LA DIRECCIÓN DE SOMISA DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR, 1976-1983. DEL RESTABLECIMIENTO DE LA...
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Introduccioacuten
El presente trabajo es una primera aproximacioacuten al anaacutelisis particular de las actitudes y posiciones poliacute-
ticas de la direccioacuten de la empresa SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina) durante la uacuteltima
dictadura militar (1976-1983)
Presenta especial intereacutes el estudio de los comportamientos de la direccioacuten de esta empresa mixta
dependiente de la Direccioacuten General de Fabricaciones Militares (DGFM) en el contexto de una gestioacuten
econoacutemica que pretendiacutea reestructurar las bases del reacutegimen de acumulacioacuten mercado internista Las
consecuencias de la reforma financiera la ldquoapertura econoacutemicardquo y en particular el conjunto de medidas
tendientes a ralear la participacioacuten del Estado en la economiacutea a traveacutes del llamado ldquoprincipio de subsi-
diariedadrdquo y del ldquoredimensionamiento del Estadordquo -que apuntaban a privatizar lo que pudiese ser priva-
tizado- afectaban de una u otra manera a la empresa
Nos proponemos entonces analizar la poliacutetica de la direccioacuten empresaria en este contexto su
evolucioacuten y clivajes Nos valdremos de una serie de fuentes constituidas por los discursos plasmados en
las Memorias y Balances de la empresa los Boletines de la Presidencia y Boletines de la Gerencia General
las declaraciones periodiacutesticas asiacute como del uso de la revista de circulacioacuten interna de la empresa
ACERO (1975-1982) y de la publicacioacuten Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal correspondientes alperiacuteodo
1 La poliacutetica de direccioacuten de SOMISA el Estado las Fuerzas Armadas la DGFM y ldquolos priva-
dosrdquo
Las consecuencias de la crisis del treinta y la posguerra que trajeron aparejadas la suspensioacuten de la cir-
culacioacuten regular de mercanciacuteas y las reformulaciones del reacutegimen social de acumulacioacuten que se fue in-
clinando hacia un modelo caracterizado por la sustitucioacuten de importaciones sumado a las posibilidades
ciertas de un nuevo enfrentamiento beacutelico mundial fueron creando las condiciones para que se fortale-
ciera y desarrollara una ldquocorrienterdquo de ldquomilitares industrialistasrdquo al interior de las Fuerzas Armadas que
advertiacutean que era necesario el desarrollo de industrias baacutesicas que pudiesen garantizar a su vez la pro-
duccioacuten autoacutenoma de materiales beacutelicos El desarrollo del ldquoEstado industrial militarrdquo y sus organismos
maacutes importantes como la Direccioacuten General de Fabricaciones Militares fueron el ldquoresultado de un
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largo proceso de maduracioacuten de las ideas favorables al desarrollo industrial en el seno del ejeacutercitordquo1 que
se robustecieron en el periacuteodo de entreguerras
Cabe destacar la figura del Gral Manuel Savio fundador de la Escuela Superior Teacutecnica del Ejeacuter-
cito en 1930 creador de la ley DGFM en 1941 y del Plan Sideruacutergico Argentino en 1947 proyecto por
el cual se dio status juriacutedico a la creacioacuten de la Sociedad Mixta Siderurgia Argentina
Dentro la DGFM que llegoacute a tener bajo su oacuterbita a 26 empresas (estatales mixtas y privadas con
participacioacuten accionaria de la Direccioacuten) SOMISA era una de las maacutes importantes en razoacuten del nuacutemero
de personal y del total de ventas por lo que ocupaba un lugar destacado en cuanto a las poliacuteticas eco-
noacutemicas del Estado y la DGFM ya que ademaacutes funcionaba sin requerir aportes de la Tesoreriacutea2
Se habiacutea proyectado para dicha empresa juriacutedicamente mixta una participacioacuten estatal del 80
en el total de la composicioacuten accionaria pero finalmente debido a la serie de marchas y contramarchas
que sufrioacute el proyecto el Estado se hizo cargo de maacutes del 90 de las acciones No obstante y en fun-
cioacuten de que el proyecto concebiacutea el rol del Estado como un impulsor en primer momento para luego
dejar lugar a los privados el estatuto de la empresa le garantizaba representacioacuten igualitaria a empresarios y
al Estado en el directorio que quedaba compuesto por cuatro industriales del sector privado3 y cuatro di-
rectores maacutes el presidente y vicepresidente designados por el Estado (DGFM)4 La empresa como
hemos sentildealado dependiacutea jeraacuterquicamente de la DGFM que a su vez estaba bajo las oacuterdenes de la Jefa-
tura del Ejeacutercito y tuvo hasta 1983 presidentes militares provenientes de la escuela de ingenieros y del
rintildeoacuten mismo de la DGFMSOMISA teniacutea una importancia crucial para las siderurgias y metalurgias privadas locales ya que
era uno de los principales proveedores de semiterminados e insumos de calidad muchas veces a precios
subsidiados Esto formaba parte del nuacutecleo del proyecto de Savio que entre sus principales objetivos se
planteaba ldquosuministrar a la industria nacional de transformacioacuten y terminado acero de alta calidad a
precios que se aproximen todo lo posible a los que rijan en los centros de produccioacuten extranjeros maacutes
importantesrdquo5
El lugar protagoacutenico que ocupaba SOMISA en relacioacuten al resto de las industrias baacutesicas y como
proveedora de las industrias consumidoras de derivados del acero haciacutea de ella un punto estrateacutegico
De alliacute la importancia de incidir sobre la conduccioacuten poliacutetico-econoacutemica de la enorme planta sideruacutergi-
1Belini (20072 Loacutepez (1988)3 Entre otros estaban Arturo Acevedo de Acindar Horacio Bruzone de La Cantaacutebrica Joseacute M Cura de Curahnos y Joseacute Negri de Tamet 4 Decreto 22315 (31 de julio de 1947) Texto reformado por Asamblea General Extraordinaria de Accionistasdel 15 de marzo de 1961 aprobado por Resolucioacuten nro 365 del Ministerio de Educacioacuten y Justicia de la Nacioacuten
del 11 de abril de 19615 Plan Sideruacutergico Argentino Ley nro 12987 (13 de junio de 1947) reformada por Ley 15801 del 17 de enero de1961
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ca Su puesta en funcionamiento en 1960 fue crucial para los planes desarrollistas de Arturo Frondizi
luego de trece antildeos de marchas y contramarchas buacutesqueda de creacuteditos y asesoramientos extranjeros
Tambieacuten lo fue por poner soacutelo dos ejemplos durante el tercer gobierno peronista y en el marco del
ldquoPlan Trienalrdquo cuando se aprueba un plan de expansioacuten (Plan 4 millones de toneladas acero) con miras
al fortalecimiento de las industrias baacutesicas y a la exportacioacuten de productos manufacturados que era
central para el plan Gelbard-Peroacuten6
Por lo antedicho se comprenderaacute que la direccioacuten de SOMISA y la posibilidad de incidir sobre
su conduccioacuten no era indiferente ni al Estado ni a las Fuerzas Armadas ni a los sectores privados de-
pendientes de los insumos que la empresa produciacutea Por ende las pugnas intersectoriales corporativas
y programaacutetico-ideoloacutegicas sobre el rol o los roles que la empresa debiacutea asumir en relacioacuten al Estado en
relacioacuten a las empresas privadas etc tuvieron distintas manifestaciones a lo largo del tiempo ya fuera
en las disputas internas en el seno de las Fuerzas Armadas ya en las distintas posibilidades que tuvieran
las corporaciones industriales privadas de influir en las poliacuteticas estatales
En este sentido se puede mencionar la tendencia acentuada a partir de 1971 de cambiar el presi-
dente de la empresa acompantildeando los cambios en el gobierno nacional El primer presidente de SO-
MISA fue Savio autor del Proyecto Sideruacutergico Argentino y a la sazoacuten Director General de la DGFM
pero debido a su temprana muerte en 1948 es reemplazado por quien fuera su vice el Gral Julio Pedro
Hennekens A eacuteste lo sucederaacute a su vez quien era su propio vicepresidente el General Humberto Maga-
llanes dos antildeos maacutes tarde En 1955 en coincidencia con el golpe de Estado que derrocoacute al Presidente Juan Domingo Peroacuten asume la presidencia de la empresa el Gral Pedro Castintildeeiras Eacuteste estuvo al
mando de SOMISA durante 16 antildeos -margen de tiempo que no seriacutea alcanzado por ninguacuten otro presi-
dente- hasta que el golpe de palacio que derrocoacute al presidente de facto Marcelo Levingston provocoacute su
reemplazo por el Gral Oscar M Chescotta Chescotta a su vez no subsistiriacutea al recambio producido
por el retorno del peronismo al poder y seriacutea reemplazado por el Gral Julio Aacutengel Maglio Finalmente
la uacuteltima dictadura colocariacutea en la presidencia de SOMISA al Gral Horacio Rivera quien permaneceriacutea
en el puesto desde 1976 hasta el retorno de la democracia al paiacutes en 1983
Como se puede apreciar en los comienzos la transicioacuten de presidentes fue en apariencia maacutes ar-
moacutenica siguiendo un canal jeraacuterquico previsible hasta el antildeo 1955 En 1955 en coincidencia con otra
serie de medidas e intervenciones en el aacutembito del Estado despueacutes del golpe de septiembre se produce
la primera sustitucioacuten poliacutetica de las autoridades de la empresa El nuevo presidente el Gral Pedro
Castintildeeiras habiacutea sido pasado a retiro en diciembre de 1954 junto a otros oficiales no peronistas que se
habiacutean resistido a afiliarse al Partido Justicialista7 No obstante y si bien es muy claro el componente
6 Ver De Riz (1987)7 Belini (2007) p 60
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poliacutetico de este nombramiento hay que sentildealar que Castintildeeiras habiacutea participado de la confeccioacuten del
Plan Sideruacutergico Argentino y habiacutea sido director suplente de SOMISA durante el mandato de Savio
Tambieacuten estuvieron relacionadas estrechamente a la coyuntura poliacutetica el nombramiento y remo-
cioacuten de Julio Aacutengel Maglio durante el tercer gobierno peronista Su vinculacioacuten al peronismo es sentildeala
asiacute por su nieto ldquoMi abuelo estuvo al lado de Peroacuten desde el GOU 1943 Siempre militoacute en el Partido
Justicialista y como se habiacutea dedicado al plan sideruacutergico iniciado por Savio Peroacuten lo nombra al frente
de SOMISA cuando inicioacute su tercera presidenciardquo (Federico Martiacuten Maglio comunicacioacuten personal 23
de julio de 2008)
Con respecto al presidente nombrado por la uacuteltima dictadura Gral Horacio A Rivera su gestioacuten
presenta algunos matices e incluso se puede establecer una periodizacioacuten en su recorrido a cargo de la
empresa Por un lado su nombramiento indica su adhesioacuten a los principios generales del ldquoProcesordquo y
que no veniacutea de tradicioacuten peronista No obstante en sus intervenciones puacuteblicas no encontramos refe-
rencias a aquellos toacutepicos maacutes comunes de la dictadura a saber ldquoterrorismordquo ldquoextremistardquo ldquodemago-
gia populistardquo o referencias generales a la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo Por otro lado tal como habiacutea
sucedido con Castintildeeiras tambieacuten Rivera teniacutea un recorrido al interior de la DGFM habiacutea sido Direc-
tor de Fabricaciones Militares en 1973 y Comandante de Institutos Militares entre 1974 y 19758 Debido
a la particularidad del periacuteodo caracterizado por el ejercicio sistemaacutetico del terrorismo de Estado es
necesario sentildealar algunas cuestiones respecto de la participacioacuten de eacuteste en un cargo de alta jerarquiacutea 1)
le caben todas las responsabilidades juriacutedicas y eacuteticas de todos los funcionarios que ejercieron en eseperiacuteodo altos cargos 2) en su condicioacuten de militar y dado el caraacutecter institucional que tuvo el gobierno
de las Fuerzas Armadas fueron contadas excepciones quienes dentro de las mismas no ocuparon alguacuten
puesto en la administracioacuten estatal o las muacuteltiples intervenciones y 3) no hemos encontrado referencias
ni de la Conadep ni de agrupaciones de Derechos Humanos que lo sentildealen como responsable directo
de criacutemenes de lesa humanidad
A lo largo del trabajo procuraremos analizar con mayor profundidad la posicioacuten del presidente de
SOMISA en el contexto de la dictadura militar (1976-1983) en particular como ya hemos hecho refe-
rencia en lo atinente a los planes econoacutemicos
2 El consenso inicial
ldquoerradicar definitivamente los vicios que afectan al paiacutesrdquo
Es un toacutepico frecuente entre los autores que trabajan sobre el periacuteodo la afirmacioacuten de que por fuera
de la lucha contra la subversioacuten era poco lo que abroquelaba a los militares golpistas y que en ldquola discu-
8 Canelo (2008) p123
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
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Introduccioacuten
El presente trabajo es una primera aproximacioacuten al anaacutelisis particular de las actitudes y posiciones poliacute-
ticas de la direccioacuten de la empresa SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina) durante la uacuteltima
dictadura militar (1976-1983)
Presenta especial intereacutes el estudio de los comportamientos de la direccioacuten de esta empresa mixta
dependiente de la Direccioacuten General de Fabricaciones Militares (DGFM) en el contexto de una gestioacuten
econoacutemica que pretendiacutea reestructurar las bases del reacutegimen de acumulacioacuten mercado internista Las
consecuencias de la reforma financiera la ldquoapertura econoacutemicardquo y en particular el conjunto de medidas
tendientes a ralear la participacioacuten del Estado en la economiacutea a traveacutes del llamado ldquoprincipio de subsi-
diariedadrdquo y del ldquoredimensionamiento del Estadordquo -que apuntaban a privatizar lo que pudiese ser priva-
tizado- afectaban de una u otra manera a la empresa
Nos proponemos entonces analizar la poliacutetica de la direccioacuten empresaria en este contexto su
evolucioacuten y clivajes Nos valdremos de una serie de fuentes constituidas por los discursos plasmados en
las Memorias y Balances de la empresa los Boletines de la Presidencia y Boletines de la Gerencia General
las declaraciones periodiacutesticas asiacute como del uso de la revista de circulacioacuten interna de la empresa
ACERO (1975-1982) y de la publicacioacuten Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal correspondientes alperiacuteodo
1 La poliacutetica de direccioacuten de SOMISA el Estado las Fuerzas Armadas la DGFM y ldquolos priva-
dosrdquo
Las consecuencias de la crisis del treinta y la posguerra que trajeron aparejadas la suspensioacuten de la cir-
culacioacuten regular de mercanciacuteas y las reformulaciones del reacutegimen social de acumulacioacuten que se fue in-
clinando hacia un modelo caracterizado por la sustitucioacuten de importaciones sumado a las posibilidades
ciertas de un nuevo enfrentamiento beacutelico mundial fueron creando las condiciones para que se fortale-
ciera y desarrollara una ldquocorrienterdquo de ldquomilitares industrialistasrdquo al interior de las Fuerzas Armadas que
advertiacutean que era necesario el desarrollo de industrias baacutesicas que pudiesen garantizar a su vez la pro-
duccioacuten autoacutenoma de materiales beacutelicos El desarrollo del ldquoEstado industrial militarrdquo y sus organismos
maacutes importantes como la Direccioacuten General de Fabricaciones Militares fueron el ldquoresultado de un
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largo proceso de maduracioacuten de las ideas favorables al desarrollo industrial en el seno del ejeacutercitordquo1 que
se robustecieron en el periacuteodo de entreguerras
Cabe destacar la figura del Gral Manuel Savio fundador de la Escuela Superior Teacutecnica del Ejeacuter-
cito en 1930 creador de la ley DGFM en 1941 y del Plan Sideruacutergico Argentino en 1947 proyecto por
el cual se dio status juriacutedico a la creacioacuten de la Sociedad Mixta Siderurgia Argentina
Dentro la DGFM que llegoacute a tener bajo su oacuterbita a 26 empresas (estatales mixtas y privadas con
participacioacuten accionaria de la Direccioacuten) SOMISA era una de las maacutes importantes en razoacuten del nuacutemero
de personal y del total de ventas por lo que ocupaba un lugar destacado en cuanto a las poliacuteticas eco-
noacutemicas del Estado y la DGFM ya que ademaacutes funcionaba sin requerir aportes de la Tesoreriacutea2
Se habiacutea proyectado para dicha empresa juriacutedicamente mixta una participacioacuten estatal del 80
en el total de la composicioacuten accionaria pero finalmente debido a la serie de marchas y contramarchas
que sufrioacute el proyecto el Estado se hizo cargo de maacutes del 90 de las acciones No obstante y en fun-
cioacuten de que el proyecto concebiacutea el rol del Estado como un impulsor en primer momento para luego
dejar lugar a los privados el estatuto de la empresa le garantizaba representacioacuten igualitaria a empresarios y
al Estado en el directorio que quedaba compuesto por cuatro industriales del sector privado3 y cuatro di-
rectores maacutes el presidente y vicepresidente designados por el Estado (DGFM)4 La empresa como
hemos sentildealado dependiacutea jeraacuterquicamente de la DGFM que a su vez estaba bajo las oacuterdenes de la Jefa-
tura del Ejeacutercito y tuvo hasta 1983 presidentes militares provenientes de la escuela de ingenieros y del
rintildeoacuten mismo de la DGFMSOMISA teniacutea una importancia crucial para las siderurgias y metalurgias privadas locales ya que
era uno de los principales proveedores de semiterminados e insumos de calidad muchas veces a precios
subsidiados Esto formaba parte del nuacutecleo del proyecto de Savio que entre sus principales objetivos se
planteaba ldquosuministrar a la industria nacional de transformacioacuten y terminado acero de alta calidad a
precios que se aproximen todo lo posible a los que rijan en los centros de produccioacuten extranjeros maacutes
importantesrdquo5
El lugar protagoacutenico que ocupaba SOMISA en relacioacuten al resto de las industrias baacutesicas y como
proveedora de las industrias consumidoras de derivados del acero haciacutea de ella un punto estrateacutegico
De alliacute la importancia de incidir sobre la conduccioacuten poliacutetico-econoacutemica de la enorme planta sideruacutergi-
1Belini (20072 Loacutepez (1988)3 Entre otros estaban Arturo Acevedo de Acindar Horacio Bruzone de La Cantaacutebrica Joseacute M Cura de Curahnos y Joseacute Negri de Tamet 4 Decreto 22315 (31 de julio de 1947) Texto reformado por Asamblea General Extraordinaria de Accionistasdel 15 de marzo de 1961 aprobado por Resolucioacuten nro 365 del Ministerio de Educacioacuten y Justicia de la Nacioacuten
del 11 de abril de 19615 Plan Sideruacutergico Argentino Ley nro 12987 (13 de junio de 1947) reformada por Ley 15801 del 17 de enero de1961
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ca Su puesta en funcionamiento en 1960 fue crucial para los planes desarrollistas de Arturo Frondizi
luego de trece antildeos de marchas y contramarchas buacutesqueda de creacuteditos y asesoramientos extranjeros
Tambieacuten lo fue por poner soacutelo dos ejemplos durante el tercer gobierno peronista y en el marco del
ldquoPlan Trienalrdquo cuando se aprueba un plan de expansioacuten (Plan 4 millones de toneladas acero) con miras
al fortalecimiento de las industrias baacutesicas y a la exportacioacuten de productos manufacturados que era
central para el plan Gelbard-Peroacuten6
Por lo antedicho se comprenderaacute que la direccioacuten de SOMISA y la posibilidad de incidir sobre
su conduccioacuten no era indiferente ni al Estado ni a las Fuerzas Armadas ni a los sectores privados de-
pendientes de los insumos que la empresa produciacutea Por ende las pugnas intersectoriales corporativas
y programaacutetico-ideoloacutegicas sobre el rol o los roles que la empresa debiacutea asumir en relacioacuten al Estado en
relacioacuten a las empresas privadas etc tuvieron distintas manifestaciones a lo largo del tiempo ya fuera
en las disputas internas en el seno de las Fuerzas Armadas ya en las distintas posibilidades que tuvieran
las corporaciones industriales privadas de influir en las poliacuteticas estatales
En este sentido se puede mencionar la tendencia acentuada a partir de 1971 de cambiar el presi-
dente de la empresa acompantildeando los cambios en el gobierno nacional El primer presidente de SO-
MISA fue Savio autor del Proyecto Sideruacutergico Argentino y a la sazoacuten Director General de la DGFM
pero debido a su temprana muerte en 1948 es reemplazado por quien fuera su vice el Gral Julio Pedro
Hennekens A eacuteste lo sucederaacute a su vez quien era su propio vicepresidente el General Humberto Maga-
llanes dos antildeos maacutes tarde En 1955 en coincidencia con el golpe de Estado que derrocoacute al Presidente Juan Domingo Peroacuten asume la presidencia de la empresa el Gral Pedro Castintildeeiras Eacuteste estuvo al
mando de SOMISA durante 16 antildeos -margen de tiempo que no seriacutea alcanzado por ninguacuten otro presi-
dente- hasta que el golpe de palacio que derrocoacute al presidente de facto Marcelo Levingston provocoacute su
reemplazo por el Gral Oscar M Chescotta Chescotta a su vez no subsistiriacutea al recambio producido
por el retorno del peronismo al poder y seriacutea reemplazado por el Gral Julio Aacutengel Maglio Finalmente
la uacuteltima dictadura colocariacutea en la presidencia de SOMISA al Gral Horacio Rivera quien permaneceriacutea
en el puesto desde 1976 hasta el retorno de la democracia al paiacutes en 1983
Como se puede apreciar en los comienzos la transicioacuten de presidentes fue en apariencia maacutes ar-
moacutenica siguiendo un canal jeraacuterquico previsible hasta el antildeo 1955 En 1955 en coincidencia con otra
serie de medidas e intervenciones en el aacutembito del Estado despueacutes del golpe de septiembre se produce
la primera sustitucioacuten poliacutetica de las autoridades de la empresa El nuevo presidente el Gral Pedro
Castintildeeiras habiacutea sido pasado a retiro en diciembre de 1954 junto a otros oficiales no peronistas que se
habiacutean resistido a afiliarse al Partido Justicialista7 No obstante y si bien es muy claro el componente
6 Ver De Riz (1987)7 Belini (2007) p 60
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poliacutetico de este nombramiento hay que sentildealar que Castintildeeiras habiacutea participado de la confeccioacuten del
Plan Sideruacutergico Argentino y habiacutea sido director suplente de SOMISA durante el mandato de Savio
Tambieacuten estuvieron relacionadas estrechamente a la coyuntura poliacutetica el nombramiento y remo-
cioacuten de Julio Aacutengel Maglio durante el tercer gobierno peronista Su vinculacioacuten al peronismo es sentildeala
asiacute por su nieto ldquoMi abuelo estuvo al lado de Peroacuten desde el GOU 1943 Siempre militoacute en el Partido
Justicialista y como se habiacutea dedicado al plan sideruacutergico iniciado por Savio Peroacuten lo nombra al frente
de SOMISA cuando inicioacute su tercera presidenciardquo (Federico Martiacuten Maglio comunicacioacuten personal 23
de julio de 2008)
Con respecto al presidente nombrado por la uacuteltima dictadura Gral Horacio A Rivera su gestioacuten
presenta algunos matices e incluso se puede establecer una periodizacioacuten en su recorrido a cargo de la
empresa Por un lado su nombramiento indica su adhesioacuten a los principios generales del ldquoProcesordquo y
que no veniacutea de tradicioacuten peronista No obstante en sus intervenciones puacuteblicas no encontramos refe-
rencias a aquellos toacutepicos maacutes comunes de la dictadura a saber ldquoterrorismordquo ldquoextremistardquo ldquodemago-
gia populistardquo o referencias generales a la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo Por otro lado tal como habiacutea
sucedido con Castintildeeiras tambieacuten Rivera teniacutea un recorrido al interior de la DGFM habiacutea sido Direc-
tor de Fabricaciones Militares en 1973 y Comandante de Institutos Militares entre 1974 y 19758 Debido
a la particularidad del periacuteodo caracterizado por el ejercicio sistemaacutetico del terrorismo de Estado es
necesario sentildealar algunas cuestiones respecto de la participacioacuten de eacuteste en un cargo de alta jerarquiacutea 1)
le caben todas las responsabilidades juriacutedicas y eacuteticas de todos los funcionarios que ejercieron en eseperiacuteodo altos cargos 2) en su condicioacuten de militar y dado el caraacutecter institucional que tuvo el gobierno
de las Fuerzas Armadas fueron contadas excepciones quienes dentro de las mismas no ocuparon alguacuten
puesto en la administracioacuten estatal o las muacuteltiples intervenciones y 3) no hemos encontrado referencias
ni de la Conadep ni de agrupaciones de Derechos Humanos que lo sentildealen como responsable directo
de criacutemenes de lesa humanidad
A lo largo del trabajo procuraremos analizar con mayor profundidad la posicioacuten del presidente de
SOMISA en el contexto de la dictadura militar (1976-1983) en particular como ya hemos hecho refe-
rencia en lo atinente a los planes econoacutemicos
2 El consenso inicial
ldquoerradicar definitivamente los vicios que afectan al paiacutesrdquo
Es un toacutepico frecuente entre los autores que trabajan sobre el periacuteodo la afirmacioacuten de que por fuera
de la lucha contra la subversioacuten era poco lo que abroquelaba a los militares golpistas y que en ldquola discu-
8 Canelo (2008) p123
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
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largo proceso de maduracioacuten de las ideas favorables al desarrollo industrial en el seno del ejeacutercitordquo1 que
se robustecieron en el periacuteodo de entreguerras
Cabe destacar la figura del Gral Manuel Savio fundador de la Escuela Superior Teacutecnica del Ejeacuter-
cito en 1930 creador de la ley DGFM en 1941 y del Plan Sideruacutergico Argentino en 1947 proyecto por
el cual se dio status juriacutedico a la creacioacuten de la Sociedad Mixta Siderurgia Argentina
Dentro la DGFM que llegoacute a tener bajo su oacuterbita a 26 empresas (estatales mixtas y privadas con
participacioacuten accionaria de la Direccioacuten) SOMISA era una de las maacutes importantes en razoacuten del nuacutemero
de personal y del total de ventas por lo que ocupaba un lugar destacado en cuanto a las poliacuteticas eco-
noacutemicas del Estado y la DGFM ya que ademaacutes funcionaba sin requerir aportes de la Tesoreriacutea2
Se habiacutea proyectado para dicha empresa juriacutedicamente mixta una participacioacuten estatal del 80
en el total de la composicioacuten accionaria pero finalmente debido a la serie de marchas y contramarchas
que sufrioacute el proyecto el Estado se hizo cargo de maacutes del 90 de las acciones No obstante y en fun-
cioacuten de que el proyecto concebiacutea el rol del Estado como un impulsor en primer momento para luego
dejar lugar a los privados el estatuto de la empresa le garantizaba representacioacuten igualitaria a empresarios y
al Estado en el directorio que quedaba compuesto por cuatro industriales del sector privado3 y cuatro di-
rectores maacutes el presidente y vicepresidente designados por el Estado (DGFM)4 La empresa como
hemos sentildealado dependiacutea jeraacuterquicamente de la DGFM que a su vez estaba bajo las oacuterdenes de la Jefa-
tura del Ejeacutercito y tuvo hasta 1983 presidentes militares provenientes de la escuela de ingenieros y del
rintildeoacuten mismo de la DGFMSOMISA teniacutea una importancia crucial para las siderurgias y metalurgias privadas locales ya que
era uno de los principales proveedores de semiterminados e insumos de calidad muchas veces a precios
subsidiados Esto formaba parte del nuacutecleo del proyecto de Savio que entre sus principales objetivos se
planteaba ldquosuministrar a la industria nacional de transformacioacuten y terminado acero de alta calidad a
precios que se aproximen todo lo posible a los que rijan en los centros de produccioacuten extranjeros maacutes
importantesrdquo5
El lugar protagoacutenico que ocupaba SOMISA en relacioacuten al resto de las industrias baacutesicas y como
proveedora de las industrias consumidoras de derivados del acero haciacutea de ella un punto estrateacutegico
De alliacute la importancia de incidir sobre la conduccioacuten poliacutetico-econoacutemica de la enorme planta sideruacutergi-
1Belini (20072 Loacutepez (1988)3 Entre otros estaban Arturo Acevedo de Acindar Horacio Bruzone de La Cantaacutebrica Joseacute M Cura de Curahnos y Joseacute Negri de Tamet 4 Decreto 22315 (31 de julio de 1947) Texto reformado por Asamblea General Extraordinaria de Accionistasdel 15 de marzo de 1961 aprobado por Resolucioacuten nro 365 del Ministerio de Educacioacuten y Justicia de la Nacioacuten
del 11 de abril de 19615 Plan Sideruacutergico Argentino Ley nro 12987 (13 de junio de 1947) reformada por Ley 15801 del 17 de enero de1961
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ca Su puesta en funcionamiento en 1960 fue crucial para los planes desarrollistas de Arturo Frondizi
luego de trece antildeos de marchas y contramarchas buacutesqueda de creacuteditos y asesoramientos extranjeros
Tambieacuten lo fue por poner soacutelo dos ejemplos durante el tercer gobierno peronista y en el marco del
ldquoPlan Trienalrdquo cuando se aprueba un plan de expansioacuten (Plan 4 millones de toneladas acero) con miras
al fortalecimiento de las industrias baacutesicas y a la exportacioacuten de productos manufacturados que era
central para el plan Gelbard-Peroacuten6
Por lo antedicho se comprenderaacute que la direccioacuten de SOMISA y la posibilidad de incidir sobre
su conduccioacuten no era indiferente ni al Estado ni a las Fuerzas Armadas ni a los sectores privados de-
pendientes de los insumos que la empresa produciacutea Por ende las pugnas intersectoriales corporativas
y programaacutetico-ideoloacutegicas sobre el rol o los roles que la empresa debiacutea asumir en relacioacuten al Estado en
relacioacuten a las empresas privadas etc tuvieron distintas manifestaciones a lo largo del tiempo ya fuera
en las disputas internas en el seno de las Fuerzas Armadas ya en las distintas posibilidades que tuvieran
las corporaciones industriales privadas de influir en las poliacuteticas estatales
En este sentido se puede mencionar la tendencia acentuada a partir de 1971 de cambiar el presi-
dente de la empresa acompantildeando los cambios en el gobierno nacional El primer presidente de SO-
MISA fue Savio autor del Proyecto Sideruacutergico Argentino y a la sazoacuten Director General de la DGFM
pero debido a su temprana muerte en 1948 es reemplazado por quien fuera su vice el Gral Julio Pedro
Hennekens A eacuteste lo sucederaacute a su vez quien era su propio vicepresidente el General Humberto Maga-
llanes dos antildeos maacutes tarde En 1955 en coincidencia con el golpe de Estado que derrocoacute al Presidente Juan Domingo Peroacuten asume la presidencia de la empresa el Gral Pedro Castintildeeiras Eacuteste estuvo al
mando de SOMISA durante 16 antildeos -margen de tiempo que no seriacutea alcanzado por ninguacuten otro presi-
dente- hasta que el golpe de palacio que derrocoacute al presidente de facto Marcelo Levingston provocoacute su
reemplazo por el Gral Oscar M Chescotta Chescotta a su vez no subsistiriacutea al recambio producido
por el retorno del peronismo al poder y seriacutea reemplazado por el Gral Julio Aacutengel Maglio Finalmente
la uacuteltima dictadura colocariacutea en la presidencia de SOMISA al Gral Horacio Rivera quien permaneceriacutea
en el puesto desde 1976 hasta el retorno de la democracia al paiacutes en 1983
Como se puede apreciar en los comienzos la transicioacuten de presidentes fue en apariencia maacutes ar-
moacutenica siguiendo un canal jeraacuterquico previsible hasta el antildeo 1955 En 1955 en coincidencia con otra
serie de medidas e intervenciones en el aacutembito del Estado despueacutes del golpe de septiembre se produce
la primera sustitucioacuten poliacutetica de las autoridades de la empresa El nuevo presidente el Gral Pedro
Castintildeeiras habiacutea sido pasado a retiro en diciembre de 1954 junto a otros oficiales no peronistas que se
habiacutean resistido a afiliarse al Partido Justicialista7 No obstante y si bien es muy claro el componente
6 Ver De Riz (1987)7 Belini (2007) p 60
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poliacutetico de este nombramiento hay que sentildealar que Castintildeeiras habiacutea participado de la confeccioacuten del
Plan Sideruacutergico Argentino y habiacutea sido director suplente de SOMISA durante el mandato de Savio
Tambieacuten estuvieron relacionadas estrechamente a la coyuntura poliacutetica el nombramiento y remo-
cioacuten de Julio Aacutengel Maglio durante el tercer gobierno peronista Su vinculacioacuten al peronismo es sentildeala
asiacute por su nieto ldquoMi abuelo estuvo al lado de Peroacuten desde el GOU 1943 Siempre militoacute en el Partido
Justicialista y como se habiacutea dedicado al plan sideruacutergico iniciado por Savio Peroacuten lo nombra al frente
de SOMISA cuando inicioacute su tercera presidenciardquo (Federico Martiacuten Maglio comunicacioacuten personal 23
de julio de 2008)
Con respecto al presidente nombrado por la uacuteltima dictadura Gral Horacio A Rivera su gestioacuten
presenta algunos matices e incluso se puede establecer una periodizacioacuten en su recorrido a cargo de la
empresa Por un lado su nombramiento indica su adhesioacuten a los principios generales del ldquoProcesordquo y
que no veniacutea de tradicioacuten peronista No obstante en sus intervenciones puacuteblicas no encontramos refe-
rencias a aquellos toacutepicos maacutes comunes de la dictadura a saber ldquoterrorismordquo ldquoextremistardquo ldquodemago-
gia populistardquo o referencias generales a la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo Por otro lado tal como habiacutea
sucedido con Castintildeeiras tambieacuten Rivera teniacutea un recorrido al interior de la DGFM habiacutea sido Direc-
tor de Fabricaciones Militares en 1973 y Comandante de Institutos Militares entre 1974 y 19758 Debido
a la particularidad del periacuteodo caracterizado por el ejercicio sistemaacutetico del terrorismo de Estado es
necesario sentildealar algunas cuestiones respecto de la participacioacuten de eacuteste en un cargo de alta jerarquiacutea 1)
le caben todas las responsabilidades juriacutedicas y eacuteticas de todos los funcionarios que ejercieron en eseperiacuteodo altos cargos 2) en su condicioacuten de militar y dado el caraacutecter institucional que tuvo el gobierno
de las Fuerzas Armadas fueron contadas excepciones quienes dentro de las mismas no ocuparon alguacuten
puesto en la administracioacuten estatal o las muacuteltiples intervenciones y 3) no hemos encontrado referencias
ni de la Conadep ni de agrupaciones de Derechos Humanos que lo sentildealen como responsable directo
de criacutemenes de lesa humanidad
A lo largo del trabajo procuraremos analizar con mayor profundidad la posicioacuten del presidente de
SOMISA en el contexto de la dictadura militar (1976-1983) en particular como ya hemos hecho refe-
rencia en lo atinente a los planes econoacutemicos
2 El consenso inicial
ldquoerradicar definitivamente los vicios que afectan al paiacutesrdquo
Es un toacutepico frecuente entre los autores que trabajan sobre el periacuteodo la afirmacioacuten de que por fuera
de la lucha contra la subversioacuten era poco lo que abroquelaba a los militares golpistas y que en ldquola discu-
8 Canelo (2008) p123
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
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ca Su puesta en funcionamiento en 1960 fue crucial para los planes desarrollistas de Arturo Frondizi
luego de trece antildeos de marchas y contramarchas buacutesqueda de creacuteditos y asesoramientos extranjeros
Tambieacuten lo fue por poner soacutelo dos ejemplos durante el tercer gobierno peronista y en el marco del
ldquoPlan Trienalrdquo cuando se aprueba un plan de expansioacuten (Plan 4 millones de toneladas acero) con miras
al fortalecimiento de las industrias baacutesicas y a la exportacioacuten de productos manufacturados que era
central para el plan Gelbard-Peroacuten6
Por lo antedicho se comprenderaacute que la direccioacuten de SOMISA y la posibilidad de incidir sobre
su conduccioacuten no era indiferente ni al Estado ni a las Fuerzas Armadas ni a los sectores privados de-
pendientes de los insumos que la empresa produciacutea Por ende las pugnas intersectoriales corporativas
y programaacutetico-ideoloacutegicas sobre el rol o los roles que la empresa debiacutea asumir en relacioacuten al Estado en
relacioacuten a las empresas privadas etc tuvieron distintas manifestaciones a lo largo del tiempo ya fuera
en las disputas internas en el seno de las Fuerzas Armadas ya en las distintas posibilidades que tuvieran
las corporaciones industriales privadas de influir en las poliacuteticas estatales
En este sentido se puede mencionar la tendencia acentuada a partir de 1971 de cambiar el presi-
dente de la empresa acompantildeando los cambios en el gobierno nacional El primer presidente de SO-
MISA fue Savio autor del Proyecto Sideruacutergico Argentino y a la sazoacuten Director General de la DGFM
pero debido a su temprana muerte en 1948 es reemplazado por quien fuera su vice el Gral Julio Pedro
Hennekens A eacuteste lo sucederaacute a su vez quien era su propio vicepresidente el General Humberto Maga-
llanes dos antildeos maacutes tarde En 1955 en coincidencia con el golpe de Estado que derrocoacute al Presidente Juan Domingo Peroacuten asume la presidencia de la empresa el Gral Pedro Castintildeeiras Eacuteste estuvo al
mando de SOMISA durante 16 antildeos -margen de tiempo que no seriacutea alcanzado por ninguacuten otro presi-
dente- hasta que el golpe de palacio que derrocoacute al presidente de facto Marcelo Levingston provocoacute su
reemplazo por el Gral Oscar M Chescotta Chescotta a su vez no subsistiriacutea al recambio producido
por el retorno del peronismo al poder y seriacutea reemplazado por el Gral Julio Aacutengel Maglio Finalmente
la uacuteltima dictadura colocariacutea en la presidencia de SOMISA al Gral Horacio Rivera quien permaneceriacutea
en el puesto desde 1976 hasta el retorno de la democracia al paiacutes en 1983
Como se puede apreciar en los comienzos la transicioacuten de presidentes fue en apariencia maacutes ar-
moacutenica siguiendo un canal jeraacuterquico previsible hasta el antildeo 1955 En 1955 en coincidencia con otra
serie de medidas e intervenciones en el aacutembito del Estado despueacutes del golpe de septiembre se produce
la primera sustitucioacuten poliacutetica de las autoridades de la empresa El nuevo presidente el Gral Pedro
Castintildeeiras habiacutea sido pasado a retiro en diciembre de 1954 junto a otros oficiales no peronistas que se
habiacutean resistido a afiliarse al Partido Justicialista7 No obstante y si bien es muy claro el componente
6 Ver De Riz (1987)7 Belini (2007) p 60
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poliacutetico de este nombramiento hay que sentildealar que Castintildeeiras habiacutea participado de la confeccioacuten del
Plan Sideruacutergico Argentino y habiacutea sido director suplente de SOMISA durante el mandato de Savio
Tambieacuten estuvieron relacionadas estrechamente a la coyuntura poliacutetica el nombramiento y remo-
cioacuten de Julio Aacutengel Maglio durante el tercer gobierno peronista Su vinculacioacuten al peronismo es sentildeala
asiacute por su nieto ldquoMi abuelo estuvo al lado de Peroacuten desde el GOU 1943 Siempre militoacute en el Partido
Justicialista y como se habiacutea dedicado al plan sideruacutergico iniciado por Savio Peroacuten lo nombra al frente
de SOMISA cuando inicioacute su tercera presidenciardquo (Federico Martiacuten Maglio comunicacioacuten personal 23
de julio de 2008)
Con respecto al presidente nombrado por la uacuteltima dictadura Gral Horacio A Rivera su gestioacuten
presenta algunos matices e incluso se puede establecer una periodizacioacuten en su recorrido a cargo de la
empresa Por un lado su nombramiento indica su adhesioacuten a los principios generales del ldquoProcesordquo y
que no veniacutea de tradicioacuten peronista No obstante en sus intervenciones puacuteblicas no encontramos refe-
rencias a aquellos toacutepicos maacutes comunes de la dictadura a saber ldquoterrorismordquo ldquoextremistardquo ldquodemago-
gia populistardquo o referencias generales a la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo Por otro lado tal como habiacutea
sucedido con Castintildeeiras tambieacuten Rivera teniacutea un recorrido al interior de la DGFM habiacutea sido Direc-
tor de Fabricaciones Militares en 1973 y Comandante de Institutos Militares entre 1974 y 19758 Debido
a la particularidad del periacuteodo caracterizado por el ejercicio sistemaacutetico del terrorismo de Estado es
necesario sentildealar algunas cuestiones respecto de la participacioacuten de eacuteste en un cargo de alta jerarquiacutea 1)
le caben todas las responsabilidades juriacutedicas y eacuteticas de todos los funcionarios que ejercieron en eseperiacuteodo altos cargos 2) en su condicioacuten de militar y dado el caraacutecter institucional que tuvo el gobierno
de las Fuerzas Armadas fueron contadas excepciones quienes dentro de las mismas no ocuparon alguacuten
puesto en la administracioacuten estatal o las muacuteltiples intervenciones y 3) no hemos encontrado referencias
ni de la Conadep ni de agrupaciones de Derechos Humanos que lo sentildealen como responsable directo
de criacutemenes de lesa humanidad
A lo largo del trabajo procuraremos analizar con mayor profundidad la posicioacuten del presidente de
SOMISA en el contexto de la dictadura militar (1976-1983) en particular como ya hemos hecho refe-
rencia en lo atinente a los planes econoacutemicos
2 El consenso inicial
ldquoerradicar definitivamente los vicios que afectan al paiacutesrdquo
Es un toacutepico frecuente entre los autores que trabajan sobre el periacuteodo la afirmacioacuten de que por fuera
de la lucha contra la subversioacuten era poco lo que abroquelaba a los militares golpistas y que en ldquola discu-
8 Canelo (2008) p123
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
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poliacutetico de este nombramiento hay que sentildealar que Castintildeeiras habiacutea participado de la confeccioacuten del
Plan Sideruacutergico Argentino y habiacutea sido director suplente de SOMISA durante el mandato de Savio
Tambieacuten estuvieron relacionadas estrechamente a la coyuntura poliacutetica el nombramiento y remo-
cioacuten de Julio Aacutengel Maglio durante el tercer gobierno peronista Su vinculacioacuten al peronismo es sentildeala
asiacute por su nieto ldquoMi abuelo estuvo al lado de Peroacuten desde el GOU 1943 Siempre militoacute en el Partido
Justicialista y como se habiacutea dedicado al plan sideruacutergico iniciado por Savio Peroacuten lo nombra al frente
de SOMISA cuando inicioacute su tercera presidenciardquo (Federico Martiacuten Maglio comunicacioacuten personal 23
de julio de 2008)
Con respecto al presidente nombrado por la uacuteltima dictadura Gral Horacio A Rivera su gestioacuten
presenta algunos matices e incluso se puede establecer una periodizacioacuten en su recorrido a cargo de la
empresa Por un lado su nombramiento indica su adhesioacuten a los principios generales del ldquoProcesordquo y
que no veniacutea de tradicioacuten peronista No obstante en sus intervenciones puacuteblicas no encontramos refe-
rencias a aquellos toacutepicos maacutes comunes de la dictadura a saber ldquoterrorismordquo ldquoextremistardquo ldquodemago-
gia populistardquo o referencias generales a la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo Por otro lado tal como habiacutea
sucedido con Castintildeeiras tambieacuten Rivera teniacutea un recorrido al interior de la DGFM habiacutea sido Direc-
tor de Fabricaciones Militares en 1973 y Comandante de Institutos Militares entre 1974 y 19758 Debido
a la particularidad del periacuteodo caracterizado por el ejercicio sistemaacutetico del terrorismo de Estado es
necesario sentildealar algunas cuestiones respecto de la participacioacuten de eacuteste en un cargo de alta jerarquiacutea 1)
le caben todas las responsabilidades juriacutedicas y eacuteticas de todos los funcionarios que ejercieron en eseperiacuteodo altos cargos 2) en su condicioacuten de militar y dado el caraacutecter institucional que tuvo el gobierno
de las Fuerzas Armadas fueron contadas excepciones quienes dentro de las mismas no ocuparon alguacuten
puesto en la administracioacuten estatal o las muacuteltiples intervenciones y 3) no hemos encontrado referencias
ni de la Conadep ni de agrupaciones de Derechos Humanos que lo sentildealen como responsable directo
de criacutemenes de lesa humanidad
A lo largo del trabajo procuraremos analizar con mayor profundidad la posicioacuten del presidente de
SOMISA en el contexto de la dictadura militar (1976-1983) en particular como ya hemos hecho refe-
rencia en lo atinente a los planes econoacutemicos
2 El consenso inicial
ldquoerradicar definitivamente los vicios que afectan al paiacutesrdquo
Es un toacutepico frecuente entre los autores que trabajan sobre el periacuteodo la afirmacioacuten de que por fuera
de la lucha contra la subversioacuten era poco lo que abroquelaba a los militares golpistas y que en ldquola discu-
8 Canelo (2008) p123
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
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sioacuten de las metas a corto y largo plazo se ven agravar sus antagonismosrdquo9 Se podriacutea afirmar que a prin-
cipios de 1976 se habiacutea producido una suerte de consenso entre militares corporaciones empresarias y
amplios sectores de la sociedad en torno a la necesidad de clausurar antes de teacutermino el gobierno de
Estela Martiacutenez de Peroacuten No obstante se trataba maacutes bien de un ldquoconsenso reactivordquo es decir si bien
la interrupcioacuten del orden constitucional empezaba a verse como una necesidad no existiacutea entre los di-
versos sectores una visioacuten uacutenica y hegemoacutenica en torno a cuaacutel es el proyecto integral alternativo Cada
sector proyectoacute sus propias aspiraciones como factibles en un futuro gobierno lo que facilitoacute de alguacuten
modo que los sectores maacutes ldquopreparadosrdquo pudiesen encolumnar al resto detraacutes del ldquogolperdquo Que la suer-
te del gobierno de ldquoIsabelitardquo ya estaba echada no era un secreto para nadie algunos sectores militares
liderados por Videla esperaron pacientemente que las contradicciones se agudizaran ldquopara permitir que
la situacioacuten madure y el gobierno caiga de bruces maacutes de lo que estaacuterdquo10 de manera tal de que pareciese
que realmente se encontraban ldquo[a]gotadas todas las instancias de mecanismo constitucionales superada
la posibilidad de rectificaciones dentro del marco de las instituciones y demostrada en forma irrefutable
la imposibilidad de la recuperacioacuten del proceso por las viacuteas naturalesrdquo11 De esta manera se hallaba justi-
ficacioacuten a la brutalidad de las medidas represivas y a la necesidad de que las Fuerzas Armadas goberna-
ran con los plenos poderes que se arrogaban ldquopara erradicar definitivamente los vicios que afecta[ban]
al paiacutesrdquo e imponer por la fuerza una suerte de ldquorevolucioacuten desde arribardquo que permitiese reestructurar
las bases econoacutemicas y sociales de Argentina
Si bien las Fuerzas Armadas se presentaban ante la opinioacuten puacuteblica como una fuerza que asumiacuteael gobierno de manera institucional los militares procesistas sabiacutean muy bien que en el seno mismo de
las Fuerzas Armadas existiacutean serias divergencias y los fantasmas de la ldquoRevolucioacuten Argentinardquo (1966-
1973) motivaron al autodenominado ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo (PRN) a buscar formas
medianamente claras y medianamente equitativas de reparto de poder entre las tres fuerzas 12 Toda la
serie de normativas que se dictan el Acta para el PRN Acta sobre el propoacutesito y los objetivos del PRN
el Estatuto del PRN el Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar el Poder Ejecutivo Na-
cional y la Comisioacuten de Asesoramiento Legislativo (CAL)13 sentildealan eacutestas pretensiones por mostrar que
9 ldquoEllos [los militares] estaacute unidos sin fisuras por el solo objeto de la lucha contra la subversioacuten rdquo (Quiroga 1994 p81) ldquoEl diagnoacutestico de la guerra revolucionaria una guerra no declarada no convencionalhellipy un monstruo demil cabezas la subversioacuten habiacutea devenido en un programa ldquoinstitucionalrdquo en el que convergiacutean todas las faccio-nes de militares y sus tradicionalmente divergentes miradas de la realidad argentinardquo (Novaro y Palermo 2003 p 34) ldquoExistiacutea en el seno de las Fuerzas Armadas un consenso unaacutenime alrededor de la definicioacuten del enemi-go ldquosubversivordquo y de los meacutetodos a emplear en las tareas militares de ldquolucha contra la subversioacutenrdquo lo que cons-tituyoacute un factor imprescindible de unidad institucionalrdquo ( Paula Canelo 2004 p 227)10 Novaro y Palermo (2003) p 3211 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 Disponible enhttpabcgovardocentesefemerides24marzohtmlsdecadasdescargaproclamapdf 12
Ver la distribucioacuten de las posiciones militares entre las tres armas en Quiroga (1994) p 7313 Este sesgo constituyente de la dictadura parece sostener la hipoacutetesis de Hugo Quiroga que la denomina ldquoDic-tadura Soberanardquo (frente a la distincioacuten dictadura comisarialdictadura soberna) Quiroga (1994)
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
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Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
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el PRN es producto de ldquoserenas meditacionesrdquo que se regiraacute ldquopor pautas perfectamente determinadasrdquo
ldquocon absoluta firmeza y vocacioacuten de serviciordquo ldquopor medio del orden del trabajo de la observancia
plena de los principios eacuteticos y moraleshelliprdquoetc para cumplir con ldquoel propoacutesito de terminar con el des-
gobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo14
En cuanto a la oposicioacuten social seriacutea combatida de diversas formas la represioacuten clandestina a
quienes eran considerados ldquooponentes activosrdquo15 incluyendo una enorme bateriacutea de leyes que prohibiacutean
todo tipo de actividad poliacutetica sindical que suspendiacutean o ilegalizaban los partidos poliacuteticos proscribiacutean
la CGT y las 62 organizaciones suspendiacutea el derecho a huelga estableciacutea una feacuterrea censura etc
De esta manera el proyecto ldquoreestructuradorrdquo aunque tuviera en el seno mismo de las Fuerzas
Armadas algunos potenciales opositores ya sea por diferencias ideoloacutegicas poliacuteticas o diferencias pro-
venientes de las disputas de poder teniacutea el camino a medias allanado En este sentido Martiacutenez de Hoz
pareciacutea ser muy consciente de los fraacutegiles equilibrios que lo sosteniacutean en su cargo en el Ministerio de
Economiacutea Jorge Schvarzer sostiene que el ministro sabiacutea que su designacioacuten formal no era garantiacutea
alguna de permanencia por lo cual uno de sus objetivos baacutesicos fue encontrar los ldquomecanismos para
que su poliacutetica durara y su equipo permaneciera en los puestos de mando del aparato estatalrdquo16
De hecho los planes y medidas econoacutemicas fueron las escasas cuestiones que se debatiacutean maacutes o
menos criacuteticamente en el espacio puacuteblico Uno de los principales antagonistas del ministro de Econo-
miacutea era nada menos que uno de los miembros de la Junta Militar Emilio Massera junto al titular de la
cartera de Trabajo Horacio T LiendoEsta brecha fue descubierta tempranamente por los medios de comunicacioacuten como asiacute tambieacuten
por algunos dirigentes poliacuteticos que hicieron criacuteticas al programa econoacutemico a traveacutes de solicitadas o
declaraciones puacuteblicas17
3 Rivera el Presidente de la dictadura disciplina proteccionismo y desarrollismo
Comprender la postura de la direccioacuten de SOMISA en la coyuntura de la dictadura 1976-1983 a traveacutes
de las declaraciones y comportamientos de su presidente supone entender su figura en cuanto miem-
bro de las Fuerzas Armadas disciacutepulo de una tradicioacuten geneacutericamente industrialista formada en la Es-
cuela Superior Teacutecnica y a la vez directivo de empresa que a pesar de depender fuertemente del Esta-
do compartiacutea con el sector privado algunas de las problemaacuteticas propias de la administracioacuten y direc-
cioacuten empresaria
14 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip Op Cit15
A traveacutes del meacutetodo sistemaacutetico de secuestro y desaparicioacuten forzada16 Jorge Schvarzer (1986) p12717 Ver el apartado El ldquotiempo econoacutemicordquo de la oposicioacuten radical en Tcach (1996) p 45
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
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66 Alfredo Zaiat (2007)
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Entre el empresariado en general en sus diversas expresiones organizativas se advierte con al-
gunos matices un caluroso consenso con la dictadura que se iniciaba Si bien existieron algunos secto-
res liderados por la recientemente creada APEGE18 que exhibieron grados de apoyo y compromiso
mayor tambieacuten entre sectores del empresariado medio hubo en principio consenso con las medidas
del reacutegimen19 Entre las principales manifestaciones del empresariado ademaacutes de la consabida queja
respecto un supuesto ldquoreacutegimen colectivista y estatizanterdquo carente ldquode orden ni seguridadrdquo se encuen-
tran una serie de expresiones que aludiacutean concretamente a la relacioacuten capital-trabajo y la necesidad de
que estas se transformasen En este sentido era recurrente el reclamo sobre la ldquoindisciplina laboralrdquo En
la ldquoDeclaracioacuten de la APEGErdquo del 28 de enero de 1976 mediante la cual convocaban al lock-out que se
produciriacutea el 16 de febrero se aludiacutea a esta cuestioacuten entre los puntos principales ldquono puede perseverar-
se en la vigencia de una legislacioacuten laboral que fomenta la indisciplina y el ausentismo afecta la produc-
tividad y otorga privilegios e inmunidades que resultan contrarias a un sano orden juriacutedicordquo20
Ademaacutes de la ldquoincomodidadrdquo histoacuterica con el sindicalismo peronista tradicional (ldquodemagogo y
corruptordquo) preocupaba al empresariado la extensioacuten que habiacutea adquirido en varios sectores la influen-
cia de las expresiones del sindicalismo ldquocombativordquo y ldquoclasistardquo -a la sazoacuten caratulados como ldquoGuerri-
lla fabrilrdquo o ldquoSubversioacuten Industrialrdquo
SOMISA claro estaacute no perteneciacutea a la APEGE ni tampoco era reconocida a nivel nacional co-
mo una planta donde existiese una influencia importante de las agrupaciones ldquocombativasrdquo Seguacuten Julia
Soul la faacutebrica se caracterizoacute ldquopor una intensa vida gremial y persistentes formas de conflictividad queno se articularon en opciones sindicales o poliacuteticas alternativas a las formas sindicales dominantes du-
rante las agitadas deacutecadas de 1960 y 1970rdquo21 De todas maneras y en completa sintoniacutea con el resto del
empresariado la direccioacuten de esta empresa tambieacuten presentaba serias quejas respecto a la falta de disci-
plina en la planta En enero de 1976 se puede leer en un Boletiacuten de la Presidencia una denuncia en este
sentido que por otro parte tiene un caraacutecter inusualmente confrontante respecto a coacutemo se veniacutean des-
arrollando las relaciones empresatrabajadores durante la presidencia de Maglio Sentildealaba el boletiacuten
18 Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias Integrada por el Consejo Empresario Argentino(CEA) la Sociedad Rural Argentina la Unioacuten Comercial Argentina la Caacutemara Argentina de la Construccioacuten laCaacutemara Argentina de Comercio la Federacioacuten Econoacutemica de la Provincia de Buenos Aires ConfederacionesRurales Argentinas entre otras La APEGE organizoacute y lideroacute el 16 de febrero de 1976 (luego declarado diacutea delEmpresario) una huelga general empresaria la uacutenica de la historia argentina considerada como el inicio de lacuenta regresiva del gobierno de Mariacutea Estela Martiacutenez19 Un ejemplo es el caso de la Asociacioacuten de Industriales Metaluacutergicos de Rosario que en mayo de 1976 declara-ba que ldquola intervencioacuten militar resultoacute el corolario loacutegico de la suma de errores contradicciones desprestigioanarquiacutea puja interna e ineficaces conducciones de un proceso que se agotoacute en siacute mismordquo e incluso se haciacutea ecode algunas de las poliacuteticas del Ministro Martiacutenez de Hoz sosteniendo que habiacutea que ldquoprivatizar sin dilaciones
empresas amparadas en regiacutemenes que constituyen un privilegiordquo Simonassi (2007)20 Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas Antildeo VIII nro 96 15 de enero de 197621 Soul (2010)
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
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ldquohelliphe impartido instrucciones para que se observen y se hagan observar todas las normas internas de laEmpresa en cuanto se refieren a trabajo disciplina responsabilidad y cumplimiento de los deberes Tam-bieacuten en este sentido he anunciado a las representaciones gremiales la poliacutetica de conduccioacuten que habraacute deregir en esta nueva etapa y que se caracterizaraacute por una especial accioacuten eliminatoria de los factores negati- vos de la produccioacuten tales como AUSENTISMO - FALTA DE RESPETO AL ORDEN JERAacuteRQUICO- DEFICIENTE CONDUCCIOacuteN-INDIFERENCIA
El primero de estos factores se destaca por su elevado nuacutemero [hellip] de no manifestarse una sensible dismi-nucioacuten a la brevedad la Empresa se veraacute obligada a aplicar las medidas legales correspondientesrdquo22
En marzo de ese antildeo el presidente Gral Julio Maglio sufririacutea la misma suerte que el gobierno
que lo habiacutea nombrado y asumiriacutea en su lugar el Gral Horacio A Rivera quien se aprestariacutea a combatir
tales ldquofactores negativosrdquo con las herramientas que la nueva coyuntura facilitaba
Al asumir el cargo la nueva direccioacuten de la empresa prestoacute debido aviso a todo el personal de la
suspensioacuten de toda actividad gremial de las entidades de trabajadores empresarios y profesionales la
vigencia de la ley 21261 que prohibiacutea el derecho a huelga la nueva Ley de Contrato de Trabajo
(20744) y la prohibicioacuten de presentar peticiones colectivas
A la hora de hacer el balance en octubre de 1976 el nuevo presidente de la empresa exhibioacute los
resultados de la nueva conduccioacuten en marcha Por una parte de la lectura de las Memorias y Balances se
desprende que en el transcurso del antildeo fueron despedidos 498 trabajadores en su mayor parte opera-
rios (que al finalizar 1983 sumariacutean 1887) Por otro lado en los ldquoComentarios del Presidenterdquo al cierre
del ejercicio se destacaban los logros obtenidos en la reimposicioacuten de la disciplina laboral y los medios
utilizados a tal fin
ldquohellipEl restablecimiento de la disciplina en el trabajo un mejor orden interno y la disminucioacuten del ausen-tismo por la viacutea de un adecuado contralor permitieron una sensible mejora en la eficiencia laboral Tam-bieacuten contribuyoacute positivamente para lograr ese resultado un reordenamiento de las exigencias previas a laseleccioacuten de personal asiacute como la reduccioacuten de las incorporaciones al miacutenimo compatible con las necesi-dades de la produccioacuten y de la administracioacuten de la Empresahelliprdquo23
Si la ldquolucha contra la subversioacutenrdquo habiacutea logrado cohesionar a los militares la posibilidad de reim-
plantar la disciplina en las plantas era aparentemente uno de los puntos que aunaba al empresariado al
menos en principio24 A juzgar por lo antes manifestado es evidente que Rivera hizo un buen uso de las
22 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 54 21 de enero de 1976 Mayuacutesculas en el original23 SOMISA Memoria y Balance 30 de octubre de 197624 Sobre este punto cabe hacer una aclaracioacuten Si bien las quejas por la indisciplina laboral era comuacuten a un vastogrupo y muchos empresarios recibieron con beneplaacutecito la intervencioacuten de las Fuerzas Armadas en la reimposi-cioacuten del orden social algunos fueron un poco maacutes lejos En Acindar Astarsa Mestrina Ford Motors Daacutelmine-Siderca Ingenio Ledesma y Mercedes Benz estaacuten ampliamente comprobadas la colaboracioacuten de las empresascon la represioacuten ilegal de sus trabajadores Incluso funcionaron en algunas de estas plantas Centros Clandestinosde Detencioacuten
En el caso de SOMISA la ldquohistoria oficialrdquo sostiene que no hubieron desaparecidos en la planta Nuestras inves-tigaciones han dado por resultado la existencia de al menos uno Ricardo Corelli (Desaparecido el 5 de noviem-bre de 1976 nro CONADEP 1225 Decl Nro3485)
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
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facultades que le otorgaba la nueva ldquolegislacioacutenrdquo y la coyuntura represiva para reimponer el orden al
interior de SOMISA hecho que corroboraraacute en el balance de los dos antildeos subsiguientes25
No obstante en el antildeo 1978 a pesar del ldquoestado general de ejemplar disciplina de trabajordquo y su
traduccioacuten en mayores niveles de productividad comenzaron a advertirse los efectos del estrechamien-
to del mercado interno producto de la crisis econoacutemica y del programa de Martiacutenez de Hoz En este
punto podriacutean observarse las primeras manifestaciones de que existiacutean diversos programas e intereses
que habiacutean confluido en el apoyo al ldquoProcesordquo Una vez logrado el disciplinamiento social de los secto-
res subalternos los caminos pareciacutean abrirse Asiacute se puede observar la ldquoparadojardquo de una planta que
habiacutea logrado aumentar los niveles de su produccioacuten -gracias a las posibilidades que le brindoacute la vigen-
cia de un nuevo orden legal y represivo- pero que debioacute reducirlos por los efectos de la poliacutetica econoacute-
mica del mismo reacutegimen Veamos las palabras de la presidencia de enero de 1978
ldquohelliplas circunstancias econoacutemicas por las cuales se rige una organizacioacuten empresaria de la magnitud deSOMISA pueden no ser coincidentes [hellip] con ese estado oacuteptimo de produccioacuten [hellip] Con tal motivo ladecisioacuten adoptada para el primer trimestre de 1978 es llevar la produccioacuten a iacutendices menores que las mar-cas constantemente superadas durante 1977helliprdquo26
Aquiacute se abririacutea una nueva etapa en la conduccioacuten de la empresa en cuanto a la relacioacuten con el
gobierno y los trabajadores La alusioacuten a las ldquocircunstancias econoacutemicasrdquo seraacute un toacutepico que se veraacute
crecer con el correr de los meses en tanto que las preocupaciones por las consecuencias econoacutemico-
productivas de los planes econoacutemicos y la coyuntura mundial llevaron al Gral Rivera a intervenir de
manera cada vez maacutes decidida en algunos debates puacuteblicos por los que centraremos nuestra atencioacutenen ellos
Como habiacuteamos sentildealado ni durante sus primeras intervenciones -maacutes circunscriptas al personal
de la empresa- ni cuando su voz era amplificada por diferentes medios se observan los toacutepicos propios
de la poliacutetica discursiva del ldquoProceso de Reorganizacioacuten Nacionalrdquo No se hace ninguna mencioacuten a la
ldquosubversioacutenrdquo a la ldquoguerrillardquo o al ldquocaos internordquo etc Aparentemente Rivera prefirioacute restringir sus
alocuciones estrictamente a su posicioacuten como ingeniero militar y presidente de SOMISA Inclusive en
las paacuteginas de la Revista ACERO (1975-1982) publicacioacuten bimestral de circulacioacuten interna y de distri-
bucioacuten gratuita a todo el personal de la empresa27 tampoco encontraremos referencias apologeacuteticas del
25 En los ldquoComentariosrdquo de 1977 Rivera afirmaba que ldquohelliplas medidas adoptadas para el restablecimiento de ladisciplina en el trabajo fueron gradualmente acompantildeadas por el entusiasmo demostrado por todo el perso-nalhelliprdquo y en 1978 ldquoAl personal que eficientemente colaborahellip es al que expreso nuevamente mi reconocimien-to y lo insto a continuar en este duro y a la vez apasionante bregar en aras del progreso constante de nuestra
Empresahelliprdquo SOMISA Memorias y Balances 30 de octubre de 1977 y 4 de octubre de 197826 SOMISA Boletiacuten de la Presidencia nro 121 Comunicado al personal 10 de enero de 1978 (CN)27 Para una referencia maacutes completa sobre la revista se puede consultar Carminati y Berg (2008)
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
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reacutegimen ni mencioacuten alguna a temas como la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquo si bien y con matices se
hizo alguna publicidad del Mundial de 197828
Entendemos que la principal preocupacioacuten de Rivera al asumir la presidencia fue recomponer la
disciplina al interior de la planta Una vez ldquocumplidardquo esta etapa se lo veraacute preocupado por intervenir en
procura de defender los intereses de la empresa ante la ofensiva liberal que pugnaba por la profundiza-
cioacuten de las poliacuteticas privatistas por las consecuencias de la poliacutetica aperturista de Martiacutenez de Hoz y por
el reordenamiento que se produjo en el mapa de la siderurgia nacional a partir de que ACINDAR 29 pu-
do integrar todo el proceso sideruacutergico en 1978 y absorber a sus principales competidores maacutes tarde30
Los sectores tradicionalmente maacutes liberales en lo econoacutemico teniacutean razones para sentir que eacutesta
era su oportunidad histoacuterica para terminar con la ldquohipertrofia del Estadordquo ldquoel estatismo colectivizanterdquo
y empezaron a reclamar puacuteblicamente por la profundizacioacuten del programa liberal ya que ldquolos logros en
el desmantelamiento del Estado empresario no contentaban a sus impulsores y a los formadores de
opinioacuten puacuteblica aliadosrdquo31 En este sentido se pueden sentildealar las palabras del Presidente de la Sociedad
Rural Celedonio Pereda del 31 de julio de 1977 ademaacutes de expresar diversos conceptos de apoyo al
ldquoProcesordquo reclamaba el avance en la poliacutetica privatizadora mencionando taacutecitamente a SOMISA
ldquola actividad privada debe tener una preferente participacioacuten en la gran mineriacutea la petroquiacutemica la side-rurgia de basehellip y otros sectoreshellipDe ninguna manera creemos que eacutestos queden afectados sino todo locontrario y coincidimos con ese brillante militar el general Savio que establecioacute claramente el principio desubsidiariedad del Estado pueshellip deseamos ver aplicado un auteacutentico nacionalismo de fines y no un pe-quentildeo nacionalismo de medios (hellip) Que el Estado deje de desgastarse en la administracioacuten de tantas em-
presas luchas de menor importanciardquo32
Otros voceros del liberalismo ortodoxo como Aacutelvaro Alsogaray se quejaban de la heterodoxia de
Martiacutenez de Hoz y expresaban que ldquomuy poco se ha hecho para desmantelarrdquo la intervencioacuten del Esta-
do el que ldquomantiene numerosos monopolios y oligopolios estatales paraestatales y auacuten privados que
28
En este aspecto es bastante ambiguo ya que se hace cierta publicidad y uso del mundial en la revista peroapenas eacuteste finaliza mostrando claramente cuaacuteles eran las verdaderas prioridades de las autoridades de la empre-sa el editorial de ACERO dice lo siguiente ldquoCampeones siacute pero sin faltar a nuestras exigencias Gritando fer- vorosamente en los cotejos que pudimos ver (hellip) ACERO no escapa ni desconoce eacutesta euforia (hellip) Pero tam-bieacuten destaca el gesto del hombre de SOMISA que auacuten en medio de la loacutegica alegriacutea y los excepcionales momen-tos vividos supo respetar fielmente sus responsabilidades y sus obligaciones para con la Empresahelliprdquo Revista
ACERO Antildeo 3 nro 18 julio ndash agosto de 1978 p 229 Siderurgia de capitales privados ubicada en la ciudad de Villa Constitucioacuten al sur de la Provincia de Santa Fe30 Al integrar todo el proceso sideruacutergico ACINDAR dejaba de depender de la provisioacuten de semiterminadosparticularmente palanquillas que le proveiacutea SOMISA por lo cual eacutesta uacuteltima debe salir a vender en el extranjerolos excedentes de su produccioacuten y a su vez inclinar la produccioacuten hacia la confeccioacuten de planos Por otra parteen 1981 ACINDAR absorbe a sus principales competidores las empresas Gurmendi SA (aceros comunes) Es-
tablecimientos Metaluacutergicos Santa Rosa SA (aceros especiales) y Genaro Grasso SA (cantildeos de acero con costura)31 Belini y Rougier (2008) p27132 La Capital Rosario 31 de Julio de 1977
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
Azpiazu Daniel Basualdo Eduardo y Khavisse Miguel (1988) El nuevo poder econoacutemico en la Argenti-
na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
Basualdo Victoria (2006) ldquoComplicidad patronal militar en la uacuteltima dictadura argentina Los ca-sos de Acindar Astarsa Daacutelmine-Siderca Ford Ledesma y Mercedes-Benzrdquo en Suplemento especial de
Engranajes a treinta antildeos del golpe militar publicacioacuten de la Federacioacuten de Trabajadores de la Industria y Afines (FE-
TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
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impiden el funcionamiento de un verdadero mercadordquo ( La Nacioacuten 13 de julio de 1978)33 y maacutes adelante
aseguraba que
ldquola inflacioacuten en la Argentina no puede ser suprimida por las resistencias que existen dentro del propio go-bierno () El nacionalismo econoacutemico mal entendido el estatismo el dirigismo y sobre todo el desarro-
llismo que lleva a emprender obras faraoacutenicas y empresas antieconoacutemicas altamente protegidas siguen enpie a impulso de esas tendencias hay un desborde de gastos e inversiones que obligan a emitir moneda yque por ende estimulan la inflacioacutenrdquo ( La Nacioacuten 25 de abril de 1979)34
Por su parte el general Alcides Loacutepez Aufranc quien habiacutea sido nombrado presidente de
ACINDAR cuando Martiacutenez de Hoz dejoacute vacante ese puesto para asumir como ministro de Economiacutea
dijo en clara alusioacuten a SOMISA que existiacutean
ldquointereses mezquinos (que temiacutean) la peacuterdida de una situacioacuten destacada de sus administradores o el verseobligados a manejarse con criterio comercial (oponieacutendose) a la realizacioacuten de proyectos privados en elaacuterea que pondriacutean en evidencia sus falencias y buscan como proteccioacuten lograr el monopolio en el sector enel que actuacuteanrdquo( La Nacioacuten 22 de mayo de 1979)35
A partir del antildeo 1979 se puede observar coacutemo la puja con los sectores privatistas dentro y fuera
del gobierno se agrava y Rivera saldraacute al cruce de eacuteste tipo de declaraciones tanto en la prensa como
asiacute tambieacuten en las declaraciones ante el personal de la empresa e incluso en las mismas Memorias y Ba-
lances Nos abocaremos a las mismas en el proacuteximo apartado
31 Rivera rompe el silencio tres excepciones confirman la regla
El constante ldquoestado deliberativordquo entre las tres Fuerzas que caracterizoacute al gobierno de la Junta Militar
habiacutea llegado a su punto cuacutelmine a mediados de 1978 cuando el Almirante Massera empezoacute a exigir
que se cumpliese la regla del ldquocuarto hombrerdquo que estableciacutea que quien ejerciese la presidencia de la
Nacioacuten no podiacutea ejercer la jefatura de ninguna de las fuerzas36 En este contexto las internas entre los
distintos sectores militares se hicieron maacutes visibles en el espacio puacuteblico lo que a su vez fue aprove-
chado por las dirigencias de los partidos poliacuteticos para presionar por una transicioacuten concertada y por
distintos sectores corporativos para plantear sus disidencias en torno a los planes econoacutemicos del go-
bierno En tanto que Martiacutenez de Hoz confirmado en su cargo el 20 de diciembre de 1978 anunciaba
la profundizacioacuten de la reforma financiera y apertura comercial las criacuteticas al plan econoacutemico comenza-
ron a sumar adherentes tanto desde los sectores poliacuteticos y sociales como de algunos sectores del ejeacuter-
33 Citado en Canelo (2004) p 28334 Citado en Canelo (2004) p 28535 Citado en Canelo (2004) p 28536
Esta regla no era cumplida en funcioacuten del ldquoEstado de excepcioacutenrdquo que suponiacutea la ldquoguerra contra la subversioacutenrdquopor lo que Videla conservaba el doble cargo de Jefe del Ejeacutercito y Presidente de la Nacioacuten Ver Novaro y Paler-mo (2003) cap 3 y 4
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
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cito Muchos de aquellos que durante tres antildeos se habiacutean llamado a ldquoprudenterdquo silencio encontraron
oportuno el momento para manifestar de diversas formas sus desacuerdos37
En este contexto no resulta del todo llamativo que el general Rivera tambieacuten comenzara a hacer
declaraciones puacuteblicas que por otra parte iriacutean en aumento durante el transcurso de 1980 y 1981
El contraste con el periacuteodo previo es destacado por el propio presidente de SOMISA en su dis-
curso pronunciado en oportunidad del 32ordm Aniversario de la empresa ldquohellipHace ya casi dos antildeoshellip di-
jimos que adoptariacuteamos como poliacutetica no hablar puacuteblicamente o por lo menos hacerlo lo menos posi-
blehelliprdquo38
Este discurso seriacutea transcripto en la revista ACERO (nro 26 agosto 1979) bajo el tiacutetulo ldquoSOMI-
SA no quiere privilegiosrdquo y a la vez apareceriacutean comentados importantes paacuterrafos en el semanario de
corte liberal ortodoxo Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal (nro 1677 26 de junio de 1979)
En la revista ACERO hasta el momento soacutelo habiacutean sido transcriptos los ldquoSaludos al Personalrdquo
que el presidente haciacutea cada fin de antildeo la transcripcioacuten del Boletiacuten nro 54 en tiempos de la presidencia
de Maglio y breves alusiones a entregas de medallas o ldquofelicitacionesrdquo Por lo tanto la inclusioacuten de este
discurso que por otro lado ocupoacute tres paacuteginas completas es algo novedoso en la revista empresaria
Por otra parte la aparicioacuten del mismo en el semanario Economic Survey no seraacute menos disruptiva de
hecho el mismo editor haciacutea alusioacuten a ello
ldquohellipHaciendo una honorable excepcioacuten a nuestra norma de no comentar discursos nos congratulamos deconsignar por su importancia econoacutemica e industrial algunos de los paacuterrafos del presidente de la Sociedad
Mixta Siderurgia Argentina General Horacio A Rivera en oportunidad del 32 Aniversario de la empre-sahelliprdquo39 Esta triple excepcioacuten se convertiraacute en regla a partir de aquiacute Rivera seguiraacute hablando puacuteblicamen-
te la revista ACERO seguiraacute transcribiendo sus discursos y el Economic Survey se permitiraacute algunas otras
honorables excepciones40
Probablemente la cuarta excepcioacuten la constituyera el contenido mismo de este ldquomensaje dirigido
al Personal de la Planta y de Casa Centralrdquo El mismo si bien estaba dirigido al ldquoPersonalrdquo contiene
tambieacuten un contradestinatario un ldquodestinatario negativordquo41 que seriacutean ellos autores de ciertas ldquoagre-
sionesrdquo que seguacuten el presidente veniacutea sufriendo SOMISA y que sin duda estaban encarnados poraquellos partidarios del ldquodesmantelamientordquo del Estado que describiacuteamos previamente
37 ldquoCarbap CRA Movimientos de Empresarios del Interior Federacioacuten Econoacutemica de Buenos Aires entreotros se pronunciaron abiertamente en contra de la poliacutetica econoacutemica del reacutegimen Mientras tanto los sindica-listas comenzaban a abandonar su cautela y sobre todo ldquolos 25rdquo criticaban desembozadamente el Programa deMartiacutenez de Hozhelliprdquo Novaro y Palermo (2003) p 24038 Mensaje ldquoSomisa no quiere privilegiosrdquo Revista ACERO Antildeo 4 nro 26 agosto de 1979 p 2239 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 26 de junio de 1979 antildeo 39 volumen XXXV nro 1677 p 140 Respecto a la poliacutetica editorial de este boletiacuten resulta al menos ldquollamativardquo la aparicioacuten perioacutedica de la voz del
presidente de SOMISA Incluso si bien esta publicacioacuten poseiacutea escasa publicidad se puede observar la aparicioacutenesporaacutedica de propaganda de SOMISA41 Veroacuten (1987) pp 13-26
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
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Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
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lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
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66 Alfredo Zaiat (2007)
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httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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ldquohellipno podriacuteamos completar este resumen sin una referencia a las agresiones que de tanto en tanto es obje-to SOMISAhellip Se dicehellip que SOMISA no paga impuestos afirmacioacuten tan falsa como injusta SOMISA nosoacutelo paga los impuestos que paga cualquier empresa sino que es uno de los mayores contribuyentes al te-soro nacionalhellip Ademaacutes los paga rigurosamente al diacutea asiacute como toda otra obligacioacuten sea fiscal o previ-sional ldquoSOMISA no pide privilegios de ninguna clase respecto de la actividad privada y por el contrarioreclama para siacute las mismas reglas de juego que rigen aquella
En cuanto al nivel de los precios de sus productoshellipdos terceras partes de su produccioacuten se vende a pre-cios en igualdad con los de los productores privadosEl tercio restante que corresponde a palanquilla materia prima baacutesica para los laminadores se coloca ennuestro mercado por debajo del precio internacional Gracias a ello los laminadores que no producen supropia palanquilla pueden competir en los productos finales no planoshellipParadoacutejicamentehellip ya hay voces que pretenden culpar a nuestra Empresa de infractora a la ley de mono-polio De atender a este tipo de imputaciones resultariacutea que a precios altos somos ineficientes a preciosbajos monopolistas Vale decir palos porque bogas y palos porque no bogashelliprdquo42
En el nuacutemero siguiente de la revista ACERO (nro 27 abril de 1979) se insistiraacute en la misma loacutegi-
ca argumentativa y ocupando toda la contratapa veremos una leyenda que versaldquoSOMISA PRIMER CONTRIBUYENTE DEL PAIS EN 1978El sector industrial es el principal contribuyente en materia fiscalhellip expresoacute el sentildeor interventor de laUNION INDUSTRIAL ARGENTINA Por nuestra parte agregamos SOMISA es la Empresa que figuraen primer lugar de tales obligaciones con el Estado y es ademaacutes el mayor contribuyente de la Repuacuteblica Argentinardquo43
Durante 1980 y 1981 las intervenciones puacuteblicas de Rivera seguiraacuten a un ritmo ascendente en ra-
zoacuten de la doble ldquoagresioacutenrdquo de que es objeto la empresa los sectores que insisten en que la privatizacioacuten
perifeacuterica se profundice y concretamente alcance a SOMISA y la ldquofloja demandardquo de productos side-
ruacutergicos en el mercado interno agravada por la eliminacioacuten creciente de aranceles Por otra parte en1981 se produce la fusioacuten de ACINDAR con GURMENDI lo que profundiza el debate en torno a la
ldquonecesidadrdquo de que el Estado siga sosteniendo a SOMISA o se aplique el ldquoprincipio de subsidiariedadrdquo
y se le deje el lugar a los privados
En junio de 1980 durante un nuevo aniversario de SOMISA el presidente de la empresa vuelve a
emitir un largo comunicado que nuevamente seraacute transcripto por la Revista ACERO ldquoEl paiacutes necesita
siderurgia propiardquo se titula y expresa ldquohellipLa primera pregunta que suele hacerse se refiere a la conve-
niencia o no de que el paiacutes produzca su propio acero La respuesta afirmativa que se dio a esta preguntahace ya casi cuarenta antildeos dio origen a la siderurgia argentina No dudo que hoy la respuesta correcta
es la mismahelliprdquo44
E invirtiendo la carga de la prueba afirmaba ldquosostener lo contrario requiere demostracioacuten por-
que la historia econoacutemica no lo convalidardquo y avanzando sobre los toacutepicos de un debate que llevaba ya
50 antildeos deciacutea
42 Mensaje ldquoSomisahelliprdquo Op Cit 43
Contratapa Revista ACERO Antildeo 4 nro 27 octubre de 197944 De intereacutes general ldquoEl paiacutes necesita de Siderurgia propiardquo Revista ACERO Antildeo 5 nro 32 Septiembre de1980 p 3
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
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na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
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lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Rougier Marcelo (dir) (2007) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales en la Argentina 1950-1980
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Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
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Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
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HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
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Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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ldquohellipLa no conveniencia de producir acero en el paiacutes suele fundamentarsehellip en la carencia de ventajas com-parativas y la falta de capitales privados Respecto de la primera no es difiacutecil encontrar ejemplos exitosos depaiacuteses menos favorecidos que el nuestro y en cuanto a la falta de capitales privados se trata de decidir si an-te su ausencia no corresponde la aplicacioacuten del principio de subsidiariedad Lo importante es definir lascondiciones en que el Estado deba suplir la falta de intereacutes privado Me refiero en particular a la gama de losproductos planos ya que la de los no planos es maacutes atractiva para los empresarios particulareshelliprdquo45
El asunto veniacutea tomando especial relevancia ya que ACINDAR como mencionamos previamen-
te habiacutea logrado integrar su produccioacuten de acero en tanto que SOMISA pugnaba por la aprobacioacuten de
un plan de expansioacuten tendiente a la integracioacuten hacia arriba es decir especializarse en la produccioacuten de
planos Por otro lado el presidente de SOMISA se mostraba preocupado por las consecuencias de la
apertura comercial indiscriminada y advertiacutea la necesidad de mantener las trabas arancelarias que inclu-
so iban in crescendo en el resto de los paiacuteses productores de acero Para reforzar sus argumentos en su
discurso pronunciado a propoacutesito de un nuevo aniversario de la empresa Rivera trajo a colacioacuten pala-
bras del presidente de una siderurgia estadounidense quien denunciaba la existencia de subsidios a las
sideruacutergicas en Europa46 y del presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero Nuevamente
las preocupaciones de Rivera se veriacutean reflejadas en los ldquoComentariosrdquo insertos en las Memorias y Balan-
ces
ldquohellip la demanda de productos sideruacutergicos continuacutea floja situacioacuten eacutesta motivada por una caiacuteda de las ven-tas locales y un estado recesivo general de la economiacutea mundial lo qua ha alentado una agresiva compe-tencia de productos extranjeroshellip Esta uacuteltima circunstancia se agrava por un ritmo de disminucioacuten de losaranceles protectores que no es acorde con la inercia que caracteriza a nuestra industria para acomodarse anuevas situaciones de este tipohellip el presidente del Instituto Internacional del Hierro y el Acero (IISI) al
inaugurar en Madridhellip sentildealoacute expresamente que `estaacute surgiendo cada vez maacutes la tendencia hacia medidasproteccionistas en el comercio de productos sideruacutergicosacute Corrobora lo expuesto la reimplantacioacuten y ele- vacioacuten de los ldquotrigger pricesrdquo en Estados Unidosrdquo47
Los ldquocomentariosrdquo culminaban con la afirmacioacuten
ldquohellipSoy partidario de una adecuada proteccioacuten para la industria sideruacutergica nacional por lo cual consideroque atento a la particular situacioacuten mundial de la hora deben adoptarse algunas medidas transitoriashellip esnecesario disminuir la velocidad de decrecimiento de los aranceles para evitar graves quebrantos y aun laeventual desaparicioacuten de esta industriahelliprdquo48
El antildeo 1981 seriacutea crucial en muchos sentidos el 29 de marzo Videla y su ldquosuperministrordquo dejariacute-an sus respectivos cargos a Viola y Sigaut El mismo 13 de marzo ACINDAR firmoacute el compromiso de
fusioacuten con GURMENDI y el 26 del mismo mes (tres diacuteas antes del cambio de gobierno) SOMISA
obtuvo la aprobacioacuten de su plan de expansioacuten ldquo43 millones de toneladas de acerordquo Esta ldquocoinciden-
45 De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo Op Cit 46 ldquohellipel presidente de la principal empresa sideruacutergica norteamericana ha denunciado puacuteblicamente en la reciente Asamblea Anual del Instituto Americano del Hierro y del Acero que los gobiernos europeos han subsidiado a lasiderurgia en los uacuteltimos cinco antildeos con maacutes de 7000 millones de doacutelareshelliprdquo De intereacutes general ldquoEl paiacuteshelliprdquo
Op Cit 47 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 198048 SOMISA Memorias y Balances ldquoComentarios del Presidenterdquo 20 de octubre de 1980
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
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TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
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en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
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HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
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Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
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cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
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Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
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AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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ciardquo tal vez sea ilustrativa del equilibrio y los acuerdos que se produciacutean entre los distintos intereses en
pugna al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas
Por otro lado la notoriedad puacuteblica que habiacutean alcanzado los debates en torno a los destinos de
la siderurgia argentina se puede avizorar en un reportaje que le hicieran a Rivera en Radio El Mundo y
que notablemente fue reproducida tanto por el Economic Survey (nro 1763 marzo de 1981) como por la
revista ACERO (nro 34 abril de 1981) De hecho el editor del Economic Survey comenzoacute la nota con
una disculpa por no haber tratado el tema en el nuacutemero anterior
ldquohellipEl lector puede haberse sentido un tanto defraudado por el silencio que guardaacuteramos en la edicioacuten an-terior con respecto a la divulgada fusioacuten de Aciacutendar y de Gurmendi pero no nos parecioacute prudente tocarun tema de tan largo aliento y tan amplio alcance sin conocer la opinioacuten del Presidente de Somisa GeneralHoracio A Riverahelliprdquo49
La transcripcioacuten de la entrevista fue praacutecticamente literal en ambas publicaciones citaremos en
extenso
ldquoP iquestQueacute opina usted respecto de la fusioacuten de las empresas ACINDAR y GURMENDIR La considero una medida acorde con las circunstancias por cuanto la buacutesqueda de la dimensioacuten maacutesconveniente constituye siempre un objetivo en especial en mercados como el nuestro en el que se presen-tan condiciones particularmente favorables para este tipo de integraciones Ahora siacute soy enfaacutetico en esto pienso que esta asociacioacuten puede resultar beneficiosa para las empresas quese fusionan pero es indispensable si deseamos que tales beneficios lleguen tambieacuten al usuario final es de-cir a la comunidad que se garantice la libre competencia me refiero tanto a la interna como la que puedaprovenir de una adecuada apertura del mercadoP Estamos hablando de este hecho que ha tenido tanta repercusioacuten y a lo mejor uno piensa que esta fu-sioacuten afecta a SOMISA
R Recuerde que SOMISA tiene vigente con la firma GURMENDI hasta mayo de 1984 un contrato parala provisioacuten de unas 200000 toneladas anuales de palanquilla a precios muy convenientes inferiores auacuten alos que obtendriacutea importando ese productohellipP SOMISA es una empresa importantehellip Se habla de SOMISA inclusive en la conferencia de prensa dadapor los titulares de ACINDAR y GURMENDI El presidente de ACINDAR [Alcides Loacutepez Aufranc] di-jo que lsquoLa fusioacuten que hoy anunciamos pretende tambieacuten apuntalar poliacuteticamente a SOMISA para que pue-da concretar definitivamente dicho proyectorsquo aludiendo al plan de expansioacuten de SOMISAhellip iquestqueacute opinasobre estoR En el caso de que esas palabras que se le atribuyen por los medios periodiacutesticos fueran exactas hay quepreguntarle al presidente de ACINDAR queacute alcance le da a la expresioacuten `apuntalar poliacuteticamenteacute porqueno se entiende de queacute modo la fusioacuten de esas empresas puede influenciar en las decisiones de un programade expansioacuten donde existen hechos ya consumados y otros en viacutea de concretarse Ese supuesto `apunta-
lamiento poliacuteticoacute que SOMISA desde luego no necesita pierde fuerza cuando se considera que provienede una empresa que sin duda se beneficiariacutea con el hipoteacutetico retiro del mercado en que ella actuacutea es de-cir en el que Ud ha llamado bien mercado de productos no planos Califico a ese retiro de hipoteacuteticoporque en eacutel ni siquiera hemos pensadordquo50
La nota de la publicacioacuten somisera terminaba alliacute en tanto el Economic Survey incluiacutea un largo co-
mentario sobre cuaacuteles eran los objetivos que debiacutea cumplir SOMISA y con un disimulado apoyo a los
planes de expansioacuten del Presidente Rivera
49 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981 p 150 Revista ACERO Antildeo 5 nro 34 abril de 1981 p 20
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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H-industriAntildeo 5 - Nro 8 primer semestre de 2011
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
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na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
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Engranajes a treinta antildeos del golpe militar publicacioacuten de la Federacioacuten de Trabajadores de la Industria y Afines (FE-
TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
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lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Rougier Marcelo (dir) (2007) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales en la Argentina 1950-1980
Buenos Aires Ediciones Cooperativas
Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
cioacuten de una estrategia gremial dominante en la ex -SOMISA (1960-1976)rdquo Presentado en el WORKS-
HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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ldquohellipEs entonces absolutamente indispensable que como dice el presidente de la empresa hellip Somisa puedacontar cuanto antes con las nuevas instalaciones de laminacioacuten propia que le permitan a su vez utilizar lamaacutes alta proporcioacuten de su propia palanquilla porque de otro modo hellip [las] peacuterdidashellip gravitan y gravita-raacuten sobre toda la ciudadaniacuteahelliprdquo51
El debate estaba lejos de terminarse la revista ACERO publicoacute dos notas maacutes del presidente de
SOMISA tituladas ldquoUn prejuicio difiacutecil de extirpar lsquoEl acero es caro porque lo produce SOMISAacuterdquo
donde sentildeala entre otras cosas que ldquolas empresas puacuteblicas se han convertido en lsquochivo emisariorsquo de
otros problemasrdquo y en clara alusioacuten a ACINDAR sentildealaba que SOMISA ldquoNo cuenta con subsidios
privilegios ni ninguacuten otro tipo de auxilio o apoyo estatal que no sea el que las leyes brindan a cualquier
tipo de empresa que se hubiera acogido a regiacutemenes de promocioacuten industrialrdquo52
Lo que puede parecer una ldquoguerra de comunicadosrdquo asumiacutea tambieacuten otras dimensiones como
por ejemplo la judicial En 1982 en los comentarios insertos en las Memorias y Balances Rivera destacaba
que
ldquohellipEspecial trascendencia para esta Sociedad tuvo la resolucioacuten Nordm 124 del 28 de abril proacuteximo pasadode la secretariacutea de Comercio basada en el dictamen de la Comisioacuten Nacional de Defensa de la Competen-cia absolviendo a SOMISA de las imputaciones sobre supuesta deslealtad comercial contenida en una in-consistente denuncia formulada por una firma de plazahelliprdquo53
En agosto de 1980 se habiacutea sancionado la ley 22262 denominada de ldquodefensa de la competen-
ciardquo marco juriacutedico de la denuncia de la ldquofirma de plazardquo (ACINDAR)54
Cuando el reacutegimen dictatorial se agotaba quizaacute como muestra de las complejas redes entre civiles
y militares y como sentildeal de que la dirigencia de SOMISA procuraba reacomodarse a los tiempos quecorriacutean a mediados de 1982 la empresa auspicioacute una conferencia dictada por el ldquodestacado poliacutetico
nacional Doctor Juan Carlos Puglieserdquo quien a la sazoacuten era postulado como candidato a presidente de
la Nacioacuten por el sector conocido como ldquobalbinismo auteacutenticordquo55 La conferencia a la que asistieron las
maacuteximas autoridades de la empresa fue titulada ldquoLa Argentina de Hoy y de Mantildeanardquo y formaba parte
seguacuten informaba la revista ACERO (nro 36 diciembre 1982 aprox) de un ldquoCiclo Cultural e Informa-
tivordquo ldquocomo aporte al sentimiento ciacutevico y democraacutetico de su personalrdquo56
Los ldquoconceptos maacutes sobresalientesrdquo de la conferencia fueron transcriptos por la revista
ldquohellipNosotros queremos un paiacutes industrial y este paiacutes industrial tiene que estar fuertemente asentado sobreinstituciones republicanas Nosotros creemos que en la Repuacuteblica Argentina para alcanzar los objetivosdel paiacutes debe regir el sistema republicano el sistema democraacutetico A partir del sistema democraacutetico contodos los defectos imaginables nuestro paiacutes tiene que fundarse en el desarrollo de sus industrias dinaacutemi-cas de sus industrias de base que son las uacutenicas que pueden satisfacer el desarrollo del paiacutes dar ocupacioacutenplena a la repuacuteblica hacerle jugar al Estado el papel que tiene que jugar en funciones como eacutesta en lugar
51 Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal Antildeo 41 Vol XXXVII nro 1763 24 de marzo de 1981p 252 Revista ACERO Antildeo 5 nro 35 mayo de 1981 p 1553 SOMISA Memorias y Balances Comentarios del presidente 29 de octubre de 1982 (CN)54
Ver Schvarzer (1986) p198 55 Tcach (1996) p 8156 ldquoFundamentarnos en nuestras industrias de baserdquo Revista ACERO nro 36 diciembre de 1982 aprox p19
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
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SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
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na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
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Rougier Marcelo (dir) (2007) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales en la Argentina 1950-1980
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Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
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siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
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cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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de estar hablando permanentemente de que estamos frente a un estado monstruoso porque el estado esmonstruoso debido a que durante seis antildeos sistemaacuteticamente hemos achicado el paiacutes Esto al punto queseguacuten la frase feliz de un economista `con esta poliacutetica nos sobran quince millones de argentinosacutehelliprdquo57
La empresa sideruacutergica que habiacutea ldquobogadordquo entre las difiacuteciles aguas del programa econoacutemico de
la dictadura pareciacutea encontrar un mejor horizonte en el ldquocivismo democraacuteticordquo Las pala-
brascompromiso del dirigente radical teniacutean una suerte de resonancia a algo asiacute como ldquoCon la Demo-
craciahellip desarrollaremos las industrias de basehelliprdquo Palabras muy bien recibidas desde ya sobre todo
teniendo en cuenta que la salida democraacutetica ya era un hecho y que el radicalismo teniacutea verdaderas po-
sibilidades de ser gobierno58
De esta manera quedaba preparada la transicioacuten en SOMISA el 6 de febrero de 1984 Rivera fue
reemplazado por el primer civil que ocupariacutea la presidencia de la empresa el ingeniero Carlos Magliano
Consideraciones finales
Durante este recorrido hemos observado a partir de un caso particular las complejas relaciones al in-
terior del frente ciacutevico militar que tomoacute el poder el 24 de marzo de 1976 La refundacioacuten que prometiacutea
la retoacuterica procesista encajaba muy bien en una diversidad de proyectos que creiacutean ver su oportunidad
de desarrollo una vez que se terminase ldquocon el desgobierno la corrupcioacuten y el flagelo subversivordquo59
En el caso de la direccioacuten de SOMISA se observa que al igual que los dirigentes empresarios del
aacuterea privada en una primera etapa son aprovechadas las circunstancias represivas y las normas ldquolegalesrdquo
vigentes para imponer nuevas reglas disciplinarias al interior del proceso productivo De esta manera
las circunstancias favorables les permitieron reducir personal (poliacutetica que sirvioacute en la mayoriacutea de los
establecimientos industriales para expulsar a ldquorevoltososrdquo) impedir cualquier forma de actividad gre-
mial en la planta y alcanzar una mayor productividad del trabajo viacutea la eliminacioacuten de aquellos factores
negativos de la produccioacuten (ldquoausentismo falta de respeto al orden jeraacuterquico etcrdquo)
En este sentido Azpiazu Basualdo y Khavisse sentildealan que la productividad de la mano de obra
en la industria muestra durante el periacuteodo un ldquocrecimiento por demaacutes por demaacutes significativordquo 376
Mientras que la relacioacuten productividadcosto salarial se incrementoacute en un 6960
Se observa despueacutes una segunda etapa caracterizada por diferentes ldquoreclamosrdquo puacuteblicos sobre los
efectos de la poliacutetica econoacutemica atento a que algunas ramas de la produccioacuten empezaban a verse afec-
tadas Algunos grupos empresarios incluso se movilizaron para hacerse escuchar61
57 Ibiacutedem58 Si bien Pugliese luego declinoacute su candidatura cabe recordar que en funcioacuten de la alianza de Alfonsiacuten con los
ldquobalbinistas auteacutenticosrdquo ocupoacute la presidencia de la Caacutemara de Diputados durante el periacuteodo 1983-198959 Jorge R Videla Emilio E Massera Orlando R Agosti Proclama del 24 de marzo de 1976 hellip983094983088 Azpiazu Basualdo y Khavisse (1988)
7252019 LA DIRECCIOacuteN DE SOMISA DURANTE LA UacuteLTIMA DICTADURA MILITAR 1976-1983 DEL RESTABLECIMIENTO DE LA DIhellip
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
Azpiazu Daniel Basualdo Eduardo y Khavisse Miguel (1988) El nuevo poder econoacutemico en la Argenti-
na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
Basualdo Victoria (2006) ldquoComplicidad patronal militar en la uacuteltima dictadura argentina Los ca-sos de Acindar Astarsa Daacutelmine-Siderca Ford Ledesma y Mercedes-Benzrdquo en Suplemento especial de
Engranajes a treinta antildeos del golpe militar publicacioacuten de la Federacioacuten de Trabajadores de la Industria y Afines (FE-
TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
Belini Claudio (2007) ldquoLa direccioacuten General de Fabricaciones Militares y su papel en la industria-
lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Rougier Marcelo (dir) (2007) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales en la Argentina 1950-1980
Buenos Aires Ediciones Cooperativas
Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
cioacuten de una estrategia gremial dominante en la ex -SOMISA (1960-1976)rdquo Presentado en el WORKS-
HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
httpwwwpagina12comardiarioeconomia2-92543-2007-10-06html
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La cuestioacuten de que las criacuteticas al plan econoacutemico eran de las pocas toleradas en el espacio puacuteblico
se puede observar aquiacute tambieacuten Tal vez esto fue asiacute porque era un debate no resuelto al interior de las
propias clases dominantes Es en estos casos es donde se puede ver con claridad la heterogeneidad de
ldquoprogramasrdquo que habiacutean confluido y se habiacutean encolumnado tras el ldquoProcesordquo En el proceso histoacuterico
concreto se ve el accionar de Martiacutenez de Hoz que lejos de la ortodoxia que le reclamaban alguno de
sus pares y que probablemente compartiacutea pudo combinar medidas caras al repertorio neoliberal con
algunas de las poliacuteticas de corte desarrollista que le reclamaban al interior del frente militar
Las criacuteticas y posicionamientos poliacuteticos del Gral Rivera distan de semejarse a las del almirante
Massera criacutetico puacuteblico del plan de Martiacutenez de Hoz62 o las que en diversos momentos pudieron emitir
algunos partidos poliacuteticos que maacutes allaacute de lo sincero o no de sus posiciones criticaban el plan econoacute-
mico en pos de una potencial acumulacioacuten de caudal poliacutetico Maacutes bien lo que se observa es una posi-
cioacuten de tipo corporativa que reacciona ante la ldquoagresioacutenrdquo de sus intereses 63 En este aspecto Paula Ca-
nelo sentildeala que todos los oficiales que
ldquohabiacutean desarrollado una estable trayectoria profesional dentro del complejo militar-industrial y al frentede las poderosas empresas de servicios del Estado hellip defendieron celosamente y cuanta vez les resultoacuteposible sus territorios dentro del aparato estatal ante los avances de los funcionarios del equipo econoacutemi-cordquo64
La autora ademaacutes sentildeala que en general se encontraban dentro de la liacutenea ldquoviolistardquo dentro del
ejeacutercito65
Por otra parte en la disputa puacuteblica entre las direcciones de ACINDAR y SOMISA se puede ob-
servar el juego de equilibrios que habiacutea al interior del gobierno de las Fuerzas Armadas No cabe dudas
que el ideal de Martiacutenez de Hoz que recordemos habiacutea sido presidente de ACINDAR hasta minutos
antes de asumir el ministerio era privatizar SOMISA y allanar el camino para que ACINDAR monopo-
lizara el mercado interno de acero La resistencia que presentaron la DGFM y en particular la direccioacuten
de la empresa impidioacute parcialmente la ejecucioacuten del plan No obstante el ministro pudo canalizar creacutedi-
tos y promociones que permitieron la expansioacuten sin precedentes de la empresa de hecho ldquoen esos
antildeos ACINDAR acumuloacute una descomunal deuda externa por 652 millones de doacutelares que luego le
61 Ejemplo de esto es la la Convocatoria Nacional Empresaria -CONAE- surgida en octubre de 1980 que seorganizaba en pos de ldquo lsquoaunar esfuerzosrsquo contra el plan econoacutemico y por la defensa de la empresa nacionalrdquo VerSilvia Simonassi (2007)62 Las ambiciones poliacuteticas del Almirante Massera han sido tratadas por Novaro y Palermo (2003) y Paula Canelo(2008)63 No descartamos que ademaacutes esta defensa forme parte de sus propias ldquoconviccionesrdquo en funcioacuten de la forma-cioacuten recibida en la Escuela Superior Teacutecnica64
Canelo (2008) p 12465 Por ejemplo durante el gobierno de Viola el general Diego Uricarriet quien habiacutea sido Presidente de Fabrica-ciones Militares desde 1975 hasta el 1981 ocuparaacute el ministerio de Obras Puacuteblicas
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transfirioacute al Estadordquo66 A la vez que autorizaba a SOMISA a poner en marcha un nuevo plan de expan-
sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
Azpiazu Daniel Basualdo Eduardo y Khavisse Miguel (1988) El nuevo poder econoacutemico en la Argenti-
na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
Basualdo Victoria (2006) ldquoComplicidad patronal militar en la uacuteltima dictadura argentina Los ca-sos de Acindar Astarsa Daacutelmine-Siderca Ford Ledesma y Mercedes-Benzrdquo en Suplemento especial de
Engranajes a treinta antildeos del golpe militar publicacioacuten de la Federacioacuten de Trabajadores de la Industria y Afines (FE-
TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
Belini Claudio (2007) ldquoLa direccioacuten General de Fabricaciones Militares y su papel en la industria-
lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
cioacuten de una estrategia gremial dominante en la ex -SOMISA (1960-1976)rdquo Presentado en el WORKS-
HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
Zaiat Alfredo (2007) ldquoCon el capital de otrosrdquo Paacutegina 12 6 de octubre de 2007 disponible en
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sioacuten No obstante su misioacuten estaba cumplida y en realidad la especializacioacuten en productos planos vol-
viacutea a colocar a SOMISA en el lugar que habiacutea ocupado desde sus oriacutegenes es decir el lugar de las in-
versiones de capital maacutes gravosas y menos rentables a corto plazo y que los capitales privados no esta-
ban dispuestos a ocupar
Se podriacutea afirmar que de igual manera Rivera podiacutea sentirse por demaacutes satisfecho habiacutea discipli-
nado la fuerza de trabajo de la empresa que durante su mandato batioacute varios reacutecords de produccioacuten
habiacutea impedido el avance -temporal- de la privatizacioacuten de SOMISA habiacutea logrado la aprobacioacuten de un
plan de expansioacuten y al parecer toda su energiacutea no habiacutea sido en vano puesto que ahora la industria de
base era considerada como fundamento de la naciente democracia
Bibliografiacutea
Fuentes
SOMISA Memorias y Balances 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Presidencia 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
SOMISA Boletines de la Gerencia General 1973-1983 Archivo General de la Nacioacuten
Revista ACERO nro 1 a nro 32 marzo-abril de 1975 a diciembre de 1982
Economic Survey Boletiacuten Econoacutemico Semanal 1975-1983 Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario
Informacioacuten Empresaria Oacutergano de la Caacutemara de Sociedades Anoacutenimas 1975-1976 Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias Econoacutemicas de la Universidad Nacional de Rosario
Bibliografiacutea
Azpiazu Daniel Basualdo Eduardo y Khavisse Miguel (1988) El nuevo poder econoacutemico en la Argenti-
na de los antildeos 80 Buenos Aires Hyspameacuterica
Basualdo Victoria (2006) ldquoComplicidad patronal militar en la uacuteltima dictadura argentina Los ca-sos de Acindar Astarsa Daacutelmine-Siderca Ford Ledesma y Mercedes-Benzrdquo en Suplemento especial de
Engranajes a treinta antildeos del golpe militar publicacioacuten de la Federacioacuten de Trabajadores de la Industria y Afines (FE-
TIA) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) Buenos Aires
Belini Claudio (2007) ldquoLa direccioacuten General de Fabricaciones Militares y su papel en la industria-
lizacioacuten de posguerra 1941-1958rdquo en Rougier Marcelo (dir) Poliacuteticas de promocioacuten y estrategias empresariales
en la Argentina 1950-1980 Buenos Aires Ediciones Cooperativas
66 Alfredo Zaiat (2007)
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Buenos Aires Ediciones Cooperativas
Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
cioacuten de una estrategia gremial dominante en la ex -SOMISA (1960-1976)rdquo Presentado en el WORKS-
HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
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Buenos Aires Ediciones Cooperativas
Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
Soul Julia (2010) ldquoRelaciones de hegemoniacuteasubalternidad y organizacioacuten sindical La estructura-
cioacuten de una estrategia gremial dominante en la ex -SOMISA (1960-1976)rdquo Presentado en el WORKS-
HOP Conflictividad y consentimiento en las relaciones laborales Praacutecticas obreras y empresarias en la Argentina del
siglo XX UNCPBA Tandil 29 y 30 de abril publicado en CD
Soul Julia (2010) Relaciones de clase y construccioacuten de una comunidad de faacutebrica en la ex -SOMISA Tesis de
Doctorado en Humanidades con mencioacuten en Antropologiacutea- Facultad de Humanidades y Artes UN
Rosario (Ineacutedito)
Tcach Ceacutesar (2003) ldquoGolpes proscripciones y partidos poliacuteticosrdquo en Daniel James Violencia pros-
cripcioacuten y autoritarismo (1955-1976) Buenos Aires Sudamericana Nueva Historia Argentina tomo IX
capiacutetulo 1 pp 17-62
Tcach Ceacutesar (1996) ldquoPartidos poliacuteticos y Dictadura Militar en Argentina (1976-1983) en Silvia
Dutrenit (coord) Diverdisidad Partidaria y Dictaduras Argentina Brasil y Uruguay Meacutexico Buenos Aires
Ed Instituto Mora Veroacuten Eliseo (1987) ldquoLa palabra adversativa Observaciones sobre la enunciacioacuten poliacuteticardquo en
AAVV El discurso poliacutetico Lenguajes y acontecimientos Buenos Aires Hachette pp13-26
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Buenos Aires Ediciones Cooperativas
Schvarzer Jorge (1986) La Poliacutetica Econoacutemica de Martiacutenez de Hoz Buenos Aires Hyspameacuterica
Simonassi Silvia (2007) ldquoEmpresariado y accioacuten colectiva Los industriales metaluacutergicos de Rosa-
rio y la dictadura militar 1976-1973rdquo Revista Cuadernos del Sur - Historia nro 26 Departamento de
Historia - Universidad Nacional del Sur Bahiacutea Blanca
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