INICIACIÓN AL TRABAJO DOCENTE

Reporte de Lectura

Título del libro:

Alumno:

Fulanito de Tal…

Docente:

Mtro. Yonatan Eric Cruz Hernández

UNIDAD ESCOLAR PARTICULAR MIGUEL CÁSTULO DE ALATRISTE A.C.

Licenciatura en Educación Primaria

INICIACIÓN AL TRABAJO DOCENTE

DATOS BIBLIOGRÁFICOS

AUTOR: Daniel Brailovsky

LIBRO/TEMA: Sentidos perdidos de la experiencia escolar: Angustia, desazón, reflexiones / El fracaso de enseñar. Ideas para pensar la enseñanza y la formación de los futuros docentes.

EDITORIAL/ PAG: Noveduc / 27-56

INTRODUCCIÓN

A lo largo de este contenido, se analizarán las causas principales que determinan la presencia de fracasos en la intervención docente, partiendo de la enseñanza que reciben durante su formación, determinando orientaciones de solución que propicien un nuevo enfoque y paradigma a fin de alcanzar las expectativas que la educación se propone actualmente, considerando los contenidos, estrategias de aplicación, competencias poseídas y transmitidas, el contexto y conocimientos de características y necesidades de alumnos, como criterios fundamentales que delimitaran el punto de partida de cada educador, propiciando situaciones de aprendizaje significativas en sus alumnos.

CONTENIDO

EL FRACASO DE ENSEÑAR. Ideas para pensar la enseñanza y la formación de los futuros docentes.

Se tema más fracasar que traicionar una idea. La decepción circula por las instituciones educativas y entre sus agentes principales. Decepciones respeto de la formación docente, que siempre resulta insuficiente o

poco pertinente. Fracaso en la formación, fracaso en la enseñanza. Los maestros en las escuelas asumen el proyecto de educar, aunque confían

bastante poco en sí mismo a la hora de enseñar. No se trata de trasladar grandezas de un ámbito a otro, pero si hay algo de estas

percepciones que tendría al menos que interpelar los discursos y las prácticas con las que estamos formando a los futuros docentes.

Los planes de formación docente actualmente en vigencia privilegiaron, en la organización de los contenidos, los problemas y las didácticas específicas frente a las disciplinas y le asignaron a la formación práctica un protagonismo peculiar.

La formación intenta acomodarse a los nuevos desafíos, sin embargo, no sale o parece no salir en varias oportunidades.

La lista de yerros es extensa, la decepción se multiplica y se vuelve omnipresente, por momentos tediosa

Nos encontramos con un profesor que ha preparado su visita, que hace todo lo que está a su alcance.

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Las principales consecuencias, ahora. Una de ellas se refiere a si es posible enseñar cuando uno percibe que no puede hacerlo.

Los cuestionamientos sobre el éxito y el fracaso escolar parecen haber virado ahora hacia el lado de los docentes y su enseñanza.

La segunda es la sensación de extrañamiento, de desconcierto, que se produce al percibir que no se está haciendo o no se puede hacer aquello que define la naturaleza misma del trabajo, la profesión o el oficio; aquello que le da sentido.

Parálisis, retirada, resignación, apelación nostálgica al pasado, acentuación de las normas de disciplina, búsqueda de culpables o responsables externos de cualquier índole, etc.

Suponemos aquí que la imposibilidad o el fracaso de enseñar, y también de conducir de decidir, de guiar, tiene un alto impacto en el aprendizaje.

Sabemos y sostenemos que la relación entre la enseñanza y aprendizaje no es mecánica.

Que la primera, centrada en el docente, solo asegura condiciones para que el aprendizaje acontezca.

El aprendizaje es más bien producto del estudio y el protagonismo del estudiante. Nos preocupa que quienes tienen que ofrecer, promover, crear o simplemente “dejar”

que otros aprendan no lo estén haciendo o lo hagan con cierta dificultad.

1. No saben enseñar porque no saben los contenidos.

No hay duda de que quien enseña tiene que saber sobre lo que va a enseñar. Frecuentemente, los defensores a ultranza de esta postura parecen hacerlo

manifestando a la vez menosprecio por los contenidos pedagógicos. Para hacer maestro no se necesita ser ninguna lumbrera, no se necesita ser sabio.

Basta, amar a los chicos y dedicarse. La condena a la insuficiente preparación de los maestros, evidente en el

desconocimiento llano o restringido de los contenidos, pareciera abrevar en cierta nostalgia por una formación clásica.

Lo cierto es que los maestros en formación se pierden al acceso a los núcleos conceptuales que configuran un campo particular a líneas de pensamiento determinadas, a las formas de producción de los conocimientos científicos.

2. No sabe enseñar porque no sabe didáctica. Philippe Meirieu proporciona una introducción a la versión de fracaso como el

resultado del desconocimiento de ciertos saberes y competencias específicas requeridas para practicar el oficio, al afirmar que el dominio de los contenidos disciplinares, por muy perfecto que sea, no da automáticamente las claves de su transmisión.

Sin rechazar el valor de disponer de una cultura más amplia a la hora de enseñar, señala que los maestros fracasan cuando no consiguen relacionar contenidos con objetivos o plantear exitosamente situaciones de aprendizaje.

El problema que genera adjudicar a la falta o insuficiencia didáctica, la causa del fracaso de enseñar también ha sido planteada recientemente por Flavia Terigi.

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Si el docente es un punto, un hacedor; habrá que buscar su creación por el lado de los hábitos, el comportamiento y/o espíritus, pero nunca en lo que atañe al conocimiento.

3. No saben enseñar porque no conocen el contexto. Fracasa quien no distingue y diferencia contextos, quien no dispone de un saber

adecuar la enseñanza a distintas y cambiantes situaciones. La lista es extenuante y fracasa quien no sabe identificar quien no sabe identificar las

necesidades de la gente y las demandas o necesidades del contexto. El que conoce el contexto gana votos independientemente de su repertorio de

contenidos y de su talento didáctico que seden en importancia a lo que podríamos llamar coraje, compromiso y conciencia sociológica época.

Cada maestro con su contexto, en un claro gesto de enfrentamiento con el pasado y las tradiciones, todo lo que en la sociedad sucede o puede suceder debe ser enseñado en las escuelas que, como esponjas, deben observar y transformar el presente, todo el presente, independientemente de su valor, en materia de enseñanza.

No saben enseñar porque no conocen a los destinatarios. Una versión similar y muy cercana a la enseñanza a demanda contextual es la que se

concentra en los usuarios o destinatarios. Es decir, la que prioriza los intereses, las características propias o particulares, las

motivaciones, las operaciones intelectuales, las sensaciones, las representaciones, en fin, otra vez lista es exhaustiva de los chicos, alumnos, estudiantes.

Una buena enseñanza, dice Ida Danna de Bustíos, es la que se adapta a cada niño en particular. Esta vez no es solo el contexto, sino el niño, alumno, estudiante; es decir, lo que el otro es. Dime quien eres y te enseñare mejor.

Suscitar el deseo de aprender, desarrollar la capacidad de autoevaluación en el niño. El asunto consiste en la delicada línea que liga y desliga a las competencias

tradicionales con las ahora llamadas emergentes. Lo emergente es lo que está determinado por el avance de saberes básicamente

concentrados en la psicológica cognitiva. Lo que se omite es que las distintas psicologías tampoco proporcionan las claves

para enseñar mejor. El fracaso suele tener la forma de lo que no sigue nuestras intenciones, de lo que no

conseguimos suscitar. Una vez que conocemos a nuestros destinatarios, tenemos que implementar

estrategias y actividades que provoquen o susciten en ellos diversos estados emocionales o mentales.

5. No saben enseñar porque no tienen experiencia. Los que trabajamos en el campo pedagógico tenemos una versión sedimentada del

valor de la experiencia. No solo porque traducida en salario da como resultado la antigüedad y sus beneficios, sino porque asociamos permanencia en el tiempo con prestigio.

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Lo cierto es que el fracaso asociado a la experiencia suele estar basado en la idea de déficit. Por un lado, se dice que los docentes no tienen experiencia porque se forma con mucha teoría y poca práctica.

Fracasa el que tiene poca práctica. Habita otra idea de larga data: sabe más, tiene más experiencia, quien está más

cerca de la realidad. La capacitación debe ser en las escuelas y las prácticas en las escuelas. El sentido

común de tan maña afirmación, suele omitir los problemas que la conexión causal entre ese estar cerca de la realidad y el éxito en la enseñanza, pone en evidencia.

Fracasa el que tiene poco contacto, el que poco ha experimentado, con la realidad. Al ser la enseñanza una práctica situada, compleja, poco definida, atravesada, cierto

es que el estar ahí en el momento apropiado, donde la cosa sucede, puede favorecer procesos de formación y reflexión docente.

Los que tienen algo para decir, aunque no necesariamente se asocia experiencia con cantidad de años vividos, trabajados o dedicados, estando entonces si más cerca de la experticia. Tampoco parece relacionarse necesariamente saber o saber enseñar con edad.

Cada vez es mayor el número de profesores que asume en su metodología del aula la idea de construir unas instituciones en las que todos los niños, sin exclusiones tengan un lugar para aprender.

Algunas alternativas posibles.1. Conocimiento y saber.

El maestro que conoce, en cambio es el que tienen un repertorio de conocimiento, es decir, de medios de orientación, ampliado.

Probablemente, diferenciar conocimiento y saber permita también distinguir entre distintos tipos de decepciones. Una cosa es fracasar porque uno no ha probado aun lo suficiente y esto no es fracasar en tanto el éxito este por verse.

Al parecer, el conocimiento, tanto del mundo como de las claves para enseñar, no resulta suficiente.

Otro conjunto de problemas se perfila en torno al carácter complejo del acceso al saber que luego habrá de transmitirse.

2. Enseñar y contar.

Saberes de la práctica que necesitan ser revalorizados y tratados como tales en las instancias de formación y capacitación docente.

No se trata por qué no funciona de aumentar la carga de formación en un proyecto específico, cuando este carece de contenidos que permitan verdaderamente integrar y recuperar los conocimientos que van aportando las distintas instancias formativas.

A la hora de probar, platicar, ensayar, utilizando los conocimientos que permitan enfrentar y resolver situaciones de enseñanza determinadas.

Desde esta perspectiva, la formación es una y la enseñanza podría, entonces, transformarse en una ocupación común para el conjunto de los formadores.

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Son un repertorio instrumental básico que deben servir al maestro para un desempeño adecuado frente a los requerimientos habituales de su tarea escolar.

Sobre estos pilares, el abordaje de casos, las simulaciones, el trabajo por proyectos, las experimentaciones empiezan a tener sentido, tanto en la construcción de los saberes que resultan de probar, analizar y experimentar en situaciones determinadas.

No se trata de transferir una experiencia, sino de recuperar lo que esa experiencia produjo, en tanto puede aportar para inspirar, para imaginar, para tomar las decisiones en situaciones determinada.

El encuentro planteado, más que dejar docente atrapados en los decires o hazañas de otros, tendería a producir lazos; es decir, docentes encontrados entre ideas, consejos y reflexiones.

No se trata de que uno le diga a otro u otros como tienen que hacerlo. Se trata de dar cuenta de cómo lo hizo, de lo que le aporto ese hacer, de lo que le paso en términos de reflexión, de las transformaciones que esa experiencia le generó.

La decisión de aprender. Un docente autorizado, respaldado, reconocido, respetado. Uno que conoce, sabe,

accede, instruye, no es garantía suficiente para el aprender, considerando, como dijimos, que el aprendizaje es una decisión y la enseñanza una obligación.

Hannah Arendt. Transmitir es dar el mundo, decía, pero para dar el mundo es preciso apropiárselo previamente.

En el primer caso, se conserva para acumular lo más rico, lo mejor, lo distintivo. Se conserva para poseer, cuidar y evitar pérdidas. En el segundo, la conservación es puramente instrumental. Se conserva para hacer posible la vida. no hay otro chance que conservar para suministrar. Esto quiere decir que el objetivo de la educación como lo quería Dewey, es el crecimiento, el progreso entendido como complejidad.

Se le educa al niño para que un día pueda ser libre esto es, para no depender de los otros.

Que el aprendizaje sea una decisión es señal de que estamos vivos y no un obstáculo que debe ser despejado. Quiere decir, ni más ni menos, que el que manda en educación siempre es el otro, que la responsabilidad en educación es siempre adulta y que en cuestiones de enseñanza existe un derecho negado, omitido, ninguneado: el derecho a la indiferencia, es decir, el derecho que tiene el otro a no entrar en el intercambio.

El fracaso a la hora de enseñar, finalmente, puede entenderse como la desproporción de pretender suscitar o provocar estados en los alumnos.

CONCLUSIÓN DEL AUTOR

Este contenido centra la presencia de decepciones referente a la práctica docente, desencadenando obtención de fracasos al reflejarse en las estrategias de enseñanza y transmisión de conocimientos una formación docente poco pertinente e insuficiente, detectando como principal problemática la inseguridad de los profesores respecto a su actuar en el aula, sin embargo, la existencia de un programa que pretende ir de la mano con las exigencias atendiendo nuevos desafíos de este siglo, parte de erradicar una enseñanza

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cargada de contenidos disciplinares realzando una formación más práctica, provocando al ser este nuevo enfoque una visualización desconocida, que encamina dudas y dificultades sobre su principal acción; enseñar.

Es difícil que un docente pueda desempeñarse cuando ha detectado insuficiencia durante su intervención pedagógica, es por ello que la identificación de alternativas permite centrar un estudio más a fondo que determina las principales razones del por qué un docente presenta deficiencia sobre el acto de enseñar. El desconocimiento de contenidos y estrategias disciplinarias, son pautas fundamentales que un educador debe poseer para lograr que exista de acuerdo a los contenidos curriculares una vinculación ente la práctica y lo teórico, ya que una carga de información no siembre garantiza la excelencia académica, es primordial que durante la formación docente este adquiera las herramientas necesarias que garanticen el conocimiento eficiente de cómo intervenir durante la transmisión de aprendizajes, de igual forma se requiere que el docente integre saberes sobre al ámbito en el cual será mediador y orientador. No obstante el poseer estrategias metodológicas y adquisición de competencias será una herramienta esencial que elimine el fracaso al centrar el objetivo e intencionalidad de aprendizaje, partiendo de la aplicación de situaciones didácticas significativas, mostrando resultados y evidencias de logros, de igual forma, la identificación del contexto requiere de una adecuación que integren la planificación de su actuar, determinando oportunidades de atención a la diversidad, a fin de transformar el presente, es por ello que los destinarios, es decir, los alumnos deben ser considerados como punto de partida, al identificar necesidades, intereses y sensaciones, determinando con ello la finalidad de dicha intervención, promoviendo en cada alumno el deseo constante por aprender. Así mismo, la formación del profesorado debe inducirse en la práctica constante ya que el acercamiento y la visualización de la realidad a través permite entre docentes un intercambio de ideas y aportaciones que enriquezca sus conocimientos y permitan el mejoramiento de su labor a través del compartir experiencias constantes.

CONCLUSIÓN PERSONAL

Después de analizar este contenido e identificar la presencia de fracasos durante la intervención de un docente, parte principalmente de la formación , ya que es claro que el enfoque educativo era encaminado a la enseñanza de contenidos más que un acercamiento a contexto reales a través de la práctica, sin embargo, la nueva propuesta de formación docente permite erradicar los elementos identificados como principales promotores de una educación deficiente al no lograr en los estudiantes las bases necesarias para ser aplicadas a lo largo de su vida cotidiana, presenciando como punto principal la falta de conocimiento en el profesor sobre los contenidos y disciplinas impartidas a los educandos, así mismo, la aplicación de estrategias metodológicas tradicionalistas que impedían que los alumnos analizaran y reflexionarán sobre lo aprendido, promoviendo como estrategia de mejora una orientación pedagógica a través de la adquisición y trasmisión de competencias que logren una mayor complejidad de conocimientos. Para ello es necesario que el docente conozca las competencias poseídas y de allí promoverlas en los educandos, llevando a la práctica la principal intencionalidad educativa de este siglo.

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Así mismo, la exploración y conocimiento del contexto donde cada docente impartirá clases, debe ser una herramienta fundamental que permita la identificación y adecuación de acuerdo a las necesidades y características del lugar la aplicación de actividades que determinen una constante relación entre comunidad y educación, de igual forma, el conocimiento de los alumnos al diagnosticar sus intereses, permitirá una orientación estableciendo pautas que encaminen su acto pedagógico, atendiendo las necesidades que cada aprendiz manifieste, propiciando a través de todo ello una enseñanza que gire en atención a la diversidad, respetando la multiculturalidad que cada estudiante posee, considerando esta característica como elemento y estrategia de enseñanza que logre el intercambio de aprendizajes significativos, proporcionando los conocimientos necesarios que permitan en el alumnado saber enfrentar y dar solución a situaciones cotidianas día con día, aplicando todo lo aprendido durante su trayecto formativo.El permitir que los docentes en formación, interactúen y afronten situaciones reales en diferentes ambientes educativos, propiciará un acercamiento que les proporcione una visualización de situaciones en donde integren aquellos contenidos analizados en clase, utilizándolos como fuente de solución, reforzando y adquiriendo a través de estos acontecimientos una enseñanza que logre trascendencia en su actuar frente a grupo, creando de igual forma espacios que permitan el intercambio de experiencias con la finalidad de que exista una reflexión y un crecimiento profesional.

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