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    Los inicios de la documentacin grca del Arte Rupestre en Espaa: La Comisinde Investigaciones Paleontolgicas y Prehistricas

    Te beginnings of graphic documention of rock art in Spain: Te Comisin of Investigaciones Paleontolgicas y Prehistricas

    Begoa Snchez Chilln

    1 Conservadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). c/ Jos Gutirrez Abascal, 2. 28006Madrid. Email:[email protected].

    ISSN 1699-0889http://cuadernosdearterupestre.es

    CUADERNOS DE A RTE R UPESTRE , 6, 2013: 33-51

    I N F O R M A C I N I N F O R M A T I O NR E S U M E N

    A B S T R A C T

    La coleccin de arte rupestre que hoy se conserva en el Archivo del Museo Nacio-nalde Ciencias Naturales (AMNCN) est constituida por varios miles de ejemplaresde distinta naturaleza. Es una amplia y magnfica muestra de calcos y lminas querefleja la actividad desarrollada por la Comisin de Investigaciones Paleontolgicasy Prehistricas (CIPP) hasta 1936, con algunas adiciones posteriores. La creacin dela CIPP en 1912 constituye el inicio de la mejor coleccin de copias de arte rupestreespaol depositada en un Museo, y con ella comienza el periodo ms fructfero dedescubrimientos de arte rupestre de la Pennsula Ibrica, y su reproduccin sistem-tica a travs de copias directas en papel. Las figuras de Santiago Ramn y Cajal y deIgnacio Bolvar fueron claves para la formalizacin de la propuesta de creacin de laCIPP realizada por Eduardo Hernndez-Pacheco, cuya presidencia ostentara el Mar-

    qus de Cerralbo. En las siguientes lneas se describe la composicin de la coleccinde Arte Rupestre del AMNCN y sus orgenes.

    The collection of rock art that today it is preserved in the archive of the Museo Na-cional de Ciencias Naturales (AMNCN) is formed by several thousands of copies ofa different nature. It is a wide and magnificent display of tracings and drawings thatreflects the activity of the Comisin de Investigaciones Paleontolgicas y Prehistricas(CIPP) until 1936, with some later additions. The creation of the CIPP in 1912 was theorigin of the best collection of copies of Spanish rock art kept in a museum. It is alsothe beginning of the most fruitful period of discoveries of rock art sites in the Iberian

    Peninsula, and of the systematic recording through direct copies on paper. The figuresof Santiago Ramn y Cajal and Ignacio Bolvar were the keys to the formalization of theproposal to create the CIPP made by Eduardo Hernandez-Pacheco, whose chair werein charge of the Marquis of Cerralbo. In the following lines the origins and compositionof the holdings of AMNCN are described.

    Palabras claveArte rupestre, Comisin de InvestigacionesPaleontolgicas y Prehistricas, 1912-1936, MuseoNacional de Ciencias Naturales, Espaa

    Recibido mayo 2010 Aceptado noviembre 2010Revisado mayo 2013

    KeywordsRock art, Comisin de InvestigacionesPaleontolgicas y Prehistricas, 1912-1936, MuseoNacional de Ciencias Naturales, Spain

    Received May 2010 Accepted November 2010

    Revised May 2013

    mailto:[email protected]:[email protected]://cuadernosdearterupestre.es/http://cuadernosdearterupestre.es/mailto:[email protected]
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    1. INTRODUCCIN

    La conocida polmica sobre la autenticidad de las pintu-

    ras de la cueva de Altamira, de las que fuera su ms firme

    defensor Juan Vilanova y Piera, haba atrado a muchos in-

    vestigadores extranjeros, en su mayora procedentes de la

    Prehistoria francesa. Con ellos, aparece la figura del Prncipe

    Alberto I de Mnaco, que haba recibido parte de su forma-cin militar en Espaa y que, atrado por la Biologa Marina,

    navegaba a menudo por las costas cantbricas espaolas,

    motivo por el cual estableci contacto con la Estacin de Bio-

    loga Martima de Santander, una de las dependencias exter-

    nas del Instituto Nacional de Ciencias Fsico Naturales, a la

    que el prncipe donara, en 1909, un esqueleto de cachalote.

    Por esta va entr en contacto con la Prehistoria espaola.

    Adems, Alberto I de Mnaco participaba ya de los conoci-

    mientos de la Prehistoria francesa, a cuyo desarrollo haba

    contribuido con la financiacin de la publicacin de varias

    monografas sobre la Prehistoria y, en particular, sobre el ArteRupestre. En la culminacin de su inters por la Prehistoria,

    cre el Institut de Palontologie Humaine en Pars, desde

    donde el Prncipe de Mnaco ayud al desarrollo de la Ar-

    queologa en Espaa. Dos de sus arquelogos ms destaca-

    dos fueron Henri Breuil y Hugo Obermaier, que contribuyeron

    al desarrollo de los estudios de la Prehistoria en Espaa.

    La unin ambos grupos de trabajo surge a travs de la fi-

    gura del marqus de Cerralbo, que haba ofrecido la ayuda

    de su secretario tcnico y gran dibujante Juan Cabr, para

    que acompaara a Breuil por Espaa. El Prncipe de Mna-

    co pensionara a Cabr para desarrollar parte de su actividad

    como artista durante los primeros aos de actividades del

    Institut de Palontologie Humaine en Espaa y en Francia. El

    conocimiento de H. Breuil fue providencial para Cabr, ya que

    a l le debera buena parte de su formacin en Arqueologa,

    formacin que puso en prctica durante los aos que recorrie-

    ron juntos el territorio espaol en busca de manifestaciones de

    arte rupestre y quien sera un buen amigo durante aos.

    Por otro lado, Alberto I ayud a la financiacin de exca-

    vaciones en las cuevas cntabras, en las que se reconoci

    tambin la existencia de arte rupestre y que, en la actuali-

    dad son consideradas como clsicas en los estudios tanto

    del Paleoltico como del resto de la Prehistoria espaola.Quiz la ms conocida sea la Cueva del Castillo, en Puente

    Viesgo, con un registro estratigrfico excepcional y a cuya

    direccin el Prncipe puso al alemn Hugo Obermaier, que

    excav la cueva desde 1911 hasta 1914 y quien, desde

    entonces y no slo por razones cientficas, traslad su resi-

    dencia a Espaa, siendo acogido por el conde de la Vega

    del Sella. Obermaier trabaj como colaborador para la CIPP

    y desarroll su actividad como prehistoriador en la Universi-

    dad de Madrid hasta 1936.

    2. EL ORIGEN DE LA COLECCIN DEL MNCN

    La primera referencia escrita acerca de la existencia de

    pinturas rupestres en Espaa se remonta a la referencia de

    las Hurdes que hace Lope de Vega en el siglo XVI, concre-

    tamente a las existentes en el Canchal de las cabras pinta-

    das. Sin embargo, no es hasta finales del siglo XVIII cuando

    se realizan las primeras copias, de manos de D. Fernando

    Lpez de Crdenas, prroco de Montoro, que estudi y en-

    vi copias de las pinturas existentes en la Batanera y otras

    localidades de Sierra Morena al conde de Floridablanca con

    destino al Real Gabinete de Historia Natural (hoy Museo Na-

    cional de Ciencias Naturales). Ninguna de estas copias se

    ha encontrado hasta ahora en el MNCN.Entrado ya el siglo XIX se encuentra la referencia de

    D. Manuel Gngora y Martnez en su libro Antigedades Pre-

    histricas de Andaluca en el que realiza un detenido estu-

    dio de las pinturas rupestres de Sierra Morena y donde da

    cuenta de las existentes en la Cueva de los Letreros, cuyas

    pinturas reproduce en color y con una calidad notablemente

    cientfica. Ya en 1868 un cazador informa de la existencia de

    la Cueva de Altamira, que es explorada posteriormente en

    1875 por M. Sanz de Sautuola, fecha en la que se comunica

    el descubrimiento de la sala de los bisontes.

    A partir de este momento tuvo lugar el comienzo del pe-riodo ms floreciente para el arte rupestre en Espaa. Proba-

    blemente la llegada a Espaa de investigadores extranjeros

    para realizar estudios de Prehistoria en la cornisa cantbrica,

    debi ser la idea inicial para la propuesta de creacin de una

    Comisin de estudios sobre el Cuaternario en nuestro pas.

    A ello se aadi, adems la coincidencia de otras tres cir-

    cunstancias:

    Por un lado, Santiago Ramn y Cajal acababa de recibir el

    premio Nobel de medicina y era nombrado un ao ms tarde

    presidente de la JAE y en 1910 director del Instituto Nacional

    de Ciencias Fsico Naturales, del que formaba parte el Mu-

    seo nacional de Ciencias Naturales. Por otro lado, el Museo

    acababa de ser trasladado a su nueva sede en los Altos del

    Hipdromo, despus haber sufrido varios aos de desahucio

    en los bajos de la Biblioteca Nacional, de cuya direccin ha-

    ba sido encargado Ignacio Bolvar desde 1901. Por ltimo,

    Eduardo HernndezPacheco, paleontlogo y director de la

    Seccin de Geologa del Museo, consciente del potencial

    que posea la Pennsula en temas de arte rupestre y arqueo-

    loga en general y ante la existencia de una Sociedad de

    Prehistoria francesa y de la reciente creacin del Institut de

    Palontologie Humaine en Pars , fue pensionado por la JAE

    a varios pases europeos para completar sus conocimientossobre Geologa y Paleontologa del cuaternario, as como del

    conocimiento de las faunas y sus yacimientos, de los restos

    arqueolgicos y de las pinturas rupestres. Adems ampli

    sus conocimientos sobre geologa y paleontologa continen-

    tales, tanto del Mioceno como del Plioceno. En Pars conoci

    al marqus de Cerralbo, ilustre arquelogo y acadmico, al

    que le plantea la creacin de una comisin cientfica para el

    desarrollo de las investigaciones en Prehistoria y Paleonto-

    loga de mamferos, proponindole a l como presidente de

    la misma.

    La Comisin de Investigaciones Paleontolgicas y Prehis-

    tricas se crea por Real Orden de 28 de Mayo de 1912, pa-

    Figura 1 Seccin central del mural de la Cueva de la Vieja (Alpera, Alba- cete). Calco montado sobre tela, guras y dibujos realizados en aguadas.Lmina: ACN/8-A-2, 13-11. Fotografa: Miguel Angel Blanco de la Rubia.

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    sando a denominarse como tal segn Real Orden de 26 de

    mayo de 1913 aunque, tal como se puede comprobar en las

    lneas siguientes, sta se encontraba ya funcionando desde

    1911. El impulso y apoyo que propici a dicha Comisin la

    direccin del marqus de Cerralbo por sus conocimientos de

    Arqueologa y Prehistoria, fueron de vital importancia para el

    desarrollo de la misma, adems de para la formacin de un

    incipiente alumno en Arqueologa pero gran artista, que eraJuan Cabr Aguil, que haba acompaando ya a H. Breuil

    por algunas estaciones de arte rupestre en Espaa y que

    fue nombrado Comisario de exploraciones, cuyos cometidos

    principales seran la copia de las pinturas rupestres y la fo-

    tografa. A dicha Comisin se aadi desde sus inicios otra

    figura importante, el conde de la Vega del Sella, a quien se

    debe el mayor desarrollo de las excavaciones paleolticas y

    descubrimientos de arte rupestre de la cornisa cantbrica,

    adems del estudio de su prehistoria, estudios de los que

    quedaron importantes publicaciones y nmeros monogrfi-

    cos a cargo de la Comisin.La segunda poca de la Comisin dur hasta 1936. A ella

    se haba incorporado en 1915 Francisco Bentez Mellado,

    cuya vocacin y formacin artstica le hicieron ser la persona

    idnea para cubrir una plaza de ayudante artstico, hasta el

    punto que acab abandonando su faceta de pintor para de-

    dicarse exclusivamente a la Prehistoria dentro de la Comisin.

    La aparente prdida de protagonismo de los estudios so-

    bre arte rupestre en Espaa, adems de las circunstancias

    internas del museo provoc que, despus de la guerra civil,

    la coleccin perdiera la importancia y el protagonismo que

    haba tenido hasta entonces. La figura de Eduardo Hernn-

    dez-Pacheco es clave durante este periodo, desde que en

    1922 (a la muerte del marqus de Cerralbo) se hiciera cargo

    de la presidencia de la misma y hasta la desaparicin de la

    Comisin en 1936.

    3. CRONOLOGA DE LA COLECCIN DEL AMNCN

    A pesar de los varios intentos realizados en las ltimas d-

    cadas para la catalogacin y el inventario de la coleccin de

    copias del arte rupestre espaol que conservamos, varias y

    diversas circunstancias han impedido la conclusin de dicho

    trabajo, por lo que se puede considerar que el momento ac-

    tual es el de mayor estabilidad para la consecucin y culmina-

    cin en el conocimiento de la composicin de esta magnfica

    coleccin y documentacin anexa a ella. La concesin de un

    proyecto de investigacin para la recuperacin de los fondosdocumentales del Archivo del MNCN, bajo la direccin del

    profesor Emiliano Aguirre, llev, en 1992, a afrontar el inven-

    tario de la coleccin de arte rupestre en l depositada, cuya

    tarea fue encargada a M. D. Moneva bajo la supervisin de

    la Dra. Lucas Pellicer (Moneva Montero, 1993, Lucas Pellicer,

    2004). Por desgracia, este magnfico trabajo, del que queda

    testigo en el AMNCN, result precipitadamente inconcluso,

    por lo que una vez ms la coleccin volvi a quedar aletarga-

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    da. En estos momentos, se est terminando un gran trabajo

    de ordenacin, identificacin y catalogacin. Pero debido al

    estado de conservacin de algunos de estos ejemplares, no

    es posible enfrentarse a una evaluacin detallada de la com-

    posicin de la coleccin, aunque s de manera global, en la

    que se ha incluido la documentacin anexa, tanto documen-

    tal como iconogrfica y cuyo resultado se describe por orden

    cronolgico en las siguientes pginas.Entre las obras que participaron en la exposicin sobre

    el Arte Prehistrico Espaol en 1921, se citan ya represen-

    tadas ms de 84 localidades procedentes de los fondos de

    la Comisin de Investigaciones Paleontolgicas y Prehist-

    ricas. Aunque se explica que algunas de las obras fueron

    posteriormente a parar al Museo Arqueolgico Nacional, s-

    tas haban sido realizadas especficamente por encargo a los

    autores, por lo que no forman parte de los fondos existentes

    en el Museo.

    Con posterioridad a esta fecha, y dado que la Comisin

    estuvo activa hasta 1936 de la mano de Bentez Mellado, secalcula que entre los fondos que se conservan actualmente

    en el Archivo del MNCN el nmero aproximado sea, aproxi-

    madamente, de un centenar localidades o estaciones con

    pinturas rupestres.

    Ya se ha indicado que estas obras estn compuestas en

    su mayora por calcos o dibujos realizados por Juan Cabr

    Aguil y Francisco Bentez Mellado. Son muy escasos los

    casos en los que se indica la autora de Eduardo Hernn-

    dez- Pacheco o del conde de la Vega del Sella, aunque estas

    ltimas aseveraciones estn pendientes de evaluacin. La

    coleccin se encuentra ordenada segn un criterio geogrfi-

    co, por Comunidades Autnomas, provincias y localidades,

    lo que ha resultado ser una dificultad aadida en algunos

    casos a la hora de la identificacin del autor de los mismos,

    mxime teniendo en cuenta que muchos de los yacimientos

    primeramente descubiertos y cuyas copias fueron realizadas

    por Cabr, fueron visitados nuevamente por Bentez Mellado

    que, acompaando a Hernndez-Pacheco, volvi a calcar y

    dibujar nuevamente.

    Lejos de clasificar el arte rupestre tal como realiza Pache-

    co, segn la naturaleza y el soporte en que ste aparece (o

    se conserva), en esta ocasin se ha optado por la descrip-

    cin de los fondos segn un criterio histrico-cronolgico,que puede ayudar a comprender mejor el desarrollo de los

    trabajos en el seno de la Comisin.

    La primera poca de la Comisin tiene en cuenta los pri-

    meros aos de trabajo en la misma y durante los cuales Juan

    Cabr es el autor mayoritario, fruto de su productiva activi-

    dad como dibujante y fotgrafo, acompaando en la mayor

    parte del tiempo a H. Breuil y E. Hernndez-Pacheco por

    buena parte de la Pennsula Ibrica. Este periodo dura hasta

    1917, cuando Cabr abandona definitivamente la misma.

    Aunque puntualmente Breuil rectifica a Cabr sobre el

    descubrimiento de algunos yacimientos (Breuil, 1916), el cri-

    terio adoptado ha sido el del propio autor, que hemos con-

    siderado como referencia cronolgica para las siguientes l-

    neas. Tal como relata el mismo Cabr (1915), muchas de las

    localidades con arte rupestre descritas en dicha monografa

    fueron halladas por Breuil. En la mayor parte de los casos, la

    existencia de estos lugares le fueron comunicadas a Cabr,

    que acompaara posteriormente a Breuil para realizar los

    dibujos y las fotografas. Sin embargo, en muchas ocasiones

    Cabr refiere la realizacin de los calcos y dibujos exclusi-

    vamente de la mano de Breuil. Teniendo en cuenta el tiempo

    en que ambas comisiones (francesa y espaola) trabajaron

    en comn y, an formando parte de la comisin francesa fi-

    nanciada por el Prncipe de Mnaco, resulta curioso que nohaya quedado ningn ejemplar realizado por Breuil entre los

    fondos de la CIPP.

    3.1. Aos 1903-1912El valle de Calapat (Cretas, Teruel) es conocido por Ca-

    br desde 1903 y dibujado por l entre 1906-1907. El lugar

    de la Roca dels Moros es publicado junto con Vidiella (Ca-

    br y Vidiella, 1907). Desde 1908 son halladas por dicho

    autor ocho nuevas localidades con grabados y pinturas de

    arte rupestre, siempre al aire libre, en los valles de Vallrobira

    (Arens de Lled) y Camino de San Hiplito (Calaceite) y Ba-rranco dels Gascons, todas ellas en la provincia de Teruel.

    Alcalde del Ro informa a Breuil, que visita estas localidades

    con Cabr en 1908. En esas fechas Ramn Huguet descu-

    bre las pinturas de Cogul (Lrida) que visitan y estudian

    ambos autores tambin durante 1908, aunque parece ser

    que Cabr nunca las reprodujo ya que no queda ningn

    calco original en los fondos de la Comisin (Breuil y Ca-

    br, 1909). En la Exposicin de Arte Prehistrico Espaol

    de 1921 no se hace ninguna referencia a Cabr cuando se

    habla de la copia de estas pinturas, los ejemplares pertene-

    cen a Breuil y a la Sociedad Espaola de Amigos del Arte,

    organizadora de la misma.

    En 1909, en los montes de Albarracn, no muy distante de la

    poblacin de Pealba, Cabr visita dos abrigos con pinturas de

    animales, cuya primera referencia se cita en 1892 y conocidas

    como los toricos de Albarracn, concretamente las corres-

    pondientes a las localidades de Callejn del Plou (Cocinilla del

    Obispo y Prado del Navazo). En el barranco del Arriuelo, copia

    las pinturas de Fuente del Cabrerizo (Cabr, 1915).

    Tomando como inspiracin las antiguas publicaciones

    que se hacan eco de la existencia de pinturas en las Ba-

    tuecas y en Las Hurdes, en 1910 Cabr encontr 18 can-

    chales con pinturas de figuras humanas, animales y sig-nos en las Batuecas (Salamanca), hallazgo que comunica

    a Breuil y con quien vuelve a visitar la zona, encontrando

    ms estaciones en el trmino municipal de Garcibuey, rea-

    lizando su copia y estudio.

    Enviado por el marqus de Cerralbo, acude a la zona de

    Alpera (Albacete), lugar al que acude junto con Breuil para

    realizar el estudio, al haber sido informado del hallazgo de pin-

    turas rupestres por parte de Pascual Serrano en la Cueva de

    la Vieja. Durante 1911 llevan a cabo el estudio de dicha loca-

    lidad, descubriendo Breuil, adems, las pinturas de la Cueva

    del Queso. Un magnfico panel a escala, de casi dos metros y

    medio y realizado en color, se conserva en el AMNCN (Fig. 1).

    Este mismo ao, vuelven a Teruel, encontrando un tercer

    abrigo con grabados murales en la Fuente del Cabrerizo.

    Mientras, Pascual Serrano continuaba sus prospecciones

    por el levante espaol comunicando, en 1912, el descubri

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    miento del yacimiento de Tortosillas (Ayora, Valencia), visita-

    do y dibujado posteriormente por Cabr.

    La Cueva de San Antonio, en Ribadesella se caracteriza

    por poseer una nica pintura que corresponde a la silueta de

    un caballo. Hernndez-Pacheco dice que visit esta cueva

    en 1912, el mismo ao en que fue descubierta por Alcalde

    del Ro y el mismo ao que Bentez Mellado realiz la nica

    copia existente. Evidentemente existe alguna incongruenciaen estas dos aseveraciones. Por un lado, Bentez Mellado no

    se incorpor a la Comisin hasta 1915 y no existe constancia

    de la realizacin de ningn dibujo por este autor en fecha

    anterior. Por otro lado, la escritura realizada sobre la pro-

    pia lmina corresponde a la letra de Bentez Mellado, pero

    aparece escrito el nombre de este autor con letra de otra

    persona. Es curioso porque lleva aadido un fragmento de

    papel en el que se describe con todo detalle la orientacin

    de la cueva, la localizacin del dibujo dentro de la cueva y

    los todos los datos de posicin, tamao y color del dibujo.

    Lo ms incongruentes es que esta nota est escrita con letrade Cabr, por lo que por el momento, dejamos la duda en la

    asignacin de esta lmina a uno u otro autor.

    3.2. Ao 1913En 1913 Cabr visita la Cueva de la Pileta (Mlaga), que

    haba sido descubierta por el coronel ingls W. Verner en

    1911 y a la que acudi para su estudio junto con Breuil,

    Obermaier, Wernert y Verner.

    Adems, Cabr recorri con Breuil en 1913 buena parte

    de la geografa del sur espaol, lugares en los que realizaron

    los estudios, dibujos y fotografas que haban ya reconoci-

    do desde 1911. Por un lado, en Ciudad Real visitaron, entre

    1912 y 1913, el lugar clsico de Pea Escrita publicado por

    Gngora, al que aadieron los descubiertos por ellos y hoy

    da conocidos como la Batanera, la rica zona de Fuenca-

    liente, con varias estaciones con pinturas, La Golondrina o

    los Gavilanes (Fig. 2). Algunos de estos lugares citados por

    Cabr debieron ser dibujados por Breuil, dado que no quedaen el museo registro alguno de muchos de los hallazgos que

    se citan. En Jimena, Jan, tomando como base las descrip-

    ciones de la Cueva de la Graja realizadas por Gmez Moreno

    en 1911, se desplazan a Sierra Morena en la primavera de

    1913, visita que aprovecharon para prospectar y encontrar

    ms de 30 localidades en la zona ms oriental de la Sierra,

    en los alrededores de Aldeaquemada, Santa Elena y Baos

    de la Encina, extendindose hasta la zona de Andujar. Com-

    pletaban as las prospecciones en la zona oriental.

    Este ao llegaron hasta Almera, estudiando y dibujando

    la Cueva de Los Letreros, descritas por Manuel Gngoraen 1868, levantando adems los calcos de al menos otros

    diez abrigos y cuevas correspondientes a los trminos mu-

    nicipales de Vlez-Blanco, Vlez-Rubio. Por su parte, Breuil

    descubre y dibuja nuevos yacimientos en la Sierra Mara, a

    lo largo del Desfiladero de Leira, lo que comunica a Cabr,

    que los visita posteriormente con l realizando, slo en parte,

    los calcos de dichos hallazgos. Entre ellos se encuentra la

    cueva conocida como el Coto de la Zarza, que se encuentra

    cerca de la localidad de Topares, en la provincia de Almera.

    Este sitio y su dibujo es citado por Cabr en su obra de 1915

    Figura 2 Pintura esquemtica en la Cueva del Morn del Pino (Fuencalien te, Ciudad Real). Fotografa realizada por H. Obermaier. Clichs pertenecientesal Institut de Palontologie de Pars. Fotografa: ACN/3877

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    haciendo referencia al descubrimiento de la cabeza de una

    cabra de color rojo, en bastante mal estado. Descubierto y

    estudiado junto con Breuil y publicado posteriormente por

    Hernndez-Pacheco en 1959, no hay constancia de su exis-

    tencia en el Archivo del MNCN.

    Pero el ao de 1913 es de gran importancia para el arte

    rupestre del Sur de Espaa, a partir del momento en que la

    Academia de la Historia comunica el hallazgo realizado porVctor Molina de la existencia de pinturas en la provincia

    de Cdiz, concretamente en una cueva situada cerca de

    la Laguna de la Janda conocida como Cueva del Tajo de

    las Figuras. En Junio de 1913 Cabr con Hernndez-Pa-

    checo visitan la zona acompaados de varios expertos de

    la zona, entre ellos el responsable del hallazgo. Con ellos

    recorrieron la Sierra de las Momias, Sierra Zanona, Sierra

    de la Perra, Depresin de Barbate y la Dehesa de los Agui-

    jones, debiendo abandonar el trabajo de prospeccin hastael ao siguiente debido a las altas temperatura en la zona.

    Esperan hasta la primavera

    de 1914, cuando completan

    dicha prospeccin, reco-

    rriendo los alrededores de

    Medina-Sidonia y Tarifa, y

    extendindose hasta la se-

    rrana de Ronda (Mlaga).

    El ao de 1913 es descrito

    por Cabr como el de mayor

    apogeo en el desarrollo delos trabajos de la Comisin,

    aunque reconoce que sta

    ya vena funcionando desde

    haca algn tiempo. Proba-

    blemente, el hecho de que

    Figura 3 Lmina en tinta chinade los smbolos grabados en laLaja de los Hierros, en la Lagunade la Janda. Ilustracin realizadapor Cabr, entre 1913 y 1914.Signatura: ACN/8-B-1, 1/3.Figura 4 Cantos de Visera, en elMonte Arab (Yecla, Murcia). Abri- go 2. Lmina realizada por Cabren 1914, en un nico lienzo dems de 3 m de longitud, en tintachina sobre papel. ACN/8-A-4, 1-2 3

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    en este viaje no fuera acompaado por Breuil hizo sentir a

    Cabr su mayor responsabilidad respecto a la Comisin de

    Investigaciones Paleontolgicas y Prehistricas. De hecho,

    en esta ocasin el equipo de trabajo estaba compuesto por

    Hernndez-Pacheco, Vctor Molina y algunos ayudantes

    ms, todos ellos pertenecientes a la zona de estudio y proba-

    blemente expertos conocedores del terreno. Como resulta-

    dos de estos trabajos, la Laguna de la Janda se revel comouna de las reas ms ricas en arte y grabados rupestres de

    todas las encontradas hasta el momento. La variedad de ha-

    llazgos, la peculiaridad y diversidad de las faunas represen-

    tadas as como la posible potencialidad del rea, hicieron

    que Cabr acudiera nuevamente en primavera de 1914. Se

    cuentan en ms de 30 los puntos con pinturas o grabados

    que fueron detectados y reproducidos por l durante las

    exploraciones desarrolladas en estas dos campaas, tanto

    hacia Medina Sidonia como hacia Tarifa (Fig. 3). La peculia-

    ridad e inters de estos hallazgos lleva a plasmar el estudio

    especfico del arte rupestre de la Laguna de la Janda en unnuevo volumen monogrfico de la CIPP que aparece como

    Memoria n 3 (Cabr y Hernndez-Pacheco, 1914).

    Mientras, la localidad de Peatu o Pea T (Llanes, Astu-

    rias) es descubierta por Eduardo Hernndez-Pacheco y el

    conde de la Vega del Sella en Agosto de 1913. Cabr les

    acompaa hacia finales de 1913 para la copia de las pintu-

    ras. El inters del descubrimiento da lugar a la publicacin

    de una nueva monografa por parte de la CIPP (Hernndez-

    Pacheco y Cabr, 1914).

    3.3. Ao 1914En 1914 Breuil y Cabr, se dividen definitivamente, reali-

    zando los posteriores trabajos ya por separado. Breuil realiza

    hallazgos importantes y los consiguientes calcos que ensea

    a Cabr: Tarragona, Albacete y Cantos de Visera (Murcia)

    (Fig. 4). Los nicos calcos que realiza Cabr en una visita

    posterior corresponden a los dos abrigos del Monte Arab,

    en Yecla. Breuil se desplaza a primeros de ao a la Laguna

    de la Janda, a visitar los lugares que haba encontrado Ca-

    br el ao precedente. Levanta los calcos de las localidades

    ya conocidas y de las nuevas que encuentra. Esta visita es

    realizada tambin por Cabr algunos meses ms tarde, en lacual completa todos los trabajos del ao anterior adems de

    los recin descubiertos. Estos dibujos se encuentran parcial-

    mente incluidos en la gran obra de sntesis del arte rupestre

    en Espaa, publicada por Cabr y que aparece como prime-

    ra memoria de la CIPP (Cabr, 1915).

    A lo largo de 1914, con permiso de la Junta Superior de

    Excavaciones y Antigedades, el profesor Aurelio Cabrera

    realiza una serie de prospecciones por la zona central de

    Extremadura, sobre todo en la parte ms occidental, cercana

    a Alburquerque, descubriendo una serie de lugares con pin-

    turas y grabados rupestres, concretamente las pinturas delRisco de San Blas, los grabados de la Piedra de las Herradu-

    ras en la Sierra de la Caraba y, ya en Portugal, en el Risco de

    la Esperanza. Todos los calcos de estas localidades fueron

    levantados por el mismo Cabrera, siendo depositados en la

    CIPP. La publicacin de la existencia de arte rupestre en las

    inmediaciones de Alburquerque no fue realizada hasta 1916,

    cuando Hernndez Pacheco se desplaza a la zona para rea-

    lizar las fotografas (Hernndez Pacheco, 1916).

    En Octubre de 1914 Cabr vuelve a Teruel, donde un ao

    antes haban sido descubiertas las pinturas del Val del Charco

    del Agua Amarga, en los alrededores de Alcaiz, realizando

    su estudio, su reproduccin y las correspondientes fotogra-

    fas. Este material de indudable relacin con las pinturas del

    arte levantino, es incluido finalmente en la monografa de re-

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    copilacin del arte rupestre espaol, que se publica como

    Memoria n 1 de la Comisin. Existe constancia, sin embargo,

    de una nueva visita a la zona en 1924 por parte de E. Her-

    nndez-Pacheco, visita en la que se realizaron ms fotografas

    pero no consta que las pinturas volvieran a ser dibujadas o

    reinterpretadas.

    Breuil deja de trabajar en Espaa a la vez que Cabr es

    progresivamente sustituido por un nuevo ar tista ayudante de

    la Comisin, Francisco Bentez Mellado . Mientras tanto y du-

    rante 1914, Cabr realiza los dibujos de las cuevas y abrigos

    que encuentra en Aldeaquemada (Jan), debiendo regresar

    nuevamente en 1915 para terminar de realizar el trabajo a

    causa de la gran abundancia de lugares encontrados. Algu-

    nos de sus propios dibujos son rectificados por l mismo en

    las visitas de los aos siguientes. La publicacin monogr-

    fica de estos hallazgos aparecen en la memoria n14 de laCIPP (Cabr, 1917).

    3.4. Aos 1915 y 1916En el ao 1915, Cabr realiza los primeros calcos en La

    Cueva de la Pea, en San Romn de Candamo, a la que se

    desplaz acompaando a Hernndez-Pacheco, que ya ha-

    ba dado a conocer la existencia de pinturas rupestres en di-

    cha cueva el ao anterior. Curiosamente ese mismo ao, las

    prospecciones del conde de la Vega del Sella en la misma

    zona daban lugar al hallazgo de las mismas pinturas (Fig. 5).

    Adems, durante ese ao realiza la tercera visita a Aldea-

    quemada donde reproduce los dibujos de la Tabla de Po-

    chico y Cimbarrillo de Mara Antonia, los Peones del Arroyo

    de la Cueva, Cueva de los Arcos y la de Prado del Azogue y

    hasta ms de 30 localidades ms. El importante trabajo de

    copia y estudio de estas localidades hace que la monografa

    de esta zona no salga a la luz hasta dos aos ms tarde

    (Cabr, J., 1917).

    Durante 1916 vuelven a visitar La Cueva de la Pea y,

    adems de levantar los calcos y dibujos de arte rupestre

    conservado en sus paredes, Hernndez-Pacheco realiz la

    excavacin del yacimiento arqueolgico acompaado por el

    ayudante de Obermaier, Paul Wernert y del joven gelogo

    Francisco Hernndez-Pacheco. Tal era la importancia de los

    hallazgos que custodiaba esta cueva que Hernndez-Pa-

    checo propuso al conde de la Vega del Sella en 1918 su cie-

    rre que evite la destruccin de las pinturas , lo que se con-

    sigue gracias al nombramiento de una Junta de Proteccin.

    La publicacin monogrfica sobre la cueva ve la luz en 1919,

    apareciendo publicada como memoria n 24 de la CIPP (Her-

    nndez-Pacheco, 1919). En el prlogo de la misma, el autor

    explica en detalle la aportacin artstica tanto de Cabr comode Bentez Mellado, volvindose a desplazar este ltimo en

    1917 para, segn criterio de Hernndez- Pacheco, retocar

    algunos de los dibujos de Cabr y realizar algunos nuevos.

    Hasta el momento, se han contabilizado 111 ejemplares de

    ambos autores en el Archivo del MNCN.

    Aurelio Cabrera comunica el hallazgo de una gran Laja pla-

    na de roca grantica con grabados en la Dehesa de la Cara-

    ba. Es la denominada Piedra de los Hierros o Piedra de las

    herraduras, denominada as por la tradicin popular que los

    asimila a las huellas dejadas por el ganado lanar. A este lugar

    situado en la Sierra de San Blas, en las cercanas de Albur-

    querque (Badajoz), se desplazan durante ese ao 1916 los

    miembros de la Comisin. Aurelio Cabrera realiza los calcos

    y E. Hernndez-Pacheco se encarga de las fotografas. Ade-

    ms se encuentra una lmina identificada como procedente

    del lugar denominado La Caraba, que podra corresponder

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    Figura 5 Lmina realizada por Cabr en carboncillo sobre papel. Conjunto de ciervos, caballos y toros del Camarn de la Cueva de la Pea, en SanRomn de Candamo (Asturias). Fotografa en vidrio, ACN/7639.Figura 6 Dibujo de una de las cabras grabadas en la Cueva de Penches, Oa, Burgos. Lmina a la aguada realizada por Bentez Mellado para laexposicin sobre arte rupestre de 1921. ACN/9-A-5, 422 Figura 7 Lmina de bisonte en carboncillo sobre papel de gramaje grueso, realizada por Bentez Mellado entre 1914 y 1917. ACN/9-A-4, 3326

    Figura 1 Seccin central del mural de la Cueva de la Vieja (Alpera, Albacete). Calco montado sobre tela, guras y dibujos realizados en aguadas.Lmina: ACN/8-A-2, 13-11. Fotografa: Miguel Angel Blanco de la Rubia.

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    al mismo lugar. Con ella se completa un total de 8 ejemplares

    conservados que proceden del rea de Alburquerque, nme-

    ro que habr de aumentar cuando se cataloguen las 11 copias

    que se encuentran asignadas a la provincia de Badajoz pero

    carecen de ms informacin.

    La ausencia de estos calcos de gran tamao en los alma-

    cenes del MNCN tiene una justificacin un tanto anecdtica.

    El propio Pacheco es testigo ya de su desaparicin, acha-cando como explicacin ms lgica a su utilizacin como

    papel de embalaje de otras obras del Museo en el asedio de

    Madrid que tuvo lugar durante la guerra civil.

    Ese mismo ao, Cabr acompaa a Hernndez-Pacheco

    a los alrededores de Oa (Burgos), realizando los dibujos

    en la llamada Cueva de Penches (Fig. 6), cuyos grabados

    haban sido descubiertos por un jesuita un ao antes y cuya

    publicacin, como memoria n17 de la CIPP, sale a la luz un

    ao despus (Hernndez-Pacheco, E., 1917a). Tambin se

    incluyen en nuestro registro, los mltiples grabados asimila-

    dos a huellas de zarpazos de oso.Como resumen de la actividad de la Comisin de Investi-

    gaciones Paleontolgicas y Prehistricas durante esta prime-

    ra etapa de actividades, valga la frase de su director: Co-

    rresponden a Cabr la gran mayora de los descubrimientos

    de arte primitivo conocidos hasta la actualidad (Hernndez-

    Pacheco, E., 1917b).

    3.5. Aos 1917 a 1919En 1917, ya plenamente incorporado a la Comisin, Bentez

    Mellado acompaa a Hugo Obermaier a la Cueva del Buxu

    (Asturias), que haba sido descubierta por error el ao anterior.

    En ella levantan los calcos y realizan las lminas que forman

    parte de la memoria n 18 de la Comisin (Obermaier y Vega

    del Sella, 1919). En esta cueva los autores encuentran multitud

    de pinturas y grabados de distintas pocas a lo largo de un

    buen nmero de galeras. Todo el trabajo de copia y repro-

    duccin realizado durante estas tres campaas se registra en

    un excelente fondo de 57 calcos y lminas conservados en el

    Archivo del MNCN. Ese mismo ao Bentez Mellado visita y

    dibuja los grabados de la Cueva de Penches (Burgos).

    Por lo que ser refiere a la Cueva de la Pasiega, existen

    nicamente tres lminas que corresponden a una cierva, un

    bisonte (Fig. 7) y un caballo. Descubierta en 1911 por Ober-maier y Wernert cuando excavaba el Castillo, es citado en

    1917 por Hernndez-Pacheco, lo que indica que los dibu-

    jos fueron realizados por Bentez Mellado entre 1915 y 1917,

    aunque lo ms probable es que fueran realizados en 1917, a

    la vez que visitaron la Cueva del Buxu.

    Durante 1917 se desplazaron a las recin descubiertas

    cuevas del barranco de la Valltorta, concretamente a las co-

    nocidas como Cuevas del Civil, Cavals y la Cueva del Arco.

    En esta ocasin fueron H. Obermaier y su discpulo P. Wernert

    quienes, representando a la CIPP, acompaaron a Bentez

    Mellado para el estudio y la realizacin de los calcos. El resto

    de cuevas descubiertas ese mismo ao en el sureste del Ba-

    rranco fueron estudiadas por el equipo del Institut dEstudis

    Catalans de Barcelona, ya que bajo previo acuerdo haban

    dividido los hallazgos del barranco en dos zonas, estudiando

    cada uno de los grupos la correspondiente.

    A pesar de que Cabr haba ya abandonado oficialmen-

    te la Comisin, El marqus de Cerralbo, a quien haba sido

    comunicado en primera instancia el descubrimiento de las

    pinturas en la Valltorta, decide enviar a ttulo personal a

    J. Cabr, de cuyas reproducciones se da cuenta en la Expo-

    sicin de 1921, an cuando es el marqus de Cerralbo quien

    figura como expositor. Corresponden a los lugares de Mas

    den Josep, Alta del Llidon, Saltadora y Tolls Alts. Aunquees posible que alguna de las lminas existentes en el Archivo

    sean de Cabr, la mayora de stos calcos y dibujos no se

    depositan ya en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

    Pese a que la CIPP comisiona oficialmente a Obermaier

    a desplazarse a la Valltorta para realizar las copias de arte

    rupestre, no es objeto de estas lneas resear la polmica

    suscitada en la zona debido a la rivalidad existente entre los

    grupos de investigacin. En nuestro Archivo se encuentran

    nicamente las lminas pertenecientes a la Cova del Rull,

    Civil, Cavalls, Saltadora y Cueva del Arco. La memoria mono-

    grfica sobre las pinturas rupestres de la Valltorta se publicdos aos ms tarde con el nmero 23, por Obermaier y su

    ayudante Paul Wernert.

    Ese mismo ao tuvo lugar la primera visita a la locali-

    dad de Morella la Vella por E. Hernndez-Pacheco, al que

    acompaa en esta ocasin el gelogo Jos Royo y Gmez

    (Hernndez-Pacheco, 1917b). Visitan las cuevas conocidas

    como Morella la Vella, Cueva del Roure y Cueva del Barran-

    quet, ao en el que se realizan los primeros calcos y las fo-

    tografas. Estas mismas, junto con las de Abrigo del Palomar,

    Abrigo de la Via, Camino de San Antonio y las de la Galera

    alta de la Muela de Morella son visitadas de nuevo al ao

    siguiente y copiadas, tanto por Bentez Mellado como por el

    mismo E. Hernndez-Pacheco. Fueron acompaados tam-

    bin en esta ocasin por Jos Royo y Gmez, que realiz las

    fotografas de los abrigos. Algunos de los casi 100 ejempla-

    res de Morella que se conservan en la coleccin del MNCN

    participaron en la exposicin de 1921. Sin embargo, la CIPP

    nunca lleg a publicar el estudio monogrfico. Probablemen-

    te el hecho de que Hernndez-Pacheco se hiciera cargo de

    la Comisin a partir de 1922 a la muerte del marqus de Ce-

    rralbo, impidiera la elaboracin de ese volumen (Fig. 8).

    Tambin durante el ao 1917 comunican a Cabr el des-

    cubrimiento del abrigo dels Secans, en la localidad de Ma-zalen, en Teruel, cuyas pinturas dibuja y publica con su

    descubridor en 1921 (Cabr y Prez, 1921 BRSEHN). Her-

    nndez-Pacheco indica que la copia de estas pinturas, as

    como las fotografas, fueron realizadas por Cabr en 1921

    (Hernndez-Pacheco, 1959). Sin embargo, es probable que

    dadas las fechas en que fueron realizadas, dichas copias

    pasaran a formar parte de su coleccin personal, ya que no

    existe copia alguna entre los fondos que se conservan de la

    CIPP en el MNCN.

    En la Serrana de Cuenca, las representaciones de arte ru-

    pestre procedentes de los alrededores de la localidades de

    Villar del Humo y de Boniches (Pea del Escrito, Rambla del

    Figura 8 Escena de arqueros luchando. Parte inferior izquierda de lacomposicin del Abrigo del Roure, en Morella la Vella (Castelln). Copiarealizada a la aguada por Bentez Mellado, en 1918. ACN/9-C-5, 7-646

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    Anear), vuelven a ser visitados por Bentez Mellado en 1918,

    en la expedicin en la que acompaa a los Hernndez-Pache-

    co (padre e hijo). Durante 15 das el artista realiz el levanta-

    miento de la zona, pinturas que participaron en la exposicin

    de 1921 sobre el Arte Prehistrico Espaol. En palabras de

    Pacheco: Los dibujos que se exponen son resultado de sus

    trabajos y constituyen parte del material dispuesto para una

    monografa an indita (Hernndez- Pacheco, E. 1921).

    3.6. Aos 1920 a 1926El descubrimiento de las cuevas de la Araa en Bicorp (Va-

    lencia) se debe al profesor Jaime Poch i Gar en 1920, ao en

    que se desplazaron los miembros de la Comisin, dirigidos

    por Eduardo Hernndez-Pacheco, con Francisco Hernndez-

    Pacheco encargado de la realizacin de las fotografas y el

    dibujante Francisco Bentez Mellado, acompaados en todo

    momento por del descubridor de las mismas. Durante esta

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    campaa se realizaron casi

    150 calcos y copias directas

    de las tres cuevas del ba-

    rranco en que fueron iden-

    tificadas las pinturas, entre

    las que destaca la represen-

    tacin de la figura humana

    recolectando miel, repetida-mente dibujada y coloreada

    por Bentez Mellado (Fig. 9).

    La publicacin de este im-

    portante trabajo monogrfi-

    co sali como memoria n 34

    de la Comisin (Hernndez-

    Pacheco, 1924).

    El abrigo de Minateda

    (Albacete) fue visitado en

    varias ocasiones, entre 1921

    y 1923 por la CIPP. En estecaso, la visita fue debida a

    la puesta en discusin de

    la interpretacin que sobre

    las pinturas halladas en ese

    abrigo, haba sido publicada

    por H. Breuil en 1920, como

    consecuencia de su visita a

    la cueva varios aos antes.

    Es probable que la visita fue-

    ra realizada en compaa del

    propio Hernndez-Pacheco

    en 1916, ya que sus imge-

    nes parecen interpretarse en

    una fotografa que publica el

    mismo Pacheco en su libro

    Prehistoria del Solar Hispano

    en 1959. En cualquier caso,

    es posible que Bentez Me-

    llado realizara durante esos

    tres aos las varias decenas

    de copias que se conservan

    en el Archivo del MNCN,

    pero tambin es cierto queel inters suscitado por es-

    tas pinturas debi ser mayor,

    ya que se conservan cerca

    de 20 fotografas realizadas

    por Royo y Gmez en 1934,

    en la que suponemos que

    sera la ltima expedicin de

    la CIPP al citado abrigo.

    Tambin durante 1921,

    Hernndez Pacheco quiso

    desplazarse de nuevo a Sie-

    rra Morena, acompaado

    por Bentez Mellado, para

    que el dibujante volviera a

    realizar el levantamiento de

    las pinturas que haban sido9

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    descubiertas por el prroco de Montoro y recientemente co-

    piadas por Cabr. En esta ocasin visitaron la zona de Fuen-

    caliente, en la Sierra Madrona (Ciudad Real) y en el Arroyo

    de La Batanera, donde Hdez-Pacheco se permiti realizar,

    adems de las fotografas, algunas de las copias de las pin-

    turas. En el archivo del MNCN se encuentran copias de ms

    de 15 localidades de esta zona y casi 50 calcos.

    Durante 1922, Bentez Mellado acompa de nuevo a Her-nndez-Pacheco a las Batuecas, donde copiaron nuevamen-

    te las pinturas de los lugares clsicos correspondientes a El

    Canchal de las Cabras Pintadas o las de la gruta del Zarza-

    ln, aadindose las descubiertas en esta nueva expedicin,

    y no por ello menos importantes, de la Umbra del pen del

    Cristo o las del Canchal o majada de las Torres.

    La discusin suscitada acerca de la interpretacin de una

    figura de alce que haba realizado Cabr en 1911 en la Cue-

    va del Queso (Alpera, Albacete), es el motivo que refiere Her-

    nndez-Pacheco para realizar una nueva visita a la zona en

    1923 junto con Bentez Mellado. De esta manera, zanjan ladiscusin sobre la interpretacin de dicho animal, achacan-

    do la errnea interpretacin de Cabr a un desprendimien-

    to de la pared de la cueva. La visita es aprovechada para

    realizar nuevos dibujos de la Cueva de la Vieja ya que se

    haban puesto tambin en discusin ciertas interpretaciones

    de Cabr en cuanto a la cronologa de la realizacin de las

    pinturas debido a una copia excesivamente reconstruida

    de las mismas (Hernndez-Pacheco, 1959). En la coleccin

    del MNCN existen, aproximadamente, unos 70 ejemplares

    de ambas localidades. La Cueva del Queso en Alpera es

    uno de los ejemplos en los que el factor tiempo ha jugado

    negativamente a favor de la conservacin de las pinturas ru-

    pestres, siendo los dibujos de la CIPP el nico testigo actual

    de este legado prehistrico.

    En la expedicin de 1925 realizada por Hernndez Pache-

    co a Sierra Morena, se visitaron los lugares del Collado de laNiebla en Despeaperros y varios lugares en Fuencaliente,

    Ciudad Real, aunque parece constar una fecha de 1921 en

    la que visitaran lugares como La Batanera, todos ellos bien

    documentados en la coleccin de la CIPP y realizados por

    Bentez Mellado.

    Durante el ao 1926 fueron ms al oeste, llegando a la

    zona de Extremadura que aos antes haban visitado con Au-

    relio Cabrera. En esta ocasin se detuvieron en la Sierra de

    Alange, en Badajoz, donde Bentez Mellado copi las pintu-

    ras del abrigo de la Calderita, el Arroyo de San Servn y la 1

    y 2 covacha de La Zarza. 15 copias de todos estos lugaresestn depositadas en el AMNCN, adems de otros 11 ejem-

    plares de los que se desconoce su asignacin.

    4. EL REA CANTBRICA

    Desde 1910 hasta 1914, mientras tena lugar la excavacin

    de la Cueva de El Castillo por parte de Obermaier y su equi-

    po, se realizaron prospecciones financiadas por el prncipe de

    Figura 9 Fragmento central de la composicin de la 3 cavidad de Cuevas de la Araa, en Bicorp (Valencia). Segunda copia sobre papel vegetalrealizada en tinta china por Bentez Mellado. ACN/8-A-3, 11-12.Figura 10 Figura de ciervo procedente de la Cueva de Altamira, realizado sobre aguada por Bentez Mellado para la exposicin sobre el arte rupestrede 1921. ACN/9-A-4, 326.

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    Mnaco cuyos resultados constituyen el ms fructfero hallaz-

    go de cuevas con pinturas rupestres en Cantabria. Adems,

    entre 1914 y 1916 tuvo lugar la excavacin de la Cueva de la

    Paloma por Eduardo Hernndez-Pacheco, cuyos materiales

    arqueolgicos y paleontolgicos se encuentran ntegramente

    depositados en el MNCN. Durante esos aos, acompaaron

    sucesivamente a Hernndez-Pacheco tanto Cabr como Be-

    ntez Mellado, aprovechando para copiar las pinturas de algu-nos de estos lugares de la cornisa cantbrica.

    Sin embargo, la mayor parte de los calcos y lminas de arte

    rupestre del rea cantbrica que se encuentran depositados

    en el MNCN son los realizados de manera intermitente entre

    1922 y 1934 cuando, lejos de la presencia francesa en la zona,

    Eduardo Hernndez-Pacheco decide volver a visitar los yaci-

    mientos con Bentez Mellado para documentar en detalle la

    zona, ya que durante los primeros aos de la Comisin, cuan-

    do la zona estaba siendo estudiada por el equipo francs fi-

    nanciado por el prncipe de Mnaco, no qued registro alguno

    de sus calcos en la CIPP. Por esta razn, creemos convenientetratar aparte lo referido a las pinturas del rea cantbrica.

    La cueva de Altamira fue dibujada por Bentez Mellado en

    las expediciones realizadas en 1923 y 1924 (Fig. 10). De-

    bido a las firmes convicciones conservacionistas que pri-

    maron siempre el pensamiento de Hernndez-Pacheco y,

    de la misma manera que haba ya ocurrido en su momento

    con Marcelino Sanz de Sautuola, las copias directas fueron

    realizadas a mano alzada. No debi ser fcil para el artista

    realizar estos dibujos, tanto por la localizacin de las mismas

    como por las propias condiciones ambientales de la cueva.

    Quiz pueda ser sta la razn de que, an siendo un lugar

    de tal importancia en la historia del arte rupestre, no exista

    una gran representacin de los dibujos de las diferentes sa-

    las de dicha cueva, coleccin que constituye un total de 19

    lminas, todas ellas en papel continuo de gramaje grueso,

    realizadas con sanguinas y carboncillos.

    Aunque su descubrimiento fue realizado por Alcalde del

    Ro en 1908, suponemos que las copias de la Cueva del Pin-

    dal existentes en el MNCN fueron realizadas en poca tarda

    por Bentez Mellado. Muy probablemente su ejecucin perte-

    nezca a 1933, ya que el nico dato que nos ofrece una idea

    para poder fecharlas corresponde a una fotografa publicada

    por Hernndez-Pacheco en su libro de 1959. De esta cuevaconstan 45 ejemplares, compuestos por calcos en papel ve-

    getal realizados en grafito, aunque la mayora lo constituyen

    las lminas en papel continuo de gramaje grueso realizadas

    con sanguinas o con tinta china. Estn representadas tanto

    las figuras animales paleolticas como las puntuaciones del

    arte esquemtico. Los pocos dibujos que figura Cabr en la

    primera memoria de la CIPP, tal como l mismo refiere son

    copiados de las obras de Breuil .

    Desde las primeras exploraciones realizadas en la cornisa

    cantbrica por Alcalde del Ro en 1903, se deja constancia

    del descubrimiento de la Cueva de El Castillo que, adems

    de su importante registro arqueolgico temporal, proporcio-

    na una magnfica muestra de figuras y grabados del Paleo-

    ltico superior. Como quiera que la cueva fuera excavada

    durante estos primeros aos por parte del equipo francs

    que financiaba el prncipe de Mnaco, la intervencin para

    la realizacin de las copias de las pinturas por parte de los

    miembros de la Comisn, no tuvo lugar hasta 1933 y 1934.

    Lejos ya de la influencia francesa, slo Eduardo Hernndez-

    Pacheco realiz verdaderos esfuerzos por mantener, durante

    estos aos de declive, el inters de la comunidad cientfica

    hacia el arte rupestre y por la continuidad de la CIPP. De esta

    manera, acompaa a Bentez Mellado a la que constituye,

    sin duda, una de las cuevas ms importantes de a cornisacantbrica y cuya evidencia lo constituyen la ms abundante

    coleccin de calcos y lminas que permanecen depositados

    en los fondos del MNCN. Los 135 ejemplares estn realiza-

    dos en todos los soportes y tcnicas, salvo las aguadas, lo

    que demuestra que las lminas realizadas con esta tcnica

    fueron especficamente encargadas a Bentez Mellado para

    la exposicin de 1921. Por su parte, los motivos son todos

    los presentes en la cueva, desde figuras animales, humanas,

    manos en negativo y positivo, hasta los tpicos tectiformes,

    signos, lneas y puntos.

    5. CALCOS DE DUDOSA ASIGNACIN

    En la coleccin del Museo existen adems una serie de

    calcos, cuya nica referencia es su procedencia de la pro-

    vincia de Soria. El total de estos ejemplares es de 73, todos

    en papel vegetal. La nica referencia encontrada respecto

    a estos ejemplares es el comentario que hace el marqus

    de Cerralbo en el prlogo de la obra de Cabr de 1915 que

    constituye la primera memoria de la Comisin. El tipo de di-

    bujos parecen modernos, incluyendo figuras humanas mas-

    culinas y femeninas, crculos, herraduras y cruces, que po-

    dran corresponderse a obras de factura bastante reciente, a

    lo mejor de tipo medieval.

    Adems hay otra cueva de Soria de la que Cabr informa

    haber sido estudiada por Pascual Serrano, que haba sido

    enviado por el propio marqus. Toda la coleccin proceden-

    te de Soria est, pues, por estudiar.

    En el caso contrario se encuentran algunos lugares que

    han sido citados en la bibliografa en los que se informa de

    la realizacin de calcos para la Comisin por parte de uno u

    otro artista. Por ejemplo, en la publicacin de Martn Almagro

    (1952), se cita la realizacin de calcos de Cogul por parte de

    Bentez Mellado. En el MNCN no hay constancia de dichosejemplares, por lo que pensamos que puedan haber sido

    realizados por el artista en fecha posterior a la disolucin

    de la Comisin. Muchos aos atrs Cabr realiz calcos de

    dicha localidad, pero la nica evidencia la constituyen los di-

    bujos de preparacin de las lminas para la primera Memoria

    de la Comisin (Cabr 1915).

    Los lugares con pinturas rupestres localizadas en Catalu-

    a durante el periodo de existencia de la CIPP, estn loca-

    lizados en la provincia de Tarragona. 14 ejemplares en total

    de las localidades de Font Vilella, Cova de la Escoda (Van-

    dells), Cova del Cingle (Tivissa) y Cabra Feixet (El Perell).

    Hernndez-Pacheco (1959) informa de que han sido copia-

    das y dibujadas por Bentez Mellado. Sin embargo, no est

    claro que la factura de estos fondos haya sido exclusiva de

    dicho autor. De hecho, existen incluso dos fotografas de las

    copias realizadas por Breuil.

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    6. COMPOSICIN DE LA COLECCIN DE ARTERUPESTRE DE LA CIPP EN EL AMNCN

    La coleccin documental e iconogrfica de arte rupestre

    del AMNCN est compuesta por: Calcos y lminas. Este apartado constituye el ms grande

    de la coleccin, en el que se tienen individualizados ms

    de 2.000 ejemplares. Entre ellos se encuentran los calcos

    realizados en papel vegetal, tanto a mano alzada como

    en copia directa y las lminas, realizadas en distintos ti-

    pos de papel, desde ms grueso hasta cartn y hojas

    de escritura. Una descripcin detallada de los tipos demateriales y tcnicas de reproduccin de las pinturas se

    encuentra incluida en Moneva (1993). Destacar el ejem-

    plar ms grande de la coleccin, ejecutado en un nico

    lienzo continuo de ms de 7 metros. Corresponde al Val

    del Charco del Agua Amarga (Teruel), realizado por Ca-

    br, a tamao natural. La realizacin de copias de gran

    tamao deja de ser realizada con el paso del tiempo y

    es sustituida por fragmentos de lienzos que encajan a la

    perfeccin y sobre los cuales estn indicadas todas las

    distancias entre unas y otras figuras para poder recons-

    truir, en caso de ser necesario, el ejemplar completo sin

    error de ngulo o dimensiones. Dentro de este apartado, como ya se ha descrito, existen

    representaciones tanto de pinturas paleolticas como de

    arte levantino, esquemtico e incluso ibrico y medieval

    de prcticamente toda la geografa espaola.

    Otro apartado que hemos separado del anterior lo com-

    ponen las lminas que cumplen una finalidad concreta.

    La mayor parte de estas lminas fueron encargadas para

    la Exposicin de Arte Prehistrico Espaol, celebrada en

    Madrid, en 1921. No encontrndose ya Cabr formando

    parte de la Comisin, la elaboracin de este tipo de lmi-

    nas estuvo totalmente a cargo de Bentez Mellado. El ar-

    tista no slo realiz obras por encargo directo de la CIPP,

    sino que tanto la Sociedad Espaola de Amigos del Arte

    como el Museo Arqueolgico Nacional tambin encarga-

    ron obras al autor (Fig. 11). Estas lminas son caractersti-

    cas por presentar su fondo realizado en aguadas, tratan-do de imitar el color y la textura de la pared de la cueva o

    abrigo que contiene los originales. Una importante informacin documental que se encuen-

    tra completa e intacta en los fondos iconogrficos del

    AMNCN son los trabajos de preparacin para las publica-

    ciones realizadas por la CIPP. Se conservan, por ejemplo,

    las carpetas con las lminas completas preparadas para

    la publicacin del clsico de Obermaier El hombre fsil , al

    igual que las correspondientes al volumen completo de la

    primera memoria de la CIPP publicada por Cabr, El Arte

    Rupestre en Espaa , etc (Fig. 12). Documentacin anexa:

    1. Material fotogrfico. Con ms de 8.000 fotografas del

    fondo general del Archivo, es posible que la coleccin

    fotogrfica de arte rupestre sea la mayor dentro de la

    coleccin fotogrfica del AMNCN. El fondo se encuentra

    Figura 11 Exposicin de Arte Prehistrico Espaol. Sala de la Serrana de Cuenca. En el centro se reproduce una ampliacin fotogrca del mtodoutilizado por la CIPP para la copia de las pinturas. Debajo se encuentran las lminas encargadas a Bentez Mellado en color intentando imitar las gurasoriginales. A izquierda y derecha diversos calcos y lminas. ACN/6159

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    completamente digitalizado y sus originales constan tanto

    de negativos, como positivos en papel o placas de cristal.

    Fruto de la excelente relacin de este pas con el prncipe

    Alberto I de Mnaco result el hecho de que Cabr fuera

    becado en el Institut de Palontologie Humaine de Paris

    para aprender arqueologa con su maestro Henri Breuil.

    Queda constancia de esta actividad a travs de positivos

    en papel montados sobre cartulina de algunos lugares,

    cuevas o abrigos espaoles o pinturas rupestres, en los

    que, adems de la firma de Cabr se indica la proce-

    dencia de los negativos del Institut francs y la fecha de

    1910. La documentacin existente indica que Cabr estu-

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    vo financiado en Pars hasta 1912. De este autor constan

    identificadas 264 fotografas. El mayor nmero de fotogra-

    fas lo poseen Jos Royo y Gmez, Hernndez-Pacheco,

    tanto Francisco como Eduardo y, en menor cantidad, Fe-

    derico de Motos, Henri Breuil y Hugo Obermaier.

    Fruto de esta actividad se conservan fotografas de

    ejemplares como la cabeza de caballo de la Cueva

    Mayor de Atapuerca, de la que slo existe una copia

    en papel. Tambin fotos de paisaje como el de la vista,

    desde la Alberca, de la sierra de Francia, con las Ba-

    tuecas en primer plano y que llega hasta las Hurdes

    (Fig. 13). Y, por supuesto, de Teruel donde realiz el ha-

    llazgo de un grabado en la Fuente del Cabrerizo. Estas

    copias constituyen las primeras fotografas sobre arte

    rupestre en Espaa, y los primeros ensayos de este

    nuevo invento se reflejan en la mala calidad de muchasde las copias existentes, la mayora en papel.

    Existen referencias de trabajos en color efectuados por

    J. Cabr entre los aos 1911-14 en Pea Escrita, Alba-

    rracn, Cueva de los Letreros o las Batuecas, Cogul y

    en Cantos de Visera y Cueva del Medioda, sin que nin-

    guna fuera publicada, seguramente, como tantas otras

    veces, por motivos econmicos. Los croquis de lectura

    para la produccin fotogrfica de la C.I.P.P. son obra

    del dibujante Francisco Bentez Mellado.

    Adems, el inters de la coleccin de fotografas del

    Museo de Ciencias permite sacar a la luz aspectos que

    se pierden en el momento de la publicacin, como los

    retoques de que eran objeto ciertas fotografas con el

    fin de disimular fallos, a veces con un espritu muy ar-

    tstico, como el que lleva a J. Cabr a aadir nubes en

    unas vistas de Cogul (Lrida) y de la Fuente del Cabre-

    rizo (Teruel), como remedio al excesivo ennegrecimien-

    to del cielo.

    2. Mapas geolgicos y de situacin de las cuevas. Aun-

    que la mayor trascendencia la tuvieron las pinturas

    rupestres, el contexto geolgico en el que se encua-

    draban los enclaves de estas pinturas fueron detallada-

    mente estudiados por Hernndez-Pacheco, en su pri-

    mera etapa por Eduardo y en la segunda, y de manera

    ms cuantiosa, por su hijo Francisco. Muestras de esta

    actividad se encuentran en el AMNCN, donde se pue-

    den consultar los preparativos de algunos de los ma-

    pas geolgicos y de la situacin relativa de las cuevas

    o abrigos en los distintos parajes, todos ellos realizados

    en papel milimetrado y con indicaciones diversas en

    color. Algunos de estos trabajos no llegaron a publicar-

    se, la mayora formaron parte del estudio preliminar enel que se trataba de contextualizar geolgicamente los

    hallazgos de las pinturas.

    3. Otros. Aunque la actividad fundamental a que se deba

    Cabr era a la reproduccin artstica de las pinturas

    rupestres y de la fotografa de los lugares que visitaba,

    tambin tuvo la oportunidad de reflejar sus conocimien-

    tos arqueolgicos realizando excavaciones y estudios

    de materiales lticos que l mismo dibujaba. Ejemplos

    de este caso se encuentran en Matarraa (Mazalen)

    y Roca dels Moros (Calapat), de los que existen en el

    Archivo del MNCN los dibujos de Cabr correspondien-

    te a la industria ltica recuperada en estos yacimientos.

    4. Finalmente, la documentacin escrita, compuesta por:

    a) las publicaciones, que fueron muy abundantes du-

    rante todo el periodo de la CIPP y entre las que se des-

    tacan las propiamente denominadas Memorias de la

    Figura 12 Preparacin para la publicacin de Cabr, 1915. Arriba izda: Damas de la Cueva de la Vieja en Alpera (Albacete). Dcha: Grupo de mujeres de Cogul(Lrida), nico testimonio de la existencia de dibujos de esta localidad en la coleccin de la CIPP. Abajo izda: Detalle de la gura recolectando miel en la 3 cavidadde Cuevas de la Araa (Bicorp). Dcha: Cacera de ciervos. Cueva de Cavalls en La Valltorta (Castelln).Figura 13 Montaje fotogrco en papel sobre cartulina, desde la Alberca, en la sierra de Francia (Salamanca), que incluye en primer trmino la zona de Las Batue- cas. Al fondo, se distinguen las elevaciones correspondientes a la zona de las Hurdes (Cceres). Foto realizada por Cabr, durante su estancia como pensionadoen el IPH de Pars. ACN/3849

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    Comisin, 38 memorias dedicadas a todas las activi-

    dades llevadas a cabo durante el periodo de actividad

    de la Comisin, en su mayora sobre ar te rupestre pero

    tambin dedicadas a estudios de otros yacimiento y

    restos arqueolgicos, tanto paleolticos como cermi-

    cas ibricas, as como a trabajos paleontolgicos de

    yacimientos concretos, como el ms conocido dedi-

    cado al Mioceno de Palencia, realizado por EduardoHernndez-Pacheco.

    b) Adems se encuentra en el Archivo abundante

    documentacin textual asociada a esta coleccin; no

    toda ella est terminada de catalogar, entre la que se

    incluyen abundante material administrativo, as como

    impresos, actas, cartas etc.

    7. CONCLUSIONES

    Conocemos la andadura de los casi 25 aos de funciona-

    miento de la Comisin de Investigaciones Paleontolgicasy Prehistricas, en buena parte, por el legado de la colec-

    cin que de estos dos artistas se conserva en el Archivo

    del Museo. La coleccin est compuesta por ms de 2.000

    copias de pinturas rupestres, realizadas en distintos sopor-

    tes de papel, tanto a mano alzada como a travs de la copia

    directa o calcos de las mismas. Despus, en el trabajo de

    laboratorio se llevaron a cabo los dibujos, ms o menos in-

    terpretativos y en distintos soportes, a distintos tamaos y

    colores segn su finalidad. Un buen ejemplo de los magn-

    ficos resultados obtenidos se ve reflejado en la exposicin

    de Arte Prehistrico Espaol, organizada por la Asociacin

    Espaola de Arte que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional

    de Madrid en 1921.

    Aunque ha sido muy difcil realizar una estimacin del

    material existente debido a las circunstancias precedentes

    descritas, result que en un momento se encontraban equi-

    vocaciones tanto en la identificacin de los calcos y las l-

    minas, como en los toponmicos o a las mezclas debidas la

    asignacin a provincias equivocadas (caso de la Covacha

    del Queso en Almera por la Cueva del Queso en Albacete),

    adems de encontrarse fsicamente mezclados ejemplares

    procedentes incluso de rea distintas. En algunos casos la

    autora de los dibujos es difcil de discernir dada la mezclade los mismos. Sin embargo, a veces la caligrafa de los au-

    tores ha sido clave para poder realizar una asignacin ms

    adecuada. El preliminar estado del inventario de la coleccin

    tampoco ha ayudado a esta labor.

    No me parece muy adecuado terminar sin hacer un co-

    mentario en defensa de Cabr, respecto a sus discusiones

    con Breuil y su posterior salida de la CIPP. Aunque l mismo

    hace mencin a la mala calidad de los dibujos realizados

    por Federico de Motos cuando se refiere a la publicacin de

    este autor de 1868, hay que reconocer que la formacin de

    Cabr era en Bellas Artes y la de F. Motos en Farmacia, y no

    hacen falta ms palabras, slo observar las obras de ambos.

    La forma de proceder de Breuil no parece ser muy elegante

    despus de saber cmo fue tratado en Espaa por parte de

    la CIPP, en particular por el marqus de Cerralbo y de J. Ca-

    br. De ninguna manera podemos justificar el mal gusto y la

    malos modos con que realiza sus crticas a Cabr, en parti-

    cular por lo publicado en la memoria n1 de la CIPP. Leyendo

    este volumen, se advierte cmo Cabr no tiene ms que bue-

    nas palabras para Breuil y no pierde oportunidad de alabarle

    como arquelogo y referir sus hallazgos en todo momento.

    Tampoco parece muy honesta la postura mostrada por

    H. Obermaier, en su obra de 1916, cuando responsabiliza a

    Breuil cmo nico artfice de los descubrimientos, junto conHernndez-Pacheco, etc, siendo, sin embargo el marqus

    de Cerralbo quien envi ayuda a Breuil en la persona de Ca-

    br para que hiciera las pinturas y las fotografas, mientras

    que ste a cambio recibira buena parte de la formacin ar-

    queolgica que no aprendi con el propio marqus.

    8. AGRADECIMIENTOS

    Agradezco a Miguel San Nicols del Toro haberme invita-

    do a participar en el Seminario sobre el arte rupestre cele-

    brado en Murcia, 2010, as como a participar en el presentevolumen.

    9. BIBLIOGRAFA

    ALMAGRO BASCH, M.(1952).El covacho con pinturas rupestres de Cogul(Lrida), Lrida . Instituto Espaol de Prehistoria del CSIC y Servicio de In-

    vestigaciones Arqueolgicas de la Diputacin Provincial.BOLVAR, I.(1912). Informa a la Sociedad de la creacin de una Comisin de

    exploraciones espeleolgicas . Com. R. Soc. Esp. Hist. Nat., sesin del 3 de

    julio: p. 351. Madrid.BREUIL, H.(1916). Algunas observaciones acerca de la obra de D. Juan Ca-

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