Judo Con Palabras

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ÍNDICE UNA FORMA INTELIGENTE DE CONTESTAR SABER IMPONERSE La defensa antichoque Algunos consejos para defenderse de las personas maleducadas Hablar sin perder el hilo Negociar tenaz y relajadamente Poner a prueba el escudo protector Mostrar seguridad Los signos de la impotencia El precio por ganarse la estima Una decidida disposición a defenderse disuade al agresor Algunos pensamientos obstructores 32 Saber imponerse 33 Los primeros auxilios ante la agresión 34 Aplicar los primeros auxilios después de un ataque 36 El estrés alienante 39 GANAR SIN LUCHAR 39 Ignorar al agresor 40 Ahorrar energía 42 Un guiño para sarcásticos 44 La provocación como factor de manipulación 46 Esquivar al agresor: ignorar el ataque 46 Esquivar al agresor: gestos mudos 47 De charlatanes y meteduras de pata Desviar el ataque Cambiar de tema Nadie puede imponer un tema de conversación Cambiar de tema sin justificación La desviación 54 A vulgaridades se contesta con vulgaridades 55 Una buena cantidad de indiferencia 56 No hay que morderse la lengua 56 Ser perspicaz 58 El comentario monosilábico 59 Dos sílabas para los sabelotodo 60 No hay que intentar cambiar al agresor 6.) LAS RESPUESTAS IMPROVISADAS 63 Volverse imprevisible 6/ Confundir al contrario 6 5 Renunciar a la lógica y a la razón 67 El refrán inadecuado (i y A Dios rogando, que tengo prisa (•> y Cómo afrontar una crítica destructiva 70 Descubrir al agresor 71 Dar una oportunidad a los críticos poco objetivos 72 Desactivar la crítica destructiva 74 Fuera de servicio 75 El que pregunta, manda 76 La respuesta desintoxicante 78 El derecho a una crítica objetiva 79 Paralizar al adversario con un abrazo 80 Hacer perder el equilibrio al agresor 81 Ceder y consentir 82 Ceder e insistir 84 La aprobación con perseverancia 84 Hacer jaque mate al adversario 85 El cumplido 87 EL CINTURÓN NEGRO 87 No tomarlo como un ataque personal El problema lo tiene el agresor 91 No implicarse en las emociones del contrario 92 La constatación objetiva 93 Buscar la objetividad 96 Atajar las ofensas 96 Cambiar radicalmente el comportamiento 97 La confrontación 98 Imponerse con autoridad / 04 Frenar a los agresores impertinentes / 03 Desconectar 104 Superar el trauma / 05 Disfrutar de la vida, la mejor de las venganzas 106 Hablar claro 108 Calar al agresor 109 Exponer ideas con claridad 110 Definir las reglas de juego 111 Esclarecer los conflictos 116 No más burlas 49 49 50 52 53

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NDICE UNA FORMA INTELIGENTE DE CONTESTARSABER IMPONERSE

La defensa antichoque Algunos consejos para defenderse de las personas maleducadas Hablar sin perder el hilo Negociar tenaz y relajadamente Poner a prueba el escudo protector Mostrar seguridad Los signos de la impotencia El precio por ganarse la estima Una decidida disposicin a defenderse disuade al agresor Algunos pensamientos obstructores 32 Saber imponerse 33 Los primeros auxilios ante la agresin 34 Aplicar los primeros auxilios despus de un ataque 36 El estrs alienante 39 GANAR SIN LUCHAR 39 Ignorar al agresor 40 Ahorrar energa 42 Un guio para sarcsticos 44 La provocacin como factor de manipulacin 46 Esquivar al agresor: ignorar el ataque 46 Esquivar al agresor: gestos mudos De charlatanes y meteduras de pata Desviar el ataque 49 Cambiar de tema 49 Nadie puede imponer un tema de conversacin 50 Cambiar de tema sin justificacin 52 La desviacin 53 5 4 A vulgaridades se contesta con vulgaridades 55 Una buena cantidad de indiferencia 56 No hay que morderse la lengua 56 Ser perspicaz 58 59 60 6.) 63 El comentario monosilbico Dos slabas para los sabelotodo No hay que intentar cambiar al agresor LAS RESPUESTAS IMPROVISADAS Volverse imprevisible

6/ 65 67 (i y (> y 70 71 72 74 75 76

Confundir al contrario Renunciar a la lgica y a la razn El refrn inadecuado A Dios rogando, que tengo prisa Cmo afrontar una crtica destructiva Descubrir al agresor Dar una oportunidad a los crticos poco objetivos Desactivar la crtica destructiva Fuera de servicio El que pregunta, manda La respuesta desintoxicante

78 El derecho a una crtica objetiva 79 Paralizar al adversario con un abrazo 80 Hacer perder el equilibrio al agresor 81 Ceder y consentir 82 Ceder e insistir 84 La aprobacin con perseverancia 84 Hacer jaque mate al adversario 85 El cumplido 87 EL CINTURN NEGRO 87 No tomarlo como un ataque personal El problema lo tiene el agresor 91 92 93 96 96 97 98 / 04 / 03 104 / 05 106 108 109 110 111 116 No implicarse en las emociones del contrario La constatacin objetiva Buscar la objetividad Atajar las ofensas Cambiar radicalmente el comportamiento La confrontacin Imponerse con autoridad Frenar a los agresores impertinentes Desconectar Superar el trauma Disfrutar de la vida, la mejor de las venganzas Hablar claro Calar al agresor Exponer ideas con claridad Definir las reglas de juego Esclarecer los conflictos No ms burlas

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/ 40 Elegir las respuestas \4l Confiar en el propio instinto Y PARA TERMINAR, UNA HISTORIA A MODO DE CONSUELO I-i9 BIBLIOGRAFA

UNA FORMA INTELIGENTE DE CONTESTARTodos conocemos situaciones como estas: el empleado de un Mgocio contesta con displicencia a nuestra inofensiva pregunta; l.i secretaria se muestra insolente ante nuestra necesidad de adelantar el turno del mdico; to Alberto no deja de molestarnos durante toda la reunin familiar; un compaero de trabajo 11- is provoca con sus bromas pesadas... Estamos constantemente expuestos a ataques verbales, a crticas destructivas, a las burlas, .1 las bromas pesadas. Por supuesto, podemos contraatacar, pero el agresor no suele batirse en retirada, sino que acostumbra responder con mayor violencia todava. Es natural que nos defendamos ante las agresiones. Ojo por ojo, diente por diente. Obtenemos resultados cotidianamente, en la calle, en debates de televisin, en reuniones familiares... Somos testigos de un intercambio continuo de agresiones desagradables, ruidosas y superficiales. Al final, todos salen perdiendo. Padecen estrs,] alteraciones nerviosas, sufren dolorosas heridas psquicas y guardan oscuros deseos de venganza ("Eso es intolerable, pobre de l si vuelve a hacerlo, le voy a dar su merecido!"). Las agresiones verbales resultan an ms penosas para aquellos que no tienen reaccin rpida, que se quedan mudos y sorprendidos ante los comentarios insolentes. No encuentran la respuesta adecuada hasta que ya ha pasado todo y, entonces, se llenan de ira y se sienten frustrados por haberse quedado con la palabra en la boca. El sueo de todo aquel que suele permanecer estupefacto es aprender a contestaba sorprender al agresor con una respuesta ingeniosa. Como experta en tcnicas de comunicacin he aprendido que las bromas pesadas, las indirectas malintencionadas a menudo dejan profundas heridas que tardan aos en cicatrizar. En mis seminarios y prcticas sale a la luz el sufrimiento de las personas afectadas que, adems, suelen plantear las mismas preguntas: qu puedo hacer ante un ataque personal?, cmo puedo

defenderme ante una crtica injustificada de mi jefe?, qu le contesto a un cliente que me ofende por telfono?, cmo me puedo defender de las continuas provocaciones de mi compaera de trabajo?, les pago con la misma moneda?, me callo?, existen otras alternativas? S, existen alternativas. La respuesta puede estar en sus manos. A travs del tiempo he desarrollado una tcnica de autodefensa oral, una especie de judo verbal, de aikido retrico para todos los que deseen responder de manera inteligente. Como primer paso me dediqu a estudiar las tcnicas bsicas i las artes marciales. El aikido me llam especialmente la aten-eln. Esta tcnica de autodefensa tiene como nico objetivo leer frente al ataque y volver a restablecer la paz. Andr Protin escribe en su libro A/k/do:"EI aikido no contempla el ataque. La bnse de esta arte marcial es tan defensiva, tan poco combativa, que no ensea estrategias ofensivas (...). El aikido sustituye fuerza por sensibilidad, brutalidad por elegancia". Decid adoptar este criterio para la autodefensa oral. Fue as como surgi, a lo largo de los aos, un buen nmero de llaves y .r.altos orales mediante los cuales defenderse, sin que ninguno de ellos sea ofensivo ni humillante. A pesar de que haya .iljMinas rplicas muy duras he preferido prescindir de los golpes bajos. En primer lugar, porque el mundo est lleno de ellos y, en segundo lugar, porque quiero insistir en una tcnica de autodefensa inteligente, basada en la siguiente premisa: hacer frente ni ataque y proponer al agresor una conversacin sensata. Pero qu podemos hacer si el agresor no responde ante nuestra tctica y contina atacando? Las rplicas propuestas en este libro son adaptables a situaciones diversas e intercambiables entre s. En caso de que una observacin breve no sea suficiente para repeler el ataque, podemos disparar con un refrn confuso, seguido de un cumplido y todava nos quedarn ni menos cuatro posibilidades para defendernos. Dicho de otra forma: el gran nmero de rplicas propuestas le proporcionar la posibilidad de defenderse durante horas. Los participantes de los entrenamientos para el desarrollo de las habilidades de negociacin y para el fomento de la autoestima han puesto en prctica todas las estrategias propuestas. Adems, las han corregido y mejorado, con lo que disponemos de rplicas que se adaptan a las ms diversas situaciones. Este libro se estructura en cinco partes. Comienza con la postura bsica de la autodefensa: saber imponerse; sigue con la capacidad de resistir las provocaciones. La tercera parte ofrece una serie de respuestas formales y curiosas. La cuarta est de- j dicada al arte de la autodefensa con maysculas, es decir, all se ensea a enfrentar las ofensas y a contestar al

agresor. Dado que una lectura terica no es suficiente, la ltima parte del libro ofrece la posibilidad de practicar todas las estrategias de autodefensa aprendidas. El texto es, asimismo, una ayuda para la aplicacin de dichas estrategias en la vida cotidiana. Los ejemplos prcticos citados servirn para emplear las respuestas adecuadas en el momento oportuno de la conversacin. Al principio, sin embargo, no nos ocuparemos de las palabras, sino de la energa que irradiamos en nuestras apariciones en pblico. El carisma, nuestro poder de conviccin, sern los protagonistas.

SABER IMPONERSEAbandonamos el papel de vctima en el momento en que volvemos a ser nosotros mismos. Nos alegramos de la singularidad de nuestras caractersticas diferenciales, pero tambin apreciamos las cualidades que compartimos con el resto de la humanidad. Nuestra vida no se rige exclusivamente por lo que los dems esperan de nosotros, sino por lo que nosotros creemos que es importante.KHALEGHL QUINN

La defensa antichoqueExiste alguna posibilidad de que no nos afecten la insolencia el descaro de terceros? Podemos impedir que los dems nos Contagien su mal humor? Casi todos hemos vivido las siguientes situaciones en la vida cotidiana: un interlocutor agresivo ,n .il>n por enfurecernos, nuestros compaeros nos transmiten u mal humor, cuando los dems revolotean a nuestro alrededor i inibin nosotros terminamos ponindonos nerviosos. En definitiva, nos contagiamos. Los sentimientos de los dems se a-'ludan de nosotros. Desgraciadamente, las personas propensas .1 < ontagiarse del estado de nimo de los dems tambin pueden verse implicadas con facilidad en una pelea. Muchos de los empleados en las reas de servicios o de ventas ,on conscientes de la necesidad de tratar al cliente con amabilidad y paciencia. Sin embargo, la teora del contagio muchas veces es ms fuerte. Un vendedor que atiende a una dienta insolente enseguida se contagia y le hace pagar el mal momento al que llega despus. Este tambin se contagia y sale del negocio contrariado y molesto y contagiar, a su vez, a otra persona. El trato desconsiderado entre la gente se propaga como una epidemia de gripe. Esta situacin se repite de forma tan frecuente que ya lo consideramos habitual. La persona que se apropia del mal humor de otra suele tener una justificacin plausible: "Hay que pagar con la

misma moneda". Lo que es sinnimo de:"No es culpa ma". El culpable siempre es el otro. Si se me trata de forma poco considerada, yo respondo de la misma manera. No obstante, en el fondo, este comportamiento significa que la otra persona puede convertirme en cualquier momento en su sosia. Cualquiera es capaz de transmitirnos su mal humor, probablemente dando lugar a un problema en el momento en que pretendamos defendernos contra las agresiones externas. Necesitamos defensas para combatir los estados de nimo de los dems. Para lograr esto es importante distanciarse, procurar estar por encima de las circunstancias.

Algunos consejos para defenderse de las personas maleducadasLa autodefensa comienza siempre con una declaracin de independencia: no permito que mi estado de nimo dependa de los dems. Cada vez que nuestro humor y nuestros sentimientos dependen del trato que nos dan los otros, nos encontramos atrapados como peces en el anzuelo. En el momento en que alguien tira del hilo, empezamos a agitarnos. Hasta que 10 consigamos mantener la calma y la cabeza fra, no seremos rapaces de defendernos eficazmente. La fuerza interior reside in la habilidad de no dejarnos enredar con las rarezas de los dems. No importa cmo nos tratan, somos nosotros los que decidimos cmo lo tomamos. Para lograr esto es necesario aislarse interiormente. Este acorazamiento interior es el "escudo protector". Su escudo protector es un airbag personal, una proteccin antichoque, que procura no tomarse tan a pecho la actitud de los dems. Para poder protegerse es suficiente con un escudo mental. Construccin del escudo protector: Recuerde una circunstancia en la que mantuvo la calma, a pesar de que la situacin era violenta e irritante. Sumrjase de nuevo mentalmente en esta situacin. Imprgnese de la sensacin de que los disgustos le rebotan como una pelota de ping-pong. Deje que lo invada la sensacin de que puede protegerse mediante una especie de escudo invisible que levanta a su alrededor. Imagine un escudo, a travs del cual puede ver y or, como ocurre con los cristales gruesos de las oficinas bancarias. Elija una frase que le sirva de "msica de fondo" para su escudo protector. Inculqese algo as como: "eso es cosa de los dems" o "esto no tiene nada que ver conmigo". Levante mentalmente este escudo protector invisible a una dfciles.Asimismo, lo capacita para hablar con personas malintencionadas de manera tranquila y concentrada. El escudo protector. distancia adecuada. A travs de l puede or y ver todo lo que pasa a su alrededor con gran precisin, sin dejar de estar perfectamente protegido. El humor y los estados de nimo de los dems ya no lo afectan. Se encuentra tranquilo y seguro en su propio espacio emocional y mental. Desde esta posicin es capaz de reaccionar de forma amable, objetiva y tranquila. Puede que afuera arrecie una tormenta. A usted, sin embargo, no lo perjudica. El escudo protector lo puede ayudar a superar conversaciones

Hablar sin perder el hiloPara Ricardo, el descubrimiento del escudo protector fue todo un descanso. Como encargado de una empresa de construccin tena que tratar, prcticamente a diario, con proveedores y delegados de diversas administraciones. Era hbil en la negociacin, con una excepcin: siempre que su interlocutor alzaba una ceja en un gesto crtico o negaba con la cabeza sin pronunciar palabra, perda el hilo de la conversacin. Se trastocaba totalmente. Algunos de sus interlocutores adoptaban, desde una primer momento, una actitud de rechazo. Lo reciban con frialdad, no dejaban de mirar por la ventana, cruzaban los brazos y se mostraban lacnicos. Esta actitud le haca perder a Ricardo la seguridad en s mismo. Comenzaba a hablar atropelladamente, se equivocaba y, al final.se exasperaba por no haber sido capaz de mantener la calma. Careca de recursos para defenderse contra las actitudes negativas de sus interlocutores. Se senta inseguro ante cualquier gesto que demostrara falta de cortesa o desinters. Por eso resultaba fcilmente manipulable. l era consciente de sus debilidades, pero no le encontraba solucin a su problema. El escudo protector lo ayud a evaluar a distancia las reacciones de su interlocutor. Previamente a cualquier negelacin eriga un escudo mental, que amortiguaba el estado de nimo del contrario. Ya no importaba que su interlocutor moviera la cabeza, la ceja, la

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comisura de los labios, los brazos o las piernas, Ricardo se mantena firme en su argumentacin. Se daba cuenta del comportamiento del otro, pero no le produca una sensacin de inseguridad. Era capaz de hablar sin perder el hilo.

Negociar tenaz y relajadamenteTodos los profesionales, cuya labor consiste en tratar con personas poco corteses, necesitan una defensa antichoque. En los empleos en los que los insultos, las ofensas y los clientes irascibles forman parte de la rutina.es necesario contar con un buen blindaje. Todo aquel que se muestre a pecho descubierto no aguantar la presin por mucho tiempo. Se ha demostrado que las personas que ejercen este tipo de profesiones durante un perodo prolongado desarrollan un airbag personal. Tambin los individuos creativos y entusiastas necesitan una buena proteccin para poder sobrevivir en este mundo duro y competitivo. Me acuerdo de un grupo de jvenes artistas (pintores, escultores y profesionales de artes grficas) que necesitaba el escudo protector para poder vender mejor sus obras. Entren a estos artistas en la negociacin. Todos estaban estrechamente ligados a su obra, por lo que les resultaba muy difcil tratar el aspecto econmico. Consideraban el intento de regatear el precio por parte del supuesto comprador como una ofensa personal. En los casos en que el interlocutor mostraba signos de desaprobacin o escepticismo hacia la obra, los artistas se sentan profundamente heridos. Algunos se perturbaban a la ms mnima crtica relacionada con su trabajo, por lo que rompan la negociacin y se negaban a seguir tratando con los que ellos calificaban como "analfabetos" y "burcratas". Ganar dinero resultaba muy arduo para la mayora de estos creativos, que careca de un buen airbag. Pero como la imaginacin es algo que les sobra a los artistas, no tardaron en desarrollar fantasiosos escudos protectores. Sin embargo, mi atencin se centr en una sola cuestin: eran eficaces los respectivos escudos protectores? Los somet a una prueba definitiva. En un juego de rol interpret a una agente dursima, que no entenda de arte, pero s de finanzas. Sera el artista capaz de dominar la negociacin a pesar de la dura crtica lanzada contra su obra? Regate sin compasin. Podra el artista mantener la calma y oponer resistencia? Sabra luchar por el valor de su obra sin inmutarse, a pesar de mi comportamiento fuerte y estrepitoso? Toqu todas las teclas. Estuvimos entrenando el tiempo necesario hasta que, finalmente, todos dispusieron de un escudo protector capaz de repeler cualquier maniobra o manipulacin. Los participantes terminaron asombrados de lo fcil que es negociar tenaz y relajadamente, siempre y cuando se vaya bien armado contra las adversidades.

Puede poner a prueba su escudo protector. Imagine situaciones cotidianas que no conllevan ninguna problemtica, como comprar pan, ir a la peluquera o cargar nafta. Construya su escudo protector antes de entrar al negocio y mantngalo hasta que salga. No debe resultar muy agotador. De lo contrario.su escudo protector es demasiado complicado. Mucha gente comete el error de construir un escudo agresivo, que consume todas sus energas. La defensa antichoque no es un arma agresiva contra el entorno, sino un blindaje seguro, parecido a un cristal antibalas. Detrs de l incluso puede recibir las burlas con amabilidad. Ensaye hasta que su escudo funcione a la perfeccin. Es importante saber levantar y retirar el escudo con facilidad, como si abriera y cerrara una puerta. No siempre es bueno mantener la puerta cerrada. A veces se necesita el roce humano, entregarse a un estado de nimo y a sentimientos determinados sin que haya un escudo de por medio. Cuando nos mostremos abiertos y sensibles, aprenderemos a disfrutar. Si el saber defenderse en la vida cotidiana tiene una especial importancia para usted, le recomiendo el captulo "No tomarlo como un ataque personal". Ese captulo es un complemento del escudo protector, porque all se ensea a atajar un ataque y a neutralizar formalmente al contrario. En el prximo captulo nos ocuparemos de las pautas de conducta, del carisma. La forma en que nos comportamos puede convencer al otro de nuestra invulnerabilidad.

Mostrar seguridadSi se rebaja, invitar a los dems a que lo pisen. Si aparenta ser una ovejita, atraer a los lobos feroces. Los agresores prefieren enfrentarse a personas que ignoran el poder que poseen. La gente agresiva no suele buscar pelea, sino que quiere vencer sin involucrarse personalmente. Para eso busca una vctima fcil. Los agresores experimentados detectan enseguida a la vctima adecuada que les asegurar la victoria. El agresor reacciona de forma inconsciente a ciertas seales emitidas por la vctima. A estas seales las denomino "vaco de poder", una expresin acuada por Khaleghl Quinn.una profesora britnica de autodefensa personal. Aprecio mucho su libro Ar of Se/f-Defence (El arte de la autodefensa), en el que subraya la importancia de la seguridad en uno mismo para prevenir un ataque fsico. Quien camina de manera encorvada, encogida y doblegada, delata su propensin a ser vctima. El posible agresor sabe que esta persona le ofrecer poca resistencia. El vaco de poder atrae a los agresores, por lo que vale la pena estar muy atentos a la emisin de dichas seales.

Poner a prueba el escudo protector

Los signos de la impotenciaAnalicemos el llamado vaco de poder. Las personas que lo padecen:

parecen cohibidas; adoptan una postura ligeramente inclinada, tanto si estn de pie como sentadas,/ la caja torcica suele estar algo hundida; tienden a encoger los hombros; no buscan el contacto visual; sonren muy a menudo con la intencin de aplacar al interlocutor; ocupan poco espacio, sus brazos y piernas se mantienen pegadas al cuerpo. La falta de autoridad provoca en dichas personas una adaptacin excesiva, que relega a un segundo plano la defensa de sus derechos. Quienes padecen el vaco de poder: no saben poner lmites a los dems; eluden los conflictos; se sienten identificados con los dems y abandonan fcilmente sus propias metas; les cuesta romper la relacin con personas poco consideradas y violentas.

adaptados, que renunciaron a una parte de su autoridad. Librarse del papel de vctima significa hacer uso de toda nuestra autoridad, lo que nos ayudar a no emitir la seal equivocada ante un posible agresor. No hace falta presumir demasiado ni alardear. Basta con que nuestra autoridad nos envuelva como un aura.

Uno decidida disposicin a defenderse disuade al agresorEl ejemplo de Kerstin, una participante en las prcticas de autoafirmacin, nos puede servir para demostrar hasta qu punto nuestro comportamiento influye inconscientemente en el agresor. Kerstin trabajaba en un taller de artesana. Todas las maanas tena que soportar los comentarios mordaces de uno de sus compaeros. Sola reaccionar con indignacin y consternacin, lo que pareca animar todava ms a su compaero, cuyos comentarios se volvieron cada vez ms crueles. Cuando conoc a Kerstin, la encontr atrapada en el papel de mujer cordial. Siempre se mostraba amable, cautelosa y solcita. No saba comportarse de manera brusca, desagradable o agresiva, ni siquiera en los momentos que lo requeran. Le faltaba el contrapunto de la mujer amable. Pareca como si hubiera estado renga. Slo utilizaba la pierna simptica y amable. La otra, la autoritaria y agresiva, se encontraba atrofiada. Cuando tena que frenar a alguien, Kerstin se quedaba paralizada, con lo que se haba convertido en la perfecta ovejita para los lobos feroces. Estos presentan su renguera y saban que jams ofrecera resistencia. Era as como Kerstin se encontraba, una y otra vez, en situaciones en las que se senta despreciada, agredida y mal tratada. El seminario le ense a andar con las dos piernas: con la amable y simptica, pero tambin con la autoritaria y agresiva. Para poder enfrentarse a las burlas tuvo que emplear toda su autoridad. Cansada de su papel de eterna vctima, aprendi de forma relativamente rpida a imponerse. Estaba decidida a pisar fuerte en la vida. Durante el seminario prepar a fondo su prximo encuentro con su compaero de trabajo. En sabia previsin, escribi las posibles respuestas para los comentarios vejatorios y guard el as en la cartera. "En caso de que no se me ocurra nada, saco el papel y elijo la mejor respuesta", coment decidida. Estaba exultante, porque volva a tener seguridad en s misma, porque confiaba en su facultad de poder defenderse y porque esperaba con ansia el momento de dar la respuesta adecuada. Dispuesta, se present en su trabajo. Salud a su compaero y esper el comentario impertinente. Pero, cul fue su sorpresa? Ver que el compaero permaneca mudo."nicamente me dijo buenos das'", coment ms tarde Kerstin. "Qu debe estar pasando? Ahora que s cmo contestarle, no hace ni un solo comentario. Me hubiera gustado entrenarme." Pasaron las semanas sin que el compaero le dirigiera ninguna burla. Kerstin

El precio por ganarse la estimaCmo se origina la falta de autoridad? No es una caracterstica de nacimiento, sino que se debe a la educacin recibida. En algn momento de su vida, seguramente en la temprana infancia, estas personas se han visto despojadas, lenta, pero ineluctablemente, de su autoridad. Los nios obedientes la pasaban mejor, los rebeldes reciban su castigo. La educacin convirti al nio en un muchacho atento o en una jovencita comedida, un sol para los adultos, fcil de manejar. Para obtener un resultado satisfactorio fue necesario limar el carcter obstinado del nio. El "yo lo quiero as" se convirti en "como quieran ustedes". Era el precio por ser amado. Ms tarde, los nios obedientes y amables se hicieron seres adultos

haba encontrado la tranquilidad. La confianza en s misma haba dado un vuelco a la situacin sin que hiciera falta pronunciar una sola palabra. El compaero haba detectado que Kerstin ya no era una ovejita desamparada e indignada. Percibi su lado decidido y resuelto, y desisti, porque arriesgaba verse involucrado en una situacin incmoda. El ejemplo de Kerstin es vlido para muchos de los que asisten a mis seminarios, donde aprenden a exteriorizar su capacidad de defensa. Muchos se entusiasman con la idea de poner en prctica lo aprendido. Sin embargo, a la mayora le ocurre lo mismo que a Kerstin. La decidida disposicin a defenderse disuade al agresor.

Algunos pensamientos obstructoresAntes de intentar imponerse con ms autoridad, fjese en el factor que lo coarta. Escuche su voz interior, sobre todo si quiere autoafirmarse o imponerse. Qu ideas le vienen a la cabeza? Se rebaja a s mismo? Piensa lo siguiente?: No puedo luchar contra esto. Se van a rer de m. Seguro que lo pongo nervioso. Mi charla aburre a todo el mundo. Seguramente estoy molestando. No tengo derecho a quejarme. Mis lamentaciones eran lo ltimo que esperaban. Voy a hacer el ridculo. No debo ser tan susceptible. Solamente soy ama de casa. Slo soy una mujer... Soy demasiado viejo/a... demasiado joven. Solamente soy un auxiliar administrativo. Solamente... Si conoce las causas que lo llevan a situaciones de impotencia, tiene mucho ganado. Si es consciente de los motivos que lo hacen perder la autoridad, puede combatirlos. La clave para poder cambiar es tener conciencia de nuestras debilidades. Concdase la posibilidad de ser dominante y fuerte.

que socave su dignidad lo desautoriza. No se insulte ("Qu idiota soy."). No coquetee con sus debilidades y fallas para hacerse el simptico. Diga claramente lo que quiere y lo que no. Hable con frases cortas y sencillas, sin muchos adornos ni justificaciones. No suplique para que lo comprendan. Tiene todo el derecho de solicitar algo o a negarse, aunque el interlocutor no muestre la ms mnima comprensin. Mantngase firme si los dems no respetan sus deseos. Recuerde su solicitud una y otra vez. La dignidad y el respeto no es una calle de una sola mano. Trate a los dems como quisiera que lo trataran a usted. Las mejores respuestas se las lleva el viento si no se tiene autoridad. Sin embargo, si se irradia la fuerza suficiente, incluso un sencillo "hola" puede tener un efecto devastador. Es decisiva la energa que hay detrs de las palabras. No podemos evitar, aun contando con un escudo protector o comportndonos con autoridad, que alguien se burle de nosotros. Si esto ocurre, no es usted el que ha cometido una falla, sino el agresor. No tiene que hacerse reproches, sino cuidar de su bienestar. En las prximas pginas le informamos sobre las medidas que puede tomar despus de la agresin.

Los primeros auxilios ante la agresin"Me quedo atnito cada vez que alguien se burla de m", comenta un participante de las prcticas de negociacin. "Reacciono como si me hubieran tirado un vaso de agua fra y soy incapaz de pronunciar una sola palabra." Los agresores no suelen anunciar sus ataques, por lo que nos toman desprevenidos. El efecto sorpresa agrava el ataque. Ambos factores, primero el ataque repentino y despus el hecho de sentirnos vencidos, resultan muy dolorosos y nos bloquean. No se nos ocurre nada ingenioso, a pesar de que pasen por nuestra cabeza toda clase de pensamientos. En general, el agresor atrae toda nuestra atencin. Ya no nos fijamos en nosotros, sino nicamente en l, lo que consume nuestra energa. Para romper el hechizo es necesario desviar la atencin. Lo ms importante no es el agresor, sino nosotros. Nuestro bienestar es lo principal. No importa lo que haya hecho nuestro adversario, lo primordial es que nos recuperemos enseguida. Ms tarde le tocar el turno al agresor. He preparado una especie de botiqun de primeros auxilios que, previo a cualquier contraataque, lo ayudar a despertar del letargo.

Saber imponerse Saber imponerse es cuestin de prctica. No es tan difcil como parece. Siga estos consejos: No se encoja: mantenga la espalda recta y estirada, los hombros bajos y anchos. Busque el contacto visual, sobre todo en situaciones incmodas o desagradables. Sea amable sin ser sumiso. No sonra dcilmente ni ponga cara de querer conquistar el cario de los dems. No se ra cuando otras personas lo pongan en ridculo o se ran de usted. Lo

Aplicar los primeros auxilios despus de un ataque Respire hondo. Inspire y espire lentamente. Los ataques repentinos nos producen un sobresalto que nos corta la respiracin. Es una reaccin automtica, pero nuestro cerebro necesita oxgeno para poder pensar claramente y nuestra voz precisa aire para no sonar

ahogada. Por lo tanto, llene sus pulmones de oxgeno. Antes de responder al agresor, hace falta tener el suficiente oxgeno. Inmediatamente despus del ataque, inspire y espire profundamente. Guarde la distancia. Reserve un espacio a su alrededor. Sin esto no puede pensar con claridad. Retroceda uno o dos pasos. Corra la silla hacia atrs o hacia un lado. Si el ataque lo encuentra sentado, una opcin es levantarse. Tenga sangre fra. No se someta a presin. Desea sorprender al agresor con una respuesta rpida, ingeniosa o impactante? Olvdese. No pretenda lo imposible. nicamente conseguira someterse a una fuerte presin, lo que sera contraproducente. Rebaje sus pretensiones. Tmese el tiempo necesario. El agresor necesita saber si su ataque ha tenido xito y esperar la reaccin. Por lo tanto, tiene tiempo. Mantngalo en ascuas y recapacite con tranquilidad. Tras reflexionar un rato, comunquele que contestar a su comentario al da siguiente. O a la semana siguiente, el mircoles, hacia las doce del medioda. Elija la opcin ms fcil. Normalmente, los ataques suelen ser simples, vulgares y descorteses, sin ningn resquicio de inteligencia o agudeza. Para qu molestarse en encontrar una respuesta ingeniosa? Para qu malgastar nuestro potencial de inteligencia y nuestros sentimientos? Elija la opcin ms sencilla. En los prximos captulos encontrar muchas respuestas que le permitirn ahorrar energa. Elija lo ms cmodo. La primera reaccin despus de ser blanco de una burla es inspirar, que es justo lo que hay que hacer. Es necesario tener oxgeno, espacio y no estar bajo presin. Lo dems se produce por s solo. Procure pensar con calma. A nadie le importa cunto tiempo necesita emplear para tomar una decisin. Es prioritario que vuelva a centrarse y as podr actuar serena y concentradamente. Slo recuperar el equilibrio interior cuando consiga reducir el estrs.

estrs alienanteAlgunos de los alumnos teman, en un principio, que las medidas de primeros auxilios fueran demasiado prolijas:"Antes de que termine de respirar, de hacerme sitio.de tomarme mi tiempo, habr desaparecido cualquier rastro del agresor". Estn equivocados. La mayora de los agresores quiere ver los frutos de su ataque y espera con impaciencia la reaccin de la vctima. Confiemos en la curiosidad innata del agresor. Adems, toda esta ceremonia no est pensada para el agresor, sino para nosotros mismos, para que podamos volver a pensar con claridad. Las medidas de primeros auxilios son parsimoniosas nicamente en apariencia, porque no estamos habituados a e-llas. Cualquier nuevo hbito que se adquiere, sea escribir a mquina o conducir un auto, se realiza con torpeza y lentitud mientras no se convierte en costumbre. Entonces funciona solo.

Si somos demasiado exigentes con nosotros mismos nos sometemos a una presin innecesaria: "Tengo que contestar rpidamente!"."Debo decir algo!" "Por qu no se me ocurre nada?" La presin, por su parte, genera estrs.Y el estrs causa un estado de alerta en el cerebro, lo que desencadena un impulso de lucha o de huida. Nuestra fuerza se concentra en la musculatura, a fin de que estemos preparados para correr para salvar nuestra vida o combatir contra un tigre. Al mismo tiempo, las funciones cerebrales se reducen al mnimo y, por lo tanto, tambin la capacidad de reflexin que nos ayuda a buscar soluciones y a pensar de manera creativa, que es justamente lo que nos hace falta para encontrar respuestas rpidas e ingeniosas. El estrs aliena. Por eso nos quedamos en blanco en las situaciones ms difciles. Efectivamente, la obligacin que nos imponemos de contestar lo ms rpidamente posible nos bloquea. Sin embargo, hay personas cuya capacidad de respuesta inmediata se incrementa cuando estn furiosas. Pero sus contestaciones no suelen ser muy inteligentes. Ms de una de estas "ametralladoras" se ha arrepentido, con posterioridad, de su espontaneidad. Una rplica mal dada puede convertirse en un gol en contra. Desarrollar una autodefensa eficaz significa actuar de acuerdo con los propios intereses. Lo primordial es procurarse bienestar y proceder segn nuestras prioridades. Impresionar al agresor con nuestra respuesta es secundario. Lo ms importante en una situacin difcil es mantener la cabeza clara y no dejarse arrastrar por el torbellino de los sentimientos. Antes de defendernos deberamos tener clara nuestra reaccin. Para eso necesitamos la cabeza despejada. Suelo recomendar a mis alumnos que, al principio, no intenten responder a las burlas y se concentren en practicar las medidas de primeros auxilios. Cualquier burla, cualquier comentario insolente, sirve para entrenarnos. Con las medidas de primeros auxilios, el escudo protector y la seguridad en nosotros estamos bien preparados para cualquier ataque. Pero todava quedan pendientes las respuestas concretas a un ataque verbal. Los prximos tres captulos vuelven a girar en torno a la autoridad y a nuestro poder de decisin. Nos ayudarn a decidir cundo queremos luchar y cundo no. Tambin se hablar de nuestra capacidad para ignorar las provocaciones o provocar al agresor.

GANAR SIN LUCHARQuien opte por una postura pacfica disfrutar de una libertad de accin sin lmites, con innumerables posibilidades para vivir y actuar segn las circunstancias y segn sus conocimientos y su saber.

ANDR PROTIN

Ignorar al agresorCasi todos los comentarios insolentes tienen como nico objetivo la provocacin. Pretenden aguijonear al contrario, descalificarlo y que le d vueltas al comentario. La persona que est decidida a provocarlo, encontrar con toda seguridad sus puntos dbiles para herir all donde duele. La libertad principal, que ayuda a asimilar las rarezas de los dems, es la capacidad de saber obviar las provocaciones e ignorar los comentarios insolentes. Slo usted decide cundo quiere luchar. Slo usted decide qu admite y qu no. Es muy importante tomar una decisin a conciencia para evitar el peligro de ser provocado por cualquier comentario o de involucrarse en una pelea. La primera consideracin ante una burla debera ser: "Debo admitirla?". Si en el momento est ocupado en tareas ms importantes, ignore al agresor. En esta parte del libro propongo tres estrategias para esquivar al agresor. La primera consiste en aplicar dos mtodos distintos de reaccionar sin hablar; la segunda, en una desviacin del tema y la tercera, en atajar el ataque con un comentario breve y cortante. Estos mtodos permiten reaccionar ante la burla sin llegar a mayores, sin necesidad de involucrarse en una pelea. Las ventajas de esta estrategia de autodefensa pacfica son evidentes: en primer lugar, no trastoca sus planes. Al fin y al cabo, su actividad no consiste en esperar a que alguien lo ataque, tiene cosas mejores que hacer. Adems, cualquier discusin distrae nuestra atencin y, por lo tanto, si optamos por no pelearnos podremos seguir desarrollando nuestras actividades. En segundo lugar, ignorar al agresor contribuye a mantener nuestro estado emocional en armona, evita la exasperacin de los sentimientos. En resumen, prevenimos una escalada de violencia. Adems, hacer lo posible para no discutir puede ser importante si debemos mantener una relacin cordial con el contrario.

Ignore al agresor.

Cree que vale la pena? Ignorar al agresor es reaccionar con un programa de ahorro de energa. Liquidar el malestar con un esfuerzo mnimo y obligar al agresor a llamar la atencin en otra parte. Desde que estoy escribiendo el libro ha venido mucha gente a mi consulta para contarme sus experiencias con respecto a burlas, comentarios insolentes y crticas injustificadas. Tras relatarme su historia, todos me preguntan: qu es lo que podra haber contestado en esta situacin? Y yo siempre respondo: es necesario contestar?, se saca algn provecho?

Un guio para sarcsticosEl agresor no emplea las provocaciones como un pasatiempo inofensivo. En la vida laboral se recurre a las provocaciones como una estrategia para manipular a la vctima. El caso de Cristina nos puede servir de ejemplo. Ella me coment sobre un compaero de trabajo que la provocaba con sus comentarios insolentes. Segn su opinin, l era un sarcstico. Ambos haban sido contratados al mismo tiempo y entre los dos exista una competencia oculta. Cuando a Cristina le tocaba exponer sus ideas en una conferencia, su compaero se burlaba de ella justo antes de la reunin. "Tu aspecto es espantoso esta maana, dormiste en un pajar?" "Por lo visto hay gente aqu que cobra por sus piernas bonitas." Ante las provocaciones, Cristina perda los estribos, aceleraba a cien justo antes de su intervencin. No era precisamente un estado de nimo adecuado ante la perspectiva de tener que ganarse a un pblico con su poder de conviccin. Ella intentaba no callarse ante las provocaciones, pero lo nico que consegua era caldear an ms el ambiente. l se burlaba, ella le responda y se senta herida, se

Ahorrar energaIgnorar al agresor no es una postura muy cordial. Para algunas personas ser ignoradas es una ofensa con maysculas, sobre todo si la intencin del ataque era lucirse. En estos casos, ignorar al agresor significa aguarle la fiesta y ahorrarse el disgusto de una pelea, en la que, tanto si gana como si pierde, siempre acabar invirtiendo mucha energa.

exaltaba y su compaero volva a ganar. Cristina no desista del intento de encontrar la sper respuesta para acallar de una vez por todas a su compaero, sin saber que con ello se tenda su propia trampa. Siempre que intentaba pagarle con la misma moneda, se trastornaba. En vez de reunir fuerzas y concentrarse en su inminente intervencin, perda la calma y se involucraba en una discusin circunstancial. Cuando nos conocimos, Cristina nicamente quera que le sugiriera una rplica genial para vengarse de su compaero burln. "Qu le respondo cuando me dice que tengo un aspecto espantoso y que parece que dorm en un pajar?", me pregunt. Una respuesta genial no iba a resolver nada, la solucin estaba en no permitir la provocacin, en dejar que l hiciera sus burlas sin resistencias. Nada de rplicas ingeniosas ni derroche de energas. El ataque se queda sin respuesta. La idea de ignorar al agresor la sorprendi. Me contest que le resultara difcil ignorar totalmente al agresor. Estaba de acuerdo con renunciar a contestar a sus provocaciones, pero quera reaccionar de alguna forma a sus comentarios insolentes. Repasamos con Cristina los cdigos del lenguaje corporal, que encontrar al final del libro. Lo que ms le gust fue guiar el ojo y no tard en ponerlo en prctica. Al prximo comentario insolente de su compaero reaccion guindole el ojo con complicidad y sin pronunciar palabra. Luego relat su experiencia: "Me provoc preguntndome si me haba cado dentro del frasco de maquillaje. En vez de contestarle, le gui el ojo, lo que lo tom desprevenido. Se irrit y me pregunt si me haba entrado algo en el ojo. Volv a guiarle el ojo sin decir palabra. Me empez a gustar el juego. Me interpel sobre si haba hecho un voto de silencio. Se me escap la risa y le gui los dos ojos, lo que lo dej totalmente estupefacto. Mova la cabeza mientras murmuraba algo ininteligible. Ya poda decir lo que quisiera, no me afectaba, simplemente lo dej descolocado". Cristina estaba radiante mientras me contaba su experiencia. Haba dejado de ser una vctima. Haba escapado de la trampa de las provocaciones. Su relacin con su compaero, sin embargo, no haba cambiado. Ambos seguan compitiendo. Lo nico que haba hecho Cristina era defenderse de los ataques. Esta tcnica de autodefensa "desarma" al agresor. Las situaciones y los comportamientos posteriores son harina de otro costal. Cristina podra seguir comportndose como si no pasara nada. O, en un momento dado, podr aprovechar la situacin y hablar abiertamente con su compaero sobre la lucha oculta que mantienen ambos. Decida lo que decida, ella actuar desde una posicin de fuerza.

indirectas. Si estas surten efecto, atacar de forma ms dura. El resultado es difano: la vctima se envuelve en una discusin y se distrae. Dejarse entretener con indirectas y ataques personales significa desviarse del asunto que nos ocupa. Perdemos de vista nuestras propias metas, con lo que le regalamos una victoria al agresor. Pero an podra ser peor. A un ataque injusto y repentino se suele reaccionar con indignacin, por lo que nuestro tono de voz se vuelve ms agresivo y elevado. En el momento en que la vctima se encuentra emocionalmente desequilibrada, el agresor habr vuelto a triunfar. Mover la cabeza como si no entendiera la reaccin impetuosa de su contrario y exhibir su propia compostura serena y sosegada."Intenta ser un poco ms equitativo". O: "Por qu te pones tan nervioso?" Este tipo de frases acaba definitivamente con la moral de la vctima. Al final, el agresor controla la situacin y la vctima, total mente fuera de juego, se olvida de sus objetivos iniciales. El agresor, en cambio, parece tranquilo y sereno. No es difcil defenderse ante estas situaciones. Imagine esta escena: el contrario toma carrera y enfila hacia usted para luchar o para voltearlo. La cuestin es que corre directamente hacia usted. Cmo puede dominar la situacin sin grandes trastornos? Simplemente, apartndose. Trate de que pase de largo. El mismo mtodo es vlido en el caso de un ataque verbal. Es cuestin de hacerse el sordo.de no reaccionara la provocacin, de seguir desarrollando su actividad con normalidad. De esta forma se ignora el ataque.

Esquivar al agresor: ignorar el ataque El objetivo: ignorar el ataque. Trucos para su aplicacin: esquivar el ataque. No le d ms vueltas ni se lance a un contraataque. Tiene cosas mejores que hacer. Si le resulta difcil no reaccionar al ataque, puede contestar con algunos gestos. Lo importante es involucrarse lo mnimo posible.

Esquivar al agresor: gestos mudos El objetivo: permanecer mudo y responder al ataque con el lenguaje corporal. Despus del comentario insolente mire al agresor con los ojos muy abiertos, como si tuviera adelante de usted a un extraterrestre. No pronuncie ni una sola palabra. Salude amablemente con la cabeza como si se cruzara con un viejo conocido. Tmese un respiro y observe al contrario con curiosidad, como si se tratara de un ser raro y extico. Sonra sabiamente como si hubiera tenido una iluminacin. Tome un papel y una lapicera y anote el comentario insolente. Haga sus ejercicios de respiracin. Inspire profundamente y espire muy lenta y notoriamente.

La provocacin como factor de manipulacinLa provocacin es un truco de manipulacin utilizado a menudo en discusiones y negociaciones. Consiste en lo siguiente: el agresor querra descolocar a su contrario sin tener argumentos de peso, por lo que recurre a mtodos poco rigurosos. Primero, el agresor suele tantear el terreno con pequeas

Trucos para su aplicacin: no justifique su comportamiento, ni siquiera si el contrario muestra signos de extraeza. Concntrese en la labor que estaba realizando con anterioridad. No se deje distraer ni gaste ms energa.

Desviar el ataqueUna gran parte de los comentarios insolentes puede ser anulada sin que haya que ir a fondo y sin gastos intiles de energa. Simplemente se pasa por alto el comentario y se ignora al agresor. Sin peleas, ni derroche de energa. No obstante, hay situaciones en las que resulta ms fcil contestar. Sobre todo si quedarse callado queda fuera de lugar. Como lo demuestra el ejemplo de Rita, que se equivoc en la factura de un cliente. Su jefe se dio cuenta del error, corrigi la factura y se la devolvi. Una compaera dej la factura en su escritorio junto con una nota que deca: "Qu error! La prxima vez usa la cabeza cuando trabajes". Una superflua patada en el hgado. A Rita le costaba no responder. No quera quedarse callada, pero tampoco quera dejarse provocar. Para estas situaciones existen palabras que ayudan a herir al agresor.

De charlatanes y meteduras de pataHay otro motivo por el que vale la pena no reaccionar a un comentario insolente, porque resulta que, a veces, no se trata de un comentario de dichas caractersticas. Puede ocurrir que nos indigne una observacin imprudente, que ha sido expresada de forma precipitada y que nos ha herido. Puede que haya sido dicha sin mala intencin, pero que nosotros la hayamos interpretado mal. Un porcentaje considerable de comentarios insolentes y ofensivos slo son observaciones imprudentes. El siguiente prrafo podra servir de ejemplo:"Hola, qu tal? Hace tiempo que no nos vemos. Tenes un nuevo corte de pelo, verdad? Est muy bien. A m, sin embargo, me dara mucha vergenza ir por la calle con ese corte de pelo. Pero, claro, vos sos mucho ms audaz. Eso es cosa de cada cual. Y qu haces este fin de semana?". Esto se puede considerar un comentario insolente? Depende de cmo se interprete. Podra tratarse, efectivamente, de una ofensa o podra ser simplemente un pensamiento expresado en voz alta. Si quiere averiguarlo, slo puede hacer una cosa: preguntar. nicamente puede saberlo con certeza si le pregunta directamente a su interlocutor sobre el sentido de sus palabras. Aparte de las personas que dicen cualquier cosa sin pensar demasiado, estn las que tienen poco tacto. Estas personas poco sensibles suelen meter la pata sin que haya mala intencin en sus palabras. Simplemente son muy espontneas al expresar sus opiniones:"Ests a rgimen? Pero si no te hace falta con tu figura! Est todo muy bien repartido! Bueno, los muslos... ejem... pero a m me gustan las piernas fuertes y robustas, con las que sabes lo que tenes". Esta sinceridad pasmosa puede resultar humillante. La intencin puede haber sido totalmente nocente, pero si hace tiempo que sus muslos la acomplejan, esta frase la deja muerta. Las personas insensibles no se dan cuenta de los puntos dbiles de los dems, por lo que no vale la pena elucubrar sobre todas y cada una de sus palabras. En caso de duda, lo mejor es pasar por alto el comentario y no dar vueltas sobre su significado profundo. Reflexionar sobre l slo empeorar las cosas. Olvdese. Espero que este captulo lo haya convencido de que quedarse mudo ante un ataque no significa forzosamente una derrota, sino que puede ser una muestra de superioridad. Usted es el nico en decidir a quin le presta atencin y a quin no. Sin embargo, si a pesar de todo prefiere hacerse or, a partir del prximo captulo encontrar todo tipo de sugerencias. Las siguientes estrategias de autodefensa utilizan las palabras.

Cambiar de temaDesve el ataque, cambie de tema. Hable sobre algo que no tenga nada que ver con la agresin. Cuanto ms insustancial y banal sea el tema, mejor. Esta desviacin acta como repelente, como el neopreno ante el agua. De esta forma demuestra que el ataque no lo afecta. Renuncia a defenderse, a justificarse, a contraatacar. A cambio, domina la conversacin. En el plano figurativo es como si desviara un tren que iba en direccin contraria. Simplemente cambia las agujas de la va. Distrae la atencin del agresor y tambin la suya. Nada ms. Cualquier tema es vlido para efectuar el desvo. Puede hablar sobre el queso francs, un analgsico o las subas y bajas de la bolsa. La mayora de la gente que ha descubierto esta tcnica de autodefensa suele recurrir a temas corrientes, que deseaba comentar de por s o sobre los que estaba pensando ltimamente. En el caso de Rita, la desviacin podra suceder de la siguiente manera: El ataque de la compaera:"Qu error! La prxima vez, usa la cabeza cuando trabajes". El desvo:"Hoy va a llover. Trajiste paraguas? Escuch el pronstico y anunciaban buen tiempo. Me gustara saber en qu se basan cuando hacen las predicciones. Yo creo...". El comentario de la compaera qued fuera de contexto. No tuvo respuesta, no provoc indignacin ni dio lugar a justificaciones.

Nadie puede imponer un tema de conversacinSi el agresor tiene el derecho de abordar un tema, usted tambin. Existe algn decreto que lo obligue a seguir la conversacin ajena? Nadie puede imponerle un tema de conversacin. Usted decide sobre lo que quiere hablar. Resstase a castigar de pasada al agresor. Hgalo totalmente. Si el comentario del interlocutor se queda sin respuesta, no tendr eco, no tendr

repercusiones. Es suficiente. No gaste ms energa. Hay cosas ms importantes que los pensamientos retorcidos de los dems. Y si el agresor insiste en su burla? La obstinacin slo puede ser combatida con ms obstinacin. Contine desvindose del tema, sin elegancia ni astucia. Hgalo sin rodeos. Por ejemplo: El ataque:"Pero qu aspecto tenes? No te da vergenza ir por la calle con ese peinado?". El desvo:"Ahora que mencionas la calle, acabo de enterarme de que sube la nafta. No s a qu nos llevar todo esto. Un litro de nafta pronto va a costar lo mismo que una entrada al cine. Quin va a andar en auto? Creo que...". (Si no conoce las tarifas actuales de la nafta, no importa, hable sobre su desconocimiento sobre el tema.) El ataque:" (B coche delante de la puerta es tuyo? De aprendiz tena uno parecido. Es el auto ideal para gente que no le da importancia a la seguridad ni al confort. Yo, desde luego, no me subira ni para probarlo". El desvo:"Yo pienso en cosas muy distintas. Por qu repiten tanto los programas en televisin? Siempre que decido mirar televisin tranquilo, pasan alguna pelcula que ya vi por lo menos dos veces". Puede comenzar un nuevo tema de conversacin sin que tenga ninguna clase de conexin con el anterior, pero tambin puede buscar algn tipo de puente o enlace. Podra utilizar las siguientes frmulas: En este mismo momento se me acaba de ocurrir algo totalmente distinto, se trata de... En este momento me pasa por la cabeza algo que no tiene nada que ver con este tema... Desde hace un tiempo le doy vueltas a...

un duro castigo. Para algunas personas es peor que una pelea.

La desviacin El objetivo: no responder al ataque, sino hablar de un tema completamente distinto. El ataque:"Qu pasa que ltimamente slo tenes pjaros en la cabeza, cuando normalmente sos razonablemente inteligente?". La desviacin:"Ahora que hablamos de eso, te gusta el queso fresco magro? A m no me dice nada, yo prefiero el cremoso...". Otras desviaciones posibles: "Me parece que en televisin repiten demasiado los programas". "Un verano caluroso y soleado se agradece, pero tampoco me gusta que haga demasiado calor." "Yo creo que en los tiempos que corren la mejor inversin es la inmobiliaria." "A m los esprragos no me parecen tan ricos." "Lo peor del invierno es el fro hmedo que cala hasta los huesos." Consejos para su aplicacin: cambie de tema sin vacilaciones. Resista la tentacin de devolverle la jugada al agresor con un nuevo tema de conversacin. (Por ejemplo: "Alguna vez te hiciste un test de inteligencia?".) Cuanto ms banal y trivial sea el tema elegido, ms efecto tendr.

A vulgaridades se contesto con vulgaridadesA las personas corteses les resulta muy arduo desviar el tema de conversacin, porque estn acostumbradas a corresponder a su interlocutor. Incluso cuando este dice tonteras. Atender a los dems es una gran cualidad, que est relacionada con saber escuchar y con la disposicin a intentar comprender al otro. Este tipo de personas suele elevar el nivel de la conversacin. Desgraciadamente, algunas personas corteses no saben discernir y no pueden dejar nunca de seguir la conversacin de los dems. Incluso siguen atendiendo a su interlocutor cuando la conversacin se vuelve en contra de ellas. Si pertenece a este tipo, es hora de que haga valer su superioridad. Tiene tanto derecho a expresar sus opiniones como el otro. No existe ninguna ley que establezca la obligacin de atender al interlocutor. Y tampoco existe reglamento alguno que le impida hablar sobre temas tan banales como lo hacen los dems. Guarde su ingenio, su inteligencia sublime, sus razonamientos profundos para las ocasiones en las que vale la pena dar lo mejor de s.

Cambiar de tema sin justificacinEl interlocutor suele darse cuenta de que ha desviado la conversacin y constata que no ha recibido respuesta a su ataque. Dentro de lo posible cabe que el agresor insista en su ataque para obtener la atencin debida. Dicha situacin podra desarrollarse de la siguiente manera: "En, te desviaste del tema. Contesta a lo que te dije!". "Te ests yendo por la tangente, estamos hablando de otra cosa." Es cierto, ha cambiado de tema, pero no se justifique. Tiene todo el derecho de hacerlo. Si quiere, puede ratificarlo diciendo:"S, cambi de tema"."S, me desvi del tema." "No quiero contestar a tu comentario." Y tambin puede poner sus cartas sobre la mesa:"S, cambi de tema. He recurrido a una estrategia de desviacin que le en un libro. Era muy escptico con respecto a sus resultados, pero me di cuenta de que resulta muy fcil...". El interlocutor condenar el cambio de conversacin siempre y cuando no reaccione de la forma en que l o ella lo hubiera deseado. Ser ignorado es

Una buena cantidad de indiferenciaDesviar el tema de conversacin es tambin un desafo para las personas beligerantes."Me resulta imposible pasar por alto un comentario insolente", recalc una seora en una ocasin. "Tengo que presentar un frente para que el

contrario no piense que se ha salido con la suya. No se la puedo dejar pasar." Yo valoro una actitud luchadora, pero hay que elegir. Si nos furamos a enfrentar a todos y cada uno de los comentarios impertinentes, estaramos peleando constantemente con todo el mundo. Bastara una indirecta, una suposicin, una observacin inconveniente para exaltarnos. Nuestra atencin estara permanentemente atrapada y malgastaramos nuestra energa. Para aplacar este carcter impetuoso, slo hay un remedio: procurarse una gran cantidad de indiferencia. Ignore todo aquello que lo ponga nervioso, parecido al dicho:"Agua que no has de beber, djala correr". Deje que corra el agua, contine su camino. La desviacin del tema no busca la perspicacia, sino la dulce nada. El efecto de la desviacin reside en su inocuidad. No se esfuerce. El agresor est al acecho y nota el ms mnimo esfuerzo que haga. Se llevar un disgusto si no se inmuta. Si le gusta proceder sin esforzarse demasiado, en el prximo captulo encontrar un nivel superior de la estrategia expuesta. Qu tal defenderse con dos slabas nada ms?

teles con las instrucciones de dejar los envases en la seccin de verdulera". El comentario del cliente: "Ya veo", es suficiente. Una madre comenta a su hija adulta:"Parece que compraste ese vestido en un remate". La respuesta de la hija es: "Qu cosas decs!". El ataque: "Te ests poniendo en ridculo". La rplica: "Mira vos...". Nada ms. Con unas pocas slabas se desmonta un comentario insolente sin darle importancia. Un simple "No me digas!", demuestra la nimiedad del ataque. No vale la pena perder muchas palabras al respecto. Sin embargo, no hay que subestimar la eficacia de un simple "No me digas!". Si el agresor va a fondo para acabar con usted mediante un ataque verbal, un sencillo "No me digas!" puede sonar muy insolente. Es como si le pidiera al contrario que se vaya al diablo. Las respuestas de pocas slabas son especialmente tiles en las siguientes situaciones: El agresor alardea para enterrarlo bajo una avalancha de palabras, pero lo nico que usted pretende es no malgastar energas. El ataque proviene del seor o la seora Importante y usted no quiere discutir. Tiene cosas mejores que hacer que ocuparse de los extraos puntos de vista de los dems. Se queda mudo y le basta con emitir algn sonido. Quiere parar el ataque de entrada y dejar para ms tarde el esclarecimiento de las cosas. Alguien le est diciendo una serie de banalidades y pretende que opine sobre ellas, pero no se le ocurre nada. Con un par de slabas es suficiente. El comentario monosilbico El objetivo: responder al ataque con pocas slabas. El ofcJc/ue: "Por lo visto algunas cobran aqu por sus piernas bonitas". El comentario monosilbico:"'Qu cosa!". Oros comentarios monosilbicos:"'mira vos!","ya veo","qu pena!","no me digas!","aah". Consejos para su aplicacin: el comentario monosilbico es una respuesta mnima para ahorrar energa. Resulta especialmente adecuado para quienes se quedan mudos y sin recursos ante una burla. Haga un punto y aparte detrs de su rplica monosilbica aunque est tentado de aadir algo ms.

No hay que morderse la lenguaLe gustara contestar con ingenio a un comentario insolente? Le gustara desconcertar al agresor con una respuesta brillante? Estoy segura de que una gran parte de la idea que tenemos sobre las rplicas brillantes e ingeniosas proviene de las series de televisin y de las pelculas de cine, donde un tipo duro persigue a los delincuentes, recibe un disparo y, a pesar de la importante prdida de sangre, es capaz de pronunciar una frase inteligente. Muy impresionante, pero ocurre que en la secuencia han estado trabajando dos guionistas durante varias noches. En la vida real tenemos la desventaja de no poder contar con nadie que invente para nosotros un par de respuestas rotundas. Y si nos quedamos en blanco, no hay ningn director que grite "corten!" y que repita la escena. Siempre estamos actuando en vivo y en directo. Para las personas que suelen quedarse mudas ante un ataque verbal sera un gran alivio dar la respuesta que sea. Por eso quiero presentar una rplica sencilla, que le servir para defenderse en cualquier situacin. Incluso si es de aquellos que nunca encuentran las palabras adecuadas.

Ser perspicazPara ser perspicaz no hacen falta ms que unas slabas. Seguimos con nuestra tctica de estoquear al agresor. La rplica consiste en un sencillo:"No me diga!" o "Mira vos...". Es suficiente para anular un ataque sin grandes esfuerzos. Por ejemplo: un cliente pregunta al empleado de un supermercado dnde puede dejar los envases y el empleado le contesta:"Me gustara saber para qu le sirven los ojos. En todas partes tenemos car-

Dos slabas para los sabelotodoPuede emplear la respuesta monosilbica una vez que ha decidido no dejarse provocar por los puntos de vista de los dems. De vez en cuando doy seminarios a personas empleadas en la atencin al cliente o que atienden a los propios clientes. Muchos asistentes adoptaron el comentario monosilbico como una de sus estrategias favoritas para tratar con clientes difciles. Wilfred, un tcnico en

instalaciones de calefaccin y aire acondicionado, coment en una ocasin:"Los peores clientes son aquellos que creen que saben ms que el tcnico. Algunos tienen un conocimiento parcial y me indican durante horas sobre lo que tengo que hacer y qu junta debo utilizar. No lo soporto. Sola decirle al cliente que su punto de vista estaba equivocado y le aclaraba el asunto. El cliente se ofenda y comenzbamos a discutir sobre quin tena razn. Al final, el cliente se quejaba ante mi jefe por la falta de cordialidad y, como consecuencia, reciba una amonestacin. Me entusiasm la respuesta monosilbica, porque no soy un gran orador. Ahora, cada vez que un cliente me explica tonteras, lo escucho y simplemente le contesto con un 'vaya, vaya!'. Despus hablo de los asuntos importantes de mi trabajo. Le explico lo que tcnicamente es esencial y lo que no. Ya no me dejo provocar por sus puntos de vista".

confundiendo, interrogando o, incluso, alabando al agresor.

LAS RESPUESTAS IMPROVISADASEn la situacin extrema de un ataque, nuestro amor propio y la confianza en nosotros mismos son decisivos para defendernos. Esto tambin puede significar que hurguemos en la nariz delante de un agresor.KHALEGHL QUINN

No hay que intentar cambiar al agresorTodas las estrategias para ignorar al agresor sirven, sobre todo, para hacer la vida ms sencilla. No pretenden transformar al agresor en una buena persona. Nadie puede cambiar en contra de su voluntad. Nuestra voluntad termina all donde empieza la del otro. Todos determinamos nuestro propio comportamiento. Por supuesto que somos capaces de cambiar, pero slo si as lo decidimos. La mayora de la gente suele volverse intransigente cuando est sometida a presin. Es decir, si se intenta por todos los medios transformar al agresor, seguramente pasar lo siguiente: el aludido se dar cuenta de sus intenciones y se volver ms cabezadura que nunca. Puede que sus procedimientos sean incluso ms radicales. La transformacin slo se realizar en usted. Empezar a tener una fijacin en el otro. Analizar todo lo que diga o haga y lo mirar con lupa. Cualquier gesto, cualquier suspiro y cualquier palabra sern evaluados. Su comportamiento depender de la actitud del agresor. Poco a poco llevar orejeras y perder su libertad de accin. Solamente dar vueltas al ltimo comentario insolente y pensar en todo lo que podra haberle dicho y en lo que le dir la prxima vez. Espera tener una prxima oportunidad. En resumen, sus pensamientos giran en torno al agresor como un planeta gira alrededor del Sol. Si intenta cambiarlo, estar cada vez ms ligado a l. Este tipo de relaciones tan estrechas solamente vale la pena s el otro le importa. Pero entonces es mejor aclarar las cosas sin rodeos, decirle lo que le molesta y cmo le gustara ser tratado. Encontrar una ampliacin de este tema en el captulo "Hablar claro". En todos los dems casos, no se complique la vida, djelo ser. Librese de su rbita. Deje que el agresor se comporte como quiera, lo que no significa que deba admitir sus ataques, ofensas y otras desconsideraciones. Muy por el contrario. En el prximo apartado le propondr diversas rplicas. Aprender a defenderse

Volverse imprevisibleEl xito de un ataque depende de cmo lo tome la vctima. Todo agresor tiene una idea determinada, o al menos inconsciente, de lo que quiere conseguir. Da lo mismo que la vctima amedrentada se bata en retirada o se exalte, lo nico que importa es que el golpe tenga su efecto. El agresor quiere comprobar que el comentario insolente ha llegado a su destino. En las situaciones cotidianas, las expectativas del agresor suelen cumplirse porque todos reaccionamos de una forma previsible. Nos exaltamos, nos volvemos insolentes o nos quedamos mudos y nos retiramos. Signos todos ellos ms que explcitos de que el ataque ha tenido su efecto. Bailamos al son del agresor. Complquele un poco la vida al agresor! Vulvase algo ms imprevisible. Qu tal desconcertarlo? Qu le parece contestar a una provocacin o a una burla de forma sorprendente e inslita? Fastidiar sus expectativas de xito, porque ya no baila al son de su msica.

Confundir al contrarioDemustrele a su adversario que es intil intentar atacarlo. Para ello puede recurrir a un sencillo principio de la comunicacin, que se basa en que todo lo dicho tiene algn sentido. Nuestro cerebro es un gran buscador de significados. Cada vez que alguien nos habla, busca automticamente el sentido de las palabras para que podamos entender el enunciado. Puede confiar ciento por ciento en este automatismo, que tambin es posible aplicar a las respuestas. Diga algo que no tenga sentido. Por ejemplo, responda a un ataque con un refrn que no tenga nada que ver con el ataque. El ataque:"Qu pasa que ltimamente tenes la cabeza llena de pjaros, cuando normalmente sos razonablemente inteligente?".

El refrn que no encoja: "Bueno, es como aquello que dice: 'Al que madruga Dios lo ayuda'". No tiene sentido, sobre todo si ya es media tarde. Un agresor comn se encuentra ante un enigma, porque espera que respondamos a sus ataques de manera coherente. Sin embargo, lo nico que halla es un refrn que no encaja. Por supuesto, indagar el sentido de lo dicho, pero ser en vano. Usted habr logrado mandar a su agresor mentalmente al desierto. La tctica se basa en un principio sencillo y confiable: en el momento en que se responde al ataque con un refrn que est fuera de contexto, el cerebro del agresor comienza a ponerse en marcha para buscar un sentido a la respuesta, lo que lo desconcertar. Se sentir confundido y se encontrar fuera de juego. Pero qu pasa si el agresor pregunta por el sentido de la respuesta? Anmelo a que lo averige. Puede decirle, por ejemplo: "Pensalo con tranquilidad" o "Yo tambin he necesitado tiempo para averiguarlo. No te desanimes". O conteste con otro refrn tan poco apropiado como el anterior:"En el fondo quiero decir con esto que: en casa de herrero, cuchillo de palo". Rebata el ataque sin causar grandes perturbaciones Todo lo que necesita es una ligera propensin para lo inslito. Como dijo alguien en una ocasin: "Si no lo sabes convencer, confndelo".

pajar?". El refrn inadecuado: "Siempre digo que una golondrina no hace verano". El ataque: "Sos muy presumido, pero la presuncin tambin es un arte". El refrn inadecuado:"Bueno, ya lo dice el refrn: siempre hay un roto para un descosido". Tambin es de los que buscan un sentido en estas respuestas? Ya lo decamos, el automatismo cerebral para buscar el sentido a las palabras es infalible. Son respuestas sin sentido. Hay agresores que se rompen la cabeza para encontrar la lgica al refrn, porque no conciben que se pueda tratar de un sin sentido prefabricado. Una asistente a los seminarios me explic que su agresor estuvo deliberando durante das sobre el sentido del refrn fuera de contexto y que, al final, le expuso su interpretacin de todo lo hablado. Tras largas explicaciones, ella simplemente le contest que haba malinterpretado el refrn y le aconsej seguir deliberando. Romperse la cabeza es un interesante suplicio.

El refrn inadecuado' El objetivo: responder con un refrn que est totalmente fuera de contexto. Un ejemplo: 1 El ataque: "Si penss un poco, vas a entender lo que quiero decir". 1 E/ refrn inadecuado: "Una golondrina no hace verano". Ms refranes: A Dios rogando y con el mazo dando. A buen hambre no hay pan duro. Juntarse el hambre con las ganas de comer. Agua que no has de beber, djala correr. Vsteme despacio que tengo prisa. La suerte de la fea, la bonita la desea. Ms vale pjaro en mano que cien volando. Zapatero, a tus zapatos. Vale ms malo conocido que bueno por conocer. Unos por otros, y la casa sin barrer. Todo es del color del cristal con que se mira. Consejos para su aplicacin: utilice el refrn inadecuado siempre y cuando no tenga ganas de darle ms vueltas al comentario insolente. Deje que el agresor se queme en su confusin. El refrn inadecuado no sustituye la discusin. Sin embargo, antes de cualquier discusin objetiva, se deben atajar los ataques verbales. El refrn inadecuado acta como un aguafiestas para el agresor, porque a travs de esta tctica le advierte que no llegar a ninguna parte. Aproveche la confusin del contrario para encauzar nuevamente la conversacin hacia una argumentacin objetiva.

Renunciar a la lgica y a la raznLa gran ventaja de esta estrategia radica en su sencillez. nicamente tiene que conocer algunos refranes y tener la capacidad de contestar con uno que est totalmente fuera de contexto. Un refrn inadecuado ser toda una provocacin para la gente que quiere mostrarse lista, lgica y racional. Quien est apegado a los ideales de la lgica y de la razn pretende encontrar siempre una respuesta inteligente. Ocurre con bastante frecuencia que estas personas inteligentes se encuentren fuera de juego. Casi todos los ataques son ms bien simples, por lo que restringira intilmente su libertad de accin si se exigiera a s mismo contestar con agudeza. Las respuestas inteligentes necesitan un tiempo de maduracin que, en cambio, no se precisa para lanzar un burdo ataque. Por eso el agresor es ms rpido y un comentario insolente puede arrollar literalmente a las personas reflexivas. Durante el tiempo en que prepare una respuesta inteligente, el agresor se habr burlado dos veces ms. Una buena noticia: cuando alguien lo ataca no hace falta contestar racional e inteligentemente. Puede reaccionar de forma grotesca y extraa. Para contrarrestar el ataque es suficiente recurrir a algn refrn. Aqu tiene algunos ejemplos: El ataque:"Lo nico que pretendes es hacerte el importante". El refrn inadecuado: "Ya lo deca mi abuela: tanto va el cntaro a la fuente que al final se rompe". El ataque:" Tenes un aspecto espantoso esta maana. Dormiste en un

A Dios rogando, que tengo prisaSi le gusta el refrn inadecuado puede desarrollar su propia tcnica. Ms de un asistente a los seminarios ha transformado los refranes inadecuados gracias a algn error creativo. Porque, como todas las dems rplicas, tambin hemos practicado con los refranes. En un juego de rol se encontraban dos personas frente a frente. Uno de los asistentes haca de agresor y el otro deba responder con un refrn inadecuado. Durante el juego, una de las personas atac a su compaera con las siguientes palabras:"Supongo que tambin sers una de esas tremendas feministas?". Ella consult su lista de refranes para elegir uno fuera de contexto. A causa de su nerviosismo mezcl algunos, y contest:"S, s, a Dios rogando, que tengo prisa". La confusin de su compaero fue mayscula, a pesar de estar preparado para una respuesta extraa. No se preocupe! Si no se le o-curre ningn refrn, haga una mezcla explosiva de lo que le pasa por la cabeza. Si tiene suerte, saldr alguna frase sin sentido. El prximo captulo ser ms sensato. Tratar sobre cmo defenderse de una crtica injustificada.

estpida!". "No aceras ni una." Se trata de expresiones espontneas, sin el menor sentido de tacto. Pero, qu ocurre si el receptor de In crtica es hipersensible? Si se toma muy a pecho cualquier expresin dicha improvisadamente? Puede ser el comienzo de un conflicto: una frase irreflexiva llega a un odo sensible y vulnerable.

Dar una oportunidad a los crticos poco objetivosDesafortunadamente no podemos distinguir de entrada si la crtica destructiva es un ataque con todas las de la ley o simplemente producto de palabras irreflexivas. Por este motivo propongo darle una oportunidad a nuestro interlocutor poco objetivo antes de tratarlo como a un agresor desalmado. Un ejemplo: Margarita present su proyecto de marketing en una reunin de la empresa. Una de sus compaeras hizo el siguiente comentario con respecto al proyecto:"Trabajaste mucho, pero el proyecto no deja de ser aburrido y anticuado". Eso fue todo. Margarita estaba indignada y comenz a dar largas explicaciones sobre el aspecto novedoso e interesante de su propuesta. Sin embargo, cuanto ms se justificaba, ms sensacin tena de que la presentacin se le escapaba de las manos. Hablaba y hablaba mientras su compaera estaba cmodamente reclinada en su silla. A Margarita la invada la sensacin de estar desnudndose ante sus compaeros. Se senta arrinconada, con necesidad de justificarse a pesar de la calidad de su proyecto. La defensa de Margarita ante la crtica poco objetiva consista en una avalancha de justificaciones, lo que para el agresor era seal de que el ataque haba producido el efecto esperado.

Cmo afrontar una crtica destructiva"Puedo soportar muy bien una crtica, siempre que sea objetiva." Esta suele ser la postura habitual ante las crticas. Sin embargo, a qu nos referimos cuando hablamos de crtica destructiva? Nos referimos a una crtica cargada de desprecio, hiriente: Esta propuesta es el colmo de la estupidez. Tu proceder parece el de un retrasado mental. Tu tesis ha consistido en su mayor parte en tpicos triviales y comunes. Estas palabras envenenadas difaman al receptor de la crtica. Para cualquier persona despreciada y difamada, una crtica siempre supondr un ataque. No importa que sea justificada, en el momento en que nos sintamos agredidos, opondremos resistencia. Nos cerraremos interiormente, bajaremos la persiana.

Desactivar la crtica destructivaLa crtica de su compaera hiri a Margarita porque contena las palabras "aburrido" y "anticuado", trminos humillantes que se le clavaron como una pa envenenada. Lo deseable sera poner coto a semejantes palabras, lo que es relativamente fcil. Simplemente se devuelven en forma de pregunta. De esta manera cuestionamos aquello que nos duele. En el caso de Margarita, eso significa no aceptar los trminos "aburrido" y "anticuado", sino responder enseguida: "Qu quers decir con aburrido?". O:"Qu entends por anticuado?".Ahora le toca a la agresora justificarse. Tiene que explicar el sentido de sus palabras. Con este tipo de rplica, Margarita obtiene dos ventajas: en primer lugar consigue un respiro que le permite concentrarse nuevamente, porque le toca el turno a la compaera. En segundo lugar, la respuesta acta como un antdoto que pone a la agresora en un aprieto. Ahora se demostrar si sus palabras estn fundamentadas en argumentos objetivos o simplemente son una provocacin. La agresora se desenmascarar si vuelve a contestar a las rplicas desintoxicantes con simples

Descubrir al agresorPuede haber diferentes motivos para que una persona haga una crtica destructiva. En la mayora de los casos, el que emite la crtica no est bien consigo mismo. Arrastra el enojo y la decepcin de un fracaso. Estos sentimientos negativos inciden en el tono de voz y en la eleccin de las palabras. Todo son reproches o exasperaciones. Se exagera y se generaliza. A esto se aade el deseo (ms o menos inconsciente) de dar una leccin al otro, de ponerlo en su sitio. Sin embargo, tambin puede haber otro motivo para una crtica poco objetiva: el agresor habla sin reflexionar y dice lo primero que le viene a la mente. De esta forma pueden escaparse frases como estas: "Qu idea ms

tpicos. Margarita puede insistir en todas y cada una de las palabras envenenadas hasta que, incluso, el ms dormido de los asistentes a la reunin se d cuenta de los comentarios poco constructivos de la agresora. En el seminario reprodujimos la presentacin de Margarita para poder practicar sobre el terreno la tcnica de autodefensa. Yo representaba el papel de agresora y Margarita repiti la situacin real: En mi papel de agresora:"Trabajaste mucho, pero tu proyecto es aburrido y anticuado". Margarita:"Por qu penss que es aburrido?". Agresora: "Bueno, todo est muy visto". Margarita:"Qu quers decir con que est muy visto?". Agresora:"Que es lo comn, que no tiene nada de nuevo. Un proyecto de marketing poco imaginativo". Margarita: "He intentado profundizar en tus objeciones por partida doble, pero siguen siendo argumentos poco concretos y subjetivos. No me sirven. Sin embargo, con mucho gusto puedo volver a sealar las partes interesantes de mi proyecto. En primer lugar, est la presentacin del producto...". Margarita resumi brevemente los puntos ms importantes de su proyecto, pasando por encima de las objeciones poco oportunas de la agresora. De esta forma demostr su superioridad y serenidad. Tras el juego de rol coment: "Las reiteradas preguntas me ayudaron a mantener el control y a no caer en un estado de nimo negativo. No me afect ni una sola palabra hiriente. Simplemente devolva la pelota".

de presentacin es de muy mal gusto". Respuesta desintoxicante:"Qu significa para usted la expresin 'mal gusto'?". Crtica destructiva: "Su tesis ha consistido en su mayor parte en tpicos triviales y comunes". Respuesta desintoxicante:"Cmo definira 'lugar comn'?".

El que pregunta, mandaLa respuesta desintoxicante lo saca de una posicin de inferioridad. Deja de ser el vencido para poner sus propias condiciones. Su requisito es el siguiente: explqueme estas palabras. Con eso mata dos pjaros de un tiro: Su interlocutor se ve obligado a razonar su comentario, con lo que le da la oportunidad de argumentar objetivamente. La respuesta le permite ganar tiempo. Mientras el agresor intenta dar una explicacin, usted puede discurrir sobre lo que est pasando y cmo comportarse. 1 No permita que lo subyuguen. Se puede encauzar una conversacin a travs de preguntas. El que pregunta, manda. La respuesta desintoxicante impone el tema, porque el agresor tiene que contestar a sus preguntas.

La respuesta desintoxicante El objetivo: tome la palabra que lo ofende o lastima. Inter pele al agresor sobre el significado de este trmino. Por ejemplo: El ataque:"Qu tontera ms grande hiciste!". La respuesta desintoxicante:"Qu quers decir con 'tontera ms grande'?". "A qu te refers con... (agregar palabra envenenada)?" "Qu significa... (agregar palabra envenenada)?" "Cmo definiras... (agregar palabra envenenada)?" "Interesante. Qu supone exactamente... (agregar palabra envenenada)?" Consejos para su aplicacin: utilice la respuesta desintoxicante cuando lo critiquen de manera poco objetiva. De esta forma mantiene las palabras ofensivas a distancia y le da a la parte contraria la oportunidad de una argumentacin objetiva. Sin embargo, hay dos situaciones en las que es mejor prescindir de la respuesta desintoxicante. Puede ocurrir que, durante una conferencia pblica o en una mesa redonda, los agresores quieran llamar la atencin con interrupciones envenenadas. Con esto pretenden ganar tiempo para su intervencin y llamar la atencin. Si tiene el turno de la palabra es mejor no dar respuestas desintoxicantes, porque le dara la oportunidad a su agresor de entrar en accin, con lo que podra consumir su tiempo de intervencin. En estas situaciones, ignore al agresor. Ataje el ataque con una sola frase, como por ejemplo:"Puede dar su opinin ms tarde". "Permtame que termine." No hay que prestar atencin a los

Fuera de servicioEnfrntese a los comentarios poco constructivos, como si no entendiera las palabras, como si le hablaran en un idioma extrao que no comprende. En el fondo es eso. Quin conoce el significado profundo de "anticuado"? Qu quiere decir "aburrido"? Cuestione estas palabras en el acto. No se defienda, simplemente no las entienda. Si nos defendemos demostramos que el veneno ha hecho su efecto y que lo queremos combatir. La autodefensa comienza mucho antes. Bloquee su capacidad de entendimiento. Cambie el chip a "fuera de servicio". Practique un poco lo de "hacerse el loco", de forma que parezca que no comprende ciertas palabras. Su dificultad de entendimiento pondr arena en el engranaje. Algunos ejemplos ms: Crtica destructiva:"Esta propuesta es el colmo de la estupidez". Respuesta desintoxicante:"Qu quiere decir con 'el colmo de la estupidez'?". Crtica destructiva:"Su proceder parece el de un retrasado mental". Respuesta desintoxicante: A qu se refiere con retrasado mental'?". Crtica destructiva: "Su rendimiento est bajo cero". Respuesta desintoxicante:"Qu entiende por bajo cero'?". Crtica destructiva: "Este tipo

provocadores. Las respuestas desintoxicantes tampoco funcionan con gente poco responsable de sus actos, como personas ebrias, en pleno ataque de ira o perturbadas por otros motivos. De ellas no se puede esperar una respuesta sensata a las rplicas. Por lo dems, la respuesta desintoxicante es una buena estrategia de autodefensa contra comentarios humillantes. Muchos de los asistentes a los seminarios no aceptan expresiones como "sos imbcil", "no las tenes todas con vos" o "qu te crees!". Se han acostumbrado a cambiar enseguida de chip y decir:"No entiendo. Qu quiere decir?". Incluso las personas que se quedan generalmente atnitas aprenden a manejar con soltura las respuestas desintoxicantes. No inventan una contestacin apropiada, sino que simplemente preguntan por el sentido de las palabras.

que el adversario le pone (con palabras) el puo debajo de la nariz. Qu hacer? En vez de presentar un frente con su propio puo, le estrecha amablemente la mano y lo felicita por su punto de vista. Ceder nos ahorra ms de una pelea verbal improductiva. El ejemplo de David es clarificador: con el nacimiento de su primer hijo, David decidi dedicarse en cuerpo y alma a su papel de padre.Trabajaba en la administracin pblica y pidi un puesto de medio da para poder dedicar ms tiempo a su beb. Era, adems, socio activo en un club de ftbol. Con la llegada al mundo de su hijo quiso reducir tambin las horas de entrenamiento. Los compaeros futbolistas no se mostraron entusiasmados con su decisin y comenzaron a tomarle el pelo: "David est practicando porque el prximo hijo no lo va a tener su mujer, sino l mismo".

El derecho a una crtica objetivaLa crtica es una observacin til e importante, que puede servirnos de ayuda, siempre y cuando sea aceptable y la podamos digerir. Una crtica constructiva y til siempre hace referencia al rendimiento o al resultado. No denigra ni humilla a la persona. Se refiere a un hecho concreto y no se remite a algo sucedido con anterioridad, siguiendo el lema: "Recuerdo que hace cuatro aos tambin desarrollaste un proyecto aburrido, que adems tena siete faltas de ortografa. Y, hace tres meses, llegaste tarde al trabajo". Este tipo de repaso general es difcilmente soportable para una persona puesta en la picota. El afectado adoptar forzosamente una postura de rechazo y no aceptar ni siquiera un comentario justo. Las crticas avasalladoras se originan cuando el crtico en cuestin ha acumulado durante demasiado tiempo sus resquemores. Por lo tanto, ms vale expresar las objeciones mientras la situacin est candente. Pero tambin aqu es importante respetar ciertas normas: no se debe hacer una crtica superficial ni, mucho menos, ante los ojos y odos de terceros. Una buena conversacin crtica debe transcurrir de manera relajada y entre cuatro ojos. Es posible que tenga deseos de mostrarse con ms dureza ante su agresor. En el prximo captulo leer muchas sugerencias al respecto, porque tratar de estrategias de autodefensa verdaderamente despiadadas. Aprender a reducir al adversario dndole la razn, admirndolo y elogindolo.

Un abrazo paraliza al adversario.

Paralizar al adversario con un abrazoEn caso de que realmente desee que su adversario quede tocado, ceda. Lo tomar por sorpresa, sobre todo si espera una reaccin combativa, de oposicin. El adversario cuenta con su resistencia, incluso la necesita, porque, en el momento en que usted cede, el ataque se diluye. Imagnese

"Dado que vas a estar en casa todas las noches, se supone que tambin le vas a dar el pecho al beb." Risas generalizadas. A David le afectaba mucho este asunto. Al principio intent dar explicaciones objetivas para convencer a sus amigos de la importancia del papel de padre y de su deseo de no perderse los primeros aos de vida de su hijo. Las burlas, sin embargo, continuaban. David comenz a enojarse, lo que sirvi para echar todava ms lea al fuego. Sus compaeros ya no paraban. Cuanta ms resistencia opona David, ms agresivos se volvan los ataques. Hasta que decidi cambiar su estrategia defensiva. Dej de luchar, cedi y transigi con todos y cada uno de los agresores. Siempre sola contestar: "Tenes toda la razn".Y a veces aada:"Con mucho gusto te doy la razn si te hace sentir mejor". Mantuvo su postura de manera consecuente. Poco a poco, los ataques amainaron. Sin la resistencia de David, el asunto ya no tena inters.

Hacer perder el equilibrio al agresorMuchas de las disciplinas orientales de combate deportivo se basan en la derrota del adversario mediante la transigencia. La fuerza del ataque no es repelida, sino que es tomada e, incluso, aumentada. De este modo, el agresor pierde el equilibrio y cae. Lo mismo ocurre en un combate verbal. El consentimiento acta como una pared de goma contra la que se dirige el agresor. Se mantiene suave, cede y se adapta. Los ataques se disuelven en el aire como un perfume en medio de un huracn.

Ceder y consentir El objetivo: el agresor lucha por tener razn. Transija, dele la razn. Infrmele que est dispuesto a ceder si con eso lo ayuda. ' El ataque:"]Ests totalmente loco!". 1 El consentimiento:"Si te hace sentir mejor, te doy toda la razn". "Ciertamente, tenes razn." "Te sirve de algo si te doy la razn?" "Con mucho gusto, estoy de acuerdo si eso te hace sentir mejor." "S, tenes toda la razn. Te sents mejor?" "Si te hace falta, estoy de acuerdo con vos." 1 Consejos para su aplicacin: puede poner en prctica esta estrategia cuando est harto de los ataques y de la prepotencia de los dems. Pero, cuidado, solamente dele la razn al contrario en los casos en los que usted no se perjudique.

mantenerse firme en la defensa de la cuestin central. Lo ms fcil es concluir el asunto con dos frases. La primera sirve para confirmar el punto de vista del agresor. Algunos ejemplos: "Entiendo su postura". "Desde su punto de vista, puede que tenga razn." "Tiene razn. En su lugar seguramente pensara lo mismo." i La segunda frase sirve para defender empecinadamente el asunto en cuestin. La conversacin podra desarrollarse de la siguiente manera: El ataque: "Los propietarios pequeo-burgueses jams estn contentos. Siempre encuentran algn motivo para quejarse". Aprobacin y firmeza:"Puede que usted lo vea de esta forma, pero se han equivocado en la colocacin del tragaluz". Otra posibilidad:"Tiene razn, yo, en su lugar, tambin estara molesto. Y la posicin del tragaluz no coincide con los planos". La primera frase confirma la opinin del contrario, sin que se le d la razn del todo. Simplemente se le hace saber que se puede entender su punto de vista. Una pequea y, sin embargo, Importante diferencia. La conjuncin "y" de la segunda frase sirve para expresar con perseverancia el tema en discusin. En resumidas cuentas, puede entender todas las posturas y, adems, quiere que se haga lo que usted desea. El contrario se dar rpidamente cuenta de que sus ataques son ineficaces porque, en primer lugar, tiene una gran capacidad de comprensin y, en segundo, no se aparta del asunto en cuestin.

Ceder e insistirQu actitud debemos adoptar, sin embargo, cuando el asunto por el que nos atacan es demasiado importante como para ceder sin ms? Pongamos por caso que se encuentra en medio del tira y afloja de una negociacin y lo comienzan a atacar. Es lo que le ocurri a un matrimonio que particip en mis prcticas de negociacin. Una acreditada empresa constructora se haba hecho cargo de la construccin de su casa. En el momento de la entrega de las llaves se discutieron las deficiencias de construccin, que, afortunadamente, no eran graves, aparte de un tragaluz mal colocado. A pesar de que la conversacin transcurra tranquilamente, uno de los delegados de la empresa constructora empez a volverse impertinente en el momento en que se toc el tema del tragaluz. Coment:"Los propietarios pequeo-burgueses jams estn contentos. Siempre encuentran algn motivo para quejarse". El matrimonio simplemente podra haberse defendido de este ataque transigiendo, con un comentario como:"Tiene razn! Somos pequeoburgueses y nos encanta encontrar excusas para quejarnos". Sin embargo, ambos quisieron dar una respuesta algo ms slida. En estos casos, resulta muy til aplicar una pequea variante: ceder en parte y

La aprobacin con perseverancia El objetivo: demuestre al agresor que entiende su postura y mantngase firme en sus propsitos. El ataque: "No lo piense tanto, tampoco debe ser tan difcil decir simplemente s". Aprobacin con perseverancia: "Entiendo perfectamente que quiera una respuesta rpida. Y yo necesito otro da de reflexin". "Comprendo su postura, y yo ahora quiero... (exponga su propsito)." "Supongo que en su lugar reaccionara igual. Y se trata de... (vuelva a insistir en el asunto)." "En su lugar dira lo mismo. Y seguimos teniendo el problema de... (vuelva al tema)." Consejos para su aplicacin: recurra a esta tcnica de consentimiento y perseverancia siempre y cuando tenga una conversacin o negociacin importante. Neutralice el ataque con una actitud comprensiva y despus insista en su propsito.

Hacer jaque mate al adversario

Ceder y mostrar comprensin son estrategias de autodefensa bastante duras, pero las hay todava ms radicales, por ejemplo: el cumplido. Resulta especialmente eficaz con las personas que intentan darse aires de superioridad y que suelen tratar a los dems con desdn. Son personas a las que se tiende a tachar de arrogantes, sin embargo, detrs de esta fachada suele esconderse un complejo de inferioridad. Los aires de arrogancia pretenden disimular el complejo de inferioridad. En la vida cotidiana, los arrogantes pueden sacarnos de quicio. Sus gestos de superioridad pueden resaltar nuestro propio punto dbil, que es precisamente el miedo a ser inferiores. Por lo tanto, y de manera automtica, comenzamos a adoptar una actitud defensiva para proteger nuestra integridad, por lo que es muy fcil que las personas arrogantes nos involucren en una pelea antes de que nos demos cuenta. Jams se nos ocurrira elogiarlos, alabarlos o reafirmarlos. Pero es aqu donde incide esta estrategia. Desequilibrar al contrario si justamente le da lo que fervientemente desea: la superioridad. Aunque se la servir de forma desmesurada.

El CINTURN NEGROLa persona, que ejerce un arte marcial, despus de superar el largo y dificultoso camino que lleva a la maestra, se encuentra interior y exteriormente libre y es capaz de detectar un ataque que perturba su paz incluso antes de que se produzca. Para impedir el desencadenamiento del ataque antes de que se realice fsicamente es suficiente recurrir a un remedio contundente y comedido.ANDR PROTIN

No tomarlo como un ataque personalNadie ms que usted decidir si un ataque da en el blanco o no. El agresor puede hacerle un comentario insolente, pero no podr elegir la forma en que ser recibido. Es como si alguien le ofreciera un zapato viejo y mal oliente. Usted tendra la opcin de probrselo o no. Si el ataque ha cumplido su objetivo, se lo habr calzado. En realidad, todos somos invencibles, porque somos capaces de dejar de lado cualquier zapato apestoso. Podemos procurar que un ataque no nos afecte. Con ello habremos llegado al grado mximo en el arte de la autodefensa, comparable al cinturn negro, a la capacidad de mantener un ataque a distancia. Quisiera iniciarlo en una tcnica especialmente efectiva que permite congelar el ataque en su origen.

El cumplido El objetivo: declare a su adversario el jaque mate, simple