ISSN 1680-4236 EDITORIAL O A P Boletín · 2014. 10. 22. · Boletín o Año 10, N 2, abril-junio...

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Boletín o Año 10, N2, abril-junio 2008 E UNDA P C O S G É A Museo de Arqueología y Antropología ISSN 1680-4236 ED ITOR IAL El rol de la investigación en nuestra sociedad está en la periferia. Si bien es cierto muchas disciplinas cumplen un papel fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad, hay otras que, a pesar de cumplirlas, siguen estando de lado, al borde, con poca importancia. El caso de la investigación en ciencias sociales en el Perú es uno de los más preocupantes, abandonados ycomplejos. Sin embargo, algunas disciplinas sociales (sociólogos, arqueólogos, antropólogos) han logrado integrar el perfil profesional en las coyunturas actuales, las que consideran fundamental un estudio integral de poblaciones ysu historia para poder proponer alternativas de desarrollo más inteligentes. En este contexto, la arqueología ha jugado y juega un papel importante, los proyectos de inversión y/o extractivos de gran alcance ya incorporan a profesionales que poco a poco consiguen incluir la investigación científica en el discurso social ypolítico. En el caso de la Universidad, el espectro académico obliga a limitarse acciones de labor profesional en el ámbito, de los centros de investigación ylos museos inscritos en la estructura académica. Muy pocas universidades cuentan con escuelas de campo formalizadas (PUCP, UNT, entre otras) y los demás apuestan por conectarse a algún proyecto local, regional o de limitados recursos económicos. Estando así la problemática planteada en arqueología, consideramos en el MAA que insistir en la promoción e incentivo del análisis pormenorizado de sus colecciones es la vía más segura de ampliar las expectativas de los ahora estudiantes y mañana futuros profesionales. Este N°2 del Boletín del MAA propone en su contenido, proyectos y planes de acción que parten del mismo personal del museo y que ha permitido darle un vuelco significativo a las convencionales actividades que el MAA tiene acostumbrado realizar. Es un paso fundamental para desarrollar, desde la misma universidad, la actividad más importante y transversal del plano profesional en Arqueología: La Investigación. Dentro de los discursos modernos de “investigación para el desarrollo” que tanto la Universidad de San Marcos, como la mayoría de las Universidades del país vienen aplicando e implementando en sus diferentes facultades, existe un aspecto que consideramos, está siendo mal utilizado. No se está permitiendo incorporar en este nuevo discurso los aspectos conceptuales y clásicos de los estudios arqueológicos que son necesarios ampliar y publicar; so pretexto que toda investigación debe fundamentar su accionar en el desarrollo de las localidades del objeto de estudio. Esto, creemos, reduce las opciones de estudio drásticamente y resta importancia a investigaciones sustanciales que parten del estudio descriptivo ysistemático de los materiales arqueológicos. A este precepto de “investigación para el desarrollo”, proponemos uno más amplio y tolerante “desarrollo de la investigación , en todos sus aspectos, en todas sus propuestas y para todas las miradas”. Este es el compromiso del MAA. Masificar las propuestas científicas ytrazar un camino más corto entre la producción científica y el consumo directo de este conocimiento, es la tarea que no solo en el MAA sino también en todo el CCSM y la UNMSM en su conjunto se viene construyendo para nuestro país. Carlos R . Del Águila Chávez D irector Universidad Nacional Mayor de San Marcos Rector Luis Fernando Izquierdo Vásquez Vicerrector Académico Víctor Antonio Peña Rodríguez Vicerrectora de Investigación Aurora Marrou Centro Cultural de San Marcos Director General Federico García Hurtado Director Ejecutivo Roberto Velásquez Gutiérrez Museo de Arqueología y Antropología Director Carlos Del Águila Chávez Av. Nicolás de Piérola 1222, Lima 1 Teléfono 6197000 anexo 5216 www.ccsm-unmsm.edu.pe/arqueologia/index.htm Correo electrónico: [email protected]

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    ISSN 1680-4236

    EDITORIALEl rol de la investigación en nuestra sociedad está en la periferia.

    Si bien es cierto muchas disciplinas cumplen un papel fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad, hay otras que, a pesar de cumplirlas, siguen estando de lado, al borde, con poca importancia. El caso de la investigación en ciencias sociales en el Perú es uno de los más preocupantes, abandonados y complejos. Sin embargo, algunas disciplinas sociales (sociólogos, arqueólogos, antropólogos) han logrado integrar el perfil profesional en las coyunturas actuales, las que consideran fundamental un estudio integral de poblaciones y su historia para poder proponer alternativas de desarrollo más inteligentes.

    En este contexto, la arqueología ha jugado y juega un papel importante, los proyectos de inversión y/o extractivos de gran alcance ya incorporan a profesionales que poco a poco consiguen incluir la investigación científica en el discurso social y político. En el caso de la Universidad, el espectro académico obliga a limitarse acciones de labor profesional en el ámbito, de los centros de investigación y los museos inscritos en la estructura académica. Muy pocas universidades cuentan con escuelas de campo formalizadas (PUCP, UNT, entre otras) y los demás apuestan por conectarse a algún proyecto local, regional o de limitados recursos económicos.

    Estando así la problemática planteada en arqueología, consideramos en el MAA que insistir en la promoción e incentivo del análisis pormenorizado de sus colecciones es la vía más segura de ampliar las expectativas de los ahora estudiantes y mañana futuros profesionales.

    Este N°2 del Boletín del MAA propone en su contenido, proyectos y planes de acción que parten del mismo personal del museo y que ha permitido darle un vuelco significativo a las convencionales actividades que el MAA tiene acostumbrado realizar. Es un paso fundamental para desarrollar, desde la misma universidad, la actividad más importante y transversal del plano profesional en Arqueología: La Investigación.

    Dentro de los discursos modernos de “investigación para el desarrollo” que tanto la Universidad de San Marcos, como la mayoría de las Universidades del país vienen aplicando e implementando en sus diferentes facultades, existe un aspecto que consideramos, está siendo mal utilizado. No se está permitiendo incorporar en este nuevo discurso los aspectos conceptuales y clásicos de los estudios arqueológicos que son necesarios ampliar y publicar; so pretexto que toda investigación debe fundamentar su accionar en el desarrollo de las localidades del objeto de estudio. Esto, creemos, reduce las opciones de estudio drásticamente y resta importancia a investigaciones sustanciales que parten del estudio descriptivo y sistemático de los materiales arqueológicos.

    A este precepto de “investigación para el desarrollo”, proponemos uno más amplio y tolerante “desarrollo de la investigación, en todos sus aspectos, en todas sus propuestas y para todas las miradas”. Este es el compromiso del MAA.

    Masificar las propuestas científicas y trazar un camino más corto entre la producción científica y el consumo directo de este conocimiento, es la tarea que no solo en el MAA sino también en todo el CCSM y la UNMSM en su conjunto se viene construyendo para nuestro país.

    Carlos R. Del Águila ChávezDirector

    Universidad Nacional Mayor de San Marcos

    RectorLuis Fernando Izquierdo Vásquez

    Vicerrector AcadémicoVíctor Antonio Peña Rodríguez

    Vicerrectora de InvestigaciónAurora Marrou

    Centro Cultural de San MarcosDirector General

    Federico García HurtadoDirector Ejecutivo

    Roberto Velásquez Gutiérrez

    Museo de Arqueología y AntropologíaDirector

    Carlos Del Águila Chávez

    Av. Nicolás de Piérola 1222, Lima 1Teléfono 6197000 anexo 5216

    www.ccsm-unmsm.edu.pe/arqueologia/index.htmCorreo electrónico:

    [email protected]

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    El estudio del material cerámico en la arqueología ha sido, tado de numerosos sitios. Tom Dillehay (1975), investigó el valle y es hasta el día de hoy, uno de los instrumentos diagnósticos medio desde una perspectiva socioeconómica y política, anali-de mayor relevancia, pues permite establecer diferencias de zando los patrones de almacenamiento en el sitio de Huancayo carácter cronológico y corológico entre las distintas socieda- Alto. Las investigaciones de Jorge Silva (1996), se centraron en el des prehistóricas que hicieron uso de él. Es importante el estu- análisis de los patrones de asentamiento, registrando las diferen-dio de este material a partir del criterio de asociación en todo tes evidencias de ocupaciones prehispánicas en el valle.contexto arqueológico, pues los artefactos aislados dejan enor- Para el período y zona del valle que nos interesa, se tienen mes vacíos en la reconstrucción de los procesos histórico- escasas referencias sobre el análisis del material cerámico, tanto sociales. en aspectos tipológicos, cronológicos y de producción alfarera.

    Consideramos que no sólo son importantes los análisis de Margarita Pérez y Susana Arce (1989), analizaron el material cerá-vasijas enteras y con decoración, sino también aquellas colec- mico recolectado de la superficie del sitio de Chocas, proponien-ciones de material cerámico fragmentario que es lo que mayor- do que, además de la fuerte interacción entre el valle del Chillón mente se encuentran en las excavaciones arqueológicas y que con el de Chancay, existió una recurrencia morfológica y estilísti-en muchos casos terminan almacenadas en los museos, en ca que caracterizaría al valle bajo del Chillón durante el período donde toda la información de campo tiende a perderse por Intermedio Tardío.diversas razones. Para finalizar, en este trabajo no se pretende abordar todas las

    Lumbreras (2005: 110), sostiene que: “un tipo reúne objetos líneas de investigación que faltan y que son necesarias realizar que cumplen una misma función, lo que significa que sirven para (e.g., análisis de producción alfarera, análisis traciológicos, entre satisfacer una necesidad o un cuerpo de necesidades dadas; están otros). Es por eso que nos centraremos en un solo punto, el análi-hechos con las mismas técnicas y tienen, además, los mismos atributos sis morfo-funcional, que puede ser el comienzo de investigacio-de forma y acabado”. Siguiendo esta idea podemos decir que nes más completas. Por tanto, tenemos un doble objetivo en esta una tipología es una técnica clasificatoria a partir de la cual se primera etapa. Primero, identificar grupos morfo-funcionales, organizan los datos acumulados en unidades mínimas de com- organizando el material según sus atributos morfológicos, obte-paración. Si bien la tipología no debe ser el objetivo principal niendo información acerca de la posible función de los objetos. de una investigación, no se puede prescindir de ella, pues este Y segundo, clasificar detalladamente los grupos de pastas presen-tipo de organización es una buena alternativa de investigación tes en las colecciones cerámicas de Chocas y Huacoy, para poder para esta clase de material. Es necesario iniciar una clasifica- organizar un muestrario tentativo de tipos de pasta que se esta-ción morfológica apropiada, de modo que se identifiquen for- rían utilizando durante el período Intermedio Tardío en la parte mas individuales con fines de comparación, y además para baja del valle. evitar confusiones con materiales similares.

    Para la presente investigación, se analizarán los materiales BibliografíaDILLEHAY, Tom D.cerámicos de dos sitios con ocupaciones del período

    1975 “Competition and cooperation in a Prehispanic Multi Intermedio Tardío en el valle bajo del Chillón, los cuales se Ethnic System in the Central Andes”. Ph. D. dissertation, encuentran en custodia del MAA-UNMSM. El primer corpus Department of Anthropology. Austin: University of Texas. pertenece al sitio de Huacoy. Este material fue recolectado por

    LUDEÑA, Hugo1el arqueólogo Hugo Ludeña , quien lo analizó y clasificó utili- 1975 Secuencia cronológica y cultural del valle de Chillón. Tesis zando los criterios de tecnología, forma y decoración; presen- Doctoral. Lima: UNMSM.tando sus resultados en su Tesis Doctoral el año 1975. El LUMBRERAS, Luis G.segundo corpus pertenece al sitio de Chocas. Este material fue 2005 Arqueología y Sociedad. GONZÁLES, E., y DEL ÁGUILA, recolectado por las arqueólogas Margarita Pérez y Susana C. (Eds.) Lima: INDEA-IEP.

    2 SILVA, Jorge E.Arce durante una prospección, publicando sus resultados en 1996 “Prehistoric settlement patterns in the Chillon river valley, 1989.

    Peru”. Doctoral Dissertation Department of Anthropology Se tienen diversos estudios arqueológicos para el valle del Ann Arbor: University of Michigan.Chillón. Las primeras evidencias se remontan a los trabajos de

    STUMER, LouisLouis Stumer (1954), quien advierte una mayor vinculación 1954 “The Chillon valley of Peru: excavation and reconnaissan-cultural entre el valle del Chillón y el de Chancay, a partir del ce 1952-1953. Part. 1”. Archaeology , 7(3). New York. análisis del material cerámico excavado. Hugo Ludeña (1975), PÉREZ, Margarita y Susana ARCEelaboró una secuencia estilística y cronológica para el valle 1989 Chocas: asentamientos prehispánicos tardíos en el valle bajo del bajo y medio a partir del análisis del material cerámico recolec- Chillón. Lima: UNMSM- CONCYTEC.

    Análisis tipológico del material cerámico de Chocas y Huacoy: Dos sitios del período Intermedio Tardío en el valle bajo del Chillón

    Arqueología

    * Estudiantes de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1 Este material cerámico procede de entierros Tardíos, los cuales fueron alterados por excavadores clandestinos y que Ludeña catalogó como tipo Huacoy II,

    para diferenciarlos del tipo Huacoy I, material cerámico asociado al período Formativo. Los materiales de tipo Huacoy II pertenecen a diferentes períodos de ocupa-ción prehispánica. Para esta investigación separamos el material del período que nos interesa en base a comparaciones con el material analizado por Margarita Pérez y Susana Arce en el sitio de Chocas.

    2 Este asentamiento presenta una ocupación inferida de manera superficial desde el período Intermedio Tardío hasta el Horizonte Tardío. La prospección y análisis del material recolectado de este sitio contó con el apoyo de estudiantes de la EAP de Arqueología de la UNMSM.

    Jorge R. Cámara Guerrero* / Sonia G. Berrocal Flores*

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    Nota preliminar fundamentados y es imposible estimar, in toto, y menos aún A partir del inventario del material lítico modificado, por yacimientos el comportamiento del material lítico

    que se viene realizando en el Museo de Arqueología y arqueológico. Las fotografías tomadas de las piezas líticas y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San de los restos óseos, sin mostrar mayores detalles no son de Marcos, iniciado en noviembre del 2005 (MAA-UNMSM), gran ayuda. Sin embargo, lo que nos ha auxiliado en la iden-se ha tenido la oportunidad de acceder a la colección del tificación de los materiales arqueológicos, en algunos casos, Proyecto Arqueológico-Botánico Ayacucho, el cual fue diri- son los rótulos de las piezas y una serie de siglas observadas gido por el arqueólogo norteamericano Richard MacNeish en los informes finales. Por último, ha sido posible en algu-y su equipo de investigación (MacNeish et. al.; 1969; 1970; nos casos poder hacer asociaciones de la silueta del material 1979; 1980; 1981; 1983). mal fotografiado con la pieza lítica en mano. Aclarado esto,

    A lo largo de estos años, el trabajo sobre esta colección se solo nos queda prevenir al lector de tener la prudencia nece-ha centrado principalmente en la discriminación, cuantifi- saria con el uso de la información de los reportes del cación y conservación preventiva del material lítico antrópi- Proyecto Arqueológico-Botánico Ayacucho.co. De otro lado, se ha creado una base de datos preliminar en formato Access, lo cual facilita la consulta del material La Cueva de Pikimachay y los complejos Pacaicasa-modificado en piedra. Conforme hemos ido incrementan- Ayacuchodo los datos en el programa informático, se ha podido eva- Uno de los yacimientos que más ha llamado la atención luar y examinar desde el punto de vista del registro morfo- es la cueva de Pikimachay, localizada en el departamento de tecnológico lítico, la relevancia de algunos de los materiales Ayacucho, a unos 12 km al noroeste de la provincia de hallados, en especial los materiales en piedra más tempra- Huamanga. Este sitio, llamado también Cueva de La Pulga, nos procedentes de los complejos Pacaicasa y Ayacucho de la contiene los restos materiales más antiguos en piedra y cueva de Pikimachay. hueso presentados por el arqueólogo norteamericano

    Como se ha referido, a partir de la identificación de algu- Richard MacNeish, los cuales son controversiales por la anti-nas de las piezas líticas del complejo Ayacucho en el año güedad presumible que le atribuyó al estrato más profundo 2006, el autor ha venido asesorándose y trabajando conjun- (estrato k) de 20,500±2500 años B.C. (MacNeish, 1979: 19); tamente con el prehistoriador Dr. Elmo León Canales, generando así críticas, replicas, comentarios y discusión quien tuvo la oportunidad de examinar el material lítico arqueológica por expertos en el tema e.g. Thomas Lynch, arqueológico en el MAA-UNMSM. Ambos realizamos des- (1990: 25; 1992: 249-259), MacNeish (1992: 242-247), John cripciones de las piezas líticas antrópicas identificadas, las Rick (1992: 12-17) y Bonavia (1982: 363-366; 1991: 89-90; cuales han sido preliminarmente publicadas (c.f León, 1999: 250-253).2007: 218-225). También hemos podido reunir una parte Como decíamos, estas piezas modificadas en piedra, en considerable de material lítico arqueológico de los estratos asociación con restos óseos de animales pleistocénicos tam-antes mencionados y que se presenta aquí, sensu lato, como bién con posibles huellas de uso, provienen de los estratos parte de los trabajos que se viene realizando con el inventa- inferiores de la cueva de Pikimachay, denominados como rio de la colección del Proyecto Botánico-Arqueológico Complejo Pacaicasa (estratos i, i1, j y k) y complejo Ayacucho. Cabe agregar que, con el permiso formal del Ayacucho (estratos h y h1). Como se verá, nosotros nos actual director del MAA-UNMSM, Carlos Del Águila hemos centrado en localizar y rescatar parte de los materia-Chávez, se ha propuesto analizar esta colección, con la debi- les líticos con modificación humana procedentes de estos da divulgación científica a nivel internacional, las cuales complejos pertenecientes al Pleistoceno Tardío y así poder están en proceso de elaboración. reevaluar, reexaminar y aportar con nuevos datos a la comu-

    Finalmente, otro detalle de interés que nos parece signi- nidad científica. Los demás complejos, concernientes al ficativo aclarar, es con respecto al contenido de los informes Holoceno Temprano, no serán referidos en este texto, ya finales del Proyecto Arqueológico-Botánico, tomado desde que aún están en proceso de registro y evaluación. el punto de vista del registro lítico (MacNeish, et. al. 1980; Asimismo, parte de la reconstrucción del clima con análisis 1981 y 1983). Como es sabido, estos no se presentan bien de polen y acidez del suelo propuesto por MacNeish, ya han

    Arqueología

    La cueva de Pikimachay y los posibles restos más antiguos del Perú:

    Avance preliminar a partir de la discriminación lítica

    * Bachiller en Arqueología de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Curador del área lítica del MAA-UNMSM.

    Juan José Yataco Capcha*

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    Pacaicasa y tiene un espesor que oscila entre 35 y 50 cm. Aquí, MacNeish ha registrado seis áreas de actividad; tam-bién menciona haber encontrado evi-dencias de talla. Sin embargo, una larga lista de artefactos modificados en piedra entre puntas de proyectil, denti-culados, navajas, raspadores lascas, hendidores etc., son registrados (c.f. MacNeish, 1979: 29-33). Debemos añadir que no se ha tomado muestras para fechados radiocarbónicos de este estrato.

    Sabiendo de estos detalles genera-les, hemos observado con detenimien-to las piezas arqueológicas de este estra-to (h1), hallando durante los inventa-rios nueve piezas que presentan modi-ficación humana. Estas piezas arqueo-lógicas están conformadas por cuatro

    sido interpretadas, por lo cual remiti- Otro aspecto de interés es la men- desechos de talla. Se trata de fragmen-mos al lector a consultar la publica- ción de la presencia de restos óseos de tos de lascas, en donde al menos dos de ción Orígenes humanos en los Andes del perezoso (Scelidotherium) y huesos de ellos han sido graficados (Fig. 2. J; K; Perú (León, 2007: 218-219). roedores, fémur de caballo, venado y, cf. MacNeish, et. al. 1980: 190; 193),

    al parecer en algunos casos, restos una punta pulida en hueso de perezo-Complejo Pacaicasa óseos modificados para este complejo so gigante (Fig. 3. D; cf. MacNeish,

    Refiriéndonos al Complejo (cf. MacNeish, 1979: 22-29). Nosotros 1979: 45, fig.23, nº 4), un núcleo des-Pacaicasa, conformado por los estratos nos mantenemos al margen de las bastado (Fig. 2. H; cf. MacNeish, et. al. i, i1, j y k, se ha asumido que este com- investigaciones, teniendo que argu- 1980: 193), un raspador (Fig. 2. I; cf. plejo contiene las evidencias de activi- mentar que, hasta el momento, no MacNeish, et. al. 1980: 190), un denti-dad humana más antiguas en el Perú. hemos podido hallar alguna evidencia culado abrupto (Fig. 2. L; cf. Además, MacNeish argumenta que se de lo referido por el arqueólogo nor- MacNeish, 1979: 44, fig. 22, nº 5) y, ha evidenciado el registro de una serie teamericano. Sin embargo, es muy pro- finalmente, un fragmento de lasca de supuestos artefactos en piedra modi- bable que conforme se avance con los modificada (Fig. 2. G; cf. MacNeish, et. ficados por acción humana (Mac- trabajos de inventario, podamos tener al. 1980: 190). Por lo general, la mate-Neish, 1979: 22-29; MacNeish, et. al., noticias de los restos óseos referidos ria prima seleccionada ha sido de alto 1983: 136-138). Expertos como John para este complejo y con el material en grado de silicificación, siendo recu-Rick, han examinado las evidencias de mano poder obtener información rrentes el tufo volcánico, silex y cuarzo este complejo, concluyendo que estos valiosa a partir del análisis de un espe- jaspeado. artefactos en piedra que menciona cialista en paleontología. Es también nuestro principal inte-MacNeish, son simplemente rocas caí- rés el poder localizar algunos de los res-das del techo de la cueva, y que sobre Complejo Ayacucho tos óseos de perezoso, camélido y caba-estos no es posible reconocer eviden- El denominado Complejo llo mencionados en los informes para cias de talla realizada por acción huma- Ayacucho, esta conformado por los las áreas de actividad 1, 2, 4, 5 y 6. Sin na (Rick, 1992: 13). estratos h y h1. Desde nuestro punto embargo, hasta el momento no hemos

    Por otro lado, a partir de la realiza- de vista, es uno de los complejos más podido hallar estos materiales óseos ción de los inventarios, hemos podido importantes a discutir, ya que hemos arqueológicos.examinar una parte de la colección del podido encontrar en los estratos h y h1 Seguidamente, en el estrato h, que Complejo Pacaicasa, permitiéndonos artefactos líticos modificados por presenta un espesor de 30 cm, se han estar de acuerdo con Rick (Op. Cit.: acción humana, los cuales serán referi- registrado siete áreas de actividad. En 13), que los materiales en piedra anali- dos a continuación. cada una también se menciona el zados hasta este momento, son rocas Sabemos que este último estrato hallazgo de herramientas en piedra sin ningún tipo de modificación huma- h1, es el más profundo y se encuentra (e.g. denticulados, raspadores, lascas, na. sobre el estrato i del Complejo hendidores, etc.). Igualmente en el

    Arqueología

    Fig. 1. Vista interior de la Cueva de Pikimachay, Ayacucho. Fotografía: Elizabeth Castillo Vilchez.

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    informe se señala la presencia de restos óseos de animales pleistocénicos, e.g. Scelidotherium, Megatherium, camélido, venado, puma, etc. (MacNeish, 1979: 33-40).

    En nuestros inventarios hemos podido identificar seis desechos de talla (vide, entre los desechos una lasca registrada, Fig. 2. M.). Seguidamente, se han registrado diez útiles sobre lascas secundarias obtenidas por percu-sión dura, siendo una de ellas una lasca modi-ficada que puede ser clasificada como un cuchillo (Fig. 3. A; cf. MacNeish, 1979: 45, fig. 23, nº 3), un perforador atípico (Fig. 3. B; cf. MacNeish, 1979: 44, fig. 22, nº 7), una peque-ña pieza bifacial (Fig. 3. C; cf. MacNeish, 1979: 45, fig. 23, nº 12), una preforma de punta bifa-cial erosionada (Fig. 3. F; cf. MacNeish, et. al. 1980: 49, fig.2-1), un hendidor bifacial (Fig. 3. E; cf. MacNeish, 1979: 44, fig. 22, nº 2), dos denticulados abruptos y un núcleo de forma cuadrangular. Con respecto a la materia pri-ma, las más recurrentes en este estrato han sido las de origen volcánico, como el cuarzo lechoso, silex, basalto y arenisca cuarzosa.

    Para concluir con los hallazgos en este estrato, tenemos que añadir que hemos podi-do registrar un total de 25 restos óseos que, según los rótulos de las bolsas, se tratarían de fragmentos óseos de perezoso y roedor, y otros pequeños fragmentos no identificados, para los cuales esperamos contar con ayuda de un especialista en el tema para su debido análisis.

    Cronología absolutaNos parece un hecho significativo referir-

    nos a la cronología de los complejos Pacaicasa y Ayacucho.

    Tres fechados radiocabónicos han sido tomados para el complejo Pacaicasa a partir de los restos óseos del perezoso gigante (Scelidothe-rium). Se trata de las muestras (UCLA-1653C) del estrato i, (UCLA-1653B) del estrato i1 y (UCLA-1653A) del estrato j. Estas muestras han sido calibradas con 2 sigmas en el progra-ma Oxcal v3.10 y con la curva del hemisferio norte IntCal04. A pesar de las criticas vertidas por Rick (1988:13-16), nosotros hemos calibra-do los fechados. Los resultados de calibración

    2nos han permitido tener un overlapping que

    Arqueología

    Fig. 2. Herramientas de piedra y hueso del Complejo Ayacucho (MAA-UNMSM).

    Fig. 3. Herramientas de piedra y hueso del Complejo Ayacucho (MAA-UNMSM).

    2 Overlapping: Entiéndase este término, como la obtención de una secuencia lógica de fechados radiocarbónicos superpuestos o consecutivos. En este caso, esta secuencia se asocia a los estratos de los complejos Ayacucho y Pacaicasa.

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    vidad humana más remotas del Perú, originada aproximada-mente a los 14,600 años a. C.

    BibliografíaBONAVIA, Duccio

    1982 Precerámico Peruano Los Gavilanes: Mar, Desierto y Oasis en la Historia del Hombre. Corporación Financiera de desa-rrollo S.A. COFIDE; Instituto Arqueológico Alemán.

    1991 Perú: Hombre e Historia. De los Orígenes al Siglo XV. EDUBANCO.

    BONAVIA, Duccio; GROBMAN, Alexander1999 “Revisión de las Pruebas de la Existencia de Maíz

    Precerámico de los Andes Central”es. En Boletín de causa gran extrañeza al momento de las interpretaciones Arqueología PUCP, Nº 3. (Fig. 4. Vide, tres fechados inferiores del gráfico), pues hasta LEÓN CANALES, Elmo Arturo

    cierto punto nos permite observar una secuencia correlativa 2006 “Radiocarbono y Calibración: Potencialidades para la arqueología andina”. En Arqueología y Sociedad, Nº 17, de los fechados obtenidos en un promedio de 23,472-2006.13,881 a. C. Sin embargo, análisis más puntuales sobre los

    2007 Orígenes Humanos en los Andes del Perú. Universidad San gráficos, permiten afirmar que los fechados muestran una Martín de Porres. Escuela Profesional de Turismo y serie de inconveniencias al momento de la calibración, Hotelería.registrando estas tres muestras dificultades de interpreta- LYNCH, Thomas

    1990 “Glacial-Age Man in South America? A Critical Review”. ción por posibles alteraciones y/o contaminación de la En American Antiquity, 55(1), 1990, pp. 13-36.muestra. 1992 “La realidad del concepto Paleoindio en contra de las pro-

    Por otro lado, para el Complejo Ayacucho se tiene un testas de MacNeish, Bryan y Gruhn”. En Revista de único fechado (UCLA-1464) proveniente del estrato h. Arqueología Americana, Nº5, pp.249-261. Instituto

    Panamericano de Geografía e História. Mexico. D.F.Como se sabe, este fechado ha sido tomado a partir de la por-MacNEISH STOCKTON, Richardción de húmero de perezoso (Scelidotherium). Si se revisa la

    1969 First Annual Report of the Ayacucho Archaeological-Botanical capa h, esta muestra ha podido ser ubicada en el área de acti- Project. Robert S. Peabody Foundation for Archaeology. vidad 3 y sobre la cuadricula S19.1E3 (León, 2006: 82-86); Phillips Academy. Published by the foundation, n.º1.

    Andover.presentando alrededor concentraciones de restos animales 1979 “The Early Man Remains from Pikimachay Cave, y herramientas en piedra, es decir, un evento producido por

    Ayacucho Basin, Highland Perú”. En: Pre-Llano Cultures of acción humana. Desde nuestro punto de vista, solo cabe ase- the Americas: Paradoxes and Possibilities. Robert L. Humprey verar en efecto que esta actividad fue posible, y buen testi- y Dennis Stanford, editors; pp.1-47. Antropological

    Society of Washington. monio de ello son las evidencias de material lítico modifica-1992 “Pikimachay, Perú: Algunas Correcciones al Análisis de do anteriormente expuestas para el Complejo Ayacucho.

    Lynch”. En Revista de Arqueología Americana, Nº5, pp.241-Nuevamente, refiriéndonos al fechado radiocarbónico y 247. Instituto Panamericano de Geografía e História. a su resultado en la figura 4 (vide, UCLA-1464), parte supe- Mexico. D.F.

    MacNEISH STOCKTON, Richard et al.rior del gráfico, se observa el fechado corregido a un sigma 1970 Second Annual Report of the Ayacucho Archaeological-en 15,270-14,610 a. C., comprobando así que la posición de

    Botanical Project. Robert S. Peabody Foundation for este fechado en años calendarios ha sido más antiguo de lo Archaeology. Phillips Academy. Published by the foun-que se piensa. dation, n.º2. Andover.

    MacNEISH STOCKTON, Richard et al.1980 Prehistory of the Ayacucho Basin, Perú. Volume III. Conclusiones

    Nonceramic Artifacts. Robert S. Peabody Foundation for Hasta el momento, la discriminación realizada del mate- Archaeology. The University of Michigan Press. Ann rial lítico del Complejo Pacaicasa, de la cueva de Arbor.Pikimachay, nos ha demostrado la no presencia de material MacNEISH STOCKTON, Richard et al.

    1981 Prehistory of the Ayacucho Basin, Perú. Volume II. Excavations modificado por acción humana. Asimismo, la calibración and Chronology. Robert S. Peabody Foundation for de los tres fechados radiocarbónicos de los estratos i, i1, y j, Archaeology. The University of Michigan Press. Ann

    nos permite concluir que se muestran alterados y no son Arbor.valederos para tomarlos en cuenta. MacNEISH STOCKTON, Richard et al.

    1983 Prehistory of the Ayacucho Basin, Perú. Volume IV. The Para el Complejo Ayacucho, estas asociaciones de mate-Preceramic Way of Life. Robert S. Peabody Foundation for rial lítico modificado sobre rocas de buen grado de silicifica-Archaeology. The University of Michigan Press. Ann

    ción usados para la manufactura de utensilios unifaciales, Arbor.bifaciales y la presencia de desechos de talla, como también RICK, John

    1992 “The Character and Context of Highland Preceramic los registros de la posible presencia de áreas de combustión y society”. En Peruvian Prehistory. An overview of Pre-Inca la presencia de un único fechado radiocarbónico calibrado and Inca society. Cambridge University.para este estrato, nos indican que son las evidencias de acti-

    Arqueología

    Figura. 4. Fechados Radiocarbónicos del Complejo Pacaicasa y Ayacucho Calibrados. OxCal v3.10.

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    Arqueología

    Siendo necesario contextualizar las “colecciones arqueoló- del material recolectado por la Comisión Fulbrigth en el valle gicas” no procesadas y que integran el acervo patrimonial que bajo del río Piura y, luego, correlacionarla con la secuencia alfa-custodia el MAA-UNMSM, el presente proyecto busca estable- rera propuesta para la zona por Edward P. Lanning en 1963. Si cer un ejercicio clasificatorio con los materiales recolectados bien el material recuperado por Kelley y Tolstoy no presenta las en el valle bajo del río Piura por la Comisión Fulbright de características de una muestra estadísticamente óptima, puede Intercambio Educativo entre Perú y los Estados Unidos, entre ser comparado con lo recolectado por el personal del los años 1957 y 1959, con la asistencia científica de nuestra ins- Seminario de Arqueología IRA-PUCP, agregando a los datos titución. estilísticos y morfo-tecnológicos aquellos de carácter estratigrá-

    Entre estos años, y como parte de este programa de inter- fico, de tal modo que se puedan realizar aportes rescatables cambio, se desarrollaron una serie de estudios en varios valles para la historia arqueológica de la costa norte del Perú.del norte, centro y sur del Perú, con la finalidad de definir una

    Bibliografíacolumna cronológica para la costa peruana y correlacionar los CHRISTENSEN, Ross Taylorresultados obtenidos.

    1951 “Preliminary report of excavation in the Piura Valley, En la costa norte los trabajos fueron realizados por David Peru”. Bulletin of the University Archeological Society, 2: 36-H. Kelley y Paul Tolstoy. Ellos centraron sus investigaciones en 53. Utah: Brighman Young University.

    el valle bajo del río Piura entre 1957 y 1959, prospectando las CÁRDENAS MARTIN, Mercedes; HUAPAYA MANCO, Cirilo y zonas de Quebrada Nunura, San Pedro, Chusis, Colán, DEZA RIVASPLATA, JaimeNarihualá, Los Médanos, Plateritos, Los Cocos, La Casita, 1991 Arqueología del macizo de Illescas, Sechura-Piura: excavaciones hacienda Tacalá y Sechura. El material recolectado no terminó en Bayóvar, Nunura, Avic, Reventazón y Chorrillos. Lima: de ser estudiado, siendo los resultados, como lo mencionan los Pontificia Universidad Católica del Perú. PUCP-

    Dirección Académica de Investigación.propios investigadores, “muy preliminares”. Si a esto se le suma KELLEY, David H.que la mayoría del material fue recolectado de superficie y que

    1971 “Reconocimientos arqueológicos en la costa norte del se priorizó la selección de elementos diagnósticos, tenemos Perú”. Arqueología y Sociedad, 5: 1-16. Lima: Museo de una carencia de información que puede y necesita ser resuelta.Arqueología y Etnología de la Universidad Nacional

    Entre los investigadores que realizaron estudios anteriores Mayor de San Marcos.y complementarios al que genera la presente colección, pode- TOLSTOY, Paul. mos incluir a Alfred L. Kroeber (1930), quien señala la presen- 1971 “Reconocimiento arqueológico en el valle de Piura”. cia de cerámica Chimú; Samuel Lothrop (1948), que explora Arqueología y Sociedad, 5: 17-22. Lima: Museo de entre Cabo Blanco y Piura, y distingue tres tipos cerámicos: Arqueología y Etnología de la Universidad Nacional

    Mayor de San Marcos.paleteado, base roja con decoración de líneas blancas y un ter-KROEBER, Alfred Louiscero representado por unas vasijas grandes y llanas que él deno-

    1930 “Archaeological exploration in Peru. Part II: The nort-mina “urnas funerarias”; Ross Christensen (1951), quien seña-hern coast”. Anthropology Memoirs, Vol. 2, Nº 2. Chicago: ló la existencia de varios períodos, aunque sin distinguir una Field Museum of Natural History.

    secuencia definida; y, León Kostristky (1955), que informó LOTHROP, Samuel K. sobre asentamientos precerámicos en Nunura. 1948 “Pariñas-Chira Archaeology: a preliminary report. A

    Como parte de la Comisión Fulbrigth, David Kelley (1971) Reppraisal of Peruvian Archaeology”. Memoirs of the señala la existencia de varias “culturas” (sic), basándose en las Society for American Archaeology, Nº 4. Menasha. diferencias que presentó el material que recolectó y que corres- Wisconsin: The Society for American archaeology - The

    Institute of Andean research.pondería a períodos distintos. Paul Tolstoy (1971) define una KOSTRITSKY Leónsecuencia que, al igual que su antecesor, considera susceptible

    1955 “Hallazgos arqueológicos que demuestran la existencia de ser refinada. Posteriormente, Edward P. Lanning (1960, de un antiquísimo pueblo pescador”. Pesca y Caza, Nº 6: 1963) propone una secuencia de seis fases que preceden a la 51-59. Lima: Ministerio de Agricultura, Dirección de

    aparición de la cerámica del tipo paleteado. Finalmente, entre Pesquería y Caza. 1975 y 1978, el Seminario de Arqueología del Instituto Riva- LANNING, Edward P.Agüero ejecuta el proyecto “Obtención de una cronología del 1960 “Notas sobre la arqueología de Piura”. Antiguo Perú: espa-uso de recursos marinos en el antiguo Perú”, realizando un cio y tiempo: 219-233. Lima: Juan Mejía Baca.catastro del Bajo Piura y Sechura y excavando en yacimientos 1963 “A ceramic sequence for the Piura and Chira coast, north

    Perú”. University of California Publications in American del macizo de Illescas, en Chusis y Pan de Azúcar. Archaeology and Ethnology, 46(2). Berkeley y Los Angeles: El objetivo del presente trabajo es, en esta primera etapa, University of California.establecer una tipología morfo-tecnológica y estilística a partir

    Aportes para la secuencia alfarera del valle bajo del río Piura

    Christian Altamirano Colque*

    * Bachiller en Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Jefe de Colecciones del MAA-UNMSM.

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    Arqueología

    Los trabajos preliminares de investiga-ciones arqueológicas de William Isbell (1970), Scott Raymond (1979), Cirilo Vivanco y Lidio Valdez (1993), y L.Valdez y C. Vivanco (1994), mencionan la existencia de sitios arqueológicos en el valle medio del río Pampas, entre ellas, el sitio arqueológico Taqsa Urqu, localizado al noreste de las con-fluencias de los ríos Pampas y Qaracha de la provincia Cangallo, Ayacucho.

    En 1967, se examinó el valle central de Pampas, registrando entierros y cerámicas del Horizonte Medio (Raymond, 1979:81). Esta información, así como la información de cajas (8 cajas) y rótulos, nos aseguran que los materiales arqueológicos encontrados en los depósitos del Museo de Arqueología y Antropología de San Marcos, proceden de Taqsa Urqu, los que fueron recuperados por Raymond e

    Por lo tanto, con este trabajo preliminar pretendemos Isbell.revisar y rescatar la información de los materiales arqueoló- Por otro lado, en una de sus publicaciones, Isbell men-gicos de Taqsa Urqu, los cuales podrían indicar nuevos ciona que el material arqueológico de Tacsa Urqo proviene datos y contribuir al mejor entendimiento de las manifesta-de excavación asociada a ofrendas, definida y propuesta a ciones socioculturales del valle medio de Pampas, ubicado partir de pocas muestras por Menzel como estilo “Tacsa en la sierra centro-sur de los Andes.Urqo”, que parecen ser del Horizonte Medio 2A (Isbell,

    1970: 102). También, a partir de estudios de prospección, BibliografíaVivanco y Valdez sugieren que las evidencias del estudio de ISBELL, William Harrisarquitectura, así como de cerámica y lítico de superficie, pue-

    1970 “Un pueblo rural ayacuchano durante el imperio den dar indicios de un “poblado rural” Wari dedicado a la Huari”. Actas y Memorias del XXXIX C o n gre s o agricultura (Vivanco, et.al.,1993: 87).Internacional de Americanistas 3:89-105. Lima.A partir de estas referencias, y al no encontrar estudios

    RAYMOND, James Scottserios de los materiales arqueológicos de Taqsa Urqu, nos 1979 “A Huari ceramic Tapir foot?”. En: Ñawpa Pacha proponemos en esta primera etapa de investigación:

    17:81-86. Berkeley, California. I n st i t ut e o f Evaluar y hacer un balance general de los materiales arqueo-Andean Studies.lógicos, y al “rescate” de la información de excavación que

    VALDEZ, Lidio M. y Cirilo VIVANCOnos permitirá ubicarla en su contexto. Luego, en una segun-1994 “Arqueología de la cuenca del Qaracha, da etapa, elaborar el estudio morfológico, tecnológico, fun-

    Ayacucho, Perú”. En: Latin American Antiqui ty cional, iconográfico, etc.; y, a partir de ello y su respectivo 5(2):144-157. Society for American Archaeology.análisis, responder nuestra incógnita de a qué se está lla-

    VIVANCO, Cirilo y Lidio M.VALDEZ mando el estilo “Tacsa Urqo” propuesta por Menzel. 1993 “Poblados Huari en la cuenca del Pampas-Finalmente, complementar y fortalecer dicha propuesta

    Qaracha, Ayacucho”. En: Gaceta Arqueológica con un corpus de algunos aportes a sus características del Andina 7(23):83-102. Lima.Horizonte Medio.

    La cerámica arqueológica procedente del sitio “Taqsa Urqu”, valle medio del río Pampas, Cangallo - Ayacucho

    Rubén Sánchez Tinco*

    * Estudiante de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

    Provincia Cangallo, en el valle medio del río Pampas.

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    Arqueología

    A partir de la revisión de los cuadernos de campo del ximadamente de 100 especímenes, entre ondas, cordo-Dr. Julio C. Tello, se tiene conocimiento que los textiles nes, soguillas, bolsas, paños y bandas, en su gran mayoría Wilkawaura fueron recolectados en el año 1937 durante decoradas. Esta colección ha sido identificada a partir de la expedición arqueológica al Marañón. En la primera 4 diferentes tipos de códigos antiguos, los cuales deberán

    1etapa de esta expedición (Lima - Casma) , Tello y su equi- ser evaluados para determinar la real colección que trasla-po de trabajo registraron los sitios arqueológicos que se dó el Dr. Tello en aquella oportunidad.encuentran en el valle bajo de Huaura, entre ellos el sitio A partir de los apuntes que realizó el Dr. Tello en su Wilkawaura, del cual procede la colección que se va a tra- cuaderno de campo, en donde menciona que en el sitio bajar. Dentro de este reconocimiento, Tello identificó WilkaWaura se encontró material cerámico tardío evidencia arqueológica muy importante (arquitectura (Chancay e Inca), se puede inferir que los textiles proce-monumental, cerámica y textiles), de los cuales destaca dentes de este sitio tienen la misma temporalidad; ade-un área de cementerio donde se encontró el entierro de más, la iconografía sustenta este supuesto cronológico. un individuo femenino envuelto en tejidos finamente Mayores estudios de esta colección, permitirán entender decorados; éstos últimos fueron llevados en su momento mejor el carácter e importancia del mismo.a la Universidad para su posterior investigación. La finalidad de este trabajo es contextualizar la colec-

    La colección textil que se encuentra en el Museo de ción como paso previo a su estudio, lo que permitirá Arqueología y Antropología de San Marcos consiste apro- entender mejor su carácter e importancia.

    Este proyecto tiene como objetivo la implementación colección donada hace más de treinta años por el Dr. de una base de datos de los instrumentos musicales Arturo Jiménez Borja (1908–2000) al entonces Museo de prehispánicos que el Museo de Arqueología y Arqueología y Etnología de la UNMSM. Se eligió en espe-Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San cial esta colección por existir en el MAA un catálogo ela-Marcos posee en custodia. De esta manera buscamos cola- borado en 1978 por el arqueólogo Jorge E. Silva borar tanto con la organización del museo como con los Sifuentes. Dicho catálogo es de la exposición inaugurada futuros estudios de arqueomusicología que se lleven aca- el 28 de agosto de 1974, y que contó con la particular par-bo, pues los investigadores contaremos con un registro ticipación del Dr. Jiménez Borja en el montaje.detallado de cada pieza (ficha y foto) que será de fácil acce- Hemos considerado para este trabajo como instru-so y comprensión. mento musical a todo objeto diseñado para emitir “soni-

    Para ello se ha diseñado un plan de trabajo que tendrá dos musicales”, entendiendo por “sonido musical” al que como punto de partida el diseño de un catálogo de la es controlado por el hombre.

    Contextualizacion de la colección textil Wilkawaura

    Elaboración de una base de datos de instrumentos musicales prehispánicos del MAA-UNMSM

    a partir de la colección Arturo Jiménez Borja

    Cecilia Aguilar López*

    Iván Torres Huamán**

    * Bachiller en Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asistente de Colecciones del MAA-UNMSM.1 TELLO ROJAS, Julio C. Arqueología del valle de Casma. Culturas Chavín, Santa o Huaylas Yunga y Sub-Chimú. Lima, 1956, pp: 321-323. Universidad Nacional Mayor de San Marcos

    ** Estudiante de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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    El estudio del registro osteológico de las sociedades del sobreesfuerzo en diferentes áreas de la columna, si se utiliza-pasado está, en nuestro medio, limitado, al ser por lo gene- ban las manos con cierta destreza, etc. ral meramente descriptivos y por el poco conocimiento que El pionero en este tipo de estudios es el antropólogo

    4se tiene sobre la potencialidad de este tipo de material como Kenneth Kennedy (EEUU), quien realizó este tipo de estu-fuente de datos. Los estudios de carácter bioarqueológico dios en antiguas poblaciones esquimales complementaria-pueden brindar, de primera mano, información sobre afec- mente con datos etnográficos, sentando el primer antece-ciones cotidianas, estilos de vida y dietas, de una forma que dente para el estudio de MOEO. La metodología de este

    5no podría verse en otro tipo de material. Un estudio osteo- tipo de estudios ha sido desarrollada por John E. Robb y lógico es una forma directa de preguntar al individuo cómo Elizabeth Weiss en EEUU. En España el estudio de MOEO

    6ha sido su vida, cómo murió, si trabajaba mucho, etc. El aná- fue aplicado por M. Estévez en poblaciones precolombinas lisis osteológico cobra mayor relevancia al ser complemen- en Las Canarias, y autores como Galtés V. Joan I. y Malgosa tado con otro tipo de estudios, como del ajuar funerario, M. Assumpció han desarrollado los aspectos metodológi-

    7patrones funerarios, etc, evitando que información valiosa cos. En Latinoamérica, Francis Paola Niño (Colombia) ha se pierda por negligencia o desconocimiento sobre su desarrollado el tema planteando la metodología que guiará potencialidad. el presente trabajo.

    A lo largo de la vida, la persona está expuesta a factores Cabe mencionar que el estudio de los MOEO en pobla-ambientales y culturales (dieta, enfermedades, actividades ciones antiguas deberá ser complementario a otro tipo de realizadas, etc.) que modifican el cuerpo temporal o perma- estudios, como el estudio sobre la funcionalidad de los nentemente. Los cambios en la estructura ósea son modifi- sitios, por ejemplo. La investigación debe integrar toda la caciones permanentes que están relacionadas tanto a pato- información disponible de distintas fuentes. logías como al estilo de vida. Las actividades cotidianas pro- Complementariamente a los datos brindados por el ajuar ducen estrés y tensión como respuestas a las fuerzas muscu- funerario, se buscará aproximarse a las actividades y estilo lares producidas durante el movimiento; en el hueso esto se de vida llevado a cabo por los individuos de la muestra a manifiesta como crestas, acanaladuras y arrugas entre otras estudiar para establecer relaciones entre el conjunto de manifestaciones en diferentes grados. Estos marcadores en MOEO y el ajuar funerario. A partir de allí se tratará de infe-el hueso son denominados Marcadores Óseos de Estrés rir la o las posibles actividades que pudo llevar a cabo el indi-

    1Ocupacional (MOEO) y reflejan la tensión aguda y prolon- viduo.2gada producto de la acción muscular . El concepto de Nuestra muestra corresponde a 10 individuos proce-

    estrés, en este estudio, está referido al “estrés físico” y se dentes de la ocupación Inca de Cerro Azul, en el valle de entiende “como toda alteración metabólica de un sistema en un Cañete, localizados en el Museo de Arqueología y

    3organismo vivo ante una actuación exterior sobre ese sistema”, es Antropología de la UNMSM. En la muestra se realizarán las decir, la situación de estímulo externo y respuesta del orga- clasificaciones respectivas de edad y sexo de los individuos, nismo. Los MOEO son el resultado visible en el hueso de la pues, aparte de ser básico en el análisis óseo, se espera que interacción estímulo-respuesta. las actividades realizadas tengan alguna relación con estos

    Un estudio de esta naturaleza aplicado a las poblacio- dos aspectos. Los MOEO son respuestas que buscan disipar nes del pasado está orientado a encontrar tendencias gene- y/o redistribuir la fuerza ejercida por el músculo, son obser-rales a cierto tipo de actividad dentro de un grupo, determi- vables macroscópicamente y detectables al tacto y, a diferen-nar si cierta población pudo haber desarrollado actividades cia de los cambios generados por patologías, los MOEO que impliquen el desarrollo diferenciado de ciertas caracte- estarán presentes en las zonas de inserción muscular y en rísticas físicas, como predominacia del uso de las piernas o ciertas partes donde se sitúan los ligamentos. Basándose en

    Actualidad

    Bioindicadores de actividad en Cerro Azul, valle de Cañete

    * Estudiantes de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.1 En adelante se emplearán las siglas MOEO en lugar de Marcadores Óseos de Estrés Ocupacional.2 Tomado de Paola Niño, 2005; Galtés y Malgosa, 2007.3 Estévez (s.f)4 Kennedy, 19985 Robb, 1998.6 Estévez (s.f.)7 Paola Niño, 2005

    Roxana Guillén Cerna* / Álvaro Cortijo Molina*

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    8el sistema visual propuesto por Hawkey y Merbs , y la pro- Año/Vol. 19. N°036. Universidad de Antioquia. 9puesta presentada por Galtés y Malgosa , se considerarán, Medellín, Colombia.

    para los sitios de inserción, tres categorías: Robustez, defec- Galtés V. Joan I. y Malgosa M. Assumpció.to cortical o de tensión, y exostosis osificada. En cada una de 2007 “Atlas Metodológico para el estudio de marcado-ellas el marcador se clasificará en 4 diferentes grados, según res músculo-esqueléticos de actividad en el la intensidad. radio”. En: Paleopatología N°3 (En Línea).

    Actualmente se lleva a cabo la contextualización de la Kennedy, Kennedmuestra, pues sin un contexto claro la investigación no 1998 Markers of ocupational Estres: Conspectus and prog-podría llegar a un nivel explicativo de la problemática que se nosis of research. International Journal of pretende abordar. Osteoarchaeology, pp: 305–310

    Robb, JohnBibliografía 1998 “The Interpretation of Skeletal Muscle Sites: A Estévez Gonzáles, María C. Statistical Approach”. International Journal of

    S.F. Marcadores de estrés y actividad en la población Osteoarchaeology. pp: 363–377Guanche de Tenerife. Universidad de la Laguna. En Weiss, ElizabethLínea. 2006 “Muscle Markers Revisited: Activity Pattern

    Francis Paola Niño. Reconstruction With Controls in a Central 2005 “Metodología para el registro de estrés músculo- California Amerind Population”. American

    esquelético”. En Boletín de Antropología. Journal Of Physical Anthropology, pp: 931–940.

    Actualidad

    8

    tensión) y exostosis osificadas; cada una de estas con grados de 0 a 3.9 Galtés y Malgosa, 2007.

    Citado por Francis Paola Niño (2005), este sistema agrupa los marcadores en 3 categorías: Robustez, defectos corticales (o defectos de

    Muestra de las marcas en las inserciones musculares en la superficie cortical de los huesos, causadas por la recurrente e intensa actividad mecánica.

  • 24 Boletín año 10, 2008abril-junio

    Presentación de la revista Arqueología y Sociedad Nº 18

    20 de agosto del 2008

    El Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (MAAUNMSM) presen-tará -el 20 de agosto- la revista Arqueología y Sociedad Nº 18, donde se han incluido textos de diversos contenidos temá-ticos como: contribucio-nes de la antracología, la antropología forense y la actual coyuntura social. De otro lado, también podremos encontrar investigaciones referidas a los Andes centrales, específicamente los sitios d e P a c o p a m p a ; Cachuachi, complejo de la cultura Nazca; infor-mación sobre el Período Horizonte Medio en la región de Anc ash; Ñawimpukyo, centro de la cultura Huarpa de Ayacucho; y, la arqueolo-gía de la Quebrada Cruz de Hueso, que recorre las provincias de Lima y Huarochirí. Los tres tex-tos siguientes abordan la problemática del Período Horizonte Tardío desde diferentes perspecti-vas. El arquitecto Germán Zecenarro comparte un novedoso corpus de datos sobre grabados en piedra existentes dentro del casco urbano de la ciudad del Cuzco. Por su parte, Constanza Ceruti nos presenta una valiosa síntesis sobre los contextos de santuarios de altura en los Andes sur-orientales. Finalmente, Margarita Gentile indaga de manera detallada el papel de importantes personajes femeninos dentro del escenario político del Tawantinsuyu, a partir de la información etnohistórica y etnográfica. El texto final, de Betsabeth Ortega, nos presenta varios casos que ilus-tran las características de la vida cotidiana en la Lima de las etapas finales del Virreynato.