La Doctrina de la Trinidad

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¿Será bíblica la doctrina de la Trinidad? Por Dr. S. K. Blad Introducción – mi experiencia personal Los recuerdos que tengo de mi infancia son muy buenos. Mis padres se habían criado dentro del pentecostalismo sueco y, por eso, desde pequeño me enseñaron la Biblia. A base de esto tuve la oportunidad de tener mi primera experiencia del perdón de mis pecados cuando tenía cinco años de edad, en el verano de 1967. Fue una experiencia inolvidable. Yo había cometido algo que hizo que mi conciencia –que acababa de despertar– me golpeara, y me hiciera sentir culpable y sucio por dentro. Mi madre y mi tía me ayudaron a pedir perdón al Dios de Israel, y recibir limpieza de mi pecado, por medio de la sangre de su Hijo, 1 quien todavía tiene poder para quitar pecados. Me acuerdo que dejé el momento de oración, no solamente con una convicción de que había sido perdonado, sino también con una fuerte sensación de pureza interna. ¡Bendito sea el Eterno por la sangre del Cordero! Mis padres me enseñaron a orar al Dios de Israel. Pero por regla general solían orar más a Jesús que a Dios, y nos dijeron, según el conocimiento que tenían, que debemos orar a Jesús en lugar de Dios. Lo aceptamos como niños confiados y obedientes a las enseñanzas de los padres. Con esto no quiero criticar a mis padres 2 por lo que me enseñaron, porque me dieron lo que habían recibido a través de su herencia cristiana. 3 Realmente deseo honrar a mi padre y a mi madre y quiero aprovechar la oportunidad de expresarles mi profunda gratitud por haberme enseñado el camino a la salvación, mediante la gracia de Elohim, 4 por la fe en la muerte expiatoria y la 1 El concepto “hijo” tiene varios significados en las Escrituras hebreas, (ver mis comentarios sobre Jumash (Pentateuco)). Cuando se habla del “Hijo de Dios” no debe ser entendido como el producto de un nacimiento divino. El Eterno no se reproduce como los seres biológicos que Él ha creado. La idea de que los dioses puedan tener hijos es de origen pagano. En el caso del Mesías, el concepto Hijo no tiene que ver con su esencia, sino con su función. Tiene que ver con su papel de representante e imitador del Único que es Elohim, el Padre, cf. Juan 5:19. El papel de ser Hijo del Eterno significa tener un puesto de autoridad como Juez, Rey o Sacerdote, c.f. 1 Crónicas 22:9- 10; Romanos 1:4; Hechos 13:32-33; Hebreos 5:5. 2 Mis padres viven todavía y están muy activos en el momento de escribir esto. Han cambiado muchísimo desde que yo era pequeño. Ellos están totalmente de acuerdo con la línea de enseñanza que estoy dando en este libro. 3 Mi abuelo materno era uno de los pioneros del avivamiento pentecostal en Suecia. 4 Prefiero utilizar la palabra Elohim, en lugar de Dios, porque la palabra Dios es de origen pagano y la palabra Elohim viene del hebreo. De esta manera el lector podrá saber de qué Dios estamos hablando, el Dios de Israel, no el dios del hinduismo, del budismo, del islam o de alguna otra religión falsa.

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Estudio de Stefan Blad respecto a la doctrina de la Trinidad

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¿Será bíblica la doctrina de la Trinidad?

Por Dr. S. K. Blad

Introducción – mi experiencia personal Los recuerdos que tengo de mi infancia son muy buenos. Mis padres se habían criado dentro del pentecostalismo sueco y, por eso, desde pequeño me enseñaron la Biblia. A base de esto tuve la oportunidad de tener mi primera experiencia del perdón de mis pecados cuando tenía cinco años de edad, en el verano de 1967. Fue una experiencia inolvidable. Yo había cometido algo que hizo que mi conciencia –que acababa de despertar– me golpeara, y me hiciera sentir culpable y sucio por dentro. Mi madre y mi tía me ayudaron a pedir perdón al Dios de Israel, y recibir limpieza de mi pecado, por medio de la sangre de su Hijo,1 quien todavía tiene poder para quitar pecados. Me acuerdo que dejé el momento de oración, no solamente con una convicción de que había sido perdonado, sino también con una fuerte sensación de pureza interna. ¡Bendito sea el Eterno por la sangre del Cordero! Mis padres me enseñaron a orar al Dios de Israel. Pero por regla general solían orar más a Jesús que a Dios, y nos dijeron, según el conocimiento que tenían, que debemos orar a Jesús en lugar de Dios. Lo aceptamos como niños confiados y obedientes a las enseñanzas de los padres. Con esto no quiero criticar a mis padres2 por lo que me enseñaron, porque me dieron lo que habían recibido a través de su herencia cristiana.3 Realmente deseo honrar a mi padre y a mi madre y quiero aprovechar la oportunidad de expresarles mi profunda gratitud por haberme enseñado el camino a la salvación, mediante la gracia de Elohim,4 por la fe en la muerte expiatoria y la

1 El concepto “hijo” tiene varios significados en las Escrituras hebreas, (ver mis comentarios sobre Jumash (Pentateuco)). Cuando se habla del “Hijo de Dios” no debe ser entendido como el producto de un nacimiento divino. El Eterno no se reproduce como los seres biológicos que Él ha creado. La idea de que los dioses puedan tener hijos es de origen pagano. En el caso del Mesías, el concepto Hijo no tiene que ver con su esencia, sino con su función. Tiene que ver con su papel de representante e imitador del Único que es Elohim, el Padre, cf. Juan 5:19. El papel de ser Hijo del Eterno significa tener un puesto de autoridad como Juez, Rey o Sacerdote, c.f. 1 Crónicas 22:9-10; Romanos 1:4; Hechos 13:32-33; Hebreos 5:5. 2 Mis padres viven todavía y están muy activos en el momento de escribir esto. Han cambiado muchísimo desde que yo era pequeño. Ellos están totalmente de acuerdo con la línea de enseñanza que estoy dando en este libro. 3 Mi abuelo materno era uno de los pioneros del avivamiento pentecostal en Suecia. 4 Prefiero utilizar la palabra Elohim, en lugar de Dios, porque la palabra Dios es de origen pagano y la palabra Elohim viene del hebreo. De esta manera el lector podrá saber de qué Dios estamos hablando, el Dios de Israel, no el dios del hinduismo, del budismo, del islam o de alguna otra religión falsa.

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resurrección del Mesías de Israel, según las Escrituras hebreas divinamente inspiradas.5 Nunca dejaré ese camino. Lo que sucedió cuando el Mesías murió y fue resucitado, es el eje central de toda la obra redentora de Elohim y constituye el punto de partida de mi entendimiento de la revelación divina. División mental Sin embargo, la enseñanza y práctica de pedir a Jesús, en lugar de Dios, que la tradición cristiana me había enseñado, produjo una división en mi mente entre el Padre y el Hijo. Para mí, el Padre era el Dios cruel del Antiguo Testamento que juzgaba severamente a las personas y mataba a los pecadores y exigía obediencia en su pueblo. Conforme yo entendía las cosas entonces, el Hijo estaba mucho más lleno de gracia y amor que el Padre, así que para mí era más fácil pedir al Hijo porque yo sabía que Él me amaba. Poco sabía yo que estaba practicando un tipo de teología de reemplazo, donde se da al Hijo el lugar de su Padre, algo que es totalmente inaceptable en la cultura y mente hebrea. Unos años más tarde, estuve en una conferencia cristiana durante la pascua. Y por medio de la predicación de las Escrituras que se hizo allí, pude tener una revelación mucho más profunda de lo que significa la muerte del Mesías, y pude entender que Él había sufrido personalmente por mí. Esto produjo un fuego dentro de mi corazón y a partir de esa experiencia empecé a tomar en serio la vida espiritual, mediante la lectura y estudio de las Sagradas Escrituras y una vida de oración constante y disciplinada. A consecuencia de esto no solamente mi vida espiritual se estableció, sino también experimenté crecimiento y madurez espiritual. Las Escrituras llegaron a ocupar el primer lugar en mi vida y yo estaba dispuesto a ajustar mi vida según sus enseñanzas, de acuerdo al conocimiento que yo para ese entonces tenía. En este proceso de búsqueda de la verdad, mediante estudios diarios de la Palabra de Elohim, pude entender muchas cosas que antes no había podido entender. Muchos conceptos preconcebidos y heredados de mis padres y profesores cristianos, que eran ajenos a las Escrituras, fueron eliminados y cambiados por los de la Biblia. El Padre mismo me ama Una de las muchas cosas que descubrí, era que no solamente el Hijo me amaba, sino el mismo Padre. Una vez, cuando estaba leyendo en el evangelio según Juan capítulo 16, tuve la experiencia del quebrantamiento del pensamiento que yo guardaba referente a que el Padre no me amaba tanto. Yo le había comprendido como un Dios cruel, según mi escaso entendimiento de lo que, en ese tiempo, yo llamaba “el Antiguo Testamento.” Pero ahora la Palabra celestial empezó a penetrar en mi espíritu para un mayor conocimiento de Elohim.

5 Ver 2 Timoteo 3:15-17. Considero como Escritura inspirada las versiones originales en hebreo y arameo de los 66 libros de la Biblia.

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En Juan 16:23-28 está escrito, según la versión La Biblia de Las Américas (LBLA):

“En aquel día no me preguntaréis (o pediréis) nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo daré en mi nombre. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo. Estas cosas os he hablado en leguaje figurado; viene el tiempo cuando no os hablaré más en lenguaje figurado, sino que os hablaré del Padre claramente. En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre. Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo otra vez y voy al Padre.”

¡Qué revelación fue para mí saber que el Padre mismo me ama, porque yo he amado a Yeshúa6 y he creído que Él salió del Padre! Lo segundo que me impactó de este texto era que Yeshúa dijo que al no estar él en la tierra, sus discípulos no le preguntarían o pedirían nada, y luego dice que deberían pedir al Padre en su nombre. Entonces me hice la pregunta: ¿Dónde está escrito en la Biblia que debemos “orar a Jesús” en lugar del Padre, como me habían enseñado mis padres? Empecé a buscar por toda la Biblia y no encontré ningún texto que dijera que debemos “orar a Jesús”. Todo lo contrario, Yeshúa dijo que no le íbamos a preguntar nada, y luego nos dice que debemos pedir al Padre en su Nombre. Pedir en el nombre de Yeshúa significa que nos acercamos al Padre y le pedimos cosas por los méritos de Yeshúa, a base de lo que él significa para el Padre y de lo que él ha hecho y hace a favor de nosotros ante el Padre. Y luego dice Yeshúa que el Padre mismo nos ama. Mi esquema mental fue quebrado Esto rompió todo mi entendimiento de la oración, que mis padres me habían enseñado. Como buenos pentecostales habíamos orado siempre a “Jesús”. Pero en realidad Jesús no era muy grande en nuestras mentes. Pensábamos que era Dios, porque así nos lo habían enseñado nuestros profesores, según la tradición cristiana, pero en la práctica teníamos un entendimiento bastante diferente del Hijo comparado con el Padre. “Jesús” era para nosotros como un dios pequeño y limitado. También era fácil pensar que el Hijo era el bueno que vino con la gracia y el “Nuevo Testamento” de amor, mientras que el Padre era el Dios de la Ley del “Antiguo Testamento” que castigaba a todos los pecadores sin misericordia. Nos habían enseñado que el Padre era el Dios del “Antiguo Testamento” y que “Jesucristo” era el Dios del “Nuevo Testamento”. Y como también habían dicho que la ley, la cual era considerada lo mismo que el “Antiguo Testamento”, había sido abolida por “Cristo”, ya no podíamos seguirla. (Esto fue debido a que seguían, entre otras cosas, las

6 Este es su nombre verdadero, hebreo, que prefiero utilizar.

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traducciones erróneas de Romanos 10:47). Lo que valía ahora era el “Nuevo Testamento”, que había sustituido al “Antiguo”. Algunos de nuestros profesores también nos habían enseñado que el Nuevo Pacto abolió todos los demás pactos, porque el pueblo de Israel no había sido fiel. La iglesia cristiana era ahora el nuevo Israel y todas las promesas que son para Israel fueron automáticamente transferidas a nosotros; no pensábamos que valían para el pueblo judío. Para nosotros el Padre era el Dios de la ley, y “Jesucristo” era el Dios de la gracia. “Jesucristo” había venido a sustituir al Padre y ahora todos nos relacionábamos solamente con él. Pero ahora fui retado por el mismo Mesías por medio de las Escrituras del Pacto Renovado. Me dijo que yo no debería preguntarle o pedirle nada, sino ir al Padre y pedir al Padre en su Nombre. También encontré otros textos bíblicos que hablaban del mismo tema, y también ellos me decían la misma cosa. Tuve un conflicto en mi interior. Tuve que elegir entre seguir la tradición de mis padres o la enseñanza del Mesías… Opté por ser fiel a la Palabra más que a la tradición de los hombres. ¡Desde entonces esa ha sido mi postura en la vida! Al empezar a adorar al Padre mi amor por el Mesías aumentó Empecé a adorar al Padre, como me enseñó el Mesías según Juan 4:23-24. Y algo sucedió dentro de mí. Mi vida espiritual empezó a desarrollarse muchísimo más que antes. Yeshúa, el Hijo de Elohim, se hizo mucho más grande para mí. Me di cuenta que el Hijo me lleva al Padre y me revela al Padre, y que el Padre me lleva y me revela al Hijo, según está escrito en Mateo 11:27 (LBLA):

“Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.”

Y en Juan 1:18 está escrito (RV):

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le declaró.”

Después de aquel campamento cuando pude ver algo más de lo que el Mesías había sufrido por amor a mi persona, se ha desarrollado un deseo cada vez más profundo de conocer al Mesías, según está escrito en la carta de Shaúl (Pablo) a los Filipenses 3:7-11 (LBLA revisión mía):

“Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor del Mesías. Yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer al Mesías Yeshúa, mi Señor, por quién lo he perdido todo, y lo considero como basura a

7 La palabra griega que ha sido traducida como ”fin” tiene dos significados: ”terminación” y “propósito”/”meta”. Al traducir la palabra como “fin”, dándole el sentido de “terminación”, se introduce en las Escrituras un concepto no bíblico y se transmite la tradición anti judía de que “Jesús” anuló las Escrituras hebreas, algo que es totalmente imposible para el Mesías verdadero, ver Mateo 5:17-19.

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fin de ganar al Mesías, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada del legalismo, sino la que es por la fe en el Mesías, la justicia que procede de Elohim sobre la base de la fe, y conocerle a Él, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como Él en su muerte, a fin de llegar a la resurrección de los muertos.”

Esta es la meta de mi vida y mi oración al Padre, por medio de Yeshúa, su Hijo. Un encuentro muy personal con mi rabino En todo este proceso de intensa búsqueda por conocer al Mesías, tuve una experiencia hace unos cuantos años, que cambió totalmente mi entendimiento de quién era Él. El Eterno me dio la oportunidad de ver al Hijo y tener un encuentro muy personal y especial con Él. No voy a entrar en los detalles, en este momento, pero puedo decir que pude verle como un rabino judío. Hasta entonces “Jesucristo” había sido para mí, el mejor cristiano de la historia. Él era el ideal para todo cristiano y yo procuraba ser como Él. Pero ahora, repito, pude verle como un rabino judío. ¡Ni siquiera era cristiano! Desde entonces realmente me di cuenta que Él nunca vivió como cristiano. Nunca celebró el domingo. Nunca celebró la Navidad. Nunca comió cerdo u otras cosas inmundas, prohibidas en la Torá (Ley). Nunca quebrantó las reglas de su Padre. Nunca dijo que sus discípulos deberían salir por el mundo a convertir a los gentiles en cristianos, sino en seguidores de Él. Cuando estudié la historia de la iglesia me di cuenta que había habido una ruptura considerable entre aquel judaísmo que practicó el Mesías y el cristianismo que mis padres habían practicado cuando yo era pequeño. Las tradiciones que mis padres me habían enseñado eran tradiciones bíblicas tergiversadas y mezcladas con otras tradiciones que no tenían nada que ver con el judaísmo que el Mesías practicó. Al verle como un rabino judío, surgió un profundo deseo de saber más acerca de la vida y las enseñanzas de los judíos. Me puse a estudiar el judaísmo, especialmente el judaísmo como se expresaba en el tiempo del segundo templo, cuando Yeshúa estaba en la tierra de Israel. Me di cuenta que muchas de las cosas que no había entendido de las Sagradas Escrituras Judías (la Biblia), empezaron a tener sentido si se miraban desde un punto de vista hebreo. Propuse quitarme las “gafas” (lentes, espejuelos) greco-romanas para poder leer la Biblia desde la perspectiva hebrea original. El material que presentamos aquí, fue escrito por primera vez en Toledo, España, el año 5760, según el cómputo judío, el año 2000, según el cómputo romano. Entonces había estudiado el judaísmo durante seis años. Seis años más tarde, en el año 2006, empecé a hacer esta revisión, que ahora es dada a conocer al público en español, inglés y sueco. Muchas gracias a Johanna Potter que me ha ayudado con la traducción inglesa. También doy gracias a mis padres que de todo corazón me están apoyando en mis estudios y que caminan en el mismo camino de vuelta a aquella fe que, una vez por todas, fue entregada al pueblo escogido: el

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judaísmo bíblico.8 También quiero dar las gracias a Stig-Åke Gerdvall, Arne Andersson, Viveka Sjulmark y todos los demás que me habéis inspirado al recibir y transmitir este mensaje a otros. Mil gracias a mi amada esposa y a mis hijos, que fielmente han estado escuchando y escogido este camino junto conmigo, para ir caminando hacia un entendimiento más profundo de aquel Mesías que la Biblia nos presenta. Beer-Sheva el 21 de Cheshvan de 5767

8 Ver Judas v. 3.

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Capítulo 2 – La pluralidad de la palabra “Elohim” En el camino de mi búsqueda de la verdad en cuanto a la doctrina de la Trinidad llegué a detenerme en la palabra hebrea “Elohim”, traducida como “Dios”. Los maestros cristianos me habían enseñando que la terminación “im” en una palabra hebrea denota pluralidad. Así que la palabra “Elohim”, es una palabra que implica un plural, la cual puede traducirse literalmente como “los Dioses”. Las persona que aboga por la doctrina de la Trinidad encuentra en esta palabra una evidencia de que el Eterno es más que uno. Sin embargo, no se sabe si se habla de dos, tres, cuatro o cincuenta mil ochocientos veintitrés. El primer versículo de la Torá ha sido traducido al castellano de la siguiente manera:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Si transliteramos las palabras de la versión original hebrea usando letras latinas podemos leer lo siguiente:

“bereshit bará elohim et ha-shamayim ve-et ha-arets”. (En la escritura hebrea no hay mayúsculas y minúsculas.)

Vemos que la palabra que fue traducida como “Dios” es “Elohim”. ¿Será que la Torá está introduciendo el concepto del politeísmo en el primer párrafo de las Escrituras? ¿Fueron varios Dioses los que crearon los cielos y la tierra o fue uno solo? En el texto del Shema, que estudiamos en el capítulo anterior, encontramos la palabra “Elohim”, y allí dice que “Elohim” es “ejad”, esto es, uno. ¿Cómo vamos a entender esto? Por un lado está hablando del Eterno de forma plural –“Elohim”– pero por el otro lado está afirmando que ese “Elohim” es una unidad o, como hemos visto, más probablemente una singularidad. ¿Será que las Escrituras estén diciendo que este “Elohim”, estas “Divinidades”, constituyen una unidad? ¿Será que encontramos en estos textos una base para entender el concepto del Eterno según lo que más de 4300 años más tarde llegó a desarrollarse en la doctrina cristiana de la Trinidad? ¿Será que se trata de una unidad de varias personas en una sola Deidad? El rav principal de la comunidad judía de Madrid, Moshé ben Dahán, fue invitado a hablar en una conferencia de la organización cristiana REMAR. Tuve el privilegio de estar presente y escuchar su discurso. Él habló de la creación de los cielos y la tierra y la del hombre. Una de las cosas que dijo fue que la palabra “Elohim” no podrá ser entendida como una pluralidad de personas porque el verbo de la oración no está puesto en plural. No está escrito “En el principio crearon...” sino “En el principio creó...” En el predicado se ve si el sujeto es plural o singular. Por lo tanto, no se puede entender que fueron varios dioses los que crearon los cielos y la tierra sino uno sólo. Tampoco se puede entender que hayan sido varias personas de la deidad las que estuvieran hablando de la creación del hombre, diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen...” porque luego dice que “Y Elohim creó al hombre”, en singular, no en plural “Elohim crearon...”.

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Las palabras del rav me hicieron pensar mucho y empecé a cuestionar el concepto que yo tenía de la pluralidad de personas dentro del término “Elohim”. Si hacemos un estudio más profundo de la palabra “Elohim” nos damos cuenta de que es la forma plural de “Eloha”, que significa “Poderoso” y que a su vez viene de la palabra hebrea “El”, que significa “poder”, “fuerza”, “poderoso”. Estas tres palabras, “El”, “Eloha” y “Elohim”, son utilizadas en las Escrituras como sinónimas para referirse al Todopoderoso. Las tres han sido traducidas como “Dios” en las versiones castellanas. La palabra hebrea “El” aparece alrededor de 200 veces en las Escrituras, prácticamente siempre en referencia al Todopoderoso. Algunas veces tiene el significado de “poder”, cf. Génesis 31:29; Proverbios 3:27; Miqueas 2:1. La forma plural de “El”, “Elim”, no se usa en referencia al Todopoderoso, sino a otros poderes, humanos o angelicales, cf. Éxodo 15:11; Job 41:25 (17 heb.); Salmo 89:6 (7 heb.). También es usado para referirse a los dioses falsos de las naciones, cf. Isaías 57:5; Daniel 11:36. La palabra “Eloha” aparece 56 veces en las Escrituras, mayormente en el libro de Job. Sólo aparece dos veces en el Jumash (Pentateuco), en Deuteronomio 32:15 y 17. Como hemos dicho antes, la forma plural de “Eloha” es “Elohim”. “Elohim” aparece alrededor de 2600 veces en las Escrituras. Esta palabra no es un nombre personal, sino un título y atributo que expresa poder, autoridad y juicio. El nombre personal del Todopoderoso está escrito con las cuatro letras hebreas Yud Hey Vav y Hey, que corresponden a las letras latinas YHVH. El significado de la palabra “Elohim” en relación con la palabra “El” y la creación En Isaías 43:10-11; 44:6; 45:5-6, 21b-22; 46:9 está escrito (LBLA revisada):

“Vosotros (los hijos de Israel) sois mis testigos - declara YHVH - y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro dios (“El”), ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy YHVH; y fuera de mí no hay salvador.” “Así dice YHVH, el Rey de Israel, y su Redentor, YHVH de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios (“Elohim”).” “Yo soy YHVH, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios (“Elohim”). Yo te ceñiré, aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone no hay ninguno fuera de mí. Yo soy YHVH, y no hay otro.” “No hay más Dios (“Elohim”) que yo, un Dios (“El”) justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí. Volveos a mí y sed salvos todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios (“El”), y no hay ningún otro.”

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“Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios (“El”), y no hay otro; Dios (“Elohim”), y no hay ninguno como yo.”

Vemos que tanto la palabra “Elohim” como “El” son empleadas para referirse al Todopoderoso, y son usadas como sinónimos. Por lo tanto, en el libro de Yeshayahu no vemos prácticamente ninguna diferencia entre el uso de la palabra “Elohim” y la palabra “El”. Como “Elohim” está puesto en plural y “El” en singular, encontramos una indicación de que la palabra “Elohim” no debe ser entendida como una referencia a varios dioses, o una unidad de personajes en el mismo Dios, sino como una expresión de la multiforme grandeza del Omnipotente. La palabra “El” es usada en las Escrituras para hablar tanto de “deidad” como de “poder”. En Génesis 31:29a está escrito, según una traducción literal:

“Hay poder (“El”) en mi mano para haceros daño.”

En proverbios 3:27 (RV) está escrito:

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder (“El”) para hacerlo.”

En Miqueas 2:1b (LBLA) está escrito:

“Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder (“El”) de sus manos.” En estos textos vemos como la palabra “El” ha sido usada en el sentido de “poder”. Como la palabra “El” es la raíz de la palabra “Elohim”, podemos afirmar que el término “Elohim” tiene que ver con poder y autoridad. Elohim fue el que creó los cielos y la tierra. Esto también nos revela algo sobre el significado de la palabra “Elohim”. La palabra “Elohim” tiene que ver con todo ese poder que fue empleado para crear los cielos y la tierra, el poder creador. Por lo tanto, por medio de contemplar la creación podemos saber cómo es Elohim. En la carta del shaliaj Shaúl (el apóstol Pablo) a los Romanos 1:20 podemos leer:

“Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.”

Observe las palabras “eterno poder y divinidad”. Cuando la palabra “Elohim” es usada como referencia al Creador, está expresando la totalidad de la infinidad de su poder y divinidad. Así que no podemos basarnos en el hecho de que la palabra “Elohim” está puesta en plural, para afirmar con seguridad que el Creador es más que uno.

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Hay otras tantas palabras hebreas que son usadas en forma plural, como “agua” – ”maim” y “vida” – “jayim”. Esto no significa que está hablando de varias aguas o varias vidas. Sólo es una forma de hablar. Tenemos ejemplos parecidos en el idioma castellano: “pantalones”, “tijeras”, “gafas” (lentes, espejuelos). Estas palabras se usan en forma plural, pero hablan de cosas singulares, “unos pantalones”, “unas tijeras” y “unas gafas”. El hecho de poner esas palabras en plural no significa que son varios, sino que hay una manifestación de algo que parece ser más que uno. Hay dos piernas en los pantalones, dos cuchillos en las tijeras y dos cristales en las gafas. Pero cada cosa es una sola, que en sí puede ser más o menos compleja. Quizás esto puede ayudarnos a obtener un entendimiento más claro del por qué se ha escrito la palabra “Elohim” en plural cuando se habla de un solo Creador. El Todopoderoso es tan inmenso que una palabra singular no podría expresar su grandeza, poder y autoridad. Por lo tanto, el hecho de que el Altísimo se presenta en las Escrituras con el título “Elohim”, en plural, no significa necesariamente que sea más que uno, sino que con ese nombre genérico está manifestando su total e infinito poder y divinidad. Además, el verbo usado en la práctica totalidad de los casos, está puesto en forma singular. Esto nos da pie para pensar que no hay más que uno implicado en la palabra “Elohim” cuando es usado para el Altísimo. Textos con la palabra “Elohim” donde el verbo aparece en plural Cuando la palabra “Elohim” es usada como sujeto en las Escrituras Sagradas, el predicado casi siempre aparece en singular, a diferencia de las palabras plurales que hemos mencionado antes. Así es tanto en el hebreo como en el castellano. Decimos por ejemplo: “Los pantalones están en tal sitio”, no: “Los pantalones está en tal sitio”. Tampoco decimos: “Las tijeras cayó de mis manos”, o “Mis gafas se rompió”. De la misma manera no se usa la forma singular del predicado cuando palabras como “mayim” –agua– y “jayim” –vida– , (que siempre aparecen en plural), son utilizadas como sujetos. Sin embargo cuando aparece “Elohim” tanto el verbo como posibles adjetivos, están en forma singular, en prácticamente todos los casos. Por ejemplo, no se escribe que “Elohim son buenos”, sino “Elohim es bueno”, en singular. No obstante, podemos encontrar algunos pocos textos donde “Elohim” aparece como sujeto y el predicado está en forma plural. Tenemos un ejemplo en Génesis 20:13a donde está escrito según una traducción literal:

“Y sucedió que cuando Elohim causaron que yo saliera …” En 2 Samuel 7:23 está escrito, si se traduce literalmente:

“¿Y quién es como tu (singular) pueblo, como Israel, que es un solo pueblo en la tierra, al cual Elohim caminaron (plural) para redimir para él (singular) para ser un pueblo, a fin de darle (singular) un nombre, y hacer para vosotros grandeza y cosas

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portentosas para tu (singular) tierra, ante tu (singular) pueblo que rescataste (singular) para ti (singular) de Mitsrayim (Egipto), naciones y sus dioses (“Elohim”)?”

Vemos en este texto que cuando se está refiriendo al Altísimo se está usando las formas singulares de los pronombres, tu, él, le, y ti, y la forma singular del verbo rescataste. ¿Por qué está puesto el verbo “caminaron” –“haljú”– en plural, cuando todas las demás referencias al Altísimo están en singular? La respuesta que se puede encontrar entre los rabinos en cuanto a textos como estos, es que la palabra “Elohim”, en estos casos, no se está refiriendo al Todopoderoso, sino a sus ángeles, enviados para cumplir sus propósitos. Hay un ejemplo de esto en Génesis 35:7 dondet está escrito:

“Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-betel, porque allí Dios (”Elohim”) se le habían manifestado cuando huía de su hermano.”(LBLA revisado)

Como el verbo está escrito en plural se debe entender la palabra “Elohim” como una referencia a los ángeles. Fueron ángeles los que se le revelaron en la escalera cuando huía de su hermano. La palabra “Elohim” puede referirse a los ángeles Si comparamos dos textos de los Salmos con las traducciones griegas Septuaginta y la carta a los Hebreos, vemos que la palabra “Elohim” fue traducida como “angeloi” – ángeles–. En el Salmo 8:5 (v. 6 en heb.) está escrito:

“¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles (“Elohim”), y lo coronas de gloria y majestad!”(LBLA)

En Hebreos 2:7a, hay una cita del mismo texto de los Salmos, dice así: “Le has hecho un poco inferior a los ángeles (”angelous”).”

Vemos que la palabra hebrea “Elohim” que aparece en el Salmo 8:5 (v. 6 en heb), ha sido traducida al griego como “ángeles”. Tenemos otro ejemplo en el Salmo 97:7b donde está escrito:

“Todos los poderes (“Elohim”) ¡reverenciadle!”(Traducción mía)

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Comparemos con la cita en Hebreos 1:6b, que fue traducida de la traducción griega de esta manera, según la Biblia de las Américas:

“Y adórenle todos los ángeles de Dios.” Vemos, por tanto, que la palabra “Elohim” puede referirse a los mensajeros celestiales, que en hebreo son llamados “malajim”. En el castellano los llamamos con una palabra prestada del griego, ángeles. La palabra “Elohim” puede referirse a dioses falsos Cuando las Escrituras hablan de otros dioses, también se emplea la palabra “Elohim”. Podemos encontrar un ejemplo en Éxodo 12:12, donde está escrito:

“Porque esa misma noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de bestia; y ejecutaré juicios contra todos los dioses (“Elohim”) de Egipto. Yo, el SEÑOR.”(LBLA)

Hay un texto parecido en Números 33:4 donde también se usa la palabra “Elohim” para referirse a los dioses de Mitsrayim, cf. Gén. 31:30. Éxodo 20:3 dice:

“No tengas otros dioses delante de mí.”(Trad. mía) La palabra traducida como “dioses” es la palabra hebrea “Elohim”. Vemos, por tanto, que el término “Elohim” puede referirse a varios falsos dioses. Sin embargo, el término plural “Elohim” no se usa solamente en referencia a varios dioses falsos sino también a uno de ellos, como está escrito en Jueces 11:24:

“"¿No posees tú lo que Quemos, tu dios (“Elohim”), te ha dado para poseer? De modo que todo el territorio que el SEÑOR nuestro Dios (“Elohim”) ha desposeído delante de nosotros, lo poseeremos.”(LBLA)

En 1 Samuel 5:7 está escrito:

“Cuando los hombres de Asdod vieron lo que les sucedía, dijeron: El arca del Dios (“Elohim”) de Israel no debe quedar con nosotros, pues su mano es dura sobre nosotros y sobre Dagón nuestro dios (“Elohim”).”(LBLA)

En 1 Reyes 18:24-27 está escrito:

“Entonces invocad el nombre de vuestro dios (“Elohim”), y yo invocaré el nombre del SEÑOR; y el Dios (“Elohim”) que responda por fuego, ése es Dios (“Elohim”). Y todo el pueblo respondió y dijo: La idea es buena. Y Elías dijo a los profetas de Baal:

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Escoged un novillo para vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad el nombre de vuestro dios (“Elohim”), pero no le pongáis fuego. Entonces tomaron el novillo que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, respóndenos. Pero no hubo voz ni nadie respondió. Y danzaban alrededor del altar que habían hecho. Y sucedió que ya al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios (“Elohim”); tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.”(LBLA)

En 1 Reyes 11:5 se emplea el término “Elohim” también para referirse a una diosa pagana, como está escrito:

“Porque Salomón siguió a Astoret, diosa (“Elohim”) de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.”

La palabra “Elohim” puede referirse a un hombre Hay dos textos muy interesantes en la Torá en cuanto al uso de la palabra “Elohim”. El primero está en Éxodo 4:16. Podríamos traducirlo literalmente de esta manera:

“Y él hablará por ti al pueblo, y será. Él será boca para ti y tú serás Elohim para él.”

El segundo texto encontramos en Éxodo 7:1. Podríamos traducirlo literalmente de la siguiente manera:

“Y HaShem dijo a Moshé: Mira yo te he constituido Elohim para Paró y Aharón, tu hermano, será tu profeta.”

Vemos en estos textos que el Todopoderoso delega su autoridad a un hombre, a Moshé, y le llama “Elohim”. En las Biblias castellanas ha sido traducido como “Dios”. Es interesante ver en este contexto, que la forma plural “Elohim” es empleada sobre un solo hombre que representa al Todopoderoso en la tierra. Si el término “Elohim” hubiera sido usado únicamente para mostrar pluralidad, como en los casos de los ángeles y los falsos dioses, no se podría utilizar sobre un solo hombre, como en estos textos. Moshé no es más que una persona. Y cuando él recibe la autoridad de representar al Todopoderoso en la tierra no es llamado con los términos hebreos “El” o “Eloha”, que son dos formas singulares, sino con la palabra plural “Elohim”. Esto constituye una fuerte evidencia de que la palabra “Elohim”, en referencia al Todopoderoso, no necesariamente incluye varias personas, sino que tiene que ver con extrema autoridad. Por lo tanto, vemos que el término “Elohim” es usado sobre una sola persona humana, que ha recibido la autoridad plena de actuar en lugar del Todopoderoso.

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La palabra “Elohim” puede referirse a los jueces y los reyes En la Biblia podemos encontrar todavía otro significado de la palabra “Elohim”. En Éxodo 22:8-9 (7-8 en heb.) está escrito, según la traducción de la Biblia de las Américas:

“Si no es hallado el ladrón, entonces el dueño de la casa se presentará ante los jueces, para determinar si él metió la mano en la propiedad de su vecino. En toda clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa perdida, de la cual se pueda decir: “Esto es”, la causa de ambos se llevará ante los jueces; y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino.”

Las palabras que se encuentran en el texto hebreo, que han sido traducidas al castellano como “jueces”, son precisamente “Elohim”. Vemos, por lo tanto, que aquí hay otro significado de la palabra “Elohim” – “jueces”, cf. Éx. 21:6. En el Salmo 82:1-2 está escrito:

“Salmo de Asaf. Dios (“Elohim”) está en la reunión de los dioses (“El”); En medio de los dioses (“Elohim”) juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah”(RV 1960)

En este texto vemos que se usa la palabra “Elohim” dos veces con dos significados diferentes. La primera vez se está refiriendo al Todopoderoso, y la segunda vez a los jueces o posiblemente a los reyes, que son los máximos responsables de hacer justicia en la tierra. En los versículos 6-7 está escrito:

“Yo dije: Vosotros sois dioses (“Elohim”), y todos sois hijos del Altísimo. Sin embargo como hombres moriréis, y caeréis como uno de los príncipes.”(LBLA)

Yeshúa está citando este texto en Juan 10:34-36 que se ha traducido de esta manera:

“¿No está escrito en vuestra ley: “Yo dije: sois dioses”? Si aquellos, a quienes vino la palabra de Dios, los llamó dioses (y la Escritura no se puede violar), ¿a quién el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: “Blasfemas”, porque dije: “Yo soy el Hijo de Dios”?”(LBLA)

De estos textos podemos sacar dos verdades que nos interesan en cuanto a este tema. Primero, vemos que el término “Elohim”, que ha sido traducido como “dioses”, puede significar personas que han recibido la Palabra del Todopoderoso. ¿Quiénes fueron los que recibieron la Palabra del Eterno? El pueblo judío, cf. Rom. 3:1-2. Según el contexto en el Salmo 82, vemos que en primer lugar se trata de personas que han sido puestas en posiciones de autoridad sobre

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otras, jueces, reyes y otros príncipes. Algunos textos de la Torá muestran que las Palabras del Eterno fueron dadas, en primer lugar, a los jueces de Israel, cf. Éx. 22:8 (7 heb.); Deu. 17:18-20. Segundo, los que son llamados “Elohim” son también llamados “hijos del Altísimo”. Por lo tanto el término “Hijo de Dios” también se está refiriendo a un rey o un juez que ha recibido la delegación del Altísimo para gobernar y dictar y ejecutar sus juicios en la tierra, como también vemos en 1 Crónicas 28:6, donde está escrito:

“Y El me dijo: "Tu hijo Salomón es quien edificará mi casa y mis atrios; porque lo he escogido por hijo mío, y yo le seré por padre.”(LBLA)

Conclusión El término “Elohim” tiene que ver con poder y autoridad y no solamente se refiere al Todopoderoso, sino también puede referirse a los mensajeros celestiales, a los dioses falsos, a un hombre que ha recibido la autoridad del Todopoderoso y a los jueces que están puestos en lugar del Altísimo para juzgar en la tierra. Cuando el término plural “Elohim” es usado en referencia al Todopoderoso, no significa necesariamente que tiene que ver con más de una persona, sino más bien con la infinita posesión y presencia del poder y la autoridad. El hecho de que la palabra “Elohim”, por un lado, es usada como sinónimo de “El” y, por el otro lado, es empleada sobre un solo hombre, da evidencia de que no se debe entender siempre como una pluralidad de personas. Además, cuando el verbo lo está acompañando como predicado está puesto en forma singular, no hay evidencia alguna de que se está refiriendo a más de una persona. Cuando el término “Elohim” es usado para referirse a los ángeles, los falsos dioses o los jueces, el verbo aparece en forma plural. Esto no es el caso cuando es usado para el Todopoderoso o uno de los dioses falsos. En aquellos pocos textos donde el predicado aparece en plural, el sujeto “Elohim” no debe ser entendido como una referencia a algo plural, sino se trata más bien de la actividad de los ángeles.

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Capítulo 3 – La pluralidad del término “Adonai” En el capítulo anterior hemos visto que el uso del término “Elohim” no necesariamente expresa pluralidad aunque sea una palabra plural, puesto que los verbos que acompañan ese nombre genérico, siempre aparecen en forma singular, cuando “Elohim” se está refiriendo al Todopoderoso. Algo semejante sucede con la palabra hebrea “Adonai”, que es una palabra compuesta por la forma plural de “Adón” –“Adonim”– y el sufijo “ai” –“mis”. “Adón” significa:

- señor, amo, dueño, jefe, esposo - rey, gobernante, soberano

Vamos a mencionar cinco diferentes formas de la palabra “Adón”: ”Adón” – (singular) señor ”Adoní” – (singular) mi señor ”Adonim” – (plural) señores ”Adonei” – (plural) los señores de… ”Adonai” – (plural) mis señores/mi Señor Si excluimos la forma plural “Adonai”, la palabra “Adón” es usada más de doscientas veces en las Escrituras, casi siempre en referencia a los hombres, pero también a los ángeles e incluso al Todopoderoso. A continuación veremos algunos textos donde aparece esta palabra: La palabra “Adón” puede referirse a un marido La forma singular de la palabra “Adón” aparece por primera vez en Génesis 18:12, donde podemos leer lo siguiente:

“Y Sara se rió para sus adentros, diciendo: ¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor (“Adón”)?”(LBLA)

Vemos que la palabra “Adón” es usada por una esposa que habla de su marido con respeto. En la 1ª Carta de Pedro 3:5-6, encontramos una cita del texto en Génesis, según está escrito:

“Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor (gr. ”kurion”), y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.”(LBLA)

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En este texto, la palabra hebrea “Adón” ha sido traducida al griego como “kurion”. La palabra griega “kurion” es una forma de “Kurios” que significa: Señor, gobernador, gobernante, dueño. (Más adelante hablaremos más acerca de la traducción de la palabra griega “Kurios”). En Jueces 19:26 podemos encontrar otro ejemplo donde la palabra “Adón” tiene el significado de “marido”:

“Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor (“Adón”) hasta que se hizo de día.”(LBLA)

La palabra “Adón” puede referirse a un amo En Génesis 24:14b encontramos el siervo de Avraham hablando de su dueño con estas palabras:

“Y por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor (“Adón”).”

En Éxodo 21:5 está escrito:

“Pero si el siervo insiste, diciendo: "Amo a mi señor (“Adón”), a mi mujer y a mis hijos; no saldré libre".”(LBLA)

En estos dos textos vemos que la palabra “Adón” puede referirse a un amo de esclavos. La palabra “Adón” puede referirse a un sacerdote En 1 Samuel 1:15a, 26 podemos leer cómo la madre del profeta Shmuel, Jana, habló al sumo sacerdote Elí:

“Pero Ana respondió, y dijo: No, señor (“Adón”) mío, soy una mujer angustiada en espíritu... Y ella dijo: ¡Oh señor (“Adón”) mío! Vive tu alma, señor (“Adón”) mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR (YHVH).”(LBLA)

La palabra “Adón” puede referirse a un rey En 1 Samuel 16:16 se está usando la palabra “Adón” sobre el rey de Israel, como está escrito:

“Ordene ahora nuestro señor (“Adón”) a tus siervos que están delante de ti, que busquen un hombre que sepa tocar el arpa, y cuando el espíritu malo de parte de Dios esté sobre ti, él tocará el arpa con su mano y te pondrás bien.”(LBLA)

Lo mismo sucede en 1 Samuel 24:8 (24:9 en heb.), donde está escrito:

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“Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor (“Adón”) el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró.”

La palabra “Adón” puede referirse a un varón respetado en general Avraham fue llamado “Adón” por Efrón, uno de los antiguos habitantes de la tierra prometida, como está escrito en Génesis 23:10-11:

“Efrón estaba sentado entre los hijos de Het; y Efrón hitita respondió a Abraham a oídos de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: No, señor mío (“Adón”), escúchame; te doy el campo y te doy la cueva que está en él. A la vista de los hijos de mi pueblo te lo doy; sepulta a tu difunta.”(LBLA)

Rivká (Rebeca) llamó a Elazar (Eliezer), el siervo de Avraham, con el título “Adón”, como está escrito en Génesis 24:17-18:

“Entonces el siervo corrió a su encuentro, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Y ella dijo: Bebe, señor (“Adón”) mío. Y enseguida bajó el cántaro a su mano, y le dio de beber.”(LBLA)

Rajel dijo “Adón” a su padre, como está escrito en Génesis 31:35a:

“Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor (“Adón”) porque no pueda levantarme delante de ti, pues estoy con lo que es común entre las mujeres.”(LBLA)

Yaakov utilizó la palabra “Adón” cuando se dirigió a su hermano gemelo Esav, durante el encuentro que tuvo con él en su vuelta a casa desde Laván, como está escrito en Génesis 32:4-5:

“Entonces Jacob envió mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seir, región de Edom. Y les dio órdenes, diciendo: Así diréis a mi señor (“Adón”) Esaú: "Así dice tu siervo Jacob: 'He morado con Labán, y allí me he quedado hasta ahora. 'Tengo bueyes, asnos y rebaños, siervos y siervas; y envío a avisar a mi señor (“Adón”), para hallar gracia ante tus ojos.'"”(LBLA)

En la sociedad moderna israelí se usa con frecuencia el título cortés “Adón” o “Adoní” al dirigirse a un hombre desconocido. La palabra “Adón” puede referirse a un mensajero celestial

En Josué 5:14 está escrito:

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“Y él respondió: No; más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR (YHVH). Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: ¿Qué dice mi señor (“Adón”) a su siervo?”(LBLA)

En Jueces 6:12-13 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: El SEÑOR está contigo, valiente guerrero. Entonces Gedeón le respondió: Ah señor (“Adón”) mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: "¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?" Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.”(LBLA)

En Daniel 10:17-19 está escrito:

“¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor (“Adón”) hablar con uno como mi señor (“Adón”)? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento. Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció, y me dijo: No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor (“Adón”), porque me has fortalecido.”(LBLA)

En estos tres textos vemos como la palabra “Adón” es utilizada cuando se habla con los mensajeros celestiales. Entonces es empleada la forma singular con el sufijo de la primera persona singular, a saber “Adoní” –mi señor–. La palabra también es usada en plural cuando se habla con los ángeles, como podemos ver en Génesis 19:1-2 y 18 donde está escrito:

“Llegaron pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra, y dijo: He aquí ahora, señores míos (“Adonai”), os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza... Pero Lot les dijo: No, por favor, señores míos (“Adonai”).”

Vemos en este texto que aparece la palabra “Adón” en su forma plural con el sufijo posesivo de la primera persona singular, “Adonai”. “Adonai” significa literalmente: mis señores, y vemos en este texto el uso literal de “Adonai” en relación con los mensajeros celestiales. La palabra “Adonai” es utilizada en sólo estas dos ocasiones en todas las Escrituras en referencia a otro que no sea el Eterno. La palabra “Adón” puede referirse al Todopoderoso

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Normalmente la forma plural “Adonai” es usada en referencia al Todopoderoso. Aun así, en varias ocasiones también la forma singular “Adón” es usada para referirse al Todopoderoso como está escrito en Éxodo 23:17 y 34:23:

“Tres veces al año se presentará todo varón delante del Señor (“Adón”) HaShem.”(Traducción mía)

Y también en Josué 3:11:

“He aquí, el arca del pacto del Señor (“Adón”) de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros.”

Las formas plurales de la palabra “Adón” Como hemos dicho antes, la forma plural de la palabra “Adón” es Adonim, que significa señores. Esta palabra es usada en las Escrituras tanto en referencia a los ángeles como a los hombres. Ya hemos visto en Génesis 19:1-2 y 18 como la forma plural “Adonai” fue usada sobre los ángeles. En Deuteronomio 10:17 está escrito:

“Porque HaShem vuestro Elohim es Elohim de los elohim y Señor (“Adonei”)11 de los señores (“Adonim”).”(Traducción mía)

En el Salmo 136:3 está escrito:

“Dad gracias al Señor (“Adonei”)11 de señores (“Adonim”), porque para siempre es su misericordia.”(LBLA)

Vemos en este texto que el Todopoderoso es llamado “Adonim” de los “Adonim”. La segunda vez que aparece la palabra “Adonim” podría referirse tanto a los ángeles como a los hombres. A continuación veremos algunos textos donde aparece la forma “Adonim”, refiriéndose sólo a los hombres. En Isaías 26:13 está escrito:

“Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores (“Adonim”) fuera de ti nos han gobernado; pero en ti solo confesamos tu nombre.”(LBLA)

11 La palabra ”Adonei” es la forma constructa, en hebreo smijut, de “Adonim”.

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En 1 Reyes 22:17 está escrito:

“Y él respondió: Vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas sin pastor; y el SEÑOR dijo: ‘Estos no tienen señores (“Adonim”), que cada uno vuelva a su casa en paz.’”(LBLA)

Aquí vemos que la palabra “Adonim” se está refiriendo a reyes humanos no ángeles. La forma plural “Adonim” puede hacer referencia a un solo hombre Vimos en el texto de 1 Reyes que la forma plural “Adonim” fue empleada para un solo rey. Algo semejante podemos encontrar en Isaías 19:4 donde está escrito:

“Entregaré a los egipcios en manos de un amo (“Adonim” plural) cruel (singular) y un rey fiero gobernará sobre ellos – declara el Señor (“Adón” singular) SEÑOR (YHVH) de los ejércitos.”(LBLA)

Curiosamente encontramos aquí la palabra plural “Adonim” con el adjetivo singular “cruel”. De esta manera vemos que aparece el mismo fenómeno con las formas plurales de la palabra “Adón” como con la palabra “Elohim”, que hablamos en el capítulo anterior. Así que, aquí vemos otra vez que no es necesario que la forma plural de la palabra signifique que haya más de una persona implicada. En el texto del profeta se habla de un rey de Mitsrayim (Egipto). Y en lugar de usar la forma singular “Adón”, la Escritura emplea la forma plural “Adonim” sobre un solo hombre. Si el adjetivo “cruel” hubiera estado escrito en forma plural –“crueles”– se interpretaría como varios señores, pero en este caso vemos que no se está refiriendo a más de una persona. Cuando la palabra “Adonai” se refiere al Todopoderoso Como hemos dicho antes, la forma plural de la palabra “Adón” es “Adonim”. La palabra “Adonim” con el sufijo posesivo de la primera persona singular forma la palabra “Adonai” que literalmente significa “mis señores”. También dijimos que la forma “Adonai” se usa en las Escrituras hebreas, casi exclusivamente, para referirse al Todopoderoso. De paso podemos mencionar que en el mundo judío tradicional, después del siglo IV a.e.c. (antes de la era común) se introdujo, en las lecturas de la Biblia y las oraciones, la costumbre de usar el término “Adonai” como sustituto del Nombre Sagrado del Todopoderoso –“YHVH”–. Cuando uno está leyendo y ve el nombre “YHVH” no lo pronuncia sino en lugar de ello dice “Adonai”. Según el diccionario Strong, la palabra ”Adonai” aparece algo más de 430 veces. Sin embargo, hay varios versículos del Tanaj donde los antiguos escribas cambiaron el Nombre “YHVH” por “Adonai” en el mismo texto. Han adulterado así el texto original de la Palabra

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del Eterno y así se cumple en ellos la palabra que fue dicha por el profeta Jeremías 8:8 donde está escrito:

“¿Cómo decís: "Somos sabios, y la ley del SEÑOR está con nosotros"?, cuando he aquí, la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.”(LBLA)

En una lista oficial12 que contiene los 134 lugares donde el Nombre del Eterno “YHVH” ha sido cambiado y sustituido por “Adonai”, están listados los siguientes versículos13, (donde se repiten los versículos dos veces o más, como "Éxodo 34:9, 9" significa que ha sido cambiado dos veces el mismo versículo):

Génesis 18:3, 27, 30, 32; 19:18; 20:4; Éxodo 4:10, 13; 5:22; 15:17; 34:9, 9; Números 14:17; Josué 7:8; Jueces 6:15; 13:8; 1ª Reyes 3:10, 15; 22:6; 2ª Reyes 7:6; 19:23; Isaías 3:17, 18; 4:4; 6:1, 8, 11; 7:14, 20; 8:7; 9:8, 17; 10:12; 11:11; 21:6, 8, 16; 28:2; 29:13; 30:20; 37:24; 38:14, 16; 49:14; Ezequiel 18:25, 29; 21:13; 33:17, 29; Amós 5:16; 7:7, 8; 9:1; Zacarías 9:4; Miqueas 1:2; Malaquías 1:12, 14; Salmo 2:4; 16:2; 22:19, 30; 30:8; 35:3, 17, 22; 37:12; 38:12; 38:9, 15, 22; 39:7; 40:17; 44:23; 51:15; 54:4; 55:9; 57:9; 59:11; 62:12; 66:18; 68:11, 17, 19, 22, 26, 32; 73:20; 77:2, 7; 78:65; 79:12; 86:3, 4, 5 8, 9, 12, 15; 89:49, 50; 90:1, 17; 110:5; 130:2, 3, 6; Daniel 1:2; 9:3, 4, 7, 9, 15, 16, 17, 19, 19, 19; Lamentaciones 1:14, 15, 15; 2:1, 2, 5, 7, 18, 19, 20; 3:31, 36, 37, 58; Esdras 10:3; Nehemías 1:11; 4:14; Job 28:28.

Esto quiere decir que originalmente estaba escrito el Nombre del Eterno “YHVH” en todos estos versículos donde hoy en día está escrito “Adonai”. Aquí no vamos a hablar de la razón por las cuales se introdujeron estos cambios, nos contentamos con saber el hecho de que el texto haya sido cambiado en estas 134 ocasiones. A continuación vamos a ver un par de textos donde aparece la palabra “Adonai”. En Génesis 15:2 está escrito:

“Y Abram dijo: Oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”) ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?”(LBLA)

En 2 Samuel 7:18-20 está escrito:

“Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”), y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí? Y aun esto fue insignificante ante tus ojos, oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”), pues también has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano. Y esta es la ley de los hombres, oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”). ¿Y qué más podría decirte David? Pues tú conoces a tu siervo, oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”).”(LBLA)

12 Ginsburg ”The Masorah” 197:15. 13 Tengamos en cuenta que la numeración de los versículos puede variar algo entre la versión hebrea y las traducciones españolas.

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En estos textos aparece la palabra “Adonai” junto con el Nombre Sagrado del Eterno, Yud, Hey, Vav, Hey. Rara vez apareció la palabra “Adonai” sin ser acompañada en el texto original hebreo. Conclusión El significado de “Adonai” tiene que ver con señorío. Y el hecho de que está puesto en la forma plural nos muestra que cuando se refiere al Todopoderoso, estamos frente a su señorío total y absoluto. Él es el Señor de todas las cosas creadas, tanto visibles como invisibles. Él es el Jefe, el Amo, el Dueño y el Gobernador de todo. El Eterno es el Señor de señores, en todo sentido, y delante de Él, todos tendrán que rendir cuenta de cómo han administrado su autoridad que les ha sido delegada. El hecho de que el término “Adonai” aparece en plural cuando habla del Todopoderoso, no significa necesariamente que Él sea más de uno, sino habla mas bien de su total señorío ilimitado sobre todas las cosas. La forma plural “Adonim” es también usada en las Escrituras cuando se habla de un gobernante humano lo cual constituye una evidencia de que no debe ser entendida como una referencia a varias personas o una pluralidad de señores, sino a una autoridad inmensa.

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Capítulo 4 – Textos donde el Eterno habla en forma plural En los capítulos anteriores hemos visto que las palabras hebreas “Ejad”, “Elohim” y “Adonai” no pueden presentar evidencias de que el Eterno sea más que uno solo, mas bien lo contrario. Hay algunos pocos textos en las Escrituras donde el Eterno habla en forma plural. Ahora vamos a detenernos en ellos. En Génesis 1:26; 3:22 y 11:6-7 está escrito, según la Biblia de las Américas:

"Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…"

"Y dijo el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal…" "Y dijo el SEÑOR... Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del otro."

Sí Elohim es uno solo, ¿por qué dice “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” y “el hombre ha venido a ser como uno de nosotros” y “Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua”? Si hubiera sido uno solo diría: “Yo voy a hacer al hombre a mi imagen, conforme a mi semejanza” y “el hombre ha venido a ser como yo” y “Vaya, bajaré y allí confundiré su lengua”. ¿Cómo podríamos entender esto? A lo largo de los siglos se han presentado diferentes teorías que intentan explicar este fenómeno. Mientras que la mayor parte de los exegetas cristianos consideran que estos textos expresan una Deidad trinitaria, la mayoría de los intérpretes judíos han mantenido la idea de que el Eterno está hablando a su consejo divino de seres angelicales que rodean su trono. Cierto es que Él se presenta en las Escrituras como YHVH Tsevaot, el Eterno de los Ejércitos. Además hay varios ejemplos del hecho de que hay seres celestiales que rodean su trono. En 1 Reyes 22:19 está escrito:

“Respondió Micaías: Por tanto, escucha la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a su derecha y a su izquierda.”(LBLA)

En el Salmo 89:6-7 está escrito: “Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los hijos de los poderosos es como el SEÑOR, Dios muy temido en el consejo de los santos, e imponente sobre todos los que están en su derredor?”(LBLA)

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En Daniel 7:10 está escrito:

“Un río de fuego corría, saliendo de delante de El. Miles de millares le servían, y miríadas de miríadas estaban en pie delante de El. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros.”(LBLA)

En Revelación 4:4 está escrito:

“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza.”

En el Talmud14 babilónico se puede leer:

Rabbi Judá dijo en nombre de Rav: Cuando el Santo, bendito sea, quería crear a los hombres, [primero] creó una compañía de ángeles servidores y les dijo: ¿Queréis que hagamos un hombre a nuestra imagen? (The Soncino Talmud, Davka Corporation/Judaica Press, traducido del inglés por el autor.)

Pero, por el otro lado, por el hecho de que los ángeles no son mencionados antes del versículo 26 en el primer capítulo de Génesis, se puede encontrar argumentos que dicen que el Eterno no podría haber hablado con alguien que todavía no había sido introducido en el relato. Por lo tanto se puede encontrar interpretaciones que son expresadas en la literatura del Midrash15 de la siguiente manera:

Y Dios dijo: ”Hagamos a los hombres” (Gén 1:26). ¿Y con quiénes consultó? R. Joshua b. Leví dijo: “Consultó con la obra de los cielos y la tierra...” R. Ammi dijo: “Consultó con su propio corazón.” (Traducido al castellano desde la traducción inglesa de Jacob Neusner.)

El exegeta moderno judío Umberto Cassuto16 dice en su comentario de Génesis:

La idea de que Dios consultó con sus ángeles ministeriales ha sido considerado por algunos comentaristas, tanto medievales como modernos, como el verdadero significado del versículo. Pero se puede argumentar contra esta interpretación: (1) que no concuerda con la idea central del contexto de que Dios creó todo el mundo solo; (2) que la expresión “Hagamos” no es una expresión de consejo; (3) que si la Bíblia tuviese la intención de decirnos que el Eterno tomó consejo, hubiera afirmado con quién consultó, como se nos dice en otros pasajes que son citados usualmente para apoyar esta teoría, (1 Reyes 22:19; Isa. 6:2-8; Job 1-2)... La mejor explicación, a pesar de su rechazo por la mayoría de los comentaristas contemporáneos, es que aquí tenemos una exhortación plural. Cuando una persona se exhorta a si misma a hacer una tarea específica usa el plural: “Vamos a ir”, “Vamos a ponernos de pie”, “Vamos a sentarnos” y cosas similares. Así encontramos en 2 Sam. 24:14: “Caigamos

14 Fue compilado durante un período de 100 años y terminado alrededor del año 500 E.C. 15 Midrash Rabá, Génesis 8, 3, 1. La literatura del Midrash fue compilada en diferentes lugares, Israel,

Babilonia e Italia, durante los siglos VIII – XIII. Aún así, mucho del material es de origen mucho más antiguo.

16 A Commentary of the Book of Genesis (traducción al inglés por Israel Abrahams; Jerusalem: Magnes Press, 1972).

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(nipela) en las manos del Señor... pero que yo no caiga (epolá) en manos del hombre” [55] (Traducido del inglés)

El rav Moshé ben Dahán, en la comunidad Israelita de Madrid, presentó una interpretación kabalística en uno de sus discursos, diciendo que lo primero que el Eterno creó fue el alma humana y que en Génesis 1:26 estaba hablando con el alma del hombre. Según esta interpretación Elohim y el alma del hombre deberían hacer al hombre juntos. Algunos opinan que YHVH Elohim estaba hablando con la serpiente en Génesis 3:22 cuando dijo: “el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien (como lo hace Elohim) y el mal (como lo hace el satán)”. A pesar de estas interpretaciones diferentes la gran mayoría de los intérpretes judíos consideran que en todos estos casos el Eterno está hablando con sus ángeles. En un Midrash17 se puede leer:

“He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno (ejad) de nosotros” (Gén 3:22): R. Papías interpretó el versículo de la siguiente manera: “’He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros’ quiere decir, como uno de los ángeles ministeriales.”... [5,2] R. Judá bar Simón dijo, “[‘Como Uno (ejad) de nosotros’ quiere decir] como el Uno (ejad) del mundo: ‘Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno (ejad)’ (Deut 6:4). “Los rabbinos dijeron: “[‘Como Uno (ejad) de nosotros’ quiere decir] como Gabriel: ‘Y un (ejad) hombre en medio de ellos vestido de lino’ (Eze 9:2)...” (Traducido al castellano de la traducción inglesa de Jacob Nausner)

El Targum Erets Israel18 tradujo estos tres versículos de la siguente manera:

Gén 1:26: “Dios dijo a los ángeles que ministraban delante de Él y que habían sido creados el segundo día de la creación del mundo: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen”.” Gén 3:22 “El Señor dijo a los ángeles que ministraban delante de él: “He aquí, Adam es único [yejidai – unico, unigénito] en la tierra, como yo soy único en los cielos arriba”.” Gén 11:7 “El Señor dijo a los setenta ángeles que están delante de él: "Venid, bajemos..."”

La interpretación cristiana tradicional ha sido que en estos versículos hay una clara indicación de un Dios triuno. Sin embargo, en los tiempos más recientes ha surgido un concepto entre los intérpretes cristianos que está más afín con la interpretación tradicional judía, a pesar de que

17 Midrash Rabá, Génesis 21, 5, 1-2. 18 Según la Encyclopaedia Judaica, Jonathan ben Uziel (Primer siglo a.E.C. – primer siglo E.C.) no fue el que

tradujo el Jumash al arameo en la obra literaria que en el s. XII fue llamada “Targum Erets Israel”. Más tarde fue llamada “Targum Yerushalmi” y también ”Targum palestino”. No es considerado más antiguo que de los siglos IX-X. A pesar de ello contiene materiales que son mucho más antiguos. Esta traducción nos da una buena información acerca de cómo interpretaron el Pentateuco durante la primer parte de la edad media.

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ellos mismos creen en la doctrina de la Trinidad. Paul Sumner escribe acerca de esto en uno de sus artículos:19

Ha habido un giro notable entre los teólogos cristianos hacia la interpretación tradicional judía. La razón para este giro no tiene que ver con sentimientos ecuménicos sino con un acercamiento diferente a la lectura del texto de la Biblia Hebrea (“Antiguo Testamento” en términos cristianos). Ahora la mayoría de los estudiosos creen que la Biblia debe interpretarse por si misma, sin imposiciones de creencias teológicas o agendas posteriores, sean judías o cristianas. Significa que estos versículos en Génesis (o cualquier otro pasaje de la Biblia Hebrea) tiene que ser vista a la luz de su propio contexto y a la luz de una explicación inequívoca del idioma hebreo. El deseo es entender lo que Moisés o Isaías o Jeremías o el Cronista entendieron de lo que ellos mismo escribieron, en su propia época.

En otras palabras, si somos fieles al idioma hebreo leyendo el texto bíblico tal y como aparece escrito y en su contexto donde la Escritura explica la Escritura, es más fácil llegar a la conclusión de que en aquellos textos donde el Eterno habla de forma plural, está dirigiéndose a su consejo celestial, en lugar de hablar desde una pluralidad de personalidades. Paul Sumner presenta unos exemplos de ello citando algunos teólogos cristianos (todos traducidos del inglés por el autor): Bruce Waltke, Genesis, A Commentary (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 2001)

Gén. 1:26 nosotros. Ver también 3:22, 11:7. Se han sugerido varias referencias en cuanto a este “nosotros”. La interpretación tradicional cristiana, de que representa una pluralidad en la deidad, tiene algún apoyo textual y satisface la teología cristiana de la Trinidad (Juan 1:3; Ef. 3:9; Col. 1:16; Heb. 1:2). La mención del Espíritu de Dios en 1:2 y el hecho de que la imagen misma es una pluralidad da soporte a que Dios sea una pluralidad. Esta interpretación explicaría el cambio en el texto entre el singular y el plural. La dificultad primaria con este punto de vista es que las otras cuatro ocasiones donde se usa el pronombre plural en referencia a Dios (3:22; 11:7; Isa. 6:8) no parece hacer referencia a la Trinidad. [64] La explicación que mejor satisface todos estos usos del pronombre plural es que Dios está dirigiendose a los ángeles o la corte celestial (cf. 1 Rey 22:19-22; Job 1:6; 2:1; 38:7; Sal. 29:1-3; 89:5-6; Isa. 6:8; 40:1-6; Dan. 10:12-13; Luc. 2:8-14). Parece que en las cuatro ocasiones donde aparece el pronombre “nosotros” para Dios, Dios se está refiriendo a “nosotros” cuando los seres humanos están chocando con el mundo celestial y él está decidiendo su destino. [64] En Gén. 3:22 Dios ve que los seres humanos han alcanzado el conocimiento del bien y del mal y han llegado a ser como un ser divino. En Génesis 11 la corte celestial baja para ver lo que los terrenales están edificando con el fin de llegar al espacio celestial. En Isa. 6:8 Dios claramente está dirigiéndose a la corte celestial, en la que el profeta ha entrado en su visión. No es sorprendente que Dios se diriga a la corte celestial, porque los ángeles juegan un papel prominente en las Esrituras (por ejemplo Gen. varios lugares; Job 38:7; 1 Tim. 3:16), y hay muchos intercambios entre el mundo angelical y los seres humanos. [64-65]

19 http://www.hebrew-streams.org/works/monotheism/gen-plurals.html. Traducido del inglés por el autor.

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Franz Julius Delitzsch, A New Commentary on Genesis, Parte1 (traducción inglesa hecha por S. Taylor; Edinburgh: T. & T. Clark, 1888)

Gén. 1:26. Hagamos al hombre a nuestra imagen... las sagradas Escrituras no pueden mostrar este tipo de plural cuando Dios está hablando de Sí mismo. En aquellos lugares donde parece ser así, tenemos que admitir que Dios el Padre está involucrando al Hijo y al Espíritu o bien a los espíritus celestiales. La Escritura misma confirma lo segundo, porque desde el principio hasta el fin da testimonio de que Dios está comunicando a los espíritus que le rodean lo que Él se propone hacer en la tierra. Compara 1 Reyes 22:19-22; Job 1; Dan. 7:10; Luc. 2:9ss con Sal. 89:8 y Dan. 4:14… [98] De esta manera comunicativa es empleada na’asé [”hagamos”]. Así como Yahvé se incluye a Sí mismo en el verdadero Israel, Isa. 41:21s, así lo hace entre los serafines, Isa. 6:8, y aquí, como también en 3:22 y 11:7, entre los espíritus celestiales en general... [98] Sin embargo, Elohim no concede a los Benei Haelohim una participación en la misma creación más que el hecho de ser enviados (Isa. 6:8), pero sí, les deja compartir de ella según su conocimiento y deseo. En relación con aquellos que involucra consigo mismo, el locutor comunicativo permanecerá eternamente como el Superior. Pero Él comparte con ellos y les involucra en el asunto que está por delante. En relación a esto tenemos que entender “a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” como incluyendo a los ángeles. Según la Escritura, los ángeles forman una familia junto con Dios, y el hombre, siendo creado a la imagen de Dios, por esta misma razón también ha sido hecho a la imagen de los ángeles (braju ti par´angelous según Sal. 7:6 LXX [=Ps 8:6 heb]) aunque esto no se dice directamente. [99] Gén. 3:22. He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros. El plural es comunicativo, como en 1:26; 11:7. Dios se incluye a Sí mismo entre los benei elohim [hijos de Dios, seres divinos], como en Isa. 6:8 con los serafines. Aquí viene inmediatamente después, v. 24, la mención de otros de esos seres celestiales. [171-172] Gén. 11:7. Venid, bajemos... Resolución judicial, v. 7... Yahvé incluye a los ángeles consigo, como en 3:22 y en 1:26, pero aquí como ministros de su justicia penal. [351]

A.B. Davidson, The Theology of the Old Testament (editado por S. D. F. Salmond; Edinburgh: T. & T. Clark, 1904)

En contraste con el hombre, los ángeles pertenecen a la clase de Elohim... Podría ser una cuestión interesante cómo el mismo nombre Elohim llegó a significar tanto Dios como esta clase de seres. Quizás deberíamos contentarnos con la explicación general de que el nombre, que significa “poderes”, es empleado desde el punto de vista del hombre sobre todo lo que está por encima de él. Aunque se les dio el mismo nombre, los dos nunca son confundidos en la Escritura. [293-294] Estos Elohim, o hijos de Elohim, forman el consejo de Jehová. Ellos le rodean y le ministran. Él y ellos son Elohim. Y deste este punto de vista algunos explican el uso del plural en los pasajes como “Hagamos al hombre” (Gén. 1:26); “Bajemos y confundamos sus lenguas” (Gén. 11:7). [295]

Patrick Miller, Genesis 1-11: Studies in Structure and Theme (JSOTSup 8; Sheffield, UK: Univ. of Sheffield, 1978)

... la característica mononeista de la fe de Israel nunca imposibilitó la opción de que Yahweh tuviera un círculo íntimo o que estuviera rodeado de una corte de seres semi-divinos a los cuales se dirige y ordena y con los cuales mantiene conversaciones. [18]

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En cuanto a Gén. 1:26-28... la orden divina que fue dada en el versículo 26: “Hagamos a adam a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.” Luego el versículo 28 informa: “Así Dios creó adam a su imagen, a la imagen de elohim lo creó.” El punto del pasaje en este contexto es que adam es hecho semejante a elohim, i.e., lo humano parecido a lo divino. “El hombre” es hecho a la semejanza de elohim. Con otras palabras tenía que ser creado a la imagen y semejanza de los divinos. Por lo tanto, las criaturas de la tierra son, en cierto sentido, semejantes a los habitantes del cielo. [14] Si las formas de la primera persona plural en Gén. 1:26 se refieren a una corte celestial, entonces existe un hecho teologicamente importante, que el pasaje establece una clara conexión entre el mundo humano y el mundo divino con la creación de adam. O, dicho de otra manera, cuando la narración habla de una relación cercana entre el mundo divino y el mundo humano y sugiere que el ser humano, en cierta manera, participa de lo divino o lo hace potencialmente, entonces no sólo se está refiriendo a la deidad sino al mundo divino, los seres divinos... [20]

Donald E. Gowan, From Eden to Babel: A Commentary on the Book of Genesis 1-11 (Int’l Theol. Comm., F. C. Holmgren and G. A. F Knight, eds.; Grand Rapids, Mich.: Eerdmans 1988)

“Hagamos … a nuestra imagen conforme a (o “según”) nuestra semejanza”: el plural divino también ocurre en 3:22 “el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal”. No hay apoyo en el AT para la mayoría de las explicaciones propuestas: el “nosotros” real, el “nosotros” deliberativo, el plural de plenitud, o una indicación de pluralidad de personas en la Deidad. Aunque se podría reclamar que todos estos dan una interpretación correcta de 1:26, ninguna de estas explicaciones tienen sentido en 3:22, que habla de “uno de nosotros”. La única teoría que usa el lenguaje del mismo AT es la que demanda que Dios está dirigiéndose a una corte celestial, al igual que en Isa. 6:8. La creencia de que Dios consulta con las criaturas espirituales en el cielo es revelada por los escenarios descritos en 1 Rey. 22:19-22 y Job 1:6 – 2:6. Por lo tanto, el “nosotros” consultativo está apoyado por otros textos, y concuerda tanto con Gén. 1:26-27 como 3:22 si se basa en la asumción de que Israel creía en la existencia de criaturas en el mundo espiritual (“los ejércitos de los cielos”, 1 Rey. 22:19) cuya identidad tenía algo en común con Dios y los seres humanos. La conocida objeción de que los ángeles no podrían haber participado en la creación constituye un juicio teológico sobre lo que sea posible en el cielo. [27-28]

Vamos a dar un último ejemplo de la Bíblia de estudios de la Nueva Versión Internacional que fue escrita por intérpretes cristianos conservativos:

Dios habla como el Rey Creador, anunciando Su obra coronada a los miembros de Su corte celestial.20

Como hemos visto anteriormente, en Isaías 6 podemos encontrar un ejemplo de cómo el contexto explica la razón por la que el Eterno habla de manera plural. En los versículos 1-8 está escrito según la Bíblia de las Américas:

“En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo. Por encima de El había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con

20 NIV Study Bible – Gen 1:26 entry, traducción del inglés.

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dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria. Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos. Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas; y con él tocó mi boca, y dijo: He aquí, esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado. Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí; envíame a mí.

En el versículo 8 dice el Eterno: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” Podemos observar dos cosas aquí. La primera es que en el contexto hay varias personas involucradas. Primero habla del Eterno que está sentado en su trono alto y sublime rodeado de seres celestiales llamados “serafines”. Estos ángeles le sirven por un lado alabándole con sus bocas y adorándole cubriéndose con sus alas, y por el otro lado mediante un carbón encendido limpiando los labios del profeta y dándole un mensaje de reconciliación. Así que, hay una colaboración íntima entre el Eterno y sus espíritus ministradores que le rodean estando él sentado en su trono. Lo segundo que vemos es que el profeta llama al Eterno con el nombre YHVH Tsevaot, el Eterno de los Ejércitos, lo cual es un título que expresa la conexión directa entre el Eterno y todos los miles de millones de ángeles que están alrededor de su trono y cumplen su voluntad en el momento de oír el sonido de su mandato, ver Salmo 103:20. Así que, el contexto nos enseña que hay un consejo colectivo celestial que toma decisiones y actúa, c.f. Dan. 4:14; 21. En ese tipo de entorno el Eterno está diciendo: “¿A quién enviaré (el Altísimo), y quién irá por nosotros (el consejo celestial)?” Hay un último texto donde el Eterno está hablando en plural, Isaías 41:21-24, donde está escrito contra los falsos dioses:

“Presentad vuestra causa – dice el SEÑOR. Exponed vuestros fuertes argumentos – dice el Rey de Jacob. Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder. En cuanto a los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos su resultado, o bien, anunciadnos lo que ha de venir. Declarad lo que ha de venir después, para que sepamos que vosotros sois dioses. Sí, haced algo bueno o malo, para que nos desalentemos y temamos a una. He aquí, vosotros nada sois, y vuestra obra es vana; abominación es el que os escoge.”(LBLA)

No es dificil ver en este contexto que el Eterno está incluyendo a sus siervos que están sentados a su alrededor en la corte celestial para juzgar al resto de la creación. Los falsos dioses no tienen la capacidad para profetizar la verdad acerca de lo que va a pasar en el futuro. Sólo el Eterno tiene conocimiento del futuro porque él existe en el pasado, en el presente y en el futuro simultaneamente. Sólo si él comparte de su conocimiento a sus siervos podrán saber algo exacto del futuro. Por eso queda excluida la idea de que el Eterno pudiera

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asombrarse por el cumplimiento exacto de las profecías. Sólo lo podrán hacer los ángeles y los demás seres creados que están entre los siervos del Eterno, entre los cuales también podrían estar los hombres. El texto está hablando de los que podrán asombrarse por el cumplimiento de las profecías, de los cuales obviamente el Omnisciente está excluído. Por lo tanto, este pasaje no puede ser interpretado como si un Dios triuno pudiera asombrarse del conocimiento del futuro de los falsos dioses sino debe ser entendido a base de la ilustración del Rey Eterno que está rodeado de espíritus ministradores con los cuales se comunica todo el tiempo y los cuales cumplen sus mandatos y ejecutan su voluntad. Concluyamos diciendo que en aquellos textos donde el Eterno está hablando en plural no hay ninguna evidencia de que él fuera una pluralidad de personalidades sino más bien que está comunicando y delegando sus encomiendas a sus siervos celestiales que están de pie a su alrededor dipuestos a cumplir sus mandatos. Bendecid al SEÑOR, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato,

obedeciendo la voz de su palabra. Bendecid al SEÑOR, vosotros todos sus ejércitos, que le servís haciendo su voluntad.

Bendecid al SEÑOR, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su dominio. Bendice, alma mía, al SEÑOR.

(Salmo 103:20-22 LBLA)

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Capítulo 5 – El principio de los agentes En el capítulo anterior hicimos una revisión de los textos donde el Eterno está hablando de sí mismo de forma plural. Vimos que si somos fieles al idioma hebreo leyendo el texto bíblico tal y como aparece escrito y en su contexto donde la Escritura explica la Escritura, es más fácil llegar a la conclusión de que en aquellos textos donde el Eterno habla de forma plural, está dirigiéndose a su consejo celestial, en lugar de hablar desde una pluralidad de personalidades. Este principio de compartir y delegar autoridad a los seres creados lo podemos encontrar en toda la Escritura. En este capítulo vamos a fijarnos en él detenidamente. La palabra hebrea que ha sido traducida como ”ángel” es “malaj”21. Esta palabra aparece alrededor de 200 veces en el Tanaj (AT) y es usada tanto para los mensajeros celestiales como los terrenales. La palabra “malaj” tiene el significado de enviado, mensajero, emisario, embajador, representante y agente. La palabra tiene la misma raíz que “melajá”22 que significa obra, trabajo, servicio, trabajo creativo (ver Génesis 2:2). Por lo tanto, la palabra “malaj” está relacionada con el hecho de ejercer una función, más que con un tipo de criatura. Cuando en español se habla de “ángeles” los pensamientos llegan normalmente a un tipo de ser celestial sobrenatural. Pero la palabra hebrea “malajim” no sólo tiene que ver con los seres celestiales, puede también implicar los seres humanos. La palabra indica una función, no una criatura específica. La palabra ”malaj” – ángel – aparece por primera vez en Génesis 16. En los versículos 7-14 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR la encontró junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente en el camino de Shur, y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde has venido y a dónde vas? Y ella le respondió: Huyo de la presencia de mi señora Sarai. Y el ángel del SEÑOR le dijo: Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. El ángel del SEÑOR añadió: Multiplicaré de tal manera tu descendencia que no se podrá contar por su multitud. El ángel del SEÑOR le dijo además: He aquí, has concebido y darás a luz un hijo; y le llamarás Ismael, porque el SEÑOR ha oído tu aflicción. Y él será hombre indómito como asno montés; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y habitará al oriente de todos sus hermanos. “Y Agar llamó el nombre del SEÑOR que le había hablado: Tú eres un Dios que ve; porque dijo: ¿Estoy todavía con vida después de verle? Por eso se llamó a aquel pozo Beer-lajai-roi; he aquí, está entre Cades y Bered.” (LBLA)

21 Strong H4397 mal'âk�mal-awk', From an unused root meaning to despatch as a deputy; a messenger; specifically of God, that is, an angel (also a prophet, priest or teacher): - ambassador, angel, king, messenger. 22 Strong H4399 m elâ'kâh,�mel-aw-kaw', From the same as H4397; properly deputyship, that is, ministry; generally employment (never servile) or work (abstractly or concretely); also property (as the result of labor): - business, + cattle, + industrious, occupation, (+ -pied), + officer, thing (made), use, (manner of) work ([-man], -manship).

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Aquí se habla del ”malaj” – mensajero – del Eterno que encuentra a Hagar en el desierto. En este caso se trata de un ser celestial que el Eterno envía para dar un mensaje a Hagar. Observe que este mensajero está transmitiendo el mensaje como si fuera el Eterno y emplea dos maneras de hablar. Primero habla en la primera persona: “Multiplicaré de tal manera tu descendencia...” Luego habla en la tercera persona: “el SEÑOR ha oído...” Cuando habla en la primera persona, ¿significa eso que el ángel que está viendo Hagar sea el mismo Eterno? No, significa que él es una voz que transmite lo que el Eterno está diciendo. Hagar dice que fue el Eterno que le había hablado y que ella había podido ver a Aquel que la ve. ¿Significa esto que fue el Eterno mismo que se revelaba directamente, sin mediador, sin envair un representante? No, significa que el enviado habla en lugar del emisor y le representa. Si partimos del principio de cómo funciona un agente podremos entender del contexto que fue el Eterno que se estaba revelando por medio de su emisario. Así el emisario se convierte en el representante del Eterno y lo que dice el emisario es lo que dice el Eterno, no importa si habla en la primera o la tercera persona, como “yo” o como “él”. En el texto hebreo aparece la palabra ”gam” – también – que, en la versión Bíblia de las Américas fue traducida como “todavía”. La versión Reina-Valera 1960 tradujo el texto de esta manera: “¿No he visto también aquí al que me ve?”. Según la interpretación de Rashí, Hagar está expresando su asombro de que también en el desierto ella había podido ver a los ángeles, es decir no solamente en la casa de Avraham, donde fue acostumbrada a ver estos mensajeros celestiales. El hecho de que Hagar no tuvo miedo cuando vio este ángel es una evidencia de que no fue la primera vez que vio ángeles, en contraste con el padre de Shimshón, Manoaj, que pensó que iba a morir por haber visto a Elohim (ver Jue. 13:22). Hagar vio ángeles cuatro veces consecutivos sin atemorizarse.23 Si la interpretación de Rashí es correcta, tendremos que volver a los capítulos anteriores donde habla de cómo el Eterno se reveló a Avraham y ver de qué manera lo hizo. En Génesis 12:1 está escrito que el Eterno solamente habló a Avram mandándole que saliera de su tierra y de su parentela. Pero más adelante en el mismo capítulo está escrito, según el hebreo, que el Eterno se mostró a él cuando estaba en Shejem (Siquem) (ver Génesis 12:7). ¿Será que Avraham realmente podía ver al Eterno? No, tenemos que entender el texto en el sentido de que fue un mensajero, un agente, que se mostró a Avraham y que representaba al Eterno. ¿Cómo podría Avraham ver al Invisible? En Números 33:20 está escrito:

“Y añadió: No puedes ver mi rostro; porque nadie puede verme, y vivir.” (LBLA) En 1 Timoteo 6:16 está escrito:

23 Rashi y Bereshit Rabá 45:7.

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“el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén.”(LBLA)

Evidentemente Avraham no podía ver al Eterno. Cuando está escrito que el Eterno se le apareció, o se mostró a él, fue por medio de un mensajero que lo hizo. Aquí aprendemos el principio de que el que ha visto un mensajero del Eterno ha visto al Eterno por medio de él. El próximo texto que habla de cómo el Eterno se aparece a Avraham está en Génesis 17:1, donde está escrito:

“Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.”(LBLA)

Más adelante, en el versículo 22 del mismo capítulo, está escrito:

“Cuando terminó de hablar con él, ascendió Dios dejando a Abraham.” (LBLA) Obviamente el Eterno se manifestó a Avraham de tal manera que luego se puede decir que ascendió sobre él, como el texto dice literalmente. Avraham tenía que haber visto a alguien delante de sí que luego podía ascender. ¿Podía él ver al Eterno? No, fue un agente que hablaba y actuaba en lugar del Eterno. Consecuentemente lo que hace y dice el mensajero es atribuido al que le envió, de manera que practicamente no se puede ver ninguna diferencia entre el emisor y su agente. Por lo tanto, el que se ha encontrado con el agente ha visto y oído, por medio de él, al que lo envió. Podemos ver un fenómeno similar en el capítulo 18. En el versículo 1 está escrito que cuando le visitaron tres hombres el Eterno se apareció, o se mostró, a Avraham. La Torá llama a uno de ellos YHVH (ver los versículos 1, 13, 17, 20, 22, 26, 33), y Avraham le llama con el Nombre (según un texto original recuperado de los versículos 3 y 27-32, de acuerdo a lo que tratamos en un capítulo anterior). Observe los versículos 22-23 donde está escrito:

“Y se apartaron de allí los hombres y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba todavía de pie delante del SEÑOR. Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío?” (LBLA)

Aquí está escrito que Avraham estaba todavía de pie delante de YHVH, el Eterno, y que se acercó. Aquí se trata claramente de una revelación corporal del Eterno. ¿Podía Avraham ver al Invisible? No, fue uno de sus emisarios que recibió el poder para representarle plenamente en esa ocasión. Si el Eterno da su Nombre a uno de sus agentes significa que él le ha delegado su plena autoridad para actuar y hablar en lugar Suyo. Sin embargo, la Torá no solamente atribuye las palabras y las obras del agente al emisor, sino también su presencia. Por eso, el agente se vuelve practicamente lo mismo que el emisor y lleva su Nombre, cf. Sal. 118:26.

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En Éxodo 23:20-22 está escrito:

“He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que yo he preparado. Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre. Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios.” (LBLA)

Aquí vemos que un ángel enviado puede llevar el Nombre del Eterno y hablar todo lo que el Eterno dice. Aquel agente, que llevaba el nombre YHVH, y que visitó a Avraham junto con dos más, los cuales son llamados “malajim” – mensajeros, ángeles – (ver 19:1, 15), se quedaba con Avraham mientras que los otros dos bajaron a Sedom (Sodoma). Evidentemente, la intercesión de Avraham por Sedom se hizo delante de ese agente que llevaba el Nombre del Eterno. Más adelante, en el versículo 33 está escrito:

“Y el SEÑOR se fue tan pronto como acabó de hablar con Abraham; y Abraham volvió a su lugar.” (LBLA)

Aquí no está escrito que el Eterno subió, como en el capítulo anterior (ver 17:22), sino que se fue. ¿A dónde fue? Bajó a Sedom, lo cual había dicho antes que iba a hacer, según los versículos 20-22 donde está escrito:

“Y el SEÑOR dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave. Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí los hombres y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba todavía de pie delante del SEÑOR.”(LBLA)

Así que, el Eterno, YHVH, estaba de camino para bajar a Sedom, pero se quedó un rato para conversar con Avraham. Este agente que fue llamado YHVH. ¿Quién fue? Según el texto original recuperado de Génesis 19:18, el siguiente día Lot llama a los ángeles con el Nombre de YHVH. La pregunta surge si el tercero, que el día anterior había estado hablando con Avraham, había llegado y que Lot también le estaba incluyendo cuando habló con ellos. El hecho es que está escrito que Lot los llamó YHVH, en plural. Luego pasa a la forma singular. En los versículos 18-22 está escrito:

“Pero Lot les dijo: No, por favor, señores míos (originalmente YHVH). Ahora he aquí, tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido tu misericordia la cual me has mostrado salvándome la vida; mas no puedo escapar al monte, no sea que el desastre me alcance, y muera. Ahora he aquí, esta ciudad está bastante cerca para huir a ella, y es pequeña. Te ruego que me dejes huir allá (¿no es pequeña?) para salvar mi vida. Y él le respondió: He aquí, te concedo también esta petición de no destruir la

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ciudad de que has hablado. Date prisa, escapa allá, porque nada puedo hacer hasta que llegues allí. Por eso el nombre que se le puso a la ciudad fue Zoar.” (LBLA)

Observe que sólo uno de los ángeles contesta a Lot. Podría ser el mismo agente que el día anterior se había quedado un rato con Avraham antes de bajar a Sedom. El versículo 24 sigue narrando:

“Entonces el SEÑOR hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, de parte del SEÑOR desde los cielos.”

En este texto parece que este hombre, a quien la Torá llama YHVH y que se encuentra en la tierra, es aquel que hace que venga azufre y fuego desde el cielo, desde YHVH que está en el cielo. Este tipo de revelación de YHVH en la tierra en apariencia humana que de alguna manera está separado de aquel YHVH que se encuentra en el cielo, ha dado pie a una expresión especial en la teología judía. Se llama YHVH-Katán, o “Adonai-Katán”, que significa “Pequeño YHVH”. Aquí se trata claramente de un agente, un mensajero, un emisario, un embajador, que baja a la tierra de forma corporal y se mueve en el mundo físico y que se encuentra en un sólo lugar a la vez (cf. 19:27), y que lleva el Nombre del Eterno y que también es llamado el Eterno por los hombres que le encuentran. ¿Quién es ese agente? ¿Será el mismo YHVH? No, no puede ser, porque al Eterno“ningún hombre ha visto ni puede ver”. Por lo tanto tiene que ser otro que le represente plenamente. Los rabinos le llaman Adonai-Katán. Los intérpretes cristianos encuentran aquí un apoyo para su doctrina de la Trinidad que enseña que el Hijo de Dios existía eternamente como Dios Hijo y que de esta manera se reveló antes de nacer en Belén y fue llamado “el Eterno” porque es parte de una Deidad trinitaria. Entonces surge la pregunta: ¿Será que Avraham y Lot creían en un Elohim triuno y estaban convencidos de que este Adonai-Katán fue el Hijo que se revelaba de forma corporal, lo que en la teología cristiana es llamado cristofanía, revelación de Cristo? ¿Será que el Hijo de Dios se reveló a Avraham? ¿Podía el Hijo de Elohim revelarse a los hombres de manera corporal y hablarles antes de nacer? Veamos lo que los Escritos Apostólicos (NT) dicen acerca de esto. En la carta a los Hebreos 1:1-2 está escrito:

“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo,

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a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.“ (LBLA)

Observe que está escrito que Elohim muchas veces y de muchas maneras en los tiempos que precedían al último tiempo había hablado por medio de los profetas a los ancestros del pueblo judío, y que ahora, en el último tiempo, ha hablado al pueblo judío por medio de su Hijo. Así que, antes hablaba por medio de los profetas y no por medio del Hijo. Pero ahora, en el último tiempo, después de haber venido el Hijo, Elohim ha hablado por medio del Hijo. El punto principal de este texto es que el Eterno no había hablado al pueblo escogido por medio del Hijo hasta llegar el último tiempo. El Eterno no habló a los padres por medio del Hijo. Consecuentemente no fue el Hijo quien hablaba con Avraham en esta ocasión. Tiene que haber sido otro agente que había recibido el poder para llevar el Nombre del Eterno en esa ocasión. En la carta a los Gálatas 4:4 está escrito:

“Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (LBLA)

De este texto aprendemos dos cosas. Primero, que el Hijo de Elohim nació de una mujer. Por lo tanto, el título “Hijo de Dios” no tiene que ver con quién dio a luz. La mujer por medio de la cual él fue hecho, ni era “Dios” ni “madre de Dios” para que por medio de ella pudiera ser llamado “Hijo de Dios”. La idea de que Dios pueda reproducirse es totalmente ajena al pensamiento judío. El título ”Hijo de Dios” consiste en una función de máximo representante y juez supremo y está conectado especialmente con el prometido Rey Ungido, el Mesías (cf. 2 Sam 7:12-14; 1 Cron. 17:11-14; 22:9-10; Sal. 2:6-7; Heb. 5:5). Observe que el rey Shlomo (Salomón) llevaba el título “hijo de Dios”. Es un título que se daba a los reyes de Israel, representantes del Gobierno del Eterno en la tierra (cf. 1 Crón. 28:5; 29:23; Jer. 3:17; Hech. 1:6). Según Lucas 1:32, 35 Yeshúa iba a ser grande y ser llamado “Hijo de Dios” y recibir el trono real de David su padre. Esto nos enseña que el término “Hijo de Dios” tiene que ver con una función. Es un título de realeza, y en primer lugar no tiene que ver con esencia u origen sino con un ministerio, una misión. En las Escrituras, la palabra “hijo”, en hebreo “ben” 24, no sólo tiene que ver con origen sino también con discipulado y representación. La raíz de la palabra

24 Strong H1121 bên,�bane, From H1129; a son (as a builder of the family name), in the widest sense (of literal and figurative relationship, including grandson, subject, nation, quality or condition, etc., (like H1, H251, etc.): - + afflicted, age, [Ahoh-] [Ammon-] [Hachmon-] [Lev-]ite, [anoint-]ed one, appointed to, (+) arrow, [Assyr-] [Babylon-] [Egypt-] [Grec-]ian, one born, bough, branch, breed, + (young) bullock, + (young) calf, X came up in, child, colt, X common, X corn, daughter, X of first, + firstborn, foal, + very fruitful, + postage, X in, + kid, + lamb, (+) man, meet, + mighty, + nephew, old, (+) people, + rebel, + robber, X servant born, X soldier, son, + spark, + steward, + stranger, X surely, them of, + tumultuous one, + valiant[-est], whelp, worthy, young (one), youth.

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“ben” es “baná” 25 que significa edificar. Hay otra palabra que se usa para indicar origen, ”yalád”26, que significa dar a luz. La palabra “yéled” – niño – viene de la misma raíz. Yeshúa es llamado “Hijo de Dios” y no “Niño de Dios” y por eso la expresión debe ser entendida como la indicación de un ministerio más que de la evidencia de su origen. Con esto no estamos diciendo que el Hijo no haya venido del Eterno. Lo que estamos diciendo es que el mismo título “Hijo de Dios” no tiene ese significado en las Escrituras Apostólicas (NT). En las Escrituras podemos ver que en varias ocasiones el título “Hijo de Dios” es igual al título “Mesías”. En Mateo 16:16 está escrito:

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo [la forma griega del Mesías], el Hijo del Dios viviente.” (LBLA)

En Mateo 26:63 el sumo sacerdote iguala el término Mesías con la expresión “Hijo de Dios”, como está escrito:

“Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo [el Mesías], el Hijo de Dios.” (LBLA)

Podemos ver lo mismo en el relato correspondiente en Lucas 22:66-70:

“Cuando se hizo de día, se reunió el concilio de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su concilio, diciendo: Si tú eres el Cristo [el Mesías], dínoslo. Pero El les dijo: Si os lo digo, no creeréis; Luk 22:68 y si os pregunto, no responderéis. Pero de ahora en adelante, EL HIJO DEL HOMBRE ESTARA SENTADO A LA DIESTRA del poder DE DIOS. Dijeron todos: Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? Y El les respondió: Vosotros decís que yo soy. Y ellos dijeron: ¿Qué necesidad tenemos ya de testimonio? Pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca.” (LBLA)

También en Lucas 4:41 podemos ver como el título “Hijo de Dios” es usado como sinónimo del “Mesías”, como está escrito:

“También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo [el Mesías].” (LBLA)

25 Strong H1129 bânâh,�baw-naw', A primitive root; to build (literally and figuratively): - (begin to) build (-er), obtain children, make, repair, set (up), X surely. 26 Strong H3205 yâlad,�yaw-lad', A primitive root; to bear young; causatively to beget; medically to act as midwife; specifically to show lineage: - bear, beget, birth ([-day]), born, (make to) bring forth (children, young), bring up, calve, child, come, be delivered (of a child), time of delivery, gender, hatch, labour, (do the office of a) midwife, declare pedigrees, be the son of, (woman in, woman that) travail (-eth, -ing woman).

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En Juan 1:49 vemos que el término “Hijo de Dios” es igualado al hecho de ser rey de Israel, como está escrito:

“Natanael le respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.” (LBLA)

En Juan 11:27 está escrito:

“Ella le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo [el Mesías], el Hijo de Dios, el que viene al mundo.” (LBLA)

En Juan 20:31 está escrito:

“pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo [el Mesías], el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.” (LBLA)

Es obvio que el título ”Hijo de Dios” es un título mesiánico que se da a un hombre que ha sido capacitado y gloficado por medio del poder del Espíritu del Altísimo para ser el Sumo Sacerdote celestial y para ocupar el trono real de David en Jerusalén para siempre. Lo segundo que aprendemos del texto de Gálatas 4:4 es que aquél que es llamado “Hijo de Dios”, es decir el Mesías – el ungido Sumo Sacerdote y supremo Rey – fue enviado cuando el tiempo había llegado. Así que, había un tiempo predeterminado cuando aquel hombre que había nacido de mujer iba a ser enviado. Evidentemente el Hijo no fue enviado al mundo hasta que había llegado el tiempo. Ahora, si el que fue llamado “Hijo de Dios” no fue enviado hasta haber sido hecho por medio de una mujer, ¿cómo podría haber sido enviado a Avraham? Consecuentemente cuando Pablo dice en Gálatas que Elohim envió a su Hijo, es decir el Mesías, al mundo después de haber sido hecho por medio de una mujer, no significa que Yeshua con anterioridad había nacido de Elohim y luego había sido enviado al mundo por medio del nacimiento de una mujer. Esto no es lo que el texto de Gálatas dice. Lo que dice es que el “Hijo de Dios” primero fue hecho por una mujer y luego enviado. Un tercer testimonio de los Escritos Apostólicos de que no pudo haber sido el Mesías quien se mostró a Avraham junto con los dos ángeles que bajaron a Sedom, encontramos en la primera carta de Juan 1:1-2, donde está escrito:

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida (pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó)” (LBLA)

Aquí está escrito que aquella Palabra de Vida que existía desde el principio fue manifestada. ¿Cuándo fue manifestada? Fue manifestada en el tiempo de Juan y sus compañeros y ellos la podían ver y tocar con sus manos. Después de eso podían dar testimonio de ella y anunciarla. Así que, la vida eterna, que fue manifestada en un momento histórico, no había sido revelada

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antes, había estado escondida con el Padre (cf. Ef 3:9; 1 Ped. 1:20). Antes estaba con el Padre, pero ahora fue manifestada a los apóstoles. Antes no existía de tal manera que se podía ver o tocar porque todavía no había llegado al mundo (cf. Jn 1:9). La Palabra todavía no había sido hecha carne (ver Jn 1:14). Entonces ¿cómo el Hijo podía haberse revelado a Avraham si en ese tiempo estaba escondido con el Padre y no iba a ser revelado y no iba a venir al mundo hasta más tarde, en el momento de ser hecho carne? El agente no habla por sí mismo sino sólo lo que el emisor desea transmitir Aquel agente que fue enviado a Avraham junto con dos más, usa el mismo lenguaje que aquel ángel que, según vimos, antes hablaba con Hagar, es decir tanto en la primera como en la tercera persona. En Génesis 18:17-19 está escrito:

“Entonces los hombres se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos para despedirlos. Y el SEÑOR dijo: ¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer, puesto que ciertamente Abraham llegará a ser una nación grande y poderosa, y en él serán benditas todas las naciones de la tierra? Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham todo lo que El ha dicho acerca de él.” (LBLA)

Observe que Adonai-Katán es el que está hablando consigo mismo cuando Avraham está acompañando a los tres hombres que están bajando a Sedom. Dice que él no podrá ocultar a Avraham lo que piensa hacer y que él es quien lo ha escogido. Luego hace un giro y habla del Eterno en tercera persona. Según las reglas gramaticales, en lugar de decir “el camino del SEÑOR… para que el SEÑOR cumpla…” debería haber dicho: “mi camino… para que yo cumpla…”. Antes vimos que el ángel que hablaba con Hagar hizo lo mismo. Esto nos enseña que el mensajero representa al que le ha enviado de manera que muchas veces no se puede percibir ninguna diferencia entre sus palabras. Si el agente dice: “yo”, puede ser que el que le ha enviado está hablando proféticamente por medio del agente mismo. Por eso es fácil confundir el agente con el que lo envió. Sin embargo, no es lo mismo venir en el Nombre del Eterno que ser el Eterno. Podemos ver el mismo principio en Génesis 21:17-18, donde está escrito:

“Y oyó Dios la voz del muchacho que lloraba ; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación.” (LBLA)

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El ángel de Elohim llama a Hagar y dice que Elohim, en la tercera persona – él – , a oído la voz del muchacho. Luego hace un giro y dice “yo haré de él una gran nación.” ¿Quién le iba a hacer una gran nación? ¿El ángel? No, el Eterno. Entonces ¿por qué el ángel dice que él va a hacer de Yishmael una nación grande? Por el hecho de que un agente ciertamente puede hablar palabras que vienen del emisor sin decir claramente que el emisor es quien lo dice. Así que no tiene que decir: “Así dice el SEÑOR.” Obviamente el Eterno puede hablar por medio de un agente de una manera profética y de esa manera el agente se vuelve una voz en lugar de un eco. El mismo principio aparece en Génesis 22:11-18 donde está escrito:

“Mas el ángel del SEÑOR lo llamó desde el cielo y dijo: ¡Abraham, Abraham! Y él respondió: Heme aquí. Y el ángel dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; porque ahora sé que temes a Dios, ya que no me has rehusado tu hijo, tu único. Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y he aquí, vio un carnero detrás de él trabado por los cuernos en un matorral; y Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham aquel lugar con el nombre de El SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte del SEÑOR se proveerá. El ángel del SEÑOR llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, declara el SEÑOR, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado tu hijo, tu único, de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque tú has obedecido mi voz.” (LBLA)

Observe que la primera vez que el mensajero llama a Avraham, está hablando en la primera persona – yo – sin decir claramente que está transmitiendo las palabras del Eterno. La oración “por cuanto has hecho esto y no me has rehusado tu hijo, tu único” prueba que son las palabras del Eterno. Cuando el ángel llama por segunda vez añade las palabras: “declara el Eterno”. Es interesante ver que también el Eterno habla tanto en la primera como la tercera persona singular. Pues dice: “ahora sé que temes a Dios (no “a mí”), ya que no me has rehusado tu hijo, tu único.” Esta manera de hablar se puede encontrar en todas las Escrituas. Veamos algunos otros ejemplos de ello. En Éxodo 20:1-7 está escrito:

“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás

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el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.” (LBLA)

Tome nota del giro entre la primera y la tercera persona singular, primero dice: “Yo soy, saqué, mí, yo, soy, castigo, me, muestro, me, mis” y luego dice: “el Eterno tu Elohim... su nombre” etc. En Éxodo 15:26 está escrito:

“Y dijo: Si escuchas atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, el SEÑOR, soy tu sanador.” (LBLA)

En Éxodo 23:25 está escrito:

“Mas serviréis al SEÑOR vuestro Dios, y El bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré las enfermedades de en medio de ti.” (LBLA)

Observe el cambio entre la primera y la tercera persona. En Éxodo 31:17 está escrito:

“Es una señal entre yo y los hijos de Israel para siempre; pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó.” (LBLA)

Podríamos seguir pasando por todas las Escrituras y ver que no es raro que el Eterno hable de sí mismo en la misma oración como la primera persona al igual que la tercera. Ahora, cuando los agentes hablan en la primera persona, a pesar de que en la misma oración podrán mencionar al Eterno en tercera persona, no significa que son ellos mismos los que hablan, pues podrá ser un mensaje directo del Eterno que el agente esté transmitiendo. Por lo tanto, el agente sirve como la boca del Eterno. En Génesis 31:11, 13a está escrito:

“Entonces el ángel de Dios me dijo en el sueño: "Jacob"; y yo respondí: "Heme aquí."... "Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto.” (LBLA)

En Jueces 2:-5 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo: Yo os saqué de Egipto y os conduje a la tierra que había prometido a vuestros padres y dije: "Jamás quebrantaré mi pacto con vosotros, y en cuanto a vosotros, no haréis pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribaréis." Pero vosotros no me habéis obedecido; ¿qué es

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esto que habéis hecho? Por lo cual también dije: "No los echaré de delante de vosotros, sino que serán como espinas en vuestro costado, y sus dioses serán lazo para vosotros." Y sucedió que cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. Y llamaron a aquel lugar Boquim; y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR.” (LBLA)

En practicamente todo el Deuteronómio Moshé es el que habla al pueblo. Sin embargo, a veces es difícil saber quién está hablando, porque Moshé habla como un agente. Había llegado a un nivel tan algo de espíritu profético que practicamente era imposible ver la diferencia entre sus palabras y las del Eterno. En Deuteronomio 11:13-17 Mosé está hablando al pueblo diciendo:

“Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando al Eterno vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor del Eterno sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da el Eterno.” (RV60 revisada)

Observe que Moshé es el que habla y dice que va a enviar lluvia. ¿Podrá él dar lluvia? No, él está hablando como un agente en lugar del Eterno. En Deuteronómio 29:4-7 está escrito:

“Pero hasta el día de hoy el SEÑOR no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. Yo os he conducido durante cuarenta años en el desierto; no se han gastado los vestidos sobre vosotros y no se ha gastado la sandalia en vuestro pie. No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni sidra, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios. Cuando llegasteis a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, pero los derrotamos.” (LBLA)

Aquí tampoco se puede ver la diferencia entre las palabras de Moshé y las del Eterno. Esto nos enseña que no sólo los mensajeros celestiales podrán hablar en primera persona y ser una boca para el Eterno, sino también los hombres. Así que, un profeta no es un eco sino una voz, como está escrito en Juan 1:23:

“El dijo: Yo soy LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: "ENDEREZAD EL CAMINO DEL SEÑOR", como dijo el profeta Isaías.” (LBLA)

El agente hace lo que hace el emisor

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Anteriormente hemos visto que aquel agente que fue enviado para destruir a Sedom y Amorá hizo caer azufre y fuego desde el Eterno que está en el cielo. El Eterno actuó por medio del agente. Así que el agente hizo lo mismo que el Eterno hizo y el Eterno hizo lo mismo que el agente hizo. Consecuentemente, cuando el agente sube al cielo, el Eterno está subiendo por medio de él. En Génesis 35:13 está escrito:

“Entonces Dios subió de su lado, en el lugar donde había hablado con él.” (LBLA) En Éxodo 4:31 está escrito:

“y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había visto su aflicción, se postraron y adoraron.” (LBLA)

El Eterno vino a visitar a los hijos de Israel en Mitsrayim (Egipto). ¿Cómo lo hizo? Por medio de sus agentes. En este caso había agentes tanto celestiales como terrenales que estaban representando al Eterno y que vinieron a visitar al pueblo para sacarlo de allí. Lo que hicieron los agentes es atribuido al que los envió. Hubo dos agentes, uno celestial y un humano, que fueron enviados para liberar al pueblo de la esclavitud. En Isaías 63:9 está escrito:

“En todas sus angustias El fue afligido, y el ángel de su presencia los salvó; en su amor y en su compasión los redimió, los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.” (LBLA)

En Números 20:16 está escrito:

“"Pero cuando clamamos al SEÑOR, El oyó nuestra voz y envió un ángel y nos sacó de Egipto. Ahora, mira, estamos en Cades, un pueblo de la frontera de tu territorio.” (LBLA)

En Éxodo 3:1-12 podemos leer acerca del encuentro entre Moshé y un agente celestial en una zarza ardiendo, como está escrito:

“Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema. “Cuando el SEÑOR vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Entonces El dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es

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tierra santa. Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios. Y el SEÑOR dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos. Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto. “Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto? Y El dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte.” (LBLA)

He aquí otro ejemplo claro de cómo un agente, un ángel, habla y actúa como si fuera el Eterno. Es interesante notar que está escrito que el Eterno vio que Moshé se acercó. El ángel que se reveló en la zarza fue llamado tanto YHVH como Elohim, vino en el Nombre del Eterno. Fue este ángel que acompañó a Moshé a Mitsrayim para liberar al pueblo (ver Hech 7:35). Cuando Moshé fue llamado a ser un mensajero, él también fue llamado Elohim, según hemos comentado antes (ver Éx. 4:16; 7:1). Evidentemente el Eterno vino a visitar a su pueblo por medio de un ángel y por medio de Moshé. Por lo tanto, cuando un profeta viene al pueblo, es el Eterno quien viene a visitar a su pueblo (cf. Zac. 10:3; Luc 1:78; 7:16). No sólo las palabras del agente sino también sus actos son atribuidos al emisor. En Éxodo 4:20 está escrito que Moshé tomó la vara de Elohim en su mano. Más tarde el Eterno dice a Paró (Faraón) que Él va a golpear las aguas por medio de la vara que está en Su mano, como está escrito en Éxodo 7:17:

“"Así dice el SEÑOR: 'En esto conocerás que yo soy el SEÑOR: he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.” (LBLA)

En el versículo 19 está escrito que se utilizó la vara de Aharón para golpear las aguas:

“Y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: "Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra."” (LBLA)

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Es obvio que el Eterno está diciendo que Él está sosteniendo la vara de Aharón en Su mano. Consecuentemente, cuando Aharón, como agente, golpea las aguas, es el Eterno quien lo hace por medio de él. Las acciones del agente son atribuidas al emisor. En Éxodo 11:4 y 12:12 el Eterno dice que Él va a pasar por la tierra de Mitsrayim a la medianoche y herir a todos los primogénitos. En 12:13 Él dice que va a pasar sobre los hijos de Israel al ver la sangre en sus casas. Obviamente aquí se habla de un mensajero que iba a ser enviado por la tierra en Su Nombre y que podía ver la sangre y así pasar sobre las casas de los israelitas. En el versículo 23 está escrito:

“Pues el SEÑOR pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas para heriros.” (LBLA)

El destructor es un agente celestial que el Eterno envió para herir a los primogénitos (cf. 1 Cron. 21:15). Lo que hizo el agente es atribuido a aquel que lo envió, como está escrito en el versículo 29a:

“Y sucedió que a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto...” (LBLA)

Si uno no entiende el principio de los agentes no es facil entender estos textos. Entonces uno mezcla los diferentes personajes y al final no sabe quién hace qué cosa. Si uno entiende que el Eterno es quien actúa por medio de sus mensajeros y que los mensajeros llevan el Nombre del Eterno, es fácil entender estos textos. Podemos ver otro ejemplo más en Éxodo 13:21 donde está escrito:

“El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche.” (LBLA)

En Éxodo 14:19, 24 está escrito:

“Y el ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba tras ellos; y la columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás... Y aconteció que a la vigilia de la mañana, el SEÑOR miró el ejército de los egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios.” (LBLA)

El ángel de Elohim de nuevo es llamado YHVH y las acciones del ángel son acreditadas al Eterno. He aquí algunos textos que muestran el mismo principio, Núm. 22:21-35; Deut. 1:33; 31:3; Jue. 6:11-24; 1 Sam. 3:2-10; 1 Crón. 21:12-18; 28:5; 29:23; Zac. 14:4-5; Mal. 3:1; 4:6 (en heb. 3:24); Mat. 9:1-8; comp. Mat. 27:7 con Hech. 1:18; Juan 5:19-23, 30; 14:7-10; Hech.

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2:22; 7:25; 30-35; 2 Cor. 5:19-20; Hebr. 1:1-2; 3:1; 1 Juan 2:23; Rev 1:1, 8; 3:21; 11:15-17; 22:3; 12-13, 16. El que ve un agente, ve al que le ha enviado Si estudiamos los textos que hablan del principio de agentes vemos que no sólo las palabras y las acciones del agente son atribuidas al emisor sino, hasta cierto punto, la apariencia, o radiación del agente. El que ve un agente ve, hasta cierto punto, aquel que le ha enviado. En cuanto a los mensajeros celestiales, no solamente han sido creados a la imagen del Eterno, sino ellos pueden también constantemente ver el rostro del Eterno. De esa manera son llenados de la radiación de Su gloria. Por lo tanto son muy parecidos al Eterno. Por lo tanto, el que ve un ángel ve muchísimo del Eterno mismo. En Génesis 32:24-30 está escrito:

“Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre dijo: Suéltame porque raya el alba. Pero Jacob respondió: No te soltaré si no me bendices. Y él le dijo: ¿Cómo te llamas? Y él respondió: Jacob. Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Dame a conocer ahora tu nombre. Pero él respondió: ¿Para qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida.” (LBLA)

Según Génesis 32:1 y Oseas 12:4 vemos que Yaakov luchó con un ángel. En Éxodo 3:2a, 6 está escrito:

“Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza... Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.”(LBLA)

En Jueces 13:21-22 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces Manoa supo que era el ángel del SEÑOR. Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios.” (LBLA)

Lo mismo sucedió con Moshé cuando había estado en la nube de gloria del Eterno, su rostro brillaba de la gloria del Eterno y el pueblo de Israel podía ver algo del Eterno en él y por medio de él (ver Éx. 34:29-35; 2 Cor. 3:13-18). En Juan 14:9b está escrito:

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“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (LBLA)

Según uno trata al agente, así trata al que le ha enviado Por el hecho de que el mensajero representa al que le ha enviado, todo lo que uno hace a favor o en contra del mensajero es contado como si se hiciera a favor o en contra del que lo envió. En Éxodo 17:2 está escrito:

“Entonces el pueblo contendió con Moisés, y dijeron: Danos agua para beber. Y Moisés les dijo: ¿Por qué contendéis conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR?” (LBLA)

Cuando el pueblo contendió con Moshé fue considerado como si hubiera contendido con el Eterno. En Zacarías 11:13; 12:10 está escrito:

“Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta piezas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR... Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.” (LBLA)

Lo que se hace a favor o en contra del agente del Eterno se hace a favor o en contra de Él. En Mateo 10:40-42 está escrito:

“El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo. Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.” (LBLA)

En Lucas 10:16 está escrito:

“El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.” (LBLA)

En Juan 12:44-45 está escrito:

“Jesús exclamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado. Y el que me ve, ve al que me ha enviado.” (LBLA)

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Conclusión En este capítulo hemos visto que un agente que es enviado por el Eterno lleva el Nombre del Eterno, habla las palabras del Eterno, actúa como si fuera el Eterno y se parece al Eterno. Hemos visto como el Eterno usa tanto a los agentes celestiales como a los terrenales para llevar a cabo Sus planes en la tierra. Muchas veces es difícil ver la diferencia entre el mensajero y el que lo ha enviado porque el mensajero es la voz, el brazo y la cara del emisor. Sin embargo, no es lo mismo venir en el Nombre del Eterno que ser el Eterno. A pesar de eso, es lo mismo recibir a un mensajero que viene en el Nombre del emisor, que recibir al que lo envió. Cuando el Eterno envía un agente nadie puede saltar sobre el agente y tratar directamente con el Eterno, porque el camino para llegar a Él pasa por su mensajero. Por lo tanto, el que rechaza a un mensajero rechaza al que lo envió. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Si me hubierais

conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto. (Juan 14:6-7 LBLA)

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Capítulo 6 – El concepto hebreo de adoración En el capítulo anterior vimos que no es lo mismo venir en el Nombre del Eterno que ser el Eterno. Un agente que es enviado por el Eterno lleva el Nombre del Eterno, habla las palabras del Eterno, actúa como si fuera el Eterno y se parece al Eterno. El Eterno lleva a cabo Sus planes en la tierra por medio de Sus agentes y muchas veces es difícil ver la diferencia entre el mensajero y el que lo ha enviado. El que recibe a un mensajero recibe al que lo envió. En este capítulo vamos a examinar más detenidamente el concepto hebreo de adoración. Según el diccionario Vox de la lengua española, la palabra “adorar” significa:

- Reverenciar y honrar a Dios con el culto. - Reverenciar como cosa divina. - Amar con extremo. - Orar, hacer oración.

Cuando nos acercamos a las Escrituras debemos tener en cuenta que los dos primeros significados son los actuales. En un ambiente religioso se entiende la palabra “adorar” como algo que se hace ante lo que se considera un ser superior y que uno reconoce como Dios o ser divino. ¿Es ese el significado del concepto de adoración que dan las Escrituras hebreas? No, no existe una palabra hebrea que signifique exactamente lo mismo que la palabra castellana adorar. Hay una palabra que muchas veces es traducida como adorar pero el significado no es exactamente igual al término adorar. Al hacer un estudio más profundo de este término hebreo nos damos cuenta que no se puede basar en él para afirmar que el Mesías tiene que ser un ser divino por recibir este tipo de veneración. A continuación veremos por qué. Pero antes de a realizar un análisis más profundo acerca de cómo es usada la palabra hebrea para adoración en la Biblia debemos aclarar la diferencia que existe entre lo que es llamado alabanza o acción de gracias y lo que llamamos adoración. La alabanza y(o) la acción de gracias podríamos verla como una expresión de elogio mediante palabras, cánticos e instrumentos de sonido, incluyendo el cuerpo humano. La adoración tiene más bien que ver con una actitud interior de reverencia que se manifiesta en una acción exterior concreta. Mientras la alabanza y la acción de gracias se expresan de manera audible y a veces de manera ruidosa, la adoración es algo que se expresa mediante una expresión corporal específica que a su vez es causada por una actitud reverente interior de temor y respeto. La adoración escritural también está relacionada con los sacrificios de los animales y el servicio sagrado en el tabernáculo y el templo (Gén. 22:5; 1 Sam. 1:3; Isa. 36:7; Juan 12:20; Rev. 11:1). Las palabras hebreas “hishtajavá” y “sagad” Según el diccionario1 la palabra hebrea “hishtajavá” significa inclinarse, prosternarse, postrarse, rendir homenaje, arrodillarse, adorar. La palabra viene de “shajá”2 que significa encorvarse, inclinarse, doblarse; bajar la cabeza, estar humillado.

1 Hebreo-español por Judit Targarona Borrás, ed. Riopiedras.

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La palabra aramea “seguid”3 aparece varias veces en el capítulo tres del libro de Daniel. Allí ha sido traducida como “adorar”. Esta palabra aramea corresponde a la palabra hebrea “sagad”.4 “Sagad” aparece sólo cuatro veces en el texto hebreo,5 y tanto ella como su correspondiente palabra aramea siempre están relacionadas con una adoración falsa. Según el diccionario, “sagad” significa prosternarse, postrarse, inclinarse, arrodillarse; venerar, adorar, rendir homenaje, tener devoción La palabra “hishtajavá” es la que más abunda en las Escrituras y es la que vamos a analizar aquí con más detalle. ¿Cómo es usada la palabra “hishtajavá” en las Escrituras? La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar la adoración al Eterno En Génesis 24:26 está escrito:

“Entonces el hombre se postró y adoró (“hishtajavá”) al SEÑOR” (LBLA)

En Éxodo 4:31 está escrito:

“y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había visto su aflicción, se postraron y adoraron (“hishtajavá”).” (LBLA)

En Éxodo 24:1 está escrito: “Entonces Dios dijo a Moisés: Sube hacia el SEÑOR, tú y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel, y adoraréis (“hishtajavá”) desde lejos.”(LBLA)

En estos tres textos la palabra “hishtajavá” fue traducida como “adorar” porque está claro que se está refiriendo a un acto de mostrar suma reverencia ante el Eterno. La palabra aparece en los dos primeros textos junto con la palabra “kadad”6 que significa doblarse. Pero en el tercer texto aparece sola. En estos textos es obvio que la palabra “hishtajavá” tiene que ver con una veneración sublime ante el Eterno. En castellano lo llamaríamos “adoración”. La palabra “hishtajavá” implica una posición corporal externa que expresa una actitud interior de reverencia. Pero, como hemos dicho antes, también está íntimamente conectada con el culto sacrificial. La palabra puede, por tanto, aparecer como un resumen de todo el

2 Strong H7812, shâchâh,�shaw-khaw', A primitive root; to depress, that is, prostrate (especially reflexively in homage to royalty or God): - bow (self) down, crouch, fall down (flat), humbly beseech, do (make) obeisance, do reverence, make to stoop, worship. 3 Strong H5457 segid, seg-eed' (Chaldee); corresponding to H5456: - worship. 4 Strong H5456 sâgad,�saw-gad', A primitive root; to prostrate oneself (in homage): - fall down. 5 Isa 44:15, 17, 19; 46:6 6 Strong H6915, qâdad,�kaw-dad', A primitive root; to shrivel up, that is, contract or bend the body (or neck) in deference: - bow (down) (the) head, stoop.

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servicio que se hace delante del Eterno y que implica tanto ofrecerle sacrificios como inclinarse ante Él con reverencia. En Deuteronomio 26:10 está escrito:

“"Ahora, he aquí, he traído las primicias de los frutos de la tierra que tú, oh SEÑOR, me has dado." Entonces las pondrás delante del SEÑOR tu Dios, y adorarás (“hishtajavá”) delante del SEÑOR tu Dios.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:3a está escrito:

“Este hombre subía todos los años de su ciudad para adorar (“hishtajavá”) y ofrecer sacrificio al SEÑOR de los ejércitos en Silo.” (LBLA)

Vemos que la palabra “hishtajavá” en estos textos está relacionada con el servicio sacrificial en el tabernáculo y el templo. También hay textos donde la palabra aparece como un resumen de todo el servicio sacrificial y no solamente para denotar la acción reverente corporal que se hace después de haber entregado el sacrificio. En Génesis 22:5 está escrito:

“Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos (“hishtajavá”) y volveremos a vosotros.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:19 está escrito:

“Y se levantaron de mañana, adoraron (“hishtajavá”) delante del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:24-28 está escrito:

“Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años, un efa de harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, aunque el niño era pequeño. Entonces sacrificaron el novillo, y trajeron el niño a Elí. Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR. Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice. Por lo cual yo también lo he dedicado al SEÑOR; todos los días de su vida estará dedicado al SEÑOR. Y adoró (“hishtajavá”) allí al SEÑOR.” (LBLA)

En 2 Reyes 18:22 está escrito:

“'Pero si me decís: "Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios," ¿no es El aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a Jerusalén: "Adoraréis (“hishtajavá”) delante de este altar en Jerusalén"?” (LBLA)

En Jeremías 7:2 está escrito:

“Párate a la puerta de la casa del SEÑOR y proclama allí esta palabra, y di: "Oíd la palabra del SEÑOR, todos los de Judá, los que entráis por estas puertas para adorar (“hishtajavá”) al SEÑOR."” (LBLA)

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Basados en estos textos vemos que lo más importante y la meta principal para el servicio sacrificial es el mismo acto reverencial de adoración que se hace junto con la entrega de los sacrificios. Uno sacrifica para poder adorar. El sacrificio es el camino para llegar al Eterno y después de haber llegado a Él uno se detiene y se inclina en adoración reverente ante Su presencia. Este acto se convierte en el punto culminante del servicio sacrificial y es más importante que el sacrificio en sí. Por eso esta palabra “hishtajavá” es mencionada sola aunque queda bien claro que se trata tanto de ofrecer un sacrificio físico como de inclinarse en adoración. La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los agentes celestiales del Eterno Es importante notar que la palabra “hishtajavá” no necesariamente tiene que ser entendida como adorar en el sentido de reconocer a alguien como una divinidad y de esta manera expresar su veneración ante esta deidad. La palabra no tiene la misma fuerza en el hebreo que en el castellano. Por eso no siempre se puede traducirla como “adorar” porque en todos los casos donde la palabra aparece en las Escrituras hebreas no se trata de adoración. Como hemos dicho antes, el enfoque del término “hishtajavá” es, en primer lugar, hacia una acción externa. Por lo tanto es la actitud interior que en cada caso decide si se trata o no de lo que en castellano llamamos “adoración”. La intención decide el grado de veneración que se da al que recibe esta muestra externa de honra. Hacia fuera puede parecer lo mismo pero la actitud interior es decisiva cuando se trata de qué posición de autoridad se le reconoce al que es objeto de este tipo de acto de veneración. Ahora, cuando aparece la palabra “hishtajavá” no se puede saber claramente si se trata de adoración o no. Depende de la actitud del corazón del que hace este acto si se puede considerar como adoración o no. La palabra “hishtajavá” aparece por primera vez en las Escrituras en Génesis 18:2. El contexto muestra que allí no se puede entender como adoración. Allí está escrito:

“Cuando alzó los ojos y miró, he aquí, tres hombres estaban parados frente a él; y al verlos corrió de la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró (“hishtajavá”) en tierra.”(LBLA)

Tome nota que aquí se usa la misma palabra que la que hemos visto antes y que allí tenía el significado de adoración ante el Eterno. Nuestro padre Avraham se postró en tierra delante de estos agentes celestiales en reverencia ante la posición que tenían como delegados del Altísimo, pero no los adoró. La palabra “hishtajavá” tiene un significado menos fuerte que “adorar”. Por esto, la mayoría de los traductores no han traducido la palabra “hishtajavá” como “adorar” en aquellos textos donde no se trata de inclinación ante el Eterno. Es obvio que la palabra castellana “adorar” es mucho más limitada que la palabra hebrea “hishtajavá”. Como hemos dicho, “hishtajavá” no necesariamente tiene que ser entendida como adorar sino como una muestra exterior de veneración ante una autoridad o una persona que uno desea honrar. Naturalmente hay un pensamiento fundamental detrás de este acto donde uno reconoce la alteza que el Altísimo ha delegado a diferentes personas en posiciones de autoridad. Aunque es cierto que todos los hombres son dignos de ser honrados precisamente por ser un reflejo de Elohim, los que han sido colocados en una posición superior de autoridad y que de esta manera representan al Poderoso son dignos de recibir mayor honra y veneración que los demás. El que honra un agente honra y reconoce la posición que el Eterno ha dado a ese delegado. De esta manera se reconoce y honra al Eterno. En el capítulo anterior ya hablamos de este principio.

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Génesis 19 habla de los dos ángeles que bajaron a Sedom para visitar a Lot. En 19:1 está escrito:

“Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró (“hishtajavá”) rostro en tierra.”(LBLA)

En Números 22:31 está escrito:

“Entonces el SEÑOR abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró (“hishtajavá”) rostro en tierra.”(LBLA)

Cuando Yehoshúa tuvo un encuentro con el capitán del ejército celestial del Eterno también se inclinó hasta la tierra en gran reverencia, como está escrito en Josué 5:13-15:

“Y sucedió que cuando Josué estaba cerca de Jericó, levantó los ojos y miró, y he aquí, un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos? Y él respondió: No; más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR. Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia (“hishtajavá”), y dijo: ¿Qué dice mi señor a su siervo? Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y así lo hizo Josué.” (LBLA)

De la misma manera como Moshé tenía que quitarse los zapatos en el lugar apartado donde el agente del Eterno se revelaba (Éx. 3:2, 5), así también Yehoshúa no solamente tuvo que inclinarse hasta la tierra en reverencia, sino también quitarse las sandalias ante este mensajero celestial. Aquí tenemos cuatro ejemplos de hombres que se postran rostro en tierra en reverencia antes los mensajeros celestiales. El texto hebreo usa la misma palabra – “hishtajavá” – que vimos antes y que fue traducida como adoró, para expresar lo que Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa hicieron ante estos emisarios. Obviamente las Escrituras hebreas no hacen diferencia entre lo que llamamos en castellano adorar e inclinarse en respeto. ¿Tenemos el derecho de adorar a los ángeles? No, la adoración sólo se puede dar al Altísimo. La definición de la idolatría es adorar lo creado en lugar del Creador, como está escrito en Romanos 1:25:

“porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.” (LBLA)

Si Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa hubieran adorado los mensajeros celestiales, habrían cometido idolatría. La adoración de un emisario como si fuera el emisor es una forma engañosa de idolatría. Por lo tanto está claro que los ángeles no consideraban lo que hicieron Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa como adoración porque no los reprendieron por ello, como es el caso en otros lugares similares en las Escrituras (Rev. 19:10; 22:9; Luc. 4:8). Estos cuatro hombres entendieron la diferencia entre la adoración al Altísimo y una muestra muy grande de respeto a los representantes del Altísimo. Sin embargo, en lo externo no se podía ver ninguna diferencia entre una cosa y otra porque se inclinaron hasta la tierra ante estos ángeles.

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Estos textos constituyen evidencias de que la palabra “hishtajavá” habla de un acto reverente externo y no necesariamente tiene que ser entendida como adoración. La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los gobernantes políticos y espirituales La palabra “hishtajavá” se usa, no solamente para expresar una reverencia profunda ante el Eterno y Sus emisarios celestiales sino también para mostrar un respeto muy grande ante hombres. Yitsjak profetizó que los pueblos se inclinarían en reverencia en reconocimiento del liderazgo de Israel, como está escrito en Génesis 27:29:

“Sírvante pueblos, y póstrense (“hishtajavá”) ante ti naciones; sé señor de tus hermanos, e inclínense (“hishtajavá”) ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan.” (LBLA)

Los sueños de Yosef hablan de que hombres iban a reconocer su posición de gobernante mediante una profunda inclinación en reverencia. En Génesis 37:7-10 está escrito:

“He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí que mi gavilla se levantó y se puso derecha, y entonces vuestras gavillas se ponían alrededor y se inclinaban (“hishtajavá”) hacia mi gavilla. Y sus hermanos le dijeron: ¿Acaso reinarás sobre nosotros? ¿O acaso te enseñorearás sobre nosotros? Y lo odiaron aún más por causa de sus sueños y de sus palabras. Tuvo aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí, he tenido aún otro sueño; y he aquí, el sol, la luna y once estrellas se inclinaban (“hishtajavá”) ante mí. Y él lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué es este sueño que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a inclinarnos (“hishtajavá”) hasta el suelo ante ti?” (LBLA)

En Génesis 42:6; 43:26, 28 podemos leer acerca de cómo se cumplieron los sueños de Yosef cuando sus hermanos se inclinaron en profunda reverencia ante él, como está escrito:

“Y José era el que mandaba en aquella tierra; él era quien vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se postraron (“hishtajavá”) ante él rostro en tierra… Cuando José regresó a casa, le trajeron el presente que tenían en su mano a la casa y se postraron (“hishtajavá”) ante él en tierra… Y ellos dijeron: Tu siervo nuestro padre está bien; todavía vive. Y ellos se inclinaron en reverencia (“hishtajavá”).” (LBLA) “é hicieron reverencia.” (RV)

Otro ejemplos es cuando los siervos de Paró se inclinan en reverencia ante Moshé. En Éxodo 11:8 está escrito:

“Y descenderán a mí todos estos tus siervos y se inclinarán (“hishtajavá”) ante mí, diciendo: "Sal, tú y todo el pueblo que te sigue"; y después de esto yo saldré. Y Moisés salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón.” (LBLA)

Los descendientes del sumo sacerdote Elí iban a inclinarse en reverencia ante el prometido sumo sacerdote, como está escrito en 1 Samuel 2:36:

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“Y acontecerá que todo aquel que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará (“hishtajavá”) ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y dirá: 'Asígname a uno de los oficios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan.'” (LBLA)

David se inclinó rostro en tierra ante el rey Shaúl. En 1 Samuel 24:8 está escrito:

“Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró (“hishtajavá”).” (LBLA) “e hizo reverencia (“hishtajavá”).” (RV)

He aquí una lista de otros ejemplos cuando las Escrituras mencionan como hombres se inclinaron en reverencia ante las autoridades políticas y espirituales. En todos los casos se usa la palabra “hishtajavá”. 1 Sam 25:23, 41 Abigail ante el rey David 1 Sam 28:14 Shaúl ante el profeta Shmuel 2 Sam 1:2 El emisario del campamento de Shaúl ante el rey David 2 Sam 9:6, 8 Mefiboshet ante el rey David 2 Sam 14:22 Yoav ante el rey David 2 Sam 14:33 Avshalom ante el rey David 2 Sam 15:5 El pueblo ante Avshalom 2 Sam 16:4 Tsiva ante el rey David 2 Sam 18:21 El etíope ante Joav 2 Sam 18:28 Ajimaas ante el rey David 2 Sam 24:20; 1 Cron 21:21 Arauna ante el rey David 1 Rey 1:16, 31 Bat-Sheva ante el rey David 1 Rey 1:23 Natán ante el rey David 1 Rey 1:53 Adoniya ante el rey Shlomo 2 Rey 2:15 Los hijos de los profetas ante Elishá 2 Rey 4:37 La sunemita ante Elishá Isa 45:14 Gente de Mitsrayim, Etiopia y Seva ante Israel Isa 60:14 Los descendientes de los opresores ante Yerushalayim Rut 2:10 Rut ante Boaz Ester 3:2 Los siervos del rey ante Hamán 2 Cron 24:17 Los príncipes de Yehudá ante el rey David El hecho de inclinarse profundamente con todo respeto ante estas autoridades y dirigentes espirituales no significa que fueron adorados. He aquí otras muchas evidencias de que la palabra “hishtajavá” no solamente puede ser entendida como adorar. La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los ancianos y miembros mayores en la familia Yaakov con su familia se inclinaron en reverencia profunda ante el hermano mayor Esav. En Génesis 33:3, 6-7 está escrito:

“y él se les adelantó, y se inclinó (“hishtajavá”) hasta el suelo siete veces hasta que llegó cerca de su hermano…Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se

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inclinaron (“hishtajavá”). Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron (“hishtajavá”); y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron (“hishtajavá”).” (LBLA)

Cuando Yehudá fue puesto para gobernar sobre el resto de sus hermanos se usa la palabra “hishtajavá”, como está escrito en Génesis 49:8:

“A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán (“hishtajavá”) a ti los hijos de tu padre.” (LBLA)

Moshé se inclinó en reverencia ante su suegro Yitró. En Éxodo 18:7 está escrito:

“Salió Moisés a recibir a su suegro, se inclinó (“hishtajavá”) y lo besó; y se preguntaron uno a otro cómo estaban, y entraron en la tienda.” (LBLA)

El rey Shlomo expresó su respeto ante su madre Bat-Sheva mediante inclinación, como está escrito en 1 Reyes 2:19:

“Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó (“hishtajavá”) delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.” (LBLA)

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar el respeto a las personas que uno desea honrar Avraham se inclinó profundamente ante el pueblo de la tierra. En Génesis 23:7, 12 está escrito:

“Abraham se levantó e hizo una reverencia (“hishtajavá”) al pueblo de aquella tierra, los hijos de Het… Entonces Abraham se inclinó (“hishtajavá”) delante del pueblo de aquella tierra.” (LBLA)

David se inclinó tres veces en reverencia ante Yonatán, el hijo del rey Shaúl, como está escrito en 1 Samuel 20:41:

“Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró (“hishtajavá”) tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David lloró más.” (LBLA)

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar el respeto reverente ante el Mesías Ahora vamos a ver un par de textos bíblicos que profetizan acerca de cómo el Mesías, el eterno Rey ungido, iba a ser objeto de honores reverentes. El Salmo 45 no sólo habla de una boda entre un rey de Israel y su novia, sino también de manera profética acerca de la gran boda entre el Mesías y su novia que será en el futuro. En el versículo 11 hay una exhortación a la novia para que se incline rostro en tierra ante su esposo, como está escrito:

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“Entonces el rey deseará tu hermosura; inclínate (“hishtajavá”) ante él, porque él es tu señor.” (LBLA)

También el Salmo 72 habla proféticamente del gobierno futuro del Mesías. Él gobernará sobre toda la tierra desde el trono de David en Yerushalayim. El versículo 11 habla de cómo todos los reyes de la tierra se inclinarán ante Él, como está escrito:

“y póstrense (“hishtajavá”) ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las naciones.”

He aquí dos testimonios de las Escrituras hebreas que predicen que el Mesías iba a ser objeto de este tipo de veneración. Conclusión Vamos a terminar este capítulo con 1 Crónicas 29:10 donde está escrito:

“Entonces David dijo a toda la asamblea: Bendecid ahora al SEÑOR vuestro Dios. Y toda la asamblea bendijo al SEÑOR, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se postraron (“hishtajavá”) ante el SEÑOR y ante el rey.” (LBLA)

Aquí se usa la palabra “hishtajavá” para mostrar cómo el pueblo expresó su reverencia tanto ante el Eterno como ante el rey David mediante la inclinación ante ambos. Esto nos enseña que la palabra “hishtajavá” no revela qué posición de autoridad el pueblo dio al Eterno y al rey respectivamente. Si volvemos a lo que tratamos en el capítulo anterior, podemos entender que cuando el pueblo se inclinó en veneración ante el rey que el Eterno había instituido como agente, estaban reconociéndole a Él que había dado esa autoridad al rey. Con la Torá como trasfondo con sus prohibiciones tanto contra la adoración de las cosas creadas en lugar del Creador como el reconocimiento de los seres creados como si fueran divinos, podremos sacar la conclusión de que el pueblo no consideró al rey David como divino y por eso no le consideraban digno de recibir el mismo reconocimiento en adoración como el Gran Rey Celestial. Es evidente que la palabra “hishtajavá” ni puede revelarnos en qué posición el pueblo reconoció al Eterno ni al rey David. Sólo podemos llegar a la conclusión lógica de que reconocieron al Eterno en sus corazones como el Único Elohim verdadero que se encuentra solo en la máxima posición, muy por encima de todo lo creado, y que reconocieron al rey David en sus corazones con una veneración secundaria. Es completamente inconcebible e imposible que reconocieran al rey David como el Altísimo o como una divinidad mediante este acto de inclinación. El mismo principio es aplicable sobre el Hijo de David, el Mesías. Podemos concluir este capítulo diciendo que la palabra hebrea “hishtajavá” no expresa un reconocimiento de una divinidad, un ser divino o una naturaleza divina, sino es una muestra externa de un reconocimiento interno de personas que tienen autoridad y dignidad, sea que se trate del Eterno mismo, Sus emisarios celestiales, Sus agentes humanos delegados u otras personas que son dignas de recibir honor. En el próximo capítulo veremos como la palabra griega que corresponde a “hishtajavá” es usada en la traducción griega de las Escrituras apostólicas (NT).

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Capítulo 7 – La adoración en los Escritos Apostólicos (NT) En el capítulo anterior aprendimos que la palabra hebrea “hishtajavá”, que muchas veces ha sido traducida como “adorar”, no expresa un reconocimiento de una divinidad, un ser divino o una naturaleza divina, sino es una muestra externa de un reconocimiento interno de personas que tienen autoridad y dignidad, sea que se trate del Eterno mismo, Sus emisarios celestiales, Sus agentes humanos delegados u otras personas que son dignas de recibir honor. Si estudiamos el texto griego de la Septuaginta, vemos que tanto las palabras hebreas “hishtajavá” y “sagad”, como la palabra aramea “seguid”, han sido traducidas en una sola palabra griega, “proskuneo” que significa “besar (en el aire, o como un perro lame la mano de su amo), adular, agacharse”. Esta palabra es la que también aparece en los textos griegos de los Escritos Apostólicos (NT), que son la base para casi la totalidad de las traducciones cristianas al castellano. Por lo tanto, al encontrar la palabra “proskuneo” en los textos griegos de los Escritos Apostólicos (NT), tenemos que volver al origen hebreo de esa palabra para poder entender su significado. No obstante, la palabra “proskuneo” tiene prácticamente el mismo significado que la palabra hebrea “hishtajavá” y es utilizada de la misma manera en los Escritos Apostólicos como en los Escritos más antiguos. El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con el Mesías Encontramos la palabra griega “proskuneo” en la traducción griega de Mateo 2:2, 11. La Biblia de las Américas tradujeron estos versículos de la siguiente manera:

“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente, y hemos venido a adorarle (“proskuneo”)... “Y entraron en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose le adoraron (“proskuneo”); y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.” (LBLA)

En el texto hebreo de Mateo, llamado “DuTillet”, se usa la palabra “hishtajavá” en estos versículos. Aquí vemos que los traductores han optado por poner la palabra “adorar” donde aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego. Pero, como vimos en el capítulo anterior, no podemos decir que la palabra hebrea “hishtajavá”, que ha sido traducida al griego como “proskuneo”, siempre significa adorar como si se tratara del Altísimo. Al traducir “proskuneo” como “adorar” se introduce en el texto algo que no está allí, porque se está dando a entender que los sabios tenían en su mente que este niño era el Altísimo. ¿Cómo pueden saber los traductores que los sabios del oriente adoraron al niño, si el texto griego no lo dice? El texto dice “proskuneo” y esa palabra no significa “adorar” sino “inclinarse en reverencia”. Este tipo de traducción es tendenciosa y engaña al lector a entender el texto de una manera que no está de acuerdo con su contenido original. Estos sabios no adoraron a un niño pequeño. Habían sido instruidos en la sabiduría de la literatura judía por los doctos judíos en Babilonia y deberían saber que “Elohim no es un hombre… ni hijo de hombre…” (Núm. 23:19). Reverenciaron al niño mediante inclinación, no como si fuera el Todopoderoso, el Creador invisible del universo, sino porque era el Mesías prometido, el “Rey de los judíos” (Mat. 2:2).

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La idea de dar culto a un niño, aunque sea el futuro Rey eterno de Israel, y adorarle como si fuera el Invisible Todopoderoso Creador, es un pensamiento absurdo para un judío, y pertenece al mundo pagano. En Mateo 8:2 hay otro texto donde encontramos la palabra “proskuneo” en la traducción griega. Allí está escrito:

“Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró (“proskuneo”) ante El, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.” (LBLA)

En este caso vemos que la palabra “proskuneo” fue traducida como “postrarse”. ¿Por qué los traductores pusieron “adorar” en un lugar y “postrarse” en el otro, cuando aparece la misma palabra en el texto griego? La palabra “postrarse” es una traducción más correcta de “proskuneo” porque un judío piadoso no adoraría a un hombre. Sin embargo no tendría problemas para postrarse ante el Rey Mesías prometido en reconocimiento de su autoridad delegada del Altísimo. En el texto hebreo de DuTillet, encontramos la palabra “hishtajavá” en este versículo. En Mateo 28:17-18 está escrito:

“Cuando le vieron, le adoraron (”proskuneo”); más algunos dudaron. Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.” (LBLA)

Aquí vemos otro ejemplo donde los traductores han optado por usar la palabra “adorar” donde aparece la palabra griega “proskuneo”. En el texto hebreo de DuTillet, encontramos la palabra “hishtajavá” en este versículo. Como ni la palabra “hishtajavá” ni la palabra griega “proskuneo” necesariamente implican adoración del Altísimo, no se puede basar en esas palabras para afirmar que los discípulos adoraron a Yeshúa en esta ocasión para de esa manera reconocerle como el Todopoderoso Elohim. Al traducir de esta manera se está engañando al lector a creer que estos discípulos adoraron a Yeshúa de la misma manera que hubieran hecho con el Eterno en el cielo. Y si lo hubieran hecho, no podría ser probado mediante el texto bíblico. Hay otra razón por la que los traductores optaron por una traducción tan tendenciosa. De esta manera intentan introducir en el texto bíblico su interpretación según una teología preconcebida a pesar de que en el texto mismo no haya apoyo para semejante teología. Las traducciones cristianas cometen esta falta en varias ocasiones y por eso uno debe tener cuidado de no fundar su entendimiento sobre esas traducciones. Una doctrina no puede ser fundada sobre las traducciones de la Biblia porque los traductores generalmente introducen en el texto traducido su propio concepto en cuanto a cómo se puede entender el texto original, lo cual es inevitable hasta cierto punto. Ni siquiera es suficiente utilizar el texto griego como fundamento para una doctrina. Tenemos suficientes evidencias históricas y evidencias de las mismas Escrituras para estar convencidos de que los apóstoles y sus seguidores no escribieron en griego sino en hebreo y arameo. El Sr. Jakob Elia, sacerdote en la iglesia sirio-ortodoxa en Örebro, Suecia, dice que la versión aramea del Nuevo Testamento que se usa en la iglesia sirio-ortodoxa nunca fue traducida desde otro idioma. Aunque hubieran escrito en griego tendríamos que ir a la comprensión hebrea de los términos utilizados en los Escritos Apostólicos para obtener una comprensión correcta,

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porque es evidente que sus mentes no estaban programadas con la forma griega de pensar sino la hebrea. La revelación divina es dada en un contexto hebreo y en el lenguaje hebreo. Por eso es engañoso ir al mundo de conceptos griegos para poder entender los Escritos Apostólicos que no son griegos ni en su gramática ni en su idiosincrasia. En el caso de basarnos en los manuscritos griegos tenemos que intentar de entender las palabras griegas mediante su correspondencia hebrea. En el caso contrario correremos el riesgo de malinterpretar lo que estamos leyendo. Pero en primer lugar debemos utilizar los manuscritos arameos que, aunque hayan sido revisados, son más antiguos que los griegos y están más cerca de los originales y la comprensión hebrea de la revelación celestial. Además, nuestra comprensión de lo que enseñan el Mesías y sus discípulos tiene que estar en línea con la revelación que Moshé y los Profetas ya dieron en las Escrituras anteriores. Todo lo que está escrito en los Escritos Apostólicos tiene que ser evaluado e interpretado desde el punto de vista de la revelación escrita que ya fue dada en Sinai y posteriormente. Para un judío es absurdo pensar que un hombre pueda recibir el mismo respeto que el Creador, porque sabe muy bien que Elohim no es hombre ni hijo de hombre. El hecho de postrarse ante Yeshúa no significa que los discípulos le reconocieran como el Todopoderoso, sino que aceptaran que había recibido la autoridad del Cielo. Era el Enviado del Padre, pero no era el Padre, y como Enviado fue reconocido y venerado. Vamos a ver otro texto donde aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego. En Marcos 5:6-8 está escrito:

“Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró (“proskuneo”) delante de El; y gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes. Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo.” (LBLA)

Tome nota que aquí tenemos la misma palabra “proskuneo” que antes y que entonces fue traducida como “adoró”. Parece ser que los traductores de la versión de las Américas no consideraban que el espíritu inmundo adoró a Yeshúa. Sin embargo en la versión de Reina-Valera y otros, utilizaron la palabra “adoró”. El espíritu inmundo reconoció a Yeshúa como el “Hijo del Dios Altísimo”, no como el Altísimo mismo. Mencionamos anteriormente que el significado hebreo de la palabra “hijo” no necesariamente significa que él que engendró se haya reproducido sino que el que es llamado hijo haya sido educado por él para ser su seguidor y que ha recibido poder para ser su representante. También vimos que la expresión “Hijo de Elohim” significa el Mesías, el Rey ungido. Cuando el espíritu inmundo se postró estaba reconociendo la autoridad que Yeshúa había recibido del Altísimo. En Juan 9:35-38 está escrito:

“Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre? El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El? Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y le adoró (“proskuneo”).” (LBLA)

Según esta versión del texto, Yeshúa preguntó al que había nacido ciego si él creía en el “Hijo del Hombre”. La expresión “Hijo del Hombre” viene del hebreo “ben Adam” que

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significa “hijo de Adam”, “hijo de la humanidad” o simplemente “hombre”. La palabra “Adam” viene de “adamá” que significa “tierra”. Cuando Yeshúa en muchas ocasiones usa la expresión “ben Adam” de sí mismo, se identifica con el primer Adam, que había salido de la tierra, y había sido creado a la imagen de Elohim. De la misma manera como Adam fue sacado de la tierra por medio de una intervención sobrenatural, el “Hijo del Hombre” fue sacado de la tierra, porque el cuerpo de su madre era de la tierra. Y al igual que el primer hombre fue creado a la imagen y semejanza de Elohim, sin pecado, también “el último Adam” que también es llamado “el segundo hombre”1, fue creado sin pecado a la imagen y semejanza de Elohim. Una gran diferencia entre ellos fue que el primer hombre falló pero el segundo hombre no falló. Otra diferencia fue que el primer hombre, en contraste con el segundo hombre, fue creado según un prototipo, un plan general que el Eterno desde la eternidad tenía dentro de sí del Mesías venidero (Rom. 5:14b2). En la literatura judía, este plan general que fue utilizado para toda la creación, el hombre incluido, es llamado “Adam hakadmón” – el Adam anterior/primario. El segundo hombre era el mismo plan general que ahora había bajado del cielo y había sido hecho carne (Juan 1:14; 3:133, 31; 17:5; 1 Cor. 15:47). Ahora, en la escritura de Juan 9 tenemos diferentes variantes de los manuscritos griegos, donde algunos dicen “Hijo del Hombre” y otros dicen “Hijo de Dios”. Algunas traducciones españolas siguen una variante y otras traducciones siguen la otra. Por lo tanto, tenemos una confusión en cuanto a lo que realmente estaba escrito aquí en el original. Si vamos al texto arameo encontramos la expresión “Hijo de Elohim”. Creo que esa versión es la acertada y por eso Yeshúa no debería haber dicho “Ben Adam” de sí mismo en esta ocasión, sino “Ben Elohim”. La expresión “Dios Hijo” no aparece ni siquiera en una sola ocasión en la Escritura. El entendimiento hebreo de la expresión “Hijo de Elohim” está muy lejos del entendimiento cristiano de la expresión “Hijo de Dios” o “Dios Hijo”. Adam es llamado hijo de Elohim en Lucas 3:38, e Israel es llamado el hijo primogénito de Elohim en Éxodo 4:22. Por lo tanto, al leer los textos que hablan de Yeshúa como el Hijo de Elohim es importante no usar las gafas de la historia eclesiástica para interpretar ese término desde una perspectiva post-bíblica y griega. Los que se inclinaron ante Yeshúa al recibir la revelación de que Él era el Hijo de Elohim no lo hicieron desde la perspectiva cristiana de la doctrina de la trinidad, sino desde una perspectiva judía. Desde una perspectiva hebrea podemos entonces sacar la conclusión de que no le adoraron sino que hicieron lo mismo que habían hecho los judíos anteriores ante el rey David y otros dignatarios (1 Crón. 29:20)

1 1 Cor. 15:45, 47. 2 La palabra griega “tupos” que fue utilizada en Rom. 5:14b y que fue traducida como “figura”, puede también ser entendida como “imagen” (Hech. 7:43; Juan 20:25 “señal”). La traducción inglesa Hebraic-Roots Version del arameo dice que Adam fue la semejanza (“likeness”) del que iba a venir. 3 Tome nota de que está escrito que el Hijo del Hombre está en el cielo, en presente. Esto nos enseña que el Hijo del Hombre estaba también en el interior del Padre mientras que caminaba en la tierra, como también está escrito en Juan 1:18: “el unigénito Hijo que está en el seno del Padre.” (RV). Algunas traducciones siguen el manuscrito griego más antiguo de Juan 1:18 donde dice “el unigénito Dios”. Sin embargo, el texto más antiguo siriaco dice “Hijo”, lo cual concuerda más con el resto del evangelio de Juan y la enseñanza de la totalidad de las Escrituras. Obviamente este es uno de los varios textos que fueron manipulados.

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Por lo tanto, este hombre se inclinó en reverencia y respeto ante el prometido Hijo de David, el Rey Mesías, que fue escogido y llamado a ser el Hijo de Elohim y que ahora había venido (1 Cron. 22:10; 28:6; Luc. 1:35) Vayamos a otro contexto de las Escrituras. En la versión griega de la carta a los Hebreos 1:6 se encuentra la palabra “proskuneo” como traducción de la palabra hebrea “hishtajavá” que aparece en el Salmo 97:7. Allí está escrito:

“Y de nuevo, cuando trae otra vez al Primogénito al mundo, dice: ’Y adórenle (“proskuneo/hishtajavá”) todos los ángeles de Dios.’” (LBLA)

El Salmo 97 habla de cómo el Eterno va a venir y establecer Su justicia en toda la tierra con fuego y relámpagos que causarán que los enemigos sean quemados, la tierra tiemble, las montañas se derritan y todos los pueblos vean Su gloria. Está claro que es una profecía acerca de la segunda venida del Mesías. En ese contexto está el versículo 7 donde habla de que todos los elohim, es decir ángeles4, se van a inclinar ante Él en reverencia. En el Salmo habla del Eterno que es el objeto de este reconocimiento por parte de los ángeles. Pero en la carta a los Hebreos se usa la misma cita en referencia al Mesías. Muchos se basan en estos textos para decir que esto constituye una evidencia de que el Mesías es el Eterno. Es fácil interpretar estos textos, y otros semejantes, de esta manera. Pero si partimos del principio de agentes, que tratamos en el capítulo 5, no nos es difícil entender estos textos desde otro punto de vista. Observe que la expresión “primogénito” es utilizado para el Hijo. Es importante entender que el término “primogénito” no necesariamente tiene que significar el primer hijo que haya nacido. El rey David es llamado primogénito en el Salmo 89:27 a pesar de que era el octavo hijo de la familia. Allí está escrito:

“Yo también lo haré mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.” (LBLA)

Así que, el rey David fue hecho primogénito (la palabra “mi” no aparece en el texto hebreo). Fue puesto para ser el más excelso de los reyes de la tierra. David está puesto en este contexto como una figura profética del Hijo de David, el Mesías, que fue escogido para ser el primogénito, es decir el que haya sido predestinado para ser el más excelso de los reyes de la tierra. El primer hijo nacido de la familia fue puesto por el padre para ser su representante y el líder familiar. A veces el padre podía escoger otro de sus hijos para esta tarea (1 Crón. 26:10). La primogenitura implicaba también el derecho de ser el sacerdote de la familia, porque los primogénitos fueron al principio llamados a ser los sacerdotes (Éx. 19:22; Núm. 3:12). Ahora, cuando el Mesías es llamado “primogénito” el énfasis no está en la cuestión acerca de si Él ha sido creado o nacido, sino implica que Él haya obtenido el derecho de gobernar y de ejercer un ministerio sacerdotal. Según la revelación de las Escrituras, la función como primogénito en primer lugar no tiene que ver con nacimiento sino con que uno haya obtenido el derecho de tener una posición de liderazgo sobre el resto de los hermanos, como está escrito en Génesis 27:29a:

4 Así se tradujo en la Septuaginta. La versión RV, LBLA y otros, tradujeron la palabra “elohim”, que aparece en el Salmo 97, como “dioses”.

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“Sírvante pueblos, y póstrense ante ti naciones; sé señor de tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre.” (LBLA)

El mismo pensamiento se encuentra también en Colosenses 1:15, donde está escrito:

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” (LBLA) Si uno no entiende bien el significado hebreo de la palabra “primogénito” es fácil sacar la conclusión errónea de este versículo de que el Mesías sea el primero que fue creado entre todas las cosas. Sin embargo, como hemos visto, el término primogénito no tiene que ver con el tiempo sino con una función. El título primogénito es dado al que recibe el poder para gobernar en el nombre del padre, como su representante y emisario. Yeshúa ciertamente ha sido puesto como el primogénito de la creación, es decir, como el más sublime sobre todas las cosas creadas con la plena autoridad para gobernar sobre todo (Mat. 28:18). Volvamos a Hebreos 1:6. En este mismo capítulo se dijo con anterioridad que Yeshúa heredó el nombre de ser Hijo de Elohim (v. 4-5). Esto sucedió cuando fue resucitado de entre los muertos (Hech. 13:32-33; Rom. 1:4). Como hemos dicho antes, el hecho de ser hijo significa ser representante y tener plena autorización. El nombre, es decir la posición, que Yeshua entonces heredó, de ser el Primogénito Hijo de Elohim, fue superior a los ángeles. Pero Yeshúa no fue puesto en la posición que está muy por encima de los ángeles hasta después de haber sido levantado de entre los muertos, como también podemos ver en Hebreos 2:5-9 donde está escrito:

“Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando. Pero uno ha testificado en cierto lugar, diciendo: “‘¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, o el hijo del hombre (“Ben-Adam”) para que te intereses en él? Le has hecho un poco inferior a los ángeles; le has coronado de gloria y honor, y le has puesto sobre las obras de tus manos; todo lo has sujetado bajo sus pies.’ “Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.” (LBLA)

El texto hebreo del Salmo 8:5, citado por el autor de la carta a los Hebreos y que fue traducido como “Le has hecho un poco inferior a los ángeles”5 se puede traducir literalmente de la siguiente manera:

“Hiciste que le faltara un poco [en comparación] con elohim.” El texto de los Salmos menciona primero un hombre y después un hijo del hombre. En primer lugar habla del primer Adam y sus descendientes debajo de cuyos pies todo fue sujetado (Gén. 1:26). Sin embargo, en su dimensión profética también habla del Hijo del Hombre, el último y segundo hombre, bajo cuyos pies todo iba a ser sujetado, incluso los ángeles.

5 La traducción al griego de la carta a los Hebreos sigue la cita de la Septuaginta.

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Observe que el título “ben Adam” que aparece en este texto, habla de un ser que primero está en un rango inferior al de los ángeles. Por lo tanto, cuando Yeshúa usa ese título sobre sí mismo se está presentando como un hombre (1 Tim. 2:5). Y verdaderamente Él era un hombre perfecto, semejante a sus hermanos en todo, pero sin pecado (Heb. 2:17; 4:15). No obstante, después de la resurrección, no antes, obtuvo otro estatus como inmortal y entonces podía contener corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col. 2:9). Por eso es presentado en Daniel 7:13 y Revelación 1:13 y 14:14 en Su estado glorificado como uno “semejante” a un Hijo del Hombre. En su estado inmortal y glorificado es mucho más que un hombre, pero todavía se parece a un Hijo del Hombre. El texto de Hebreos nos enseña que fue por medio del sufrimiento de la muerte que el último Adam pudo recibir el honor de ser elevado por encima de los ángeles. Como dijimos antes, Yeshúa estaba en un rango inferior al de los ángeles. Antes de la resurrección fue “un poco inferior a los ángeles”. No obstante, por el hecho de haber pasado fielmente por los sufrimientos de la muerte, el Eterno le elevó por encima de todos los ángeles y sobre toda cosa creada. Entonces heredó el nombre que es muy superior al de los ángeles, a saber, el derecho de ser el Hijo Primogénito que representa al Padre plenamente. Esto concuerda bien con la carta a los Efesios 1:20-23 donde está escrito:

“el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.” (LBLA)

Ahora, cuando Hebreos 1:6 dice que otra vez traerá al primogénito al mundo no será con el mismo rango que tenía cuando estuvo aquí por primera vez, sino en su estado glorificado y exaltado. Por causa de ese estado, todos los ángeles se inclinarán en reverencia y de esa manera reconocer la soberanía que Él ha recibido de Su Padre. Como entonces va a venir como el representante del Eterno, el Eterno será el que vendrá por medio de Él y de esa manera se cumplirá el Salmo 97 donde habla de que el Eterno va a llegar a la tierra para gobernar y entonces todos los ángeles van a inclinarse (“hishtajavá”) ante Él. Y más aún, cuando Yeshúa fue vestido de inmortalidad y obtuvo un cuerpo transformado, podía contener toda la plenitud del Eterno de manera corporal (Col. 1:19; 2:9). Por lo tanto no habrá mayor diferencia entre el Padre y el Hijo porque el Hijo vendrá en el Nombre del Padre que habita con toda Su plenitud en el cuerpo del Hijo. Cuando Él estuvo aquí la primera vez poco antes de que nos dejara, dijo que no va a regresar a Yerushalayim hasta que los judíos que vivan allí le digan: “¡Bendito Él que viene en el Nombre del Eterno!” (Mat. 23:39). Ese día está próximo a llegar. ¡Alabado sea el Nombre maravilloso del Eterno! El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con otros hombres En Mateo capítulo 18 Yeshúa cuenta una parábola de un deudor que se postró ante su acreedor. En el versículo 26 aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego, donde está escrito:

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“Entonces el siervo cayó postrado (“proskuneo”) ante él, diciendo: “Ten paciencia conmigo y todo te lo pagaré.” (LBLA)

Este texto constituye una evidencia de que la palabra “proskuneo” no necesariamente tiene que ser entendida como adoración ante el Altísimo, puesto que, aquí un hombre se postra (“proskuneo”) ante otro hombre semejante. En Revelación 3:9 está escrito:

“He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren (“proskuneo”) a tus pies, y sepan que yo te he amado.” (LBLA)

Yeshúa está diciendo aquí que Él va a causar que unos engañadores se postren ante los pies del “ángel” de la congregación en la ciudad de Filadelfia. La palabra griega para “postrarse” es precisamente “proskuneo”. Si Yeshúa hubiera considerado este acto como adoración, no habría causado que esos hombres se postraran a los pies de un mensajero de una de las congregaciones. Esto nos enseña que la palabra “proskuneo” en el texto griego de los Escritos Apostólicos no significa necesariamente “adorar”, sino “postrarse en reverencia”. Al igual que el término “hishtajavá” en los textos hebreos, la palabra “proskuneo” es empleada tanto para expresar la adoración al Altísimo, como inclinarse en reverencia ante el Hijo de Elohim y otros hombres con posiciones altas. El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con el Altísimo Al igual que la palabra hebrea “hishtajavá”, la palabra griega “proskuneo” no solamente implica un acto externo de inclinarse en reverencia ante una persona honorable, sino también todo el culto de sacrificios delante del Eterno. Este hecho puede verse en la conversación entre Yeshúa y la mujer samaritana al lado del pozo de Sicar donde el texto griego usa la palabra “proskuneo”. En Juan 4:20-24 está escrito:

“Nuestros padres adoraron (“proskuneo”) en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar (“proskuneo”). “Jesús le dijo: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis (“proskuneo”) al Padre. Vosotros [los samaritanos] adoráis (“proskuneo”) lo que no conocéis; nosotros [los judíos] adoramos (“proskuneo”) lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán (“proskuneo”) al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren (“proskuneo”). Dios es espíritu, y los que le adoran (“proskuneo”) deben adorarle (“proskuneo”) en espíritu y en verdad.” (LBLA)

Lo primero que aprendemos de este texto es que la palabra “hishtajavá/proskuneo” implica todo el culto sacrificial ante el Eterno. Los samaritanos dicen que se debe sacrificar al Eterno en el monte de Guerizim (Deut. 11:29), pero los judíos dicen que sólo se puede sacrificar en el templo en Yerushalayim (Deut. 12:5-6).

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Lo segundo que aprendemos de la enseñanza del Mesías a la mujer samaritana es que los judíos en el templo están adorando al Eterno según la revelación correcta que da salvación en contraste con la religión de mezclas que practican los samaritanos. Lo tercero que aprendemos es que a partir de la venida del Mesías es posible oficiar en un servicio del templo adicional en una nueva dimensión en el tabernáculo espiritual celestial. Este texto no apoya la doctrina anti bíblica que enseña que el culto en el templo iba a ser eliminado por el Mesías. Lo cuarto que aprendemos de esta conversación es que el Padre busca a aquellos que están dispuestos a oficiar en esta dimensión espiritual de dar sacrificios celestiales en el tabernáculo verdadero que no está en el mundo material sino en el mundo espiritual. A partir de la resurrección, Yeshúa pudo ser instalado en el tabernáculo celestial en Su ministerio sumo sacerdotal según el orden de Malki-Tsedek. Después de esto, también sus seguidores fueron investidos con las ropas sacerdotales espirituales y pudieron servir bajo Su ministerio en el espíritu y en verdad. Ahora mismo Yeshúa está oficiando en el tabernáculo celestial entregándose a favor de las doce tribus de Israel orando por ellos ante el Eterno (Éxodo 28:12, 29). También está orando por aquellos gentiles que le han creído y recibido y hayan obtenido el Espíritu a través del mensaje de salvación de los judíos (Juan 17:20-21; Rom. 8:34). Yeshúa es el intercesor número uno en el tabernáculo celestial y está orando al Padre. En ninguna ocasión se presentó el pueblo en el templo para sacrificar al sumo sacerdote. De lo contrario, el sumo sacerdote los ayudó a sacrificar al Eterno. Ahora, si Yeshúa está sirviendo como el Sumo Sacerdote celestial, ¿cómo sería correcto sacrificarle a Él? Él es el que nos insta a orar al Padre y Él es el que nos anima a adorar al Padre. ¿Cómo Él podría ser el objeto de nuestras oraciones y nuestra adoración? Si escuchamos Su voz no vamos a dirigir nuestras oraciones a Él ni entregar nuestra adoración a Él. No hay ningún texto en toda la Escritura que nos da el derecho de pedir algo al Hijo. Él es el camino al Padre, pero no es la meta. Él es la Puerta al Padre, pero no es el Padre. Él es el Mediador, pero no es la otra parte. Él es el Adorador, pero no es el objeto de la adoración. Es el Padre, no el Hijo, que busca adoradores. Sigamos la enseñanza y ejemplo de Yeshúa y adoremos al Padre. La adoración en el cielo El Padre entregó a Yeshúa la revelación que es relatada en el libro de Revelación. Después Yeshúa envió esa revelación a un ángel que a su vez la transmitió a Yojanán que luego escribió gran parte de lo que vio y oyó para que otros pudieran participar de ello (Rev. 1:1-2) En esta revelación podemos tener una mirada de cómo es en el cielo. Si lo estudiamos podremos obtener una pequeña idea de cómo es la adoración en el templo celestial. ¿Cómo es realmente? ¿Será que el Hijo esté recibiendo la misma adoración que el Padre en el cielo? El libro de Revelación nos da la respuesta. En Revelación 4:10-11 está escrito:

“Los veinticuatro ancianos se postran (“pipto”) delante del que está sentado en el trono, y adoran (“proskuneo”) al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” (LBLA)

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En este momento Yojanán pudo subir en el espíritu y ver como los 24 ancianos se postran y hacen un acto de reverencia, que correctamente es llamado adoración, ante Aquel que está sentando en el trono y que es descrito como “Señor y Dios”, en hebreo “YHVH Elohim”. La palabra “proskuneo”, que corresponde a la palabra hebrea “hishtajavá”, es utilizada juntamente con otra palabra, “pipto”6, que significa “caer” y que corresponde a la palabra hebrea “nafal”7, para describir lo que estos ancianos hicieron ante el Altísimo. Tome nota que dos palabras son utilizadas. Vayamos un capítulo más adelante para ver qué pasará cuando el Cordero es introducido en el escenario para recibir un rollo de libro especial de Aquel que está sentado en el trono. En Revelación 5:8-14 está escrito:

“Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron (“pipto”) delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza. Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay , oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron (”pipto”) y adoraron (“proskuneo”).” (LBLA) “Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron (”pipto”) sobre sus rostros y adoraron (“proskuneo”) al que vive por los siglos de los siglos.” (RV 1960)

Ahora el Cordero es el objeto de la atención y es señalado como Aquel que es digno de abrir el rollo del libro precisamente porque ha sido sacrificado y con Su sangre ha comprado a gente para ser reyes y sacerdotes para Elohim. Tome nota que cuando los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos se postran ante el Cordero no se utilizan las dos palabras “pipto/nafal” y “proskuneo/hishtajavá”, sino sólo la primera de estas dos palabras. Aquí los ángeles no se postran ante el Cordero. Veamos otro ejemplo. En Revelación 7:10-12 está escrito:

“Y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero. “Y todos los ángeles estaban de pie

6 Strong G4098 πίπτω, πέτω piptō petō, pip'-to, pet'-o, The first is a reduplicated and contracted form of the second (which occurs only as an alternate in certain tenses); probably akin to G4072 through the idea of alighting; to fall (literally of figuratively): - fail, fall (down), light on. 7 Strong H5307 nâphal, naw-fal', A primitive root; to fall, in a great variety of applications (intransitively or causatively, literally or figuratively): - be accepted, cast (down, self, [lots], out), cease, die, divide (by lot), (let) fail, (cause to, let, make, ready to) fall (away, down, -en, -ing), fell (-ing), fugitive, have [inheritamce], inferior, be judged [by mistake for H6419], lay (along), (cause to) lie down, light (down), be (X hast) lost, lying, overthrow, overwhelm, perish, present (-ed, -ing), (make to) rot, slay, smite out, X surely, throw down.

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alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron (”pipto”) sobre sus rostros delante del trono, y adoraron (“proskuneo”) a Dios, diciendo: “¡Amen! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.” (LBLA)

Tome nota que la salvación es algo perteneciente Elohim, que está sentado en el trono, junto con el Cordero, pero cuando habla de que cayeron y adoraron no están incluyendo al Cordero, sino sólo Elohim. En el capítulo 5 los ángeles no cayeron ante el Cordero. Aquí tampoco lo hacen sino sólo ante Elohim que llaman “nuestro Dios, que está sentado en el trono”, y que es presentado como algo separado del Cordero. Podemos ver otro ejemplo en Revelación 11:15-18 donde está escrito:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron (“pipto”) sobre sus rostros y adoraron (“proskuneo”) a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar. Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.” (LBLA)

Aquí se habla de la segunda venida del Mesías cuando el Eterno tomará el señorío en la tierra a través del Mesías, porque Él es el agente del Eterno. Otra vez encontramos las palabras “pipto” y “proskuneo” cuando se habla de que Elohim es el objeto de la adoración. Estas dos palabras no se refieren al Mesías en este texto. En Revelación 15:3-4 podemos leer lo siguiente:

“Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones! ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; porque TODAS LAS NACIONES VENDRAN Y ADORARAN (“proskuneo”) EN TU PRESENCIA, pues tus justos juicios han sido revelados.” (LBLA)

Observe que esta canción es tanto de Moshé como del Cordero. ¿Y qué dice esta canción? Dice que todas las naciones vendrán a adorar en la presencia del “Señor Dios, Todopoderoso”. Así que, el Cordero está cantando la misma canción que Moshé que dice que todos vendrán a adorar ante el Eterno. Obviamente el Cordero no es el objeto de la adoración de la cual se habla aquí. El último ejemplo encontramos en Revelación 19:4 donde está escrito:

“Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron (“pipto”) y adoraron (“proskuneo”) a Dios, que está sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!” (LBLA)

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Los cuatro seres vivientes se inclinan en una adoración respetuosa ante Elohim que está sentado en el trono. Tampoco aquí el Cordero es el objeto de la adoración. El único ejemplo donde se inclinan ante el Cordero lo encontramos en el capítulo 5 donde reconocen el derecho del Cordero para abrir el rollo del libro que desatará los juicios del Eterno sobre el mundo. Pero en ese caso no se emplea la palabra “proskuneo/hishtajavá” sino sólo “pipto/nafal”. Indiscutiblemente hay un señalamiento en toda la revelación que hay en este libro acerca del culto celestial donde la palabra “proskuneo/hishtajavá” no es utilizada para el Cordero. ¿Será esta una evidencia de que el Mesías no recibe la misma veneración en el cielo como Aquel que está sentado en el trono? Es cierto que los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cayeron ante el Cordero en reconocimiento de su dignidad. Y los millones de ángeles ciertamente reconocieron que el Cordero que fue inmolado es “digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.” Pero no está escrito en el libro de Revelación que los ángeles cayeron ante el Cordero. Tampoco está escrito en ninguna otra ocasión que el Cordero fuera objeto de “proskuneo/hishtajavá”. Parece que en el culto celestial esta palabra está reservada únicamente para Aquel que está sentado en el trono y que ha creado todas las cosas. Cuando Yojanán en un par de ocasiones cayó (“proskuneo/hishtajavá”) ante aquel ángel que le estaba transmitiendo aquella revelación que el Padre había dado a Yeshúa, fue corregido y se le dijo que “proskuneo/hishtajavá” sólo se puede hacer ante el Padre (Rev. 19:10, 22:19). Está claro que en el mundo celestial sólo Elohim es el objeto de esta forma de veneración. Ni siquiera el Cordero la recibe, sólo el Padre. En el cielo sólo se adora al Padre, a nadie más. Esto no quita que el Cordero reciba alabanza y honra. Él dijo en una ocasión anterior que todos honrarán al Hijo como honran al Padre (Juan 5:23). Si uno se inclina en respeto ante el Hijo y Le honra como Aquel que el Padre Le ha hecho y Le atribuye aquel honor que Él con razón ha recibido mediante Su sufrimiento, entonces el Padre es honrado por medio de Él (Juan 14:13; Fil. 2:11) Casos donde se prohíbe “proskuneo” En este libro no vamos a entrar en las prácticas prohibidas de adoración y culto a los dioses paganos (Éxodo 20:3-5). Tampoco hablaremos de la adoración de los demonios, la bestia, el anti-mesías o su imagen (Rev. 9:20; 13:4, 15). En lugar de eso vamos a estudiar algunos casos en los Escritos Apostólicos donde se prohíbe la acción de “proskuneo”. Ya hemos mencionado de paso como Yojanán fue impedido a caer delante del ángel en el libro de Revelación 19:10; 22:8-9, donde está escrito:

“Entonces caí (“pipto”) a sus pies para adorarle (“proskuneo”). Y me dijo: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora (“proskuneo”) a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía... “Yo, Juan, el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré (“pipto”) para adorar (“proskuneo”) a los pies del ángel que me mostró estas cosas. Y me dijo: No

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hagas eso; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora (“proskuneo”) a Dios.” (LBLA)

Obviamente Yojanán se pasó en cuanto a expresar su respeto ante el emisario celestial que le había enseñado todo esto. Observe que ambas palabras “pipto/nafal” y “proskuneo/hishtajavá” son utilizadas para expresar lo que hizo Yojanán. Era demasiado. Es interesante comparar con Revelación 3:9 donde Yeshúa claramente dice que falsos hombres caerán ante los pies del líder de la congregación. Lo paradójico es que allí está la palabra “proskuneo/hishtajavá” y no “pipto/nafal”. Este es el único lugar en todo el libro de Revelación donde otro excepto Aquel que está sentado en el trono sea objeto de este tipo de veneración mediante “proskuneo/hishtajavá”. La conclusión que podemos sacar de eso es que la palabra puede ser entendida de diferente manera y debe ser interpretada según el contexto. En Mato 4 encontramos una prohibición semejante contra la adoración de alguien que no sea Elohim, donde vino el enemigo para tentar a Yeshúa en un momento de debilidad. En los versículos 8-11 está escrito:

“Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos; y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote (“pipto”) me adoras (“proskuneo”). Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: ’Al Señor tu Dios adorarás (“proskuneo”), y solo a Él servirás.’ El diablo entonces le dejó; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.” (LBLA)

En este texto vemos que satanás ofreció a Yeshúa el poder sobre el sistema de este mundo si estaba dispuesto a inclinarse ante él dándole su reverencia. Satanás es un ángel rebelde y por eso quería tomar el control sobre Yeshúa por medio de recibir este tipo de adoración. Si Yeshúa se hubiera sometido a satanás hubiera sido rebelde contra Su Padre y hubiera cometido el mismo pecado que el primer Adam que recibió una oferta semejante, si no fue la misma. Yeshúa citó desde Deuteronomio 6:13 y 10:20 aquellos mandamientos que el Eterno había dado en la Torá. Allí aparece la palabra “yaré”8, que significa “temer”, y no la palabra “hishtajavá”. Hay muchas fuentes históricas que unánimemente afirman que Matityahu (Mateo) escribió en hebreo.9 Por lo tanto, el original debería haber citado la palabra “yaré” desde el texto hebreo, que Yeshúa con toda probabilidad estaba citando ante satanás. Sin embargo, lo interesante es que tanto la traducción aramea como la griega de Mateo utilizan palabras que significan “inclinarse en reverencia” donde la Torá dice “temer”. Esto nos enseña que hay una conexión entre aquella adoración que se da al Eterno y tener temor, en el sentido de respeto. El que se inclina ante del Eterno lo hace con temor ante Su poderosa grandeza y santidad. Él es el Altísimo y como tal Él es digno de ser temido y servido. Ningún otro es digno de ser el objeto de tal temor porque nadie es tan santo como Él. Podemos aprender otra cosa del texto de Mateo 4. Es cuando Yeshúa le dice a satanás que se vaya porque sólo se puede adorar y servir al Eterno. Si Yeshúa mismo hubiera

8 Strong H3372 yârê', yaw-ray', A primitive root; to fear; morally to revere; causatively to frighten: - affright, be (make) afraid, dread (-ful), (put in) fear (-ful, -fully, -ing). (be had in) reverence (-end), X see, terrible (act, -ness, thing). 9 Papias (150-170), Ireneo (170), Orígenes (c:a 210), Eusebio (c:a 315), Epifanio (370), Jerónimo (382) y Ishodad (850)

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sido el Eterno venido en carne, ¿por qué le ordenó a satanás alejarse de Él? ¿No debería haberle ordenado a satanás inclinarse ante Él en adoración? Pero en lugar de ocupar el lugar del Eterno, Yeshúa Le señala y dice que sólo se puede temer, adorar y servir a YHVH Elohim. Vamos a terminar con un último ejemplo de adoración errónea. Cuando el apóstol Kefa fue enviado al gentil Cornelio para predicar el mensaje de salvación fue recibido con un respeto muy grande que fue expresado de manera que corrían el riesgo de hacer una adoración falsa. En Hechos 10:25-26 está escrito:

“Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose (“pipto”) a sus pies, lo adoró (“proskuneo”). Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.” (LBLA)

Basándonos en la respuesta que dio Kefa, vemos que Cornelio estaba a punto de darle algo que ningún hombre tiene el derecho de recibir. Vimos que el ángel dio una respuesta semejante a Yojanán cuando se inclinó ante él para darle su reverencia. El ángel dijo: “yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos”. Así que, el que sirve al Eterno no tiene el derecho de recibir ese tipo de honra que sólo se puede dar a Aquel a quien se está sirviendo. Naturalmente ni Yojanán ni Cornelio reconocieron ni al ángel ni a Kefa como el Altísimo. Sabían muy bien que no estaban delante del Eterno sino delante de Sus representantes. Por eso era correcto expresar reverencia y respeto ante estos emisarios. Sin embargo, en ambos casos pasaron el límite de lo permitido. Evidentemente hay un límite para cuánta honra se puede dar a uno que está al servicio del Eterno. El Eterno no da la gloria que le pertenece a Él a ningún otro (Isa. 42:8). Tampoco permite que se adore algo creado como si fuera el Creador porque, como dijimos antes, eso es el primer paso para la apostasía (Rom. 1:25). Conclusión Al hacer un resumen de lo que hasta ahora hemos visto en este capítulo llegamos a la conclusión de que la palabra griega “proskuneo” prácticamente tiene el mismo significado que la palabra hebrea “hishtajavá” tiene en el Tanaj (AT) y es utilizada de la misma manera en las traducciones griegas de los Escritos Apostólicos (NT). Esto significa que la palabra puede significar adoración del Eterno tanto en cuando al servicio sacrificial como en cuanto a la inclinación ante Él en profunda reverencia, temor y temblor y reconocimiento de Su soberanía sobre toda cosa creada. También significa que la palabra puede implicar una muestra externa de un respeto interno ante los siervos que el Eterno ha enviado para representarle. Pero también puede significar una fuerte muestra externa de reverencia ante otros hombres que tienen una posición alta. Cuando Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa se inclinaron hasta la tierra ante los ángeles, no significa que hayan adorado a estos ángeles. Pero cuando Yojanán se inclinó ante los pies del ángel en Patmos fue ordenado a levantarse porque se había pasado. ¿Cuál fue la diferencia entre una cosa y otra? La expresión externa fue exactamente la misma. La diferencia estaba en la actitud del corazón. El corazón es el factor decisivo cuando se trata de decidir si es una reverencia sana o una adoración falsa ante los siervos enviados por el Eterno.

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Cuando los hermanos de Yosef se inclinaron hasta la tierra ante él, cuando David se inclinó hasta la tierra ante el rey Shaúl y su hijo Yonatán y cuando el pueblo se inclinó hasta la tierra ante el rey David no se trataba de que estos hombres fueran adorados o reconocidos como dioses. Tampoco el que había tomado prestado adoró al que le había prestado (Mat. 18) y los falsos hombres no adoraron al dirigente de la congregación en Filadelfia (Rev. 3). Pero cuando Cornelio se inclina ante Kefa fue ordenado levantase porque se había pasado. ¿Cuál fue la diferencia entre una cosa y otra? La expresión externa fue exactamente la misma. La diferencia estaba en la actitud de sus corazones. Hacia fuera puede aparecer como adoración, pero al fin y al cabo es el corazón el que decide cuál es la posición en la que es puesto el que es honrado mediante la inclinación. Entonces ¿fue Yeshúa adorado por los sabios de Babilonia, el hombre que había nacido ciego y que había sido sanado, el hombre endemoniado, los discípulos en la barca y después de la resurrección, y será adorado por los ángeles al ser introducido de nuevo en el mundo? Dejo que el lector mismo dé la respuesta. El hecho es que no se puede probar con las Escrituras que Yeshúa recibió la misma adoración como el Padre, ni siquiera en la revelación más clara que tenemos del culto celestial. El argumento que se basa en los textos que dicen que Yeshúa fue adorado y por eso tiene que ser el Eterno no resiste ante un estudio más minucioso de las Escrituras.

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Capítulo 8 – La preexistencia del Mesías y su importancia en la creación En el capítulo anterior vimos que la palabra “proskuneo” en los textos griegos de los Escritos Apostólicos (NT) tiene el mismo significado que la palabra hebrea “hishtajavá” en el Tanaj (AT) y es usada de manera similar. Las palabras pueden significar tanto adoración al Eterno en el culto sacrificial como el hecho de inclinarse ante Él. Pero también puede expresar una muestra física de profunda reverencia ante los representantes del Eterno y otros hombres elevados. La actitud del corazón es decisiva cuando se trata de reconocer la posición a aquella persona que es objeto de este tipo de reverencia. Por eso el argumento que dice que Yeshúa tiene que ser el Eterno por haber sido “adorado” no resiste ante un estudio más profundo. En este capítulo vamos a estudiar los textos que hablan de la preexistencia del Mesías y Su importancia en la creación. El proyecto Mesías – el plan maestro eterno para la creación En Génesis 1:1 está escrito:

“En el principio creó Elohim los cielos y la tierra” (Trad. mía) En Juan 1:1 está escrito:

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” (LBLA)

En Miqueas 5:2 (v. 1 en el texto heb.) está escrito:

“Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.” (LBLA)

Un Midrash1 dice:

"Desde el principio de la creación del mundo el rey Mesías nació, porque él entró en la mente (de Dios) incluso antes de que el mundo fuera creado".

¿Qué había antes del principio? Sólo uno, Elohim. Sin embargo, dentro de Elohim había planes, que estaban allí desde la eternidad, en un estado sin tiempo, puesto que a partir de la creación de todo, empezó el tiempo. Todo lo que estaba dentro del Creador antes de la creación, está fuera del tiempo, pero no como algo existente, como nosotros lo entendemos, sino como parte de un pensamiento, un consejo, un plan o un proyecto. Ese plan maestro es la Palabra, la Torá, que el Único Eterno con Su sabiduría infinita ha compuesto desde la eternidad, en un estado fuera del tiempo.

Según el Talmud,2 siete cosas fueron creadas antes de que el mundo fuese creado:

1 Pesikta Rabá 152b 2 Nedarim 39b, Pesajim 54a.

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1. La Torá (Prov 8:22). 2. El arrepentimiento (Sal 90:2-3). 3. El huerto del Edén (el paraíso) (Gén 2:8). 4. Gehinom (el infierno) (Isa 30:33). 5. El trono de gloria (Sal 93:2). 6. El templo (Jer 17:12). 7. El nombre del Mesías (Sal 72:17).

El mundo fue creado con relación a estas siete cosas. La Torá es el plan arquitectónico de toda la creación. El hecho de que se hable del arrepentimiento como algo que precede a la creación, nos enseña que aunque El Eterno no había decidido de antemano que el hombre pecara, Él ya había planeado una solución para el pecado del hombre, como también está escrito en Revelación 13:8b:

“el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.” (RV60)

En 1 Pedro 1:20 está escrito:

“Porque él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros” (LBLA)

En Hebreos 4:3b está escrito:

“las obras de El estaban acabadas desde la fundación del mundo.” (LBLA) La palabra hebrea que en Génesis 1:1 ha sido traducida como En el principio es “bereshit”. Es una palabra compuesta por dos palabras, “be” que significa dentro de, en, con, por medio de, por causa de etc., y “reshít”,3 que significa primero (en lugar, tiempo, orden o rango), primicia, inicio, principal, lo mejor etc. Según el diccionario Strong, esta última palabra viene de la misma raíz que “rosh”4 que significa cabeza, parte superior, comienzo, jefe, principal, gobernante, etc. Según Rashí,5 en todos los lugares donde la palabra “reshit” aparece en las Escrituras, se halla en el estado constructo6 en relación con el sustantivo que la sigue. La letra “tav” final en la

3 Strong H7225 rê'shîyth, ray-sheeth', From the same as H7218; the first, in place,

time, order or rank (specifically a firstfruit): - beginning, chief (-est), first (-fruits, part, time), principal thing.

4 Strong H7218 rô'sh, roshe, From an unused root apparently meaning to shake; the head (as most easily shaken), whether literally or figuratively (in many applications, of place, time, rank, etc.): - band, beginning, captain, chapiter, chief (-est place, man, things), company, end, X every [man], excellent, first, forefront, ([be-]) head, height, (on) high (-est part, [priest]), X lead, X poor, principal, ruler, sum, top.

5 Rabí Shelomó ben Yitsjak (Francia 1064-1105 e.c). Uno de los exegetas medievales más importantes. Su comentario sobre Jumash (el Pentateuco) es estudiado en cada Yeshivá (colegio religioso de formación rabínica) en todo el mundo. Su obra reúne las explicaciones rabínicas desde el Talmud, el Midrash, las tradiciones extra-talmúdicas, las traducciones antiguas al arameo, llamadas Targumim y demás. Sus explicaciones del texto

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palabra “Bereshit” muestra que está escrita en la forma constructo, dando el significado de “principio de”. Ahora, la palabra que sigue es “bará”, que literalmente significa creó, y por lo tanto no es un sustantivo, sino un verbo. Sin embargo, según Rashí, este verbo debe ser entendido como el crear. La traducción literal de los dos primeros versículos sería entonces:

“En el principio del crear de Elohim los cielos y la tierra, cuando la tierra era confusión y vacío, con oscuridad sobre la superficie del abismo y el aliento de Elohim planeaba sobre la superficie de las aguas, entonces Elohim dijo: "Haya luz", y hubo luz.”

Según esta interpretación, el primer versículo no explica el orden en que fueron creadas las cosas. La luz fue una de las primeras cosas que hizo el Eterno, antes que el sol y las estrellas. Fuentes judías antiguas relacionan tanto esta luz primaria, como el Espíritu que volaba sobre la superficie de las aguas, con el Mesías, como se puede leer en un Midrash:7

Esta es la luz del Mesías... para enseñarte que el Eterno vio la generación del Mesías y Su ministerio antes de la creación del mundo, y lo escondió... bajo Su trono de gloria. Hasatán le preguntó: “Amo del mundo: ¿Para quién es esa luz debajo de Tu trono de gloria? Y el Eterno respondió: “Ella está reservada para aquél que se encargará de aplastarte”.

Otro Midrash8 enseña:

Y el Espíritu de Elohim reposaba... (Gén.1:2), esto alude al espíritu del Mesías, que estuvo moviéndose sobre la faz de las aguas.

En una de las reglas de interpretación del tercer nivel, en hebreo “drash”, “búsqueda”, se comparan y se relacionan expresiones o palabras similares que aparecen en diferentes textos en las Escrituras. La palabra “reshít” aparece casi 20 veces en el Jumash, y en más de 50 ocasiones en todo el Tanaj.9 Se usa en relación con el inicio de un reinado (Gén. 10:10); con un hijo primogénito (Gén. 49:3; Deut. 21:17); con los primeros frutos de la tierra, las primicias (Éx. 23:19; 34:26) etc. En Proverbios 8:22, la sabiduría, que es la Torá, es llamada “el principio (reshít) de su camino”. En Jeremías 2:3, el pueblo de Israel es llamado “la primicia (reshít) de sus frutos”. En las Escrituras hay una relación muy íntima entre reshít y el Mesías. El Mesías es el Reshít de todas las cosas, como está escrito en Colosenses 1:15-18:

hebreo tienen como propósito dar al lector un entendimiento de su sentido literal, en hebreo “peshat”, que es el primer nivel de interpretación de las Escrituras. Con otras palabras, él esta explicando qué es lo que quiere decir el texto de la Torá a simple vista.

6 Este fenómeno gramatical, llamado smijút en hebreo, es muy común en las Escrituras, y construye una relación entre dos sustantivos, uno de los cuales está subordinado al otro, el cual lo determina. Por ejemplo “simjat Torá”. La palabra “simjá” o “simjah” es una palabra femenina que significa “alegría”. Cuando aparece en la forma constructa se intercambia la letra “hey” final por una “tav”, para que tenga el significado de “alegría de”. “Simjat Torá” significa literalmente “la alegría de la instrucción”.

7 Yalkut sobre Isaías 60. 8 Rav Shimón ben Lakish, en Bereshit Rabá 2:4 9 Conocido en el mundo cristiano como el Antiguo Testamento. Tanaj es una palabra

acróstica, compuesta por las tres primeras letras de los nombres de las tres partes del canon hebreo, Torá (instrucción), Neviím (Profetas) y Ketuvim (Escritos).

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“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen. El es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y El es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que El tenga en todo la primacía.” (LBLA)

En Revelación 3:14 está escrito:

“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: "El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios” (LBLA)

El Mesías no es solamente las primicias, el Reshít, de la creación, sino también de la resurrección, como está escrito en 1 Corintios 15:20, 23:

“Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron... Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida” (LBLA)

El Mesías es el proyecto que está detrás de todas las cosas creadas. El Mesías está en el interior del Padre eterno desde la eternidad, como está escrito en Juan 1:18:

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” (RV60)

No está escrito que el Hijo estaba en el seno del Padre, sino en tiempo presente, está en el seno del Padre. Como el Padre está fuera del tiempo, Su Hijo, que es el proyecto Mesías, está fuera del tiempo, dentro del Padre, en la eternidad, en el presente continuo por toda la eternidad, como también está escrito en Juan 3:13:

“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.” (LBLA)

Observe que no está escrito que el Hijo del Hombre estaba en el cielo, sino está. Él está en el cielo eternamente en un presente continuo. Cuando Yeshúa estaba en la tierra estaba al mismo tiempo en el cielo. Su presencia en el cielo es eterna. Por eso está escrito en Juan 17:5, 24b:

“Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera... la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” (LBLA)

El Eterno ha decidido gobernar el universo por medio del Mesías. Por lo tanto, la palabra “reshít” también está relacionada en las Escrituras con el principio de un reinado. Es más, el Mesías es la razón por la cual todas las cosas fueron creadas y para quién todo haya sido hecho. El Eterno creó todas las cosas por medio del plan Mashíaj, y para Mashíaj, que más adelante iba a ser manifestado como un ser viviente, como está escrito en 1 Juan 1:1-2:

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“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca de la Palabra de vida, pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó.” (LBLA)

En Juan 1:14 está escrito:

“Y la Palabra (la Torá, el plan maestro) fue hecha carne, y puso su cabaña entre nosotros.” (Trad. mía)

Como hemos dicho, el prefijo hebreo “be” en la primera palabra de la Torá, “beReshít”, significa en, por, en aras de, por causa de, etc. Esto nos enseña que Elohim creó los cielos y la tierra en Reshít, o por causa de Reshít. Como hemos visto antes, Reshít es la Torá, Israel y el Mesías. En realidad estos tres son uno. La Torá es el plan eterno por medio del cual el mundo fue creado. Israel es el hijo primogénito del Eterno (Éx. 4:22; Os. 11:1). El Mesías es la Torá manifestada como hombre (Jn. 1:14) y Él que reúne en sí a todo Israel (Mat. 2:15, Jn. 12:32). Así que, todas las cosas fueron creadas por medio de la Torá y por causa de Israel. Y todo fue creado por medio del Mesías y por causa del Mesías, como también está escrito en Juan 1:1-3:

“En el principio existía la Palabra (la Torá, el plan maestro), y la Palabra estaba con Elohim, y la Palabra era elohim. Ella estaba en el principio con Elohim. Todas las cosas fueron hechas por medio de ella, y sin ella nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Trad. mía)

En Colosenses 1:16b está escrito:

“todo ha sido creado por medio de El y para El” (LBLA) Esta Palabra preexistente, esta Torá, este proyecto Mashíaj, fue materializado poco a poco por medio de la creación de todas las cosas. Pero aunque el Mesías no había sido manifestado como un ser viviente, todas las cosas fueron preparadas por causa de él, y por causa de que él iba a ser manifestado y elevado como gobernante sobre todas las cosas creadas. Por esto podríamos traducir Génesis 1:1 también de esta manera:

“Por causa del Principal creó Elohim los cielos y la tierra.”

La primera letra de la Torá es bet, que significa casa. Por lo tanto podríamos entender el primer versículo también de esta manera:

“Una casa para Reshít creó Elohim los cielos y la tierra.”

Esto nos enseña que los cielos y la tierra son la casa de Reshít, que es el Mesías. Casa y ropa es esencialmente lo mismo. Por lo tanto, la creación es la ropa del Mesías, como está escrito en el Salmo 102:25-27 (cf. Heb. 1:10-12):

“Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.” (LBLA)

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El Mesías no creó el mundo – el mundo fue creado por medio de Él Tome nota que las Escrituras no enseñan que todo fue creado por el Mesías sino en Él y por medio de Él.10 El Mesías no fue el que creó sino el Eterno. El Eterno creó desde el plan Mesías que tenía dentro de Sí mismo desde la eternidad, como está escrito en Colosenses 1:16:

“Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El.” (LBLA)

Según Juan 1:3 el mundo fue hecho por medio de la Palabra, la Torá, el plan maestro, que había estado con Elohim desde el principio, como está escrito:

“Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (LBLA, NBLH11)

En Juan 1:10a está escrito:

“En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El” (LBLA) La palabra griega que en estos versículos ha sido traducida como por medio de es “día”. El texto arameo Peshita usa la palabra “biydeh”12 que significa mano, a través de, cerca de. En Hechos 2:22 está escrito:

“Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de (gr. “día”, aram. “bidyeh”) El, tal como vosotros mismos sabéis” (LBLA)

Este texto muestra que fue el Eterno quien hizo los milagros y señales a través de Yeshúa. Tanto el texto griego como el texto arameo utiliza la misma palabra aquí que en Juan 1:3, 10 y 1 Corintios 8:6 donde está escrito que todo fue hecho por medio de Él. Así que no fue Yeshúa que hizo los milagros en sí mismo, sino el Eterno que estaba haciendo los milagros a través de Él. Yeshúa es el Emisario del Eterno, Su Shaliaj, su Apóstol (Heb. 3:1). Nada de lo que hizo o dijo Yeshúa vino de Él mismo, sino del Padre, como está escrito en Juan 5:19 y 14:10b:

“Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que

10 Lamentable la versión Reina-Valera y otras no tradujo la palabra griega “día” como por medio de, a través

de, sino como por, dándole un sentido diferente a su significado principal. De esta manera da pie a que el lector piense erróneamente que el Mesías sea el Creador.

11 Nueva Biblia de Los Hispanos 12 Esta palabra aramea aparece en 36 ocasiones en las Escrituras Apostólicas. Mat. 3:12;

Mar. 8:23; 9:27; Luc. 3:17; 9:7; 12:48; 13:17; 15:22; Jn. 1:3, 7, 10; 3:17; Hech. 2:22; 3:7; 7:25; 8:13; 13:11; 19:11; 23:19; 28:3, 4; Rom. 11:36; 1 Cor. 8:6 (2 veces); 2 Cor. 1:20; Col. 1:16; 3:17; Heb. 2:10; 3:5; 7:25; 1 Jn. 4:9; Rev. 1:16; 2:1; 6:5; 10:2; 20:1.

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hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera… Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras.” (LBLA)

El mismo principio regía antes que Yeshúa fue hecho. La Palabra que existía desde el principio como un plan y luego como una orden pronunciada, fue el medio a través del cual el Padre creó todo. Cuando la Palabra luego fue hecha hombre, el Eterno seguía dirigiéndose por el mismo patrón, el mismo principio. En Hechos 7:25 está escrito:

“Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad por medio de (”día”/”biydeh”) él, pero ellos no entendieron.” (LBLA)

En Hechos 19:11 está escrito:

“Y Dios hacía milagros extraordinarios por mano de (”día”/”biydeh”) Pablo” Estas palabras muestran que el Eterno utiliza Sus agentes para efectuar Sus obras poderosas. Pero no son los agentes en sí que hacen estas obras, sino el Eterno a través de ellos. De la misma manera sucede con el proyecto Mesías. Fue el Eterno que hizo todo a través de este proyecto. Así que, el Mesías no fue el Creador sino la herramienta del Creador. El Mesías es el origen, el propósito y la meta que el Eterno tiene para la creación. No hay nada en la creación, tanto invisible como visible, que esté fuera de este plan Mesías. Todo fue creado en Él, por medio de Él y para Él. La Palabra fue hecha carne y como hombre sufrió y superó todas las pruebas en obediencia, hasta la muerte. A consecuencia de esto fue exaltado muy por encima de todo lo creado y colocado en la posición que le había sido destinada desde la eternidad, desde antes de que todo fuese creado. Por medio del Mesías Yeshúa el Eterno va a dirigir la creación para que finalmente llegue a su destino originario. Todo, absolutamente todo, será puesto debajo del señorío del Mesías y después Él mismo pondrá todo debajo de Su Padre para que Elohim sea todo en todos, como está escrito en 1 Corintios 15:24-48:

“entonces vendrá el fin, cuando El entregue el reino al Dios y Padre, después que haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder. Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el último enemigo que será abolido es la muerte. Porque DIOS HA PUESTO TODO EN SUJECION BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas. Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (LBLA)

En Efesios 1:9-10 está escrito:

“nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en El, con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos, es decir,

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de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”

El Mesías es el camino – de dos direcciones La Palabra, la Torá, el plan maestro, fue primero un pensamiento, luego una palabra hablada, después una palabra escrita y finalmente fue hecha carne. Así que, la Palabra se ha desarrollado según estos cuatro pasos:

1. La Torá pensada – eternamente antes del inicio del tiempo, el espacio y la materia. 2. La Torá hablada – en la creación de todas las cosas. 3. La Torá escrita – dada por medio de Moshé, los profetas y los apóstoles. 4. La Torá viviente – Yeshúa el Mesías.

Cuando está escrito en Juan 1:1 que la Palabra era elohim significa, entre otras cosas, que el Eterno delegó toda Su autoridad a la Palabra invisible. Luego la delegó a la Palabra hablada, después a la Palabra escrita y finalmente a la Palabra viva, el Verbo de vida (1 Jn. 1:1; Mat. 28:18; Jn. 5:22). Como el Eterno delegó a la Torá toda Su autoridad, la Torá constituye el camino por medio del cual el Eterno se comunica con la creación y por medio del cual la creación puede comunicarse con el Creador. Y como el Mesías es la Torá viviente, Él es el camino por medio del cual el Eterno se relaciona con lo creado y el camino en el cual nosotros podamos relacionarnos con el Eterno, como está escrito en Juan 14:6b:

“Yo soy el camino… nadie viene al Padre sino por mí.” (LBLA) En Colosenses 3:17 está escrito:

“Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de (”día”/”bijdeh”) El a Dios el Padre.”

En Hebreos 7:25 está escrito:

“Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de (”día”/”bijdeh”) El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.” (LBLA)

Y de la misma manera como nadie viene al Padre sino por ese camino, el Padre tampoco podrá relacionarse con el mundo fuera de ese camino. Cuando el hombre se acerca al Eterno, ve la Palabra, y a través de la Palabra, en todos sus diferentes estados de desarrollo, ve al Eterno, porque la Palabra ejerce la función de elohim. De la misma manera, cuando el Eterno se acerca al mundo, lo hace mediante Su delegado, Su Palabra, en todos sus diferentes estados de desarrollo. La Palabra pensada, hablada, escrita y viviente es el medio de contacto entre el Creador y la creación, no hay otro camino. Por medio de esa Palabra todas las cosas existen y por medio de esa Palabra también todas las cosas se mantienen unidas, como está escrito en Hebreos 1:3a:

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“El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder.” (LBLA)

En Revelación 19:13 está escrito:

“Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo (la Palabra) de Dios.” (LBLA)

Desde la perspectiva eterna Como hemos dicho antes, la Palabra no fue un ser viviente desde el principio, la Palabra llegó a ser un ser viviente. La Palabra no fue un hombre desde el principio, la Palabra llegó a ser un hombre (Jn. 1:14). Pero como la Palabra fue planificada desde el principio para llegar a ser un hombre, Yeshúa fue una realidad eterna dentro del Padre. Pero Yeshúa no fue una realidad en este mundo hasta que fue creado en el vientre de su madre. Desde la perspectiva de nuestro mundo limitado al tiempo, Yeshúa no existió hasta que fue creado en el vientre de su madre. Pero desde la perspectiva del Eterno, fuera del tiempo, Yeshúa existía desde la eternidad y fue amado y vestido de gloria. Para el Eterno no existe ni futuro ni pasado. Por eso todos existen ante Él, tanto los que han muerto como los que todavía no han llegado a ser. Por eso viven Avraham, Yitsjak y Yaakov ante el Eterno a pesar de que ahora estén muertos. Por el hecho de que serán levantados de entre los muertos están viviendo en el futuro delante del Eterno. Como el Eterno está en el futuro, en su estado fuera del tiempo en un eterno presente, no sólo ve el tiempo cuando los patriarcas vivan la vida de resurrección, sino Él está allí ahora y tiene comunión con los patriarcas resucitados. Pero el Eterno no tiene comunión con los patriarcas estando muertos. Por eso tiene que haber una resurrección para que Él pueda ser llamado el Elohim de Avraham, Yitsjak y Yaakov. Porque Él no es un Elohim de muertos sino de vivos (Mat. 22:32). Extractos del libro de Enoc En el libro de Enoc13 se puede leer en el capítulo 46:1-6:14

13 El libro de Enoc lleva el nombre del varón que vivió en la séptima generación desde

Adam (Gén. 5:18, 22-24). El texto más conocido ha sido preservado en el idioma etíope, pero también existen partes en arameo y griego. Este libro es llamado 1 Enoc por los investigadores, y consideran que fue escrito en el primer siglo a.E.C. o más temprano. También hay otras dos versiones que los investigadores llaman 2 Enoc y 3 Enoc. 2 Enoc está escrito en el idioma eslavo antiguo y se data del primer silo E.C. 3 Enoc está escrito en hebreo y hay los que consideran que los primeros 16 capítulos son muy antiguos, aproximadamente desde del siglo IX a.E.C. Entre los rollos del Mar Muerto fueron encontradas varias versiones casi completas de 1 Enoc en arameo, junto con algunos otros escritos, que también son considerados como parte de las revelaciones de Enoc. El libro de Enoc jugaba un papel importante en el pensamiento judío durante el primer siglo antes de la Era Común. En Judas 14-15 hay una cita de él. La Iglesia Ortodoxa Etíope lo considera como parte del canon, la Escritura inspirada.

14 La traducción castellana está sacada de http://es.wikisource.org/wiki/El_Libro_de_Enoc

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1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los santos ángeles. 2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste, de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?". 3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre. 4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores; 5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza. 6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el nombre del Señor de los espíritus.

En Enoc 48:1-6 se puede leer:

1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría, todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban con los santos, los justos y los elegidos. 2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza de los Días. 3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el Señor de los espíritus. 4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no caer; será luz para las naciones y esperanza para los que sufren. 5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán; alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los espíritus. 6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de la creación del mundo y para siempre.

Aunque este escrito no es parte del canon judío, nos da una idea de cómo era el pensamiento del judaísmo del segundo templo, antes y durante el tiempo de Yeshúa. Observe que aquí dice que el nombre del Hijo del Hombre fue mencionado antes de que las luces celestiales fueran hechas. Las palabras de que todos en la tierra tendrán que prosternarse y reverenciarle y alabar y bendecir al Señor de los espíritus concuerdan bien con Filipenses 2:9-11, donde está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (RV60)

Las palabras del libro de Enoc, acerca del Hijo del Hombre que fue escogido y escondido ante el Eterno antes de que el mundo fuese creado, concuerdan bien con la doctrina judía que mencionamos antes, acerca de la luz primaria, que fue escondida debajo del trono de gloria para luego ser entregada al que iba a aplastar a satanás. Esto concuerda también con 1 Juan 1:2 donde está escrito:

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“pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó” (LBLA)

La canción de la Sabiduría En Proverbios 8:22-31 está escrito:

“El SEÑOR me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos pasados. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los orígenes de la tierra. Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales abundantes en aguas. Antes que los montes fueran asentados, antes que las colinas, fui engendrada, cuando El no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo primero del mundo. “Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo, cuando arriba afirmó los cielos, cuando las fuentes del abismo se afianzaron, cuando al mar puso sus límites para que las aguas no transgredieran su mandato, cuando señaló los cimientos de la tierra, yo estaba entonces junto a El, como arquitecto; y era su delicia de día en día, regocijándome en todo tiempo en su presencia, regocijándome en el mundo, en su tierra, y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.” (LBLA)

El versículo 12 nos muestra que esta escritura está hablando de la sabiduría. La sabiduría está presentada en Proverbios de una manera poética, como si fuera una mujer (7:4, c.f. Mat 11:19; Luc. 11:49). Según una interpretación usual del mundo cristiano este texto está hablando del Mesías y constituye una evidencia de que Él fue un ser consciente y eterno antes de que todo fuera creado y por lo tanto es una de las personas de la Deidad. Sin embargo, hay varios argumentos que hablan fuertemente en contra de una interpretación semejante:

• La sabiduría no es una persona. El texto es poético y por lo tanto no debe ser interpretado literalmente.

• La sabiduría es presentada como una mujer, no un hombre. Si el texto hubiera querido hablar del Mesías como persona hubiera utilizado la forma masculina, no la femenina.

• La sabiduría dice de sí misma que es una posesión del Eterno al principio, pero no dice que ella es el Eterno.

En el texto griego de Septuaginta está escrito en el versículo 22 que la sabiduría fue creada. La misma palabra griega aparece en Génesis 14:19, 22; Deuteronomio 4:32; 32:6 y otros.15 También en la traducción al arameo, Peshita, está escrito en el Proverbios 8:22 que la sabiduría fue creada.

15 La misma palabra que LXX utiliza en Proverbios 8:22 aparece también en los textos

griegos de los escritos apostólicos en los siguientes versículos: Mar. 13:19; Rom. 1:25; 1 Cor. 11:9; Ef. 2:10, 15; 3:1; 4:24; Col. 1:16; 3:10; 1 Tes. 4:3; Rev. 4:11; 10:6.

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Preexistencia inconsciente Hay varios ejemplos en las Escrituras de cómo el Eterno haya escogido y apartado hombres mucho antes de que fueran hechos en el seno materno. En Jeremías 1:5 está escrito:

“Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.” (LBLA)

En Efesios 1:4-5 está escrito acerca del pueblo judío:

“según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad” (LBLA)

El hecho de que todos estos hombres hayan sido escogidos y apartados mucho antes de ser formados no significa que entonces estuvieran en un estado consciente. Ni el profeta Jeremías ni el resto del pueblo judío pueden decir que tenían una preexistencia consciente mucho antes de ser engendrados. Sin embargo, ellos estaban en el interior del Eterno, en Su plan eterno que ya existía antes de que el mundo fuera hecho. De la misma manera fue con el Mesías. Un niño preguntó a su madre de dónde venía. Su mamá le dijo que había estado en su vientre antes de nacer. “¿Y dónde estaba yo antes de estar en tu vientre?”, preguntó el niño. “Entonces estabas en el corazón del Eterno” le contestó su madre. En el Salmo 139:16 está escrito:

“Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.” (LBLA)

Si el Eterno pensó y escribió un plan de antemano para todos los hombres, ¡cómo no lo haría para el Mesías, Su Hijo amado! Así que, cuando Yeshúa dice que una gloría le había sido dada y que había sido amado por el Padre ya antes de que el mundo existiera, no tiene que significar que él haya tenido una existencia consciente. Lo mismo sucede cuando dice que él fue antes que Avraham, como está escrito en Juan 8:58b:

“De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.” (RV60) Pero ¿no estaba Avraham entre los que habían sido escogidos ya antes de la fundación del mundo? Ciertamente que sí, pero Yeshúa fue antes que Avraham en el pensamiento del Eterno y antes que Avraham fuese hecho en el vientre de su madre. Esto nos enseña que Yeshúa no fue hecho desde Avraham sino Avraham desde Adam HaKadmón, el Adam anterior, el plan maestro que estaba en el Eterno desde siempre. Por eso Avraham y todos los demás fieles en el pueblo del pacto fueron escogidos en el Mesías para ser apartados y sin mancha (Ef. 1:4). El Mesías precedía a todo lo demás en el plan maestro del Eterno y por medio de Él y a parir de Él fueron creados todos.

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¿Dijo Yeshúa realmente Yo Soy? Numerosos intérpretes cristianos ven en la expresión yo soy una alusión al Nombre con el cual el Eterno se presenta en Éxodo 3:14. Sin embargo, en el texto original hebreo de Éxodo no está escrito yo soy, sino el verbo ser en futuro, “ehiyé” – seré – que comúnmente se traduce como Yo soy. Si vamos al texto griego de los Escritos Apostólicos, que es la base de las traducciones castellanas, vemos que la expresión “ego eimi”, que en Juan 8:58 fue traducido como yo soy, aparece en unos 40 lugares más, y no sólo en la boca de Yeshúa. Mencionaremos algunos ejemplos: En Mateo 24:5; Marcos 13:6 y Lucas 21:8 Yeshúa está profetizando que van a venir muchos en Su nombre diciendo Yo soy (“ego eimi”) el Mesías y engañar a muchos. En Juan 9:9 está escrito acerca del hombre que había nacido ciego y que había sido sanado por medio de Yeshúa:

“Unos decían: El es; y otros decían: No, pero se parece a él. El decía: Yo soy (“ego eimi”).” (LBLA)

En Hechos 10:21 está escrito:

“Pedro descendió a donde estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy (“ego eimi”) el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?” (LBLA)

Vemos, por tanto, que la expresión “ego eimi” es utilizada como traducción no sólo de las palabras de Yeshúa, sino también de otras personas. Ni el hombre que había nacido ciego y luego fue sanado, ni Pedro, tenían en mente el Nombre del Eterno cuando dijeron que fueron ellos. En Juan 8:58, el texto arameo, Peshita, usa la palabra “aiytay” la cual es un substantivo y se traduce como es. Esta palabra aparece unas veinte veces en el texto Peshita de los Escritos Apostólicos.16 Tampoco esta palabra fue usada sólo para palabras de Yeshúa sino también para las de otros hombres cuando hablan de sí mismos, por ejemplo Zacarías (Luc. 1:18), Juan el bautista (Jn. 1:21), Pablo (Rom. 7:25; 1 Cor. 9:2, 21; 15:10) y otros. Por lo tanto, el texto arameo tampoco da evidencia alguna de que lo que dijo Yeshúa en Juan 8:58 fuera una alusión al Nombre del Eterno porque la misma expresión aparece en la boca de varias otras personas. ¿En qué idioma hablaba Yeshúa cuando estaba delante de sus conciudadanos judíos en Juan 8?

16 Mar. 14:7; Luc. 1:18, 22:27; Jn. 1:21, 7:34, 36, 8:58, 12:26, 13:13, 14:3; Rom. 7:25, 1

Cor. 9:2, 9:21, 15:10; 1 Jn. 2:6; Rev. 1:17, 18; 19:10; 22:9.

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El griego es totalmente descartado porque el griego no fue el idioma que los judíos utilizaban para comunicarse mutuamente en la tierra de Israel.17 Por eso Yeshúa no utilizó la expresión “ego eimi” que está escrita en la traducción griega de Juan 8:58. Él no dijo Yo Soy en griego. El texto griego utiliza exactamente la misma expresión en Juan 8:58 y otros,18 donde Yeshúa enfatiza que se trata de él, que cuando el ciego dice que es él en Juan 9:9. Si la expresión griega “ego eimi” fuera una alusión a Éxodo 3:14 cuando Yeshúa habla de sí mismo, si seguimos las reglas de interpretación, debería serlo también cuando el ciego habla de sí mismo exactamente de la misma manera, todo esto en el supuesto caso de que hablaran en griego. Pero si es prácticamente imposible que Yeshúa hablara en griego con sus conciudadanos judíos, ¡cuánto más imposible será que un ciego que no había tenido posibilidad de ir al colegio y aprender a leer y escribir, hablara en un idioma extranjero! Por lo tanto, no podemos basarnos en los textos griegos para analizar lo que salió de la boca de nuestro Maestro cuando dijo que era él. Aunque lo más probable es que Yeshúa haya hablado en hebreo, vamos a suponer que hablara en arameo, lo cual sería posible porque el arameo fue la lengua franca en ese tiempo que se hablaba en todo el área desde Mesopotamia hasta Mitsrayim. Entonces, según el texto arameo Peshita, hubiera utilizado el sustantivo “aiytay” (alef, yud, tav, yud) que viene de la raíz alef, yud, tav. Si analizamos el texto arameo de Éxodo 3:14 encontramos palabras completamente diferentes. Allí no se tradujeron los nombres hebreos con los cuales el Eterno se presentó, sino está escrito: “ahiah” (alef, hey, yud, hey) que es una transliteración de la palabra original hebrea “ehié” (alef, hey, yud, hey) que significa seré o estaré. La palabra hebrea “ehié”, que aparece tres veces en Éxodo 3:14, no está escrita en presente y, por lo tanto, no significa Yo Soy, sino está escrita en futuro y significa seré o estaré. La misma palabra aparece, entre otros lugares, en Génesis 26:3; 31:3, donde el Eterno promete que va a estar con Yitsjak y con Yaakov y en Éxodo 4:12, 15, donde el Eterno dice a Moshé que va a estar con su boca y en Deuteronomio 31:23; Josué 1:5, 3:7, donde el Eterno promete que va a estar con Yehoshúa (Josué). La traducción aramea utiliza en estos textos la palabra “ehve” con la raíz hey, vav, alef, que significa seré o estaré. Tiene el mismo significado que en hebreo. Sin embargo, la raíz de la palabra “iytay” que aparece en Juan 8:58 y otros, es alef, yud, tav. Por lo tanto, se trata en este caso de una palabra totalmente diferente con una raíz completamente diferente. Si la palabra utilizada en Juan 8:58 es otra totalmente diferente a la de Éxodo 3:14 ¿entonces qué relación hay entre los textos? En las versiones hebreas de los Escritos Apostólicos, que han sido traducidas del griego, en Juan 8:58 se utiliza la expresión “ani haiti” que significa yo era o yo fui.

17 Ver Hech. 21:37, 40; 22:2. 18 Mat. 14:27; 26:22, 25; Mar. 13:6; 14:62; Luc. 22:70; Jn. 6:20; 8:24, 28, 58; 13:19; 18:5

etc.

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Contrario a esto, en las versiones hebreas de Juan 8:24 y otros,19 aparece la expresión “ani hu” que literalmente se traduce como yo [soy] él y se entiende como soy yo o yo lo soy. Observe que el verbo ser o estar ni siquiera aparece en la boca del Maestro porque no se usa ni en el hebreo ni en el arameo en tiempo presente. Pero en Éxodo 3:14 se utiliza el verbo “lihiot” – ser, estar – en el futuro – “ehié” – seré, estaré, que todas las versiones cristianas que he visto, han traducido como Yo soy. A pesar de esto, es evidente que el verbo ser o estar es lo esencial en este versículo, sí, es el mismo núcleo de aquel Nombre con el cual el Eterno se presenta a Sí mismo. Pero como Yeshúa hablaba en hebreo o en arameo ¡ni siquiera utilizó el verbo ser en el presente cuando dijo que era él! Así que, cuando Yeshúa dice “ani hu” – yo él – o “de’na ‘na” – yo yo – no podemos encontrar ninguna relación con el Eterno, que en Éxodo 3:14 se presenta con el verbo ser en futuro “ehié” – seré. Entonces ¿en qué se basan los que dicen que la expresión yo soy de Yeshúa es una alusión a Éxodo 3:14 cuando ni en el hebreo ni en el arameo hay tales alusiones? ¿Será que se basan en la traducción de Seputaginta de Éxodo 3:14? Allí aparece al principio la frase griega “Ego eimi ho on”, que significa Yo soy el existente.20 ¿Será que los intérpretes cristianos se hayan basado más en una traducción al griego de las Escrituras hebreas para hacer su exégesis, que en las palabras hebreas originales y las lenguas semíticas en que hablaron Yeshúa y sus emisarios? Si estudiamos la siguiente tabla podemos comparar los diferentes textos en los tres idiomas. Texto \ Versión Hebreo Arameo Griego Éxodo 3:14

Transliteración Ehiè asher ehiè… Ehiè Ahiah ashar ahiah… Ahiah Ego eimi ho on… Ho on Traducción Seré el que seré… Seré Las palabras no significan nada en

arameo. Son transliteradas del hebreo. Yo soy el existente… El existente

Juan 8:24 Transliteración Ani hu De‘na ‘na Ego eimi Traducción Yo [soy] él Yo yo Yo soy Juan 8:58 Transliteración Ani haiti Ena iytay Ego eimi Traducción Yo era Yo soy Yo soy Observe que en las traducciones griegas de los tres textos aparece la misma expresión “ego eimi”, mientras que, ni en el hebreo ni en el arameo, se encuentra ninguna relación entre los tres textos, porque en cada versículo se usan diferentes palabras.

19 Mat. 14:27; 24:5; Mar. 13:6; 14:62; Luc. 21:8; 22:70; Jn. 6:20; 8:18; 24, 28; 10:7; 13:19;

18:5, 6, 8 etc. 20 En griego ο ων (“ho on”) – el que es, el existente – donde ων es un participo presente de

ει�μι (”eimi”) – ser, existir.

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La pregunta es si la interpretación de una relación entre las palabras del Maestro y el Nombre del Eterno se ha basado en la traducción dudosa de la palabra “ehié” como Yo soy en Éxodo 3:14 en lugar de ir a la fuente hebrea de las Escrituras. En el caso de que fuera así, tendríamos aquí otro ejemplo de la importancia de ir al origen semítico de la revelación celestial y no basarnos en las traducciones para no sacar conclusiones equivocadas que pueden, en su peor caso, producir consecuencias catastróficas. La Septuaginta fue considerada por los padres de la Iglesia como divinamente inspirada21 y pregunto si esta no es la razón principal por la que esta interpretación equivocada se haya producido. Sin embargo, es posible trazar la expresión griega “ego eimi” – yo soy – a la expresión hebrea “ani hu” – yo [soy] él – si uno se basa en los textos donde la Septuaginta ha traducido “ani hu” como “ego eimi”.22 Vamos a ver algunos ejemplos de ellos: En Deuteronomio 32:39 está escrito:

“Ved ahora que yo, yo soy (”ani hu”/”ego eimi”), y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.” (LBLA)

En Isaías 46:4 está escrito:

“Y hasta la vejez yo mismo (”ani hu”/”ego eimi”); y hasta las canas, yo os soportaré. Yo hice, yo llevaré, yo soportaré, y guardaré.” (LBLA)

En Isaías 48:12 está escrito:

“Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado mío: Yo mismo (”ani hu”/”ego eimi”), yo el primero, también yo el postrero.” (LBLA)

En estos casos vemos que hay una relación entre la expresión hebrea “ani hu” y la expresión griega “ego eimi”. En todos estos casos el Eterno está utilizando esta expresión para destacar quién es Él. De esto se podría sacar la conclusión, como lo hacen muchos teólogos cristianos, que Yeshúa estaba aludiendo al Nombre del Eterno cuando en Juan 8:24 y otros lugares, utilizó una expresión similar, como está escrito:

“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy (”ani hu”/”ego eimi”), en vuestros pecados moriréis.” (RV60)

21 La Enciclopedia Católica escribe: ”San Jerónimo debe su lugar en la historia de los estudios exegéticos

principalmente a sus revisiones y traducciones de la Biblia. Hasta alrededor de los años 391 y 392, él consideró la traducción de la Septuaginta como inspirada. Pero el progreso de sus estudios Hebraicos y sus relaciones con rabinos le hicieron abandonar esa idea, reconociendo como inspirado únicamente el texto original. Fue alrededor de este periodo que emprendió la traducción del Antiguo Testamento del Hebreo. Pero su reacción contra las ideas de su tiempo fue demasiado lejos, y se hizo blanco de reproches por no tener en suficiente consideración la Septuaginta. Esta última versión fue elaborada desde un texto hebreo, mucho más antiguo y más puro, que el que estaba en uso a finales del siglo cuarto. Por lo tanto, era necesario tomar en cuenta la Septuaginta en cualquier intento de restauración del texto del Antiguo Testamento.” De http://www.enciclopediacatolica.com/j/jeronimo.htm

22 Deut. 32:39; Isa. 41:4; 43:10; 46:4; 48:12; 52:6.

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En Juan 8:28 está escrito:

“Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy (”ani hu”/”ego eimi”), y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.” (RV60)

Al traducir “ego eimi” como YO SOY, con mayúsculas, como lo hacen algunas versiones castellanas en estos textos, automáticamente son dirigidos los pensamientos a una traducción dudosa de Éxodo 3:14, y así el lector es engañado a asociar su pensamiento a algo que el texto original no dice. Hubiera sido mejor traducir “ego eimi” como soy yo para no engañar a los lectores a relacionar dos textos que no tienen ninguna relación gramatical en el idioma original. Si Yeshúa hubiera hablado en arameo habría utilizado, según el texto arameo Peshita de los Escritos Apostólicos, la expresión “de’na ’na” o “’na ’na” que significa yo [soy] yo. Y como estas expresiones son las traducciones de la expresión hebrea “ani hu”, cabe también la posibilidad de encontrar una conexión entre lo que Yeshúa dice de sí mismo en Juan 8:24, 28 y otros, y los textos del Tanaj donde el Eterno dice “ani hu” de Sí mismo.23 No obstante, hay un problema que surge con esta interpretación por causa de aquellos textos donde otras personas utilizan la misma expresión, tanto en hebreo, arameo como en griego. En 1 Crónicas 21:17 está escrito:

“Y David dijo a Dios: ¿No soy yo (”ani hu”/”ana huv”/”ego eimi”) el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.” (LBLA)

En Lucas 21:8 está escrito:

El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”); y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos. (RV09)

En Juan 9:8-9 está escrito:

“Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros decían: No, pero se parece a él. El decía: Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”).” (LBLA)

He aquí dos o tres testimonios que hablan de que hombres comunes utilizan la expresión ”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”. Por lo tanto, esta expresión no constituye una evidencia de que Yeshúa tendrá que ser el Eterno por haberla utilizado cuando hablaba de Sí mismo. ¿Entonces qué quería decir Yeshúa cuando utilizaba la expresión yo soy o soy yo?

23 Deut. 32:39; Isa. 41:4; 43:10; 46:4; 48:12; 52:6, etc. Éxodo 3:14 no se encuentra entre

ellos por las razones que ya hemos explicado.

Page 91: La Doctrina de la Trinidad

Si analizamos los contextos en los Escritos Apostólicos donde aparece la expresión, vemos que hay una alusión clara al Mesías esperado, como está escrito en Marcos 14:61-62:

“Mas El callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Jesús dijo: Yo soy (”ani hu”/”’na ’na”/”ego eimi”); y veréis al HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER y VINIENDO CON LAS NUBES DEL CIELO.” (LBLA)

En Mateo 24:5 está escrito:

“Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”) el Cristo", y engañarán a muchos.” (LBLA)

En Juan 4:25-26 está escrito:

“La mujer le dijo: Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos declarará todo. Jesús le dijo: Yo soy (”ani hu”/”’na ’na”/”ego eimi”), el que habla contigo.”

Vemos en esto textos que el concepto yo soy está relacionado con el concepto Mesías. Por eso, cuando Yeshúa dijo “ani hu” o ”de’na ’na” de sí mismo, no debemos asociarlo con el Nombre del Eterno sino con el Mesías prometido que todos estaban esperando. Consecuentemente no podemos encontrar evidencias de que Yeshúa haya dicho que Él era el Eterno antes de que Avraham naciera. Sin embargo, podemos decir, a base de un fundamento sólido, que Él dijo que era el prometido Mesías mucho antes de que Avraham fuera hecho. Conclusión En este capítulo hemos hablado de la unanimidad del testimonio de las Escrituras y otros escritos judíos en cuanto a la preexistencia del Mesías, antes de la creación del mundo, lo cual también significa que Él existía eternamente antes del inicio del tiempo. El Mesías estaba en el interior del Padre desde la eternidad, pero desde el principio no fue un ser consciente sino un pensamiento, un proyecto, por medio del cual el Eterno creó todo. El Mesías es el plan maestro para toda la creación y el Eterno creó todo pensando en Él y por causa de Él. Sin embargo, el Mesías no fue el Creador sino el medio a través del cual el Eterno creó todo, tanto lo invisible como lo visible. La Palabra, la Torá, se desarrolló después de haber sido un pensamiento, para ser una palabra pronunciada por medio de la cual todo fue hecho y es sostenido. Luego, la Palabra fue enviada como Escritura y finalmente fue un ser viviente en el hombre Yeshúa. Este hombre fue ungido para ser aquel Mesías que había sido creado para ser. Después de haber vencido en todas las pruebas y haber sido obediente hasta la muerte, fue levantado y deificado e investido de aquella inmortalidad y aquella gloria que le habían sido reservadas desde la eternidad, desde antes de la existencia del tiempo. Como hombre divinizado fue puesto para gobernar sobre toda cosa creada porque todo fue creado para ser puesto bajo Sus pies. Cuando finalmente haya reinado como el representante del Eterno hasta que todos Sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus pies, Él mismo entregará toda la creación bajo el reinado del Eterno para que todos puedan ser totalmente llenos de toda la plenitud de Elohim, en conformidad perfecta con el propósito inicial para la creación.

Page 92: La Doctrina de la Trinidad

También hemos visto que la Palabra, en todas sus facetas de desarrollo, es el único camino de comunicación que hay entre el Creador y la creación. Finalmente al basarnos en los textos bíblicos semíticos vimos como la expresión yo soy en la boca de Yeshúa no está relacionada con el Nombre del Eterno sino con el Mesías prometido. Grandes problemas surgen cuando uno promueve la idea de un Mesías que es Elohim venido en carne. Entonces, por un lado se contradicen los textos claros del Tanaj que establecen que Elohim no es hombre y, por el otro lado, se está poniendo en la boca de Yeshúa algo que Él nunca dijo de Sí mismo y de esa manera uno le convierte en un falso testigo. En Números 23:19 está escrito:

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?” (LBLA)

En 1 Samuel 15:29 está escrito:

También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es hombre para que cambie de propósito. (LBLA)

En Job 9:32 está escrito:

Porque El no es hombre como yo, para que le responda, para que juntos vengamos a juicio. (LBLA)

En Oseas 11:9 está escrito:

No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré a destruir a Efraín. Porque yo soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti, y no vendré con furor. (LBLA)

Es grave creer, basado en Juan 8:24, que uno tendrá que morir en sus pecados si uno no cree que Yeshúa sea el Eterno, como la Biblia de las Américas tradujo de esta manera:

“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.”

Creer que Yeshúa es Él no es lo mismo que creer que Él es el Eterno. El testimonio del resto de las Escrituras no enseña que la salvación depende de la fe en la deidad de Yeshúa, sino si uno cree en el testimonio del Eterno acerca de Yeshúa como el Mesías prometido, el Hijo de Elohim que, según las Escrituras, tenía que sufrir, morir y ser resucitado al tercer día como un sacrificio expiatorio por el pecado de todos los hombres, como está escrito en 1 Corintios 15:1-8, 11:

“Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

Page 93: La Doctrina de la Trinidad

que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí... Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creísteis.”

En Juan 20:31 está escrito:

“éstas (cosas) se han escrito para que creáis que Jesús (Yeshúa) es el Cristo (Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.” (LBLA)

Este es el fundamento de la salvación, queridos amigos, y no si uno cree que Yeshúa es el Eterno.

Page 94: La Doctrina de la Trinidad

Capítulo 9 – Traducciones que presentan al Mesías como Dios

En el capítulo anterior vimos que las Escrituras unánimemente testifican que el Mesías existía

dentro del Padre desde la eternidad, pero no como un ser consciente sino como un plan

maestro que el Eterno tenía dentro de sí mismo y por medio del cual y para el cual todo fue

creado. La Palabra eterna primeramente era un pensamiento, luego una palabra pronunciada,

después un texto escrito y finalmente fue hecha un hombre, el segundo hombre. Por causa de

su obediencia hasta la muerte, este hombre sin pecado, Yeshúa, fue resucitado, deificado y

exaltado para ocupar su lugar como Señor de la creación que le había sido designado desde la

eternidad.

En las Escrituras hay cuatro testimonios claros que dicen que el Eterno no es un hombre. Por

lo tanto, cuando Yeshúa utiliza la expresión que ha sido traducida como yo soy está hablando

de sí mismo como el Mesías y no está refiriendo al Nombre del Eterno.

La salvación eterna del hombre no se basa en reconocer a Yeshúa como el Eterno sino creer

en el testimonio del Eterno acerca de que Yeshúa es el Mesías prometido, el Hijo de Elohim,

que según las Escrituras tenía que sufrir, morir y ser resucitado al tercer día como un

sacrificio de expiación por el pecado de todos los hombres.

En este capítulo vamos a tratar unos textos donde las traducciones castellanas presentan al

Mesías como Dios.

Isaías 9:5-7

“Porque toda bota que calza el guerrero en el fragor de la batalla, y el manto

revolcado en sangre, serán para quemar, combustible para el fuego.

“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará

sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios poderoso,

Padre Eterno, Príncipe de Paz.

“El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y

sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde

entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.” (LBLA)

Este texto habla del reino futuro eterno de paz en Israel que se extenderá sobre todo el mundo.

La persona clave para este reino de paz es el Hijo prometido, el Mesías.

Primero está escrito que un niño nos ha nacido, es decir al pueblo de Israel. Esto fue lo que

pasó cuando Yeshúa nació por medio de una mujer dentro del pueblo judío. Luego está escrito

que un hijo nos ha sido dado. Después de que el Padre escogiera y proclamara a Yeshúa como

su Hijo,1 especialmente por medio de la resurrección,

2 fue quitado de nosotros durante un

tiempo para luego sernos entregado como un príncipe de paz para siempre. Recuerde que el

hecho de ser hijo no tiene que ver con esencia sino con una función.3

1 Luc. 1:35; Mat. 3:17; 17:5; 2 Ped. 1:17.

2 Rom. 1:4.

3 Compare con 1 Cor. 4:17 donde Pablo llama a Timoteo ”mi hijo amado”. En el texto arameo Peshita se

utiliza la misma palabra en 1 Cor. 4:17 que en los evangelios donde el Eterno dice que Yeshúa es su Hijo

amado, ”beri jabibá”. Esto no significa que Timoteo fuese el descendiente físico de Pablo sino su hijo en

cuanto a seguimiento y representación.

Page 95: La Doctrina de la Trinidad

Este niño que nos fue nacido, este hijo que nos fue dado, tendrá un nombre compuesto por

ocho nombres. Será llamado “pele yoets el gibor aví-ad sar-shalom” – maravilloso consejero

poderoso (“El”) héroe padre de eternidad príncipe de paz. Un nombre implica una función, lo

cual significa que el Mesías tendría una tarea con ocho funciones que corresponden a este

nombre compuesto por estos ocho nombres que el Eterno le haya dado. Uno de los nombres

es la palabra hebrea “El” del cual hablamos en el capítulo dos. Allí vimos que la palabra

hebrea “El” en la mayoría de las veces es utilizada en las Escrituras para designar una

“deidad” y en algunas ocasiones para denotar “poder”.

En Génesis 31:29a está escrito:

“Poder (“El”) hay en mi mano para haceros mal.” (RV1960)

En Proverbios 3:27 está escrito:

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder (“El”) para

hacerlo.” (RV1960)

En Miqueas 2:1b está escrito:

“Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder (“El”) de sus manos.”

(LBLA)

Estos tres textos constituyen tres testimonios acerca de que la palabra “El” no sólo se utiliza

para hablar del Eterno o un ser celestial sino también en el sentido “poder”.

Como hemos dicho en un capítulo anterior la forma plural de “El” es “Elim”, que nunca se

refiere al Todopoderoso, sino a otros seres poderosos, hombres, ángeles o dioses falsos.

En Job 41:25 (v 17 heb) está escrito:

“Cuando él se levanta, los poderosos (“Elim”) tiemblan; a causa del estruendo

quedan confundidos.”

Tome nota que aquí la palabra “Elim” fue traducida como “poderosos”. El contexto muestra

que no se trata de seres angelicales sino de hombres.

En el Salmo 29:1 está escrito:

“Salmo de David. Tributad al SEÑOR, oh hijos de los poderosos (“Benei Elim”),

tributad al SEÑOR gloria y poder.” (LBLA)

En el Salmo 89:6 (7 heb) está escrito:

“Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los

hijos de los poderosos (“Benei Elim”) es como el SEÑOR.” (LBLA)

Aquí se usan las palabras “Benei Elim” que pueden ser traducidas como “seres poderosos” y

hablan de los seres angelicales que rodean el trono del Eterno, (c.f. Sal. 82).

Page 96: La Doctrina de la Trinidad

Estos textos dan evidencia de que la palabra “El”, tanto en singular como en plural, puede

significar algo que no sea el Eterno mismo. Consecuentemente, cuando la palabra “El” es

utilizada en Isaías 9:6 como uno de los nombres del Mesías no constituye una evidencia de

que él sea el Eterno mismo. La palabra puede ser perfectamente entendida como refiriéndose

a un héroe poderoso sin que sea el Eterno.

Además el texto está hablando de que el Mesías tenía que nacer. Entonces es imposible

entender la palabra “El” como una alusión a que el Mesías sea “Dios” en el sentido absoluto,

porque el Eterno ni puede nacer ni morir.

Por otro lado, el Mesías podrá ejercer la función como elohim en el sentido juez, como hemos

mencionado anteriormente. No obstante, no he visto que las Escrituras utilicen el título “El”

para esa función sino sólo “Elohim”. Por lo tanto, no podemos basarnos en este texto para

afirmar que el Mesías haya recibido el nombre “El” para ejercer una función como “Dios” en

el sentido Juez supremo.

Por otro lado, se puede encontrar traducciones judías que son una alternativa, que de manera

diferente unen la palabra “El” con el Eterno.

D. Mandel tradujo Isaías 9:6 de la siguiente manera:4

“For to us a child is born, to us a son is given; and the government is upon his

shoulder; and his name shall be called "Wonderful counselor of the mighty God, of the

everlasting Father, of the Prince of peace.”

Traducido al castellano sería:

“Porque para nosotros un niño es nacido, para nosotros un hijo es dado; y el

gobierno está sobre su hombro; y su nombre será llamado: Maravilloso consejero del

poderoso Dios, del Padre eterno, del Príncipe de paz.”

Josef Shulam5 escribe en su comentario sobre la carta a los Romanos:

“El texto original en Isaías 9:6 habla de la figura mesiánica como “Maravilloso Consejero, Poderoso Dios.” El pensamiento judío posterior tuvo dificultad para atribuir el propio nombre de Dios a un ser humano, y encontró una solución textual al problema. Una descripción del

Mesías en 1QH 3:106 lee el texto de Isaías 9:6 como: “Maravilloso Consejero con su Poder.”

Este texto implica que el Mesías es (o será) el “consejero” de Dios, o que su tarea como consejero estará unida al Poder de Dios. El autor posiblemente entendió las palabras “con el poder de Dios” según la luz del Salmo 110:1, y creyó que el lugar del Mesías como el Consejero de Dios estaría “a la diestra del Poder”. (pág. 308-309. Trad. mía.)

Así que, según la literatura de Qumrán se debe entender la palabra “El” como poder.

4 D. Mandel, Davka Corporation, www.davka.com.

5 Josef Shulam es un judío mesiánico que dirige Netivyah Bible instruction ministry en Jerusalén y sirve

como anciano en la congregación Roeh Israel, Jerusalem. Para más información ver

http://www.netivyah.org. 6 Uno de los textos que fueron encontrados en la primera cueva de Qumrán.

Page 97: La Doctrina de la Trinidad

Mi convicción personal es que la palabra “El” debe ser entendida como un hombre poderoso,

porque el Mesías ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra para poder ejercer su

ministerio como el gobernador del mundo, (ver Mat. 28:18).

Otra pregunta surge en cuanto a este texto. ¿Cómo es posible que un niño que es nacido y un

hijo que es dado obtenga el título de “padre eterno”? ¿No mencionan las Escrituras sólo el

Eterno como el Padre?

No, no lo hacen. Como el ser hijo es una función, también el ser padre es una función.

Encontramos el título padre en el relato de Yosef en Mitsrayim (Egipto). En Génesis 45:8

Yosef dice que Elohim le ha puesto como padre del Paró (Faraón). Según Rashí, la palabra

padre, en hebreo “av”, no solamente significa padre, sino también consejero, amigo y patrón.

Como Yosef fue puesto por padre de Paró, sin superarle o igualarle en autoridad, así Yeshúa

ha recibido de HaShem el título de “av” sin superarle o igualarle. Este título lo ha recibido

para siempre.

Observe también que el texto hebreo destaca que este Hijo será llamado con este nombre

multifacético. ¿Quién le da este nombre? Es el Eterno mismo. Esta función mesiánica de ser

“El Gibor”, poderoso héroe, y “Avi-Ad”, padre eterno, no es algo que el Hijo tenga en sí

mismo sino algo que le ha sido dado por el Eterno. Es el Eterno que le ha hecho Mesías e Hijo

para siempre con todas estas funciones y por eso Él le ha dado este nombre multifacético.

Así que, cuando este niño que nos nace y este hijo que nos es dado obtenga el título “padre

eterno” no significa que él sea una parte de la Deidad sino que él haya recibido una autoridad

delegada eternamente para oficiar como padre, es decir administrador, en su función como el

representante del Eterno.

De la misma manera como Yosef no fue Paró, Yeshúa no es el Eterno.

Juan 1:1-3, 14

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El

estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin

El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho…

“Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del

unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (LBLA)

Este texto está basado en un manuscrito griego del evangelio de Juan. La palabra griega que

ha sido traducida como “el Verbo” es “logos” que significa palabra, dicho; doctrina,

enseñanza; cuenta.

Está claro que el significado de la palabra “logos” en las Escrituras no es el mismo que en la

filosofía griega. La palabra “logos” tiene que ser entendida desde el mundo terminológico

hebreo.

Una traducción del versículo 1 del texto arameo Peshita dice:7

7 Por José L. Hernández, Casa Editorial Hernández © 1992. Compare con la traducción inglesa de Etheridge

en http://www.aramaicpeshitta.com/AramaicNTtools/Etheridge/etheridge_john.htm.

Page 98: La Doctrina de la Trinidad

“El verbo era en el principio. En verbo era con Alahja, Alahja era el verbo.”

La palabra que ha sido traducida como “verbo” es la palabra aramea “melto” que significa

palabra, habla, dicho, fallo, causa, asunto, cosa.8

La palabra hebrea correspondiente a “melto” es “davar” (dalet, bet, resh) que significa,

palabra, habla, dicho, vocablo, lenguaje, término; oráculo; promesa, orden, mandamiento;

acontecimiento, suceso, hecho, acción, porción, tarea; objeto, asunto, cuestión, negocio;

cuerpo, cosa, algo, nada.

El término arameo “memra” que significa “dicho” que aparece en muchas ocasiones en los

textos del Targum – las traducciones arameas parafraseadas del Tanaj (AT) – y la literatura

tradicional rabínica, es un término que se usa para explicar cómo el Eterno se revela a través

de su “palabra”.9

Según el Dr. David Stern,10

“logos” corresponde a la palabra aramea “memra”, que es un

término técnico teológico, que fue usado por los rabinos en los siglos anteriores y después de

Yeshúa, que habla de la expresión de Elohim mismo.

Pero a pesar de que hay muchas similitudes en este texto entre el término “Verbo” y la

expresión aramea “memra” no fue utilizada esta última en el texto Peshita sino “melto”. No

vamos a entrar en más detalles sobre este tema, solamente lo mencionamos de paso para el

interesado.

En el capítulo anterior hablamos de cómo el Eterno usa la Palabra para crear y comunicarse

con la creación. El Eterno utiliza la Palabra para expresarse. Esto significa, por lo tanto, que la

Palabra es la expresión de los pensamientos y voluntad más íntimos del Eterno. De esta

manera la misma Palabra se convierte en la expresión del Eterno. Consecuentemente la

Palabra es algo inseparable del Eterno. El Eterno es uno con Su palabra y de esa manera la

misma Palabra se convierte en el Eterno mismo, cómo Él se expresa. Como el Eterno sólo se

comunica por medio de la Palabra, entonces solamente la Palabra, en todas sus formas y

estadios de desarrollo (ver el capítulo anterior), constituye la expresión del Eterno. A pesar de

que el Eterno esté apartado y muy lejos de lo creado, puede relacionarse con lo creado, y esto

lo hace a través de la Palabra y únicamente a través de la Palabra. Solamente lo que el Eterno

expresa de sí mismo puede ser captado por lo creado. Por lo tanto la Palabra se convierte en lo

único que la creación pueda ver del Eterno. La Palabra es el delegado del Eterno y la única

expresión del que habita en una luz que nadie podrá penetrar o percibir en su totalidad. De

esta manera la Palabra recibe la función de ser Elohim en relación con la creación.

Es importante entender que Juan 1:1 no habla de la Palabra como Elohim en el sentido de

esencia sino como función. Por eso está escrito que el Verbo, la Palabra, estaba con Elohim y

que Elohim era el Verbo, la Palabra.

Tome nota de la diferencia entre el texto griego y el texto arameo. En el texto griego está

escrito que la Palabra era “theós” (sin artículo definido, lo cual quiere decir que la Palabra

8 Ver Comprehensive Aramaic Lexicon http://cal1.cn.huc.edu/index.htm y Peshitta New Testament

http://dukhrana.com. 9 Para más información de ”memra” ver Jewish Encyclopedia

http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=399&letter=M. 10

Ver David H. Stern, Jewish New Testament Commentary página 135.

Page 99: La Doctrina de la Trinidad

recibió la función delegada de servir como Elohim, lo cual hablamos en un capítulo anterior).

Pero en el texto arameo está escrito lo contrario, que Eloah era la Palabra. El texto griego

enfoca el hecho de que la Palabra ejercitaba la función de “Dios” (Elohim). Pero el texto

arameo no dice que la Palabra era Eloah, sino que Eloah era la Palabra. Esto escribió también

Franz Delitzch en su traducción hebrea de los Escritos Apostólicos (NT).11

Allí se enfoca que

el Eterno se expresa a través de Su Palabra y de esa manera la Palabra se convierte en Elohim

porque es la expresión del Invisible.

Así que cuando el Eterno quiere expresarse en este mundo podrá hacerlo por medio de un

hombre. Y por eso hizo que la Palabra, que era la expresión de Él mismo, se convirtiera en

carne, es decir un hombre como usted y yo, pero sin pecado. Consecuentemente la Palabra

hecha carne es la expresión del Eterno en forma humana. Todo lo que el Eterno puede

expresar de sí mismo por medio de un ser humano lo hace a través de la Palabra Viviente.

Esto no significa que ese hombre sea todo lo que es el Eterno, porque el Eterno no es un

hombre ni hijo de hombre. Esto significa que todo lo que el Eterno puede expresar de sí

mismo mediante un hombre, lo hace a través de este hombre perfecto, Yeshúa. De esta

manera Yeshúa no es solamente la expresión del poder del Eterno como delegado, sino que

todo su ser refleja el carácter de Aquel que ha decidido expresarse mediante un hombre. Por

esto está escrito en Juan 14:9b:

“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (LBLA)

Juan 20:27-29

“Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano

y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo:

¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los

que no vieron, y sin embargo creyeron.” (LBLA)

Tomás no había podido creer en las palabras de las Escrituras y la enseñanza que Yeshúa

había dado acerca de que el Eterno iba a resucitar al Hijo del Hombre de entre los muertos,

(ver Juan 20:24-25). Pero cuando ahora pudo ver con sus propios ojos a aquél que el Eterno

había resucitado, exclama con gran asombro: ¡Señor mío y Dios mío! Ahora, si hablara en

hebreo, lo cual es lo más probable, diría: “Adoní ve-Eloahi!”. En el caso de que hablara en

arameo hubiera dicho: “Mari Valohi!”. Por su puesto no hablaba en griego con su rabí, así que

podremos descartar las dos palabras griegas “Kurios” y “Theós”.

Tanto la palabra aramea “mar” y la palabra griega “kurios” son utilizadas de la misma manera

que en el hebreo, refiriéndose tanto al Eterno y a los ángeles como a los hombres. Por lo tanto

la expresión Señor mío no puede ser utilizada como una prueba de que Tomás aquí se haya

referido al Eterno. Él llamó a Yeshúa “Adoní”, mi Señor. También el rey David llamó al

Mesías “Adoní”, según el Salmo 110:1 donde está escrito:

“Salmo de David. Dice el SEÑOR (“YHVH”) a mi Señor (“Adoní”): Siéntate a mi

diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (LBLA)

Nuestro Rebe Yeshúa comenta este texto en Mateo 22:41-46, donde está escrito:

11

Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Franz_Delitzsch y http://www.kirjasilta.net/ha-berit.

Page 100: La Doctrina de la Trinidad

“Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta, diciendo: ¿Cuál es

vuestra opinión sobre el Cristo? ¿De quién es hijo? Ellos le dijeron: De David. El les

dijo: Entonces, ¿cómo es que David en el Espíritu le llama "Señor", diciendo: "DIJO

EL SEÑOR A MI SEÑOR: 'SIENTATE A MI DIESTRA, HASTA QUE PONGA A TUS

ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES'"? Pues si David le llama "Señor", ¿cómo es El

su hijo? Y nadie pudo contestarle ni una palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió

a hacerle más preguntas.” (LBLA)

Normalmente un hijo no puede estar en una posición superior a su padre. Por eso Yaakov

cuestionó el sueño de Yosef en el cual el sol y la luna se inclinaban ante él, (Gén. 37:9-10).

Esto significaría que sus padres se inclinarían ante él reconociéndolo como superior a ellos, lo

cual sería increíble. Esta parte de los sueños de Yosef no se cumplió cuando la familia de

Yosef bajó a Mitsrayim. Pero se cumplirá después de la resurrección cuando los patriarcas y

las matriarcas se inclinarán ante el Hijo de Yosef, el Mesías Yeshúa. De esto aprendemos que

el Mesías es superior a Yaakov.

De la misma manera ahora Yeshúa muestra a través del Salmo 110 que el Mesías estará por

encima de David, porque el rey David le llama Adoní – mi Señor – a pesar de que iba a ser su

descendiente físico, su hijo.

La expresión mi Señor de ninguna manera constituye una evidencia de que Yeshúa sea el

Eterno, sólo que tendría que recibir una posición de autoridad que estuviera por encima de la

que recibió el rey David en su época. El rey David reconoció esa posición llamándolo

“Adoní” y Tomás también la reconoció llamándolo “Adoní” – mi Señor.

La expresión mi Dios (“Eloahi”) es mucho más difícil de interpretar. ¿Qué quería decir Tomás

al expresarse de esta manera? Podremos mencionar tres posibles interpretaciones de este

texto:

1. Tomás utilizó una expresión de asombro.

2. Tomás pensó que Yeshúa era su señor (“Adón”) y que el Eterno era su Dios

(“Elohim”).

3. Tomás pensó que Yeshúa era tanto su señor (“Adón”) como su Dios (“Elohim”).

La primera opción de interpretación, que dice que Tomás utilizó una expresión de asombro,

podría ser explicada de esta manera:

Juan relata cómo Tomás no había podido creer que el Eterno había resucitado a Yeshúa de

entre los muertos. Tomás había dicho que si no viera las señales de los clavos y pudiera meter

el dedo en el lugar de los clavos y su mano en el costado, no creería que Yeshúa habría sido

resucitado. Cuando ahora tuvo la oportunidad de ver y palpar el cuerpo resucitado de Yeshúa

fue sobrecogido de asombro y utilizó una expresión que bien podría utilizarse entre los judíos

de habla hebreo en Israel hoy en día, “¡Mi Señor y mi Dios!”. En el castellano existe la

expresión “¡Dios mío!” que es muy similar a lo que Tomás dijo.

La segunda posible interpretación que considera que Tomás dijo “Adoní” a Yeshúa y

“Eloahi” al Eterno podría basarse en la siguiente explicación:

Page 101: La Doctrina de la Trinidad

El contexto muestra que la duda de Tomás no fue si Yeshúa era “Dios” o no, lo cual algunos

enseñan erróneamente. Juan no escribió su evangelio para que la gente creyera que Yeshúa

fuera “Dios” sino para que creyeran que él fuera el Mesías, que es lo mismo que ser “Hijo de

Dios”, (Juan 20:31). Ahora, cuando Yeshúa se manifiesta como vivo y ve como Tomás

confiesa “Adoní ve-Eloahi” da su aprobación a la fe de Tomás: “¿Porque me has visto has

creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.” (v. 29b). Aquí no está escrito

que Yeshúa estaba contento porque Tomás creyó que Él era Elohim, sino porque él creía que

Yeshúa vivía, es decir, que el Eterno le había resucitado de entre los muertos. El contexto

muestra que Tomás no había creído en la resurrección de Yeshúa, no que no había creído que

Yeshúa era Elohim. Esa no era la cuestión aquí. La cuestión fue si Tomás creía que Yeshúa

vivía o no.

¿Quién resucitó a Yeshúa de entre los muertos? ¿Se resucitó a sí mismo? No, no lo podía

hacer. Las Escrituras dan un testimonio unánime de que fue el Eterno quien resucitó a

Yeshúa, no que él se haya resucitado de entre los muertos. Él fue totalmente expuesto y no

tenía ninguna posibilidad de salir del reino de la muerte. El Padre fue el quien bajó para

sacarlo y levantarlo de allí. De esta manera el protagonista en la resurrección no fue Yeshúa,

sino el Padre. Fue El PADRE quien levantó a Yeshúa de entre los muertos. ÉL es el gran

Redentor. Él es el gran Salvador, que incluso puede resucitar a los hombres de la muerte para

que nunca más vuelvan a morir.

Ahora, cuando Tomás se da cuenta de que el Padre en su poder realmente había resucitado a

Yeshúa de la muerte, exclama con gran alegría y asombro, primero Mi Señor, a Yeshúa, y

luego Mi Dios, al Padre, quien realmente había resucitado al Señor de la muerte.

La tercera opción de interpretación es que Tomás llamó a Yeshúa tanto “Adón” como

“Elohim”.

La opción que Tomás reconociera a Yeshúa como el Eterno mismo está descartada porque

como judío conocía bien las Escrituras que en cuatro ocasiones enseñan que el Eterno no es

hombre ni hijo de hombre.12

Además el Eterno no puede ni cambiar ni morir ni resucitar de la

muerte porque Él es la fuente de la vida.

Por otro lado es totalmente posible que un emisario reciba el mismo título que el que le haya

enviado, lo cual vimos en un capítulo anterior. Esto implicaría que Tomás llamase a Yeshúa

tanto su “Adón” como su “Elohim”.

¿Habrá suficientes evidencias en las Escrituras y en la historia de interpretación judía para

destacar que el Mesías pueda ser llamado por el mismo nombre que el Santo, bendito sea?

Sí, efectivamente. En el Talmud se puede leer:13

“Además dijo Raba en el nombre del R. Yojanán: En el siglo venidero los justos serán llamados por el nombre del Santo, bendito sea, porque está dicho: Todo el que es llamado por Mi nombre y que he creado para Mi gloria. Yo le he formado, sí, yo le he hecho. (Isa 43:7) “R. Samuel b. Najmani dijo en nombre del R. Yojanán: Tres fueron llamados por el nombre del Santo, bendito es, y son los siguientes: Los justos, el Mesías y Jerusalén. [Por deducción esto puede implicar] los justos [por] lo que se acaba de decir; el Mesías – como está escrito: Y

12

Núm. 23:19; 1 Sam. 15:29; Job 9:32; Os. 11:9. 13

Baba Batrá 75b. The Soncino Talmud, Davka Corporation/Judaica Press. Traducido del inglés.

Page 102: La Doctrina de la Trinidad

este es el nombre por el cual será llamado, el Señor nuestra justicia (Jer 23:6); Jerusalén – como está escrito: Habrá 18.000 cañas alrededor. Y el nombre de la ciudad a partir de ese día será “el Señor está allí.” (Ez 48:35) No leas “allí” (en hebreo “shama”) sino “su nombre”” (“shemó” – ambas palabras tienen las mismas letras hebreas y pueden significar tanto lo uno como lo otro).

Cuando el rav Gershom ben Judá14

(960-1040) comentaba este texto del Talmud escribió:

“HaSHem mamash yikrahu” – “(El Mesías) será llamado precisamente HaShem”.

Maharsha (Samuel Eidels (1555–1631))15

presenta una interpretación menos radical diciendo:

“El nombre del Santo, bendito es, ha sido llamado sobre tres cosas: Como no dice que han sido llamados por el nombre del Santo, bendito es, sino más bien que el nombre del Santo, bendito es, ha sido llamado sobre ellos – parece que el nombre del Santo, bendito es, para ellos será un nombre adicional. Para Mashíaj, el-Mashiaj-de-HaShem, para Yerushalayim, la-ciudad-de-HaShem y también para un Tsadik (justo), el-Tsadik-de-HaShem. Para el Mashíaj porque también está dicho que le llamarán HaShem-Tsidkenu (el Eterno [es] nuestra justicia) lo cual significa que él es un Tsadik (justo) ante HaShem, como está escrito más arriba acerca de los Tsadikim (justos), que también serán llamados así, porque todas sus obras son por causa del Cielo y así también es para el Mashíaj porque todas sus obras serán por causa del Cielo. Y también para Yerushalayim en el futuro; el único pueblo que será invitado para entrar allí son aquellos cuyas obras son por causa del Cielo como está escrito más arriba.”

Radak (R. David Kimchi 1160-1235)16

escribió:

“En sus días será salvo Judá, e Israel morará seguro; y este es su nombre por el

cual será llamado: "El SEÑOR, justicia nuestra."” (Jer 23:6 LBLA)

““En sus días” – Y este es el nombre con el cual le llamarán, HaShem Tsidkenu (el Eterno nuestra justicia). Israel le llamará, llamarán al Mashíaj por su nombre, HaShem Tsidkenu, porque durante sus días la justicia de HaShem nos será establecida para siempre. Y esta manera de llamar al [Mashíaj] es algo semejante a lo que Moshé Rabenu hizo cuando llamó un altar HaShem Nisí (HaShem [es] mi milagro) y cuando Yaakov llamó un altar El Elohei Israel, cada uno según su inyán (asunto/contexto) y también cómo [fue llamada] la ciudad desde el día en que HaShem estaba allí, y Yonatán lo tradujo que la llamarían… etc.”

Según la teología judía el Mesías podrá ser llamado YHVH, el Eterno. Esto concuerda bien

con Filipenses 2:9 donde está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es

sobre todo nombre” (LBLA)

Varias personas en la historia de Israel han recibido el nombre Yeshúa, cuya forma larga es

Yehoshúa, por ejemplo el sucesor de Moshé, Josué (Yehoshúa en hebreo) hijo de Nun17

y el

sumo sacerdote Josué hijo de Josadac.18

El nombre Yeshúa aparece en 28 lugares en el texto

14

Ver http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?letter=G&artid=172 y

http://en.wikipedia.org/wiki/Rabbenu_Gershom. 15

Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Edels. 16

Ver http://en.wikipedia.org/wiki/David_Kimhi y http://www.ou.org/about/judaism/rabbis/radak.htm. 17

En Gén. 13:17 (v.16 en el heb.) Moshé le dio el nombre Yehoshúa. La misma persona es mencionada en

Neh. 8:17 con la forma corta Yeshúa. 18

En Zac. 3:1; Hag. 1:1 es llamado Yehoshúa (Josué) y en Esd. 5:2 es llamado Yeshúa (Jesúa).

Page 103: La Doctrina de la Trinidad

hebreo del Tanaj (AT),19

y una vez en el texto arameo.20

De esto aprendemos que el nombre

que es sobre todo nombre no es Yeshúa.

Filipenses 2 revela que Yeshúa el Mesías recibió del Eterno el nombre que es sobre todo

nombre después de haber sido resucitado de entre los muertos porque él estaba dispuesto a

sufrir y morir en obediencia. Pero como ya tenía el nombre Yeshúa antes de sufrir, morir y ser

resucitado, no puede ser el nombre Yeshúa el nombre sobre todo nombre.

En las Escrituras el término “nombre” significa más que sólo el hecho de llamar seres vivos y

objetos con diferentes nombres para identificar a cada uno y diferenciar entre uno y otro. El

nombre también revela el carácter y propósito en la creación de la persona, animal u objeto.

Nombre también puede significar fama. Un buen nombre tiene aquel del cual todos hablan

bien, el que tiene buena fama. Un nombre malo tiene el que tiene mala fama, del cual todos

hablan mal.

El nombre también tiene que ver con autoridad. Dependiendo del nombre que uno lleve uno

tiene autoridad y poder para obrar en el área donde el nombre constituya un factor de poder.

Entonces cuando un nombre está por encima de otro, implica que la persona que lleva ese

nombre goza de una posición superior en autoridad a la que tiene el otro nombre. Cuando está

escrito que en la resurrección Elohim dio a Yeshúa el nombre que es sobre todo nombre

significa entonces que Él recibió una posición de autoridad y una misión que están por encima

de las posiciones y misiones de todos los otros seres creados.

¿Con qué nombre el Eterno llamó a Yeshúa al resucitarle de entre los muertos?

Lo podemos leer en Hechos 13:32-33 donde está escrito:

“Y nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a los padres,

Dios la ha cumplido a nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito

en el salmo segundo: HIJO MIO ERES TU; YO TE HE ENGENDRADO HOY.”

(LBLA)

Según este texto Yeshúa recibió la honra de ser hecho el Hijo de Elohim en la resurrección.

En la resurrección el Eterno da a los hombres una posición especial como hijos de Elohim,

como está escrito en Lucas 20:35-36:

“pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de

entre los muertos, ni se casan ni son dados en matrimonio; porque tampoco pueden ya

morir, pues son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.”

(LBLA)

Así que Yeshúa recibió la honra de ser hecho Hijo de Elohim en la resurrección. Pero la

posición que él recibió en la resurrección es superior a los ángeles y aquellos hombres que

tendrán parte en la resurrección para ser hechos hijos de Elohim. Yeshúa era y es Hijo de

Elohim tanto antes como después de la resurrección de una manera única y por eso es llamado

19

1 Cron 24:11; 2 Cron 31:15, Esd. 2:2; 6, 36, 40; 3:2, 8-9; 4:3; 8:33; Neh. 3:19; 7:7, 11, 39, 43; 8:7, 17; 9:4,

5; 10:9; 11:26; 12:1, 7, 8, 10, 24, 26. 20

Esd. 5:2.

Page 104: La Doctrina de la Trinidad

Su Hijo unigénito en varias ocasiones.21

Pero las Escrituras dan por lo menos tres testimonios

de que Yeshúa por medio de la resurrección recibió el nombre como el Hijo de Elohim de una

manera totalmente única.

Hay un segundo testimonio en Romanos 1:4 donde está escrito:

“y que fue declarado22

Hijo de Dios con poder, conforme al Espíritu de santidad, por

la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo” (LBLA)

Este texto muestra que Yeshúa fue declarado Hijo de Elohim en la resurrección.

Un tercer testigo encontramos en Hebreos 1:4-5 donde está escrito:

“siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más

excelente que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MIO

ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY; y otra vez: YO SERE PADRE PARA EL,

Y EL SERA HIJO PARA MI?” (LBLA)

Tome nota de que el nombre que Yeshúa heredó, que era superior a los ángeles, no lo recibió

hasta después de la resurrección. Antes de la resurrección era inferior a los ángeles, según

Heb 2:7, 9. Después de la resurrección heredó el nombre “Ben Elohim” – hijo de Elohim –

que es más excelente que el nombre de los ángeles.

Como hemos dicho antes, el término “Hijo de Dios” no significa que tenga que ver con origen

o esencia, sino es un título y una función como el representante del Eterno. Pero a pesar de

que los ángeles y los jueces son llamados “hijos de Dios” y a pesar de que el rey Shlomo fue

llamado “Ben Elohim” – Hijo de Dios – Yeshúa, después de su resurrección, recibió una

posición que está muy por encima de los reyes y los ángeles. Fue puesto para ser el más alto

de toda la creación, tanto lo invisible como lo visible.

¿Pero no fue Yeshúa el hijo de Elohim antes de ser resucitado?

Ciertamente que sí, en varias ocasiones antes de la resurrección Yeshúa fue reconocido como

el Hijo de Elohim, tanto por los ángeles, por malos espíritus, por sí mismo, como por otras

personas.23

Ahora, cuando está escrito que en la resurrección pudo heredar un nombre que es

muy superior que los ángeles y que ha recibido el nombre que es sobre todo nombre, significa

que a pesar de que tantos otros hayan recibido el título de “hijo de Dios” no lo recibieron de la

misma manera que Yeshúa en la resurrección. En la resurrección Él fue puesto en la posición

más alta de la creación para ser el gran Hijo, el representante mayor para el Eterno mismo,

como Rey de reyes y Sumo Sacerdote en el cielo. De esa manera el papel de hijo fue en un

nivel mucho más alto después de la resurrección que el que había sido antes de su muerte. No

21

El griego utiliza la palabra ”monogenés” (Strong G3439 μονογενης) – unigénito. La palabra aparece en los

siguientes textos de los Escritos Apostólicos: Luc. 7:12; 8:42; 9:38; Juan 1:14, 18; 3:16, 18; Heb. 11:17;

1Juan 4:9. El texto Peshita utiliza palabras que han sido formadas por la raíz “yhd” – único, unigénito, sólo

– en Luc. 7:12; 8:42; 9:38; Juan 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Tim. 5:5; Heb. 11:17; 1 Juan 4:9. 22

El griego utiliza aquí la palabra ”horidzo” (Strong G3724 οριζω) que significa marcar, designar, decidir,

especificar, declarar, ordenar. La palabra aparece también en los siguientes textos griegos de los Escritos

Apostólicos: Luc. 22:22; Hech. 2:23; 10:42; 11:29; 17:26, 31; Rom. 1:4; Heb. 4:7. El texto Peshita utiliza la

palabra ”wetiyda” que significa conocer, ser conocido, reconocer. La palabra aparece solamente en dos

lugares en los textos arameos de los Escritos Apostólicos, Rom. 1:4 y Hech. 7:13. 23

Ver Mat. 3:17; 8:29; 14:33; 17:5; Luc. 1:35; 20:13; Juan 1:34, 49; 11:4, 27; 1 Juan 3:8 y otros.

Page 105: La Doctrina de la Trinidad

fue hasta después de haber sufrido y muerto que él fue elevado sobre todo y dotado con el

nombre que es sobre todo nombre, (Fil. 2:8-9). No fue hasta después de haber sido resucitado

y recibido la inmortalidad que él dijo que toda potestad le había sido dada en el cielo y en la

tierra, (Mat. 28:18).

Además del título “Hijo de Dios” hay otro nombre que la Escritura pone por encima de todo

otro nombre y es el nombre propio del Eterno YHVH (Yod, Hey, Vav, Hey). ¿Será posible

que Yeshúa haya recibido ese nombre cuando fue resucitado de entre los muertos y puesto en

su lugar en el cielo?

Sí, al estudiar más profundamente de las Escrituras aprendemos que el Hijo ha recibido la

autoridad para llevar el nombre de su Padre. ¡Bendito el que viene en el Nombre del Eterno!

Pero Yeshúa no solamente viene en el Nombre del Eterno. Él también se llama YHVH. Así

que se puede decir que Él de alguna manera es YHVH.

En Filipenses 2:9-11 está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre

todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están

en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que

Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (RV1960)

En este texto vemos una relación entre el nombre Yeshúa y el Nombre que es sobre todo

nombre. Mediante la resurrección el nombre Yeshúa fue elevado para ser un sustituto del

Eterno mismo. Por esto se puede ver en las Escrituras Apostólicas en varias ocasiones que el

que invoca el nombre de Yeshúa está invocando al Eterno mismo. Esta es la razón por la que

muchos no ven la diferencia entre Yeshúa y el Eterno sino sacan la conclusión de que él sea

parte de un Dios di-uno o tri-uno. En el próximo capítulo trataremos con los textos que dan

evidencia de que Yeshúa lleva el Nombre del Eterno y que hay una relación íntima entre el

nombre Yeshúa y YHVH.

En el caso de que Pablo quisiera decir que todos confesarán que Yeshúa es el Señor, es decir

el Eterno, sería en el sentido de representante y no como una prueba de que él sea el Eterno.

En el caso de que se hable del Nombre del Eterno cuando dice que el Eterno dio a Yeshúa el

nombre sobre todo nombre implicaría claramente que él no lo tenía en sí mismo antes de

recibirlo del Padre. Uno no puede recibir algo que ya tiene y tampoco uno puede llegar a ser

algo que ya es. El hecho de que Yeshúa recibió el nombre YHVH de su Padre después de la

resurrección constituye una evidencia de que no lo tenía antes y que tenía que recibir ese

Nombre para poder ser llamado de esa manera.

Consecuentemente, el texto de Filipenses 2 presenta una evidencia de que Yeshúa no es el

Eterno en sí mismo sino que ha recibido el honor de llevar el Nombre del Eterno, el Nombre

que es sobre todo nombre. La palabra griega que ha sido traducida como dio es “jarizomai”24

24

Strong G5483 χαριζομαι charizomai khar-id'-zom-ahee Middle voice fRom. G5485; to grant as a favor, that

is, gratuitously, in kindness, pardon or rescue: - deliver, (frankly) forgive, (freely) give, grant.

La palabra aparece también en los siguientes lugares en la versión griega de los Escritos Apostólicos: Luc.

7:21, 42, 43; Hech. 3:14; 25:11, 16; 27:24; Rom. 8:32; 1 Cor. 2:12; 2 Cor. 2:7, 10 (2 veces); 12:13; Gal

3:18; Ef 4:32 (2 veces); Fil 1:29; 2:9; Col 2:13; 3:13; Filem 22.

En el texto Peshita aparece la palabra ”wyahab” que significa dio. La misma palabra aparece en muchos

lugares, entre ellos Mat. 10:3; 2 Cor. 1:22; 5:18.

Page 106: La Doctrina de la Trinidad

que viene de “jaris”25

que significa gracia. Así que Yeshúa recibió la gracia de poder llevar el

Nombre que es sobre todo nombre. Consecuentemente se trata de representatividad y no de

esencia o naturaleza.

En un capítulo anterior aprendimos que un emisario muchas veces lleva el nombre del que lo

ha enviado. Por esta razón se puede llamar al Mesías tanto Elohim como HaShem (YHVH).

Ahora, volviendo al capítulo 20 de Juan y la historia de la confesión de Tomás, podremos

decir entonces que por esta razón es completamente posible que Tomás haya llamado a

Yeshúa Elohim, como el representante del Eterno y el delegado Juez supremo. Recuerde que

el título Elohim puede ser entregado a otros que no sean el Eterno cuando son puestos como

sus representantes.

Entonces podremos concluir diciendo que hay tres posibles interpretaciones de las palabras

que Tomás dijo a Yeshúa “Señor mío y Dios mío” sin que por esta razón tengamos que llegar

a la conclusión de que él quería decir que Yeshúa fuera el Eterno mismo. Incluso si hubiera

llamado a Yeshúa su Elohim, no constituiría una evidencia de que Yeshúa fuera el Eterno

mismo. Por lo tanto la expresión “Mi Señor y mi Dios” no puede ser utilizada como un

material de prueba para afirmar la doctrina de la Trinidad.

Filipenses 2:5-11

“Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual,

aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué

aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose

semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo,

haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le

exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al

nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la

tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para

gloria de Dios Padre.” (LBLA)

La palabra griega que en este texto ha sido traducida como forma es “morfe” que significa

forma.26

La palabra aparece sólo tres veces en el texto griego de los Escritos Apostólicos, Fil.

2:5, 6 y Marc 16:12. Los que anuncian la doctrina de la trinidad muchas veces interpretan esta

palabra desde su significado en el griego clásico, que fue escrito cinco a seis siglos antes del

tiempo de Pablo, y dicen que significa esencial, permanente. Pero según William M.

Wachtel,27

los descubrimientos arqueológicos de los manuscritos que fueron escritos en koiné,

que fue el lenguaje utilizado en las versiones griegas de los Escritos Apostólicos, confirman

que muchas palabras griegas habían experimentado un cambio de significado, y una de esas

fue la palabra “morfe”. Según Kenneth S. Wuest, profesor en griego en Moody Bible Institute

(Instituto Bíblico Moody), que también promueve la doctrina de la trinidad, la palabra

25

Strong G5485 χαρις charis khar'-ece From G5463; graciousness (as gratifying), of manner or act (abstract

or concrete; literal, figurative or spiritual; especially the divine influence upon the heart, and its reflection in

the life; including gratitude): - acceptable, benefit, favour, gift, grace (-ious), joy liberality, pleasure, thank

(-s, -worthy). 26

Strong G3444 μορυη morphe mor-fay' Perhaps fRom. the base of G3313 (through the idea of adjustment of

parts); shape; figuratively nature: - form. 27

William M. Wachtel, The Form of God. Artículo en internet:

http://www.focusonthekingdom.org/philippians.htm.

Page 107: La Doctrina de la Trinidad

“morfe” experimentó un cambio para luego obtener el significado de posición, condición,

rango.28

La palabra “morfe” – figura, forma – tiene que ser entendida en su contexto histórico y no

desde el significado que tenía varios cientos de años más temprano. Esto significa que uno no

se puede basar en que “morfe” tenga que ver con esencia, sino con posición, lo cual

concuerda bien con lo que aprendimos en capítulos anteriores.

El contexto de Filipenses también muestra que la palabra “morfe” no debe ser entendida como

esencia, sino como posición. La misma palabra es utilizada dos veces en el texto, en los

versículos 5 y 6. La segunda vez habla de que Yeshúa tomó forma (“morfe”) de siervo o

esclavo. Un esclavo no tiene una esencia diferente a los hombres libres. Por lo tanto, la

palabra no puede significar esencia cuando es aplicada para un esclavo, sino tiene que tener el

significado de posición. Por lo tanto, ¡es muy poco probable que la misma palabra tuviera otro

significado en el versículo anterior que trata de la semejanza entre Yeshúa y Elohim!

Yeshúa es presentado por Pablo como uno que podía elegir entre aprovecharse personalmente

de su semejanza con Elohim o humillarse y tomar la forma de esclavo. Tenía, pues, que elegir

entre dos posiciones, no entre dos esencias. Esto nos enseña que la palabra “morfe” no tiene

que ver con esencia y naturaleza sino con posición y condición.

En el credo niceno29

se puede leer entre otras cosas:

“Creo en un Solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios

de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza

del Padre … Que… bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó…”

Cuando el credo niceno fue compuesto en el siglo IV se basaron, entre otras cosas, en la

palabra “morfe” en el texto griego de la carta a los Filipenses 2. Esa palabra fue interpretada

como que el Mesías tuviese la misma esencia del Padre antes de ser hecho hombre para

después dejar su divinidad exteriormente para vivir y morir como hombre. La interpretación

de este credo es la base de la mayoría de las traducciones de estos versículos y por eso se

puede encontrar puntos de vista tendenciosos que hacen que el pensamiento del lector sincero

de la Biblia sea dirigido a pensar que Pablo estuviese hablando de que “Cristo” (el Mesías)

tendría una condición como Dios antes de ser hombre. Entonces, con este prejuicio se lee en

el texto algo que no está escrito allí.

Vayamos al texto arameo que está más cercano al hebreo, para ver lo que está escrito allí.

En el texto arameo de Peshita de Filipenses 2:6-7 es utilizada la palabra “d’muta” que

significa forma, imagen, apariencia, tipo, ejemplo, patrón. La palabra aparece unas 60 veces

en los Escritos Apostólicos.30

En la traducción Peshita de Génesis 1:26 aparece la misma

28

Kenneth S. Wuest, The Practical Use of the Greek New Testament, pág. 84, citado en el artículo

mencionado anteriormente. 29

Fue aceptado en el concilio de la ciudad de Constantinopla en el año 381. También es llamado el credo

Niceno - Constantinopolitano por el hecho de que la primera versión, que fue escrita durante el concilio de

Nicea en el año 325, no fue revisada y finalmente redactada hasta 56 años más tarde, en Constantinopla.

Esta versión castellana ha sido sacada de http://es.wikipedia.org/wiki/Credo. 30

Mar. 16:12; Luc. 3:22; Hech. 7:43, 44; Rom. 1:23 (2); 5:14(2); 6:5, 17; 8:3, 29; 1 Cor. 11:7; 15:49(2); 2

Cor. 3:18; 4:4; Fil. 2:6, 7(2); 3:17, 21; Col. 1:15; 3:10; 1Tes. 1:7; 1 Tim. 4:12; Ti. 2:7; Heb. 1:1; 4:11; 5:6,

Page 108: La Doctrina de la Trinidad

palabra (“d’muta”) que en Filipenses 2:6-7. Este término viene de la palabra hebrea “d’mut”

que, entre otros lugares, aparece en Génesis 1:26 donde está escrito:

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza

(“d’mut”)…” (LBLA)

Obviamente hay una relación íntima entre Filipenses 2:5-6 y Génesis 1:26.

En Filipenses 2 nuestro Maestro es llamado Mesías Yeshúa (“Cristo Jesús”). ¿Qué implica ese

nombre? Yeshúa es el nombre que el Eterno, por medio de su ángel, ordenó a sus padres darle

después de su nacimiento, Mat. 1:21, 25; Luc. 1:31. Así que, Yeshúa es el nombre de un

hombre nacido de mujer. Mesías es un título que significa “el ungido” y que es dado a un

hombre que ha sido equipado con el Espíritu del Eterno para ejercer un oficio específico y

realizar una misión particular. Por lo tanto, el término Mesías Yeshúa en Filipenses no habla

de un ser celestial sino de un hombre. Así que, fue el hombre Yeshúa, ungido por el Espíritu,

que existía en forma de Dios, y no un ser celestial. Ni el título Mesías ni el nombre Yeshúa

han sido dados a otra cosa que a hombres. Esta es una de las evidencias de que Pablo no está

hablando de un ser divino que se transformó en hombre. Cuando se llamó Mesías Yeshúa

existía en forma de Dios como hombre y después tomó forma de esclavo también como

hombre.

Si partimos de que Pablo no está hablando de un pre estado divino de Yeshúa sino de su

condición como hombre nacido de mujer, entonces encontramos un paralelismo muy

importante entre lo que pasó con él y el primer Adam, el primer hombre. Yeshúa nació como

el segundo hombre, (1 Cor. 15:47). De la misma manera como el primer hombre, el segundo

hombre fue creado sin pecado y llamado hijo de Elohim, (Luc. 3:38; 1:35). El primer hombre

fue creado a imagen y semejanza (“d’mut”) de Elohim, (Gén. 1:26; 5:1). En el texto arameo

de los Escritos Apostólicos es más fácil ver la conexión entre lo que Pablo escribe del Mesías

Yeshúa y lo que pasó con Adam, porque la misma palabra es utilizada en Fil. 2:6 que en Gén.

1:26 y 5:1. Ambos, el primer hombre y el segundo hombre fueron hechos a semejanza

(“d’muta”) de Dios.

Después de haber comparado al Mesías Yeshúa con Adam, que ambos existían en forma de

Dios, Pablo describe como el segundo hombre estaba ante la misma elección que el primero.

También él fue tentado a sacar provecho personal de su posición y buscar una independencia

en desobediencia y ser como Elohim, (Gén. 3:5; c.f. Mat. 4:3, 6). Pero en lugar de escoger el

camino de desobediencia, como el primer hombre, y buscar la auto exaltación, el segundo

hombre se inclinó ante la voluntad del Eterno y estaba dispuesto a obedecerle en todo para así

cumplir el papel como siervo sufriente del cual todos los profetas habían hablado de

antemano. El segundo hombre triunfó donde el primer hombre cayó. El segundo hombre

obedeció donde el primer hombre fue desobediente. El primer hombre quería aferrarse a su

semejanza de Dios como de un botín, pero el segundo hombre escogió no aferrarse a su

semejanza de Dios sino adoptó una actitud de siervo en obediencia humilde y se inclinó bajo

la voluntad de su Padre y llegó a ser el esclavo de toda la humanidad. Ni siquiera cuando

estaba enfrentando la peor muerte que un hombre se puede imaginar, escogió no aferrarse al

hecho de que era Hijo de Dios, sino se entregó a la muerte en obediencia humilde.

10; 6:20; 7:3, 11(2), 15, 17, 21; 8:5(2); 9:23, 24; Jac. 3:9; 5:10; 1 Ped. 5:3; 1 Juan 3:2; Jud. v 7, 8; Rev.

1:13; 4:3(2), 7(2); 9:7(2), 10; 11:1; 13:2; 14:14; 21:11.

Page 109: La Doctrina de la Trinidad

Las consecuencias de las elecciones contrarias de los dos llegaron a ser diametralmente

opuestas. Cuando el primer hombre consideró su semejanza a Dios como una presa cayó en

pecado y perdió su alteza e inició su camino a la destrucción de la muerte. Pero cuando el

segundo hombre rehusó sacar provecho personal de su semejanza a Dios, mediante su

sufrimiento y muerte, fue reconocido por el Cielo como un hombre perfecto y, por lo tanto,

fue restaurado, deificado y elevado a la primera posición en la creación muy por encima de

todo y todos.

Consecuentemente, el texto de Filipenses 2 no puede ser utilizado como evidencia de que el

Hijo haya existido en un estado divino antes de ser hombre. Sólo habla de lo que pasó después

de que Yeshúa había nacido de mujer. De esa manera él podía ser nuestro gran ejemplo de

manera que podamos adaptar el mismo sentir, (v 5).

Observe que está escrito en el versículo 10 que toda rodilla se inclinará en el nombre de

Yeshúa.31

Así que, no es ante Yeshúa que toda rodilla se inclinará sino ante el Padre en el

nombre de Yeshúa. Es a través de Yeshúa que tenemos acceso al Padre, (c.f. Juan 16:23-24).

Él es el camino entre el hombre y el Eterno. Él es el único mediador, (1 Tim 2:5). Esto

significa entonces que solamente a través de Yeshúa se puede acercar al Eterno. El hecho de

que toda rodilla se doble en el nombre de Yeshúa significa que todos se doblarán ante el

Eterno mediante Yeshúa. Esto también implica que todos reconocerán que el Eterno haya

delegado todo el poder a Yeshúa. De esta manera Yeshúa no será exaltado en primer lugar

sino el Padre, como está escrito:

“para gloria de Dios Padre.”

Así que será ante el Padre que toda rodilla se inclinará y el Padre es el que será honrado

cuando toda rodilla se incline en el nombre de Yeshúa y todos confiesen que Él haya sido

puesto como Señor, Adón.

Esto concuerda bien con la cita de los Profetas que Shaúl utiliza en este texto.32

En Isaías 45:23-24 está escrito:

“Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será

revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad . De mí

dirán: "Sólo en el SEÑOR hay justicia y fuerza." A El vendrán y serán avergonzados

todos los que contra El se enojaron.” (LBLA)

Mediante el ministerio del Mesías Yeshúa toda forma de idolatría será erradicada de la tierra.

Entonces toda rodilla se doblará ante el Eterno por medio de Yeshúa que es el camino a Él.

Por esto está escrito que lo harán en el nombre de Yeshúa.

La palabra griega “kurios”33

significa señor, gobernador, el Señor, amo, dueño, y viene de

“kuros” que significa poder, potestad. Hoy en día en Grecia se utiliza la palabra “kurios”

31

La versión griega tiene la proposición ”en” que aparece en Hechos 4:7, 10, 12, 30; Col 3:17 entre otros

lugares. El texto Peshita tiene la palabra ”d'bashmeh” – en el nombre – que sólo aparece en Hechos 4:10; 1

Cor. 5:4 y Fil 2:10. 32

Compare con Rom. 14:11. 33

Strong G2962 κυριος kurios koo'-ree-os From κυρος kuros (supremacy); supreme in authority, that is, (as

noun) controller; by implication Mr. (as a respectful title): - God, Lord, master, Sir.

Page 110: La Doctrina de la Trinidad

como un título respetuoso; “señor Fulano”. En la Septuaginta se usa la palabra “kurios” como

traducción de tres términos hebreos: “adón”, “Adonai” y “YHVH”. En algunas ocasiones no

está claro cuál de los tres términos es utilizado y entonces es importante optar una actitud de

prudencia a la hora de interpretar para no correr el riesgo de cometer errores que podrán

causar un juicio no favorable en el día del Eterno, especialmente para los que son maestros en

las Escrituras.

Por lo tanto, no se puede basar en los textos griegos de Filipenses 2 y decir que Yeshúa es

“YHVH” por el hecho de que la palabra “kurios” sea utilizada allí. Muy bien podrá tener el

significado de “adón”, lo cual concuerda con la palabra que dijo el rey David del Mesías en el

Salmo 110:1, donde está escrito:

“Salmo de David. Dice el SEÑOR (“YHVH”) a mi Señor (“Adón”): Siéntate a mi

diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (LBLA)

Según la predicación de Pedro en el día de Pentecostés, Elohim hizo a Yeshúa tanto Señor

(“Adón”) como Mesías, después de haberle resucitado de entre los muertos, como está escrito

en Hechos de los apóstoles 2:36:

“Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros

crucificasteis, Dios le ha hecho Señor (”Adón/Kurios”) y Cristo (Mesías).” (LBLA)

Consecuentemente, Él no poseía ni el título Adón (“Kurios”) ni el título Mesías (“Cristo”) en

sí mismo, sino estos títulos le fueron dados desde el Cielo.

Romanos 9:3-5

“Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis

hermanos, mis parientes según la carne, que son israelitas, a quienes pertenece la

adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las

promesas, de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el

Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén” (LBLA)

El teólogo sueco Mikael Tellbe,34

que es partidario de la doctrina de la trinidad, escribe35

que

Pablo en sólo dos ocasiones habla en términos que pueden ser interpretados como que “Jesús

sea Dios”, Rom. 9:5 y Tit. 2:13. Sin embargo, él escribe que sólo a la primera vista de Rom.

9:5 parece que Pablo esté hablando de “Jesús como Dios” y luego destaca el hecho de que en

el tiempo de Pablo se escribía sin puntos y comas lo cual hace que el texto pueda ser

traducido de la siguiente manera:

“… de ellos viene Cristo. El que está sobre todo, Dios es bendito para siempre, amén.”

Según el doctor Tellbe, la segunda parte del versículo puede ser vista independiente, como

una alabanza al Padre. Y como se puede encontrar argumentos para los dos puntos de vista,

las ideas se dividen entre los traductores de la Biblia, “algunos dejan que se refiera a Cristo,

34

Profesor del Nuevo Testamento en Örebro Teologiska Högskola (Universidad Teológica de Örebro,

Suecia). 35

Mikael Tellbe, Med framtiden i ryggen, ©Libris 2002, ISBN 91-7195-619-0, pág.179-180.

Page 111: La Doctrina de la Trinidad

otros a Dios”.36

Telle escribe además que “lo normal para Pablo – y por supuesto dentro del

judaísmo – parece ser que las alabanzas sean dirigidas a Dios … Por lo tanto sería anormal si

Pablo – que en Rom. 9 se dirige especialmente a cristianos judíos y que generalmente son

muy cuidadosos en diferenciar entre Dios y Cristo – ahora abandone esta distinción y de

manera clara hable de Jesús como Dios.”101

Según la nota de la Nueva Versión Internacional se puede traducir la segunda parte del

versículo de la siguiente manera:37

“… Cristo. ¡Dios, que está sobre todas las cosas, sea alabado por siempre!”

El texto griego en papiro P46 “Chester Beatty Papyri” de 180-250 E.C. es considerado como

el manuscrito más antiguo y el mejor preservado de todos.38

Este texto fue escrito con

“scriptio continua” lo cual implica que no hay prácticamente ningún punto ni espacio entre las

palabras. Sin embargo, en P46 hay algunos puntos – o en forma de dos puntos (:) o bien en

forma de un punto por encima de la línea – y en varias ocasiones aparecen espacios pequeños

en el texto para agilizar la lectura.39

En P46 aparece un punto en Romanos 9:5 entre las palabras carne (hombre) (gr. “sarx”) y él

(“ho”) lo cual implica que el que escribió el punto, de esa manera quería mostrar que debe

haber una pausa en la lectura después de la palabra carne. Consecuentemente, la oración que

sigue al punto constituye una alabanza al Eterno que está sobre todas las cosas, y no al

Mesías. Esto concuerda también con otros textos paulinos que tienen semejantes palabras de

alabanzas judías típicas al Eterno, (c.f. Rom. 1:25; 11:36; 2 Cor. 11:31; Ef. 3:20-21). Este tipo

de bendiciones también es común en la literatura rabínica, especialmente cuando se menciona

el nombre del Eterno.

Por lo tanto, se podría traducir el texto griego de P46 de la siguiente manera literal:

“de quienes [son] los patriarcas, y de quienes [procede] el Ungido por esto según [la] carne.

El que es sobre todas las cosas Di-s bendito por los siglos Amén.”

El punto en este manuscrito antiguo muestra que no se debe leer el texto como si el Mesías

fuera Dios, lo cual han hecho la gran mayoría de las traducciones cristianas.

La versión Hebrew-Roots Version tradujo desde el arameo de la siguiente manera:

“And the fathers and from whom the Messiah was seen in the flesh. He who is Eloah

who is over all, to him [be] our praises and our blessings forever and ever. Amen.”

Lo cual traducido al castellano sería:

36

Traducción mía del sueco. 37

Ver http://www.biblegateway.com/passage/?book_id=52&chapter=9&version=42#fes-NVI-28117a. 38

Ver http://www.bible-researcher.com/papy46.html,

http://en.wikipedia.org/wiki/Papyrus_46,

http://www.cbl.ie/getdoc/fe648b84-98d5-4f15-a681-113cdffe1850/5.aspx,

http://wwwapp.cc.columbia.edu/ldpd/app/apis/search?mode=search&invnum_num=6238&sort=institution&

resPerPage=25&action=sort&p=1 39

Ver http://www.lib.umich.edu/pap/k12/reading/Paul/diacritics.html

Page 112: La Doctrina de la Trinidad

“Y los padres y de los cuales el Mesías fue visto en la carne. El que es Eloah que está

sobre todo, a él [sean] nuestras alabanzas y nuestras bendiciones por siempre jamás.

Amén.” (Trad. mía)

Hechos 20:28

“Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os

ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia

sangre.” (LBLA)

“Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los

ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con la

sangre de su propio hijo.” (NVI variante según nota)

“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha

puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia

sangre.” (RV1960)

Si comparamos estas tres traducciones castellanas nos damos cuenta de que hay una falta de

acuerdo al definir de quién es la iglesia y de quién es la sangre. Esto debe a las diferencias

que hay entre las variantes de los manuscritos griegos.

la iglesia de Dios… su propia sangre – Textus Receptus

la iglesia de Dios… la sangre de su propio hijo – Westcott-Hort

la iglesia del Señor… su propia sangre – Ciertos textos bizantinos

También en el arameo aparecen diferentes variaciones en los textos:

la congregación del Mesías… su propia sangre – Peshita,40

(Khaburis Codex) (esta

lectura se encuentra en las traducciones inglesas de George M. Lamsa y John Wesley

Etheridges41

y en la traducción española de José L. Hernández.)

la congregación de Eloah… su propia sangre – Variante occidental de Peshita42

(que

fue utilizada para la traducción inglesa de James Murdock.43

)

40

”Peshita es la Biblia oficial de la Iglesia Oriental que fue llamada Nazarenos durante algunos siglos en su

historia temprana. El nombre Peshita significa “recto” en arameo, con otras palabras, el Nuevo

Testamento original y puro. Peshita es el único texto auténtico y puro que contiene los libros del Nuevo

Testamento que fueron escritos en arameo… Contiene todos los libros excepto 2 Pedro, 2 Juan, 3 Juan,

Judas y Revelación (y … Juan 7:53-8:11). Estos libros fueron canonizados por la Iglesia Oriental,… las

palabras del Su Santidad el Señor Eshai Shimun, “Catholicos Patriarch” de la Igleisa Oriental, pueden ser

resumidas de la siguiente manera: „… como Patriarca y Cabeza de la Santa Iglesia Apostólica Oriental

deseamos declarar, que la Iglesia Oriental recibió las escrituras directamente de manos de los benditos

Apóstoles en el arameo original, el idioma hablado por nuestro Señor Jesucristo mismo, y que la Peshita es

el texto de la Iglesia Oriental que ha sido transmitida desde los tiempos Bíblicos sin cambio alguno o

revisión.‟”

Cita de The New Testament Peshitta Aramaic Text with a Hebrew Translation; Bible Society in Israel; 1986.

(Traducción mía.) Ver también http://www.aramaicpeshitta.com/peshitta.htm. 41

Ver http://www.standardversion.org/p-eth-book-introduction.php. 42

La versión occidental del texto Peshita es utilizada por la Iglesia Siria Ortodoxa y la Iglesia Católica Caldea.

En su dialecto es llamada “Peshito”. El Peshito es casi idéntica a la versión de la Iglesia Oriental, pero se

diferencia en dos pasajes (Hech. 20:28 y Heb. 2:9). “Probablemente Peshito es una revisión de Peshita con

el propósito de actualizar el texto Peshita según la línea del texto griego y para aportar los cinco libros que

Page 113: La Doctrina de la Trinidad

¿Cómo podemos dar una explicación a la existencia de las diferentes variantes de manuscritos

griegos y arameos en cuanto a este versículo? Es obvio que alguien o algunos de los que

copiaron los textos hayan introducido cambios voluntariamente o involuntariamente para que

ya no concuerde con el original. La pregunta es ¿cuál de las diferentes variaciones de los

textos es la original? No es seguro que las copias más antiguas sean las más afines al original.

Depende dónde y cuándo se hicieron los cambios.

Lo importante para nosotros en este contexto es que a la hora de sacar doctrinas debemos

tener cuidado para no basarnos en textos donde hay manipulaciones claras, porque no

sabemos cuál de las variantes es la original.

Entonces cuando hay diferentes variantes de textos deben ser revisarlos a la luz del testimonio

que hay en el resto de las Escrituras, porque la doctrina del Eterno es una sola y no cambia de

una época a otra.

¿Tiene sangre el Eterno? ¿No es la sangre algo que sólo tienen los seres terrenales? La palabra

sangre es “dam”44

en hebreo, la cual está relacionada con la palabra “adam” – hombre. La

palabra hebrea tierra – “adamá” – también está relacionada con “dam” – sangre. Así que,

lingüísticamente la sangre está fuertemente relacionada con la tierra y el hombre. Además está

escrito en Juan 4:24 que Elohim es Espíritu y un espíritu no tiene ni carne, ni hueso ni sangre.

Por esta razón es muy probable que hayan sido manipulados aquellos textos que dicen que

Elohim ha comprado su congregación con su propia sangre.

Juan 1:18

“Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le

ha dado a conocer.” (LBLA)

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha

dado a conocer.” (RV1960)

Aquí tenemos otro ejemplo de diferentes variantes de textos en los manuscritos griegos. En

los manuscritos griegos más antiguos aparece la palabra “Theos” – Dios – mientras que en la

mayoría está la palabra “uihos” – Hijo.

En el arameo también hay diferentes variantes de textos. El texto antiguo sirio escribe Hijo

mientras que la Peshita escribe Eloah.

Así que, tenemos aquí otro ejemplo de una manipulación del texto original de una u otra

manera. Como es difícil juzgar cuál es el texto original inspirado por el Espíritu y dado del

faltaban (y Juan 7:53-8:11). Cita de: The Syriac New Testament; British and Foreign Bible Society; 1950.

(Traducción mía.)

La versión oriental de Peshita es también llamada Nestoriana y la occidental Jacobita (adaptación/traducción

del griego). 43

Ver http://www.hebrewaramaic.org/james_murdock/ 44

Strong H1818 dam dawm From H1826 (compare H119); blood (as that which when shed causes death) of

man or an animal; by analogy the juice of the grape; figuratively (especially in the plural) bloodshed (that is,

drops of blood): - blood (-y, -guiltiness, [-thirsty]), + innocent.

Page 114: La Doctrina de la Trinidad

cielo, no se puede edificar una doctrina sobre estos versículos porque uno corre el riesgo de

citar de una fuente contaminada.

También estos textos tienen que ser revisados a la luz de toda la Escritura. Y si partimos de la

línea general que hemos visto hasta ahora en las Escrituras es más fácil inclinarse a favor de

las variantes de textos que hablan del Hijo como unigénito, lo cual quiere decir único en su

clase, en lugar de optar por la idea de que Dios haya nacido. ¿Podrá Dios nacer? ¿Podrá el

Inmutable, Eterno, Vivificante, Invisible y Altísimo nacer? Este pensamiento está

resbaladizamente cerca de las doctrinas paganas que hablan del nacimiento de los dioses.

1 Timoteo 3:16

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en

carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles,

Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” (RV1960)

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la

carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las

naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (LBLA)

Aquí encontramos otro ejemplo de manipulación del texto original. Textus Receptus, entre

otros, usan la palabra “Theos” – Dios – pero en otros textos aparece la palabra “hos” – que, el

cual. Los textos arameos no dicen Eloah.

Por lo tanto no se puede utilizar este versículo para afirmar la deidad del Mesías.

Tito 2:13

“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro

gran Dios y Salvador Cristo Jesús” (LBLA)

Según Mikael Tellbe, que hemos mencionado anteriormente, este es el único versículo donde

Pablo claramente dice que “Jesús es Dios”, según la construcción de la gramática del texto

griego. Pero para poder llegar a esa conclusión Tellbe se basa en dos tesis más o menos

pronunciadas:

Pablo o su secretario escribió en griego.

El texto griego que tenemos hoy en día está de acuerdo con el texto original que Pablo

escribió.

Ambas supuestas condiciones para la argumentación de Tellbe deben ser cuestionadas. ¿Será

que Pablo escribió en griego realmente? Los textos que tenemos hoy ¿son realmente copias

fieles al original que Pablo escribió, en el caso de que escribiera en griego?

El texto Peshita tiene la palabra y en este versículo antes de la palabra salvador/dador de la

vida, lo cual hace que por un lado habla de Eloah y, por el otro lado, habla del Mesías, lo cual

está de acuerdo con otros textos similares de Pablo. Así que, el texto arameo no dice que

Yeshúa es Eloah.

Page 115: La Doctrina de la Trinidad

Por lo tanto, la declaración de Tellbe tiene que ser cuestionada tanto desde el testimonio del

resto de las Escrituras como por el testimonio del texto arameo.

Si realmente fuera cierto que Pablo escribiera en griego y que el texto que tenemos hoy en día

estuviera de acuerdo con lo que escribió, entonces este texto constituiría el único testimonio

de que Pablo hubiera llamado a Yeshúa Elohim, exceptuando la carta a los Hebreos. Un solo

pequeño testimonio dudoso no es suficiente para edificar una doctrina, especialmente cuando

se considera que la fe en esta doctrina es una condición para el destino eterno del alma. Tiene

que haber al menos dos o tres testimonios para poder confirmar cada cosa, y aquí hay sólo

uno, y dudoso. Además el texto arameo testifica en contra de este único pequeño testimonio.

Así que tenemos dos testigos que dicen lo contrario. La pregunta es cuál de los dos es el más

fiable. Pero como no coinciden es imposible dar un fallo final justo. El caso tendrá que ser

suspendido por falta de pruebas.

Por lo tanto, la conclusión que podremos sacar de esto es que no hay suficientes pruebas para

declarar que Pablo creía o enseñaba que Yeshúa sea Dios/Elohim.

David H. Stern, que también cree en la doctrina de la trinidad, escribe en su comentario sobre

el NT judío45

que este versículo no habla de Yeshúa como Dios sino como la Shejiná – gloria

manifestada – de Dios, que al mismo tiempo es nuestro Libertador, Yeshúa Mesías. De esta

manera él une este versículo con Hebreos 1:3 donde dice que el Hijo es el resplandor de la

Shejiná. Según él, los que dicen que este versículo claramente habla de la divinidad de Jesús

están introduciendo forzadamente el entendimiento de que “Jesús sea Dios” es un pasaje que

no trata esta cuestión. Según él, la deidad de Jesús no está claramente pronunciada en el

Nuevo Testamento sino sólo en alusiones indirectas.

Si fuese así, ¿Por qué esta cuestión se ha vuelto un asunto de salvación? ¿No debería la

salvación basarse en declaraciones claras que no podrían ser mal interpretadas de ninguna

manera? ¿No es más bien que la iglesia ha querido tener el monopolio de su interpretación

particularmente elaborada y de esa manera mostrar su poder sobre las Escrituras y sobre las

almas de las personas? Si la Biblia no tiene una doctrina de la trinidad pronunciada, ¿Por qué

es tan importante declarar como herejes y callar de diferentes maneras y deshacerse de los que

se atreven a cuestionarla? ¿No es esto una evidencia de que detrás de esta doctrina hay otros

poderes que no tienen su origen en el amor a la verdad de las Escrituras y al Espíritu que las

inspiró? Nuestro Maestro nos enseña que por el fruto se conoce el árbol. ¿Cuál es el fruto de

la doctrina de la trinidad a lo largo de la historia de la iglesia? ¿No habla el fruto de la clase de

espíritu que hay detrás de esa doctrina?

Si las Escrituras no tienen una doctrina de la trinidad pronunciada, ¿cómo es que esa doctrina

es utilizada como un arma y una razón para crear enemistad entre hermanos espirituales? ¿No

hay lugar para que uno pueda leer las Escrituras por sí mismo y saber qué dicen acerca de esto

y sacar sus propias conclusiones sin tener que ser señalado como lo uno o lo otro? ¿Cómo es

posible que esa doctrina se haya vuelto un tema tan decisivo cuando la Escritura no habla de

ello? Este hecho debe hacer que paremos y nos preguntemos: ¿qué espíritu hay detrás de ella?

Estoy convencido de que estamos tratando de un principado espiritual, el mismo principado

que estaba detrás de las doctrinas trinitarias de las religiones que rodeaban a Israel. La

45

Ver David H. Stern, Jewish New Testament Commentary, pág. 656.

Page 116: La Doctrina de la Trinidad

doctrina de una deidad triuno existía en Egipto y otros reinos paganos mucho antes de que el

sistema de la ramera la introdujera por la fuerza en el cristianismo. Estos poderes espirituales

luego entraron y se apoderaron de la iglesia cristiana y el resultado de esta doctrina habla por

sí mismo. Sólo el hecho de que muchos que leen este libro se irritan en gran manera por el

hecho de que yo cuestione esa doctrina es una evidencia de cuánto se ha enraizado este poder

espiritual entre los cristianos.

Hebreos 1

“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas

maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su

Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también

el universo.

“Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene

todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación

de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho

mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.

Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Hijo mío eres tú, yo te he engendrado

hoy; y otra vez: Yo seré Padre para Él, y Él será Hijo para mí?

Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y adórenle todos los ángeles

de Dios. Y de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles, espíritus, y a sus ministros,

llama de fuego.

“Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; y el cetro de tu

reino es cetro de equidad. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo

cual Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.

“Y: Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra

de tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura

se envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados.

Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.

“Pero, ¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga

a tus enemigos por estrado de tus pies?

“¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los

que heredarán la salvación?” (LBLA)

Para poder entender este capítulo correctamente tenemos que tener claras tres verdades

fundamentales:

La carta a los Hebreos fue escrita a judíos que conocían bien las Escrituras judías y sus

diferentes niveles de interpretación.

La carta no fue redactada en griego sino en hebreo.

Los primeros cuatro versículos constituyen un resumen de lo que luego es desarrollado

en el resto del capítulo.

La carta a los Hebreos fue escrita a judíos – posiblemente esenios – que estaban bien

familiarizados con los diferentes niveles de interpretación que hay en los Escritos hebreos.

Esto significa que mucho de lo que está escrito en la carta fácilmente podrá ser

malinterpretado por los que no están bien familiarizados con las discusiones y la idiosincrasia

judía. Muchas veces esta carta es utilizada por hombres ignorantes para hablar del ministerio

levítico como algo opuesto al ministerio celestial, los sacrificios sangrientos como opuestos al

Page 117: La Doctrina de la Trinidad

sacrificio sangriento del Mesías en Gólgota, la ley como opuesto al pacto renovado etc. Para

aquellos judíos que conocen bien los diferentes niveles de interpretación y tienen una

comprensión más profunda de la Palabra revelada, estas cosas no son consideradas como algo

que tiene que entenderse como o lo uno o lo otro, sino como tanto lo uno como lo otro. Se

trata tanto del ministerio levítico como el ministerio celestial de Malki-Tsedek, tanto los

sacrificios de los animales como el sacrificio del Mesías, tanto el pacto anterior como el pacto

renovado. Esto implica, por lo tanto, que los niveles superiores de interpretación no eliminan

a los inferiores. Los niveles inferiores sirven para poder entender los superiores, pero los

superiores son más importantes (c.f. Juan 3:14).

Según los padres de la Iglesia, la carta a los Hebreos fue escrita en el idioma hebreo y luego

fue traducida al griego. En el siglo IV Eusebio hizo referencia a un escrito perdido de

Clemente de Alejandría que fue escrito alrededor del año 200 E.C., y que citó de la siguiente

manera:

“En la obra llamada Hypotyposes, [Clemente de Alejandría] nos ha dado la descripción corta de todas

las Escrituras canonizadas. Él asegura que la carta a los Hebreos fue escrita por Pablo a los hebreos en

el idioma hebreo, pero que fue traducida cuidadosamente por Lucas y publicado entre los griegos.”46

Eusebio mismo escribió:

“Como Pablo había escrito a los hebreos en el idioma de su propia nación, algunos dicen que el

evangelista Lucas, otros dicen que Clemente, tradujo la carta.”47

Jerónimo escribió:

“[Pablo], que era hebreo, escribió muy elocuentemente en el idioma hebreo, que era su propio idioma, y

lo hizo cuando las cosas elocuentes que fueron escritas se tradujeron más elocuentemente al griego.”48

Como esta carta originalmente fue escrita en hebreo, probablemente por Pablo, uno tiene que

tener cuidado al basarse en el texto arameo o griego. Las traducciones tienen defectos, no

importa cuán buenas que sean, y por eso existe el riesgo de los malos entendidos al leer las

traducciones. Por lo tanto, debemos tener una actitud de cuidado y humildad a la hora de

intentar de entender esta carta.

Los primeros versículos de Hebreos 1 constituyen un resumen de lo que viene más tarde en el

capítulo. Pablo empieza con una descripción concentrada de la relación entre el Hijo y el

Padre y luego sigue desarrollando esta relación con evidencias de citas escriturales que

concuerdan con el mundo de interpretación y entendimiento teológico en el que vivía los

receptores. Así que, al analizar palabra por palabra de lo que se dice, uno tiene que

preguntarse acerca del significado de cada término según la manera de pensar y la teología

que tenían los receptores de la carta.

Ahora, entremos en el texto:

En los versículos 1-2 está escrito según la versión la Biblia de las Américas:

46

Clemente de Alejandría, Hypotyposes (aprox. 200 E.C. citado por Eusebio en Historia Eclesiástica 6:14:2. 47

Eusebio, Historia Eclesiástica 3:38:2-3. 48

Jerónimo (s. IV), Lives of Illustrious Men, Book V.

Page 118: La Doctrina de la Trinidad

“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas

maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su

Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo

también el universo.”

Al tratar estos versículos en un capítulo anterior, vimos que en tiempos anteriores el Eterno no

había hablado al pueblo de Israel mediante el Hijo, sino solamente por medio de los profetas.

Después de venir el Hijo, también habla por medio de Él.

He aquí el primer ejemplo de que debemos entender el texto como tanto lo uno como lo otro,

y no o lo uno o lo otro. El mensaje de los profetas no ha dejado de hablarnos al venir el Hijo.

Cientos de profecías por medio de Moshé y los demás profetas todavía no han sido cumplidas,

así que sería totalmente falso creer que como ahora ha venido el Hijo, el Eterno ya no nos

habla por los profetas. El Hijo mismo se basó en los profetas y mostró que todos estaban

hablando de Él, (Luc. 24:26-27). Además hay varios ejemplos en los Escritos Apostólicos de

cómo el Eterno habló a las congregaciones mediante los profetas que servían después de la

venida de Yeshúa. Así que, lo uno no excluye lo otro.

Tome nota de que está escrito que Dios había hablado por su Hijo. Así que Elohim es el

Padre, que ha hablado por medio de su Hijo, su representante más importante. Así que, no fue

el Hijo quien habló sino el Padre, mediante el Hijo.

Como hemos dicho antes, el Hijo es el propósito principal de toda la obra de la creación. Por

eso el Eterno tenía al Hijo en su mente cuando creó todo. Por eso dice que creó todo por

medio de Él. Como vimos antes, el Hijo no fue el Creador sino el canal, el plan maestro, por

medio del cual el Eterno creó el mundo. Esta verdad debe ser el fondo para poder entender

correctamente lo que está escrito en los versículos 10-12, que son una cita del Salmo 102:25-

27:

“Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de

tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se

envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados.

Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.”

Observe que la palabra Señor no está escrita en el texto hebreo del Salmo 102:26. La versión

griega de la carta a los Hebreos sigue casi literalmente la traducción de la Septuaginta del

Salmo 102 donde aparece la palabra “Kurios” – Señor. En el texto arameo no aparece la

palabra Señor en Heb. 1:10 lo cual muestra que el texto arameo no fue traducido del griego

sino está basado en el texto hebreo del Salmo 102.

Este salmo describe como uno que sufre expresa su angustia clamando al Eterno por salvación

y ayuda. Después viene la respuesta al clamor del angustiado que explica cómo el Eterno se

levantará y tendrá compasión de Tsión, (v.13). Todas las naciones gentiles temerán ante el

nombre del Eterno y todos los reyes ante su gloria cuando haya edificado a Tsión y se haya

manifestado en su gloria (que es una ilustración del restablecimiento de un reino político en la

tierra de Israel con las doce tribus de Israel, v. 16).

En el Salmo 102:18 está escrito:

Page 119: La Doctrina de la Trinidad

“Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear

alabe al SEÑOR.” (LBLA)

Según el hebreo, está escrito literalmente: una última generación. Por lo tanto, este salmo está

hablando del tiempo para la segunda venida del Mesías. Está describiendo como el Eterno

estará mirando desde el cielo para liberar a los hijos de la muerte para que Su nombre pueda

ser proclamado en Jerusalén cuando todas las naciones se reunirán para servirle, (v. 19-22).

En este contexto, que claramente habla del regreso del Mesías, entran los versículos del

Salmo 102, que están citados en Hebreos 1 como una referencia al Hijo.

Así que, el Salmo 102 habla del tiempo para la segunda venida del Mesías cuando el Eterno

juzgará a la tierra por medio de Él. Él es el siervo y máximo representante del Eterno. Cuando

el Hijo regrese, es el Eterno quien está viniendo por medio de Él. Él viene en el Nombre del

Eterno. Teniendo esto en cuenta, junto con lo que hemos aprendido antes por medio de las

Escrituras hebreas, es más fácil interpretar esta cita como un reconocimiento de que el Eterno

está viniendo mediante Su representante para establecer Su reino en la tierra, en lugar de

asignar toda la cita al Hijo.

Sin embargo, tendré que admitir que este es uno de los textos de los Escritos Apostólicos

difíciles de entender donde parece que el Hijo sea presentado como el Creador. Pero si

partimos del versículo 2 donde dice que Elohim creó por medio del Hijo, tendremos que

entender el versículo dentro del marco de esta representación para que cuadre. El texto habla

en primer lugar del Padre, pero también del Hijo, porque también Él fue contado antes de la

creación y va a existir eternamente después que los cielos actuales hayan sido consumidos por

fuego. Así que, se trata de tanto lo uno como lo otro. En el próximo capítulo hablaremos de

cómo el Hijo lleva el nombre del Eterno y cómo los textos de las Escrituras que claramente

hablan del Padre son utilizados como referencias del Mesías en los Escritos Apostólicos.

Hebreos 1:3 dice:

“Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene

todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación

de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas…”

Este versículo habla de la posición actual del Hijo, después de la resurrección, cuando fue

deificado y recibió la autoridad delegada para poder gobernar sobre todo con su palabra.

En el texto Peshita está escrito: imagen de su ser. La palabra imagen en arameo es “salma” y

viene de la palabra hebrea “tselem” – imagen – que se encuentra en Génesis 1:26-27.49

En el

texto griego aparece la palabra “charakter”50

– grabadura. La palabra griega que fue traducida

como naturaleza es “hupostasis”51

que significa fundamento, sustancia.52

49

Hay variantes de la misma palabra aramea en: Mat. 22:20; Mar. 12:16; Luc. 20:24; Hech. 19:35; Rom. 1:23;

Rev. 13:14, 15; 14:9, 11; 15:2; 16:2; 19:20; 20:4. 50

Strong G5481 χαρακτηρ, charakter, khar-ak-tar', From the same as G5482; a graver (the tool or the person),

that is, (by implication) engraving ([“character”], the figure stamped, that is, an exact copy or [figuratively]

representation): - express image. 51

Strong G5287 υποστασις hupostasis, hoop-os'-tas-is, From a compound of G5259 and G2476; a setting

under (support), that is, (figuratively) concretely essence, or abstractly assurance (objectively or

subjectively): - confidence, confident, person, substance. 52

La palabra aparece en 2 Cor. 9:4; 11:17; Heb. 1:3; 3:14; 11:1.

Page 120: La Doctrina de la Trinidad

Tome nota de que está escrito que el Hijo está sentado a la diestra de la Majestad en las

alturas, pero no que Él mismo sea la Majestad. La expresión “a la diestra” es una expresión

judía para la delegación de la autoridad y representación y no debe ser entendida literalmente

como algo geográfico.

La carta a los Hebreos continua declarando que después de la resurrección y glorificación el

Hijo ha recibido una posición mucho más alta que los ángeles. En la versión de Reina-Valera

(1960) está escrito que Él fue hecho superior a los ángeles, lo cual concuerda mejor con el

texto griego. Esto implica que Él no lo fue antes de la resurrección. Mencionamos

anteriormente que el Hijo tenía una posición inferior a los ángeles antes de ser glorificado,

(Heb. 2:7). La expresión Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy habla justamente de la

resurrección, (Hech. 13:33; Heb. 5:5). Solamente después de la resurrección heredó un

nombre que es mucho más elevado que los ángeles y entonces recibió todo el poder en el cielo

y en la tierra. Así que, aquí no está hablando de que el Hijo sea una especie de ser superior

que los ángeles, sino de su posición de autoridad, su posición de poder. En este preciso

contexto aparecen las citas de los Salmos.

En Hebreos 1:8-9 está escrito:

“Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; y el cetro de tu

reino es cetro de equidad. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo

cual Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.”

Esto es una cita del Salmo 45:1-2 donde está escrito:

“Para el director del coro; según Sosanim. Masquil de los hijos de Coré. Canción de

amor. Rebosa en mi corazón un tema bueno; al rey dirijo mis versos; mi lengua es

como pluma de escribiente muy ligero. Eres el más hermoso de los hijos de los

hombres; la gracia se derrama en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para

siempre.” (LBLA)

Evidentemente, este salmo está hablando a un rey entre los hijos de los hombres, a saber un

hombre, pero uno que Elohim ha bendecido para siempre. Este salmo habla en primer lugar de

uno de los reyes en Israel. Pero en su dimensión profética alude al Mesías. Así que, otra vez

se trata de tanto lo uno como lo otro.

Lo que es interesante en este contexto es que el término “Elohim” es utilizado en el texto

hebreo cuando habla de un rey en Israel durante su boda. Como hemos visto antes, los jueces

humanos reciben el título de “Elohim”, lo cual es subrayado otra vez en este salmo. Y como el

salmo alude al Mesías, y especialmente el momento grande cuando será celebrada la boda del

Cordero en el siglo venidero (ver el contexto del Salmo 45), el título “Elohim” se convierte en

una evidencia muy especial de que el Mesías, después de su resurrección, haya recibido la

honra de gobernar como Juez supremo, muy por encima de los ángeles.

Sin embargo, esto no constituye una evidencia de que Él sea Elohim en el sentido absoluto, lo

cual también es confirmado por las palabras por lo cual Dios, tu Dios, te ha ungido… Me

parece una irracionalidad que una persona pueda ser Dios y al mismo tiempo tener un Dios.

¿Cuántos dioses hay? Sólo uno, enseñan las Escrituras. Por lo tanto es imposible que el Hijo

sea el individuo Elohim en sentido absoluto y al mismo tiempo pueda tener un Elohim, lo

Page 121: La Doctrina de la Trinidad

cual significaría que serían dos individuos, dos Dioses, (c.f. Juan 20:17). Sin embargo, Él

perfectamente puede haber sido confiado con el título “Elohim” como el gobernante superior

de esta creación y al mismo tiempo tener al Eterno sobre sí como su Elohim. Esto concuerda

bien con el testimonio que dan el resto de las Escrituras, según lo que hemos estudiado en

capítulos anteriores.

Ahora, podemos concluir esta parte diciendo que el capítulo 1 de la carta a los Hebreos no

habla de la esencia del Hijo como Elohim/Dios en su sentido absoluto, sino destaca la

posición de autoridad que Él ha recibido del Eterno sobre los ángeles después de haber sido

resucitado de entre los muertos. El texto del Salmo 102 habla de cómo todo fue creado y

cómo el Creador permanecerá, a pesar de que lo creado sea anulado. Esta verdad es aplicable

también sobre el Hijo que es un canal por medio del cual el Eterno creó todo y que seguirá

siendo el mismo incluso en el tiempo cuando el cielo y la tierra sean consumidos por el fuego.

2 Pedro 1:1

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la

nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: Gracia y paz os

sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.” (LBLA)

Según esta traducción está escrito que Jesucristo es tanto Dios como Salvador. Sin embargo

no dice así todas las traducciones. En otras traducciones se puede ver que Dios está escrito por

un lado y Jesucristo por el otro. Esto depende de las diferentes variantes que hay de los

manuscritos griegos. Si vamos al texto arameo vemos que la palabra para Dios no aparece allí

sino la palabra para Señor, como está escrito:

“… la justicia de nuestro Señor y Libertador Yeshu Meshija.” (Trad. mía)

Por lo tanto, este versículo no puede ser utilizado como una evidencia para decir que Pedro

consideró que Yeshúa es Elohim/Dios en su sentido absoluto.

1 Juan 5:20

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que

conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su

Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.” (LBLA)

La expresión el verdadero Dios en este texto, habla de Aquel verdadero, cuyo hijo es Yeshúa

el Mesías. Así que, el Padre es el verdadero Elohim y la vida eterna, (c.f. Juan 17:3).

No hay dos o tres testimonios en los Escritos Apostólicos que dicen que Elohim/Dios sea otra

cosa que el Padre o implicar alguna otra persona que el Padre. Pero hay muchísimos

testimonios que hablan de lo contrario. Los apóstoles expresan en sus escritos un monoteísmo

absoluto donde sólo el Padre es presentado como Elohim/Dios y donde Yeshúa es presentado

como Señor (“Adón”).

En 1 Corintios 8:5-7a está escrito:

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“Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como

por cierto hay muchos dioses y muchos señores, sin embargo, para nosotros hay un

solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; y un

Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos

nosotros. Sin embargo, no todos tienen este conocimiento.” (LBLA)

Otro texto que habla de un monoteísmo absoluto es Juan 17:3 donde está escrito:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a

Jesucristo, a quien has enviado.” (LBLA)

Si Pablo hubiera tenido la teología trinitaria que fue desarrollada cientos de años más tarde,

habría empezado sus cartas de la siguiente manera:

Gracia a vosotros y paz de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Amén.

Pero como ni Pablo ni otro de los apóstoles creían en un Elohim/Dios triuno, no encontramos

rastro de semejante mezcla en sus escritos.

El hecho de que cientos y miles de años más tarde muchos intentan introducir en sus Escritos

una doctrina que no está allí y encontrar rastros de semejante construcción posterior, es otra

historia. Ahora, si uno es sincero y busca la verdad leyendo sus Escritos sin un prejuicio

trinitario es muy difícil, para no decir imposible, de llegar a tal conclusión. El hecho de que

tanto el Padre como el Espíritu como Yeshúa son mencionados en sus Escritos no constituye

de ninguna manera una evidencia de que se trate de una trinidad. Un lector e investigador

sincero de la Biblia fácilmente podrá ver que la doctrina de la trinidad no es la base de las

Escrituras Apostólicas.

Sin embargo, surgen problemas con los textos que parecen destacar una deidad en Yeshúa.

Pero como hay variantes de los manuscritos griegos y arameos que dan testimonio de que el

texto original ha sido manipulado, especialmente en los textos que parecen destacar divinidad

en el Mesías, uno debe, en nombre de la sinceridad, sospechar que han habido fuertes

intereses en la iglesia establecida que han introducido estos cambios en los manuscritos dando

como resultado que la doctrina recientemente creada de la di-unidad y trinidad pueda ser

percibida en las Escrituras consagradas. Muchos de los manuscritos que tenemos ahora, dan

testimonio de cómo la Palabra del Eterno ha sido manipulada por la gran ramera para hacerla

cuadrar con el mundo de ideas de las religiones paganas de alrededor, donde había una fe

trinitaria claramente expresada. La iglesia romana, que en las Escrituras es descrita como una

ramera, siempre ha flirteado con las religiones del mundo e introducido en su seno aquella fe

y aquellos ritos que existían en las religiones de alrededor. En la Biblia la ramera es llamada

Babilonia. El nombre Babilonia viene del hebreo “bavel” que significa mezcla. Esta religión

es verdaderamente una mezcla de judaísmo puro con toda clase de paganismo, incluyendo la

doctrina de la trinidad. Por lo tanto, las Escrituras Apostólicas, que fueron dadas al pueblo

judío y por medio de ellos, han sido manipuladas por un sistema de prostitución religiosa que

sin vergüenza y con una auto exaltación altiva no ha temido cambiar la Palabra del Eterno

según sus propios criterios para así mezclar lo puro con lo impuro, la revelación celestial con

doctrinas de demonios y la verdad con la mentira para así crear un pueblo confuso que ha sido

desviado para creer que la salvación está depositada en doctrinas que no pueden ser

encontradas en los textos originales de la Palabra revelada, incluidos los Escritos Apostólicos,

los que erróneamente son llamados “Nuevo Testamento”.