La Araña Enamorada

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Blanca Álvarez LA ARAÑA ENAMORADA SE SUPONE QUE LA ARAÑA DEBERÍA SA- UR CORRIENDO EN CUANTO APARECIESE LA GOLONDRINA Y QUE LA GOLONDRINA DEBERÍA COMERSE A LA ARAÑA. SIN EM- BARGO, UNA BUENA MAÑANA, GABRIEL, EL PINTOR, OBSERVA UNA HISTORIA MUY DISTINTA ENTRE ESTOS DOS ANIMALES Y CORRE A PLASMARLA EN SU UENZO. BLANCA ÁLVAREZ ESTUDIÓ DERECHO Y FILOLOGÍA Y, TRAS TRABAJAR DURANTE VARIOS AÑOS COMO PERIODISTA, ACTUAL- MENTE SE DEDICA EN EXCLUSIVA A LA LITERATURA. PRIMEROS LECTORES IS8N 978-84-675-1174-1 9 EL BARCO DE VAPOR Blanca Alvarez La araña enamorada Ilustraciones de Juan Berrio

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Transcript of La Araña Enamorada

  • Blanca lvarez LA ARAA

    ENAMORADA

    SE SUPONE QUE LA ARAA DEBERA SA-

    UR CORRIENDO EN CUANTO APARECIESE

    LA GOLONDRINA Y QUE LA GOLONDRINA

    DEBERA COMERSE A LA ARAA. SIN EM-

    BARGO, UNA BUENA MAANA, GABRIEL,

    EL PINTOR, OBSERVA UNA HISTORIA MUY

    DISTINTA ENTRE ESTOS DOS ANIMALES

    Y CORRE A PLASMARLA EN SU UENZO.

    BLANCA LVAREZ ESTUDI DERECHO

    Y FILOLOGA Y, TRAS TRABAJAR DURANTE

    VARIOS AOS COMO PERIODISTA, ACTUAL-

    MENTE SE DEDICA EN EXCLUSIVA A LA

    LITERATURA.

    PRIMEROS LECTORES

    IS8N 978-84-675-1174-1

    9

    EL B A R C O D E V A P O R

    B lanca Alvarez

    La araa enamorada Ilustraciones de Juan Berrio

  • 0

    La araa enamorada Homenaje al cuadro H i ron de le de Joan Mir

    Blanca A iva re z

    I lustraciones de Juan Berrio

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    DittcciB editorial: Elsa Aguiar

    clel texto: Blanca lvarez, 2006 de las ilustraciones: Juan Berrio, 2006 Ediciones SM, 2006

    Impresores, 2 Urbanizacin Prado del Espino 28660 Boadilk del Monte (Madrid) wwTv.grupo-sm.com

    ATENCIN AL CLIENTE Tel.: 902 12 13 23 Fax: 902 24 2 22 e-mail: [email protected]

    ISBN: 978-84-675-1174-1 Depsito legal: M-1959-2009 Impreso en Espaa / Printed in Spain Orvmu, SA - Ruiz de Alda, 1 - Pinto (Madrid)

    Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o trans-formacin de esta obra solo.puede ser realizada con !a autorizacin de sus titula-res, salvo excepcin prevista por ia ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de

    ; Derechos Reprogrficos, wwwcedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragrnenoo de esta obra.

    A todos los nios con corazn de golondi

    que dibujan abrazos en nuevas nubes.

    mailto:[email protected]

  • A todos los nios con corazn de araa

    que tejen ternuras inventadas.

  • J Gabriel pinta historias.

    Todas las maanas, se levanta, asoma su cara de sueo a la ventana y busca una historia para pintar.

    Si no i a encuentra, sale a las calles, pasea los parques y las plazas, contempla a los gatos vagabundos, los perros con collar, los nios bajando toboganes o merendando bocadillos de membrillo y chocolate...

    Siempre encuentra una historia.

  • Despus, regresa a su taller con mucha prisa, con la cabeza alborotada. Gabriel llena sus lienzos con los colores de la historia encontrada el nio y la cometa, el pjaro y la estrella, los gatos y la rosa.

    Y as, con historias y colores, el pintor ilumina ios lienzos como cuentos.

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  • Aquella maana, Gabriel se levant, asom sus ojos de sueo al balcn y la vio.

    All, en el muro que casi poda tocar con su mano, una araa, negra y brillante, teja una inmensa red.

    El pintor se tap la boca cuando sinti las alas de una golondrina revoloteando y acercndose hasta el muro donde la araa teja y teja.

    Se la comer, pens.

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  • Sin embargo, Gabriel pudo ver cmo aquella extraa pareja se contemplaba y mantena una conversacin imposible para sus odos humanos.

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  • La araa de ias hilanderas la vio llegar una primavera y decidi entregarle su corazn v sus secretos. J

    Al principio, la golondrina se asust al escuchar la voz demasiado ronca de aquella araita negra.

  • Despus se pos cerca del muro donde la araa teja y teja, mientras bordaba palabras y correteaba con prisas: muro arriba, muro abajo.

    Pareca tan atareada! Los ojos de la golondrina perseguan

    los gestos de aquella diminuta e incansable bordadora.

  • Durante das, ni se saludaron. Una maana, mediada la primavera,

    la araita decidi confesar sus sentimientos a la golondrina.

    -Ven, te tejer un nido mullido. -Tengo uno junto con mis hermanas. -Este sera solo para ti. -Me gusta la compaa.

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  • Para ganar su atencin, la araa teji una flor de cuatro

    -Es oara ti. i -Gracias. Y acerc curiosa el pico. -No tiene olor!

    Me gustan las flores del campo.

  • Pasaban ios das de primavera y la golondrina encontraba siempre tiempo para alejarse de sus amigas y visitar a la araa bordadora.

    En silencio, pasaba las horas fascinada con aquel tejer incesante y las filigranas brillantes que la pequea hilandera negra construa corriendo sobre los hilos como una unmbula.

  • -No descansas nunca? -A veces. Cuando tengo hambre. La golondrina .no le elijo

    que, antes de conocerla, coma araitas laboriosas.

    -Puedo posarme un momento en tu blanco vientre?

    -Claro, te har un sitio entre mis plumas.

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    Y desde aquella maana, todos los das saltaba hasta el mullido pecho de la complacida golondrina, que gorjeab a canciones para su extraa amiga.

  • As pas la primavera y lleg el verano, con el canto de las chicharras durante las siestas y el croar de las ranas

  • Una de esas noches vestidas de blanco por la luna, la pequea araa no lograba dormir sobre la cama tejida. Recordaba el pecho blanqusimo de su golondrina y echaba muy en falta las horas de su compaa, sus gorjeos y sus ojos redondos y brillantes como cristales vivos.

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  • Pronto terminara el verano. Todas las golondrinas se reuniran cerca del charco donde croaban las ranas y prepararan el largo viaje al Sur.

    -Tengo que darme prisa. La araa impuls sus patas

    y se lanz en picado hasta el muro donde se sucedan las citas de cada maana.

    En el muro, durante toda la noche, teji v teji mientras la luna baaba de plata su cuerpecito negro.

  • Los sapos insomnes abandonaron la charca y se fueron saltando hasta el borde del muro para contemplar aquella maraa sobre la que bailaba en equilibrio la pequea araa.

    -Ya est! -grit la diminuta arana negra negrsima contemplando, colgada de un hilo de seda, su obra maestra.

  • Cuando lleg la golondrina, qued pcoabierta y orgullosa. Sobre los desconchados del muro, estaba tejido su nombre.

  • -Qu maravilla! -gorje feliz mientras los sapos hinchaban con envidia sus gargantas y la pequea araa se senta orgullosa de sus habilidades.

    Amaba tanto a la golondrina! -Si te quedas,

    todas las noches tejer una palabra para darte los buenos das.

  • La golondrina movi su cabecita repasando la hermosura de las letras, estir su cola recortada y revolote un rato siguiendo el rastro de las letras.

  • Despus volvi a posarse frente a su amiga.

    -No puedo, hermosa tejedora, me esperan mis hermanas y he de seguir mi destino.

    -Pero... -Adis. Y durante muchos minutos,

    retumb su despedida sobre el muro: adis... adis... adis.

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  • -Volvers? Pero nadie respondi

    a la pregunta de la araa. Las golondrinas y las araas

    no pueden amarse.

  • Los sapos regresaron a la charca y el cielo se cubri con un manto de golondrinas viajando n busca del Sur.

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  • La pequea tejedora de palabras sinti resbalar una lgrima negra por sus patas delanteras.

    Subi hasta la a, teji un largo hilo de plata y se durmi colgada en su extremo.

    -Hasta la primavera -dijo antes de cerrar los ojos, y el eco de su pena fue repitiendo sobre las nubes: era... era... era...

  • Gabriel, el pintor, ha vuelto a asomar al balcn sus ojos cargados de sueo.

    -Increble! -murmura asombrado. Su pequea tejedora ha bordado

    una hermosa palabra sobre el muro desconchado.

    Es una palabra de enamorada.

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    Gabriel tonia sos pinceles, busca un lienzo nuevo

    - y pinta la historia de amor imposible que vivieron, una primavera y un verano, la golondrina y la araa.

  • Gabriel toma sus pinceles, busca un lienzo nuevo y pinta la historia de amor imposible que vivieron, una primavera y un verano, la golondrina y la araa.

  • TI CUENTO QUE BLANCA LVAREZ...

    ... cuando era pequea quera ser pirata. Toda su familia era gente de mar y aquello le pareca muy divertido. Tambin le gustaba contar historias, pero no escribirlas. Pero le cogi gusto y aprendi rpido y ahora escribe unas historias preciosas. A Blanca le emociona que su hija la achuche y le diga cosas bo-nitas, y sentirse querida por sus buenos amigos.

  • LA NOCHE ES PARA SOAR, COMO HACE LA ARAA, PENSANDO EN LA GOLONDRINA, Pero tambin es para dormir, y en LAS RANAS DE RITA,

    Rita Lo intenta contando ranas y ovejas,

    todas mezcladas. Y, de pronto, entre tas

    ovejas y las ranas se arma una verdade-:'A ra batalla campal.

    LAS RANAS DE RITA Eduard Mrquez

    EL BARCO DE VAPOR, SERIE BLANCA, N. 107

    HAY COSAS IMPOSIBLES EN LA VIDA. EN LA DIVERTIDA HISTORIA DE EL DRAGN QUE QUEMA SER VIOLINISTA vers que los deseos del dragn Godofredo son casi imposibles. Pero todo tiene una buena solucin.

    EL DRAGN QUE QUERA SER VIOLINISTA Luisa Villar Libana EL BARCO DE VAPOR, SERIE BLANCA, V." IOS

    A QUE TAMBIN TE PARECE IMPOSIBLE QUE UN LIBRO VUELE Y QUIERA CANTAR? No te pierdas lo que le sucede a un libro que est muy aburrido

    en una biblioteca y que quiere dar el salto a la

    libertad en EL PAJARO LIBRO'.

    EL PJARO UBRQ

    Joei Franz Rosell

    EL BARCO DE VAPOR, SERIE BLANCA, 95

    Y OTRO ANIMAL MUY PECULIAR QUE TE SORPREN-DER ES EL RATN A N ATOL. Todos creen que los rato-

    nes son terribles, pero Anatol quiere cambiar las

    \ \ \ S'

    ig^ cosas y hacer algo por la gente... y por los

    quesos.

    EL RATON ANATOL Eve Titus

    EL BARCO DE VAPOR, SERIE BLANCA, N.e 73

    com

    WUMUmmimiS'Hil,,'.. UI.III,I)IIMIIIIM|WI|IIIIW