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La ansiedad escénica:
¿se tiene en cuenta para la
metodología de la enseñanza?
María Teresa Luján Cambronero
Historia y Metodologías de la Enseñanza Musical
Universidad de Granada Curso 2017/2018
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Índice
1.- ¿Qué es la ansiedad escénica y cómo afecta a los músicos?................... 3
1.2.- Ansiedad escénica en el jazz y el flamenco…....................…... 4
2.- Ideas de metodologías para prevenir el miedo escénico....................... 6
3.- Resultados y conclusiones desde un cuestionario……………………... 8
4.- Conclusión…………....................................................……………… 11
5.- Bibliografía........................…………………………………………... 13
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1.- ¿Qué es la ansiedad escénica y cómo afecta a los músicos?
La ansiedad escénica es un tipo de fobia social. El Manual de Desórdenes
Mentales ofrece el siguiente concepto de fobia social:
La ansiedad social es el miedo o ansiedad intensos que aparecen prácticamente siempre
en relación a una o más situaciones sociales en las que la persona se expone al posible escrutinio
por parte de otros. La persona teme actuar de una determinada manera o mostrar síntomas de
ansiedad que puedan ser valorados negativamente por los observadores.1
Existen dos tipos de fobias sociales: la generalizada es aquella que se sufre ante
cualquier estímulo y la específica o la concreta, que sólo se sufre en alguna situación
social y no en otras.
La ansiedad escénica es un tipo de fobia social, cuyo estímulo es el
escenario. La persona se exhibe ante otras de manera no anónima, pues su intención es
la de ser percibido, escuchado, visto, etc. y exponerse a evaluación de los demás. La
ansiedad escénica en el músico es la sufrida por éstos ante situaciones de interpretar
ante público, también en conciertos de orquesta o cámara, audiciones, oposiciones, tocar
ante profesores o compañeros, tocar algún solo, etc.2
Otra definición más concreta de la ansiedad escénica para los músicos desde el
punto de vista psicológico podría definirse como:
La ansiedad escénica en músicos es la experiencia de una marcada y persistente
aprensión ansiosa relacionada con la interpretación musical que ha surgido a través de las
vulnerabilidades biológicas y/o psicológicas subyacentes y/o las experiencias específicas de
condicionamiento de la ansiedad. Se manifiesta a través de combinaciones de síntomas afectivos,
cognitivos, somáticos y conductuales. Puede darse en varias situaciones de actuación, pero suele
ser más grave en situaciones que implican una apuesta personal muy alta, amenaza evaluativa
(audiencia), y miedo al fracaso. Puede ser focal (es decir, enfocada sólo a la actuación musical),
o presentar comorbilidad con otros trastornos de ansiedad, en particular, la fobia social. Afecta a
1 LUPIÁÑEZ CASTILLO, Mariola y HOCES ORTEGA, Rafael. “Ansiedad escénica y flamenco”, Revista del Centro de Investigación Flamenco Telethusa, nº 9 (10) (2016), pp. 5 – 9. 2 DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para
dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, pp. 39 – 42.
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los músicos durante toda la vida y es al menos parcialmente independiente de los años de
formación, práctica y el nivel de logro musical. Puede o no puede afectar a la calidad de la
interpretación musical.3
Las manifestaciones de la ansiedad se pueden clasificar en tres categorías:
cognitivas, fisiológicas y conductuales. Estas manifestaciones afectan al estado de
ánimo, dificultan la ejecución de la tarea y predisponen al artista a evitar enfrentarse a
futuras actuaciones. Las conductas cognitivas son aquellas que conocemos como
pensamientos. Los pensamientos que se tienen antes, durante y después de una
actuación suelen ser automáticos, es decir, sin hacer nada vienen a nuestra mente y
depende de nosotros hacerles caso o no; son del tipo “me va a salir mal”, “todo el
mundo me está mirando”, “no valgo para esto”, etc. También es una respuesta cognitiva
la interpretación que hacemos de las cosas que nos ocurren a nosotros y en el entorno.
Dentro de las conductas fisiológicas se encuentran: taquicardia, opresión del pecho,
temblores, ganas de vomitar, de orinar, etc. Las respuestas conductuales o las respuestas
motoras que sufren los músicos pueden ser no mirar al público, repasar a última hora,
movernos inquietamente, etc.4
1.2.- La ansiedad escénica en el jazz y flamenco.
Estudios revelan que la formación académica y el contexto socio cultural en el
que se desenvuelve el artista pueden incidir en el desarrollo y permanencia de la
ansiedad escénica. Se notan pequeñas diferencias entre el sistema clásico, que muestra
3 BALLESTER MARTÍNEZ, José. “Un estudio de la ansiedad escénica en los músicos de los Conservatorios de la Región de Murcia”, Juan Miguel González Martínez y Pablo José Olivares-Olivares, dir. Tesis Doctral, Universidad de Murcia, Departamento de Historia del Arte, 2015, pp. 294. 4 DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para
dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, pp. 34 – 38.
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mayor ansiedad, con respecto a las muy bajas cifras de ansiedad de los estudiantes de
jazz y flamenco.
Mientras en el jazz la partitura es un vehículo de la expresión musical y el
intérprete crea a partir de la misma, en el mundo de la música académica este vehículo
lo constituye el intérprete por excelencia, que trasmite el mensaje específico ofrecido
por el compositor en la partitura.5 “En jazz, el intérprete debe tener un importante grado
de libertad para hacer con la composición, el arreglo y hasta con la dirección, lo que
más o menos le dicte su creatividad, de lo contrario no es jazz.”6
El flamenco se origina en un contexto social diferente al de la música clásica. El
flamenco nace como una música de tradición oral que se transmite de manera informal
mediante la observación e imitación y la música clásica que nace en un contexto más
formal, intelectual y sistematizado. Aunque se incorporó la enseñanza del flamenco en
los conservatorios hacia los años 90, su aprendizaje combina la transmisión oral y la
sistematizada. Un aspecto importante que caracteriza al jazz y al flamenco es su carácter
improvisatorio, al no tener que imitar un modelo exacto de música ni seguir una
partitura, la ansiedad escénica se reduce.7
No hay estudios que confirmen al 100% esta hipótesis, aún quedan muchas
cuestiones sobre las que investigar acerca del jazz y del flamenco, músicas con gran
carácter improvisatorio. ¿Será que la improvisación adopte un papel fundamental en la
formación de todos los músicos la clave para no sufrir la ansiedad escénica?
5 LILIANA PIGNATELLI, Nora. “La función pedagógica del profesor de piano en grado superior ante el
miedo escénico de los alumnos”, Ignacio Sustaeta Llombart, dir. Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Expresión Musical y Corporal, 2015, pp. 65. 6 PACANINS, Federico. Jazzofilia, Caracas: AlterLibris, 2003, 23. 7 LUPIÁÑEZ CASTILLO, Mariola y HOCES ORTEGA, Rafael. “Ansiedad escénica y flamenco”, Revista del
Centro de Investigación Flamenco Telethusa, nº 9 (10) (2016), pp. 5 – 9.
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2.- Ideas de metodologías para prevenir el miedo escénico.
Según algunos estudios, sobre el 20% del alumnado que inician los estudios en
los Conservatorios de Música abandonan dichos estudios por sufrir ansiedad escénica,
es decir, por no poder controlar esos nervios que surgen ante un concierto, examen,
audición, etc.8 Pero no sólo eso, de los estudiantes que continúan, porcentajes entre el
40% y el 60% ven deteriorada su ejecución musical por motivo de los nervios.9 Todos
estos datos son ciertos debido a que no existe en la formación de los músicos la
suficiente preparación para hacer frente a este problema, más frecuente de lo que
parece. La música profesional implica un alto nivel de competitividad y situaciones
creadoras de estrés que el intérprete debe aprender a enfrentar desde sus etapas iniciales
de formación. La enseñanza instrumental nunca se ha planteado en serio las causas del
miedo escénico, ni revelado su existencia ni tan siquiera le ha prestado la mínima
atención, hecho que se utiliza para juzgar al alumnado al que no se le han dado
elementos para superar el miedo escénico.10
Para evitar el miedo escénico, todo comienza con los hábitos de estudio. Lo
primero sería tener un buen lugar para estudiar, siempre el mismo para crear el hábito y
con buena iluminación, ventilación, temperatura agradable y a poder ser, insonorizado.
Lo siguiente es tener buenos estilos de conducta. Planificación: fijar un horario semanal
y diario, pero no se ha de ver como una obligación o castigo sino como una ayuda
positiva. Descanso: se ha tener en cuenta para la planificación; no es conveniente estar
más de una hora con lo mismo sin descansar. Forzar a que algo salga sí o sí en un día de
8 DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para
dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, pp. 22. 9 MARCHANT-HAYCOX, S. E. y WILSON, G. D. “Personality and stress in performing artists”, Personality and Individual Differences, nº 13 (10) (1992), pp. 1061 – 1068. 10
VALTHAIRE, Wen-Yu Ku de. “Miedo escénico e insuficiencias educativas”, Doce notas: revista de información musical, nº 13 (1998), pp. 14.
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estudio puede costar hasta la salud (heridas en los labios, brazos, espalda, etc.) Cuando
un paisaje no se consigue, se dispara la ansiedad (incluso la ira o agresividad); es
preferible tranquilizarse, parar y pensarlo desde fuera y tener en cuenta que si no se
consigue ese día, otro día saldrá ya que puede deberse a otras causas ajenas al momento
de estudio. Es preferible terminar una sesión de estudio con algo fácil, positivo, donde
podamos disfrutar aunque sean unos minutos. Actitud positiva, que no pesen más los
errores cometidos que el hecho de estar haciendo lo que nos proponemos. Evitar
distracciones que podemos tener cerca y si nos distraen durante un rato sin poder
evitarlo, lo mejor es descansar unos 15 – 20 minutos. Aceptar que podemos cometer
fallos interpretando pero no debemos generalizar y pensar que nos va a pasar siempre
que interpretemos esa pieza en un futuro. Debemos evitar avalancha de ideas
irracionales como “seguro que el día del concierto me pasa lo mismo”, “nunca lo
conseguiré”, “seguro que otra persona ya lo habría sacado”, etc. Todos estos estilos de
conducta sirven para estar relajados estudiando y que los errores que cometamos no nos
pongan excesivamente nerviosos ni activen la ansiedad.11
Ahora, puesto que no existe una metodología de enseñanza exclusivamente para
evitar el miedo escénico, comentaré las características principales de las más
reconocidas metodologías que puedan ser utilizadas para este fin.
El Método Orff está basado en el ritmo. Una de sus ideas pedagógicas básicas
es el desprecio por teorizar la música excesivamente. Esta idea podría ayudar a evitar el
miedo escénico en cuanto que se desprecia el encasillamiento, el elitismo y una única
forma de ser la música.
Del Método Montessori podríamos acoger la idea de desarrollar la autoestima
del alumno, ya que el miedo escénico viene dado en la mayoría de los casos por la
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DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, pp. 124 – 129.
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psicología del alumno (sus pensamientos internos, su autoestima, su complejo de
inferioridad, etc.) y no por la preparación técnica y musical para las exposiciones al
público.
En cuanto al Método Martenot podríamos considerar positiva la idea de la
audición interior a la hora de enfrentarse a una partitura: si puedes imaginar cómo suena
antes de tocarla, te será más fácil interpretarla. También podemos utilizar ejercicios de
relajación y juegos con el silencio, propios de este método.
Por otra parte, existen terapias y tratamientos para asistir la problemática del
miedo escénico una vez que no se ha podido evitar tener: terapias cognitivo-
conductuales, terapia de grupo, terapia asociativa, musicoterapia o incluso hipnosis.12
3.- Resultados y conclusiones desde un cuestionario.
El siguiente cuestionario ha sido formulado desde el 16 al 19 de abril de 2018.
En él he intentado que participaran mis compañeros de clase, tanto de universidad como
de conservatorio, mis compañeros de banda y conocidos en general, no discriminando a
nadie por su profesión (músico o no, ya que la ansiedad escénica no sólo afecta a
músicos) o por edad. En dicho cuestionario participaron 56 personas, de las cuales el
51’8% son mujeres y el 48’2%, hombres. A su vez, el 80’4% son músicos y el 19’6%
restante, no lo son y el 71’4% de los encuestados siente miedo escénico y el 28’6%, no
lo siente.
12 LILIANA PIGNATELLI, Nora. “La función pedagógica del profesor de piano en grado superior ante el miedo escénico de los alumnos”, Ignacio Sustaeta Llombart, dir. Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Expresión Musical y Corporal, 2015, 98 – 106.
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En cuanto al momento de empezar a sentir el miedo escénico, las respuestas son
variadas. Tenemos el caso de sentirlo desde siempre, lo que significa el miedo escénico
por la personalidad del alumno, y las respuestas señaladas en amarillo y azul se pueden
deber por lo general a la mala formación previa en este aspecto.
El 69’2% de encuestados no toma fármacos para evitar el miedo escénico. El
26’9% los toma a veces y sólo el 3’9%, siempre. Los fármacos no tratan la ansiedad
escénica, tan sólo reducen sus manifestaciones. Por otra parte, los fármacos y
tranquilizantes pueden afectar de manera negativa a la experiencia por sus efectos
secundarios, la dependencia que se puede crear, la necesidad de aumentar la dosis al
habituarse a su consumo, etc. Los fármacos nunca son la solución definitiva, por lo que
si crees que la ansiedad escénica te afecta gravemente, como afirma el 54’8% de los
encuestados, debes ponerte en contacto con un especialista. Tener “mariposas en el
estómago” es normal, incluso puede ser positivo para estar alerta a los estímulos;
quedarse en blanco o no poder controlar la situación por los nervios, no es sano y afecta
gravemente a nuestra tarea.
Tan sólo el 26’9% ha pensado tratar el miedo escénico.
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El 78’1% de los que han pensado tratarlo no lo han hecho porque no le han dado
suficiente importancia. Ante estos problemas psicológicos como la ansiedad escénica, es
común la idea de que si una persona lo soluciona por sí misma se hace más fuerte y más
segura.13
También está la idea de que “los psicólogos son para los locos” y rechazan
esta ayuda.
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DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, 140.
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Por último la gran cifra del 52’8% ni siquiera sabe de la existencia de técnicas de
relajación para estos casos y el 35’8% no lo hace aun sabiendo de su existencia por
casas distintas a no parecerles efectivos (2%); esto es un gran problema de metodología.
A la gente que no sabe de su existencia, ¿por qué no se le ha informado de estas técnicas
en su conservatorio o academia de música?, y, la gente que aun así no lo hace, ¿por qué
no se le ha concienciado de la importancia de éstas? “No se conoce esta faceta de la
Psicología Clínica, y tampoco se conoce que ésta posee herramientas eficaces y
contrastadas para ayudar a las personas que sufren ansiedad escénica.”14
4.- Conclusión.
Puesto que no existe una metodología específica para evitar el miedo escénico, a
través de lo investigado voy a proponer la ideas claves que debería tener una
metodología ideal para este fin. Existen terapias psicológicas para tratar la ansiedad
escénica, pero lo ideal sería evitarlo desde la formación musical pues esta problemática
se da por la insuficiente visibilización de ésta en los conservatorios y academias de
música; además que esta conducta se aprende, un niño puede aprender a ponerse
nervioso viendo a los demás nerviosos ante una exposición al público.
Por ello, una metodología ideal, para mí, estaría fundamentada en las clases
conjuntas con el instrumento, además de las individuales. Así el alumno tendría más
confianza con sus compañeros y no sentiría tanta ansiedad escénica al poder ser juzgado
por ellos en una audición, se acostumbraría a tener público y sobre todo a tener fallos
pues se trata de una clase de ensayo, no un concierto final. Por otra parte, las audiciones,
conciertos, ensayos con público, etc., deberían ser más frecuentes y de mayor duración.
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DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los músicos: un método eficaz para dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales, Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004, 144.
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El alumnado se habituaría a la exposición al público y si se pone nervioso en el
escenario, tendría más tiempo de reacción para poder relajarse y actuar contra la
ansiedad. Por lo tanto, la relajación de antes, durante y después de las exposiciones al
público sería otra idea acogida en esta metodología. Otra idea fundamental ha de ser la
improvisación, tanto melódica como rítmica. Creo que dependiendo del estilo de
música, la partitura ha de seguirse de manera más o menos estricta, aun así la
improvisación es una herramienta de creatividad musical básica para sentirse segurx en
el escenario. Tomando provecho de las nuevas tecnologías y basándome en la idea de la
exposición imaginada (ir imaginándose situaciones empezando por las que generen un
grado bajo de ansiedad e ir superándolas hasta la que más ansiedad genere), podríamos
simular estas exposiciones al público con gafas de realidad virtual.
Una metodología que combine todos estos aspectos, bajo mi punto de vista,
podría ser una buena metodología para evitar los casos de ansiedad escénica que
provienen de insuficiencias en la formación. Los casos que provengan de la psicología
del alumno se han de tratar con un especialista.
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5.- Bibliografía.
AMADO ALONSO, Diana. La Danza Entendida desde una Perspectiva
Psicológica, Wanceulen Editorial Deportiva, 2013.
BALLESTER MARTÍNEZ, José. “Un estudio de la ansiedad escénica en los
músicos de los Conservatorios de la Región de Murcia”, Juan Miguel González
Martínez y Pablo José Olivares-Olivares, dir. Tesis Doctral, Universidad de Murcia,
Departamento de Historia del Arte, 2015.
BANG-ROUHET, Pascale. ¿Qué nos jugamos cuando hablamos en público?:
comprenda su miedo escénico y cómo controlarlo, Barcelona, Alienta Editoral, 2009.
DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo ser feliz si eres músico o tienes uno
cerca, Madrid, ed. IdeaMúsica, 2008.
DALIA CIRUJEDA, Guillermo. Cómo superar la ansiedad escénica en los
músicos: un método eficaz para dominar los “nervios” ante las actuaciones musicales,
Madrid, ed- IdeaMúsica, 2004.
JULIÀ JARILLO, María y SEBASTIÀ ANDREU, María. “El miedo escénico.
Proyecto de innovación educativa”, Fòrum de Recerca, nº 17 (2012), pp. 939 – 949.
LILIANA PIGNATELLI, Nora. “La función pedagógica del profesor de piano
en grado superior ante el miedo escénico de los alumnos”, Ignacio Sustaeta Llombart,
dir. Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Expresión
Musical y Corporal, 2015.
LUPIÁÑEZ CASTILLO, Mariola y HOCES ORTEGA, Rafael. “Ansiedad
escénica y flamenco”, Revista del Centro de Investigación Flamenco Telethusa, nº 9
(10) (2016), pp. 5 – 9.
14
MARCHANT-HAYCOX, S. E. y WILSON, G. D. “Personality and stress in
performing artists”, Personality and Individual Differences, nº 13 (10) (1992), pp. 1061
– 1068.
PACANINS, Federico. Jazzofilia, Caracas: AlterLibris, 2003.
UREÑA DELGADO, Manuel. “El miedo escénico”, Revista Musicalia,
Conservatorio Superior de Música “Rafael Orozco” Córdoba, nº 2 (2002), online
[Consultado 23/04/2018] http://www.csmcordoba.com/revista-musicalia/musicalia-
numero-2/212-el-miedo-escenico
VALTHAIRE, Wen-Yu Ku de. “Miedo escénico e insuficiencias educativas”,
Doce notas: revista de información musical, nº 13 (1998), pp. 13 – 15.