La Casa de Los Espíritus (Guía de Lectura y Estudio)

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GUÍA DE ESTUDIO

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  • GUA DE LECTURAY ESTUDIO

    LA CASA DE LOS ESPRITUSISABEL ALLENDE

    Juan Carlos Herrn Navasa y Emilio Jos Sales Das

    Valencia 2012

  • De esta edicin: Dilogo - Tilde (EDITILDE S.L.) 2012c/ General Urrutia, 12 10. 46006 ValenciaTf. y Fax: 96 316 30 [email protected] Los autores: Juan Carlos Herrn Navasa y Emilio Jos Sales Das

    1 edicin: febrero de 2012

    I.S.B.N. 978-84-96977-16-7Depsito legal: Impreso en Espaa / Printed in SpainMaquetacin: INNOVE visual, coop.Imprime:

    E D I C I N G R AT U I T A

    GUA DE LECTURA Y ESTUDIOLA CASA DE LOS ESPRITUSISABEL ALLENDE

  • NDICEA. Marco literario: La narrativa hispanoamericana del XX....................... 5

    B. Isabel Allende: ....................................................................................... 91. Apuntes biogrficos ............................................................................ 92. Obra narrativa de Isabel Allende ....................................................... 10

    C. La novela ................................................................................................ 141. Estructura ............................................................................................... 14

    a) Orden y diversidad.............................................................................. 14b) Linealidad ........................................................................................... 15

    2. Temtica .................................................................................................. 19a) El amor................................................................................................ 20b) La muerte............................................................................................ 23c) La cuestin social y poltica ............................................................... 27d) El humor ............................................................................................. 31

    3. Espacios novelescos................................................................................ 344. Las voces del relato ................................................................................ 385. Personajes .............................................................................................. 44

    a) Dos sexos, dos universos ................................................................... 44b) Un relato generacional........................................................................ 45

    6. La casa de los espritus en su contexto literario .................................... 56a) El realismo mgico en relacin con La casa de los espritus ............ 57b) La casa de los espritus y su relacin con la narrativa

    del post-boom ..................................................................................... 59

    Bibliografa recomendada ............................................................................ 61

    3

  • A. MARCO LITERARIO: La narrativahispanoamericana del XX

    La trayectoria de la narrativa hispanoamericana puede entenderse como un pro-ceso gradual de ampliacin de sus fronteras temticas y formales, que hunde susraces en la tradicin realista del XIX y ha alcanzado una brillante modernidad anivel mundial. En dicha evolucin pueden reconocerse una serie de etapas:

    1. El realismo tradicional (primeras dcadas del siglo XX)

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    CARACTERSTICAS: Se desarrolla con cierto retraso con respecto a Europa. Caracterizado por su orientacin localista y regional, reflejada en sus des-

    cripciones ambientales y en el empleo de un lxico plagado de vocablosdialectales.

    Son obras de denuncia social y testimonio poltico. Predominio del espacio rural. Sus personajes estn al servicio de una finalidad demostrativa.

    VARIANTES:

    En ttulos como Los de debajo de Mariano Azuela, seofrece en diversos cuadros una visin parcial del desarro-llo de las campaas revolucionarias. En su condicin deperiodista el narrador puede dar testimonio de los sucesos,pero no consigue ser objetivo.

    Desarrolla el conflicto entre civilizacin y barbarie, atravs del enfrentamiento del hombre con una natura-leza que le supera y termina derrotndole. Se trata deobras que transcurren en escenarios majestuosos como laselva y la pampa, donde los personajes estn condiciona-dos por el medio: Doa Brbara de R. Gallegos, La vor-gine de J. E. Rivera y Don Segundo Sombra de R.Giraldes.

    Critica el dominio y la explotacin de los blancossobre los indios: El mundo es ancho y ajeno de C.Alegra.

    Novela de laRevolucinmexicana

    Novela de latierra

    Novela indigenista

  • 2. El realismo mgico o lo real maravilloso1

    2.1 Aos 1940-1960

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    1 Ambas denominaciones o etiquetas pueden considerarse sinnimas. La primera fue empleada,inicialmente, a propsito de la pintura por el crtico de arte alemn Franz Roth e incorporada a laliteratura hispanoamericana por el escritor Arturo slar Pietri en el ensayo Letras y hombres deVenezuela (1948). Por su parte, Alejo Carpentier fue el inventor de la expresin lo real maravillo-so en el prlogo a su novela El reino de este mundo (1949).

    CARACTERSTICAS Las transformaciones socioeconmicas y determinadas influencias litera-

    rias (sobre todo, del surrealismo y la novelstica europea y estadounidense)posibilitaron la ampliacin del concepto tradicional de realismo.

    Frente al regionalismo precedente, el realismo mgico pretende una repre-sentacin ms compleja, donde se sitan en un mismo nivel lo racional,lo mtico, legendario y fantstico. Es una bsqueda de las races autc-tonas de la realidad americana, en la que se integran las influencias ind-genas, pero tambin europeas y africanas.

    Temticamente, adquieren gran importancia los escenarios urbanos, sien-do la ciudad el lugar donde cobran vida problemas existenciales como lasoledad y la incomunicacin.

    A nivel formal existe una mayor preocupacin por la experimentacin esti-lstica y por el empleo de tcnicas narrativas innovadoras (varias vocesnarrativas, saltos en el tiempo,)

    AUTORESDestacamos las aportaciones de: Miguel ngel Asturias, que, en El seor Presidente (1946), realiza una

    crtica mordaz y esperpntica de la figura de un dictador sudamericano,recurriendo a las tcnicas surrealistas.

    Jorge Luis Borges sobresali por sus libros de relatos (Ficciones, ElAleph, El libro de arena), donde trataba mediante smbolos sus preocupa-ciones sobre la existencia y la condicin humana.

    El mexicano Juan Rulfo crea en Pedro Pramo un gran escenario mtico:Comala, en el que a partir de las informaciones de unos narradores difun-tos se reconstruye la vida del cacique protagonista.

    Otros autores: Alejo Carpentier, El siglo de las luces; Ernesto Sbato, Eltnel; Juan Carlos Onetti, El astillero.

  • 2.2 Aos 60. La novela del boom

    7

    2 Historia personal del boom, Madrid, Anagrama, 1972.

    CARACTERSTICAS:En opinin del escritor chileno J. Donoso2, en el fenmeno bautizado comoel boom (onomatopeya que significa estallido) de la novela hispanoameri-cana de los 60 convergieron factores literarios y editoriales. En un periodo depoco menos de diez aos se publicaron novelas de gran calidad y originali-dad, que se difundieron ms all de las fronteras del continente america-no gracias a los premios literarios y a la labor editorial de empresas comoSeix Barral. Los autores pertenecientes a este periodo de internacionalizacin coinci-

    dieron en su fe en la revolucin cubana. Las novelas siguen consolidando el realismo mgico, a travs de la crea-

    cin de universos deslumbrantes, exticos o fantsticos. Es una literatura comprometida con la compleja realidad de la poca, que

    se amolda a las transformaciones ideolgicas con nuevas formas de expre-sin.

    En estas novelas se acenta la experimentacin formal y estilstica,mediante el empleo de diversos cambios en la voz narrativa (hasta llegar ala tcnica del caleidoscopio), la ruptura de la linealidad argumental a par-tir de saltos temporales y la superposicin de planos, etc.

    AUTORESDestacamos la novelstica de: Julio Cortzar, autor de Rayuela, novela que permite al lector la eleccin

    del orden de la lectura. Gabriel Garca Mrquez narr en Cien aos de soledad la extensa histo-

    ria de siete generaciones de la familia Buenda, fundadores de la mticaMacondo. Novela caracterstica del realismo mgico, maneja a la perfec-cin la idea de la circularidad temporal.

    Mario Vargas Llosa se inici con La ciudad y los perros, pero desde sudenuncia de la corrupcin del universo de un colegio militar ha tratadodiversos temas y manejado distintos registros en su larga trayectoria litera-ria.

    Otros autores: Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz; J. LezamaLima, Paradiso. Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.

  • 3. Los nuevos narradores o la novela del post-boom3(mediados de la dcada de los 70)

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    3 Etiqueta acuada por Juan Manuel Marcos en su ensayo Roa Bastos, precursor del post-boom,Mxico, Katn, 1983, y que no ha gozado de una total aceptacin, ya que incorpora a esta nueva etapaa autores que despuntaron ya en la etapa precedente del boom y, poco a poco, le dan un nuevo rumboa su produccin narrativa. Asimismo, debe sealarse la gran heterogeneidad de los autores y obrasenglobadas por la crtica en este periodo, donde es posible que convivan tendencias antagnicas.

    4 Jos Donoso, Historia personal del boom, op. cit., p. 124.

    CARACTERSTICAS Tendencia a volver a planteamientos narrativos ms realistas (como la

    linealidad temporal y el narrador omnisciente), prescindiendo del abuso enlos experimentos formales (La nueva generacin encuentra que la novelade los aos sesenta es excesivamente literaria, y se dedica, como todas lasvanguardias, a hacer una anti-literatura, una anti -novela4).

    Frente al inters de la etapa anterior por escribir una novela total que reve-le la esencia de lo americano, se prefieren estructuras ms sencillas ycontenidos ms cotidianos y prximos a la experiencia del lector(Antonio Skrmeta, El cartero de Neruda).

    Aprovechamiento de motivos procedentes de la cultura de masas ypopular: cine, televisin, radionovelas, gneros musicales como el rock yel tango, etc. (Manuel Puig, La traicin de Rita Hayworth; A. BruceEchenique, La amigdalitis de Tarzn,); y mezcla de distintos gnerosnarrativos: crnica periodstica-ficcin, ensayo-novela, etc.

    Mayor importancia de los temas amorosos, enfocados desde una perspec-tiva ms optimista (ngeles Mastretta, Mal de amores)

    Papel destacado de los escenarios urbanos, a travs de los cuales se incor-poran motivos como la marginalidad o las drogas.

    Notable presencia del humor, la burla y la irona como motivos argumen-tales o como instrumento pardico transgresor.

    Reivindicacin de lo femenino, gracias a la incorporacin de un mayornmero de escritoras (Elena Poniatowska, Daniela Eltit,) y un mayorinters por las preocupaciones y sentimientos de los personajes de dichosexo (Laura Esquivel, Como agua para chocolate).

  • B. ISABEL ALLENDE

    1. Apuntes biogrficos En Isabel Allende vida y literatura son inseparables. No se trata simplemen-

    te de que empezara a escribir a temprana edad, sino del hecho mucho ms deci-sorio de que sus circunstancias personales le sirvieron de referente para navegarpor unos universos de ficcin que, a su vez, han ido modelando su propia exis-tencia. En su texto autobiogrfico Mi pas inventado, la escritora alude a la suer-te de haber podido contar con una familia excntrica y a su destino de pere-grina errante, para subrayar, al mismo tiempo, el papel crucial que ha tenido laliteratura como instrumento de reconocimiento ntimo:

    En el lento ejercicio de la escritura he lidiado con mis demonios y obse-siones, he explorado los rincones de la memoria, he rescatado historias ypersonajes del olvido, me he robado las vidas ajenas y con toda esa mate-ria prima he construido un sitio que llamo mi patria. De all soy5.Si vida y literatura se entrelazan en Isabel Allende, tambin lo harn en La

    casa de los espritus. Hija de un primo hermano del presidente SalvadorAllende, naci en 1942 en Lima, donde su padre trabajaba como diplomtico.Desde muy pequea mantuvo una estrecha relacin con su madre, a quien leencantaba contar cuentos y cuya separacin matrimonial supuso el regreso deambas a Chile, en concreto, a la casa de los abuelos.

    Cuando termin de cursar sus estudios de periodismo en Blgica, trabajpara la seccin chilena de la FAO, como colaboradora en prensa y revistas, ascomo en la televisin de su pas. De su primer marido se divorci al cabo deveinticinco aos de matrimonio. Sufri las consecuencias del golpe militar delgeneral Pinochet en 1973. Ella misma recuerda haber ayudado a algunas perso-nas perseguidas por el nuevo rgimen a que fueran acogidas en embajadas, altiempo que trataba de recopilar informacin sobre las prcticas violentas de laJunta Militar. Precisamente, ese clima represivo y su relacin familiar con elpresidente derrocado provocaron su marcha a Venezuela, donde residi treceaos. Se dedic al periodismo y trabaj como administrativa en una escuela.

    Tras volverse a casar con un norteamericano, dirigi sus pasos haciaCalifornia, donde vive en la actualidad, convertida en una autora de xito queescribe en espaol. Sin embargo, puede decirse que su carrera literaria empezcuando tena cuarenta aos, vindose salpica por dramticas experiencias comola muerte de su hija Paula.

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    5 Barcelona, Random House Mondadori, 2003, pp. 220.

  • La casa de los espritus fue su primera novela. Empez a redactarla enCaracas, a partir de una carta dirigida a su abuelo de noventa y nueve aos, yque este no llegara a leer jams; carta donde evocaba los aos de infancia trans-curridos en la antigua casona de la calle Cueto en Santiago de Chile. Realidad yficcin otra vez unidas en el inicio de una trayectoria literaria que la ha condu-cido a la fama.

    Ahora bien, si su primera novela goz de una aceptacin inmediata, si susobras posteriores han sido traducidas a numerosos idiomas y la autora ha obteni-do diversos premios, siempre ha planeado sobre la produccin de Isabel Allendela sombra de la polmica. En su propio pas, Chile, la crtica ms conservadora haalimentado una opinin adversa sobre la calidad artstica de sus novelas6. Por eso,todava hoy existen posturas enfrentadas sobre su narrativa. De un lado, estnquienes ven en ella a la autora de una literatura de masas, vinculada con el bestseller y definida incluso en trminos peyorativos como light. Por otro lado,estn quienes le atribuyen diversos mritos y la ven como el ejemplo ms repre-sentativo del espritu del post-boom7. Los hay, por ltimo, que destacan supapel al adentrarse, pasados los aos, por los caminos del realismo mgico y, asu vez, abrir las puertas del mercado editorial a la literatura escrita por mujeres.

    En todo caso, por unas cosas u otras, en la novela cuyos aspectos distintivospasaremos a comentar resulta indiscutible el esfuerzo por ofrecer el testimonioemotivo de una realidad que forma parte de su propia experiencia y la de su pas.

    2. Obra narrativa de Isabel AllendeAunque la autora se ha atrevido tambin con gneros literarios como el tea-

    tro, destaca en el terreno de la narrativa, siendo notables sus incursiones en laliteratura autobiogrfica o de memorias. De modo ilustrativo, ofrecemos unbreve resumen de los ttulos que integran su produccin narrativa.

    Novela

    1984 De amor y de sombraRelato que desarrolla los amores de la periodista Irene Beltrn y elfotgrafo Francisco Leal, y sus investigaciones sobre las atrocidadescometidas por el rgimen militar contra el pueblo chileno, hasta deri-var en el exilio de los protagonistas y su aoranza de la patria perdida.

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    6 Javier Campos, Isabel Allende en Estados Unidos, El Mostrador, Chile, 1 de noviembre de 2005.7 Jos Miguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana. 4. De Borges al presente,

    Madrid, Alianza Editorial, 2001, p. 394.

  • 1987 Eva LunaSiguiendo la senda del realismo mgico, esta novela cuenta la trayec-toria vital de una pobre empleada domstica que trata de escapar a unaexistencia miserable, aprendiendo a leer y usando su fantasa para eva-dirse de la realidad y para ayudar a aquellos que la rodean y acompa-an en su proceso de maduracin personal.

    1991 El plan infinitoNovela cuyo protagonista, Gregory Reeves, evoluciona marcado porunas circunstancias adversas. Instalado en un barrio latino de Losngeles, sufre el rechazo de los hispanos. Vctima del racismo, su hijacae en el mundo de las drogas y, al mismo tiempo, le salpican las con-secuencias de la guerra de Vietnam. Su vida ejemplifica la dificultadde llevar a cabo el plan infinito que perfil durante su infancia.

    1999 Hija de la fortunaA mediados del siglo xix, la fiebre del oro atrae a California a muchosbuscadores de fortuna. Entre ellos, a Joaqun Andieta, tras cuyos pasosviajar desde Valparaso su amante, la joven chilena Eliza Sommers. Atravs del recorrido geogrfico de esta mujer, la novela presenta unmundo condicionado por la codicia y la violencia, lacras a las que seoponen otros valores como el esfuerzo, la amistad y el amor.

    2000 Retrato en sepiaEn esta novela reaparecen personajes de La casa de los espritus, puessu protagonista, Aurora del Valle, es prima de Nvea. Transcurre duran-te la segunda mitad del xix, haciendo mencin de sucesos histricoscomo la Guerra del Pacfico. La autora funde aqu recuerdos personalescon la historia de su pas, a travs de las vivencias de una mujer queindaga en una poca de su pasado que desconoce y le traumatiza.

    2002 La ciudad de las bestias (Primera parte de la triloga Memorias delguila y del Jaguar)El joven Alexander Cold es enviado a vivir con su abuela, a New York,mientras su madre recibe un tratamiento contra el cncer. Sin embargo,este solo es un destino temporal. Su abuela, Kate Cold, colaboradora enuna revista de viajes, se lo lleva a una expedicin por la selva amazni-ca tras las huellas de una criatura fabulosa. Durante esta aventura el pro-tagonista conoce a personajes como Nadia Santos, y recorre un mundodonde conviven el misterio, las tradiciones indgenas y lo extico.

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  • 2003 El reino del dragn de oro (Segunda parte de la triloga Memorias delguila y del Jaguar)Continuacin de la novela anterior, en la que los protagonistas viajanhasta un imaginario pas del Himalaya, al Reino Prohibido. Junto a susaventuras, cobran un inters especial las enseanzas budistas queponen de relieve la importancia de valores como la paz y el amor a lanaturaleza.

    2004 El bosque de los pigmeos (Tercera parte de la triloga Memorias delguila y del Jaguar)En esta novela las aventuras de Kate Cold, su nieto Alexander y NadiaSantos se trasladan al frica Ecuatorial, con presencia de misioneros,sacerdotes que practican el vud y amuletos.

    2005 El zorroBiografa ficticia del legendario personaje literario, que recrea las cir-cunstancias que llevaron a Diego de la Vega, mestizo nacido a finalesdel xviii en la Alta California, a convertirse en el Zorro. Tras viajarhasta la Barcelona de 1810 participando en la lucha contra las tropasnapolenicas que haban tomado la ciudad, Diego de la Vega regresa aCalifornia y asume una identidad secreta para no ser reconocido por suprincipal adversario: don Rafael Moncada.

    2006 Ins del alma maEn pleno siglo xvi una humilde costurera extremea, Ins Surez, viajaal Nuevo Mundo tratando de reencontrarse con su esposo. No consi-gue localizarlo, pero su vida experimenta un giro inesperado al cono-cer a Pedro de Valdivia. Junto a l conoce las mieles de la pasin amo-rosa y participa en la pica empresa de la conquista y la fundacin delreino de Chile. Al hilo de unos sucesos histricos, la novela le otorgaa la mujer la oportunidad de desempear un papel reservado exclusi-vamente a los hombres.

    2009 La isla bajo el marAmbientada en el siglo xviii, relata la historia de Zarit, una mulata quetrabaj durante cuarenta aos como esclava en una plantacin de azcaren la isla de Santo Domingo. La novela es un alegato contra la esclavi-tud y un elogio del tesn de Zarit por enfrentarse a su triste destino yconseguir su libertad. Junto a las denuncias de las prcticas explotado-ras de los amos, destaca la atmsfera mgica que envuelve la historia.

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  • 2011 El cuaderno de MayaEn su trabajo ms reciente, Isabel Allende vuelve a convertir en prota-gonista a una figura femenina: Maya, una muchacha de diecinueveaos, y emplea el motivo del cuaderno de memorias. En este caso, sinembargo, su personaje realiza un viaje en una direccin opuesta a la deotras de sus criaturas literarias: Maya abandona los Estados Unidospara dirigirse a la isla de Chilo, al sur de Chile, reencontrndose conlos orgenes de sus antepasados.

    Relato breve

    1989 Cuentos de Eva LunaConjunto de relatos unidos por un sutil hilo narrativo, donde reapare-cen personajes procedentes de la novela Eva Luna. El amor y la vio-lencia, el protagonismo femenino o rasgos inconfundibles del realismomgico son sus rasgos caractersticos.

    Libros autobiogrficos

    1994 PaulaHistoria de carcter autobiogrfico que Allende empez a escribircuando su hija entr en estado de coma. Se trata de una obra cargadade emotividad, en la que autora intenta preservar la memoria de su his-toria personal y familiar y la de su pas, en una especie de carta que suhija Paula debera leer cuando se recuperara de su enfermedad.

    1997 AfroditaSe trata de un libro heterogneo, en el que combina los consejos paragozar del amor, recetas culinarias y cuentos; todo ello con una notablesensualidad, entendida por la autora como un modo de resarcirse porel dolor que le dej la muerte de su hija.

    2003 Mi pas inventadoTexto en el que evoca su Chile natal y nos traslada a su infancia, juntoa personajes y lugares que ms tarde reaparecern en su narrativa.

    2007 La suma de los dasPuede entenderse como una continuacin de Paula, puesto que en estelibro relata la autora sus experiencias vitales y familiares enCalifornia, ocurridas despus de la muerte de su hija.

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  • C. LA NOVELA

    1. Estructuraa) Orden y diversidad

    Aunque la autora confiese que nunca elabora un guin previo a la redaccinde sus novelas, porque soy incapaz de seguirlo8, en relatos como La casa delos espritus existe una lgica estructural palpable, un orden que engloba ladiversidad de personajes, temas y situaciones que muchas veces confieren a laobra un aspecto folletinesco. Por tanto, si bien Allende les concede a sus perso-najes la libertad necesaria para que vayan forjando solos su futuro, tambinmerece destacarse la existencia de un control autorial que le otorga a la ficcinun diseo singular.

    Para empezar, subryese el papel importante que desempea en la novela lafatalidad, una suerte de predestinacin que dirige el rumbo de los personajes.Bastar recordar que Clara, al hacer uso de sus especiales dotes adivinatorias,puede aproximarse a las entraas de esas fuerzas ajenas al hombre que muevenlos hilos de la existencia humana, y que su nieta Alba, en el eplogo, interpretalos hechos acaecidos en el pas y de los que ella ha sido vctima en estos trmi-nos: Sospecho que todo lo ocurrido no es fortuito, sino que corresponde a undestino dibujado antes de mi nacimiento (479)9.

    El discurso avanza, pues, como resultado de una pugna entre la intencin delos personajes por alcanzar la felicidad y las interferencias continuas de unasfuerzas invisibles que contribuirn a plantear el mito del eterno retorno. Lo queha sucedido una vez, volver a ocurrir, a veces en el mismo escenario, aunquecon personajes diferentes. Se trata de una idea que sustenta la imagen circularde la novela tantas veces comentada.

    La estructura circular, como se dir ms adelante, es inseparable de las vocesnarrativas. El relato se abre y se cierra de la misma manera, con la mencin dela llegada de Barrabs a la casa de la familia Del Valle: Barrabs lleg a lafamilia por va martima (49). Pero, adems, determinadas situaciones con-solidan la existencia de un orden reiterativo. La muerte de Rosa al principio dela novela es, por ejemplo, consecuencia de un intento de asesinato poltico;dicha irracionalidad se reproducir al final de la historia con los crmenes come-

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    8 A. Biot, S. Ribas y B. Nava, Conversacin con Isabel Allende, en http://ponce.inter.edu/vl/-revista/a_proposito/4/isabel.html

    9 Citamos por la edicin de Austral, prl. de Mara Caballero, Madrid, 2007.

  • tidos por los militares. La violencia, pero de naturaleza sexual, se presenta a tra-vs de dos violaciones separadas en el tiempo: la de Pancha Garca por EstebanTrueba y la de Alba por Esteban Garca, con el denominador comn de una bru-talidad que, en opinin de la propia narradora, se entiende como un movimien-to cclico: El da en que mi abuelo volte entre los matorrales del ro a su abue-la, Pancha Garca, agreg otro eslabn ms a la cadena de hechos que debancumplirse. Despus el nieto de la mujer violada repite el gesto con la nieta delviolador y dentro de cuarenta aos, tal vez, mi nieto tumbe entre las matas delro a la suya y as, por los siglos venideros, en una historia inacabable de dolor,de sangre y de amor (479).

    Las mujeres de la familia Trueba se identifican por su instinto creativo, pero,a su vez, Blanca y su hija Alba se ven enfrentadas a la dificultad de materializarsus deseos amorosos y deben verse a escondidas con sus respectivos amantes,porque la distinta posicin social es un serio obstculo para ellos. Y estas seme-janzas podran rastrearse a partir de la conducta de otros personajes vinculadosa un mismo linaje. Pensemos en que las excentricidades de Nicols Trueba tie-nen mucho que ver con aquellas del to Marcos, empeados ambos en la aven-tura de volar.

    No obstante, los personajes tambin poseen su propia individualidad, a pesarde sus vnculos genticos: as sern completamente distintas las personalidadesde los hermanos Esteban Trueba y Frula o Jaime y Nicols. Del mismo modo,la mentalidad y orientacin poltica de los personajes propicia notables con-trastes que acentuarn la tensin narrativa y el choque radical entre concepcio-nes opuestas de la existencia. La realidad evoluciona a travs de la diversifica-cin de perspectivas en una dialctica continua.

    b) LinealidadEn cuanto al aspecto formal externo, la novela se compone de catorce cap-

    tulos y un eplogo. Cada uno de ellos va encabezado por un ttulo que, en lamayora de los casos, resulta suficientemente esclarecedor de lo que a continua-cin va a tratarse. Toda la historia se narra desde una perspectiva retrospectiva(un extenssimo flash-back), que tiende a organizar los sucesos protagonizadospor la familia Trueba y que discurren de forma lineal.

    Tradicionalmente, se ha tendido a estructurar La casa de los espritus en dosgrandes bloques, si no perfectamente delimitados, al menos reconocibles por laconcurrencia de determinados elementos. A partir del papel protagonista deClara del Valle, su muerte puede servir como acontecimiento separador de lasmencionadas partes:

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  • Siendo muy vlida esta divisin, la existencia de un eplogo al que conducenlos hilos planteados anteriormente, permite proponer otra distribucin comple-mentaria del argumento, basada en la linealidad de la novela y en el esquematradicional de planteamiento, nudo y desenlace. A saber:

    1. Planteamiento (caps. I-II)Los dos captulos iniciales presentan a algunos personajes principales de la

    trama, de modo que el lector conoce a la familia Del Valle y a la de los Trueba.Adems, se narra un suceso como la violacin de Pancha Garca que sercausa desencadenante de la venganza final de Esteban Garca. Otros hechosrelevantes son:

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    Noviazgo de Esteban Trueba y Rosa del Valle. Muerte accidental de Rosa y huida de Trueba a Las Tres Maras. Trueba descubre su nueva personalidad en el ambiente campesino. Como

    patrn, defiende una ideologa machista y conservadora. Los desafueros del protagonista alternan con su accin civilizadora para

    mejorar las condiciones de vida de los campesinos.

    1 parte (caps. I-IX)Est centrada en la historia fami-liar de los Trueba, despuntando lafigura de Clara como personajeaglutinador.

    Posee un ritmo ms lento y moro-so, y tienen un papel bsico loselementos maravillosos.

    Mayor protagonismo del escenariorural de Las Tres Maras, dondeEsteban Trueba es el patrn y per-viven los valores tradicionales y lasrelaciones de dominacin social.

    Los sucesos narrados figuran enlos libros de anotar la vida deClara.

    2 parte (caps. X-XV)Adquieren una mayor importancialos sucesos polticos del pas y el uni-verso vital de Alba.

    El ritmo es ms rpido, mientras quelos hechos narrados tienen un valortestimonial, especie de sntesis hist-rica de los turbulentos cambios expe-rimentados por la nacin.

    Mayor importancia de la casa de laesquina y del espacio urbano, dondeel espritu de la modernidad ve difi-cultado su avance por la lucha de cla-ses y diferentes intereses polticos.

    Alba, como narradora principal, esprotagonista y testigo directo de losepisodios que registra.

  • 2. Nudo (caps. III-XIV)Este gran bloque central es susceptible de ser descompuesto en dos subapar-

    tados:

    2.a. Caps. III-IXSe asiste a los distintos sucesos que tienen lugar durante el matrimonio de

    Esteban y Clara, y se cierra con la muerte de esta y el nacimiento de su nietaAlba, personaje que a partir de dicho momento adquirir protagonismo en elrelato. Paralelamente al enriquecimiento econmico de Trueba y la prosperidaddel fundo de Las Tres Maras, la pareja sufre un progresivo distanciamiento,provocado por las diferentes actitudes de los esposos: Trueba como personajeviolento y Clara como figura caritativa.

    Algunos acontecimientos destacados de este apartado seran:

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    Clara demuestra inslitas dotes adivinatorias y una extraa aficin por losespritus, que la impulsa hacia un universo de fantasa.

    Trueba construye la casa de la esquina, momento a partir del cual se estable-cer una continua oposicin entre el campo y la ciudad.

    Nacimiento de Blanca que provoca la desilusin de Esteban, quien preferaun hijo varn.

    Muerte accidental de Severo y Nvea. Nacimiento de los mellizos: Jaime y Nicols, que, ironas de la vida, choca-

    rn con su padre por distintos motivos. Frula, que vive con Trueba y su esposa, es expulsada de su lado por sus

    atenciones desmedidas hacia Clara, no sin dejar de maldecir a su hermano.Ms tarde, Frula morir en el ms completo abandono.

    Inicio de la relacin de Blanca con Pedro Tercero Garca, cuyas ideas comu-nistas desatarn posteriormente la clera de Trueba.

    Un terrible terremoto provoca miles de muertos en el pas y deja malheridoa Trueba.

    Recuperacin del protagonista gracias a las increbles facultades curativasde Pedro Garca.

    Trueba descubre la relacin de su hija con Pedro Tercero e intenta vengarse. Contra su voluntad, Blanca se casa con Satigny, al que abandonar despus

    de descubrir sus ambiguas inclinaciones sexuales. Trueba es elegido senador del partido conservador. Nacimiento de Alba, fruto de los amores de Blanca con Pedro Tercero.

  • 2.b. Caps. X-XIVTras la muerte de Clara y la inmediata desintegracin familiar (narrada en el

    captulo X, que acta como transicin), se acrecienta la tensin del relato. Eltema poltico se impone en sus distintas manifestaciones. Se nos cuenta el perio-do de elecciones, los mtodos caciquiles de compra de votos, el despertar de unaconciencia urbana que dar el triunfo a las izquierdas y el posterior golpe mili-tar con sus dramticas consecuencias.

    En este contexto, sobresalen los siguientes sucesos:

    3. Conclusin (Eplogo)El captulo final relata el regreso de Alba a la casa de la esquina. Tanto sufri-

    miento deja profundas heridas en la joven y acelera la muerte del viejo Trueba,quien lanza su ltimo suspiro acompaado de su querida nieta y sintiendo muycerca la voz de Clara.

    Mientras Alba nos informa sobre cmo se escribi la novela, el discursoparece concluir con un desenlace circular y perfectivo. Circular, porque el rela-to se cierra uniendo la generacin del pasado, representada por Trueba, con la

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    Encuentro de Alba en la Universidad con un joven revolucionario, Miguel,del que se enamora y con el que participa en una huelga estudiantil, man-teniendo despus unas apasionadas relaciones.

    Triunfo electoral de los socialistas. Mientras Pedro Tercero desempea unpuesto en el nuevo Gobierno, Esteban Trueba almacena armas para apoyaruna posible conspiracin.

    Expropiacin de Las Tres Maras. Trueba es hecho prisionero por los cam-pesinos y recobra la libertad gracias a la intervencin de Pedro Tercero.

    Golpe militar: asalto al Palacio Presidencial y muerte del presidente legti-mo y de Jaime Trueba.

    Muerte del Poeta nacional, trasunto de Neruda. Actividades de Blanca y Alba a favor de los perseguidos por la represin

    militar. Blanca tiene escondido a Pedro Tercero en la casa de la esquina y, luego,

    con la ayuda de su padre ambos consiguen salir del pas. Detencin de Alba, torturada y violada por un coronel golpista, Esteban

    Garca, nieto bastardo de Trueba, que satisface de ese modo su afn ven-gativo por la violacin de su abuela Pancha Garca.

    A instancias de Trueba, Trnsito Soto interviene para conseguir la libera-cin de Alba

  • generacin del presente, encarnada en su nieta, partcipes los dos en la tarea decontar la historia de la familia para mantenerla viva. Circular, porque el patriar-ca y protagonista, Esteban Trueba, empez el relato en una posicin desfavore-cida y, aunque con el tiempo experiment una trayectoria ascendente, terminadesposedo del poder del que gozaba. Perfectiva o acabada, porque los principa-les miembros de la familia han muerto o han marchado a otros pases (Nicolsy Blanca). No obstante, todava quedan en el aire dos motivos puntuales: elreencuentro de Alba y Miguel, y el nacimiento del hijo de aquella. A travs deestas virtualidades, se deja abierta la esperanza en un futuro que prolongue lahistoria de la familia y la de un pas que necesita de un cambio poltico parasuperar el horror.

    2. TemticaComo ficcin, La casa de los espritus es la historia de la familia Trueba a

    travs de varias generaciones. Sin embargo, debe remarcarse que este hilo argu-mental est basado en dos pilares bsicos ntimamente ligados a la experienciapersonal de la autora. Por un lado estn los recuerdos familiares de la propiaAllende que servirn como fuente de inspiracin para trazar determinadas situa-ciones narrativas o para perfilar a otros tantos personajes. Por otro lado, diversosepisodios histricos de Chile, que desembocan en el golpe militar de 1973 queterminara con la vida del Presidente Salvador Allende (el Candidato), estnen el trasfondo de la trama como motivos referenciales de carcter realista.

    Junto a estos materiales, no hay que olvidar que la novela es un productoliterario, y en este nivel la obra posee un aspecto que oscila entre la estructurade la novela-ro10, tan caracterstica de la narrativa hispanoamericana del rea-lismo mgico (pensemos en Cien aos de soledad), y la literatura folletinesca.A este ltimo respecto destquese cmo Allende sabe combinar elementos deprocedencia dispar, cmo conjuga el dramatismo con el humor y el llanto con laternura, acentuando las tintas en el relato de mltiples incidentes y exagerandola naturaleza maniquea de aquellos personajes cuyo enfrentamiento conduce aescenas de carcter melodramtico.

    Es quiz esta apariencia folletinesca, inseparable de la aficin de la autorapor multiplicar las ancdotas, una de las razones por las que se ha cuestionadola calidad de la novela. Sin embargo, tales apreciaciones resultan parcialesdesde el momento en que se detecta un tercer nivel, de naturaleza simblica,en todo el relato. La circularidad de La casa de los espritus apunta a la reitera-

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    10 La historia de una saga o familia se convierte en ncleo central del que surgen y donde desem-bocan como afluentes las historias particulares de cada uno de sus miembros.

  • cin de los comportamientos humanos y al triunfo de la barbarie. Asimismo,la novela es una historia de amor, de odios y violencias, que permite al lectorreflexionar sobre la condicin humana y sobre el influjo de la fatalidad en lossucesos ms cotidianos, y que, adems, se ha planteado con una vocacin repre-sentativa, e incluso moral, al indagar en la realidad latinoamericana para extra-er posibles lecciones sobre cmo encarar el futuro.

    Los hechos narrados, por tanto, trascienden ms all de lo particular; seremontan desde las ancdotas que ha ido seleccionando la memoria de las dis-tintas voces narrativas a los sucesos de un pas, cuya historia puede hacerseextensible a la de todo un continente, sin renunciar en ningn caso a la posibi-lidad de otorgarle un valor universal al abigarrado entramado de conflictos ypasiones que entran en liza a lo largo de la novela.

    Entre los mltiples motivos temticos que podran considerarse, hemos ele-gido los cuatro siguientes, no sin destacar la importancia de aquellos otros de lamemoria, el destino o la bsqueda de la felicidad, por ejemplo.

    a) El amorLa novela posee un indiscutible sello romntico, derivado, en gran medida,

    de la importancia que el amor desempea en la vida de la mayora de los per-sonajes11. La autora entrelaza historias donde la bsqueda de la felicidad con-lleva la aspiracin a la plenitud amorosa, con escenas en las que los deseosms ntimos chocan abiertamente con las barreras sociales. En ocasiones sobre-vuela la duda sobre la lealtad sentimental de los personajes. Y en otros casos,estos mismos exhiben gestos y comportamientos que hacen presumir pasionesque jams sern confesadas. El texto describe encuentros sexuales, pero tam-bin sugiere un mundo interior en los personajes que se ve determinado por lasconvenciones.

    El motivo amoroso se ramifica en un vasto abanico de conductas y opcio-nes, que oscilan desde la sexualidad impulsiva al adulterio, desde la ilusin et-rea a la tentacin prohibida. Dada la multiplicidad de rostros que asume en laobra, se propone aqu una tipologa del tema, en un sentido amplio, que recojala mayora de sus variantes:

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    11 A ttulo anecdtico, resulta curiosa la familiaridad del episodio en que Esteban Trueba desentie-rra el cadver de Rosa para sepultarlo junto al cuerpo de Clara en el mausoleo mandado construir porel protagonista (captulo X), con otro suceso similar narrado en Las noches lgubres de Jos deCadalso (1789-1790), obra destacada del prerromanticismo espaol. En ella, Tediato comete el sacri-legio de la profanacin de la tumba donde est enterrada su amada, en un intento de llevarse su cad-ver hasta su casa.

  • a) El afecto familiar se plasma de forma diferente segn se trate de hombreso mujeres, e incluso conforme nos desplazamos de un linaje a otro. En general,la relacin entre padres e hijos se torna conflictiva en el seno de la familiaTrueba. Aunque las mujeres estn unidas por lazos afectivos ms intensos, tam-bin hay en ellas ciertas discrepancias, poco importantes si nos atenemos almundo de hombres donde la falta de comunicacin y de intereses comunes las-tra cualquier anuncio o exhibicin de verdadero amor. Frente al fervor femeni-no hay un fro distanciamiento masculino. Esteban Trueba, inducido por un sen-timiento machista, apenas celebra el natalicio de su hija Blanca por el hecho deser mujer cuando lo que l desea son hijos varones. Es el clsico personaje pocodado a las manifestaciones afectivas, y mucho menos amorosas, debido segura-mente al poco cario que sinti por sus padres. De su madre se nos dice queEsteban nunca [la] haba querido realmente (120). Con sus hijos varones cho-car en todo y nunca se sentir a gusto, ni tendr la impresin de haber forma-do una familia slida y feliz.

    Esta situacin contrasta con la atmsfera que se respira entre los descendien-tes del viejo Pedro Garca, quienes respetan la jerarqua familiar y, a pesar deciertas diferencias ideolgicas entre personajes como Pedro Segundo y PedroTercero, se mantiene vivo el cario entre ellos.

    Podra incluirse tambin aqu el cario sin disimulos ni reservas del abue-lo y la nieta, que representan a la perfeccin el propio Esteban Trueba y Alba.La novela es una reivindicacin de este sentimiento profundo, sincero y espe-ranzador que se sobrepone a las diferencias ideolgicas que existen entre ambos,y contribuye a la paz y el perdn que puede sentir y concederse el anciano antela mirada amorosa y comprensiva de su nieta.

    Muy similar ser la relacin establecida entre Jaime y Alba, aunque la des-confianza inicial de aquel hacia Miguel como compaero de su sobrina puedeinterpretarse, en trminos psicolgicos, como los celos del hombre que ha adop-tado el papel de figura paterna y se ve desplazado por otro que pasa a conside-rar como rival.

    El sentimiento fraternal tiene su principal reflejo en la relacin de Amandacon su hermano pequeo, que puede contemplarse bajo el aspecto positivo yprotector de un verdadero amor y alcanza cotas de herosmo cuando aquellasoporta las torturas de los militares sin desvelar el paradero de Miguel.

    b) De amores tortuosos y un tanto complicados podran catalogarse lasdistintas relaciones que mantiene Trueba con las dos hermanas Del Valle. Laextraa disposicin de Rosa y Clara y el carcter difcil del protagonista son,entre otras, razones que parecen imposibilitar la consumacin plena del sen-timiento. Inicialmente, Trueba se encandila de Rosa y se afana en una ardua

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  • empresa minera para brindarle una posicin ms que digna. Despus de la desa-fortunada muerte de la joven, Esteban seguir soando con ella. Sin embargo, laperspectiva de Rosa es bastante diferente. Esta mujer, con una naturaleza muyprxima a la mitologa, rara vez pensaba en su novio, Esteban Trueba (53) yno tena prisa por casarse (53). En ella no vibra la emocin ni el entusiasmohacia un matrimonio considerado como proyecto comn.

    Clara del Valle reitera, en ciertos sentidos, la sorprendente forma que tienesu hermana de entender las relaciones amorosas. Al volver a hablar despus denueve aos, asombra a los dems anunciando su prximo enlace con EstebanTrueba, pero el texto ha subrayado que ella estaba dispuesta a casarse sinamor (138). Tiempo despus, las muestras afectivas con su esposo se limitan atratarlo con la misma simpata con que trataba a todo el mundo, le hablaba enel tono mimoso con que acariciaba a los gatos, era incapaz de darse cuenta siestaba cansado, triste, eufrico o con ganas de hacer el amor (176). Una acti-tud, pues, que se desmarca de la que mantiene Esteban.

    En principio, l cumple con el deseo de su madre moribunda solicitndola enmatrimonio. Pero luego demuestra tener unos sentimientos muy sinceros haciaella. La narracin apunta al amor desmedido de Esteban Trueba por Clara ylo reafirma al indicar que este fue sin duda el sentimiento ms poderoso de suvida (177). No obstante, su relacin pronto oscila entre el amor y el odio.Esteban la agasaja con regalos y sus actos declaran que depende de ella. Almismo tiempo, como no puede poseerla por completo, puesto que Clara tiendea refugiarse en su mundo, el distanciamiento entre los dos es progresivo. Y seacenta cuando su mujer le retira la palabra tras haberla golpeado.

    La actitud distante de Clara lo empuja a satisfacer sus instintos sexuales conmujeres como Trnsito Soto. Aun as, Esteban llega a sentir celos de su propiahermana Frula por las excesivas atenciones que le dedica a su esposa. Y suafecto se renueva en los ltimos momentos que comparte con ella en su lechode muerte. Tras su reconciliacin, el senador abandona su empeo posesivo ysus sentidos no solo perciben la presencia de los espritus, sino que, adems,cambia su actitud con respecto a las relaciones entre su hija y Pedro Tercero.

    c) El amor apasionado, sin condiciones, ms all de los lmites impuestospor las convenciones sociales, lo ejemplifican Blanca y Pedro Tercero Garca, yposteriormente Alba y Miguel. Ambas situaciones resultan transgresoras: lasmujeres toman la iniciativa, se desinhiben del entorno social y se dejan llevar desus impulsos amorosos sin calcular las consecuencias. Es curioso que EstebanTrueba cometa su primera violacin junto al ro que es el escenario de losencuentros furtivos entre su hija y su trabajador y adversario poltico. Pero si enel primer caso el sexo se consuma para satisfacer un impulso fisiolgico, tanto

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  • las relaciones de Blanca como las de Alba estn inspiradas en el amor. Un sen-timiento que a ellas les hace luchar con mltiples dificultades, a la vez que lesinsufla una conciencia ntida de las injusticias que existen en su entorno msinmediato. La duracin de sus amores y la lealtad que la una y la otra guardana sus amantes es signo inequvoco de su naturaleza idlica.

    d) El amor imposible viene representado con varios ejemplos: Jaime ama ensilencio a Amanda y no intenta materializar sus deseos por su solidaridad con untercero, en este caso su hermano Nicols. El suyo es un sentimiento sacrificadoque reaparece cuando el destino posibilita su reencuentro con una Amanda mal-trecha por las drogas. Pero en esa etapa de su vida ser imposible reverdecer losimpulsos de la juventud.

    Por otro lado, la complicidad que demuestran Frula y Pedro Segundo conClara conduce a plantear supuestas conjeturas sobre el carcter de sus relacio-nes. Mientras en el caso de Frula puede sospecharse que se siente atrada porsu propia cuada (un caso de lesbianismo no confesado?), el afecto que PedroSegundo le profesa a la mujer de su amo permite especular con la posibilidad dehaber encontrado una especie de alma gemela.

    e) El acuerdo matrimonial sin amor que une al conde con Blanca es lanegacin del amor, un contrato destinado a no cumplirse y un engao. A travsde l Satigny obtiene un beneficio econmico de su suegro y el matrimonio lesirve de tapadera para sus actividades licenciosas con sus criados. Es un com-promiso nacido del ms puro inters.

    f) Precisamente, la ausencia de este inters es lo que ms enaltece la fideli-dad que profesa la Nana a la familia Del Valle. La domstica cuida a Clara comosi fuera realmente su hija, excedindose de las labores del servicio a ella enco-mendadas.

    b) La muerteTeniendo en cuenta que la novela abarca un extenso periodo temporal, es

    lgico pensar que en ella se narre la muerte de varios personajes. Sin embargo,en este relato son tan importantes los momentos puntuales donde llegan al finde sus das algunos entes de la ficcin, como el sentido que la autora le otorgaa este fenmeno.

    Este motivo accede al discurso de maneras muy diferentes, constituyndoseen argumento idneo para plantear veladamente una denuncia poltica contra elrgimen militar chileno, pero, a su vez, los sucesos luctuosos de la historia pue-

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  • den ser referidos por la autora con una innegable voluntad potica, grotesca osimblica que va ms all del relato realista de un hecho natural. As deber dis-tinguirse entre:

    Tanto alguna muerte violenta, como la de Rosa, como muerte accidental,caso de Nvea, resultan impactantes por aspectos distintos. Mientras la cabezade la matriarca queda separada de su cuerpo y no ser localizada hasta que lasdotes adivinatorias de Clara indiquen su paradero, la defuncin de Rosa da piea una autopsia que se describe como labor macabra e inaudita para los lecto-res, si bien los personajes implicados en ella proceden con la mayor naturali-dad, segn lo testimonia la mirada de Clara:

    En ese momento el doctor Cuevas se apart y ella pudo ver el horren-do espectculo de Rosa acostada sobre el mrmol, abierta en canal porun tajo profundo, con los intestinos puestos a su lado, dentro de la fuen-te de la ensalada [] Se qued hasta que la rellenaron con emplastos deembalsamador y la cosieron con una aguja curva de colchonero (87).

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    Al poco de empezar la novela, Rosa es la vctima inocen-te de un brebaje envenenado con que los adversarios polticosde su padre pretenden eliminarlo. Si la rivalidad por el poderes en este caso la causa de un asesinato, donde intervienetambin el azar, razones similares explican la muerte deJaime Trueba, de Amanda y del propio Presidente del pas.Todos ellos son vctimas, adems, de una agresin violentaque pone en entredicho la autoridad moral de sus asesinos,los golpistas, para detentar un poder que han alcanzadomediante el uso de la fuerza. Nadie est libre del clima repre-sivo instaurado por la Junta Militar, que precipitar tambinel triste final del Poeta nacional.

    La muerte del matrimonio integrado por Severo y Nvea,puede ser considerada producto de la fatalidad, e inclusopodra achacrsele al propio Severo cierto exceso de confian-za en las condiciones de seguridad de su automvil. Cabrainsertar en este grupo a las vctimas de las epidemias o delbrutal terremoto que azot el pas, que aseguran el influjodramtico de las fuerzas telricas en la vida del hombre.

    La avanzada edad o las enfermedades provocan la muertede personajes como Esteban Trueba, Pedro Garca el viejo,Frula y Clara. Su desaparicin se acepta como una cuestininevitable de la naturaleza humana, de su caducidad.

    Muertes violentas

    Muertes accidentales

    Muertes naturales

  • El suceso descrito genera una doble respuesta dentro y fuera del discurso.Personajes y lectores poseen expectativas distintas ante una realidad que cuan-to menos debera generar extraeza. Sobre todo, cuando la autopsia concluyecon una reaccin tan inesperada como extraordinaria por parte del ayudante deldoctor Cuevas frente al cadver de la bella Rosa. En ese instante, el relato pre-senta atisbos de necrofilia, pues la contemplacin del cuerpo desnudo de lajoven despierta la sensualidad del muchacho.

    En algunos ejemplos de muertes naturales, el narrador omnisciente se permi-te una mayor libertad para dotar de rasgos cmicos un asunto considerado, porgeneral, como trgico. As ocurre en la relacin de las honras fnebres que se ledispensan a Pedro Garca, ese viejecito cuya ancianidad le ha conferido a sufsico un aspecto jibarizado. Ni siquiera el inters que manifiesta EstebanTrueba para que el personaje tenga una digna despedida logra ocultar la apa-riencia grotesca de su indumentaria y el distanciamiento irnico con que algu-nos personajes se desempean durante el ceremonial:

    Le sujetaron la mandbula con un pauelo y le colocaron su sombre-ro negro, porque haba dicho muchas veces, que quera quitrselo parasaludar a Dios. No tena zapatos, pero Clara sustrajo unos de EstebanTrueba, para que todos vieran que no iba descalzo al Paraso.

    Jean de Satigny se entusiasm con el funeral, extrajo de su equipajeuna mquina fotogrfica con trpode y tom tantos retratos al muerto,que sus familiares pensaron que le poda robar el alma y, por precaucin,destrozaron las placas (237).En el relato del funeral, con sus genuinos ingredientes folclricos, el narrador

    emplea un recurso que ser habitual en otras ocasiones: la superposicin y elcontraste de perspectivas. A la carencia de zapatos del cadver, se suma la cre-encia de que sin ellos no alcanzar el Paraso. Sin embargo, frente a la intencindel conde Satigny, que quiere inmortalizar como ridculo al difunto, se contrapo-ne la supersticin indgena de que las fotografas pueden robar el alma del viejo.

    Por su parte, la muerte de Frula suscita una evidente paradoja. Tras serexpulsada por su hermano, ella le maldice con el vaticinio: te morirs como unperro (180). Sin embargo, mientras Trueba morir en brazos de su nieta, serella quien d su ltimo suspiro sola y rodeada de miseria. Poco despus, cuan-do Clara la amortaje con mimo, la apariencia de su cuada casi calva, ancianay desvalida va a resultar esperpntica con los trajes estrafalarios con que esvestida y su peluca de soprano (198).

    No puede pasar desapercibido un detalle muy interesante de los ltimosmomentos de Clara con el cadver de Frula: Clara le habla con total naturali-dad, como si estuviese viva. Tal gesto nos remite a la interpretacin central quese da de la muerte en la novela.

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  • La misma esposa de Esteban Trueba, dada su singular relacin con los esp-ritus, sabe que su fin est cerca. Y en lugar de sentir pnico ante la inminenciadel final de su existencia, guarda con sumo celo sus cuadernos y sus bienes mspreciados. Poco despus, en su lecho de muerte, le explica a su nieta su singu-lar concepcin sobre el funesto acontecimiento:

    Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedode lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que vercon la realidad. Morir es como nacer: slo un cambio haba dicho Clara.

    Agreg que si ella poda comunicarse sin dificultad con las almas delMs All, estaba totalmente segura de que despus podra hacerlo con lasalmas del Ms Ac (337).A partir de tales afirmaciones puede efectuarse una doble lectura del concep-

    to de la muerte:a) La muerte es la transicin a un nuevo estado (slo un cambio). Se

    trata de una continuidad, de un renacimiento que, a pesar de su similitudcon la idea cristiana de la resurreccin, encuentra su sentido en un con-texto vitalista que plantea, en palabras de Clara, la existencia de un ordencsmico. Los acontecimientos de la vida, y con ellos la muerte, respon-den a una lgica pantesta. Buena prueba de la conexin existente entrelos seres humanos y su mundo es el hecho de que la muerte de Clara pro-piciar la decadencia de la casa de la esquina.

    b) La continuidad de la vida posibilita el contacto entre el Ms All y elMs Ac. Clara sugiere esta comunicacin entre las almas de ambasdimensiones, dando entrada a uno de los rasgos caractersticos de lanarrativa del realismo mgico. As los muertos pasarn a formar partede la realidad. Si Clara dej de hablar tras la muerte de su hermana Rosa,se pondr en contacto con los espritus de los difuntos a travs de susejercicios esotricos. Pero a veces los muertos aparecen sin ser requeridasu presencia, como cuando Frula acude a la casa de la esquina sorpren-diendo a sus moradores.

    Los muertos permanecen en la memoria de los vivos, quienes, a travs de susrecuerdos, los recuperan subjetivamente y los integran en el mundo real. Sinembargo, junto a esta fragilidad de las fronteras entre lo objetivo y lo imagina-rio, tambin los muertos apoyan a los vivos y les ayudan a afrontar situacio-nes comprometidas. Es lo que har Clara cuando Alba apenas pueda resistir lasdesalmadas torturas que le infringen los militares, o cuando su esposo Estabanest a punto de abandonar su existencia terrenal.

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    12 En esta doctrina filosfica se atribuye un carcter divino a la totalidad del universo.

  • c) La cuestin social y polticaLa historia de la familia Trueba est ligada indisolublemente a la historia de un

    pas al que, si bien no se identifica de forma explcita, la autora se siente unida porsus propios orgenes personales y familiares. De acuerdo con la proximidad deAllende a los sucesos relatados, resulta lgico pensar que, como persona que se havisto obligada a exiliarse, su perspectiva interpretativa conjugar el testimoniodirecto y la crtica de aquellos aspectos que su memoria juzga como intolerables.

    Desde un primer momento, la novela da entrada a la cuestin social, difcil-mente separable de los movimientos polticos y las tensiones ideolgicas quetuvieron lugar durante varias dcadas. La obra atiende a la pugna femenina poralcanzar el derecho al voto, las huelgas mineras y estudiantiles, el asunto de laReforma Agraria, la manipulacin de las elecciones o el abuso de la fuerza comomedio de acceder al poder y mantenerlo a toda costa. Si el sistema poltico permi-te la consolidacin de un determinado orden social, los desajustes que se producenpropiciarn un conflicto que degenerar en el empleo de la violencia y la represinmilitar cuando no todos estn dispuestos a aceptar el juego de la democracia.

    Allende presenta las contradicciones ideolgicas entre diversos grupos socia-les, entre el mundo rural y la ciudad, entre conservadores y comunistas, pero tratade huir del maniquesmo, incidiendo en el peligro de cualquier actitud excesiva, demodo que sus personajes podrn llegar a experimentar sinceras dudas sobre suspropios idearios polticos. En general, la autora condena tanto los horrores cau-sados por los golpistas como advierte de los posibles desmanes de una revolu-cin marxista.

    Inicialmente, el orden social adquiere una estructura piramidal que se polari-za en dos grupos, cuyas caractersticas distintivas se perciben con nitidez en elmundo rural:

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    Aun siendo el grupo menos numeroso, dirige los rumbospolticos y econmicos del pas. Est integrado por capitalistas yterratenientes, alguno de los cuales, como es el caso de EstebanTrueba, pueden acreditar que corre por sus venas la sangre de losantiguos conquistadores espaoles. Ejerce su posicin de domi-nio a travs de una conducta que oscila entre el uso de la violen-cia y el paternalismo hacia las clases inferiores.

    Son los mantenedores de un rgimen feudal, en el que la pol-tica tiende a satisfacer sus intereses econmicos. De ah su ideo-loga conservadora, que simpatiza con el capitalismo, y su recha-zo frontal hacia cualquier doctrina de izquierdas. Recurdese queEsteban Trueba identificaba a todos los partidos que no fueran elsuyo como marxistas, puesto que era incapaz de distinguir losprincipios de cada uno de ellos.

    La oligarqua

  • Subryese que esta biparticin suprime la posibilidad de un grupo inter-medio, el de las clases medias, que acte como centro para evitar los agudosdesequilibrios existentes entre los extremos en conflicto. Cierto que se perfilanen la novela personajes como Jaime Trueba o Miguel, cuyas ideas progresistas(socialista el primero y comunista el segundo) hacen presumir la formacin deuna incipiente clase media. Sin embargo, el primero procede del grupo domi-nante, mientras que el otro ha compartido la miseria con su hermana Amanda.

    Por otro lado, la adopcin de costumbres, gustos y formas burguesas en laciudad parece una caracterstica privativa de los grandes terratenientes comoTrueba, quien construye la casa de la esquina en el Barrio Alto.

    Desde el inicio de la novela hasta las dramticas consecuencias del golpe mili-tar, Allende seala las transformaciones de una sociedad que parte de un orden enapariencia eterno y que, progresivamente, se ir resquebrajando cuando los msdesfavorecidos tomen conciencia, de forma gradual, de sus propios derechos. Taldialctica, como ya se ha mencionado, se plasma en la oposicin campo/ciudad.

    En el mundo rural todo evoluciona ms lentamente porque los campesinosson los ltimos en enterarse de las cosas y su voluntad de cambio est sometidaa leyes ms estrictas. Hasta all no llegan apenas las noticias, ni la prensa, ni loslibros. As, por ejemplo, Pedro Segundo Garca desalentaba las ideas emancipa-doras y de libertad de su hijo porque conoce cmo se las gasta el patrn y tratade desviarle de ese camino de rebelda para que acepte la sumisin, aunque,cuando este adopta la actitud contraria, se siente orgulloso.

    La compra de votos campesinos es otro lugar comn en ese mundo de caci-ques que obligan a sus trabajadores a votar al partido oficialista, el conservador,y no dudan en utilizar todos los mtodos de que disponen: Les prometieron quesi sala el candidato conservador tendran una bonificacin, pero si sala cual-quier otro se quedaban sin trabajo (118). Ni siquiera era necesario un dictador,ningn general que pusiera orden porque el partido Conservador gana limpia-

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    Se trata de un grupo heterogneo, integrado, fundamental-mente, por los campesinos, pero tambin por los mineros o lostrabajadores de la ciudad. Estn condicionados por su falta derecursos propios y muchas veces por su analfabetismo. Taldeficiencia formativa provocar que los poderosos los sometany manipulen con una mayor facilidad, mientras que, conformevan adquiriendo una mayor conciencia de clase, llegarn a rea-lizar una lectura errnea de los ideales de libertad, confundin-dolos con la anarqua, y sern incapaces de gestionar adecuada-mente, por ejemplo, el reparto de las propiedades agrcolas araz de la Reforma Agraria.

    Las clasesbajas

  • mente. El narrador lo detalla con una irona fra y lcida: El da de la eleccintodo ocurri como estaba previsto, en perfecto orden. Las Fuerzas Armadasgarantizaron el proceso democrtico, todo en paz, un da de primavera ms ale-gre y soleado que otros (118-119).

    Las distancias entre los dos mundos (el de los ricos que habitan la casahacendal y los campesinos que malviven en chozas) parecen irreconciliables.En su prspero latifundio, Esteban Trueba gobierna sin escrpulos de ningntipo, atribuyndose la potestad de castigar o incluso matar a quienes le desaf-an. Solo las mujeres de la familia protagonista intentan salvar las fronteras queseparan ambos universos ayudando a los menesterosos. Igual que haba vistohacer a su madre, Clara encuentra justificada su misin redentora y de auxilioa los campesinos, pero se nos dice que las mujeres la escuchaban risueas yavergonzadas por la misma razn por la cual rezaban con Frula, para no dis-gustar a la patrona (153-154).

    En la ciudad el conflicto ideolgico posee otro carcter. Nos hallamos anteuna sociedad plural, donde la formacin de determinados grupos puede articu-lar reivindicaciones ms consistentes. Por ejemplo, la Universidad se convierteen foco en el que profesores y universitarios le echan un pulso al poder esta-blecido. Y aunque las fuerzas opositoras encuentren en el marco urbano unosslidos cauces de expresin, personajes como Miguel desconfan de la viabili-dad de una alternancia poltica en el pas. Es lo que ocurrir cuando el FrentePopular obtenga la victoria en las urnas, despus de que el Candidato haya sidoderrotado en dos comicios anteriores (en la realidad Salvador Allende triunf lacuarta vez que present su candidatura). Entonces las fuerzas conservadorasprogramarn una estrategia tendente a derrocar el nuevo rgimen.

    A partir de ese instante, la novela adquiere un ritmo vertiginoso donde losacontecimientos provocan que el discurso desplace su atencin de la memoriafamiliar de los Trueba a la memoria colectiva del pas. Si hasta esos momentoslos distintos miembros de la saga han podido controlar de algn modo su existen-cia, ahora esta se volver ingobernable. El propio patriarca, Esteban Trueba, con-vertido en uno de los senadores ms influyentes del partido conservador, es unode los principales agentes de una campaa orquestada contra el gobiernosocialista, que intenta socavar las bases econmicas de la nacin. MientrasTrueba almacena armas en el stano de la casa de la esquina para apoyar unahipottica revuelta militar, se suceden en la calle las huelgas y los piquetes; loscomercios quedan desabastecidos de alimentos y productos de primera necesidad,al tiempo que los conspiradores viajan al extranjero para solicitar la colaboracinde los Estados Unidos en el derrocamiento del Presidente legtimo.

    Consumado el golpe militar, las circunstancias sobrepasan a los miembros dela familia protagonista, vctimas como gran parte del pas del nuevo orden repre-sivo. La toma del Palacio donde resista el Presidente y el asesinato de Jaime son

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  • casi simultneos a la defuncin del Poeta que coleccionaba caracolas, tras el asal-to de su casa. Si Blanca iba haciendo acopio de alimentos en la casa de la esqui-na y su hija los reparta entre los ms desfavorecidos para combatir la grave cares-ta provocada por el desabastecimiento de los mercados, el cambio de rgimenobliga a la primera a huir del pas con Pedro Tercero, mientras que Alba conducea los perseguidos polticos hasta las embajadas extranjeras y, poco despus, caeen las garras de los militares que la torturan sin ningn tipo de miramiento.

    La violacin de Alba y la incapacidad de su padre para impedir tal deshonrason ejemplo evidente de la indefensin del pas ante los manejos de la cpulamilitar gobernante.

    Al final de la historia, el protagonismo del ejrcito y la obsesin vengativade personajes como Esteban Garca ensombrecen la existencia de la familiaTrueba. El poder militar tiene unos tentculos tan alargados, que incluso institu-ciones como la Iglesia apenas aparecen representadas. nicamente se ha hechomencin de dos de sus miembros, caracterizados por posturas buen distintas.Mientras el padre Restrepo encarna la figura del tpico sacerdote que aterrorizaa sus fieles con las penas del infierno y desconfa de todo aquello que impliqueun cambio, el padre jesuita Jos Dulce Mara, que muy bien podra representarla Teologa de la Liberacin, est a favor de la libertad y el progreso, de la nece-saria justicia social que permite a los hombres labrarse su propio futuro. Elcontraste ideolgico entre ambos personajes es paralelo a la oposicin entreconservadores y revolucionarios.

    El contexto temporal de la novelaLos sucesos narrados en la novela comprenden un periodo aproximado deunos setenta aos. Unos cuantos acontecimientos tienen una correspondenciaprecisa con sucesos reales que afectaron Chile. Tambin se alude de formams genrica a otros episodios histricos que permiten contextualizar la obraen un marco nacional e internacional.

    Dcada 1920 Primeros automviles en Chile (Severo posea uno de estosvehculos)

    1929-1932 Una gran depresin econmica azota a Chile (quiebra de lassalitreras, hambrunas y epidemias de tifus exantemtico)

    1935 Derecho femenino al voto en elecciones municipales (Nveafiguraba entre las mujeres sufragistas)

    1939 Terremoto de Chilln

    1939-45 Segunda Guerra Mundial

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  • 1958 Inicio de la etapa de los gobiernos conservadores con JorgeAlessandri

    1970 Triunfo electoral de Salvador Allende (el Candidato)1973 Golpe militar e inicio de la etapa del terror

    1973 Muerte de Pablo Neruda (el Poeta)1973 Muerte del cantautor Vctor Jara (podra entenderse que hay

    cierta afinidad con Pedro Tercero Garca), asesinado por laJunta Militar

    Es posible reconstruir indirectamente el marco temporal de la accin a tra-vs de referencias muy puntuales a productos, objetos, conflictos blicos ofenmenos sociales, tales como la Primera Guerra Mundial y los zepelinesalemanes (que volaron entre 1900 y 1930), la Guerra Civil espaola, el con-sumo de las Pldoras de vida del Dr. Ross (que seguan siendo un medica-mento famoso en 1950), la alusin a las primitivas radios a galerna como laque utilizaba Esteban Trueba en Las Tres Maras o la llegada de inmigrantesextranjeros a un pas que abasteca a un mundo asolado por las guerras.

    d) El humorAunque el humor no puede considerarse en s mismo motivo temtico, debe

    resaltarse que su presencia en la novela es abrumadora. Cierto que Allende nopretendi escribir una novela cmica, hecho que se opondra radicalmente alcarcter dramtico de muchos de los sucesos narrados. Sin embargo, el humoraparece como elemento de estilo, con valor estructural y como un rasgo defi-nitorio de la perspectiva empleada, habitualmente, por la autora durante elproceso creativo. Si ella misma confes que su labor periodstica estaba condi-cionada por su talante mnimamente objetivo y por su tendencia al humor, estamisma caracterstica aflora en La casa de los espritus, alertando sobre la impor-tancia que la comicidad desempea en la narrativa hispanoamericana posterioral realismo mgico.

    Como ya se ha dicho, la novela conecta con lo testimonial, lo fantstico, loromntico o con la literatura melodramtica en un intento de materializar unaimagen de la realidad lo ms amplia y variada posible. En ese contexto, la obraest plagada tambin de situaciones hilarantes que vienen a ser el contrapuntoque alivia la tensin de los episodios donde domina la violencia o los aconte-cimientos ms dolorosos.

    En la escritura de Clara y en la de su nieta Alba, artfices principales de la con-servacin de la memoria familiar, se recogen ancdotas del pasado que sorprenden

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  • por su naturaleza extravagante, gestos grotescos que contribuyen a caricaturizara determinado personaje o situaciones llevadas hasta el extremo del absurdo.Aunque, por lo general, pocos miembros de la familia Trueba estn exentos de unaconexin con lo humorstico, es especialmente relevante el caso de Nicols.

    Sus actitudes cambiantes a la bsqueda de un sentido a su existencia com-prometen la dignidad familiar hasta el punto de que su padre se avergenza del y respira aliviado cuando aquel le expone su deseo de cambiar de apellido ymarcha a los Estados Unidos. Y es que su vida es un puro disparate.

    Al comprobar que le falta habilidad para desarrollar las cualidades adivina-torias de su madre, intenta imitar el espritu aventurero de su to Marcos. De estemodo, cuarenta aos despus de que su antepasado tratara de volar, l vuelve aproponerse una empresa similar. El acto se llev a cabo con fines comerciales,en una salchicha gigantesca rellena con aire caliente, que llevara impreso unaviso publicitario de bebidas gaseosas (61). Durante su idilio amoroso conAmanda, aparece en la casa de la esquina vestido de blanco como un enfermo,con amuletos colgando al cuello (263), mientras su acompaante, devota poraquel entonces del existencialismo de Sartre, va ataviada toda de negro.

    La narracin pone en entredicho cada una de sus transformaciones median-te apostillas irnicas. Por ejemplo, cuando Nicols descubre el flamenco, decahaberlo aprendido de los gitanos en las cuevas de Granada, aunque en realidadnunca haba salido del pas (265). Luego, tras convertir la casa de la esquinaen academia de baile y marear a todo el mundo con el incesante taconeo, laprohibicin de su padre de seguir con tal actividad, le conduce hasta la India. Deall regresar con unas costumbres alimentarias vegetarianas y hablando enparbolas asiticas no siempre comprensibles (319). Para ensear La Verdad,monta una academia de Iluminados, IDUN (Instituto de Unin con la Nada) y,debido a su parentesco con el senador Trueba, aparece en los peridicos con lacabeza afeitada, taparrabos indecentes y expresin beatfica (345). Es tal el dis-gusto de su padre que, cuando Nicols se manifiesta ante las rejas del Congresocomo protesta por el desalojo de una casa, con ese aspecto tan estrambtico, lanarradora subraya: A Nicols se lo llev un furgn de los carabineros y al sena-dor se lo llev una ambulancia de la Cruz Roja (347).

    En muchos aspectos Nicols es heredero de la excepcionalidad con que sepresenta en la novela su to Marcos, cuyas inslitas actitudes impulsan a inter-venir, en ocasiones, al narrador para reinstaurar la sensatez. Este aventurerointentaba ensear a hablar espaol a un loro cuya lengua materna era de origenamaznico (58) o pretenda seducir a su prima Antonieta acompaado de unorganillo con el que recorra las calles. Ridculo a veces, este personaje que apa-rece y reaparece, al que se le supone muerto, contagia con sus locuras y su arro-jo a Clara. La embruja con sus delirios hasta el punto de montar con ella unnegocio basado en las cualidades de la nia para escrutar el futuro.

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  • Aparentemente, los personajes masculinos parecen ms adecuados paraprovocar la risa. Quiz sea un detalle que entronca con el predominio de la pers-pectiva femenina de la narracin. As, entre las evocaciones familiares queNvea realiza, se traen a colacin las historias del to Mateo: el nico calvo enel mundo que volvi a echar pelo (128) y del to Juan, quien una vez se tirun pedo y fue su condena a muerte, una gran desgracia (128). El pobre, aver-gonzado, sali corriendo y no lo volvimos a ver ms. Lo buscamos hasta en laLegin Extranjera (128).

    Incluso un personaje como Esteban Trueba, tan poco dado a expansioneshumorsticas, suscita dicho efecto al convertirse en vctima de su propio enfado.El desajuste entre la intencin con que se ejecuta un acto y las consecuencias delmismo generan un tipo de comicidad basada en lo hiperblico: destroz el tel-fono a bastonazos, porque empez a repicar y le grit que ya iba, que se calla-ra, pero el aparato sigui sonando y l, en un arrebato de furia, le cay encimay a golpes, dislocndose, de paso, la clavcula (213).

    Lo inslito, lo escatolgico y lo inesperado alternan en la novela comofuentes propiciatorias del humor. Esta vez ser otro hombre quien quede desbor-dado por unas circunstancias imprevistas. Durante la fiesta de bienvenida a LasTres Maras, mientras Blanca est sentada en el bao, irrumpe en la cmara unode los invitados, el alcalde del pueblo, que bajo los efectos del alcohol intentadesabrocharse la bragueta: Al ver a la seorita se qued paralizado de confu-sin y sorpresa y cuando pudo reaccionar lo nico que se le ocurri fue avanzarcon una sonrisa torcida, cruzar toda la habitacin, extender la mano y saludarlacon una venia (156).

    A pesar de lo indicado, tambin los miembros femeninos de la familia, inclu-so las mujeres del servicio, se ven envueltos en circunstancias cmicas. La Nanaintenta mediante procedimientos diversos que Clara vuelva a hablar. As tiene queagudizar su ingenio para sobresaltar a la nia: se disfrazaba de filibustero sincabeza, de verdugo de la Torre de Londres, de perro lobo y de diablo cornudo(123). Asaltaba a Clara en la oscuridad, aullaba detrs de las puertas, escondabichos en su cama. Sin embargo, todo resulta intil, pues sus maquinacionesobran el efecto contrario: slo consigui inmunizarla contra la sorpresa y elespanto (123). En lugar de asustar a Clara, es el perro Barrabs la vctima indi-recta de tan impensados sobresaltos: era incapaz de reconocer a la Nana debajode los disfraces y se meaba sentado y le crujan los dientes. Finalmente, la impo-sibilidad de la Nana para doblegar la realidad se resuelve en cruel paradoja, pasa-dos los aos. A causa del gran terremoto, segn comenta Clara, despus de tantointentar asustarme a m, fue ella la que muri de susto (215).

    La perspectiva irnica de Allende impide que sus personajes se conviertanen seres prototpicos, infundindoles, por el contrario, un aliento ms humano,de individuos cotidianos de carne y hueso. Las aptitudes de Clara para la tele-

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  • quinesia se ponen en duda cuando se nos dice que nunca pudo desplazar el[piano] por la sala, como era su deseo (126). Mediante el recurso de la enume-racin acumulativa, se produce un distanciamiento de las actividades que laprotagonista realiza en su casa de la esquina: A los pocos das comenzaron allegar sus amigos rosacruces, los espiritistas, los tesofos, los acupunturistas, lostelpatas, los fabricantes de lluvia, los peripatticos, los adventistas del sptimoda, los artistas necesitados o en desgracia y, en fin, todos los que habitualmen-te constituan su corte (257). Asimismo, la infancia de Alba est marcada poruna curiosa mezcolanza de materias formativas: Alba pas su infancia entredietas vegetarianas, artes marciales niponas, danzas del Tbet, respiracin, yoga,relajacin y concentracin (315).

    Si en determinadas ocasiones la realidad se registra desde un lado sumamen-te lrico, es justo reconocer el inters por presentarla tambin en su aspecto mscotidiano, incidiendo incluso en las deficiencias y singularidades de animales yobjetos. Entonces el narrador se encuentra a Barrabs fornicando con las patasdel piano o a su regreso de las correras sexuales con la pobre perra colgandoatrs suspendida en el aire, atravesada (127).

    Por otra parte, en el equipaje que las mujeres Trueba llevan a la hacienda deLas Tres Maras se incluye un San Antonio de tamao natural, con ojos estr-bicos y sandalias repujadas (152). Hasta los santos se destacan por su cmicadeformidad. Sin embargo, la licencia humorstica, que tanto juego le da a laautora durante la primera mitad de la novela, se ir viendo desplazada confor-me la historia se acerque a su final y el relato tienda a describir en toda su cru-deza las consecuencias del golpe militar y la posterior represin.

    3. Espacios novelescosEn el artculo Quise retratar a Amrica Latina13, la propia Allende declara-

    ba que con la novela haba intentado realizar un fresco donde estuvieran retra-tadas todas las clases sociales y la ciudad, el campo, la geografa, el clima, lahistoria, la parte mgica y la real de la vida de Amrica Latina. Elevar el tono aun plano continental en que todo el hombre y la realidad americana pudieranplasmarse. Se trata, pues, de un empeo ambicioso que va ms all de la iden-tificacin con un pas concreto. No obstante, a pesar de que la novela no preci-sa el lugar donde transcurre la accin, los sucesos referidos conducen directa-mente al lector hacia la historia de Chile, hacia una realidad muy prxima a laautora y que dej en su recuerdo una huella imborrable.

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    13 La Bicicleta, 44 (marzo 1984), Santiago, pp. 30-40.

  • Dentro de ese gran macroespacio, Chile, que engloba los innumerables esce-narios que se aluden o describen en la obra, se distinguirn, sobre todo, dosmicroespacios donde se enmarca el devenir de la familia Trueba durante dca-das. Se trata de dos escenarios, uno en el campo y otro en la ciudad, queEsteban Trueba levanta prcticamente de la nada, una y otra vez, y a los que eldiscurso dotar de un innegable valor connotativo y simblico, puesto que suscaractersticas vienen a representar unos referentes culturales, sociales y econ-micos muy precisos.

    a) Las Tres MarasEn la primera parte del relato, los avatares del destino conducen hasta all a

    Esteban Trueba. Su familia vio daada seriamente su economa tras los desati-nos de un padre alcohlico. Los sacrificios del protagonista en la explotacin deun yacimiento minero en el norte del pas no consiguieron vencer a la fatalidad.Tras la muerte de Rosa del Valle, su prometida, Esteban se refugi en estahacienda de la que guardaba algn recuerdo agradable de su infancia y que, alregresar a ella, estaba en un estado ruinoso, pues apenas se tena en pie. La pri-mera impresin fue desagradable y significativa: ola a tumba (98). Sinembargo, invertir todo el dinero ahorrado en el arreglo y rehabilitacin de unfundo olvidado de la mano de Dios. Y as lo volver a hacer, cuando el terremo-to eche abajo la casa y regrese ao y medio despus para levantarla.

    En Las Tres Maras, Esteban pasa del desaliento inicial y de la sensacin desentirse prisionero en el fin del mundo, a reconocerse feliz y justificado. Perosu relacin con el fundo no estar libre de adversidades. Despus de la victoriadel Frente Popular, el protagonista queda despojado de su hacienda y tratar derecuperarla sin ms, creyndose legitimado y presentndose a reclamarla. Al nolograr su objetivo, necesitar la ayuda de Pedro Tercero Garca para salir de allcon la impresin de que la reforma agraria no ha mejorado sustancialmente lavida campesina. Para l es incluso peor que antes porque ha generado muchodesconcierto y cierto desorden. Despus de xito del golpe militar la haciendavolver a pasar a sus manos, aunque su inters por la tierra ha decrecido hastael punto de no ocupar ya un lugar preferente en su vida. Tiempo atrs, cuandotena planes, l no permita que en ese lugar penetraran los nuevos tiempos y lasnuevas ideas. De hecho, el da que Esteban Trueba descubri que el hijo de suadministrador estaba introduciendo literatura subversiva, le dio una paliza(185). Sin embargo, al final de su vida eso ya no le preocupa.

    El espacio de Las Tres Maras alude, adems, genricamente a una realidadms amplia. La hacienda es un espacio simblico relacionado con lo masculi-no, donde Esteban Trueba ejerce su poder como patrn, encarnando un rol quelo convierte en figura arquetpica dentro de la realidad histrica chilena.

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  • Desde finales del siglo xvi hasta mediados del xx, la hacienda rural consti-tuy una estructura socio-econmica bsica en Chile. Se trataba de un universoautnomo que propiciaba unas relaciones de dominio, e incluso de violencia,entre el dueo o patrn y sus campesinos. Dentro del orden cerrado de la hacien-da, se vislumbraba como una amenaza y un peligro cualquier novedad que pro-cediera del exterior. De ah la confianza en la figura del patrn convertido engua. Precisamente, el mismo papel que se atribuye Esteban Trueba al ponerseal mando de su antiguo fundo familiar y reinstaurar una dinmica que cambia lavida de unos campesinos desorganizados y acostumbrados a manejarse sin unamo, que viven ajenos al progreso y consideran que para conseguir el sustentobsico, su nica preocupacin, no necesitan de la ayuda de extraos.

    En Las Tres Maras, el protagonista realiza una serie de mejoras, las que tie-nen xito y los proyectos que abandona por falta de apoyos, impulsado por surol de padre de los habitantes del lugar, aunque estos no comprendan y secun-den a su amo. No obstante, si bien la hacienda alcanza una prosperidad inusita-da, el paternalismo de Trueba tiene su contrapartida ms oscura. El patrnmanda e impone su voluntad de forma feudal, desptica y violenta, reservn-dose el derecho a satisfacer sus apetitos sexuales con sus subordinadas. De estemodo toman cuerpo las diversas violaciones que comete el personaje y que sem-brarn de bastardos (huachos) aquel espacio rural, desatando un proceso pos-terior del que dar fiel testimonio la novela. Esto es: la explotacin sexual des-pierta en las vctimas un sentimiento de rencor que generar una conciencia declase en los campesinos al salir de los lmites del fundo. Nada extrao entoncesque Pancha Garca, la primera de las mujeres violadas por Trueba, alimentara elodio de su nieto Esteban Garca hacia el responsable de una situacin terrible-mente injusta e inhumana.

    Este espacio rural y autctono, donde se perpetan las diferencias sociales,tiene una funcin liberadora para varios miembros de la familia Trueba. Los her-manos Jaime y Nicols disfrutan la ausencia de normas que les condicionan enel internado; mientras que Blanca puede gozar, a escondidas, de su idilio senti-mental con Pedro Tercero Garca. Hasta la misma Clara demuestra ser capaz dellevar a cabo un papel redentor, a travs de sus iniciativas a favor de la educa-cin de los campesinos.

    b) La casa de la esquinaA diferencia de la hacienda, escenario que siempre vuelve a ser como fue en

    su origen, a pesar de sus sucesivas reformas, el otro espacio central de la nove-la (sobre todo en la segunda parte), donde bsicamente transcurre la vida de lafamilia Trueba, est situado en la ciudad (indudablemente Allende pensaba enSantiago) y all acudirn individuos de una extraccin social e ideolgica de loms variopinta.

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  • La gran casa de la esquina se identifica con la casa de los espritus de laque tomar su ttulo la novela. Al sellar su relacin con Clara, Esteban Truebaeligi el Barrio Alto para ponerse al mando de una cuadrilla de albailes, car-pinteros, que levantaran la vivienda ms slida, destinada a durar mil aos(141). Este edificio opulento, que el protagonista ofrece a su esposa como rega-lo de bodas y alberga objetos lujosos de todo tipo trados de Europa y losEstados Unidos, est tan vinculado a la persona de Clara, que, tras su muer-te, experimentar una decadencia prematura: En el transcurso de los aossiguientes la casa se convirti en una ruina (343).

    Clara es, por tanto, el alma y el centro de la casa, de forma que con ellase fueron los espritus, los huspedes y aquella luminosa alegra que estabasiempre presente (342). Hasta el momento del estropicio, el edificio se vallenando de gente, amigos de la duea y practicantes como ella de ritos esotri-cos, pero tambin bohemios y poetas; y, al mismo tiempo, la mansin sufre unaserie de ampliaciones que alteran por completo el orden racional con que lahaba proyectado Esteban Trueba.

    Aun as, cada miembro de la familia tiene un espacio acorde con sus necesi-dades vitales. Es sintomtico el caso de Trueba: inicialmente, ocupa las habita-ciones principales de la casa, situadas en la parte delantera, donde ostenta suacomodada posicin. Sin embargo, si la biblioteca es el smbolo de sus gustossuntuosos y burgueses, se ir convirtiendo en refugio personal a raz de su dis-tanciamiento de Clara, cuando, despus de haberla golpeado, ella no quierehablarle ni compartir su lecho con l.

    Las mujeres de la familia, en cambio, tienden a ocupar la parte trasera deledificio, dando rienda suelta a sus instintos espirituales y afectivos, pero tam-bin a su creatividad. Clara pasa las horas en la habitacin donde efecta susejercicios de espiritismo; mientras que su hija Blanca, tras el sonoro fracaso deun matrimonio sin amor, instala su taller de artesana e imparte clases a nioscon problemas; hasta bajar al stano, recinto en el que Alba juega durante suinfancia y conoce los placeres de la pasin junto a Miguel.

    Paralelamente a su decadencia fsica, esa selva de pesadilla y esa lgubremansin (377) en que se convierte al final la casa de la esquina cumplir unaserie de funciones que podran ser interpretadas como desvos de la norma. Porms que se empee su dueo, all ha estado Clara en contacto con los espritus.Pero, sobre todo, en la gran casona van a ir introducindose una serie de perso-najes ajenos al orden burgus del que era imagen representativa. La autorasubraya la imposibilidad de detener las transformaciones que impone el discu-rrir de la historia. Los marginados y los progresistas llegan a vivir entre los mis-mos muros que un hombre de ideas conservadoras como Trueba, quien tena

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  • escondido en su residencia familiar un verdadero arsenal para apoyar un golpemilitar. Utilizada como espacio donde se desarrollan prcticas ilcitas, la casa dela esquina altera su funcin primaria. Y cuando un miembro de la familia, lamisma Alba, sea detenido por los golpistas, dejar entrever que nadie est asalvo en lugar alguno de los embates del destino. Ni siquiera la casa de uno delos principales senadores conservadores.

    Si el fundo de Las Tres Maras y la casa de la esquina conforman los dosescenarios bsicos en que transcurre el universo cotidiano de la novela, dado elamplio margen temporal que abarca la historia, la multiplicidad de espaciossecundarios es tan abigarrada y plural como la caterva de libros que se acumu-lan en la habitacin de Jaime Trueba. En el recorrido espacial que se plantea yse describe con atinado realismo, no suele faltar ninguna institucin caracters-tica de la vida urbana del Chile del siglo pasado. As debern recordarse, en elmbito poltico, el edificio presidencial, donde se concreta la cada del rgimendemocrtico; en el mbito educativo, la eleccin de la Universidad como cen-tro de las huelgas y protestas estudiantiles; o en la esfera religiosa, la iglesiadonde se inicia la novela un da de la Pascua.

    Determinados espacios adquieren un valor connotativo. As, las dependen-cias donde Alba es interrogada y torturada van ms all de su naturaleza fsicacomo espacios cerrados para expresar la brutalidad de los golpistas y convertir-se en smbolo de la represin. Por el contrario, hay espacios cerrados con unasignificacin liberadora, tal como cabe entender el club al que Esteban Truebahuye al sentirse sobrepasado por las circunstancias familiares o los prostbulos(Farolito Rojo, Cristbal Coln) donde descarga su tensin y su ira. De modosimilar a como ocurra con la casa de la esquina, otros espacios tambin experi-mentan un desplazamiento en su funcin bsica. Por ejemplo, recurdese cmola cocina de la mansin de la familia Del Valle sirve como inaudito recinto parapracticar la autopsia de la desafortunada Rosa, conjugando dos aspectos quemarchan indisolublemente asociados en la novela: la vida y la muerte.

    4. Las voces del relatoLa novela combina magistralmente una serie de tcnicas y recursos narrati-

    vos que responden, en ltima instancia, al deseo expresado por la propia IsabelAllende de convertir la escritura en instrumento para ordenar la vida. De formasimilar a como Clara pona por escrito todo aquello que le pasaba, la autora pre-tende salvaguardar su memoria y la de su pas a travs de una perspectiva queretrocede hacia un pasado que puede iluminar el presente y servir de ejemplopara el futuro.

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  • En La casa de los espritus la existencia de varias voces narrativas, de lapolifona, contribuye a enriquecer la visin de los acontecimientos narradoscomo una cadena de eslabones sueltos, de relaciones causa-efecto, que tiene quecompletar el lector con su interpretacin activa. Pero, al mismo tiempo, el empleode tpicos como la falsa autora14 le otorga a la historia una curiosa apariencia,donde la inmediatez de las informaciones recogidas en los diarios de Clara o laverosimilitud que transmiten las evocaciones de narradores testigos como Alba yEsteban Trueba contrastan con los elementos mgicos y fantsticos de la novela.

    Ser en el eplogo donde encontremos la respuesta a la peculiar estructuranarrativa del relato, a la integracin de los distintos planos temporales y quedendesveladas las voces que se hacen cargo de lo narrado. Adems, all quedarplasmada esa intencin mencionada de rescatar del olvido un pasado que sealeja tras la desaparicin de las personas que lo hicieron posible. El pod