La cura del sufrimiento

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Reflexión

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La cura del sufrimiento

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El 4 de mayo de 1969, cientos de personas viajaron a un lejano lugar

para oír a un hombre llamado Silo…

-Si has venido a escuchar a un hombre que transmite la sabiduría,

has equivocado el camino, porque la real sabiduría no se transmite

por libros o arengas… La real sabiduría está en el fondo de tu

conciencia como el amor verdadero está en el fondo de tu corazón.

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Debes saber a quién escuchas. Escuchas a un hombre

desconocedor de las leyes que rigen el universo o la

historia, ignorante de las relaciones que rigen a los

pueblos. Hablo a tu conciencia como lo hacen los que

meditan en la altura de los montes elevados.

En las ciudades donde al amor sucede el odio, donde al

perdón sucede la venganza, en las ciudades de los

hombres ricos y pobres, se ha posado un manto de

sufrimiento y de tristeza…

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“…Hay dos clases de sufrimiento: el primero se produce en ti

por la enfermedad, y puede retroceder gracias al avance de la

ciencia…”

“…El otro tipo de sufrimiento, que es estrictamente de tu mente,

retrocede frente a la fe, frente a la alegría de vivir, frente al

amor…”

“…Sufres porque temes perder lo que tienes, o por lo que ya has

perdido, o por lo que desesperas de alcanzar…”

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“…He ahí los grandes enemigos del hombre: el temor a la

enfermedad, a la pobreza, a la muerte, a la soledad.” “Todos

estos sufrimientos revelan a la violencia interna que existe en

tu mente: fíjate que esa violencia siempre deriva del deseo.”

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Quiero contarte una historia que sucedió hace mucho

tiempo…

“…Existió un viajero que tuvo que hacer una larga

travesía…” Para tal efecto, ató su animal al carro… y

comenzó el largo viaje con un límite fijo de tiempo.

Llamó al animal Necesidad y al carro deseo. A una

rueda la llamó placer… a la otra dolor. …

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Y así avanzó hacia su destino. Cuanto más veloz

andaba el carro, más rápido se movían las ruedas del

dolor y del deseo, conectadas por el mismo eje,

llevando el carro del deseo. Como el viaje era muy

largo, nuestro viajero se aburría… Así que decidió

decorar el carro con muchas bellezas…pero cuanto más

embelleció el carro del deseo, más pesado se hizo para

la necesidad (el animal)

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En las curvas y cuestas empinadas, el pobre animal

desfallecía… y en los caminos fangosos las ruedas del

sufrimiento se incrustaban en el piso. El viajero se desesperó

porque estaba muy lejos de su destino. Esa noche meditó… y

oyó el relincho de su amigo.

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Comprendiendo el mensaje… a la mañana siguiente quitó los

adornos del carro, lo alivió de sus pesos, y con su animal al

trote, felizmente avanzó hacia su destino. No obstante había

perdido un tiempo ya irrecuperable. A la noche siguiente

meditó de nuevo y comprendió, por un nuevo aviso de su

amigo, lo que debía hacer. A la madrugada dejó atrás el carro

del deseo.

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Al hacerlo perdió la rueda del placer pero también la del

sufrimiento. Entonces, montó el animal de la necesidad, y

galopó por las verdes praderas hasta su destino.

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-Fíjate como el deseo puede arrinconarte. “Pero hay deseos de distinta

calidad. Hay deseos más groseros y deseos más elevados.” ¡Eleva el

deseo! ¡Supera el deseo! ¡Purifica el deseo! “Que habrás de sacrificar

con eso la rueda del placer, pero también la rueda del sufrimiento.”

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“La violencia

del hombre,

movida por

sus deseos, no

queda sólo

como

enfermedad

en su

conciencia,

sino que

actúa en el

mundo de los

otros

hombres.”

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No creas que hablo de violencia refiriéndome sólo al hecho

armado de la guerra, donde unos hombres destrozan a

otros hombres. Esa es un forma de violencia física.” “Hay

una violencia económica: es la que te hace explotar a otro.

Se da cuando robas a otro. Cuando ya no eres hermano,

sino ave de rapiña para tu hermano.”

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Hay además una violencia racial. ¿Crees que no ejercitas la violencia cuando

persigues o difamas a otro por ser de una raza diferente a la tuya? Hay una

violencia religiosa. ¿Crees que no ejercitas la violencia cuando no das trabajo, o

cierras las puertas, o despides a alguien por no ser de tu propia religión?

¿Cuando lo difamas, cuando lo cercas? Hay otras formas de violencia, que son

impuestas por la moral filistea.

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Tú quieres imponer una forma de vida a

otros. ¿Quién te ha dicho a ti que eres un

ejemplo que debe seguirse? ¿Dónde está el

molde para que tú lo impongas?

…Únicamente puedes acabar con la

violencia en ti y en los demás y en el mundo

que te rodea, por la fe interna y la

meditación interna.

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“¡Este mundo está por estallar y no hay

forma de acabar con la violencia! No

hay falsas puertas para acabar con la

violencia. ¡No busques falsas puertas!”

“…No hay política que pueda

solucionar este afán de violencia

enloquecido…” “…No hay partido ni

movimiento en el planeta que pueda

acabar con la violencia.” “No hay

falsas salidas para la violencia en el

mundo.” “…Me dicen que la gente en

todas las latitudes busca falsas puertas

para salir de la violencia.”¡No busques

falsas puertas!

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“Hermano mío, cumple con

mandatos simples, como son

simples estas piedras, y esta nieve y

este sol que nos bendice. Lleva la

paz en ti y llévala a los demás.”

“…Recuerda que es necesario

seguir adelante y que es necesario

aprender a reír y aprender a

amar.”

“A ti, hermano mío, arrojo esta

esperanza, esta esperanza de

alegría, esta esperanza de amor,

para que eleves tu corazón y eleves

tu espíritu y para que no olvides

elevar tu cuerpo”

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Después de aquel día, Silo regresó a

Mendoza, su hogar cerca de los Andes,

donde vive con su esposa e hijo. Los dos

libros que escribió desde entonces (“La

mirada interna” y “El paisaje interno”)

han sido publicados en varias lenguas y

leídos por millones de personas

alrededor del mundo.

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…¿Y que pasó a los cientos

de personas que fueron a las

montañas a oír el mensaje de

Silo? Algunos regresaron a

sus vidas, con la renovada

esperanza, compartiendo esa

alegría con sus seres más

cercanos… Otros decidieron

trabajar juntos y difundir el

mensaje por el mundo. Así

nació “La comunidad” que

trabaja en cientos de países,

para humanizar la tierra. Este

movimiento social, formado

por voluntarios, tiene por

base el principio moral:

“Trata a los demás como quieres que te traten.”

¡Únete a nosotros!

La Comunidad para el desarrollo del ser

humano. [email protected]