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Conocimiento sobre tendencias e intereses profesionales.- Desde los comienzos de la orientación profesional hasta nuestros días, consejeros y orientadores han situado los intereses en un lugar privilegiado otorgándoles un valor importante en la toma de decisiones profesionales, sobre todo en lo que respecta al análisis e interpretación de la elección profesional. Los primeros teóricos en el campo de la "selección de personal", como es el caso de Parsons (1909), partían de la hipótesis de que el ajuste laboral era mayor si existía correspondencia entre los requisitos de la ocupación y los intereses del trabajador. Además y dado que todo interés profesional hace referencia a un campo o área vocacional, desde que en 1939 se elabora el primer Dictionary of Ocupational Tittles (DOT) hasta las clasificaciones ocupacionales del momento, se han hecho innumerables intentos de ubicar las preferencias e intereses de las personas. Aunque es posible identificar diferentes concepciones sobre los intereses profesionales, existe cierto consenso al conceder al interés un carácter motivador y reforzante considerándolo como un factor clave al explicar la conducta vocacional del sujeto. El interés, entonces, traduce ciertas preferencias que han sido cultivadas en el tiempo libre y en trabajo, de modo que cuando atribuimos determinados intereses a una persona estamos especulando sobre su conducta futura.

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Conocimiento sobre tendencias e intereses profesionales.-

Desde los comienzos de la orientacin profesional hasta nuestros das, consejeros y orientadores han situado los intereses en un lugar privilegiado otorgndoles un valor importante en la toma de decisiones profesionales, sobre todo en lo que respecta al anlisis e interpretacin de la eleccin profesional.Los primeros tericos en el campo de la "seleccin de personal", como es el caso de Parsons (1909), partan de la hiptesis de que el ajuste laboral era mayor si exista correspondencia entre los requisitos de la ocupacin y los intereses del trabajador. Adems y dado que todo inters profesional hace referencia a un campo o rea vocacional, desde que en 1939 se elabora el primer Dictionary of Ocupational Tittles (DOT) hasta las clasificaciones ocupacionales del momento, se han hecho innumerables intentos de ubicar las preferencias e intereses de las personas.Aunque es posible identificar diferentes concepciones sobre los intereses profesionales, existe cierto consenso al conceder al inters un carcter motivador y reforzante considerndolo como un factor clave al explicar la conducta vocacional del sujeto. El inters, entonces, traduce ciertas preferencias que han sido cultivadas en el tiempo libre y en trabajo, de modo que cuando atribuimos determinados intereses a una persona estamos especulando sobre su conducta futura.Tambin hay acuerdo entre los autores al considerar que el inters por ciertos campos vocacionales vara con la edad -digamos que hay una evolucin en las preferencias- y con el sexo. En cualquier caso, las preferencias e intereses se desarrollan e incluso se aprenden por el sujeto al entrar en contacto con determinados contextos.No obstante, en el actual momento de desarrollo de la orientacin profesional, la eleccin profesional no es sino parte de su desarrollo personal y profesional; conceptos como el de carrera y desarrollo de la carrera ofrecen una visin menos reducida del devenir profesional y de la intervencin orientadora. En este contexto epistemolgico, los intereses profesionales son un referente ms (ocupando un lugar destacado) en las intervenciones profesionales junto a los valores del trabajo, la percepcin cognitiva (autoconcepto y autoestima), etc.1. La evaluacin de las tendencias e intereses profesionalesComo cabe esperar de los enunciados anteriores, existen diferentes clasificaciones de intereses y stas a menudo depende del procedimiento de evaluacin utilizado. Son conocidas las categoras de la taxonoma de Super (1967) que distingue entre intereses expresados, intereses inventariados, intereses testados e intereses comprobados; la clasificacin de Spokane (1991) diferencia a los intereses en funcin del mtodo de construccin del instrumento de medida, el nivel educativo para el que se ha diseado dicho instrumento o el propsito del mismo; mientras la elaborada por Holland (1983) distingue tres procedimientos para evaluar los interese: los inventarios, los cuestionarios con preguntas estandarizadas y los cuestionarios basados en taxonomas ocupacionales.Los inventarios y cuestionarios de intereses constituyen sin lugar a duda el procedimiento que mejor se ha adaptado a la idea de elucidar la atraccin que las personas tienen por las distintas reas vocacionales y profesionales. Su elaboracin parte de la idea de que las respuestas que da una persona sobre su grado de inters hacia determinadas actividades que le son conocidas no estn alejadas de las que ofrecera ante intereses laborales que no le son familiares. Entonces, un inventario se apoya en cuestiones relacionadas con las actividades y trabajos habituales como base para identificar intereses laborales desconocidos para el encuestado.Existe un gran nmero de inventarios de intereses, elaborados tanto dentro como fuera de nuestro pas. Aqu vamos a presentar una breve semblanza de los ms conocidos y utilizados. Entre los forneos los ms difundidos son los instrumentos elaborados por Strong, Kuder y Holland, mientras que en nuestro pas merecen mencin inventarios y cuestionarios de Fernndez Seara y Andrade, los de Rivas y colaboradores o Garca Yage.ElStrong Vocational Interest Blank(Hansen y Campbell, 1985) representa la ltima versin del Inventario de intereses profesionales de Strong (1927). Sus 325 cuestiones se hayan divididas en siete secciones: listas de trabajos, asignaturas escolares, actividades relacionadas con el trabajo, actividades de ocio, tipos de personas, eleccin forzada de preferencias entre dos actividades y caractersticas autodescriptivas. El perfil incluye tres grupos de escalas: 6 temas laborales generales, 23 escalas de intereses bsicos y 207 escalas laborales que representan ocupaciones profesionales y no profesionales. De los elementos del perfil cabe destacar que tanto los temas laborales generales como las escalas de intereses bsicos se apoyan en la teora y los tipos de Holland.Considerar los Inventarios de intereses de Kuder es hablar de una "batera" de inventarios. A su primer instrumento elPersonal Preference Record-Form Apublicado en 1939, formado por siete escalas independientes, Kuder aadi dos escalas en 1943 para disear la Forma B y otra ms en 1948 para lograr la forma C. Esta ltima fue modificada en la redaccin de sus items en 1988 y es comercializada comoKuder General Interest Survey(E). Las diez escalas que comprende esta forma E son: Aire libre, Mecnico, Clculo, Ciencia, Persuasin, Arte, Literatura, Msica, Servicio social y rea administrativa.ElKuder Occupational Interest Survey-Form DDfue publicada en 1966 y revisada en 1985. Consta de un centenar de grupos de tres actividadesen las que, como en la forma E, el sujeto debe compararlas con otras dos y graduarlas como las ms y la menos preferida.ElVocational Preference Inventoryelaborado por Holland en 1958 se basa en la teora de las carreras profesionales de este mismo autor y trata de poner en relacin los tipos de personalidad (realista, artstico, investigador, social, empresarial y convencional) con los intereses vocacionales. Consta de una lista de cuestiones construidas considerando dichos tipos a las que el sujeto debe responder afirmativa o negativamente. Desde el mismo planteamiento terico Hollando construy en 1985 y 1987 elSelf-Directed Search(Registro Autodirigido), tratando de evaluar los seis tipos anteriores a partir de 228 cuestiones agrupadas en cuatro secciones: actividades que al sujeto le gustara hacer, aptitudes, trabajos y autoestimaciones.ElCuestionario de Intereses Profesionales(CIPSA) fue construido en 1985 por Fernndez Seara y Andrade para conocer la estructura diferencial y la jerarquizacin de los intereses profesionales del sujeto. Desde luego se apoya en el Inventario de Preferencias de Thurstone y su novedad fundamental respecto a otros procedimientos similares es que adems de solicitar al sujeto una valoracin personal de sus preferencias profesionales, tambin le requiere una valoracin social o de prestigio de esas preferencias y una valoracin econmica (en trminos de ingresos).Rivas y Martnez (1987) son los autores delCuestionario de Intereses Vocacionales(CIV), uno de los instrumentos comercializados ms solventes que un adolescente puede aplicarse, corregir e interpretar por s mismo si quiere conocer sus preferencias vocacionales. El instrumento aporta adems otra novedad fundamental: solicita al sujeto una valoracin en torno a 16 reas vocacionales, teniendo en cuenta adems de sus preferencias las de sus padres y las posibilidades que estima para el futuro. En ese sentido, permite comparar preferencias y determinar concordancias o no entre ellas.ElTemario Vocacional(TV) es un instrumento, elaborado por Garca Yage en 1976, para medir los intereses de adolescentes y adultos a travs de temas que hacen referencia a situaciones en las que ya se puede tener alguna experiencia. Consta de dos partes: una de ellas tiene una modalidad sencilla de respuesta mientras que la otra es de eleccin forzada. Con las dos se obtienen escalas puras que miden el inters por nueve reas: Investigacin, Ciencias Exactas, Informtica; Aplicacin tcnico-cientfica, Asistenciales medicinales; Geografa e Historia, Investigacin, Ciencias Humanas, Literatura-Filologa; Educacin, Actividades pblicas, Econmicas-Empresariales; Relaciones persuasivas; Msica; Artes plsticas; y, Riesgo, accin. Adems de estas escalas puras se logran escalas empricas que miden las semejanzas de los intereses de cada sujeto con grupos de estudiantes de los ltimos cursos de carreras universitarias.1.2.El futuro de la evaluacin de intereses profesionalesComo hemos dicho al iniciar este apartado, se evalan intereses para aconsejar sobre carreras, para que jvenes y adultos tomen decisiones acerca de la eleccin de una especialidad, una ocupacin, cambien de trabajo o preparen su jubilacin. Los datos que se extraen de cuestionarios e inventarios de intereses permiten a los orientadores hacer hiptesis sobre las demandas de las personas y, desde luego, facilitan un marco de exploracin de los intereses y un mecanismo que ayuda a enlazar sus anteriores preferencias con los intereses actuales. Se entiende que los resultados de cuestionarios e inventarios ayudan a las personas que demandan asesoramiento a aumentar las opciones que estn considerando, a reducir la gama de posibles opciones que estn considerando o a confirmar las decisiones vocacionales que ya han adoptado.No obstante, tambin hemos mencionado que los intereses se modifican a lo largo del ciclo vital y que pueden cambiar como consecuencia de su interaccin con el medio que rodea a la persona. La evaluacin de los intereses debera entonces ser considerado en un marco temporal ms amplio que el del importante pero no exclusivo- momento de la eleccin vocacional y profesional. Pueden los inventarios de intereses adaptarse a esa realidad? deben modificarse sus criterios de validez? deben incorporarse nuevos instrumentos de evaluacin?La evaluacin de los intereses debe asimismo afrontar una nueva ampliacin enfoques, sobre todo contemplar la interaccin de factores como los socioeconmicos (ingresos y prestigio) y familiares (estabilidad conyugal y movilidad geogrficos). El inters como preferencia debe ceder entonces parte de su protagonismo a otros elementos que condicionan sin duda la eleccin profesional y el desarrollo de la carrera.Conocimiento sobre sus caractersticas de personalidad.-

La personalidad del sujeto es una variable crucial en el proceso de orientacin profesional, como lo demuestra la prctica en este campo de la intervencin educativa y estn comprobando las investigaciones actuales. Como conjunto nico de caractersticas y patrones de conducta de carcter estable que influyen en la forma en que el joven o el adulto se ajustan a diferentes entornos (escolar, familiar, social, profesional...), la personalidad constituye uno de los objetivos irrenunciables en cualquier planificacin y accin orientadora ya que la finalidad ltima de todo proceso educativo es conseguir que el estudiante alcance su verdadera realizacin personal.Si acudimos a las aportaciones tericas existentes en el campo de la orientacin profesional, es frecuente encontrar en ellas (lvarez, 1995) referencias explcitas a la personalidad como uno de los ejes bsicos sobre los que se estructura la intervencin. En la eleccin vocacional, los componentes de la personalidad resultan claves para explicar la decisin del sujeto en teoras como las de Parsons, Roe, Holland, Super o Krumboltz.En este sentido, no es difcil hallar una relacin entre los modelos de orientacin profesional y variables relativas a la personalidad: de una forma inequvoca, el enfoque de Holland viene a establecer que la eleccin de una profesin es una expresin de la personalidad del sujeto, de modo que los diferentes "tipos de personalidad" (realista, intelectual, social, etc.) estn asociados a diferentes ambientes laborales u ocupacionales en los que las personas ejercen sus habilidades de un modo ms congruente; el modelo de prtico de Super, se apoya en la personalidad en sentido amplio (autoconceptos de los roles, self, etapas del desarrollo) y en sentido profundo (valores e intereses) como algunos de los determinantes vocacionales bsicos.La intervencin, bajo la forma de programas de orientacin profesional, est asimismo cimentada en mayor o menor medida sobre componentes relacionados con la personalidad. Algunos de los programas que se aplican en la actualidad en nuestro pas confirman esta idea. As, el programa Aprendo a tomar decisiones desarrollado por Rodrguez Moreno (1994), apoyado en el modelo de Krumboltz, 1977. De igual modo, el programa Tengo que decidirme desarrollado por lvarez Rojo (1997), que se apoya en el "Modelo de Activacin del Desarrollo Vocacional y Personal" (A.D.V.P.) de Pelletier y colaboradores (1984).Y, tambin, el programa De gira hacia el trabajo desarrollado por Romero Rodrguez (2000), a partir del modelo A.D.V.P. de Pelletier y colaboradores antes citado, considera variables cognitivas de la personalidad tales como las modalidades de pensamiento (creativo, conceptual, evaluativo e implicativo) asocindolas con las tareas del desarrollo vocacional.Pero an habra una razn ms para ocuparnos de la personalidad como elemento crucial en la accin orientadora. Los estudios realizados con adolescentes han probado una relacin estadsticamente significativa entre la personalidad y el rendimiento acadmico, variable indiscutida en la orientacin del proceso decisional. Si bien es cierto que esos estudios se han centrado sobre todo en rasgos como extraversin-introversin y neuroticismo-estabilidad emocional, no tiene menos valor considerar que el neuroticismo tiene una relacin negativa con el rendimiento mientras que la extroversin mantiene una relacin positiva y diferenciada segn la edad (antes y despus de los 15 aos) y el sexo del sujeto.A pesar de que no se discuta la importancia de la personalidad como variable clave en los procesos de orientacin profesional, s existe una importante controversia sobre los componentes de la personalidad a considerar, los procedimientos de evaluacin utilizados en cada caso y, por ende, las propias teoras de la personalidad que los sustentan.Nosotros aqu vamos a adoptar un punto de vista comprensivo considerando dos planteamientos bsicos en la evaluacin de la personalidad: el que se apoya en la teora de rasgos y factores y el que parte de un enfoque cognitivo de la personalidad.Antes de considerar cada uno de estos planteamientos valorativos, una ltima apreciacin: la evaluacin de la personalidad cobra su verdadero sentido dentro de un modelo de intervencin orientadora y no debe entenderse como una faceta aislada del desarrollo profesional o vocacional del estudiante. Por tanto, evaluamos determinados componentes de la personalidad desde determinado enfoque porque est en nuestra intencin desarrollar una actuacin orientadora determinada que precisa de la informacin que dicha evaluacin nos proporciona.4.1. La evaluacin de la personalidad desde la teora de rasgos y factoresSupone el planteamiento terico ms estudiado y dentro del que cabe situar alguno de los procedimientos de evaluacin ms utilizados profesionalmente. Los rasgos cabe considerarlos como elementos bsicos de la personalidad que organizan diferenciadamente la experiencia de cada sujeto y terminan condicionando su comportamiento; dos estudiantes poseeran un mismo rasgo (p.e. introversin) en distinto grado a lo largo de un continuo.Cuntos rasgos forman la personalidad? todos tienen la misma importancia? Estas cuestiones resultan claves para entender la extraordinaria diversidad de modelos existente tanto al definir la personalidad como al evaluarla. Incluso considerando la alternativa ms aceptada en la actualidad, la estructura de la personalidad configurada como un conjunto de rasgos, encontramos dificultades para identificar a qu rasgos nos referimos y, por tanto, qu debe evaluarse cuando hablamos de personalidad.El anlisis factorial como tcnica estadstica ha introducido alguna luz al identificar grupos de rasgos. Guilford, Eysenck o Cattell han utilizado esta tcnica para aislar factores y sus teoras se apoyan en la estructura que de ella se deriva. As, Eysenck extrae tres rasgos superiores (subyacentes) de la personalidad (extraversin, neuroticismo y psicoticismo) cada uno de los cuales parte de rasgos subordinados y de conductas asociadas a ellos; extraversin (introversin), por ejemplo, se apoya en elementos tales como sociable, enrgico, activo, asertivo, buscador de sensaciones, despreocupado, etc.Los procedimientos ms extendidos en la evaluacin de la personalidad desde este enfoque son las pruebas verbales, sobre todo los autoinformes (inventarios, cuestionarios, escalas...), y en menor medida las escalas de datos biogrficos, la observacin de la conducta en situaciones representativas y las tcnicas subjetivas como las Q-sorty el diferencial semntico. Estamos hablando de procedimientos en los que se incluye un formulario de preguntas a los que el estudiante debe responder segn una escala o haciendo una eleccin a partir de sus preferencias.Aunque no se puede considerar un procedimiento factorialista en sentido estricto, el MMPI oMinnesotaMultiphasic Personality Inventorydesarrollado por Hathaway y McKinley en 1940 es, sin duda, el cuestionario de personalidad ms utilizado por orientadores y dems profesionales de todo el mundo que desean realizar una clasificacin psiquitrica de los sujetos. La versin espaola de la prueba cuenta con diez escalas clnicas, cuatro auxiliares y otras adicionales. Las dimensiones de la personalidad que permite evaluar, de acuerdo con anlisis factoriales hechos en los aos sesenta, estn en el continuo ego dbil/fuerte, extraversin/introversin, participacin/retraimiento social e impulsividad/control intelectual. Su aplicacin cubre un amplio espectro de sujetos desde adolescentes hasta adultos.De la revisin del MMPI realizada en 1987 nace una versin de este instrumento conocida como MMPI-2. El nuevo instrumento conserva en buena medida la estructura de la prueba original si bien incorpora nuevos elementos para evaluar reas no incluidas en aquella versin: cumplimiento de los tratamientos, sensibilidad al cambio, problemas de relacin y actitudes ante el trabajo. Est destinada para el anlisis de la personalidad normal y patolgica en adultos.Tambin hecha bajo criterios empricos y no estrictamente factoriales, est el CPI oCalifornia Psychological Inventorycon sucesivas versiones de Gough (1957, 1975 y 1987). La que puede encontrarse en espaol consta de 20 escalas tres "vectores" bsicos que permiten estructurar la personalidad: Autorrealizacin, Introversin/extraversin y autocontrol. Puede aplicarse a sujetos desde los 12 a los 70 aos, con un nivel de lectura equiparable al de cuarto curso de Educacin Primaria.Las pruebas para evaluar la personalidad construidas desde teoras factorialistas son extraordinariamente numerosas y, algunas de ellas, constituyen las alternativas ms serias en las que puede apoyarse el orientador y el profesional que desee hacer una estimacin de la estructura de la personalidad de jvenes y adultos. Enfoques tericos e instrumentos como los elaborados por Cattell, Eysenck o incluso Pinillos son buenos ejemplos del uso del anlisis factorial como herramienta para aislar rasgos que explican el comportamiento humano.El instrumento creado por Cattell, 16PF Sixteen Personality Factor Questionnaire, ha sufrido diferentes revisiones desde su elaboracin en 1957. La versin espaola consta de cuatro formas (A, B, C y D) que permiten medir diecisis vectores primarios de la personalidad de carcter bipolar: afabilidad, razonamiento, estabilidad, dominancia, animacin, atencin-normas, atrevimiento, sensibilidad, etc. A partir de estos factores primarios, el orientador puede estudiar cuatro factores de segundo orden: ansiedad, extraversin, socializacin controlada e independencia. El cuestionario puede aplicarse a sujetos a partir de los 16 aos, con una intencin de completar cmo se estructura en ellos la personalidad normal y tambin con fines clnicos. Recientemente se ha construido una nueva versin 16PF-5 que, an midiendo con pequeas variaciones las 16 escalas originales, permite identificar cinco dimensiones globales de la personalidad en la lnea del modelo de los "Cinco grandes" que revisaremos ms adelante.La evaluacin de la personalidad desde la teora formulada por Eysenck es uno de los intentos ms serios por abordar cientficamente la clasificacin de los sujetos, desde sus patrones de conducta actuales o potenciales y determinados por la interaccin entre su herencia y el medio en que viven. Para Eysenck esos patrones de conducta se organizan en torno a cuatro sectores fundamentales: cognitivo (inteligencia), conativo (carcter), afectivo (temperamento) y somtico (constitucin).No se trata, a pesar de lo que pueda parecer, de una mera ampliacin de la teora de los tipos de personalidad apoyada en lo somtico. Apoyndose en el anlisis factorial como herramienta bsica, Eysenck intenta reproducir el modelo de investigacin de la Biologa construyendo una "taxonoma" de los caracteres o rasgos. Los rasgos representan una organizacin jerrquica de las conductas en la que: el primer nivel estara formado por acciones concretas o actos (por ejemplo, buscar ayuda ante una situacin problemtica dada); el segundo nivel lo forma la repeticin de esos actos hasta constituir hbitos (por ejemplo, buscar ayuda cada vez que se presenta un problema); el tercer nivel supone asociar hbitos afines (por ejemplo, buscar ayuda, solicitar consejo, pedir dinero) en un rasgo (dependencia); y, el cuarto nivel parte de la relacin entre los rasgos para constituir los tipos (extroversin-introversin, neuroticismo-control, psicoticismo-normalidad).ElEysenck Personality Inventory(EPI) construido en 1964 es la ms difundida de las pruebas apoyadas en esa teora de la personalidad. Se apoya en dos dimensiones de la personalidad (Neuroticismo y Extraversin) y puede aplicarse a adolescentes y adultos. ElEysenck Personality Questionnaire(EPQ) fue desarrollado en 1975 para evaluar tres dimensiones de la personalidad (Inestabilidad, Extroversin y Dureza) y puede aplicarse en su formaJa sujetos entre 8 y 15 aos y en su formaAdesde los 16 aos.La evaluacin de la personalidad desde el paradigma de los "Cinco grandes" es un intento loable de reducir el nmero de factores explicativos de la personalidad. No obstante, aunque la estructura de cinco factores se ha repetido en diferentes propuestas desde 1932 no es menos cierto que falta unanimidad en la concretizacin de los mismos. Con diferentes denominaciones, los investigadores han llegado a definir dimensiones tales como:Energa(extraversin, sociabilidad, asertividad, ambicin),Amigabilidad(conformidad, simpata, afectividad, obediencia, asentimiento),Consciencia(inters en la tarea, prudencia, autocontrol),Estabilidad emocional(ajuste, control emocional, neuroticismo) yApertura(curiosidad intelectual, cultura, inteligencia, independencia).Entre las pruebas que permite evaluar la personalidad desde el paradigma de los cinco grandes, los orientadores cuentan con una versin espaola del BFQ oBig Five Questionnairede Caprara, Barbaranelli y Borgogni, aplicable a sujetos a partir de los 16 aos. Tambin pueden utilizar elNeo Personality Inventory(NEO PI-R) para adolescentes y adultos.2. La evaluacin desde el enfoque cognitivo de la personalidadEl que se ha dado en denominar "enfoque cognitivo de la personalidad", parte de la consideracin de que ni la teora de rasgos y factores no resultan enfoques epistemolgicamente adecuados para explicar la conducta de los sujetos, ms bien se necesitara acudir a otras explicaciones que consideran las variables cognitivas que jvenes y adultos utilizan en su vida diaria. Para Mischel, uno de los primeros investigadores en considerar este enfoque alternativo en la evaluacin de la personalidad, seran cinco las variables cognitivamente relevantes: los constructos personales, las competencias cognitivas, las expectativas, los valores subjetivos y los planes y sistemas reguladores. Otros autores (Kendall y Rogerski, Landau y Goldfried o Kendall y Braswell) han formulado propuestas similares; con sus aportaciones en este trabajo vamos a considerar las siguientes variables cognitivas y su evaluacin: constructos personales, atribuciones de conducta, expectativas, autoconcepto y autoestima.4.2.1. Evaluacin de los constructos personalesUn constructo personal es una representacin mental de la realidad en la que se resume el modo en que un sujeto vuelca su organizacin y jerarquizacin de emociones, conductas o motivaciones. Esa construccin personal, por tanto subjetiva, traduce un modo organizado de "ver las cosas" que ayuda a anticipar acontecimientos y, en general, a responder a las exigencias sociales.Para evaluar los constructos personales, se utiliza bsicamente un procedimiento conocido como "rejilla de Kelly" que hace justicia a Kelly creador de la teora. La rejilla es una tabla de doble entrada en la que uno de sus ejes est formado por personas significativas en la vida del sujeto evaluado (propuestos por el orientador o por el propio sujeto) mientras el otro lo constituyen una serie de constructos elicitados a partir de entrevistas previas hechas a los sujetos a evaluar, utilizando el mtodo de las tradas propuesto por Kelly (desde tres elementos o papeles se pide al sujeto que indique la semejanza entre dos de ellos y su diferencia respecto a un tercero)o el mtodo de las dadas (en qu se parecen y cul es el trmino opuesto al concepto que refleja la semejanza encontrada).Para facilitar el anlisis de la rejilla y su posterior interpretacin se han ideado diferentes procedimientos que se apoyan en procedimientos multivariados: anlisis factorial, anlisis de conglomerados o escalamiento multidimensional.La utilidad de la evaluacin de los constructos personales como paso previo al consejo orientador o a la toma de decisiones profesionales en jvenes y adultos es innegable. Si llegamos a identificar la construccin personal de los sujetos para representar su realidad podemos utilizarla para conocer sus preferencias laborales, el papel que conceden a los otros (padres, compaeros, tutores, superiores, etc.) cuando necesitan apoyo para adoptar decisiones, acceder a su jerarqua de valores, etc.4.2.2. Evaluacin de las atribuciones de conductaLa evaluacin de las atribuciones intenta explorar el complejo mundo de las percepciones que los sujetos tienen sobre las causas de sus conductas. Desde Heider hasta Kelley o Weiner los investigadores han tratado de conocer las dimensiones que explican el mapa atribucional construido por jvenes y adultos. Weiner llega a identificar tres dimensiones principales que adoptan la forma de continuos bipolares: interno-externo, estable-inestable y controlable-incontrolable. Para un sujeto dado cualquier hecho que suceda puede estar situado en un punto cualquiera del espacio que determinan esos tres ejes ortogonales, de modo que la causa de un hecho depende de cmo la perciba el sujeto: la desgracia puede ser percibida por algunos como un factor interno (yo soy el responsable) o externo (hay algo que hace que las cosas salga mal) y estable (siempre pasa lo mismo) o inestable (depende de...) y controlable (si yo hubiera hecho ... entonces las cosas seran de otro modo) o incontrolable (si algo tiene que salir mal saldr mal).Habitualmente se utilizan diferentes sistemas para evaluar las atribuciones de conducta. As, existen: (a) mtodos no estructurados, en los que se pide al sujeto que responda a una pregunta abierta sobre las causas de un hecho; (b) escalas unipolares, que tratan de determinar la importancia que el sujeto concede (p.e. en una escala Likert) a ciertas categoras (inteligencia, esfuerzo, facilidad en la tarea, etc.) como causantes de un hecho; (c) evaluacin de porcentajes, mediante los que se pide al sujeto que pondere el peso que determinadas causas tienen sobre un sucedido; (d) escalas bipolares, donde las categoras atribucionales son valorados segn su posicin en un contino bipolar (capacidad versus esfuerzo, habilidad versus suerte, ...); y, (e) comparacin de pares, procedimiento en el que se pide al sujeto que elija qu par es el que mejor explicara un hecho cualquiera (capacidad-esfuerzo, habilidad-suerte; esfuerzo-suerte...).Evaluar las atribuciones de conducta que realizar un sujeto puede resultar crucial cuando se quiere planificar una accin orientadora. La representacin que el sujeto hace de s mismo y su grado de control sobre la realidad puede ofrecer claves para conocer qu espera de s mismo a nivel profesional, qu nivel de dominio aparente tiene sobre su propio futuro personal y profesional, su iniciativa o dependencia, su plasticidad, etc.4.2.3. Evaluacin de las expectativasPor expectativas cabe entender la probabilidad subjetiva que tiene una persona de que suceda algo como consecuencia de determinado comportamiento. Si un sujeto cree que va a recibir una recompensa al desarrollar cierta conducta (p.e. tocar el manto que cubre la imagen de un santo), su expectativa del refuerzo que va a recibir y el valor concedido al mismo determinan la posibilidad de que ese sujeto acte de determinada forma en una situacin dada.Rotter que en 1954 fue el primero en incorporar el concepto de expectativa al estudio de la personalidad, diferencia entre expectativas especficas probabilidad subjetiva de acontecimientos concretos- y expectativas generalizadas creencias sobre el modo en que se desarrollan habitualmente los acontecimientos-. Estas ltimas resultan claves para entender porqu el sujeto se orienta de un modo determinado ante situaciones nuevas o que escapan a su control. Dentro de las generalizadas Rotter llega a identifica un tipo de expectativas las expectativas de lugar de control- cuyo impacto en los estudios de la personalidad llega a trascender su propia teora.Las expectativas de lugar de control vienen a considerar que ante los acontecimientos tanto jvenes como adultos mantenemos dos tipos de creencias bsicas generalizadas: las cosas dependen de uno mismo o bien dependen de fuerzas ajenas a nosotros. En funcin de sus creencias, pueden diferenciar dos tipos de sujetos: los internalistas, que se consideran capaces de influir en el medio en el que viven, trabajan, etc. (su conducta cambia las cosas o al menos influye en ellas), y los externalistas que piensan que las cosas escapan a su control y suceden hagan lo hagan.La importancia de la expectativa de control en la orientacin profesional de jvenes y adultos deriva de que el lugar de control es relevante para determinar su preferencia por ciertos tipos de actividades. Se ha encontrado que los sujetos internalistas prefieren actividades de requieran el desarrollo de alguna habilidad o competencia tcnica que arroje resultados inmediatos sobre objetos, personas o situaciones; en cambio, los sujetos externalistas prefieren desarrollar actividades cuyos resultados sean menos tangibles y cuyo impacto material o social sea escasamente perceptible.LaRotter Internal-External Control Scale, desarrollada por Rotter en 1966, consta de items con un doble enunciado sobre el que el sujeto debe elegir el elemento del par que mejor representa su opinin. Los estudios factoriales hechos sobre esta escala vienen a indicar la existencia de cuatro factores subyacentes en ella: general, poltico, rendimiento y relaciones interpersonales. La evaluacin del locus de control relativo a la satisfaccin en el trabajo puede encontrarse en estudios como el de Peterson realizado en 1985.4.2.4. Evaluacin del autoconceptoCuando hablamos de autoconcepto general, nos referimos a la representacin mental que una persona tiene de s misma. El autoconcepto segn Epstein, uno de los autores ms representativos en el estudio de este campo de la personalidad- proporciona identidad al sujeto dentro de la representacin que l mismo se ha construido sobre la realidad (y que puede permanecer implcita), le ofrece la posibilidad de integrar en una misma historia los acontecimientos vividos y le concede niveles de autoestima necesarios para afrontar la realidad.La importancia que en el modelos de orientacin profesional se otorga al autoconcepto de los sujetos es cada vez ms creciente, se entiende que la percepcin que jvenes y adultos tienen sobre s mismos resulta bsica para guiar la toma de decisiones profesional, el desarrollo profesional o la elaboracin de planes de carrera. Sin llegar en algunos casos a considerar un determinado enfoque del autoconcepto, la mayora de las propuestas orientadoras s buscan al menos identificar la imagen que los sujetos tienen de ellos mismos.Dos son los procedimientos generalmente utilizados en la evaluacin del autoconcepto: los autoinformes y los mtodos inferenciales (utilizadas sobre todo con nios y personas a las que les faltan competencias lxicas). Los primeros aparecen bajo dos formas: las autodescripciones abiertas ms o menos amplias: desde una simple solicitud para que el sujeto se describa a s mismo con un pequeo ensayo o completando de forma espontnea determinadas frases, hasta el desarrollo de autobiografas o historias de vida; y, los autoinformes estructurados (inventarios, escalas aditivas, tcnica Q y diferencial semntico). Dentro de los autoinformes estructurados cabe citarThe Tennessee Self Concept Scalede Roid y Fitts (1988),The Self Description Questionnairede Marsh y otros (1983) y, dentro de los elaborados en nuestro pas los cuestionarios elaborados por Musitu u otrosAutoconceptoAFA (A) y AFA-5.4.2.5. Evaluacin de la autoestimaLa autoestima es en realidad la evaluacin que hacemos de nuestro propia representacin mental. Cuando es baja resulta de suma importancia para entender el denominado sndrome del absentismo social al que van asociados fenmenos como la delincuencia, la marginacin, la toxicomana, etc. Cuando es alta resulta clave para explicar una elevada motivacin de logro, una aceptacin social ms amplia o incluso una mayor resistencia inmunolgica.En jvenes y adolescentes, la evaluacin de la autoestima se ha apoya en auotinformes: sobre todo escalas, cuestionarios e inventarios. Entre las escalas ms utilizadas se encuentra la de Rosemberg desarrollada en 1965 bajo la denominacin deSelf-Esteem Scale(SES), diseada para evaluar los sentimientos globales de autovaloracin y autoaceptacin de adolescentes.Antes de cerrar este apartado, dedicado a la evaluacin de la personalidad, queremos volver a hacer hincapi en la idea de que no es recomendable aplicar procedimientos e instrumentos para evaluar la personalidad de los sujetos (adolescentes o adultos) sin antes tener en cuenta aspectos bsicos como los siguientes:1. Objetivo de la evaluacin: estimacin de la estructura de la personalidad, clasificacin, asociacin con sistemas de clasificacin ocupacional o ambientales laborales, etc.2. Tipo de conducta a evaluar: Normal o patolgica.3. Alcance de la evaluacin: la personalidad en todas sus facetas, o determinadas dimensiones, rasgos y factores.4. Enfoque a seguir: Tipologas, rasgos, factores, cognitivo...5. Modelo de orientacincon el que van a tratar de asociarse los resultados de la evaluacin de la personalidad.6. Actividades.-7. 8. 1. Indicar las ventajas e inconvenientes asociados a los modelos de evaluacin centrado en el orientador y en el sujeto.9. 2. Identificar las dificultades asociadas a la aplicacin de las pruebas de aptitudes en adultos mayores de 18 aos.10. 3. En el tema no se ha aludido al empleo de tcnicas proyectivas en la evaluacin de la personalidad del sujeto, resultan difciles de interpretar y su validez y fiabilidad se pone a menudo en cuestin. Sin embargo, cul es su opinin sobre los autoinformes como instrumentos (escalas, inventarios, ...) para acercarse al conocimiento de lo personalidad del sujeto.11. 4. Desarrolla un modelo de evaluacin en el que llegues a integrar informacin sobre las aptitudes, intereses y personalidad de un adolescente de modo que concretes un consejo orientador y puedas justificarlo.12. 5. Elabora un informe de evaluacin para un adulto en el que simplemente le aportes datos sobre sus aptitudes, intereses y personalidad, pdele que a partir de ah establezca su propio esquema decisorio a nivel profesional.13. 6. Analiza algunos programas de orientacin profesional, reconociendo en ellos las reas en las que han apoyado el autoconocimiento del sujeto.14. 7. Integra los datos individuales y la informacin que en una evaluacin grupal hayas obtenido de un sujeto de modo que formen la base necesaria para un consejo orientador.