Esta obra est bajo unaLicencia de Creative Commons

Nadie es dueo de la multitud aunque crea tenerla dominadaEugene Lonesco

A lo largo de la historia de la humanidad, uno de los anhelos ms acariciados por muchos personajes importantes (Reyes, mandatarios, lderes religiosos y polticos) segn fuentes y tradiciones diversas,

ha sido conocer y predecir el futuro, para poder tomar las decisiones ms acertadas, beneficindose con este conocimiento y tambin para tratar de evitar calamidades, adversidades o amenazas a su

poder y liderazgo. Muchos de estos lderes para obtener sabidura, consultaban sabios, adivinos, brujos o cualquier clase de experto que pudiera ayudarles con su consejo, para decidir sabiamente,

con la venia y la bendicin de los dioses o bajo el aura protectora de los astros.

Cabe preguntarse, si las decisiones ms inteligentes o las ms acertadas han sido tomadas por minoras de expertos o sabios o ms bien por grandes multitudes que pueden aportar mayores

puntos de vista, experiencias y opiniones al respecto. A lo largo de la historia han existido opiniones que favorecen en uno u otro sentido.

Apoyando la opinin de que slo el punto de vista de los expertos es el ms acertado o cercano a la verdad han existido innumerables pensadores que sostenan que slo los sabios, los reyes,

sacerdotes o personajes claves de la historia, eran quines podan guiar y dirigir el rumbo y los destinos de la muchedumbre, como elegir a sus gobernantes o decidir si se iba o no a una guerra.

A principios del siglo XX, Sir Francis Galton (1822-1911), cientfico, mdico, estadista e inventor ingls, que menospreciaba a las masas comunes y pensaba que los votos relativos al gobierno

deban ser dejados a la clase alta y los sabios, invent un concurso en el cul los plebeyos demostraran su incapacidad para juzgar con buen juicio y as l podra demostrar lo incultas e

insensatas que eran las mentes plebeyas. A continuacin mostramos un video donde se recoge esta experiencia.

La sabidura de las multitudes por Nova Science Now

A pesar de que el intento de Sir Francis Galton era demostrar la incapacidad y mediocridad de una muchedumbre y del ciudadano comn, han existido muchos otros pensadores que han dejado en

claro, que las turbas y multitudes pueden llegar a ser poco inteligentes y muy peligrosas, sobre todo cuando son manipuladas o presas de un rumor o de la histeria emocional colectiva, por lo tanto, su

capacidad de generar una inteligencia colectiva o sabidura grupal es descalificada ampliamente.

En 1841, Charles MacKay, un escocs que trabajaba para el peridico londinense The Morning Chronical , escribi un libro que titul Delirios extraordinariamente populares y la locura de las

multitudes , en el que trataba de responder a una pregunta inquietante: por qu individuos habitualmente sensatos e inteligentes se convierten en masas idiotas cuando actan

colectivamente?

MacKay cita como un ejemplo de esta demencia masiva, la llamada Fiebre de los Tulipanes,

La falacia de las mayorasmircoles, 2 de diciembre de 2015 02:31 p. m.

Notas sin archivar pgina 1

MacKay cita como un ejemplo de esta demencia masiva, la llamada Fiebre de los Tulipanes, desatada en Holanda en 1624, cuando la avidez por poseer una de estas flores, erigidas

inesperadamente en smbolos de estatus por las clases altas, llev su cotizacin a precios ms altos que los del oro.

Citado en http://www.lanacion.com.ar/919853-la-sabiduria-colectiva-y-sus-limites

Ejemplos de irracionalidad en el comportamiento de las masas como el que cita MacKay se cuentan muchos a lo largo de la historia, dejando evidencia que cuando se est frente a una multitud o

muchedumbre, se debera tener bastante cautela, respeto y miedo, ante una entidad, que en masa, acta en muchas circunstancias, movida por el inconsciente colectivo. El famoso psicoanalista

Sigmund Freud lo investig y escribi mucho al respecto.

La multitud es impulsiva, verstil e irritable, y se deja guiar casi exclusivamente por lo inconsciente. Los impulsos a los que obedecen pueden ser, segn las circunstancias, nobles o crueles, heroicos o

cobardes, pero son siempre tan imperiosos, que la personalidad e incluso el instinto de conservacin desaparecen ante ellos. Aun cuando desea apasionadamente algo, nunca lo desea mucho tiempo,

pues es incapaz de una voluntad perseverante. No tolera aplazamiento alguno entre el deseo y la realizacin. Abriga un sentimiento de omnipotencia. La nocin de lo imposible no existe para el

individuo que forma parte de una multitud. Sigmund Freud, Psicologa de masas (1921), citado enhttp://citasnaturalistas.blogspot.mx/2011/05/sigmund-freud-sobre-las-multitudes.html

Si desean abundar en otros ejemplos de irracionalidad de las masas, les compartimos un link con ms informacin al respecto y en nuestra prxima entrada, plantearemos algunas evidencias que sostienen que la sabidura de las masas, en muchas circunstancias supera al conocimiento de eruditos y expertos.

http://www.cosmosmagazine.com/node/3154/full

Sergio Moreno Ibarra

Esta obra est bajo una

licencia de Creative Commons.

Desde

Notas sin archivar pgina 2