LA COBERTURA PERIODÍSTICA DE LAS MARCHAS...

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Porfirio Miguel Hernández Cabrera La cobertura periodística de las Marchas del Orgullo ________________________________________________________________________________________________________________________________ 1 LA COBERTURA PERIODÍSTICA DE LAS MARCHAS DEL ORGULLO LÉSBICO, GAY, BISEXUAL Y TRANSGENÉRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO * Porfirio Miguel Hernández Cabrera (Maestría en Antropología Social, Escuela Nacional de Antropología e Historia) Preparada para entregar en la reunión de la Latin American Studies Association, Washington DC, septiembre 6-8, 2001 Aquí están los maricones muy chulos y coquetones. Hace aún muy pocos días/ Que en la calle de la Paz,/ Los gendarmes atisbaron/ Un gran baile singular. Cuarenta y un lagartijos/ Disfrazados la mitad/ De simpáticas muchachas/ Bailaban como el que más. La otra mitad con su traje,/ Es decir de masculinos,/ Gozaban al estrechar/ A los famosos jotitos. Vestidos de raso y seda/ Al último figurín,/ Con pelucas bien peinadas/ Y moviéndose con chic. De una Hoja suelta con un grabado de José Guadalupe Posada ** INTRODUCCIÓN La Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico se realizó por primera vez en la Ciudad de México en 1978. Desde entonces a la fecha, “La Marcha”, como se le llama de manera familiar, se ha realizado ininterrumpidamente cada año a fines de junio, en memoria del origen simbólico del movimiento gay estadounidense, en 1969, con las llamadas “Revueltas de Stonewallde Nueva York. Debido a su importancia como un acto reivindicatorio de los derechos de las comunidades de la diversidad sexual 1 , la Marcha representa también un evento político y social de gran relevancia en la realidad social capitalina y nacional. La prensa local, y del país en general, ha dado cuenta de este suceso cada año a través de notas informativas y otro tipo de colaboraciones periodísticas. Sin embargo, hasta años recientes los medios impresos, específicamente los diarios, empezaron a incorporar notas informativas y fotografías sobre esta manifestación (y sobre otros asuntos y sucesos relacionados) en sus primeras planas; esta información ha llegado a ocupar también importantes espacios en artículos, reportajes, reportajes gráficos e incluso las portadas de algunas revistas culturales de circulación nacional. Esta amplitud de la cobertura periodística obedece, entre otros aspectos, a una mayor apertura, conocimiento y tolerancia de la sociedad capitalina acerca de los temas sobre diversidad sexual. Tal situación es producto de una mayor presencia de las comunidades de la diversidad sexual a través de demandas y acciones político-sociales concretas, y de una mayor visibilidad en los medios de comunicación masiva a través de producciones culturales, nacionales y extranjeras, que abordan personajes, situaciones y problemáticas indirecta o directamente vinculadas a las temáticas lésbicas, gays, bisexuales y transgenéricas. No obstante, debido al incipiente desarrollo de los estudios lésbico-gays, o estudios sobre diversidad sexual, en la academia local, se sabe poco acerca de las investigaciones que han estudiado los objetivos y actividades del Movimiento Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico (LGBT) capitalino. En particular, se desconoce la existencia de estudios sobre la cobertura periodística de las actividades de tal movimiento. En este sentido, resulta necesario analizar la manera en que los medios en general, y los impresos en particular, difunden las representaciones sobre las demandas, las problemáticas y los/as protagonistas del movimiento en favor de la diversidad sexual; determinar las implicaciones sociales y políticas de tales representaciones y el modo en que inciden o no en el empoderamiento de las llamadas minorías sexuales locales; así como estudiar las mediaciones que * Agradezco las sugerencias de Antonio Prieto, la información de José Antonio Hernández Cabrera y los comentarios de Álvaro López durante la elaboración de este trabajo. ** “Los 41 maricones encontrados en un baile de la calle de la Paz el 20 de noviembre de 1901." Anverso, Hoja suelta publicada por Antonio Vanegas Arroyo, 1901, Col. A. V. Arroyo, zincografía, 116x73 mil. José Guadalupe Posada. Ilustrador de la vida mexicana, Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, México, 1963, ilustración número 445, p. 248. 1 Por “diversidad sexual” se entenderá aquí las diversas temáticas, asuntos, realidades y problemáticas que se manifiestan en los diferentes sectores sociales relacionados con las comunidades gays, lésbicas, bisexuales y transgenéricas (travestis y transexuales).

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Porfirio Miguel Hernández Cabrera La cobertura periodística de las Marchas del Orgullo

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LA COBERTURA PERIODÍSTICA DE LAS MARCHAS DEL ORGULLO LÉSBICO, GAY, BISEXUAL Y TRANSGENÉRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO∗∗

Porfirio Miguel Hernández Cabrera (Maestría en Antropología Social, Escuela Nacional de Antropología e Historia)

Preparada para entregar en la reunión de la Latin American Studies Association,

Washington DC, septiembre 6-8, 2001

Aquí están los maricones muy chulos y coquetones. Hace aún muy pocos días/ Que en la calle de la Paz,/ Los gendarmes atisbaron/ Un gran baile singular.

Cuarenta y un lagartijos/ Disfrazados la mitad/ De simpáticas muchachas/ Bailaban como el que más. La otra mitad con su traje,/ Es decir de masculinos,/ Gozaban al estrechar/ A los famosos jotitos.

Vestidos de raso y seda/ Al último figurín,/ Con pelucas bien peinadas/ Y moviéndose con chic. De una Hoja suelta con un grabado de José Guadalupe Posada∗∗

INTRODUCCIÓN La Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico se realizó por primera vez en la Ciudad de México en 1978. Desde entonces a la fecha, “La Marcha”, como se le llama de manera familiar, se ha realizado ininterrumpidamente cada año a fines de junio, en memoria del origen simbólico del movimiento gay estadounidense, en 1969, con las llamadas “Revueltas de Stonewall” de Nueva York. Debido a su importancia como un acto reivindicatorio de los derechos de las comunidades de la diversidad sexual1, la Marcha representa también un evento político y social de gran relevancia en la realidad social capitalina y nacional. La prensa local, y del país en general, ha dado cuenta de este suceso cada año a través de notas informativas y otro tipo de colaboraciones periodísticas. Sin embargo, hasta años recientes los medios impresos, específicamente los diarios, empezaron a incorporar notas informativas y fotografías sobre esta manifestación (y sobre otros asuntos y sucesos relacionados) en sus primeras planas; esta información ha llegado a ocupar también importantes espacios en artículos, reportajes, reportajes gráficos e incluso las portadas de algunas revistas culturales de circulación nacional. Esta amplitud de la cobertura periodística obedece, entre otros aspectos, a una mayor apertura, conocimiento y tolerancia de la sociedad capitalina acerca de los temas sobre diversidad sexual. Tal situación es producto de una mayor presencia de las comunidades de la diversidad sexual a través de demandas y acciones político-sociales concretas, y de una mayor visibilidad en los medios de comunicación masiva a través de producciones culturales, nacionales y extranjeras, que abordan personajes, situaciones y problemáticas indirecta o directamente vinculadas a las temáticas lésbicas, gays, bisexuales y transgenéricas. No obstante, debido al incipiente desarrollo de los estudios lésbico-gays, o estudios sobre diversidad sexual, en la academia local, se sabe poco acerca de las investigaciones que han estudiado los objetivos y actividades del Movimiento Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico (LGBT) capitalino. En particular, se desconoce la existencia de estudios sobre la cobertura periodística de las actividades de tal movimiento. En este sentido, resulta necesario analizar la manera en que los medios en general, y los impresos en particular, difunden las representaciones sobre las demandas, las problemáticas y los/as protagonistas del movimiento en favor de la diversidad sexual; determinar las implicaciones sociales y políticas de tales representaciones y el modo en que inciden o no en el empoderamiento de las llamadas minorías sexuales locales; así como estudiar las mediaciones que

∗ Agradezco las sugerencias de Antonio Prieto, la información de José Antonio Hernández Cabrera y los comentarios de Álvaro López durante la elaboración de este trabajo. ∗∗ “Los 41 maricones encontrados en un baile de la calle de la Paz el 20 de noviembre de 1901." Anverso, Hoja suelta publicada por Antonio Vanegas Arroyo, 1901, Col. A. V. Arroyo, zincografía, 116x73 mil. José Guadalupe Posada. Ilustrador de la vida mexicana, Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, México, 1963, ilustración número 445, p. 248. 1 Por “diversidad sexual” se entenderá aquí las diversas temáticas, asuntos, realidades y problemáticas que se manifiestan en los diferentes sectores sociales relacionados con las comunidades gays, lésbicas, bisexuales y transgenéricas (travestis y transexuales).

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tales representaciones tienen en la subjetividad del público receptor. Así pues, el trabajo en este campo todavía está por hacerse y es bastante arduo. El objetivo de esta ponencia es presentar un panorama general sobre las características de las notas informativas, y otro tipo de colaboraciones periodísticas, publicadas en diferentes diarios y algunas revistas de circulación nacional, acerca de la cobertura de la XXIII Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico realizada en la Cd. de México (2001) (rebautizada en esta edición como Marcha del Orgullo por el Respeto al Derecho a la Diversidad Sexual. Así, a través de esa cobertura periodística se intenta realizar un ejercicio de exposición de las representaciones mediáticas que maneja la prensa local sobre la diversidad sexual. Al mismo tiempo, se presenta un panorama general sobre el estado actual del Movimiento LGBT en la Cd. de México y sobre las posiciones que la Iglesia Católica, el gobierno del Distrito Federal y algunos partidos políticos, grupos y asociaciones, manejan en materia de diversidad sexual. La cobertura periodística de la Marcha del Orgullo no necesariamente es el termómetro más importante que mide “el interés o desinterés” del medio impreso en cuestión por la política sexual en torno a las comunidades de la diversidad sexual. Algunos diarios y revistas abordan la temática en su páginas a lo largo del año, a través de noticias, artículos, reportajes, etc. sobre sucesos nacionales e internacionales. La elección de estudiar la Marcha como evento paradigmático de las acciones de las comunidades de la diversidad sexual, obedece a que es el evento público más importante del año que congrega a miles de homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgéneros, heterosexuales, etc. que salen a la calle y se hacen visibles para reivindicar sus derechos, enarbolar sus banderas y gritar sus demandas; en torno al cual los distintos medios de comunicación y los sectores sociales expresan sus posiciones y generan un debate importante sobre la agenda de las minorías sexuales. La cobertura periodística de la Marcha del Orgullo por el Respeto al Derecho a la Diversidad Sexual, representa, pues, un caso importante para indagar sobre el reflejo y tratamiento que sobre la diversidad sexual dan algunos medios impresos de la capital del país. Para cubrir tal objetivo se revisaron todos los diarios y periódicos del día siguiente a la Marcha, algunos suplementos periodísticos y todas las revistas culturales y de análisis político más importantes de la Cd. de México. Tales publicaciones se eligieron debido a que son de fácil acceso para los/as consumidores/as de literatura periodística en los kioscos. Cabe señalar que la mayoría de las revistas gays cubrieron esta Marcha mediante crónicas, columnas y, sobre todo, amplios reportajes gráficos. Sin embargo, tales revistas se excluyeron de la presente revisión en aras de centrar el tema en medios impresos cuyo público lector es presunta y predominantemente heterosexual. También se dejó fuera el registro de revistas lésbicas y revistas culturales que en años anteriores han publicado colaboraciones sobre este tema. Asimismo, no se consideraron otras revistas de carácter académico o especializado que abordan la temática de la diversidad sexual, debido a que no son accesibles de manera inmediata al gran público lector. En el primer apartado de esta ponencia se describen los antecedentes del origen de las Marchas del Orgullo en la Cd. de México y algunos datos sobre su historia reciente; además, se señalan brevemente las demandas más importantes del Movimiento LGBT capitalino en la actualidad. Posteriormente, se retoman algunos ejemplos pasados y recientes del enfoque sensacionalista que sobre los homosexuales y las lesbianas han hecho y hacen ciertos medios publicados en la capital del país. Más adelante, se aborda el tratamiento periodístico que sobre la Marcha y el tema de la diversidad sexual han llevado a cabo los suplementos del diario La Jornada y el suplemento del Arzobispado de México. En el siguiente apartado se exponen las características de los diarios revisados y se describe la manera en cada uno abordó, en su nota informativa y reportes gráficos del día siguiente, los sucesos en torno a la XXIII Marcha del Orgullo; asimismo se incluye la cobertura que algunas revistas hicieron días después. Por último, se presentan algunas consideraciones sobre las características generales de la cobertura realizada por estos medios y sobre los riesgos de la visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual en los mismos con motivo de la Marcha.

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1. LAS MARCHAS DEL ORGULLO EN LA CD. DE MÉXICO 1.1 Antecedentes y origen de la Marcha En México, concretamente en la Cd. de México, se ubica al 2 de octubre de 1978 como la fecha en la que se realiza la primera Marcha del Orgullo Homosexual. Esta fecha de origen es simbólica ya que los homosexuales y lesbianas de la época no se manifestaron habiendo organizado ex profeso una Marcha del Orgullo Gay como en la actualidad, sino que más bien decidieron dar la cara como homosexuales y lesbianas participando en una marcha, convocada por una diversidad de organizaciones, para conmemorar el décimo aniversario de la matanza de Tlatelolco que puso fin al Movimiento Estudiantil de 1968. Según Juan Jacobo Hernández -pionero del Movimiento de Liberación Homosexual en México y ex integrante del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), el primer grupo gay en el país- y Rafael Manrique (Hernández y Manrique, 1993) ese acto marca en la historia del país la primera participación de un contingente de homosexuales y lesbianas que se une a la manifestación. Los grupos participantes fueron el FHAR, el Grupo Lambda de Liberación Homosexual y el Grupo Autónomo de Lesbianas OIKABETH, pioneros del Movimiento de Liberación Homosexual (MLH) mexicano. Sin embargo, como Hernández y Manrique (op. cit.) señalan, este impulso libertario se dio gracias a que antes, el 26 de julio de 1978, “un puñado de nerviosos homosexuales” integrado por el recién fundado FHAR (en abril del mismo año) “[...] prenden fuego a sus closets personales y tras decidir dar la cara, despliegan sus mantas en una manifestación [...]” (p. 17)2; según Gabriela Flores, ex colaboradora de la revista gay Atractivo y actual colaboradora de la revista gay Atracción, tal manifestación fue en apoyo a la Revolución Cubana3. Aún más, para Hernández y Manrique (op. cit.), los antecedentes de estas primeras apariciones públicas en México tienen su origen en reuniones de intelectuales que desde 1971 se congregaban para discutir abiertamente sobre los significados de ser gay o lesbiana “en un país de rancia tradición machista y homofóbica”. Al respecto, los autores señalan:

“[...] se ha fijado legendaria y arbitrariamente el 15 de agosto como la fecha en que Nancy Cárdenas y otros intelectuales gay mexicanos convocan a su alrededor a un decidido núcleo de gays y lesbianas para organizarse en base a su preferencia sexual” (p. 18).

Agregan que, influido por el Gay Liberation Front de Londres, tal grupo fue conocido como “el gay” y, como producto de esas reuniones, se funda el Frente de Liberación Homosexual (FLH) de México que, junto con el FLH de Argentina, surgido en el mismo año, “son los precursores de la liberación gay en América Latina” (p. 19). En cuanto a la creación de sus propios medios de información, los autores afirman que el FLH argentino produce el boletín Somos, mientras que un grupo de Puerto Rico que surge por esos años y que desaparece rápidamente, edita la revista Afuera, en la que se pública el Manifiesto del FLH de México. Esto, al parecer, deja ver que el FLH mexicano no produjo ninguna medio escrito ya que, en el resto de su recuento, los autores no hacen ningún señalamiento en ese sentido4.

2 Aquí existe una imprecisión en el texto de Hernández y Manrique (op. cit,) ya que más adelante afirman que esa manifestación fue “para conmemorar el 10° aniversario del movimiento del 68”, y posteriormente agregan que esa “aparición lila no programada y sorpresiva” atrae la respuesta solidaria de la sociedad y de los medios, abriendo la puerta para que los mencionados grupos pioneros de homosexuales y lesbianas “salgan a las calles el 2 de octubre de ese mismo año” (Idem). La imprecisión consiste en que la manifestación por el décimo aniversario del movimiento estudiantil fue el 2 de octubre, no el 26 de julio, fecha de conmemoración, en Latinoamérica, del Asalto al Cuartel Moncada, que marca el inicio de la Revolución Cubana. 3 Flores, Gabriela. “La Marcha del Orgullo Homosexual”, Atractivo, 10 de agosto de 1999, No. 105, pp. 32-36. 4 Además, lo anterior desmiente a la colaboradora de Atracción, quien afirma -en ocasión de su participación en una mesa redonda titulada “Los medios de comunicación y la homosexualidad”, realizada en el marco de la pasada XV Semana Cultural Lésbica Gay-: “[...] desarrollé el tema con una breve historia de las revistas homosexuales en México, remontándome a 1969 [sic], cuando el grupo activista ‘Fhar’ [sic] editó el primer intento de revista gay” (Flores, Gabriela. “Breve comentario en relación a nuestra participación en la ‘Semana Cultural Lésbica Gay’”, Atracción, septiembre de 2001, No. 18, p. 30). Más bien, de acuerdo con Bautista (2000): “El FHAR publicó el periódico Nuestro Cuerpo y la revista Política Sexual como una forma de romper el silencio” (p. 22); aunque el autor no precisa la fecha de estas publicaciones es obvio que tuvo que ser una vez fundado el FHAR en abril de 1978.

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De la misma forma, para Carlos Monsiváis (1995), el “crecimiento internacional de la tolerancia y el desarrollo civilizatorio”, que logran un cambio de actitudes hacia la homosexualidad en el país, se expresa ya en 1973, con la puesta en escena de Los chicos de la banda5, pieza teatral en la que:

“[...] la homosexualidad deja de ser la reconstrucción (semiclandestina) de monólogos de la angustia, suicidios de la culpa y asesinatos por el asco, para, así sea por vía del melodrama, iniciar su normalización” (p. 204).

En junio de 1979, los grupos del MLH, para conmemorar la liberación gay, organizan la que fue propiamente la Primera Marcha del Orgullo Gay (Hernández y Manrique, op. cit.); sin embargo, en la actualidad se sigue considerando la participación de los grupos pioneros en la marcha del décimo aniversario del Movimiento Estudiantil, como la fecha de la primera Marcha del Orgullo. En este sentido, Monsiváis (op. cit.) ubica al 2 de octubre de 1978 como la fecha de ampliación de la tolerancia urbana puesto que marca el rompimiento con la tradición de ocultamiento, represión y silencio de los homosexuales mexicanos, que hasta antes de esa fecha eran impunemente mencionados en privado y entre burlas y condenas como “maricones, maricas, jotos, putos”. A decir de Monsiváis, ese grupo pionero de manifestantes marchistas, que formaron los primeros grupos impulsados por las revueltas en el bar Stonewall, capta rápidamente la solidaridad de los sectores de izquierda, lo cual permite abrir la brecha de la tolerancia y la diversidad en México y agrega: “Y ya a fines de los setentas, la sociedad más bien se entretiene con la fiebre del come-out” (p. 204). Para Hernández y Manrique (op. cit.) la reflexión interior que generaron los primeros grupos lésbicos y gays en torno a los significados de ser homosexual o lesbiana y los significados que la sociedad vertía “desde afuera”, les permitió denunciar la represión y el hostigamiento policiacos y cuestionar las “explicaciones científicas” sobre la homosexualidad, pero también permitió “ver con ojos críticos a la prensa de nota roja, en cuyas páginas los homosexuales somos asiduos personajes” (19). Así:

“La militancia gay y su aparente aceptación social [...] abrió espacios [y] rindió algunos frutos: se organizaron infinidad de mesas redondas, conferencias y seminarios sobre el tema; los partidos políticos lo discutieron de distintas maneras; la jerarquía eclesiástica se vio obligada a comentarlo [...]” (p. 20).

En relación con los medios de comunicación, los autores profundizan: “[...] se prodigaron informaciones diferentes sobre la cuestión homosexual en la prensa [...] la televisión y la radio abordaron también el tema. Algunos intelectuales, desde sus ámbitos de influencia se manifestaron de diversa manera, escribieron artículos, reportajes y ensayos en los que se reflejaba el reconocimiento al valor de los desclosetados. Su participación propició una intensa discusión sobre el carácter de este movimiento sexopolítico [...] Las conquistas de la militancia gay se dejaron ver también en producciones teatrales, órganos informativos exclusivos para gays, proliferación de películas de tema gay [...] Un barómetro que mide la fuerza de los nuevos vientos son los medios de comunicación masiva, quienes a partir de los inicios de los ochentas muestran cada vez una mayor apertura en lo tocante a la sexualidad: ‘Si los putos hablan...’, pareciera haber sido su coartada para abordar de manera directa y abierta la problemática sexual” (pp. 20-21).

Monsiváis (op. cit.) afirma que a principios de los ochenta el sida estimula los prejuicios homófobos en México y en cualquier parte. Tan es así que el nuncio papal en México, Girolamo Prigione, en 1985 declara al sida como “castigo divino”. En 1987 se aclara un poco el panorama y ya no se habla de grupos de riesgo, sino de conductas de riesgo, no sin la constante presencia intolerante de grupos aliados a la Iglesia Católica como el Partido Acción Nacional y Pro-vida, quienes rechazan el uso del condón y las campañas preventivas contra el sida. Ante esto, se organizan grupos de activistas con una participación mayoritaria de homosexuales que, con todo y su heroico esfuerzo, no pueden hacer mucho frente al embate reaccionario. A pesar de la presión oscurantista de la derecha, o gracias a ella, florece una cultura gay con la aparición de revistas gays

5 Una obra, señala Monsiváis “[...] sobre una fiesta gay y la cultura del ghetto que mezcla el autoescarnio con el sentimentalismo y la búsqueda de tolerancia” (p. 204), dirigida por Nancy Cárdenas, a decir del cronista “la primera mujer [mexicana] en salir del clóset” (p. 203). Aunque en un principio tal obra es censurada por las autoridades de la Delegación Benito Juárez “porque ofende a la moral y las buenas costumbres”, es repuesta con el apoyo de la comunidad artística e intelectual y llega a durar meses en cartelera.

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y el surgimiento de más bares y organizaciones. La tolerancia avanza lentamente y comienza a ser peyorativo ser calificado de homófobo. No obstante, los enfermos de sida son víctimas del terror irracional al contagio, por lo cual las organizaciones no gubernamentales intensifican los esfuerzos por divulgar mayor y mejor información sobre la vida sexual. Con todo, en el fragor de la batalla contra la intolerancia, la “cultura de la sobrevivencia” se impone y se habla más abiertamente de “cosas prohibidas” en conversaciones y publicaciones. Para Monsiváis (op. cit.) los logros de todo esto, si no son suficientes, sí son muchos:

“[...] más libertad de expresión, más libertad corporal, mayor sentido del humor ante los prejuicios, y, en gran número de casos, canje de la culpa por la precaución y la actitud desprejuiciada” (p. 205).

1.2 La Marcha del Orgullo en el presente En el presente encontramos una Cd. de México con una amplia actividad política lésbica, gay, bisexual y transgenérica impulsada por los grupos y las ONG’s, la cual tiene su expresión en diferentes eventos anuales como la propia Marcha del Orgullo el último sábado del mes de junio; la Semana Cultural Lésbica-Gay (quinceava edición) también en junio; la Caminata Silenciosa Nocturna en Conmemoración de los Muertos por Sida en mayo (catorceava edición); la Velada en Memoria de los Muertos por el Sida (sexta edición) el 2 de noviembre; y el Día Mundial de Lucha contra el Sida (doceava edición) el 1 de diciembre; además de foros, mesas redondas, conferencias y otros eventos. El discurso organizado de los/as disidentes sexuales en la Cd. de México ha seguido una evolución a lo largo de su historia, la cual, grosso modo, se refleja en el representativo cambio de nombre del evento emblemático más importante del año: la Marcha del Orgullo. En el principio fue denominada “Marcha del Orgullo Homosexual”; luego fue la “Marcha del Orgullo Gay”; posteriormente se le llamó “Marcha del Orgullo Lésbico-Gay (o Gay/Lésbico)”; más recientemente fue nombrada “Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgenérico (o Gay, Lésbico, Bisexual y Transgenérico)” (1998-2000); y finalmente, en este año 2001 asistimos, bajo el lema “El respeto a la diversidad sexual es la paz” -paráfrasis de la célebre frase del ex presidente Don Benito Juárez (el Benemérito de las Américas): “El respeto al derecho ajeno es la paz”-, a la “XXIII Marcha del Orgullo por el Respeto al Derecho a la Diversidad Sexual”. En este sentido, vemos como, en un afán democratizador, este discurso ha ampliado el rango de inclusión a otras identidades sexuales y genéricas aún más marginales que las identidades a las que se aludía antes, quedando ahora todas representadas en el concepto de diversidad sexual6. Esta política de integración ha resultado una excelente estrategia del Movimiento LGBT (o de la Diversidad Sexual) de la Cd. de México, ya que incorpora a otras personas que tienen prácticas sexuales disidentes, pero que no se ubicaban en ningún cajón identitario; aún más, les permite a los/as disidentes sexuales la posibilidad de participar en la política sexual sin necesidad de adscribirse a una identidad sexual. Esto es particularmente importante si consideramos que, de acuerdo con Weeks (1985), “la diferenciación sexual es un límite frágil para la identificación política” (p. 193). Otra innovación importante que ha experimentado la realización de la Marcha del Orgullo en la Cd. de México ha sido el cambio en su itinerario. Hasta 1998 la marcha partía de la explanada de Los Leones en el Bosque de Chapultepec, desfilando por Paseo de la Reforma, avenida Juárez y arribaba al Hemiciclo a Benito Juárez -el “Homociclo”, como se le conocía y se le conoce entre la 6 Así por ejemplo, en el reverso de la tarjeta de difusión de la XXIII Marcha del Orgullo se enumeran las múltiples posibilidades de la “fauna” sexual mexicana que caben dentro de la categoría diversidad sexual: “Diversos, mujeres, hombres, transgéneros, leathers, buenonas, transexuales, osos, vestidas, chichifos, lesbianas, machorras, putos, jotos, divas, locas, machines, niñas, mamás, activos, fems, papás, indígenas, torturadas, cursis, pescadas, migajonas, piercieds, tatuados, manfloras, sadomasoquistas, bisexuales, gays, homosexuales, deformados, informados, mamados, perforados, pasivos, femeninos, masculinas, femeninas, masculinos, torcidos, retorcidas, bigotones, bigotonas, chichonas, operadas, dragqueens, metadrags, reinas, vergones, culones, nacos, princesas, cenicientas, gatas, nacas, mamones, fresas, pintados, activistas, turistas, bugas, closeteros, desclosetados, interesados, nalgonas, positivos, negativos, promiscuas, facilotes, castas, célibes, fieles, infieles, putas, raritos, vírgenes, marimachas, galanes, bellezas, forros, delicadas, quintitos, paquetudos, tetonas, tortilleras, marotas, volteados, maridas, nenitas, mamacitas, cueros, chacalazos, strippers, perras, zorras, lobas, perritos, guagüeros, besucones, fajadoras, gerontófilos, autofílicas, rinofílicos, logofílicas, lingüofílicos, iconofílicas, coprofílicos, amenofílicas, fetichistas, urofílicos, homofílicos, androfílicas, misofílicos, borrachas, antreras, parejas, trilejas, engañadas, maduros, peludos, chotos, bizcochitas, traileras, picaditas, lilos”.

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comunidad de la diversidad sexual-, en la Alameda Central. Desde 1999 se decidió, no sin una acalorada polémica entre los grupos organizadores, “dar un paso más” y llegar por primera vez a la Plaza de la Constitución (conocida popularmente como el Zócalo), al igual que lo hacían, y lo hacen, la mayoría de los movimientos sociales del país. Finalmente, desde ese año y por tercera vez consecutiva, al llegar a la Alameda Central la Marcha sigue su recorrido por avenida Juárez, entra a la calle de Madero y desemboca en la Plaza principal del país, no sin la añoranza de muchos/as marchistas que miran con nostalgia el “Homociclo” en su tránsito hacia el Zócalo. También en 1999 se suscitó un debate entre los grupos de la comunidad LGBT sobre la necesidad de recuperar la politización de la Marcha y de, se decía, rescatarla de las connotaciones meramente festivas, sociabilizadoras y exhibicionistas en las que había caído. Sobre el particular, cabe señalar que, desde hace algunos años, es cada vez más frecuente el tono lúdico y festivo de la Marcha, a diferencia de la primeras marchas en las que el tenor era más de carácter político y reivindicativo. Sin abandonar del todo este aspecto político, las marchas actuales tienden a ser más un desfile que una manifestación. En este sentido, cada año es más común el uso de banderas e indumentaria arcoiris; la presencia de drag queens y marchistas exhibiendo la desnudez de sus cuerpos o su creatividad expresada en múltiples y vistosos disfraces; el despliegue de una bandera monumental arcoiris (130 metros); y la participación de carros alegóricos, todo ello en una clara emulación de los desfiles del Día del Orgullo Gay en Estados Unidos y Europa. Este carácter lúdico y festivo ha sido interpretado por algunos sectores al interior del Movimiento de la Diversidad Sexual como la banalización y despolitización de un evento que en sí mismo es, o debería ser, de un alto contenido político. Sin embargo, para otros sectores del mismo movimiento, lo lúdico y lo festivo no está, o no debería estar, reñido con lo político; más bien consideran que la festividad y la alegría son características de lo gay y que por lo tanto también deben ser reivindicadas. 1.3 Algunas demandas actuales del Movimiento de la Diversidad Sexual de la Cd. de México Este año las demandas expresadas por el movimiento de la diversidad sexual durante la XXIII Marcha del Orgullo, como se verá más adelante en la descripción de la cobertura periodística, se centraron en los siguientes puntos: A) La promoción de una iniciativa de ley presentada en abril de este año por la diputada Enoé Uranga -del Partido Democracia Social (PDS)7- ante la ALDF para incorporar al Código Civil del Distrito Federal la iniciativa de ley llamada “Sociedades de Convivencia”, que es interpretada popularmente como “la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo”. Esta iniciativa fue promocionada en un acto de bodas simbólicas el pasado 14 febrero (conocido en el calendario consumista como el “Día del Amor y la Amistad”) en la explanada del Palacio de Bellas Artes, a donde se dieron cita cientos de parejas gays y lésbicas para apoyar la iniciativa y unirse simbólicamente en una celebración colectiva y festiva en la que participaron personajes del ámbito artístico y cultural capitalino. La votación de esta ley se realizará en octubre del presente año. B) En los meses recientes el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y la Delegación Cuauhtémoc, encabezados por Andrés Manuel López Obrador y Dolores Padierna, respectivamente -ambos pertenecientes al izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD)-, emprendieron una campaña de cierre de bares y discotecas que afectó principalmente a los dedicados a atender a la clientela gay y lésbica en la Zona Rosa. Según las autoridades, tal cierre fue debido a la carencia de suficientes medidas de seguridad en esos lugares. Ante esto los empresarios, las revistas gays, los activistas de la vieja y nueva hornada, y gays y lesbianas independientes han levantado su protesta por lo que consideran un acto “arbitrario y homófobo” de un gobierno que se presume de izquierda y que está actuando como se esperaría lo hiciera, de estar al frente del GDF, el derechista Partido Acción Nacional (PAN). Finalmente, es preciso reconocer que en México la Marcha del Orgullo no sólo se realiza en la Cd. de México, sino también en otras ciudades del país, captando de igual forma la atención de algunos medios impresos capitalinos; tales marchas se llevan a cabo en Guadalajara (la de este año

7 Tal legisladora es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y se identifica como abiertamente lesbiana.

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fue la segunda emisión en su segunda etapa, después de catorce años de repliegue8, y quinta emisión si se consideran las tres primeras marchas de 1983, 1984 y 1985)9; Veracruz (tercera emisión)10; Monterrey; y Mérida (Marcha del Silencio)11.

2. ALGUNOS ANTECEDENTES AMARILLISTAS DE LA COBERTURA PERIODÍSTICA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD EN MEDIOS IMPRESOS DE LA CD. DE MÉXICO La incorporación de representaciones mediáticas respetuosas de los hombres y mujeres que conforman la diversidad sexual es un fenómeno relativamente reciente en los diarios y revistas nacionales. Desde mediados de la década de los ochenta comenzaron a publicarse revistas gays que abordaron las identidades gay y lésbica como otras posibilidades afirmativas de ser humano/a. Sin embargo, esto no siempre fue así, en los años setenta los sucesos y las imágenes de homosexuales fueron el alimento de los semanarios amarillistas, o bien, las noticias sobre este sector de la población, quedaban automáticamente relegadas a las secciones de nota roja de los periódicos. 2.1 Alarma! y Alerta! Son “clásicos”, por su acendrado sensacionalismo e instigación a la homofobia, semanarios como Alarma! y Alerta! -publicados en los años setenta y principios de los ochenta-, caracterizados por hacer del morbo de sus asiduos/as lectores/as, de clase baja y un escaso nivel escolar, una fuente de explotación comercial. Como el tema de la homosexualidad “vendía”, era recurrente en sus ediciones. Desde los años setenta, y hasta principios de los ochenta, se podían encontrar en puestos de periódicos números de estas publicaciones que, a ocho columnas, daban cuenta de “orgías” y “amores repugnantes” que tenían como protagonistas a “mujercitos”, “afeminados” y “maricas”. Los encabezados de las “noticias” y las fotografías de transexuales, travestis y hombres de apariencia heterosexual que las ilustraban, son de una elocuencia apabullante para inferir, en una sociedad mexicana machista y con una incipiente organización de grupos de homosexuales y lesbianas, los efectos perniciosos que producían estas publicaciones sobre los disidentes sexuales de la época y sobre las representaciones que de ellos se formaban los/as lectores/as de las clases populares. Así, por ejemplo, los encabezados y las secundarias de las “notas” rezaban de esta manera12:

“Ya es epidemia de afeminados! Es necesario acabar con tanta inmoralidad! No ocultan sus vicios! Dicen que nadie los hará cambiar! Ser mujeres es su ilusión! Andan en busca de jovencitos!” (Alarma!, agosto de 1970). “Sorprendidos en su luna de miel. Ya se imaginaran...Repugnante contubernio de 2 ‘maricas’” (Alerta!, octubre 24 de 1970). “Orgía de homosexuales! ¡Qué asco! ¡Cuánta degeneración! Había para todos los gustos: ‘rubias’ y ‘morenas’! Locotas! Cinicotas!” (Alarma!, diciembre 2 de 1970). “Más ‘mujercitos’. Festines secretos de invertidos. ¿Qué pasa? ¿ya nadie quiere ser hombre? Asquerosa depravación sexual! (Alarma!, diciembre de 1970). “No secuestró a la chica porque lo que le gusta es el amor de sus amigos!” (Alarma!, enero 20 de 1971). “Degenerados ‘mujercitos’ venden amor y sucias caricias! En las calles y cabarets...! Con silicones se

8 “Desafían ángeles tapatíos las buenas conciencias” (encabezado de foto), La Jornada, 15 de julio de 2001, primera plana; Villamil, Jenaro, “En Guadalajara, el macho bravío deviene ángel tapatío. Jóvenes gays salen a las calles en demanda de respeto y en desafío al conservadurismo panista”, Ibídem, pp. 29-30; Villamil, Jenaro, “La homofobia fue derrotada en la capital tapatía. Transcurrió sin incidentes la marcha gay; organizadores calcularon 15 mil asistentes”, Ibídem, p. 29; “Decenas de homosexuales y lesbianas marcharon por las principales calles de Guadalajara, en el marco de las festividades por el ‘orgullo gay’” (pié de foto), El Sol de México, 15 de julio de 2001, primera plana de la sección “República”, p. 1/B. 9 Mendoza Navarro, José. “Marchan homosexuales por el centro. ‘Antes que nada, primero somos personas’, su clamor”, El Occidental (diario de Guadalajara), 25 de junio de 2000. 10 Morales, Andrés T. ”Consignas contra alcalde panista en manifestación gay. Veracruz”, La Jornada, 8 de julio de 2001, p. 29. 11 Villamil, Jenaro, op. cit., p. 29. 12 Información extraída de los archivos personales del Dr. Joseph Carrier, a quien agradezco me haya proporcionado copias digitales de las portadas de las revistas que aquí se citan.

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hacen formas! Más femeninos que muchas damas! Acuden a las peores orgías y hasta el final se descubren” (Alarma!, octubre de 1975).

“Son mujercitos...andaban de orgía y robando! Dicen que son ‘actores’ de Bellas Artes” (Alarma!, mayo de 1976). “Asesinaron a mujercito que era pareja de Norma Lee [una vedette]. La inquietante Norma se quedó sin Paco Francisco, su ‘amiga’! Comandante de aduanas, el verdugo! (Alarma!, marzo 18 de 1981).

2.2 Semanario de lo Insólito En la actualidad este tipo de semanarios se siguen editando en México, y publican “información” sobre homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero, ya sin el tono marcadamente morboso y amarillista que antaño caracterizaba a Alarma! o Alerta!, pero siguen conservando una visión homófoba e irrespetuosa hacia las comunidades de la diversidad sexual. Una publicación de este tipo es el Semanario de lo Insólito que, más que especializarse en la nota roja exacerbada, se especializa en publicar, como su nombre lo indica, “sucesos insólitos” como: reencarnaciones; niños con dos cerebros; obesos accidentados que necesitan “10 bomberos y una grúa” para ser auxiliados; madres que matan a sus hijas por “agotamiento materno”; etc.13. En este contexto de sucesos “excepcionales”, este semanario publica también noticias “increíbles” sobre lesbianas y gays como personajes “raros” en el mundo heterosexual. Así, por ejemplo, en su número 509 presenta en portada la nota: “Amor entre mujeres. Dos actrices causan escándalo con su romance”, en referencia a la relación amorosa entre Ellen Degeneres (quien, a decir de la publicación “lleva en su apellido lo que es”) -protagonista de la serie estadounidense Ellen, que reconoció su lesbianismo en un episodio de su programa- y la actriz Anne Heche14. En cuanto a los hombres gays, Insólito publicó en la portada de su siguiente número el encabezado: “El primer matrimonio gay en España” y una foto de dos hombres en smoking sentados a la mesa, frente a copas de vino, celebrando su unión con un beso; en el pié de foto se lee: “Se flecharon y se convirtieron en marido y marido, pero...’tronaron’ uno por coqueto y el otro por cochino”. En interiores se destaca con letras grandes: “¡Se casaron, fueron marido y marido y luego se divorciaron!”15. 3. EL TEMA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN ALGUNOS MEDIOS IMPRESOS DE LA CD. DE MÉXICO En la actualidad, en la prensa capitalina los asuntos de la diversidad sexual ya no son dominio exclusivo de la nota roja, las revistas sensacionalistas o de la llamada “prensa rosa”, sino un asunto de interés en medios impresos de diversas características. En la Cd. de México, desde hace aproximadamente una década, la prensa publica cada vez más información de distintos géneros y líneas editoriales sobre el tema de la diversidad sexual. Esta efervescencia de información en los medios impresos, y electrónicos, tiene que ver con una apertura de la sociedad hacia estos temas, pero también con una mayor participación y visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual. De tal suerte que las propuestas y acciones del Movimiento LGBT y de los diversos sectores progresistas de la sociedad que apoyan las causas de género y de la diversidad sexual -junto con las oposiciones homófobas e intolerantes de la Iglesia Católica y de los sectores conservadores reacios a las demandas de las llamadas minorías sexuales-, generan un debate social que necesariamente tiene resonancias en los medios de comunicación, principalmente en los impresos. Este debate se expresa en publicaciones de diverso carácter como los suplementos periodísticos. A continuación se describirán las características generales de algunas de esas publicaciones, la manera en que abordan el tema de la diversidad sexual y la forma en que aluden a

13 Cabe señalar que, como descendiente de Alarma!, actualmente se publica el semanario El Nuevo Alarma!, que presenta en sus páginas información de nota roja sobre accidentes carreteros, homicidios, suicidios, asaltos, robos, secuestros, lenocinio, maltrato infantil, violaciones, incendios, etc., todo ello aderezado con sangrientas fotografías de muertos y heridos, y de “sanguinarios” delincuentes y hampones. Queda pendiente el seguimiento de la información sobre disidentes sexuales en esta publicación, así como su posible “cobertura” de las Marchas del Orgullo puesto que, por lo menos en el número posterior a la Marcha, no se publicó nada sobre estos asuntos (El Nuevo Alarma!, No. 533, julio 19 de 2001). 14 “Amor entre mujeres”, Semanario de lo Insólito, septiembre de 2001, Año X, No. 509, p. 4. 15 “El primer matrimonio gay en España”, Semanario de lo Insólito, septiembre de 2001, Año X, No. 510, p. 4.

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las Marchas del Orgullo de la Cd. de México. Cabe señalar que el recuento aquí realizado de este tipo de medios es sólo una muestra y de ninguna manera constituye una revisión exhaustiva. 3.1 Los suplementos Los diarios capitalinos publican semanal, quincenal y mensualmente suplementos de todo tipo. De entre esos periódicos destaca La Jornada con la publicación de tres suplementos mensuales en los que se abordan de una manera científica, social y cultural diferentes temas en el campo de la diversidad sexual. Por su parte, el Arzobispado de México, a través de los tres diarios capitalinos de la Organización Editorial Mexicana, publica un suplemento de carácter católico conservador (ver Anexo No. 1). Si bien en esta ocasión estos suplementos no publicaron nada en relación a la XXIII Marcha del Orgullo, es importante considerarlos porque en otras ocasiones han cubierto de diferentes modos las anteriores marchas, pero sobre todo porque su inclusión rebela algunos datos interesantes acerca de la situación social capitalina en materia de diversidad sexual y de la discusión que se realiza en medios impresos de características y líneas editoriales diametralmente opuestas. 3.1.1 Los suplementos de La Jornada: LETRA S, Triple Jornada y La Jornada Semanal Especializado en divulgar información sobre sexualidad y VIH-sida, el suplemento LETRA S, salud, sexualidad, sida, desde 1996, ha abordado diversos temas como: políticas de atención a enfermos de sida; elecciones y sida; los prejuicios en torno a las campañas de uso del condón; los debates sobre la educación sexual en las primarias; jóvenes y sida; la violencia contra las mujeres, los niños y las niñas; la masculinidad; la salud reproductiva; y las drogas y el VIH/sida, entre muchos otros tópicos16. A lo largo de sus 60 números, este suplemento ha dedicado muchos a debatir el tema de la diversidad sexual desde diferentes ámbitos: homofobia y sida; nuevas costumbres sexuales; valores sexuales; diversidad y derechos sexuales; intolerancia y diversidad sexual; las acciones en contra de la discriminación por orientación sexual; etc. En su número 47 titulado “Diversidad sexual: valor social en construcción”, LETRA S ilustró su portada y páginas interiores con fotografías de la Marcha del Orgullo de 199917. Por otro lado, el suplemento denominado Triple Jornada, se caracteriza por abordar todas las cuestiones referentes al feminismo y la perspectiva de género, incluyendo las lésbicas; el año pasado dedicó un número completo al abordaje del lesbianismo. Dicho número abarcó artículos sobre literatura lésbica, el grupo feminista-lésbico “Lesbianas en Colectiva” y el lesbianismo como construcción social18. Adicionalmente, La Jornada Semanal, el suplemento cultural de La Jornada, en 1999 publicó un número dedicado a la diversidad sexual y el género19, además ha publicado escritos sobre estos temas en otros números. Los dos primeros suplementos mencionados han abordado solidariamente las Marchas del Orgullo con reportajes gráficos y otras colaboraciones. 3.1.2 El suplemento del Arzobispado de México: Desde la fe Desde principios del siglo XX la Iglesia Católica se ha preocupado por tener una influencia en los medios masivos, primero en el cine y posteriormente en otros medios. Aunque a lo largo de la historia ha habido posiciones encontradas al interior de la Iglesia en el sentido de si debe tener sus propios medios de comunicación o si sólo debe influir en los ya existentes, es claro que en México la presencia de los grupos católicos en los medios informativos ha cobrado importancia. Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México y cardenal, ha sido uno de los altos jerarcas católicos que, desde 1997, ha presionado en la elaboración de “reformas legales para que la Iglesia pueda

16 Por su excelente labor de divulgación de temas de salud, sexualidad y sida, el director de este suplemento, Alejandro Brito, recibió este año el Premio Nacional de Periodismo e Información 2000-2001. 17 “Diversidad sexual: valor social en construcción”. LETRA S, salud, sexualidad, sida, No. 47, jueves 1 de junio de 2000. 18 Triple Jornada, No. 26, lunes 2 de octubre de 2000. 19 Incluyó una entrevista con la filósofa Martha Nussbaum sobre la pederastia, un artículo sobre la literatura escrita por homosexuales, una selección de poemas de poetas hispanoamericanas y una reseña sobre Siete noches junto al mar, la más reciente novela de Luis Zapata; entre otras colaboraciones (“Diversidad y género”, La Jornada Semanal, No. 235, domingo 5 de septiembre de 1999).

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tener una ‘mayor presencia’ en los medios masivos y en la educación” (González Ruiz, 2001; p. 105), insistiendo en que “‘el gobierno debe dar a la Iglesia la misma oportunidad que da a otros sectores para poseer medios de comunicación y participar en política’” (Idem). El interés de Norberto Rivera por impulsar la presencia del clero en los medios se ha cristalizado en publicaciones de contenido político-religioso como Desde la fe y Nuevo Criterio, mediante los cuales el arzobispado ha difundido sus mensajes a amplios sectores de la población, y a través de programas de radio y spots en televisión20. Desde la fe es el órgano informativo del Arzobispado de México que, con un tiraje de casi 700 mil ejemplares, aparece todos los domingos en los periódicos El Sol de México, La Prensa y Esto, pertenecientes a la Organización Editorial Mexicana21. Esta publicación está dirigida, según palabras del suplemento, “‘a todos los católicos en general, teniendo en cuenta, entre ellos, a los alejados de la Iglesia, a quienes rechazan su doctrina y a los indiferentes’” y su objetivo oficial es “‘transmitir el mensaje del Evangelio’” (González Ruiz, 2001; p. 125). Al igual que Nuevo Criterio, Desde la fe tiene una línea editorial marcadamente ultraconservadora que se caracteriza por su defensa a los intereses e ideología de la Iglesia, y por su ataque constante contra posiciones progresistas y políticas públicas de ONGs, fundaciones y organismos gubernamentales en materia de aborto, población, salud sexual y reproductiva, campañas de prevención del sida y uso del condón, programas de educación sexual con un enfoque laico, perspectiva de género y feminismo, eutanasia, fecundación artificial, uniones de hecho, diversidad sexual, etc. Específicamente, en lo que respecta a los temas sobre diversidad sexual, Desde la fe se ha encargado de difundir claramente la postura intolerante y homófoba del Arzobispado de México hacia las comunidades LGBT. En este sentido, el número 66 de ese suplemento, del 24 de mayo de 1998, estuvo dedicado al tema de la homosexualidad a través de un editorial y varias colaboraciones22, en donde, apoyándose en el Catecismo de la Iglesia Católica, se describe a la homosexualidad como “depravaciones graves” y “actos intrínsecamente desordenados [...] contrarios a la ley natural” que “no pueden recibir aprobación en ningún caso” (p. 3). El artículo principal de este número se titula “La homosexualidad, ¿a dónde quieren llevarnos?” y está ilustrado con dos fotografías de la Marcha del Orgullo Lésbico-Gay de 1997, una de un joven con falda, y collar y cinturón de chiles; y la otra de los entonces candidatos a diputados (una lesbiana y un gay) por el Partido del Frente Cardenista. En tal artículo se descalifican las Marchas del Orgullo y los derechos que últimamente están reivindicando los gays y lesbianas, en el sumario se expresa:

“Sin duda alguna, el fenómeno de la homosexualidad está tomando un carácter dramático en el mundo occidental: manifestaciones, reivindicación de ‘derechos’, leyes permisivas, pornografía, todo tipo de desviaciones y perversiones sexuales... Los homosexuales están presionando para legalizar el matrimonio entre gays y entre lesbianas, incluso, pugnando por el ‘derecho’ a adoptar niños. Por un puñado de votos, en México, las reivindicaciones vienen abanderadas por el PRD [Partido de la Revolución Democrática]. ¿A dónde quieren llevarnos?”23.

En otro artículo del mismo número, “Demandas aberrantes de los homosexuales” (traducido de Human Life International), se hace referencia a una Marcha del Orgullo realizada en Washington “no hace mucho”, cuestionando los “actos inmorales” de los/as participantes y la cobertura de la

20 El caso de Nuevo Criterio es particular ya que no se trata de un suplemento o de un medio impreso masivo, sino de un órgano de información que, fundado en 1988 por el obispo Genaro Alamilla y Julio González Garza -hermano de Francisco González Garza, ex presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y actual presidente de la Asociación a Favor de lo Mejor en los Medios de Comunicación-, se publica y distribuye semanalmente en las parroquias con un tiraje de 20 mil ejemplares. Respaldada por un equipo editorial vinculado muy estrechamente a grupos conservadores como Provida, la UNPF y otros, Nuevo Criterio está dirigida “a los católicos asiduos a la liturgia dominical” y su objetivo es “ser un apoyo a la Nueva Evangelización de la Ciudad de México”. Actualmente existen proyectos a mediano plazo para convertir a esta publicación en un semanario consolidado y a largo transformarlo en un diario, expandiendo su distribución más allá de las parroquias (González Ruiz, 2001; pp. 117-118). 21 Esta organización publica 60 periódicos en el país y se anuncia como “el grupo editorial más grande en toda América Latina”. 22 “La homosexualidad. ¿A dónde quieren llevarnos?”. Desde la Fe, 24 de mayo de 1998, Año II, No. 66. 23 Ibídem, p. 4.

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prensa estadounidense: “Las cámaras de televisión del Club 700 (un grupo cristiano) captaron durante este desfile escenas inmorales, que la mayoría de la prensa norteamericana pasó por alto. En plena vía pública algunos homosexuales y lesbianas simularon el acto homosexual, otros desfilaron semidesnudos. Participaron también cientos de sadomasoquistas y transexuales”24.

Finalmente, en el editorial titulado “¿Legalizar lo inmoral y lo perverso?”, se opina en contra de la legislación de los matrimonios entre personas del mismo sexo y de “su falso derecho a la adopción” porque “va contra la naturaleza del ser humano”. El editorial hace un llamado a los legisladores para que estén:

“Muy atentos[...] para no sucumbir a la ambición de poder, a la de los votos, a la del dinero o a la de sus pasiones, incluso, en algún caso. Los legisladores han de tener muy presente el valor simbólico y pedagógico de las leyes. Puede haber leyes injustas que permitan, y hasta alienten, la violación de derechos humanos fundamentales; leyes que se exceden en su permisivismo [sic], haciendo de lo inmoral algo legal; de lo que atenta contra el bien común, en un supuesto derecho, en patente de corso para vivir fuera de la razón y de la ética [...] Finalmente, el PRD debe saber, que si bien puede conseguir un grupito minúsculo de votos, los de los homosexuales y las lesbianas, también es posible que, con el tiempo, la sociedad mexicana les pase la factura, y que este tipo de oportunismos políticos se vuelvan contra él, propiciando el más estrepitoso de sus fracasos”25.

En realidad, este número de Desde la fe fue la reacción política de repudio de la Iglesia Católica a la realización del Primer Foro de la Diversidad Sexual y Derechos Humanos (Orientación Sexual y Expresión Genérica), impulsado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal I Legislatura a través de la Fracción Parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática y del diputado federal David Sánchez Camacho, secretario de la Comisión de Atención Especial a Grupos Vulnerables26. Además, este evento constituyó una oportunidad política que la Iglesia Católica aprovechó para atacar al PRD en un momento pre electoral que tenía en puerta las elecciones presidenciales realizadas el año pasado. En otros números, este suplemento se ha evidenciado como un crítico de los medios que presentan a la homosexualidad como un estilo de vida válido y respetable, tachándolos de “medios de comunicación adictos a la causa gay”. Así, en el artículo “Homosexualidad de moda”, se lee en el sumario:

“Leyendo la prensa de los últimos meses, me he dado cuenta que el tema de la homosexualidad se ha convertido en una verdadera moda. Y con el efecto que tienen las modas, creo que me he acostumbrado a este tema sin que cause en mí gran sobresalto. Hace algunos años, era un asunto del que poco se podía hablar sin despertar alguna reacción negativa o hacer algún gesto de rechazo. Hoy, los medios de comunicación han logrado implantar esta nueva moda invitándonos a hablar de la homosexualidad con total naturalidad. ¿Usted ha entrado también en la moda? ¿Ha pensado en sus consecuencias prácticas?” 27.

La Jornada se ha caracterizado por su abierto cuestionamiento a las posiciones autoritarias y retrógradas de la Iglesia Católica. Debido a esto, Desde la fe ha ubicado a ese diario como uno de sus principales adversarios -calificándolo como “tendencioso y anticatólico”-, y en sus colaboraciones ataca visceralmente las informaciones que ese medio publica. Por ejemplo, en su editorial del número 221, de mayo de 2001, critica a La Jornada por su editorial del día 9 del mismo mes, en el que se cuestiona a la Arquidiócesis de México en torno a la pretensión de arrogarse la exclusividad de la utilización de la imagen de Cristo. Al respecto, el editorial de Desde la fe señala:

“De nuevo asoma la terca y absurda hostilidad del diario La Jornada contra la Iglesia Católica, actitud que raya cada vez más en lo neurótico. Prueba de ello es su editorial del día 9, el cual, derramando veneno en cada frase, se desliza por una vía de mentiras e ignorancias hacia la Iglesia Católica y muestra su intolerancia que tanto agrada a la mentalidad anticatólica agazapada en sus páginas. El pretexto de sus ataques ha sido una supuesta exigencia de copyright de la imagen de Cristo por parte

24 Ibídem, p. 6. 25 Ibídem, p. 10. 26 Tal Foro fue realizado del 12 al 14 de mayo de 1998. A esta convocatoria respondieron diversas instituciones, grupos e individuos presentando propuestas sobre políticas públicas e iniciativas legislativas tendientes a mejorar las condiciones de impartición de justicia y de desarrollo social equitativo para gays, lesbianas, bisexuales y transgenéricos. El PRD, a través del diputado Sánchez Camacho, promovió la publicación de la memoria del Foro (Sánchez Camacho, 1999). 27 Sobre este y otros ejemplos de la postura de la Iglesia Católica acerca de la homosexualidad y los homosexuales, consúltese la página electrónica del Arzobispado de Mexico: www.arzobispadomexico.org.mx/desdelafe/index.htm

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de la Arquidiócesis de México. Algo totalmente falso que sólo existe en imaginaciones febriles. Pero, suponiendo -como afirma La Jornada- que el Arzobispado pretenda

asegurarse en exclusiva la tutela de la imagen de Cristo, es legítimo preguntarle al diario: ¿en qué documento la Arquidiócesis pide tal exclusiva?, ¿de cuándo acá y con qué fin le interesa tanto la imagen de Cristo, mientras da cabida frecuente a textos que justifican un horrendo crimen, el crimen del aborto?”.28

Así pues, con su intolerancia a las posiciones contrarias a las doctrinas de la Iglesia Católica y con su amplia presencia en tres importantes diarios del país, Desde la fe se allega importantes condiciones para ejercer una gran influencia homófoba en algunos sectores de sus asiduos/as lectores/as. 4. LA COBERTURA PERIODÍSTICA DE LA XXIII MARCHA DEL ORGULLO POR EL RESPETO AL DERECHO A LA DIVERSIDAD SEXUAL DE LA CD. DE MÉXICO En este apartado se describirá la forma en que los diarios y otros medios impresos cubrieron la XXIII Marcha del Orgullo, tanto los que dieron cuenta del evento al día siguiente, como los que aludieron al mismo, o a temas relacionados, días o más de un mes después; primero se mencionan ciertas características de esos diarios y se especifica los que fueron revisados. 4.1 Algunas características de los diarios publicados en la Cd. de México En la Cd. de México se publican diecisiete diarios (propiamente dichos) de información general; dieciséis en español y uno en inglés (The News, de circulación local; publicado por Novedades Editores, al igual que Novedades). De los dieciséis diarios en español quince son locales (La Crónica de Hoy, El Día, Excélsior, El Heraldo de México, La Jornada, Metro, México Hoy, Milenio Diario, Novedades, Ovaciones, La Prensa, Reforma, El Sol de México, El Universal y unomásuno) (ver Anexo No. 1), y uno es de edición internacional (el rotativo español El País). Además de estos diarios de información general, existe otro diario de información deportiva (Esto). Aparte de estos diarios se editan otros periódicos matutinos que circulan solamente de lunes a viernes (El Economista y El Financiero), o de lunes a sábado (Diario de México y El Valle de México). Asimismo existen periódicos vespertinos que tampoco se publican los fines de semana. Adicionalmente, sin haber llegado a un año de existencia, también circula de lunes a viernes el periódico El M, de distribución restringida y gratuita en las estaciones del metro de la ciudad. Las siguientes son algunas características de los quince diarios de información general. Los diarios más antiguos son Excélsior, El Sol de México y El Universal, con 85 años de circulación; le sigue La Prensa, con 72 años; Novedades, con 65; Ovaciones, 54; El Heraldo de México, 36; unomásuno, 24; El Día, 20; La Jornada, 17; Reforma, 8; La Crónica de Hoy, 6; Metro, 4; México Hoy, 3; y Milenio Diario, 2. Los diarios La Prensa y El Sol de México (así como el diario deportivo Esto) pertenecen a la Organización Editorial Mexicana; mientras que Metro y Reforma, son propiedad del Consorcio Interamericano de Comunicación, S. A. de C. V. De todos los diarios, La Jornada se ha caracterizado por su mayor apertura para publicar continua y puntualmente información en general sobre los sucesos en torno a las minorías sexuales, desde casos individuales de intolerancia, homofobia y violación de los derechos humanos, hasta los acontecimientos más importantes en torno a las acciones de los movimientos LGBT local y mundial. Además, cada año en el mes de junio, con motivo de las diversas actividades que se realizan en torno a la celebración de lo que en otros países se conoce como el “Día del Orgullo Gay” -y que en México se ha dado en llamar “el mes de la diversidad sexual”-, los diarios capitalinos publican información mundial sobre estas celebraciones e información local sobre otros temas relacionados con las diferentes actividades políticas, sociales y culturales que realizan los grupos y asociaciones de las comunidades de la diversidad sexual. 4.2 La cobertura de los diarios el día siguiente La información sobre la XXIII Marcha del Orgullo que dieron a conocer los diarios el día siguiente (1 de julio de 2001) se realizó principalmente a través de notas informativas. 28 Editorial. “La ofensiva de los ‘tolerantes’”, Desde la Fe, del 13 al 19 de mayo de 2001, Año V, No. 221, p. 3.

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4.2.1 Las notas informativas De los diecisiete diarios de información general que se publican en la Cd. de México, este año sólo trece cubrieron la XXIII Marcha del Orgullo publicando la noticia al día siguiente; los diarios que no dieron cuenta del hecho fueron: La Crónica de Hoy, El Heraldo de México, The News y El País. Cabe señalar que los otros periódicos matutinos y vespertinos que no circulan los sábados y/o domingos tampoco informaron sobre el suceso el lunes siguiente. De esos trece diarios, la mayoría consignó la noticia en sus secciones de “Ciudad”, “Metrópoli”, “El D. F.”, “El Valle”, “Tendencias” o “Información General”, excepto La Jornada que, contando con una sección para información sobre asuntos urbanos llamada “La Capital”, dio cuenta de la Marcha en su sección “Sociedad y Justicia”, del mismo modo que lo hace con toda la información de carácter político y social referente a la diversidad sexual. A pesar de no haber cubierto la Marcha de la Cd. de México, La Crónica de Hoy, en su sección “Mundo”, reportó información sobre las Marchas del Orgullo Gay realizadas en algunas ciudades de Europa29, destacando las exigencia, de los “grupos defensores de los derechos de los homosexuales y las lesbianas”, del “respeto hacia su decisión sexual, no rechazo ni discriminación ante la sociedad por su personalidad”, y el ataque perpetrado por “cientos de jóvenes [que] agredieron a grupos de homosexuales y lesbianas” durante la marcha en Belgrado30. El Heraldo de México, por su parte, si bien no publicó información sobre la presente Marcha, se refirió a ella a través de otra nota informativa, como se verá más adelante. Los restantes trece diarios cubrieron el evento de la siguiente forma: El Día Este diario publicó una pequeña nota en su contraportada señalando el recorrido realizado y destacando la adhesión de los/as “cientos” de marchistas a asociaciones mundiales similares para exigir el respeto a sus derechos humanos, y pedir al gobierno federal que desaparezca la discriminación y exigir la aprobación de la “Ley de Asociación de Convivencia”. La nota es más bien un gran pié de foto en la que aparecen retratados transgéneros disfrazados de mariposas31. Excélsior La cobertura de este rotativo se realizó a través de una nota y tres fotografías, una en primera plana (pero no como foto principal) y dos en interiores. La primera es una vista panorámica de la bandera monumental serpenteando entre la muchedumbre32; las otras dos son de transgéneros: el grupo “Divas” posando para la cámara antes de su presentación en el Zócalo; y un joven vestido de quinceañera. La nota, en interiores, está escrita al alimón por reporteros varones quienes señalan que el acto fue realizado para exigir respeto a la preferencia sexual “en trabajos y escuelas”33. Describen puntualmente el recorrido realizado y acotan sobre el “severo caos vial, [que ocasionó la Marcha] a pesar de ser un día de asueto”. Utilizando términos poco afortunados, los reporteros señalan: “La caravana estuvo conformada por una docena de carros alegóricos en los cuales manifestaban abiertamente su desviación sexual”. Retoman el testimonio de Raúl, un joven entrevistado quien, según los reporteros, invitó a los medios informativos a su boda simbólica, junto con otras tres parejas, frente a la iglesia La Profesa. Agregan que Raúl denunció la discriminación hacia las parejas gays en el otorgamiento de créditos para vivienda, que impide formar un patrimonio, y el traspaso de los bienes que han acumulado. Y dan voz al entrevistado cuando afirma: “‘es imposible que nosotros que tenemos las mismas 29 De la Redacción. “Homosexuales exigen respeto en Europa”, La Crónica de Hoy, 1 de julio de 2001, p. 13. 30 Además, este mismo diario publicó, en su suplemento cultural, un artículo titulado “¿El joven Maravilla era gay?” en el que se comenta sobre la censura y la homofobia de DC Comics, la empresa que posee los derechos de Batman, sobre algunos académicos estadounidenses que discuten la orientación sexual del “caballero de la noche” y su abordaje teórico como un icono gay (Durán King, José Luis. “¿El joven Maravilla era gay?”, Crónica Dominical, Año 5, No. 235, p. 13; suplemento de La Crónica de Hoy, 1 de julio de 2001). 31 De la redacción. “Marcha gay”, El Día, 1 de julio de 2001, Año XX, No. 8589, p. 24. 32 Excélsior, 1 de julio de 2001, Año LXXXV, No. 30,640, primera plana. 33 Ríos, Marco A. y Castilleja, Guillermo. “Marchan cientos de homosexuales en demanda de respeto; ‘boda simbólica’ de 4 parejas”, Ibídem, p. 21-A.

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obligaciones que cualquiera nos cataloguen como ciudadanos de segunda o tercera’”. Más adelante, rectifican el uso de términos desafortunados y describen un escenario sobre un trailer en el que, con música tecno: “la comunidad gay bailaba y mostraba a la sociedad mexicana abiertamente sus preferencias sexuales”. Sin embargo, retomando el tono semi escandalizado y moralista agregan: “Abajo, vestidos de novias, e incluso en franco reto a la ‘moral’ uno de ellos caminó desnudo”. La nota concluye señalando que los/as manifestantes:

“Indicaron que la marcha es para hacer acto de presencia, ya que es el único momento donde pueden expresarse abiertamente sin que sean agredidos por las personas. Ondeando la bandera del arco iris que simboliza la alegría de vivir, miles caminaron por espacio de tres horas hacia la plancha de la Constitución, donde exigieron a las autoridades se suscriba la Ley de Asociación de Convivencia”34.

La Jornada Este diario publicó dos fotos principales en primera plana: una de un aspecto frontal de la Marcha desfilando por Paseo de la Reforma, con la bandera monumental arcoiris en el centro (que por segundo año consecutivo fue cargada por decenas de voluntarios), entre pancartas y cientos de manifestantes; y la otra de un transgénero disfrazado de “Mujer Maravilla” con los pechos al aire, enarbolando una bandera arcoiris. El encabezado de las fotos destaca “la igualdad de derechos”, mientras que el pié de fotos menciona el “ambiente de convivencia festiva”, el recorrido y algunas de las consignas que fueron coreadas35. En interiores, la información se ilustra con la fotografía de un “apache” (un hombre en tanga con un gran penacho) frente al Ángel de la Independencia. El encabezado de la nota remarca que la Marcha fue por la igualdad; en las secundarias se cita a Enoé Uranga -la diputada del Partido Democracia Social (PDS) impulsora de la iniciativa de ley de “Sociedad de Convivencia”-: “El proceso democratizador debe incluir el derecho a la diferencia”36. La nota hace una crónica describiendo el recorrido, las consignas, las leyendas de las mantas, la diversidad de los/as manifestantes y la importancia de la visibilidad contra la discriminación:

“Estudiantes, artistas, religiosos, empresarios, trabajadores, políticos, padres y madres de familia, gente del campo y de la ciudad desplegaron colores y fantasías de una cultura de existencia remota, pero que apenas hace 23 años decidió salir del clóset y hacerse visible en México para manifestarse contra la represión, la marginalidad y el chantaje de que son objeto sus integrantes”37.

Resulta interesante la manera en que el reportero capta la ambigüedad genérica de las/los participantes y sus atavíos:

“[...] formas que transgreden los límites de un lenguaje masculinizado que no alcanza a definir el género ‘él’ o ‘ella’ en esta cultura lésbico-gay [...] impecables smokings, ataviados con velos de novia [...] otros en sensual conjunto tahitiano con la redondez de las caderas, pero sin la turgencia pectoral, y una rubia platinada demostraba que la ropa -un traje de safari- no sólo sirve para cubrir el cuerpo, sino también para exhibirlo mejor [...] Arlequines, sultanes, sherezadas de torneadas piernas, y ninfas con inocultables pelambres y vellosidades [...] hercúleos individuos de gruesas botas y pantalones de campaña, de estrecha cintura y espaldas anchas descubiertas, fibra y músculo en brazos y abdomen, con las manos enlazadas”38

De las consignas, el reportero destaca dos que ya son clásicas en esta Marcha del Orgullo: “‘!Detrás de las persianas se encuentran las lesbianas; detrás de los balcones se encuentran maricones! ¡Derechos iguales a lesbianas y homosexuales!’”. De las mantas recupera un par de mensajes: “‘Nuestra felicidad y seguridad no afecta a los demás’ y ‘El odio no es un valor familiar, promovamos la felicidad’”. El reportero destaca la presencia, entre los manifestantes, del Grupo Ecuménico Cristiano Génesis y su apoyo a la Marcha “por el amor a Cristo Jesús, un amor que rechaza cualquier forma

34 Idem. 35 “Marcha homosexual por la igualdad de derechos” (encabezado de fotos). La Jornada, 1 de julio de 2001, Año 17, No. 6048, primera plana. 36 Zúñiga M., Juan Antonio. “Marcha del movimiento lésbico-gay por la igualdad”, Ibídem, p. 35. 37 Idem. 38 Idem.

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de violencia” y discriminación. Y concluye la nota con extractos del mensaje que, a decir del cronista, la diputada Enoé Uranga “difundió a lo largo de la marcha”:

“‘[...] es indispensable que se entienda a la sociedad como un mosaico de preferencias y orientaciones individuales, que admiten diversos tonos y texturas con los que se conforma el amplio arco iris de la diversidad social y ciudadana. El proceso democratizador, para ser legítimo, debe incluir ineludiblemente el respeto a la diferencia”’39.

Metro Considerado como un diario sensacionalista para consumo popular, Metro dedicó su primera plana a la Marcha con un titular, en letras grandes, por demás homófobo: “APUÑALAN LA CIUDAD [40]. Aprovechan algunos Marcha del Orgullo Gay para exhibirse en calles del DF”41. Con este titular, aparece en la fotografía alusiva, de nuevo, la “Mujer Maravilla” de la primera plana de La Jornada. El encabezado de la nota en interiores está más suavizado, pero no deja de ser sensacionalista42. Las fotografías que la acompañan subrayan en sus pies “la imaginación de los carros alegóricos” (lesbianas simulando pasajes sáficos vestidas con túnicas sobre un escenario tipo griego antiguo); “las exhibiciones de algunos gays” (hombres musculosos con casco de obrero, en tanga, o sin ella, mostrando el pene desdibujado en la foto); la “irreverencia” de otras (un transgénero sobre una patrulla de la policía); y, hombres y mujeres jóvenes y sonrientes con vestimentas y banderas arcoiris en el monumento al Ángel de la Independencia como muestra de la celebración en “la peculiar marcha en su honor”. En la entrada la nota subraya la dedicación de la marcha a los gobernantes del país, “en todos sus niveles”, para exigir “equidad y los mismos derechos en las legislaciones”, programas de gobierno contra la discriminación, respeto a la libertad de expresión y al derecho de empresarios para operar giros mercantiles para la comunidad homosexual. El reportero retoma el llamado del comité organizador de la Marcha “a acabar con cualquier tipo de intolerancia y a fortalecer la cultura y el Estado laico”. Posteriormente se hace la reseña de la Marcha mencionando reiterativamente los horarios de partida y de arribo, y el itinerario realizado. Se alude al inicio de la manifestación con 500 participantes y la paulatina incorporación de “miles de integrantes” a pié y en carros alegóricos. Se menciona escuetamente la presencia de ”música, bailes y disfraces además de consignas”; destaca en este punto la incorporación que hace el reportero de la vestimenta heterosexual como un disfraz más: “Algunos marcharon semidesnudos, con disfraces que resaltaron sus preferencias sexuales, vestidos de novias o de heterosexuales”. También se menciona la incapacidad de los organizadores para calcular el número de asistentes y la molestia de peatones por no poder circular libremente, además del “intenso caos vial durante el recorrido, sin que se presentaran incidentes mayores”. Casi al final de la información, el periodista apunta:

“Para las 16:00 horas, el Zócalo se encontraba ocupado por miles de personas contra la discriminación de la comunidad y a favor de la Sociedad de Convivencia, referente a la posibilidad de la unión civil entre personas del mismo género”43.

México Hoy La noticia sobre la Marcha aparece en este diario también en primera plana, pero como nota secundaria, acompañada de una fotografía en color de un grupo de jóvenes gays vestidos de smoking, portando velos de novia y ramos de flores. El pié de foto resalta “la reivindicación e igualdad de los derechos civiles” y el “alto a la represión y la discriminación sobre la comunidad lésbica gay”44. La fotografía interior, un hombre adulto mayor portando una pancarta con la leyenda “Arriba la onda gay”, subraya la participación de “personas de diferentes edades”. 39 Idem. 40 En el argot heterosexual homófobo capitalino, se designa al homosexual como “puñal”, pretendida derivación “light” de “puto”. 41 “APUÑALAN LA CIUDAD. Aprovechan algunos Marcha del Orgullo Gay para exhibirse en calles del DF”, Metro, 1 de julio de 2001, Año 4, No. 1299, primera plana. 42 Durán, Manuel. “Pintan de rosa la capital”, Ibídem, p. 3. 43 Idem. 44 “La marcha del orgullo”, México Hoy, 1 de julio de 2001, Año III, No. 1064, primera plana.

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Sobresale en la nota informativa el calculo exagerado de la reportera de “más de 60 mil” participantes y el énfasis que pone al describir los “implantes [...] el estrógeno y las hormonas que se podían hasta oler”45. Aquí se describe a la Marcha como “una fiesta”, pero también “la reivindicación de la igualdad de derechos civiles, sociales y el respeto a la diferencia, bajo el lema ‘El respeto a la Diversidad Sexual es la Paz’” y la demanda del “alto a la represión, la discriminación y la violencia hacia las personas no heterosexuales”. Además, a diferencia de las anteriores, esta nota señala la petición del “acceso a la salud para las personas homosexuales, especialmente a los que tienen el virus del VIH-SIDA [sic]” y la participación de “jóvenes menores de edad, pero convencidos de su identidad sexual”. Menciona a “‘las vestidas’ y las operadas” que “incitaban la vista”, pero también a los y las demás, que sin importar “si tenían un cuerpazo escultural o unas lonjas demás, todos y todas tenían un pedazo de piel que mostrar”. La reportera también da voz a una vendedora de fruta en la Alameda Central que se pregunta “‘Sólo Dios sabe por qué son así’”, si por “‘nacimiento’” o por “‘mañosos’”, pero agrega: “‘Todos tenemos derecho a ser felices’”. Para la periodista sobresale en la manifestación lo que llama “el tabú del lesbianismo”, ya que, según afirma, “De cada 100 hombres, tal vez había una pareja de mujeres, todas jóvenes, muy distinto a los hombres que eran de todas las edades, clases sociales y variaciones sexuales”, y da voz a María, joven lesbiana menor de 30 años, que participa con su pareja, quien afirma que “no hay cambios” ya que sólo en la Marcha puede decir que es lesbiana, no así en el trabajo, la escuela o “‘con la propia familia’”. Asimismo, es interesante como la reportera destaca entre los participantes la presencia de “familias que se acercaban directamente para hacer conciencia de esta realidad”, además de mencionar a los activistas sociales, los “hombres bellísimos publicitando algún bar gay” y “muchos que iban al ligue”. La nota cierra de la siguiente manera:

“Después de cinco horas de marchar, bailar, echar porras, consignas, y a veces hasta retar en su búsqueda de aceptación, los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgenéricos, terminaron con un chapuzón en el Zócalo que aunque sea por un día, se volvió más tolerante”46

Milenio Diario La foto en primera plana de este diario destaca en el pié a las “Priscilas, reinas del desierto” como “quimeras del nuevo milenio” (las transgénero vestidas de mariposa junto a la Torre Latinoamericana), en la “manifestación por el respeto al derecho y la diversidad sexual [sic]”47. En la nota se califica al suceso como una tarde de “fiesta y demandas. Un día en el que miles de voces se unieron para defender el derecho a ser diferente [...] Una guerra de colores contra la homofobia y la intolerancia”48. La reportera describe el recorrido y a los/as participantes, entre los que sobresale la mención a la Mujer Maravilla, con sus “senos al aire” que dejan “boquiabiertos” a los automovilistas, pero también alude a Vicente Fox y Marta Sahagún, quienes, entonces solteros, “también participan en la marcha” dibujados en una manta que reza: “‘Cuando vivir juntos es un hecho, la sociedad de convivencia es un derecho’”. Destacándose de entre las otras notas, ésta menciona a algunas organizaciones participantes: “El Clóset de Sor Juana, Amigos Sordos Homosexuales, Grupo Lésbico Patlatonalli, Osos Mexicanos, la Liga Alegre de Boliche”. La reportera da dos ejemplos de la homofobia que aún impera en la capital: el testimonio de Diego, travesti vestido de novia que participa desde hace tres años en la Marcha y que ha sido golpeado, “sobre todo por policías”: “‘No se ha logrado el respeto a la diversidad sexual. Es injusto, porque todos tenemos derecho a decidir nuestra preferencia sexual. Hay gente que no puede entender eso’”; el segundo habla por sí solo: “Un automovilista simula disparar contra el contingente. ‘Si pudiera mataría a todos estos’. Suelta la frase sin importarle los gritos que a su alrededor se escuchan, acusándolo de homofóbico”. Sobresale también en esta nota la mención de la reportera a los manifestantes provenientes

45 Granados, Blanca. “Marchan por el orgullo homosexual”, Ibídem, p. 18. 46 Idem. 47 “Simplemente...somos”, Milenio Diario, 1 de julio de 2001, Año 2, No. 548, primera plana. 48 Gómez Durán, Thelma. “Marcha del orgullo sin ataduras”, Ibídem, p. 30.

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de Oaxaca vestidos de tehuanas y con otros trajes regionales, sobre los cuales señala con simpatía: “Sobre sus cabezas llevan arreglos florales que las hacen ver aún más bellas”. Y expresa el sentir de uno de ellos, Víctor Hugo, quien, se dice en la nota, está feliz de participar por primera vez en una Marcha del Orgullo y de representar a su estado con un traje típico, y agrega: “‘En Oaxaca hay mucho miedo. Muchos no se atreven a hacer pública su preferencia sexual, pero nosotros estamos en la lucha para defender nuestros derechos’”. Otro aspecto no mencionado hasta ahora en las otras notas es la referencia al homenaje que se rindió en esta Marcha a “Los 41”, los hombres homosexuales que en 1901, durante el régimen de Porfirio Díaz, fueron encarcelados por vestirse de mujeres en una fiesta privada. Sobre este punto, y sobre la intolerancia de un pequeño grupo de fanáticos religiosos, la nota termina, remarcando la llegada al Zócalo y describiendo de manera somera el festival político-cultural que se realizó posteriormente, pero soslayando la información de lo acontecido y pronunciado durante el cierre de la Marcha, como lo hicieron casi todas las demás notas; la reportera señala:

“Han pasado cien años de ese hecho y la intolerancia sigue presente. El grupo de cinco extranjeros y uno que otro mexicano son muestra de ello. Las frases que han pintado en las pancartas que portan, sentencian a todos los homosexuales al infierno. Estos güeritos que hablan en alemán pertenecen a la secta ‘El reino de Dios’. Se han apostado a un lado de la Catedral para recibir a los pecadores y señalarlos. Su presencia es corta, pues un travesti los encara con su desnudez. La policía tiene que intervenir y retirar a quienes juzgan en nombre de Cristo. “En nombre de la libertad, de la defensa a los derechos y del respeto a la diversidad, los gays y lesbianas toman el Zócalo. Han sido más de cuatro horas de manifestación. Ahora siguen los discursos, las palabras de políticos, actores, cantantes y activistas. Los cuerpos sudorosos se dejan acariciar por los últimos rayos del sol. Hoy han defendido su orgullo, su derecho a ser diferentes”49.

Novedades La foto secundaria en la primera plana de la sección “Ciudad” de este diario, contiene un pié acotando que “miles de lesbianas y homosexuales marcharon pacíficamente”, mientras que la foto interior muestra a los novios/novias de velo y smoking. El encabezado de la nota resalta el “exhibicionismo” de los/as manifestantes y la reportera comienza señalando la “salida del clóset” de la comunidad lésbico gay para demandar “trato justo, tolerancia y respeto a sus derechos” en una tarde en la que “se vivieron instantes de libertad y se enterró la censura cotidiana”50. Se menciona que, “como si se tratara de un carnaval”, “grupos de personas mostraron sus cuerpos sin pudor” al compás de la música. Entre los datos de rigor sobre el horario y lugar de partida, el recorrido y la diversidad de vestimentas, se informa sobre la celebración simbólica de una boda que fue “ovacionada con las ‘cornetas’ de los autos” y consignas que, según la reportera, decían: “no somos puñales, somos machetes; no que no, sí que sí, ya volvimos a salir; de noche de día, nos gusta la puntería; soy gay, soy gay”. Además, se destaca la presencia de “48 grupos de homosexuales y lesbianas, de defensa a los derechos humanos, organizaciones no gubernamentales y de lucha contra el Sida [...] ante la mirada impávida e incluso la molestia de los heterosexuales“; del “‘condomóvil’ desde donde sus ocupantes lanzaron decenas de condones a los asistentes”. Según la periodista, al paso de la Marcha “el caos vial era insostenible [...] 114 puntos de ozono en el centro de la capital del país, no hizo mella en los defensores de la diferencia”. La nota menciona la presencia en el Zócalo del grupo religioso referido en la nota anterior: “quienes les dieron la bienvenida fueron los integrantes de una secta religiosa, que hasta les advirtieron que ‘serán castigados si no se arrepienten’”. Concluye aludiendo al “festejo” realizado y, a diferencia de las anteriores notas, nombra a los participantes en el acto final y apunta, muy de pasada, el carácter de su intervención:

“Cabe señalar que entre las ‘figuras’ de la comunidad lésbico gay que pudieron verse estaban: Tito Vasconcelos, Jesusa Rodríguez, Javier Lizarraga, Leopoldo Fregori y Humberto Alvarez, los que dieron un mensaje en la plancha de la Plaza de la Constitución. mismo que también escucharon los visitantes y turistas”51.

49 Idem. 50 Serrano, Esther. “Salieron, se exhibieron y se fueron”, Novedades, 1 de julio de 2001, Año LXV, No. 21931, p. F y F3. 51 Idem.

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Ovaciones Este diario se especializa en información deportiva, pero contiene una separatta de información general en cuya primera plana, parte inferior, aparecen fotografías de transgéneros; el pié destaca el “manifiesto toque erótico” y “el más puro estilo carnavalesco” de la Marcha52. En interiores se inserta una fotografía, separada de la nota, que muestra a un transgénero vestido de novia -velos y traje que deja completamente descubiertas las piernas- abrazando a un hombre enfundado en una máscara de Vicente Fox, rodeados de paseantes capitalinos en el Zócalo que los miran con extrañeza. El pié de esta foto da información que ningún otro pié de foto había proporcionado hasta el momento: “La manifestación anual del orgullo gay en esta ocasión fue un severo reclamo a las autoridades de la delegación Cuauhtémoc [Dolores Padierna], y al jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, y un cuestionamiento a las políticas del Ejecutivo Federal”53. En interiores, desde el encabezado, la nota da prioridad a informar sobre el “caos vial” que “desquició totalmente al DF” como producto de la Marcha54. El reportero informa sobre la “dislocación del tránsito vial” y los “severos embotellamientos en las calles transversales”, además de la insuficiencia de la vigilancia policiaca “para permitir el desplazamientos de los manifestantes, pero también de los conductores”. Sobre el acto en sí, el periodista menciona el recorrido de la manifestación y centra su atención en la indumentaria, o falta de ella, de lo/as marchistas: “Hombres vestidos de mujeres y mujeres con ropas de hombres y centenares de individuos semidesnudos”. En relación a las demandas anota que los/as manifestantes sostenían pancartas en las que: “exigían ‘respeto a sus preferencias sexuales’ y actualizar la ley para que se les permita contraer matrimonio entre personas del mismo sexo y adoptar criaturas que considerarían ‘como sus propios hijos’”. Más adelante el reportero informa sobre un aspecto no señalado en las notas anteriores: “Al llegar al Zócalo se organizó una tardeada que incluyó la participación de varios grupos musicales entre los que destacaba ‘El 41’”, además de agregar la realización, “frente a Palacio Nacional”, de “una verbena hasta casi el anochecer”. La nota finaliza con la reiteración del reportero sobre la imposibilidad de tránsito por “las más importantes avenidas y calles del primer cuadro” y la incorporación de declaraciones en este sentido del maestro de ceremonias del acto final de la Marcha:

“Tito Vasconcelos, conocido defensor de los derechos homosexuales, se deslindó de la responsabilidad por el dislocamiento de tránsito. ‘Nosotros ejercemos un derecho, lo notificamos a tiempo para que tomaran sus providencias. Si no pueden con el paquete no es cosa nuestra’, sostuvo”55.

La Prensa En su cintillo de la primera plana, La Prensa da cuenta de la Marcha a través de dos pequeñas fotografías: un transgénero mostrando la desnudez de sus pechos; y dos hombres de apariencia masculina besándose. En medio de las fotos el llamado a interiores: “Gays y lesbianas por el respeto a sus derechos”56. En interiores, las dos fotografías que acompañan la información muestran a sendos jóvenes semi desnudos, uno ataviado de serpientes, entre las que destaca la que sale del pene; y el otro sobre un carro alegórico, con antifaz, parche en la zona genital y la cabeza de una serpiente dibujada en el torso. El pié de fotos señala la diversidad de atavíos y carros alegóricos, pero también que “nuevamente la comunidad lésbico gay se pronunció en favor de la aprobación de la ley que defiende sus derechos”. A diferencia de otras notas, ésta se refiere a las “frases con tono agresivo” de algunas “personalidades del travesti” [sic] que, según el reportero, gritaban: “Los que no se nos unan son

52 Ovaciones. Información General, 1 de julio de 2001, Año LIV, No. 18746, primera plana. 53 Ibídem, p. 3. 54 Villarreal Arreola, Ernesto. “Marcha ‘orgullo lésbico-gay’ desquició totalmente al DF”, Ibídem, p. 6. 55 Idem. 56 La Prensa, 1 de julio de 2001, Año LXXII, No. 26,620, primera plana.

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pu..., los que no se nos unan son pu...”.; frases que, afirma, lejos de molestar a los “mirones”, arrancaban “la carcajada de quienes con morbo veían el Carnaval Gay”, para luego agregar, en un exabrupto “nacionalista”: “al puro estilo mexicano, ya que varios de los participantes solamente traían como vestimenta una tanga que dejaba al descubierto la falta de dinero para visitar al cirujano” 57. Se describe el recorrido, las vestimentas, las consignas (“Somos homosexuales, no animales”) y la presencia de travestis y strippers que “se contoneaban al ritmo de la música” sobre tres grúas; además de mencionar a los que llegaron en patines o disfrazados de “angelitos”. Desde la secundaria del encabezado, y al inicio y final de la nota, el reportero menciona la demanda principal, sobre la cual abunda:

“Dentro del contingente hubo quienes llevaban algunas mantas en las que le pedían a los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que aprueben la Ley de Asociación de Convivencia, que les permitiría vivir dos personas del mismo sexo [sic], y puedan tener los mismos derechos y obligaciones que da la unión entre ellos, pero sin poder adoptar a ningún niño”.

Sobre el arribo al Zócalo, la nota asume un tono moralista al subrayar que las familias que paseaban con sus hijos “al ver el contingente se asombraron ante la falta de moral de algunos homosexuales, que llegaban agarrados de las manos”. Reforma En la primera plana de su sección “Ciudad y Metrópoli”, el diario Reforma incluye dos fotografías: una panorámica frontal de la marcha que muestra al trailer puntero (sobre el cual actúa un imitador del cantante Michael Jackson) y atrás la bandera monumental entre los manifestantes que portan sombrillas y banderas arcoiris; la otra foto muestra al joven Medusa antes mencionado al frente de la bandera monumental. El pié de fotos destaca la presencia de “más de 43 grupos”; “cerca de 8 mil integrantes”; algunos atuendos “propios de su preferencia, vestidos de bailarinas y de novias”; el recorrido; y el número de edición de la Marcha que “provocó congestionamientos viales en la zona”58. En interiores, la foto que ilustra la nota es la misma publicada en el diario Metro sobre las jóvenes lesbianas que simulan pasajes sáficos. A diferencia del pié de foto de ese diario, que reza: “Los carros alegóricos dieron rienda suelta a la imaginación”, el pié de la foto en Reforma dice: “La Comunidad Lésbico Gay demandó terminar con la discriminación y la homofobia”. De hecho, en tanto que ambos diarios pertenecen al mismo consorcio, tanto el fotógrafo como el reportero de Metro son los mismos que los de Reforma. Es por esto que, a pesar de que las notas de ambos diarios sobre la Marcha tienen pequeñas variaciones de información, en esencia son las mismas; no así los encabezados, los cuales difieren diametralmente ya que mientras que en Metro se alude al “exhibicionismo” de los/as manifestantes y su “apuñalamiento” y “sonrosamiento” de la ciudad, Reforma hace referencia a la “equidad” y al “desafío al poder”59. Además de los datos ya señalados en los pies de fotos, se hace referencia al recorrido, número de manifestantes, duración de la Marcha, el “caos vial” provocado y a algunos/as participantes, de quienes menciona: “lo mismo homosexuales solitarios que madres lesbianas organizadas. Transgéneros que bisexuales con sus dos parejas”; además de describir a “nudistas como el poblano Onan”, con “sus botas y el cuerpo pintado de rojo para generar conciencia ante el VIH”. Al entrevistar a un joven gay y pedirle que defina “Marcha del Orgullo Gay”, el joven responde: “‘Es un desafío al poder...ominoso espectáculo que turba las buenas conciencias’”, para luego referirse a “los hombres con falda”, a “las vestidas”, “‘en el desmadre, en pleno Reforma, y los automovilistas se hacen porque bien que les gusta’”. Un aspecto interesante que comenta el reportero es el referente a la versatilidad de la Marcha: “se mezclaron los estilos de tomar la calle: la tradicional manifestación por demandas sociales, la profesión [sic; ¿procesión?], el desfile y la algarabía del bacanal donde todo puede ocurrir”. Más adelante comenta que en la manifestación “la marginalidad se exhibe ante lo normal

57 Macías, Raúl. “Marchan gays y lesbianas en pro de sus ‘derechos’”, Ibídem, p. 7. 58 “Marchan grupos gays”, Reforma, 1 de julio de 2001, Año 8, No. 2757, p. B. 59 Durán, Manuel. “Marchan 8 mil por la equidad. ‘Es un desafío al poder’”, Ibídem, p. 8B.

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con desbordante lujuria”. La nota señala como demandas de esta Marcha: “el combate a la discriminación, a la homofobia y en favor de una ley de Asociación de Convivencia, que permita la unión civil entre personas del mismo sexo”, y subraya la dedicatoria de la manifestación a los gobernantes para exigir “equidad y los mismos derechos en las legislaciones”: “‘Demandamos programas de gobierno que combatan la discriminación y favorezcan nuestro desarrollo humano y convivencia en todos los sectores de la sociedad. Llamamos a acabar con cualquier tipo de intolerancia y a fortalecer la cultura y el Estado laico”. Sobre la intolerancia del grupo de religiosos al arribar la manifestación al Zócalo, el reportero comenta:

“Como muestra de que hay personas en desacuerdo con la diversidad sexual; los primeros contingentes gays que llegaron al final de Avenida Madero para entrar a la Plaza de la Constitución se encontraron con pancartas con leyendas como: ‘Arrepiéntete o morirás. Vas a ir al infierno’, las cuales eran portadas por ocho integrantes de familia estadounidense que enfrentaron a los manifestantes con citas bíblicas. ‘Hijos de Norberto Rivera regresen a su país’, gritaban los gays”60.

La nota concluye con un dato no mencionado en las otras notas reseñadas: “Amnistía Internacional declaró a la edición 23 de la marcha, como zona libre de tortura”. El Sol de México Este diario dedicó su fotografía principal en primera plana a la Marcha; en ella aparece de nuevo la “Mujer Maravilla” ondeando la bandera arcoiris, rodeada de otros jóvenes sin camisa o con trajes femeninos61. A diferencia de los otros diarios, éste es el que más fotografías publicó de la Marcha, cinco en total: dos de transgéneros (un grupo ataviado con bikinis y velos, y una “Reina de la Belleza” en bikini, con cetro y corona); una de un grupo numeroso de manifestantes congregado al pié del Ángel de la Independencia en la que destaca la presencia de hombres; otra de dos jóvenes vestidos de blanco con alas de ángel en la espalda dándose un beso; y la última de un hombre musculoso con traje de baño y bandera arcoiris. Desde el encabezado de la nota se califica a la Marcha como “colorido carnaval de la diversidad sexual”62. Se señala el recorrido y el “impresionante caos vial” que produjo la Marcha donde el Orgullo Gay “se expresó a plenitud ante cientos de miradas expectantes”. La nota pone énfasis en la paulatina incorporación de los participantes a lo largo del “carnavalesco espectáculo” y describe a: “los que caracterizaron a los personajes que su imaginación formó y otros más recatados y hasta tímidos salieron del ‘ropero’ y se perdieron en la multitud a efecto de no ser reconocidos”. Esta nota subraya excesivamente la participación de la policía y la “falta de coordinación” de la Secretaría de Seguridad Pública “para controlar manifestaciones” ya que, con “cien elementos y 26 patrullas”, “sólo sirvieron para que el ambiente carnavalesco mofara con la autoridad, misma que recelosa a distancia los observaba y realizaba los cortes pertinentes a las vialidades”. Agrega la participación de “los agrupamientos Femenil y Motopatrullas [...] que en sus posibilidades brindaron seguridad al contingente, así como a los automovilistas”, los cuales, no obstante, “permanecieron varados ante el paso del contingente que marchó a paso lento hasta el primer cuadro capitalino”. Sobre las reivindicaciones la nota sólo señala que “a gritos y al ritmo de la música disco demandaron la aprobación de la Ley de Asociación de Convivencia”, de tal suerte que el Zócalo albergó a “más de ocho mil personas que están a favor del vínculo entre sexos iguales”. Al final, el reportero insiste sobre “los tímidos y el ropero” y “el ambiente carnavalesco” que “se dispersó en el transporte público, principalmente en el Metro, donde se evidenció que aún ‘se les respeta a distancia’, por lo que algunos tímidos volvieron al ‘ropero’”. El Universal Al igual que La Jornada, Metro, México Hoy, Milenio y El Sol de México, El Universal también dedicó su foto principal en primera plana a la Marcha, la cual muestra en primer plano a decenas de voluntarios/as cargando la bandera monumental arcoiris, y en segundo plano algunas pancartas y

60 Idem. 61 El Sol de México, 1 de julio de 2001, Año LXXXV, No. 30,566, primera plana. 62 De la redacción. “Participan más de ocho mil personas en colorido carnaval de la diversidad sexual”, Ibídem, pp. B y B9.

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otras derivaciones de la bandera arcoiris; el pié de foto destaca la “demanda de respeto a la diversidad sexual”63. La información gráfica se complementa con otras tres grandes fotografías en interiores: la primera presenta a los tres strippers en tanga y botas y casco de obrero abordo del trailer de la disco-bar “El Taller” -uno de los establecimientos gays cerrados por las autoridades de la Delegación Cuauhtémoc-, rodeados de gente marchando y observadores/as en las banquetas (el pié de foto destaca un elemento no mencionado en ninguna otra fotografía: “el amor”: “Paseo de la Reforma se vio inundado por hombres y mujeres que orgullosamente asumen amar a personas de su mismo género”); la segunda fotografía muestra a un transgénero disfrazado de Paulina Rubio (cantante mexicana), el pié informa sobre la participación de “diversas organizaciones” en la Marcha; y la tercera retrata a “Vicente Fox” y “la novia”, antes descritos, dándose un beso, abajo, el pié señala que la comunidad LGBT “pidió ayer que México sea un país respetuoso de las preferencias sexuales”. Después de contrastar la cifras de participantes en la Marcha (“7,000 según cifras oficiales,

30 mil de acuerdo a los organizadores”), la nota de este diario informa que, antes de la partida, “Apostados en Calzada de Los Leones, muchos daban el último toque a su vestuario mientras el grupo 44 de Amnistía Internacional colocaba una cinta amarilla para distinguir la marcha como ’zona libre de tortura’”64. Las reporteras destacan la presencia de “Diversas asociaciones civiles como Musas de Metal, Grupo de Madres Lesbianas [que] repartían volantes, llamaba la atención el de Coalición Juanes [sic; Jóvenes] por el respeto a la Diversidad Sexo Genérica pues incluía un preservativo anexo”, e insertan un testimonio de un miembro de esa coalición: “somos seres humanos y a fin de cuentas no importa con quién duermo o con quién sueño, sigo teniendo broncas, sigo teniendo ilusiones”. Otro testimonio presentado es el siguiente: “‘El gay no es un promiscuo, sino una persona que piensa, que trabaja, somos tan buenos o tan malos como los heterosexuales’, dijo con orgullo Anjo, empresario de la tienda virtual Gogay”. Señalan que ”En las banquetas de Paseo de la Reforma los ‘mirones’ recibían los ‘se ve, se nota aquellas también son jotas”, grito de batalla ya clásico para reclamar la incorporación de “las banqueteras” a la Marcha. Aunque, según las reporteras, algunas personas transeúntes decían que la Marcha “era un desprestigio para la ciudad, la mayor parte externó su respeto por las preferencias sexuales de cada individuo”. Sobre los objetivos de la Marcha, rescatan las siguientes declaraciones de una miembro del Comité Organizador:

“‘Estas marchas terminarán cuando la sociedad acepte que es diversa y que haya un gran consenso social en donde finalmente seamos aceptados y no discriminados’, reclamaba la diputada perredista [ex diputada y ahora senadora suplente, abiertamente lesbiana] Patria Jiménez usando un megáfono”65.

También son interesantes las declaraciones de “uno de los organizadores del evento” sobre la clausura del mencionado bar “El Taller” y de otros lugares de diversión gay: “‘Esta marcha ha sido de celebración, y aunque estemos ante un medio hostil seguimos aquí y no nos importa que nos cierren antros, vamos a luchar y protestar porque se reabran nuestros espacios’”. Las reporteras mencionan a algunos contingentes -entre los que destaca el “trailer alusivo a los inolvidables 41”, no nombrado en otras notas-, que marcharon “en apoyo del proyecto para legalizar las Sociedades de Convivencia”, y concluyen, después de señalar el arribo al Zócalo y que el evento tuvo “saldo blanco”:

“[...] al final de la marcha queda la esperanza de que algún día el respeto al derecho a la diversidad sexual no tenga que salir a exigirse a las calles”66.

unomásuno Finalmente, el diario unomásuno presenta como fotografía secundaria, en su primera plana, la imagen de un joven maquillado que posa para la cámara teniendo como fondo el monumento al Ángel de la Independencia; ataviado con chistera, corbata de moño, tanga y zapatos de plataforma, 63 El Universal, 1 de julio de 2001, Año LXXXV, No. 30,566, primera plana 64 Velázquez, Sara y Pech, Fabiola. “Con orgullo, la comunidad gay marchó al Zócalo capitalino”, Ibídem, pp. B y B9. 65 Idem. 66 Idem.

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todo en color rojo, el joven parece despojarse de una capa de color brillante. El pié de foto recuerda al encabezado de la nota de Metro: “Paseo de la Reforma se tiñó de lila y rosa”67. En interiores se publican cuatro fotos: un transgénero en bikini y velos, con sostén en forma de senos; dos jóvenes de apariencia heterosexual besándose en el Zócalo; un transgénero sobre una patrulla; y “Fox” y “su novia” de nuevo uniendo sus “labios”. La nota de este diario es marcadamente una crónica que alude poco a las demandas de los/as marchistas, y se explaya en detalles sobre lo acontecido, algunos de los cuales fueron omitidos por los/as otros/as reporteros/as68. El reportero comienza señalando que “El clóset se abrió y más de 10 mil voces retumbaron en el Zócalo capitalino para demandar el respeto a la diversidad sexual”. Consigna la participación de “Locas, travestis, transexuales, exhibicionistas, ‘punketos’, universitarios y ancianos”, y otros manifestantes para quienes “no existió la inhibición ni los comportamientos prohibidos, fue su fiesta y muchos desfilaron casi sin ropa, mostrando sus cuerpos inyectados ante la mirada atónita de los menores y de alguno que otro policía encargado de la vigilancia”. Abunda para describir que “el tiempo se detuvo para dos lesbianas adolescentes en un beso que duró una canción del grupo Mecano [“Mujer contra mujer”] difundido por el sonido local”. Melodía que, agrega, se escuchó “hasta la Catedral Metropolitana [...] y en el mismo templo se escucharon las protestas contra el cardenal Norberto Rivera, Andrés Manuel López Obrador y Vicente Fox”. Sobre los fanáticos religiosos en la Plaza de la Constitución comenta:

“La intolerancia se presentó en el Zócalo cuando la secta cristiana de la familia estadunidense Woroniecki recibió a los manifestantes con pancartas que advertían que se irían al infierno. Por un altavoz, los extranjeros exclamaron: ‘animales, ustedes están hechos a la semejanza de Dios’. La agresión casi no fue respondida, ya que la algarabia apagó los gritos de los extremistas”69.

Acerca del homenaje a “Los 41” y la analogía con el presente expresada en el mitin, señala:

“A decir de los oradores, el Zócalo se convirtió ‘en un jardín lleno de flores’, que recordaron de esa forma cuando un 20 de noviembre de 1901 ‘la Dolores Padierna de ese tiempo, Porfirio Díaz, envío a la policía a detener a 41 homosexuales que estaban en una fiesta privada’”70.

También es interesante el testimonio de un activista sobre la bandera arcoiris y la trascendencia del evento: “‘Esta bandera fue creada por los gringos y nosotros la aceptamos como insignia mundial, la importancia de este acto es que se está realizando paralelamente en las principales ciudades del mundo, sólo que aquí en México aún se carece de mucha cultura del respeto’”; a decir del reportero, el joven entrevistado agrega que prefiere ser llamado “gay” que “maricón”. Sobre el público que observaba el evento, el reportero señala: “La tolerancia de los capitalinos espectadores se convirtió en sonrisa permanente que explotó en carcajada ante el desfile de la diversidad”, y más adelante añade que en la calle Madero: “los empleados y empleadas de los negocios pasaron del murmullo a la calificación del ‘mejor disfraz’”. La nota finaliza describiendo a algunos/as participantes en el “acto político-cultural-musical”: “En el templete hablaron la actriz Jesusa Rodríguez, el pionero de la marcha y músico Humberto Alvarez, el dirigente Tito Vasconcelos, entre otros, quienes se manifestaron por el respeto a la diversidad sexual”. 4.2.2 Los ecos de la XXIII Marcha del Orgullo en otras notas y artículos del día siguiente Aparte de las notas informativas descritas anteriormente, los diarios revisados publicaron escasa información en otro tipo de colaboraciones. Así, tres diarios se refirieron al suceso en otras notas informativas, mientras que sólo un diario dedicó un artículo al mismo. La alusión (homófoba) a la Marcha en declaraciones de otras notas

67 unomásuno, 1 de julio de 2001, Año XXIV, No. 8514, primera plana. 68 De la Peña, Julio C. “...y la ciudad se llenó de flores”, Ibídem, p. 14. 69 Idem. 70 Idem.

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El día siguiente a la Marcha los periódicos El Heraldo de México, Novedades y La Jornada publicaron una nota informativa en la que, durante su toma de posesión como nuevo presidente del Comité Nacional de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF)71, Guillermo Bustamante Manilla alude a la manifestación del día anterior de manera intolerante y homófoba. En las notas de El Heraldo de México72 y Novedades73 las reporteras destacan las declaraciones de Bustamante en el sentido de la preocupación de los padres de familia por la pretendida promoción de la pornografía y la homosexualidad en los materiales didácticos para orientación sexual (videos de dibujos animados), elaborados por la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar (MEXFAM)74 y el Instituto de Género y Salud Sexual (Genes) para ser distribuidos en las escuelas del sistema educativo nacional. Señalan ambas notas que, según Bustamante, por su “contenido pornográfico” esos “videos provocan graves confusiones en los receptores y promueven conductas aberrantes”, ya que “lejos de orientar a niños y jóvenes promueven la prostitución y la homosexualidad”; por lo cual la UNPF está realizando gestiones ante las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para impedir la distribución de tales películas, y para que todos los programas de educación sexual para menores de edad que promueva el sector público tanto en la SEP, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) o Secretaría de Salud (SSA), cuenten con la revisión y aprobación de los padres de familia. 75 En cuanto a la XXIII Marcha del Orgullo, la nota del El Heraldo da cuenta del rechazo al evento y a los manifestantes (la de Novedades no aborda este aspecto), y señala lo siguiente:

“El nuevo titular de la Unión calificó el desfile de homosexuales de ayer como un acto contra la moral y exhibicionista. Tras compararlo con delitos como el narcotráfico y el robo, por ser antinaturales, dijo que la UNPF luchará para que la moral se restablezca y evitar que este tipo de manifestaciones se lleven a cabo”76.

71 La UNPF se fundó el 27 de abril de 1917 como Asociación Civil en reacción contra el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece la educación laica. En su acta constitutiva señalaba como uno de sus objetivos: “Advertir al Gobierno, o a quien corresponda, e instar para que sea remediada cualquiera intromisión del espíritu antirreligioso sectario o partidario en las escuelas públicas, así como también vigilar por la moralidad y eficacia de los métodos educativos y por la exactitud en el cumplimiento de los deberes de los maestros y alumnos”. Desde 1934 la UNPF ha realizado acciones para evitar la promoción de la educación sexual en la escuelas primarias públicas; a fines de los ochenta se opuso a las campañas de prevención del sida del Consejo Nacional para la Prevención del Sida (CONASIDA); también ha solicitado la censura contra diversos libros de educación sexual y programas de televisión, publicaciones o espectáculos que considera “inmorales”. La UNPF cuenta con cuatro comités en el Distrito Federal y con delegaciones en casi todos los estados de la república. Además, publica la revista mensual Cumbre, y distribuye libros y folletos de “educación sexual” en los que ataca el uso de anticonceptivos, la homosexualidad, el aborto y la masturbación; también ha organizado campañas y publicado desplegados contra OGs y ONGs (González Ruiz, 1994; pp. 155-157). En 1997 la Unión Nacional establecía como líneas de acción: “ser reconocidos plenamente [en la Constitución Política Mexicana] como el tercer sector de la educación”, junto con los maestros y autoridades escolares; pugnar por una educación “integral y libre [...] respetando plenamente el derecho humano que se reconoce a todo el mundo para el mejor tipo de educación que desean escoger todos los mexicanos para sus hijos, de acuerdo a sus convicciones y costumbres”; y “promoción de la familia en su función educativa, dentro de un entorno moralmente sano y generadora de valores humanos”. La UNPF trabaja en estrecha colaboración con la Confederación de Escuelas Particulares y con el Comité Nacional Provida y pertenece a la Unión Iberoamericana de Padres de Familia, con representaciones en España, Portugal y varios países de Sudamérica (González Ruiz, 1998; p. 83). 72 Pensamiento, Norma. “Pornográfico, el material de orientación sexual de Mexfam, según padres de familia”, El Heraldo de México, 1 de julio de 2001, p. 7-A. 73 Rodríguez, María Esther. “Paterfamilias acusan a Mexfam de promover la homosexualidad”, Novedades, 1 de julio de 2001, p. A10. 74 Mejor conocida como MEXFAM, la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar es una asociación civil dedicada a la investigación, educación y promoción para la salud sexual y reproductiva, y la planificación familiar. 75 De hecho, no es la primera vez que los materiales didácticos de MEXFAM han sido tildados de “pornográficos”, ya en 1992 varios grupos conservadores, apoyados por la jerarquía católica, pidieron al gobierno estatal de San Luis Potosí que suspendiera las actividades de MEXFAM “acusándola de que en sus folletos, además de presentar la masturbación y la homosexualidad como algo normal, promovían un ‘enfoque de la sexualidad sólo como entrega al placer, rebajando el verdadero sentido del acto sexual’”. Los grupos conservadores también han realizado campañas contra MEXFAM en Sonora, el estado de México y Michoacán, y, en 1993, lograron que se prohibieran las actividades de esa institución en las escuelas de Jalisco (González Ruiz, 1998; p. 33). 76 Pensamiento, op. cit.

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Por su parte, también La Jornada dio cuenta de esta noticia, pero en lugar de poner énfasis en la denuncia de la UNPF por la supuesta promoción de la pornografía y la homosexualidad en los materiales didácticos de MEXFAM, la nota de este diario centra su atención en la homofobia del presidente de la UNPF. Así, la reportera señala en la entrada:

“En su primera declaración como presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Guillermo Bustamante Manilla comparó a los homosexuales con los narcotraficantes y con los secuestradores, por tratarse de personas que realizan ‘actos antinaturales y aberrantes’. Además se manifestó en contra de la marcha lésbico-gay realizada ayer”77.

Sobre este punto son interesantes las críticas de Bustamante ya que reflejan claramente la postura retrógrada y homófoba de la Unión Nacional hacia los grupos de la diversidad sexual:

“Nosotros sabemos que las personas que tienen esa desviación sexual son personas que merecen respeto, pero teniendo este problema nos preocupa que en vez de corregirlo, hagan gala y presuman por las calles. Entonces, ¿por qué no hacen lo mismo los narcotraficantes, los asaltantes o los secuestradores que también realizan actividades antinaturales? - ¿Está usted comparando a los narcotraficantes con la homosexualidad? [pregunta la reportera]. - Las dos son acciones antinaturales. Nos oponemos a que estos desviados sexuales quieran ser ejemplo de las nuevas generaciones. - Pero uno de los principios de la Constitución es la libertad de expresión. - La libertad de expresión tiene límite del respeto a los demás, y los padres de familia no queremos que estas personas les falten al respeto a nuestros hijos”78.

Otro aspecto interesante que destaca la nota de La Jornada sobre la postura intolerante del nuevo presidente de la UNPF hacia la diversidad sexual son las críticas realizadas a la jefa delegacional en Coyoacán, María Rojo (del PRD), por haber sido testigo de una boda gay en el acto de uniones simbólicas entre personas del mismo sexo, realizado el pasado 14 de febrero en el Centro Histórico de la Cd. de México:

“ ‘Los homosexuales pueden hacer lo que quieran, pero las autoridades fueron electas por el pueblo, y el pueblo quiere que sus actos de gobierno vayan en sintonía con lo que la sociedad quiere, y ya no quiere más actos antinaturales. Los padres de familia no nos vamos a quedar callados si estos hechos se repiten’, advirtió”79.

El único artículo del día siguiente Destaca el hecho de que, excepto La Jornada, ningún otro diario local dedica -al día siguiente-, además de la nota informativa sobre la Marcha, un artículo de opinión, un editorial o un reportaje sobre el suceso. En efecto, el único artículo en el que se aborda la marcha local fue publicado en La Jornada; se trata de “El elogio de Eros”, escrito por Gabriela Rodríguez, analista en materia de asuntos de política sexual de ese diario80. Sin embargo, en tal artículo, más que comentar o analizar la Marcha, las demandas, el mitin o los discursos de los/las oradores/as, Rodríguez se dedica a comentar sobre las valoraciones históricas de la homosexualidad, desde la amplia valoración en la antigüedad griega, hasta el desprecio del catolicismo actual por esta práctica amorosa. Para lo cual transcribe un amplio párrafo de El banquete de Platón acerca de la división de los andróginos, realizada por Zeus, y sus posteriores “esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada”, y de las mujeres y hombres que provienen de la separación de las “mujeres y hombres primitivos” y que aman a las personas de su mismo sexo. Y concluye, con Sócrates, que Eros “a pesar de los grandes esfuerzos políticos y culturales en contra de la belleza que reside en todos los cuerpos”, es el “auxiliar más poderoso” para “amar y buscar la mitad de sí mismo en los otros”. Al final, la articulista dedica un sólo párrafo a la marcha para señalar el sitio de partida, de arribo y el nombre de las calles por las que se realizó el recorrido, y comentar que:

“Hoy el erotismo se apoya en nuevos ritos. Ayer, todos y todas tuvimos cabida en la vigésima tercera Marcha del Orgullo por el Respeto al Derecho a la Diversidad Sexual”81.

Así pues, vemos como el único artículo en la prensa del día siguiente que alude a la Marcha local, si bien se inclina a dar una valoración positiva de la homosexualidad y a celebrar el suceso, 77 Herrera Beltrán, Claudia. “Compara el presidente de la UNPF a los homosexuales con los narcotraficantes”, La Jornada, 1 de julio de 2001, p. 33. 78 Idem. 79 Idem. 80 Rodríguez, Gabriela. “El elogio de Eros”, La Jornada, 1 de julio de 2001, p. 8. 81 Idem.

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adolece de un análisis que permita informar y formar una opinión más amplia en los/as lectores/as sobre las demandas planteadas por los/as marchistas y la trascendencia y repercusiones políticas y sociales del acto. 4.2.3 Los ecos de la XXIII Marcha en dos revistas días después En cuanto al seguimiento de la cobertura periodística de esta Marcha en días posteriores por parte de otros medios escritos importantes, se revisaron revistas culturales (Letras Libres, QUO y tiempo libre); revistas de “cultura sexual” (DesnuDarse); y revistas de “política, sociedad y cultura” (Bucareli 8, Cambio, Día Siete, Época, Milenio, Nexos y Proceso). Sin embargo, sólo la revista tiempo libre (guía de información semanal sobre carteleras y eventos culturales), en su número posterior a la Marcha, dedicó una crónica al evento en su sección “Gay”. Adicionalmente, más de un mes después de realizada la Marcha, el semanario de información y análisis Proceso, publicó un reportaje sobre el “movimiento lésbico-gay” y sus demandas actuales. La crónica de tiempo libre

En el número de la semana siguiente a la Marcha, la sección “Gay” de esta revista publicó una crónica que relata algunos pormenores dados a conocer en las notas de los diarios antes revisados, pero también, desde el principio de su colaboración, expresa un punto de vista apologético sobre el evento: “Veintitrés años de tejer y destejer un sueño, de tomar las calles por unas horas, de ganar espacio y tiempo para ser, pasearse por las calles de una ciudad que aún ahora se reserva miradas de sorpresa, de repudio, de curiosidad” 82. Se señala la hora de la cita (“en punto del mediodía”), la hora de partida (“casi a las 13 horas”) y la declaratoria previa de la Marcha como “zona libre de tortura” por Amnistía Internacional. A diferencia de los diarios, que no terminaron de ponerse de acuerdo sobre el cálculo de los/as participantes, comenta: “El repaso no puede ajustarse a números, ¿quién sería capaz de contar uno a uno a cada participante que inició el recorrido, quién a los que se fueron uniendo a su paso por el camino? Cuántos, quién sabe, la realidad es que el último grupo llegó al Zócalo pasadas las cinco de la tarde”. La cronista hace notar que en la Marcha había un “mundo divido en dos, quienes recorrían las calles por el arroyo vehicular y quienes fueron formando valla en las banquetas al paso de un gentío que orgulloso gritaba consignas a diestra y siniestra exigiendo respeto y tolerancia, riéndose de sí mismos, mostrando a una ciudad impávida que todo es posible, desde encontrar el resquicio espacio-temporal para gritar que la hegemonía no existe, que las diferencias son una realidad”. Describe el avance de la Marcha y algunos aspectos sobresalientes en cada punto importante del trayecto como: el “tono de carnaval” con que “diferentes grupos exhibieron la necesidad de ser reconocidos, aceptados”; la repartición de “volantes, revistas y toda clase de folletos y panfletos”; la música y el baile de los viajantes sobre los carros alegóricos, al mismo tiempo que pedían “respeto a los derechos de la diversidad sexual, en una exigencia que lleva en el aire veintitrés, pocas veces oída y las más ignorada”. Sobre el arribo a la calle de Madero menciona la actitud de los espectadores: “de los comercios y las casas salían curiosos a contemplar el paso de hawaianos, mariposos, hombres y mujeres mostrándose tal y como son, en un pequeño lapso de libertad; vestidas y desvestidas; ellos con ellos, ellas tomadas de la mano”. Además, en este punto del recorrido, da cuenta de un incidente no consignado por ninguna de las notas de los diarios: “Desde las alturas alguien lanzó varios baldes de líquido (escondido en el anonimato lanzó el agua y escondió la mano y el cuerpo), el abucheo no se hizo esperar”. La crónica concluye aludiendo a la clausura de bares y al descontento con las autoridades: “Durante la caminata las consignas contra un gobierno que ha ido cerrando los lugares de reunión, que ha iniciado una persecución silenciosa contra todo lo que implique diversidad. Todos al unísono: ‘Dolores Padierna, te vas a la chingada’, y al llegar al Zócalo ‘sí se puede...’”. El reportaje de Proceso

82 Labra, Alicia. “El orgullo de marchar”, tiempo libre, del 5 al 11 de julio de 2001, Año XXII, No. 1104, p. 73.

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Más que un eco de la Marcha, el reportaje del semanario Proceso es más bien un epílogo de la misma y un preludio del debate que se dará en octubre de este año en los diversos sectores sociales y en los medios sobre las tres iniciativas de ley, ya mencionadas, para legalizar la unión entre personas del mismo sexo. El reportaje se ilustra con fotografías de transgéneros en el acto de bodas simbólicas frente a Bellas Artes el 14 de febrero de 2001 y en la Marcha del Orgullo de años anteriores y del presente, y fotografías de dos jóvenes besándose y de la diputada Enoé Uranga abrazando a Sonia, su pareja, en el estudio de su casa83. Al inicio del reportaje el autor afirma:

“[...] el movimiento lésbico-gay en México dejó atrás la clandestinidad y actualmente es plenamente aceptado e inclusive ha logrado ‘penetrar en los partidos políticos’ con el fin de hacer cumplir sus demandas en el campo de la diversidad sexual. Actores y analistas del fenómeno dan por hecho que ‘la emancipación’ ya se dio, y que ahora se considera más ‘normal’ ser homosexual o lesbiana en México. Sin embargo, dicen, aún falta que las leyes se ajusten a esta nueva realidad y se acaben las constantes pugnas entre los mismos grupos lésbico-gays”84.

Cuestionada por el reportero sobre las posibilidades de que en México se reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo, Enoé Uranga responde: “Yo veo todas las posibilidades. En primer lugar, porque es una propuesta que busca regular una realidad. Y además, porque demandamos derechos muy elementales, como el de la vivienda, el testamentario o los derechos alimentarios. Pedimos, pues, garantías mínimas que cumplan con el principio constitucional de igualdad para todas y todos”. Sobre las características de esta iniciativa de ley el reportero abunda: “La propuesta señala que la sociedad de convivencia ‘se constituye cuando dos personas físicas, con capacidad jurídica plena, deciden establecer relaciones de convivencia en un hogar común, con voluntad de permanencia y ayuda mutua’[...] ‘se equiparará al concubinato para las consecuencias de derecho previstas en las demás leyes’, amén de que entre los ‘convivientes se generarán derechos sucesorios’ y se tendrán otras ventajas en materia de seguridad social”. Para Uranga, si bien existen las otras dos iniciativas de ley del PRD y del Partido Convergencia Democrática, la iniciativa de su partido es diferente a la del PRD porque “‘Fue elaborada por el movimiento lésbico-gay mediante reuniones que se hicieron de manera abierta y pública [...] Otra diferencia con la iniciativa perredista es que la nuestra no busca competir con el tradicional matrimonio entre heterosexuales. No aspira a esa estructura de matrimonio’”. El reportero señala que Uranga reconoce que su proyecto “se ha topado con ‘resistencias’ de los grupos conservadores que han cobrado mayor fuerza en el gobierno de Vicente Fox. Incluso ha recibido críticas dentro del mismo movimiento lésbico-gay”. Al respecto, se presentan testimonios de importantes activistas del movimiento lésbico-gay -actuales y pioneros- y de académicos, quienes evalúan y opinan sobre esta iniciativa. Así, José María Covarrubias -líder del Círculo Cultural Gay y promotor de la “Semana Cultural Lésbico-Gay”, que desde hace quince años se realiza en la Cd. de México-, señala que “‘la propuesta no fue lo suficientemente consensuada y además, sigue siendo muy light para no asustar a la derecha mexicana’”, además de que, resume el reportero, tiene “vacíos legislativos” porque “no contempla la adopción de hijos, ni tampoco especifica qué pasará con los hijos que algunas de las partes pudiera tener”. El periodista retoma también el testimonio de Luis González de Alba, uno de los pioneros del movimiento gay en México, quien desaprueba la iniciativa porque “‘En el mundo heterosexual el matrimonio es una institución en decadencia’”, pero no deja de reconocer como un avance que se considere “que las parejas puedan heredarse sus bienes”. Por su parte, Roberto González Villarreal, a decir del reportero “uno de los pocos académicos que ha escrito sobre la historia del movimiento lésbico-gay en México”, señala que el movimiento gay local vive una “etapa de normalización” caracterizada por salidas generalizadas del clóset, incremento de bares y servicios exclusivos para gays (como el turismo), penetración de

83 Vera, Rodrigo. “El movimiento lésbico-gay en México: de la clandestinidad a la aceptación”, Proceso, No. 1293, 12 de agosto de 2001, pp. 36-42. 84 Ibídem, 36.

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organizaciones lésbico-gays en partidos políticos, etc. Para González Villarreal este movimiento ha vivido tres momentos y aplicado tres estrategias: la “estrategia por hacerse visible”, de la cual pasó a la “estrategia por su identidad” (reivindicar el derecho a ser diferente), y en la actualidad vive la “estrategia de la normalización”, en la que “‘ha insertado sus demandas en lo social y en lo político’”. En este sentido, el periodista rescata declaraciones de González Villarreal y de González de Alba sobre los inicios del movimiento lésbico-gay en México, las cuales constituyen versiones detalladas de las expuestas por Hernández y Manrique (op. cit,) y Monsiváis (op. cit.), para después hacer un breve recuento de los orígenes, ya expuestos, de la Marcha del Orgullo en México85. Acerca de la más reciente Marcha el reportero afirma:

“Hoy es común este tipo de manifestaciones: El pasado 30 de junio, en el Distrito Federal se celebró la XXIII Marcha del Orgullo Lésbico Gay, cuyo objetivo fue pugnar por la aprobación de la iniciativa de ley sobre las sociedades de convivencia. Según los organizadores, alrededor de 14 mil personas participaron en la manifestación. Quince días después se realizó otra multitudinaria marcha en la ciudad de Guadalajara, a la que asistieron alrededor de 15 mil personas” (p. 41).

Por otra parte, este reportaje añade información relevante sobre otros sucesos que actualmente están en el centro de la discusión del Movimiento LGBT capitalino y de su situación actual. Se menciona que para González Villarreal es muy cuestionable la idea de la “liberación” ya que ésta “‘no se da de una vez y para siempre’”, y está en contra de su manejo como “‘una entidad pura y trascendente que ya no tiene ninguna traba’”. Y el académico ejemplifica con el reciente cierre de bares gays en la Ciudad de México y el renovado hostigamiento policiaco en la Alameda Central por parte de “‘policías vestidos de civil que amedrentan a los gays y los extorsionan. Además, el gobierno capitalino no tiene ni siquiera una mínima agenda sobre la materia’”. Sobre este asunto el reportero agrega declaraciones de González de Alba, fundador de “El Taller” en 1986, uno de los bares clausurados por la Delegación Cuauhtémoc: “‘en la Ciudad de México hay actualmente una verdadera batida contra los homosexuales, Dolores Padierna, la delegada de Cuauhtémoc, ve la homosexualidad como un delito. Es altísimo el número de centros de reunión gay clausurados. Ni en los peores tiempos del PRI se veía esto”. Del mismo modo, se inserta el testimonio de Tito Vasconcelos, propietario del teatro-bar y de la disco-bar -ambos locales denominados “Cabarétito”-, quien califica la política del gobierno capitalino como “‘estalinista’” y añade: “‘Dolores Padierna está haciendo el trabajo sucio que nosotros esperábamos vendría del PAN [Partido Acción Nacional]’”. También se informa sobre los recientes actos de homofobia y discriminación contra enfermos de sida en Yucatán por parte del presidente de la Comisión de Derechos Humanos de ese estado, quien “pidió la internación de los infectados y ‘que se les dispare a matar’ en caso de que rebasen la línea de seguridad”86. Y del último informe de la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia en el cual se registran “213 asesinatos de homosexuales en todo el país, cometidos entre 1995 y 2000”87. Al respecto, el reportero comenta que para José María Covarrubias al gobierno de Vicente Fox le “falta voluntad política [...] para atender las demandas del movimiento”. Otro problema que identifica el periodista es el divisionismo y las pugnas que existen entre los diferentes grupos que conforman el movimiento; así, el reportaje concluye con las declaraciones que en este sentido hacen algunos de los entrevistados. Para Covarrubias: “‘Hay muchísimos grupos, pero lo negativo es el canibalismo imperante; nos devoramos entre nosotros mismos. Esto ha impedido la cohesión. Nadie puede erigirse como representante del movimiento. Pero algunas divas y vedettes se sienten sus líderes, porque este poder implica financiamientos internacionales, visibilidad y ciertos privilegios”. Según el reportero, “tanto Tito Vasconcelos como González de Alba ni siquiera creen que exista la tan mencionada comunidad lésbico-gay”. Al respecto, Vasconcelos afirma: “‘No hay algo

85 Al respecto, el autor añade un dato que genera más confusión sobre este asunto, y que tendrá que dilucidarse en futuras investigaciones: “Los homosexuales empezaron a organizar marchas en 1971, cuando un contingente gay participó en una manifestación de protesta por la guerra de Vietnam” (Ibídem, p. 41). 86 Boffil Gómez, Luis A. “‘Tirar a matar’ a enfermos de sida, pide ombudsman de Yucatán”, La Jornada, 15 de julio de 2001, p. 29. 87 Rivera María. “Murieron por odio homofóbico 35 personas al año, de 95 a 2000”, La Jornada, 13 de julio de 2001, p. 47.

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que caracterice a esta supuesta comunidad. Sólo hay un sector de la población trabajando en lo mismo de siempre: la dignificación y respeto a nuestros derechos, pero sin discurso político ni líderes’”. Mientras que González de Alba declara ante el periodista: “‘No me parece que exista esa comunidad homosexual, como tampoco existe la heterosexual. Yo ya vivo alejado de los dimes y diretes de esos grupos. La verdad, no sé ni cuáles haya’”. CONSIDERACIONES FINALES La cobertura periodística que la mayoría de los diarios y dos revistas hicieron de la XXIII Marcha del Orgullo por el Respeto al Derecho a la Diversidad Sexual, constituye una muestra clara de la apertura que la prensa capitalina presenta actualmente en materia de diversidad sexual. Aunque todavía existen algunos medios sensacionalistas que presentan imágenes irrespetuosas de los/as protagonistas de la diversidad sexual, lejos estamos de las representaciones mediáticas denigrantes, sórdidas y morbosas de publicaciones como Alarma! o Alerta! que, en la década de los setenta y principios de los años ochenta, se encargaban de alimentar en los/as lectores/as la homofobia y la intolerancia hacia los homosexuales, travestis, lesbianas y otros disidentes sexuales. En este sentido, podemos afirmar que se ha operado un cambio en la sociedad en materia de respeto a las minorías sexuales, cambio que se refleja en el tratamiento periodístico que dieron los medios impresos a la cobertura de la reciente Marcha del Orgullo. Por su presencia en la prensa con motivo de esta Marcha, se puede afirmar que las comunidades de la diversidad sexual han cumplido el objetivo de la visibilidad en los medios, ya que se han hecho ver en publicaciones dirigidas a diferentes tipos de públicos lectores, incluyendo los católicos conservadores a través de suplementos como Desde la fe. La Iglesia Católica, como algunos de sus representantes reconocen, “se ha acostumbrado al tema”; sin embargo, esta “costumbre” no la hace cambiar sus posiciones en torno a las minorías sexuales, por lo cual continúa atacándolas en sus órganos informativos y viéndolas como un tema de “moda” implantado por los medios masivos, más que como un asunto de tolerancia, respeto y derechos humanos. Sin embargo, en el caso de la cobertura periodística de la XXIII Marcha del Orgullo por parte de los diarios, la visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual se circunscribe básicamente a una presencia de personajes de crónica urbana que, si bien tienen un papel importante porque exigen la reivindicación de sus derechos humanos y, en específico de su derecho a amar a personas de su mismo sexo, no dejan de ser sólo eso: personajes urbanos dignos de respeto que festejan su día con una “marcha”, “manifestación”, “desfile”, “carnaval” o “procesión”. Como vimos, para algunos diarios de la ciudad la Marcha del Orgullo llama la atención por sus connotaciones “carnavalescas”, por la “rareza” y lo “estrafalario” de los personajes que desfilan, circunscribiendo la información básicamente a crónicas del recorrido realizado y sus aconteceres durante el “desfile”. Además, dentro de este tratamiento cronicado del suceso, se desdeña la información sobre las declaraciones, discursos, intervenciones y demandas expresadas en el acto final de la Marcha. Así, para los/as reporteros/as la Marcha termina al llegar al Zócalo, no después del mitin. Cabe reconocer que algunos reporteros, como los de La Jornada y Reforma, incorporaron en sus informaciones apreciaciones interesantes sobre género, hetero/homosexualidad y modalidades expresivas de la Marcha (manifestación, procesión, carnaval, etc.). Estas apreciaciones son importantes porque divulgan nuevas formas de concebir las identidades sexuales y genéricas y van formando en los/las lectores/as nuevas representaciones de los patrones sexo-genéricos establecidos, lo cual contribuye al cambio en las concepciones tradicionales que, a la larga, repercuten en la transformación de las relaciones sociales cotidianas entre los individuos. Si bien en la Cd. de México las comunidades de la diversidad sexual se han hecho visibles en los diarios a través de las notas informativas de la Marcha, aún no han pasado a formar parte de los temas de análisis trascendentales para los articulistas y editorialistas que se encargan de formar la opinión de lo/as lectores/as. Más allá de consignar el suceso en una nota informativa, a los diarios todavía no les importa mucho discutir ni analizar las demandas y reivindicaciones de los/as marchistas a través de artículos, editoriales, reportajes y otros géneros periodísticos. Como vimos, sólo en el diario La Jornada se publicó un artículo sobre la Marcha, y la información que se da sobre

Porfirio Miguel Hernández Cabrera La cobertura periodística de las Marchas del Orgullo

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ella es más una referencia al evento que una opinión sobre el mismo. En los diarios todavía no se llega a un nivel de discusión y tratamiento periodístico profundo que rebase la mera reseña de los sucesos, y que permita analizar cabalmente las implicaciones políticas y sociales de la visibilidad y del empoderamiento de los disidentes sexuales en actos como la Marcha y otros similares. El caso del reportaje de la revista Proceso sobre las demandas y problemáticas actuales del “movimiento lésbico-gay en México” es excepcional porque, debido a la naturaleza del género periodístico elegido, presenta un tratamiento informativo mucho más amplio y documentado sobre el tema y, en consecuencia, permite un mayor conocimiento y reflexión por parte del público lector. Lo anterior contrasta con la amplia cobertura de casi dos páginas que dedica el diario español El País, a la “marcha-fiesta” gay celebrada en Madrid el mismo día que la realizada en la Cd. de México. La diversidad de dicha cobertura se expresó a través de tres colaboraciones: una nota informativa sobre los acontecimientos durante la Marcha y las demandas del manifiesto leído al final de la misma88; un editorial en el que se comentan la trascendencia de la marcha madrileña y de otras ciudades europeas, los “profundos cambios de actitud ante la homosexualidad” que se han operado en España, la gravedad del último informe de Amnistía Internacional sobre la represión de la homosexualidad en 70 países y el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo expresado en esa marcha como demanda principal89; y un reportaje en el que se documenta ampliamente acerca de la importancia económica del “colectivo homosexual en España” dada su “alta disponibilidad económica”, para lo cual se presentan estadísticas del “Perfil del homosexual español” con datos sobre el tipo de vida, nivel de estudios, ingresos y profesiones90; además, la cobertura de esta marcha incluye nota y fotografía en primera plana y fotografías en interiores. Al comparar la cobertura periodística de los diarios de la Cd. de México sobre la marcha local con la cobertura que hizo El País sobre la marcha de Madrid, se podría parafrasear a uno de los reporteros de ese diario cuando afirma: “El éxito de convocatoria del Día del Orgullo Gay es una prueba más de la notoriedad que ha alcanzado este sector social en España”91; aquí podríamos afirmar que: “El éxito de la cobertura periodística (por lo menos en El País) del Día del Orgullo Gay es una prueba más de la notoriedad y la capacidad de convocatoria que ha alcanzado este sector social en España”. Según el reportero, este año la marcha alcanzó la cifra de 150.000 manifestantes en Madrid (cifras oficiales, y 200.000 de acuerdo con los organizadores), superando la marca de los cien mil asistentes en la marcha del año pasado. Estas cifras contrastan enormemente con el promedio de alrededor de 8.000 manifestantes (según reportaron la mayoría de los diarios capitalinos; 16.000 calcularon los organizadores, quienes esperaban 50.000) en la marcha de la Cd. de México. Así, podemos concluir que la mayor visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual en los diferentes terrenos de la sociedad, lleva a una mayor visibilidad en los medios. Así pues, las problemáticas de la diversidad sexual todavía no han logrado insertarse como temas prioritarios para los diarios de la Cd. de México. Más allá de las notas informativas, la escasa resonancia de la Marcha en los rotativos quizás se deba a que, desde el punto de vista estos, el tema de la diversidad sexual es sólo relevante para los/as propios/as protagonistas y aún no ha llegado a ser lo suficientemente importante para la sociedad en general como lo es, por ejemplo, la situación de los indígenas, en cuyo caso encontramos una amplísima cobertura y una variedad enorme de abordajes periodísticos en los diarios, suplementos y revistas de circulación nacional. Es probable que esto también esté vinculado a un insuficiente arraigo de la cultura de la diversidad sexual en la Cd. de México y a la carencia de fuerza política de los grupos y asociaciones del Movimiento LGBT. Finalmente, podemos señalar que, en términos generales, la visibilidad y las representaciones mediáticas dignas de las comunidades de la diversidad sexual en los medios impresos capitalinos ya se logró; los disidentes sexuales ya no deben esperar que los principales 88 De Benito, Emilio. “150.000 manifestantes piden el derecho de ‘gay’, lesbianas y transexuales al matrimonio”, El País, 1 de julio de 2001, p. 22. 89 Editorial. “Igualdad sexual”. Ibídem, p. 10. 90 Gómez, Luis. “El poder ‘gay’ se consolida en España”, Ibídem, p. 21. 91 Idem.

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medios hablen de ellas y de sus demandas durante la cobertura de la Marcha porque eso ya lo hacen. Sin embargo, la visibilidad de las comunidades de la diversidad sexual en la mayoría de los diarios es un riesgo en sí misma si se torna una visibilidad de facto, de mero registro de hechos en notas informativas y crónicas. Este tipo de visibilidad implica el riesgo de la reproducción de estereotipos del gay como “un hombre que quiere ser mujer”, es decir, la predominancia de las “vestidas” en las fotos; el elevado número de imágenes de hombres gays y transgenéricos en contraste con la sempiterna invisibilidad de las lesbianas (aunque cabe reconocer que los textos de varias reporteras aludieron a ellas con interés específico); el menosprecio de las demandas por la exaltación de imágenes fotográficas novedosas o “escandalosas” que llamen la atención de los/as lectores/as y que vendan más (tal es el caso de Metro); entre otros aspectos. En este sentido, el Movimiento LGBT de la Cd. de México ahora tiene el deber de saber aprovechar su presencia en esos medios, de capitalizarla en su favor, y también utilizar mejor los medios propios. Dicho movimiento debe apostar ahora a una visibilidad discursiva, debe luchar porque en los medios impresos se incorpore el nivel de análisis y discusión, tanto en la cobertura periodística que hacen de la Marcha, como en todas las otras actividades y demandas que promuevan en su beneficio.

Porfirio Miguel Hernández Cabrera La cobertura periodística de las Marchas del Orgullo

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ANEXO No. 1 DATOS DE LOS DIARIOS, SUPLEMENTOS PERIODÍSTICOS

Y REVISTAS CAPITALINOS REVISADOS

Diario: Antigüedad: Idioma: Dirección electrónica: Año Número∗∗ +1) La Crónica de Hoy 6 1817 Español www.cronica.com.mx 2) El Día XX 8589 Español [email protected] 3) Excélsior LXXXV 30640 Español www.excelsior.com.mx 4) El Heraldo de México XXXVI 12826 Español www.heraldo.com.mx 5) La Jornada 17 6048 Español www.jornada.unam.mx 6) Metro 4 1299 Español No tiene 7) México Hoy III 1064 Español www.mexicohoy.com.mx 8) Milenio Diario 2 548 Español www.mileniodiario.com.mx 9) Novedades LXV 21931 Español www.novedades.com.mx 10) Ovaciones LIV 18746 Español www.ovaciones.com 11) El País XXVI 8804 Español www.elpais.es 12) La Prensa LXXII 26620 Español www.la-prensa.com.mx 13) Reforma 8 2757 Español www.reforma.com 14) El Sol de México LXXXV 30566 Español www.elsoldemexico.com.mx 15) The News Vol. LI 357 Inglés www.thenewsmexico.com 16) El Universal LXXXV 30566 Español www.eluniversal.com.mx 17) unomásuno XXIV 8514 Español www.unomasuno.com.mx

Suplementos Antigüedad: Periodicidad: Dirección electrónica: periodísticos: Año Número∗∗∗∗

Desde la fe (La Prensa; El Sol de México; Esto)

V 235 Semanal www.arzobispadomexico. org.mx/desdelafe/index.htm

Letra S, salud, sexualidad, sida (La Jornada)

V 61 Mensual www.jornada.unam.mx/ suplementos

Triple Jornada (La Jornada)

S/a 36 Mensual www.jornada.unam.mx/ suplementos

La Jornada Semanal (La Jornada)

S/a 338 Semanal www.jornada.unam.mx/ suplementos

Revistas culturales y Antigüedad: Periodicidad: Dirección electrónica: de analísis polítco: Año Número∗∗∗∗∗∗

Proceso S/a 1293 Semanal www.proceso.com.mx tiempo libre XXII 1112 Semanal www.tiempolibre.com.mx

∗ Hasta el 1 de julio de 2001. ∗∗ Hasta agosto de 2001. ∗∗∗ Idem.

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BIBLIO-HEMEROGRAFÍA Bautista, Juan Carlos. “El México festivo de la diversidad. Tolerancia y marcha gay”, Viceversa, No. 87, agosto de 2000, pp. 18-29. González Ruiz, Edgar (1994). Cómo propagar el sida. Conservadurismo y sexualidad, Rayuela Editores, México. González Ruiz, Edgar (1998). La sexualidad prohibida: intolerancia, sexismo y represión, Grupo Interdisciplinario de Sexología, México. González Ruiz, Edgar (2001). La última cruzada. De los cristeros a Fox, Ed. Grijalbo, México. Hernández, Juan Jacobo y Manrique, Rafael. “El Movimiento Gay/Lésbico en México. A 15 años de la Primera Marcha Gay en México: un pasito pa’delante, dos pasitos para’trás (Primera parte)”, Del Otro Lado. La revista gay de México y América Latina, No. 8, agosto de 1993, pp. 17-21. Monsiváis, Carlos (1995). “Ortodoxia y heterodoxia en las alcobas (Hacia una crónica de costumbres y creencias sexuales en México)”. Debate Feminista. Sexualidad: Teoría y Práctica, Vol. 11, abril, México, pp. 183-210. Sánchez Camacho, David (Comp.) (1999). Memoria del Primer Foro de Diversidad Sexual y Derechos Humanos (Orientación Sexual y Expresión Genérica), Nueva Generación Editores, México. Weeks, Jeffrey (1985). El malestar de la sexualidad. Significados, mitos y sexualidades modernas, TALASA. Madrid.