La Etapa de La Conciencia Desdichada en La Fenomenologia de Hegel (Art)

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  • LA ETAPA DE LA CONCIENCIA DESDICHADA EN LA"FENOMENOLOGIA" DE HEGEL

    INTRODUCCION

    La fenomenologa del Espritu es la primeraobraimportante de Hegel. Si Hegel hubiera muertoantesde escribir la Fenomenologia, no hubiera pasadodeser un profesor ms o menos brillante. Y lo debrillantecon ciertas reservas, pues nunca fue unprofesorpopular, sino desconocido para la gran masade estudiantes, pero seguido por una minora dediscpulosentusiastas.

    La Fenomenologia es la creacin de un esprituatonnentado. Cuando escribe esta obra, el alma deHegelest ms cerca de la de Dostoyevski que de ladeun espritu sereno. Graves circunstancias lo afli-gan.Tena ya 35 aos y no haba producido nadaextraordinario, mientras que ntimos amigos, msjvenesque l, eran ya autores de obras famosas. Porotraparte, su nimo era presa de extraftas ansiedades:mientrasescriba la Fenomenologa, se gestaba tam-binsu hijo ilegtimo Ludwig.

    El estilo de la Fenomenologa es vigoroso ydirecto.Est plagado de frases ciempis que es precisoanalizarpoco a poco. Hegel aborrece los escritosdirigidosal gran pblico. Escribe slo para especialis-tas, siguiendo el ejemplo de los grandes pensadores.Esteestilo consiste en envolver el ncleo del pensa-mientoy en seguir envolvindolo hasta que ya casi nose vea el exterior. De esta manera, Hegel repele elgusto popular. Es cierto que la obra est llena deaforismos,pero stos estn casi totalmente sepultadosdebajode prrafos ciclpeos.

    La Fenomenologia del Espritu se encuentra enel tercer momento de la gran trada dialctica. Ya laIdea se enajen a s misma en Naturaleza y starecobra su antigua dignidad de libertad, ahora enri-quecida, en el Espritu. Es, pues, un tratado del

    Rev. Fil. Univ. Costa Rica, XV (40),73-83,1977

    Alfonso Lpez Martn

    Espritu.Hegel hace del Espritu, no un estudio cual-

    quiera, sino un estudio fenomenolgico. El fenmenoes la apariencia, pero no se trata de una aparienciacualquiera, por ejemplo, la que nos testimonian lossentidos, sino ms bien de una apariencia que quieredecir propiedades. La palabra fenmeno est enrai-zada con "phaino": alumbrar y con "phos": luz. Deesta manera, por las luces o propiedades que despideel Espritu, llegamos a conocerlo.

    Se ha dicho que la Fenomenologa del Espritues la historia novelada de la conciencia que, partiendode las primeras apariencias sensibles, llega a descu-brirse a s misma como verdadera naturaleza. En estesentido, es el estudio del devenir de la ciencia y delsaber: el camino que recorre el individuo singular atravs de los grados de formacin del esprituuniversal. Pretende ser el saber tal y como vaapareciendo. Trata de conducir al individuo desde elpunto de vista natural hasta el punto de vistacientfico. Parte de la actividad de los sentidos paraterminar en el punto en que el espritu se conoce a smismo: desde la inmediatez sensible hasta la supremamediatez del conocimiento.

    Antes de la reflexin, la conciencia vive lainmediatez con las cosas. Pero desde esta imnediatezhasta la mediatez total que supone el esprituabsoluto, hay un largo proceso. Se trata de toda unaserie de cambios dialcticos, de experiencias de laconciencia a las que Hegel llama figuras. Estas soncomo estaciones de trnsito del camino de la concien-cia que sta recorre en la serie de sus plasmaciones. Elrecorrido termina cuando la conciencia se ha depu-rado hasta convertirse en espritu, haciendo la expe-riencia completa de s misma. De esta manera, laFenomenologa es la exposicin del saber tal y como

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    tiene lugar.Este es el camino por el que se manifiesta el

    espritu csmico y por el que se educa tambin laconciencia del hombre. As las figuras de la concien-cia vienen a ser las mismas que las figuras deluniverso.

    El lector se educa a s mismo filosficamente en, consonancia con el despliegue del mundo. El proyec-to de la Fenomenologia es anlogo al del Fausto:quiere ser una especie de manto encantado que sirvaal espritu para recorrer los reinos y para aprender a

    conocer con mayor precisin al universo y a smismo. Ese manto es en Hegel el "concepto", unaespecie de bota de siete leguas que permite al sujeto yal universo compenetrarse mutuamente.

    El trayecto que recorre el espritu es sinuoso.Termina en el conocimiento propio. El meollo es el"concete a t mismo". Creyendo encontrar la verdadfuera, la encuentra dentro de l mismo.

    La Fenomenologa del Espiritu describe undoble movimiento: por una parte, el sujeto busca lacerteza en un objeto externo y la halla fmalmente ens mismo. Por otra, el sujeto, para afirmarse, se oponea otros sujetos a los que destruye o somete.

    En resumen, la Fenomenologa es la historia delas vagabunderas del espritu hasta que se encuentrafinalmente dentro de s mismo (1).

    En el origen del pensamiento hegeliano, encon-tramos una experiencia religiosa de lo trgico de lavida. Antes de ser un filsofo, Hegel fue un telogo.

    Inicialmente Hegel habra tenido una intuicin ms-tica del desgarramiento, de la contradiccin y de ladialctica (2).

    Este es el camino por el que se manifiesta elespritu csmico y por l se educa tambin laconciencia del hombre (3). As, las figuras de laconciencia vienen a ser las mismas que las figuras deluniverso. La unidad se da en el "logos"; pero stelleva dentro de s todo el dolor de la contradiccin~). .

    El espritu reconquista su verdad slo a cond-cin de reencontrarse a s mismo en el absolutodesgarramiento (5). Es un caminante y un pas al

    (1) Brehier, E., Historia de la Filosofia, lII,Buenos Aires, pg. 359.

    (2) Garaudy, R., El problema hegeliano, BuenosAires, 1969, pg. 7. '"

    (3) Bloch. E., El pensamiento de Hegel, Mjico,1949, pg. 45.

    (4) Idem, pg. 55.(5) Hegel, La Phnomenologie de l'Esprit, prefa-

    cio.

    mismo tiempo que llega en su peregrinar a la EdadMedia, a la religin del piadoso temor que deprime alhombre en nombre de Dios (6).

    Para Hegel, el cristianismo aparecer en todomomento como el instante en que el individuohumano se reconoce como tal. Pero encontramos dosactitudes en Hegel en relacin al cristianismo. En susobras de juventud, habla de l como de una decaden-cia; mientras que en las de madurez, lo consideracomo un progreso (7).

    La contradiccin, la desgracia y la muerteforman parte del despliegue del espritu. La filosofahegeliana es trgica (8). Dios est presente y vivo en lamuerte de cada ser finito. Lo infinito s610 puedemostrarse en lo finito. Entonces lo finito se niega a smismo y muere. Lo infinito resulta ser as lainquietud de lo finito (9). La expresin "Dios estmuerto" significa dos cosas: lo. El hombre haocupado su lugar, y 20. Ha muerto como unidad alcrear el mundo, se ha sometido a la ley de lo negativo.Lo infinito y lo finito se reconcilian en la historia(10).

    Catorce etapasLa fenomenologa del espritu es una especie de

    escalera que consta de catorce peldaos, en opininde E. Bloch. Corresponden en conjunto a la divisintripartita que Hegel hace del Espritu. De la primera ala sptima etapa, corresponde al espritu subjetivo; dela octava a la dcima, al espritu objetivo; y de laundcima a la catorce etapa, al espritu absoluto .

    Primera etapa: la certeza sensible.Tiene por objeto el esto, el aqu y el ahora. Es

    la certeza inmediata, porque el individuo cree queconoce inmediatamente las cosas. Pero se da cuentade que slo capta lo fugaz del esto, del aqu y delahora. Esto es, lo que tiene delante son los objetosms pobres y ms abstractos del conocimiento. Elsaber del ahora descansa sobre la negacin del ahoraprecedente: no permanece. Por consiguiente, se con-vierte en un saber mediato.

    Segunda etapa: la percepcin.Capta, no los objetos, sino sus propiedades: las

    cosas dotadas de propiedades. Pero las propiedadesson mltiples y el objeto es uno. Las propiedades

    (6) Bloch,op. ctt., pg. 5'1.(7) Garaudy, op, cit. pg. 13.(8) Idem, pg. 17.(9) Idem, pg. 24.(10) Idem, pg. 26.

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    estnen el sujeto y no en la cosa. Son propiedades delofugazy esto hace que se produzca la ilusin.

    T_ceraetapa: el entendimientoEs una conciencia que comprende a medias. El

    objeto ya no es percibido, sino pensado. Aparececomo desdoblado, espejado en s mismo, comointernoy externo, como esencia y fenmeno. Pero elobjeto es ahora una unidad que se distingue de lamultiplicidad. La contradiccin aparece cuando losuprasensible, la esencia, pretende ser algo sensible,fen6meno.

    Cuartaetapa: la altoconcienciaPor fin, la conciencia aprende que conocer no

    es otra cosa que conocerse a s mismo. El enten-dimiento arriba a la autoconciencia. El objeto quehastaahora se opona a la conciencia es ya concepto.Lo otro queda cancelado como extrao. La concien-ciasale de la apariencia de lo sensible y de la vaciedadde la esencia suprasensible. Pero la conciencia sedesparrama en las conciencias individuales. Entoncessurgela lucha y la dominacin de unas concienciaspara con otras. Aqu estudia Hegel la dialctica delamo y del siervo con la nocin de enajenacin; lalibertad de la conciencia en las figuras del escepticis-mo y del estoicismo, y, finalmente, la concienciadesventurada.

    Histricamente, la conciencia desventurada co-rresponde al pueblo judo, a las postrimeras delImperio Romano y, sobre todo, a la Edad Mediacristiana.

    La conciencia desventurada se convierte as enel tema central de la Fenomenologia del Espritu. Laconciencia slo puede ser dichosa por una de estasdos razones: o porque ha recorrido ya las diversasestaciones o figuras que conducen a la certeza y a laverdad, o, simplemente, porque en una concienciaingenua, ignorante de su desgracia.

    Pero el fenmeno de la desgracia de la concien-cia es algo todava ms profundo. El alma humana esel universo que toma conciencia de s. Por consiguien-te, constituye la expresin del mismo universo, undesgarramiento en el seno mismo del ser. Pero estetema ser objeto del cuerpo de este trabajo.

    Quinta etapa: la raz6n observanteLa razn margina a la conciencia. La desventura

    de la conciencia no se supera en el ms all, sino en elpresente. La Edad Moderna sucede a la Edad Media.La razn observa la naturaleza, sus signos, sus leyes.Es la vuelta del individuo al mmdo. Es el descubri-miento de que el mundo no es una desventura, sino

    un cosmos. Es la razn, la conciencia cobra certeza deser toda realidad.

    Pero surge la contradiccin como impotencia dela naturaleza para llegar a las determinaciones con-ceptuales del espritu. Hegel neg la funcin rectorade la razn. La razn no dirige la realidad, sino quellega a ella post factum: La razn tiene como objetola naturaleza y sta es un revoltijo que mezcla lo msalto y lo ms bajo. Le pasa lo que al rgano sexual,que mezcla la funcin de procrear con la de orina.

    Para Hegel la razn desbarra en pseudocienciascomo la fisiognoma y la frenologa. Hegel reaccionafrente a la fsica de su tiempo, arrinconada hoy dapor las nuevas teoras.

    Sexta etapa: realizacibn de la conciencia racional.La razn pugna tambin por realizarse en el

    mundo. Pero ello llevara al absurdo de que "el ser delespritu es, segn esto, un hueso". La razn puedeconvertirse en verdad de estas tres maneras: disfru-tando del mundo (el placer y la necesidad), mejoran-do el mundo (la ley del corazn y el delirio de lapresuncin) y combatiendo contra el mundo (lavirtud y el curso del mundo). Por estos tres caminosse llega al reino de la moral.

    La realizacin de la conciencia no resulta desdeel plano individual, sino desde el universal. Perotampoco se trata de aquella universalidad-Estadofalsa que defiende los intereses creados y promueve laguerra de todos contra todos. Se trata de unauniversalidad como la de la polis griega.

    Stima etapa: el individuo satisfecho en s( mismo.El individuo pasa del disfrute del mundo a la

    complacencia de s mismo. As se apacigua todaoposicin con el mundo. Pero es el reino animal delespritu, la cosa o el fraude, porque no es un disfrutesereno, sino amargo. Hegel previ que los interesesque las ideologas decan defender no eran otros quelos intereses de los individuos. De ah que ante elfracaso de esta razn se vaya preparando el reinoverdaderamente moral: el espritu.

    Octava etapa: el orden ticoAhora el espritu deja de ser algo subjetivo para

    convertirse en objeto, en instituciones. A esta etapapertenecen las relaciones entre los sexos, la leyhumana y divina, la culpa y el destino, ya el estado dederecho personificado en el derecho romano, cuyaltima reencarnacin era el derecho napolenico.

    El espritu es el orden moral que comienza porcostumbres sencillas y espontneas para elevarse luegoa la masculinidad y feminidad como distintos entes

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    .,ticos y jurdicos. La relacin entre los sexos laestudia Hegel en la figura de Antgona. La esenciatica se nos muestra en la mujer bajo la forma dehermana. El hermano es ms insustituble que el hijo;ste se puede reemplazar, aquel no.

    Pero tambin la figura de Antgona nos ilustraacerca de la ley humana y ley divina. En laAntigonade Sfocles, Creonte personifica la ley humana,Antgona la ley divina. La ley divina se presenta comocontrapuesta al estado y se encarna en la familiacomo comunidad tica natural. La familia es concien-cia de s en el elemento del otro. La familia surge asal mismo tiempo que los dioses. Vendra a ser lainstitucin religiosams antigua, pues estara relacio-nada con el culto a los muertos.

    Etapa novena: la culturaEl espritu se hace extrao a s mismo cuando

    crea cultura. El hombre es como un gusano que, enlugar de segregar seda, segrega cultura .. Pero estoconstituye la enajenacin del espritu: se produce laconciencia desgarrada que nada tiene que ver conaquella otra conciencia desventurada de la cuartaetapa. La conciencia desgarrada es una concienciafrvola, la conciencia de la Ilustracin, cuyo anhelo delibertad absoluta conduce al terror.

    El espritu que comenzaba a destacarse en elmundo tico se exterioriza ahora en el mundo de lacultura, condicin para llegar al conocimiento de smismo. Es un momento dialctico negativo quesuprime para recuperar despus en un estadio supe-rior.

    La enajenacin cultural tiene su efectividad enel lenguaje. Gracias al lenguaje, el pensamientoindividual establece su unin con el universal. Elpensamiento se exterioriza y se deposita en ellenguaje; el hombre puede elevarse a figuras mselevadas.

    Etapa dcima: la conciencia moral.Parece algo sublime, pero est lleno de contra-

    dicciones. Se ataca aqu dos tipos de moralidad: la, teora del deber de Kant, por ser ajena a la realidad, yel culto a la personalidad de los romnticos: lo que sellamaba el alma bella. Esta ltima es un alma llena debuenas intenciones que no salen al exterior. La

    J actitud moralizante del deber es fundamentalmente, hipocresa.

    Etapa undcima: la religibnCon la religin, el sujeto hace su entrada en el

    espritu absoluto. No es todava el saber absolutoporque el sujeto y el objeto no coinciden plenamente:

    La religin aparece, en primer lugar, como algotosco, como la religin primitiva, algo que va adqui-riendo poco a poco formas ms concretas: un animal,una esfinge,un arquitecto constructor .

    Etapa duodcima: la religibn del arte.El espritu, que trasciende la piedra, se convier-

    te en arte. Es la religin griega. Los titanes, quecorresponderan a la etapa anterior, son derrocadospara dar paso a los dioses mesurados que se convier-ten en hombres, dioses antropomorfos. En el terrenode una progresiva concreccin del espritu, Hegeldistingue tres momentos: obra de arte abstracto, vivoy espiritual.

    Etapa dcimotercera: la religibn revelada.De nuevo se instala la desdicha. Es la etapa de la

    muerte de Dios. El Glgota es tambin la cuna delespritu. Muere el sujeto, desaparece su abstraccin,para convertirse en autoconciencia real, simple yuniversal.

    Etapa dcimocuarta: el saber absoluto.En ella el espritu se realiza plenamente. Al

    final de todas las mediaciones, aparece otra vez lainmediatez. Pero lo inmediato no es ahora lo otro,sino el espritu mismo. El objeto se supera por suidentificacin con el sujeto.

    Aqu termina la historia de la conciencia, perola dialctica no se puede parar. La Fenomenologiatermina histricamente, pero, sin embargo, entreespumas.

    Anlisis filolbgico de conciencia desdichada.Conciencia desdichada se dice en alemn

    "Unglckliches Bewusstsein", esto es, SER (sein),CONSCIENTE (Bewusst), DESGRACIADO(unglcklich). De las tres voces que entran en esteconcepto la nica que nos es familiar por su corres-pondencia con otras voces indoeuropeas es "sein",que corresponde al latn "est", al griego "esti" y alsnscrito "asti", por sealarlos en su tercera personasingulardel presente de indicativo.

    Conciencia, sin embargo, procede del latn"cum - scientia". La voz latina "scientia" se originade la raz indoeuropea SKEI-, cuya idea es la decortar. Corresponde en snscrito a "sya": congelar;engriego a "schazo" y "schisma": cortar, dividir; enlatn a "scire" en el sentido de que saber consisteenun cortar o dividir de la inteligencia con respecto a suobjeto que se presenta ante ella como un todoimpenetrable antes de que el entendimiento comience

  • LA CONCIENCIA DESDICHADA EN HEGEL 77

    a obrar cisuras en l. La VCYL castellana que haconservado el sabor significativo y la figura fonti-co-grficade la raz originaria es el verbo "escindir".

    Lugar de la conciencia desdichada.Para Hyppolite, la conciencia desdichada es el

    temafundamental de la Fenomenologa del Espiritu.Es una conciencia que no ha llegado todava a laidentidad concreta de la certeza y de la verdad. Laconciencia puede ser dichosa por una de estas dosrazones: o porque ha realizado el recorrido de lasdiversas figuras que conducen a la certeza y a laverdad, o, simplemente, porque es una concienciaingenua(11).

    Pero Serreau ve en el fenmeno de la desdichadela conciencia un aspecto todava ms profundo. Elalmahumana es el universo que toma conciencia des. Por consiguiente, constituye la expresin deldesgarramiento en el seno de ese mismo universo, enelseno mismo del ser (12).

    Conciencia desdichada y conciencia desgarrada.Aunque tratar de la conciencia desdichada nos

    lleve a ver un desgarramiento en el seno del ser,debemos cuidamos, sin embargo, de confundida estaconciencia con la conciencia desgarrada. La primerasurge de la consideracin de que nuestra existenciaest separada de la vida universal. Es la concienciacristiana que se alimenta de una salvacin quecontinuamente se le escapa (13). Es el estado denimo del cristiano que, por estar separado de latrascendencia divina, opone su propia nada a laesenciaeterna e infinita (14).

    La conciencia desgarrada, por el contrario, noesuna conciencia llena de nostalgias de devocin, sinouna conciencia espiritualmente desgarrada y frvola.No es ya la cuarta etapa de la conciencia en elrecorrido de la Fenomenologia del Espiritu, sino lanovena etapa. Se trata de una etapa dialcticamentenegativa en la que la conciencia se enajena en lacultura (15).

    En la cuarta etapa, sin embargo, la concienciacomienza por hacerse autoconciencia. Se identifica

    (11) Hyppolite, Jean, Genese et ~tructure deJa"Phnomnologie de l'Ssprit" de Hegel, Pars, 1967, pago184.

    (12) Serreau, Ren, Hegel y el hegelianismo,BuenosAires, 1964, pg. 94.

    (13) Brehier, E., Historia de la Filosofa, BuenosAires,1962, pg. 360.

    (14) Serreau, R., op, cit., ibid.(15) B1och, Ernest, El pensamiento de Hegel,

    Mjico,1949, pg. 74.

    consigo misma al coincidir con su objeto. Es ladialctica del amo y del esclavo. Supone que laconciencia se duplica y se divide. Ah arranca sudesdicha.

    Conciencia como subjetividadLa conciencia desdichada es el resultado del

    desarrollo de la conciencia de s, que consiste en lasubjetividad convertida en verdad. Pero entonces laconciencia descubre su propia insuficiencia, el dolorde que no es capaz de llegar a la unidad de s misma.Es la subjetividad que no logra llegar al reposo de la ,unidad. Se sita lo que es conciencia de la vida y de loque sobrepasa la vida. Es una elevacin hacia lalibertad que no llega a ser realidad por permanecersubjetiva (16).

    Esta subjetividad recuerda la primera" parte de lafilosofa de Fichte tal y como la interpret Hegel(17).

    Alternativa de la conciencia desdichada.La conciencia termina por percibirse a ella

    misma en cuanto cmciencia. Se encuentra en presen-cia de una particularidad consciente y, al mismotiempo, del ms all. La conciencia desdichada seproduce una y otra vez en la vida del espritu. No termina hasta que la conciencia vuelva al objeto de subsqueda' que es al mismo tiempo ella misma comorealidad (18).

    Pero el espritu debe triunfar de esta divisininterior y ascender hacia otro estadio superior. Ladesdicha es un paso necesario, pero transitorio. Lanegatividad es el vehculo del progreso, el motor deldesenvolvimiento. La meta consiste en vencer lasoposiciones que crean la infelicidad de la conciencia(19).

    La dialctica, tomada en su conjunto, no es sinola narracin de las desdichas de la conciencia, nuncasatisfecha puesto que nunca est completa. Cuandoella tome conciencia de su desarrollo, ser "cuandoOdiseo podr, reincarnndose en Hornero, cantar suOdisea (20).

    Origen teolgico del concepto de conciencia desdi-chada.

    Para Garaudy, Hegel fue un telogo antes que

    (16) Hyppolite, J., op, cit., pg. 189.(17) Idem, pg. 185.(18) Wah1, Jean, Le malheur de la conscience

    dans la philosophie de Hegel, Pars, 1951, pg. 143.(19) Serreau, R., op.cit., pg. 95.(20) Wah1,J., op.cit., pg. 15.

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    un filsofo. Vivi una experiencia esencialmentereligiosa de lo trgico de la vida. Tuvo la intuicin deldesgarramiento del ser, de la contradiccin y de ladialctica. Su obra fue una dialctica romntica ytrgica de la desesperanza (21).

    El conceptoLa conciencia desdichada tiene tambin con-

    ciencia de la otra. Es expulsada de modo inmediato ynuevamente de cada una de las etapas, cuando laconciencia crea que haba llegado al triunfo y a laquietud de la unidad. Pero el verdadero retorno, o lareconciliacin de la conciencia consigo misma, sepresentar como el concepto del espritu hecho vivo yentrado en la existencia. Es su propia naturaleza,nica e indivisa; pero, al mismo tiempo, doble: laconciencia de s que mira a la otra. Es conciencia delas dos. Pero para s no es todava la unidad de ambas(22).

    La infelicidad se produce cuando el espritutoma conciencia de s mismo como de lo trascen-dental, conciencia sin contenido, cambio perpetuo deuna idea a otra, yo que se opone al no-yo, paso del seral no-ser y del no-ser al ser.

    Es necesario que la conciencia pase por estaI especie de crepsculo hasta que los elementos seconciban no como elementos, sino como conceptos,no como opuestos, sino como opuestos y unidossimultneamente (23).

    El concepto no es pura representacin subje-tiva, sino la esencia misma de las cosas, su en-s.Unicamente l tiene realidad. Para Hegel, como paraAristteles, el concepto es la esencia necesaria de larealidad. La tarea de la filosofa es la elaboracinconceptual de la conciencia. Entonces la concienciaadquiere absoluta verdad o realidad, se convierte enconcepto o espritu.

    Los ingleses han traducido la voz alemanaBegriff (idea o concepto) por notion. Pero Begriff sederiva begrifen, que significa lo que se comprende, loque se toma conjuntamente. La traduccin msafortunada sera concepto, de concipere, etimologamucho ms expresiva y precisa.

    El concepto es, pues, la comprensin, lo uni-versal que comprende sus determinaciones en undesenvolvimiento dialctico y constituye algo absolu-tamente concreto. La idea es la realizacin adecuada

    , del concepto: la unidad del concepto y de la

    (21) Garaudy , Roger,op. cit., pg. 7.(22) Hegel,op. cit., pg. 177.(23) Wahl, J., op, cit., pg. 143.

    objetividad. El concepto es el universal verdadero, elpensamiento que se determina, que se concreta, quese particulariza. La idea es el concepto en tanto quese realiza (24).

    En Hegel, como en Kant, el concepto es lo quetiene su origen nicamente en el entendimiento.

    Algunas ideas sueltas en torno a la concienciadesdichada.

    En la dialctica del amo y del esclavo, lasconciencias de s son exteriores una al respecto de laotra. En el estoicismo y en el escepticismo, el dramase interioriza. En la figura de la conciencia desdi-chada, las dos conciencias estn presentes en un solopensamiento: el espritu. Esta ltima corresponde aljudasmo, al final del mundo romano y a la EdadMedia cristiana. As deviene dialcticamente la con-ciencia de s (25).

    En el estado de derecho se da una correspon-dencia entre este estado y la conciencia desdichada,despus de haber atravesado la independencia estoicadel puro pensamiento y el escepticismo (26).

    Al tratar del mundo de la cultura, Hegel haceuna alusin a la conciencia desdichada. La consideracomo una determinacin de la religin, como figuradel movimiento de la conciencia, privado de sustan-cia, una conciencia que ha llegado a ser extraa a ellamisma (27). All mismo, distingue Hegel entre laconciencia desdichada y la fe. La primera es sinsustancia, es el subjetivismo piadoso. La fe es obje-tiva, es el pensamiento de la sustancia. La religinreune los dos momentos que estn separados en laconciencia desdichada y en el mundo de la cultura(28). La conciencia de s alcanza su apogeo en laconciencia desdichada se define como el dolor delespritu que lucha por elevarse de nuevo a laobjetividad, pero que no llega a esta objetividad (29).Lo que une a la conciencia desdichada y a laconciencia creyente es la religin revelada (30).

    Frente a la conciencia desdichada se nos da laconciencia de la comedia como una alienacin de s.La primera reposa en el ms all, en una certezaabsoluta e inmutable. La segunda, llamada tambinconciencia feliz, es una conciencia que se ignora an,

    (24) Serreau, R., op, cit., pg. 27.(25) Hcgel,op. cit., pg. 176.(26) Idem, II, pg. 48.(27) Idem, II, pg. 86.(28) Ibidem, nota 77.(29) Idem, pg. 203.(30) Idem, pg. 272.

    o.

  • LA CONCIENCIA DESDICHADA EN HEGEL 79

    no conoce an su desgracia, no sabe que Dios hamuerto (31).

    Lo inmutableLa conciencia desdichada surge de la considera-

    cin de que nuestra existencia est separada de la vidauniversal y perfecta. Se alimenta la conciencia de unasalvacin que continuamente se le escapa (32).

    En este sentido, la conciencia desdichada es elestado de nimo del hombre que sufre por estarseparado de la trascendencia divina. Entonces, oponesu propia nada a la esencia eterna (33).

    La desdicha surge por el hecho de que laconciencia no se reconoce a s misma como unidad dela conciencia inmutable y de la conciencia cambiante.y surge un desdoblamiento de la conciencia que semanifiesta de dos maneras: como indigencia terrenal,esto es, como mediacin de la conciencia consigomisma, y como tendencia a 10 inmutable, esto es,como mediacin con 10 eterno (34).

    La figura de 10 inmutable surge porque 10singular surge en 10 inmutable y 10 inmutable en 10singular. En la esencia inmutable, aparece el singularen general y el singular de la conciencia. Estemovimiento se explica porque la conciencia es una y,a!mismo tiempo, duplicada.

    Lo singular se vincula a 10 inmutable de tresmodos:

    10. La conciencia vuelve a surgir como 10opuesto a 10 inmutable. Se retrotrae hasta el comien-zo de la lucha, que es el elemento de relacin.

    20. Lo inmutable tiene para la concienciacarcter de existencia singular.

    30. La conciencia misma se encuentra comoexistencia singular en 10 inmutable.

    De esta manera, tenemos tres especies deinmutable: la esencia que condena 10 singular, lafigura de 10 singular y el espritu, que es la reconci-liacin de 10 singular con 10 universal.

    La desventura de la conciencia se experimentacomo conciencia desdoblada. Se trata de un movi-miento que no es unilateral. Tiene tres momentos:

    a) 10 inmutable se opone a 10 singular; b) 10inmutable se convierte en singular, pero se opone a!resto de 10 singular, y e) 10 inmutable forma unaunidad con 10 singular. Todo esto da como resultado

    (31)(32)(33)(34)

    Idem, pg. 260, nota 6.Brehier, E., op, cit., pg. 360.Serreau, R., op, cit., pg. 94.Bloch, E., op. cit., pg. 57.

    6

    el que las determinaciones de la conciencia semanifiestan en 10 inmutable (35).

    La conciencia inmutable mantiene en su confi-guracin el carcter y el fundamento del ser desdobla-do y del ser para-s (36).

    En el seno de 10 inmutable nace la existenciasingular. El judasmo prepara la Encarnacin. Igual-mente, en el seno de la existencia singular nace loinmutable. La verdad del movimiento es el ser-uno deesta conciencia doble.

    La conciencia inmutable conserva los rasgos dela divisin del ser. El que la conciencia inmutableobtenga la forma de existencia particular es un puroacontecimiento contingente. Lo inmutable se haafirmado a s mismo por el mismo hecho de tomarforma. Parece acercarse a la conciencia como realidadparticular, pero se opone a ella como una unidadsensible y opaca (37).

    Como conciencia pura y simple, lo inmutableinformado parece estar puesto tal como es en-si ypara-s. Conviene advertir que estas expresiones notienen en Hegel el mismo significado que en otrosautores, por ejemplo en Sartre. El ser en-si' significaen Hegel la virtualidad que todava no pas a laexistencia. Es pura "dynams". Mientras tanto, el serpara-si' es lo que est realizando como una resistenciaparticular distinta. El para-s!' equivale a la actuali-zacin del en-si, que es interioridad.

    Para Sartre, el en-si es el modo de ser delobjeto, su pasado; mientras que el ser para-s es elmodo de ser de la conciencia, mvil y cambiante sincesar.

    La unidad de 10 inmutable y de lo cambiante,de 10 universal y de 10 singular, se realiza en laEncarnacin, en la figura del Cristo histrico. "Yosoy la Verdad y la Vida", dijo Jesns.

    Lo inmutable, desde el momento en que tomauna figura, desaparece necesariamente . Los disc-pulos han visto a Cristo, han odo sus enseanzas, lodivino se ha manifestado en el mundo. Pero desdeeste momento, desaparece en el tiempo. La concien-cia de s se entera de que "Dios ha muerto". Dios sehace hombre, pero Dios muere. La Encarnacin tieneun sentido universal que simboliza la unin de loinmutable y de lo mudable (38).

    Lo mudableLa conciencia cambiante no es todava el

    (35)(36)(37)\38)

    Hegel,op. cit., pg. 179.Idem, pg. 180.Ibidem.Hyppolite, J., op, cit., pg. 194-195.

  • 80

    El escepticismo realiza la libertad de pensa-miento en el ser-ahi de la vida; pero, al hacer esto,produce un desdoblamiento de la conciencia, lo queviene a producir la conciencia desdichada (44).

    La contradiccin que produce el escepticismoconsiste en que relaciona la vida a la infinitud del yoy se reconoce a s mismo como contingente. Laconciencia se eleva hacia lo inmutable y se abaja hastalo contingente (45).

    Esta conciencia escptica se niega a s misma sincesar. Por una parte, es la toma de conciencia deljuego de fuerzas y del movimiento del espritu, de lanegatividad absoluta que es el pensamiento (46).

    El escepticismo es la realizacin de aquello queera solamente un concepto en el estoicismo. Asistimosa un movimiento de esta conciencia hacia lo concreto,esto es, realizar en s la negacin de la realidad quese presentaba en el estoicismo como un debersimplemente. En lugar de adoptar una actitud dedespreocupacin con respeto a la realidad, la niegasimplemente (47).

    De esta manera, el pensamiento de Hegel seabre paso a la conciencia desdichada, que es el temade nuestra investigacin.

    ALFONSO LOPEZ MARTIN

    absoluto hegeliano. El solipsismo se derrumba por elencuentro con el otro. La conciencia se desdobla a lamanera del amo y del esclavo, donde el amo es Dios yel esclavo el hombre. El hombre necesita de Dios parasu ser; pero, al mismo tiempo, Dios necesita delhombre. La conciencia descubre su nada particular yla compara con la conciencia inmutable (39).

    Lo uno, lo inmutable, es lo esencial para laconciencia. Lo otro, lo cambiante, es lo inesencial.Cada una de estas esencias es extraa a la otra.Cuando la conciencia se pone aliado de lo cambiante,tiene la sensacin de lo inesencial; cuando del lado delo inmutable, tiende a librarse de lo inesencial. Larelacin entre ambas es de destruccin. Es unarelacin esencial y contradictoria (40).

    La conciencia est en lucha consigo mismaporque quiere suprimir uno de los dos trminos. Setriunfa sucumbiendo, perdindose en lo contrario,segn la dialctica del amo y del esclavo. Concre-tamente, la infelicidad de la conciencia se da gracias ala toma de conciencia de la vida, como conciencia dela infelicidad de la vida, como conciencia de que laesencia est en lo inmutable y que ella es la nada. Asse emprende la ascensin hacia lo inmutable. Al

    I ascender, surge la conciencia de su ser particular; lomudable renace del querer convertirse en inmutable(41).

    En el primer momento de la oposicin de lasdos conciencias, la conciencia escptica se convierteen conciencia desdichada. Ella descubre su nadaparticular. La conciencia de ser-ah, de ser en elmundo, se enfrenta a la certeza de lo inmutable (42).

    El escepticismoHegel trata acerca de la conciencia desdichada

    al examinar el estoicismo y el escepticismo. Laconciencia desdichada parece ser un signo de desequi-librio profundo en el mismo Hegel, en la humanidad yen el mismo universo en tanto que toma concienciade l mismo (43).

    El escepticismo es la conciencia que expe-rimenta la contradiccin de ella misma. Da lugar a laconciencia desdichada. En el estoicismo, la concienciaes simple libertad de ella misma; en el escepticismo, semantienen separadas dos modalidades de la concien-cia una: lo absoluto y lo cambiante.

    (39) Hyppolite, J., op, cit., pg. 190.(40) Hegel, op. cit., pg. 177.(41) Idem, pg. 178.(42) Hyppolite, J., op, cit., pg. 190.(43) WaW,op. cit., prefacio.

    Aparicin de la conciencia desdichada.La fgura de la conciencia desdichada se puede

    decir que es el lugar ms profundo y central de laobra filosfica de Hegel (48). El origen del filosofarsera menos la admiracin, zaumasein, cuanto eldesgarramiento y la no satisfaccin que supone laconciencia desdichada (49). Por esto, la concienciadesdichada aparece en diversos momentos de lahistoria, tales como en el escptico de la Antigedad,en el cristiano de la Edad Media, en el incrdulo delsiglo XVIII, en la conciencia moral de Kant o en elideal inalcanzable de Fichte (50).

    Hegel haba meditado sobre el tema de laconciencia desdichada desde sus primeros trabajosteolgicos; era como su preocupacin esencial. Leinteresaban las realidades supra-indivduales, como elespritu de un pueblo o de una religin. Vea alpueblo griego como un pueblo feliz, mientras le

    (44)No.17.

    (45)1967, pg. 187.

    (46)(47)(48)(49)(50)

    Hegel, op, cit., pg. 175, nota de Hyppolite

    Hyppolite, J., op. cit., de Hegel, Pars,

    Wahl, J., op, cit., pg. 121.Idem, pg. 120.Serreau, R., op, cit., pg. 94.ldem. pg. 95.ldem, pg. 94.

  • LA CONCIENCIA DESDICHADA EN HEGEL

    pareca el judasmo como un pueblo desdichado,cuya continuacin es el pueblo cristiano (51).

    El judasmoAbrahn es un extranjero sobre la tierra. No se

    trata de un individuo, sino del smbolo de un pueblo.El pueblo que arrastrar consigo un desgarramientoesencial, que no sabr amar ni qu es el amor. Es unpueblo que est condenado a la idolatra que reco-noce como tal. Es una especie de estoicismo al revs.En el estoicismo, el hombre se eleva en conjunto a lodivino. La conciencia de s se presenta como libre. Elhombre se considera como una nada en el judasmo.Sin embargo, hay una especie de progreso dentro deljudasmo. En Abrahn y Moiss, el hombre enfrentasu propia nada a la esencia inmutable de Dios. Con losprofetas y el cristianismo, se establece una reconcilia-cin en el seno de la singularidad (52).

    En el judasmo, la conciencia concibe su esenciade una manera ms sublime cuanto ms se refleja a smisma. En la conciencia desgarrada del judo, Dios esel dueo y el hombre es el siervo, la realidadcontingente que no acierta a pensarse sino como nosiendo. La Encarnacin significar un progreso, perola primera actitud de los cristianos y de la humanidad,en general, ser la de la conciencia desdichada (53).

    El judasmo es una religin nacida de lainfelicidad y hecha para la infelicidad. El pueblojudo es un pueblo subyugado ... , dividido en sectas,descontento ... Pero, al mismo tiempo es un puebloque aspira a lo ms alto y que, por esa aspiracin, seagita en vano (54).

    En el judasmo, la conciencia desdichada sepresenta a s misma como lo inesencial. La esencia,Dios, est fuera de la vida. El yo es nada, pero, almismo tiempo, es trascendente. As se inicia la luchade las dos conciencias, comienza la ascesis. Laliberacin de lo inesencial da como resultado unarecada en l (55).

    Lo inmutable no se alcanza sino en la existenciasingular. La sabidura de Salomn tena que encar-narse en un hombre concreto: el hijo de David. DiosPadre se hace concreto a travs de Cristo (56).

    El judasmo conduce a la encarnacin de loinmutable, que supone una unidad de lo inmutable y

    (51)(52)(53)(54)(55)(56)

    Hyppolite op, cit., Pars, 1967, pg. 185.Idem, pg. 186.Hegel, op, cit., pg. 177, nota 20.Hyppolite, op, cit. pg. 191.Idem, pg. 194.Wahl, J.,op. cit., pg. 29.

    81

    de lo cambiante. El cristianismo supone revalorizar laexistencia singular, dndole valor infinito (57).

    La religin de Moiss naci para la infelicidad yest hecha para la infelicidad. El pueblo judo es unpueblo desgraciado: siendo tan orgulloso de s, se vesubyugado por los romanos. La tragedia del pueblojudo no se parece en nada a la tragedia griega: nodespierta el miedo o la piedad, sino el horror, a pesarde la inmensidad de su tristeza (58).

    Jos somete a su pueblo al rey de Egipto yMoiss, al liberarlo, lo somete a nuevas leyes. Fl judono sabe unirse simplemente a los objetos: se hace elamo o el esclavo de ellos. El Dios de los judos es undios de separacin (59).

    La ley religiosa de los judos es una ley dedestruccin. Huye de la realidad, espera un Medas,que es un extrao (60).

    Si hubiera que comparar la figura del judo aalguna figura de la mitologa griega, los judosvendran a ser la Gorgonas, cuya mirada materializa ydestruye (61).

    El cristianismoLa conciencia desdichada es la interpretacin

    que hace Hegel de la Edad Media cristiana. Aqu se daen su punto mximo un contraste de conciencias: lacontradiccin entre la conciencia inmutable que mirahacia Dios y la conciencia cambiante que mira haciael hombre. Esta situacin produce una gran desdichao desventura para la conciencia, porque, siendo unasola la conciencia, se halla a s misma partida en dos yno se reconoce como unidad de ambas.

    La conciencia as escindida hace un intento porsuperar su desdicha. Lo realiza por medio de ladevocin. Esta consiste en una subordinacin de laconciencia cambiante a la inmutable. Pero la devocinculmina en el ascetismo. La conciencia reconoce supropia desdicha y la miseria de su carne y se une aDios. Con esto cree la conciencia haber superado sudesdicha.

    Antes de la Edad Media, en el paganismo, elhombre no ha tomado conciencia todava de suinfelicidad. Con el cristianismo, el hombre no tomaconciencia de su dicha. Lo que se impone es crear unareligin de la belleza, una especie de alianza de ladesesperanza con la serenidad (62).

    (57)(58)(59)(60)(61)(62)

    Hyppolite, op, cit., pg. 193.Wahl, J., op, cit., pg. 29.Idem, pg. 27.Idem, pg. 28.Idem, pg. 26.Wahl, Jean, op, cit., pg. 12.

  • 82 ALFONSO LOPEZ MARTIN

    En las pocas de desdicha, se deja oir la voz delhimno de Lutero: "Incluso Dios ha muerto". Estamuerte se concibe como una especie de realizacin deDios (63). Dios muere para renacer: he aqu lanegatividad divina. Este es a la postre el origen delhegelianismo (64).

    El cristianismo se ha de estudiar desde la figurade Jess. La conciencia desdichada de Jess encuentrarefugio en su Padre. El Padre es el que se opone atodo. Jess es la conciencia de la oposicin. La vidade Jess es la realizacin parcial de lo divino en elcombate con el destino (65).

    Pero el destino de la conciencia desdichadatiene que continuar en la Iglesia. Hay una contradic-cin que hace sensacin: el pan y el vino, smbolo delo inmaterial. Los discpulos tendrn un sentimientode aspiracin triste y como sin esperanza (66).

    El alma juda se renueva en el espritu de laIglesia. La conciencia infeliz no es ya la Iglesia sinDios de los judos, ni el Dios sin Iglesia de Jess, sinola unin totalmente externa de la Iglesia y de Dios(67). El cristianismo, cuando ora, atribuye los movi-mientos buenos de su alma a Dios. Su accin buena omala, lo ser por la relacin que sta tenga con lodivino (68).

    El cristiano viene a ser todava ms desdichadoque el judo. Desprecia las riquezas de las que el judose hace servidor (69).

    La idea misma de milagro est relacionada conla conciencia desdichada. El milagro constituye el msalto desgarramiento, la blasfemia ms grande. Por unaparte, la accin espiritual infinita: por otra, la accincorporal finita, sin ligazn de ninguna clase (70).

    Cosa parecida le ocurre a la idea de pecado. Elpecado es una especie de bancarrota general delespritu humano. Esta idea corresponde a los siglos enque aparece con mayor rigor la conciencia desdichada(71).

    Lo que condiciona tanto al judasmo como alcristianismo es la idea de separacin. La finalidad delcristianismo es alcanzar la reconciliacin; pero a estareconciliacin no se llega sino por el dolor y, aun as,

    (63)(64)(65)(66)(67)(68)(69)(70)(71)

    ldem, pg. 18.ldem, pg. 19.ldem, pg. 36.lbidem.ldem, pg. 39.ldem, pg. 40.ldem, pg. 42.ldern, pg. 43.Ibidern.

    permanece siendo separacin (72).Pero, mientras el judo es un alma que divide, el

    cristiano es un alma dividida. En el judo anida ladesesperanza, en el cristiano la esperanza; en uno yotro la separacin. Durante la Edad Media, la Iglesiacontradice al Estado Y el Estado contradice a laIglesia (73).

    El cristianismo es hijo del judasmo y delescepticismo. Del escepticismo hereda la concienciade la dualidad humana; del judasmo la conciencia dela contradiccin de esta dualidad, esto es, del hombrey de Dios. El escepticismo hace patente la dualidad; eljudasmo la pone en trminos de contradiccin, loque estaba implcito en el primero (74).

    (72)(73)(74)(75)(76)(77)(78)

    Idern, pg. 47.Idem, pg. 48.ldem, pg. 125.Wahl, J., op, cit., pg. 125.ldcm, pgs. 63-64.Idcm, pg. 20.ldem, pg. 61.

    La conciencia desdichada en algunos pensadorespesrenacentistas. Paseal.

    El espritu escptico de Montaigne se hace msprofundo y se convierte en espritu de Pascal. Pascaltiene conciencia de su unidad, pero resiente mejor sudesgarramiento. Para l el estoicismo no es unengrandecimiento sino un achicamiento, una prdidade la conciencia. Se esfuerza por darle sentido deunidad a la conciencia por medio de la religincristiana (75).

    Los romllnticosTambin en ellos encontramos la divisin de la

    conciencia en dos. Cada manifestacin del pensamien-to romntico encuentra la muerte en l mismo (76).Los romnticos vuelven a revivir la conciencia desdchada en su alma melanclica y partida (77). Comoen las obras literarias del romanticismo, cuando elobjeto de la felicidad est a punto de conseguirse,entonces se pierde para siempre.

    Fichte.La conciencia juda y la conciencia de Fichte se

    identifican. Ven en la naturaleza un cadver y en losseres vivientes una construccin de la reflexin.Separan a los seres los unos de los otros (78).

    Jacobi.Hace una teora de la finitud y del sufrimiento.

    Su filosofa es un grito de dolor incurable. Es el

  • LACONCIENCIADESDICHADAEN HEGEL 83

    filsofo de la subjetividad. Temer ponerse en contac-to con la realidad (79).

    Hegel.Tiene que luchar contra el racionalismo y

    contra el romanticismo (80). Pero igualmente tieneque luchar contra el subjetivismo de Fichte y contrael objetivismo de Schelling (81). Encontrar la snte-sisen el cristianismo y en la antigedad.

    Hegel encuentra que el alma juda y el almaromana son semejantes. Son almas desdichadas enigual grado de corrupcin. Para ellas, la naturalezahaba dejado de ser libre y bella. Se convierte encontinuador de Herder al defender los dioses delWalhallacontra el judasmo, el cristianismo y Roma."El cristianismo ha despoblado el Walhalla,ha taladosus bosques sagrados y ha hecho de la fantasa delpueblo una supersticin horrible" (82).

    Kierkegaa;Es la personificacin de la conciencia desdi-

    chada (83), como antes lo haba sido Kant. Para Kantla ley del deber se opone a lo particular. El kantismoy el judasmo son idnticos. Su moral es una moralservil(84).

    Sartr.Para Sartre, la realidad humana es conciencia

    desdichada sin superacin posible. Surge el ser comoperpetuamente frecuentado por una totalidad que essin poder serlo. No podra alcanzar el en-s sinperderse como para-s (85). La conciencia est siem-pre amenazada por el ser sin poder suprimido. En lo

    (79)(80)(81)(82)(83)(84)(85)

    Idem, pg. 62.Idem, pg. 66.Idem, pg. 68.Idern, pg. 41.Serreau, R., op, cit., pg. 89.Wahl, J., op, cit., pgs. 54-55.Sartre, J.P., El ser y la nada, pg. 134.

    que constituye la facticidad de la conciencia. Ellaexperimenta un sentimiento de su total gratuidad. Lasensacin de desdicha proviene del hecho de que laconciencia aspira a ser y no puede ser otra cosa quenada (86).

    A modo de conclusinHasta aqu, un ezbozo de la doctrina hegeliana

    acerca de la conciencia desdichada. Tambin, algunasreferencias acerca de las repercusiones que esta Itemtica ha tendido en autores ms recientes.

    Nuestra pretensin no ha sido, ni muchomenos, agotar el tema, pero s la de pergear algunoslinearnientos sobre una teora que tantas consecuen- 'cias tiene en el mbito filosfico.

    BIBLlOGRAFIA

    Fuentes:Hegel, La Phnomnologie de I 'Esprit, Pars (Aubier), s.d.e.

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    (86) Garmendia, G., Sartre, Buenos Aires, pg.23.

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