La Dependencia Emocional en La Depresion

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La dependencia emocional en la depresión INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS PSICOLÓGICOS MÁSTER EN PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD ALUMNA: ITZIA ALEJANDRA ROMÁN BARRÓN OCTUBRE, 2011

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Dependencia emocional

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1 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

La dependencia

emocional en la

depresión

INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS PSICOLÓGICOS

MÁSTER EN PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD

ALUMNA: ITZIA ALEJANDRA ROMÁN BARRÓN

OCTUBRE, 2011

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2 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

ÍNDICE

I. JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………5

II. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………….6

1. DEPRESIÓN

1.1 Concepto…………………………………………………………………..……....6

1.2 Criterios del DSM-IV y CIE-10…………………………………………..……….8

1.3 Factores que intervienen en la depresión……………………………………..10

1.4 Vulnerabilidad y depresión……………………………………………………...12

2. DEPENDENCIA EMOCIONAL

2.1 Concepto……………………………………………………………………...…..16

2.2 Factores causales de la dependencia emocional…………………….......…18

2.3 Características de los dependientes emocionales…………………..…..….20

2.4 La dependencia emocional dominante…………………….…………………22

2.5 Diferencias entre la dependencia emocional y codependencia……….…23

2.5.1 Codependencia…………………………………………………………….…….23

2.6 Otros términos relacionados……………………………………………..…….25

2.6.1 Apego ansioso………………………………………………………………..…..25

2.6.2 Sociotropía…………………………………………….……………………….....27

2.6.3 Personalidad autodestructiva………………………………………………......28

2.6.4 Adicción al amor……………………………………………………………..…...29

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3 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

3. MODELO COGNITIVO CONDUCTUAL

3.1 Terapia Cognitivo Conductual para la dependencia emocional en la

depresión………………………………………………………………………………....30

3.2 Explicaciones sobre la depresión y la dependencia emocional desde el

Modelo Cognitivo Conductual…………………………………………………….....…31

4. RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Y LA DEPRESIÓN

4.1 Implicación del género en dependencia emocional con relación a la

depresión………………………………………………………………………………....33

4.2 Evolución de la dependencia emocional……………………………………..36

4.3 Cogniciones de la dependencia emocional en la depresión……………….40

4.4 Dependencia emocional como factor de mantenimiento de la

depresión…………………………………………………………………………………45

5. EVALUCIÓN DE LAS PERSONAS CON DEPENDENCIA EMOCIONAL EN

LA DEPRESIÓN

5.1 Entrevista………………………………………………………………..…..……47

5.2 Análisis Funcional……………………………………………………………....48

5.3 Cuestionarios……………………………………………………………….……50

6. INTERVENCIÓN COGNITIVO- CONDUCTUAL PARA LA DEPENDENCIA

EMOCIONAL EN LA DEPRESIÓN

6.1 Adherencia al tratamiento………………………………………………..……52

6.2 Intervención……………………………………………………………………..52

6.3 Manejo de técnicas de intervención……………………………………....…62

6.3 Prevención de recaídas………………………………………………….….......…63

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III. CONCLUSIONES…………………………………………………………………...64

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………66

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5 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

I. JUSTIFICACIÓN

El presente trabajo tiene por objetivo conocer más a fondo la relación que tiene la

dependencia emocional en la depresión desde la investigación que existe hoy en

día. Revisando la influencia que ejercen los roles de género para que se den este

tipo de problemáticas en los sujetos, las manifestaciones que tienen las personas

que los presentan, así como las repercusiones que enfrentan en su vida.

Debido a que la depresión representa un importante problema de salud mental,

con altos costes psicosociales, pero sobre todo que afecta a la personas minando

su calidad de vida por el estado anímico bajo, es importante explorar si existe una

relación significativa con la dependencia afectiva encontrando a ésta última con

mayor frecuencia en las relaciones de pareja, con patrones de sumisión, sacrificio

y tolerancia a cualquier conducta de humillación o maltrato por el miedo que le

genera la soledad y la separación desarrollando estrategias interpersonales de

control para mantener la relación.

La importancia de las condiciones en las dos problemáticas en la actualidad tiene

una gran relevancia a nivel individual y social porque el amor romántico que se

plantea a nivel global y las expectativas distorsionadas que se tienen de la relación

de pareja así como el papel social que tiene la mujer y el hombre contribuyen a

que existan cada vez más repercusiones en cada individuo, en las relaciones

interpersonales y en la salud pública manteniendo estos escenarios que traen

consigo graves consecuencias.

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6 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Considerando también el papel que juegan los pensamientos y como repercuten

en las situaciones de vida tanto en el caso de depresión y la dependencia

emocional se percibe como un tema fundamental para examinar.

También se propone la intervención desde la perspectiva cognitivo conductual ya

que han obtenido resultados exitosos en el tratamiento de la depresión y en otros

trastornos, mostrando también su eficacia en la dependencia emocional la cual se

abordará con mayor atención.

Por último, se persigue como inquietud de este proyecto ayudar a una mayor

comprensión de los procesos y los elementos que intervienen en el sujeto que

presenta la depresión y la dependencia emocional. Para seguir desarrollando

estrategias de afrontamiento con mayor información y visión de las mismas.

II. MARCO TEÓRICO

1. DEPRESIÓN

1.1 Concepto

La depresión es uno de los problemas psicológicos más frecuentes en la historia

de la humanidad. La Organización Mundial de la Salud estima que 340 millones de

personas en la actualidad sufren de algún tipo de depresión clínica, y que la

depresión se convertirá en la causa principal de inhabilidad y la segunda causa

contribuyente a la carga mundial de enfermedad en el año 2020 "(OMS, 2001).

Dada su amplia prevalencia, no es de extrañar que la depresión ha sido descrita

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como "el resfriado común de los problemas de salud mental que afecta a los ricos

y los pobres así como los jóvenes y los viejos "(Rosenfeld, 1999, p.10).

El término depresión viene del latín depressio (hundimiento). El paciente se siente

hundido, con un peso sobre su existencia. Muchos autores han descrito la

depresión como un grupo heterogéneo de trastornos que van desde cambios de

humor transitorio a los síndromes crónicos, con diferencias en la manifestación de

los síntomas. La variabilidad es vista no sólo en la naturaleza de los síntomas y la

duración de las manifestaciones, sino también en las causas de la enfermedad.

Aunque algunos estudios han demostrado una asociación significativa entre los

eventos negativos y los síntomas depresivos (por ejemplo, Billings estados de

ánimo, 1982), lo cierto es que la mayoría de las personas que experimentan

situaciones que podrían ser consideradas muy negativas y estresantes no se

deprimen. La diversidad de respuestas que las personas muestran a los mismos

factores estresantes ha llevado a los investigadores a buscar las causas de esta

variabilidad, con el fin último de la predicción de que se puede esperar a tener una

reacción depresiva y en qué circunstancias.

Aunque la depresión ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 25 y 45, se

puede afectar a personas de todas las edades, culturas, ingresos, educación, y

estado civil.

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1.2 Criterios del DSM-IV y CIE-10

Los criterios de DSM-IV para la Depresión son:

Criterios Diagnósticos Episodio Depresivo Mayor según DSM-IV-TR

A

Cinco (o más) de los síntomas siguientes durante el mismo período de 2 semanas y representan un cambio respecto del desempeño previo; por lo menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o placer. (1) Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días, indicado por el relato subjetivo o por observación de otros. (2) Marcada disminución del interés o del placer en todas, o casi todas, las actividades durante la mayor parte del día, casi todos los días. (3) Pérdida significativa de peso sin estar a dieta o aumento significativo, o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (4) Insomnio o hipersomnia casi todos los días. (5) Agitación o retraso psicomotores casi todos los días. (6) Fatiga o pérdida de energía casi todos los días. (7) Sentimientos de desvalorización o de culpa excesiva o inapropiada (que pueden ser delirantes) casi todos los días (no simplemente autorreproches o culpa por estar enfermo). (8) Menor capacidad de pensar o concentrarse, o indecisión casi todos los días (indicada por el relato subjetivo o por observación de otros). (9) Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor de morir), ideación suicida recurrente sin plan específico o un intento de suicidio o un plan de suicidio específico.

B Los síntomas no cumplen los criterios de un episodio mixto.

C

Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento social, laboral o en otras esferas importantes.

D

Los síntomas no obedecen a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo, una droga de abuso, una medicación), ni a una enfermedad médica general (por ejemplo hipotiroidismo).

E Los síntomas no son mejor explicados por duelo, es decir que tras la pérdida de un ser querido, los síntomas persisten por más de 2 meses o se caracterizan por visible deterioro funcional, preocupación mórbida con desvalorización, ideación suicida, síntomas psicóticos o retraso psicomotor.

Fuente: American Psychiatric Association. DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales IV. Barcelona: Masson 2003.

Cuando estos episodios depresivos mayores se repiten (Depresión Mayor

Recurrente) suele haber por lo menos un intervalo libre síntomas, de dos meses,

entre uno y otro. Para la depresión en el CIE- 10:

Criterios para el diagnóstico de F32.x Trastorno depresivo mayor, episodio único (296.2x)

A. Presencia de un único episodio depresivo mayor.

B. El episodio depresivo mayor no se explica mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo y no está superpuesto a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante o un trastorno psicótico no especificado

C. Nunca se ha producido un episodio maníaco, un episodio mixto o un episodio hipomaníaco.

Nota: Esta exclusión no es aplicable si todos los episodios similares a la manía, a los episodios mixtos o a la hipomanía son inducidos por sustancias o por tratamientos o si se deben a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.

Codificar el estado del episodio actual o más reciente: Leve Moderado Grave sin síntomas psicóticos Grave con síntomas psicóticos En remisión parcial/en remisión total No especificado

Especificar (para el episodio actual o para el más reciente): Crónico Con síntomas catatónicos Con síntomas melancólicos Con síntomas atípicos De inicio en el posparto

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En los criterios para el trastorno distímico encontramos:

Criterios para el diagnóstico de F34.1 Trastorno distímico (300.4)

A. Estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de los días, manifestado por el sujeto u observado por los demás, durante al menos 2 años. Nota: En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable y la duración debe ser de al menos 1 año.

B. Presencia, mientras está deprimido, de dos (o más) de los siguientes síntomas: 1. pérdida o aumento de apetito 2. insomnio o hipersomnia 3. falta de energía o fatiga 4. baja autoestima 5. dificultades para concentrarse o para tomar decisiones 6. sentimientos de desesperanza

C. Durante el período de 2 años (1 año en niños y adolescentes) de la alteración, el sujeto no ha estado sin síntomas de los Criterios A y B durante más de 2 meses seguidos.

D. No ha habido ningún episodio depresivo mayor durante los primeros 2 años de la alteración (1 año para niños y adolescentes); por ejemplo, la alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno depresivo mayor crónico o un trastorno depresivo mayor, en remisión parcial. Nota: Antes de la aparición del episodio distímico pudo haber un episodio depresivo mayor previo que ha remitido totalmente (ningún signo o síntoma significativos durante 2 meses). Además, tras los primeros 2 años (1 año en niños y adolescentes) de trastorno distímico, puede haber episodios de trastorno depresivo mayor superpuestos, en cuyo caso cabe realizar ambos diagnósticos si se cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor.

E. Nunca ha habido un episodio maníaco, un episodio mixto o un episodio hipomaníaco y nunca se han cumplido los criterios para el trastorno ciclotímíco.

F. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico crónico, como son la esquizofrenia o el trastorno delirante.

G. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a enfermedad médica (p. ej., hipotiroidismo).

H. Los síntomas causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Especificar si: Inicio temprano: si el inicio es antes de los 21 años Inicio tardío: si el inicio se produce a los 21 años o con posterioridad

Especificar (para los últimos 2 años del Trastorno distímico): Con síntomas atípicos

Criterios para el diagnóstico de F33.x Trastorno depresivo mayor, recidivante (296.3x)

A. Presencia de dos o más episodios depresivos mayores.

Nota: Para ser considerados episodios separados tiene que haber un intervalo de al menos 2 meses seguidos en los que no se cumplan los criterios para un episodio depresivo mayor.

B. Los episodios depresivos mayores no se explican mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo y no están superpuestos a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante o un trastorno psicótico no especificado.

C. Nunca se ha producido un episodio maníaco, un episodio mixto o un episodio hipomaníaco.

Nota: Esta exclusión no es aplicable si todos los episodios similares a la manía, a los episodios mixtos o a la hipomanía son inducidos por sustancias o por tratamientos, o si son debidos a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.

Codificar el estado del episodio actual o más reciente: Leve Moderado Grave sin síntomas psicóticos Grave con síntomas psicóticos En remisión parcial/en remisión total No especificado

Especificar (para el episodio actual o el más reciente): Crónico Con síntomas catatónicos Con síntomas melancólicos Con síntomas atípicos De inicio en el posparto

Especificar: Especificaciones de curso (con y sin recuperación interepisódica) Con patrón estacional

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1.3 Factores que intervienen en la depresión

La perspectiva científica de la Salud Mental, rechaza el absurdo de buscar una

única causa para la depresión, observando una génesis multifactorial, con varias

dimensiones que abarcan desde la naturaleza más estrictamente biológica, hasta

la psicológica o psicosocial.

Muchos de estos factores más que etiológicos son elementos que aumentan el

riesgo o la vulnerabilidad de padecer el trastorno, pero dejan clara la naturaleza

biopsicosociológica.

En todos los países en que se han realizado estudios estadísticos las cifras

revelan uniformemente que las mujeres padecen el doble de depresión que los

hombres. Hay consenso que los datos reflejan la vulnerabilidad a la que están

expuestas las mujeres, como ha podido ser comprobado por medio de estudios

epidemiológicos.

Entre el 10% y 25% de las mujeres y el 5% a 12% de los hombres experimentan al

menos un episodio de depresión mayor en su vida (Manual Diagnóstico y

Estadístico de los Trastornos Mentales [DSM-IV], American Psychiatric

Association, 1994).

Un informe de la APA de las mujeres y la depresión (2002) menciona que las

mujeres son susceptibles a sufrir de depresión en cualquier edad. La depresión

puede estar relacionada con eventos de la vida como la pubertad, embarazo,

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menopausia, el abuso de sustancias, la calidad de las relaciones, acontecimientos

de la vida y estilos cognitivos.

Las mujeres reaccionan ante los acontecimientos negativos con respuestas

caracterizadas por un estilo negativo al establecer inferencias acerca de los

eventos, sobre sí misma y sobre el futuro, Hankin y Abramson (2001). Esto sería

congruente con los trabajos de Shaw et al. (1995) en los que las mujeres

presentaron mayores puntuaciones en las escalas autoadministradas.

Así mismo a nivel del procesamiento cognitivo, varias investigaciones muestran

que las mujeres tienden evaluarse a sí mismas como menos eficaces y percibir los

problemas como más difíciles de resolver que los hombres (e.g., Maydeu-Olivares,

Rodríguez-Fornells, Gómez-Benito, & D'Zurilla, 2000; Robichaud, Dugas, &

Conway, 2003), todos estos factores están asociados a la depresión en

numerosos estudios (e.g., Kant, D’Zurilla, & Maydeu-Olivares, 1997; McCabe,

Blankstein, & Mills, 1999; Spence, Sheffield, & Donovan, 2002).

Aguado y Bravo (2002) evaluaron, en estudiantes universitarios de sexo masculino

y femenino, las diferencias individuales de género en los modos de procesamiento

y su relación con una posible mayor vulnerabilidad psicológica. Encontraron que

las mujeres, suelen dirigirse más hacia el manejo de las emociones, en tanto los

varones prefieren embarcarse en la solución de problemas. En congruencia con

estos modos diferenciados de procesamiento y afrontamiento, se ha tratado de

explicar porque las mujeres desarrollan más estados de depresión. Los resultados

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mostraron que suelen atribuir más frecuentemente sus fracasos a factores

internos, elaboran apreciaciones más pesimistas acerca de sus propias

capacidades y muestran una tendencia a generalizar una deficiencia específica a

otras áreas de su vida (Larsen & Diener, 1987). En una línea de trabajo similar

otros estudios también han encontrado un mayor pesimismo entre las mujeres así

como la tendencia a evaluar negativamente las capacidades propias para resolver

los problemas de la vida (e.g., Marcotte, Alain & Gosselin, 1999; Maydeu-Olivares

et al., 2000; Robichaud et al., 2003).

Olsson y Von Knorring (1997), utilizando el BDI, encontraron escasas diferencias

en relación a los síntomas físicos como insomnio, anorexia y fatiga. También se

coincidió en que la mayoría de los síntomas eran más severos en las mujeres.

Kornstein et al. (1995), también utilizaron el BDI y reportaron que las mujeres

tienden a presentar mayores dificultades en tomar decisiones, trastornos del

sueño, mayor preocupación por su salud y falta de apetito.

1.4 Vulnerabilidad y depresión

Los factores psicosociales que conducen a la depresión no son sino el espíritu

mismo del estereotipo de la feminidad

Los innumerables estudios sobre roles llevados a cabo por investigadores de

diversos ámbitos de las ciencias sociales educación, psicología, sociología-

tipifican la feminidad y la masculinidad en término de dos grandes categorías: a)

feminidad: roles emocionales: b) masculinidad: roles instrumentales. Los rasgos

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13 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

que describen al modelo de feminidad más generalizado son los siguientes:

sensibilidad, complacencia, dulzura (ausencia de agresividad y competencia),

pasividad, obediencia, necesidad de contacto afectivo, dependencia, fragilidad,

mientras que la masculinidad se caracterizaría por: actividad, firmeza, capacidad

para afrontar el riesgo, autonomía, decisión. Autoconfianza y fuerza.

La correlación entre los rasgos que definen a la personalidad depresiva y los que

caracterizan a la feminidad se refleja en el siguiente cuadro:

DEPRESION FEMINIDAD

Dependencia Dependencia

Pasividad Pasividad

Falta de firmeza o asertividad Falta de firmeza o asertividad

Gran necesidad de apoyo afectivo Gran necesidad de apoyo afectivo

Baja autoestima e indefensión Como efecto se desarrolla, baja

autoestima e indefensión.

Incompetencia Incompetencia

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La superposición es significativa. Además, los hallazgos son más contundentes

sobre un tipo especial de mujer -la mujer tradicional-, lo que actualmente en la

literatura académica se denomina estereotipo de la feminidad. Son las que en

mayor medida presentan rasgos de carácter de impotencia, incompetencia y

depresión.

Trabajos llevados a cabo en Canadá (Barnett. P. Gotlib, 1988)), Estados Unidos

(Hirschfeld. R. Klerman, G. y col., 1984, Kramers. L. y col, 1988, Tennen. H ..

Herzberger, S, 1987) y Suiza (Lalive d·Epinay. CH., 1985) describen con

minuciosidad cómo son y cómo viven las mujeres que son definidas como

«tradicionales». En estos términos, cuanto más estereotipada sea su feminidad

mayor predisposición a la depresión encierra mientras que rasgos de masculinidad

y la propia masculinidad previenen contra la misma. Esta relación alcanza

mayores proporciones en mujeres de población rural y campesina. Como

contrapartida, considerando la masculinidad como un conjunto de rasgos de

personalidad, aquellas personas que desarrollan rasgos de carácter que se

tipifican como más masculinos se encontrarían más alejadas del peligro de sufrir

una depresión.

Las mujeres que reúnen los siguientes atributos son las que presentan la mayor

vulnerabilidad para la depresión: a) el estereotipo de la feminidad con ausencia de

todo atributo positivo de masculinidad (ambiciones, confianza en sí misma): b)

presencia de los atributos más negativos de la feminidad (dependencia y

sumisión); c) ausencia de los atributos positivos de la feminidad (simpatía y

disponibilidad para suavizar).

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15 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Las costumbres sociales ejercen un poderoso efecto sobre el desarrollo de la

agresividad. En las mujeres se estimula la pasividad, con su consecuente

tendencia a la impotencia y se desalienta la actividad y el ejercicio del poder,

creándose de este modo un tipo de ideal del yo que valora el sacrificio y la

prestación de servicios.

Los problemas derivados de la identificación con una mujer -la madre- quien

también es depresiva por haber desarrollado una identidad marcada por el

estereotipo del rol, y por haber estado sometida a las condiciones de vida que

sostienen la desvalorización, la impotencia y la limitación de oportunidades de las

mujeres.

El aprendizaje puede ser el factor determinante de muchas diferencias entre los

sexos. Es importante para obtener un mayor conocimiento de estas posibilidades,

ya que esto podría contribuir a la prevención de ciertas experiencias que producen

la depresión, así como al tratamiento de la depresión en las mujeres una vez que

ha aparecido.

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16 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

2. DEPENDENCIA EMOCIONAL

2.1 Concepto

En las sociedades postindustriales contemporáneas están surgiendo nuevas

dependencias con y sin sustancias psicoactivas (juego, comida, compra, sexo,

Internet etc.) (Alonso-Fernández, 2003; Becoña, 2005; Echeburúa, 2000), entre

ellas las relativas a las dependencias sentimentales que constituyen un fenómeno

de enorme importancia sociosanitaria. Tales patologías forman parte sustancial de

la clínica cotidiana y permanecen en el fondo de numerosos trastornos

psicológicos como elementos nucleares de base que se ignoran o lateralizan

precisamente porque los profesionales desconocen en buena medida su etiología

y claves diagnósticas y terapéuticas.

La dependencia emocional es la necesidad afectiva extrema que una persona

siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja. No obstante, su

carácter crónico no se basa en la sucesión de dichas relaciones sino en la

personalidad de estos sujetos; es decir, el dependiente emocional lo es también

cuando no tiene pareja, aunque esto no sea lo más habitual porque su patología

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17 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

provoca que busque otra desesperadamente. De hecho, una de sus

características es que no soportan la soledad. (Castelló, 2000).

Dos aspectos característicos emergen de la definición: en primer lugar, que la

necesidad es excesiva y que por tanto no se reduce a la propia de una relación

amorosa; en segundo lugar, que dicha necesidad es de carácter afectivo y no de

otro tipo (por ejemplo, “trastorno de la personalidad por dependencia”, en el que la

indecisión y la sensación de inutilidad o desvalimiento personal es lo que une a la

persona de la cual se depende).

La dependencia emocional puede definirse también como un patrón crónico de

demandas afectivas insatisfechas que llevan a la persona a buscar

desesperadamente satisfacerlas mediante relaciones interpersonales estrechas

(Castelló, 2005). Los comportamientos propios de los dependientes emocionales

se orientan a mantener la cercanía interpersonal, como consecuencia de

creencias y pensamientos erróneos acerca de la visión de sí mismo, la relación

con los otros y el valor que otorga el sujeto a la amistad, la cercanía, la afiliación,

la soledad, la separación, la intimidad y la interdependencia (Hirschfeld, Klerman,

Gough, Barrett, Korchin & Chodoff, 1977).

Es importante resaltar que existen diferencias entre la dependencia instrumental y

la emocional (Heathers, 1955), la primera caracterizada por “falta de autonomía en

la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, búsqueda de apoyo social por

sensación de indefensión, escasa capacidad para tomar decisiones, asumir

responsabilidades y desenvolverse con eficacia” (Castelló, 2005). La segunda

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18 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

involucra aspectos cognitivos, emocionales, motivacionales y comportamentales

orientados a un otro como fuente de satisfacción y seguridad personal, para

satisfacer necesidades afectivas, pero que no hace referencia a una sensación de

indefensión, con respecto a otras áreas de su vida (Castelló, 2000; Hirschfeld,

Klerman, Gough, Barrett, Korchin & Chodoff, 1977; Norwood, 1985; Schaeffer,

1998). Schaeffer (1998) plantea que este tipo de personas pierden su identidad y

asumen posiciones de subordinación, con el fin de mantener el afecto y

aprobación de su pareja.

2.2 Factores causales de la dependencia emocional

Las carencias afectivas tempranas se plantean como uno de los posibles factores

ligados al origen de la dependencia emocional (Castelló, 2005; Norwood, 1985;

Schaeffer, 1998, y desempeñan un papel fundamental en la constitución

psicobiológica del ser humano (Millon & Davis, 1998). En el caso de los

dependientes emocionales se ha encontrado que su historia de experiencias

infantiles se caracteriza por situaciones lo suficientemente adversas que llegan a

generar disfuncionalidades en sus autoesquemas y pautas de interacción, que se

generalizan a todo el entorno, pero que no son lo suficientemente nefastas como

para generar desconexión (Castelló, 2005). Este conjunto de experiencias

tempranas empieza a forjar creencias negativas sobre sí mismo, pobre autoestima

y concepción de los demás como superiores a él y con mayor importancia;

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19 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

trayendo, por consecuencia, un estilo de relaciones desequilibradas desde los

primeros años de vida (Castelló, 2005).

Young (1999), afirma que estos esquemas son el producto de las interacciones

entre experiencias disfuncionales de quienes rodean al niño y su propio

temperamento innato. Los esquemas desadaptativos tempranos se elaboran a lo

largo de la vida y son estables, duraderos y significativamente disfuncionales, por

su carácter resistente al cambio. Resultan familiares y cómodos, hasta tal punto

que la amenaza de cambio resulta un desestabilizador de la organización cognitiva

central, llevando al individuo a distorsionar la información y utilizar maniobras

cognitivas para mantener válido e intacto el esquema.

Sin embargo, no puede obviarse la retroalimentación de ciertos desórdenes

relacionales y factores coyunturales derivados de cambios macroestructurales de

las últimas décadas tanto en el continente europeo como en el americano

(sociedad tecnológica, violencia interpersonal, conflicto entre comunidades

individualistas y cooperativas, crisis referenciales, etc.), así como de factores

caracteriológicos e identitarios, familiares y comunitarios que afectan a múltiples

niveles tales como al plano sociorrelacional, al ámbito de las emociones y los

sentimientos y, por extensión, a las propias relaciones humanas (Dantzer, 1989;

Evans, 2002; Moral, 2005a, 2005b; Moral & Sirvent, 2008).

Por otro lado, siguiendo la línea propuesta por T.Millon en las fases posteriores a

la infancia y la niñez se consolidan los rasgos de personalidad, sean éstos sanos o

disfuncionales, mediante lo que podríamos denominar “procesos de

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20 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

autoperpetuación”. Los esquemas interpersonales o pautas de relación adquiridas

serían los principales responsables de que el trastorno se perpetuara por sí mismo

en fases posteriores de la vida del sujeto.

2.3 Características de los dependientes emocionales

Las características se encuentran divididas en tres áreas: relaciones

interpersonales (con especial hincapié en las de pareja), autoestima y estado

anímico:

1) Relaciones interpersonales:

• Tendencia a la exclusividad en las relaciones.

•Necesitan un acceso constante hacia la persona de la cual dependen

emocionalmente.

• Necesitan excesivamente la aprobación de los demás.

• Subordinación en las relaciones de pareja.

• Pánico ante la ruptura y gran posibilidad de padecer trastornos mentales en caso

de que se produzca.

• Tienen un miedo e intolerancia terribles a la soledad, base de su comportamiento

ante las rupturas, de su necesidad de otra persona, del apego y parasitismo que

tienen hacia ella u otras personas, etc.

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21 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

• Presentan cierto déficit de habilidades sociales, como falta de asertividad.

2) Autoestima:

• Autoestima y autoconcepto muy bajos. No esperan ni echan a faltar el cariño de

sus parejas porque tampoco lo sienten hacia sí mismos, y generalmente tampoco

lo han tenido de sus personas más significativas a lo largo de sus vidas.

El autoconcepto es también bajo por simple coherencia con la autoestima, aunque

esto en ocasiones no es así en tanto pueden desarrollar habilidades a lo largo de

su vida en las cuales adquieran confianza y seguridad (por ejemplo en el área

laboral).

3) Estado de ánimo y comorbilidad:

• Manifiestan estar tristes y preocupados. Los dependientes emocionales

experimentan sensación de tristeza e infelicidad; el estado de ánimo es por tanto

disfórico y con tendencia a las rumiaciones sobre posibles abandonos, sobre el

futuro de la relación, el miedo a la soledad y qué podrían hacer para mitigarlo, etc.

En consecuencia, la sintomatología ansiosa también es relevante. Las

comorbilidades más frecuentes son, por tanto, con trastornos depresivos y

ansiosos, y hay que considerar la posibilidad de antecedentes de trastornos de la

alimentación como la anorexia o la bulimia, y en menor medida con trastornos de

la personalidad, o relacionados con sustancias.

Page 22: La Dependencia Emocional en La Depresion

22 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

2.4 La dependencia emocional dominante

La dependencia emocional, en sus grados más extremos de gravedad, es la

responsable del comportamiento del grupo de personas víctimas de malos tratos

que continúa amando a su pareja. Sin embargo, existen “formas atípicas” de

dependencia emocional, en las que este fenómeno aparece simultáneamente con

otros. Una de estas formas atípicas es la dependencia dominante, coexistiendo

aquí tanto la necesidad afectiva propia de la forma estándar, como una intensa

agresividad hacia la pareja. La ambivalencia resultante es la responsable del

comportamiento peculiar del grupo de maltratadores.

Los dependientes dominantes se caracterizan, como su propio nombre indica, por

tener relaciones de dominación en lugar de sumisión, sin por ello dejar de sentir

dependencia hacia su pareja. En el caso de la dependencia dominante se da

simultáneamente con la necesidad afectiva un sentimiento de hostilidad. Se puede

interpretar esta hostilidad como una especie de venganza por las carencias

sufridas, que ciertas personas con una autoestima algo más sólida se pueden

permitir el lujo de mostrar. Estas personas suelen ser varones, lo cual tiene

posiblemente implicaciones tanto biológicas como culturales, en tanto éstos tienen

presiones sociales para adoptar posiciones de fuerza y competitividad, y cierta

facilidad para la desvinculación afectiva hacia los demás.

Estos dependientes dominantes establecen relaciones de pareja desde una

perspectiva superior, de dominio, y utilizan a su pareja para satisfacer sus

sentimientos ambivalentes (la ambivalencia es la presencia simultánea de afectos

Page 23: La Dependencia Emocional en La Depresion

23 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

positivos y negativos que entran en conflicto). Se sabe que hay una dependencia

tras la dominación y la hostilidad, por la presencia de sentimientos de dependencia

afectiva cuando a pesar de la hostilidad, la crítica, el desprecio o el aparente

desinterés, estas personas no rompen la relación, siempre y cuando no obtengan

una gratificación narcisista de ella en forma de recibimiento de alabanzas o de

fascinación por parte de su pareja.

2.5 Diferencias entre la dependencia emocional y codependencia

2. 5. 1 Codependencia

La codependencia es una adicción a una persona y a sus problemas, y se ha

llegado a afirmar que la adicción y la codependencia son la misma enfermedad

porque comparten las mismas características: negación, obsesión, compulsión y

pérdida de control.

Aunque no se puede definir claramente un patrón de personalidad codependiente,

sí existen ciertas características identificativas de estas personas: se obsesionan y

preocupan más del trastorno relacionado con sustancias –generalmente

alcoholismo y toxicomanías- que la propia persona que lo padece, con la

consiguiente necesidad de control de su comportamiento; presentan una gran

comorbilidad con trastornos del eje I; se descuidan o autoanulan; tienen baja

autoconfianza y autoestima; y se involucran continuamente en relaciones de

pareja dañinas y abusivas.

Page 24: La Dependencia Emocional en La Depresion

24 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Aparentemente, los paralelismos con la dependencia emocional son

incuestionables: baja autoestima, subordinación, desarrollo de relaciones

interpersonales destructivas, temor al abandono, o falta de límites del ego. No

obstante, analizando más en profundidad este concepto, surgen algunas

discrepancias. La primera es de perspectiva, y es que la codependencia está

condicionada por otra persona, generalmente un alcohólico o un toxicómano,

aunque también se haya extrapolado este concepto a otras situaciones como la

convivencia con enfermos crónicos. Los dependientes emocionales no están

vinculados necesariamente con personas que sufran enfermedades o condiciones

estresantes crónicas como las mencionadas, e incluso pueden estar solos. El

concepto de codependencia se sitúa en la perspectiva de los trastornos

relacionados con sustancias.

La segunda diferencia es de contenido. Aunque, como hemos dicho, no podemos

configurar un patrón homogéneo de la personalidad de los codependientes, sí es

frecuente en ellos la autoanulación para entregarse y cuidar a la persona con

problemas. Ciertamente, un dependiente emocional puede realizar los mismos

actos, pero con una diferencia notable de fondo: lo hará únicamente para

asegurarse la preservación de la relación, y no por esa continua entrega y

preocupación por el otro que caracteriza a los codependientes. Podríamos calificar

a los codependientes como abnegados, siendo sus motivos altruistas aun con una

desatención patológica hacia sus propias necesidades; estando el dependiente

emocional en el caso opuesto, centrado únicamente en sus gigantescas

demandas emocionales. Cuidar y entregarse sería un fin para el codependiente, y

Page 25: La Dependencia Emocional en La Depresion

25 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

sólo un medio para el dependiente emocional. En todo caso, al no tratarse de una

diferencia lo suficientemente manifiesta, muchos dependientes emocionales

emparejados con personas alcohólicas o toxicómanas habrán sido calificados

como “codependientes”.

2.6 Otros términos relacionados

2.6.1 Apego ansioso

En sus trabajos, J. Bowlby describe un tipo especial de apego infantil, en el que el

niño tiene un miedo constante a la separación de una figura vinculada (por

ejemplo, la madre), protesta enormemente cuando se aleja y se aferra a ella de

Page 26: La Dependencia Emocional en La Depresion

26 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

una manera excesiva. Como su propio nombre indica, el vínculo que mantienen

estos niños no es seguro, y esto produce en ellos un continuo estado de alerta

ante la temida separación y desprotección.

Las similitudes de este concepto con la dependencia emocional son evidentes; de

hecho, en ésta se presentan los tres subcomponentes fundamentales del apego

ansioso: temor a la pérdida de la figura vinculada, búsqueda de proximidad, y

protesta por la separación.

La diferencia entre el apego ansioso y la dependencia emocional se basa en el

enfoque excesivamente conductual del primero, es decir, en que en su

conceptualización los fenómenos del apego y de la separación están

minusvalorados afectivamente. De hecho, las referencias explícitas a las

emociones se producen cuando se describe la reacción ante un apego exitoso

(bienestar, alegría) o uno frustrado (ansiedad, tristeza o ira), por lo que se echa en

falta una mayor relevancia del componente afectivo del vínculo. Bowlby otorga una

importancia excesiva a una separación puntual o al recuerdo de amenazas de

abandono, y sin duda la tienen, pero sólo si son un aspecto más de unas

relaciones familiares perturbadas o insatisfactorias. Autores como M.Rutter han

expuesto muy acertadamente que lo patógeno no es en sí una separación

temporal, sino la pérdida de vínculos afectivos creados, y mucho más cuando no

hay oportunidad para crear otros nuevos o se producen situaciones de indefensión

(peligros, soledad, entorno desconocido).

Page 27: La Dependencia Emocional en La Depresion

27 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

2.6.2 Sociotropía

Desde hace tiempo se ha observado que existen dos grandes tipos de estilos

cognitivos en los pacientes deprimidos: uno de ellos centrado en la dependencia

interpersonal, la necesidad imperiosa de afecto, o el temor y la sobrevaloración del

rechazo; el otro más independiente y perfeccionista, con rumiaciones sobre el

fracaso o la inutilidad. Al primero de los estilos cognitivos se le denominó

“sociotropía” y al segundo “autonomía”, pasando después a considerarse como

rasgos de personalidad predisponentes a la depresión, que interactuaban con

eventos vitales que los pacientes percibían como estresantes de acuerdo con sus

creencias y que poseían perfiles sintomatológicos diferentes.

Sin duda, la sociotropía es uno de los conceptos más parecidos a la dependencia

emocional. Los lamentos y las creencias subyacentes en un caso de depresión

sociotrópica son fieles exponentes del sufrimiento que puede llegar a padecer un

dependiente emocional, hasta el punto que podemos hablar de conceptos

solapados. No obstante, a la dependencia emocional, no se puede considerarla

únicamente como un rasgo de personalidad que predispone a la depresión. Situar

un rasgo de personalidad en la perspectiva de la depresión trae como

consecuencia descuidar su existencia en pacientes asintomáticos, al margen de

que el término “dependencia emocional” sea mucho más adecuado que el de

“sociotropía” para dar cuenta de los componentes fundamentales de necesidad y

anhelo subyacentes.

Page 28: La Dependencia Emocional en La Depresion

28 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

2.6.3 Personalidad autodestructiva

Desde su denominación original de “masoquista”, esta personalidad ha pasado a

convertirse en “autodestructiva”, con tal de eliminar la supuesta necesidad de

castigo o el placer en el dolor que se habían sugerido como hipótesis etiológicas

desde la tradición psicodinámica. Actualmente este concepto se considera como

un trastorno de la personalidad, caracterizado por: mantenimiento de relaciones

interpersonales de subordinación; rechazo de ayuda o elogios; estado de ánimo

disfórico y/o ansioso; minusvaloración de los logros; tendencia a emparejarse con

personas explotadoras; escasa evitación del dolor; asunción del papel de víctima;

etc. Además, poseen escasas habilidades sociales como la asertividad tienden a

padecer trastornos depresivos su autoestima es muy baja, y apenas experimentan

placer en sus vidas.

El componente más afín de este concepto con la dependencia emocional es, sin

duda, el interpersonal. La descripción de las relaciones de sumisión que llevan a

cabo, el anhelo por preservarlas a cualquier coste, o el emparejamiento con

personas narcisistas y explotadoras, son también la esencia de la dependencia

emocional, que, ciertamente, es autodestructiva. Otros rasgos son también

comunes, como el estado de ánimo disfórico o la pobre autoestima. Sin embargo,

existen otros componentes como la escasa evitación del dolor, el rechazo de

ayuda, o los comportamientos autopunitivos y de “sabotaje interno”, que no son

propios del concepto de dependencia.

Page 29: La Dependencia Emocional en La Depresion

29 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

2.6.4 Adicción al amor

Conceptualmente, se puede equiparar la adicción amorosa con la dependencia

emocional. Se trata de una de las nuevas “adicciones sin sustancias”, aunque es

posiblemente tan antigua como el propio ser humano. Se ha estudiado este

fenómeno comparándolo con el modelo tradicional de los trastornos relacionados

con sustancia encontrando numerosas coincidencias que han justificado su

denominación de “adicción”: necesidad irresistible (“craving”) de tener pareja y de

estar con ella; priorización de la persona objeto de la adicción con respecto a

cualquier otra actividad; preocupación constante por acceder a ella en caso de no

encontrarse presente (“dependencia”); sufrimiento que puede ser devastador en

caso de ruptura (“abstinencia”), con episodios depresivos o ansiosos, pérdida aún

mayor de autoestima, hostilidad, sensación de fracaso, etc.; y utilización de la

adicción para compensar necesidades psicológicas. Como se ha visto, la

equivalencia de contenido con la dependencia emocional es total. No se puede

afirmar lo mismo en el caso de la perspectiva de ambos conceptos, y es que en la

adicción amorosa el punto de vista se focaliza en las relaciones interpersonales,

es decir, en la existencia de una dependencia real hacia un objeto de adicción: la

pareja. Sin embargo, el dependiente emocional no necesariamente tiene que

estar involucrado en una relación para serlo. Para clarificar esta matización se

manifiesta que el dependiente emocional puede estar “asintomático” -entendiendo

la adicción como el síntoma- pero por supuesto continuar siéndolo, y que sólo se

convertirá en un adicto al amor cuando esté involucrado en una de sus numerosas

relaciones.

Page 30: La Dependencia Emocional en La Depresion

30 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

3. MODELO COGNITIVO CONDUCTUAL

3.1 Terapia Cognitivo Conductual para la dependencia emocional en la

depresión

La terapia cognitiva-conductual está basada en la interrelación de los

pensamientos, las acciones y los sentimientos. Para trabajar con los sentimientos

de la depresión, este modelo plantea la importancia de identificar cuáles son los

pensamientos y acciones que influyen el estado de ánimo para aprender a tener

un mayor control sobre los sentimientos.

Por lo general, el tratamiento de los problemas más comunes (trastornos de

ansiedad, depresión) mediante técnicas cognitivo-conductuales produce mejores

resultados que el tratamiento farmacológico.

A propósito de la depresión, Hollon y Beck (1993) concluyeron que “los pacientes

en remisión tratados con la terapia cognitiva mostraron un índice de recaída del

26% versus un 64% de recaídas para aquellos que se trataron con

farmacoterapia” (p. 90).

“Thase, Simons, Calahone y McGeary (1991) informaron que los resultados de

seguimiento a un año indicaban que en pacientes deprimidos tratados con la

terapia cognitiva la tasa de recaídas se redujo a un 30% mientras que las recaídas

en pacientes deprimidos tratados con farmacoterapia eran del 70%. El índice de

recaídas para una combinación entre medicación antidepresiva y la terapia

cognitiva era del 25%, mientras que para la terapia cognitiva a solas el índice era

Page 31: La Dependencia Emocional en La Depresion

31 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

de un 27%. El tratamiento combinado de terapia cognitiva y medicación es

ligeramente mejor que la modalidad individual (sobre un cuarto de desviación

estándar). En resumen, «hay un efecto duradero para la terapia cognitiva (de los

depresivos) con solamente un índice de recaída (o búsqueda de tratamiento

adicional) del 20% dentro de los primeros 12-24 meses de seguimiento,

comparado con un índice del 50% con el uso único de farmacoterapia» (Hollon y

Beck, 1993)” (Meichenbaum, 1997).

En referencia a la dependencia, Para Beck (1990) las malas interpretaciones y

significados exagerados que están presentes en la dependencia afectiva, pueden

corregirse mediante la aplicación de técnicas de la terapia cognitiva.

3.1 Explicaciones sobre la depresión y la dependencia emocional desde el

Modelo Cognitivo Conductual

Beck y sus colegas consideran lo cognitivo-afectivo manifestaciones de la

depresión a la definición más esencial características de los trastornos depresivos.

Según Beck, las cogniciones con " contenido ideacional que hace hincapié en la

pérdida o la privación son las cualidades esenciales del estado de la depresión

"(Beck y Clark, 1988, p. 23), “y pensamientos automáticos y las imágenes de la

pérdida y de la falta dominar el flujo de la conciencia" de las personas deprimidas

(Clark, Beck, y Stewart, 1990, p.2).

Page 32: La Dependencia Emocional en La Depresion

32 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

En este modelo, los esquemas disfuncionales de las personas que participan de

los contenidos de la pérdida o el fracaso a que se refiere a sí mismo, el futuro y en

el mundo (la tríada cognitiva de Beck) se consideran factores de riesgo para la

depresión. La dependencia afectiva para Beck (1990), las características de las

personas con este tipo de dependencia ponen de manifiesto una necesidad

constante por contar con la aprobación de los demás, en especial de su pareja.

Para Ellis (citado por Muñoz, 2002), el sentirse insatisfecho con la relación de

pareja que se mantiene, es el resultado de una serie de expectativas poco

realistas sobre cómo tiene que funcionar una pareja y las características

personales que pueden ser incompatibles con las del otro miembro.

Un estudio de distorsiones cognitivas en personas con dependencia emocional, en

la Universidad de CES, Medellín (2007) confirma la existencia de un

procesamiento de información distintivo, evidenciado por las diferencias

significativas en cuanto a las distorsiones cognitivas, siendo las más significativas

los deberías y la falacia de control. Las personas dependientes emocionalmente

basan sus necesidades afectivas de acuerdo con los deberías de estándares

ideales del amor romántico, que los lleva a exigir de su pareja una atención

constante, la cual generalmente no logra ser satisfecha completamente,

ocasionando en ellos una sensación constante de fracaso (Castelló, 2005; Lemos

& Londoño, 2006), así como la aceptación de múltiples comportamientos de

control por parte del dependiente, para tratar de contrarrestar la sensación de

vacío constante.

Page 33: La Dependencia Emocional en La Depresion

33 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

4. RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Y LA DEPRESIÓN

4.1 Implicación del género en dependencia emocional con relación a la

depresión

Un estudio sobre violencia doméstica realizado por la Organización Mundial de la

Salud (2005), indica que la violencia más habitual en la vida de las mujeres es la

ejercida por la pareja, superando el índice de aquellas agresiones o violaciones

consumadas por extraños o meros conocidos. Además, proporciona una

minuciosa descripción sobre las gravísimas consecuencias para la salud física,

emocional y relacional de las mujeres. No hay que olvidar, que el estrés crónico

que implica el maltrato actúa de catapulta para la aparición de diferentes

enfermedades en la víctima, agravando considerablemente las que ya se han

evidenciado (Blanco, Ruiz Jarabo, García de Vinuesa y Martín-García, 2004) y

ampliando el espectro patológico de los malos tratos en la pareja. En la mayoría

de los casos, los síntomas físicos se asocian a un amplio rango de problemas

psíquicos (trastornos de ansiedad, psicosomáticos, del estado de ánimo...) que

configuran padecimientos con cuadros crónicos. Estudios realizados en diferentes

países indican que las mujeres maltratadas tienen una probabilidad 4-5 veces

superior de necesitar tratamiento psiquiátrico que las que no han sido víctimas de

maltrato por sus parejas (Campbell, Kub y Rose, 1996; Díaz-Olavarrieta, Ellertson,

Paz, De León y Alarcón-Segovia, 2002; Jaffe, Wolfe, Wilson y Zak, 1986; Kubany,

McKenzie, Owens, Leisen, Kaplan y Pavich, 1996).

Page 34: La Dependencia Emocional en La Depresion

34 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

De esta forma, la perspectiva que prima en la actualidad apuesta por argumentos

de corte sociocultural. Los fundamentos del fenómeno de la violencia en la pareja

surgirían a partir del carácter patriarcal de nuestra sociedad occidental (Hué,

1994), transmitido a través del proceso de “enculturación” (Harris, 1983) que

genera la consabida violencia simbólica por la que “hombres y mujeres reconocen

la dominación masculina como el orden de la vida social” (García de León, 1994).

La trascendencia que implica el hecho de interiorizar afirmaciones como éstas

desprenden importantes efectos en la salud pública que resultan destructivos en la

evolución de las mujeres, y más intensamente, en el desarrollo los menores. No

hay que olvidar que la familia no sólo es el primero sino también el más

substancial de los agentes socializadores que acompaña al individuo a lo largo del

ciclo vital, inculcándole valores de igualdad, afecto y cooperación o en su defecto,

normalizando las reacciones violentas hasta aparecer como único registro de

afrontamiento de las situaciones de la vida diaria.

El valor práctico que adquieren en la sociedad estos conceptos se materializan en

expectativas estereotipadas de género (Cantón, 2003) que conducen a la mujer a

asumir atributos y hasta capacidades, que la sitúan en un grado de dependencia

afectiva frente al varón, característico de las víctimas que sufren maltrato por parte

de sus parejas. O lo que es lo mismo, una dependencia afectiva que convierte a la

mujer en una víctima potencial de maltrato. En esta línea, existen los trabajos de

Branconnier (1997) en los que se puede observar cómo el llanto de los bebés es

interpretado por los adultos en función de sus propias expectativas de género,

atribuyendo que si creen que quien llora es una niña, lo hace porque está triste y si

Page 35: La Dependencia Emocional en La Depresion

35 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

es un niño, porque está enfadado. Digamos que, se asignará género a la emoción

y se identificará una u otra según el género de quien las sienta. A su vez, se

fomentará, como señala López (2001) la agresividad, la actividad, la trasgresión y

la fuerza en los varones, mientras que en las niñas se inculcarán valores como la

obediencia, la pasividad, la ternura y el acatamiento, reforzando el rol de agresor y

víctima, respectivamente.

Es importante destacar este dato, resaltando el carácter elemental de trabajar con

la potencial víctima, carencias relacionadas con el manejo del estrés que

tradicionalmente se han adjudicado con exclusividad a la figura del agresor, como

el control de impulsos. El incesante estado de ansiedad y descontrol nervioso que

alcanzan estas mujeres les lleva a desarrollar respuestas disfuncionales

compensatorias de cara al afrontamiento de situaciones que le generan una ira,

rabia y desconcierto que no puede permitirse con su pareja. Un ejemplo de patrón

conductual de estas características es el de la “indefensión aprendida” formulado

por Seligman, (1974), en el que la víctima asimila que su existencia está vinculada

a la vivencia del miedo, siendo imposible producir una transformación en sus

condiciones de vida. Según Matud et al. (2004), una medida terapéutica que

usualmente se ha de aplicar a mujeres que han padecido violencia en su relación

conyugal es la de “empoderamiento o toma de control vital”.

El carácter subyugado que insensiblemente adquiere la mujer en la relación y el

miedo a que la crueldad del maltrato aumente, no le permite dar rienda suelta a

emociones de rabia, ira o impotencia que, con frecuencia y en represalia, siente

hacia su agresor. La única salida es reconducir esos sentimientos hacia sí misma

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36 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

o hacia sujetos cuyo contraataque no suponga una amenaza para ella (hijos,

madre...) lo que a la larga le origina sentimientos de culpabilidad que se

transforman en síntomas depresivos.

4.2 Evolución de la dependencia emocional

Los dependientes emocionales padecen depresiones a lo largo de sus vidas,

generalmente coincidiendo con rupturas amorosas o periodos no deseados de

soledad, pero lo más importante no es su depresión, sino precisamente su

dependencia emocional. No obstante, también es cierto que al margen de los

episodios depresivos que pueden padecer o no, los dependientes emocionales

sufren sintomatología ansiosa y depresión leve durante gran parte de sus vidas,

fundamentada en su falta de autoestima, en lo deteriorante de sus relaciones de

pareja y en su continuo miedo al abandono por parte de la otra persona.

En la dependencia emocional, la necesidad del otro no se debe a motivos de

indefensión o búsqueda de cuidados o falta de autonomía, es más los

dependientes emocionales pueden ser personas acostumbradas desde su infancia

a tener que valerse por sí mismas. Es muy habitual historias de los dependientes

emocionales como desde niños iban solos al colegio, se hacían la comida, se

planificaban los estudios.

Los dependientes emocionales no buscan protección o refugio en sus parejas

porque ellos mismos tienen una gran capacidad de autonomía y desenvolvimiento

personal, lo que buscan es afecto. Si no soportan la soledad, no es porque se

consideran desvalidos, sino porque se odian, no se quieren y precisan de otra

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37 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

persona a la que agarrarse para darle sentido a su vida. El dependiente emocional

tiene la necesidad de una pareja para satisfacer su necesidad afectiva.

El dependiente vive las relaciones con una tremenda inquietud ante la disolución

de las mismas. De hecho, uno de los dos motivos principales de consulta de los

dependientes emocionales es el padecimiento de una psicopatología

(generalmente episodio depresivo mayor) tras una ruptura. Este sufrimiento se

puede producir con una persona que ha hecho la vida imposible o que incluso ha

maltratado al dependiente emocional. En estos casos, el paciente se percibe como

un toxicómano en pleno síndrome de abstinencia, es más, son muy frecuentes la

negación de dicha ruptura y los continuos intentos y exhortaciones para reanudar

la relación. Esta tormenta emocional amaina milagrosamente cuando aparece otra

persona que cubra las necesidades afectivas del dependiente, y es muy frecuente

que la ruptura se produzca cuando se tiene ya otra relación.

En las fases de las relaciones de pareja de los dependientes emocionales

encontramos:

Page 38: La Dependencia Emocional en La Depresion

38 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Fase 1: Euforia. Los comienzos de la relación cuando el dependiente conoce a su

futuro compañero están cargados de expectativas.

Fase 2: Subordinación. Sumisión e idealización hacia la otra parte, que se instala

cómodamente en esta pauta, convirtiéndose en el centro de todo.

Las parejas u “objetos” hacia los que tienden los dependientes emocionales se

caracterizan por:

o Reunir condiciones para ser idealizados.

o Son narcisistas y explotadores.

o Buscan una posición dominante en la pareja.

Fase 3: Deterioro. Desequilibro extremo. La dominación y explotación del objeto

llega hasta un punto que el dependiente emocional sufre tremendamente ya no es

cuestión de plagarse a los intereses del otro o de admirarle, sino de soportar

humillaciones, burlas, vejaciones o malos tratos. Esto se traduce en el menoscabo

progresivo de la autoestima del dependiente emocional.

Las reacciones del dependiente a esta fase del deterioro son diversas como:

aparición de manifestaciones psicopatológicas como la ansiedad y depresión, el

dependiente no rompe la relación, suplicará reanudar la relación, al menos hasta

que aparezca otra persona

Fase 4: Ruptura. Presencia de síndrome de abstinencia. Habitualmente momento

en el que el dependiente acude a consulta, generalmente con un episodio

depresivo mayor.

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39 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Fase 5: Relación de transición sin la correspondiente fase de duelo por la

pérdida de la relación anterior. Relaciones pasajeras para evitar la soledad.

Fase 6: Recomienzo del ciclo. Se encuentra otra persona con el perfil adecuado

para establecer otra relación desequilibrada.

Así mismo, la dependencia emocional está asociada con episodios de depresión

mayor también ante las pérdidas (muerte de un cónyuge o familiar, separación o

divorcio, enfermedad o abandono del hogar de algún cónyuge) y con la mala

calidad de la relación conyugal. La probabilidad de aparición de un trastorno

depresivo mayor se estableció entre 10 y 25 veces más alta que en la población

normal (Cano, 2006). Esta asociación también había sido señalada por Sanathara,

Gardner, Prescott y Kendler (2003), en un estudio realizado con 7174

participantes. Aplicaron la prueba Interpersonal Dependence Inventory para

determinar la dependencia interpersonal, y el SCID para evaluar la depresión

mayor, y encontraron una fuerte asociación entre las dos problemáticas. En las

mujeres se presentó un mayor nivel de dependencia interpersonal y en los

hombres se reportó una mayor asociación entre dependencia interpersonal y

depresión mayor a lo largo de la vida.

El dependiente tenderá a ayudar a cualquier persona, puesto que siente el temor

al rechazo. La aprobación de los demás es tan necesaria que un solo gesto puede

ser malinterpretado como antipatía o desinterés. La necesidad de agradar es una

manifestación del autorechazo de los dependientes en su continua focalización en

los demás para sentirse mejor.

Page 40: La Dependencia Emocional en La Depresion

40 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

4.3 Cogniciones de la dependencia emocional en la depresión

El modelo de la Terapia Cognitiva se basa en que no son los acontecimientos en

sí mismos los que provocan depresión en las personas sino el modo en el que

éstas interpretan dichos acontecimientos (Beck, 1976; Beck, Rush, Shaw y Emery,

1979). De esta manera las cogniciones se convierten en el elemento determinante

de las emociones y conductas de las personas. Estas cogniciones, según la teoría

de la especificidad cognitiva, serían específicas para cada trastorno emocional, el

cual podría distinguirse por la forma y el contenido de los pensamientos (Beck y

Clark, 1988). En el caso de la depresión, las cogniciones específicas serían de

carácter absolutista (Clark, Beck y Brown, 1989) y versarían sobre temas de

pérdida, privación, fracaso e inadecuación personal. Algunos de estos términos

tienen correlación con la dependencia afectiva.

Más concretamente, en el modelo de Young (1999) los esquemas cognitivos

estarían organizados en dominios o categorías. Los dominios que contienen los

esquemas cognitivos que más se han relacionado con la depresión son los

denominados de Desconexión y Rechazo, Autonomía Deteriorada y Orientación a

los demás (Calvete, Estévez, López de Arroyabe y Ruíz, 2005; Stopa, Thorne,

Waters y Preston, 2001; Welburn, Coristine, Daga, Pontefranct y Jordan, 2002). El

dominio de Desconexión y Rechazo incluye esquemas que implican la expectativa

de que las necesidades propias de seguridad, aceptación y respeto no van a ser

cubiertas por los demás. Algunos de los esquemas incluidos en este dominio son

los denominados: Abandono / Inestabilidad, Privación Emocional, Abuso, e

Imperfección /Culpa. El dominio de Autonomía Deteriorada consiste en una visión

Page 41: La Dependencia Emocional en La Depresion

41 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

negativa de uno mismo/a y del ambiente en cuanto a la capacidad para tener éxito

o para funcionar independientemente de los demás. Incluye esquemas como el de

Dependencia, Vulnerabilidad al Daño o a la Enfermedad, Apego y Fracaso.

Finalmente, el dominio de Orientación a los Demás e implica un énfasis excesivo

en los deseos y sentimientos de los demás. Incluye dos esquemas: Auto sacrificio

y Subyugación, muy relacionados estos últimos, con la dependencia emocional.

Estos esquemas cognitivos han recibido una gran atención por parte de teóricos y

clínicos y se han estudiado con relación a trastornos tales como la depresión

(Calvete et al., 2005; Stopa et al., 2001; Welburn et al., 2002) y la ansiedad

(Glaser, Campbell, Calhoun., Bates y Petrocelli, 2002; Ris-kind et al., 2000;

Welburn et al., 2002). Además, algunos estudios han mostrado diferencias de

género en estos esquemas, lo que podría contribuir a explicar la mayor

prevalencia de depresión entre las mujeres. Por ejemplo, Welburn et al. (2002)

encontraron que las mujeres puntuaban más alto en varios esquemas cognitivos

tales como Autosacrificio, Fracaso, Apego, Abandono e Imperfección, los cuales

están asociados con la depresión.

Calvete et al. (2005), demostró la asociación entre esquemas disfuncionales y

determinados pensamientos automáticos. En dicho estudio, los esquemas de

Apego, Fracaso y Aislamiento Social se asociaban positivamente con los

pensamientos de insatisfacción (“Mi vida no va como yo quisiera” o “Ojalá

estuviera en otra parte”); los esquemas de Fracaso, Imperfección y Subyugación

lo hacían positivamente con los pensamientos de autoconcepto negativo (“Soy un

fracaso” o “No valgo la pena”); el esquema de Dependencia estaba vinculado

Page 42: La Dependencia Emocional en La Depresion

42 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

positivamente a pensamientos que expresaban incapacidad de afrontamiento (“Me

siento tan débil” o “No consigo poner en marcha las cosas”); el esquema de

Imperfección y el esquema de Autocontrol Insuficiente se asociaron negativamente

con los pensamientos automáticos positivos (“Estoy orgullosa de mi mismo/a” o

“Yo puedo lograr cualquier cosa”) y el esquema de Grandiosidad se relacionaba

positivamente con los pensamientos automáticos positivos.

Por otro lado, el modelo de indefensión aprendida postula que las explicaciones

que dan las personas para los eventos que les suceden, sobre todo para los

eventos negativos, afectan a la probabilidad de padecer un trastorno mental, así

como la severidad y duración de la enfermedad.

En relación a la dependencia afectiva, Young (1999) plantea que quienes tienen el

esquema de “desconfianza/abuso” presentan la sensación de que sus

necesidades afectivas no serán satisfechas de modo predecible, perciben su

entorno como lastimador, y consideran que el daño sufrido es intencional por parte

de los demás o es consecuencia de una injustificada y extrema negligencia. Un

estudio sobre los esquemas desadaptativos tempranos en estudiantes

universitarios con dependencia emocional de la Universidad Ces de Colombia,

Medellín encontró que los universitarios con dependencia emocional presentan la

sensación de que no se tiene una relación estable y fiable con sus figuras

significativas, así como una sensación de que no se es digno de ser amado,

aceptado, atendido y respetado. Esto implica que los dependientes emocionales

presentan una sensación de impredecibilidad acerca de la satisfacción de las

propias necesidades afectivas y la creencia de que aquéllos que rodean el

Page 43: La Dependencia Emocional en La Depresion

43 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

individuo lo van a hacer víctima de sus humillaciones, engaños, abusos o mentiras

(Young, 1999).

Esto se evidenciaría en comportamientos como la ansiedad por separación y la

búsqueda constante de expresión afectiva de la pareja (Lemos y Londoño, 2006),

que logran explicar los comportamientos demandantes hacia éstas; así como las

preocupaciones acerca del abandono y la disponibilidad de las figuras de apego,

que llevan a que estas personas presenten altos síntomas de ansiedad y

sentimientos de inferioridad.

Algunas de estas características han sido halladas también en otros estudios.

Bornstein, Geiselman, Eisenhart y Languirand (2002), hallaron que estudiantes

universitarios con altos niveles de sobredependencia destructiva experimentaban

preocupaciones acerca del abandono, ansiedad sobre la disponibilidad de sus

cuidadores, problemas con la cercanía y la intimidad, dificultad para resistir la

presión externa y la influencia, además de alteraciones en la identidad y en la

regulación del afecto. Estos resultados fueron replicados por Bornstein,

Geiselman, Gallagher, Ng, Hughes y Languirand (2004), con una muestra

semejante, y agregaron que estas personas presentaban menores niveles de

autoconfianza. Por otra parte, dos estudios realizados en población clínica, hacen

referencia a comportamientos propios de los dependientes emocionales

evidenciados en situaciones de alto estrés, que podrían comprenderse desde el

esquema de “desconfianza/abuso. Lynch, Robins y Morse (2001) señalan que los

pacientes depresivos con altas puntuaciones en sociotropía, presentaban

Page 44: La Dependencia Emocional en La Depresion

44 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

comportamientos demandantes que llevaban a que sus parejas terminen por

apartarse.

Además, Robins, Bagby, Rector, Lynch y Kennedy (1997), encontraron que los

pacientes con altos niveles de sociotropía presentaban sentimientos de

inferioridad, culpa y autocastigo, así como síntomas de ansiedad.

Por otra parte, el esquema “Insuficiente autocontrol” en los estudiantes

universitarios con dependencia emocional, hace referencia a la creencia de estas

personas acerca de que existe dificultad para manejarse a sí mismo, tolerar la

frustración y limitar los propios impulsos y emociones, generando una clara

evitación de todo aquello que pueda generar incomodidad (dolor, conflicto,

confrontación, responsabilidad o esfuerzo excesivo), sin importar la interferencia

que esto pueda tener para la integridad, la realización personal o el compromiso

(Young, 1999). Así, los universitarios con dependencia emocional presentan

comportamientos que evidencian no sólo que la pareja es el centro de su vida

(Schaeffer, 1998), sino que nada es más importante que estar atento a sus

necesidades para satisfacer todos sus deseos y asegurar su permanencia en la

relación, con estrategias como la modificación de los planes personales y la

utilización de comportamientos límites en los momentos que existe la probabilidad

de una ruptura en la relación (Lemos y Londoño, 2006). Así como con las

dificultades que presentan para resistir la presión externa y en la regulación del

afecto, características informadas en investigaciones con estudiantes

universitarios que presentaron altas puntuaciones de sobredependencia

Page 45: La Dependencia Emocional en La Depresion

45 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

destructiva (Bornstein, Geiselman, Eisenhart & Languirand, 2002; Bornstein,

Geiselman, Gallagher, Ng, Hughes & Languirand, 2004.

Es importante, orientar la terapia psicológica de los individuos con dependencia

emocional a la confrontación de estas creencias, para disminuir así la

vulnerabilidad que presentan estas personas a presentar síntomas de ansiedad

(Robins, Bagby, Rector, Lynch & Kennedy, 1997) y del estado de ánimo

(Sanathara, Gardner, Prescott & Kendler, 2003), al igual que aumentar la

probabilidad de que se establezcan relaciones de pareja que no interfieran con la

realización personal o la integridad individual.

4.4 Dependencia emocional como factor de mantenimiento de la

depresión

Existe creciente evidencia sobre el papel que tienen los problemas de pareja y las

fallas en la intimidad en la causación de depresión entre las mujeres. En el

cuidadoso y valioso estudio de puesta al día de la información acumulada, los

psicólogos canadienses (Barnett y Gotlib, 1988) concluyen que son las mujeres las

que en mayor proporción sufren de depresión por problemas de pareja. Poniendo

especial atención en distinguir los problemas de pareja que han actuado como

causa de la depresión, de aquellos otros que pueden acompañar reforzando una

depresión previa o que se desencadenan como efecto y consecuencia de la

misma.

Page 46: La Dependencia Emocional en La Depresion

46 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Los datos disponibles permiten afirmar que los conflictos afectivos con sus parejas

son el motivo más frecuente del origen de la depresión de las mujeres. (Crowther,

J. H., 1985, Essex. M. y col., 1985, Golding. J.' Gender, 1988, Landrine. H, 1988)

Con respecto al divorcio, los porcentajes de divorcio en las parejas con un

miembro depresivo es ocho veces mayor que en las parejas en que no se

encuentra este síntoma. (Gotlib. I H,1986, Merikangas. K. R,1984) Pero lo que

resulta llamativo, es que en aquellos casos en que era el marido el depresivo, la

terapia conseguía equilibrar la pareja, no así cuando el miembro depresivo era la

mujer, pues el marido raramente soportaba la situación. Las conclusiones sugieren

que las mujeres son más tolerantes con la depresión de su pareja que los

hombres. Estos hallazgos se suman a la experiencia clínica de psicólogos y

psiquiatras acerca de los motivos por los cuales las mujeres se sienten inclinadas

a pedir una consulta, los cuales giran en torno a: problemas de relación en la

pareja, amenaza de pérdida de la pareja, ruptura amorosa, soledad, problemas en

las relaciones familiares.

Las condiciones o tendencias psicológicas que se encuentran con mayor

frecuencia en las personas que sufren depresiones son: dependencia y restricción

social. La dependencia crucial en la causación de depresión es la dependencia del

juicio del otro para el mantenimiento de la autoestima, un matiz o componente de

la dependencia emocional. Cuanto más una persona depende en forma exclusiva

o casi exclusiva para la regulación de su autoestima, más facilitado tiene el camino

para la depresión. Las vicisitudes de la relación y su eventual riesgo de pérdida

provocan constantes e intensas fluctuaciones en la autoestima que originan gran

Page 47: La Dependencia Emocional en La Depresion

47 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

parte de las manifestaciones depresivas: mal humor, desgano, irritabilidad y

tristeza.

La restricción social se refiere básicamente a la situación en que una persona

desempeña un sólo rol, un sólo tipo de actividad central en su vida, o que se halla

muy aislada y con poca participación social o familiar. La importancia de estos

factores se debe a que reduce las fuentes de alimento y mantenimiento de la

autoestima.

Como consecuencia de estas características -mayor dependencia a pocas o a una

única figura significativa, y vida restringida a pocas actividades y relaciones-, las

personas tienen mayor vulnerabilidad a la pérdida. Se sienten inseguras en sus

vínculos, temerosas de perderlos, y cuando esto sucede se deprime con suma

facilidad.

5. EVALUCIÓN DE LAS PERSONAS CON DEPENDENCIA EMOCIONAL EN

LA DEPRESIÓN

5.1 Entrevista

Para la evaluación se utilizará la entrevista Cognitivo- Conductual ya que permite

explorar la relación entre pensamientos, emociones y conductas del sujeto que

mantiene para la dependencia emocional y ayudará en el análisis funcional de la

relación entre dependencia emocional y depresión.

Page 48: La Dependencia Emocional en La Depresion

48 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

5.2 Análisis Funcional

El análisis funcional servirá tanto en la evaluación como en la elaboración de los

objetivos de tratamiento para la identificación de variables causales importantes y

modificables; y las relaciones relevantes para los problemas de conducta del

paciente.

Tomando en cuenta aspectos como la biografía del paciente que esté relacionada

con la dependencia emocional. Y el estímulo discriminativo que haya

desencadenado la problemática actual, explorando también los antecedentes

próximos internos y externos que hayan influido.

En cuanto a la conducta del dependiente emocional se tomará aspectos como:

o A nivel motor indagar en las conductas que contribuyen a desarrollar o

mantener un factor de dependencia en la pareja y en consecuencia la

depresión.

o A nivel cognitivo explorando las cogniciones, sean éstas distorsionas o no,

en base a las características de los dependientes emocionales en aspectos

como:

-Autoconcepto sobre las cogniciones que tiene sobre sí mismo, lo que piensa o

como se describe.

Page 49: La Dependencia Emocional en La Depresion

49 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

-Relaciones Interpersonales poniendo especial atención a la historia de las

relaciones de pareja para verificar si sigue un patrón que se ajusta a la

dependencia emocional.

-Habilidades sociales que sirven para evaluar como su desenvuelve la persona en

su entorno social, en la definición de Caballo (1986). “La conducta socialmente

habilidosa es aquel conjunto de conductas emitidas por un individuo en un

contexto interpersonal, que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones,

o derechos de aquel individuo de una manera adecuada a la situación ,

respetando aquellas conductas en los demás y resolviendo los problemas

inmediatos de la situación mientras se minimiza la probabilidad de problemas

futuros”.

Y en cuestión a la depresión si esas mismas cogniciones están afectando para

que se haya desarrollado o sea mantenga.

o A nivel fisiológico se registran todas las sensaciones que experimenta el

paciente en relación con sus cogniciones y emociones, y las situaciones

que va viviendo en relación a la dependencia emocional y que a su vez

contribuyen a la depresión.

o A nivel emocional – motivacional, examinando las emociones que percibe el

paciente, si las identifica, cómo las autoregula, y su grado de motivación en

cuanto a la problemática de dependencia como a la depresión.

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50 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Atendiendo también a lo que el paciente hace para obtener un alivio inmediato en

relación la dependencia emocional. Explorando las consecuencias vitales que la

dependencia a traído paciente a corto y largo plazo en este caso la depresión.

5.3 Cuestionarios

Los cuestionarios para la depresión son:

SCL-90-R. Escalas: somatización, obsesiva-compulsiva, interpersonales,

depresión, ansiedad, hostilidad, ansiedad fóbica, idea paranoide y psicoticismo.

Inventario Multiaxial de Millon (II) MCMI-II (test de personalidad). Escalas

Síndromes Clínicos.

Los cuestionarios que evalúan la dependencia emocional son:

Cuestionario de dependencia emocional CDE (Lemos & Londoño, 2006):

cuestionario de autorreporte que evalúa dependencia emocional, basado en los

componentes del perfil cognitivo. Para la medición de la dependencia se centra en

seis aspectos: ansiedad de separación, expresión afectiva de la pareja,

modificación de planes, miedo a la soledad, expresión límite y búsqueda de

atención. El coeficiente de confiabilidad de la prueba es de 0.93.

Page 51: La Dependencia Emocional en La Depresion

51 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Escala ER (Emotional Reliance) del Inventario de Dependencia

Interpersonal (Interpersonal Dependency Inventory - IDI), creado por Hirschfeld,

Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff (1977), que mide dependencia

emocional e instrumental. Es el que cuenta con mayor respaldo científico y por

tanto el más riguroso.

ASPA - Test de Aserción en la Pareja (Forma A). (Carrasco-TEA Ediciones,

1998). 40 items (Likert de 6 puntos) que miden el estilo de comunicación e

influencia en la pareja. Se subdivide en 4 factores: Aserción, Agresión, Sumisión y

Agresión Pasiva. Baremos españoles.

Test de Perfil Relacional (Relational Profile Test – RPT), construido por

Bornstein y Languirand en el 2002, mide tres conceptos relacionados con la

dependencia: Sobredependencia destructiva, Desapego disfuncional y

Dependencia saludable.

Page 52: La Dependencia Emocional en La Depresion

52 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

6. INTERVENCIÓN COGNITIVO- CONDUCTUAL PARA LA DEPENDENCIA

EMOCIONAL EN LA DEPRESIÓN

6.1 Adherencia al tratamiento

La adherencia al tratamiento se trabajará con psicoeducación mediante el análisis

funcional se le hará participe al paciente para que vaya entendiendo su situación y

su proceso de restablecimiento, con la valoración del grado de motivación se

integrarán estrategias para que ésta se mantenga o se incremente la misma. En

todo el proceso se irá poniendo en práctica las estrategias empleadas para

asegurar el compromiso del paciente en el proceso terapéutico.

6.2 Intervención

Considerando que las cogniciones y los roles sociales tienen un papel

fundamental en la depresión y en la dependencia afectiva, el tratamiento cognitivo

conductual ha demostrado ser eficaz con en los casos de la dependencia y

depresión a continuación se proponen técnicas cognitivo conductuales de

intervención para la dependencia emocional en la depresión, verificando primero

de que la vida del paciente no corre ningún peligro y una vez que esta última se

haya controlado mediante:

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53 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Activación Conductual

La activación conductual la cual “se refiere a los síntomas en términos de evitación

conductual. (…) El aspecto decisivo es la función no la forma. La cuestión es que

la evitación no sólo estaría impidiendo a las personas deprimidas abordar los

problemas que han causado la situación actual y abrir nuevas posibilidades para

su vida, sino que estaría también metiéndolas en el círculo vicioso de la

depresión.”

Habrá que incitar al paciente a la actividad en primer lugar desde las tareas más

básicas para después trabajar en la dependencia emocional en la depresión

basándonos en el análisis funcional y las trabajando con las siguientes técnicas:

Psicoeducación

Siendo el proceso educativo mediante el cual el facilitador detalla y sumariza

información científica actual y relevante para responder preguntas acerca del

origen, evolución y óptimo abordaje de un padecimiento de su entorno, e implica

también consejería y tratamiento en técnicas para afrontar el problema.

Se le explica al paciente mediante su análisis funcional la dependencia emocional

que presenta y cómo ha contribuido a la depresión lo que está provocando en

mantenimiento de la misma. Para que la persona pueda identificar y ser

consciente de lo que le ocurre.

Page 54: La Dependencia Emocional en La Depresion

54 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Minfulness

Debido a la situación que presenta el dependiente emocional y su estado de

ánimo depresivo es conveniente tomar como técnica una de las intervenciones

más citadas en el ámbito mente-cuerpo, el entrenamiento en conciencia plena

(mindfulness) desarrollada por Kabat-Zinn (1982, 1996, 2003) para reducir el

estrés y que ha sido revisada recientemente por otros autores (Bishop, 2002;

Grossman, Niemann, Schmidt y Walach, 2004). Su eficacia parece aceptada para

aliviar el malestar psicológico en sus formas de depresión (Teasdale et al., 2000),

ansiedad (Kabat-Zinn et al., 1992; Shapiro, Schwartz y Bonner, 1998), mejora del

estado de ánimo (Carlson, Ursuliak, Goodey, Angen y Speca, 2001; Speca,

Carlson, Goodey y Angen, 2000) o el bienestar general (Astin 1997; Majumdar,

Grossman, Dietz-Waschkowski, Kersig y Walach, 2002; Reibel, Greeson, Brainard

y Rosenzweig, 2001; Williams, Kolar, Reger y Pearson, 2001).

La conciencia plena es un estado mental en el que el individuo es altamente

consciente y enfoca la realidad del momento presente, con apertura y sin juzgar ni

dejarse llevar por pensamientos o reacciones emotivas. Lo cual ayudaría a

restablecer el estado de ánimo del paciente para que pueda trabajar

posteriormente en los pensamientos y conductas que mantienen la dependencia

emocional y la depresión.

Page 55: La Dependencia Emocional en La Depresion

55 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Autoregistros

Los autoregistros servirán para evaluar el estado de ánimo, los pensamientos, las

conductas que mantienen el dependiente emocional en situaciones que siente

como amenazantes y que le generan estrés. También se puede obtener

información acerca de las cogniciones van teniendo de sí mismos y de sus

parejas.

Restructuración cognitiva

Se debe trabajar en las cogniciones distorsionadas sobre sí mismo, el concepto de

otros y las relaciones interpersonales y de pareja, en el caso del paciente con

dependencia emocinal y depresión. En el Modelo de la reestructuración

cognitiva (Beck) "los trastornos psicopatológicos estarían relacionados con

trastornos cognitivos específicos que implican tanto el contenido del pensamiento,

como los procesos utilizados para la adquisición de dichas formas de pensamiento

alteradas y desadaptativas" (Beck, 1972, 1974, 1976). Dichos trastornos cognitivos

determinarían la aparición de estados emotivos y conductuales alterados

consecuentes.

Por tanto, los elementos implicados en la terapia de reestructuración cognitiva

serian, acordes a Beck et al. (1979): a) enseñar al sujeto los fundamentos

racionales y científicos de esta terapia; b) mostrar las conexiones entre

"cogniciones", estado afectivo y conducta; c) enseñarle a autoobservar sus propios

Page 56: La Dependencia Emocional en La Depresion

56 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

pensamientos automáticos; d) enseñarle a sustituir dichos pensamientos alterados

por interpretaciones más realísticamente orientadas y positivas; y e) identificar y

alterar los constructos disfuncionales (supuestos racionales) falsos y negativos

que predisponen a la distorsión y evaluación negativa de la propia experiencia.

Utilizando técnicas como:

-Cuestionamiento socrático, éste se realiza para evaluar la evidencia de la

creencia.

-Experimento conductual; tiene como objetivo valorar la creencia proponiendo su

comprobación.

-Utilizar a otras personas como punto de referencia, estrategia útil para

distanciarse de las propias creencias y ver la misma creencia en otra persona.

-Actuar como sí; los cambios en creencias a menudo provocan cambios

conductuales. Actuando como si se creyera la nueva creencia.

Técnicas de visión panorámica

La técnica de visión panorámica es una herramienta importante para dar

alternativas al sujeto en una determinada situación, dando espacio a nuevas

situaciones y por lo tanto a nuevas creencias.

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57 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Técnicas de distracción

Las técnicas de distracción se basan en la evidencia de que la mente no puede

estar ocupada por dos pensamientos simultáneos; no se puede tener un

pensamiento estresante y uno relajante al mismo tiempo. Tanto en la

dependencia emocional como en la depresión esta técnica servirá para centrar la

atención de la paciente en otra cosa que no sea la inactividad o el objeto del que

depende.

Autoestima

La autoestima es la evaluación que hace una persona de sí misma. Es la suma

integrada de la confianza y el respeto en uno mismo con efectos sobre los

procesos de pensamiento, los deseas, los valores, los objetivos y la conducta de

las personas. (Braden, 2001).

Para la autoestima se trabajarán técnicas que permitan al sujeto revisar y

desarrollar su autoconocimiento, autoconcepto, autoevaluación, autoaceptación,

autorespeto para lograr una sana autoestima, mediante reforzamiento positivo de

las cogniciones, emociones y conductas positivas y actividades agradables para sí

mismo.

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58 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Asertividad y habilidades sociales: toma de decisiones resolución de

conflictos

Para describir una conducta socialmente habilidosa se encuentran numerosas y

variadas definiciones. Ello es debido a que no puede haber un criterio absoluto de

habilidad social o asertividad ya que esta depende de muchos factores como son

el individuo, la edad, el sexo, sus actitudes, sus creencias, así como el entorno, la

situación, el contexto, la cultura, etc. Por ello se dice que una “respuesta

competente” seria aquella que es apropiada y eficaz para un individuo en una

situación particular.

Según una revisión de Caballo (1997) las dimensiones conductuales más

generalmente aceptadas son las siguientes: 1. Hacer cumplidos, 2. Aceptar

cumplidos, 3. Hacer peticiones, 4. Expresar amor, agrado y afecto, 5. Iniciar y

mantener conversaciones, 6. Defender los propios derechos, 7. Rechazar

peticiones, 8. Expresar opiniones personales, incluido el desacuerdo, 9. Expresión

justificada de molestia, desagrado o enfado, 10. Petición de cambio de conducta

del otro, 11. Disculparse o admitir ignorancia, 12. Afrontar las críticas. Y a estas

añade dos más: 13. Solicitar satisfactoriamente un trabajo, 14. Hablar en público

Existen tres estilos de comportamiento social. El comportamiento PASIVO, el

comportamiento ASERTIVO y el comportamiento AGRESIVO.

La conducta SUMISA O PASIVA implica no ser capaz, uno mismo, de expresar

pensamientos y opiniones, permitiendo a los demás que violen nuestros

sentimientos y abusen de nuestros derechos.

Page 59: La Dependencia Emocional en La Depresion

59 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

La conducta AGRESIVA implica la defensa de los derechos personales y la

expresión de los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera tal que, a

menudo, es deshonesta, inapropiada y siempre viola los derechos de las otras

personas.

“Un comportamiento asertivo es aquel conjunto de conductas socialmente

habilidosas, emitidas por un individuo en un contexto interpersonal, que expresan

sentimientos, actitudes, deseos, opiniones, o derechos, de una manera adecuada

a la situación, respetando estas conductas en los demás y normalmente ,

solucionando los problemas inmediatos de la situación, mientras se minimiza la

probabilidad de problemas futuros (V.E.Caballo) “

Una conducta ASERTIVA aumentará nuestra competencia social. El comportarse

asertivamente hace que la persona se sienta más satisfecha consigo misma y con

los demás. La conducta asertiva implica la expresión directa de los propios

sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones, respetando los

derechos de los demás.

Modelo de entrenamiento en solución de problemas

D'Zurilla y Goldfried (1971) propusieron el modelo de solución de problemas

sociales (SPS) consistente en las cinco operaciones siguientes: a) orientación

general (esto es, conjunt0 de solución de problemas); b) definición y formulación

del problema; c) generación de alternativas; d) toma de decisión; y e) verificación.

Page 60: La Dependencia Emocional en La Depresion

60 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Acordes a Spivack y Shure (1976), cada una de estas operaciones se relaciona

con habilidades específicas: a) habilidades de reconocimiento de las posibles

situaciones problemáticas; b) capacidad para generar posibles soluciones a los

problemas interpersonales; c) habilidad para especificar los medios necesarios

para solucionar exitosamente un problema; d) habilidades para entender y evaluar

las consecuencias de las propias acciones: y e) autoconciencia de los factores

implicados en la conducta propia y ajena. Aunque estas habilidades han sido

conceptualizadas como primariamente cognitivas, de hecho, implican conductas

externas tales como búsqueda de información, practica conductual, etc ...

El presente modelo, derivado de las investigaciones realizadas en el campo de la

conducta social, fue específicamente diseñado y aplicado en el tratamiento de

problemas interpersonales (terapia marital, trastornos de relación, fobias sociales,

etc...). Sólo muy recientemente comienzan a ser aplicada en campos

específicamente psicopatológicos, dentro de un rango estrecho de trastornos

relacionados con dichas conductas sociales alteradas (Goldfried, 1980; Spivack y

otros, 1976; D'Zurilla y Nezu, 1982), por lo que su evaluación resultaría prematura.

Regulación emocional

De acuerdo con Gross (1998), el término regulación emocional se refiere a los

intentos que hace el individuo para influenciar sus emociones, cuándo tenerlas y

cómo estas emociones se experimentan y expresan.

Page 61: La Dependencia Emocional en La Depresion

61 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Tales esfuerzos pueden ser automáticos o controlados, conscientes, e implican

tanto emociones positivas como negativas. Más tarde, y considerando esta

definición, Gross y Thompson (2007) proponen que la RE se compone de cinco

procesos cognoscitivos y conductuales generados a partir de la apreciación de un

evento emotivo y que propician la aparición de distintas estrategias de manejo

emocional:

En primer lugar está la selección de la situación, Enseguida aparece la

modificación de la situación, Un tercer paso es el despliegue de atención,

Distracción: Concentración: El cuarto paso es el cambio cognoscitivo, que implica

cambiar la forma en que se aprecia una determinada situación, alterando su

importancia, ya sea modificando la forma de pensar o sometiendo a una

valoración la capacidad del individuo de manejar las demandas que posee. Una

respuesta emocional no es la conclusión, la emoción requiere que los individuos

hagan una evaluación de su capacidad para manejar la situación. Por último,

aparece la modulación de la respuesta

Una forma común de modulación de la respuesta involucra la regulación de la

conducta expresiva, con el fin de que la expresión de la experiencia sea ajustada

al medio cultural en el cual se está presentando; de tal forma que hay conductas

que tienen que ser moduladas en ciertos contextos con la finalidad de mostrar

mayor adaptación, mientras que en otras ocasiones, esas mismas conductas

pueden ayudar a cumplir ciertas metas.

Page 62: La Dependencia Emocional en La Depresion

62 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

6.3 Manejo de técnicas de intervención

Las técnicas se trabajarán de acuerdo a las necesidades de cada paciente

priorizando lo que esté afectándolo en un mayor grado, referente a la problemática

de dependencia emocional y depresión para restablecer su vida, se centre en sí

mismo y a su vez forme relaciones interpersonales beneficiosas, y relaciones de

pareja sanas.

Como se ha visto muchos de los síntomas entre dependencia emocional y

depresión se correlacionan y solapan. Con la intervención propuesta

anteriormente se pretende centrar al paciente en sí mismo, abordando los déficits

que presenta en cuanto a los pensamientos, emociones y conducta incluyendo

interacciones los otros, reconociendo su entorno y la motivación por integrarse en

éste.

6.4 Prevención de recaídas

Durante el tratamiento se realizará un monitoreo de la motivación que tiene hacia

el mismo, proponiendo metas a corto, mediano y largo plazo, haciendo hincapié en

el proceso de la intervención, fomentando actividades agradables, la asignación

de tareas graduales y la práctica de técnicas que permitan fortalecer el trabajo

realizado así como abordar aspectos de cuidado de la alimentación, higiene del

sueño y el ejercicio físico.

Page 63: La Dependencia Emocional en La Depresion

63 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Interviniendo además sobre las pautas de interacción de la dependencia afectiva

que influyen en el mantenimiento de la depresión elaborando un plan de posibles

situaciones estresantes y en relación a la depresión un modo de acción para la

evitar la inactividad.

La psicoeducación de los roles sociales y su influencia en los problemas de la

dependencia emocional y la depresión proponiendo que se vivan los roles de

manera beneficiosa sin provocar al individuo consecuencias negativas.

Autoobservación en la inclusión de relaciones sanas sobretodo la práctica consigo

mismo y la interacción con su medio social. Revisando las expectativas que se

tienen de la pareja.

Psicoeducación a los familiares entendiendo esta como la aproximación

terapéutica en la cual se proporciona información específica acerca de la

enfermedad, y entrenamiento en técnicas para afrontar el problema.

Revisión de las técnicas realizadas en el tratamiento y el afrontamiento de nuevas

situaciones que se relacionen con la autoestima y los pensamientos automáticos.

Autoinstrucciones utilizándolas en las situaciones de riesgo que pudieran

presentarse, como practica también de las nuevas interacciones con su entorno.

Page 64: La Dependencia Emocional en La Depresion

64 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

Sirviendo para el mantenimiento del estado funcional de la persona y como técnica

de resolución de problemas futuros.

Biblioterapia como una técnica que le permita mayor comprensión e información, y

en consecuencia estar consciente de su situación y de sí mismo.

Dar seguimiento gradual con el paciente para verificar si ha mantenido su

equilibrio emocional.

III. CONCLUSIONES

A pesar de que existe mucha información e investigación sobre la depresión no se

sabe con certeza cuales son los factores causantes y se le ha tratado de darle

distintas explicaciones teóricas que permitan la comprensión de la misma ya que

se ha convertido en un tema con problemática grave a nivel mundial.

A diferencia de la depresión en la dependencia emocional, actualmente existe

poca investigación sobre el concepto, sin embargo, cada vez se le da más

importancia e interés al estudio de las relaciones afectivas ya que generan

algunos fenómenos sociales relevantes como la violencia, malas relaciones

interpersonales y estados depresivos importantes.

Como se ha visto en el presente trabajo la asociación que tiene la dependencia

emocional es más alta que en la población normal. Entre los factores que pueden

Page 65: La Dependencia Emocional en La Depresion

65 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

potenciar esta relación se da ante las pérdidas (muerte, separación divorcio,

enfermedad o abandono del cónyuge) y la mala relación de pareja. Pero lo que

predomina como factores fundamentales se explican por los pensamientos,

emociones y conductas que tiene el individuo y las interpretaciones que realiza al

enfrentar las situaciones de vida. Percibiendo en mayor grado a la mujer como

vulnerable al afrontamiento de las situaciones, más susceptible de a las

emociones y en general con un actitud pasiva y de dependencia lo que solapa de

sobremanera la dependencia emocional y a la depresión. Cuestionándonos si la

educación es relevante para que la mujer se encuentre más a menudo relacionada

con estas circunstancias. Atribuyendo especial interés a los primeros años de vida

donde las interacciones que mantiene con los padres o las figuras significativas

para la persona ejercen fuerte influencia en su autoestima y las interacciones que

tiene consigo mismo y con las personas de su entorno, donde se desarrolla un

estilo cognitivo de pensamientos positivos o negativos para su vida. Encontrando

con mayor frecuencia en la mujer un estilo más negativo con falta de

características asertivas que le permitan tener un estilo de vida óptimo y sano.

En este trabajo se proponen estrategias que le permitan al sujeto recuperar si

estado óptimo. Viendo el valor que tienen pensamientos ya que actúan como un

mecanismo mediador entre esquemas cognitivos y síntomas psicológicos.

Fortaleciendo la importancia de la autoestima para tener relaciones satisfactorias

con expectativas realistas. Reflejando que el estado de ánimo dependerá de la

aceptación que tengamos de nosotros mismos, de nuestras habilidades sociales,

la motivación y el sentido que le demos a nuestra vida.

Page 66: La Dependencia Emocional en La Depresion

66 La dependencia emocional en la depresión Itzia Alejandra Román Barrón

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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