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Revista de Información y Debate Julio de 2009 Nº 38 www.revistapueblos.org Geopolítica: Del discurso a la praxis> Choque de civilizaciones: Europa y la guerra colonial israelí contra Gaza – Un mínimo coraje para una efectiva participación política - ¿Puede Obama cortejar al mundo musulmán? Sociedad: Diagnóstico interno> Irán, más allá del régimen - Reforma política y reconfiguración de la identidad nacional en Siria - Israel: el Sionismo y el partido del Shas - Combatiendo crímenes de honor en Jordania Refugiados: Desde el exilio> Palestinos: la diferencia interior - Refugiados palestinos en Irak: De una muerte rápida hacia una muerte lenta Resistencias: Filosofía y estrategias> ¿Quién es Hezbollah? – Los Hermanos y las guerras – Té con un terrorista: entrevista a Husam Jadarat, ex líder de la Jihad Islámica

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Revista de Información y Debate ● Julio de 2009 Nº 38www.revistapueblos.org

Geopolítica: Del discurso a la praxis> Choque de civilizaciones: Europa y la guerracolonial israelí contra Gaza – Un mínimo coraje para una efectiva participación política -¿Puede Obama cortejar al mundo musulmán?

Sociedad: Diagnóstico interno> Irán, más allá del régimen - Reforma política y reconfiguración de la identidad nacional en Siria - Israel: el Sionismo y el partido del Shas - Combatiendo crímenes de honor en Jordania

Refugiados: Desde el exilio> Palestinos: la diferencia interior - Refugiadospalestinos en Irak: De una muerte rápida hacia una muerte lenta

Resistencias: Filosofía y estrategias> ¿Quién es Hezbollah? – Los Hermanos y las guerras – Té con un terrorista: entrevista a Husam Jadarat, ex líder de la Jihad Islámica

PueblosNº 38 (II época)

Julio de 2009Periodicidad trimestral

Fundada en 1995Segunda época ● 2002

Editada porPueblos

C/Gran Vía, 40 ● 5º ● oficina 228013 ● Madrid

CoordinadorLuis Nieto Pereira

ResponsableAloia Álvarez Feáns

Consejo EditorialAsociación Paz con Dignidad ● Centro de

Iniciativas para la Cooperación batá (CIC-batá)● Centro de Asesoría y Estudios Sociales

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(IPES-Navarra) ● Mugarik Gabe - Euskadi ●

Ángeles Díez ● Jaume Botey ● Carlos GómezGil ● Adolfo Rodríguez Gil ● Carlos Taibo

● OCSI (Organización de Cooperación y Solidaridad Internacional)

Consejo de RedacciónLuis Nieto Pereira, Aloia Álvarez Feáns, Andrea GagoMenor, Belén Cuadrado, Miguel Ángel Morales, Isabel

Duque, Mireia Gallardo Avellán●

([email protected])

Diseño: Amani KonanMaquetación: Manuel Ponce

FotografíaMª José Comendeiro

IlustraciónPaula Cabildo

Colaboración gráficaHoracio Guerriero (Hogue), Amir Farshad Ebrahimi,

Pere Maruny, Khalid Almasoud , Hazy Jenius, AndreasHackl, Adam Shapiro, looking4poetry, E. Zarwan,

Gaynor Barton, Cactusbones, flickr.com

Entidades colaboradorasJusticia i Pau de Cataluña, Instituto Galego de

Análise e Documentación Internacional

AgradecimientosMireia Gallardo Avellán (Paz con Dignidad-Palestina),

por la gestión de este número; Mila Almarza, CheloGarcía, Juan Pablo Crespo, Sara Acosta, Jara Campelo,

Connie Hackbarth, Sergio Yahni (AlternativeInformation Center), Marcel Masferrer Pascual, María

Janer, Josep Maria Porta, Or Adler y todas aquellasentidades y personas que han hecho posible la

elaboración de este número.

ImpresiónImgraf Impresores, S.L.

Depósito legalM.47.658-1999

ISSN1577-4376

AdministraciónTel./Fax: 91 523 38 24

www.revistapueblos.org / [email protected]

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Derechos (copyleft)Cualquier parte de esta publicación puede ser reproducida decualquier forma siempre que se cite la fuente y el autor.

Nace en el año 1953 en el departamento de Flores, Uruguay. A partir de 1978 co-mienza a trabajar como caricaturista en el diario El Día. Un año después ingresaen la agencia de publicidad Ferrero & Ricagni e inicia su carrera dentro del campopublicitario. Posteriormente lo hará en Grey Publicidad y como director en la agen-cia en Cuatro Ojos. En el año 1982 ingresa en el taller del artista Clever Lara y apartir de ese momento comienza a desarrollar una labor artística fundamentalmen-te a través del dibujo. Obtiene uno de los primeros premios de la Muestra de plás-ticos jóvenes de CocaCola (1983), el primer premio de dibujo del BID en Punta delEste (1984), primer premio con destaque especial del jurado en Museo de Arte Ame-ricano Premio del Este (1984), primer premio de dibujo Salón Municipal de Mon-tevideo (1986), y primer premio el Olimpismo y las Artes Plásticas organizado porel Comité Olímpico Uruguayo (1984). Ha obtenido múltiples distinciones comodiseñador y creativo gráfico. A inicios de los años 90 participa en un taller de gra-bado invitado por el maestro Luis Solari. Ha publicado sus trabajos como ilustra-dor en Argentina, Brasil, Puerto Rico, España y Estados Unidos. Actualmente pu-blica sus caricaturas e ilustraciones en el diario El Observador de Montevideo, elperiódico económico Cinco Días de Madrid, y su obra artística personal está ex-puesta de forma permanente en Somniac Art Gallery en Nueva York. Ha realizadovarias exposiciones de caricaturas, además de exponer en los últimos cinco añossu obra personal Mute y Cuestión de Piel. Fue presidente de Desachate y en el año2000 editó su primer libro de caricaturas Los Elegidos.

Página web: www.hogue.com.uy

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de Rivas-Vaciamadrid • Ayuntamiento de Valladolid • Ayuntamientu de Xixón • BilbokoUdala/Ayuntamiento de Bilbao • Diputación de Córdoba • Diputación

de Cádiz • Eusko Jaularitza/Gobierno Vasco • Fondo Andaluz de Municipios para laSolidaridad Internacional • Gobierno de Cantabria • Gobiernu del Principáu d’Asturies •

Govern de les Illes Balears • Junta de Comunidades de Castilla la Mancha •Junta de Extremadura

Portada

Horacio Guerriero (Hogue)

Pueblos se realiza con el apoyo de las siguientes instituciones:

Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 3

Sumario

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4

Poesía Pasajeros entre palabras fugaces (Mahmoud Darwish) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

Geopolítica: Del discurso a la praxisChoque de civilizaciones: Europa y la guerra colonial israelí contra Gaza (Issam Aburaiya) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6El papel de Europa en Oriente Próximo: Un mínimo coraje para una efectiva participación política (Nassar Ibrahim) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10¿Puede Obama cortejar al mundo musulmán? (Mehdi Hasan) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

Sociedad: Diagnóstico internoIrán, más allá del régimen (Pere Maruny) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16Reforma política y reconfiguración de la identidad nacional en Siria (Yasseen Haj-Saleh) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19Israel: el Sionismo y el partido del Shas (Sergio Yahni) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22Combatiendo crímenes de honor en Jordania (Rana Husseini) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25

EntrevistaWaleed Saleh Alkhalifa, doctor en Estudios Árabes e Islámicos: “El problema no está en el Islam o la cultura árabe sino en la práctica política” (Ana Eloisa Molina Goigoux y Aloia Álvarez Feáns) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28

Refugiados: Desde el exilioPalestinos: la diferencia interior (Andreas Hackl) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31Refugiados palestinos en Irak: De una muerte rápida hacia una muerte lenta (Adam Shapiro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34

Resistencias: Filosofía y estrategias¿Quién es Hezbollah? (Jon Van Camp) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38Los Hermanos y las guerras (Joshua Stacher) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40Té con un terrorista: entrevista a Husam Jadarat, ex líder de la Jihad Islámica asesinado por el Ejército de Israel (Andreas Hedfords) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43

Cultura Libros: Sobre Memoria para el olvido, de Mahmud Darwish (Sagar Male Verdaguer) . . . . . .46Música: Cheikh Hamza Shalkkur: cuando la voz se hace cuerpo (Brigitte Vasallo) . . . . . . . .47Apuntes sobre la situación de la escena musical en Palestina (Sagar Male Verdaguer) . . . . . .48Cine: En la película, escondo a un asesino: reflexiones después de ver Z32 (Yoav Tal) . . . . .49

Recursos (Ana Eloisa Molina Goigoux) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50

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Editor

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Editorial

Oriente Próximo: palabras para otro imaginario

Primera imagen: la luz. Sabor acúrcuma, aroma de incienso ysonidos de laúd: un enigmático

Oriente Próximo emerge de entre lasruinas de la historia para atraer a la mi-rada exótica. Hace escasos meses undiario español de gran tirada recomen-daba una ruta de aventura en taxi porJordania, Siria, Israel y Cisjordania, através de un atractivo reclamo turísti-co: "pasos fronterizos imposibles, mez-quitas y zocos apasionantes"2.

Segunda imagen: las tinieblas. Gol-pes en el pecho, mujeres tapadas, hom-bres arrodillados, bombas, gritos, des-trucción, miedo. Si el potencial viajeroo viajera ha ojeado previamente el pe-riódico que acompaña a este suplemen-to de viajes probablemente se le disipenlas ganas de "aventurarse" en una de lasregiones más calientes del Planeta.

Tercera imagen: el humo. Integris-mo islámico, terroristas suicidas, armasde destrucción masiva, daños colatera-les. Huntington nos alertó de que nosenfrentamos a un choque inevitable en-tre civilizaciones, retórica que ha per-meado mentes, y políticas, aquí y allá.Según este discurso, Occidente se pre-senta como racional, desarrollado y su-perior; mientras Oriente es presentado

como irracional, subdesarrollado, infe-rior e incapaz de representarse a sí mis-mo. Por eso Occidente acude al rescatedel "Otro", perdido en su propio labe-rinto, para salvarse a sí mismo y a losque tengan la voluntad de parecerse a él.

En su imprescindible ensayoOrientalismo, Edward Said ya habíadesmontado los mecanismos de fabri-cación del "Otro" que han construidoel pensamiento colonial occidental des-de el siglo XVII, para advertirnos acer-ca de la funcionalidad ideológica de laalteridad cultural. Nos decía Said queOriente ha servido para que Occidentese construya en oposición a su imagen,y que son las relaciones de poder lasque han establecido la frontera imagi-naria que separa estos dos supuestosmundos. Ojalá este libro fuese lecturaobligada para los que tienen el poderde narrarnos el presente, pues como di-ce Amartya Sen: "el reduccionismo dela alta teoría puede hacer una gran con-tribución, a menudo inadvertida, a laviolencia de la baja política"3.

En el presente monográfico dedi-cado a Oriente Próximo nos hemospropuesto atravesar todas estas imáge-nes, superar esta presunta "alta teoría"y mirar más allá del espejo orientalis-ta para traer de allí las palabras quepuedan construir otro imaginario.❑

"Oriente no es sólo el vecino inmediato de Europa, es también la región en la que Europa ha creado suscolonias más grandes, ricas y antiguas, es la fuente de sus civilizaciones y sus lenguas, su contrincante

cultural y una de sus imágenes más profundas y repetidas de lo Otro" (Orientalismo, Edward Said1)

1 Said, Edward 82002): Orientalismo, Barcelona,Debate.

2 En suplemento El Viajero, diario El País(11/04/09).

3 Sen, Amartya (2006): Identidad y violencia. Lailusión del destino, Buenos Aires, Katz Editores.

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Poesí

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Poesía

Pasajeros entre palabras fugaces:Cargad con vuestros nombres y marchaos,

Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,Tomad lo que queráis del azul del mar

Y de la arena del recuerdo,Tomad todas las fotos que queráis para saber

Lo que nunca sabréis:Cómo las piedras de nuestra tierra

Construyen el techo del cielo.Pasajeros entre palabras fugaces:

Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,

Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,Pero el cielo y el aire

Son los mismos para todos.Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,

Entrad a la fiesta, cenad y bailad...Luego marchaos

Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártiresY vivamos como queramos.

Pasajeros entre palabras fugaces:Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero

No paséis entre nosotros cual insectos voladoresPorque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.

Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerposY tenemos, aquí, lo que no os gusta:

Piedras y pudor.Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades

Y devolved el esqueleto a la abubillaEn un plato de porcelana.

Tenemos lo que no os gusta: el futuroY lo que sembramos en nuestra tierra.

Pasajeros entre palabras fugaces:Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,

Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oroO al horario musical del revólver

Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.Y tenemos lo que no os pertenece:

Una patria y un pueblo desangrándose,Un país útil para el olvido y para el recuerdo.

Pasajeros entre palabras fugaces:Es hora de que os marchéis.

Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.Es hora de que os marchéis

A morir donde queráis, pero no entre nosotrosPorque tenemos trabajo en nuestra tierra

Y aquí tenemos el pasado,La voz inicial de la vida,

Y tenemos el presente y el futuro,Aquí tenemos esta vida y la otra.

Marchaos de nuestra tierra,De nuestro suelo, de nuestro mar,

De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,De todo... marchaos

De los recuerdos de la memoria,Pasajeros entre palabras fugaces.

Pasajeros entre palabras fugacesMahmoud Darwish

Versión original en árabe. Traducido por María Luisa Prieto

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lítica

Del discurso a la praxis

Me gustaría destacar un hechorelativo a las recientes guerrasisraelíes, en el que se ha hecho

poco hincapié, que se manifestó sobretodo en la última guerra contra Gaza.Estas guerras han sido incorporadas enel paradigma de las guerras culturalesglobales, más conocido como “choquede civilizaciones” (CdC), lo que conlle-va profundas implicaciones materiales,particularmente debido a su representa-ción distintiva de los enemigos de Israel.Éstos son presentados como una ame-naza excepcional, por lo que requieren

Choque de Civilizaciones: Europa y la guerra colonial israelí contra Gaza

Issam Aburaiya*

La atroz guerra que el Estado deIsrael lanzó sobre Gaza (diciembre2008-enero 2009) no es más que laúltima encarnación del proyecto de

asentamiento colonial judío enPalestina. Obvia también decir que

este proyecto ha sido siempreanimado por, y entretejido con,

prácticas culturales yrepresentaciones. Las “culturas

coloniales”, como afirma NicholasThomas elocuentemente, “no son

simplemente ideologías queenmascaran, mistifican o

racionalizan formas de opresión queson externas a ellas; también

expresan y constituyen relacionescoloniales, por sí mismas.1”

1 Ésta es una versión recortada del artículo origi-nal, editada para adaptarse a los criterios de larevista Pueblos. Para leer el artículo original eninglés, se puede visitar: www.alternativenews.org

un despliegue de fuerzas y técnicas ex-cepcionales. Más específicamente, estarepresentación ha tenido dos principa-les consecuencias. Primera, parece au-torizar a priori, y prácticamente justifi-car, todos los niveles y tipos de cruel-dad que Israel emplea y puede llegar aemplear contra los enemigos supuesta-mente excepcionales contra los que lu-cha, como ilustró vivamente la guerracontra Gaza. Segunda, desconecta todala cuestión de Palestina de su contextocolonial. Es decir, el paradigma delCdC, al menos en idioma israelí, meta-

morfosea la lucha palestina, pasando és-ta de ser anticolonial y antirracista a serotra faceta más de la supuestamentemás amplia guerra cultural entre el “Is-lam” y “Occidente” o entre el “terror”(islámico) y el “mundo libre”.

Lo que hace que el discurso israelídel CdC sea aún más relevante es el he-cho de que Israel, especialmente desde el11 de septiembre de 2001 (11-S), se haconcebido a sí mismo, y ha sido pensa-do por políticos, think tanks, expertos enterrorismo y comentaristas mediáticos entodo el mundo, como ejemplar en la lu-

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Tanques de la Armada israelí concentrados el 29 de diciembre de 2008 cerca de la frontera de Israel y la Franja de Gaza.

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lítica

cha contra el “terrorismo islámico”. Queeste hecho permita y sea permitido por larehabilitación de un imperio, un orienta-lismo envalentonado, la revitalizacióndel racismo, el cambio en los patrones dela inmigración, y los ataques contra loque se llama “multiculturalidad” en na-ciones europeas clave, hace que sea muyimportante tenerlo en consideración. Da-da esa importancia, es desafortunadoque, hasta donde yo sé, no haya ni si-quiera una pequeña investigación que ha-ya examinado seriamente el discurso is-

raelí sobre el CdC. Particular-mente, ¿qué elementos inclu-ye este discurso y sitúa en pri-mer plano, y qué excluye yaparta del plano? ¿Cuáles sonlas bases más amplias, onto-lógicas y epistemológicas,que subyacen en él? ¿Cuálesson las principales caracterís-ticas del contexto social y laconfiguración de poder en losque se despliega? Finalmen-te, ¿cuáles son las ramifica-ciones de este discurso cuan-do se adopta como principiopara políticas exteriores y do-mésticas, especialmente ennaciones multiculturales ymultirraciales?

Israelizando el CdCEl conocido orientalista an-glosajón Bernard Lewis fueel primero en invocar el para-digma del CdC para describirla relación entre “Occidente”y el “Islam” en la era post-Guerra Fría. Sin embargo, es-

te paradigma fue incalculablemente po-pularizado por Samuel Huntington, ensu ahora (tristemente) famoso tratado ElChoque de Civilizaciones. Los cimien-tos del CdC de Huntington son simples(o más bien simplistas). “En el mundopost-Guerra Fría las distinciones másimportantes entre los pueblos”, noscuenta, “no son ideológicas, políticas oeconómicas. Son culturales.” En otraspalabras, las diferencias culturales eclip-sarán a las divisiones ideológicas comofuente principal de conflictos con con-secuencias globales. O simplemente, “el

choque de ideologías dará paso a unchoque de civilizaciones”, entre “Occi-dente y el resto”. De esa forma, segúnHuntington, las guerras culturales seránla marca de fábrica del siglo XXI. Sinembargo, tras los ataques del 11-S, el pa-radigma del CdC ha pasado a ser prácti-camente sinónimo de una supuesta con-frontación global entre Occidente y suenemigo arquetípico, el Islam. Más ro-tundamente, “el 11 de septiembre de2001 consolidó aún más una compren-sión del mundo que define una marcadaoposición entre “nosotros” y “ellos”, yque posiciona al Islam como el “nuevoenemigo para el nuevo orden mundial”.

Las declaraciones de la entonces mi-nistra de Asuntos Exteriores israelí Tzi-pi Livni, tras un encuentro con el presi-dente francés Nicolas Sarkozy el 1 de

¿Cuál es la línea divisoria entre estosdos mundos supuestamente opuestos? Elhistoriador de la Universidad de Haifa ydirector del Instituto Herzel para la In-vestigación y el Estudio del Sionismo,Yoav Gelber, describe una simple líneadivisoria. Él sostiene que el CdC en ge-neral y en el conflicto israelí-palestino enconcreto, puede ser, en el fondo, atribui-do a la diferencia irreconciliable entre:“una cultura que santifica la vida y unacultura que anima al suicidio y promue-ve los mártires... entre una cultura queexamina excepciones y una cultura queglorifica a los asesinos de niños como lu-chadores por la libertad.” El menciona-do pensamiento está, obviamente, ani-mado por, y predicado sobre, la raciali-zación de los musulmanes en general yde los palestinos en particular.

La violencia de “nuestros” enemigos,siguiendo con el discurso israelí, emanade su “excepcionalista” cultura y reli-gión, y por ello la negociación con elloses absurda. Por lo tanto, nosotros, israe-líes y occidentales, laicos y razonables (yperdón por la redundancia), nos encon-tramos en un estado de máxima excep-ción, e incomparables medidas se tienenque tomar para defender nuestras vidasy nuestro modo de vida. En este orden decosas, “Israel enseña a las fuerzas de ocu-pación a verse a sí mismas como la par-te del conflicto que está bajo ataque, for-zada a responder con violencia excesiva:debido al hecho de enfrentarse a un ene-migo irracional que busca ‘nuestra’ani-quilación; como parte de una cruzadamoral para defender ‘nuestros’valores ymodo de vida; y para contraatacar a unanueva amenaza global (‘fascismo islá-mico’)... [Este enemigo] justifica cual-quier tipo de violencia como respuesta.No hay límite a lo que se puede llegar ahacer para repeler a estas criaturas...”

Esta manera de pensar subyace enafirmaciones como la de Benny Morrisde que “los americanos se pueden haberequivocado invadiendo Irak, y nosotrosnos podemos haber equivocado yendo ala guerra con Líbano. Todo esto palidecepor insignificante cuando miramos la in-mensa batalla entre el radicalismo locoque quiere controlar el mundo y el Occi-dente que debe protegerse a sí mismo.”

enero de 2009, son un ejemplo de estamentalidad. En esas declaraciones, Liv-ni afirmó que la guerra contra Gaza “noes un problema israelí sino que en ciertamanera Israel está en la primera línea delmundo libre y está siendo atacado por-que representa los valores del mundo li-bre.” En otras palabras, Israel, nos cuen-tan, no sólo fue “atacado” y por lo tantose vio “forzado” a responder con cruel-dad masiva. Más importante aún, fue ata-cado debido a lo que es y no a lo que ha-ce. En la misma línea, Avigdor Lieber-man, el líder del tercer mayor partido po-lítico en la Knesset israelí, Yisrael Bei-teinu, y ministro de Exteriores designa-do, sugirió en una entrevista con el pe-riódico Haaretz que Israel debería “ex-plicar a Occidente que somos su prime-ra línea. Que si caemos, Dios no lo quie-ra, Occidente también caerá.”

Esta representación parece autorizara priori, y prácticamente justificar, todoslos niveles y tipos de crueldad que Israelemplea y puede llegar a emplear en un

futuro contra los enemigos supuestamenteexcepcionales contra los que lucha

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Del discurso a la praxisAún hay más en la caja de herramientas“civilizadora” de Morris. En el contextode un monumental, incluso metafísico,choque entre culturas, Morris lleva elsombrero de un psiquiatra y ofrece el si-guiente diagnóstico del pueblo y la socie-dad palestinos: “En este momento, estasociedad se encuentra en un estado de‘asesino en serie’. Es una sociedad muyenferma.” También se preocupa benigna-mente por la necesidad de “curar” a futu-ras generaciones de palestinos. “Quizácon el paso de los años”, reflexiona, “elestablecimiento de un Estado palestinoayudará en este proceso de curación...Mientras tanto, hasta que no se encuentrela medicina”, prescribe el siguiente “tra-tamiento”: “tienen que ser contenidos pa-ra que no logren matarnos... Algo comouna jaula tiene que ser construido paraellos. Sé que suena terrible. Es realmentecruel. Pero no hay otra opción. Hay unanimal salvaje ahí que tiene que ser ence-rrado de una forma u otra.” Sin embargo,en realidad Morris está traspasando unapuerta abierta. Sus recomendaciones yaestán siendo llevadas a la práctica “sobreel terreno”, particularmente en lo que con-cierne al campo mortal llamado Gaza.

Esta manera de pensar (y compor-tarse) obviamente no puede sostener-se, usando las palabras de Edward Saidligeramente fuera de contexto, “sin unasensación bien organizada de que a esagente de ahí afuera no ‘les’gustamos yno aprecian ‘nuestros’ valores, el au-téntico corazón del dogma orientalistatradicional... que se lleva por arte demagia... el sufrimiento en toda su den-sidad y dolor...”

Finalmente, esta forma de pensar escompartida y propagada por muchos ne-oconservadores sionistas en Europa yNorteamérica. Tomemos por ejemplo larespuesta de la actriz británica MaureenLipman a una pregunta que le hicieronen una entrevista en la radio BBC el 13de julio de 2006, sobre si los ataques is-raelíes contra los palestinos en el Sur ycontra los libaneses en el Norte no erande alguna forma desproporcionados res-pecto a los ataques de Hezbollah y Ha-mas, respectivamente. La respuesta deLipman fue: “¿Qué tiene que ver la pro-porción? ¿Acaso es un tema de propor-

ción? La vida humana no es barata paralos israelíes. Y la vida humana en el otrolado es bastante barata porque de hechoatan bombas a las personas y las mandana hacerse explotar.” Talal Asad, tras citara Lipman, comenta: “Lo que Lipmanquería decir cuando hablaba de vida hu-mana era, por supuesto, no vida humanasino vida judía. De hecho, no era sola-mente que la vida humana “en el otro la-do”, es decir, la vida árabe, era bastantebarata, sino que justamente porque erabarata podía ser tratada así por parte delejército israelí.”

CdC, Europa y Palestina/IsraelEl discurso público israelí sobre el CdCy su racialización de los palestinos pare-ce sonar bien en los oídos de naciones eu-ropeas clave. Sin embargo, esto no se de-be a su rigor intelectual o a su excepcio-nal poder de explicación. Más bien, estediscurso resulta seductor debido a su con-vergencia con unas agendas exteriores ydomésticas muy particulares, en bogadesde el 11-S. Respecto a las políticas ex-teriores, la “rehabilitación del imperioincluye la aceptación de los términos dereferencia israelíes, sí, lo que hacemos esmuy lamentable, pero es la menos malade las opciones. La ‘guerra contra el te-rror’resucita la ambición imperial comoun lamentable pero necesario proyectoideológico y este cambio político y cul-tural entre las naciones europeas clavesirve para consolidar más aún el apoyo aIsrael y a la versión israelí sobre la nece-sidad de una ocupación violenta.”

El discurso público israelí sobre elCdC es igualmente seductor en lo querespecta al tema doméstico del estatus ylas demandas de las minorías (musulma-nas) en los países europeos líderes. In-glaterra bajo el Gobierno de Tony Blair

es un ejemplo de ello. Su “adopción de la‘guerra contra el terror’y sus términos ex-cluyentes,” escribe Gargi Bhattacharyyacon vehemencia, “marcó un cambio res-pecto a intentos anteriores de acomodarculturas minoritarias. Ahora, nos presio-nan para que creamos que se acabó el jue-go. El multiculturalismo no ha funciona-do y, de hecho, nunca podría funcionar.En su lugar debemos aprender la fea lec-ción de que ‘nuestra’cultura y ‘su’cultu-ra son absolutamente incompatibles...”

Además, esta manera de pensar pa-rece no sólo validar las proclamas israe-líes respecto a los palestinos sino tambiénel discurso israelí sobre las minorías mu-sulmanas en Europa. En el discurso ma-yoritario israelí, se percibe a Europa co-mo particularmente vulnerable a la ‘ame-naza islámica’(en Israel se habla de Eu-ropa y Occidente, en la mayoría de ca-sos, como términos intercambiables; sinembargo, una vez más, el enfoque es so-bre Europa). Los israelíes, autoerigidoscomo guardianes de la civilización occi-dental, parecen creer que les incumbe re-cordar a Europa la naturaleza de la ame-naza islámica a la que se enfrenta.

Además, un punto clave en el com-portamiento de los musulmanes en ge-neral y en su hostilidad inherente hacia

Los israelíes, autoerigidos comoguardianes de la civilización occidental,

parecen creer que les incumbe recordar aEuropa la naturaleza de la amenaza

islámica a la que se enfrenta

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los no musulmanes en particular, noscuentan, es la división islámica del mun-do entre el “reino del Islam” (dar al-Is-lam) y el “reino de la guerra” (dar al-harb), con el principio rector de la Jihad.Según Sharon, por lo tanto, los musul-manes no tienen otra opción que vivir enun permanente estado de hostilidad yguerra con los no musulmanes, puestoque es “parte del plan divino.”

Dejando la suprema mala voluntad,los malos motivos y las declaracionesracistas de lado, un conocimiento sofo-mórico es suficiente para demostrar queel discurso israelí sobre el Islam se pre-dica sobre una serie de asunciones queno se pueden sostener ni siquiera trasun mínimo escrutinio del análisis de laciencia social. Por encima de estasasunciones está la que privilegia onto-lógicamente a la religión sobre cual-quier otra dimensión en la formaciónde la identidad musulmana, como pue-den ser la clase, el género, la pertenen-cia nacional, la lengua o la política. Laepistemología más amplia que subya-ce en esta manera de ver las cosas es,para citar a Peter Worsley en otro con-texto, que “las ideas pueden ser aisla-das en alguna forma pura, original, em-brionaria, o arquetípica...; a partir de

ahí, son vistas como [simplemente] ‘to-madas’...[y] ‘traducidas’ en acción...”

Los mayores sucesos y transforma-ciones “globales” proveyeron al discur-so israelí sobre el CdC de calidad seduc-tora. Uno de los mayores resultados deesta transformación es un cambio en laposición oficial europea en relación al te-ma de Palestina/Israel en los últimosaños. La posición actual “gravita máscerca del marco EE UU-Israel de unaguerra contra el terror, un ‘choque de ci-vilizaciones’, con una preocupación en-tre líneas por el auge del Islam.” La ver-dad es que es difícil identificar hoy sus-tanciales diferencias entre la posición es-tadounidense-israelí y la de los europeosen todo lo que concierne a la cuestión pa-lestina. Los gobiernos europeos, porejemplo, apoyaron (y apoyan) el terribleasedio a Gaza, justificaron, aunque sólofuera indirectamente, la última guerra is-raelí contra Gaza, aceptaron la concep-tualización estadounidense-israelí de queel problema fundamental en Gaza no esel encarcelamiento masivo de un pueblo,sino el “contrabando de armas.”

La ocupación colonial Cualquier examen serio de la realidadcontemporánea en Palestina/Israel engeneral y de la más reciente guerra is-raelí contra Gaza en particular, es me-ramente imposible sin situarlo en suapropiado contexto: el colonialismo.Haciéndolo, podemos recordar esa “ge-ografía política de encarcelamiento ma-sivo” israelí, vivamente ilustrada en elterrible asedio a Gaza.

El colonialismo, visto desde la pers-pectiva de aquellos que son forzados avivir bajo su yugo, no es, por lo tanto, in-significante ni tampoco una excepción.Es más bien una exhaustiva y sistemáti-

ca destrucción de cualquier sensación dellevar una vida normal. Dando un pasomás, uno puede argumentar que las ocu-paciones coloniales se ponen en movi-miento a través de “la racionalizaciónepistémica y la administración políticade la muerte.” En otras palabras, si-guiendo la línea de Michel Foucault, po-dríamos decir que si el principal objetodel (bio)poder es la vida, entonces el co-lonialismo puede ser conceptualizado dela mejor manera como (thanato)poder, opoder cuyo mayor objeto es la muerte.

Para ponerlo de otro modo, las co-lonias fueron y son aún, como el casode Gaza dolorosamente atestigua, los“laboratorios” donde se despliega unaviolencia prácticamente ilimitada y des-enfrenada, donde la excepción es la nor-ma, la jerarquía entre las “razas supe-riores”, y la “gente inferior” (léase nati-va) es presupuesta y profundamente“naturalizada”. “Como tales, las colo-nias,” escribe Achile Mbembe, “son lazona donde la violencia del estado deexcepción se considera que opera al ser-vicio de la civilización”.

Siguiendo de cerca las reacciones is-raelíes a la guerra contra Gaza, como sepuso de manifiesto principalmente en losmedios de comunicación masivos, es in-evitable la impresión de que para la ma-yoría de generales, comentaristas y polí-ticos, reformulando lo dicho por Mbem-be, los salvajes palestinos son, por así de-cirlo, seres humanos “naturales” que ca-recen del carácter humano específico, dela realidad específicamente humana, “deforma que cuando los oficiales y solda-dos israelíes los masacraron de algunaforma no eran conscientes de que habí-an asesinado.” Si regresamos a BennyMorris y a sus colegas europeos y esta-dounidenses de mentalidad similar, pro-bablemente nos aconsejarán ver estasatrocidades como necesarias, aunque la-mentables, daños colaterales y un preciorazonable para humanizar a los bárbarosy defender la civilización occidental enla era de las guerras culturales globales.❑

*Issam Aburaiya es profesor asistente deEstudios Religiosos en Seton Hall University

(EE UU).

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Marcel Masferrer

La verdad es que es difícil hoy en díaidentificar sustanciales diferencias entre laposición estadounidense-israelí y la de los

europeos en todo lo que concierne a lacuestión palestina

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Del discurso a la praxisEl papel de Europa en Oriente Próximo

Un mínimo coraje para una efectivaparticipación política

Nassar Ibrahim*

Oriente Próximo es una regiónsensible desde el punto de vistapolítico, social y cultural. Aquí

tienen lugar choques yenfrentamientos, y las estrategias y

las políticas interactúan. En suposición con respecto a las actualescrisis de Oriente Próximo (conflicto

israelí–palestino, Irak, Irán,Afganistán, Líbano, Sudán,

Somalia, etc.), la fuerza de lospoderes mundiales y de sus alianzaslocales se pone a prueba, junto a larevisión de sus éxitos y fracasos. A

la luz de estas dinámicas, el papel dela Unión Europea (UE) es hoy aún

más problemático. A pesar de lafortaleza económica, política, social

y cultural de Europa, sucontribución (ya sea como una

unión o como Estados individuales)aún juega un papel secundario. La

UE no ha logrado liderar unaposición soberana, a pesar de quereúne las condiciones necesarias,

tanto en el plano objetivo comosubjetivo, para hacerlo.

La continua marginalización deEuropa ha dado lugar a un senti-miento acumulado de desespera-

ción y falta de confianza entre los pue-blos de Oriente Próximo en lo que res-pecta a la capacidad real de la UE paradesafiar la dominación estadounidense.Esto, a pesar de las diferentes llamadasen la región para llegar a una más eficaz,equilibrada e independiente posición eu-ropea en el plano político y social. Y apesar, también, de que muchas voces en

la región exigen que esa posición seauna condición previa para adoptar me-didas prácticas que puedan conducirlahacia la estabilidad y la paz.

Tras la caída de la Unión Soviética,los Estados Unidos tuvieron una oportu-nidad de oro para adornar su imagen yliberarse de la reclusión de la ecuaciónbipolar de la Guerra Fría. Lamentable-mente, la ideología dominante del “Im-perio Americano”, que domina el com-portamiento político, ha obstaculizadoesta oportunidad. Con los ataques del 11de septiembre, las elites políticas e inte-lectuales, y los medios de comunicaciónde la Casa Blanca, exhibieron una posi-ción pobre e ingenua para hacer frente a

los infames eventos. Su política terminóimpulsando al mundo a una terrible po-larización, sobre la base de simples ecua-ciones: la creación de un “eje del mal”,la división del mundo entre los “chicosbuenos” y los “chicos malos”, y otras hi-pótesis, como que “los que no están connosotros están contra nosotros”, el cho-que de civilizaciones, religiones, cultu-ras, y la retórica del “fin de la historia”.

Con este proceso acelerado, el enfo-que neoconservador que domina las de-cisiones políticas en la Casa Blanca ju-gó un papel dramático en la adopciónpor parte de la Administración Bush deuna ofensiva política beligerante en di-ferentes niveles. Caracterizado por ata-

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ques sin restricciones y el uso de la fuer-za directa mediante “excedentes políti-cos, militares y económicos”, sin la de-bida consideración a las posibles conse-cuencias, el Gobierno de Bush pasó amoldear el mundo según el dictamen deEE UU y la manipulación de los senti-mientos del público estadounidense traslos ataques. Esto tendría una continuidaden las intrusiones en Afganistán e Irak yel apoyo ilimitado a las transgresiones deIsrael contra los palestinos, dado que Is-rael está supuestamente jugando su pa-pel en la “lucha contra el terrorismo”.

Impacto en las relaciones con la UEEste enfoque ha tenido un impacto teó-rico y práctico en las relaciones de la re-gión con la UE. No ha quedado espaciopara la maniobra europea, al verse redu-cido al mínimo el papel de Europa en lazona, de modo que no entorpezca elmando americano. La UE se limita hoya ejecutar económica, política y militar-mente lo que se decide en Washington.Los países europeos se encuentran bajoel puño de la política exterior estadouni-dense, hasta el punto de ser movilizados-política, militar y económicamente- pa-ra apoyar el belicismo de EE UU enOriente Próximo. El discurso político ycultural europeo se ha transformado envirtud de la influencia estadounidense,sucumbiendo a la supremacía de la po-lítica exterior de EE UU y volviéndoseun mero reflejo de la misma.

La condición y el papel de la UE enOriente Próximo en la época de Bush yBlair se nos revela en una serie de posi-ciones y políticas que han distorsionadola imagen de los países europeos, y re-ducido la confianza depositada previa-mente en ellos, en el Sur y el Este de lacuenca Mediterránea. La posición euro-pea podría caracterizarse como la resig-nación sumisa y una pobre formulaciónde políticas con respecto a la absurdaomnipotencia de la AdministraciónBush. En este contexto, es interesanteque recordemos algunas de estas posi-ciones europeas:• La justificación de políticas y la po-

larización política amparadas en la“lucha contra el terrorismo”, y la

adopción del discurso islamófoboestadounidense.

• La embarazosa posición de la UEcon respecto a las incursiones is-raelíes en Cisjordania en 2002, lamatanza de Jenin y el asedio al pre-sidente Arafat en Ramallah en abrilde 2003.

• La conformidad con el discurso es-tadounidense sobre la resistencia pa-lestina contra Israel, etiquetada como“terrorismo”, en contraste con la pre-sentación de las invasiones y las in-cursiones israelíes contra el pueblopalestino como de “autodefensa”.

• La justificación de las posiciones deEE UU en el Cuarteto, responsabili-zando a los palestinos del fracaso delproceso de paz, al tiempo que seapoyan las políticas israelíes (ex-pansión de los asentamientos, judai-zación de Jerusalén, etc.), presio-nando a favor de los Acuerdos deOslo y la Hoja de Ruta, con sus pos-teriores fracasos.

• La aprobación de la política de ase-dio impulsada por EE UU e Israelcontra los palestinos y su Gobiernoelegido democráticamente tras lavictoria electoral de Hamas en laselecciones al Consejo LegislativoPalestino de 2006.

• El apoyo a la guerra y la agresiónemprendida por Israel contra el Lí-bano en julio de 2006 junto la su-misión ante la decisión estadouni-dense de rechazar el alto el fuego is-raelí con la intención de atacar a laresistencia libanesa. La presión eu-ropea para el alto el fuego sólo seprodujo tras 33 días de destruccióntotal de pueblos e infraestructuraslibanesas.

• La posición silenciosa y apática an-te el continuo asedio israelí a la Fran-ja de Gaza desde junio de 2006.

• La impasible y embarazosa posiciónante la destructiva agresión por par-te de Israel a la Franja de Gaza, queduró 23 días, a finales de diciembrede 2008, causando la muerte de másde 1.400 palestinos, 5.000 heridos, yla destrucción de viviendas e in-fraestructura.

• La posición de sumisión con res-pecto a la designación de Liebermancomo ministro de Relaciones Exte-riores de Israel en la derecha con-servadora del Gobierno de Netanya-hu, y su tratamiento como un “meroasunto interno de Israel”, sin tener encuenta sus efectos sobre el procesode paz y el futuro de la región.A la luz de esta lectura, se podría

afirmar que estas políticas han debilita-do el papel de la UE y han puesto de ma-nifiesto la gran brecha existente entre eldesarrollo económico, político, humanoy los recursos culturales de Europa, y sudependiente papel político con respectoa EE UU. Esta realidad ha deformado laimagen de la UE en la conciencia colec-tiva de los pueblos de la región dando lu-gar a una generalizada falta de confian-za. En consecuencia, algunas fuerzas po-líticas de Oriente Próximo, incluidos al-gunos países influyentes, no son consi-deradas en la UE, mientras ésta perma-nezca bajo la autoridad de la política ex-terior estadounidense.

Una nueva estrategiaTodavía existe una oportunidad para laUE de volver a construir una estrategiapolítica con los puntos de referencia so-bre las lecciones aprendidas y las subsi-guientes pérdidas y fracasos en relacióncon el papel, la imagen y la eficacia dela Unión. Hoy, tras el fracaso de los re-gímenes neoconservadores en EE UU yde la humillante salida de la Adminis-tración Bush, y después de que se pu-siera de manifiesto cómo de problemá-ticas son las declaraciones del tipo “gue-rras globales contra el terrorismo”, lospueblos de Oriente Próximo, al igual queotros pueblos del mundo, observan losesfuerzos de la Administración de Oba-

Los países europeos se encuentran bajoel puño de la política exterior

estadounidense, hasta el punto de sermovilizados -política, militar

y económicamente- para apoyar elbelicismo de EE UU en Oriente Próximo

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Del discurso a la praxisma. Esto incluye la formulación de unanueva estrategia de lucha para mejorarla debilitada imagen de EE UU y pagarel precio de la destrucción y pérdida, asícomo construir una estrategia eficaz quetrasciende los argumentos neoconserva-dores intrusivos y destructivos. Existenesfuerzos para abrir canales de diálogo,incluso con fuerzas y grupos clasifica-dos por EE UU como una amenaza pa-ra los intereses del país.

Lo que podría ser significativo, a laluz de estas transformaciones, es que latoma de decisiones europea sigue aca-tando las órdenes dictadas por EE UU,como si Europa careciese de la posibili-dad de iniciación e influencia, incluso apesar de que ha pagado, de hecho, elprecio militar, político y económico dela inquisición de la AdministraciónBush. Digo esto basándome en el exa-men de las reacciones europeas a lastransformaciones en la región y los nue-vos indicadores en el mapa políticomundial. Parece que la UE sigue reco-nociendo su segunda o tercera clase enel tren de toma de decisiones de EE UU,aunque esta política no necesariamentecumpla el enfoque o los intereses euro-peos. Asimismo, no parece haber una di-ferencia si la Administración estadouni-dense está liderada por Bush u Obama.Uno mismo puede ver que toda movili-zación o medidas adoptadas por la UEhacia el caos en Oriente Próximo sólollegan después de EE UU y sus estrate-gias (la política con respecto a la cues-tión nuclear iraní, el proceso de paz enOriente Próximo, apertura de canales dediálogo con algunos grupos políticos is-lamistas, etc.). Estas distintas iniciativassólo llegan después de la luz verde de laAdministración de Obama.

Nadie pide a la UE que desempeñeun papel rebelde. Esto no está dentro desu naturaleza y no se ajusta a su estruc-tura como una entidad capitalista con in-tereses comunes con EE UU. Lo que es-toy pidiendo es que la UE (como unióno estados individuales) pueda, al menos,tener la valentía para elevarse y reflejarel mínimo de sensibilidad de los ciuda-danos europeos con respecto a las gue-rras de agresión, violaciones de los De-rechos Humanos, principios democráti-

cos, y los convenios internacionales (quesiguen siendo, teóricamente y práctica-mente despreciados y violados por Is-rael). Lo que estoy pidiendo es el respe-to por la filosofía y la lógica de la geo-grafía política relativa a las relacionesentre Europa y el vecino mundo árabe-islámico. Uno no debe hacer caso omi-so de los intereses económicos de la re-gión, ya sea en términos de energía,mercados o incluso en los niveles cultu-rales y sociales, así como las diferentesinterrelaciones y la creación de redes enlas cuencas del Mediterráneo.

Los puntos mencionados se encuen-tran entre las razones que hacen que elpapel de la UE sea un asunto de extremaurgencia si se está preocupado por elequilibrio, y que contiene las controver-sias internacionales y regionales causa-das por la supremacía de una superpo-tencia y la dominación. Es probable queesto sirva los intereses de los pueblos deOriente Próximo y de la UE.

La capacidad de la UE para rechazarsu dependencia y liderar el papel que lecorresponde está condicionada por unaserie de factores. Se requiere en primerlugar, reafirmar la fe en Europa a fin dereflejar una visión más equilibrada y jus-ta en el modelo de las relaciones inter-nacionales. Esto depende de si Europaestá dispuesta a reafirmar su papel his-tórico y los valores acumulados a travésde las diferentes revoluciones socialesalcanzadas por los europeos (sin contarcon el episodio de la colonización).

En segundo lugar, es necesario for-mular una estrategia de cabildeo políti-co e iniciativa basada en la aplicación delas resoluciones internacionales en loque respecta a los conflictos de Israel yPalestina. Europa debe atreverse a pre-sionar a la ocupación israelí para ponerfin a su ofensiva política contra el pue-

blo palestino y participar en el boicoteconómico. También debería tener la va-lentía de pensar más allá de las justifica-ciones “antisemitas”, manipuladas porparte de Israel para acallar cualquier vozeuropea que se atreva a criticar las polí-ticas racistas de Israel y las violacionesbasadas en las resoluciones internacio-nales y los derechos.

No hay que olvidar que la libertad yla independencia del pueblo palestinoson sagradas y santas para los palestinos,árabes y musulmanes por igual. Esto pre-senta un punto de referencia para evaluarla gravedad de la participación interna-cional en la región. En tercer lugar, laconvocatoria para la eficacia de la inter-acción cultural basada en el respeto de ladiversidad y la relatividad cultural y so-cial como una respuesta a la retórica delchoque de civilizaciones y religiones.

Esperábamos una iniciativa de laselites intelectuales, culturales, religio-sas y sociales de la UE que trascendie-se los catastróficos resultados de la“guerra cruzada” iniciada por la Ad-ministración Bush y sus expedicionesmilitares en la región. Lamentable-mente esto no ha ocurrido. La Admi-nistración estadounidense fue tan lejoscomo para aprovechar la alfombra delos europeos, subestimando su autori-dad. Irónicamente, la primera relativavoz racional que abordó el mundo mu-sulmán fue la de Barack Obama desdeTurquía, y en las próximas semanas¡un discurso especial se dirigirá almundo árabe-islámico desde Egipto!

Podemos preguntarnos en este con-texto: ¿a qué está esperando Europa ypor qué toda esta vacilación? Lo que senecesita es un papel europeo que puedaal menos respetar y tener en cuenta as-pectos históricos, sociales, culturales yeconómicos de Europa y sus interesesestratégicos. Lo que se necesita es un po-co de valor para invertir en una gran can-tidad de poder político.❑

*Nassar Ibrahim es director del AlternativeInformation Center además de activista, escritor

y especialista en resistencia palestina. Ha sidoeditor jefe del periódico El Hadaf.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

Europa debe atreverse a presionar a laocupación israelí para poner fin a su

ofensiva política contra el pueblo palestinoy participar en el boicot económico

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 13

¿Puede Obamacortejar

al mundo musulmán?Mehdi Hasan*

Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 losmusulmanes que conozco, tanto en Gran Bretaña como en

el extranjero, han disfrutado del placer morboso decontarse un chiste sobre George Bush y Tony Blair. Parece

que los dos líderes están cenando en la Casa Blanca,susurrándose entre sí en una esquina, cuando un

diplomático de una nación amiga se les acerca y lespregunta de qué están hablando. “Estamos ultimando los

planes para la Tercera Guerra Mundial”, dice Bush. “¿Deverdad?”, dice el diplomático. “¿Y cuáles son los planes?”.“Estamos planeando una guerra que matará a 14 millones

de musulmanes y un dentista,” responde Bush. Unamirada de confusión aparece en la cara del diplomático.

“¿Un… dentista?”, pregunta. “¿Por qué? ¿Por qué matara un dentista?”. En ese momento, Bush saca una sonrisitay le dice a Blair: “Ves, ya te dije que a nadie le importarían

los musulmanes.”1

Algunos podrían argumentar queeste humor negro es un ejemplode la paranoia y la desconfian-

za de la moderna psique musulmana.Quizás sea así, pero, como dice el re-frán, sólo porque seas un paranoico nosignifica que no vayan a por ti.

Ocho años de desastrosas invasio-nes y ocupaciones en Afganistán e Irak,la retórica beligerante con respecto aIrán y Siria, y el apoyo absoluto por par-te de los Estados Unidos (EE UU) ha-cia Israel en sus bombardeos sobre elLíbano y Gaza, han avivado el odio en-tre los más de mil trescientos millones

2 Esposito, John L., Ph.D., and Mogahed, Dalia(marzo 2008): Who speaks for Islam? What a bi-llion muslims really think, Hardcover.

parcial de la realidad, Obama cuentacon la ventaja de simplemente no serBush, y también con su propio caris-ma, su pasado y una reputación de po-lítico tranquilo y moderado.

“En Oriente Próximo y el mundomusulmán en general, [encuesta EEUU] las puntuaciones sufrieron unafuerte caída después de la invasión deIrak”, dice Dalia Mogahed, directoraejecutiva del Centro Gallup para losEstudios Musulmanes y coautora dellibro Who speaks for Islam? What a bi-llion muslims really think (¿Quién ha-bla por el Islam? ¿Qué piensan en rea-lidad mil millones de musulmanes?2)

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1 Ésta es una versión recortada del artículo origi-nal, editada para adaptarse a los criterios de larevista Pueblos. Para leer el artículo original eninglés, se puede visitar: www.newstatesman.com

de musulmanes de todo el mundo. Des-de el principio, la llamada “guerra con-tra el terrorismo” de Bush ha alienado yradicalizado a musulmanes de todo elmundo y ha exacerbado los niveles desentimiento antiamericano. Según unaencuesta de Zogby, por ejemplo, entre2002 y 2004, la proporción de egipcioscon actitudes negativas hacia EE UUpasó del 76 al 98 por ciento.

Egipto es donde Barack Obamapronunció su tan esperado discurso pa-ra el mundo islámico, en la Universi-dad de El Cairo el pasado 4 de junio,poco menos de 2 meses después deque pronunciara en el Parlamento tur-co de Estambul que “los Estados Uni-dos no están y nunca van a estar enguerra contra el Islam”. Mientras lepreocupa el conseguir una visión im-

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Del discurso a la praxis“Nunca se han recuperado a lo largode los años del Gobierno de Bush. Lesestamos viendo recuperarse en este2009.” Tal es el peso dado a sus opi-niones e ideas sobre la mentalidad mu-sulmana que Obama nombró, a los 33años de edad, a Mogahed en su Con-sejo Asesor sobre la Fe y SociedadesVecinas, haciendo de ella la primeramujer con velo que opta a una posi-ción en la Casa Blanca.

En el periodo previo al discurso deObama en El Cairo, Mogahed reiteróa los periodistas la importancia de queel presidente transmitiera a la audien-cia musulmana en general “la idea derespeto, cooperación, y una demostra-ción de empatía”. Su propio sondeo in-dica que una de las cosas más impor-tantes que los EE UU puede hacer pa-ra mejorar las relaciones con los mu-sulmanes es que se abstengan de ver-los como inferiores o poco avanzados.

Las raíces del“antiamericanismo”Por mi parte, sin embargo, no creo queMogahed vaya lo suficientemente le-jos. Encuesta tras encuesta en el mun-do islámico se ha demostrado que, porencima de todo, el antiamericanismomusulmán no está conformado porfactores culturales, religiosos o ideo-lógicos, sino por las políticas de losEE UU, entre ellos el apoyo a Israel y,más recientemente, las ocupaciones deIrak y Afganistán.

Cuando se les preguntó, “¿Cuál esel primer pensamiento cuando escucha‘América’?”, los musulmanes que res-pondieron a la encuesta de Zogby2004, pertenecientes a seis nacionesárabes, abrumadoramente respondie-ron: “Política exterior desleal”. Ycuando se les preguntó qué podríanhacer los EE UU para mejorar su ima-gen y reconstruir las relaciones con elmundo islámico, las respuestas máscomunes fueron: “Dejar de apoyar aIsrael” y “Cambiar su política haciaOriente Próximo”.

Esto no es nuevo. Hace más demedio siglo, en 1958, el presidente Ei-senhower describió “la campaña deodio [en el mundo árabe] en contra de

nosotros, no por los gobiernos, sinopor el pueblo”. Su propio Consejo deSeguridad Nacional concluyó que la“mayoría de los árabes” veía a los EEUU como “opuesto a la realización delos objetivos del nacionalismo árabe”e interesado únicamente en la protec-ción de “su interés en el petróleo deOriente Próximo mediante el apoyodel statu quo y la oposición del pro-greso político o económico”. Sin em-bargo, extrañamente, en los últimosaños la Administración Bush y susacólitos en los medios de comunica-ción se negaron a reconocer cualquiervínculo en absoluto, ni siquiera el másmínimo, entre sus políticas en Orien-te Próximo -a menudo intrusivas ymilitaristas- y el consiguiente “blow-back” terrorista2, prefiriendo en su lu-gar lanzar de manera simplista, casiinfantil, la fórmula: “Nos odian por-que somos libres”.

Lo que no se menciona normal-mente es que los asesores indepen-dientes de la Administración Bush es-taban en desacuerdo, incluso pública-mente. La Junta de Defensa para laCiencia es un comité consultivo fede-ral para el Pentágono de poco más de40 miembros, que cuenta con exper-tos civiles con origen diplomático,militar, académico y empresarial. Losvoluminosos informes técnicos tienenla tendencia a centrarse en cuestionesrecónditas y abstrusas tales como“Lograr la interoperabilidad en unared centrada en el medio ambiente” o“Logística de Transformación Fase

II”. En los últimos años, sin embargo,la única excepción a esta regla ha si-do el crítico, si no devastador, Infor-me de la Junta de Trabajo para la De-fensa de la Ciencia sobre Comunica-ción Estratégica, elaborado en 2004,que examina el efecto de las distintasguerras de Bush con respecto a losaliados y enemigos de EE UU. Susconclusiones son tan contundentes co-mo abrumadoras: “Los musulmanesno ‘odian nuestra libertad’, sino másbien, odian nuestras políticas”. “La in-mensa mayoría”, dice el informe, “ex-presa sus objeciones a lo que consi-dera un apoyo unilateral a favor de Is-rael y en contra de los derechos de lospalestinos, e incluso el aumento delapoyo a lo que colectivamente losmusulmanes consideran tiranías, par-ticularmente Egipto, Arabia Saudita,Jordania, Pakistán y los Estados delGolfo”.

¿Cómo reaccionó el Gobierno deBush a este informe? Pues enterrán-dolo. A pesar de estar terminado el 23de septiembre de 2004, el informe fueapartado por el entonces secretario deDefensa, Donald Rumsfeld, hastadespués de las elecciones presiden-ciales de noviembre de ese año, ne-gándole así el impacto político. Sid-ney Blumenthal, ex asesor de la Ca-sa Blanca bajo el presidente Clintony que cuenta con información privi-legiada de Washington, señaló que elinforme fue “deslizado en silencio enuna página web del Pentágono en vís-peras del Día de Acción de Gracias,pasando desapercibido para la pren-sa de los EE UU”.

Frustrantemente, en el New YorkTimes, el único periódico que cubrióel informe, el autor citó el párrafo queempieza con: “Los musulmanes no‘odian nuestra libertad’ “, pero omitela siguiente frase esencial sobre loque los musulmanes se oponen a ha-cer: “apoyo unilateral [EE UU] en fa-vor de Israel y contra los derechos delos palestinos”, así como el apoyo alas tiranías musulmanas. El Times, sinembargo, incluye la frase que sigueinmediatamente a la que falta, lo quesugiere que el autor o sus editores de-

Obama cuenta con la ventaja de simplemente no ser Bush, y tambiéncon su propio carisma, su pasado y una

reputación de político tranquilo y moderado

“ “2 “Blowback” es un término acuñado por la CIAen

la década de 1950 para referirse a las conse-cuencias no previstas de la agresiva política ex-terior de los EE UU. Podría ser traducido como“reacción”, “contragolpe”, “efecto bumerán”...

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liberadamente eliminaron la crucial-mente reveladora y diríamos hastacontrovertida frase.

No es de extrañar que el veteranode la CIA durante 22 años y ex jefe dela agencia para la Unidad Osama BinLaden, Michael Scheuer, considereque desde hace mucho tiempo existeuna conspiración de silencio entre laselites políticas y los medios de co-municación en EE UU acerca de lasverdaderas razones para el odio mu-sulmán hacia este país. En su acla-mado libro Arrogancia Imperial: porqué Occidente está perdiendo la gue-rra contra el terrorismo, publicadoen 2004, Scheuer sostuvo que “sibien puede haber algunos militantesmusulmanes que quieren inmolarse así mismos y que otros están ofendi-dos por los restaurantes McDonald’s,por las presidenciales de Iowa, y porel semidesnudo, plenamente embara-zada, de Demi Moore en la portadade la revista Esquire, son exactamen-te eso: pocos, y no suponen en abso-luto una amenaza para la SeguridadNacional de los EE UU”.

Más bien, escribió, “los EstadosUnidos son odiados en todo el mundoislámico, debido a determinadas polí-ticas y acciones gubernamentales”.Cinco años después, Michael Scheuerdice que no tiene fe en la capacidad deBarack Obama para cambiar la mareade odio, o para ganar los corazones ylas mentes del mundo musulmán. Oba-ma no tiene “ninguna intención deabandonar Irak o Afganistán”, me dijoScheuer. “En otras palabras, su políti-ca exterior en Oriente Próximo es la [lamisma que] de los republicanos”, perocon una voz suave”.

Obama: desafíos y oportunidadesYo no estoy seguro de esto. Puede queObama haya intensificado la guerrade los EE UU en Afganistán y que lahaya extendido por Pakistán, y puedeque se haya mantenido vergonzosa-mente en silencio durante los últimosataques israelíes sobre la Franja deGaza el pasado enero, cuando era pre-sidente electo, pero en otras áreas la

política parece estar cambiando, in-cluso aunque sólo sea muy lentamen-te. La Administración de Obama, porejemplo, ha exigido que Israel conge-le sus actividades de construcción deasentamientos en los Territorios Ocu-pados, ha hecho oberturas diplomáti-cas con Teherán, ha prohibido la tor-tura y se ha comprometido a cerrar elcampo de prisioneros de la Bahía deGuantánamo.

También ha habido pequeños cam-bios no insignificantes en otras áreas.Como víctima de lo que un comenta-rista liberal llamó una vez la “guerrapreventiva contra los turistas inocen-tes” en los aeropuertos de los EE UUdurante la era Bush, y de haber sido de-tenido por la Seguridad de la Patria du-rante varias horas en el Aeropuerto In-tercontinental George Bush en Hous-ton, Texas, en 2006, simplemente portener el apellido “Hasan” que “suena aterrorista”, puedo atestiguar el cambiode atmósfera en la era de Obama. Enmayo de este año, a mi regreso al BushIntercontinental, fui recibido por unfuncionario de inmigración que son-riente me saludó a través del control depasaportes.

Como un sinnúmero de comenta-ristas y analistas han señalado, Obamaes el cambio que prometió. Esto seaplica en casa y en el extranjero, y es-pecialmente con respecto a los EE UUy sus relaciones con el mundo musul-mán. La mera presencia de Obama enla Casa Blanca empieza a abordar el“problema fundamental de la credibi-lidad de los EE UU” destacado por elinforme de la Junta de Defensa de laCiencia de 2004. “Simplemente no

hay ninguno”, concluyó en su mo-mento, y añadió que “los Estados Uni-dos se encuentra sin un canal de co-municación con el mundo de los mu-sulmanes y del Islam”.

Este ya no es el caso. El hecho esque cuando el nuevo presidente de EEUU se levantó el 4 de junio para ofre-cer su discurso en El Cairo, su gran au-diencia musulmana, escéptica, des-confiada y desilusionada, no se en-frentó a un vaquero tejano con tenden-cia a hablar de la guerra, las cruzadasy los fascistas islámicos, sino con unhombre negro, con el nombre “Hus-sein”, nacido de padre musulmán ycriado por un padrastro musulmán enel país musulmán más densamente po-blado, Indonesia. Obama encarna “elcanal de comunicación” estadouni-dense para el mundo islámico, y es sunombre, su patrimonio y su apariencialo que le ayudará a comenzar a romperlas barreras entre las dos culturas. Pe-ro no será suficiente.

Fundamentalmente, las apreciacio-nes de Michael Scheuer y la Junta deDefensa de la Ciencia son correctas. SiObama no puede llevar a cabo cambiossignificativos y duraderos en la radica-lizada política de los EE UU en la re-gión, si no puede enfrentarse a la visiónmusulmana de las acciones estadouni-denses, y no como él y sus predeceso-res suponen que debe ser, si sus accio-nes no son más elocuentes que sus pa-labras, entonces ninguna retórica ele-vada o estentórea entonación en ElCairo, en este caso, o en Estambul, ha-rá la más mínima diferencia. Tampocolo hará su apariencia, su pasado o suherencia “islámica”.

Por el contrario, tal y como meplanteó Scheuer sin rodeos: “Los mu-sulmanes no son estúpidos. Pediránque las palabras del presidente Obamase correspondan con hechos, y si estono se produce, su aspecto, nombre ygrupo étnico hará que la negativa re-acción musulmana sea aún peor”.❑

*Mehdi Hasan es editor de la sección de Políticade New Statesman.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

Encuesta tras encuesta en el mundoislámico se ha demostrado que,

por encima de todo, el antiamericanismomusulmán no está conformado por

factores culturales, religiosos o ideológicos, sino por las políticas

de los EE UU

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Diagnóstico interno

Irán, más allá del régimen

La coyuntura político-militar ha si-tuado a Irán en el centro de todaslas miradas. Más allá del pulso

que el régimen iraní mantiene con la co-munidad internacional por su programanuclear, la caótica situación en el siem-pre explosivo Oriente Próximo ha pro-vocado que, desde Occidente, se mireahora hacia Teherán en busca de ayuda.Barack Obama ha cambiado el discursoque, hasta la fecha, mantenía la Admi-nistración Bush para con el país persa.Son varios los gestos realizados por elnuevo inquilino en la Casa Blanca de losque se desprende que la superpotenciamundial parece tratar con mayor respe-to a un país clave para la consecución desus objetivos en la zona. El Gobiernoiraní, presidido por el ultraconservador

Pere Maruny*

Irán es, con toda probabilidad, unode los países más estereotipados

del mundo. Su nombre evoca, enOccidente, a fanatismo religioso, a mujeres de negro cubiertas por

el chador y a un régimen dictatorialdespiadado. Sin embargo, Irán,

la antigua Persia, va mucho más alláde los tópicos con los que se lo suele

juzgar; una inmersión en sucotidianeidad permite corregir de un

vistazo muchos de estos prejuicios y permite oír, si se presta atención,los vientos de cambio que fustigan

de manera sosegada pero sin pausala aparente inamovilidad

del régimen teocrático.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 17

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nan muy poco las inquietudes de los jó-venes iraníes de hoy.

La oposición al régimen no es unaestructura organizada ni practica ningúntipo de resistencia activa y, aun así, loscambios en la sociedad iraní se sucedende manera fluida. Y son las mujeres, sinlugar a dudas, quienes protagonizan es-te cambio cotidiano. Ellas son quienesdía a día ganan centímetros al poder enel largo de los vestidos, en la coberturadel velo, en el maquillaje de sus rostros;la rebeldía y la coquetería propias de lajuventud tiran más fuerte que las estric-tas normas del régimen. Las jóvenes ira-níes de hoy parecen asumir este rol debuena gana, casi con orgullo. Los ale-gres colores que la mayoría de chicas yalgunas mujeres eligen a la hora de ves-tir contrasta sobremanera con el negroriguroso del chador que aún usan mu-chas de ellas. Sin embargo, a primeravista no parece que haya un conflictoabierto entre quienes defienden ambasposturas, aunque es difícil ver a gruposde mujeres en los que tanto el chadorcomo la moda más moderna coexistanen armonía.

El hartazgo general de gran parte dela población hacia el régimen es trans-mitido sin rubor por muchos iraníes.Cuando se cruzan con algún foráneo, y

Mahmud Ahmadineyad, tiene motivospara sacar pecho. El peso de Irán comopotencia regional se está viendo recono-cido y consolidado, mientras su posibleentrada al club atómico le situaría den-tro del selecto círculo de países que tie-nen en la disuasión nuclear el as en lamanga capaz de lograr un órdago en elsiempre complejo tablero de las Rela-ciones Internacionales.

Pero el régimen iraní juega una par-tida a dos bandas, una en la arena inter-nacional, rodeado de focos y cámaras,y otra, mucho más velada, en su propioterreno de juego. Si la situación interna-cional parece favorable a las intencionesdel régimen teocrático iraní de perpe-tuarse en el poder, la realidad interna deIrán parece más decidida a no ponerlelas cosas tan fáciles.

Diagnóstico internoIrán es un país dividido en dos grandesbloques, como suele ocurrir en cual-quier dictadura, entre quienes la apoyany quienes la aborrecen, lo que no signi-fica que abiertamente la combatan. Ydentro de estas dos categorías, hay tan-tos matices como la propia realidad seempeña en mostrar. Agrandes rasgos esposible realizar una aproximación so-ciológica a ambos contendientes. Al la-do del poder se aglutina la mayoría degente conservadora que dio la victoriaa Ahmadineyad en las pasadas eleccio-nes, donde predomina la población demediana edad hacia arriba, rural o ur-bana empobrecida, de escasos recursoseconómicos y culturales, así como fun-cionariado y todos aquellos ligados alrégimen, amén de la clase religiosa. Laradiografía del bando opuesto mostra-ría un perfil de gente con mayores re-cursos económicos, urbana, cosmopo-lita, intelectual y, ante todo, joven. Es-te dato es especialmente significativoen el Irán actual, donde el 70 por cien-to de sus casi setenta millones de habi-tantes tiene menos de treinta años. Esdecir, la gran mayoría de la poblaciónha nacido con posterioridad a la Revo-lución Islámica de 1979 que llevó al po-der a los Ayatolás. La vida en tiemposdel Sha o la aún omnipresente guerracontra Irak en los discursos oficiales lle-

siendo muy conscientes de la imagenque se tiene de ellos en el exterior, siem-pre hay una pregunta que salta a la pa-lestra: “¿Cómo ve usted a nuestro país?”Es muy probable que el visitante, timo-rato, balbucee algún tipo de respuestapolíticamente correcta o tópica hacien-do referencia a la increíble hospitalidadde los iraníes o a la belleza de sus paisa-jes. Pero su opinión es muy otra. Said,un médico de unos cuarenta años, demanera muy educada, ofrece la suya.“Ah, Irán”, suspira apenado en el inte-rior de la ciudadela Arg-e-Karim Khan,del siglo XVIII, “un pasado tan esplen-doroso y un presente tan desafortunado”.

El relevo generacionalEste sentir está muy extendido entre losiraníes más jóvenes. Rashid es estu-diante en la Universidad de Isfahan yse lamenta de no poder viajar al ex-tranjero. “No es que no nos dejen”,aclara Rashid, “sino que la falta de tra-bajo impide que [los jóvenes] tengamosposibilidades económicas como parasalir al extranjero”. La población des-empleada representa un 15’5 por cien-to del total de la población activa, se-gún las últimas estimaciones del Ban-co Central iraní del 2005, y en una po-blación tan joven es normal que todoeste peso recaiga sobre ellos. Farid yAlí son dos amigos que escenifican eldiagnóstico. El primero tiene en suerteun viejo coche que le permite ganarsela vida como taxista, empleo que com-pagina con sus estudios en la Universi-dad de Shiraz, mientras que la ocupa-ción de Alí se limita a dar vueltas consu amigo siempre que sea posible.

El sentimiento de estancamiento yfrustración es patente, y no sólo en loque se refiere a la vertiente económica.Pese al embargo comercial impuesto porEstados Unidos, Irán es autosuficienteen materia agrícola, y sus recursos natu-rales, básicamente el petróleo, le permi-ten ser un país donde la pobreza extre-ma no es el principal problema de sushabitantes, por lo menos en las áreas ur-banas. Sin embargo, las diversiones sonescasas para los jóvenes en el Irán de losAyatolás. Por la noche, en las tradicio-nales casas de té, el ambiente es también

Si la situación internacional parecefavorable a las intenciones del régimen

teocrático iraní de perpetuarse en el poder, la realidad interna de Irán

parece más decidida a no ponerle las cosas tan fáciles

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estructura organizada ni practica ningúntipo de resistencia activa y, aun así, los cambios en la sociedad iraní se

suceden de manera fluida

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Diagnóstico interno

propicio para algunas confesiones. “EnIrán los jóvenes no tenemos nada quehacer”, se lamenta Imad, mientras se re-crea dando caladas a su ghelium, la pipade agua, y deja que el fluir del té calien-te vaya derritiendo un terrón de azúcaren su boca. “Yo sé que en España hayfestivales de música. Aquí no tenemosnada de eso. El Gobierno sólo se preo-cupa de la religión y de la propagandasobre la guerra con Irak. Pero a mí lo queme gusta de verdad es la música”. EnTeherán, escrito en pintura roja sobreuna pared blanca de un barrio del nortede la ciudad, la zona alta, puede leerseen un graffiti: Marilyn Manson. El he-cho de que el nombre del cantante deOhio, considerado el anticristo por lossectores más conservadores de los Esta-dos Unidos, sea reivindicado por los jó-venes iraníes en pintadas o camisetas esclaramente sintomático.

Hay un relevo generacional eviden-te en la estructura social del Irán de hoy.El régimen teocrático no puede sinoaceptar los cambios que el empuje de lasnuevas generaciones le obliga a realizarpor puro instinto de supervivencia. Estose traduce en que las calles de las prin-cipales ciudades iraníes se llenan de cen-tros comerciales con una moda de claratendencia occidental (globalizada), res-

taurantes de comida rápida o cibercafés,donde los jóvenes tienen acceso a ununiverso incontrolable por las autorida-des, pese a que lo intentan ejerciendouna censura previa sobre el contenido delas páginas que se pueden descargar. Laconsecuencia de todo ello es que la ba-talla del poder por encauzar toda la vidasocial según una determinada y riguro-sa interpretación religiosa ha fracasado.

El resultado de la suma de todos losfactores bien pudiera ser una gran pa-radoja. Irán, país que inauguró la sen-da del islamismo radical como organi-zación política de masas capaz de to-mar el poder, podría llegar a ser el pri-mero en abandonarla a medio plazo,precisamente en un momento en queotros muchos ciudadanos de países delmundo islámico ven en esta vía la úni-ca capaz de sacarles de su permanente

*Pere Maruny es periodista y se haespecializado en Oriente Próximo. Trabaja para

Catalunya Radio y es co-autor del libro Atrapadosentre el terror y la guerra (Virus, 2005), sobre los

grupos pacifistas y antimilitaristas israelíes. Ha vivido en Jerusalén.

crisis y de la tutela occidental. El rele-vo generacional, unido a la falta de res-puestas que el régimen teocrático pue-de ofrecer a las necesidades y expecta-tivas de la población, pueden represen-tar el principio del fin. Esto, claro está,siempre que a los líderes occidentalesno se les ocurra solucionar con sus pro-pios métodos el problema iraní, lo quesin duda significaría la mejor noticiapara la perpetuación del régimen. Co-mo ya ocurriera con la agresión iraquíde 1980, sólo una intervención extran-jera podría aglutinar a la población enun solo frente junto al Gobierno.

Tras el estrepitoso fracaso que hasignificado la política impuesta por loshalcones neoconservadores desde Was-hington para democratizar Irak –y, derebote, la totalidad de Oriente Próximo–sólo queda esperar. En Irán los cambiosno van a producirse de inmediato, delmismo modo que no han empezado aho-ra; es un proceso lento pero inexorableque deben protagonizar únicamente losy, sobre todo, las iraníes.❑

El relevo generacional, unido a la falta de respuestas que el régimen teocrático

puede ofrecer a las necesidades y expectativas de la población, pueden

representar el principio del fin

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 19

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esde que surgió el “problemaoriental”, la presencia occi-dental ha sido tradicionalmen-

te asociada a la desestabilización de lassociedades levantinas. La redefiniciónde las raíces de la identidad nacionalsiria pondrá fin al riesgo de un posibleresurgimiento de lo oriental o de losproblemas de la Gran Siria que operanen el marco del dilema de “la protec-ción de las minorías o la propagaciónde la democracia.” Se propone la re-configuración de esta identidad sobreun principio que considera el arabismocomo parte de ser sirio, y uno de los pi-lares democráticos de la identidad na-cional. Sin embargo, se distingue estavisión exclusiva de otra, que cree queno se puede ser árabe sin dejar de sersirio, musulmán o cristiano, suní o chi-

íta, y viceversa. Elarabismo, al igualque el Islam, es par-te de Siria y no alrevés. El primer pa-so hacia la demo-cracia es reconocerla realidad nacionalcon sus complejida-des y múltiples di-mensiones. Por en-cima de todo, la pri-mera representa-ción democrática delos sirios debe ser larepresentación desu realidad sobre elterreno, y la formu-lación de teorías

que dejen espacio a la compleja reali-dad social del país.

Una visitada página de Internet si-ria no habría reeditado, quince añosdespués, el artículo “Crisis de Identi-dad de Siria” si el tema no interesase ala elite local. El artículo del neocon-servador norteamericano Robert Ka-plan, predice el desmembramiento deSiria y la considera como un candida-to potencial a la balcanización, el des-tino de muchos herederos del ImperioOtomano. El deseo del autor de des-membrar Siria apenas queda oculto ensus líneas.

Sin embargo, el interés de ciertossectores de la elite siria en cuestionesde identidad, y la constitución social ycultural del país, se limita a debates enartículos de intelectuales o publicacio-

Reforma política y reconfiguración de la identidad nacional en Siria

Yasseen Haj-Saleh*

¿Es necesario alhablar de diversidadcultural o social en

las sociedadesárabes o levantinas

vincular ésta a ladesintegración delas sociedades y alriesgo de permitirque las potencias

occidentales puedananclarse firmemente

en la zona? ¿Sepuede fortalecer la

unidad y la cohesiónde estas sociedades

sin dejar caer unmuro de silencio

sobre las realidades de la diversidad,en nombre de la “unidad

nacional”? ¿Y desarrollar unenfoque que reúna estas realidades

sin camuflarlas, exagerando ominimizando su importancia? ¿No

podríamos incluir este enfoque en elcontexto de una política nacional

democrática que garantice laigualdad de derechos? La situación

actual de Irak es la prueba de quetenemos que trascender estaspolíticas sociales, culturales y

religiosas que preocupan a lassociedades árabes. Siria no puede

ser indiferente a las ramificacionesde los problemas suprimidos de

diversidad, sobre todo teniendo encuenta la intensa y beligerante

presencia extranjera.

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Diagnóstico internones en Internet. La página web que re-edita el artículo sólo en inglés, nos dauna idea sobre el nivel del debate de-trás del velo, que se limita a una elitis-ta parte de la población, y lo poco queexiste se caracteriza por la vergüenzao la temeridad. Intelectuales y organi-zaciones políticas se encuentran en unapuro al abordar abiertamente y confranqueza un tema sensible que carecedel adecuado enfoque teórico o prácti-co. Activistas sectarios y étnicos, porel contrario, atacan a otros grupos pa-ra reafirmar su distinta religión. Paraestas personas, Internet les ofrece unespacio amplio, sin limitaciones, paracausar los estragos sectarios y parti-distas. Ya es hora de que reconozcamosla necesidad de enfoques equilibradosy precisos que combinan la madurezintelectual y el compromiso nacional.Las cuestiones de la identidad nacio-nal son demasiado importantes comopara guardar silencio acerca de la men-talidad sectaria.

El concepto de sociedad árabeEs habitual para los occidentales cer-canos a las tomas de decisiones en suspaíses, ver las sociedades árabes en tér-minos de grupos étnicos y sectarios, ode acuerdo a la visión orientalista de un“mosaico” social, en el que las piezascohabitan pero no son ni homogéneasni se prestan al establecimiento de unanación. Por otra parte, es bastante co-mún que los nacionalistas árabes y pa-triotas locales del mundo árabe, mini-micen la importancia de estas diferen-cias y nieguen que tengan cualquiersignificado político. Poco a poco, seconvirtió en norma aceptada que undebate acerca de la diversidad es partede las teorías y sistemas del enemigooccidental, y que el verdadero patrio-tismo radica en el mantenimiento deestas diferencias en secreto, sino en ne-gar su existencia. En este contexto, elcaso de Siria es único. La “RepúblicaÁrabe de Siria” no es el único paísdonde el arabismo es parte del nombreoficial, pero su sociedad es, sin duda,más étnica y religiosamente diversaque la de Egipto, Arabia Saudita, Emi-ratos Árabes Unidos, Yemen y Libia.

Al mismo tiempo, Siria parece serla más vehemente en negar la diversi-dad y la identificación con el arabismo,y el partido gobernante está impregna-do de ideología arabista. No sólo su-pone que todos los sirios son árabes si-no que es este arabismo puro y sin ros-tro el que se convierte en su primer yúltimo objeto de lealtad. Por otra par-te, Siria ha sido un Estado regional a lolargo de nueve siglos, ha sido política-mente “estable” desde 1970, y ha ac-tuado como una entidad desde 1967,(aunque éste fue un año de inestabili-dad por la ocupación de Israel de losAltos del Golán). Se han forjado inte-reses, sentimientos y lealtades basadasen estos hechos. Al mismo tiempo, suestatus como Estado independiente yuna compleja sociedad que carece delos conocimientos adecuados, o unpunto de vista conceptual sobre sí mis-ma que pueden dar la armonía y la le-gitimidad. Por otro lado, existe una to-ma de conciencia conceptual del ara-bismo de Siria que ya no se aplica a lasrealidades actuales del Estado y la so-ciedad. ¿Garantiza esto “la unidad na-cional” y la homogeneidad de la so-ciedad y su apoyo a la unidad árabe?

¿Puede ser hoy en día el arabismo laúnica base para la voluntad de unidadentre los 19 millones de sirios?

Los recientes acontecimientos enIrak tras la ocupación estadounidense,y antes la guerra civil libanesa, invitana dar otro enfoque a la cuestión de laidentidad nacional siria. Parece que larepresión impuesta a las minorías étni-cas, religiosas y sectarias en nuestropaís no es propicia para el fortaleci-miento de la integración social, sinoque provoca la transformación de lasdiferencias sociales en divisiones polí-ticas que amenazan con la desintegra-ción y la guerra civil. Estos ejemplosmuestran claramente que la represiónmencionada antes provoca interferen-cias externas con las excusas internasnecesarias. Cuando algunos elementoslocales sociales y culturales se sientenalienados del supuesto consenso na-cional, buscan fuera relaciones y alia-dos y, por tanto, les proporcionan unaexcusa válida para interferir.

Lo que sostengo es que las cues-tiones de la diversidad cultural en lassociedades árabes pueden ser aborda-das desde un punto de vista democrá-tico y nacionalista. Al mismo tiempoel argumento rechaza la parte occiden-tal, conservadora, de la derecha de losgrupos de reflexión cuyo interés en ladiversidad se limita a la potenciaciónde la hegemonía estadounidense y oc-cidental, y la centralidad de Israel enOriente Próximo. También rechaza lavisión tradicional, nacional y popularárabe, cuya única forma de garantizarla cohesión de nuestras sociedades esocultando datos sobre la diversidad de-trás de un muro de silencio. Asimismo,todos sabemos que este silencio teóri-co no impidió a las autoridades localesaumentar su propio poder. El régimende Saddam Hussein, que se basó en sutribu, la familia y los poderes árabes y,en cierta medida, en el entorno musul-mán sunita, no fue el único en hacerlo.Comentarios similares se escuchan amenudo sobre el régimen sirio. Aquí,el crudo y ampuloso nacionalismo, quelos dos regímenes baathistas han le-vantado por mucho tiempo, se ha con-vertido en un velo que oculta temas di-

La “República Árabe de Siria” no es elúnico país donde el arabismo es parte

del nombre oficial, pero su sociedad es,sin duda, más étnica y religiosamentediversa que Egipto, Arabia Saudita, losEmiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia

“ “Se convirtió en norma aceptada que undebate acerca de la diversidad es parte de las teorías y sistemas del enemigo

occidental, y que el verdadero patriotismoradica en el mantenimiento de estasdiferencias en secreto, sino en negar

su existencia

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 21

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visorios de la identidad. Parece evi-dente que la génesis de estas prácticasse encuentra en las prioridades de losdos regímenes principales para perma-necer en el poder, de ahí la necesidadde depender de una confiable base so-cial, y ocultar esta dependencia, un ho-menaje retórico y simbólico es pagadopor el nacionalismo homogéneo.

Hacia una democráticaidentidad siriaLos esfuerzos para reformar el con-cepto de identidad nacional siria estánvinculados a una profunda revisión delsistema político, por la coincidenciaentre la distorsión de los hechos sobrela representación social siria y la dis-torsión acerca de su representación po-lítica. La reforma de la representaciónpolítica requiere términos que descri-ban la realidad de la sociedad siria, y eldesarrollo de una representación másexacta de las realidades sociales e his-tóricas del país. Una transformacióndemocrática no es posible sin prestarla debida atención a las heredadas no-ciones en las que se basa el despotis-mo. Ya es hora de que el arabismo de-je de pagar el precio por su representa-ción nacional, es decir, como una sim-ple identidad homogénea, impuesta ensociedades muy complejas.

La “Declaración de Damasco parael Cambio Democrático Nacional” esel primer intento, en la historia moder-na de Siria, de hacer frente a la cues-tión de la identidad con un espíritu deresponsabilidad nacional, y como par-te de un esfuerzo real por el cambio de-mocrático. La Declaración habla del“derecho de las minorías nacionales aexpresarse” y se compromete a traba-jar para garantizar “el derecho de todoslos grupos sociales en Siria, indepen-dientemente de su condición religiosa,nacional y social, a involucrarse en laactividad política”. Aboga por encon-trar una solución justa y democrática ala cuestión kurda en Siria, de maneraque se garantice la igualdad de ciuda-danía, la nacionalidad y los derechosculturales, el derecho a su propia len-gua nacional, y otros derechos consti-tucionales, políticos, sociales y jurídi-

cos basados en la unidad, la tierra y elpueblo de Siria. Una coalición relati-vamente amplia se opuso a este docu-mento que incluía a los árabes, kurdosy asirios, los secularistas y los islamis-tas, además de los demócratas, libera-les y nacionalistas árabes. En un paísque ha sufrido un despotismo totalita-rio que trató de separar el poder políti-co de todo tipo de bases sociales esta-bles, privando a las clases sociales desu carácter público y político, la expe-riencia es realmente importante. Preci-samente debido a esta situación las de-mandas de cambio político fueron con-denadas al ostracismo de los grupossociales dentro del país, como fue elcaso de los países de Europa oriental,relegados a meros movimientos de in-telectuales y activistas políticos. Aquíes donde la coalición detrás de la “De-claración de Damasco” languidecehoy, con la excepción de su compo-nente nacional kurdo, cuya base popu-lar resultó más fácil de movilizar. La“Declaración de Damasco”, sin em-bargo, se abstuvo de participar en undebate, limitándose a sugerir una bue-na orientación, pero nada acerca de laidentidad nacional de Siria.

¿Cómo puede interesar a la diver-sidad social siria el apoyo a la transi-ción democrática? ¿Cómo podemosdeshacernos de un despotismo vincu-lado a la política social y en profundacrisis, evitando el riesgo de la desinte-gración nacional o la llamada “demo-cracia de consenso”? El estado de lapolítica no permite obtener una res-puesta clara. Parece que todo está vin-culado a la búsqueda de una solucióna la crisis de liderazgo político e inte-

lectual que sufre nuestra política na-cional colectiva, y el surgimiento deuna nueva mayoría nacional.

La ausencia de una fuerza princi-pal, o grupo social dominante, se ma-nifiesta en una mezcla de despotismo,riesgo de división nacional y luchas ci-viles. El surgimiento de una nueva ma-yoría post-nacionalista capaz de darforma a un nuevo marco hegemónico,puede sentar las bases para la demo-cracia y la cohesión nacional. ¿El au-mento de esa mayoría precederá o se-guirá el final del despotismo? ¿La so-lución a la crisis de hegemonía prece-derá o seguirá a la reforma política?Raramente los procesos históricos seadhieren o se ajustan a los plazos polí-ticos. Tal vez los esfuerzos actuales pa-ra construir nuevos grupos organiza-dos y razonables en Siria serán vistosun día como contribuciones funda-mentales a la solución de la crisis.

No podemos sobrecargar la im-portancia de iniciar un amplio deba-te alrededor de nuestros asuntos inte-lectuales y políticos, y las condicio-nes que darán lugar a un amplio mo-vimiento democrático nacional en Si-ria. Nos encontramos en un períodode transición histórica, con evidentesdificultades, y que incumbe a todoslos activistas para desempeñar un pa-pel más importante del que tenían an-tes. El posible estallido de conflictosciviles y regionales, nuevas formas deviolencia y la esperada lucha social,intelectual, política y psicológica po-dría llevar a unos años, o décadas, deinestabilidad. Pero no son argumen-tos válidos para mantener el statuquo. La toma de conciencia, por par-te de los intelectuales, de emprenderuna actitud crítica responsable, darprioridad a las cuestiones nacionalesy no a los grupos marginales, partidosy sectas y defender los valores hu-manos en general, conllevará un pro-ceso nacional sostenible de recons-trucción democrática.❑

*Yasseen Haj Saleh es un escritor sirio.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

La ‘Declaración de Damasco para el CambioDemocrático Nacional’ es el primer intento,en la historia moderna de Siria, de hacerfrente a la cuestión de la identidad con un

espíritu de responsabilidad nacional, y como parte de un esfuerzo real por el cambio

democrático

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22 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Diagnóstico interno

La Revolución Francesa prometióa los judíos libertad, igualdad yfraternidad siempre y cuando se

asimilaran, dejando a un lado su identi-dad como judíos. El pueblo judío no esel único que ha tenido que pasar por es-te proceso; vascos, bretones o gitanoshan tenido que renunciar a su identidadcon tal de poder formar parte de la so-ciedad que los rodeaba. Los judíos deEuropa occidental aceptaron la asimila-ción y se integraron en las sociedades quenacían de la Revolución Francesa. Lacosmología teocéntrica judía, que se re-sistía a la asimilación al Estado moder-no, tuvo que transformarse. En Occiden-te, la religión fue delegada al ámbito pri-vado de manera que los judíos dejabande ser judíos para convertirse en alema-nes, franceses e italianos de religión mo-saica. Pero en la Europa oriental y el Surdel Mediterráneo los acontecimientos sedesarrollaron de una manera diferente.

Las alternativas en EuropaOriental La modernidad irrumpió violentamenteen los territorios del Este de Europa, ter-minando en un sueño más que frustrado.Bajo las garras del zarismo, la moderni-dad se transformaba en la revolucióneminente que excluía al mismo Zar y aDios. Para los judíos, la modernidad, ves-

Israel: el Sionismo y el partido del Shas

Sergio Yahni*

El partido político de los judíos ortodoxos sefarditas, el Shas, nació como unarebelión en contra de la identidad judía construida por el Sionismo, ya que

éste supone una rebelión doble y contradictoria: contra las tradicionesreligiosas judías y contra el proceso de asimilación que supone la

modernidad. En cierta manera, el Sionismo es la búsqueda de la puertaabierta que permite a los judíos formar parte de la sociedad moderna, sin

dejar de definirse y sentirse como judíos.

tida de revolución, no sólo se enfrentabaal Zar sino que su campo de batalla eratambién la familia y la sinagoga. Si sequería romper la opresión del hombrepor el hombre era necesario romper conel mundo teocéntrico; si no, la única op-ción, por la que optaron la gran parte delos judíos que vivían bajo el imperio ru-so, era emigrar.

Pero emigrar no terminaba con elproblema de la persecución. El inmi-grante judío en Europa occidental ya noera, por ejemplo, un francés de religiónmosaica, sino que era un inmigrante deidentidad judía que rompía con el úni-co esquema de integración propuestopor la revolución burguesa. El inmi-grante judío refundaba el antisemitismo,la respuesta reaccionaria de la revolu-ción burguesa ante la negativa judía deabandonar su identidad individual y co-lectiva. Para aquellos que decidían que-darse, el internacionalismo propuestopor la revolución proletaria veía en laasimilación la respuesta preferente a la“cuestión judía”.

En defensa de la identidad judía na-cieron en este contexto dos respuestas: elBund y el Sionismo. El Bund proponía laautonomía cultural como forma de inte-gración judía al proceso revolucionario.Sin embargo, el Sionismo, que se apre-hendía a la idea de la emigración y se nu-

tría de la ideología volkista, proponía elretorno a la tierra de Israel.

Según las teorías sionistas, sólo en latierra de Israel el pueblo judío podría re-nacer en su esplendor. Al igual que el vol-kismo alemán, el Sionismo buscaba la re-encarnación del pueblo en su mítico pa-sado. La reencarnación del pueblo y lacreación del “nuevo judío” serían conse-cuencia del estatuto legal otorgado por elimperio británico. Suponiendo esto el re-conocimiento internacional de la exis-tencia soberana del pueblo de Israel, dela conquista de la tierra y de la transfor-mación del pueblo judío de una comuni-dad urbana en una comunidad de pro-ductores, con el enfrentamiento militaren contra del pueblo palestino, del querenacerían los héroes del pasado.

La transformación teológicaEste renacimiento mítico, de caráctergermánico, no podía encontrar su justifi-cación laica. El único lazo posible entreel pueblo y la tierra de Israel es la propiareligión de Israel. La cuestión es que eljudaísmo define al pueblo de Israel úni-camente en un contexto religioso, mien-tras que la religión judía no reconoce otrasoberanía que la divina. Por lo tanto, laredención de Israel forma parte de la vo-

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 23

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luntad divina y se presenta como un mo-mento escatológico siempre desplazado.

El Sionismo no fue sólo una rebelióncontra las percepciones tradicionales dela religión judía sino que, por necesidad,terminó transformando la religión paraque ésta pudiese justificar el proceso decolonización y renacimiento de su pue-blo. Fue el rabino Abraham Isaac Kookquien gestó la transformación teológicanecesaria para la justificación de la em-presa sionista. De acuerdo al rabino Ko-ok, el estatuto otorgado por el imperiobritánico, la emigración a Palestina y elestablecimiento de un Estado judío nocontradecían la soberanía divina sino quese ajustaban a ésta representando unaprecondición al momento mesiánico.

La rebelión sionista terminó gestan-do un Estado judío y una percepción re-ligiosa que excluían las tradiciones judí-as de las diásporas. De manera que, enmuchos de los casos, esta exclusión po-día definirse bajo términos antisemitascalificando, por ejemplo, de parásitos alas comunidades judías que continuabanmanteniendo el judaísmo en la diáspora.Es más, al emigrar a Israel los judíos te-nían que adaptar su percepción religiosaa las nuevas interpretaciones desarrolla-das por el judaísmo sionista.

Los judíos en las comunidadesmusulmanasAl Sur y al Este del Mediterráneo, enel mundo musulmán, el desarrollo deljudaísmo era diferente. Si bien tambiéntenía un carácter teocéntrico, su interésse centraba en la comunidad. El juda-ísmo sefardí aceptaba rupturas con laortodoxia de la religión para así man-tener la vida comunitaria. En las tierras

do la impotencia de los regímenes ára-bes. Las ansias de modernidad se ha-bían transformado en fuerzas revolu-cionarias. Para los jóvenes nacionalis-tas árabes la liberación de Palestina,que no representaba exclusivamente latragedia del pueblo palestino sino tam-bién todo lo negativo de los regímenescorruptos de la era poscolonial, reque-ría un cambio revolucionario en elmundo árabe: la reforma agraria, la in-dustrialización y la derrota de las mo-narquías impuestas en el proceso dedescolonización.

Con este segundo momento de mo-dernización, y dada la identificacióndel Estado de Israel con los judíos, noquedaba prácticamente espacio paralas comunidades judías en suelo árabe.En Irak la monarquía llegó a un acuer-do con el movimiento sionista para ex-pulsar a los judíos y apoderarse de susbienes; en el Yemen, de tradición pro-fundamente religiosa, la creación delEstado de Israel despertó una ola me-siánica de emigración que fue instru-mentalizada por el Sionismo mientrasque, en África del Norte la emergenciade la violencia anticolonial empujabaa las clases medias a la emigración.

Muchos judíos, sobre todo los másformados y capacitados, emigraron apaíses occidentales. Pero la mayoría dejudíos de clase media-baja no teníanotra opción que emigrar a Israel, enmuchos casos contra su propia volun-tad. Las consecuencias de la emigra-ción hacia Israel de los judíos del mun-do musulmán fueron trágicas: no sóloel Sionismo rechazaba su tradición re-ligiosa, sino que también veía en sucultura y lengua árabes un agravio. Bo-rraron su lengua y cultura judeo–ára-be, sustituyendo la religión por el me-sianismo de sangre y tierra originadopor el Sionismo europeo.

Asimilación y rebelión de losjudíos árabes El Sionismo perseguía dos objetivos eneste proceso. El primero era el de trans-formar a los inmigrantes judeo-árabesen mano de obra barata que sustituía ala población palestina aniquilada o ex-pulsada. En muchos casos, los inmi-

El Sionismo no fue sólo una rebelióncontra las percepciones tradicionales

de la religión judía sino que, por necesidad,terminó transformando la religión para que ésta pueda justificar el proceso de

colonización y renacimiento de su pueblo

“ “musulmanas, la modernidad irrumpióviolentamente en dos momentos histó-ricos. El primero bajo el yugo exclu-yente de la colonización europea y laresistencia al régimen colonial; mástarde como respuesta al estableci-miento del Estado de Israel.

La colonización europea en Áfricadel Norte y en Asia Occidental había ro-to las estructuras sociales, que por logeneral se basaban en la vida y la res-ponsabilidad comunitaria, cooptando alas minorías étnico-religiosas judías ycristianas como colaboradoras del régi-men. En ciertas regiones, como en Lí-bano y Argelia, el extrañamiento de es-tas minorías fue total. En otros casos co-mo el de Siria, Marruecos o Irak, fueronlas minorías quienes generaron el na-cionalismo pan-árabe, tanto como al-ternativa a la opresión colonial como altradicionalismo musulmán, que se ha-bía construido como fuerza excluyenteen su lucha contra el colonialismo.

El segundo momento de moderni-zación se originó a partir de la Nakba,la tragedia palestina. El establecimien-to del Estado de Israel, la derrota mili-tar de los regímenes árabes y, princi-palmente, la limpieza étnica del pue-blo palestino, habían dejado al desnu-

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Diagnóstico internograntes del mundo árabe fueron asen-tados en las tierras abandonadas por losrefugiados palestinos con el objetivode apoderarse de ellas y trabajarlas. Elsegundo objetivo perseguía profundi-zar en el extrañamiento de los judíosfrente al mundo árabe: borrar la iden-tidad árabe y sustituirla por un híbridoque fuera europeo o de origen medite-rráneo, pero no árabe.

Este proceso no se desarrolló sinresistencia. Es más, no sería exagera-do decir que toda la resistencia socialen Israel nació en las comunidades dejudíos originarios de África del Nortey Asia Occidental. En 1959 la rebeliónde Wadi Salib en Haifa, en la que unmanifestante fue asesinado por la po-licía, ilustraría la inestabilidad socialde las comunidades inmigrantes. Granparte de los inmigrantes judíos hubie-ra preferido retornar a sus países deorigen. Pero esto era imposible, porqueel Estado de Israel había confiscado to-dos los documentos de los inmigran-tes, y dada la situación de pobreza ex-trema en la que éstos vivían. Así, du-rante la rebelión de Wadi Salib se es-cribieron cartas al rey de Marruecos,Mohamed V, para que éste ayudara alos judíos marroquíes en Israel a retor-nar a su patria.

Diez años después sería la rebeliónde los Panteras Negras, iniciada en elbarrio de Musrara de Jerusalén, limí-trofe entre Jerusalén Este y Oeste, yluego expandida por todo el país. Estarebelión fue la que más marcó la vidapolítica de Israel, ya que junto a la gue-rra de octubre de 1973, supuso el findel Gobierno laborista. En los años 80,la rebelión llegó por parte de los sin te-cho, también en la ciudad de Jerusalén.

ShasPero las rebeliones habían sido frus-tradas, y no podía ser de otra maneraya que los árabes judíos habían sidoprácticamente rechazados en sus paí-ses de origen, donde se identificaba alos judíos con el Estado de Israel, ydiezmados económica, social y cultu-ralmente en territorio israelí. La lenguay las tradiciones religiosas del mundoárabe-judío eran rechazadas por el Es-

tado. En muchos casos los niños enedad escolar fueron alejados de sus fa-milias, muchas veces contra la volun-tad de sus padres; las posesiones ma-teriales habían sido confiscadas y cual-quier forma de rebelión era respondi-da con fuerza extrema. Las rebelionesde los árabes-judíos no pudieron des-hacer la contradicción en la que estosse encontraban, ni desarmar el esque-ma de opresión bajo el cual vivían. Laalternativa a la derrota política fue larebelión religiosa.

En 1984 se fundaría el partido po-lítico del Shas, que expresó la rebeliónde los judíos del mundo árabe contra lapercepción sionista europea de la reli-gión y la modernidad. Fue un esfuerzode los judíos marginados de restable-cer una identidad perdida, una referen-cia alternativa al proyecto colonial. Pe-ro ésta era una referencia que no exis-tía, ya que la lengua y la tradición co-munitaria se habían perdido y, espe-cialmente se borró, a lo largo del pro-ceso de emigración y absorción, laidentidad árabe, porque lo árabe se tor-naba en todo lo relacionado con el“enemigo”.

La referencia se transformó en nos-talgia y el proyecto de construcción deuna identidad alternativa abortó el mis-mo día que debía nacer. La capacidadpolítica del carismático líder histórico

de Shas, Arieh Der’i, permitió cons-truir un puente entre las contradiccio-nes: ser parte del régimen y al mismotiempo tener una identidad alternativaa la propuesta por éste. De esta mane-ra, Shas, bajo el liderazgo de Der’i, lo-gró construir todo un sistema de redesde educación, salud y caridad comoinstituciones paralelas al Estado perofinanciadas por éste. Pero en el mo-mento en que el Estado se deshizo dellíder, descabezando al partido, Shas setransformó en lo que es hoy: un parti-do político que representa únicamentelos intereses de los círculos judíos or-todoxos procedentes del mundo árabe.Finalmente, Shas terminó adoptando lamisma perspectiva religiosa contra lacual se había rebelado, retornando a lamarginalidad a sus propios votantes.

Con la desaparición de Shas comopartido político representativo, queabogaba por una identidad alternativaa la propuesta por el Sionismo, y sutransformación en partido ortodoxo, nodesapareció la marginalización. Ésta seprofundizó sin tener siquiera la capa-cidad de crear un referente político.Shas se adaptó a la marginalización pa-ra poder mantener su representatividadparlamentaria adoptando la caridad yel clientelismo directo como estrategiade supervivencia.

Esa adaptación política fue el últi-mo golpe en la identidad árabe-judía,del cual hasta el día de hoy no se ha po-dido recuperar. Tras el fracaso socio-político de Shas, las alternativas dadasa las comunidades marginadas en Is-rael se han limitado a asimilarse ya co-mo único camino fuera de la margina-lización, lo que al menos crea un ima-ginario de salida de la marginalización,o la re-arabización, el asumirse de nue-vo como árabes de religión judía. Lagran mayoría de los árabes judíos eli-gen el primer camino, pero en círculosculturales e intelectuales reemerge laidea de ser árabes de religión judía, re-nacen momentos culturales y renace laidentificación con el mundo árabe.Claro, se trata de una minoría.❑

*Sergio Yahni es periodista israelí y director deprogramas del Alternative Information Center.

En 1984 se fundaría el partido político del Shas, que expresó la rebelión

de los judíos del mundo árabe contra la percepción sionista europea de la religión y la modernidad

“ “Shas se transformó en lo que es hoy:

un partido político que representaúnicamente los intereses de los círculos

judíos ortodoxos procedentes del mundo árabe

“ “

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Araíz de la difusión de estos do-cumentales, un farmacéuticojordano se puso en contacto

conmigo y, después de felicitarme portodos los esfuerzos realizados para ex-poner esta realidad a la opinión públi-ca, me propuso que iniciáramos unmovimiento social en Jordania; no só-lo para dar una amplia publicidad a es-ta problemática en los medios de co-municación extranjeros, sino tambiénpara combatir estos brutales asesinatosy acabar con ellos.

Las razones que lo habían lleva-do a tomar esta decisión, según meconfesó luego, fueron la experienciay el profundo conocimiento del pro-blema que avalaban mis últimos 10años de trabajo (hasta entonces) so-bre el tema. La idea me interesó, yaque mis mayores preocupacioneseran poder acabar con los llamadoscrímenes de honor en Jordania y con-seguir la abolición de todas las leyesque discriminaban a las mujeres, es-pecialmente de aquéllas que son in-

Combatiendo crímenes de honor en Jordania

En enero de 1999, las cadenas detelevisión estadounidenses ABC

y CNN emitieron una serie dedocumentales sobre los llamados

crímenes de honor en Jordania. Miparticipación en estos documentales,

y el premio Reebok Human RightsAward que me concedieron por miimplicación en la causa, derivaronen que la cuestión de los llamadoscrímenes de honor en Jordania se

transformara en un debate públicobastante controvertido.

Rana Husseini*

Haz

y Je

nius

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Diagnóstico internodulgentes con los responsables de ta-les crímenes.

Decidimos entonces escribir unaserie de correos electrónicos a nues-tros respectivos amigos y a cualquiervoluntario potencial a quien pudierainteresarle el tema, exponiéndolesnuestra iniciativa y pidiéndoles la ad-hesión al movimiento. Al cabo de po-co tiempo recibimos bastantes res-puestas positivas y pudimos celebrarnuestra primera reunión con más de20 asistentes.

Empezamos a reunirnos semanal-mente para poder intercambiar ideas,ordenarlas y sobre todo para determi-nar la mejor táctica para lograr que lagente tomara conciencia del proble-ma, establecer estrategias y, al mismotiempo, incidir políticamente en lasinstancias gubernamentales para queabolieran las leyes discriminatoriascontra las mujeres.

El número de personas que acudí-an regularmente a las reuniones dis-minuyó en dos meses y al final sólonos veíamos unas 11 personas. Unosmeses después de nuestro primer en-cuentro decidimos que el primer pa-so que debíamos dar para que la gen-te, y especialmente los políticos, to-mara conciencia del problema era or-ganizar una campaña nacional de re-cogida de firmas para pedir la aboli-ción de estas leyes. Así, una vez ob-tenido el suficiente número de firmasse presentaría la petición oficialmen-te al Parlamento.

Otro paso complementario era larealización de una serie de actividadesque incluían la confección de folletosinformativos que presentaban estadís-ticas sobre la magnitud del problemaen Jordania y un ciclo de charlas y con-ferencias públicas y privadas que con-cienciaran a la gente sobre la cuestióny la llevaran a firmar nuestra petición.El grupo también acordó que no traba-jaría con otra organización ni se cons-tituiría en una organización propia yaque se temía que esto pudiera desviar-nos de nuestro objetivo real: la luchapor el derecho a la vida de las mujeres.

Celebramos nuestra primera con-ferencia de prensa pidiendo a la opi-

nión pública que se sumara a nuestracampaña y que nos apoyara firmandola petición a nivel nacional. Quería-mos que todos y cada uno de los jor-danos supieran que él o ella teníanuna parte de responsabilidad en la lu-cha por esta noble causa.

La discriminación en las leyesIncluso subrayamos el hecho de queel número de mujeres asesinadas enJordania anualmente en los llamadoscrímenes de honor se situaba entre 20y 25 (once mujeres habían sido yaasesinadas en lo que iba de año) y pu-simos de manifiesto la necesidad deabolir el Artículo 340 del Código Pe-nal jordano. El citado Artículo inclu-ye dos cláusulas. La primera estipu-la: “El que descubra a su mujer o auna de sus familiares femeninas co-metiendo adulterio (con un hombre)

diendo de las circunstancias del casoen cuestión. El Artículo 98 estipula:“El que comete un crimen en un ac-ceso de furia causada por un acto ile-gal o peligroso cometido por la vícti-ma se beneficiará de una reduccióndel castigo.”

Finalmente, anunciamos que sehabían distribuido por todo el territo-rio unas 380 hojas de peticiones y quelos miembros del grupo y otros cola-boradores habían conseguido ya unas3.000 firmas sólo en las dos semanasprevias al lanzamiento oficial de lacampaña. Pedimos a la gente que fir-mara la petición para poder conseguirel mayor número posible de firmasque la respaldase y poder entregarlaoficialmente a su Majestad el ReyAbdullah, al entonces primer minis-tro Abdur-Ra’uf S. Rawabdeh y a lasCámaras Alta y Baja del Parlamentopara demostrar la voluntad pública deabolir el Artículo 340.

Un mes antes de que la campañase lanzara, un comité especial del Mi-nisterio de Justicia decidió derogar elArtículo 340 y transmitió sus reco-mendaciones a las Cámaras Alta yBaja para someterlo a debate. Al mis-mo tiempo, este mismo comité deci-dió endurecer las penas contra losadúlteros “para prevenir que la gentecometiera adulterio.” Su Majestad elRey Abdullah había instruido en fe-brero de 1999 al Gobierno del primerministro Abdur-Ra’uf S. Rawabdehpara que reformara las leyes que “dis-criminaran a las mujeres o cometie-ran cualquier tipo de injusticia contraellas”. Durante aquel mismo año, elRey prometió a las líderes de los mo-vimientos femeninos jordanos querespaldaría sus reivindicaciones dereforma de la legislación discrimina-toria afirmando: “apoyaré la causa delas mujeres… y en cuanto a las leyesdiscriminatorias, tenéis todo mi apo-yo. Tenemos que hacer algo para re-formarlas.”

Usamos todo tipo de medios pararecoger el número máximo posible defirmas. Nos servimos de Internet, fax,anuncios gratis y de pago en los pe-riódicos y de entrevistas en televisio-

El objetivo era incidir políticamente en las instancias gubernamentales

para que abolieran las leyesdiscriminatorias contra las mujeres

“ “

y mate, hiera o lesione a uno o a am-bos, está exento de todo castigo.” Lasegunda afirma: “El que descubra asu mujer o a una de sus familiares fe-meninas con otro en una situación deadulterio y mate, hiera o lesione a unoo a ambos, se beneficiará de una re-ducción del castigo.” Los orígenesdel Artículo 340 (copiado de la LeyFrancesa bajo el mandato de los tur-cos otomanos e incorporado a su veza las leyes jordanas cuando se esta-bleció el reino) y sus inhumanos as-pectos e implicaciones discriminato-rias fueron también expuestos.

Durante la rueda de prensa tam-bién hicimos referencia a un segundoArtículo, el 98, que estaba siendo uti-lizado en los tribunales para aplicarcastigos indulgentes a ciertos crimi-nales: la pena variaba entre tres me-ses y un año como máximo, depen-

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nes y radios públicas para pedir a to-dos los jordanos mayores de 19 añosque firmaran nuestra petición. Muchagente se puso en contacto conmigopersonalmente para pedirme hojas defirmas para rellenar en sus propias or-ganizaciones o localidades. Tambiénnos dividimos en grupos y visitamosdiputaciones, organismos oficiales yvarias gobernaciones para hacer pre-sión en contra de las leyes discrimi-natorias y pedir a la gente que firma-ra nuestra petición.

Incluso nos pusimos en contactocon la comunidad internacional deJordania para buscar su apoyo moral.Nuestra meta era atraer la atenciónsobre todos los esfuerzos y cambiospositivos y reales que se estaban pro-duciendo en el país. Además, les pro-metimos mantenerles informados so-bre el tema, no sólo a corto plazo, si-no también en el futuro.

Muchas personas estaban conven-cidas de lo que estábamos haciendo yfirmaron nuestra petición. Otros seoponían y no querían firmar. Algunostenían miedo de firmar, ya que talesactividades habían estado desde siem-pre prohibidas en Jordania y los quehabían firmado en el pasado por otrascuestiones habían sido perseguidos ocuestionados por las fuerzas de segu-ridad. Y otros estaban totalmente encontra de lo que estábamos haciendo,argumentando que las mujeres que co-metían un “acto indebido o inmoral”merecían morir y que los ejecutoresdebían ser protegidos.

Estas ideas se traslucían sobre to-do en los comentarios que hacían losdiputados conservadores y los isla-mistas que acusaban al Gobierno desucumbir antes las presiones occi-dentales que sólo buscaban destruirlas tradiciones y los valores cultura-les jordanos. Así se expresaba el di-putado de la Cámara Baja MahmoudKharabsheh, cuando le pregunté so-bre los cambios propuestos por el Go-bierno: “Las mujeres adúlteras sonuna gran amenaza para nuestra socie-dad, porque su misma existencia es lacausa de que tales actos [de adulterio]ocurran. Si los hombres no encontra-

do revisó otra vez el borrador y rati-ficó su decisión previa, forzando auna sesión conjunta de las dos Cá-maras para votar sobre esta reformade ley… pero esta sesión nunca lle-gó a celebrarse. Mucha gente nos cri-ticó por fallar en nuestra tarea cuan-do fuimos incapaces de convencer ala Cámara Baja para abolir el Artícu-lo 340 del Código Penal jordano, sinembargo, yo creo que triunfamos demuchas otras maneras.

Unos meses después de que fina-lizara este debate tan controvertido alo largo de todo el país, algunosmiembros del grupo se acercaron aalgunos de los barrios populares deAmman para hablar con la gente yver el nivel de concienciación que te-nían con respecto al tema. Tambiénse pretendía recoger más firmas parafuturas actividades. Para nuestro re-gocijo y confianza, casi el 95 porciento de la gente con la que habla-mos conocía el problema sobre la le-gislatura de los llamados crímenes dehonor en el reino y muchos firmaronnuestra petición con entusiasmo, con-tabilizándose por debajo del 5 porciento aquellos que rechazaron lapropuesta.

Desgraciadamente, el trabajo delgrupo se debilitó debido a que sur-gieron cuestiones de otra índole, co-mo la Intifada Palestina y la guerra deIrak, que desviaron la atención haciaotros lugares. Sin embargo, a pesar detodo, pienso que obtuvimos algo muypositivo: el simple hecho de exponeral público un tema tan delicado y quedejara de ser tabú. Ahora, la gente enJordania se siente muy orgullosa porel hecho de que una de las más bruta-les violaciones contra las mujeres ha-ya sido debatida tan intensamente enpúblico y de que las personas que hanquerido hayan podido expresar su vo-luntad firmando una petición pública,raro privilegio hasta entonces en lahistoria de nuestro país.❑

*Rana Husseini es periodista del The JordanTimes especializada en temas sociales, con

especial énfasis en la violencia contra las mujeres.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Belén Cuadrado.

La gente en Jordania se siente muyorgullosa por el hecho de que una

de las más brutales violaciones contra las mujeres haya sido debatida

tan intensamente en público

“ “Mucha gente nos criticó por fallar

en nuestra tarea cuando fuimos incapacesde convencer a la Cámara Baja para

abolir el Artículo 340 del Código Penaljordano, sin embargo, yo creo que

triunfamos de muchas otras maneras

“ “

ran mujeres con las que cometer adul-terio, entonces se reformarían por símismos.”

Un triunfo: la visibilidad El 21 de noviembre de 1999, unaaplastante mayoría de diputados de laCámara Baja rechazaba la proposi-ción del Gobierno de abolir el Artí-culo 340, alegando que esto sólo se-ría una manera de “legalizar la obs-cenidad”. Cuando la Cámara Alta re-visó la decisión de la Cámara Bajadecidió respetar la propuesta de re-forma del Gobierno y devolvió otravez el borrador a la Cámara Baja pa-ra su reconsideración. El 26 de enerode 2000, después de un rápido deba-te de tres minutos, la Cámara Bajavotó otra vez en contra.

A pesar de este decepcionante vo-to y de fuertes críticas por parte demuchos sectores de la sociedad, lacampaña continuó de manera intensi-va. En febrero de 2000 fuimos capa-ces de conseguir más de 15.000 fir-mas. Con el apoyo del rey y del Go-bierno, organizamos una marcha pú-blica y presentamos oficialmente lapetición al Parlamento respaldada portodas las firmas recogidas. Una se-mana después de la marcha, el Sena-

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Tras más de seis años de ocu-pación por parte de los Esta-dos Unidos y sus aliados, ¿có-

mo definirías la situación interna deIrak, ahora que empiezan a retirar-se las tropas? -Hagan lo que hagan el daño está hecho,un daño profundo. Irak era un país conpresente y futuro, a pesar de la dictadu-ra; funcionaba a pesar de las guerras an-teriores: tenía un sistema educativo y sa-nitario de los mejores de la región. La-mentablemente se ha perdido todo; con

el argumento de llevar la democracia yel bienestar ha pasado el contrario, aho-ra no hay más que desgracia y destruc-ción. Irak es hoy uno de los países máscorruptos del mundo a nivel económicoy político, y en lo social, la gente esta en-frentada entre sí. En tiempos de Saddamno existían estos conflictos entre etniasy confesiones. Saddam era un hombresiniestro, pero si tenía una virtud era noser sectario, era un dictador, pero no re-presentaba a ninguna parte de la socie-dad. Los sunníes son ahora los malos de

la película, pero antes unos estaban a fa-vor del régimen y otros en contra. Igualque los chiíes, que ahora van de vícti-mas, pero había millones de ellos con elrégimen, entre ellos ministros, jefes deParlamento o presidentes de tribunalesde alta seguridad del Estado. El régimende Saddam no miraba a la gente en vir-tud de su pertenencia étnica o confesio-nal, sino en relación con si estabas conel partido o en contra. En mis detencio-nes jamás me preguntaron por mi con-fesión, y eso es una prueba clarísima.

Entrevista

Su historia inspiró la novela de Antonio LozanoLas cenizas de Bagdad. Fue militante del

Partido Comunista Iraquí mientras estudiabaen la Universidad de dicha ciudad, hasta que

fue detenido por el régimen de SaddamHussein. Tras su salida de la cárcel, trabajó un

tiempo como profesor universitario, perosiempre bajo amenazas, torturas y repetidas

estancias en prisión. En los años 70 consiguióllegar a Marruecos, de donde fue expulsado en1984. Recaló por casualidad en España, donde

se ha convertido en una voz reconocida en elámbito de los Estudios Árabes e Islámicos.

Waleed Saleh Alkhalifa, profesor deLengua y Literatura Árabe en la

Universidad Autónoma de Madrid,mantiene intactos los principiosideológicos que le convirtieron

en un paria en su tierra. En estaentrevista conversamos con él

sobre lo divino y lo humano.

Waleed Saleh Alkhalifa, doctor en Estudios Árabes e Islámicos

“El problema no está en el Islam o la cultura árabe sino en la práctica política”

Ana Eloisa Molina Goigoux y Aloia Álvarez Feáns*

Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 29

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nipular la política, que es para los polí-ticos. Hay una minoría que sí puede te-ner un espacio en la política, como esel caso de Turquía, que tiene un parti-do islamista en el poder pero con otramentalidad. Ellos han aceptado la se-paración del Estado de la religión, unaspecto fundamental que otros grupos,como Hermanos Musulmanes, Hamáso Hezbollah, no han aceptado. El pro-blema permanecerá mientras no esténconvencidos de que la religión es elámbito privado y la política el ámbitopúblico. El Estado debe ser laico por elbien de todos, para poder avanzar y te-ner posibilidad de incorporarnos a lavida moderna, camino de los DerechosHumanos y la democracia.

-Siguiendo la teoría del “choque decivilizaciones” en los medios de co-municación hegemónicos se apuntaa que éstos son conceptos propia-mente occidentales...-En primer lugar, la libertad y el respe-to a los Derechos Humanos no son va-lores occidentales; sí, nacieron en Gre-cia, pero son para toda la Humanidad.No creo que exista un solo hombre omujer en el mundo que no quiera la li-bertad. Los árabes no han tenido laoportunidad, como han tenido otros,por unas razones conocidas. Primero elcolonialismo, que ha tenido parte deculpa, pero no toda, pues algunos paí-ses árabes musulmanes están empeña-dos en el complot de Occidente contranosotros. Tiene parte de culpa pero losárabes también, si desde dentro no semueven ni se agitan y no quieren dejarlas tradiciones negativas, no puedenavanzar hacia la democracia. La mayo-ría de los países árabes tiene sistemasdictatoriales, en los 22 países árabes nohay ni uno elegido democráticamente

de verdad, ni Egipto, ni Siria, ni Jorda-nia... O bien son monárquicos, con fa-milias instaladas desde hace siglos, obien son repúblicas hereditarias conpresidentes que lo son desde hace 40años. ¿Cómo podemos hablar de de-mocracia y Derechos Humanos con es-te tipo de regímenes? La gente está des-esperada. Se crean sectores en torno aestos regímenes, enquistados, pisote-ando a los demás, explotando las ri-quezas y los recursos del país. Ser ára-be no significa ser antidemocrático, es-to es absurdo, se puede comparar conlos países latinoamericanos, hace 40años eran dictaduras; nos acordamos deChile, Venezuela, Argentina, Repúbli-ca Dominicana... Mira ahora el golpede Estado en Honduras, todos los paí-ses latinoamericanos están en contra, niun solo país lo ha reconocido, y esto esmuy positivo, no son democracias per-fectas pero son democracias. Si las cir-cunstancias fuesen adecuadas en los pa-íses árabes no habría ningún problemapara adaptarse a estos sistemas políti-cos. Hay países musulmanes donde lademocracia funciona, como Malasia oIndonesia, el país musulmán más gran-de, con 220 millones de habitantes. Elproblema no está en el Islam o la cul-tura árabe sino en la práctica política.

-¿Cuáles son las razones económi-cas, estratégicas e ideológicas que co-locan a la región de Oriente Próxi-mo en el ojo del huracán? -La mayoría de los países de la regiónproduce gas, petróleo u otras materiasprimas que el mundo occidental siempreha necesitado, y ha procurado tener ga-rantizadas. Pero no es la única razón, laregión es un punto importante estratégi-camente, al estar entre el mundo occi-dental y el mundo que tiene una ideolo-gía diferente, antiguamente la Unión So-viética, y ahora China o India, nuevas po-tencias económicas. Luego, no hay queolvidarse de un elemento muy presente,el tema de Israel, que es y seguirá siendouna “base” política y militar del mundooccidental en la región. Hay un interésenorme por parte de Europa y de EE UUde protegerlo de forma incondicional, acosta de los demás países vecinos y de

Irak era un país con presente y futuro, a pesar de la dictadura; funcionaba a

pesar de las guerras anteriores: tenía unsistema educativo y sanitario de los mejores de la región

“ “

Las estadísticas que se ofrecen están ma-nipuladas, infladas… ¿De dónde traenesta información si jamás se hizo un cen-so en Irak basado en la confesión? Estáinflado por razones políticas interesadas,porque ahora el poder está en manos delos barbudos de turbantes, lamentable-mente. Quieren demostrar que han sidovíctimas y que, como son la mayoría delpaís, les pertenece el poder. Es un argu-mento absurdo.

-¿Cuál es el origen de las discrepan-cias entre chiíes y sunníes? ¿Qué eslo que marca la diferencia?-Es una diferencia de matices, igualque en el cristianismo hablamos de ca-tólicos y protestantes. Son matices deinterpretación de los textos fundamen-tales del Islam, y también en cuanto ala historia. Pero luego, en la prácticahay una mezcla muy grande, en mu-chas familias encuentras que el padrees de una confesión y la madre de otra,y esto nunca fue un problema. Irak fuedurante muchos años un país muy lai-co. Cuando yo estaba en la Universi-dad, ésta recibía a muchos alumnos deotros países, como Palestina o Túnez,y les sorprendía lo poco religioso queera el país. Yo nunca he hecho el Ra-madán, no sé rezar, aunque nací en unafamilia supuestamente “religiosa”.

-Suponemos que no eres una excep-ción, pero parece que el ateísmo enlos países de mayoría musulmana es-tá muy escondido, al menos, de lamirada occidental... Es una manipulación muy grande. Enlos años 50 y 60, el Partido ComunistaIraquí era más numeroso que el de Bul-garia. Hay mucha gente silenciosa, omás bien silenciada, que no tiene voz,pues estos barbudos tienen la voz muyalta y se les oye en todas partes. Dan laimagen de que todos los árabes o mu-sulmanes son como ellos, pero hay mu-cha gente que está luchando por la li-bertad y los Derechos Humanos. Paramí, la gente que está dominando estospaíses pertenece al medievo y no tieneque tener un espacio público. Para pre-dicar tienen su espacio, la mezquita o ala iglesia, pero no tienen derecho a ma-

30 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Entrevista

*Redacción Pueblos.

los palestinos, y esto tiene un coste polí-tico grande; de forma que no se respetanlos Derechos Humanos y no se cumplenlos convenios internacionales para favo-recer a Israel. Son muchos los elementosque hacen que la política de estos paísesno cambie. Yo no defiendo la idea delcomplot, hay muchos árabes occidenta-lizados en su modo de vivir, no existe esaseparación, ni una guerra de civilizacio-nes. Esta teoría sólo puede convencer adesconocedores o manipuladores. Creoque en este momento no existen identi-dades cerradas absolutas, cada hay másmezcla gracias a los medios de comuni-cación, la economía globalizada… Lascaracterísticas de cada identidad deberí-an ser vistas como positivas y no negati-vas, es decir, no para machacar al otro si-no para enriquecerlo. Eso es lo que de-bería ser una seña de identidad y no loque plantean los nacionalismos cerrados.Los nacionalismos, que están teniendofuerza en muchas zonas del mundo, pue-den ser una moda pasajera porque no tie-nen un resultado positivo para la huma-nidad, pues te dejan aislado del resto delmundo, y esto no es el objetivo del serhumano. Puedes ser árabe pero no re-chazar al contrario, negar al otro. Soy unapersona que cree en la mezcla y en la in-terculturalidad, manteniendo tus carac-terísticas fundamentales.

-Más allá de identidades religiosas yculturales, ¿no será que el choquereal, la gran fractura, sigue siendo lalucha de clases?-Sin duda estamos en otros tiempos ycircunstancias desde el punto de vistadel trabajo. La mentalidad del obrerono es la misma que en tiempos deMarx, ahora hay otros objetivos y otrosfines. Las teorías siempre tienen difi-cultades a la hora de ser aplicadas, pe-ro las líneas generales permanecen co-mo válidas: el hecho de no explotar alobrero, que sea dueño de su trabajo yque el patrón no absorba las riquezas ybeneficios. Seguimos criticando a losque explotan a los trabajadores, puesesto va en contra de la humanidad, delos Derechos Humanos, que es lo queel socialismo y el comunismo han de-fendido siempre.

-En tu libro El ala radical del Islamanalizas las causas que llevan a de-terminados individuos o grupos aadoptar determinadas posturas po-líticas “radicales” en nombre del Is-lam. ¿Cómo se conjuga esta ecua-ción entre religión y política?-Hay dos interpretaciones mayorita-rias. Una achaca la islamización de lospueblos árabes y musulmanes a que derepente descubren que eso es su cultu-ra e identidad y entonces quieren con-quistar al mundo con esa idea. Otraspostura sostiene que en el Islam nuncaha habido violencia, que en el Islamtodo es paz... Es falso, ni una cosa niotra. No sólo en el Islam, pasa lo mis-mo en cualquier fundamentalismo, co-mo con la Inquisición o las Cruzadaspero esto en Occidente ahora es distin-to, hay separación con el poder. En lasociedad occidental se ha madurado yse sabe adónde se quiere llegar y adón-de no, por eso las sociedades occiden-tales viven mejor y están más libres.En el mundo musulmán surgen ele-mentos que alcanzan el poder y tienenuna influencia enorme para usar la re-ligión con fines políticos. Hoy estamosen una situación así, con los grupos is-lamistas que han surgido en todas par-tes, como Al Qaeda, pero son puntua-les y son minorías. No se puede con-fundir a los musulmanes con estos gru-pos, pues muchos de ellos ni siquierason practicantes y viven una vida pa-

cífica alejada de la violencia. El pue-blo es más inteligente que todo esto.

-¿Hay quien emplea el Corán comoConstitución?-No hay países islámicos que apliquenla Sharía, la ley islámica, o el Corán, alcien por cien, ni siquiera Arabia Saudío Irán, a pesar de que en los dos paísesaparece en su nombre el Islam. Pero enambos existen, por ejemplo, sistemasbancarios, que en el Islam están prohi-bidos. Muchos países prohíben la poli-gamia, como Túnez, y esto va en contradel Islam. El Islam nació hace 14 siglos,y el Corán no vale en su totalidad parala vida moderna; puede servir para laparte de ritos o algunos aspectos socia-les, pero en su totalidad, es absoluta-mente absurdo planteárselo. Hay muchamitificación en cuanto al Islam y su his-toria. Hay que ser realista y sensato yaprender de la historia para poder dar unpaso hacia delante. El Islam tiene quehacer una especie de Revolución Fran-cesa para cambiar, creer en el futuro yen la modernidad. No hace falta que de-jen el Islam, pues en él hay cosas ma-ravillosas. El Profeta era un hombre sa-bio, que decía, por ejemplo: “pagadle alobrero su jornal antes de que se sequesu sudor” o “el mejor esfuerzo es pro-nunciar una palabra justa ante un sultáninjusto”. Eso es lo que hay que apren-der del Islam, buscar lo positivo y apli-carlo para estar orgullosos de la religión.

-¿Que papel puede jugar la cultura?-La lengua árabe es milenaria y de unagran cultura. La tradición escrita tienemás de 15 siglos, más la tradición oralde siglos anteriores. Es una cultura bri-llante, aunque hoy en día hay un decai-miento en algunos aspectos, pero nun-ca faltaron grandes poetas, pensadoreso filósofos. Creo que la cultura puedetener un papel muy positivo para acer-car naciones, culturas y pueblos. Desdeluego es el mejor mensajero, mejor quelos políticos o embajadores. Merece lapena conocer la literatura árabe y a tra-vés de ella a sus pueblos, porque la lite-ratura es el espejo de la sociedad.❑

El Estado debe ser laico por el bien de todos, para poder avanzar y tenerposibilidad de incorporarnos a la vida

moderna, camino de los DerechosHumanos y la democracia

“ “Para mí, la gente que está dominando

estos países pertenece al medievo y notiene que tener un espacio público“ “

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Desde el exilio

En primer lugar se debe conside-rar la división política y geo-gráfica entre las zonas pobladas

hoy en día por los palestinos. Cisjor-dania y la Franja de Gaza están física-mente desconectadas una de la otra ypolíticamente divididas. Además, es-tán cercadas por muros y barreras y,por lo tanto, no sólo aisladas entre sí,sino también del mundo exterior y den-tro de sí mismas.

Las divisiones físicas y políticasActualmente, un 38 por ciento del te-rritorio de Cisjordania se encuentra dealguna manera restringido y es de difí-cil acceso para los palestinos (OCHA).En muchos lugares, las consecuenciasde la fragmentación territorial y la im-posición de la infraestructura de Israel

Palestinos: la diferencia interior

se traducen en restricciones de la mo-vilidad, largas horas de espera en loscheckpoints (puestos de control) y gra-ves dificultades económicas. Por otraparte, los enclaves de asentamientosisraelíes en Cisjordania dependen engran medida de los vínculos existentesentre ellos. Existen aproximadamenteunos 1.661 Km. de carreteras que co-nectan entre sí los asentamientos, zo-nas militares y otras infraestructurasisraelíes. El uso palestino de esta red–si es posible– está sujeto a permisosespeciales y restringido por un régi-men de cierres, puestos de control ycarreteras bloqueadas.

La separación física de Jerusalénes algo diferente a la de las zonas ru-rales. Además de los obstáculos buro-cráticos, los no jerusalemitas están se-parados de la ciudad por el Muro de162 kilómetros de distancia (2007)construido dentro de la gobernación deJerusalén. El Muro rodea varias colo-nias israelíes localizadas en Jerusalén

Este y también en torno a las que se en-cuentran fuera de los límites munici-pales de la ciudad, de manera que mu-chas zonas palestinas que se encuen-tran dentro de los límites municipalesquedan aisladas de la ciudad. Tales se-paraciones físicas y restricciones demovilidad tienen efectos duraderos so-bre la economía, vínculos sociales yesferas de la identidad.

Además, y también en relación conlas manifestaciones físicas de la divi-sión en los Territorios Ocupados Pa-lestinos (TOP), los divergentes cami-nos políticos entre Cisjordania y laFranja de Gaza cortan aún más la uni-dad palestina. El mayor abismo entreHamas y Al Fatah se refleja en la bre-cha entre el clima autocrático e isla-mista de Gaza y el clima bastante mo-derado y secular de Cisjordania. Ha-mas ha hecho casi todo para limitar lainfluencia de Al Fatah en la Franja deGaza a través de la violencia y las de-tenciones; por otro lado, Al Fatah ha

Andreas Hackl*

Son muchos los que a menudohacen referencia a Edward Saidcomo una de las voces políticas

palestinas más poderosas. Comohijo de madre protestante nacida enNazaret y de padre protestante con

ciudadanía estadounidense, pasó lamayor parte de sus primeros años en

El Cairo, donde durante algúntiempo gozó de la educación en

escuelas inglesas hasta quefinalmente fue enviado a los Estados

Unidos. Teniendo en cuenta laambigüedad de fondo, ¿qué tipo depalestino era? Si Edward Said era

un “verdadero” palestino o unciudadano de los Estados Unidos

con raíces en la región no esexactamente la cuestión que nos

preocupa. La compleja biografía deesta importante figura de la vida

política palestina y su discurso nosdice algo acerca de los distintos

orígenes del pueblo palestino.

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Desde el exiliohecho básicamente lo mismo en Cis-jordania. Se podría argumentar que,como resultado de la reciente guerra enGaza, la lucha en contra de las medi-das militares israelíes empleadas con-tra la población palestina podría haberresucitado la unidad entre las dos par-tes. Además, es importante tener encuenta las diferentes experiencias de lavida cotidiana. Los niveles de pobreza,aislamiento, violencia y represión de lavida diaria de los palestinos residentesen la Franja son, sin duda, mucho ma-yores que en Cisjordania. Con la con-tinua disminución de las perspectivasde una vida segura, la gente de Gazaestá buscando de nuevo en su historia

de permisos, podría ser mucho más fá-cil para los chilenos descendientes depalestinos visitar Jerusalén que para unpalestino de Cisjordania.

El turista europeo puede, por suparte, visitar todos los lugares santosimportantes en la región y caminar al-rededor de la Cúpula de la Roca, comosi tuviera más derecho a hacerlo quelos propios palestinos. Esta paradoja sehizo evidente cuando me reuní con losestudiantes de la Universidad de Bir-zeit (Ramallah) durante mi reciente es-tancia en Cisjordania; que nunca fue-ron a Jerusalén. Es muy extraño cruzarel puesto de control para entrar a su ca-pital como extranjero teniendo en

ID-entificación y divisiónA los palestinos que residen en el inte-rior de los nuevos definidos límitesmunicipales del Jerusalén de 1967, seles otorgó un estatus especial de resi-dencia en Jerusalén. Tienen documen-to de identidad de la ciudad y, por tan-to, son residentes permanentes de Is-rael que pueden entrar y salir de Jeru-salén sin un permiso, comprar propie-dades y trabajar en el Estado israelí.Las diferencias de estatus se indican através de los respectivos colores de lastarjetas de identificación; por ejemplo,la identidad de Jerusalén es azul. A pe-sar de su estatus privilegiado, los jeru-salemitas se enfrentan a graves restric-ciones de movimiento: controles en loscheckpoints y demoras, carreteras se-paradas para los palestinos así como elresto de la “arquitectura de la ocupa-ción”, como el Muro y caminos blo-

El mayor abismo entre Hamas y Al Fatah se refleja en la brecha entre

el clima autocrático e islamista de Gaza y el clima bastante moderado

y secular de Cisjordania

“ “

reciente. Las raíces comunes y una his-toria compartida, la familia y los lazoscomunitarios y todos los demás víncu-los innegables entre la población deCisjordania y la Franja de Gaza tienenque hacer frente a la realidad de la di-vidida vida cotidiana y política.

Al margen de los palestinos que vi-ven dentro de Israel o los TOP, son mu-chos los que se encuentran fuera del te-rritorio. Refugiados a los que no se lesha permitido regresar a su patria desdehace décadas, las grandes poblacionesde la diáspora fuera del mundo árabedispersadas en diferentes países comolos EE UU y Chile. Paradójicamente,dada la seguridad de Israel y el régimen

cuenta la imposibilidad de que los pa-lestinos de Cisjordania puedan hacer lomismo. Estas restricciones son el re-sultado de un sistema de permisos in-troducido en 1993, que se reforzaronaún más en respuesta a una serie deataques suicidas en el transcurso delinicio de la Segunda Intifada. A menu-do, incluso es necesario un permiso delas autoridades israelíes para moverseentre dos ciudades palestinas de la mis-ma Cisjordania. Existe una gran dife-rencia en la libertad de movimiento en-tre aquellos que poseen un documentode identidad israelí, el residente de Je-rusalén y el palestino de Cisjordania ola Franja de Gaza.

queados dentro de los TOP que contri-buyen a la inmovilidad.

Los palestinos que poseen el do-cumento de identidad israelí son con-siderados ciudadanos de Israel. Lastarjetas emitidas antes de 2002 indi-can afiliaciones étnicas como “árabe”,“druso” o “judío”. En la práctica estosignifica que a menudo la persona quetiene escrito “árabe” en su tarjeta deidentificación, tiene más probabilida-des de ser chequeada exhaustivamen-te por los servicios de seguridad quesi es, por ejemplo, de origen judío. Encontraste con la libertad general demovimiento, las órdenes militares is-raelíes prohíben que estos ciudadanosentren en las ciudades palestinas deCisjordania. Los nombres de los pa-lestinos con documento israelí sonmuy variables: ciudadanos árabes deIsrael, árabes-israelíes, israelíes de

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medios de subsistencia como resultadodel conflicto árabe-israelí de 1948”.

Poblaciones palestinas en mejorescondiciones se extienden en todo elmundo. La vida relativamente próspe-ra de los palestinos que viven en losEstados Unidos puede ser muy dife-rente de la que se vive en Chile, dondese estima que medio millón de palesti-nos forman la comunidad más grandefuera del mundo árabe desde su llega-da a principios del siglo XX.

En lo que respecta a los refugiados,las condiciones de vida y los derechosciviles difieren de un Estado a otro.Aunque la mayoría de los refugiadosregistrados que viven en Jordania tie-nen plena ciudadanía jordana, los queviven en el Líbano no gozan de los de-rechos sociales y civiles. En Jordania,son cerca de 1,7 millones de refugia-dos registrados por la UNRWA. Sóloalrededor del 16 por ciento vive encampos “oficiales”; otros viven en ba-rrios de refugiados de Amman, Zarqay Madaba o en las cercanías de loscampos. Durante los repetidos años deconflicto, tres campos han sido des-truidos en el Líbano; el resultado fueque alrededor de 6.000 familias de re-fugiados se convirtieron una vez másen desplazados internos. Estos campostambién tienen problemas de hacina-

miento, pobreza y desempleo. La ma-yoría de los aproximadamente 410.000refugiados, alrededor del 10 por cien-to de la población total del Líbano, tie-nen acceso limitado a la salud públicay los servicios educativos. Además, losrefugiados palestinos están, por ley, ex-cluidos del trabajo en muchas profe-siones, lo que lleva al desempleo.

La mayoría de los refugiados quehuyeron a Siria durante la guerra de1948 procedían de la zona Norte de Pa-lestina. Las condiciones de vida de losrefugiados palestinos en Siria son, sinduda, mejores que en el Líbano, perosin embargo insuficientes debido a pro-blemas con el saneamiento y la calidadde las viviendas.

Para los refugiados, las condicionesde vida y la concesión de los derechosciviles están, por supuesto, sujetas a lasconsideraciones políticas y los últimosavances en sus países de acogida. Laciudadanía jordana para los palestinosde Cisjordania se basa en el hecho deque la zona había estado bajo controljordano desde 1948 hasta 1967. Los re-fugiados de la Franja de Gaza (cerca de120.000), por el contrario, no gozan deplena ciudadanía jordana ya que la zo-na fue administrada por Egipto hasta1967. La situación en el Líbano sin du-da se corresponde con la evolución in-terna, consideraciones demográficas ytensiones políticas.

Vemos que los palestinos no sonsólo palestinos, son sin duda muchomás cuando se trata de cuestiones deidentidad, nacionalidad y lugar de re-sidencia. Lo que todos ellos puedencompartir es una aceptada historia pa-lestina y la afiliación a sus tierras an-cestrales. Además, es un pueblo quecomparte la misma historia acerca deuna vida a menudo demasiado domi-nada por el conflicto, la expulsión yla migración.❑

*Andreas Hackl es estudiante de antropologíasocial y cultural y de ciencias políticas en Viena,

Austria, y trabaja como editor en la revista de la Liga Austriaca para los Derechos Humanos.

Actualmente prepara su tesis sobre acción no violenta.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

origen árabe y palestinos-israelíes; to-dos estos términos se refieren a lamisma comunidad, según la lente quelos mire. Es necesario comentar quelos palestinos con documento israelíno tienen que servir en el ejército is-raelí; por el contrario, los drusos de-ben unirse y algunos beduinos deci-den alistarse voluntariamente.

Los palestinos que residen dentrode los límites de los TOP tienen el do-cumento de identidad diferenciado porel color naranja o verde. Estas perso-nas necesitan solicitar un permisocuando desean cruzar la Línea Verdepara entrar a Israel, acceder a las zonasindustriales o las mismas colonias. Lospermisos son difíciles de obtener y amenudo son denegados sin razones ob-vias. Aparte del sistema de permisos alque se enfrentan, deben hacer frente alas restricciones de seguridad a travésde los obstáculos, bloqueos y toques dequeda militares.

Los refugiadosHay más de 4,6 millones de refugiadospalestinos registrados en la Agencia deNaciones Unidas para los RefugiadosPalestina en Oriente Próximo (UNR-WA, por sus siglas en inglés). Alrede-dor de un tercio de ellos viven en unode los 58 reconocidos campos de refu-giados en Cisjordania, Franja de Gaza,Jordania, Líbano y Siria. Los camposa menudo están densamente poblados,carecen de infraestructuras y agua po-table. Esto se hace evidente con unamirada al campo de refugiados de Ba-lata desde las montañas que rodean laciudad de Nablus. Desde arriba se ob-serva cómo el campo parece una ciu-dad miniatura con las casas hacinadas,rodeado a la vez por otra ciudad.

Los refugiados se ven privados desu derecho a regresar y, por tanto, sepa-rados de su ex patria. Los dos terciosrestantes de los refugiados inscritos vi-ven fuera de los campos de refugiadosoficiales, en los respectivos países deacogida o los TOP. Según la UNRWA,“los refugiados palestinos son personascuyo lugar de residencia habitual era Pa-lestina entre junio de 1946 y mayo de1948, que perdieron sus hogares y sus

Aparte del sistema de permisos al que se enfrentan, deben hacer

frente a las restricciones de seguridad a través de los obstáculos, bloqueos

y toques de queda militares

“ “Para los refugiados, las condiciones

de vida y la concesión de los derechosciviles están, por supuesto, sujetas a lasconsideraciones políticas y los últimos

avances en sus países de acogida

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Desde el exilio

En 2003, las fuerzas estadouni-denses lideraron una invasiónen Irak para derrocar al régi-

men de Saddam Hussein, en una ope-ración que duró tan sólo unas pocas se-manas. En ese momento, la primerapoblación de refugiados palestinos desólo un par de miles de personas habíaaumentado a más de 35.000, incluidoslos que encontraron refugio en Irakdespués de la Guerra de 1967 (Guerrade los Seis Días) y la Guerra del Gol-fo de 1990. Estos palestinos se convir-tieron rápidamente en objetivo de lasdiversas milicias iraquíes, así como delas nacientes fuerzas gubernamentales,en particular del Ministerio del Interior.Al igual que en 1948, los palestinoshuyeron por su seguridad tras los ata-ques dirigidos hacia su comunidad. Adiferencia de lo acontecido entonces,la mayoría de los refugiados (por se-gunda vez) no contaban con volver aIrak, y menos con regresar a Palestina.En su lugar, se mostraron interesadosen la búsqueda de la seguridad tempo-ral en Siria y Jordania para, a conti-nuación, encontrar la seguridad másduradera en un tercer país. Después de60 años y un sinnúmero de expulsio-nes, estos refugiados palestinos no es-taban interesados en ser invitados o enser protegidos en aplicación de un ges-to político hacia la cuestión de Palesti-na, sin verdadera sustancia.

Después de 1948, los sucesivosgobiernos iraquíes ofrecieron a los pa-lestinos que encontraron refugio enIrak básicamente el acceso a la vivien-

da y la igualdad de derechos con losciudadanos iraquíes. Aun así existíandos excepciones, a los palestinos no seles permitía tener ninguna propiedad

Refugiados palestinos en Irak

De una muerte rápida hacia una muerte lentaAdam Shapiro*

Entre los años 1947 y 1949 las ciudades y aldeas palestinas fueronatacadas, primero por las milicias sionistas y luego, después de mayo de1948, por el naciente ejército israelí, constituido con la declaración del

Estado de Israel. Los palestinos fueron asesinados y obligados a huir, yaque se ponía en práctica la limpieza étnica de Palestina. Cientos de miles

escaparon, por seguridad, a los países vecinos; algunos de los quehuyeron desde Haifa hacia Jenin se encontraron con el ejército iraquí,

que ofreció a los refugiados seguridad temporal en Irak. Tanto losiraquíes como los palestinos pensaban que sólo estarían fuera de sus

casas por unas semanas, y que la estancia en Bagdad sería temporal. LaReina Aliya, la madre del niño-rey Faisal, saludó personalmente a los

refugiados, prometiéndoles alojamiento en Irak.

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en Irak, y tampoco se les otorgaban pa-saportes con la ciudadanía. Esta anti-gua restricción se basaba en gran me-dida en la idea de que si a los refugia-dos palestinos se les permitía poseerpropiedad alguna en cualquier país ára-be, dejarían de lado su demanda por elderecho al retorno. Esta última condi-ción se basa en una decisión de la Li-ga Árabe para excluir a las nacionesárabes de conceder la ciudadanía a losrefugiados palestinos, “para evitar ladisolución de su identidad y protegersu derecho a regresar a su patria”.

Hasta el régimen de Saddam Hus-sein, los palestinos vivían en gran me-

como podían hacerlo los mismos ira-quíes. Con la ascensión al poder deHussein, y con su cada vez mayor es-fuerzo para desarrollar su liderazgo enel mundo árabe, la cuestión de Palesti-na se convirtió en un asunto más en lapolítica iraquí, a nivel regional y na-cional. Lo más notorio fue cuandoHussein disparó 41 mísiles Scud con-tra Israel durante la Guerra del Golfode 1991. También trató de ganar popu-laridad proporcionando apoyo finan-ciero a las familias de los mártires pa-lestinos durante la Intifada, ofreciendomillones de dólares en ayuda. Esto, porsupuesto, ocurría durante un momentode gran austeridad en Irak gracias a lassanciones impuestas por las NacionesUnidas. Sin embargo, Hussein tambiénjugó de otras formas con la carta de Pa-lestina. En general se cree que utilizócombatientes palestinos en sus batallas

que era despreciado por la mayoría delos iraquíes, provocaron que muchosasociaran negativamente a los palesti-nos con el régimen de Saddam.

Los efectos de la ocupación A raíz de la invasión y ocupación porparte de los Estados Unidos, y del es-tablecimiento del nuevo Gobierno ira-quí, la comunidad palestina en Irak seencontró sin protección y fue identifi-cada como defensora de Saddam Hus-sein y sus políticas. Desde los prime-ros días de la ocupación, esto se tradu-jo en problemas para la comunidad pa-lestina. Los Estados Unidos y las fuer-zas internacionales no fueron informa-dos, aparentemente, sobre qué iban aencontrarse en Irak, por lo que los pa-lestinos eran detenidos en los check-points por su falta de identificación co-mo ciudadanos iraquíes. Hasta 2003,tenían unos documentos de identidad(wathiqa) que les identificaban comorefugiados palestinos en Irak. Pero da-do que las tropas extranjeras iban enbusca de insurgentes árabes y comba-tientes de Al Qaeda, los palestinos fue-ron sospechosos de inmediato. Un nú-mero desconocido fue detenido en AbuGhraib, Camp Buca, el aeropuerto deBagdad y otros conocidos centros dedetención.

Una vez que se estableció el Go-bierno iraquí y que los iraquíes nacio-nales se hicieron con los cargos de lasfunciones policiales y militares bajola autoridad del Ministerio del Inte-rior, los palestinos se enfrentarían auna nueva amenaza. No sólo el Go-bierno se niega a expedirles docu-mentos de identidad y reduce la dura-ción de sus visados de residencia (úl-timamente de tan sólo 1 mes de dura-ción), sino que el Ministerio del Inte-rior se ha convertido en un centro desecuestro, tortura y matanza de pales-tinos. Aparte de estas operaciones“oficiales”, los palestinos se enfren-tan al secuestro, la tortura, la violacióny el asesinato por parte de las miliciasiraquíes “no oficiales” surgidas comoconsecuencia de la propagación de laviolencia civil, especialmente en Bag-dad. Si bien la mayoría de los ataques

dida de la concesión de viviendas porparte del Gobierno, y fueron capacesde obtener una educación, ocuparpuestos de trabajo y avanzar en Irak

contra los combatientes kurdos en elnorte, y dio refugio tanto a Abu Nidalcomo a Abu Al-Abbas. Tras la Guerradel Golfo de 1991, creó las Brigadasde Jerusalén, que se suponía que ibana liberar la ciudad, pero que en reali-dad se convirtieron en una unidad deconscripción forzada contra los kurdosy los chiítas iraquíes, muchos de loscuales fueron torturados y desapareci-dos. Hussein también cambió la formaen que el Gobierno iraquí proporcio-naba vivienda para los palestinos, apartir de la confiscación de los bienesde los chiítas e indemnizando a suspropietarios con menos de 1 dólar almes en 2003. Todas estas cuestiones,junto con la constante retórica de apo-yar a Palestina por parte de un régimen

A raíz de la invasión y ocupación por parte de EE UU, y del establecimiento del nuevo Gobierno iraquí, la comunidad

palestina en Irak se encontró sinprotección y fue identificada como

defensora de Saddam Hussein y sus políticas

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Desde el exilioprocedían de las milicias afiliadas conlos grupos políticos chiítas, los pales-tinos no pudieron encontrar un espa-cio seguro en Irak.

Ya en 2003, los refugiados palesti-nos que se encontraban en Irak co-menzaron a huir. A partir de la estima-ción anterior a la guerra, de 35.000 pa-lestinos, probablemente quedabanunos 15.000 en 2006. De entre losaproximadamente 20.000 que huyeronde Irak, un buen número había llegadodespués de 1967 procedentes de otrospaíses (Jordania, Siria, Egipto y el Lí-bano), donde habían adquirido docu-mentos de identidad. Otros encontra-ron la manera ilegal para salir de Irak,buscando refugio y asilo en Chipre,Suecia y otros destinos europeos. Es-tos esfuerzos se llevaron a cabo de unamanera desorganizada y peligrosa; hayinformes que relatan cómo muchos re-fugiados se ahogaron en el mar y sa-lieron a la superficie a principios de2005. Además, si eran capturados, eranmandados de vuelta a Irak.

La situación en los camposEl primer grupo de refugiados palesti-nos de Irak sin documentos de identi-dad que trató de cruzar a Jordania fueen 2003, cuando alrededor de 250 fue-ron llevados al Campo de Ruwayshid,situado al este de Jordania, a unos 70Km. de la frontera iraquí. Ruwayshidse estableció como un campo para re-cibir a miles de refugiados, pero no sematerializó, en gran medida porque losiraquíes no huyeron al inicio de la in-vasión, que se completó con bastanterapidez. En el verano de 2003 no hubouna inundación de refugiados como sehabía previsto. Por lo tanto, los refu-giados palestinos se encontraban prác-ticamente solos en este campo, inca-paces de avanzar hacia Amman e inca-paces de regresar a Bagdad. Esta si-tuación persistió durante meses, hastaque finalmente, por decreto, el Rey Ab-dullah permitió que este primer grupoentrara en Jordania, pensando que se-ría el primero y el último. Sin embar-go, los siguió un segundo grupo de pa-lestinos, pero estos tuvieron que per-manecer en Ruwayshid. A este grupo

se le concedió finalmente asilo en Bra-sil en 2007 y Ruwayshid se cerró. Untercer grupo se dirigió hacia Ruways-hid en 2005, pero no pudo cruzar lafrontera.

Siria intervino en 2006 y permitióque este grupo de aproximadamente300 palestinos pudiera entrar en el pa-ís, enviándolos al Campo de Al-Hol, enel noreste, cerca de la ciudad de Has-sake. Aunque se encuentra dentro delas fronteras de Siria y permite el ac-ceso a los servicios médicos y otras fa-cilidades, Al-Hol no ha sido admitidopor parte de la Agencia de NacionesUnidas para los Refugiados de Pales-tina en Oriente Próximo (UNRWA, porsus siglas en inglés) y continúa bajo laresponsabilidad del ACNUR (AltoComisionado de Naciones Unidas pa-ra el Refugiado). Además, los refugia-dos no han recibido documentos porparte del Gobierno sirio, y permanecencomo refugiados sin papeles. La ma-yoría de los refugiados permanecen

hoy allí, con unas pocas docenas quehan sido aceptados por Canadá, a tra-vés del patrocinio privado en 2007.

En mayo de 2006, poco después deque Siria admitiera al gran grupo enAl-Hol, un tercer grupo de alrededorde 350 refugiados palestinos proce-dentes de Irak trató de entrar en Siria,pero se les denegó la entrada en el cru-ce fronterizo de Al-Tanf. Ya en tierrade nadie, este grupo no pudo volver aIrak, y, por lo tanto, quedó atrapado enel limbo. El campo formado por tien-das de campaña es sumamente vulne-rable y está amenazado por una seriede elementos que suponen un grave pe-ligro para la salud (inundaciones, tor-mentas de arena y nieve, etc.); un niñoha sido atropellado por un camión (elcampo se encuentra a tan sólo tres me-tros de la carretera) y otro niño resultómuerto por un incendio en una de lastiendas de campaña. Otros tantos hansido atacados por las fuerzas iraquíesmientras entraban en tierra de nadie.

Viven agrupados enbarrios de Bagdad, que

básicamente se hanconvertido en guetos, ya

que los palestinos nopueden trabajar, no tienen

personalidad jurídica y siguen enfrentándose a

las amenazas y la violencia dirigida

contra ellos

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*Adam Shapiro es director dedocumentales y activista por los Derechos

Humanos. Desde 2006, Shapiro trabaja junto a un compañero con los palestinos de Irak

atrapados en la frontera, ayudándolos a encontrar un hogar.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

En la primavera de 2008, Chileofreció asilo a 120 de los refugiadospalestinos de Al-Tanf, pero en no-viembre de 2008 el número de perso-nas en el campo había llegado a casi900, ya que algunos de los que habí-an conseguido entrar en Siria regresa-ron a Al-Tanf porque no eran capacesde mantenerse económicamente enDamasco y no podían recibir asisten-cia de la UNRWA. Mientras tanto, endiciembre de 2006, el Campo de Al-Walid, situado a pocos kilómetrosdentro de Irak, se establecía para losrefugiados palestinos que huían de te-rritorio iraquí. En noviembre de 2008,el número de residentes en el campoera de casi 3.000 personas. A finalesde 2008 y principios de 2009, Islan-dia y Suecia concedieron asilo a unos450 refugiados palestinos de Al-Wa-lid, mientras que EE UU ha comen-zado a hacer los preparativos paraaceptar en 2009 a unos cuantos refu-giados de este campo.

Aún quedan unos 10.000 refugia-dos palestinos (en su mayoría descen-dientes de los refugiados de 1948) enel Irak de hoy. Viven agrupados en ba-rrios de Bagdad, como Baladiyat y Za-farani, que básicamente se han con-vertido en guetos, ya que los palestinosno pueden trabajar, no tienen persona-lidad jurídica y siguen enfrentándose alas amenazas y la violencia dirigidacontra ellos. En la frontera, miles deellos permanecen varados y totalmen-te dependientes del sustento que pro-viene del ACNUR y la ayuda de algu-nas ONG que pueden ofrecer apoyo.

Lo que ha sido particularmente de-vastador para esta comunidad ha sidola completa falta de apoyo por parte dela OLP (Organización para la Libera-ción de Palestina) y los líderes palesti-nos. Desde un principio, éstos han ig-norado la difícil situación de esta co-munidad, llegando incluso a declararque Irak es un lugar seguro para los pa-lestinos, tal como hizo Jibril Rajoub en

febrero de 2007, cuando los asesinatosfueron particularmente graves. En laposterior Cumbre de la Liga Árabe, elpresidente Abbas aceptó del Gobiernoiraquí 10 millones de dólares de sub-vención y no hizo mención alguna so-bre la difícil situación de los palestinosen Irak. En 2008, como la situación enla frontera se hizo más desesperada ylos dirigentes palestinos se encontra-ron en una posición más difícil para se-guir ignorando la situación, se llevarona cabo una serie de esfuerzos para queel Gobierno de Sudán aceptara a 2.000palestinos en sus fronteras. Por su-puesto, el Gobierno sudanés se encon-traba bajo escrutinio por su papel enlos crímenes de guerra en Darfur, conlas acusaciones en contra del presi-dente Bashir en 2009. Por eso, los re-fugiados palestinos vieron Sudán co-mo una opción cínica, negándose aaceptarlo como destino.

A pesar de su oposición, la OLP noha buscado activamente otras opcionesy por el contrario, parece contentarsecon dejar a los refugiados palestinos a susuerte. Durante una visita a Bagdad enabril de 2009, el presidente Abbas sereunió con el presidente iraquí Talabaniy el primer ministro Malaki y dijo: “Nosgustaría dar las gracias al Gobierno ira-quí por su preocupación por los palesti-nos que viven en Irak”. No se reconocióla difícil situación de los palestinos, nose hizo ninguna visita a los campos derefugiados localizados en la frontera, nohubo un llamamiento a Siria o Jordaniaa conceder la residencia a los refugiadospalestinos de Irak, no se realizó tampo-co ningún llamamiento de ayuda haciala comunidad internacional.

Los refugiados palestinos en Iraksiguen en la situación de no saber ha-cia donde huir, atrapados en guetos yviviendo con el temor de la siguientefase que se desarrollará en el país.❑

Lo que ha sidoparticularmente

devastador para estacomunidad ha sido la

completa falta de apoyopor parte de la OLP y los

líderes palestinos

“ “

38 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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¿Quién es Hezbollah?

Israel dice que es una organización “terrorista” y “extremista”. George Bush decíaque es una herramienta de Irán, y afirmaba que “ha matado a más estadounidenses

que cualquier organización terrorista, excepto Al-Qaeda”. Pero los líderes de losgobiernos que tratan de destruir a Hezbollah no son los únicos que lo condenan.

Tanto Human Rights Watch como Amnistía Internacional han acusado aHezbollah de violaciones de los Derechos Humanos, y Robert Fisk, el periodista

independiente que ha ayudado a exponer algunos de los peores crímenes de Israel yEE UU en Oriente Próximo, dice que Hezbollah “provocó la última guerra” en el

Líbano, y es el responsable de “llevar a la catástrofe a sus correligionarios”.Mientras tanto, sin embargo, Hezbollah ha ganado creciente apoyo en Oriente

Próximo, mucho más allá de su base entre los musulmanes chiítas en el Líbano, porla sencilla razón de que es, en palabras de Aijaz Ahmad, en un artículo de la revista

Frontline en India, “la única entidad que, a través de la resistencia armada, obligó alos israelíes a renunciar a cualquier territorio que el Estado judío haya capturado”.

¿Qué tipo de organización es Hezbollah, y cómo debería verla la izquierda?

Hezbollah surgió a partir de un Lí-bano fracturado por la guerra ci-vil. La región de Líbano siempre

ha contenido diversas comunidades reli-giosas, pero el colonialismo francés do-minó la zona a favor de los cristianos ma-ronitas, convirtiéndose en la comunidadmás poderosa una vez formado el Esta-

do libanés. Según los términos de un pac-to de 1943, a los maronitas se les ofrecióla presidencia, y a los cristianos se lesasignaron la mayoría de escaños en elParlamento. El puesto de primer minis-tro se reservó para un musulmán sunita,y los musulmanes chiítas (que pasaron aser el mayor segmento de población) sequedaron con la posición de portavoces,con poco poder en el Parlamento.

Los dirigentes maronitas han sidotradicionalmente pro-occidentales y pro-Israel, mientras que los líderes musul-

Jon Van Camp*

Filosofía y estrategias

manes se han visto influenciados gra-dualmente por el nacionalismo árabe. Es-tas tensiones se encuentran en las raícesde la guerra civil, que se prolongó más omenos de manera continuada entre 1975y 1990. Israel y los EE UU respaldarona la derecha, agrupados en torno a la Fa-lange cristiana.

Orígenes del movimientoEn 1978, Israel invadió una franja del te-rritorio en el Sur de Líbano, y cuatro añosmás tarde, lanzó una invasión a escala to-tal, con el objetivo de instalar una dere-cha cristiana en el Gobierno y echar a laOrganización para la Liberación de Pa-lestina (OLP), que contaba con comba-tientes en el país. EE UU envió a los ma-rines como parte de una fuerza interna-cional para supervisar la retirada de laOLP y estas “fuerzas de paz” comenza-ron a intervenir más y más abiertamentea favor de la derecha libanesa y de la ocu-pación de Israel. Alo largo del conflicto,el grupo que más sufrió fue el de los chi-ítas, entonces la comunidad religiosamayoritaria, alrededor del 40 por cientode la población, la más pobre, que viveen las chabolas de los suburbios del Surde Beirut y las aldeas en el Sur de Líba-no, el blanco perfecto de los ataques y lasinvasiones israelíes.

En 1982 surgieron varios grupos mi-litares chiítas, muchos de ellos gracias ala financiación y la formación del nuevoGobierno islamista de Irán, que tomó elpoder tras la Revolución iraní de 1979 yestaba tratando de proyectar su influen-cia en Líbano en medio de las demásfuerzas rivales de la guerra civil. Las mi-licias apoyadas por Irán, aunque sólo es-taban vagamente conectadas, se conocenen su conjunto como Hezbollah, que sig-nifica “Partido de Dios” en árabe.

Las milicias chiítas participaron enpequeños pero devastadores ataques, in-cluido el bombardeo de la embajada deEE UU, y un atentado suicida con un ca-mión en los cuarteles de la infantería de

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1 Ésta es una versión recortada del artículo origi-nal, editada para adaptarse a los criterios de larevista Pueblos. Para leer el artículo original eninglés, se puede visitar: www.counterpunch.org

Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 39

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dio. Organizó las actividades de socorropara el Sur de Líbano tras los bombarde-os israelíes de 1993 y 1996, y actualmen-te ofrece dinero para los alquileres y mo-biliario para aquellos cuyos hogares fue-ron destruidos en los ataques de ese vera-no. Apartir de comienzos de los 90, Hez-bollah decidió tomar parte en la política,en primer lugar para ganar las eleccionesal Parlamento en 1992. La organizaciónha llegado a tener 12 miembros en el Par-lamento y dos en el Gabinete. Lleva unbloque parlamentario en el que otras fuer-zas, incluidos los partidos seculares y losno musulmanes, están implicados. La lis-ta de candidatos a esta alianza incluía nosólo a los chiítas, sino también a los cris-tianos, musulmanes sunitas y drusos.

Hezbollah recibe ayuda y apoyo (in-cluido el militar) de Irán y Siria. Pero noes una marioneta de estos gobiernos, co-mo insistió en su momento el Gobiernode Bush. Mientras que Irán tuvo una de-cisiva influencia durante los primerosaños de Hezbollah, la organización hadesarrollado su propio consejo elegido yuna estructura de mando para las deci-siones políticas y militares. Según un in-forme posterior al alto el fuego, del prin-cipal analista político Anthony Cordes-man, “ningún servicio oficial de Israel,oficial de inteligencia u otro oficial mili-tar consideró que Hezbollah hubiese ac-tuado bajo la dirección de Irán o Siria.”

Más en general, Hezbollah es vistocomo una organización legítima de re-sistencia nacional, entre chiítas y no chi-ítas, en gran parte de la sociedad libane-sa. Incluso antes de la última guerra en-tre Israel y Líbano en el verano de 2006,una encuesta del Centro de Estudios Es-tratégicos reveló que tres cuartas partesde los cristianos libaneses (base tradicio-nal de la derecha) identificaban a Hez-bollah como grupo legítimo para desafiar

las agresiones israelíes. Algunos miem-bros de la izquierda se centraron en elcompromiso de Hezbollah con el funda-mentalismo islámico, para minimizar suimportancia política, como en una cartaa la revista Socialist Worker, en la que seseñalaba a Hezbollah como “un movi-miento parcialmente similar a nuestra de-recha fundamentalista”.

Es necesario entender correctamen-te el islamismo de Hezbollah. Por ejem-plo, si bien acepta los prejuicios predo-minantes en el Islam en contra de la mu-jer (y el cristianismo, para el caso) la ide-ología chiíta de Hezbollah no es tan re-accionaria como, por ejemplo, los wah-habistas de los talibanes de Afganistán ylos gobernantes de Arabia Saudita. Así,son muchas las mujeres que lideran losproyectos sociales de Hezbollah, aunqueestán excluidas de ser dirigentes políti-cos y militares.

Hezbollah mantiene actitudes homó-fobas, muy comunes en muchas corrien-tes del islamismo, y algunos de sus diri-gentes han utilizado insultos antisemitasal describir su oposición a Israel. Por otrolado, a diferencia de sus patrocinadores enla política iraní, Hezbollah no tiene comometa la creación de un Estado islámico, almenos en Líbano. El líder de Hezbollah,Hassan Nasrallah, dijo: “Líbano es un pa-ís plural. No es un país islámico”.

Esto saca a la luz por qué Hezbollahha sido capaz de obtener el apoyo másallá de los chiítas, dentro de Líbano ymás ampliamente en todo Oriente Pró-ximo. El principal recurso de Hezbollahradica en su voluntad de impugnar laagresión israelí y el imperialismo de losEE UU, y no en su ideología islamista ylos elementos traseros de su programasocial y político. Al impedir satisfacto-riamente que Israel pudiera cumplir consus objetivos durante la última guerra de2006, Hezbollah dio un ejemplo de re-sistencia que habría podido inspirar nue-vas luchas por todo Oriente Próximo,abriendo potencialmente el camino parauna alternativa de izquierda y secular quepueda echar raíces y crecer.❑

Marina en octubre de 1983 que mató a241 marines. Estos ataques llevaron aRonald Reagan a retirar las tropas. En1985, los clérigos chiítas declararon lafundación de Hezbollah en una “CartaAbierta a los Oprimidos en el Líbano yel Mundo”. Aún asociados, y contandoprincipalmente con el apoyo de Irán,Hezbollah siguió la batalla para influen-ciar a los chiítas libaneses, incluyendo losenfrentamientos militares con la más mo-derada Amal, formada en los 70. Rápi-damente, sin embargo, se hizo predomi-nante en el ejército de resistencia a laocupación israelí del Sur de Líbano. Losataques de Hezbollah hacían uso de te-rroristas suicidas, pero en los 90 la ba-lanza cambió hacia las operaciones de laguerrilla dirigidas a infligir daños sobrela fuerza de ocupación israelí. Se res-ponsabiliza a Hezbollah de obligar a Is-rael a retirarse de Líbano en el año 2000.

Después del 2000, Hezbollah siguióllevando a cabo operaciones militares pa-ra presionar a Israel para que abandona-se Shebaa, la última astilla de territorioocupado por Israel en Líbano, defen-diéndose de las incursiones y repetidasprovocaciones israelíes, y ganando la li-bertad de los prisioneros libaneses en ma-nos de Israel. La captura el 12 de julio deese mismo año por parte de Hezbollah dedos soldados israelíes (usada por el Go-bierno israelí como pretexto para su gue-rra contra Líbano de ese verano) encajacon este patrón.

A diferencia de los bombardeos in-discriminados de Israel, Hezbollah teníacomo objetivo principal las fuerzas mili-tares israelíes. La mayoría de las bajas is-raelíes durante el ataque fueron soldados,mientras que la gran mayoría de libane-ses muertos por mísiles y bombas israe-líes eran civiles.

Apoyo popular Hezbollah es un partido político que diri-ge una red de escuelas, clínicas y otros ser-vicios de los que dependen muchas per-sonas para llenar el vacío de lo que no pue-de proveer el Gobierno libanés. Tambiéncontrola una serie de empresas, incluidaspanaderías, bancos, fábricas y una línea deropa islámica, así como una estación detelevisión por satélite y una estación de ra-

Hezbollah es un partido político que dirigeuna red de escuelas, clínicas y otros

servicios de los que dependen muchaspersonas para llenar el vacío de lo que no

puede proveer el Gobierno libanés

“ “*Jon Van Camp escribe para Socialist Worker.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

40 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Filosofía y estrategias

En Egipto, donde el presidenteHusni Mubarak fue expuestocomo el responsable local del

largo bloqueo a Gaza, las protestas a es-cala nacional extendidas por todo el es-pectro político forzaron al Estado a laacción. El 9 de enero, Al-Jazeera infor-mó de que cerca de 100.000 personashabían tomado las calles de Alejandríadeclarando un “día de furia”. El mismodía, según el periódico independienteAl-Masri al-Yawm, unos 200.000 Her-manos Musulmanes llevaron a cabo 90manifestaciones tras los rezos del vier-nes1. Las demandas más repetidas eranque el Gobierno, en cumplimiento dedos sentencias judiciales egipcias, de-tuviese las exportaciones de gas natu-ral a Israel, que abriese la frontera deRafah para dejar pasar la ayuda huma-nitaria y que expulsase al enviado is-raelí en el Cairo. El régimen de Muba-rak cumplió esas demandas en silencio,pero no con tranquilidad.

Para adelantarse a las manifestacio-nes masivas que se desarrollaron en lacapital, el régimen concentró a la mayorparte de sus fuerzas de seguridad en elCairo. Tras las oraciones de los viernes,durante todo el ataque israelí, la policía

estaba estacionada en las estaciones demetro cercanas a las principales mez-quitas. Las propias mezquitas estabanprotegidas con personal de seguridad.En el resto del país, el régimen permi-tió las manifestaciones, pero llevó a ca-bo detenciones masivas entre los parti-cipantes. Ningún grupo sintió más elgolpe que la Sociedad de los HermanosMusulmanes. De acuerdo con la weboficial del grupo, cerca de 1.700 Her-manos fueron arrestados por su activis-mo relacionado con Gaza.

¿“Vosotros soismusulmanes?”En el Parlamento, diputados del go-bernante Partido Nacional Democráti-co (PND) defendieron la postura delrégimen contra la furia de la oposición,incluidos los 86 afiliados a los Herma-nos Musulmanes que habían servidoen la legislatura desde 2005. La gotaque colmó el vaso fue cuando, en se-sión abierta el 10 de enero Hasan Nas-h’at, del PND, dio a entender que elbloque de los Hermanos estaba traba-jando a favor de los enemigos de Egip-to, refiriéndose con esta afirmación aHamas. Miembros de la delegación delos Hermanos respondieron a esto agritos. Nash’at agudizó su ataque:“¡Sois unos traidores!” Para AshrafBadr al-Din, que representa el distritode Ashmoun en Minufiyya, esto fuedemasiado. Se sacó el zapato y se lo ti-

ró a Nash’at. A continuación tuvo lu-gar una escaramuza y los Hermanossalieron en masa a la entrada gritandoque los miembros del PND eran lostraidores porque habían cerrado lafrontera de Rafah y seguían exportan-do gas a Israel. El grupo pidió discul-pas al portavoz del Parlamento, el par-tidario de Mubarak Fathi Surour. Nofue suficiente. A lo largo del día se des-arrollaron otras batallas verbales. En elComité de Relaciones Exteriores, elHermano Sayyid ‘Askar arguyó: “ElIslam está antes que Egipto”, a lo queMustafa al-Fiqqi, del PND, replicó:“No, Egipto está primero”.

Casi toda la prensa independiente yde la oposición abrió con una foto deBadr al-Din preparando su proyectil, loque fue un golpe de relaciones públicas

Los Hermanos y las guerras

El zapato que le arrojó Muntadhar al-Zaydi a George W. Bush durante la girade “despedida” del ex presidente por Irak ha añadido un nuevo icono a la

cultura internacional de protesta. Durante el pasado invierno, en el marco dela guerra de Israel contra Gaza que, de acuerdo con el ministro de Salud de laAutoridad Palestina, mató a más de 1.300 palestinos y dejó alrededor de unos

5.300 heridos y mutilados, un grupo de manifestantes en Londres lanzó sucalzado al número 10 de Downing Street. En febrero, un espectadorinterrumpió al embajador israelí arrojándole también un zapato. La

frustración popular provocada por la Operación Plomo Fundido fue, porsupuesto, más intensa para los que estábamos más cerca de Gaza1.

Joshua Stacher*

1 Ésta es una versión recortada del artículo origi-nal, editada para adaptarse a los criterios de larevista Pueblos. Para leer el artículo original eninglés, se puede visitar: http://arab-reform.net

2 Al-Masri al-Yawm, 10 de enero, 2009.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 41

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a favor de los Hermanos, la fotografíaque captaba los sentimientos de la ma-yoría de los egipcios acerca de la pos-tura del Gobierno. El régimen contraa-tacó, remitiendo a Badr al-Din al día si-guiente al Comité de Ética, en el que él

Parlamento hasta noviembre, a pesar delas peticiones de los diputados de queno se le despojase de su escaño.

El desacuerdo entre el Estado y losHermanos no tiene que ver con si estáprimero Egipto o el Islam, aunque esto

sirva a los interesesde ambos lados. Másbien, el centro de ladisputa es el servilis-mo del régimen aWashington, a pesarde la oposición de losegipcios, a quien losHermanos fielmentetratan de apelar. Nohay que recordárseloa los egipcios, perolos Hermanos hantrabajado para mante-ner a Gaza visible du-rante el combate. Al-Jazeera emitió en te-levisores de pantallaplana durante las reu-niones con los princi-pales líderes. Y en lasentradas y las facha-das de los edificios deoficinas colgabanpancartas de palesti-nos ensangrentados.En la puerta del Sin-dicato Médico, con-trolado por los Her-

manos, una gran bandera israelí tapabael suelo, haciendo imposible para aque-llos que entraban en el edificio no fi-jarse en el símbolo del Estado judío.

Hay al menos tres guerras que se li-bran simultáneamente alrededor de losHermanos Musulmanes de Egipto: elconflicto israelí-palestino, la batalla delEstado con los Hermanos y, aún másimportante, la lucha por el liderazgodentro del propio grupo. Todas esas lu-chas han socavado al conservaduris-mo, que hasta ahora ganaba en el senodel liderazgo islamista.

Beso de despedida Al tiempo que los Hermanos concen-tran sus esfuerzos en Egipto, están pro-fundamente comprometidos con unasunto regional, la cuestión palestina.

Como bloque minoritario en el Parla-mento, los Hermanos sólo pueden ha-cer esfuerzos simbólicos para caminarpor una vía independiente del régimen.Durante la guerra de Gaza, como antes,el grupo y su brazo de beneficencia tra-taron de fletar ayuda médica y alimen-taria para los palestinos, que sería blo-queada por los militares egipcios.

En respuesta, algunos Hermanosprominentes señalaron que el grupodebía evitar un potencial compromisocon EE UU, patrón del régimen deMubarak. Como Muhammad Mursi,miembro del Órgano de Orientación delos Hermanos, sostuvo emocional-mente: “Nosotros no invadimos a lagente. Elegimos utilizar las ideas paraganar apoyos. Los contribuyentes ame-ricanos están comprando el odio deotra gente. Nunca vamos a dejar deodiar a América por toda esta sangreque está corriendo. Sí, son los sionis-tas los que lo están haciendo, pero conel soporte diplomático de los EE UU.Mientras sigan haciendo esto, la resis-tencia nunca parará. Puedes ser fuertey superior militarmente, pero nadie teva a escuchar si estás cometiendo ac-tos inhumanos”3.

Si Muntadhar al-Zaydi llamó a es-tos zapatos voladores un “beso de des-pedida de los iraquíes” a Bush, muchagente de Oriente Próximo considera elsoporte sostenido de Bush a la Opera-ción Plomo Fundido un “disparo dedespedida” similar hacia ellos. El expresidente, incuestionablemente, hadejado la región más polarizada quecuando llegó a la presidencia. Del cam-bio de régimen que fragmentó Irak, yla carta blanca otorgada al ejército is-raelí, hasta la contradicción entre su“agenda de libertad” y el absoluto apo-yo a dictadores como Mubarak, Bushha dejado tras de sí un Oriente Próxi-mo menos democrático, menos tole-rante y menos esperanzador que el queera en 2001. El antiamericanismo en elcomentario de Mursi es parte de la olade sentimiento reaccionario que las po-líticas de Bush han alentado.

y sus colegas oyeron una lectura iróni-ca sobre la conducta parlamentaria ci-vilizada. Surour concluyó preguntandoretóricamente a los Hermanos: “¿Vos-otros sois musulmanes?” Un musulmándecente, señaló, no habría avergonzadoa la Asamblea de ese modo. El 11 de fe-brero, Badr al-Din fue suspendido del

El desacuerdo entre el Estado y losHermanos no tiene que ver con si estáprimero Egipto o el Islam, aunque esto

sirva a los intereses de ambos lados. Másbien, el centro de la disputa es el

servilismo del régimen a Washington

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3 Entrevista con Muhammad Mursi, Cairo, 12 deenero, 2009.

42 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Filosofía y estrategias

La guerra de Gaza fue un facilitadorde la tendencia hacia la independenciacon respecto de otros grupos entre losHermanos. Reforzó la credibilidad delos líderes más conservadores del gru-po cuando convencieron a las bases deque el espíritu participativo del ala prag-mática había conducido a los Hermanosa un punto muerto, en el que tendríantan poco poder para afectar a la políticaegipcia como cuando estaban en la clan-destinidad. En lugar de contestar al ré-gimen en la esfera más amplia posible,los conservadores arguyen que los Her-manos deberían priorizar la resistencia“pacífica” al orden militar EE UU-Is-rael, en solidaridad con aquellos quehan tomado las armas contra éste.

Desde que ganaron un número deescaños sin precedentes en las eleccio-nes al Parlamento de 2005, los Herma-nos Musulmanes han estado sujetos auna presión implacable por parte del Es-tado para bloquear su participación efec-tiva en la gobernabilidad del país. El ejede la estrategia estatal ha sido apretar lastuercas de la legalidad a los islamistas.Con las enmiendas a la Constitución demarzo de 2007, el estatus del grupo pa-só de legalmente proscrito (desde 1954)a constitucionalmente prohibido. El ar-tículo 5 de la Constitución establece aho-ra explícitamente que no está permitidoningún grupo o actividad política basa-da en la religión.

Mientras esta medida asegura quelos Hermanos nunca estarán en dispo-sición de competir por el principal ór-gano de poder del país, expande tam-

bién la seguridad estatal para sacar a losHermanos de la vida política. En cuan-to a las luchas internas, los Hermanosmás conservadores quieren recluirse enun búnker, utilizando su participaciónen la política formal, dando fin a las ne-gociaciones con el régimen y centrán-dose en el evangelismo (da‘wa). Deacuerdo con un Hermano joven, fuerade la estructura de liderazgo, “[Los con-servadores] tienen ideas distintas a lamayoría de nosotros sobre la política ysobre la sociedad. Se concentran sóloen preservar el grupo”.4

Zapatos bombaQue los pragmáticos no accionen lapalanca de poder en los HermanosMusulmanes no significa que vayan adesaparecer. La lucha por el alma dela Sociedad continúa. Pero, en el cor-to plazo, la preocupación por la pre-servación del grupo proporcionará fle-xibilidad ideológica y apertura. LosHermanos se retirarán de la política sicontinúan proselitizando a la sociedadegipcia. Pretenden concurrir a laselecciones de 2010, pero es improba-ble que compitan por un tercio de losescaños de la asamblea como hicieronen 2005. Los Hermanos no desafiarána la sucesión presidencial que deberíacolocar a Gamal Mubarak en sustitu-ción de su padre, como se espera. Co-mo dijo un Hermano joven: “El siste-ma se beneficia de los conservadores[porque] es imposible para ellos ne-

gociar con el régimen. Los Hermanosno se moverán en el momento delcambio [en el poder]. Los Hermanosse quedarán mudos”5.

Inflexible, corrupto e irremediable-mente comprometido dada su depen-dencia con respecto a Washington, elrégimen egipcio no tiene posibilidadesde abrir la competencia política. Suprincipal órgano político, el PND, nopuede vencer a los Hermanos en las de-liberaciones parlamentarias, en las ur-nas electorales ni en la esfera de la opi-nión pública. El Estado, entonces, estáforzado a resolver sus problemas polí-ticos usando la violencia y la intimida-ción. En un clima tal, el impulso pordesconectarse de la política emerge.

Es, por tanto, improbable, tal comoestán las cosas, que los Hermanos va-yan a provocar estallidos políticos ma-yores que el de tirar zapatos. Pero noson meras protestas inútiles, son recla-mos morales, un arma clásica de losdébiles para emplearla cuando los ca-nales de una participación política res-ponsable permanecen cerrados. Comoapunta ‘Abd al-Mun‘im Mahmoud:“no es en absoluto divertido. GeorgeBush nos bombardea con bombas rea-les y nosotros sólo podemos respondercon zapatos”.❑

*Joshua Stacher es profesor asociado de Ciencia Política en la Kent State University.

Estaba en el Cairo en el mes de enero.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Aloia Álvarez Feáns.

Es, por tanto, improbable, talcomo están las cosas, que losHermanos vayan a provocar

estallidos políticos mayores queel de tirar zapatos

“ “

Hay al menos tres guerras que selibran simultáneamente alrededorde los Hermanos Musulmanes de

Egipto: el conflicto israelí-palestino, la batalla del Estadocon los Hermanos y, aún más

importante, la lucha por elliderazgo dentro del propio grupo

4 Entrevista, Cairo, 11 de enero, 2009.

5 Entrevista, Cairo, 11 de enero, 2009.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 43

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Husam Jaradat tira de la puertade hierro y la bloquea. Ahsan -mejor así, dice- me lanza una

mirada con una sonrisa torcida. Son losprimeros días del mes de mayo de

2006, y es la tercera vez que me en-cuentro con el jefe militar de la JihadIslámica en los Territorios Ocupadosde Cisjordania. Mientras lo sigo hastalas escaleras de la casa de piedra re-construida después de su destrucciónpor parte de Israel de todo un bloquedel campamento de refugiados de Je-nin en 2002, creo que mi integridad pe-riodística se agrieta; espero que estehombre evite ser asesinado por los co-mandos israelíes, al menos, mientrasyo esté en la misma casa.

He recurrido a la Jihad Islámica Pa-lestina, porque se cree que es el grupoinvolucrado en el secuestro, en marzode 2006, de un profesor norteamerica-no de una universidad cercana. He in-tensificado los esfuerzos con algunosestudiantes activistas en la bulliciosacampaña de la Jihad Islámica en laselecciones del Colegio de Jenin. Unencuentro tormentoso, algunos cócte-les de frutas y 5 minutos en coche pa-ra acabar sentado en una sala del cam-po de refugiados de Jenin.

Rápidamente me di cuenta de quequería centrarme en el hombre mayor ami derecha, ya que el joven y político co-lega tiene un discurso contradictorio y ro-za el monólogo. Husam Jaradat Lutfi, de43 años de edad, por otro lado, me mirapensativo y escucha atentamente al intér-prete, para luego hablar con su segura au-toridad y calma. Critica el boicot econó-mico a la Autoridad Nacional Palestinapor parte de Europa y al mismo tiempo,condena enérgicamente los secuestros es-porádicos de los occidentales. Le pre-gunto por lo que la Jihad Islámica Pales-tina está haciendo en la zona de Jenin.

Jaradat asumió su cargo en febrero de2005, en tiempos de “tregua" entre las fac-ciones armadas palestinas y las fuerzas deocupación israelíes. Era un momento enque ambos pueblos estaban cansados dela Intifada, Arafat había muerto y el nue-vo y moderado presidente Mahmoud Ab-bas invitaba a Israel a la mesa de negocia-ción. Desde entonces, la Jihad IslámicaPalestina ha cometido siete de un total denueve ataques suicidas contra israelíes. Pa-

Té con un terrorista Entrevista a Husam Jaradat, ex líder de la Jihad Islámica asesinado por el Ejército de Israel

Andreas Hedfors*

Encontrar líderes de la resistenciade más de 30 años es una rareza en

los Territorios OcupadosPalestinos. Hasta el pasado

septiembre de 2006, el movimientopalestino de la Jihad Islámica (PIJ)

en Cisjordania estaba liderado poruno de 43 años. En su primera y

única entrevista con un periodistano árabe, Husam Jaradat dio la

impresión de ser un moderado, unmilitante casi secular. Admitió que

los terroristas suicidas que élmismo enviaba son injustificables,dijo que todos los palestinos serían

felices con la Línea Verde comofrontera y clamó que la Jihad

Islámica es la mejor defensa enOriente Próximo contra los

extremistas de Al Qaeda.

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44 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Filosofía y estrategiasra muchos, este terrorismo justifica el Mu-ro ilegal de Israel y los bloques de asenta-mientos, los recursos hídricos, etc. que seroba a los palestinos.

Jaradat casi responde a todas mispreguntas y parece estar plenamenteracional. A pesar del islamismo en suorganización parece bastante laico ytiene experiencia como activista polí-tico de izquierda en Jenin. Dice que laresistencia palestina contra el Gobier-no militar israelí se ha ido radicalizan-do como una respuesta sistemática alas continuas confiscaciones de tierraspor parte de Israel y los desalojos for-zosos. Dice que pasó catorce años enlas cárceles de la ocupación por su ac-tivismo no violento antes de pasar a lasarmas. Está profundamente decepcio-nado por la pasividad de la comunidadinternacional y me comenta que, por lotanto, puede aceptar que su terror agra-ve la imagen internacional con respec-to a la causa palestina, aunque, de to-dos modos, esta imagen no importa.

¿Puede uno confiar en Jaradat? Eldestacado experto en terrorismo de laUniversidad de St. Andrew's, en Esco-cia, Magnus Ranstorp, cree que estehombre está tratando de engañarnos. LaJihad Islámica Palestina no es más queun grupo terrorista controlado por Irán,dice en un correo electrónico en res-puesta a mis preguntas. Jaradat niega laacusación pero admite que son depen-dientes de “muchos países” cercanos. Enlo que respecta a la supuesta pregunta delos diez mil dólares en “reconocer a Is-rael” el presidente de la PIJ, RamadanShallah, dijo a la CNN ya en 2001 lo queJaradat repite ahora: que la Jihad Islá-mica Palestina aceptaría una solución dedos Estados y convertirse en buenos ve-cinos de Israel si esta solución se basa enel reconocimiento internacional de las lí-neas de alto el fuego de 1949.

Sin embargo, todo esto importa po-co, ya que en este momento Israel estáanexionando casi el 10 por ciento deCisjordania y desea conservar el con-trol de mucho más como parte de cual-quier solución. En este conflicto y des-de hace mucho tiempo, la legitimidaddepende más de lo que se hace de loque se dice. Más relevante es que las

cuestiones pueden responderse sólodespués de pasar más tiempo con elgrupo, en qué medida su estrategia te-rrorista es verdaderamente racional, in-cluso para sí mismos, y hasta qué pun-to están cegados por el odio y la des-esperación, o si simplemente estáncontrolados desde fuera.

Jaradat dice que es la primera vezque se encuentra con los medios de co-municación occidentales y me da labienvenida. Consigo su número de te-léfono a partir de un asociado y una se-mana más tarde, en otro salón, Jaradatllega tarde, ofreciéndome bebidasenergéticas como parte de su disculpa.Descansa su nuevo fusil de asalto M16en el sillón y hablamos durante ochohoras consecutivas.

-¿Existe alguna diferencia entre lamuerte accidental de civiles durantelas operaciones militares, y el objetivode atacar a civiles, como hace usted? -Usted debe examinar los hechos. Es-tamos luchando. Ellos, como nosotros,matan a civiles. Entonces acordamosuna tregua. Pero ellos continúan comoantes. Mientras trataban de capturarmeen el campo el 5 de noviembre de2005, mataron en mi lugar a Moham-mad el-Khatib, un muchacho de doceaños. Estaba jugando con una pistolade juguete porque celebrábamos el EidAl-Fisr (fiesta después del Ramadan).Fue una tragedia famosa porque los pa-dres donaron sus órganos para salvarvarias vidas israelíes.

Así que odio la injusticia. No a losjudíos. Los veo todos los días y no llevaa ninguna parte desearles la muerte. Amenudo tenemos huéspedes israelíes enel campo, por ejemplo actores del Tea-

tro de la Libertad de Jenin. Son bienve-nidos, ven nuestras vidas aquí, me en-cantan como seres humanos. Hablo he-breo fluidamente y, a menudo, conver-so con los israelíes a través de Internet.Con esto quiero decir que la violencia noestá en nuestra naturaleza sino que la in-yecta en nosotros la ocupación.

-¿Quiere usted decir que Israel de-bería tener más cuidado de no ata-car a los civiles? -Puede ocurrir que una o dos vecespuedas matar a un civil por error. Pe-ro lo hacen casi todos los días. Hoymurió una mujer y dos niños fueronheridos en Tulkarem (de hecho, segúnel periódico israelí Ha'aretz, el 2 demayo de 2006, comandos secretosmataron por error una mujer de 44años e hirieron a una de sus hijas des-pués de rodear la casa para detener aun presunto miembro de la Jihad Islá-mica). Cada semana, muere un puña-do de personas. Por error. ¿Conoce lahistoria de Hanadi Jaradat? Era miprima. El 4 de octubre de 2003 activóuna carga explosiva en el restauranteMaxim de Haifa en Israel. Tenía 29años de edad cuando su hermano fueasesinado por sentarse al lado de unhombre buscado.

-¿Puedo entender que para usted, apartirde esta conclusión, los terroristassuicidas son moralmente aceptables? -No. No es principalmente aceptable,sólo es una táctica temporal. Lo utili-zamos como respuesta a los grandescrímenes israelíes. Si usted piensa quecomo principio lo que queríamos eramatar, podríamos haberlo hecho encualquier momento. ¿Acaso no podríamatar más si quisiese? Podríamos ha-cer cuatro operaciones al día dentrode Israel. Nosotros ahora hacemos loque hacemos sólo para demostrar quelas medidas de seguridad no puedenprotegerlos. Decenas de personas acu-den a nosotros con el deseo de sermártires. Nosotros decimos no. ¿Porqué crees que vienen? No para salir deuna situación personal. Pertenecen ala clase media o alta, educados, depensamiento libre. No ponemos nin-

Hablo hebreo fluidamente y, a menudo,converso con los israelíes a través

de Internet. Con esto quiero decir que la violencia no está en nuestra naturaleza

sino que la inyecta en nosotros la ocupación

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guna presión sobre ellos, es totalmen-te voluntario. Generalmente se re-quieren de cuatro a cinco meses, conrepetidas solicitudes, hasta que esta-mos de acuerdo. Tome el ejemplo demi prima. Hubo un cambio revolu-cionario en la vida de Hanadi. En unahora pasó de ser una abogada con éxi-to a ser una extraña en su entorno.Nunca había sido muy religiosa, peroempezó a ayunar.

-¿Sabía usted que iba a inmolarse? -Ella nunca me dijo nada, pero unomismo podía ver que algo iba a suce-der. Los terroristas suicidas son inde-pendientes de los grupos, ya que vie-nen a nosotros y piden ayuda para rea-lizar un ataque, eso es todo.

-¿Quiere usted que los israelíes elijana otro gobierno que priorice la paz? -Voy a decirlo por décima vez: lasbombas son sólo un mensaje a los is-raelíes de que no tienen otra opciónque la de permitir a ambas naciones vi-vir en paz y seguridad. Es imposible te-ner una parte que vive en la muerte yla destrucción, y la otra en paz. Cadauna depende de la otra. Aun cuando,naturalmente, entendemos que somoslos que más sufrimos, tenemos que en-tregar el mensaje.

-¿Pero qué sucede si la gente en Is-rael no lo entiende, y se siente másatemorizada por su violencia, y votapor más violencia?-Desde hace mucho tiempo, cuando nohemos hecho nada, el pueblo de Israelha votado a favor de gobiernos agresi-vos. La violencia israelí es una cons-tante, independientemente de lo quehacemos. Durante la invasión de Líba-no, se creó un grupo en Israel, lidera-do por cuatro mujeres. Se hacían lla-mar “Las Cuatro Madres” y era un gru-po muy pequeño, cuyos hijos habíansido asesinados en la guerra. Pero aellas se unieron otras que no queríanque sus hijos también fueran asesina-dos. Se convirtió en un grupo grandeen Israel, representando un contraata-que palestino a las agresiones israelíesen Líbano.

-¿Entonces fue una combinación dela violencia palestina con los gruposde presión israelíes los que acabaroncon la ocupación en el Líbano? -Estos grupos pueden aparecer. No de-bemos depender de ellos.

-Pero, ¿no se arriesgan al jugar enlas manos de los políticos con men-talidad de guerra de Israel? -Sabemos que podemos ser útiles para suGobierno, pero no tenemos otra opción.Confiamos en el tiempo, no en la fuerza.Si renunciamos a la mitad del camino,perdemos para siempre. Creo que Israelquiere que dejemos esta tierra para siem-pre. Amenudo se habla de la demografía,la idea de muchos palestinos les asusta.

-¿Cuál es su posición respecto laidea de dos Estados en la Palestinahistórica? -El PIJ y muchos de sus dirigentes (enel extranjero) han aceptado una solu-ción de este tipo. Pero no voy a regalarIsrael sin recibir nada a cambio. Elmundo quiere que reconozcamos a Is-rael, pero al mismo tiempo Israel no hareconocido sus propias fronteras defi-nitivas. Es el único país en el mundosin fronteras establecidas.

-¿Qué dice usted sobre las fronteraspre –1967? -Le digo a usted, sí.

-¿Se lo diría al mundo entero? ¿Y silos refugiados recibieran algún tipode reconocimiento sobre sus dere-chos y fueran compensados? -No se puede prever qué aspecto ten-dría un acuerdo de este tipo. No se tra-ta sólo de unos pocos, ya sabe, pero síde cuatro millones de refugiados.

-Esto nos lleva a la pregunta de quéaspecto tendría un Estado de Israeldemocrático. ¿Sería su Estado de-mocrático para todo el mundo, in-clusive para los judíos? -Por supuesto. Como principio, la de-mocracia es para todo el mundo.Nuestra formación cuenta con elec-ciones internas y con miembros cris-tianos, lo que demuestra cómo de de-mocráticos somos. Pero sinceramen-te, si tuviese que explicar que un fu-turo Estado sería democrático, estoasustaría a mucha de la población y delos Estados vecinos.

-¿Por qué no atacan a soldados is-raelíes en lugar de a civiles? -Tenemos menos posibilidades técni-cas de las que ellos disponen, sus ve-hículos están fuertemente blindados.

-¿Requieren de mejores equipos?-Fabricamos bombas en talleres im-provisados. Es muy complicado. Yesta arma, (Jaradat nos señala su riflede asalto, un M16, que parece no ha-berse utilizado), la compramos a lossoldados israelíes a través de inter-mediarios. Pagamos 12.000 dólares.Para un arma rusa, un fusil AK-47Kalashnikov (el arma utilizada por laAutoridad Nacional Palestina), cadaronda es de 10 shekels, mientras quepuedo comprar miles de M16 a los is-raelíes por un shekel cada uno.

-¿Tras la construcción del Muro porparte de Israel, es mucho más com-plicado llevar a cabo un ataque? -Hemos perdido el 70 por ciento denuestra capacidad para entrar en Israel.Pero para cuando se cierre completa-mente tendremos nuevas formas de lle-gar a ellos. Esto se pondrá de mani-fiesto cuando llegue el momento.❑

*Andreas Hedfors es un periodista freelanceresidente en Gothenburg, Suecia. Éste es unextracto de una entrevista inédita, realizada

poco antes de que el entrevistado fueseasesinado por el Ejército de Israel.

Versión original en inglés. Traducido paraPueblos por Mireia Gallardo Avellán.

Desde hace mucho tiempo, cuando nohemos hecho nada, el pueblo de Israel

ha votado a favor de gobiernos agresivos. La violencia israelí es una constante,

independientemente de lo que hacemos

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Cultur

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Sobre Memoria para el olvido, de Mahmud Darwish

Sagar Male Verdaguer

Cultura

El poeta palestino Mahmud Dar-wish ha escrito dos libros a lolargo de su vida en los que ha

sabido hacer un retrato pasando “a tra-vés” de la realidad vivida en la guerra.En Estado de sitio habla de la destruc-ción colectiva a ciudades de Cisjorda-nia en el 2002, después del estallido dela II Intifada (concretamente sobre ladestrucción de Ramallah). En Memo-ria para el olvido1 habla del ataque yde los crímenes en Beirut en 1982.

Darwish ha vivido en su propia pielel castigo colectivo que Israel, desdeque es Israel, ha ejercido sobre los pa-lestinos. Nació en 1941, y a los 7 añosfue uno de los 800.000 refugiados pa-lestinos expulsados en la operación delimpieza étnica (la Nakba) que reali-zaron las milicias judías sionistas en1948, el año de la creación de Israel.Posteriormente, entre los años 60 y 70,sufrió de la violencia política a causade sus escritos y fue detenido multitudde veces. Esto lo obligó durante déca-das a un segundo exilio, y vivió en di-versos países, como Líbano. Fue en es-ta ocasión, en el año 1982, en la que vi-vió la guerra que es escenario del libroMemoria para el olvido.

Hay un tópico que dice que en lassituaciones extremas, como la guerra,no hay lugar para el arte ni para la po-esía: la realidad lo supera todo. En lapráctica esta afirmación es solamenteun tópico. Encontramos grandes mani-festaciones artísticas que se desarrollanen las situaciones más complejas y deforma inesperada, ya que son las úni-cas capaces de expresar lo inexplicable.

En estas situaciones sólo el lengua-je artístico es capaz de ir más allá de lasimple comprensión de la realidad: el ar-

te o la poesía son capaces de pasar “a tra-vés” de la realidad vivida. Podemos na-rrar la realidad vivida de varias maneras:el relato histórico documenta con preci-sión la realidad; el relato periodístico (ola novela histórica) se mete en la piel deesa realidad. Pero el relato poético da unpaso más allá y logra pasar “a través” dela realidad. Eso es lo que logra Darwishen este libro. Una mirada profunda en-tre las grietas de la realidad de un acon-tecimiento como la guerra, tan potente yabsurdo que el relato histórico o el pe-riodístico son insuficientes para com-prenderlo.

Tengo dos recuerdos personales de per-sonas palestinas que conocí que, pasando

por experiencias de guerra, se les cruzó lapoesía de Darwish por el camino. Recuer-do que en los ataques al Líbano del 2005Hezbollah respondía con mísiles en la zo-na norte de Israel, una zona que irónica-mente estaba más poblada por árabes quepor judíos. Unos amigos palestinos esca-paban de los impactos en sus localidades.Se pasaban horas viendo las noticias de AlJazeera, leyendo todo tipo de noticias paracomprender la absurdidad y la crueldad delo que estaba ocurriendo. Un día me co-mentaron que en realidad sólo los escritosde Darwish sobre la guerra les hacían com-prender la incomprensible realidad que es-taban viviendo. Un verso se me quedó gra-bado en la mente: “No podrán pasar sobrenuestras vidas. Que pasen, si pueden, so-bre los hijos muertos del alma.”

También recuerdo que durante ladestrucción de Gaza en 2008-2009, laguerra más llena de odio por parte de Is-rael, una amiga escapaba de los ataquesde Rafah. Montada en el coche con sufamilia, de noche y sin luces, se dirigíamuy lentamente a alguna área en que noestuvieran bombardeando. Me contó es-ta experiencia como un momento subli-me: desde el equipo de música sonabaun poema de Darwish en una canción delgrupo Sabreen. Sus versos atravesabanduramente la realidad que estaba vivien-do. “Me parecía que aquellos rostrosasomados al espejo verían todo lo que,más allá de la sangre y el incendio, es-capó ante sus ojos; que podían por fincambiar los contornos que dieron vidaa los reflejos. Que de hecho había co-menzado el principio del cambio, que laconcha de provincialismo había eclo-sionado dejando al descubierto su per-lada esencia.”❑

1 Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1997.

*Sagar Male Verdaguer es representante del ServeiCivil Internacional en Palestina y dirige la asociación

Mapasonor: www. mapasonor .com

Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 47

Cultur

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El taarab es un concepto clave en la música árabe. Es algo así como la conmociónestética, el momento de ruptura con lo real, cuando la música deja de ser una

experiencia artística para convertirse en una convulsión que arrastra al intérpretey al oyente. El taarab se asocia, cómo no, con la gran Um Kelzum, pero en

realidad es algo relacionado con el instante, con la pasión y con la vida. En lasactuaciones de Nusrat Fateh Ali Khan, el maestro del qawali paquistaní, nunca

faltaban hombretones rudos doblegados en lágrimas enamoradas ante su canto.Eso es taarab. Cuando en momentos flamencos intensos alguien se levanta del

asiento impulsado por un resorte invisible y se arranca en un ole que suena a almasaliéndose por la boca, también es taarab. ¿Las adolescentes arañándose la cara,

tirándose de los pelos deshechas en gritos ante Enrique Iglesias? Pues por qué no,eso también puede ser taarab. La conmoción.

Cheikh Hamza Shakkur: cuando la voz se hace cuerpo

Brigitte Vasallo*

Yo entendí físicamente el conceptoal escuchar al Cheikh HamzaShakkur. Al notar que se me corta-

ba el aliento y que un acceso de llanto mesubía por la garganta sin ningún otro mo-tivo que su voz y mi oído.

Muftí de la gran mezquita de Da-masco, fue elevado a las cumbres de lamúsica exótica europea gracias a Julien(Jalaldin) Weiss, un bretón enamorado deEl Lado Oscuro (el Eje del Mal) que lodejó todo para instalarse en Siria, entraren el Islam (un Islam errático, como él di-ce), aprender a tocar el qanun y montarun grupo que ha cambiado muchas vidas(y muchos oídos): Al Kindi. Esta forma-ción se acompaña de diferentes voces so-listas, todas ellas masculinas y todas ellasfascinantes: el cheikh Habbush (elCheikh Bush, como bromeaban Weiss yShakkur), Hussein al Addami, Omar Sar-mini... de todas las voces que utiliza estaformación, la de Hamza Shakkur siem-pre ha destacado. De una profundidad di-fícil de explicar, con un canto fácil, sua-ve, de una belleza abrumadora, ha prota-gonizado alguno de los discos más me-morables que ha dado Oriente Próximoen las últimas décadas.

Hamza Shakkur se hizo inmensamen-te popular cantando música sufí, de la co-fradía de los mevlevis, originaria de Tur-

quía. Cantos de amor a lo divino que él do-taba de una carnalidad que quitaba el alien-to. Es con esos cantos, y con Al Kindi, querecorrió Europa y Estados Unidos, mos-trando aún otra cara de las infinitas que tie-ne el mundo árabe: ni eje del mal, ni dan-za del vientre, ni rai y fumeteo. La Siria clá-sica, el Islam musical, la espiritualidad co-mo forma de celebrar la vida.

Su presencia escénica era tan pode-rosa como su voz. Pequeño de estatura,sobre el escenario se veía enorme, gor-do, con una enorme barriga que cubríacon túnicas riquísimas y una cara her-mosa. Cantaba sentado, apoyando lasmanos en las rodillas. No necesitaba máspara elevar el portento de su voz.

La primera vez que lo vi en directo tu-ve el privilegio de hacerlo en privado, du-rante una prueba de sonido en el año2004. Era el primer día de Ramadán, jus-to antes de romper el ayuno, y los músi-cos estaban haciendo los últimos ajustescon los técnicos de sonido previos al con-cierto. El cheikh iba vestido con ropa decalle y parecía un hombre cualquiera. Es-taba sentado en el escenario, despistado,hablando con alguien entre las bambali-

nas mientras los músicos avanzaban enun tema. Yentonces alguien le pidió quehiciese una prueba de voz. Y se acabó elmundo. Sin hacer el más mínimo esfuer-zo, ni prestar apenas atención, su boca seabrió unos milímetros y de allí salió mú-sica. La Música. Taarab.

Cuando al cabo de un rato me invita-ron a su almuerzo de Ramadán (sin dudaaquél era mi día de suerte) descubrí a unhombrecito simpático, comunicativo, se-ductor, que era capaz de tragar un trozode pastel e inmediatamente entonar unallamada a la oración tan perfecta y crista-lina como si hubiese estado calentando lavoz durante largo rato. Yal acabarla, son-reír satisfecho ante mi estupefacción, yzamparse otro trozo de pastel. Divino yhumano simultáneamente.

Hace unos meses que lo vi por últimavez en concierto. Su voz seguía siendo deuna belleza dolorosa, pero la potencia ha-bía desaparecido. Antes, cuando elCheikh Hamza Shakkur cantaba, los ins-trumentos tenían enormes dificultades pa-ra ser oídos. Él lo cubría todo y, en el fon-do, convertía todo lo que rodeara a su vozen prescindible y banal. En esta ocasiónsu voz sonaba entre los instrumentos, na-vegaba entre ellos. El Cheikh tenía ya elpelo blanco y cantaba de pie.

Dicen que el Cheikh Hamza Shak-kur murió en Damasco el pasado 4 defebrero de 2009.❑

*Brigitte Vasallo es lectora, mujer y viajera.Actualmente trabaja como redactora en la revista

Lonely Planet Magazine, escribe sobre músicas queno están de moda y prepara un recorrido en tren de

Estambul a Teherán.

Disco recomendado del Cheikh Hamza Shakkur:

Sufi Songs of Damascus (Long Distance, 1995).

48 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

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Cultura

Cuando en el Festival de Eurovisióndel año 2009 Israel invita a Noa,ésta en su habitual pantomima de

artista “pacifista y coexistente” exige la pre-sencia de la cantante palestina Mira Awad.Con este gesto, Noa no pretende ni “visibi-lizar” la existencia del pueblo palestino, nisu sufrimiento, ni su música. Al contrario:es Israel el que a través de Noa activa su efi-caz maquinaria propagandística, y se poneuna máscara de credibilidad democráticapara hacer olvidar a un precio muy baratola sangre de sus crímenes en Gaza. MiraAwad, como cualquier cantante palestina,es una absoluta desconocida y es ademásmanipulada a favor de Israel. Este hechomuestra una doble dificultad en la que semueve la música en Palestina: es una ex-presión artística desconocida y depende ab-solutamente del contexto político.

Los grupos y músicos palestinos quese conocen son casos aislados y provienende escenas musicales muy específicas. Enla música de laúd se conoce a Simón Sha-heen o Abdel Salameh, pero no a MoneinAdwan o Samir Jubran. En el rap se co-noce el grupo Dam, pero no a RamallahUnderground. En la escena de la WorldMusicse conoce tímidamente a Reem Ke-lani o Rim Banna, pero no a Karloma o aShusmo. Además los artistas conocidos vi-ven en territorio israelí o en otros países,pero no en Cisjordania, ni en Gaza o en Je-rusalén, donde nunca se sabe si van a po-der cruzar las fronteras.

La estrategia de la ocupación de Is-rael se basa en imposibilitar la vida nor-mal en Palestina, controlando entreotras cosas la movilidad de la gente odeprimiendo su economía. Esto impo-sibilita el desarrollo de circuitos de pro-

ducción y distribución de música, la or-ganización de festivales… Israel tam-bién dificulta o impide el movimientode los artistas palestinos en el extranje-ro (¡de hecho Israel deniega el paso has-ta a enfermos terminales!).

Existen productoras como Yabus, ofestivales como el de Jerusalén o el Fes-tival Internacional de Danza en Rama-llah. Lo mismo ocurre con las escuelasde música, que existen, y tienen un pro-fesorado y un alumnado de gran calidad.Por ejemplo el Conservatorio de Músicaen Jerusalén, en Ramallah o en Belén hasido activado por el músico SuhailKhoury, y de este centro han salido pro-puestas musicales interesantísimas comoOriental Music Ensemble. Además, ge-nios del qanun como Ibrahim Attari, ac-tual director del Conservatorio de Músi-ca de Ramallah, o el profesor de laúd Sa-mer Totah, son unos desconocidos. Tam-bién tiene su centro de creación musicalen Belén y sus estudios de grabación enJerusalén el mítico grupo Sabreen (ac-tualmente inactivo), muy fuerte despuésde la Primera Intifada. Otro virtuoso dellaúd de cierto prestigio, Khaled Jubran,fundó el Al Urmawi Center for MashreqMusic, que ha producido el primer álbumde otro virtuoso, el joven Nizar Rohana.Todo este contexto existe, pero estos cen-tros y eventos funcionan como ONG confinanciación externa. En la práctica noson epicentros de creación y difusión ar-tística, y su impacto es escaso fuera deCisjordania o Jerusalén.

Palestina también tiene sus propiasdificultades estructurales para el desarro-llo musical. Iman Hammouri, directoradel Popular Art Centre (centro creado porla veterana compañía de danza El Fu-noun), comenta que en Palestina crece elsentimiento de que la cultura es una acti-vidad de lujo. En décadas pasadas, por elcontrario, el fortalecimiento de la culturaera parte del sentimiento identitario. Haymultitud de iniciativas que intentan tra-bajar contra esta tendencia con talleres demúsica o danza folklórica, como el cen-tro Ibdaa de Belén.

Además, no existen referentes musi-cales palestinos entre la población. Porejemplo, grupos que tuvieron una gran re-levancia política durante la Primera Intifa-da y el periodo de los Acuerdos de Oslo,actualmente son desconocidos. Cantantescomo Mustapha Al Kurd o Sabreen sonescasamente conocidos, y mucho menoslos vástagos de éstos como el pop de Dar-wish (hijo de Al Kurd) o el conjunto árabede Wissam Murad. En cambio, es un au-téntico representante de la resistencia pa-lestina el cantante libanés Marcel Khalife.

Finalmente hay que sumar a todo estootros factores: la tendencia a las pugnas in-ternas genera una falta de conocimientoentre escuelas, grupos o músicos que nofacilita la creación de circuitos sólidos. Asípues, es cierto que la ocupación israelí con-diciona toda la vida palestina, incluyendoel desarrollo de su música. Pero tambiénhay que tener en cuenta otros factores in-ternos, que muchas veces se derivan de losefectos de la ocupación.❑

Sagar Male Verdaguer*

Apuntes sobre la situación de la escena

musical en Palestina

*Sagar Male Verdaguer es representante del ServeiCivil Internacional en Palestina y dirige la asociación

Mapasonor: www. mapasonor .com

Información y debate ● PUEBLOS ● Julio ● 2009 ● 49

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El nuevo docu-mental experi-mental de Avi

Mograbi se centra en unsoldado israelí que bus-ca el perdón por haberparticipado en el asesi-nato de inocentes pales-tinos. El soldado está lis-to para participar en lapelícula mientras que surostro aparezca cubierto.El director de la película–que a lo largo de la mis-ma decide cantar en lugar de hablar– dis-cute y explica en el salón de su casa los di-lemas morales en los que se encuentra, yaque esconde al soldado asesino tapándo-le la cara, éste usa la película para limpiarsu conciencia. De hecho, y aquí viene lointeresante, Avi Mograbi se para a com-partir e insistir con el público los dilemasmorales que otros directores israelíes de-ciden ignorar.

YAvi Mograbi retrasa y retrasa, has-ta casi aburrirnos, la escena en la que estáde pie y cantando en su salón, acompaña-do por la sinfonía de una orquestra mien-tras el soldado se confiesa, solapándoselas dos escenas: por un lado, Avi Mogra-bi canta “Oh, estoy escondiendo a un ase-sino” y por el otro, solapándose, el solda-do sigue confesándose, buscando el per-dón de su novia. Esto fuerza que nosotros,los espectadores, reexaminemos el caso yentendamos el doble rol contradictorio enel que se centra la película.

Avi Mograbi es un director de protes-ta que tiene como objetivo exponer, a par-tir de la película, las injusticias de la ocu-pación, pero sin ser un director ingenuo,ya que sabe perfectamente que la pelícu-la es utilizada para otros propósitos, comoel soldado que la usa para limpiar su con-ciencia: escondiendo su rostro hace que

Mograbi lo defienda. Mograbi es cons-ciente de esto y usa cualquier truco cine-matográfico para que el espectador se décuenta, rompiendo la estructura narrativa,cantando en lugar de hablar y, debido a laconfesión del soldado, que aparece depronto, nos recuerda dilemas morales yusa una brillante animación para provocarel estupor de la cara del soldado. Al llegaral clímax de la película, el estupor es talque por unos momentos parece que este-mos viendo la verdadera cara del soldado,pero no es así, es sólo un efecto de la ani-mación tridimensional. Personalmente,este efecto me causó tal impresión que lle-gué a sentir pánico y me di cuenta de queno quería saber quién era el asesino.

¿Qué podría hacer aun sabiendo quiénes el asesino? A lo mejor es un antiguocompañero de estudios, un colega de tra-bajo, alguien con quien salgo a tomarmeuna copa. ¿Qué podría hacer en el Israelde 2009 si supiera quién es el asesino? ¿Aquién podría recurrir para quejarme? Ylapregunta más molesta sería: ¿puede serque haya muchas historias como ésta delas que ni oigo hablar y están escondidas,cerradas en el corazón de la gente con laque vivo, estudio o comparto mi vida, his-torias sobre sus acciones en los TerritoriosOcupados Palestinos?

En tiempos donde laindustria de cine israelíse promociona ante elpúblico israelí como uncine próspero y atrevido,es agradable encontrarsecon una película comoZ32, que no forma partede una falsa celebracióny que no promocionauna protesta imaginaria,como Vals con Bashir oBeaufort, en las que elsoldado israelí siempre

es la víctima de sus circunstancias y nun-ca responsable de sus acciones, y en lasque la guerra siempre se presenta sin uncontexto histórico y político. En las re-cientes “exitosas” películas israelíes, laguerra se muestra como un volcán enerupción, sin responsables de sus accio-nes; al igual que un desastre natural, laguerra sucede en las películas junto al ré-gimen racista y las políticas colonialesde ocupación que duran ya más de 40años y el soldado israelí es siempre unafigura moral, una víctima en conflicto,pero nunca un asesino.

Pero no es suficiente para Mograbiapuntar con el dedo a la Ocupación y susinjusticias. Esta película no sólo nos hablade la Ocupación sino también de la situa-ción de los directores israelíes; aunquequisieran llevar a cabo una verdadera pro-testa, ésta sólo sería mostrada en salas decine pequeñas, a altas horas de la madru-gada, pero aun así, quedaría enmarcadacomo una expresión de la democracia is-raelí. Bajo esta realidad horrible, lo únicoque le queda a un director israelí en pro-testa es cantar.❑

Yoav Tal*

En la película, escondo a un asesino:reflexiones después de ver Z32

*Yoav Tal es un director de cine residente en Tel Aviv.

Versión original en hebreo. Traducido paraPueblos por Or Adler y Mireia Gallardo Avellán.

50 ● 2009 ● Julio ● PUEBLOS ● Información y debate

Recur

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Recursos

Ana Eloisa Molina Goigoux

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