Unos fragmentos de lo que escrib sobre Jess hace tiempo. Nunca ha dejado de

fascinarme la vida de Jess. Era un poeta, sin duda. Un hijo de la poesa, de ese

misterio. Creo que algn da podr escribir algo realmente interesante sobre l (Jos

PULIDO) LOS DOS SOARON Judas Iscariote est mirando desde el fondo del sueo y Jess le hace un gesto Nadie puede asegurar que no se vieron a solas Jess y Judas en alguna parte para desearse suerte Slo Dios conoce la jugada y el resultado l reparte prdidas y ganancias la sospecha de que conversaron

sus asuntos es un soplo divino que se posa en el alma para escocer como lo hacen todas las sospechas TREINTA Y TRES AOS Jess era spero y tan seco aunque slo tena treinta y tres cumpleaos sin ser felicitado Hablaban de que sus mesas y sus sillas eran muebles sin gracia y sin paciencia y he ah una obra en dos maderos para que no se burlen del oficio AQUELLA SANGRE Yo vi la sangre de Jess roja y pertinaz goteando piedras las moscas nunca sabrn lo que probaron las mujeres de Jerusaln eran las nicas que entendan y por eso lloraban y seguirn llorando fue la tarde en que Dios ese circuncidado de corazn dej de ser tribal un segundo despus de que Jess lo reconociera como padre.