La Comunidad Parroquial y La Persona Con Discapacidad

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LA COMUNIDAD PARROQUIAL Y LA PERSONA CON DISCAPACIDAD

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La atención de la persona con discapacidad en las comunidades parroquiales

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LA COMUNIDAD PARROQUIAL Y LA PERSONA CON DISCAPACIDAD

LA COMUNIDAD PARROQUIAL Y LA PERSONA CON DISCAPACIDADLa Iglesia realiza, al estilo de Jess, su labor evangelizadora con palabras y con obrasEvangelizar significa, para la Iglesia, llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad (EN 18)Las personas con discapacidad necesitan:Encontrar en la vivencia de la parroquia una mirada de comprensin, de bondad, de gozo;La experiencia confiada de sentirse queridos por s mismos, por lo que son.Una vivencia comunitaria que sea restauradora, reparadora, que les permita encontrar el gozo de ser, de existir, de compartir.La vida afectiva de las personas con discapacidad deber recibir especial atencin Que puedan encontrar una comunidad llena de calor humano, donde su necesidad de amistad y de afecto sea respetada y satisfecha en conformidad con su inalienable dignidad moralJuan Pablo II (Roma, abril, 1984)Pablo VI, que se ha constituido abogado de esta parte tan desfavorecida de la humanidad doliente, quiso atraer la atencin de todos los cristianos sobre la presencia en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia de un nmero creciente de nios, jvenes y adultos con discapacidad .Las comunidades cristianas deben ofrecer seales evidentes de credibilidad, a fin de que los hermanos afectados por una discapacidad no se sientan extraos en la casa comn que es la IglesiaJuan Pablo II(Roma, 1 de abril, 1984)Necesitan la participacin alegre en la parroquia, como comunidad de amigos y de hermanos, donde Jess se hace especialmente presente en la celebracin de los sacramentos.Lamentablemente, en la integracin y participacin litrgica se producen las mayores carencias de la vida eclesial. Todava no encuentra los lenguajes adecuados para asumir que la parroquia es en s misma diversa y plural, y que la participacin comunitaria implica necesariamente una gran fidelidad a esa diversidad y pluralidad de personas.En este contexto, las pequeas comunidades de fe, alentadas por la propia parroquia, son de un gran valor para estimular y hacer posible esta experiencia de fraternidad. Ah ser viable una cuidadosa preparacin, empleando espacios de tiempo ms largos y acentuando la atencin personal.El Sacramento de la Eucarista y la discapacidad intelectual. Nuestras comunidades cristianas siempre se han interrogado sobre los criterios a tener en cuenta para que una persona con discapacidad intelectual, ms o menos severa o profunda, pueda acceder a la Eucarista, es decir, cundo y bajo qu condiciones puede realizar la Primera Comunin.Durante los primeros siglos no se habla de incapacidad para comulgar, sino de indignidad para recibir al Seor (1 Co 11,28)A partir de los siglos XII y XIII se va haciendo unnime el criterio de la necesidad de uso de razn para acceder a la Comunin.El decreto Quam Singulari, de Po X, ira orientado en esta misma lnea al exigir el comienzo de la edad de razn para la primera recepcin de la Eucarista.El Cdigo de Derecho Cannico, al tratar de la admisin a la Eucarista, dice concretamente: (CIC 912).En qu signos podemos reconocer la aptitud para este conocimiento tan original, cuando se trata de personas con discapacidad intelectual, incluso a niveles profundos?En primer lugar, en su deseo. Deseo que pueda ser expresado de mltiples formas y maneras; a veces con un sencillo gesto, entendido en esa relacin estrecha con las personas a quienes ama y con quienes vive su experiencia de fe. Adems, debemos tomar en cuenta que en el sufrimiento de su particular situacin de vida, Dios, que es toda misericordia toma ese sufrimiento para el perdn de sus pecados y el de sus familias, dando a la discapacidad un sentido salvfico. Puede ser reconocido tambin en su sentido de lo sagrado, manifestado en su postura, en sus gestos, en su comportamiento.Frecuentemente, la persona con discapacidad no tiene palabras para expresar la diferencia entre el pan ordinario y el pan de Dios, pero puede manifestar que conoce esta diferencia por su actitud, por su mirada, por la calidad de su silencio, por su empata en la vivencia de la celebracin comunitaria.Cuando la persona con discapacidad forma parte de una comunidad de fe, que celebra la Eucarista y se siente acogido y valorado en su seno, es normal que surja en ella el deseo de comulgar. La familia, los catequistas, el sacerdote, la comunidad en la que est integrado, deben alimentar este deseo y preparar con cuidado esta iniciacin.Toda persona que sea capaz de una mnima relacin interpersonal tiene abierta esta va de un conocimiento profundo y original, que puede suscitar ese sentimiento interior, que va ms all de toda comprensin puramente racional.La importancia de la comunidad que rodea a la persona que recibe el sacramento es tan grande, que en ocasiones slo ella, y no el sujeto, es consciente del acto que realiza. As sucede en el Bautismo del recin nacido, o en la uncin de un agonizante ya inconsciente.Este carcter comunitario no deja de tener su sentido en el caso de la Comunin de las personas con discapacidad intelectual profunda, en cuanto que tal acto sacramental manifiesta que los hombres son llamados y salvados por Dios en comunidad. La Eucarista es el Sacramento por excelencia de la fraternidad y del amor.Son los padres y el sacerdote, convenientemente asesorados por las personas que atienden la catequesis de la persona con discapacidad y que han de ser personas de vida eclesial, quienes opinen, a la Luz del Espritu Santo, sobre el momento oportuno de recibir la Primera Comunin.Nunca puede ser una tarea meramente individual, sino que se realiza siempre en la comunidad parroquial. La misin de educar en la fe corresponde a la Iglesia local. Insertada en ella, la comunidad cristiana inmediata es el lugar del conocimiento y de la glorificacin del Padre; es el punto de partida ordinario y el clima nutricio en el que el creyente se inicia y madura en la feDGC 254