Informe biográfico Cott2012

Informe Biográfico Medalla de Extremadura 2012 Página 1

SERVIDORAS DE JESUS EN LOS ENFERMOS POBRES DEL

COTTOLENGO DEL PADRE ALEGRE DE HURDES

Dar y darse a las gentes de Hurdes

Dar y darse a las gentes de las Hurdes

En Diciembre de 1951, la Superiora General de las Servidoras de Jesús

en los enfermos pobres del Cottolengo del Padre Alegre de Barcelona, solicitaba al entonces Obispo de la Diócesis de Coria, a partir de 1957 denominada de Coria-Cáceres1, Monseñor Manuel Llopis Ivorra, permiso para trabajar en la Zona de Hurdes y poder instalar en ella un Cottolengo en algunos de sus pueblos, preferentemente en La Fragosa.

En Enero de 1952, se aprobaba el Decreto que autorizaba abrir un Cottolengo2 del Padre Alegre en La Fragosa, para atender a los enfermos incurables (“los mejores hijos de Dios”). Primero en la Casa Parroquial y, posteriormente, en la casa que se edificaría entre Fragosa y Martilandrán gracias a un grupo de personas, religiosas y seglares venidas de Barcelona, con la colaboración de los lugareños, contribuían a crear un hogar acogedor y solidario en el edificio que hoy existe.

En una época en que muchos extremeños emigraron a tierras catalanas

para encontrar un futuro mejor, ellas recorrieron el camino inverso; desde su Casa Madre en Barcelona decidieron venir a paliar el sufrimiento de los hermanos más desvalidos, vinieron para dar un futuro mejor a las gentes de estos lugares.

Seguían la estela de San José Benito Cottolengo y de su Padre

Fundador, el sacerdote jesuita Jacinto Alegre Pujals: comprometidas con los más desfavorecidos, viviendo el abandono total en las manos de la Divina Providencia; adoración permanente de la Eucaristía y entrega de la propia vida sirviendo a los hermanos enfermos y pobres dentro de un ambiente familiar. “Con amor de obras, no de palabras”, como reza en los Cottolengos del Padre Alegre en toda España, Portugal y Latinoamérica.

1 Por Bula de Pío XII, el 9 de Abril de 1957 cambia de denominación la Diócesis de Coria pasando a

denominarse de Coria-Cáceres. 2 Toma el nombre de San José Benito Cottolengo. Sacerdote italiano que en Enero de 1828 comienza su

labor de acogida a personas desamparadas, sin recursos y sin un lugar a donde ir; enfermos, inválidos,

pobres, huérfanos. Primero en habitaciones sencillas al lado de la Casa Parroquial que con el tiempo y la

ayuda desinteresada de buenas y solidarias personas, se convertirían en Casas Hospitales. En su honor, a

las Instituciones Benéfico-caritativas que cuidan de estas personas se las denomina Cottolengos.




La llegada de las Religiosas Servidoras de Jesús en los Enfermos Pobres

a esta zona, teniendo en cuenta el contexto socio-cultural y económico de la España de mediados del Siglo XX y, más en concreto, de la Comarca de Hurdes, fue un revulsivo para los habitantes de los pueblos y alquerías que la conforman.

Supuso, por encima de culturas y creencias, una salida de la pobreza-

material, educativa y espiritual: “comenzaron a dar clases de formación; crearon comedores y dispensario. Se edificó un comedor escuela con el objeto de atender diariamente a todos los niños y niñas en edad escolar y proporcionarles comida gratuita; se construyó la maternidad, cuya finalidad era atender a todas las mujeres de las Hurdes en el momento del parto. Crearon un pequeño hospital para atender a los enfermos con dispensario, farmacia, Rayos X, laboratorio y dentista”3.

3 Datos extraídos del Artículo de Jesús Moreno Ramos, siendo Delegado de Medios de Comunicación de la

Diócesis, actual Vicario de Pastoral Social; en la Conmemoración de los 25 años de estancia de las

Religiosas en la Zona de Hurdes.




Niñas de la sala de infancia

Niñas de la sala de infancia

Esperando a los Reyes Magos Esperando la caravana a Fragosa

Trascendente fue su participación en la resolución del problema

humano de las Hurdes. “Por sus propios medios –esta Orden no admite subvenciones, siendo preceptivo desarrollar su labor a base de limosnas- se inició pronto la construcción de la actual Casa sobre la explanada en que se remata el cerro, a la que se dotó de espaciosas salas para asilados, clínica, comedores, capilla, terraza solárium, etc, todo lo cual, a pesar de su amplitud, resultó pronto insuficiente, por lo que hubo que añadir un dispensario e incluso comedor para externos en el que desde su puesta en marcha atiende a 150 niños que suben exprofeso desde sus aldeas a las horas del desayuno, la comida y la cena4.

4 "Las Hurdes, leyenda y verdad". Documentos Sociales. Servicio Informativo Español. 1964. Cedido por el

Centro de Documentación de Hurdes. 4Datos extraídos del Artículo de Jesús Moreno Ramos, siendo Delegado de Medios de Comunicación de la

Diócesis, actual Vicario de Pastoral Social; en la Conmemoración de los 25 años de estancia de las

Religiosas en la Zona de Hurdes.




Cocina Comedor-escuela

Años después, gracias a un bienhechor de las Hurdes, el Sr. Llobet, se

hizo posible el alzado y acondicionamiento de una Maternidad aneja al asilo que, al tiempo de humanizar el alumbramiento, acabo con una escena que tradicionalmente tenía lugar ante todos los miembros de la familia, si exceptuar los niños.

Inauguración de la Maternidad 11-06-1961

También lo mencionaba el diario ABC en su edición del 21 de julio de

1968 ”: “Y de todas las Alquerías y pueblos de las Hurdes vienen las mujeres a dar a luz a la institución. Desde que la Maternidad fue instalada en 1961 han nacido en el Cottolengo del Padre Alegre casi seiscientos cincuenta niños. Sin las monjitas es posible que casi seiscientos hubieran muerto. Desde entonces está en el Cottolengo la Madre Ana Vidal y Carmen Oliú, la comadrona. Tenemos un comedor para setenta niños y cincuenta y cuatro niñas; sesenta y dos camas, catorce de ellas en la Maternidad” 5.

Muchas parturientas recientes y en próximo trance llegaban hasta la

Fragosa y permanecían en la Maternidad hasta su completo restablecimiento. A cada una de ellas se le entregaba una canastilla y recibían atención médica y la alimentación necesaria hasta su recuperación.

5Datos extraídos del Artículo publicado el 21.07.1968 en la pg. 122 del Periódico ABC (Madrid)




Entre los años 1961 y 1977 nacieron mil doscientos

veintiún niños en la Maternidad del Cottolengo, según consta en los registros de nacimientos que se conservan en la Casa de Cottolengo de Hurdes.

Maternidad Familia Hurdana

Sala de infancia y Hospitalillo

El mismo periódico ABC continuaba su artículo relatando… “en cuanto

al capítulo de enfermedades, han mermado muchísimo. Las dos últimas generaciones son gente sana por completo. El bocio continúa en los adultos, pero cada vez menos y son cada día menos los casos de crertinismo, raquitismo y tuberculosis. Puede decirse que la consanguinidad ha pasado a la historia.”

Fue notable el caso de Ramón Azabal, cuya “patata”, como él llamaba al

bocio, fue la atracción durante muchos años de las cámaras fotográficas que llegaban por allá y que desapareció sin dejar rastro a los diez meses de haber sido internado en el Cottolengo (…) El cuadro médico era bien escaso en cuanto a la plantilla estable, pero bastaba una llamada telefónica para que en unas horas se contase con la presencia del especialista necesario, llegado desde Cáceres, Salamanca e incluso la misma Barcelona, en contribución desinteresada6.

6 "Las Hurdes, leyenda y verdad". Documentos Sociales. Servicio Informativo Español. 1964. Cedido por el Centro de Documentación de Hurdes.




El sacerdote D. Francisco Valiente Darmendrail inició con tesón los

trámites administrativos ante el Auxilio social de Cáceres, para poner en marcha una guardería que fue inaugurada el 1 de mayo de 1969 y que contó con la presencia del Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Monseñor Manuel Llopis Ivorra. Sesenta y nueve niños de edades entre dos y seis años fueron acogidos en la guardería, pionera en la Comarca y cuya apertura contribuyó decisivamente a acelerar la construcción de la carretera del Gasco por el Ministerio de la Gobernación.

Otras prestaciones llenaron de actividad y de personas voluntarias

aquél lugar: las prácticas de hospital, la ayuda a los niños impedidos o el Coto Apícola que, gracias a la iniciativa del maestro, recuperó una práctica abandonada en las Hurdes en aquél entonces. El domingo o la Navidad no tuvieron tal sentido hasta la llegada de las monjas. El cine, la radio o el televisor sirvieron para comunicar a los residentes con el exterior (de su ámbito y de su vida).

Cuando la Seguridad Social de Plasencia amplió su radio de acción y

asumió esta labor, dejó de funcionar la Maternidad y las parturientas hurdanas se entremezclaron con las placentinas a la hora del parto. Siguieron funcionando el comedor- escuela y la Casa de Familia.

Desde su fundación, doscientas cuarenta personas de todas las edades

han encontrado un hogar en la Casa de Familia de Cottolengo de Hurdes 7. En esta institución los enfermos pobres, incurables, los que no podían ser atendidos en otros centros u hospitales han sido acogidos tanto espiritual como corporalmente en un ambiente de familia. La mayoría ha permanecido más de cuarenta años bajo los cuidados de las Hermanas, que han procurado siembre tratar a cada uno conforme a sus necesidades, atendiéndolos con la asistencia sanitaria, terapia ocupacional, formación cultural y religiosa y también en la parte recreativa.

7 Datos obtenidos de los registros de ingresos de Cottolengo de Hurdes a fecha 12 de mayo de 2012.




Actualmente la Casa de Familia cuenta con cuarenta y dos miembros

atendidos por cinco hermanas y quince trabajadores de la zona, siendo tres hombres y doce mujeres los que comparten con las hermanas los turnos de cuidados asistenciales.

De su labor callada, afectuosa y eficiente dan fe los voluntarios/as –sólo contabilizando los últimos diez años constan más de quinientos voluntarios/as - procedentes de todos los rincones de España que han realizado labores de apoyo y que acuden desde hace años con asiduidad a visitar a los enfermos y mayores acogidos por la Congregación. El ejemplo del voluntariado de Cottolengo, sin duda, ha contribuido a estimular la solidaridad de muchas personas con otras personas más desfavorecidas, diseminando la experiencia allí vivida en otras causas con las que éstas colaboran.

Cottolengo ha sido para la Comarca de las Hurdes una verdadera ciudad

edificada sobre el amor y la entrega buscando sólo y ante todo el bien integral de los pobres y enfermos más necesitados.

Se cumplen sesenta años de entrega de las Servidoras de Jesús a los

enfermos entre los enfermos, dándoles su dignidad como personas, siempre con cariño y eficacia; viviendo con radicalidad “el abandono del que no tiene

fondo asegurado ni pide ayuda material” 8, pero con la alegría quien, con su

quehacer silencioso y confiado, ayuda a otros a construir su propia felicidad.

8 "Las Hurdes, leyenda y verdad". Documentos Sociales. Servicio Informativo Español. 1964. Cedido por el Centro de Documentación de Hurdes.

Informe biográfico redactado por María del Pilar Javato Lucas, presidenta de la Asociación RedMadre Extremadura con documentos, datos y fotografías aportadas por María del Carmen

Fuentes Nogales, archivera de la Diócesis de Coria; José Pedro Domínguez, Director del Centro de Documentación de Hurdes; Benjamín Dominguez, hurdano nacido en Cottolengo y trabajador de ADINCA y el equipo de redacción de la empresa Viernes Producciones.

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