La Cuarta Ley de La Molienda

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50 MOLIENDA rocas y minerales ABRIL 2010 H ace ya más de 25 años, como resultado de intensas delibera- ciones entre los especialistas de esa época en el Centro de Investi- gaciones Mineras y Metalúrgicas (CIMM) en Chile, respecto de cómo optimizar la eficiencia operacional de un típico circuito de molienda fina con- vencional, surgió un nuevo concepto que coloquialmente se denominó "La Cuarta Ley de la Molienda/Clasifica- ción". Éste fue publicado por primera vez en noviembre de 1984 en el IV Simposio ARMCO sobre Molienda de Minerales, en Viña del Mar, Chile (1) . Con la valiosa perspectiva de un cuarto de siglo de aplicaciones de esta Cuarta Ley, la presente publica- ción – dividida en dos partes – intenta describir la génesis, los fundamentos teóricos, los beneficios esperados y los detalles de la puesta en práctica del mencionado criterio optimizante, el que, en lo esencial, aporta pautas específicas en cuanto a cómo operar mejor los clasificadores (hidrociclo- nes) en su rol subsidiario a la opera- ción del molino; tópico de recurrente interés y discusión en las más diver- sas operaciones de concentración de minerales alrededor del mundo mine- ro internacional. Foto 1. En esta primera parte de la presen- te publicación, se abordan los funda- mentos teóricos que sustentaron su formulación original y las conclusiones obtenidas durante la siguiente etapa de verificación experimental a escala industrial. En una segunda parte, se abarcarán los detalles y requerimientos operacionales de su correcta implan- tación práctica y los potenciales bene- ficios a obtener frente a las nuevas aplicaciones de este denominado cri- terio de la Cuarta Ley. INTRODUCCIÓN A comienzos de la década de los 80, la División El Teniente de CODELCO Chile encargó a CIMM el desarrollo de un simulador digital, suficientemente detallado y realista, de los procesos Un simple criterio operacional para mejorar la productividad de los tradicionales circuitos de molienda convencional, en circuito cerrado con hidrociclones. La Cuarta Ley de la Molienda/ Clasificación I. Formulación y Verificación Experimental JAIME E. SEPÚLVEDA, PH. D. Moly-Cop Grinding Systems SCAW Metals Group Foto 1. Nave de molienda: molinos e hidrociclones. DR. JAIME E. SEPÚLVEDA Se graduó en 1973 como Ingeniero Civil de Industrias, Mención Mecánica, de la Universidad Católica de Chile. En la Universidad de Utah, obtuvo los títu- los de Magister en Metalurgia en 1977 y Doctor en Metalurgia en 1979. A su regreso a Chile trabajó como Jefe de Proyectos de la División Mineralurgia del Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CIMM), y en 1986 ingresó al staff de Moly-Cop Chile S. A., uno de los primeros productores mundiales de bolas de acero para molienda de minerales, donde ocupa actualmente el cargo de Gerente General y Vicepre- sidente para Latinoamérica. Ha recibido valiosos reconocimientos entre ellos el "Premio Sútulov 2005". Su mayor contribución al procesa- miento de minerales ha sido el desa- rrollo del software Moly-Cop Tools, para el análisis optimizante de circui- tos de molienda.

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Hace ya más de 25 años, comoresultado de intensas delibera-ciones entre los especialistas

de esa época en el Centro de Investi-gaciones Mineras y Metalúrgicas(CIMM) en Chile, respecto de cómooptimizar la eficiencia operacional deun típico circuito de molienda fina con-vencional, surgió un nuevo conceptoque coloquialmente se denominó "La

Cuarta Ley de la Molienda/Clasifica-ción". Éste fue publicado por primeravez en noviembre de 1984 en el IVSimposio ARMCO sobre Molienda deMinerales, en Viña del Mar, Chile(1).

Con la valiosa perspectiva de uncuarto de siglo de aplicaciones deesta Cuarta Ley, la presente publica-ción – dividida en dos partes – intentadescribir la génesis, los fundamentos

teóricos, los beneficios esperados ylos detalles de la puesta en prácticadel mencionado criterio optimizante,el que, en lo esencial, aporta pautasespecíficas en cuanto a cómo operarmejor los clasificadores (hidrociclo-nes) en su rol subsidiario a la opera-ción del molino; tópico de recurrenteinterés y discusión en las más diver-sas operaciones de concentración deminerales alrededor del mundo mine-ro internacional. Foto 1.

En esta primera parte de la presen-te publicación, se abordan los funda-mentos teóricos que sustentaron suformulación original y las conclusionesobtenidas durante la siguiente etapade verificación experimental a escalaindustrial. En una segunda parte, seabarcarán los detalles y requerimientosoperacionales de su correcta implan-tación práctica y los potenciales bene-ficios a obtener frente a las nuevasaplicaciones de este denominado cri-terio de la Cuarta Ley.

INTRODUCCIÓNA comienzos de la década de los 80,la División El Teniente de CODELCOChile encargó a CIMM el desarrollo deun simulador digital, suficientementedetallado y realista, de los procesos

Un simple criterio operacional para mejorar

la productividad de los tradicionales circuitos de molienda

convencional, en circuito cerrado con hidrociclones.

La Cuarta Leyde la Molienda/ClasificaciónI. Formulación y

Verificación ExperimentalJAIME E. SEPÚLVEDA, PH. D.

Moly-Cop Grinding SystemsSCAW Metals Group

Foto 1. Nave de molienda: molinos e hidrociclones.

DR. JAIME E. SEPÚLVEDA

Se graduó en 1973 como IngenieroCivil de Industrias, Mención Mecánica,de la Universidad Católica de Chile. Enla Universidad de Utah, obtuvo los títu-los de Magister en Metalurgia en 1977y Doctor en Metalurgia en 1979. A suregreso a Chile trabajó como Jefe deProyectos de la División Mineralurgiadel Centro de Investigación Minera yMetalúrgica (CIMM), y en 1986 ingresóal staff de Moly-Cop Chile S. A., unode los primeros productores mundialesde bolas de acero para molienda deminerales, donde ocupa actualmenteel cargo de Gerente General y Vicepre-sidente para Latinoamérica.Ha recibido valiosos reconocimientosentre ellos el "Premio Sútulov 2005".Su mayor contribución al procesa-miento de minerales ha sido el desa-rrollo del software Moly-Cop Tools,para el análisis optimizante de circui-tos de molienda.

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de molienda convencional en su con-

centrador Colón, con el principal pro-

pósito de maximizar la capacidad de

tratamiento de cada una de las, a esa

fecha, 12 secciones de molienda/cla-

sificación configuradas bajo el tradi-

cional esquema ‘DIRECTO’ (alimenta-

ción fresca ‘directa’ al molino) repre-

sentado en la Figura 1 siguiente.

Interesaba además explorar algu-

nas alternativas de doble ciclonaje

específicamente la reclasificación del

flujo de descarga (underflow) de los

hidrociclones a fin de reducir el retorno

de partículas finas a los molinos y su

consecuente e innecesaria remolien-

da. Cuando el modelo estuvo formula-

do y el simulador debidamente estruc-

turado, se enfrentó la disyuntiva de

determinar las deseadas condiciones

de operación y diseño requeridas para

la óptima operación de las secciones

de molienda. Se habían identificado

más de diez variables que podían

afectar a la eficiencia del proceso; sin

embargo, desconociendo las comple-

jas interrelaciones entre tan alto núme-

ro de variables, se llegó pronto a la

inesperada conclusión que -a pesar de

disponer de un adecuado simulador

del proceso- el problema planteado

era prácticamente insoluble, dado que

se carecía de algún criterio selectivo

que guiara la búsqueda del deseado

conjunto de condiciones operaciona-

les óptimas. La búsqueda ‘a ciegas’

involucraría miles y miles de simulacio-

nes. Esta fue una primera constatación

de que las llamadas Leyes de la Con-

minución(2-5) – incluida la de F. C. Bond(4)

– no aportaban a solución del proble-

ma planteado, simplemente porque

éstas no abordan el crítico rol global

del agua en el proceso.

EN BÚSQUEDA DE LA EVIDENCIA EMPÍRICASe optó por salir a terreno a preguntar

a los ‘molineros’ sus ideales y creen-

cias en cuanto a las prácticas opera-

cionales de sus circuitos de molien-

da/clasificación para el cumplimiento

de sus respectivas ‘tareas de molien-

da’; definidas simplemente como el

objetivo de convertir la mayor cantidad

de toneladas de mineral de una cierta

fineza de alimentación (F80) aportada

por la etapa previa del proceso (típica-

mente trituración, molienda SAG o

barras) a una determinada fineza de

producto (P80) exigida por la etapa

siguiente (típicamente flotación).

Pronto se concluyó que, una vez

definida la tarea de molienda, existían

tres condiciones principales que podían

limitar al operador en el cumplimiento

de su misión:

- Disponibilidad de agua de proceso,

recurso generalmente limitado y par-

ticularmente escaso en operaciones

de alta montaña.

- Densidad de la pulpa de descarga de

los hidrociclones, la que debe ser

necesariamente mantenida por debajo

de los límites impuestos por la necesi-

dad de evitar la obstrucción de las

boquillas de descarga (ápices); inde-

seable condición operacional referida

como ‘acordonamiento’ (roping).

- Capacidad de la bomba requerida

para la alimentación de pulpa a los

hidrociclones y la consecuente

generación de la carga circulante

del circuito; definida ésta como la

razón entre el flujo másico (ton

secas/hr) de descarga de los hidro-

ciclones y el flujo másico de rebose

de los mismos.

Y con cierta sorpresa, se constató

también que las preferencias expresa-

das por distintos operadores respecto

de estas condiciones específicas eran

muchas veces discrepantes entre sí.

Agregar la mayor cantidad de agua

disponible equivalente a diluir el flujo de

rebose de los hidrociclones (porque es

por este flujo por donde debe abando-

nar la totalidad del agua agregada al

proceso) presentaba el mayor grado de

concordancia, excepto para aquellos

que tenían bombas de velocidad fija

cercanas al límite de su máxima capaci-

dad. Para estos últimos, contrariamen-

te a sus objetivos, incrementar la dosifi-

cación de agua les obligaría a reducir el

tonelaje de alimentación fresca al circui-

to, como resultado del consecuente

incremento en la carga circulante del

sistema, el cual ocasionaría mayores

requerimientos para la ya limitada capa-

cidad de bombeo disponible.

Sin excepciones, todos los opera-

dores encuestados concordaban en

que la recirculación de finos (partículas

de tamaño muy inferior al P80 estable-

cido) es causa de ineficiencia (sobre-

molienda), no sólo en el proceso

mismo de molienda sino también en

las etapas posteriores de la cadena de

procesamiento en que las partículas

excesivamente finas contaminan los

concentrados e incluso pueden afec-

tar negativamente la recuperación de

las especies valiosas. Concordaban en

que los hidrociclones no son clasifica-

dores ideales o perfectos y que se

comportan como si existiera un corto-

circuito (by-pass) de pulpa entre el flujo

de alimentación y el flujo de descarga

(ver Figura 2). Este cortocircuito sería

el que arrastra directamente a la des-

carga (y de retorno al molino) una pro-

porción Bpf de los finos alimentados en

directa proporción al cortocircuito Bpw

de agua que los acompaña. Por lo

tanto, los operadores concordaban

también en que es preciso controlar la

densidad de pulpa (o equivalentemen-

te, el % de sólidos) en el flujo de des-

carga al máximo posible; bajo la lógica

de menor Bpw, menor Bpf. No existía

consenso, sin embargo, si esta condi-

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

2

5

7

6

1

5

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

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5

7

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1

5

Figura 1. Representación esquemática de un circuito de molienda/clasificaciónconvencional bajo la configuración ‘DIRECTA’.

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ción operacional era suficientemente

relevante para justificar el incremento

del contenido de sólidos en la descar-

ga de los hidrociclones, arriesgando

así alcanzar la referida condición de

‘acordonamiento’. Algunos manifes-

taban su preferencia de operar con

descargas más diluidas; no obstante,

el mayor cortocircuito de finos retor-

nados. Más específicamente, al

menos un par de operadores indica-

ron la conveniencia de operar los

hidrociclones de manera tal que el

ángulo incluido del cono de descarga

oscile en el rango de 30° a 35°. Cabe

mencionar que, posteriormente, se

han desarrollado variados diseños de

sensores(6) para la medición y control

de dicho ángulo.

En cuanto a la carga circulante

desarrollada por el circuito, existía res-

pecto de ésta una percepción negativa

bastante generalizada. Aquellos circui-

tos donde la carga circulante era rela-

tivamente alta eran considerados

menos eficientes que aquellos donde

ocurría lo contrario. Lo cierto es que

los clasificadores, cualquiera sea su

principio o diseño, fueron incorpora-

dos a los circuitos de molienda hace

muchas décadas por una buena

razón: evitar la salida de partículas

demasiado gruesas hacia la etapa

posterior del proceso. Pero ello trajo

consigo un efecto secundario todavía

más relevante: incrementar el flujo cir-

culante a través del molino para así

mantener el molino limpio de aquellas

partículas que ya hayan alcanzado

suficiente fineza, las que al ser presen-

tadas con mayor frecuencia a los cla-

sificadores tienen también mayores

oportunidades de abandonar el circui-

to como producto final de rebose. Con

alta carga circulante, las bolas en el

molino actúan preferentemente sobre

las partículas más gruesas que todavía

necesitan ser fracturadas, evitándose

al mismo tiempo la sobremolienda de

las partículas más finas, simplemente

porque el contenido porcentual de

estas últimas en el interior del molino

es relativamente más bajo, para una

tarea de molienda dada.

Considerando que el patrón de flujo

de pulpa a través de un molino de

determinadas dimensiones se aproxi-

ma bastante al denominado modelo

de mezclador perfecto (caracterizado

por el hecho de que la composición de

su contenido interno es muy similar a

la composición de su flujo de descar-

ga), operar un molino en circuito abier-

to (es decir, sin clasificadores) implica-

ría aplicar toda la energía de molienda

contenida por la carga de bolas sobre

un conjunto de partículas cuya granu-

lometría sería necesariamente muy

cercana a la especificación del pro-

ducto final molido. Resulta fácil visuali-

zar que ésta sería una condición extre-

madamente ineficiente desde el punto

de vista del aprovechamiento de la

energía aportada al proceso.

Sin duda, la condición operacional

que suscitaba mayor polémica era la

referida a la densidad de pulpa (0% de

sólidos) en el flujo de alimentación a los

hidrociclones. No tan polémica entre los

‘molineros’ de las diversas faenas

encuestadas sino más bien, entre los

‘molineros’ y los ‘cicloneros’, por así

denominar a los fabricantes/proveedo-

res de hidrociclones. En base a sus pro-

pias observaciones empíricas, los ‘moli-

neros’ reconocían que una alta densi-

dad de alimentación a ciclones (típica-

mente en el rango de 60 - 65 % de sóli-

dos (en peso) en el caso de minerales

de densidad 2,7 - 2,8 g/cm3; es decir

35 – 40 % de sólidos (en volumen)),

generalmente asociada a altos niveles

de carga circulante, les permitía mejorar

la capacidad de tratamiento de sus

secciones de molienda; y, por ende,

optimizar la eficiencia energética de sus

procesos. Por otra parte, los ‘ciclone-

ros’ sostenían que, con el propósito de

incrementar la eficiencia de los hidroci-

clones (definiendo eficiencia de clasifi-

cación como la capacidad del hidroci-

clón para discriminar entre partículas

finas y gruesas), estos equipos deben

ser alimentados con pulpas diluidas

(típicamente por debajo del 50 % de

sólidos (en peso) en el caso de minera-

les de densidad 2,7 - 2,8 g/cm3; es

decir, 25 % de sólidos (en volumen)).

Sin desechar la contundente evidencia

empírica se debe entonces reconocer

que la búsqueda de la eficiencia de cla-

sificación y/o la eficiencia energética del

proceso pueden ser rutas de optimiza-

ción inevitablemente antagónicas.

En resumen, la principal conclusión

de la referida encuesta a operadores

de circuitos de molienda fue que no

existía suficiente consenso respecto

de los criterios operacionales que ase-

guraran un óptimo rendimiento econó-

mico de cada instalación en referencia.

Fue posible además constatar en el

terreno que las citadas Leyes de la

Conminución no aportaban a la solu-

ción del problema planteado, simple-

mente porque éstas no abordan el crí-

tico rol del agua en el proceso.

Así nació el concepto de la Cuarta

Ley, como irónicamente se le denomi-

nó, en alusión a que las otras tres así

llamadas Leyes de la Conminución(2-5)

no eran suficientes para determinar

bajo qué condiciones se podría obte-

ner el máximo rendimiento operacional

de un circuito de molienda dado; o

sea, ... faltaba más legislación.

RESOLVIENDO LAS INQUIETUDES DEL OPERADOR:LA CUARTA LEY DE LA MOLIENDA/CLASIFICACIÓNA manera de enunciado, el criterio de

la Cuarta Ley simplemente postula

que:

"Para una óptima eficiencia ener-

gética del proceso de molienda, se

requiere que el contenido de partí-

culas finas en el interior del molino

sea tan bajo como sea posible ...

para una tarea de molienda dada."

0.0

0.2

0.4

0.6

0.8

1.0

10 100 1000

Tamaño de Partícula, Pm

% a

 la D

escarg

a

By­Pass de Pulpa (Bpf)

By­Pass de Agua (Bpw)

Eficiencia de Clasificación

Bpf

5

7

6 0.0

0.2

0.4

0.6

0.8

1.0

10 100 1000

Tamaño de Partícula, Pm

% a

 la D

escarg

a

By­Pass de Pulpa (Bpf)

By­Pass de Agua (Bpw)

Eficiencia de Clasificación

Bpf

5

7

6

Figura 2. Representación esquemática del cortocircuito de pulpa desde laalimentación a la descarga de un hidrociclón.

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Como se intenta demostrar en los

párrafos siguientes, este objetivo puede

ser siempre alcanzado operando el cir-

cuito al mínimo posible % sólidos en el

rebose (utilizando el máximo de agua

y/o capacidad de bomba disponibles) y

el máximo posible % sólidos en la des-

carga de los hidrociclones (reduciendo

el diámetro de los ápices a su mínima

dimensión, un poco antes de alcanzar la

condición de ‘acordonamiento’). Una

vez impuestas estas dos condiciones

base, el % sólidos en la alimentación a

los ciclones y la carga circulante adop-

tarán valores óptimos consistentes con

el balance de masas del sistema que,

como se demuestra más adelante,

impone la relación (ver Figura 2):

(1+ CCopt)

(fs5)opt = (1)

1/(fs7)min + CCopt/(fs6)max

donde:

fsk = fracción (en peso) de sólidos en

el flujo k, %/100

CC = fracción de carga circulante,

definida como la razón entre el

flujo másico de descarga (Flujo

6) de los hidrociclones y el flujo

másico de rebose (Flujo 7) de

los mismos, %/100.

La derivación formal del criterio de

la Cuarta Ley se apoya en los siguien-

tes tres supuestos base, todos ellos

de amplia aceptación práctica:

1. Relación Energía / Tamaño de Pro-

ducto.

La fineza del producto molido es fun-

ción directa de la energía específica

(kWh/t) aplicada a las partículas; con-

sistente con lo establecido por las

citadas Leyes de la Conminución(2-5).

2. Aleatoriedad del Impacto.

Las bolas que constituyen la carga

del molino impactan (y comprimen)

aleatoriamente a todas las partículas

presentes en el molino, distribuyendo

el total de la energía cinética/poten-

cial por ellas contenida entre las dis-

tintas fracciones granulométricas, en

directa proporción a la concentración

relativa de estas últimas.

3. Proporcionalidad de los ‘Cortocir-

cuitos’ de finos y agua.

El ‘cortocircuito’ de finos (Bpf) a la

descarga de los hidrociclones es

directamente proporcional al

correspondiente ‘cortocircuito’ de

agua (Bpw): (ver Figura 2)

Bpf = λ Bpw (2)

donde la constante de proporciona-

lidad λ normalmente alcanza valo-

res cercanos y menores que 1.

Sobre la base de los supuestos 1 y

2 así enunciados, se desprende nece-

sariamente que, con el propósito de

maximizar la velocidad de molienda de

las partículas más gruesas (que toda-

vía requieren ser fracturadas), éstas

deben ser predominantes en la carga

interior del molino. Igualmente, con el

propósito de evitar la sobremolienda

de las partículas más finas (que ya no

requieren ser fracturadas), su presen-

cia relativa en la carga debe ser tan

baja como sea posible, tal como indi-

ca el criterio de la Cuarta Ley arriba

enunciado ... teniendo siempre en

mente que se debe cumplir con la

tarea de molienda preestablecida. Esto

último es muy importante considerar,

porque sería relativamente fácil mante-

ner el molino limpio de finos si la espe-

cificación de tamaño del producto

molido no obligara a generarlos en la

cantidad necesaria para cumplir con

dicha tarea.

La conexión entre la aceptación

del enunciado criterio de la Cuarta

Ley y sus implicancias respecto de

las condiciones operacionales del cir-

cuito que aseguren su debida

implantación queda ilustrada por la

serie de tres balances de materiales

presentados a continuación para el

caso particular de un circuito de con-

figuración ‘DIRECTA’, como el repre-

sentado en la Figura 1 anterior;

haciendo notar que las mismas con-

clusiones se obtendrían si se tomara

como base cualquier otra configura-

ción de circuito.

1. BALANCE DE TONELAJES SECOS (MSK)

A estado estacionario, con referencia

a la Figura 1, las siguientes relaciones

de balance deben necesariamente

cumplirse:

MS1 + MS6 = MS2

MS2 = MS3

MS3 = MS5 (3)

MS5 = MS6 + MS7

MS6 = CC MS7

donde MSk representa el flujo másico

(expresado en toneladas secas por

hora, t/h) de mineral en el Flujo k y

donde la última ecuación es simple-

mente la definición de carga circulante.

No fue casual que se haya decidido

aislar la carga circulante como una

variable independiente dado que ésta

fuera reconocida por los operadores

como una condición relevante del pro-

ceso que podría llegar a limitar su ren-

dimiento y respecto de la cual se

observó que no existía pleno consen-

so entre los operadores respecto de

su nivel óptimo operacional.

Las ecuaciones 3 constituyen un

sistema lineal de 5 ecuaciones y 5

incógnitas, tomando MS1 y CC como

variables independientes, cuya solu-

ción está dada por:

MS1 = MS1 (dado)

MS2 = (1 + CC) MS1

MS3 = (1 + CC) MS1

MS4 = 0 (sólo agua) (4)

MS5 = (1 + CC) MS1

MS6 = (CC) MS1

MS7 = MS1

2. BALANCE DE PULPAS (MPK)

Nuevamente, con referencia a la Figu-

ra 1 anterior, las siguientes relaciones

de balance deben necesariamente

cumplirse:

MP1 + MP6 = MP2

MP2 = MP3

MP3 + MP4 = MP5

MP5 = MP6 + MP7 (5)

MP1 = MS1 / fs1

MP6 = MS6 / fs6

MP7 = MS7 / fs7

donde MPk representa el flujo másico

(t/h) de pulpa mineral en el Flujo k

(nótese que el Flujo 4 es sólo agua) y

donde las últimas tres ecuaciones son

simplemente la definición de la frac-

ción (porcentaje) de sólidos para los

flujos indicados. De esta manera, se

aisló intencionalmente como variables

independientes a fs6 (fracción de sóli-

dos en la descarga) y fs7 (fracción de

sólidos en el rebose) que - al igual que

la carga circulante - fueran reconoci-

das por los operadores como relevan-

tes para la productividad del proceso.

La variable fs1 no es relevante y estará

siempre determinada por defecto a

partir de la humedad del mineral de ali-

mentación fresca.

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Las ecuaciones 5 constituyen un

sistema lineal de 7 ecuaciones y 7

incógnitas, tomando MS1, CC, fs1, fs6

y fs7 como variables independientes,

cuya solución está dada por:

MP1 = MS1/fs1

MP2 = (1/fs1 + CC/fs6) MS1

MP3 = (1/fs1 + CC/fs6) MS1

MP4 = (1/fs7 - 1/fs1) MS1 (6)

MP5 = (CC/fs6 + 1/fs7) MS1

MP6 = (CC/fs6) MS1

MP7 = (1/fs7) MS1

Combinando adecuadamente las

ecuaciones 4 y 5 se confirma que la

estructura de la ecuación 1 se valida

en el balance de materiales del siste-

ma al obtener:

(1 + CC)

(fs5) = (7)

1/(fs7) + CC/(fs6)

aunque todavía falta por demostrar

que la condición de optimalidad del

circuito se alcanza cuando fs6 toma

valores máximos y fs7 valores mínimos.

La Figura 3 ilustra los rangos típicos

de valores de las distintas condiciones

operacionales bajo consideración,

según lo establecido por la ecuación 7.

Para un determinado nivel de carga cir-

culante constante, una disminución del

% sólidos de rebose (agregando más

agua al circuito) o una disminución del

% de sólidos de descarga (modificando

el número, tamaño o geometría de los

hidrociclones en la batería) se traduciría

en una disminución del % de sólidos de

alimentación a ciclones; condición de

interés para los ‘cicloneros’ aunque en

todo caso, muy sobre el máximo nor-

malmente recomendado por ellos para

este tipo de clasificadores. Más aún,

cabe reconocer que en circuitos reales,

CC, fs6 y fs7 no son variables indepen-

dientes entre sí. De hecho, dos cuales-

quiera de ellas casi determinan el valor

de la tercera. De manera tal que, en la

práctica operacional, tanto la dilución

del rebose como de la descarga de los

hidrociclones implica siempre un

aumento de la carga circulante que

viene a compensar cualquier dilución

posible del flujo de alimentación a los

mismos, según la ecuación 7. En otras

palabras, no es posible diluir significati-

vamente la alimentación a ciclones. No

importa cuanta agua se pueda agregar

o quitar del sistema, el contenido de

sólidos en este flujo tiende a auto-com-

pensarse y se mantiene relativamente

constante. Así, ningún ‘molinero’ debie-

ra sentirse culpable o avergonzado por-

que el % de sólidos en la alimentación a

ciclones oscile siempre en torno a valo-

res relativamente altos, en el rango de

35 – 40 % (en volumen).

Por otra parte, resulta paradójico

constatar que la vasta mayoría de los

sistemas de control automático de

estos procesos tienen como objetivo,

de al menos uno de sus lazos básicos

de control, ... estabilizar una variable

que se estabiliza sola.

Por combinación de las ecuaciones

4 y 6 anteriores es posible además

observar la influencia de las variables

CC, fs6 y fs7 sobre el ‘cortocircuito’ de

agua Bpw, el que queda totalmente

determinado por la expresión:

CC (1/fs6 -1)

Bpw = (8)

(1/fs7 -1) + CC (1/fs6 - 1)

El ‘cortocircuito’ o ‘by-pass’ de

agua (Bpw), considerado por muchos

como indicativo de la ‘ineficiencia de

clasificación’, podría entonces ser

reducido – para complacencia de los

‘cicloneros’ – diluyendo el flujo de

rebose y espesando el flujo de des-

carga de los hidrociclones, tal como

se ilustra en la Figura 4 ... siempre y

cuando la carga circulante permane-

ciera constante. Sin embargo, como

ya se mencionara, la respuesta natu-

ral de los sistemas reales es que

aumente la carga circulante a medida

que se diluye el rebose. En conse-

cuencia, Bpw – al igual que fs5 - resul-

ta auto-compensado y se mantiene

en un rango de valores relativamente

constantes, como se sugiere también

en la Figura 4. Nuevamente, ningún

‘molinero’ debiera sentirse culpable o

avergonzado porque el ‘cortocircuito’

de sus ciclones oscile siempre en

45

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60

65

70

75

80

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

% S

óli

do

s d

e A

lim

en

tac

ión % Sólidos

Descarga

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7672807672

CC

5

2 fs5 =(1 + CC)  

1/fs7 + CC/fs6

Respuesta de un Sistema Real

Respuesta de un Sistema Real

45

50

55

60

65

70

75

80

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

% S

óli

do

s d

e A

lim

en

tac

ión % Sólidos

Descarga

80

7672807672

CC

5

2 fs5 =(1 + CC)  

1/fs7 + CC/fs6

Respuesta de un Sistema Real

Respuesta de un Sistema Real

Figura 3. Relación de balance entre las diluciones de alimentación, rebosey descarga de un hidrociclón y la carga circulante desarrollada por el circuito,

según la ecuación 7.

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

By

­Pa

ss

 de

 Ag

ua

, °/

1 Bpw =CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

% Sólidos

Descarga

727680

727680

CC

5

2

Respuesta de un Sistema RealRespuesta de un Sistema Real

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

By

­Pa

ss

 de

 Ag

ua

, °/

1 Bpw =CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)Bpw =

CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)Bpw =

CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

% Sólidos

Descarga

727680

727680

CC

5

2

Respuesta de un Sistema RealRespuesta de un Sistema Real

Figura 4. Relación de balance entre el ‘cortocircuito’ de agua y las diluciones de rebose y descarga de un hidrociclón y la carga circulante desarrollada por el

circuito, según la ecuación 8.

Page 6: La Cuarta Ley de La Molienda

57

rocas y

min

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torno a valores relativamente altos, en

el rango de 35 – 40 % ... es simple-

mente lo que determina el balance de

materiales del sistema.

3. BALANCE DE FINOS (mK)Los primeros dos grupos de ecuacio-

nes de balance arriba presentados

permitieron descartar las condiciones

de dilución del flujo de alimentación a

ciclones y el ‘cortocircuito’ de agua a

la descarga de los mismos como con-

diciones relevantes para la optimalidad

global del circuito.

Se requería entonces encontrar otra

condición operacional que pudiera

relacionarse directamente con un

mejor rendimiento del circuito de

molienda/clasificación. En este con-

texto, el criterio de optimalidad que dio

origen a la Cuarta Ley hace directa

referencia al contenido de finos en la

carga del molino, al postular:

definiendo, para tales efectos, el con-

tenido de finos como el porcentaje (en

peso) de partículas menores que la

abertura de la última malla de la serie

de tamices utilizados (típicamente, el

% - 325# o el % - 400#). Surgió enton-

ces la inquietud si sería también posi-

ble establecer ecuaciones de balance

para los ‘finos’ que permitieran relacio-

nar la tarea global de molienda (carac-

terizada para estos efectos por la

dupla de valores conocidos F1 = %

Finos en la Alimentación Fresca y F7 =

% de Finos en el Rebose) con el

correspondiente contenido de finos en

el interior del molino y las demás con-

diciones operacionales que lo determi-

nan (CC, fs6 y fs7).

Más aún, tomando en considera-

ción que el flujo de pulpa a través de

un molino cualquiera es altamente

turbulento - aproximándose clara-

mente más a un régimen de ‘mezcla-

dor perfecto’ que a uno de ‘flujo pis-

tón’ – se postuló que la única forma

de mantener su contenido interior

libre de finos es asegurando que su

flujo de descarga (Flujo 3 en Figura 1)

contenga también un mínimo de par-

tículas finas ... teniendo siempre pre-

sente que se debe cumplir con la

tarea de molienda preestablecida.

Así se logró establecer las siguien-

tes relaciones de balance, a estado

estacionario, para las partículas más

finas presentes en un circuito como el

representado en la Figura 1:

m1 + m6 = m2

m3 = m5

m5 = m6 + m7 (9)

m6 = Bpf m5

donde mk representa el flujo másico

(t/h) de finos en el Flujo k.

A las ecuaciones 9 se agrega la

ecuación 2 del postulado 3 arriba

enunciado:

Bpf = λ Bpw (2)

para conformar así un sistema lineal de

5 ecuaciones y 5 incógnitas (recono-

ciendo que m1 y m7 son conocidos y

definidos por la tarea de molienda)

cuya solución está dada por:

m1 = m1 (dado)

m2 = m1 + [ λBpw/(1-λBpw)] m7

m3 = [ 1/(1-λBpw)] m7

m4 = 0 (sólo agua) (10)

m5 = [ 1/(1-λBpw)] m7

m6 = [λBpw/(1-λBpw)] m7

m7 = m7 (dado)

En particular, la tercera de estas

expresiones - junto con la ecuación 8

que define Bpw y la tercera de las

ecuaciones 4 que define MS3 - permi-

tieron finalmente obtener la deseada

relación para la fracción de finos en la

descarga del molino (F3):

Un análisis de sensibilidad deta-

llado de esta última ecuación –con el

apoyo gráfico de la Figura 5– vino a

demostrar que el criterio básico de la

Cuarta Ley en cuanto a que el conte-

nido de finos en el flujo de descarga

del molino debe ser tan bajo como

sea posible se satisface plenamente

cuando el circuito es operado al míni-

mo posible % de sólidos en el rebose

(utilizando el máximo de agua y/o

capacidad de bomba disponibles) y

el máximo posible de % sólidos en la

descarga de los hidrociclones (redu-

ciendo el diámetro de los ápices a su

mínima dimensión, siempre evitando

el riesgo de ‘acordonamiento’). Una

vez impuestas estas dos condiciones

base, el % de sólidos en la alimenta-

ción a los ciclones y la carga circu-

lante adoptarán valores óptimos con-

sistentes con el balance de masas

del sistema, según lo establecido por

la ecuación 1 anterior.

En efecto, en el caso hipotético

ilustrado en la Figura 5, sería posible

reducir a la mitad (de 20 % a 10 %)

el contenido de finos en la descarga

del molino incrementando la dosifi-

cación total de agua al circuito (para

reducir el % sólidos de rebose de 46

% a 32 %) y reduciendo el número

de ciclones en la batería o cerrando

adecuadamente los ápices (para

incrementar el % de sólidos de des-

carga de 72 % a 80 %). La carga cir-

culante del sistema naturalmente

aumentaría como consecuencia del

incremento en el flujo de agua sumi-

nistrado al circuito, aportando signifi-

cativamente al objetivo de reducción

del contenido de finos en la descar-

ga del molino. El mayor grado de

cumplimiento de tal objetivo – según

la Cuarta Ley – sería beneficioso en

términos de productividad del circui-

to para una determinada tarea de

molienda. Como se discute en deta-

lle en la segunda parte de esta publi-

cación, la puesta en práctica de

estas mejoras estará siempre supe-

ditada a la capacidad de la bomba -

que actúa como un verdadero ‘cora-

zón’ del circuito - para manejar la

mayor carga circulante desarrollada,

Foto 2.

El haber descubierto la forma de

ligar el cumplimiento del criterio opti-

mizante a las condiciones operacio-

nales que lo determinan – a través de

los distintos balances de materiales

presentados; particularmente el últi-

mo grupo – fue ciertamente un gran

breakthrough o paso adelante en la

búsqueda de condiciones óptimas

para la operación de un circuito de

molienda/clasificación cualquiera.

VERIFICACIÓN EXPERIMENTALIntuitivamente, los postulados que

dieron origen al criterio de la Cuarta

Ley parecían entonces correctos y

... con el propósito de evitar la

sobremolienda de las partículas más

finas, su presencia relativa en la carga

debe ser tan baja como sea posible...

F7 [(1/fs7 - 1) + CC (1/fs6 - 1)]

F3 = m3 / MS3 = (11)

(1+CC) [(1/fs7 - 1) + (1 - λ)CC (1/fs6 - 1)]

Page 7: La Cuarta Ley de La Molienda

58

MOLIENDA

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min

era

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2010

ahora, más de 25 años después,

este autor se declara firmemente

convencido de que así lo son. Hoy en

día, nadie podría argumentar con

base que en los sistemas de molien-

da/clasificación no exista una directa

relación entre la energía específica

(kWh/t) suministrada y la tarea de

molienda, que el impacto (contacto)

de las bolas entre sí no sea esencial-

mente aleatorio y que el cortocircuito

de finos no sea proporcional al corto-

circuito de agua a la descarga de los

ciclones. No son supuestos realmen-

te restrictivos, a la luz del entendi-

miento que hoy existe respecto de

estos sistemas, pero sí son supues-

tos suficientes para sustentar la vali-

dez de la postulada Cuarta Ley.

Resulta lógico entonces concluir que

"el que poco asume, poco se aleja de

la verdad y por tanto, poco tiene que

demostrar". No obstante, la tentación

de verificar experimentalmente la

aplicabilidad de la postulada Cuarta

Ley fue del todo irresistible.

Durante 1987, tanto Cía. Minera

Carolina de Michilla como CODELCO,

División El Teniente, ambas empresas

Chilenas, aceptaron desarrollar exten-

sos programas experimentales a esca-

la industrial tendientes a confirmar la

aplicabilidad de la Cuarta Ley(7,8).

No resultó fácil recopilar todos los

antecedentes experimentales reque-

ridos en una base comparativa, libre

de las diversas distorsiones opera-

cionales enfrentadas durante cada

campaña de muestreo; particular-

mente en cuanto a asegurar que

todas las condiciones ensayadas

entregaban una misma tarea de

molienda preestablecida. Para supe-

rar este inconveniente, se optó por

recurrir a la ecuación de Bond(4),

tomando como indicador represen-

tativo del rendimiento operacional

Foto 2: Circuitos de molienda-clasificación; válvulas automáticas en distribuidores

0.10

0.12

0.14

0.16

0.18

0.20

0.22

0.24

0.26

0.28

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

% F

ino

se

n D

es

c. 

Mo

lin

oF3 =

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + (1 ­ O)CC (1/fs6 ­ 1)

F7

(1 + CC)

% Sólidos

Descarga

72

76

80

72

76

80

CC

2

5

Respuesta de un Sistema Real

Respuesta de un Sistema Real

0.10

0.12

0.14

0.16

0.18

0.20

0.22

0.24

0.26

0.28

30 32 34 36 38 40 42 44 46 48

% Sólidos de Rebose

% F

ino

se

n D

es

c. 

Mo

lin

oF3 =

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + (1 ­ O)CC (1/fs6 ­ 1)

F7

(1 + CC)F3 =

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + (1 ­ O)CC (1/fs6 ­ 1)

F7

(1 + CC)F3 =

(1/fs7 ­ 1) + CC (1/fs6 ­ 1)

(1/fs7 ­ 1) + (1 ­ O)CC (1/fs6 ­ 1)

F7

(1 + CC)

% Sólidos

Descarga

72

76

80

72

76

80

CC

2

5

Respuesta de un Sistema Real

Respuesta de un Sistema Real

Figura 5. Relación de balance entre el contenido de ‘finos’ en el flujo de descargadel molino y las diluciones de rebose y descarga de un hidrociclón y la carga

circulante desarrollada por el circuito, según la ecuación 11.

Page 8: La Cuarta Ley de La Molienda

60

MOLIENDA

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2010

del circuito su Índice de TrabajoOperacional (Wio, kWh/t), definidocomo:

Wio = (E/10)/(1/P800.5 –1/F80

0.5) (12)

donde E representa el consumo espe-cífico de energía suministrada al circui-to, expresado normalmente en kWh/tmolida. Sobre esta base fue posiblehomologar el conjunto de resultadosobtenidos, bajo el supuesto de que elWio es relativamente invariante frente aleves variaciones en la tarea de molien-da definida por la dupla de valores(F80, P80).

Primeramente, la Figura 6 presentalos resultados obtenidos en Carolinade Michilla(7) en Chile donde los ensa-yos se llevaron a cabo en un molino de10 ft φ x 11.5 ft con motor de 520 kWque operaba en circuito cerrado con 1ciclón de 20 in φ, bajo la configuración‘DIRECTA’, a una tasa de tratamientonominal de 30 t/h. En ellos se observóuna clara tendencia entre el contenidode finos en el molino y el Índice de Tra-bajo Operacional del circuito, revelan-do un potencial de optimización delorden de un 26 % de reducción en elWio como consecuencia de una reduc-ción del 30 % al 15 % - 325# en el flujode descarga del molino.

Complementariamente, la Figura 7confirma que incrementos en el %sólidos de descarga de los ciclones,sumado a incrementos en la cargacirculante, se traducen en un menorcontenido de finos en la descarga delmolino. Como cabe esperar, el incre-mento de carga circulante estuvoasociado a una mayor dilución delrebose. De hecho, los valores haciael extremo derecho del gráfico(menores % - 325# en descarga moli-no) corresponden a los muestreos rea-lizados con mayor adición de agua alcircuito, tal como postula el criteriode la Cuarta Ley.

Análogamente, la Figura 8 presentaresultados experimentales correspon-dientes a los ensayos realizados para-lelamente en CODELCO-Chile, Divi-sión El Teniente(8), específicamente enla Sección 2 de su ConcentradoraColón, consistente en un molino de14.5 ft φ x 24 ft que operaba en circui-to cerrado con 5 ciclones de 20 in φ ybomba de velocidad variable, bajo laconfiguración ‘DIRECTA’, a una tasade tratamiento nominal de 160 t/h. Los

antecedentes recopilados ratifican lasmismas observaciones desprendidasde la Figura 6 anterior; es decir, que esposible reducir significativamente elÍndice de Trabajo Operacional alimplantar las condiciones sugeridas

por el criterio de la Cuarta Ley tendien-tes a reducir el contenido de finos en ladescarga del molino.

Igualmente, la Figura 9 ratificatambién que un alto flujo circulantepermite mantener el contenido de

8

10

12

14

16

18

20

6 10 14 18 22 26 30 34 38

% ­325 # en Descarga Molino

Ind

ice

 de

 Tra

ba

jo O

pe

rac

ion

al,

kW

h/t

on

 Baja (<300%)

 Media

 Alta (>400%)

Carga Circulante

8

10

12

14

16

18

20

6 10 14 18 22 26 30 34 38

% ­325 # en Descarga Molino

Ind

ice

 de

 Tra

ba

jo O

pe

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ion

al,

kW

h/t

on

 Baja (<300%)

 Media

 Alta (>400%)

Carga Circulante

10

14

18

22

26

30

34

38

66 70 74 78 82 86

% Sólidos en la Descarga

% ­

32

5 #

 en

 De

sc

arg

a M

oli

no

 Baja (<300%)

 Media

 Alta (>400%)

Carga Circulante

10

14

18

22

26

30

34

38

66 70 74 78 82 86

% Sólidos en la Descarga

% ­

32

5 #

 en

 De

sc

arg

a M

oli

no

 Baja (<300%)

 Media

 Alta (>400%)

Carga Circulante

14

16

18

20

22

10 14 18 22 26 30 34

% ­325 # en la Descarga Molino

Ind

ice

 de

 Tra

ba

jo O

pe

rac

ion

al,

kW

h/t

on

Figura 6. Efecto del contenido de finos en la descarga del molino sobre el Índicede Trabajo Operacional, sobre la base de muestreos realizados en Minera

Carolina de Michilla, Chile.

Figura 7. Efecto del % de sólidos en la descarga de los hidrociclones sobre elcontenido de finos en la descarga del molino, sobre la base de muestreos

realizados en Minera Carolina de Michilla, Chile.

Figura 8. Efecto del contenido de finos en la descarga del molino sobre el Índice de Trabajo Operacional, sobre la base de muestreos realizados en

CODELCO-Chile, División El Teniente.

Page 9: La Cuarta Ley de La Molienda

62

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finos en la descarga del molino en elrango de valores más bajo que seaposible. Este mayor flujo circulantees necesaria consecuencia de unamayor dilución del rebose de loshidrociclones.

Un interesante corolario que sedesprende de los antecedentesempíricos aquí presentados es que–contrario a las creencias populares-no necesariamente una mayor cargacirculante es indicativa de un mineralmás duro y difícil de moler. En estecaso, las mayores cargas circulantesy demás condiciones operacionalesimpuestas permitieron reducir losfinos en la descarga del molino y deesta manera reducir también el Índi-ce de Trabajo Operacional. En otraspalabras, al imponer las condicionesoperacionales sugeridas por el crite-rio de la Cuarta Ley es posible redu-cir el Wio, haciéndole creer al molinoque el mineral fuera más blando;contrario a lo que se observa cuandolos operadores toleran un mayorcontenido de finos en el interior delmolino. Dependiendo de la capaci-dad de bombeo disponible, los ope-radores podrán optar por tomar ven-taja del menor Wio observado paraalternativamente moler más tonela-das para una tarea de moliendadada o incrementar la fineza del pro-ducto final para una misma meta detonelaje procesado.

Se ha contra-argumentado queuna excesiva carencia de finos en lacarga del molino podría llegar aafectar la reología de la pulpa y, porende, impactar negativamente en la

capacidad intrínseca del molino.Afortunadamente, la ineficiencianatural de los hidrociclones aseguraque un contenido suficiente de finos– de al menos 10 % (en peso) –estará siempre presente en el inte-rior del molino por lo que el objetivoteórico de eliminar todos los finos noes nunca alcanzable en la prácticaoperacional.

COMENTARIOS FINALES

En esta primera de dos partes de lapresente publicación se reseñan losfundamentos básicos que sustentan

la formulación de la denominadaCuarta Ley de la Molienda/Clasifica-ción; criterio operacional que, en loesencial, aporta pautas específicasen cuanto a cómo operar mejor losclasificadores (hidrociclones) en supapel subsidiario a la operación delmolino y que específicamente pos-tula que ‘el contenido de finos en elflujo de descarga del molino debeser tan bajo como sea posible’.Para ello el circuito debe ser opera-do al mínimo posible % de sólidosen el rebose (utilizando el máximode agua y/o capacidad de bombadisponibles) y el máximo posible %de sólidos en la descarga de loshidrociclones (reduciendo el diáme-tro de los ápices a su mínimadimensión, evitando el riesgo de‘acordonamiento’).

Se han presentado además los pri-meros antecedentes empíricos recolec-tados a nivel industrial que permitieron irconstruyendo confianza respecto a lavalidez de las enseñanzas que necesa-riamente se desprenden del postuladocriterio de la Cuarta Ley.

En una segunda parte a ser pronta-mente publicada por este mismomedio, se analizará en detalle losrequerimientos específicos y lospotenciales beneficios a obtener comoresultado de la correcta aplicación delreferido criterio de la Cuarta Ley.

10

14

18

22

26

30

34

0 200 400 600 800 1000

% Carga Circulante

% ­

32

5 #

 en

 De

sc

arg

a M

oli

no

 Alto

 Medio

 Bajo

% Sólidos Rebalse

10

14

18

22

26

30

34

0 200 400 600 800 1000

% Carga Circulante

% ­

32

5 #

 en

 De

sc

arg

a M

oli

no

 Alto

 Medio

 Bajo

% Sólidos Rebalse

Figura 9. Efecto del tonelaje circulante a través del molino sobre el contenido de finos en la descarga del molino, sobre la base de muestreos realizados en

CODELCO, División El Teniente.

REFERENCIAS

1. Sepúlveda, J. E., "Una Cuarta Ley para la Molienda/Clasificación", IV Simposio ARMCO sobre Molienda, Viña del Mar, Chile, Noviem-bre, 1984.

2. Von Rittinger, P. R., "Leherbuch der Aufbereitungskunde", Berlín,1867.

3. Kick, F., "Das Gesetz der Proportionalen Widerstande und SeineAnwendung", A. Felix, Leipzig, 1885.

4. Bond, F. C., "The Third Theory of Comminution", AIME Trans., Vol.193, p. 484, 1952. También en Mining Engineering, Mayo, 1952.

5. Gutiérrez, L. y Sepúlveda, J.E., Dimensionamiento y Optimizaciónde Plantas Concentradoras Mediante Técnicas de ModelaciónMatemática, Publicación del Centro de Investigación Minera yMetalúrgica (CIMM), Chile, 1986.

6. Bouso, J. L. "Control Automático de la Clasificación en los Circuitosde Molienda", Moly-Cop 2005: X Simposio sobre Procesamiento deMinerales, Termas de Chillán, Chile, Noviembre, 2005.

7. Sepúlveda, J. E., Informe CIP-8601, ARMCO Chile S. A., 1987.

8. Sepúlveda, J. E., Informe CIP-8606, ARMCO Chile S. A., 1987.

Page 10: La Cuarta Ley de La Molienda

64

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LA CUARTA LEY DE LA MOLIENDA/CLASIFICACIÓNA manera de enunciado, el criterio de

la Cuarta Ley simplemente postula

que(1,2):

Tal como se discute en la referida

primera parte de la presente publica-

ción(2), este objetivo puede ser siem-

pre alcanzado operando el circuito al

mínimo posible % de sólidos en el

rebose (utilizando el máximo de agua

y/o capacidad de bomba disponibles)

y el máximo posible % de sólidos en

la descarga de los hidrociclones

(reduciendo el diámetro de los ápices

a su mínima dimensión, un poco

antes de alcanzar la condición de

‘acordonamiento’). Una vez impues-

tas estas dos condiciones base, el %

de Sólidos en la alimentación a los

ciclones y la carga circulante adopta-

rán valores óptimos consistentes con

el balance de masas del sistema que

impone la relación:

(1 + CCopt)

(fs5)opt = (1)

1/(fs7)min + CCopt/(fs6)máx

donde:

fsk = fracción (en peso) de sólidos en

el flujo k, %/100

CC = fracción de carga circulante,

definida como la razón entre el

flujo másico de descarga (Flujo

6) de los hidrociclones y el flujo

másico de rebose (Flujo 7) de

los mismos, %/100.

OPTIMIZANDO EL PROCESOUna vez superado el desafío de

demostrar la validez teórica y práctica

del criterio de la Cuarta Ley(2), a partir

de un mínimo de supuestos de amplia

aceptación práctica y sin necesidad de

recurrir a complejas formulaciones

matemáticas, fue reconfortante cons-

tatar que los modelos más modernos y

detallados para procesos de molien-

da/clasificación disponibles en la litera-

tura(3-5) - que fueran desarrollados con

bastante anterioridad al criterio de la

Cuarta Ley - y que han dado origen a

diversos simuladores suficientemente

realistas de estos procesos, son total-

mente consistentes con los supuestos,

conclusiones y recomendaciones que

surgen de la correcta aplicación del cri-

terio optimizante de la Cuarta Ley.

En términos prácticos, el verdadero

valor del conocimiento teórico queda

demostrado por su potencial para

guiar a los responsables del proceso

en la adopción de acciones concretas

que apunten a mejorar sus niveles de

rendimiento operacional. En otras

palabras, el marco teórico establecido

para el análisis de un problema parti-

cular cualquiera debe aportar respues-

tas a la pregunta:

- Y ahora ....¿Qué se puede hacer

distinto para mejorar?

Definitivamente, el rol principal del

ingeniero de procesos de una planta

concentradora no es - como lamenta-

blemente hoy muchas veces se obser-

va - preparar decenas y decenas de

informes rutinarios que rara vez alguien

pueda leer con algún grado de deten-

ción. Muy por el contrario, el rol del

ingeniero de procesos es fundamen-

talmente ‘digerir’ la información opera-

cional disponible y complementar sus

bases de datos, según juzgue necesa-

rio, para luego concentrarse en idear y

preseleccionar alternativas de optimi-

zación de su proceso.

En 1994, acogiendo la invitación de

Samarco Mineraçao de Brasil, este

autor preparó un listado de recomen-

daciones específicas que correcta-

mente adoptadas debieran conducir a

alcanzar el objetivo permanente de

optimizar la productividad de los circui-

tos de molienda fina convencional.

Tales recomendaciones abarcan

desde lo más obvio, como el ajuste del

nivel de carga en los molinos, hasta lo

más complejo, como es la implanta-

ción de avanzados sistemas de control

operacional experto. Con un propósito

netamente didáctico, este listado reci-

bió el nombre de "Diez ‘Mandamien-

tos’ para Mejorar la Productividad de

sus Molinos"(6). En tal contexto, la

Cuarta Ley aportó específicamente

tres de tales ‘Mandamientos’:

Mandamiento # 6.

Maximizar el contenido de sólidos

en la descarga de los ciclones

La postulada Cuarta Ley indica la

conveniencia de mantener la densidad

de la pulpa de descarga de la batería

de hidrociclones lo más alta posible,

La Cuarta Leyde la Molienda/ClasificaciónII. Implicaciones Prácticas

de su Correcta AplicaciónJAIME E. SEPÚLVEDA, PH. D.

Moly-Cop Grinding SystemsSCAW Metals Group

"Para una óptima eficiencia ener-

gética del proceso de molienda, se

requiere que el contenido de partí-

culas finas en el interior del molino

sea tan bajo como sea posible ...

para una tarea de molienda dada."

Esta segunda parte abarca los requerimientos específicos y los potenciales beneficios a obtener como resultado de lacorrecta aplicación del mencionado criterio de la Cuarta Ley.

Page 11: La Cuarta Ley de La Molienda

65

rocas y

min

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2010

sin llegar a alcanzar la indeseable con-

dición de ‘acordonamiento’, momento

en que la descarga se obstruye y los

ciclones comienzan a desviar la totali-

dad de la alimentación al flujo de rebo-

se, Foto 1. En cada aplicación particu-

lar, los operadores deben determinar

por la vía empírica el límite máximo de

operación segura, el que normalmente

cae en el rango de 56 % - 60 % de

sólidos (en volumen) para los ciclones

verticales más tradicionales y hasta 65 %

- 67 % de sólidos (en volumen) para

los mismos ciclones pero inclinados

(casi horizontales) o los denominados

‘de fondo plano’. Precisamente, la

principal ventaja de estas dos últimas

variedades de instalación o diseño de

clasificadores es que permiten operar

a mayores densidades de descarga

que con ciclones verticales y lograr así

un mayor grado de cumplimiento de lo

indicado por la Cuarta Ley.

Con el apoyo del simulador Ball-

Sim_Direct incorporado al paquete de

software Moly-Cop Tools(7), la Tabla 1

presenta los resultados de una serie de

simulaciones del efecto esperado de

incrementar la densidad de la descarga

de los hidrociclones en el rango de

72% a 80 % de sólidos (en peso), lo

que se traduciría en un incremento de

3.3 % en la capacidad de tratamiento

del circuito, para la misma ‘tarea de

molienda’ (P80 = 180 µm, constante).

Tal vez de mayor relevancia, en caso de

existir una capacidad limitada de bom-

beo, sería la consecuente reducción en

la carga circulante lo que permitiría

aumentar la dosificación de agua al cir-

cuito, en consonancia con el Manda-

miento # 7 siguiente.

Mandamiento # 7.

Maximizar la dosificación de agua al

cajón de la bomba

De mayor impacto efectivo que el

Mandamiento #6 anterior, la postulada

Cuarta Ley indica también la conve-

niencia de diluir al máximo posible el

flujo de rebose de los hidrociclones;

obviamente sujeto a la disponibilidad

de agua existente en cada aplicación

particular.

La Tabla 2 presenta los resultados

de una serie de simulaciones del efec-

to esperado de incrementar la dosifi-

cación de agua al circuito, diluyendo

en consecuencia el flujo de rebose de

los hidrociclones en el rango de 42 %

a 34 % de sólidos (en peso), lo que se

traduciría en un incremento de casi un

8 % en la capacidad de tratamiento

del circuito, para la misma ‘tarea de

molienda’, Foto 2.

Resulta interesante observar que el

potencial de optimización implícito en el

ejemplo de la Tabla 2 anterior se lograría

Foto 1. Descarga de hidrociclones en ángulo correcto, transición cordón-paraguas.

Simulación Simulación Simulación Simulación Simulación

0 1 2 3 4

 TRATAMIENTO

   ton/hr 458.4   463.6   467.9   471.2   473.7  

   % CC 532.9   413.8   339.9   289.5   252.9  

   P80, micras 180.0   180.0   180.0   180.0   180.0  

 ENERGIA

   kW (neto) 3,885   3,885   3,885   3,885   3,885  

   kWh/ton (bruto) 8.48   8.38   8.30   8.24 8.20  

   Wio, kWh/ton 14.62   14.45   14.32   14.22   14.14  

 CLASIFICADORES

   % Sólidos Alimentación 64.7   64.4   64.2   63.9   63.7  

   % Sólidos Rebose 42.0   42.0   42.0   42.0   42.0  

   % Sólidos Descarga 72.0   74.0   76.0   78.0   80.0  

   Alim. Ciclones, m3/hr 2,619   2,165   1,883   1,691   1,551  

   Presión, psi 10.0   10.0   10.0   10.0   10.0  

   By­Pass Finos, % 0.570   0.487   0.415   0.353   0.298  

   By­Pass Agua, % 0.600   0.513   0.437   0.372   0.314  

   % Finos Desc. Molino 17.0   17.2   17.4   17.5   17.7  

Tabla 1. Efecto del % de Sólidos de Descarga sobre la Capacidad y otras respuestas del circuito, en base a simulacionesdesarrolladas con BallSim_Direct de Moly-Cop Tools.

Page 12: La Cuarta Ley de La Molienda

66

MOLIENDA

rocas y

min

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les

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2010

con sólo leves variaciones del % sóli-

dos de alimentación a ciclones (fs5) y el

‘cortocircuito’ de finos a la descarga

(Bpf), como se indica en la Figura 1,

debido al efecto compensatorio del

incremento en la carga circulante origi-

nada por la mayor dosificación de

agua al cajón de la bomba. Ello viene a

reiterar que fs5 y Bpf - tradicionalmente

ligadas a la mal llamada ‘eficiencia’ de

clasificación - no son determinantes

del rendimiento global del circuito(2). No

tiene sentido práctico la búsqueda de

la máxima eficiencia de clasificación

per se. Según la Cuarta Ley, los hidro-

ciclones cumplen un rol muy importan-

te, pero sólo ‘subsidiario’ a lo que ocu-

rra en el interior del molino.

Mandamiento # 8.

Incrementar la capacidad

de la bomba

Estrechamente ligado al Mandamien-

to #7, este Mandamiento #8 anticipa la

posible necesidad de reemplazar la

bomba existente por una de mayor

capacidad, idealmente de velocidad

variable, producto del esperado incre-

mento en carga circulante a medida que

aumenta la dosificación de agua al circui-

to. En algunos casos, ha sido suficiente

un cambio de poleas del sistema de

transmisión del motor a la bomba para

acomodar los mayores flujos circulantes.

En el ejemplo de la Tabla 2 ante-

rior, la carga circulante subiría de

290% a 430%, lo que implicaría unFoto 2. Descarga de molino y caja de bomba.

Simulación Simulación Simulación Simulación Simulación

3 5 6 7 8

 TRATAMIENTO

   ton/hr 471.2   481.2   490.7   499.8   508.5  

   % CC 289.5   320.6   354.3   391.1   431.5  

   P80, micras 180.0   180.0   180.0   180.0   180.0  

 ENERGIA

   kW (neto) 3,885   3,885   3,885   3,885   3,885  

   kWh/ton (bruto) 8.24   8.07   7.92   7.77 7.64  

   Wio, kWh/ton 14.22   13.92   13.65   13.40   13.17  

 CLASIFICADORES

   % Sólidos Alimentación 63.9   63.6   63.3   63.0   62.7  

   % Sólidos Rebose 42.0   40.0   38.0   36.0   34.0  

   % Sólidos Descarga 78.0   78.0   78.0   78.0   78.0  

   Alim. Ciclones, m3/hr 1,691   1,880   2,087   2,316   2,571  

   Presión, psi 10.0   10.0   10.0   10.0   10.0  

   By­Pass Finos, % 0.353   0.357   0.361   0.364   0.366  

   By­Pass Agua, % 0.372   0.376   0.380   0.383   0.385  

   % Finos Desc. Molino 17.5   16.3   15.1   14.0   12.9  

Tabla 2. Efecto del % de Sólidos de Rebose sobre la Capacidad y otras respuestas del circuito, en base a simulacionesdesarrolladas con BallSim_Direct de Moly-Cop Tools.

54.0

56.0

58.0

60.0

62.0

64.0

66.0

200 250 300 350 400 450 500 550 600 650

 % Carga Circulante

% S

ólid

os A

lim

en

tació

n

0.00

0.20

0.40

0.60

0.80

1.00

1.20

'Co

rto

cir

cu

ito

' d

e F

ino

s

78%82%

74%

78%

82%

74%

54.0

56.0

58.0

60.0

62.0

64.0

66.0

200 250 300 350 400 450 500 550 600 650

 % Carga Circulante

% S

ólid

os A

lim

en

tació

n

0.00

0.20

0.40

0.60

0.80

1.00

1.20

'Co

rto

cir

cu

ito

' d

e F

ino

s

78%82%

74%

78%

82%

74%

54.0

56.0

58.0

60.0

62.0

64.0

66.0

200 250 300 350 400 450 500 550 600 650

 % Carga Circulante

% S

ólid

os A

lim

en

tació

n

0.00

0.20

0.40

0.60

0.80

1.00

1.20

'Co

rto

cir

cu

ito

' d

e F

ino

s

78%82%

74%

78%

82%

74%

Figura 1.  Efecto  del  incremento  de  la carga  circulante asociado a la 

dilución del flujo de rebose de los ciclones de 42% a 33%

Figura 1. Efecto del incremento de la carga circulante asociado a la dilución del flujode rebose de los ciclones de 42% a 33% sólidos, bajo distintos niveles de densidad

en la descarga de los mismos, según los valores indicados sobre el gráfico.

Page 13: La Cuarta Ley de La Molienda

67

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2010

aumento del flujo de alimentación aciclones de 1.690 m3/h a 2.570 m3/h.Es probable que una misma bomba,aunque sea de velocidad variable, nosea capaz de absorber tal variaciónde flujo.

Cabe resaltar que las conclusio-nes y recomendaciones que surgende la correcta aplicación del criteriooptimizante de la Cuarta Ley sonplenamente consistentes con loindicado por los diversos modelosmatemáticos y simuladores disponi-bles en la literatura(3-5,7); los que fue-ran desarrollados con bastanteanterioridad a la postulación de estecriterio de la Cuarta Ley(1). Sobre labase de las diversas simulacionesaquí presentadas, la Figura 2 confir-ma que para lograr una óptimareducción efectiva en el Índice deTrabajo Operacional (Wio) - y asílograr el mejor rendimiento globaldel circuito - es necesario minimizarel contenido de finos en la descargadel molino y para ello se requierediluir el rebose y espesar la descar-ga de los ciclones; es decir, precisa-mente lo que plantea la Cuarta Ley(ver ecuación 1).

Límites Operacionales

a la Carga Circulante:

EL CRITERIO DE ARBITER

Nathaniel Arbiter (8) ha publicadodiversos estudios tendientes a pre-determinar las condiciones opera-cionales de un molino de bolas con-vencional (con descarga tipo over-flow) que podrían llevar a éste a unacondición de sobrecarga (o sobrelle-

nado) caracterizada por una reduc-ción significativa de la potenciademandada y la incapacidad delmolino para hidráulicamente trans-portar la pulpa desde su boca de ali-mentación hasta su boca de descar-ga. Arbiter postuló que para evitar lacondición de sobrecarga de undeterminado molino en operación,debe cumplirse que la velocidadaxial de la pulpa a través del molinosea inferior al 2,2 % de la velocidadtangencial de la coraza del mismomolino(8).

La razón de las velocidades axial ytangencial antes referidas es expresa-ble como:

Vel. Axial Q / fm ANq = = (2)

Vel. Tangencial π N D

donde :Q = Flujo volumétrico de pulpa a tra-

vés del molino, ft3/minfm,= Volumen de pulpa mineral en la

carga, expresado como fraccióndel volumen total del molino,%/100

A = Área de la sección transversal delmolino, πD2/4

N = Velocidad de giro del molino,rev/min = Nc (76,6/D0.5)

Nc= Fracción de la velocidad críticadel molino, %/100

D = Diámetro interior del molino, ft.

y, por lo tanto, reemplazando cada tér-mino y simplificando se obtiene:

Nq = 0,00529 Q / (fm Nc D2.5) (3)

Por otra parte, fm está relacionadoal nivel de llenado aparente total delmolino (Jtot), incluyendo bolas y pulpa,por la expresión:

fm = Jtot - (1-fv) Jb (4)

donde :fv = Fracción volumétrica de espacios

vacíos entre las bolas, %/100Jb = Fracción aparente de llenado del

molino con bolas, %/100.

De esta forma, el último término dela ecuación 4 anterior representa elvolumen neto ocupado por las bolasen el molino, expresado como fraccióndel volumen total. Por lo tanto, el volu-men restante para completar el volu-men aparente total (Jtot) correspondeal contenido de mineral, fm.

Arbiter recolectó información dediversas instalaciones en el mundo,cuyos molinos se encontraban ope-rando en condiciones críticas (al límitede la sobrecarga) y reagrupando laecuación 3, determinó la correlaciónempírica :

fm* Nq* = 0,00529 Q* / (Nc D2,5) = 0,0109 – 0.0144 Jb= 0.022 (0,5 – 0,66 Jb) (5)

donde el símbolo (*) denota ‘condicióncrítica’. La Figura 3 ilustra la validezempírica de esta correlación, segúnArbiter(8).

Estudios complementarios sobre eltransporte de masa a través de moli-nos de bolas han indicado que lasobrecarga se produce cuando lacarga total del molino llega a ocuparun 50% de su volumen interior; esdecir, Jtot = 0,5. Si además aceptamosque, por la compactación natural del‘riñón’ de bolas en movimiento, sóloqueda un fv = 34 % de espacio libreentre las bolas (en contraste al fv =40%, típicamente aceptado para car-gas en reposo), de la ecuación 4 seobtiene:

fm* = 0,5 - (1 - 0,34) Jb= 0,5 - (0,66) Jb (6)

y por directa substitución en la ecua-ción 5:

Nq* = 0.022 (7)

es decir, recordando la definición deNq (ecuación 2), se concluye que la

12

13

14

15

10 12 14 16 18 20

% ­ 400# en Descarga Molino

Wio

, kW

h/t

on

78%82%

74%

12

13

14

15

10 12 14 16 18 20

% ­ 400# en Descarga Molino

Wio

, kW

h/t

on

78%82%

74%

Figura 2. Efecto de la reducción del contenido de finos en la descarga del molino al diluir el flujo de rebose de los ciclones de 42 % a 33 % de sólidos,

bajo distintos niveles de densidad en la descarga de los mismos, según los valores indicados sobre el gráfico.

Page 14: La Cuarta Ley de La Molienda

68

MOLIENDA

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2010

velocidad axial de la pulpa a través del

molino debe ser inferior al 2,2 % de la

velocidad tangencial de la coraza del

mismo molino, a fin de evitar la condi-

ción de sobrecarga.

Finalmente, retomando la ecuación

5 anterior, la condición crítica así deri-

vada, permite definir el denominado

Arbiter’s Flow Number:

‘Arbiter’s Flow Number’ = Q /

[Nc D2,5 (0,5 - 0,66 Jb)] < 4,16 (8)

con Q en ft3/min y D en ft.

La Figura 4 adjunta presenta un

conjunto de información operacional

personalmente recolectada de distin-

tas fuentes que abarca una amplia

variedad de instalaciones, predomi-

nantemente chilenas. Esta gráfica con-

firma que, en general, la operación

normal de todo molino se desarrolla

bajo condiciones tales que el Arbiter’s

Flow Number sea menor que 4,16,

como sugiere la ecuación 8.

Una segunda implicancia de la acep-

tación del criterio propuesto por Arbiter

es que permite definir el mínimo tiempo

medio de residencia (τ) de la pulpa en su

paso a través del molino, que sea com-

patible con una operación normal libre

de sobrecarga. De las ecuaciones 13 y

18 anteriores, se obtiene:

(Vel. Axial) • τNq = < 0,022 (9)

π N D • τ

donde el numerador de esta expresión

corresponde necesariamente al largo

efectivo del molino (L), de modo que :

τ > (L/D) / (0,022 π N) (10)

De donde, retomando la relación N

= Nc (76,6/D0,5) (ver ecuación 2), se

obtiene finalmente:

τ > 0,189 D0.5 (L/D) / Nc (11)

la cual sugiere que una menor razón

(L/D) y una mayor velocidad de giro

(Nc) facilitan una operación a mayo-

res tonelajes a través del molino; es

decir, con menores tiempos medios

de residencia. Ambos parámetros

son por lo tanto importantes de con-

siderar en la etapa de selección de

un nuevo molino, tal como se des-

prende de la Figura 5.

Desde otro punto de vista, Austin(9) ha

hecho referencia a un posible ‘efecto col-

chón’ que se produciría cuando el volu-

men de pulpa retenida en el molino

sobrepasa el espacio intersticial existen-

te entre las bolas (fm > fvJb). Bajo tal con-

dición extrema, la eficiencia energética

del proceso de molienda se vería negati-

vamente afectada contrapesando las

ventajas de una mayor carga circulante.

Aunque compartiendo la base de su

argumentación, este autor sólo ha cono-

cido una aplicación industrial, muy parti-

cular, en que este fenómeno podría estar

presente; pero no en la generalidad de

las aplicaciones a escala industrial.

En cualquier caso, la Figura 6 indica

que, no obstante, la limitación impues-

ta por el criterio de Arbiter aquí descri-

to o la advertencia planteada por Aus-

tin, niveles de carga circulante tan ele-

vados como 450%, son, en general,

recomendables según la Cuarta Ley y

operacionalmente compatibles en la

práctica industrial.

A modo de corolario, cabe mencio-

nar que es posible distinguir dos tipos

de carga circulante, según sea su

causa de origen:

- La carga circulante ‘mala’ que se ori-

gina al diluir el flujo de descarga de

los hidrociclones, dado que arrastra

mayor cantidad de ‘finos’ que no se

requiere retornar al molino, y ...

- La carga circulante ‘buena’ que se

origina al diluir el flujo de rebose de

los hidrociclones, dado que éstos

afinan su tamaño de corte (d50) y

retornan mayor cantidad de partí-

culas gruesas al molino.

La correcta aplicación del criterio

de la Cuarta Ley - sintetizado en su

enunciado de la ecuación 1 - pro-

mueve el segundo tipo de carga cir-

culante al recomendar la dilución del

flujo de rebose de los hidrociclones y

evita el primero al recomendar el

espesamiento del flujo de descarga

de los mismos.

0.003

0.004

0.005

0.006

0.007

0.008

0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5

Llenado con Bolas, Jb

0.0

0529 Q

* / 

(Nc

 D2.5)

Experimental

Correlación

Sobrecarga

0.00529 Q* / (Nc D2.5)  =  0.022 (0.5 – 0.66 Jb)

0.003

0.004

0.005

0.006

0.007

0.008

0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5

Llenado con Bolas, Jb

0.0

0529 Q

* / 

(Nc

 D2.5)

Experimental

Correlación

SobrecargaSobrecarga

0.00529 Q* / (Nc D2.5)  =  0.022 (0.5 – 0.66 Jb)

Figura 3. Evidencia empírica de sobrecarga de molinos, la que se produciría cadavez que las condiciones operacionales se posicionen por sobre el límite

de la diagonal. Extractada de Referencia 8.

0

1

2

3

4

5

6

8 10 12 14 16 18 20 22 24

Diámetro Nominal del Molino, ft

Flo

w N

um

ber,

 Nq

Operación Normal

Operación Extrema

Salvador

Andina

Colón

MDO

Sacatón

Salvador

Emablos

Tte­SAG

ChuquiMEL

Copperton

Bronces MEL

MAA

Candelaria

Cadia

Andina

Chacay ColónSierrita

Chino

Pinto Valley

Tte­SAG

Bougainville

MAA

0

1

2

3

4

5

6

8 10 12 14 16 18 20 22 24

Diámetro Nominal del Molino, ft

Flo

w N

um

ber,

 Nq

Operación Normal

Operación Extrema

Salvador

Andina

Colón

MDO

Sacatón

Salvador

Emablos

Tte­SAG

ChuquiMEL

Copperton

Bronces MEL

MAA

Candelaria

Cadia

Andina

Chacay ColónSierrita

Chino

Pinto Valley

Tte­SAG

Bougainville

MAA

Figura 4. Comparación de operaciones normales y extremas (sobrecarga) en términos del Arbiter’s Flow Number.

Page 15: La Cuarta Ley de La Molienda

70

MOLIENDA

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2010

BOMBAS DE VELOCIDAD VARIABLE

¿Un lujo prescindible?

En la etapa de proyecto de una

nueva instalación surge recurrente-

mente la disyuntiva de instalar o no

instalar bombas de velocidad variable

en las distintas secciones de molien-

da. Dado el mayor costo de inversión

de este tipo de bombas, en compa-

ración con las tradicionales de veloci-

dad fija, se tiende a pensar que éstas

son un lujo prescindible que sólo

interesa a los ingenieros más refina-

dos encargados de la automatización

del proceso. Muy por el contrario,

este autor plantea que las bombas

de velocidad variable no son en

absoluto un lujo prescindible sino

equipos cuya disponibilidad otorga

valiosa flexibilidad operacional y efec-

tividad global al circuito.

Para aplicar la Cuarta Ley a su

máximo beneficio se requiere disponer

de bombas de velocidad variable o al

menos tener la opción de incrementar

la capacidad de las bombas fijas exis-

tentes. Nuevamente, recurriendo al

simulador BallSim_Direct del paquete

de software Moly-Cop Tools(7), la Figu-

ra 7 presenta un ejemplo de la res-

puesta de un sistema de molienda/cla-

sificación frente a la dilución del flujo

de rebose de los ciclones, como resul-

tado del incremento de la dosificación

de agua al cajón de la bomba, depen-

diendo si la bomba disponible es de

velocidad fija o variable.

En este ejemplo, a medida que se

diluye el rebose desde 42 % de sólidos

hasta 33 %, la bomba de velocidad

variable tendría la capacidad de absor-

ber el mayor flujo circulante y mejorar

así el cumplimiento de la ‘tarea de

molienda’ a un mayor ritmo de trata-

miento de mineral (de 465 t/h a 519

t/h). Por el contrario, la única opción

con la bomba de velocidad fija para

continuar cumpliendo con la ‘tarea de

molienda’ especificada, incapacitada

de absorber la mayor proporción de

carga circulante, sería lamentablemen-

te reducir el tonelaje de alimentación

de mineral fresco al circuito (de 465 t/h

a 368 t/h). Como consuelo, la fineza

del producto molido se vería incremen-

tada (de P80 = 180 µm a P80 = 112

µm), lo que en algunos casos permiti-

ría mejorar marginalmente la eficiencia

del proceso siguiente en la cadena

(por ejemplo, la recuperación en la

etapa de flotación). No obstante,

desde una perspectiva económica, el

beneficio de un mayor tonelaje normal-

mente predomina sobre el beneficio de

una mayor eficiencia.

El tema de las bombas de veloci-

dad fija versus las de velocidad varia-

ble fue abordado extensivamente por

H. Toro(10). Siguiendo la misma línea de

argumentación, la Tabla 3 presenta el

caso hipotético comparativo de una

0.8

1

1.2

1.4

1.6

1.8

2

2.2

2.4

10 12 14 16 18 20 22 24 26

Diámetro Efectivo del Molino, ft

Tie

mp

o M

ínim

o d

e

Resid

en

cia

, m

in

L/D

1.6

1.3

1.0

Nc

0.72

0.75

0.78

Wmin =  0.189 D0.5 (L/D) / Nc

0.8

1

1.2

1.4

1.6

1.8

2

2.2

2.4

10 12 14 16 18 20 22 24 26

Diámetro Efectivo del Molino, ft

Tie

mp

o M

ínim

o d

e

Resid

en

cia

, m

in

L/D

1.6

1.3

1.0

Nc

0.72

0.75

0.78

Wmin =  0.189 D0.5 (L/D) / Nc

Figura 5. Definición de los tiempos mínimos de residencia de la pulpa en el molino, a fin de evitar la condición de sobrecarga,

según el criterio establecido por Arbiter(8).

Figura 6. Límite máximo para la carga circulante impuesto por el criterio de Arbiter. Los valores indicados sobre el gráfico corresponden al % sólidos de descarga de los hidrociclones asumido para cada serie de simulaciones

en que el flujo de rebose se diluyó de 42 % a 33 % de sólidos.

Figura 7. Respuesta simulada de un sistema de molienda/clasificación frente a la dilución del flujo de rebose de los ciclones, dependiendo si la bomba

disponible es de velocidad fija o variable.

200

250

300

350

400

450

500

550

30 32 34 36 38 40 42 44

 % Sólidos en el Rebose

Ca

pa

cid

ad

, to

n/h

r

50

100

150

200

250

300

350

400

Ta

mañ

o P

80, 

mic

rasVel. Variable

Vel. Fija

Vel. VariableVel. Fija

200

250

300

350

400

450

500

550

30 32 34 36 38 40 42 44

 % Sólidos en el Rebose

Ca

pa

cid

ad

, to

n/h

r

50

100

150

200

250

300

350

400

Ta

mañ

o P

80, 

mic

rasVel. Variable

Vel. Fija

Vel. VariableVel. Fija

2

3

4

5

6

200 250 300 350 400 450 500 550 600 650

 % Carga Circulante

mero

 de A

rbit

er

78%

82%

74%

Límite Máximo

2

3

4

5

6

200 250 300 350 400 450 500 550 600 650

 % Carga Circulante

mero

 de A

rbit

er

78%

82%

74%

Límite Máximo

Page 16: La Cuarta Ley de La Molienda

71

rocas y

min

era

les

AB

RIL

2010

sección de molienda con una bomba

de velocidad fija contra la misma sec-

ción equipada con una bomba de

velocidad variable, cuando la dureza

del mineral procesado varía en ± 10 %.

En condiciones normales, la sec-

ción con bomba de velocidad fija

opera a razón de 475 t/h, cumpliendo

con la tarea de molienda especificada

(F80, P80) = (9.795 µm, 180 µm) y utili-

zando el 100% de la potencia de bom-

beo disponible (30 kW). Frente a un

mineral de dureza 10% mayor, el siste-

ma respondería incrementando la

dosificación de agua al cajón de la

bomba de 677 m3/h a 701 m3/h, utili-

zando los mismos 30 kW de potencia

de bombeo disponible. No obstante,

como es de esperar debido al 10% de

incremento en dureza, el tonelaje pro-

cesado disminuiría en 7,59%, mante-

niendo la tarea de molienda. Nótese

que el porcentaje de reducción de

capacidad sería menor que el 10%

gracias al efecto positivo de diluir leve-

mente el rebose, dentro de las limita-

ciones impuestas por la bomba. Por el

contrario, si la dureza del mineral de

alimentación bajara en un 10%, el sis-

tema respondería incrementando la

tasa de tratamiento en un 7,15 %. En

este caso, el porcentaje de aumento

en tonelaje sería menor que el 10 %

debido a la capacidad limitada de la

bomba que no podría exceder los 30

kW de potencia máxima disponible, lo

que obligaría a reducir la dosificación

total de agua al sistema. En otras pala-

bras, limitado por la velocidad fija de la

bomba, el sistema no tendría la capa-

cidad para aprovechar a plena magni-

tud la ‘bonanza’ de recibir un mineral

de alimentación de menor dureza.

Por otra parte, siguiendo con el

ejemplo de la Tabla 3, si la sección

fuese equipada con una bomba de

velocidad variable, en condiciones

normales, la sección desarrollaría una

capacidad de 493 t/h, cumpliendo con

la misma tarea de molienda especifica-

da y utilizando el 100% del total de

agua de proceso disponible; estableci-

da para estos efectos en 800 m3/h.

Frente a un mineral de dureza 10%

mayor, el sistema respondería simple-

mente manteniendo la dosificación de

agua a su máximo nivel de disponibili-

dad, sacrificando el tonelaje en un

8,45% (todavía proporcionalmente

menor que el 10% de incremento en

dureza) y manteniendo la tarea de

molienda. Es interesante señalar a este

respecto que, si al menos temporalmen-

te la operación tuviera acceso, por

ejemplo, a un 10% de mayor disponibi-

lidad de agua, ésta podría ser utilizada

con la misma bomba para diluir un poco

más el rebose y compensar en mejor

forma el incremento en dureza del mine-

ral, limitando la reducción en capacidad

de la sección a sólo un 6,7% respecto

de la condición normal (ver Tabla 3,

columna de la extrema derecha). Por el

contrario, si la dureza del mineral de ali-

mentación bajara en un 10%, el sistema

respondería incrementando la tasa de

tratamiento en un 8,23%. En este caso,

el porcentaje de aumento en tonelaje

sería menor que el 10% debido a la

máxima disponibilidad de agua de pro-

ceso, limitada en este ejemplo a 800

m3/h, lo que obligaría a un negativo

espesamiento del rebose de un 37,4 %

a un 39,2% de sólidos. Nuevamente, si

al menos temporalmente la operación

tuviera acceso, por ejemplo, a un 10%

de mayor disponibilidad de agua, ésta

podría ser utilizada con la misma bomba

para casi mantener la dilución del rebo-

se y tomar mayor ventaja de la bonanza

de menor dureza del mineral, alcanzan-

do un 10,52% de aumento en tonelaje

procesado respecto de la condición

   Dureza del Mineral ­ 10% Std + 10% ­ 10% ­ 10% Std + 10% + 10%

   Disponibilidad de Agua Std Std Std + 10% Std Std Std + 10%

 TRATAMIENTO

   ton/hr 509   475   439 545   534 493   452   460

 % Relativo 7.15 0.00  ­7.59 10.52   8.23 0.00 ­8.45   ­6.70

   % CC 303   328   359 341   327 351   380   398

   F80, micras 9,795   9,795   9,795 9,795   9,795 9,795   9,795   9,795

   P80, micras 180   180   180 180   180 180   180   180

 ENERGIA

   kW (neto) 3,885 3,885   3,885 3,885   3,885 3,885   3,885   3,885

   kWh/ton (bruto) 7.63 8.17   8.85 7.12   7.27 7.87 8.60   8.44

   Wio, kWh/ton 13.2   14.1 15.3 12.3   12.5 13.6   14.8 14.5  

 CLASIFICADORES

   % Sólidos Alimentación 63.7   63.2 62.7 63.3   63.4 63.0   62.6 62.5  

   % Sólidos Rebose 42.7   40.4 37.8 37.5   39.2 37.4   35.4 33.7  

   % Sólidos Descarga 75.9   76.4 76.9 79.2   78.1 78.3   78.4 79.6  

   Alim. Ciclones, m3/hr 1,903   1,909   1,915 2,256   2,133 2,102   2,071   2,193

   Presión, psi 8.23   8.20   8.18 10.47   9.67 9.41 9.14   9.93

   Potencia Bomba, kW 30.0   30.0 30.0 45.3   39.5 37.9   36.3   41.7

   Agua Total, m3/hr 655   677   701 880   800 800   800   880

   By­Pass Finos, % 0.397   0.386   0.375 0.332   0.353 0.350   0.346   0.325

   By­Pass Agua, % 0.418   0.406   0.395 0.349   0.372 0.368   0.364   0.342

   % Finos Desc. Molino 18.3   16.8 15.3 14.8   15.9 14.9   13.8 12.8  

(*) Batería de Hidrociclones: 12 unidades de 20", con Vortex de 7.5" y Apex de 3.75". 

Bomba Velocidad Fija Bomba Velocidad Variable

Tabla 3. Efecto de variaciones en la Dureza del Mineral en función del tipo de bomba disponible, en base a simulacionesrealizadas con BallSim_Direct de Moly-Cop Tools.

Page 17: La Cuarta Ley de La Molienda

72

MOLIENDA

rocas y

min

era

les

AB

RIL

2010

normal (ver Tabla 3, columna central). Es

claro que ninguna de estas provechosas

acciones correctivas serían posibles si la

bomba fuese de velocidad fija.

A mayor ahondamiento, la Tabla 4

siguiente presenta un caso análogo

al anterior en que se simula la ocu-

rrencia de variaciones en la granulo-

metría del mineral de alimentación a

la sección, cuando la sección es

equipada alternativamente con

bomba de velocidad fija o bomba de

velocidad variable.

Las observaciones que se despren-

den de la Tabla 4 apuntan en la misma

línea que las ya planteadas respecto

de la Tabla 3 anterior y, por lo tanto,

queda su análisis a la iniciativa de

aquellos lectores más interesados.

Sólo reafirmar que - a diferencia de

una bomba de velocidad fija - la dispo-

nibilidad de una bomba de velocidad

variable permite tomar ventaja de las

oportunidades operacionales (menor

dureza del mineral, mayor fineza de ali-

mentación), así como también tomar

acciones compensatorias para minimi-

zar el perjuicio de las contingencias

que la operación pueda enfrentar

(mayor dureza del mineral, menor fine-

za de alimentación).

CIRCUITO DIRECTO VS. INVERSO

Una polémica recurrente

El postulado básico de la Cuarta Ley

permite también construir opinión res-

pecto de un tema recurrentemente

debatido, tanto en ambientes acadé-

micos como en la práctica industrial: la

configuración ‘DIRECTA’ versus la

‘INVERSA’.

Existiría una percepción generali-

zada que la configuración ‘INVERSA’,

esquematizada en la Figura 8 (donde

el flujo de alimentación fresca es diri-

gido al cajón de la bomba) sería

intrínsecamente más productiva que

la configuración ‘DIRECTA’, esque-

matizada en la Figura 9 adjunta

(donde el flujo de alimentación fresca

es dirigido ‘directamente’ al molino).

Al menos a primera vista, parece

razonable creer que si una fracción

del mineral alimentado corresponde a

material suficientemente fino - partí-

culas tamaño producto - sería efecti-

vo impedirles que ingresen al molino

alimentándolas directamente a los

clasificadores. Pero ... ¿tiene esto

siempre sentido práctico? ¿Bajo qué

condiciones operacionales específi-

cas podría ser una configuración

ventajosa respecto de la otra?

En el contexto de la Cuarta Ley, es

lógico afirmar que será preferible

adoptar aquella configuración que - a

estado estacionario - mantenga el

molino con menor contenido de finos

en su interior.

Con referencia a la Figura 9, corres-

pondiente a la configuración ‘DIREC-

TA’, el balance de materiales del siste-

ma indica(2):

F3DIRECTA = F7 /(1-Bpf)/(1+CC) (12)

la cual expresa claramente que para

reducir los finos en la descarga del moli-

no (F3) es preciso reducir el ‘cortocircui-

to’ (Bpf) y aumentar la razón de carga cir-

culante (CC), teniendo en consideración

que la proporción de finos en el rebose

(F7) es un valor objetivo predeterminado.

Análogamente, siguiendo la misma

secuencia de balances de materiales

presentados en la primera parte de

esta publicación(2), esta vez aplicados a

la configuración ‘INVERSA’ de la Figu-

ra 8, es posible establecer:

F3INVERSA = F7 /(1-Bpf)/CC - F1 /CC (13)

donde F1 representa la fracción de

finos que ingresan al circuito con la

   Fineza de Alimentación Fina Std Gruesa Fina Fina Std Gruesa Gruesa

   Disponibilidad de Agua Std Std Std + 10% Std Std Std + 10%

 TRATAMIENTO

   ton/hr 497   475   443 529   518 493   457   465

 % Relativo 4.49 0.00  ­6.81 7.27   5.02 0.00 ­7.46   ­5.74

   % CC 309   328   359 347   332 351   383   401

   F80, micras 6,951   9,795   13,253 6,951   6,951 9,795   13,253   13,253

   P80, micras 180   180   180 180   180 180   180   180

 ENERGIA

   kW (neto) 3,885 3,885   3,885 3,885   3,885 3,885   3,885   3,885

   kWh/ton (bruto) 7.82 8.17   8.77 7.34   7.50 7.87 8.51   8.35

   Wio, kWh/ton 13.9   14.1 14.8 13.0   13.3 13.6   14.4 14.1  

 CLASIFICADORES

   % Sólidos Alimentación 63.2   63.2 63.2 62.9   63.0 63.0   63.0 62.9  

   % Sólidos Rebose 41.7   40.4 38.3 36.8   38.5 37.4   35.7 34.0  

   % Sólidos Descarga 75.9   76.4 77.2 79.0   77.8 78.3   78.8 80.0  

   Alim. Ciclones, m3/hr 1,910   1,909   1,909 2,240   2,117 2,102   2,080   2,202

   Presión, psi 8.20   8.20   8.20 10.30   9.50 9.41 9.27 10.06  

   Potencia Bomba, kW 30.0   30.0 30.0 44.2   38.5 37.9   36.9 42.4  

   Agua Total, m3/hr 669   677   691 880   800 800   800   880

   By­Pass Finos, % 0.392   0.386   0.377 0.332   0.353 0.350   0.345   0.323

   By­Pass Agua, % 0.413   0.406   0.397 0.349   0.372 0.368   0.363   0.340

   % Finos Desc. Molino 17.5   16.8 15.7 14.3   15.4 14.9   14.0 13.0  

(*) Batería de Hidrociclones: 12 unidades de 20", con Vortex de 7.5" y Apex de 3.75". 

Bomba Velocidad Fija Bomba Velocidad Variable

Tabla 4. Efecto de variaciones en la Granulometría del Mineral de Alimentación, en función del tipo de bomba disponible, en base a simulaciones desarrolladas con BallSim_Direct de Moly-Cop Tools.

Page 18: La Cuarta Ley de La Molienda

73

rocas y

min

era

les

AB

RIL

2010

alimentación fresca; un término que no

aparece en la ecuación 12 equivalente.

Incidentalmente, esta ecuación 13

reconfirma - esta vez para la configura-

ción ‘INVERSA’ - que para reducir los

finos en la descarga del molino (F3) es

preciso reducir el ‘cortocircuito’ (Bpf) y

aumentar la carga circulante (CC).

Retomando el criterio de la Cuarta

Ley, la configuración ‘INVERSA’ será

preferible cada vez que se cumpla:

F3INVERSA < F3

DIRECTA (14)

Reemplazando a partir de las ecua-

ciones 22 y 23 anteriores, suponiendo

que ambas configuraciones operarían

a valores similares de Bpf y CC, condu-

ce a la condición crítica discriminante:

F1 > F7 /(1-Bpf)/(1+CC) (15)

La Figura 10 fue construida sobre la

base de la ecuación 15 para ilustrar

bajo qué condiciones la configuración

‘INVERSA’ sería preferible (zona supe-

rior derecha de la curva correspon-

diente) y por defecto, bajo qué condi-

ciones la configuración ‘DIRECTA’

sería preferible (zona inferior izquierda

de la curva correspondiente).

Considerando valores típicos de

Bpf = 0,4 y CC = 3,5, se concluye que:

F1 > 0,37 F7 (16)

es decir; para que la configuración

‘INVERSA’ sea la configuración preferi-

da, la fracción de finos en la alimentación

fresca (F1) debe ser al menos superior al

37% de la fracción de finos especificada

para el producto final de rebose (F7).

Como aproximación, la ecuación 15

puede ser expresada también en térmi-

nos del tamaño P80 del producto final,

suponiendo que la razón (en peso) de

los finos en el rebose y la alimentación

fresca (F7/F1) sea de magnitud similar a

la razón (en peso) del material pasante el

tamaño P80 en ambos flujos de rebose

y alimentación; es decir:

F7/F1 ≈ [% bajo P80]Rebose/

[% bajo P80]Alim (17)

y puesto que, por definición, [% bajo

P80]Rebose es igual a 80 %, entonces la

ecuación 15 se transforma en:

[% bajo P80]Alim > 80 /(1-Bpf) /

(1+CC) (18)

la cual, para los mismos valores típicos

Bpf = 0,4 y CC = 3,5 antes considerados,

se reduce a la simple ‘Regla del Pulgar’:

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

2

5

7

6

1

5

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

2

5

7

6

1

5

Figura 8. Representación esquemática de un circuito de molienda/clasificaciónconvencional bajo la configuración ‘INVERSA’.

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

2

5

7

6

1

5

Agua

Alimentación

Fresca

Descarga

Alimentación

Ciclones

Rebose

4

3

2

5

7

6

1

5

Figura 9. Representación esquemática de un circuito de molienda/clasificaciónconvencional bajo la configuración ‘DIRECTA’.

0.20

0.25

0.30

0.35

0.40

0.45

0.50

2.0 3.0 4.0 5.0

Razón de Carga Circulante

Ra

n C

ríti

ca

, F

1/F

7

0.30

0.35

0.40

Bpf

CIRCUITO DIRECTO

CIRCUITO INVERSO

Figura 10. Valores críticos de la Razón F1/F7 en función del ‘cortocircuito’ depulpa y la carga circulante, según la ecuación 15. G La configuración ‘INVERSA’

será preferible a la ‘DIRECTA’ cada

vez que la alimentación al circuito

contenga más de un 30% de partí-

culas menores que el tamaño P80

objetivo:

Page 19: La Cuarta Ley de La Molienda

MOLIENDA

[% bajo P80]Alim > 30 % (19)

En la práctica industrial, esta con-

dición crítica a favor de la configura-

ción ‘INVERSA’ sólo puede ser

alcanzada en algunas pocas situa-

ciones puntuales, como podría ser

el caso de molinos secundarios ali-

mentados por molinos de barras o

"verdaderos" molinos SAG (es decir,

con menos de 10 – 12 % de bolas y

sin remoción de pebbles), casos en

los cuales el flujo de alimentación

fresca a la etapa de molienda con-

vencional bien podría contener una

suficiente proporción de partículas

finas bajo el tamaño P80 especifica-

do. De esta manera se concluye que

la configuración ‘DIRECTA’ debiera

ser el diseño preferido en la vasta

mayoría de las aplicaciones, a

menos que prevalezcan otras consi-

deraciones de lay-out.

COMENTARIOS FINALES

No cabe duda que la plena implan-

tación de los criterios optimizantes

propuestos por la Cuarta Ley exigen

una mayor atención y capacidad de

respuesta al operador, por cuanto los

beneficios se logran llevando el siste-

ma al límite de sus restricciones ope-

racionales: agua, carga circulante,

riesgo de ‘acordonamiento’, etc. Si se

pretende obtener el máximo rendi-

miento de una instalación cualquiera,

es preciso apoyar al operador con un

adecuado sistema de control auto-

mático del proceso, porque sin este

apoyo se estaría exigiendo algo real-

mente imposible de alcanzar, incluso

para operadores experimentados. En

esta línea - reconociendo que en las

últimas décadas se han desarrollado

cientos de tales sistemas, en base a

muy diversas estrategias de control -

Yianatos et al.(11) implementaron en

CODELCO, Div. El Teniente un intere-

sante desarrollo consistente con el

espíritu de la Cuarta Ley; es decir,

prestando atención preferencial a las

densidades de descarga y rebose de

los hidrociclones, más que a la densi-

dad de alimentación a los mismos.

Al concluir el presente documento,

este autor debe reconocer que en su

momento - e incluso en los tiempos

actuales - la denominación Cuarta

Ley provocó molestia en algunos cír-

culos académicos especializados en

el tema de la molienda de minerales,

por considerarlo ofensivo al trabajo

pionero de los proponentes de las

primeras tres leyes originales. Lo

cierto es que, en estricto rigor, ningu-

na de las clásicas tres ‘Leyes de la

Conminución’ - que postulan relacio-

nes ‘consumo de energía / tamaño

de producto’ - son esencialmente

‘leyes’ como sí lo son, por ejemplo, la

Ley de Newton y las Leyes de la Ter-

modinámica. La Cuarta Ley tampoco

es una verdadera ‘ley’, pero sí que

complementa a las citadas tres ante-

riores. A diferencia de ellas, la Cuarta

Ley no es otra propuesta de relación

‘energía/tamaño’ sino un criterio que

básicamente norma el adecuado uso

del agua en el proceso de

molienda/clasificación, tema que

hasta entonces estaba abandonado.

A fin de cuentas, como en todo

marco legal complementario, no

todas las leyes deben versar necesa-

riamente sobre el mismo tema ...

También cabe reconocer que la

Cuarta Ley - quizás por dejación per-

sonal inexcusable - no ha alcanzado

la difusión internacional que podría

haberse esperado. Básicamente, la

Cuarta Ley no es conocida interna-

cionalmente porque, aunque ha

acompañado a este autor por déca-

das en múltiples congresos y semi-

narios para los más diversos grupos

de colegas, casi no ha sido publica-

da en Inglés; lo que no deja de forta-

lecer un cierto grado de orgullo

nacionalista/regionalista. Es en tie-

rras suramericanas donde la minería

actual crece y se desarrolla mucho

más que en cualquier otra parte del

mundo. De modo que ...

it’s about time they learn some Spanish!

REFERENCIAS1. Sepúlveda, J. E., "Una ‘Cuarta Ley’ para la Molienda/Clasificación",

IV Simposio ARMCO sobre Molienda, Viña del Mar, Chile, Noviembre,1984.

2. Sepúlveda, J.E., "La ‘Cuarta Ley’ de la Molienda/Clasificación, Parte I:Formulación y Verificación Experimental", Rocas y Minerales, Mayo 2010.

3. Gutiérrez, L. y Sepúlveda, J.E., Dimensionamiento y Optimización de Plan-tas Concentradoras Mediante Técnicas de Modelación Matemática, Publi-cación del Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CIMM), Chile,1986.

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