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"EL TABACODIFICULTALACORRECTANUTRICIÓNDELA RAÍZDELCABELLO"

... umar no es un placer. El placerdesaparece cuando somos cons-cientes de que aquello que lo pro-duce puede llevamos a la muerte;entonces se convierte en adicción.¿O es que tiene alguna gracia en-cender un pitillo tras otro sabien-do, como sabemos, que estamosalimentando con nuevas dosis deveneno nuestra personal bomba

de relojeria? Pues no, sinceramente. Notiene gracia saber que el 85% de los cán-ceres de pulmón están provocados por eltabaco, ni que es reponsable también deotros procesos cancerosos que afectan ala laringe, el esófago, los riñones, la len-gua o la garganta, por citar sólo algunosde los más comunes. Al 54 por ciento delos fumadores que quieren dejar de seriose le hiela la sangre al leer que cada añoeste regalito envenenado se lleva por de-lante a más de 13.500 personas.

Pero no es el objetivo de este reportajehacer una relación de los riesgos a los queel fumador se enfrenta sino de abordarlos problemas visibles que afectan al as-pecto físico en este afán desmedido deltabaco por no dejar títere con cabeza.

EL HUMO QUE CIRC,ULAPOR DIENTES Y ENClASEn el aliento de un fumador moderado-esta moderación hace referencia a unosdiez cigarrillos diarios- hay 15 partespor millón de veneno (monóxido de car-bono); en el de un no fumador, hay tres.Esta dosis no circula por la boca de rosi-taso Su paso es como el de las hordas deAtila: arrasa la salud de los dientes y delas encías. El tabaco altera el esmalte,mancha los dientes y los tiñe de un coloramarillent~, lo cual resulta muy antiesté-tico y obliga a una mayor frecuencia delas limpiezas y de los blanqueamientos enla consulta del dentista. Pero la peor par-te de! pastel se la llevan las encías. Dicenlos estudios de población que los fuma-dores, y sobre todo los que fuman grandescantidades, tienen una clara predisposi-ción a sufrir enfermedades periodontales.«Esto se debe -explica Bettina Alonso,periodoncista de la Clínica Rosales (te!.915423550)- al efecto vaso-constrictor de los productosderivados de la combustióndel tabaco, que se traduce enun menor aporte de sangre yoxígeno a las encías. Por esolas encías de los fumadores

no sangran nunca, aunque es-tén seriamente dañadas. Por

CINCO IDEAS. UNA CHARLADESEISHORAS

LaempresaEasywaydicequeel60%delosasistentesconsiguedejarel tabacotrasla terapia.Sunegociosecentraentratamientosconcertadosconempresas.

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otro lado, las sustancias presentes en eltabaco debilitan los mecanismos de de-fensa, imprescindibles para hacer frentea las bacterias cuyo empeño consiste endestruir el conjunto de elementos de su-jeción del diente, es decir, lo que conoce-mos como enfermedad periodontal, unproblema que desemboca en la pérdida depiezas dentales si no es controlado».

Este trastorno mejora con un tratamien-to inicial que el especialista adapta a lagravedad de cada caso, revisiones perió-dicas posteriores y una escrupulosa hi-

giene personal diaria. «Pero -advierte Bettina Alonso- noso-tros no podemos garantizar eléxito del tratamiento cuando setrata de un gran fumador. Yosiempre explico a un pacientefumador que ambos, él y yo,somos responsables en su recu-peración y que si no deja el ta-

baco e! tratamiento puede desembocar enfracaso». Y confiesa tener una razonabletasa de éxitos en su empeño: «Tengo pa-cientes que lo han dejado por completo;otros han reducido el número de pitillos.y es que, a veces, ver cómo las encías seretraen y los dientes amarillean y sufrirlas molestias del tratamiento es más efi-caz que el temor difuso a una enfermedadgrave planeando en el horizonte».

CABElLOS Y PIEL: LASOTRAS VíCTIMAS DEl PITILLO

Cualquier ex-fumadora sabe por expe-riencia que la piel es la primera en mos-trar su agradecimiento al súbito desalojode nicotina. Pocos días después del últi-mo cigarrillo, gana luminosidad, tiene unaspecto más jugoso, más flexible, másuniforme. Parece que vuelve a respirar.«y lo hace -dice la doctora Elvira Róde-I!M..JW~cWJt~.d<iJ~:1llcia(Üfuuje..Me-diPiD~,",GiQl&W..~.m.é.up!o.tel.914?M.Jl63)-. El principal problema esque el tabaco dificulta el aporte de oxíge-no a las células de los órganos, y la pieles e! órgano más extenso del cuerpo. Es-ta falta de oxígeno repercute en todas lasfunciones celulares y se manifiesta deforma directa en varios aspectos: la rege-neración celular se realiza con una mayordificultad, la piel se vuelve más fina ydisminuye la respuesta inmunológica delas células de Langerhans, responsablesde proteger la piel de las agresiones detodo tipo a las que se ve sometida». Eneste suma y sigue, hay que incluir un fuer-te descenso en la producción de fibras decolágeno y una enorme deshidratación,lo que da como resultado el envejecimien-to prematuro de la piel. Todos estos efec-tos se hacen extensivos al cabello, que esun anexo de la piel. «Por otra parte -aña-de la doctora Ródenas- hay estudios clí-nicos que demuestran que los fumadorescicatrizan peor». Conviene tener en cuen-ta esta observación porque, según los mis-mos estudios, las personas que quemanmás de veinte cigarrillos al día puedenhacer necrosis del tejido intervenido:«Ocurre sobre todo en los lifting. Pero,aunque no haya necrosis, un fumador ci-catrizará más tarde y peor». Hasta talpunto influye negativamente el tabaco quelos cirujanos se niegan a operar si su pa-ciente fuma. «Como mínimo, hay que de-jar de fumar diez días antes de la inter-vención y mantener la abstinencia hastadiez días después. Este principio sirvetambién para peelings medios y profun-dos», advierte la doctora Ródenas.. f.O.

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