Kingdom Hearts Las Crónicas del Corazón (Capítulo 13)

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Capítulo 13: “Rompiendo el hielo” Apoyando su espalda en una lápida, sujetaba entre sus dedos una flor negra. Era un chico joven, alto y de piel oscura. Vestía ropajes de cuero negro. Tenía el pelo blanco y corto, terminado en un flequillo puntiagudo. Miró al cielo cuando oyó unos pasos. Se levantó y dejó encima de la lápida la flor. Frente suya estaba otro chico, un joven alto, fuerte, musculoso y de piel oscura. Tenía el pelo voluminoso y revuelto, muy parecido al afro, de color rojo oscuro. - ¿Otra vez aquí?- preguntó el chico de pelo afro. En sus manos llevaba enrollado un papel de aspecto viejo. - Me gusta venir cada mañana. ¿Estará bien él?- preguntó el chico de pelo blanco. - Estuvo tambaleándose entre el reino de luz y oscuridad. Aparentemente sin rumbo, poniéndose a las órdenes de cualquiera con un poder considerable- respondió el de pelo afro. - Seguro que sigue buscando la manera de dejarlo todo tal como estaba... ¿te ha enviado madre?- preguntó el chico de pelo blanco. - Sí. Nos ha pedido que busquemos a alguien... te va a hacer gracia- dijo el chico del pelo afro entregándole el papel enrollado. Lo cogió y lo desenrolló, observó durante un buen rato el contenido del papel y esbozó una amplia sonrisa. - Así que salió del nido- dijo empezando a reír.

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El hechizo se desvanece por lo que el invierno termina y la primavera llega. El grupo de rescate llega al castillo de Jadis mientras el resto de los Pevensie siguen su camino a la Mesa de Piedra donde les aguarda Aslan.

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  • Captulo 13:

    Rompiendo el hielo

    Apoyando su espalda en una lpida, sujetaba entre sus dedos una flor negra. Era un chico joven, alto y de piel oscura. Vesta ropajes de cuero negro. Tena el pelo blanco y corto, terminado en un flequillo puntiagudo. Mir al cielo cuando oy unos pasos. Se levant y dej encima de la lpida la flor. Frente suya estaba otro chico, un joven alto, fuerte, musculoso y de piel oscura. Tena el pelo voluminoso y revuelto, muy parecido al afro, de color rojo oscuro. - Otra vez aqu?- pregunt el chico de pelo afro. En sus manos llevaba enrollado un papel de aspecto viejo. - Me gusta venir cada maana. Estar bien l?- pregunt el chico de pelo blanco. - Estuvo tambalendose entre el reino de luz y oscuridad. Aparentemente sin rumbo, ponindose a las rdenes de cualquiera con un poder considerable- respondi el de pelo afro. - Seguro que sigue buscando la manera de dejarlo todo tal como estaba... te ha enviado madre?- pregunt el chico de pelo blanco. - S. Nos ha pedido que busquemos a alguien... te va a hacer gracia- dijo el chico del pelo afro entregndole el papel enrollado. Lo cogi y lo desenroll, observ durante un buen rato el contenido del papel y esboz una amplia sonrisa. - As que sali del nido- dijo empezando a rer.

  • El sol comenzaba a salir en Narnia. El cielo se esclareci y las luces del sol baaron todo el pas. El grupo de los hermanos Pevensie caminaron durante toda la noche en la misma direccin a paso ligero, teman que la polica secreta les estuviera pisando los talones. En el grupo iban Sebas, lvaro, los tres hermanos y el Seor y Seora Castor. Tras bajar por las montaas llegaron a los pies de un enorme lago helado. Se poda diferenciar perfectamente el agua helada ya que donde no haba hielo, haba altos rboles. La nieve de las copas caa y el viento desapareci por completo. El sol pareca brillar mucho, algo extrao para un amanecer. - Bien, el campamento de Aslan est cerca de la Mesa de Piedra- seal el Seor Castor el final del lago- al otro lado del ro helado. - El ro?- pregunt Peter sorprendido. - El ro lleva congelado cien aos- contest la Seora Castor. - Es gigantesco-susurr Peter. - Es el mundo, querido. Pensabas que sera pequeo?- coment la Seora Castor con voz dulce. - Piensa poco- chist Susan y comenzaron la marcha sobre el ro helado. El grupo caminaba en fila india. En primer lugar estaba el matrimonio de los castores, luego Sebas y le segua Susan, Peter, Lucy y finalmente a muchos pasos atrs, lvaro. Iba con la lengua fuera, an con el fro tena mucha calor por el abrigo y el esfuerzo. - Falta mucho para llegar?!- pregunt lvaro desde la cola. - Un poco!- grit Castor para responderle. - Ain agua agua- peda lvaro con la boca seca y arrastrando los pies. - Tienes agua por todas partes- chist Lucy.

  • - Uh, qu graciosilla! Si como nieve voy a morir de hipotermia y si no bebo algo voy a morir de sed tendra que haberme quedado en el barco-se arrepinti lvaro. - lvaro no discutas con una nia pequea-rega Sebas. - Venga humanos, todava somos jvenes!- dijo Castor alzando la voz. - Como nos diga otra vez que nos aligeremos lo convertir en un sombrero de piel despeluchado- coment Peter. Cuando llegaron a la mitad del lago, una voz rompi el silencio. - Falta mucho?!-pregunt lvaro. - Un poquito- asinti la Seora Castor. Siguieron caminando hasta llegar casi al otro lado del lago. - Eh!Falta mucho?!- volvi a preguntar lvaro. - Un poco!- grit Castor comenzando a enfadarse. - No! Detrs de vosotros! Es la polica secreta!- seal la Seora Castor. Detrs de ellos les persegua una manada de lobos, liderados por Mou. - Corred! Corred!- gritaba el Seor Castor. Se adentraron en el bosque, esquivando los rboles y las ramas traicioneras. - Deprisa!- gritaba la Seora Castor. Peter llevaba de la mano a Lucy y su hermana Susan la segua de cerca. Sebas retrocedi un poco para cubrirles las espaldas a los Pevensie y vigilar que lvaro no se quedara atrs. - Falta mucho!?- volvi a gritar lvaro corriendo desesperadamente. - UN POCO!- grit el Seor Castor. Los lobos les pisaban los talones. Corran desesperadamente hasta encontrarse un ro medio congelado. A su izquierda se alzaba una montaa que creara en su tiempo una cascada pero en ese momento estaba congelada. Quedaban apenas cinco metros de hielo en la superficie del lago desde los pies de la cascada. El ro discurra con fuerza y varios trozos de hielo se separaban y seguan el ro. - Tenemos que cruzar! Ya!- grit Peter echando la vista atrs. Los lobos casi haban llegado a su posicin. - Los castores no hacen diques?-pregunt Lucy. - Yo no soy tan rpido, querida-le dijo el Seor Castor. - Espera! No te puedes parar a pensar un minuto?!- intent pararle Susan. - No tenemos un minuto!-asinti Sebas. - Slo intento ser realista-dijo Susan con la cabeza agachada. - No, slo intentas ser lgica. Como siempre- le dijo Peter cogiendo de la mano a su hermana Lucy. Sebas di un paso y un trozo de hielo se hundi un poco.

  • - Espera! Tal vez deba ir yo delante!-les recomend el Seor Castor. - Tal vez s- afirm Sebas con la pierna mojada. El Seor Castor comenz a palpar la superficie del hielo con su cola, buscando superficie rgida. - Oye, has estado comiendo a escondidas, verdad?- pregunt la Seora Castor. - Uno nunca sabe cuando va a volver a comer!-dijo el Seor Castor avergonzado- Sobre todo contigo en la cocina. Comenzaron a seguir al Seor Castor en fila india y en el mismo orden por el que atravesaron el lago. El hielo se iba despedazando tras sus pasos, sin dejarles escapatoria por la retaguardia. Lo nico que le quedaban eran avanzar. - Si mam nos viera hacer esto-coment Susan tras dar varios pasos. - Mam no est aqu!- rega Peter. - Oh no!- grit Lucy sealando la cima de la cascada. Varios carmbanos se estrellaron cerca de ellos. Los lobos recorrieron la cima de la cascada y bajaron por las rocas hasta posicionarse justo enfrente del grupo. Los Pevensie y lvaro retrocedieron un poco pero Castor gru y lanzaba zarpazos al lobo que intentaba acercarse. El lobo no hizo el menor caso a sus amenazas y se abalanz contra l. - No!- grit la Seora Castor. El lobo mordi el cuello del Seor Castor lo justo para que no se moviera. - Poneos detrs de m!- grit Sebas sacando su sable. Un lobo ms grande del que cogi al Seor Castor lleg, tena el pelaje gris como los otros pero sus patas y orejas tenan el pelo negro. - Suelta eso, chico- dijo Mou acercndose a Sebas- Alguien podra hacerse dao - Por m no te preocupes! Atravisalo!- gritaba Castor. - Huye ahora que puedes y recuperars a tu hermano- le dijo Mou a Peter. - Mtalo chico! Narnia lo necesita! Destrpalo ahora que puedes!- grit el Seor Castor intentando zafarse del lobo. Sebas pareca indeciso, detrs tena a los hermanos y no podan volver atrs por los lobos y el agua. Pero delante estaban Mou y el otro lobo apunto de asesinar al Seor Castor. - Vamos, no tengo todo el tiempo y el ro tampoco-insinu Mou. - La cascada!- seal lvaro. El hielo se agriet y dej escapar chorros de agua a presin. Los carmbanos caan como una lluvia, directos a los hermanos Pevensie. - lvaro, slvalos! Can Mstico!- Un onda oscura cort los carmbanos y el hielo de la cascada por la mitad. El agua emergi con fuerza y destruy el hielo por completo. La ola que cre el agua al caer los hizo zambullirse en el ro. Los lobos gimieron y cayeron al ro. La fuerza del ro los llev a ms de un kilmetro. Un bloque de hielo emergi del agua, cubierto por una red de cuerdas. lvaro tambin sali a la superficie, apunt con su reloj a un rbol de la orilla y lanz su gancho. Con la ayuda de los castores llegaron sanos y salvos a la orilla.

  • - Menudo plan- se quej Peter mientras tosa. La red le haba salvado de separarse. Estaban todos menos Sebas, que lleg a la orilla varios metros ro abajo. - De nada, eh!- exclam lvaro- estoy tiritando de fro - Sin duda los Telmarinos sois muy maosos-coment el Seor Castor. - Estis bien?- pregunt Sebas- Castor? - S, gracias- dijo el Seor Castor agradecido mientras se tocaba el cuello- Ese maldito me ha apretado demasiado. - Tengo mucho fro- deca Lucy. - Si estuviera aqu nuestra estufa andante nos secara enseguida-deca Sebas quitndose el abrigo y tirndolo al suelo- Mojados no nos servirn de nada. Estamos calados hasta arriba. - Adems, no creo que vayis a necesitar tanta ropa. El hechizo de la bruja est comenzando a desaparecer- deca la Seora Castor reanudando la marcha. Y en efecto no le faltaba razn. A los pocos pasos vieron brotar de los rboles pequeas flores rosas. Susan y Lucy se pararon bajo un rbol, admirando tal belleza en aquel pramo helado. - Faaalta mucho?- pregunt lvaro tiritando. - Naaada- respondi el Seor Castor. - De verdad?- dijo lvaro con ilusin. - NO CANSINO!- grit Castor. La oscuridad se cerna entre l. Notaba sus pies sobre algo rgido, aunque el resto de su cuerpo pareca estar flotando. Dio un paso al frente y un destello lo ceg por un momento. Cuando abri los ojos pudo ver que estaba encima de una gigantesca vidriera circular. Sin duda conoca aquel lugar aunque lo notaba distinto. - Estoy en Descenso al Corazn hace mucho que no vengo-La ltima vez que estuvo all en la vidriera haba tres corazones azules de distinta tonalidad. Pero esa vidriera no se pareca en nada a la de la ltima vez. Era l mismo recostado en uno de los extremos, con los ojos cerrados, portando su llave espada Len Durmiente. Llevaba un chaleco rojo con gorro y un pantaln vaquero azul claro. En el centro haba cuatro pequeos crculos de distinto color, cada una con el retrato de uno de sus amigos. El del crculo verde era Sebas, en el naranja, Xamo, el marrn era lvaro y finalmente en el azul, Jose Alonso. Todo pareca en silencio hasta que oy pasos detrs de l. Se dio la vuelta y vio a alguien vestido de gabardina negra, llevaba puesta la capucha y no se le poda ver el rostro, era mucho ms alto que l, de constitucin delgada- Quin eres t?! Qu haces aqu?! -...-el encapuchado se qued mirndolo sin decir nada. Lo nico que hizo fue sealarse la frente con el dedo ndice y un nuevo resplandor lo ceg. - Quin?!-grit sobresaltado Fran. Estaba sudando, mir a su alrededor y vio que estaba en una habitacin oscura, sobre una cama y cubierto de mantas. Una puerta se abri, dejando entrar la luz del sol en la estancia.

  • - Por fin te despertaste, cmo te encuentras?- el que se acerc a Fran era el lobo huargo Wild. La luz ilumin la estancia casi al completo. Era una habitacin enorme, con una cama en una pared con un gran retrato de la reina de hielo sobre ella. No era un lugar muy decorado. A su izquierda pudo ver a Jose Alonso, tumbado boca arriba e inconsciente. l estaba con las manos y el hombro izquierdo vendado. Al otro extremo de la cama descansaba Xamo. - Muy bien, dnde estamos?- pregunt Fran. - En los aposentos de la reina. Tony y yo despachamos a los soldados que quedaban y os trajimos aqu para trataros- le inform Wild. - Tony?, el mdico?- pregunt Fran aliviado- Entonces llegamos a tiempo. Cmo estn mis amigos? - Estn fuera de peligro- le dijo Wild mientras sala de la habitacin. El mdico no estaba en aquella habitacin, estaba sentado sobre una estatua de un leopardo en el patio interior. Enfrente yaca la estatua de un enano con una enorme barba, un yelmo y un martillo sobre su mano. - Te prometo que te vengar Maestre-susurr Tony antes de or el sonido de una puerta cerrarse. Fran se levant de la cama, tambin tena los pies vendados. Al parecer haba perdido los botines en la escalada. Se dirigi a la puerta que abri Wild cuando se despert, era un amplio balcn donde poda ver el paisaje nevado. - Hace fro-se quej una voz detrs. - Xamo?- se pregunt Fran, entrando en la habitacin y cerrando la puerta. - Veo que lo logramos. Me duele un poco el estmago aunque apenas me duele la cabeza- deca Xamo cubierta de mantas mientras se sentaba en la cama. Se notaba que estaba mejor, al menos poda gesticular una frase. - Menos mal. Jose Alonso an no se ha despertado, espero que est bien- deca Fran. En ese momento entraron Tony y Wild. - Buenos das, humanos- dijo Tony al entrar- Espero que os encontris mejor. - S, muchas gracias- dijo Xamo agradecida. - Habis supuesto un reto para m. Fue increble veros llegar a la celda y partir los barrotes. Pero lo que ms me impresion fue ver los grilletes y las puertas abrirse. Son como el sonido de una cerradura- deca Tony acercndose a la pareja. Se sent en la cama y toc la frente de Xamo- 40. Te ha bajado mucho la fiebre, humana. - Humana?, pero si t tambin lo eres!- seal Fran desconcertado. - Casi lo soy. Me llamo Tony Frost, el semielfo. Soy mitad humano, mitad elfo- respondi Tony sealando sus orejas puntiagudas. - Que guay!- sonri Fran- Nunca haba conocido a uno. - Guay?- pregunt Tony algo desconcertado.

  • - Una pregunta, doctor. De qu he enfermado?- pregunt Xamo- Estaba bien hasta que me dio dolor de estmago y de cabeza - Insensibilidad ligera en los labios y lengua, parlisis en todo el cuerpo, alta fiebre, nuseas, insuficiencia respiratoria y no olvidar el dolor de estmago. Estoy al corriente de todo, humana. Has llegado justo a tiempo para salvar la vida- explicaba Tony- Tenas inyectada desde el hombro una neurotoxina mortal llamada Tetrodotoxina. Por lo visto has estado en contacto con un pez globo hace poco. Te he hecho un lavado gstrico y eliminado los restos de veneno que quedaban. - Pez globo?- pregunt Xamo-... ah! s! - Te refieres al asteroide que se infl y nos lanz lejos?- pregunt Fran. - Asteroide?- pregunt Tony desconcertado. - Nada, djalo! Fran debe estar delirando tambin!- deca Xamo mientras pellizcaba el moflete de su capitn con mucha fuerza. - Cuando lo rescatasteis, la bruja ya se haba ido. Os trajimos aqu y hemos estado toda la noche tratndoos. Fuimos a buscar plantas medicinales, toallas, agua...- informaba Wild- Tony no ha parado en toda la noche. - Cllate, simplemente necesitaban mi ayuda!-le rega Tony con seriedad. Por un momento, record cuando Fran lleg rompiendo los barrotes: PRIMERO ELLA!... ES MI AMIGA! Por favor!. Aquello le hizo pensar. - Bueno, quien dira que le has cogido un poco de cario a estos humanos, Tony- ri Wild. - Silencio!- gritaba Tony con la cara colorada. - Cuando despertar Jose Alonso? Debemos partir a rescatar al hermano de los chicos cuanto antes- propuso Fran. - Vuestro amigo no ha tenido tanta suerte-dijo Tony con tono sombro. - Cmo?! Qu le ha pasado?!- gritaron sobresaltados Fran y Xamo. - La bruja le ha lanzado un hechizo de hielo en el corazn se ha quedado congelado para siempre a no ser-deca Tony ruborizandose. - A no ser qu?!- grit Fran desconcertado. Esta vez Xamo no dijo nada, puso cara seria mientras miraba el cuerpo de Jose Alonso. - Lo nico que puede liberarlo del hechizo es un acto de amor verdadero- termin diciendo Tony. - AH! Quieres decir un beso?!- grit Fran sorprendido- Xamo, dale un beso! Que se nos queda pay! - Yo no lo beso ni aunque se est muriendo- respondi Xamo fra. - Mierda, hay que hacer algo o nos quedaremos sin cocinero!- grit Fran corriendo hasta Jose Alonso.

  • - T siempre pensando en comida-suspir Xamo. - Si no lo vas a hacer t no tengo otro remedio! Amor de capitn!- exclam Fran antes de juntar sus labios con los de su amigo. La cara de Jose Alonso se ruboriz, pareca estar en un sueo acogedor. - Mmm sabe a sanda-murmur Jose Alonso cuando de repente abri los ojos y cuando vio lo que no se esperaba, mand a Fran contra la pared de un puetazo..- QU CREES QUE ESTABAS HACIENDO?! - Sanda?... Jose Alonso, ests bien!- se alegr Fran con el moflete hinchado. Mientras tanto, Tony, Wild y Xamo se estaban descojonando de la risa. - Qu le habis dicho para que haga eso?!- exigi saber Jose Alonso pero Tony y Wild no conseguan parar. - Se lo ha credo- ri Tony cuando consigui hablar. - Ya saba yo que ola a gato encerrado-suspir Xamo. - Oye, de verdad sois piratas?- pregunt Tony. - Cmo lo sabes?- pregunt Xamo impresionada- No recuerdo que te lo dijramos. - Los nicos humanos de este mundo son Telmarinos y en su mayora son piratas. Antes dijo amor de capitn- respondi Tony. - Pues s! Somos piratas!- contest Jose Alonso. - Debo suponer que ese to es vuestro capitn?- volvi a preguntar Tony sealando a Fran, que pareca pensativo sentado en el suelo. - Para nuestra desgracia s- respondi Xamo. - Hey, peliblanco! Te quieres unir a mi tripulacin!?- grit Fran tras levantarse y acercarse a l- S nuestro mdico! - -Tony no dijo nada. Se qued con los ojos abiertos como platos y la boca abierta. - Hola?, quieres venirte con nosotros?, nos seras de gran ayuda!- Xamo no se extra por la proposicin de su capitn, por lo que intent animarlo- Si tenemos a un doctor a bordo, no tendramos ningn problema cuando enfermara alguno. Adems, te gustar nuestro barc - N-NO SEIS ESTPIDOS! YO SOY UN SEMIELFO! POR QU DEMONIOS IRA YO CON USTEDES, HUMANOS?!-grit Tony dando respuesta-Quiero decir mi lugar no est con los humanos no soy como vosotros ni siquiera soy elfo del todo no soy nada - Pero qu demonios ests diciendo?!-dijo Fran- Como si eres un reno parlanchn. - HE DICHO QUE NO!- respondi Tony rotundamente.

  • - Disculpad, no le agobieis. Ha sufrido mucho- dijo Wild inclinando la cabeza en modo de disculpa- Aunque parezca que confa en vosotros es todo lo contrario... Os pido que no le agobiis... Deberamos pensar en irnos ya de aqu. El hechizo de la reina se est debilitando y el lago no tardar en derretirse. Como no salgamos ya nos quedaremos atrapados. - Hay que rescatar a Edmund y llevarlo con sus hermanos con Aslan. Slo as se cumplir la profeca-admiti Tony asintiendo a su amigo lobo- En el almacn hay un trineo que podemos usar. Todos asintieron y se prepararon para la salida. Xamo se visti con un abrigo blanco, propiedad de la reina. Aunque no lo pareciera era clido y cmodo. Los chicos la tuvieron que ayudar a montar en el trineo ya que an estaba dbil. Jose Alonso rescat lo que pudo de las cocinas para el viaje y Tony prepar a Wild para que tirara del trineo. Era un lobo muy fuerte y se notaba que poda llevarlos sobre la nieve. Abrieron las puertas y pusieron rumbo al campamento de la bruja blanca. Y entonces el sol empez empez a brillar con ms fuerza, la luz se tornaba brillante, las sombras retrocedieron y las flores empezaban a abrirse. El Seor Castor empez a conducirlos colina arriba por un espeso y mullido musgo, que produca una sensacin muy agradable a sus cansados pies cuando lo pisaban, en un lugar donde slo crecan rboles altos, muy separados entre s. La ascensin hizo que todos jadearan y resoplaran. No haban parado de andar desde la noche anterior y estaban demasiado cansados. A Lucy la tuvieron que llevar ms de una vez sobre la espalda y lvaro no paraba de pedir lo mismo que ella. Cuando lograron llegar a la cima, se hallaban en un enorme y despejado espacio verde desde el que se poda contemplar cmo el bosque se extenda hasta donde alcanzaba la vista en todas direcciones; excepto delante de ellos. All, muy al este, haba algo que centelleaba y se mova. - Caray! El mar!- seal Susan. En el centro justo de aquella cima despejada se encontraba la Mesa de Piedra. Era una enorme y lgubre losa de piedra gris sostenida por cuatro piedras verticales. Lo siguiente que vieron fue un pabelln montado a un lado del espacio abierto. Era un pabelln gigantesco con laterales que parecan de seda amarilla, cuerdas carmes y estacas de marfil; y en lo alto, sujeto a un asta, un estandarte que luca un len rampante de color rojo ondeando en la brisa que le azotaba el rostro desde el lejano mar. Mientras lo contemplaban, oyeron una msica a su derecha; y volvindose en aquella direccin vieron a un grupo de criaturas tocando instrumentos de cuerda. Haba drades y nyades. A su lado haba un ejrcito de centauros, todos demacrados con un rostro apuesto pero severo. Tambin estaban presentes un unicornio, un toro con cabeza humana, un pelcano, un perro enorme, leopardos, tigres blancos, faunos, etc. Todos estaban vestidos con jubones de cuero rojos con el smbolo del len, igual que en el estandarte. Yelmos que le cubran gran parte de la cara y grandes armas, espadas, lanzas, hachas, puales, etc. Parecan que iban a salir a la batalla en breve. Cuando los vieron llegar, un centauro hizo sonar un cuerno. Todos los miraron sin pestaear, asombrados. Pasaron entre ellos, dejndoles un pasillo que llegaba hasta una tienda de lona grande y roja. - Por qu nos miran todos as?- pregunt Susan ruborizada. Algunas de las criaturas los siguieron, sin dejar de cuchichear entre ellos. Lucy qued asombrada al ver tantas criaturas y animales. - A lo mejor te ven algo rara- chist Lucy y su hermano solt una carcajada. Susan se puso todava ms colorada. Todas las miradas estaban clavadas en ellos.

  • - Hey, deja de coquetear. Ests muy guapa- le dijo el Seor Castor a su mujer, que intentaba arreglarse el pelo. Cuando su marido le solt el piropo, se ruboriz tanto como Susan. Al fin llegaron a la tienda del final. A su espalda tenan a todo el batalln, observando. Al lado de la tienda estaba un centauro, bastante ms grande que los dems. Su parte de caballo era negro azabache, al igual de su largo pelo que se dejaba caer sobre sus hombros. - Venimos a ver a Aslan- solicit Peter cuando el centauro les bloque el paso. Nadie dijo nada, tan slo se escuchaban cuchicheos. Cuando la tela de la puerta onde, todos hincaron la rodilla haciendo reverencia. Todos menos los humanos. De repente, de la tienda sali Aslan, un majestuoso len con una dorada melena y los enormes, regios, solemnes y sobrecogedores ojos. - Ese es Aslan?-pregunt Sebas con tono demasiado alto- No s por qu me extrao. - Ay!, disculpa Majestad!- grit lvaro arrodillndose temblando de miedo.Los Pevensie tambin se inclinaron y agacharon la cabeza en modo de respeto- Sebas, haz la reverencia que es capaz de comernos para el almuerzo! - Bienvenido, Peter, Hijo de Adn- habl el len. Su voz era potente, digna de un rey- Bienvenidas, Susan y Lucy, Hijas de Eva. Bienvenidos humanos de otros mundos. Y bienvenidos, Castores. Os doy las gracias. Pero dnde est Ed? - Espera!, cmo lo sabes?- pregunt Sebas confuso. Los Pevensie tambin se quedaron impresionados con lo de otros mundos. - Saba de vuestra llegada y aunque no pertenezcis a la profeca, os pido que nos ayudis al igual que Narnia os ha ayudado con vuestra amiga- dijo Aslan. - Si te refieres a la batalla estamos dispuestos a ayudar- asinti Sebas. - Prosigo dnde est Edmund?- pregunt Aslan. - La bruja blanca ha capturado a nuestro hermano- respondi Peter, levantndose junto a sus hermanas. - Capturado?, cmo ha ocurrido?- pregunt Aslan, asombrado. - Entr en este mundo casi a la vez que Lucy y la bruja lo encontr- respondi Susan. - Pero los amigos de Sebas y lvaro fueron a rescatarle- interrumpi Peter. - Eso espero-dijo Aslan mientras le diriga la mirada al centauro y le haca un gesto. El centauro entr en la tienda de Aslan, a sus espaldas- Confo en tus amigos pero ahora os debo entregar esto Trelo aqu, Oreius. Y el centauro le entreg una bolsa de tamao mediano pero muy pesada. - Peter, Hijo de Adn- con estas palabras le entreg Aslan un escudo y una espada. El escudo era del color de la plata y sobre l haba un len de color rojo vivo. La empuadura de la espada era de oro y tena una vaina, un talabarte y dems accesorios, y era justo del tamao y peso exactos para que Peter pudiera manejarla. El chico permaneci silencioso y solemne mientras reciba aquellos regalos, pues estaba seguro de que se trataba de algo muy serio.

  • - Susan, Hija de Eva- dijo Aslan hacindole entrega de un arco, una aljaba llena de flechas y un pequeo cuerno de marfil- Debes utilizar el arco slo si es estrictamente necesario, pues no es mi intencin que luches en la batalla. No acostumbra a fallar. Y cuando te lleves el cuerno a los labios y lo hagas sonar, entonces, dondequiera que ests, creo que alguna clase de ayuda acudir a socorrerte. - Lucy, Hija de Eva- Aslan le dio una botellita que pareca de cristal, pero que ms tarde descubrieron que estaba hecho de diamante, y una pequea daga- En esta botella hay un licor hecho del jugo de algunas de las flores de fuego que crecen en las altas montaas del sol. Si t o alguno de tus amigos resulta herido, unas cuantas gotas de esto os devolver la salud. Y la daga es para que te defiendas si es muy necesario. Pues tampoco t has de participar en la batalla. - Por qu, seor?-quiso saber Lucy- Nunca me he visto en la situacin, pero creo que sera muy valiente. - sta no es la cuestin- respondi Aslan- las batallas siempre son repugnantes. Y ahora, deberais ir a descansar. Ya tendremos ms tiempo para hablar. Os darn la vestimenta adecuada y Oreius os mostrar vuestros aposentos y cuando estis recuperados, os ensear a usar las armas. La batalla se acerca y tendremos que estar preparados. - Gracias, su majestad- respondi Peter. El pblico se disolvi y el centauro Oreius les indic el camino a sus tiendas para descansar. Aslan volvi a su tienda. - Qu ha querido decir con os pido que nos ayudis al igual que Narnia os ha ayudado con vuestra amiga?- pregunt lvaro mientras caminaban. - Cundo nos bais a contar que erais de otros mundos?- pregunt Peter parndose en seco y dirigiendo una mirada a lvaro y Sebas. - ...No somos Telmarinos como habis dicho. Y seguramente no seamos del mismo mundo que el vuestro. Somos piratas, s, pero venimos del espacio. Se supone que no debemos decir nunca de donde provenimos- respondi Sebas- No tenamos intencin de engaaros - Entonces, hay otros mundos?- pregunt Lucy. - Tantos como estrellas- le sonri Sebas- Nuestra amiga enferm por el camino. No haba ningn mundo en aos luz a la redonda. En el radar que me dijiste que mirara no haba ninguna seal de un mundo Pero de repente, un punto apareci y en un abrir y cerrar de ojos apareci un planeta. - Por qu no nos lo contaste?- quiso saber lvaro. - Nuestra mayor prioridad era la salud de la navegante. No tenamos tiempo de lidiar con el misterio- le respondi Sebas. - En Narnia siempre se prestar ayuda a quien la pida- recit el Seor Castor- Es un antiguo dicho. - Debo suponer que el mundo apareci porque necesitbamos ayuda?- pregunt lvaro y el Seor Castor asinti.

  • En un valle oscuro sombreado por abetos y tejos, un pequeo campamento de la bruja se alzaba. No era tan pintoresco como el de Aslan y ya no haba nieve por ningn lado. Aunque era de da, en aquel valle pareca que era de noche. Edmund estaba atado contra un rbol y con la boca tapada con un pauelo. A su alrededor poda ver armas y grilletes colgados de los rboles secos y cientos de orcos con armaduras y cota de mallas. - Se encuentra incmodo nuestro principito?- pregunt el enano del gorro que acompaaba siempre a la bruja blanca- Quiere que le ahueque un poco la almohada? Un trato especial para el nio especial! No es eso lo que queras? Ginarrbrik te traer lo que desees! A varios kilmetros de all, el grupo de rescate de Edmund descansaba en un pequeo claro a la luz del sol. Haban caminado tirando del trineo cuando la nieve desapareci. Tony estaba machacando unas plantas medicinales mientras Xamo se acurrucaba en el trineo con una manta. Wild lleg de entre los arbustos y se qued sorprendido por la escena. Fran estaba tranquilo sentado en la hierba con una sartn en la cabeza. Su compaero Jose Alonso sostena la sartn mientras pareca estar cocinando algo. De la coronilla de Fran sala fuego. - Hey, Wild! te apetece comer algo?!-le pregunt Jose Alonso con una sonrisa- Estoy preparando unas tortillitas con queso. - Hola!- salud Fran con una sonrisa amigable y luego volvi a sus pensamientos. - Es un mago de fuego, no te extraes. Yo me asust cuando empezaron a cocinar sobre su cabeza- coment Tony terminando de machacar las hierbas. Las coloc en un recipiente de barro, lo agit y se levant para dirigirse a Xamo- No saba que los humanos pudieran usar magia. Toma, bebe un poco. Te limpiar el estmago. - Gracias- agradeci Xamo mientras miraba la cara de concentracin de Fran- Qu te pasa? Tienes hambre? - Estoy pensando en la sanda que dijo-respondi Fran. - Hambre qu animal-suspir Xamo. - El campamento de la bruja est a tres kilmetros de aqu. No nos encontrarn si no nos acercamos ms- inform Wild. - Pues vayamos a rescatar al hermano de Peter!-grit Fran. - El lugar est lleno de orcos y otras criaturas armadas. Deberamos ir de noche con un plan de asalto y rescate del chico-recomend Wild- Quedan unas tres horas para que se vaya el sol. - Da igual a la hora que lo rescatemos, este fenmeno va a hacer ruido de todas formas- seal Jose Alonso a su capitn. Agarr la oreja de Fran y como si de una manivela se tratase, se la dobl, haciendo que saliera ms fuego de su cabeza. - Que sanda?-murmuraba Fran para s. - Siempre son as de locos?- le pregunt Tony sentndose junto a ella.

  • - Las 24 horas. No paran ni durmiendo-respondi Xamo y Tony volvi a levantarse hasta estar cara a cara con Fran. Se sent y comenz a observarle de arriba a abajo. - Y t eres un pirata de verdad?- pregunt Tony. - Eh? Pues claro! No te lo pienses ms, nete a nosotros, te lo vas a pasar bomba, ya vers! Los piratas cantan!- aadi Fran animandose. - Los piratas cantan?- se extra Jose Alonso. - Pues claro chaval y tambin bailan!- respondi Fran. - Los piratas hacen todo eso?- pregunt Tony sorprendido. - Yo nunca te he visto bailar-murmur Jose Alonso, distrayndose por un momento de la cacerola. - S! Y tienen un montn de aventuras!- grit Fran mientras masticaba algo parecido a queso. - Aventuras?, aventuras de las que se cuentan?- pregunt Tony mostrando seales de ilusin. - Eso es! Son aventuras con las que ponen en peligro sus vidas y adems conocen a un montn de gente!-deca Fran con cada vez ms comida en la boca cuando de repente unas pinzas ardiendo le atraparon la mano in fraganti. - Que sepas que te he visto!- exclam Jose Alonso sin soltar la mano de Fran con las pinzas. - Kyaa!-grit Fran de dolor. Tony cerr los ojos y sonri. En su cabeza comenz a recordar un da como otro cualquiera hace 40 aos. Estaba en un acantilado nevado mirando el mar a hombros de su madre. Era una mujer de apariencia frgil y delicada, orejas puntiagudas, piel plida y ojos almendrados. - Los piratas son hombres fuertes y valientes que navegan por los mares- le deca su madre. Su voz era dulce y suave. Por cada palabra pareca estar escuchando una nana de cuna- Si algn da tienes la oportunidad de irte a navegar por los mares, te dars cuenta de lo insignificantes que son tus problemas. El pas donde naciste y todas sus miserias si las comparas con el resto del mundo son as de pequeas - Ah, s?- pregunt Tony. Era un nio muy inocente de cinco aos. Qued impresionado cuando su madre casi junta los dedos para mostrarle lo pequeo que era en ese mundo. - Qu va! Son ms pequeos an!-dijo su madre soltando una dulce risita- Tu futuro est ms all de la lnea del horizonte Durante 10 aos vivieron en una cabaa en mitad del bosque nevado, entre altos rboles y cerca de un ro. All haba nacido Tony y desde entonces vivan all. El dcimo da del nombre de Tony, su padre decidi ensearle a pescar. Estaba harto de ver como su hijo se ablandaba entre tantos libros de medicina e historias de piratas que le haca leer su madre. El padre de Tony era una figura alta, de piel clara con un ligero tono azulado. Sus ojos eran verdes con destellos dorados. Vesta ropas rsticas de corte simple de color pardo. El pelo plateado lo llevaba trenzado y le llegaba hasta la espalda. Cuando Tony estaba con su madre, siempre le trenzaba y cepillaba el pelo. Pero cuando se quedaba a solas con su padre empezaban a rer y le revolva el pelo. Lo nico que tena era sus padres. No le dejaban

  • jugar con las criaturas del bosque y menos acercarse, cosa que le extraaba muchsimo. - Ven hijo- le pidi su padre cuando llegaron al ro helado. Cogi un pequeo pual, lo clav en el hielo y cort un crculo. Rompi el bloque de hielo con un martillo de acero y le mostr el agua que haba bajo ellos- Sintate conmigo. Ambos se sentaron junto al hoyo. Su padre le entreg una caa simple. Un palo con un hilo atado y de carnada tenan gusanos. - El truco est en ser paciente y no mover mucho la caa. Los peces de hielo siempre pasan por aqu- le coment su padre. - Siempre comemos pescado y no sueles pescar mucho-deca Tony- cundo se va a acabar el invierno? - Es cierto que el hielo ha destruido las cosechas y no parece que el invierno vaya a acabar pronto- le respondi su padre cuando de repente algo pic el anzuelo de Tony. - Pap!-exclam Tony, entusiasmado y asustado a la vez- Qu hago?! - Tensa fuerte y no lo sueltes!- dijo su padre con fuerza. Tony jalo con fuerza hasta que consigui sacar un hermoso pez azul con algunas escamas brillantes. Pero era muy pequeo. Su padre comenz a rer pero a su hijo no pareca hacerle gracia. El pez haba salpicado mucha agua y l se haba mojado. - Tengo fro voy a enfermar otra vez-se quej Tony temblando. Tena el culo helado de estar sentado en aquel ro. - Tranquilo, tu madre volver a tocar su cancin y te pondrs mejor- sonri su padre. Era verdad, Tony era un chico muy enfermizo. Nada de extraar porque siempre era invierno y no paraba de ponerse malo. Cuando enfermaba, su madre le tocaba una dulce meloda con una ocarina de porcelana color celeste. Aquella meloda pareca hacer efecto en las enfermedades, y en poco tiempo, desaparecan. Su padre la llamaba La Cancin de Laurana, haciendo mencin al nombre de su esposa. - TANIS!- una voz de mujer les hizo dar un sobresalto. Laurana lleg corriendo al lago- ES LA BRUJA BLANCA, NOS HA ENCONTRADO! VIENE HACIA AQU! - Quin?!- pregunt Tony muy confundido. Ese nombre slo lo haba escuchado de conversaciones privadas de sus padres, cuando crean que estaba dormido, pero no saba quin era y por qu estaban tan alarmados. - VMONOS INMEDIATAMENTE! NO HAY TIEMPO! TONY!-su padre, Tanis, lo cogi con un brazo y se lo llev al hombro, mientras que con la otra mano sostena el martillo de acero con fuerza. Despus de aquello no se quedaban en el mismo sitio ms de dos das. Se refugiaban en cuevas, cabaas abandonadas, establos, diques, pero siempre la tal bruja blanca consegua encontrarlos.Ms de una vez oa a su padre maldecir a los rboles, nunca entendi por qu. Siempre que oan el aullido de un lobo lo cogan todo y se marchaban. En cada refugio Laurana tocaba su ocarina una meloda diferente a la que estaba acostumbrado. Segn su padre, estaba creando barreras para que no los encuentren. Tony nunca entendi por qu los seguan y cada vez que le preguntaba a sus padres, no contestaban o cambiaban de tema. Incluso ms de una vez repetan un refugio. Tony lo reconoca porque marcaba las paredes con piedras afiladas. Estuvieron as durante 15 aos hasta que un da, Laurana enferm.

  • Aquella vez estaban escondidos en una pequea cueva. Laurana se haba desplomado contra el suelo con una fiebre altsima. Tanis tumb a su esposa sobre una cama de paja, recogi un poco de nieve y lo envolvi en un pao para pasrselo sobre la cabeza. - Vivimos en unas condiciones de vida deplorables MALDITAS SEAS BRUJA BLANCA!- grit Tanis comenzando a llorar- LLVAME A M, PERO NO LE HAGAS DAO A MI FAMILIA! - Pap pero qu est pasando!- gritaba berreando Tony. Su madre era la nica que saba de medicina. A l le haba enseado un poco de los libros que lea pero no era capaz de saber que enfermedad tena- Quien es esa bruja y por qu nos persigue? No entiendo nada! Quiero que mam se ponga bien! - El ltimo -deca Laurana entrecortada- El ltimo Refugio Elfo all tenemos que ir - ...El ltimo Refugio Elfo es verdad Rivendel es nuestra nica opcin. Tony, recoge las cosas. Yo llevar a mam. Ten- dijo Tanis entregndole a su hijo su martillo- salo cuando sea estrictamente necesario pero no lo pierdas es de un amigo. - Lo har pap qu es Rivendel?- pregunt Tony, an con lgrimas en los ojos. - Rivendel es un santuario donde uno es curado de las fatigas corporales y espirituales. Tenemos que dirigirnos donde las estrellas son ms brillantes-le dijo Tanis- Fue creado hace mucho tiempo, en la Era de los Elfos. Tony asinti y se pusieron en marcha. Durante una semana estuvieron andando sin parar. Pasaron varios rboles hasta llegar a un lugar donde el terreno se volva escarpado y haba rocas por todas partes y colinas bajas que lo cubra todo. Las piedras altas eran de color negro azabache y tenan lneas blancas de la nieve que se juntaba. Al llegar al fondo de un pequeo valle Tanis gir repentinamente a un lado como si tuviera intencin de entrar directamente en una gran roca, pero en el ltimo instante Tony descubri que conduca a la entrada de una cueva. En cuanto entraron Tanis se puso la capucha y le pidi a su hijo que hiciera lo mismo. Dentro de la cueva no haba nada, era un callejn sin salida. Pero Tanis se dirigi a la pared que tena enfrente y toc la superficie con la mano. En la pared haba un smbolo que no entenda muy bien. Un crujido de rocas chocando lo estremeci y la pared se desliz hacia un lado, dejando paso un tnel. - Hijo en cuanto estemos dentro si alguien pregunta quin eres no le digas tu apellido- le dijo su padre. - Y qu les digo entonces?- pregunt Tony. - Habr que pensar en otro apellido- dijo Tanis pensativo. - Mam siempre deca que mi pelo pareca escarcha porque es plateado y revuelto- susurr Tony con tristeza pero su madre, a espaldas de su marido, solt una amplia sonrisa. - Frost Tony Frost me gusta-murmur Laurana cada vez ms dbil. - Muy bien querida, est decidido. Ya mismo hemos llegado, resiste- le suplic Tanis. En cuanto estuvieron en el interior, Tony parpade, deslumbrado por la luz del fuego de unas antorchas en las paredes de la cueva. Entonces Tanis cogi una de las antorchas y sigui caminando con su mujer a cuestas. Era un

  • largo pasillo de roca fina, no aparentaba tener ninguna roca puntiaguda. Era casi como si la hubieran limado. Cuando crea que no le iban a deslumbrar ms, un destello lo ceg por unos instantes. Tanis lo agarr del hombro y lo anim a continuar. Tony no pudo creer lo que vean sus ojos, era un lugar enorme. Grandes casas de piedras, enormes pilares que llegaban a un techo al que no alcanzaba la vista. Y lo ms increble era ver tantsimos elfos. Todos altsimos, vestidos con jubones hermosos y de diferentes colores. Tenan largas melenas recogidas en trenzas y de diferentes colores. Un enano encapuchado tropez con Tony. Aunque fuera un enano tena la misma altura que l. - Lo siento, seor- se disculp Tony. - No pasa nada muchacho, en este lugar es difcil no tropezar- le dijo el enano y Tanis cogi del hombro a su hijo sin mirar al enano. La cantidad de elfos que haba era tan grande que era difcil andar sin tropezar con alguien. Tony se agarr al hombro de su padre. Caminaron por puentes de piedra y varias casas hasta llegar a una enorme plaza. El lugar tena en el centro un escenario con un palo elevado verticalmente. Al otro lado se alzaba un gran santuario con grandes pilares de piedra rojiza. - Ya casi estamos! Ten fuerza Laura!-deca Tanis cuando intent acelerar el paso pero su hijo puso el pie sin querer y los tres cayeron al suelo. Laurana cay a un lado, dejndola a la vista de todos. A continuacin, Tony sinti las miradas en la nuca. - Pap, lo siento! Ha sido culpa ma!-suplic perdn Tony. - Laurana!- grit un elfo de la plaza. - Es Laurana?- pregunt otro. Y la plaza empez a llenarse de elfos repitiendo el nombre de Laurana. - La Reina Laurana?- oy decir Tony. - Reina?, pero qu estn diciendo!?-pens Tony, alarmado. - T quin eres!?- un elfo alto de cabello negro empuj a Tanis, dejndose ver el rostro- Tanthalas Kanan! - Tanis Semielfo?, de verdad es l?- pregunt una elfa. El elfo de pelo negro cogi del cuello a Tanis, alzndolo a gran altura. - Es el Rey Cobarde!- grit el elfo. Tony se fij mejor cuando se reuni con su madre. El elfo de pelo negro iba vestido diferente a los dems. Llevaba cota de malla y un peto. En su cinturn llevaba colgando una larga espada. - No crea que te volvera a ver, Hickman- le dijo Tanis- Sultame, tu reina est enferma. Necesita tratamiento de inmedia - Olvidaste que ya no eres el rey?-grit Hickman estrellndolo contra el suelo. - Fuera! fuera de aqu monstruo!- gritaban los elfos de la plaza. Los haban rodeado en un crculo, al lado del escenario de madera.

  • - Rey Cobarde!- gritaba otro elfo mientras Hickman le pegaba patadas en el suelo. - Mam!, ests bien?- le susurraba Tony a su madre que cada vez estaba ms plida. - Hijo todo va a salir bien escchame atentamente-le deca su madre mientras le acariciaba la cara- Eres Tony Frost recurdalo, Tony Frost. Sal de aqu vivo. Busca a Flint Fireforge, l te ayudar. Pdele que te ensee medicina. S un gran mdico hijo cura cualquier enfermedad La luz de Laurana se apag. Ante el cuerpo inerte de su madre, Tony grit tanto que todo Rivendel se enter. Los habitantes dejaron de abuchear a su padre y dirigieron sus miradas al chico. - Tony lo siento Laurana lo he hecho todo mal-murmur Tanis intentando levantarse. Estaba todo ensangrentado, apenas pareca l mismo con los moratones en la cara y cubierto de lgrimas- Os he fallado a los dos... - Quin es ese?- preguntaban entre la muchedumbre. - Es tu hijo, Tanthalas?- le pregunt Hickman mientras pisaba su cabeza. - Es adoptivo no es mi hijo de sangre-deca Tanis cuando de repente la muchedumbre empezaba a separarse. - Qu est ocurriendo aqu?!- grit una voz proveniente del santuario. Era una elfa alta, vestida con el mismo peto de Hickman. Tena el cabello negro, al igual que su compaero. - Weis as que tambin est aqu los Caballeros de Takhisis tambin est aqu el Sumo Sacerdote?- pregunt Tanis. - l es el que nos gobierna y los Caballeros de Takhisis nos encargamos de la seguridad de Rivendel- contest Weis- Tanis Semielfo, antiguo Rey de Narnia. El Sumo Sacerdote te condena a la muerte por alta traicin al pueblo lfico y a Narnia. - J!, y por qu no viene el Sumo Sacerdote en persona?- pregunt Tanis. - Simplemente porque eres un monstruo creado de la violacin de un asqueroso humano con tu madre, Elansa Kanan. Levntalo, Hickman. El pueblo quiere colgarlo- sentenci Weis y el pueblo comenz a aclamar la idea abucheando a Tanis. El pequeo Tony se separ del cuerpo de su madre e intent atacar a Hickman, pero su esfuerzo fue intil ya que lo lanz otra vez junto a su madre de una patada. Llevaron a Tanis al escenario de madera y colocaron una horca en el palo vertical. Rodearon el cuello de su padre con la cuerda. Los ciudadanos no paraban de abuchearlo. Tanis permaneca inmvil mientras miraba al suelo. - Los elfos somos inmortales t eres un monstruo al que le espera la muerte. Si no mueres ahora podras hacerlo de viejo- le dijo Weis amenazante. - Es verdad de que sois inmortales pero eso no quiere decir que no podis morir-le dijo el antiguo rey con una cara sdica.

  • - Pap!- gritaba Tony llorando a moco tendido. - Tony no los odies ESTE PAS EST ENFERMO! NO DE NINGUNA ENFERMEDAD, SINO DEL ALMA!-dijo Tanis antes de que Hickman accionara la palanca. Una trampilla se abri a los pies de Tanis, dejndolo colgado del cuello. El pequeo Tony volvi a gritar tan fuerte que los ojos de los elfos captaron su atencin otra vez. Con su padre y su madre muertos, no saba qu hacer ni a donde ir. Estaba paralizado junto al cuerpo de su madre. Hickman cogi a Tanis y lo lanz a los pies de Tony. El chico mir a ambos a la cara, y por un momento vio una sonrisa en sus rostros cuando Weis baj y lo agarr del brazo. - Cmo te llamas, chico?- le pregunt Weis. - -al principio no respondi. Tena un nudo en la garganta y no poda gesticular palabra alguna- To Tony Frost MI NOMBRE ES TONY FROST! ME LLAMO TONY FROST! TONY FROST! - Es el hijo del Rey Cobarde! Llevenlo a la horca tambin!- gritaban algunos elfos del pblico. - Es otro monstruo! Un semielfo!- gritaban otros. - Tiene la misma cara de Tanthalas- dijo Hickman. - No podemos dejar que la sangre de Tanis vague libremente por Narnia. Es una lstima-susurr Weis, cogiendo a Tony y llevndolo a la horca. Lo subi y le coloc la cuerda alrededor del cuello- Que Aslan nos perdone. - Monstruo! Semielfo! Murete!- gritaban los elfos del pblico. - Por llevar la sangre del traidor Tanthalas Kanan en el nombre de los Caballeros de Takhisis yo te condeno a muerte, Tony Frost-dijo Weis. Y Hickman accion la palanca de la trampilla. Tony cerr los ojos y cay. Escuch un silbido. Se choc la cabeza contra la madera de la trampilla y qued inconsciente en el suelo. - Una flecha?, Quin ha sido?!-grit Weis cuando la flecha cort la cuerda que iba a provocarle la muerte al chico. Entre la muchedumbre sali el enano que se choc con Tony cuando entr en Rivendel. Se quit la capucha, dejando ver su rostro. Era un enano con una larga barba castaa, una enorme nariz aguilea. Llevaba entre sus manos el arco que haba usado para cortar la cuerda y sobre su cabeza un yelmo de guerrero sin visera y dos cuernos de toro a los lados.

  • - Flint Fireforge!-seal Hickman. - Flint! Es Flint?!- decan asombrados los elfos. - Dejad al chico, pedazos de mierda- dijo Flint. De su rostro caan lgrimas, vio el cuerpo de Laurana y Tanis y se dirigi a Tony. Lo cogi en hombros y luego se dirigi al centro de la plaza- Elfos crea que erais honorables. Me avergenzo de tener sangre de vuestra raza. El crimen que supuestamente han hecho Tanis y mi hija no se compara en NADA al que acabis de hacer. Sois escoria. Aslan nunca os perdonar, ya lo veris. Flint escupi y se dirigi hacia la multitud, al lado opuesto al santuario. Nadie le impidi el paso. - Espero que me perdones, hija. Estoy seguro de que es lo que querras que hiciera- susurr Flint, dejando caer una lgrima en el suelo. Los cuerpos de Laurana y Tanis seguan en el suelo, sin que nadie los recogiera. - Es la bruja! La bruja blanca est aqu!- grit uno de los elfos que lleg a la plaza. Un largo aullido retumb en todo Rivendel- Alguien dej abierta la puerta! - Tanis! Los ha trado hasta aqu!- exclam Weis. El pnico invadi Rivendel. Un ejrcito de orcos, minotauros y lobos entraron, matando a cualquier ser viviente que vean. La reina de hielo los segua en la retaguardia montada en un trineo con ruedas tirados por alces. - Maldita sea! Defended Rivendel! Vamos!- grit Hickman desenvainando su espada. Un terrible sueo invada la mente de Tony. Al principio estaba con sus padres, sanos y feliz sobre un campo de flores. Pero de repente una oscuridad engulle a sus padres y estuvo a punto de engullir a l. Despert sobresaltado, sudando. Not un chichn en la cabeza y se dio cuenta de que tena vendas en la frente. Mir a su alrededor, estaba en una pequea casa en una cueva remota. La luz de los candelabros lo ayudaron a ver a su alrededor y sentado en una silla mecedora, estaba el enano. - Lo siento chico-dijo Flint cuando despert. An tena los ojos hmedos. No llevaba el casco de guerra en la cabeza, por lo que vio que tena el pelo largo, castao y le caa sobre las orejas- No llegu a tiempo Llego a saber que eran ellos y habra llegado antes. - Quin quin eres?- le pregunt Tony, confuso. Cuando empez a recordar lo que haba pasado, vio el martillo de

  • su padre sobre la mesa- Mis padres han muerto a manos de los suyos. - Soy Flint Flint Fireforge soy el padre de Laurana Fireforge, tu madre- le respondi Flint. - Eres mi abuelo?- pregunt Tony dejando caer lgrimas sobre la colcha. - S- respondi Flint. - Por qu por qu lo hicieron? Mi padre y mi madre no entiendo nada!- gritaba Tony. - Debes tranquilizarte chico, si quieres respuestas te contar la historia-le dijo Flint una vez le haya secado las lgrimas- Veo que mi hija y Tanis no quisieron revelar nada en ese aspecto hicieron mal pero mirndolo de otra forma hicieron bien en protegerte - Decan que mi padre era el Rey Cobarde, qu queran decir?- pregunt Tony. - Lo que ellos queran-comenz a contar Flint- Vers, sabrs que tu padre no es elfo del todo. Su madre era Elansa Kanan, una dama elfa esposa de Kethrenan, el hermano ms joven del Orador de los Soles. El padre de Tanis era un pirata humano llamado Brand, que asesin a Kethrenan y forz a Elansa. - Tras el asalto, Elansa fue llevada a casa del Orador, el cual se percat del embarazo de Elansa. Durante el tiempo de gestacin, la tristeza por la muerte de su marido hizo mella en Elansa, la cul fue debilitndose alarmantemente con el paso del tiempo. Elansa dio a luz a un nio mitad elfo, mitad humano. A pesar de la horrible experiencia sufrida, Elansa acept al nio, llegando a amamantarlo una vez antes de morir, y llamando a su hijo Tanthalas. - Yo era un amigo ntimo de Kethrenan, por lo que decid acogerlo y criarlo con mis propios hijos, Porthios, Gilthanas y Laurana. Mis hijos crecieron junto a Tanthalas y a pesar de su educacin regia, como un miembro de la Corte Qualinesti, Tanthalas era despreciado y repudiado tanto por elfos como humanos. Tanis tena un gran cario a Laurana y tena una leve amistad con su hermano Gilthanas. - Pas el tiempo y Tanthalas se convirti en hroe de guerra tras ganar a los humanos y exiliarlos fuera de Narnia, en Telmar. Entonces fue cuando Aslan lo nombr rey. Aslan le avis de la existencia de un rbol que protega Narnia de Jadis, la bruja blanca. Le dijo que el da que muriera aquel rbol, Jadis llegara con sus huestes y condenara al pas con un eterno invierno. Antes de que Aslan lo dejara, le cont una profeca:

    Cuando el hijo de Adn en carne y hueso en el trono de Cair Paravel est sentado,

    los malos tiempos habrn acabado.

    - Tanis fue un rey bueno y bondadoso con todo el mundo pero muchos elfos an lo despreciaban por no ser totalmente un elfo. Pero eso no le afect en absoluto en esos tiempos porque tena el amor de mi hija Laurana. Yo haba iniciado un viaje de peregrinacin a Rivendel. Cuando el rbol muri, Jadis lleg congelando el lago que protega el castillo y exigi el trono. Tanis tena en mente la profeca de Aslan y saba que no tena ninguna posibilidad de expulsar a Jadis de Narnia por lo que prefiri huir junto a su familia y orden a sus huestes que hicieran lo mismo. Aquello lo convirti en el Rey Cobarde. Mis hijos Gilthanas y Porthios se rebelaron y marcharon al combate junto a un pequeo ejrcito contra la reina pero perecieron en la batalla. Desde entonces no he sabido nada de Laurana ni de

  • Tanis Ni siquiera saba que tuvieron un hijo hasta el da de ayer- termin de relatar Flint. El pequeo Tony volva a romper en llanto. Tard un poco en serenarse y limpiarse las lgrimas. - No pude llevarme los cuerpos de tus padres tuve que decidir si salvarte o salvar sus cuerpos- murmur Flint- Hice lo que Laurana hubiera querido que hiciera. - Mi madre me pidi una cosa antes de morir por eso-dijo Tony aguantando las lgrimas. Baj de la cama y se arrodill frente a Flint- QUIERO SER MDICO! ENSAME POR FAVOR! QUIERO SER MDICO, TE LO PIDO POR FAVOR! QUIERO SALVAR LA VIDA DE LAS PERSONAS! TODAS LAS ENFERMEDADES SE PUEDEN CURAR! ABSOLUTAMENTE TODAS, CURAR A TODO EL PAS! SOBRE ESTE REINO, NO HAY NINGUNA ENFERMEDAD QUE NO TENGA CURA SI SE PUEDE CURAR EL ALMA! - ...De acuerdo te ensear a curar-Flint se levant y cogi entre sus dedos una flauta de paja. Por fin abri los ojos, volvi de sus recuerdos y vio como Fran le daba golpecitos en el moflete. - Hey, despierta, te has quedado frito?- le pregunt Fran an sentado en el suelo pero sin la sartn. Pareca que haba estado en sus pensamientos mucho tiempo. - No no es nada -dijo Tony levantndose. Cuando se levant se dio cuenta de que era de noche. Wild haba vuelto de entre los arbustos. - Deberamos ir ya- les recomend Wild. - S!- asintieron todos. - Todos?, cul es el plan?- pregunt Tony. - Alguien debera quedarse con el trineo- seal Xamo, que ya estaba medianamente bien- En algo tendremos que escapar si somos muchos. - Pero no hay hielo, va a ser difcil correr mucho con el trineo y el ejrcito de la bruja pisndonos los talones- inform Wild. - Eh!, Dejadme la retirada a m!, Tengo una grandsima idea!- exclam Fran con las manos detrs de la cabeza. - Desde cuando t tienes planes?- pregunt Xamo impresionada- Siempre eres ms de improvisar - A que ests impresionada?- ri Fran. - Iremos un grupo pequeo, rescataremos al chico y nos largaremos-dijo Jose Alonso. - La humana no puede venir, an est dbil y tampoco podemos dejarla sola- coment Tony. - Entonces yo me quedar-dijo Wild- Creo que te vendra bien un poco de ejercicio. - No llevo arma pero creo que me las puedo arreglar- concluy Tony.

  • - Muy bien, atentos al plan-comenz a explicar Jose Alonso. Arrastraron el trineo un poco ms cerca del campamento, lo cubrieron con un manto de hojas y ramas y el tro de chicos se dispuso a infiltrarse en zona enemiga. Wild les haba contado la distribucin de la mayor parte del campamento. Desde donde estaban, a la derecha, varios enanos herreros trabajaban con el metal para dar forma a las armas. Cerca de ellos los orcos arrastraban carromatos de lanzas, flechas y todo tipo de armamento. Wild no haba encontrado dnde tenan preso a Edmund, por lo que tuvieron que usar de su astucia para que no lo vieran. Un enorme orco armado de pies a cabeza se acerc a unos matorrales, se desabroch los calzones y empez a mear. Una vez acab, Fran y Jose Alonso se tiraron encima de l. Le quitaron la armadura y lo dejaron inconsciente contra un rbol. Alrededor de una mesa cuadrada se reunan varias criaturas con armaduras negras. Sobre la mesa posaba un mapa de Narnia. La ms grande de las criaturas, un minotauro de pelaje negro y de un tamao casi tan grande como el de un gigante, enormes cuernos y unos ojos negros, les indicaba a sus compaeros las estrategias en la batalla. - Los minotauros por el flanco izquierdo, nos reservamos a los gigantes y los enanos irn primero-les deca el minotauro a sus compaeros cuando una voz los interrumpi. - Disculpad-dijo una figura envuelta de una armadura negra, un enorme yelmo y un pantaln de cuero del mismo color. A vista de ellos, era una criatura muy desproporcionada. (-No son amigo, habla con ms rudeza-le susurr una voz) - Es verdad Dnde est el prisionero humano?!... pedazos de mierda!-grit la figura, alzando mucho la voz. (- Ah est, lo has clavado-le susurr de nuevo la voz.) - Con quien te crees que ests hablando?!- dijo el minotauro mientras se daba la vuelta. Un detalle que le vi era que sus brazos y piernas no coinciden con el tamao de la armadura. (- Mierda! Di Lord Capitn o algo!- le dijo la voz de nuevo. Las criaturas que estaban alrededor de la mesa no pudieron contener la risa cuando lo vieron mover los brazos arriba a abajo cuando su comandante le habl.) - Disculpe Lord Vaca!- exclam la figura, haciendo que se quitaba el sudor del yelmo. - Quieres que te parta en dos y se los d para cenar a los perros?!- le volvi a gritar el minotauro. - Perdn, perdn! Era mi primerito da y no s quin es aqu el que manda!- deca la figura volviendo a agitar los brazos. - Tienes ante t al General Beliminorgath- le respondi el minotauro. - Vaya hijo, no te podan haber puesto otro nombre- susurr la figura. - Qu has dicho novato?!- le grit el minotauro volvindose a girar- Para qu quiere ver al prisionero humano?! - Eh! Nos envan a rescat!-coment a decir pero un golpe en el interior de la armadura le call. (- No digas la verdad imbcil! Invntate algo!-le dijo la voz- Dile que nos enva la bruja para ver como est!)

  • - Dile que nos enva la bruja para ver como est!- repiti la figura en alto- O algo as... - Qu poco vas a durar en el campo de batalla- le dijo el minotauro- Est en la zona este del campamento, atado a un rbol. - Zona este?- pregunt la figura de nuevo. - En aquella direccin soldado estpido!-estall en gritos el minotauro sealando la direccin. - Ah! Perdone Lord Belvaca!-dijo la figura y sin darse cuenta sus pies se movieron a toda prisa en la direccin indicada. (- Fran, eres un imbcil!-le dijo la voz- Tendra que haber estado yo arriba!) - Eras t el que alardeaba de tener ms fuerza que yo, Jose Alonso!-le dijo Fran moviendo los brazos de un lado a otro. Los soldados del campamento no pararon de mirar hacia ellos. Desde la copa de un rbol, Tony salt a la rama siguiente, siguiendo al do en el disfraz. - Es un completo milagro que no le hayan pillado. A ver lo que duran-pens Tony mientras se deslizaba por la rama. Llegaron a un pequeo claro. Al otro extremo estaba Edmund contra un rbol con la boca tapada y unas cuerdas alrededor de l. - Hey chico! Somos amigos de tus hermanos! Hemos venido a rescatarte!- dijo Fran levantando el visor del yelmo. - Ah detrs!- grit Edmund. A espaldas de ellos, un orco con un mandoble enorme intentaba dar un corte horizontal, a la altura de la cintura. - Maniobra evasiva!- grit Fran dando un salto y Jose Alonso agachndose. El corte rompi el rbol a escasos centmetros de la cabeza de Edmund. - Ya saba yo que no era de fiar- dijo el orco- Si llevo vuestras cabezas a la reina me dar una gran recompensa. - Mierda nos pillaron-susurr Jose Alonso ponindose espalda contra espalda con Fran. - Me estaba cansando de estar metido en esa armadura. Pesaba demasiado-deca Fran. - Pero si era yo el que aguantaba todo el peso!- grit Jose Alonso. Varios orcos y enanos armados con espadas y hachas fueron apareciendo- Son unos veinte No hay tiempo, Fran. Tenemos que acabar con esto deprisa antes de que lleguen ms. Dejmosle a Tony el rescate. Alguna idea? - Acabar rpido vale qu tal si usamos nuestro lmite?- le pregunt Fran pasando su mano por la espalda. Las criaturas los tenan rodeados. - De acuerdo-escupi Jose Alonso, chocando la mano con Fran. - A tope!-gritaron los dos y desaparecieron ante los ojos de sus enemigos. No pas ni un segundo hasta que dos de ellos fueron golpeados y lanzados el uno contra el otro en el centro del claro. Fran y Jose Alonso corran alrededor del grupo enemigo mandando a volar a cada uno de ellos.

  • - Formad! No dejis que os domi!-gritaba un orco cuando apareci Fran ante l y le pate en la cara. Choc contra el grupo de orcos y enanos del centro del claro. Jose Alonso pateaba a sus enemigos y haca lo mismo. - Es mi oportunidad!-exclam Tony saltando de un rbol y dirigindose a un enemigo. - Eh, t!- le grit un orco. Tony se movi tan rpido que al principio crea que era una sombra. Le quit el pual y cuando se volvi para atacar Jose Alonso lo golpe, lanzndolo contra los dems. - Ten cuidado!-le dijo Jose Alonso antes de desaparecer ante sus ojos. Tony liber a Edmund cuando un orco apareci detrs enfrente de ellos. - Dnde vas con el prisionero?!-grit el orco comenzando a correr hacia ellos. De un movimiento rpido, Tony realiz un tajo en diagonal hacia arriba, rompiendo la cota de malla y derribando a su contrincante. Para impresin de Edmund, el arma con el que lo haba hecho no era el pual que rob, sino una espada tan grande como un mandoble. - Tenemos que irnos, tus hermanos nos esperan- le dijo Tony. El mandoble que sostena disminuy de tamao, hasta volverse otra vez un pual. Cuando todos los soldados estuvieron en el centro, el cocinero se par a varios metros. - Fran!-grit Jose Alonso alzando su pierna hasta un ngulo de 90. En un abrir y cerrar de ojos, Fran apareci y suspendido en el aire, agarr la pierna con las dos manos. - Se acab!-deca Fran mientras se agarraba a la pierna y emita un aura de fuego. - Vamos all!, Disparo de Fuego!- Jose Alonso lanz a Fran envuelto en llamas contra la muchedumbre. El ruido que cre fue tan grande que comenzaron a llegar ms soldados. - Creo que es hora de la retirada- aconsej Tony. - Fran, nos vamos!- grit Jose Alonso, apareciendo su capitn de entre las llamas. - Jo!-se quej Fran y un trineo lo arroll por accidente. - Pero qu entendis vosotros por infiltracin?!-les rega Xamo, golpeando a Jose Alonso y Tony en la cabeza. Un chichn le aparecieron en la frente a los dos- Dnde est Fran?! A l le tengo preparada racin doble! - Duele!-se quej Tony. - Dame ms! Dame ms, amor!- gritaba Jose Alonso. - Es una mujer de armas tomar-suspir Wild. Fran apareci por debajo del trineo. - Nos vamos?-pregunt Fran con un gran chichn en la cabeza cuando Xamo se le lanz y le reparti una buena tunda de coscorrones. - Los intrusos han cogido al prisionero!- alz la voz uno de los soldados. El campamento comenz a revolucionarse

  • por la noticia, encaminndose al lugar bien armados. - Subid al trineo ya!- les indic Wild. Todos montaron, includo Wild- Cul era el plan? - Adelante, Charizard, Glalie!- Fran lanz las dos pokball y aparecieron el dragn de fuego y la bola de hielo. Fran at las riendas del trineo a Charizard y orden a Glalie montarse con ellos- Glalie, Rayo Hielo contra el suelo!, Charizard, vuela bajo sobre el hielo de Glalie! Los dos pokemon hicieron caso. Glalie lanz su rayo helando la superficie del suelo y Charizard vol a poca altura sobre la carretera helada. Derribaron a unos cuantos enemigos y salieron sanos y salvos en mitad de la noche. Jadis lleg al poco tiempo, vi a sus soldados derrotados y chamuscados. A pocos metros de all observ el camino helado. - Quin ha hecho esto?-pregunt Jadis sin dirigirse a nadie- Dnde est el prisionero?! - Unos humanos y un lobo-dijo uno de los orcos que intent atraparlos. - Reunid a todo mi ejrcito esto no ha acabado-orden Jadis. Amaneca. La luz del sol ba todo el campamento. Se escuchaba el trote de los centauros pasar por la tienda, el rugido de los leopardos y el viento ondear las banderas. El campamento se situaba entre un valle rodeado de rocas escarpadas. Por encima se alzaba un denso bosque. La lnea de tiendas se extenda a lo largo del valle ms all de donde alcanzaba la vista. El hermano mayor de los Pevensie, Peter, sali de su tienda mientras se quitaba las legaas. Delante suya pas Oreius, el centauro que pareca el jefe de todos ellos. Sin mediar palabra, alz la mirada hasta una elevacin rocosa. Peter mir y encontr a Aslan sentado en las rocas junto a Edmund. El tamao del len sentado era el mismo que el de su hermano pequeo de pie. Su hermano estaba con la vista hacia sus pies mientras el len pareca darle una charla. Cerca de las rocas estaba sentado el grupo de rescate formado por Fran, Jose Alonso, Xamo, Tony y Wild. Se haban llevado el trineo de all. Xamo pareca recuperada y los chicos se quitaron las vendas de sus heridas del asalto del castillo de la bruja blanca. No haca mucho que haban llegado. En ese instante salieron de la tienda contigua sus dos hermanas, Susan y Lucy. Alzaron la vista y vieron lo mismo que su hermano. - Edmund!- se alegr Lucy, intentando correr hacia su hermano pero Peter la sujet del brazo. Aslan y Edmund se dieron cuenta. El len asinti y comenzaron a bajar de las rocas. Edmund baj con la vista al suelo y con las manos en el bolsillo. Tena una postilla en el labio inferior. - Lo pasado, pasado est-dijo Aslan- No tenis por qu hablar con l sobre algo ya pasado. - ...Hola-dijo Edmund tras unos segundos de pausa cuando Aslan se fue. Lucy fue la primera en sonrer y lanzarse sobre l para abrazarle. Entre risitas, Susan tambin le dio un fuerte abrazo, mientras su hermano Peter permaneca quieto y serio, pero sin signos de dureza con Edmund. - Ests bien?- le pregunt Susan. - Un poco cansado-respondi Edmund.

  • - Duerme un poco-le dijo Peter mirando por un momento la tienda de campaa. Su hermano comenz a andar hacia la tienda, pasando por su hermano- Y, Edmund intenta que no te cojan. Edmund le mostr una sonrisa y se dirigi a la tienda. De la tienda salieron bostezando Sebas y lvaro. Lo primero que vieron fue a Edmund entrando en la tienda. Alzaron la vista y se fijaron que all estaban sus compaeros de tripulacin. - Fran!-grit lvaro comenzando a correr hacia ellos. - lvaro!-grit Fran haciendo lo mismo. Ambos parecan correr a cmara lenta, el csped se levantaba y ambos gritaban el nombre del otro continuamente. - Fraaan!-volva a gritar lvaro con alegra. - LVARO!-grit Fran dando seales de enfado. - Fran?-pregunt lvaro con cara de pnico. Par en seco y comenz a correr en la direccin contraria- Espera!, pero qu he hecho?! - Jose Alonso me ha dicho que te comiste el ltimo dulce!, te vas a enterar!, lo tena guardado!-gritaba Fran mientras lo persegua. Peter no tard en dirigirse hacia el grupo que haba rescatado a su hermano. - Muchas gracias por traerlo de vuelta-dijo Peter agradecido y dndole la mano a Jose Alonso. Lucy se adelant a l y abraz a Tony. - Las gracias se las tienes que dar a nuestro capitn-seal Jose Alonso al loco que corra tras de lvaro- Yo slo cumpla rdenes. - Tony, ests bien!-gritaba Lucy sin soltarlo y con lgrimas en el rostro- Cunto me alegro. - Estabas preocupada por m?- le pregunt Tony, incrdulo. - Por supuesto, tonto! Eres mi amigo! Peter, Susan, mirad! Es Tony!-les dijo a sus hermanos. - Eres t el mdico?-le pregunt Peter cuando vio a Tony. - El mismo- respondi Tony sonrojndose. - Su nombre es Tony y yo soy Wild-se present el lobo. - Con mucho gusto- dijeron los tres hermanos haciendo una leve reverencia. - As que te has recuperado- dijo Susan acercndose al grupo- Me alegro mucho. - Gracias-sonri Xamo- Ya estoy mucho mejor. - Veo que te has curado- dijo Sebas tras llegar hasta ellos.

  • - Estoy lista para la batalla! Aslan nos lo ha contado!- asinti Xamo. - Era de suponer que el tal Aslan fuera un len-coment Jose Alonso- Con tantos animales parlantes. Cuando llegamos y lo vimos, lo primero que quera hacer Fran era comrselo. Fran con el estmago vaco es peor que un len hambriento. - l es humano?- pregunt Peter recordando cmo rompi media casa de los castores de un solo puetazo. - Humano?- dijo Jose Alonso arqueando una ceja y mirando a Tony- Es un monstruo! Edmund apenas pudo dormir, por lo que sali a tomar el aire. Cerca de la tienda estaban sus hermanos desayunando con los piratas alrededor de una mesa redonda y baja. Se tenan que sentar en el csped. Coman tostadas con mermelada y huevo cocido. Los cocineros no daban abasto trayendo platos de comida para el hambriento Fran. - Puedo sentarme?- pregunt Edmund con timidez. - Pues claro Ed- asinti su hermano, mostrndole una amplia sonrisa- No has podido dormir? - No. Tuve una pesadilla. Apareca la bruja blanca y me daba delicias turcas. Tantas y tantas que no poda ms. Pero al final descubr que era todo nieve. Un fro me recorri la espalda y me despert-explicaba Edmund mientras se sentaba entre Lucy y Susan. - En Narnia nunca se van a acabar las tostadas- brome Lucy al ver zampar a Fran un plato lleno de tostadas. Edmund y los dems soltaron una pequea risita. - Y habr provisiones para el viaje de vuelta-les dijo Peter en tono serio. Tony, Fran y sus compaeros no se dieron por aludidos, pero sus hermanos lo miraron con cara de sorpresa. - Volvemos a casa?- pregunt Susan extraada. - Vosotros le promet a mam cuidar de los tres pero yo puedo quedarme algo rezagado y ayudarles- les dijo Peter bebiendo un trago de un vaso metlico. - Pero nos necesitan-suplic Lucy- A nosotros cuatro. - Lucy, es muy peligroso. Casi os ahogis y a Edmund casi lo matan- la intent convencer Peter- Me quedar con ellos para luchar. - Por eso debemos quedarnos- dijo Edmund- He visto actuar a la bruja blanca. Y no podemos dejar a toda esta gente a su merced. - A tus hermanos no les pasar nada mientras estemos aqu-dijo Fran mientras beba un largo trago. Tena un chichn en la cabeza obra de Xamo. Junto a l estaba lvaro con un chichn sobre otro, uno de Fran y otro de Xamo- Segn el len estamos en deuda con este mundo por dejarnos entrar. - Bueno, no se hable ms- dijo Susan levantndose y cogiendo su carcaj. - Adnde vas?- le pregunt Peter.

  • - A coger prctica!- exclam Susan. Junto a su hermana pequea se dirigieron a un campo de tiro. A lo lejos divisaba mltiples dianas. Lanz su primera flecha y dio cerca del centro. Su hermana pequea la mir y lanz su pual, dando justo en el centro. - Me permits?- pregunt una voz detrs de ellas. Ambas miraron y vieron a Xamo con un jubn de cuero marrn y sin mangas. Pareca toda una guerrera. - Adelante-se apart Susan mientras le dedicaba una sonrisa. Xamo sac de su compartimento del cinturn su varita, apunt hacia la diana y agit la varita. - Expelliarmus! -un chorro rojo golpe la diana y la mand volando hecha trizas. Las chicas quedaron con la boca abierta de la impresin. - Vaya!-exclam Lucy. Siguieron practicando mientras los chicos luchaban chocando espadas mientras cabalgaban. Peter iba montado en un unicornio blanco, mientras Edmund iba en un caballo de color castao. - Venga Ed, levanta esa espada!-le dijo Peter parando a que llegara- Como nos ha enseado Sebas. - En guardia!-exclam Edmund chocando espadas una y otra vez- So, caballito! - Mi nombre es Philip- le dijo el caballo tras levantarse a dos patas. - Ah, perdona-se disculp Edmund, impresionado. - Seguid los movimientos de vuestro adversario. No perdis la concentracin- les aconsejaba Sebas subido a una roca mientras afilaba Eklipse. Jose Alonso se dirigi a las cocinas del campamento mientras lvaro y Wild observaban a Fran practicar el hechizo Fulgor. Al principio el campamento se alarmaba por las incesantes explosiones pero acabaron acostumbrndose. Fran estaba completamente chamuscado. Apenas se distingua que era l porque estaba cubierto de holln. - Casi lo tena!- se quej Fran. - Lleva mucho practicando?- pregunt Wild sentado junto a lvaro. - En el barco no le dejbamos practicar por lo que esta es la primera vez desde que partimos- le inform lvaro. - Tu capitn invit a Tony a tu banda-acab diciendo Wild. - Cmo!?... pensndolo mejor no me extraa-dijo lvaro- Fran es alguien que coge simpata con cualquiera y sin apenas conocerlo lo hace su amigo. - Yo tambin lo he notado. Por eso os pido que os lo llevis con vosotros. Aunque es un tipo difcil!. En el corazn tiene muchas heridas y son tan profundas que ni un mdico puede curarlas-le comentaba Wild- l viajaba con sus padres desde que tena memoria pero nunca tuvo amigos. Viajaban de un lado a otro huyendo de la bruja blanca. Hasta el da que murieron sus padres a manos de los de su propia especie. Aquello lo cambi todo. Ni siquiera me

  • considera un amigo. Es incapaz de aceptar a nadie. No se siente ni elfo ni humano. Podris vosotros aliviar las heridas de su corazn? lvaro lo escuch asombrado cuando Fran corra hacia ellos con una esfera de un rojo muy intenso. - lvaro, mira! Lo he conseguido!-gritaba Fran mientras corra hacia ellos. - Para! No acerques eso a noso!-exclam lvaro cuando la esfera explot y alcanz a ambos- Idiota! - Cre que lo tena!-se quej Fran lleno de holln igual que lvaro y Wild. Tony los observaba desde la distancia subido a una roca. No pudo soportar soltar una risita cuando la esfera les explot a los tres. Sinti cerca unos pasos, Aslan haba llegado junto a l con algo en su boca envuelto en un mantel. - Disculpa si no he hablado contigo a solas antes- dijo Aslan dejando el envoltorio en el suelo- Esto es para ti. - Alteza Es la ocarina de mi madre!-cuando Tony desenvolvi la ocarina se llev la mano a la boca- Cre que se perdi el da que! murieron - Llego muy tarde para darte las condolencias y no pasa nada si no las aceptas-dijo Aslan con la cabeza agachada. - No pasa nada lo pasado, pasado est, no?-se pregunt a s mismo Tony. Una pequea lgrima corri por su mejilla, cayendo sobre la ocarina. Era un instrumento pequeo pero le caba perfectamente en la mano. Tena el mismo color del mar y estaba sujeta con un cordn. Se lo puso a modo de colgante y comenz a tocar una corta meloda. Aslan cerr los ojos, pareca dejarse llevar por la msica. - La Cancin de Laurana -susurr Aslan. - Cmo la conseguiste?-pregunt Tony. - El Sumo Sacerdote mand a recoger el cuerpo de tus padres y se guard la ocarina. Me la envi a m con un emisario antes de que la bruja lo matara Desde entonces he esperado el momento oportuno para drtela-le dijo Aslan- Supongo que sabes el poder que tiene esa cancin - Sanar el alma su sonido no cura enfermedades, ni heridas, ni regenera miembros pero es capaz de tranquilizar el alma llevarlo a un estado de calma donde es posible tratar al paciente. Es algo muy complejo, ni siquiera lo entiendo verdaderamente pero recuerdo que cuando mi madre lo tocaba siempre estaba en calma- deca Tony acariciando la ocarina. - Consrvala. Te har falta-le dijo Aslan- Me he fijado que te has hecho buen amigo de esos chicos. - No son mis amigos. Tan slo gente que necesitaban tratamiento-dijo Tony, volvindose serio. - Tal vez les debes una oportunidad. Ellos te salvaron, verdad?-le pregunt Aslan cuando vieron al Seor Castor subir por la colina. - Aslan, la bruja ha solicitado audiencia con usted! Ha trado a una guarnicin de su ejrcito para escoltarla!-dijo el Seor Castor- Ya viene hacia aqu!

  • Continuar

    Captulo dedicado a Jojogape, feliz cumpleaos.

  • Autor: Fran Lpez Captain Soraking. Corrector: Joaqun Garci Jojogape. Dibujante: Migeru. Compositor: Lautenor.