ Puede que no se le permita

    contestar a cierta pregunta, cario.

    As que estos primeros libros, hasta Trueno (1940), marcan una etapa.

    Ms tarde, Holan comienza a definirse claramente en su misma obra;

    en el fondo, se tratar ya siempre de una bsqueda del absoluto, de un

    paso en lo desconocido, de atrapar el misterio.

    C.D.E. Leyendo a Holan no es difcil hacerse una idea sobre

    sus sentimientos a nivel poltico. Hblame de ello.

    C.J. En un momento determinado, Vladimir Holan, se convierte en un

    portavoz potico. El pueblo, tal vez no comprenda del todo su poesa

    (no es fcil), pero la aprende, la recita, la entona de memoria. Hay dos

    libros claros en este sentido: Respuesta a Francia y Septiembre 1938;

    le sigue, Primer Testamento.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 35

    La guerra se palpa, sus horrores ya estn presentes: en Junio de 1938,

    todos los mdicos y abogados judos pierden su ttulo, en Octubre se

    expulsa de Alemania a 17.000 judos polacos, en Noviembre las SS

    organizaron la famosa noche de cristal, y Hitler instaura el tributo

    expiatorio.

    Durante la guerra escribi el libro Terezca Planetona.

    Tras la liberacin, su libro Gracias a la Unin Sovitica; ser este uno

    de los cantos ms exaltados de entusiasmo, junto con Soldados del

    ejercito Rojo que Holan nos donar. En este ultimo, centra toda su

    atencin en el Hombre, en sus aspiraciones, sus crisis, su temor, su

    sufrimiento.

    C.D.E. Lleg el tiempo de callar/ / existe la mordaza y

    existe tambin la cruel pregunta. Qu sucede despus de

    1945, Clara?

    C.J. Lleg la irona del destino.

    Desde 1948 y hasta 1963, so obra deja

    de publicarse; se le excluye de la vida

    literaria del pas, se le acusa de

    practicar un formalismo decadente.

    Su respuesta es tajante: se encierra en

    su casa, de donde ya no saldra ms que excepcionalmente.

    C.D.E. Y durante ese tiempo?

    C.J. Tiempo, fructfero, de espera Entre 1939-42 escribe: Sin trillo

    obra que no se publicara hasta 1963. Entre 1943-48 escribira:

    Avanzando, que se public en 1964.

    Holan no cesa, prosigue su dilogo con el mundo, con el hombre, con

    el ser; no importan los muros.

    Desde 1949 a 1963: Dolor. Historias. Una noche con Hamlet. Toscana.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 36

    En 1966 se le concede el Premio Internacional Etna-Taormina, por

    Una noche con Hamlet. Holan comienza a ocupar el lugar que le

    corresponde en la Literatura Universal.

    He ledo, ledo y reledo Una noche con Hamlet Holan en una

    entrevista, al hablar de esta obra en su edicin francesa, dira: La

    poca en que escrib Una noche con Hamlet , fueron los aos ms

    crueles de mi vida. Lo que es seguro es que durante muchos aos

    vivi en esta casa. Hablamos. Fueron dilogos ad infinitum, no

    siempre tolerantes, no siempre amistosos; pero siempre apasionados

    .

    Cito algunos versos de esta Obra; imposible resistirse a su

    complejidad, a su riqueza, a su cordura y a su demencia: As era

    tambin l... Hamlet! / Le faltaba un brazo, y la tarde flua / por la

    manga hueca de su abrigo / como por el sexo de un ciego que hubiera

    mordisqueado la msica / / una sola vez el amor y al mismo tiempo

    estar condenados / / el arte como tarea que te impide enorgullecerte.

    / Te digo que el arte es llanto, / algo para uno, nada para todos / /

    T aciago para contigo, Cmo me comprendes!

    C.D.E. Clara, hemos hablado de la irona del destino; pero

    puestas a hablar de situaciones incomprensibles, de

    casualidades, de destino por qu no pasar a Toscana?.

    C.J. Hubo una intuicin en m Fue, esta, la primera obra de Holan

    que yo me puse a traducir. Ms tarde, Julio de 1978, el propio Holan

    me dira: Qu le ha inducido a traducir Toscana? Es mi obra ms

    querida.

    Toscana es un largo poema de ms de novecientos versos. Relata el

    angustioso peregrinaje del poeta para encontrar a una mujer. Esta

    mujer, Gordana, llama al poeta y a la vez le huye, le enva mensajes de

    ciudad en ciudad, le deja notas primero proponindole, despus

    cambiando el lugar de la cita, el momento de el encuentro. Todo es

    misterio. Tan slo al final del poema, el lector intuir que se trata de la

    muerte.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 37

    Seis aos pas Holan entregado plenamente a esta obra.

    C.D.E. Hay un poema en el libro Avanzando, que me parece

    fundamental, clave para lo comprensin de un Holan, sobre

    todo, que se retir del mundo habitual o cotidiano. Se trata

    del poema La voz humana: pero nosotros. / nosotros

    sentimos miedo y no solo en la oscuridad, sino que incluso

    en la fecunda luz / no vemos a nuestro prjimo / y aterrados

    hasta un conjuro violento / gritamos: Estas aqu? Habla!

    C.J. Holan repiti hasta la saciedad que, a pesar de su encierro en la

    casa, l es un hombre que habla con el mundo, que habla con los

    muros, que habla con Hamlet. El monlogo/ aquel error de suicidas.

    Es el dilogo lo que diferencia al hombre de la piedra, del animal, de la

    estrella.

    C.D.E. Por que una gata, chupando el pincel de Picasso, /

    no iba a recordarnos el deseo de la mujer?

    Parece que a excepcin de la figura de la madre y de la

    anciana, Holan trata a la mujer en su obra con una tremenda

    irona, o hasta incluso, con crueldad.

    C.J. Si y no. Es cierto que da una visin casi siempre lasciva de ella,

    como en el poema que acabas de citar, de la gata chupando el pincel, o

    tan tremenda como en su poema EVA II Esplndida, con las cejas

    pintadas con un trozo de costilla quemada del ltimo de los castrados

    // y los muslos en camino/ por los calvarios de la tentacin. Pero

    tambin hay poemas como este: No, no te vayas an, no te asustes de

    todo ese alboroto, / es el oso que abre colmenas en el huerto. / Pronto

    se callar. Yo tambin retendr las palabras / que se abalanzan como

    el esperma de la serpiente / hacia la mujer del paraso. / No, no te

    vayas an. No te bajes el velo. / El fuel de los crocus ha encendido los

    prados. / Esto es lo que eres, pues, vida, aunque dices: / con el deseo

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 38

    aadimos algo. Pero el amor / es puramente l donde no solamente

    hay sentimientos de amor o ternura, sino una tremenda comprensin

    hacia lo que se ha dado en llamar, la cada de ella.

    C.D.E. Inevitablemente, hemos llegado al punto de la

    contradiccin; aquella contradiccin que no asustaba a los

    surrealistas. Qu siente Holan ante esto?

    C.J. A Holan no slo no le asusta, sino que no puede imaginar al poeta

    sin ella: Estas sin contradiccin?. Ests sin posibilidades. El creer

    y no creer a un tiempo, la lucha entre visin y pensamiento, entre

    sentimiento y razn, entre lo concreto y lo abstracto; es precisamente

    el elemento que hace de Holan un poeta renovador y genial. Tensin

    entre lo expresado y tensin en la forma de expresarlo y entre lo uno y

    lo otro, la palabra, el concepto.

    C.D.E. En la introduccin a tu Antologa de Holan, hay un

    apartado que encabezas con el ttulo: La realidad, una

    tcnica. Esboza esto.

    C.J. Hay dos formas de expresin claramente distintas en l, que dan

    a su vez dos clases de poemas: El poema largo, poema turbulento

    donde se entremezclan distintos planos de realidad; y el poema de

    absoluta sntesis, que es un poema breve. En ambos casos siempre hay

    una obsesin por la precisin. Parece claro que en los poemas largos,

    donde Holan practica ms la turbulencia, el abigarramiento, sea ms

    difcil lograr la precisin; sin embargo, es con ese mismo

    abigarramiento con lo que lo logra: aportando datos, dando una visin

    ms totalizadora, ya que el hombre no puede captar la realidad toda,

    puesto que su ser transcurre limitado por el tiempo, por el espacio;

    incluso, por sus propias capacidades. As, es todo el conjunto lo que

    encierra el sentido del poema; all tiene su lugar lo potico y lo

    prosaico, lo trivial y lo filosfico, lo ertico crudamente expresado y los

    sentimientos mas sublimes.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 39

    En los poemas breves, Holan utiliza la tensin como catalizador;

    otras veces, aun ms escuetamente, todo se formula como una

    mxima. Si la visin fragmentaria tiene el peligro de resultar tan

    asptica que se pierda el plano de integridad cosa que no sucede en

    los poemas ms extensos- Holan, por medio de procedimientos

    tcnicos, logra descubrirle al lector la referencia la totalidad, poniendo

    en evidencia que se trata de indicios, de apuntes. As la utilizacin de

    los puntos suspensivos, el empezar el poema con palabras como: pero,

    y por tanto, y sin embargo etc.

    Si segn los surrealistas la iluminacin viene luego, como muy bien

    apunta Clara Jans en Holan lo primero es la luz en las tinieblas y la

    interpretacin, viene luego.

    De modo que cuando sta llega, el poema ya est en nosotros.

    Llegndonos antes la Poesa que la interpretacin.

    No hay conocimientoVivimos slo de ilusiones

    (de Una noche con Hamlet)

    Pero siempre apasionadas.

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 40

    Fragmentos de una entrevista

    [Se trata de una de las dos que concedi Holan, realizada por Vladimr Justl con motivo de la publicacin en revista de Una noche con Hamlet. Apareci en Literrn Noviny, N 19, Praga, 1964, pg. 6.]

    Noche, amiga ma, ya no s dnde ir! Para todas las nadas que no sirven para nada tengo solamente algo de blanco aqu y all

    S, contesta la noche, pero si yo hubiera malgastado el negro como t hace tiempo que hubieses dejado de ser tiniebla.

    Vladimir Holan

    -Precisamente hoy ha aparecido en la revista Plamen, Una noche con Hamlet. Trabaj usted en esta obra muchos aos, desde 1949 a 1956 y de nuevo volvi a ella en 1962; y todava aadi algo e hizo algunos cambios y correcciones en las pruebas y tiene an algunas ms preparadas para cuando salga el libro, con ilustraciones de Vladimr Tear, en el prximo otoo. Qu podra decir del trabajo que ha supuesto esta creacin?

    -La poca en que escrib Una noche con Hamlet fueron los aos ms crueles de mi vida. En mi desesperada soledad estaba bien situado para recibir todos los horrores de ese tiempo. Pero sera un error comprender el poema slo como una expresin de esos sucesos particulares, puesto que siempre me ha concernido el hombre y el drama humano en general, la condicin humana y su destino desgraciado, que soporta en todo tiempo. Estoy aqu y no lo estoy. Tambin lo he estado.

    Por supuesto el tema de Hamlet no me surgi de pronto, sino como quedar claro a travs de la sucesiva aparicin de toda mi lrica- este tema se adelant en diversos poemas y vivi en otros paralelamente. Me atormentaba la pregunta: Quin fue Hamlet? Si fuera eso y slo hubiera tenido una idea, no habra escrito ni una lnea. Es seguro que durante muchos aos vivi en esa casa, y nos dio a ambos la bendicin. Fueron dilogos ad infinitum, no siempre tolerantes, no siempre amistosos, pero siempre apasionados. Algo de ellos he atrapado tal vez en ese poema.

    -Hablaron tambin de arte?

    -S, slo que precisamente de arte Hamlet no recibi mucho de m.

    -En cambio l ms de una vez ilumin con un relmpago el misterio:

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 41

    Tanto mejor es el poema cuanto mayor es el poeta, y no al contrario!, aadi, y continu: Y ya eres un gran poeta, si te preguntas por quin perderte el arte como tarea que te impida enorgullecerte te digo que el arte es llanto, algo para uno, nada para todos, porque con slo tener esperanza el futuro es tuyo Siempre nos est excediendo algo, pues incluso el amor es slo una parte de nuestra certeza Armona atonal Y el dolor como castigo, por ser, incluso el dolor, pasajero

    Habla usted de armona atonal. Estos son sus trminos.Qu quiere decir?

    -Esta conjuncin se me ocurri mientras trabajaba en Soldados del ejrcito rojo, cuando intent acercarme al verso libre prosaizado, construido partiendo de principios distintos a los de la mtrica del verso tradicional. Escribir en verso libre significaba desde luego el mnimo conocimiento de las principales creaciones mtricas antiguas y no precisamente malas, sino perfectamente construidas. Escribir en verso libre signific para m buscar de nuevo, pienso, de esto da testimonio mi obra Avanzando. Buscar el sentido original de las palabras, descubrir su semntica interna. Entiendo por armona atonal una especie de instrumentacin sin tono, una armoniosa disarmona. Me interes el ritmo interior de las imgenes, su armona sin tono, las conexiones casuales y mutuas, la relacin entre las palabras, su oculta tensin interna. Por supuesto: incluso el manuscrito del verso libre aunque a menudo y para cada uno no a primera vista- revela su diletancia o su maestro. En poesa no hay dispensa de nada, porque la disciplina y el orden se suponen. Particularmente hoy, despus de semejantes escuelas poticas y principalmente despus del jugueteo del Poetismo, es fcil escribir algunos versos buenos. Pero, es eso poesa?

    -Seguramente no.Qu es, segn su opinin, lo que hace poesa a la poesa?

    -No vacilara en decir que es la atmsfera de metafsica, en la cual nicamente vive el pensamiento, alimentado por toda la existencia humana.

    -Tras quince aos de silencio, hasta 1963, han aparecido ahora numerosos libros suyos: Mozartiana, Guardia nocturna del corazn, Sin ttulo, Historias, Avanzando, y ahora Una noche con Hamlet, y despus aparecer Dolor, una suerte de diario potico de los aos 1949 a 55.

    -Que pena, parece demasiado de golpe! Pero muchos de esos versos han estado en la maleta de soldado durante un cuarto de siglo. Primero no los quise dar, luego fueron prohibidos. Lleg el tiempo de callar

    Existe la mordaza y existe tambin la cruel pregunta por qu escribir? Aunque la excitacin de escribir un poema es la fuerza ms ardiente, pero una vez alcanzada la forma, entonces la misma creacin puede esperar una vida futura. Por supuesto hay momentos, y pueden durar aos, en que al hombre no le queda sino hablar solo consigo mismo Esto es por supuesto siempre una crcel, como se dira: muro por muro

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 42

    -De esto da testimonio sobre todo el ciclo Miedo, de Trilogo, y habla de ello en el primer verso de Una noche con Hamlet y muy concretamente en el poema Muro que escribi en junio de 1963:

    Por qu te pesa el ao, por qu as se rezaga? Durante quince aos habl al muro y al muro solo arrastro aqu desde mi infierno para que l os lo diga todo

    Creo que la pregunta de este poema no est bien planteada. Al menos como lector no se nada de los aos ms duros, de los posteriores s. Trgico para el poeta y el desarrollo de la poesa, no para los poemas slo. Su excepcional altura y fuerza potica demuestran precisamente eso, que estos versos no envejecen, que los captamos como poesa contempornea.

    -Aqu slo debemos guardar silencio puesto que, desgraciadamente, existe el tiempo futuro

    -Pero la poesa vive en el futuro.

    -Nunca ech la vista atrs, pero parece que oigo pasos tras de m

    -Y qu hay del presente?

    -Slo fjese en l: veo ya su espalda. Pero si a usted le interesa su rostro Me gusta su rostro joven. Con una excitacin llena de angustia escucho dos programas de radio: Micrfono de los jvenes y Ayer cumpl 15 aos. Para m se trata en ellos de jvenes, en general seres infelices, que no temo decirlo- vegetan lejos de la vida. Sus voces adolescentes, jvenes, tan a menudo rotas, rebeldes pero temblorosas por qu no lo confesara- me han empujado ms de una vez a la desesperacin.

    []

    -Y todava una pregunta: considera usted que la poesa debe ser declamada, recitada?

    -Alguna s, alguna no. Cul s, cul no? Hamlet no se hizo esta pregunta. Sin duda la poesa es hermana de la muerte, puesto que lo es de la vida Nada del otro mundo pero toda ella misterio. Y usted la ve ya en la puerta, (como deca Bernanos) con aquel rostro obstinado suyo, su rostro de siempre, como se dira, el rostro de la penuria. Pero princesa! Pero Poesis perennis!

    La sensibilidad del auditor de versos de hoy da pide, segn creo, una declamacin no pattica, sin que por eso sea ordinaria, por ello entiendo una anonimidad callejera, una falta de colorido cotidiana. Incluso aqu se trata de la tensin interna, del entusiasmo individual del que declama

  • MUESTRARIO DE POESIA 46 LA GRUTA DE LAS PALABRAS VLADIMIR HOLAN 43

    []

    -Y ahora una pregunta demasiado habitual, pero necesaria: qu escribe en este momento?

    -Desde el ao 1961 estoy experimentando algunos destellos apagadizos de poesa, a travs de los cuales finalmente se site la muerte delante de la vida.

    Hay sitio en m, ms an, espacio para vuestro dolor y las blasfemias y tambin para vuestra alegra No, nada os impide entrar cuando brilla el sol y mucho menos cuando ulula la tormenta Aqu podis llorar y maldecir, y ms cerca del misterio reros, s, rer y nada os impedir marcharos. Yo estoy aqu, vosotros vais pasando

    -La muerte cara a la vida [se refiere a Toscana]. Este hallazgo est ya apuntado en Una noche con Hamlet: Slo si te reconcilias con la muerte dijo Hamlet / aprenders que todo es realmente nuevo bajo el sol.

    -Tal vez acaso, amigo!- la muerte cara a la vida! Tambin princesa

    []

    -Desde 1961, dice. Pero el ltimo poema de Dolor, el libro anterior, est fechado el 4 de marzo de 1955. Significa esto que durante casi 6 aos se ha dedicado a escribir slo Toscana?

    -S, me pareca intil, despus de tantos aos de hablar a los muros, escribir versos como un muerto para los muertos. Tal vez por eso me obsesionaba el deseo apasionado de despedirme de la vida en la tierra. As naci Toscana. Aunque quera morir en Bohemia, traslad (ay de m, sin alas!) la accin a Italia, que haba visitado haca muchos aos. Aos? No, recuerdo bien, fue el ao en que muri Otokar Bezina, es decir, en 1929.

    -As que es su ltima obra de grandes dimensiones. Se siente bien en ella, le gusta?

    -Como mi muerte, que no me gusta.

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    Vladimr HolanVladimr HolanVladimr HolanVladimr Holan / biografa

    (Praga, 16 de septiembre de 1905 - 31 de marzo de 1980) fue un poeta checo del siglo XX.

    En 1911 se traslad a Podol donde cursa sus estudios primarios y aprende latn. En 1919 volvi a Praga donde recibe su educacin secundaria. 1926 es el ao en que se public su primer libro Abanico en delirio.

    En 1929 Holan viaj a Italia y un ao ms tarde aparecen El triunfo de la muerte y Soplo, con un estilo de poesa hermtica prximo al del simbolista francs Mallarm. En 1932 public su primer libro en prosa, titulado Kolury. Ese mismo ao se casa y poco despus comenz a trabajar como redactor de la revista de arte ivot (Vida). Sigui escribiendo y dando a la prensa libros de prosa, como Torso y nueva poesa, de un estilo vanguardista, tal es Piedra, vienes (1937). Ms tarde emprendi un viaje a Pars donde visit a otros intelectuales checos, como Josef ma, Bedich Vanek y Antonn Kyval.

    En 1938, con la amenaza de Hitler, Holan comenz a escribir una poesa ms comprometida, cercana y social, y en esta lnea dio a la estampa Septiembre de 1938. Sigui colaborando con diversas revistas, como la del teatro de Burian Program D 40 E. F. Burian.

    Interesado por la poesa espaola, cont con la colaboracin del hispanista Vclav ern para traducir la Fbula de Polifemo y Galatea de Gngora. En estos aos sigui editando libros de poesa. Ininterrumpidamente sigui escribiendo (Sin ttulo) y publicando: Canto de los tres reyes y Sueo (ambos de 1939), Trueno y Primer testamento (que datan de 1940) y su prosa Lemuria, de este ltimo ao en que decidi dedicarse en exclusiva a la escritura.

    Entre 1941 y 1943 continu con su prolfica obra: Coro, Terezka Planetov, y una recopilacin de poesa tradicional checa en colaboracin con Frantiek Halas titulada Amor y muerte. Asimismo, fue redactando un diario que comprende los aos de la ocupacin nazi al que titul Trapos, huesos, piel. En 1947, una vez liberada Checoslovaquia por el ejrcito sovitico, aparecieron Soldados del Ejrcito Rojo y A ti.

    Un ao ms tarde Holan se traslad a vivir al barrio praguense de Kampa, donde se encerr para el resto de su vida; quiz motivado en parte por el hecho de que en esta poca su poesa fue acusada de formalismo decadente por las autoridades comunistas, por no responder al arte oficial que preconizaba el partido dirigente. Enclaustrado en su casita de Kampa, y ya convertido en un mito, comenz a escribir sus obras ms importantes, que se inician con Una noche con Hamlet. Poco despus emprende la escritura de Dolor e Historias y ya en los aos 50 Toscana.

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    En los aos 60 aperecieron Bajaja, Trilogo, Avanzando, Dolor, En el ltimo trance, Un gallo para Esculapio y la compilacin de sus traducciones poticas bajo el ttulo de Cestou (En camino). Ya en 1973 publica Noche con Ofelia un ao antes de morir vio publicada la antologa El rbol se quita la cabeza. En 1981 se public pstumamente Abismo de abismo.

    El universo potico de Holan est cuajado de simbolismos, y su espacio habitual es el de la noche, en cuyo mbito la realidad es misteriosa y fantasmal. Sus obsesiones y constantes preguntas arrojadas al mundo suponen una perenne interrogacin por el secreto de la existencia, donde las fronteras entre lo posible y lo imposible, el sueo y la vigilia, la razn y la imaginacin, no existen.

    Tomado de Wikipedia

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    Muestrario de Poesa

    26. Rquiem y otros poemas / Ana Ajmtova 27. La novia mecnica y otros poemas / Jerome Rothenberg 28. La lengua de las cosas y otros poemas / Jos Emilio Pacheco 29. La tierra balda y otros poemas / T.S. Eliot 30. El adivinador de hojas y otros poemas / Odysseas Elytis 31. Las ventajas de aprender y otros poemas / Kenneth Rexroth 32. Nunca de ti, ciudad y otros poemas / Czeslaw Milosz 33. El barco en llamas y otros poemas / Jaroslav Seifert 34. Uno escribe en el viento y otros poemas / Gonzalo Rojas 35. El animal que llora y otros poemas / Antonio Gamoneda 36. Los andamios del mundo y otros poemas / Ledo Ivo 37. Dominican Style y otros poemas / Alexis Gmez Rosa 38. Poesa francesa actual / Muestra de 40 autores 39. Nmero equivocado y otros poemas / Wislawa Szymborska 40. Desde la repblica de la conciencia y otros poemas / Seamus Heaney 41. La tierra gir para acercarnos y otros poemas / Eugenio Montejo 42. Secreto de familia y otros poemas / Blanca Varela 43. Tal vez no era pensar y otros poemas / Idea Vilario 44. Bajo la alta luz inmerso y otros poemas / Mariano Brull 45. Las ocupaciones nocturnas / Jorge Enrique Adoum 46. La gruta de las palabras / Vladimir Holan

    1. La eternidad y un da y otros poemas / Roberto Sosa 2. El verbo nos ampare y otros poemas / Hugo Lindo 3. Canto de guerra de las cosas y otros poemas / Joaqun Pasos 4. Habitante del milagro y otros poemas / Eduardo Carranza 5. Propiedad del recuerdo y otros poemas / Franklin Mieses Burgos 6. Poesa vertical (seleccin) / Roberto Juarroz 7. Para vivir maana y otros poemas / Washington Delgado. 8. Haikus / Matsuo Basho 9. La ltima tarde en esta tierra y otros poemas / Mahmud Darwish 10. Elega sin nombre y otros poemas / Emilio Ballagas 11. Carta del exiliado y otros poemas / Ezra Pound 12. Unidos por las manos y otros poemas / Carlos Drummond de Andrade 13. Oda a nadie y otros poemas / Hans Magnus Enzersberger 14. Entender el rugido del tigre / Aim Csaire 15. Poesa rabe / Antologa de 16 poetas rabes contemporneos 16. Voy a nombrar las cosas y otros poemas / Eliseo Diego 17. Muero de sed ante la fuente y otros poemas / Tom Raworth 18. Estoy de pie en un sueo y otros poemas / Ana Istar 19. Seal de identidad y otros poemas / Norberto James Rawlings 20. Puedo sentirla viniendo de lejos / Derek Walcott 21. Epstola a los poetas que vendrn / Manuel Scorza 22. Antologa de Spoon River / Edgar Lee Masters 23. Beso para la Mujer de Lot y otros poemas / Carlos Martnez Rivas 24. Antologa esencial / Joseph Brodsky 25. El hombre al margen y otros poemas / Heberto Padilla

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    Coleccin Muestrario de

    Poesa 2009