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INAUGURACIÓN DEL NUEVO HOSPITAL DEL IESS EN SANTO DOMINGO DE LOS

TSÁCHILAS

Sto. Domingo, 17 de julio de 2012

Queridas compañeras, queridos compañeros:

He quedado realmente sorprendido, por varias cosas: primero, lo majestuoso de este hospital, es realmente de maravilla. Felicitaciones querido Santo Domingo de los Tsáchilas, se lo merecían y desde hace mucho

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tiempo. Precisamente esa es mi segunda sorpresa, ¿cómo una de las ciudades más grandes del país no tenía una sala de cuidados intensivos? Pues bien, gracias a la Revolución Ciudadana, gracias al buen manejo del IESS, eso ya es triste historia del pasado porque aquí tienen una sala de cuidados intensivos ultramoderna. Felicitaciones Santo Domingo.

La obra pública no solo debe ser funcional, debe ser estética, bella, debe ser integral, debe mejorar el entorno… Antes en los barrios ¿qué era lo más feo?, la cuestión pública: el Registro Civil, el Retén de Policía –siempre lo más feo-, el Dispensario de Salud… Ahora, lo público debe ser lo más hermoso, debe ser mucho más hermoso que lo privado, debe embellecer los barrios…

Esto embellece a Santo Domingo, compañeros. Ustedes ven aquí áreas verdes, ven cercas que no son esos muros que parecen campos de concentración; se han tomado decisiones técnicas, con mucho sentido común, para evitar la dureza del clima. Ustedes ven en Santo Domingo muchas casas despintadas por la humedad; Babahoyo, Quevedo, sufren del mismo problema. Es difícil mantener fachadas pintadas adecuadamente en un clima tan duro; por eso, aquí se han puesto placas de aluminio, que se ven muy bonito.

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Se han tomado decisiones con bastante sentido común, con bastante pragmatismo, con sentido de la excelencia y se han hecho obras integrales, porque lo que pasaba antes es que se hacía la obra del Gobierno Central –en este caso del IESS-, y alrededor seguía existiendo la miseria de siempre. Me acuerdo cuando iniciamos la renovación del Registro Civil, en la Amazonía, tremendo edificio del Registro Civil y, salían de ahí: la calle llena de lodo y al frente pantanos, la gente viviendo en la miseria. Eso no puede ser. Tiene que mejorarse el entorno, y aquí ha colaborado grandemente la Alcaldía de Santo Domingo de los Tsáchilas, por lo cual hacemos público nuestro agradecimiento, brindándonos esa extraordinaria vía de acceso que también inauguramos el día de hoy.

Pero, queridas compañeras, queridos compañeros, prohibido olvidar, lo peor que le puede pasar a una sociedad es sufrir de amnesia, porque está condenada a cometer los mismos errores, porque está condenada a ser víctima de los mismos victimarios. ¡Prohibido olvidar! Cuando empezamos esta Revolución, recuerden, encontramos que los poderes fácticos en el Ecuador ya habían decidido privatizar la seguridad social. Si la Revolución Ciudadana no llegaba al gobierno, la seguridad social estaría privatizada, la salud sería una mercancía más, como se lo hizo en

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el sector público; no lo lograron con la seguridad social. Habían hecho hasta lo imposible por destruir la seguridad social, por desbaratarla, nos bombardeaban con que el individualismo era la solución… Acción colectiva, Estado, ¿para qué?

Aquí está la muestra de lo importante de la acción colectiva. Queridos jóvenes, si cada uno de ustedes tiene un centavo, probablemente no hacen nada con ese centavo, ¿verdad? Pero si las tres mil personas que están aquí ponen un centavo, ya tenemos treinta dólares, ya algo se puede hacer con esos treinta dólares. Ese es el fruto de la acción colectiva. Afiliándonos a la Seguridad Social, pagando nuestras obligaciones, cumpliendo con nuestros deberes todos mejoramos, y aquí está una clara muestra de aquello, compañeros: este bellísimo, ultramoderno Hospital de la Seguridad Social de Santo Domingo, de los mejores del país.

Pero, ya habían planeado privatizar la seguridad social, repartirse el ahorro social, apropiarse del futuro de millones de ecuatorianas y ecuatorianos. Mientras en el Banco Central estaban congelados 2.400 millones de dólares, no había inversión en prestaciones de seguridad social…

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Es cierto que gracias a la Revolución Ciudadana, gracias a la capacidad de Ramiro González, han aumentado muchísimo las condiciones de la seguridad social y los fondos disponibles. Había fondos disponibles, siempre los hubo; pero ¿qué hacían? Ponían en el Banco Central, la famosa “reserva” (en una economía dolarizada no se necesita reserva, reserva se necesita para respaldar una moneda nacional que ya no tenemos) y esa plata de los afiliados, de los ecuatorianos, ahorro nacional, no iba a financiar hospitales, no iba a financiar Toachi-Pilatón, iba a financiar proyectos en Miami, porque los mandaban fuera del país a ganar rendimientos de miseria; y algunos quieren volver a ese pasado. Ahora que se hace lo correcto, que el ahorro de los ecuatorianos sirve para salud, sirve para prestaciones sociales, para crédito –como vamos a ver más adelante-, sirve para financiar proyectos de desarrollo como Toachi-Pilatón: “el IESS, la caja chica del gobierno”. Es decir, quieren volver al pasado. Ahora se hace lo correcto. Antes estábamos desquiciados, antes se hacía lo irracional; pero algunos quieren volver a ese pasado. ¿Saben qué, compatriotas? Ese pasado ¡nunca más! ¡De aquí para adelante, compañeros!

Y pese a los 2.400 millones de dólares que tenía el IESS en el Banco Central, que eran fondos de la seguridad social y los mandaban

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fuera del país, no había inversión en prestación de seguridad social, los hospitales estaban en mal estado –por hablar piadosamente, en verdad estaban destruidos-, con aparatos obsoletos que no brindaban un buen servicio. Y si esto era así en las grandes ciudades, imagínense cómo era en los cantones, la situación del IESS era extrema y en muchos casos casi inexistente. Aquí en Santo Domingo, de las seis ciudades más grandes del país, prácticamente lo que había era un Dispensario grande de la Seguridad Social, y en toda la provincia no había una Sala de Cuidados Intensivos. Lo mismo aquí al lado, en Los Ríos. Los Ríos es la quinta provincia del país y todavía no tiene una Sala de Cuidados Intensivos. Esto va a ser un triste recuerdo del pasado, el próximo mes, cuando inauguremos un hospital, gemelo de esta maravilla que estamos inaugurando el día de hoy, Los Ríos por fin tendrá su Sala de Cuidados Intensivos.

El Estado mantuvo una deuda por más de veinte años con el IESS, que no se pagaba nunca; la deuda externa se pagaba por anticipado, esto es lo que se llama deuda interna, esto no pagaban nunca e impedían realizar inversiones o dar prestaciones; hoy estamos al día con el pago al IESS, hemos enfrentado el tema con decisión y compromiso; aquí está nuestro Ministro de

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Finanzas, se pagaron 888 millones de dólares, correspondientes a la deuda histórica, que ningún gobierno de la partidocracia quiso enfrentar; luego, pagamos 360 millones; y, hace poco, se cancelaron 1.430 millones, con lo cual, por primera vez en la historia, el Estado está al día en sus compromisos con la seguridad social.

Dicho sea de paso, aquí estoy cometiendo una división artificial porque el IESS es parte del Estado, es sector público. “Que el IESS es de los afiliados”. No, contribuyen los afiliados, también contribuye el Estado con el cuarenta por ciento de las pensiones. El IESS, es de todas y de todos.

“Ah no, que el IESS es de los afiliados, los jubilados somos los que pusimos la plata, nosotros lo manejamos”. Bueno, hagan una cooperativa privada ¿para qué necesitan un instituto público? La noción de la seguridad social es un bien público que tiene que ser estatal, y el IESS es parte del Estado. Tenemos que trabajar articulada, armónicamente.

La reactivación que hoy tiene el Instituto de Seguridad Social, es histórica: se han reanudado los préstamos hipotecarios y ustedes no saben qué impulso ha dado eso a la economía. El sector que más crece es el sector de la construcción y particularmente

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vivienda. Y microeconómicamente… ya hubiera querido yo, hace veinte años casi, que me casé, cómo hubiera querido tener estas oportunidades: ¡Con tres meses de aportaciones, en vez de pagar eternamente alquiler hagamos un préstamo a la seguridad social! Yo trabajé desde los 18 años, tenía aportes… Y pagar, pero por mi casa propia, no por la casa del otro, no pagar eternamente arriendo para morir sin nada. Pagar 15, 20 años para, al final, tener casa propia.

Prohibido olvidar, cómo se manejaba la seguridad social. Queridas jubiladas, queridos jóvenes, aprendamos de la historia, la memoria es frágil, viene una campaña electoral, van a venir los charlatanes de siempre a querer volvernos al pasado… ¡Prohibido olvidar cómo era entes! Todo esto se manejaba desde el Directorio del IESS, donde había un representante del Presidente, donde había un representante de los empresarios y un representante de los trabajadores… Era una corruptela total y se dividían en partes, en trozos el IESS:

Para los empresarios la parte de Inversiones -el IESS es el mayor ahorrador del país-, una inversión de doscientos millones de dólares, que pidan uno por ciento de comisión, ahí estamos hablando de dos millones de dólares que se ganaban esos sinvergüenzas.

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Y la otra parte, la parte de Salud, con la compra de medicinas, equipamiento de hospitales, personal de salud… la armaban los trabajadores. Y así, los representantes o los pseudo representantes de los trabajadores, o los malos representantes de los trabajadores… Y así se repartían el IESS, cual botín entre piratas.

Hoy, esos miles de millones de fondos de los jubilados, de los trabajadores activos, de todos los ecuatorianos los maneja una institución especializada, creada por este gobierno y la seguridad social, me refiero al Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el BIESS (un abrazo a Efraín Vieira, el gerente de dicha institución), que está haciendo un trabajo extraordinario, ya esos créditos suman 3.100 millones de dólares entre hipotecarios y quirografarios…

Y, además de eso… -hemos recaudado más porque ha aumentado muchísimo la afiliación- …siempre hubo gran cantidad de dinero y nunca se lo destinó para beneficio del pueblo ecuatoriano, nunca se lo destinó para los afiliados de la seguridad social, para los jubilados; además de aquello, de los préstamos hipotecarios, quirografarios, se han multiplicado, pero en forma espectacular, los servicios de salud, con nuevos hospitales, como éste, pero –ya Ramiro lo ha dicho- a lo largo y ancho de la Amazonía, a lo largo y

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ancho del Ecuador: hospitales del día, hospitales completos, etcétera, con equipamiento moderno (aquí tenemos los mejores equipos del país, esto le gana a las clínicas privadas: quirófanos, salas de ginecología, etcétera), con medicinas…

Y aquí también cabe señalar el sentido común: la farmacia de un hospital debe servir para el consumo interno del hospital –el suero del que está hospitalizado, la anestesia para el que está en el quirófano-, pero no para medicina de consulta externa; para eso, es mucho más fácil tener convenios con diferentes cadenas privadas, que vayan con la receta los ciudadanos, les den la medicina y después el Estado paga a esa farmacia. Pero, todo se ha querido hacer, se hacía antes en el IESS (ya no), se hace todavía desde el Ministerio de Salud Pública, y no nos engañemos, eso es para tener poder y tener oportunidades de corruptelas. Ya el IESS ha dado soluciones a aquello, externalizando el servicio de farmacia en cuanto a consulta externa, la farmacia es básicamente para consumo interno del hospital, y algo similar tenemos que hacer con las unidades de salud del Ministerio de Salud Pública.

Tenemos medicinas. Se ha penalizado la no afiliación: robar una billetera era delito, robarle la jubilación a un trabajador no era delito. ¿En qué país estamos? ¿En qué mundo

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estamos? ¿Saben lo que era no afiliar a una empleada doméstica? ¿Saben lo que era no afiliar a un trabajador? “Ah, es que él mismo no quería”. Es un derecho irrenunciable, porque le están robando su vejez tranquila, o algo tranquila, le están robando una pensión jubilar cuando ya acabe su vida productiva.

Hemos logrado que se penalice la no afiliación y en todos los rincones de la Patria hoy el IESS tiene presencia y brinda servicios, la gente ha vuelto a confiar en la seguridad social, mucha gente no tiene obligación legal de afiliarse porque no son trabajadores en relación de dependencia, se afilian voluntariamente porque ahora ven que su dinero rinde, que tienen servicios, acceso a crédito, acceso a servicios de salud de la mejor calidad. Y esta es una muestra clara, un signo de la nueva época que estamos viviendo, de los tiempos de revolución que se imprimen en el país.

Tenemos que seguir avanzando, no podemos ver el sistema de salud de forma aislada: uno el IESS, otro el Ministerio de Salud, otro el ISSFA, otro el ISSPOL. Estamos trabajando para coordinar estos sistemas: en estos momentos el IESS tiene capacidad instalada (ya vamos a ver lo que se está haciendo a nivel de Ministerio de Salud) y no podemos atender en los hospitales del Ministerio de Salud en Santo Domingo algunas patologías, o

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tenemos exceso de pacientes… se los puede enviar al hospital del IESS y cruzamos cuentas con el IESS, pagamos para que el IESS atienda a esos pacientes. De igual forma con el sector privado.

En el caso de salud, señores, no estamos hablando de una simple mercancía, estamos hablando de un derecho humano y estamos hablando de una sociedad pobre que tiene que optimizar recursos. Una cama hospitalaria que se necesite y que por otro lado existan esas camas hospitalarias vacías, es ineficiencia social y no podemos darnos el lujo de esto; así que estamos trabajando, para integrar todo el tema nacional de salud, tanto público como privado; y, en lo público –IESS, ISSFA, ISSPOL, Ministerio de Salud-, cruzando cuentas y complementándonos y no duplicando esfuerzos.

Esto es una muestra fehaciente de cómo sí es posible ser eficientes en el sector público. Por eso, tenemos que defender lo público, sobre todo cuando tratamos de derechos como la salud, la educación, que no son mercancías como una corbata, como un compact disc; y tenemos también, queridos conciudadanos, que exigir servicios integrales y de calidad, como nos merecemos todas y todos, como lo manda nuestra Constitución y como lo dispone el Plan Nacional del Buen Vivir… y como

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siempre se pudo lograr, con un poquito de corazón, con un poquito de capacidad.

En la Consulta Popular, el pueblo soberano se pronunció en forma rotunda porque se afilien todos los trabajadores, todos los empleados; se decidió que nunca más se permitan formas de trabajo que rayaban en la esclavitud, como es el caso de las trabajadoras domésticas; ahora el IEES atiende a los cónyuges de los afiliados y jubilados, a su hijos hasta los 18 años (me enseñaban las salas de pediatría aquí en el hospital, no existía aquello porque no había servicio, no había atención de salud para los hijos de los afiliados). Ahora el IESS brinda servicios de salud para los hijos menores de edad de todos nuestros afiliados, se ha ampliado la gama de servicios.

Ahora lideramos una política agresiva de afiliación y, escúchenme bien, ese es uno de los grandes logros, durante nuestro gobierno ha aumentado el número de afiliados en un millón de personas, hemos pasado de 1'540.000 a 2'500.000, los afiliados. Eso ha dado mucho mayor flujo de recursos al IESS. Han de decir “sí, pero los están gastando en hospitales, etcétera, y no va a haber para las pensiones jubilares”. Hay una cotización especial que es para salud, esto no afecta el flujo de pensiones. Y con relación al flujo de pensiones, el peor negocio del mundo es que el IESS guarde esa plata, el peor negocio del

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mundo es que la mande al Banco Central para que la envíe fuera del país; el mejor negocio del mundo es que, con esa plata se financien proyectos altamente rentables como Toachi-Pilatón, y a su vez el IESS obtenga (en este caso el BIESS) una gran rentabilidad por su inversión, que permitirá financiar las pensiones del futuro, compañeros.

Ahora existe, incluso la afiliación voluntaria de nuestros compatriotas que residen en el exterior. Antes, llegar a la jubilación constituía un paso a la miseria, al olvido, las ecuatorianas y ecuatorianos sufrían lo indecible ante el panorama de recibir 40 dólares de pensión jubilar… Nosotros encontramos pensiones jubilares de 40 dólares; ahora la pensión jubilar promedio es de 500 dólares, compañeros, que para un país como Ecuador, con un salario básico de 292 dólares, un país pobre, es una pensión promedio bastante aceptable; las pensiones máximas pueden llegar a 1.600 dólares.

El Seguro Social Campesino cuenta con 635 centros de salud, 75 nuevos y el 70 por ciento remodelados y equipados. En la actualidad son DOS MILLONES Y MEDIO de afiliados que, con cuatro millones de cónyuges e hijos de hasta 18 años, un millón de afiliados al Seguro Social Campesino, más Trescientos mil jubilados, significa que llegamos –escúchenme bien pueblo ecuatoriano- a SIETE MILLONES

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OCHOCIENTOS MIL ecuatorianas y ecuatorianos protegidos por la Seguridad Social, protegidos por el IESS; así pasamos del 23% al 54% de cobertura de la población total del Ecuador. Contentos, tal vez sí, por lo avanzado; satisfechos jamás. La Constitución nos obliga que sea el 100% y lo vamos a lograr compañeros. Si no nos dejamos engañar por los mismos de siempre, si seguimos unidos y hacemos que a esta revolución no la pare nadie ni nada, que esta revolución sea invencible.

Ahora, los recursos de los afiliados están a su servicio, y muestra de ello es este flamante Hospital de Nivel II, que cuenta con tecnología, infraestructura y equipamiento de punta y que servirá para mejorar la atención para afiliados y jubilados, en la ciudad de Santo Domingo y la región, y ayudará a descongestionar los Hospitales de Especialidades de mayor complejidad y podrá brindar una atención más oportuna a la ciudadanía que necesite atención médica general.

Con esta obra se beneficiarán más de 37.000 afiliados y sus familias y se realiza con una inversión de 34’125.463 dólares entre infraestructura y equipamiento. Treinta y cuatro millones de dólares para Santo Domingo, a ese nivel de inversión sumen la nueva carretera El Carmen – Santo Domingo,

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la nueva autopista que vamos a construir entre Santo Domingo y Quevedo y verán que la Patria ya es de todos, ¿verdad?, que el dinero de todos los ecuatorianos está repartido equitativamente en cada rincón del país.

En el Hospital, las innovaciones nos permitirán prestar un gran servicio en el área de terapia intensiva y en neonatología, además de otras 17 especialidades médicas, como Medicina Interna, Gineco-Obstetricia, Pediatría y Cirugía General, sin olvidar la importancia que tienen las áreas de Trabajo Social y Farmacia, y las Unidades de Cuidados Intensivos.

También estamos trabajando a nivel de Ministerio de Salud Pública, sabemos los problemas que hubo con el Hospital Gustavo Domínguez, algunos temas manipulados… ¿Ustedes creen que la foto de un neonato en un cartón fue de casualidad que llegó a los periódicos? No, fue una medida de presión, una estrategia totalmente equivocada para presionar al gobierno a que dé más plata para el hospital, como que si no habíamos planificado aquello. Fue una jugada de mala fe.

En todo caso, seguimos trabajando también desde el Ministerio de Salud y se ha comprado aquí la Clínica Santiago, que la estamos interviniendo y se va a convertir en una

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maternidad de 120 camas; y, por supuesto, se va a rehabilitar en forma integral el Hospital del Ministerio de Salud Pública de Santo Domingo, el Gustavo Domínguez.

Queridas compañeras, compañeros:

Cada vez que venimos a Santo Domingo de los Tsáchilas, a la maravillosa tierra de la “gente verdadera”, de la gente con corazón, una profunda alegría nos inunda porque sentimos que los esfuerzos y sacrificios están siendo recompensados al ver cómo avanza la región. Es indudable el avance que está teniendo Santo Domingo y la Patria entera. Por supuesto, esto no es trabajo de un Presidente, esto no es trabajo de un gobierno, esto no es trabajo del IESS, esto es trabajo de todos, incluyendo los gobiernos locales, el compañero Prefecto, la compañera Alcaldesa; pero es claro que el país está avanzando, es claro que Santo Domingo está avanzando, que la provincia se está transformando, es claro que no trabajamos en vano y que los sueños han rendido frutos y que estamos avanzando, juntos, hacia el Ecuador del Buen Vivir.

Hemos visitado esta joven provincia varias veces, desde la primera campaña, y durante estos años de gobierno hemos tenido el privilegio de llegar ya no como candidatos sino como gobernantes, para constatar cómo la Revolución Ciudadana está cambiando la

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historia de inequidades que sufrían las provincias, como en el caso de Santo Domingo, que a pesar de ser, insisto, una de las seis ciudades más pobladas del país, no contaba con infraestructura suficiente ni brindaba los servicios estatales básicos, agua potable, alcantarillado, buenas avenidas, servicios que deben tener todos los ciudadanos de la Patria.

Felicitaciones y a seguir adelante. La gratitud, por esta obra, a todos los que han intervenido con tanto cariño: a los obreros… –miren cómo el país está cambiando, ya no se entregan atrasadas las obras, se entregan incluso anticipadamente, cuatro meses antes se ha entregado esta obra-, felicitaciones a los obreros que con tanto cariño construyeron esto; a la empresa constructora, me dicen que es una empresa de Santo Domingo, ¡qué maravilla! Al ingeniero Marco Palacios, felicitaciones, un gran abrazo, y a su empresa. ¡Qué viva Santo Domingo!

A los técnicos de las distintas especialidades, a Carlos Carrión, un militante, como decíamos, de nuestra revolución; a Francisco Santos, a Marisol Larrea, a Bolívar Bolaños y su equipo de contratación pública; a Fernando Guijarro, director del IESS; a la Alcaldesa de Santo Domingo; a la empresa Consorcio Santo Domingo, que era de Marco Palacios; a la empresa Edutrain, que equipó el hospital…

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No quisiera enfatizar lo que hizo también Ramiro, pero sabemos que nosotros no podríamos estar aquí, no podríamos desgranarnos, desgastarnos trabajando por nuestro país si no tuviéramos el apoyo de nuestras familias, de nuestras esposas, así que un muy especial gracias a Carmen, la compañera de Ramiro, por todo el apoyo, por toda la paciencia y te pedimos, Carmen, en nombre del país, que por favor, yo sé, es duro, yo sé que son largos momentos de ausencia, pero te pedimos por favor que sigas apoyando a Ramiro, está haciendo una labor extraordinaria.

Y también quisiera recalcar que no solo nos preocupamos de que la nueva provincia naciera –como Gobierno-, sino que también dispusimos los fondos necesarios para consolidar su institucionalidad y para entregarle a Santo Domingo las obras indispensables que necesitaba desde hace muchos años. Y en esto trabajamos conjuntamente con los gobiernos autónomos, básicamente en este caso, trabajamos mucho, obviamente con Giovanni Benítez, el gran Prefecto de esta provincia, pero en este caso, también el trabajo con el Gobierno Cantonal de Santo Domingo.

Y gracias a ese Gobierno Cantonal las vías han sido intervenidas, hay una INTERVENCIÓN INTEGRAL EN VIALIDAD aquí en Santo

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Domingo, con vías como Río Lelia, que es la vía de entrada a este hospital, y que ha restaurado totalmente al sector, que antes era un sector en decadencia, invasiones, etcétera, y ahora es uno de los sectores más dinámicos de Santo Domingo; pero no es la única vía que se ha recuperado, se ha recuperado Río Toachi, Los Incas, Puerto Ila, Bombolí, La Lorena, Ucom 2, Jacinto Cortez Jhaya, que venimos de inaugurar en honor a ese héroe de la Patria, caído el 30 de Septiembre de 2010 rescatando al Presidente, un soldado valiente de las Fuerzas Especiales, Jacinto Cortez, de aquí, de Santo Domingo; se ha restaurado la vía Colorado del Búa; y también se ha trabajado en más de 15 calles, todas en el sector urbano. El GAD de Santo Domingo ha invertido en esta avenida, Lelia, un millón diesciocho mil quinientos dólares (1´018.500); desde una visión integral, de trabajar todos juntos para dar los mejores servicios a la colectividad. Un hospital espectacular junto a una avenida prácticamente nueva, y todo el Plan de Conectividad Vial tiene un costo de 25 millones de dólares y la Alcaldesa del cantón sabe que cuenta con todo el respaldo del Gobierno Nacional para seguir con esta acción de transformación, tan merecida y tan esperada, de Santo Domingo. El Plan es integral y contempla la construcción de infraestructura sanitaria y pluvial, red

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terciaria, sistema de agua potable, además de la ubicación de aceras, bordillos, parterres, red eléctrica, cunetas, iluminación, señalización.

Así que el día de hoy, con mucha alegría, con sano orgullo damos por inaugurado el nuevo Hospital –espectacular- de la Seguridad Social en Santo Domingo de los Tsáchilas y la nueva Avenida de ingreso, Lelia, parte de esta transformación integral que, por fin, y tan merecidamente, está teniendo nuestro querido Santo Domingo de los Tsáchilas.

¡Y qué viva Santo Domingo, compañeros!

¡Qué viva la Patria entera!

¡Hasta la victoria siempre!

Rafael Correa Delgado

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR